Está en la página 1de 50

UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

U NIVERSIDAD A NDINA
“N ÉSTOR C ÁCERES V ELÁSQUEZ ”
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y
POLÍTICAS

ANALISIS DOGMATICO GENERAL. NOMEN


JURIS Y CONCEPTO DE LAVADO DE ACTIVOS,
TIPOLOGIA DEL LAVADO DE ACTIVOS FASES O
ETAPAS DEL LAVADO DE ACTIVOS, BIEN
JURIDICO TUTELADO. AUTONOMIA DEL
DELITO Y PROBLEMATICA DEL DELITO PREVIO
TRABAJO ENCARGADO DE:

Derecho Penal IV
DOCENTE DEL CURSO:
M. SC. Percy Wilfredo, Mejia Quispe
PRESENTADO POR:
BELIZARIO HUANCA Lidia
CCASO SOSA Luz
JOVE CARCAHUSTO Thayly
PALOMINO ONOFRE Liliana
PARILLO ESCOBEDO Gabriela Alexandra
VASQUEZ ZEA Zenaida Morayma
2
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

Puno --x-- Perú


2020

DEDICATORIA

El presente trabajo encargado va dedicado a nuestros padres que son el el


principal motor y que a su vez nos impulsan para ser mejor cada día.

Para nuestro Dr. de Derecho Penal IV, quien con dedicación y esmero nos
enseña conceptos básicos para nuestra carrera.

Para ellos nuestro trabajo.

3
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

AGRADECIMIENTO

Nuestro más sincero agradecimiento al M. SC. Percy Wilfredo, Mejia


Quispe, quien en cada clase nos imparte los conocimientos previos y necesarios
para formarnos como futuros profesionales y como personas con los consejos y
la sinceridad de sus palabras.

Agradecemos a nuestros padres por el apoyo incondicional que nos brindan


en esta época de estudiantes universitarios y por la fe y confianza depositada en
nosotros para llegar a ser excelentes profesionales.

4
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

INTRODUCCIÓN

En general se conoce como lavado de activos a las distintas actividades realizadas por las
organizaciones criminales y demás agentes delictivos, con el fin de colocar, convertir y
ocultar los efectos y ganancias ilícitamente obtenidos (producto del delito), integrándolos a la
actividad económica y financiera del país para hacerlos pasar como licitas. Estas actividades
fundamentalmente consisten en inversiones, transferencias, ventas, adquisición y posesión de
diversos bienes, así como también en operaciones realizadas en el interior del sistema
financiero y bursátil, con las que se busca ocultar el origen delictivo de los fondos
involucrados en dichas actividades.

Estos actos de lavado de activo o legalización de bienes o activos de procedencia ilícita,


además de afectar directamente a la libre y leal competencia, y con ello al sistema
económico, así como a la administración de justicia en cuanto esta se vincula a dicho orden
económico, tienen también incidencia en la afectación de otros bienes jurídicos relevantes, y,
por ello, tienen enorme trascendencia en la vida política, económica y social del país así
como en la economía y comunidad internacional, ya que trastocan el orden económico
financiero, afectando su legitimidad y transparencia; a la vez que dificultan la planificación y
la política económica estatales.

Así mismo, estas actividades constituyen la principal fuente de capital o financiamiento de las
operaciones ilícitas de las organizaciones delictivas, lo que a la postre conspira contra una
eficaz y oportuna administración de justicia, al sustraer los bienes y, en general, el producto
del delito y la identidad de los agentes delictivos, con lo que buscan asegurar la impunidad de
los mismos, además de generar una fuente inagotable y generalizada de medios de
corrupción.

5
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

CAPITULO I

ANALISIS DOGMATICO GENERAL

ANÁLISIS DOGMÁTICO GENERAL

En todo análisis dogmático jurídico penal, tenemos que partir de la determinación del bien
jurídico protegido u objeto de protección de las normas penales, pues la afectación o puesta
en peligro de este determinará la acción o conducta típica. En general, y partir de los
instrumentos internacionales, no resulta sencilla la determinación del bien jurídico y demás
componentes dogmáticos del delito de lavado de activos: sin embargo, a partir de las
legislaciones de los países, promulgadas siguiendo las recomendaciones de los instrumentos y
convenios internacionales, podemos aproximarnos a la determinación del bien jurídico y a las
demás categorías y conceptos de la dogmática penal correspondiente al delito de lavado de
activos.

1. NOMEN JURIS Y CONCEPTO DE LAVADO DE ACTIVOS

En las diversas legislaciones y en los instrumentos internacionales, se ha dado diversa


denominación a las conductas configurativas del delito que nos ocupa, así se le llama lavado
de dinero, lavado de activos, blanqueo de dinero, blanqueo de capital, reciclaje de dinero,
legalización de capitales; también se le conoce como legitimación de bienes, activos dinero o
capitales. una denominación sugerente es la utilizada por JORGE BARRAL, quién denomina
este tipo de hechos: “legitimación aparente del título relativo a bienes provenientes de la
comisión de delitos”, al considerar que esta frase refleja con exactitud la naturaleza y
finalidad de la (acción u omisión), como también el objeto sobre el que recae tales acciones,
en el que se comprenden a bienes o activos en general, Más allá de hablar únicamente de
dinero.

Se asume que el lavado de activos constituye un conjunto de acciones o un procedimiento


conformado por sucesivos pasos realizados con el fín de introducir o insertar los fondos
ilícitos en el circuito económico, revistiendo los de una apariencia de legitimidad que permita
a los agentes del delito disfrutar tranquilamente del producto o fruto de sus actividades

6
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

delictivas. Este proceso tiene por objetivo principal disimular el verdadero origen de los
bienes para impedir que se los vincule con los delitos precedentes; Lo esencial es hacer
desaparecer ese nexo. Pero ello no es suficiente, sino que además se requiere generar las
condiciones para que tales bienes sustitutos pueda ser disfrutados en paridad de condiciones
con los de procedencia lícita, por lo que resulta imprescindible dotarlos de una apariencia de
legitimidad que les permita circular de modo normal en el mercado. En este sentido tal como
refiere Barral: se puede decir que el lavado de dinero o blanqueo de capitales es cualquier
acción u omisión mediante la cual se pretende otorgar apariencia de legalidad a los bienes
obtenidos por la comisión de delito, con el fin de reintegrarlos al circuito económico legal
desvinculados de su origen.

2. TIPOLOGÍAS DE LAVADO DE ACTIVOS

Referidas a los distintos modos Cómo se concreta la acción configurativa de este delito penal
en la gran mayoría de casos, se realiza por agentes “especializados” o “profesionales” en esta
materia, que prestan sus servicios a los agentes delictivos que necesitan lavar o blanquear su
dinero a cambio de grandes comisiones. se recurre a estos “especialistas”, dada la
complejidad, el volumen y la velocidad que se busca imprimir a las operaciones de lavado
para lograr la aparente legitimidad o legalización, alejando del delito a los activos o dinero.
estos “especialistas” son principalmente a funcionarios del sistema bancario o financiero
nacional o internacional, así como también agentes del sistema inmobiliario o bursátil, los
que aprovechan hábilmente las ventajas que les brinda el entorno comercial y empresarial
globalizados, así como la alta tecnología informativa con la que actualmente cuenta.

Así PRADO SALDARRIAGA, expresando lo dificultoso que resulta graficar las actividades
de los lavadores, tomando datos de Interpol, señala, en general, que los actos de lavado se
realizan especialmente a través de las variadas actividades y negocios Cómo:

a. La adquisición de bienes de consumo de fácil comercialización como inmuebles


automóviles, joyas, obras de arte
b. La explotación subrepticia del dinero sucio y su depósito en cuentas cifradas en
paraísos fiscales
c. Financiamiento de empresas vinculadas al ámbito de los servicios, las que mueven
abundantes cantidades de dinero en efectivo como casas de cambio, casinos, agencias
de viajes, hoteles, restaurantes

7
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

d. Conversión de dinero ilegal en medios de pago cómodos como cheques de gerencia,


cheques de viajero, bonos de caja, tarjetas de crédito, depósitos en cuentas corrientes
múltiples.

