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DE APRENDIZAJE
Pablo Cazau
Los casos presentados se refieren a escolares que presuntamente tienen problemas de aprendizaje.
En cada caso se presenta el caso clínico, luego se indica el registro multiaxial, y finalmente se hacen
algunos comentarios adicionales.
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municipal de Buenos Aires. Rocío tiene otros dos hermanos varones menores que ella, que concurren
a la misma escuela.
A los treinta días de haber empezado las clases, fue derivada al servicio de psicopedagogía del
distrito, informando la maestra que la niña habla y lee mal: "se come las s finales, usa una letra por
otra", etc. La madre refiere que Rocío siempre fue así, y con su esposo pensaban que ya se le iba a
pasar cuando creciera más, porque lo mismo le había sucedido a otra niña que habían conocido.
La maestra señala que esta dificultad de Rocío para hablar hace que también lea mal, aunque escribe
relativamente bien y comprende gran parte de lo que lee. Su dificultad para hablar la hace sentir mal
en la escuela por no poder hacerse entender con sus compañeras, y algunas veces su madre la
sorprendió llorando en silencio. Fue revisada por un neurólogo hace dos años y está perfectamente
normal.
En el servicio de psicopedagogía se le hizo un test de inteligencia, dando como resultado un CI = 62,
y se consideró que su problema de habla no podía ser adjudicado a este bajo CI. Este CI permite
explicar sus dificultades para la comprensión de problemas de aritmética y de historias.
Rocío es una niña físicamente sana, y su madre cuenta que la mudanza parece haberle molestado
bastante porque no va a la escuela con el mismo gusto que antes y añora siempre sus antiguas
compañeras. Sin embargo, se hizo muy amiga de una vecinita que vive en la otra cuadra, y a quien va
a visitar todas las tardes.
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Eje II: Sin diagnóstico
Eje III: Sin diagnóstico
Eje IV: Perturbación familiar por separación
Eje V: 48
CASO CLINICO NUMERO 4
Consulta en noviembre de 1984, a los 2 años y 9 meses, derivado por psicóloga por falta de desarrollo
del lenguaje, conducta hiperactiva y agresiva. Según relatan los padres, Gustavo comenzó con tales
síntomas a partir del año y medio, coincidiendo con el nacimiento de una prima y el embarazo de la
madre; aceptan que era un bebé hiperactivo.
Padre con secuela de poliomielitis. Nacido de embarazo y parto normales, neonato normal. Caminó a
los 16 meses y aún no controlaba esfínteres y sólo balbuceaba algunos monosílabos o sonidos
ininteligibles. Examen neurológico normal, RX cráneo normal, fondo de ojo normal. EEG normal.
Potenciales evocados auditivos normales. Había sido medicado por neurólogo con CMZ que le produjo
efecto paradójico.
Por su conducta, falta de lenguaje y dificultades lúdicas, la impresión de la psicóloga era la de un niño
psicótico; sin embargo, durante nuestra consulta el niño se comportó más como una DCM. Dada la
sospecha de la profesional derivante, no se instituyó medicación.
A los 3 años y 2 meses controla esfínteres y desarrolla un lenguaje gestual. La sugerencia de apoyo
foniátrico es postergada por la psicoterapeuta de cabecera. Comienza jardín de 3 años, donde según
informe docente, se produce una correcta integración. Las deficiencias permanecen en el lenguaje y se
hace evidente en el examen neurológico la torpeza motriz, mientras la hiperactividad disminuye
levemente.
En 1986 comienza con fonoaudióloga quien considera el retraso de lenguaje como simple, con buen
pronóstico; sin embargo, en ese año, se hacen evidentes sus dificultades en el jardín, con severos
problemas de atención y motricidad. Pensando en un DCM, es medicado con Deanol.
En 1987, cursa nuevamente en grupo de 4 años, su grafismo y lenguaje van mejorando. Aunque este
último pase al diagnóstico fonoaudiológico de retardo simple, impresiona como un déficit de
programación fonológica de tipo cortical. Sigue en psicoterapia y se sugiere apoyo psicopedagógico.