En los países subdesarrollados como el Perú todavía se ejecuta las operaciones de lavado con
predominio de los métodos tradicionales entre los que destacan:

I. El llamado pitufeo que consiste en el reparto de dinero ilegal entre un grupo de


personas quienes desplazan el dinero a diversos bancos o agencias abriendo cuentas
por montos menores a los que se controlan y registran por dichas entidades.
II. Los métodos de triangulación de activos, consiste en hacer circular el dinero ilícito
con la intervención de un banco del extranjero, a través del cual se realiza préstamos o
se garantizan a sí mismos
III. Métodos bancarios de circulación indirecta, en las que en general las operaciones de
lavado involucra a bancos del extranjero, que tienen cuenta corresponsal en un banco
local, desde donde se retire el dinero sin que se conozca al lavador.
IV. Métodos relacionados con los juegos de azar, a través de los cuales el lavador compra
el billete o la ficha ganadora pagando sobreprecio, para luego, como titular cobrar el
premio.
V. Métodos electrónicos o cibernéticos utilizados aprovechando el espacio virtual de la
economía globalizada. Igualmente, se hacen referencia a tipología señaladas por la
universidad de inteligencia financiera del Perú, entre las que destaca el uso de
empresas de transferencia de fondos, utilización de cuentas de terceros, ocultamiento
bajo negocio ilícito, uso de empresas de fachada, los llamados fondos colectivos,
ventas fraudulentas de inmuebles, mal uso de lista de clientes, habituales entre otros.

3. FASES O ETAPAS DE LAVADO DE ACTIVOS

Según entiende la doctrina penal el proceso y las fases del lavado de dinero son tres.

La fase de colocación consiste en la desvinculación de los agentes del delito de los activos de
procedencia delictiva poniéndolos en el mercado para su circulación. Es la etapa más
importante para descubrir el lavado de dinero.

Esta primera etapa es trascendental para el éxito de las medidas de prevención y control ya
que si el dinero ilegal logra penetrar en el torrente financiero, las posibilidades de rastrear su
origen y conexión ilícita se reduce considerablemente.
8
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

La fase de conversión o ocultamiento recibe diversos nombres en la doctrina, tales como


intercalación, transformación, oscurecimiento, ocultación, estratificación, decantación
diversificación, entre otras. En ésta Se Procura borrar o dificultar la vinculación de los activos
con su origen delictivo a través de la realización de diversas operaciones. se caracteriza
básicamente por la utilización del sistema financiero para el desvío de fondos provenientes
del delito, ya sea a escala local o internacional, ocultando así su procedencia y origen lo que
se busca en este caso es lavar o blanquear el dinero estrictu sensu. Si lo que se pretende es
desaparecer el origen de las huellas de los bienes ilegales.

La integración o reintegración de los capitales caracterizada por el retorno de los capitales al


ámbito de dominio del agente delictivo pero con una apariencia de legalidad. en esta etapa,
los activos ya se han incorporado a la economía formal y al mercado oficial guardando una
apariencia de legalidad de tal manera que sugiere que se trata de capitales y de dinero ilícito.
Esta última fase no se caracteriza por el despilfarro de las ganancias producto del delito sino
que por la incorporación de los beneficios obtenidos como si se tratara de bienes de origen
legal la integración de la actividad económica formal requiere que las ganancias se hayan
logrado revistan la apariencia de legalidad y que puedan adaptarse al proceso de circulación
económica.

4. BIEN JURÍDICO TUTELADO

Se entiende por delito a la acción (hecho o conducta), típica, antijuridica y culpable. la


punibilidad no Integra la estructura del delito, pues la pena es únicamente la consecuencia
sustantiva aplicable al autor del hecho delictivo. la acción, a su vez, constituye una afectación
(sea a través de una lesión o una puesta en peligro) al bien jurídico penalmente tutelado, o en
todo caso, al objeto de protección directamente tutelado, que a la vez Integra y representa al
verdadero bien jurídico.

siendo así en todo análisis de tipo objetivo de un delito, en primer lugar tendrá que precisar
Cuál es el bien jurídico protegido u objeto de protección de la norma penal, para determinar
si la conducta imputada o sometida a investigación constituye o no una afectación ha dicho
objeto de protección (bien jurídico), el mismo que constituye la razón de ser de dicha Norma.
masa aun, dicho bien jurídico constituye por un lado el afecto de la legitimidad de la
imposición de la pena;y, por otro, un límite a la posibilidad de criminalizar conductas,

9
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

acortando el poder represivo del estado. Ello, aparte de la función sistematizadora que posee
en orden a la agrupación de las figuras según el interés tutelado.

Se considera bien jurídico a todo interés derecho o potestad público o privado a la cierta o a
ciertas condiciones favorables estos susceptibles de ser protegidos por las normas penales los
mismos que a la vez constituyen una síntesis jurídica concreta de una relación social
determinada y dialéctica basada en un condicionamiento participativo y pluralista de la
sociedad.

Los bienes jurídicos son relaciones sociales concretas, de carácter sintético, protegidas por la
norma penal que nacen de la propia relación social democrática como una superación del
proceso dialéctico que tiene lugar en su seno.

Los bienes jurídicos son circunstancias dadas o finalidades qué son útiles para el individuo y
su libre desarrollo en el marcado de un sistema social global estructurado sobre la base de esa
concepción de los fines y para el funcionamiento del propio sistema. el contenido de los
bienes jurídicos en el estado constitucional de derecho viene determinado por el propio orden
constitucional, y cuando no lo estuviera debe determinarse y sustentarse conforme a los
derechos fundamentales y a los valores y principios constitucionalmente valiosos, dentro de
los cuales tienen pared papel preponderante la dignidad de la persona, los principios de
soberanía del pueblo y el estado democrático así como de la propia forma republicana de
gobierno.

En la llamada moderna sociedad de riesgo o del derecho penal de la globalización se viene


perfilando nuevos bienes jurídicos invencibles en épocas pasadas los que a la vez vienen
determinando diversas relaciones del propio ordenamiento jurídico penal de tal manera que se
viene hablando de la respuesta penal considerándose en una primera velocidad a la protección
de los bienes tradicionales vinculados a los derechos fundamentales y sus condiciones de
vigencia en los que la relación sería ordinariamente de pena privativa de libertad pero por
contrapartida se redondea aún irrestricto Respecto a los principios y garantías del derecho
penal tradicional.

En tal sentido, particularmente en nuestro medio, es la protección de los bienes jurídicos la


que da contenido y legitima al derecho penal y al control penal en general; tal como lo ha
establecido de modo expresó y contundente nuestro tribunal constitucional en doctrina
jurisprudencial que resulta vinculante para los operadores jurídicos así como para todos los
10
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

organismos y entidades vinculados a la administración de justicia. en efecto, el tribunal


constitucional ha justificado el recurso al derecho penal sólo cuando se trata de proteger
bienes jurídicos, Pues, de otro modo, ha expresado que no se justifica la pena.

En el caso de delitos de lavado de activos, precisamente el mayor inconveniente para el


análisis y la interpretación de los tipos penales; es la determinación del bien jurídico
protegido, cuestión que ha despertado una ardorosa polémica a nivel de la doctrina, en la que
se han ensayado diversas posturas al respecto, dependiendo muchas veces de la forma como
se ha registrado en cada país, sin haberse llegado a desarrollar criterios concensuales o
mayoritarios, las más destacadas en estas posturas son:

4.1. TESIS DEL BIEN JURÍDICO “SALUD PÚBLICA”

Si bien es cierto que la convención de Viena y demás documentos internacionales


subsiguientes establecían y recomendaban la tipificación del delito de lavado de dinero,
los mismos lo hacían desde una perspectiva de vinculación con el delito de tráfico
ilícito de drogas; vislumbrandolos como una forma más de lucha contra este delito. esta
situación determinó que en los distintos países en que se criminalizo el lavado de
dinero, se ubicará al nuevo delito en título correspondiente al delito de tráfico ilícito de
drogas, cuyo bien jurídico protegido era, Sin lugar a dudas, la salud pública. Ello llevó
a su vez, a que se tenga como bien jurídico protegido en el delito de lavado de dinero,
Igualmente a la salud pública.

en nuestra legislación también se consideró al delito de lavado de dinero como un


supuesto más de los tipos penales correspondientes al delito de TID. por lo que tomado
en cuenta esta ubicación sistemática en nuestro Código Penal, la primera interpretación
realizada consideraba como bien jurídico protegido por esta Norma a la salud pública, y
de modo mediato e indirecto la seguridad pública, se consideraba que el lavado de
dinero constituía uno de los elementos integrantes del circuito que recorre al tráfico de
drogas, cuyo punto de inicio es el cultivo y elaboración de sustancias y su escalón final
la conversión y legitimación de las ganancias derivadas de la comercialización de las
sustancias prohibidas. No sólo la elaboración y cultivo de las drogas atentaría contra la
salud pública, sino también el blanquear ilegalización de capitales, dado que con la
producción de utilidades, el tramo de la elaboración y cultivo de la droga encontraría su
esperado y necesario fortalecimiento y promoción: la mayor preocupación del traficante

11
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

sería ocultar, trasladar, convertir e integrar sus ganancias a sistema económico oficial,
en este sentido, la persecución y Castigo del delito obedecía a la finalidad de evitar la
lesión o puesta en peligro de la salud pública.

4.2. TESIS DEL BIEN JURIDICO “ORDEN SOCIECONOMICO”

El bien jurido protegido en el delito de lavado de activos sería el orden socioeconómico


que se entiende como el interés del estado en la conservación del orden legal de la
economía, tanto en su conjunto como en sus ordenaciones parciales y comprende
también el interés del individuo en particular en los bienes de consumo y en el
desarrollo de una actividad cuya finalidad es el lucro. Al respecto, e la doctrina pueden
encontrarse, tradicionalmente, dos nociones del bien jurídico “orden socioeconómico”,
una amplia y otra estricta.

Desde el punto de vista amplio, se sostiene que el orden socioeconómico solo podrá
construir en el mejor de los casos, el bien jurídico mediato de algunas infracciones del
código penal, sirve para explicar la ratio legis de algunos delitos patrimoniales o
aquellas infracciones que afectan el sistema económico.

Por otro lado desde el punto de vista restringido, al orden socioeconómico se lo define
como la participación estatal en la economía de un país. Su núcleo y centro de gravedad
esta constituido por los intereses económicos públicos y la libre competencia.

En esta posición también esta sometida a graves objeciones. En primer lugar, se señala
que no siempre el lavado de dinero va a traer consigo una disfuncionalidad y deterioro
del sistema económico y ya a causar perjuicios a los agentes que intervienen en él, dado
que en no pocos casos genera consecuencias positivas para la economía al sistema
social.

Los posibles indicios que en algunos casos puede desertar el lavado de la comisión de
otros ilícitos penales, los delitos tributarios no justifican su merecimiento de pena en la
medida que tales hechos ya encuentran cobertura por medio de otros tipos penales.

En segundo lugar, desde el punto de vista metodológico, y teniendo en cuenta el


desarrollo alcanzado por la teoría del bien jurídico, se destaca que el llamado orden
socioeconómico, mas que construir un auténtico objeto de protección representa solo un
objetivo político-criminal de corte valorativo- ideológico que reúne, tras un rotulo

12
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

común, una serie de figuras delictivas que no puede ser entendido como el bien jurídico
protegido ni siquiera en los delitos socioeconómicos en sentido estricto, mas aun
cuando no se determina algún resultado lesivo concreto ni tampoco los principios
económicos a los que se afecta.

De otro lado, en cuanto a la hipótesis que el lavado de dinero, promovería tácitamente


el afianzamiento de determinados grupos económicos que crecerían y tomarían el
control del mercado, de la sociedad y la política sobre la base del dinero sucio de sus
actividades ilegales, se contesta señalando que la posición de dominio o el control de un
sector de la economía por determinados grupos u organizaciones puede llevarse a cabo
también con capitales y denero ilícito y no solo con capitales ilegales. Se destaca que
este hecho siendo reprobable no determina por lo general la configuración de un injusto
penal.

También es bueno agregar el comentario esbozado por GARCIA CAVERO con citas
De Fabian Caparros, Del Carpio Delgado, Aranguez Sanchez Y Blanco Cordero, en
cuanto refiere que: “el bien jurídico del delito de lavado de activos debe enmarcarse en
un ámbito de los delitos económicos por lo que su protección penal debe relacionarse
necesariamente con las estructuras económicas.

4.4.TESIS DE LA PLURIOFENSIVIDAD DEL DELITO

Una posición extendida en el derecho comparado y peruano viene sosteniendo, de


manera reiterada, que el bien jurídico protegido en el delito de lavado de activos seria
una pluralidad de bienes jurídicos en el sentido de que con las acciones de blanqueo,
lavado y legitimación de capitales se afecta diversos intereses sociales y jurídicos.

La sustentación de dicha tesis descansa en argumentos de carácter sistemático como la


ubicación de la norma, y políticos criminales que giran alrededor del marco penal
impuesto al delito de lavado.

En la doctrina nacional, Prado Saldarriga sostiene: “para nosotros, por tanto, el lavado
de dinero no esta orientado hacia la afectación de un bien jurídico exclusivo y
determinado, ya que dicha infracción se presenta en la realidad como un proceso
delictivo que según sus manifestaciones concretas perjudica de modo simultaneo
paralelo distintos bienes juridicos.

13
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

Se trata de un delito pluriofensivo que compromete a varios intereses jurídicamente


relevantes como la eficacia de la administración de justicia, la trasparencia del sistema
financiero, la legitimidad de la actividad económica e incluso, en un plano sumamente
mediato, la incolumidad de la salud pública.

4.5. TESIS DE LA LICITUD DE LOS BIENES QUE CIRCULAN EN EL


MERCADO

El bien jurídico protegido en el delito de lavado de dinero es la licitus de los bienes que
circulan en el mercado que debe ser protegida respecto a los bienes que son de
procedencia delictigva. Dicho bien jurídico tiene carácter colectivo, no individual. Una
de las condiciones y presupuestos necesarios para la existencia del orden
socieconomico es la exigenciaque los bienes que circulan sea de origen licicto.

La circulación debe ser protegida respecto a la incorporación de los bienes que tienen
un origen delictivo.

Se parte de la idea de que todas las actividades que se desarrollan en una economía
social de mercado deben ser realizadas en igualdad de condiciones y oportunidades en
las que solo deben ser amparadas las actividades que se desarrollan dentro de la ley; es
decir que no tienen un origen licito.

4.6. NUESTRA TESIS

Por nuestra parte consideramos que aun cuando cada una de las tesis esbozadas
comprende un aspecto importante del bien jurídico protegido en el delito de lavado de
activos, por si solas no lo definen debidamente o en todo caso desbordan la necesidad
de concreción y objetividad del objeto de protección, no logrando superar las criticas u
objeciones formuladas contra cada una de ellas. Teniendo en cuenta el ius puniendil
estatal solo resulta legitimo cuando actúa es estricta defensa de bienes jurídicos
debidamente determinados y en estricto respeto al principio de lesividad.

En este sentido, si bien es indudable que las conductas propias del lavado de activos
afectan el orden o sistema económico del país, para que dicho orden o sistema
constituya un verdadero bien jurídico u objeto de protección penal, tiene que estar
delimitado o concretizado, de tal forma que las conductas configurativas del delito
signifiquen una real afectación al mismo, al significar su lesión o su puesta en peligro.

14
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

En cuanto al sistema u orden económico presenta un carácter supraindividual su ámbito


y contenido no resulta de fácil determinación o delimitación; por lo que si, e general
consideramos a este como único objeto de protección, no podremos precisar fácilmente
que es lo que realmente se quiere proteger con la tipificación penal de los
comportamientos configurativos de los delitos de lavados de activos, y por ello mismo,
cuando nos encontramos realmente ante una afectación a dicho bien jurídico.