En 1988 comienza preescolar; en abril, a raíz de un comentario de la madre, se hace evidente lo que
hasta el momento era un secreto celosamente custodiado: la existencia de otros retardos en la
familia. Se solicita un estudio genético que informa la fragilidad del cromosoma X. Observando el árbol
genealógico de la familia, se advierte lo aleatorio de la distribución del retardo, con afectaciones
mentales variables, todos varones. En este caso la transmisión parece originarse vía abuelo materno,
lo que indica la confusa forma de aparición de este síndrome.
Este árbol está inconcluso, ya que se procura efectuar los estudios genéticos a los familiares directos e
indirectos a fin de terminar de develar este secreto tan celosa y injustificadamente guardado.
El niño sigue mejorando lentamente en su hiperactividad, atención, motricidad y lenguaje. Efectúa
psicoterapia, fonoaudiología y psicopedagogía. Es promovido a 1° grado, buscándose en estos
momentos la escuela adecuada para él.
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lenguaje, y conductas psicóticas, para aparecer luego como una DCM (Disfunción Cerebral Mínima), con conductas
hiperkinéticas y nivel mental discretamente afectado.
Fuente: Tallis J. y Soprano A., "Neuropediatría, neuropsicología y aprendizaje", Nueva Visión, Bs. As., 1991.
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la caída posterior en su rendimiento es por ausencias no detectadas, por las crisis eléctricas o por los trastornos
emocionales, producto de la ruptura de la pareja parental, aunque tampoco podemos descartar que esta alteración
emocional precipite la reagudización del EEG.
Iguales interrogantes nos plantea la recuperación de su aprendizaje: ¿es la medicación, el mejoramiento del EEG o
la reconstitución de la pareja?, y ¿cuál es la influencia de ésta última en la mejoría de la enfermedad?
Como vemos en esta historia, y en otras, es necesario un enfoque global del niño y su entorno antes de adjudicar
los problemas a aspectos específicos de la enfermedad. Por otro lado, nuestra casuística nos muestra que la
mayoría de los pacientes con Petit Mal bien controlados tienen un aprendizaje satisfactorio".
Fuente: Tallis J. y Soprano A., "Neuropediatría, neuropsicología y aprendizaje", Nueva Visión, Bs. As., 1991.
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Eje III: Corea.
Eje IV: Sin información.
Eje V: EEAG=60.
COMENTARIOS DEL CASO CLINICO NUMERO 6.- Comenta Monedero: "Aquí podemos ver un niño con dificultades
en el colegio prácticamente desde su ingreso a la escolaridad. El papel jugado por el corea es difícil de delimitar,
aunque seguramente es secundario. Existen dificultades en el área del lenguaje, de la coordinación motriz
-inestabilidad y tics-, de la lateralidad y un fracaso, además de en aritmética, en claves, que estaría relacionado
con la memoria visual inmediata y la rapidez motriz.
Existen también problemáticas emocionales que, acentuando todas esas disfunciones, parecen provocar un rechazo
de la escolaridad. El niño trata de huir del mundo escolar, que tanto valora lo verbal, para refugiarse en el mundo
de su casa, en el que impera lo figurativo. No hay que olvidar la incidencia familiar de ciertos síntomas".
Fuente: Monedero C., "Psicopatología evolutiva", Labor Universitaria, Barcelona, 1982.
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EjeIII: Enuresis nocturna primaria
Eje IV: Niña sobreprotegida en el ambiente familiar
Eje V: EEAG=0
COMENTARIOS DEL CASO CLINICO NUMERO 7.- Comenta Monedero: "El caso de Macarena parece adecuarse al
diagnóstico de disgrafia. Sus cocientes intelectuales verbal y manipulativo son análogos, pero existen discrepancias
entre los subtests que nos orientan a dificultades perceptivas. Las pruebas psiconeurológicas también señalan una
inmadurez. Existen también dificultades de control psicomotriz, como muestran sus tics. Lo mismo que en el caso
anterior, existe toda una conflictiva que coadyuda en el establecimiento del cuadro".