5. TIPO DE DELITO

Desde el punto de vista dogmático se trata de saber si estamos ante un delito de peligro o de
lesión, de simple acción o de resultado o de un delito instantáneo, continuando o permanente;
asimismo si se puede cometer sólo por una acción o también por omisión particularmente;
mediante acción por omisión (omisión impropia), y claro, si se trata de un delito autónomo
del delito previo.

En principio, si consideramos que se trata de un delito que afecte un bien jurídico de carácter
colectivo, arribaremos a la conclusión de que no puede ser afectado a través de una lesión
concreta, pues, no podremos determinar cuándo nos encontramos propiamente ante un
resultado lesivo; por tanto debemos concluir que los casos de lavado sólo pueden configurar
delitos de simple acción y de peligro. Desde otra perspectiva ARANGUEZ SANCHEZ
también llega a similar conclusión, cuando refiere: Y es qué es muy difícil entender que en el
blanqueo es un delito de resultado, porque siendo el blanqueo un proceso siempre perfectible,
no puede afirmarse con rotundidad que un bien ha sido definitivamente blanqueado, sino que
cada conducta de blanqueo sólo supone un mayor distanciamiento del bien respecto a su
origen ilícito.

No obstante, si tenemos en cuenta que estamos frente a un bien jurídico representando a


través de sus objetos con función representativa, concretados en la libre competencia y la
Administración de Justicia, estás pueden verse afectadas a través de una lesión y, por tanto,
puede advertirse un resultado consecuente de la acción típica: pues los comportamientos de
lavado pueden excepcionalmente generar una distorsión en la libre competencia y afectar la
eficiencia de la Administración de Justicia, en cuánto ésta resulte vinculada al orden
económico; y, por tanto, podemos encontrarnos ante supuestos del supuestos de lesión y de
resultados. Así, en nuestra legislación, con la modificación introducida por el Decreto
Legislativo N° 986, que había establecido que la acción de debe dificultar la identificación

15
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

del origen, la incautación o decomiso de los activos de procedencia directiva, claramente se


había establecido un delito de resultado. Sin embargo, esto ha cambiado a la luz de la nueva
legislación, y si se puede sostener que los delitos de lavado de activos actuales son de
supuestos de peligro y de simple acción. Si bien de la realización de las conductas de la de
lavado siempre sea de deriva un efecto sobre los activos de procedencia ilícita (cambio de
ubicación o titularidad, por ejemplo), la configuración del tipo penal no requiere que se
produzca el resultado ensombrecer su origen delictivo. Solamente es necesaria la idoneidad
general deheza conducta para conseguir dicho ensombrecimiento. Siendo así, la
determinación del tipo del delito responderá a la estructuración normativa de cada tipo
específica en particular; pues, podrán existir tipos de peligro, de lesión, de simple acción y de
resultado. En este extremo, la doctrina está lejos de ser unánime, y los criterios dogmáticos,
al respecto, normalmente depende de la forma cómo se hayan tipificado las conductas de
lavado en las respectivas legislaciones

De otro lado también puede presentarse supuestos de naturaleza instantánea, continuada o


permanente. En el caso de nuestra legislación, los delitos de conversión y transferencia de
activos ilícitos normalmente serán supuestos instantáneo, salvo algunos casos en que, dada la
naturaleza de operación, puede tratarse de casos continuados. No obstante QUINTEROS
OLIVARES señala que los actos de conversión y transferencia, pueden configurarse un delito
permanente, puesto a puesto que un depósito de capital de procedencia delictiva, por ejemplo,
puede conservarse durante un tiempo determinado. Sin embargo por nuestra parte
consideramos en este caso que el acto de conversión o transferencia se consumó
instantáneamente con la realización del depósito de transferencia en la cuenta
correspondiente, resultando irrelevante el hecho de que el dinero permanezca en la entidad
bancaria; pero claro, si el agente procede a retirar los fondos de la cuenta real realiza alguna
operación con los fondos de la misma en ese momento se considera consumado otro acto
configurativo de una acción delictiva continuada. Pero claro, el hecho de que el dinero
permanezca en la entidad bancaria en cuenta de a nombre del agente o de o de un eventual
tercero, configura el tipo penal previsto en el artículo 2° de la Ley; pues estos fondos
jurídicamente se encuentran en poder de la gente, quien aun cuando los ha depositado en el
banco tiene el poder jurídico de disposición sobre los mismos; en este caso, estamos ante un
supuesto permanente.

16
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

De otro lado los tipos de ocultamiento y tenencia normalmente son de naturaleza permanente
o continuada; así, los casos de guardar, administrar, custodiar, ocultar o mantener previsto en
el artículo 2° del Decreto Legislativo N°1106, son supuestos permanentes; en cambio, los
casos de adquirir o recibir previstos en este mismo artículo son supuestos instantáneos; a la
vez que el caso de utilizar normalmente, es un delito continuado. Asimismo, los supuestos de
transportar o trasladarse a un casos permanentes mientras dura tal acción; Igualmente los
casos de hacer ingresar o salir del país son supuestos instantáneos.

Precisar si se trata de un supuesto instantáneo permanente o continuado resulte relevante para


determinar ciertos supuestos de autoría y participación así como para precisar el inicio del
plazo de prescripción Igualmente resulta relevante para determinar casos de flagrancia y
Consecuentemente para determinar si procede o no la detención de un caso concreto.

Pero el caso de mayor importancia o más problemático es el supuesto de omisión impropia o


de acción por omisión. Pues, los casos en que el sujeto interviniente por expresó mandato de
la ley o por propia organización de la entidad a la que pertenece, tiene un deber o un o una
obligación de impedir la operación de lavado, o tiene la obligación de informar a la autoridad
o entidad competente y no lo hace, incumpliendo de este modo su deber u obligación, y si
con ello facilita la comisión de lavado se le podrá imputar participación en la comisión del
delito de lavado de activos, dado que ostente la participación de garante respecto del bien
jurídico protegido. Así, si un jefe de operaciones de un banco conoce que uno de los cajeros
está realizando transferencia de dinero configurativa del delito de lavado y no hace nada para
impedir las o no comunica las entidades o autoridades competentes, responderá penalmente
por el delito de lavado en comisión por omisión al haber infringido su deber de garante. En
este caso, se descarta la calificación de su conducta como autor del delito de omisión de
reporte de operaciones sospechosas, y se le atribuye lavado de activos, puesto que la omisión
de reporte no comprende como elemento del tipo, el facilitar el lavado o participar en él, en
cuyos casos, nos encontramos directamente en la esfera de delito de lavado de activos.

Finalmente, se viene discutiendo, y estamos lejos de arribar a conclusiones uniformes, si el


delito de lavado de activos es un delito autónomo o se trata de un delito que depende
necesariamente de la determinación o acreditación de un delito previo (fuente o antecedente).
En efecto existen posiciones que sostienen que dicho delito previo sería un elemento objetivo
del tipo, y en tal calidad tiene ser acreditado debidamente, para recién participar de ello
determinar si existe o no activos ilícitos sobre los cuales se pueden realizar las conductas
17
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

propias de lavado. Esta posición, sin embargo, se descarta estando a qué la normas en ningún
momento exige un delito previo (específico), por el contrario, únicamente refiere que los
activos materia del lavado deben estar vinculados o guardar conexión con actividades
criminales previas consideradas del modo general.

CAPITULO II

AUTONOMÍA DEL DELITO Y PROBLEMÁTICA DEL DELITO PREVIO

1. AUTONOMÍA DEL DELITO

El tema de mayor discusión sobre el delito de lavado de activos es el relativo a su vinculación


con la actividad criminal previa o lo que ha devenido en llamarse el “delito previo”. Pues la
propia concepción del delito de lavado o blanqueo de activos denota la presencia de una
actividad delictiva preexistente a la cual están vinculados los activos objeto de lavado o de la
cual provienen dichos activos. Bajo esta concepción, se gestó y estructuró el delito de lavado
de activos desde su inicio en el ordenamiento jurídico norteamericano y luego en los
Convenios Internacionales sobre la materia. No obstante la consideración respecto a nivel de
vinculación ha ido variado con el desarrollo y evolución de las legislaciones y a partir de las
necesidades de hacer posible la aplicación de los tipos penales de la de lavado en la práctica
pues, se ha constatado que sí se considera una estructura típica totalmente dependiente del
delito previo, simplemente el tipo penal de lavado resultaría inaplicable como sucede en
nuestro medio, en donde la gran mayoría de procesos por lavado de activos sean sobreseído y
archivado, precisamente, por muchos de nuestros jueces y Fiscales asumieron el criterio de la
vinculación absoluta del delito de lavado de activos con el delito previo y obviamente, al no
haberse acreditado el delito previo en un debido proceso, se asumió que el delito de lavado de
activos no sea había acreditado pues se ha considerado al referido delito previo como un
elemento objetivo (normativo) del tipo lavabo. Esto ha generado la impunidad de los actos
contaminantes del sistema económico y generatrices de la ineficiencia de la Administración
de Justicia en cuanto a la prevención, investigación y represión de estos delitos; lo que a la
vez, significa una burla a la expectativas sociales de una defraudación de la finalidad política
criminal que inspiró la configuración del delito de lavado de activos, tanto en los Convenios
Internacionales así como en las propias legislaciones nacionales.

Siendo así, a efectos de proponer una opción dogmática acorde con los fines y razones que
inspiraron la configuración, promulgación y vigencia de las normas penales constitutivas de

18
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

lavado de activos, consideramos que resulta de aplicación Los criterios de ROXIN,


mayoritariamente aceptados en la doctrina penalistica y que se rigen la formulación y
configuración de las categorías propias del Derecho Penal, especialmente las
correspondientes a la teoría del delito. Al respecto, señala ROXIN las concretas categorías
del delito (tipicidad, antijuricidad y culpabilidad) deben sistematizarse, desarrollarse y
contemplarse desde un principio bajo el premisa de su función político-criminal,con ello,
aunque el edificio sistemático pierde belleza, gana RAE en funcionalidad y eficacia. Y claro,
para una adecuada definición de la autonomía o dependencia de lavado de activos respecto a
la actividad criminal previa deben tomarse en cuenta los criterios y finalidades políticos
criminales que inspiraron la configuración de las normas relativas al lavado de activos sobre
todo, en cuanto a la estructura típica de este delito. Estas finalidades políticas criminales
proporcionarán los criterios para delinear el contenido y consistencia de la teoría o doctrina
jurídica, y de la propia jurisprudencia nacida a partir de la aplicación de las normas en
cuestión pues la teoría o doctrina jurídica las instituciones jurídicas y obviamente la
jurisprudencia en principios son alimentadas y determinadas por la propia norma penal a
través de su contenido lingüístico, y complementariamente a través de las interpretaciones y
argumentos lógicos jurídicos teleológicos y pragmáticos de orientación político-criminal; ya
que de no ser así, estaríamos ante una doctrina jurisprudencial de un rendimiento práctico
nulo y de espaldas a la realidad.

Asimismo, debemos tener en cuenta que el lavado de activos es un crimen no tradicional a


través del cual la criminalidad organizada busca camuflar el producto de sus actividades
ilícitas, muchas veces en una ámbito transnacional, en el que los actos de conversión,
transferencia o tenencia ya que está lo suficientemente alejados de la actividad criminal de la
cual proceden; distancia que se logre fundamentalmente a través de la realización de una
larga y velo secuencia de actos propios de lavado de activos. Y más aún, las organizaciones
criminales, para asegurar el disfrute de sus ganancias ilícitas, realizan todo tipo de actos
idóneos para asegurarse la total impunidad, y para ello llegan hasta la eliminación de
personas y pruebas, a la vez que recurren al soborno de funcionarios públicos, autoridades,
testigos y etc. Siendo así, pensar en la acreditación categórica de la actividad criminal o delito
previo del cual provienen los activos materias de lavado (si se lo considerase un elemento del
tipo penal) significaría asegurar la impunidad desde esta novísima forma delincuencial.
Debiendo precisarse que si bien se cuestiona la utilización del Derecho Penal material con
una función de facilitación procesal, a la vez se le rechaza la ampliación de la punibilidad por
19
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

meros motivos procesales, aduciendo sé que ello contradice al principio de culpabilidad, sin
embargo, también es cierto que la ley sustantiva tiene que constituir una respuesta idónea
para lograr la finalidad preventiva de la pena y si se estructura se los tipos penales de un
modo que no resulten aplicables ello contradiría dicha finalidad.

En nuestro medio, inicialmente se hizo depender el delito de lavado de activos del delito de
tráfico ilícito de drogas, de tal modo que para acreditarlo, necesariamente tenía que haberse
acreditado a través de una sentencia condenatoria firme, el delito previo del tráfico ilícito de
drogas. Luego con la Ley N° 27765 (artículo 6), se estableció que el origen de los activos
podría inferirse de los indicios concurrentes en cada caso, añadiéndose que no era necesario
que las actividades ilícitas que produjeron el dinero, los bienes, efectos o ganancias, se
encuentren sometidas a investigación, proceso judicial o hayan sido objeto de sentencia
condenatoria. Con ello y ya avizoraba la autonomía del delito de lavado de activos respecto a
la actividad delictiva previa, aun cuando no quedará totalmente desvinculado de esta. Sin
embargo, pese a que la intención y finalidad normativa era plasmar un tipo penal de lavado
de activos autónomo por la forma de redacción de la norma, está autonomía no se apreciaba
de modo evidente; ello llevó a las a los intérpretes de la norma, especialmente a los abogados
defensores de los investigados o procesados por lavado de activos, a esbozar en sus
respectivas defensas y artículos doctrinarios, una supuesta autonomía procesal pero
descartaban la autonomía material o sustantiva referida a la propia configuración del tipo
penal. Pues asumieron, y aun asumen, que si bien para el inicio de la investigación o del
proceso no se requiere que el delito previo se encuentre sometido a investigación proceso
judicial o haya sido objeto de sentencia condenatoria ellos no resulta suficiente para dictar
una sentencia condenatoria por el delito de lavado de activos precisando que para ello se
requiere que el delito previo se acredite en un debido proceso puesto que asumen que se trata
de un elemento objetivo (normativo) del tipo. Así, CARO CORIA y ASMAT COELLO,
luego de pronunciarse por la necesidad de acreditar el delito previo para la configuración del
tipo penal de lavado de activos, agregan que existen dos posibilidades de acreditar dicho
delito previo, la primera través de una sentencia firme y anterior a la segunda un propio
proceso por el delito de lavado de activos refiriendo que nuestro medio se ha optado por la
segunda posibilidad.

Finalmente el artículo 10° del Decreto Legislativo N° 1106, en actual vigencia estipula que:
el lavado de activos es un delito autónomo por lo que para su investigación y procesamiento

20
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

no es necesario que las actividades criminales que produjeron el dinero los bienes efectos o
ganancias hayan sido descubiertas, se encuentren sometidas a investigar proceso judicial o
hayan sido previamente objetos de prueba o de sentencia condenatoria.

La autonomía ha quedado claramente establecida, tanto que algunos autores nacionales lo han
llevado a extremos, concluyendo que para configuración del delito de lavado de activos no es
necesariamente la conexión objetiva de los activos en proceso de lavado con la actividad
criminal o delito fuente. En efecto PRADO SALDARRIAGA, refiere que el supuesto
agraviado previsto en el penúltimo párrafo del artículo 4° del Decreto Legislativo N° 1106
(referido a los casos en que los activos se vinculan a los delitos de minería ilegal tráfico
ilícito de drogas terrorismo secuestro extorsión y trata de personas) es el único caso que la
legislación penal peruana contra el lavado de activos donde el delito fuente o precedente
adquiere relevancia normativa o probatoria en efecto sólo para la configuración de esta
agravante específica de segundo grado o nivel, constituye presupuestos o requisitos
indispensable la conexión directa o indirecta de los bienes objeto de los actos de lavado que
ejecuta el agente, con cuando menos uno de los delitos que de modo taxativo señala en el
párrafo tercero del artículo 4°. Por lo cual Igualmente, la prueba suficiente de esa relación se
convierte en una exigencia procesal ineludible para que pueda tener plena eficacia los efectos
agravantes señalados por la norma. Con lo que queda claro que para este autor los casos no
comprendidos en este en este agravante no requieren tal vinculación, resultando suficiente
para la configuración del delito de lavado, la presencia de un activo cuyo origen no se ha
justificado lícitamente a la existencia de un desbalance no explicado justificadamente.