Fuente: Monedero C., "Psicopatología evolutiva", Labor Universitaria, Barcelona, 1982.
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mano y un predominio diestro en miembros inferiores con una gran torpeza; sus movimientos, dentro
de la categoría de los ambidextros, se corresponden con los 7 años; en las pruebas de ritmo -Mira-
Stamback- se estima un nivel correspondiente a los 7 años.
Las pruebas psicomotrices -Pic-Vayer- ofrecen un nivel de 8 años en coordinación manual, siendo más
precisa la realización con la mano izquierda que con la derecha. La coordinación dinámica general se
sitúa, igualmente, en un nivel de 8 años. En control postural y equilibración puede alcanzar un nivel
de 9 años; sin embargo, realiza con dificultad el nivel de 8 años, ya que este nivel requiere el
mantenerse en la punta de los pies.
El Rorschach muestra una inhibición neurótica del pensamiento y tendencia a evadirse en fantasías.
Su tipo vivencial es coartado y su adaptación al medio está muy reducida. Existen también rasgos de
tipo depresivo, inseguridad y angustia.
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leche y galletas. Aunque a los 9 meses se mantenía en pie, no anduvo hasta los 16 meses, porque,
según dicen los padres, tenía miedo a los golpes que se daba. Las primeras palabras aparecieron a los
dos años pero sólo hasta los cuatro no dijo frases completas. No ha aprobado el primero de EGB.
La madre se considera una personalidad normal aunque, como tiene cinco hijos, pierde
frecuentemente la paciencia. El padre es una personalidad muy autocontrolada, que se angustia
mucho por los problemas que le plantean los hijos.
A la exploración psicológica encontramos un niño inestable, que habla espontáneamente y pretende
llevar él la iniciativa. Su sintonía emocional, aunque cambiante, es buena y con rasgos hipomaníacos.
Se deprime y angustia fácilmente cuando encuentra dificultades para realizar una tarea. Se aprecia
una perseveración en los temas que trata y su comportamiento general, aún con rasgos de oportuna
agudeza, no puede ser calificado de inteligente. El lenguaje está correctamente desarrollado y la
lectura es adecuada a su edad. En la escritura se aprecian múltiples signos disgráficos, como
inversiones, unión de palabras, combinación de mayúsculas y minúsculas, y, en general, una gran
falta de coordinación y uniformidad. En los dibujos se aprecia también una pobre coordinación y
desproporción. Valorado como prueba de inteligencia, estima una edad mental de cinco años y nueve
meses.
En las Fábulas de Duss proyecta sus deseos de ser atendido, la dificultad de elaborar la rivalidad
fraterna y las ansias de compensar sus sentimientos de abandono, los cuales se hacen más evidentes
en el CAT-H.
En el WISC obtiene un cociente intelectual total de 81, con un 90 en el verbal y un 75 en el
manipulativo. Su bajo rendimiento en las pruebas manipulativas parece deberse a una escasa
coordinación visomotriz y una inadecuada organización perceptiva. En "cubos" y "claves" sus
puntuaciones se corresponden aproximadamente con los cinco años. En "información" y "vocabulario"
obtiene puntuaciones propias de su edad.
En las pruebas psiconeurológicas se aprecian diversas alteraciones. En el Bender obtiene una
puntuación correspondiente a la maduración visomotriz de un niño de 5 años y medio. Existen signos
de impulsividad y ansiedad, así como indicadores de una posible lesión cerebral. En las pruebas de
lateralidad de Galifret-Granjon muestra un índice de predominio manual dentro de los límites de la
zurdera, con un predominio ocular diestro, poseyendo, por lo tanto, una lateralidad cruzada. A nivel de
los miembros inferiores el predominio es diestro. En la batería de orientación derecha-ziquierda de
Piaget-Head obtiene una puntuación propia de los 6 años sin discrepancias dentro de las diversas
subpruebas.