Siendo así, la autonomía material o sustantiva del delito de lavado de activos queda
debidamente determinada, y no se trata sólo de una supuesta autonomía procesal, como la que
se ha hecho referencia por tanto la acreditación del delito de lavado de activos no depende del
acreditación del delito previo en efecto la propia doctrina y jurisprudencia comparada se ha
pronunciado en este sentido, así, BLANCO CORDERO, basándose en jurisprudencia del
Tribunal Supremo Español, señala :la jurisprudencia se ha pronunciado de manera rotunda en
el sentido de que no es necesario que exista una condena por la actividad delictiva previa de
la que proceden los bienes. Es paradigmática la STS1704/2001, de 29 de septiembre, a la que
se refieren otras posteriores, en la que advierte que en la definición del delito de blanqueo no
se exige la previa condena por el delito del que proceden los bienes que se ocultan. Esto es
lógico, sigue, desde una perspectiva político crimina,l puesto que tratándose de combatir

21
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

eficazmente el tráfico ilícito de drogas en todos los tramos del circuito económico generando
por dicha delincuencia, carencia de sentido esperar a que se declarase la responsabilidad de
los partícipes en el tráfico para perseguir penalmente tales conductas. Se considera bastante
con acreditar simplemente la presencia antecedente de una actividad delictiva de modo
genérico que permite en atención a las circunstancias del caso concreto la exclusión de otros
posibles orígenes, sino que sean necesarias ni la demostración plena de un acto delictivo
específico generador de los bienes ni de los concretos participes en el mismo.

Consecuentemente, para determinar que estamos ante el delito de lavado activo se requiere
únicamente acreditar la vinculación del objeto del objeto del delito de lavado de activos con
la actividad criminal y para determinar esta vinculación así como para determinar la propia
existencia de la actividad criminal no hace falta acreditar un delito previo sino únicamente
establecer una conexión entre la acción de lavado y la y las actividades criminales a las que
hace referencia el artículo 10° de la Ley (Decreto Legislativo N°1106), lo que cual resulta
plenamente coincidente con el criterio expresado por BLANCO CORDERO, para la
legislación española, en cuanto señala que dada la autonomía del delito de lavado de activos
no se exige de una resolución judicial se pronuncie sobre un delito antes antecedente
concreto.

En tal sentido, es suficiente con que existan indicios razonables que vinculen a los activos
con las actividades criminal previa como señala la doctrina la normatividad nacional e
internacional así como la jurisprudencia y acuerdos vinculantes de nuestra Corte Suprema.
Pero estos indicios razonables no necesitan ser de la misma magnitud de los que se necesitan
para acreditar un delito, sino indicios de menor intensidad probatorio pero claro que sean
idóneas para descartar la procedencia lícita de los activos materiales de lavado y
Consecuentemente que vinculen a los activos con las actividades criminales establecidas en el
artículo 10° de la Ley.

Finalmente, para concluir este acápite resulta necesario precisar que aun cuando no se
requiere acreditar un delito previo para la configuración del delito de lavado de activos
pueden presentarse casos en este acreditado que los activos materia de lavado provienen de
un delito específico respecto del cual hay una sentencia firme, se ha investigado debidamente
o existen elementos probatorios suficientes respecto a su comisión y a la generación de los
activos por dicho delito. Obviamente ellos determina la necesidad de estudiar la problemática
del delito previo a fin de determinar si éste se encuentra dentro de la actividad criminal previa
22
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

considerada por el tipo penal como generadora de los activos materiales de lavado precisar el
nivel de la estructura del delito específico previo, en el grado de ejecución del delito si el
delito previo es alcanzado por la vigencia de la norma penal de lavado de activos, qué pasa
cuando el delito previo es cometido en el extranjero, cuando la acción penal por el delito
previo se ha extinguido (prescrito), la problemática de la despenalización del delito previo, la
descontaminación de los activos y demás cuestiones relacionadas con dicha actividad
criminal.

2. PROBLEMATICA DE LA ACTIVIDAD CRIMINAL PREVIA O DELITO


PREVIO

El análisis de esta problemática sólo será relevante para los casos en que por alguna razón la
actividad criminal previa o delito previo se haya acreditado No porque se haya tenido que
investigar previa o conjuntamente con el lavado de activos de forma específica sino porque
éste ya esté determinado al momento en que se inicia la investigación o procesamiento de
lavado de activos o al momento de dictarse la condena Pues en general no se requiere realizar
un debido proceso respecto al delito previo, sin siendo suficiente una vinculación general y
abstracta de los activos ilícitos con la actividad criminal en cuestión.

2.1 SISTEMATICA DE LA ACTIVIDAD CRIMINAL PREVIA O DE DELITOS


PREVIOS.

Al respecto las legislaciones y la doctrina han ensayado varios modelos entre estos:

 El modelo de numerus clausus, catálogos o listados delictivos, en este caso la propia


norma establece que el delito debe considerarse como actividad criminal a la que deben
vincularse los activos materia de lavado este modelo se inicia con la determinación
singular del tráfico ilícito de drogas.
 El modelo que señala una categoría de delitos o delitos que reúnen determinados
características por ejemplo referirse a delitos graves.
 El modelo que considera todos los delitos idóneos para producir activos o de los que se
pueda derivar activos sobre los cuales se pueden realizar las acciones propias del delito
de lavado de activos

De otro lado, también se ha sostenido que conforme a la Ley N° 27765, el delito previo
al lavado, además de grave y producir ganancias económicas, su comisión debía
realizarse a través de la delincuencia organizada, quedando excluido que los que no
23
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

proveían tal posibilidad, con ella obviamente se restringían totalmente la gama de


delitos previos.

Asimismo tampoco resulta exacto considerar que la norma actual, se exige que la
actividad criminal previa deba realizarse tendencialmente en delincuencia organizada,
pues tal como refiere BLANCO CORDERO, si bien el delito de lavado de activos ha
quedado consolidado en los sistemas penales, a lo largo del tiempo ha experimentado
transformaciones por los criterios políticos criminales que inicialmente legitimaron su
existencia como un instrumento de lucha contra el tráfico ilícito de drogas y
posteriormente orientado afrontar la lacra del crimen organizado hoy en día se ha
superado esta idea; y el delito de blanqueo ha expandido enormemente su campo de
aplicación a cualquier actividad delictiva inclusive a una serie de comportamientos que
difícilmente responden a la idea de lo que constituye el fenómeno de blanqueo.

Siendo así, este aspecto de la problemática respecto al tipo de actividad criminal previa
(delitos previos), por lo menos en nuestro medio, ha quedado debidamente esclarecido.
Y claro consideramos que este es un aspecto fundamental, porque la gente es lavado de
activos debe conocer o debía presumir que los activos con los cuales está relacionadose
están vinculados a dicha actividad criminal: es decir el dolo de la gente debe abarcar
esta vinculación.

En conclusión con el Decreto Legislativo N°1106, no se puede considerar como


actividad criminal previo sólo a delitos graves o que de banco meterse a través de la
criminalidad organizada, sino a cualquier delito con capacidad de generar ganancias
ilegales, excluyéndose únicamente a los delitos de receptación compre comprendidas en
el artículo 194° del Código Penal. Ello ha quedado claramente establecido en la nueva
Ley. En la que forma expresa considere como actividad criminal previa a la constituida
por los delitos de la minería ilegal, tráfico ilícito de drogas, terrorismo, contra la
administración pública, secuestro, proxenetismo, trata de personas, tráfico ilícito de
armas, tráfico ilícito de migrantes, delitos tributarios, extorsión, robos, delitos
aduaneros o cualquier otro con capacidad de generar ganancias o beneficios ilegales,
sin interesar si se trata de los bienes o activos que constituyen objetos a la entidad de la
actividad criminal previa. Esto es, respecto a la entidad de la actividad criminal previa
no exige ninguna condición, siendo suficiente que se trate de cualquier figura delictiva
idónea para generar ganancias ilegales.
24
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

2.1.1 Casos especiales de actividad criminal previa (delitos fuentes o previos)

a) Actividad previa cuyo objeto efectos y ganancias son dinero u otros bienes fungibles

Cuando los bienes o activos provenientes de la actividad criminal previa son


identificables o debidamente diferenciables, las acciones de conversión y
transferencia o de posición y tenencia debe realizarse específicamente sobre estos
bienes o activos; de realizarse sobre otros bienes de la agente (que no tienen origen
ilícito), no existiera una relación causal entre las acciones de lavado de activos y
actividad criminal previa alguna. Sin embargo, cuando se trata de bienes no
identificables fungibles o no diferenciables unos de otros, como por ejemplo cuando
se trata de activos consistentes en dinero.
Asimismo, se considera que se ha contaminado todo el patrimonio del agente porque
no se descarta el uso de la fracción ilícita como medio para encubrir el monto ilícito, y
por ello se puede viabilizar su incautación y decomiso. No obstante, luego de las
investigaciones sólo se considerará como activo objeto del delito de lavado al monto
dinerario que no se hubiese acreditado su licitud y que no se haya desvirtuado su
conexión o vinculación con la actividad criminal previa.

b) Delitos imprudentes

En cuanto a la actividad criminal culposa previa, esta difícilmente generará efectos o


ganancias para el agente; por ello, blanco Cordero refiere que dogmáticamente es
posible admitir que estos delitos pueden considerarse como previos al lavado, pero
que en la práctica son muy escasas las probabilidades de que un delito culposo pueda
generar bienes materia de lavado. Asimismo, tampoco resulta las acciones propias del
delito lavado de activos, puesto que ellos no tienen origen delictivo; en tal sentido, no
vemos la posibilidad de que la actividad criminal culposa previa pudiese servir para
configurar el delito de lavado de activos.

c) Delitos defraudación tributaria

Más allá de las dificultades existentes sobre la actividad criminal previa o el delito
previo lavado de activos en general, un problema que se ha generado en la doctrina y
25
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

la legislación comparada es el referido a los delitos tributarios como actividad


criminal previa, particularmente los supuestos cometidos al dejar de pagar terminada
obligación tributaria. En otras palabras, se discute si las operaciones de conversión,
transferencia o las simples acciones de posesión y tenencia y realizados sobre el
patrimonio del agente del delito de defraudación tributaria constituyen a la vez, delito
de lavado de activos.

Al respecto, Blanco Cordero, luego de analizar los sistemas penales de Francia,


Bélgica, Alemania e Italia, a los que se les puede sumar el sistema español concluye:
1. En todos ellos se admiten que el delito fiscal puede ser delito previo de blanqueo
de capitales.
2. Sin embargo, difieren en cuanto a la clase de delitos fiscales mientras en unos
puede ser delito previo cualquier infección penal fiscal, en otros existen ciertas
restricciones.
3. El autor del delito fiscal puede ser castigado por el posterior blanqueo en algunos
países (Francia) mientras que en otros está escrito expresamente (Alemania).
4. Las conductas de mera posesión no son punibles respecto del delito fiscal en
algunos países ( Bélgica cuando se trata de fraude fiscal ordinario), mientras que
en otros si que lo son ( Alemania).

En general, en la doctrina se ha embolsado diversos criterios respecto así deben ser


considerados o no los delitos de defraudación tributaria como actividad criminal
previa al delito de lavado de activos.

El primero de estos criterios sostiene que el objeto material del delito de lavado de
activos está constituido por bienes que el autor adquiere a raíz quiere o con la
comisión del delito previo, sea porque estos constituyen objeto de este delito o por
que constituyen efectos o ganancias del mismo.
Esto es, mediante la actividad criminal previo, el autor obtiene algo que no tenía antes
del delito, existiendo una relación causal entre la existencia de estos bienes y la
actividad criminal previa. En el caso del delito de defraudación tributaria esto no
sucede puesto que el monto dejado de pagar o cuota defraudada que permanece en el
patrimonio del agente, no ha sido producido o ganado con la omisión del pago. Cómo
26
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

refiere Quintero Olivares “el dinero de quien no pagó sus impuestos no es un dinero
producto del delito fiscal y, por lo tanto no puede ser objeto de delito de blanqueo; por
el contrario, este dinero se obtenido por otros medios lícitos (diversas actividades o
negocios del agente) y, por lo tanto, se han incorporado válidamente a su patrimonio;
en consecuencia sobre ellos el agente tiene titularidad, al contrario de lo que sucede
con los objetos, efectos y ganancias del delito sobre los cuales el agente del delito no
tiene titularidad alguna.
Pues como lo hemos señalado en diversos trabajos el objeto del delito es el bien o
interés sobre el cual recae la acción u omisión delictiva; en la defraudación, la
omisión del pago no recae sobre la cuota dejada de pagar. Tampoco produce el dinero
(cuota dejará de pagar), el mismo que existía con anterioridad a la omisión, por lo
tanto, tampoco puede considerarse efectos o ganancias.

Concluye al autor español, qué es la jurisprudencia española no se ha pronunciado a la


fecha sobre la posibilidad de considerar el delito fiscal como delito previo de
blanqueo de capitales.
Sin embargo, agrega que admitir que la cuota tributaria constituye jeto material del
delito de blanqueo de capitales va a tener una repercusión de sus prácticas enormes,
pero también va a provocar disfunciones de difícil solución. Añade que
probablemente cuando se detecte un delito fiscal se podrá fundamentar la persecución
simultánea, además por blanqueo de capitales imputándose ambos delitos. Esta doble
persecución puede suponer la imposición de penas severas Porque si se aprecia la
existencia de un concurso debe al entre ambos delitos habrá que proceder a la suma
aritmética de las penas a imponer por cada uno de ellos.

d) Delito de receptación

La norma legal (artículo 10° del Decreto Legislativo N° 1106) establece una relación
de delitos a los cuales debe referirse la actividad criminal previa la cual deben estar
vinculados los objetos efectos y ganancias con los que se realizan las acciones de
conversión y transferencia dentro de esta relación se considera a todos aquellos delitos
idóneos para generar ganancias ilegales ello significa que se considera prácticamente
a todos los delitos que producen utilidades.

27
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

No obstante, la misma norma excluye expresamente a los activos delictivos


comprendidos en el artículo 194° del Código Penal, esto es, excluye expresamente a
los activos delictivos comprendidos en el artículo 194 del Código Penal esto es
excluye los delitos previos al delito de receptación los que generan los bienes materia
de la receptación.

Siendo así debemos precisar que delitos resultan comprendidos en la referida


exclusión al respecto es deber que el artículo 194 se refiere en general a bienes de
procedencia delictuoso por lo que Aparentemente comprendería a todo tipo de delitos
que generan bienes o activos patrimoniales sin embargo por tradición jurídica
legislativa doctrinal y jurisprudencial y por la ubicación sistemática de este artículo
dentro de la estructura del Código Penal entendido que este delito sólo comprende a
los delitos contra el patrimonio más no así a otro tipo de delitos inclusive se ha
sostenido por la ubicación ordinaria del artículo 194 inmediatamente después de los
tipos correspondientes a los delitos de hurto robo y apropiación ilícita sólo
comprendería a esos tipos penales más no así a los demás delitos contra el patrimonio
como los delitos de estafa extorsión fraude en la administración de personas jurídicas
etcétera sin embargo creemos que una interpretación En este último sentido no puede
sostenerse a la luz de la propia estructura del tipo de receptación del referido artículo
pero claro es necesario precisar que aspectos de la configuración del delito
comprendido en el artículo 194 del código sólo Se comprende la aceptación de un
bien que proviene directamente del delito previo decir que constituye el objeto de este
delito tiendo impune la vegetación sustitutiva mas no así cuando se trata de los efectos
o ganancias del mismo A diferencia de lo que sucede con el delito de lavado de
activos es que es irrelevante si los bienes provienen directa o indirectamente el delito
previo admitiéndose llamado blanqueo o lavado de bienes sustitutivos así como el
lavado de dinero en cadena Asimismo si bien la norma es fluye de lavado de activos a
los objetos de los delitos previos al delito de receptación nada dice respecto a si se
excluye o no a los bienes que constituyen objeto del propio delito de receptación
como actividad criminal previa al lavado de activos en efecto la norma señala con
excepción de los actos contemplados en el artículo 194 del Código Penal con lo que
comprende a los delitos precios de las receptación pero no es delito por ello no habrá
problema alguno para comprender a la receptación como delito previo al lavado de