El registro electroencefalográfico fue normal.
En el Rorschach se encuentra un tipo de personalidad con un bajo nivel de estructuración y control,
que impide un mejor contacto cion el mundo exterior, con predominio de mecanismos hipomaníacos y
factores de inestabilidad.
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CASO CLINICO NUMERO 10
Daniel está próximo a cumplir 17 años cuando llega a la consulta debido a que ha repetido cuarto año
y no tiene buen rendimiento en los estudios. Se fue en seis materias a diciembre y en dos a marzo. En
diciembre aprueba solamente una, con lo cual acumula siete para marzo. Desaprueba las dos
primeras, y no rinde las restantes porque ya repetía el año.
Respecto de su historia escolar, durante la primaria fue un alumno regular. En 4°, 5° y 6° se llevó
materias a marzo, especialmente de Lengua. En primero, segundo y tercer año de la secundaria se fue
en muchas materias, y siempre tuvo que rendir previas.
Daniel refiere que las materias que más le gustan son las que "no hay que estudiar", como
matemáticas, física o química, porque las entiende en la clase. No le gustan en cambio historia,
lengua, literatura, instrucción cívica, etc., en las que tiene mayores dificultades.
Su padres se separaron hace unos tres años. Con el padre se fueron a vivir sus dos hermanos
mayores que estudian y trabajan (una mujer de 24 años y un varón de 22). Daniel se fue a vivir con
su madre a la casa de la abuela materna. Debido a que Daniel no se llevaba bien con su abuela, la
madre decidió alquilar un departamento, donde viven ella y Daniel desde hace dos años y medio.
La madre es hija única y tiene instrucción universitaria; el padre tiene secundaria. Ambos tienen
actualmente pareja, aunque la madre no convive con la suya.
Las pruebas de diagnóstico operatorio revelan que Daniel alcanzó el pensamiento formal, aunque
presenta problemas para fundamentar verbalmente las respuestas por dificultades en el lenguaje
(vocabulario pobre, problemas de sintaxis, errores en la conjugación verbal, etc.). El Weschler dio
como resultados un CI = 111 (96 en la escala verbal y 119 en la escala de ejecución).
Datos significativos de su historia.- La madre queda embarazada de su hijo Daniel cuando atravesaba
una situación económica difícil y debía atender a su padre con cáncer, quien se muere a los cinco
meses de embarazo. En el contexto de estas dificultades nace Daniel, siendo muy bien recibido.
El niño no fue buscado pero sí fue aceptado y no hubo en ningún momento dudas en tenerlo o no. El
parto fue normal, aunque la madre refiere que nació "medio morado" pero salió rápido de la situación
gracias a la oportuna intervención médica.
Daniel fue siempre alérgico. A la edad de un año y medio tuvo neumonía, y desde entonces presenta
dificultades respiratorias (broncoespasmos y fatiga).
Cuando ingresa en el jardín de infantes no tiene dificultades en adaptarse, siendo muy querido por ser
muy sociable.
Según le dijeron a la madre, estaba un poco inmaduro para ingresar a primer grado, pese a lo cual lo
hicieron comenzar. Precisamente en primer grado aparecen dificultades, y es derivado para un
diagnóstico psicopedagógico. No repitió pero "pasó raspando". Los estudios neurológicos no revelaron
nada aunque, según la madre, le hablaron de cierto grado de inmadurez. Le recomendaron un
tratamiento pero lo dejó porque a los 2 o 3 meses se produjeron mejorías.
Siguió bien hasta cuarto grado, en que comienza a tener que rendir exámenes. Siempre tuvo una
maestra particular. Le costó aprender a leer y sus dificultades aparecieron siempre en el área de
Lengua.
Nunca tuvo problemas de integración social en la escuela, era muy charlatán aunque, según la
maestra, algo distraído y renuente a hacer las tareas.
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Eje V: EEAG = 65.
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