28
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

activos puesto que puede ser comprendido sin problema alguno en el artículo 10 de la
ley de lavado de activos en el extremo que señala como delito previo a cualquier
delito con capacidad de generar ganancias ilegales en tal sentido si lo receptado ha
hecho una fortuna con la actividad delictiva que luego Busca disimular condado de
lavado responder a sin ningún problema por el delito de lavado de activos obviamente
es criterio resulta acorde con la finalidad político criminal del delito de lavado de
activos que busca privalia producto del delito delictivo.

Actualmente, la ley de lavado de activos, Decreto Legislativo N°1106 de fecha 18 de


abril del 2012, establece en forma específica en su Art. 10, cuáles son los delitos
premios configurativos de la actividad criminal a la que deben vincularse los activos
materia de lavado, señalando entre ellos al delito de robo (básico y agravado),
extorsión (básico y agravado) así como el delito de secuestro y trata de personas; es
más, considerada como circunstancia agravante de segundo grado sancionada con
pena privativa de libertad no menor de 25 años, cuando se trata de los delitos previos
extorsión secuestro y trata de personas además de los delitos de dinero ilegal y
terrorismo en tal sentido estando el contenido de dicho decreto legislativo
tácticamente el artículo 195° del Código Penal (delito de receptación agravada) había
quedado totalmente derogado si se tenía en cuenta el artículo I del Titulo Preliminar
del código civil, puesto que su contenido había sido abarcado en su integridad por una
nueva norma (norma posterior), la misma que había previsto una tipificación distinta
y una penalidad especialmente agravado, estando la necesidad político criminal que
inspira la nueva Norma Consecuentemente aplicando el criterio cronológico de
solución de antinomias resultaba de aplicación la norma posterior del lavado de
activos dejando de lado a la anterior sin embargo actualmente otra vez la Situación ha
cambiado con la entrada en vigencia de la Ley N° 376 del 19 de agosto de 2013 que
ha insistido dónde poner la vigencia del tipo penal de receptación agravada artículo
195 CPN que prevé un supuesto grabado de segundo grado de primero con pena
privativa de libertad no menor de 6 ni mayor de 12 años cuando los bienes o activos
provienen de los delitos previos de robo agravado secuestro extorsión y trata de
personas.
Finalmente es necesario precisar que el artículo 194° del código penal no se
comprende a la llamada receptación aduanera tipificada por el art. 6 de la LEY N.°

29
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

280084 que este no es un delito patrimonial sino un delito aduanero delitos aduaneros
inyección están comprendidos expresamente como delitos privativos de la actividad
criminal lavado de activos decreto legislativo número 1106.

e) Delito de lavado de activos lavado en cadena

como quiera que blanqueo es un proceso en el que lo de realizar una operación de


lavado se continuaba las operaciones para alejar más a los activos del delito penal de
Claro que puede realizar operaciones sobre bienes anteriormente blanqueados

2.1.2 DELITO DE LAVADO DE ACTIVOS (LAVADOS EN CADENA)

Como quisiera que el blanqueo es un proceso, en el que luego de realizar una operación de
lavado, se continua realizando operaciones para alejar mas a los activos del delito previo:
resulta claro que pueden realizarse operaciones alejarse mas a los activos del delito previo;
resulta claro que pueden realizarse operaciones de blanqueo sobre bienes anteriores
anteriormente blanqueados. A esta secuencia de operaciones de lavado sobre vienes ya
lavados oen proceso de lavado, se conoce como el lavado o blaqueo de activos en cadena. En
estos casos, en principio, no existe problema para considerar al delito de lavado de activos
como delito previo a las subsiguientes actividades u operaciones de lavado. Sin embargo, si
es que realizada la primera operación de lavado, los objetos, efectos o ganancias del delito
previo mantienen su misma magnitud o esta disminuye, no podremos hablar de efectos o
ganancias de la operación de lavados, sino únicamente de efectos o ganancias del delito
primigenio, por lo que estaremos hablando simplemente de bienes o activos sustitutos o de
sustitución.

Pero claro, si el blanqueo es un proceso, el problema se presenta para determina una acción
delictiva de lavado y empieza otra; obviamente, si la segunda operación de lavados la realiza
una persona distinta a la del primero, no habrá problema para diferenciar ambas acciones y
cada una responderá por su propia acción desplegada, la primera por lavado de activos
provenientes del delito previo y la segunda por el lavado , tanto de los activos de dicho delito
previo asi como de los activos provenientes del propio delito de lavado previamente
realizado, siempre que haya conocido el origen delictivo de los activos del delito previo al
primer lavado.

30
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

De otro lado, en el caso de que el lavador en cadena fuese el mismo sujeto, creemos que debe
considerarse todas sus acciones de lavado como expresiones de una misma voluntad criminal,
y por tanto estamos antes un mismo delito continuado, no pudiendo imputársele un concurso
real de delitos, que con la sumatoria de penas que ello implica, se llegaría una punición
desproporcionada no acorde con los principios que regulan el control penal en el estado
constitucional de derecho, que es el que nos rige. Sin embargo, el incremento de los efectos o
ganancias obtenidos de las sucesivas operaciones de lavado será considerado a efecto de
determinar la suma total de los activos comprendidos en las operaciones a fin de determinar
si nos encontramos ante un supuesto agravio.

2.1.3. NATURALEZA JURIDICA DEL DELITO PREVIO

Al respecto, lamentablemente, existe gran confucion, la misma que ha sido generada por las
propia doctrina, que no ha llegado a comprender la naturaleza y estructura del delito de
lavado de activos plasmada por los convenios internacionales y por la propia estructura de los
tipos penales establecidos en la legislaciones nacionales en particular.

Y claro, los criterios teóricos diseñados por la doctrina han orientado de modo errático a la
jurisprudencia, a tal punto inclusive en los acuerdos plenarios de nuestra corte suprema de
justicia se han plasmado estas confucines y contradicciones, como puede apreciarse en los
acuerdos plenarios de las salas supremas penales.

En el ámbito de derecho comparado, blanco cordero sintetizando la doctrina española, suiza y


alemana señala que el sector doctrinal mayoritario atribuye al delito previo el carácter o
naturaleza de auténtico elemento normativo del tipo penal de lavado de activos; presisando
que otro sector doctrinal minoritario considerado al hecho previo como una condición
objetiva de punibilidad.

Para arribar ala conclusión de que el delito previo es un elemento objetivo del tipode lavado
de activos, blanco cordero parte del análisis de los delitos de receptación y encubrimiento
real. Obviamente, para estos delitos tiene sentido hablar de delito previo como elemnto
objetivo del tipo, puesto que se trata de acciones realizadas sobre el propio objeto del delito
previo; es mas, las acciones de lavado se realizan precisamente, sobre bienes o activos que
muchas veces no están en conexión material con el objeto del delito previo pudiendo tratarse
de delitos previos cometidos en países distintos a aquel en el que se produce el lavado, puesto
que se trata, ordinariamente, de un delito transnacional.
31
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

En tal sentido, nose puede sostener que el delito previo al delito de lavado de activos, al igual
que en los tipos receptación y encubrimiento real, es un elemento objetivo del tipo penal,
puesto que los elementos objetivos del tipo son componentes objetivo del tipo penal, puesto
que los elementos objetivos del tipo son componentes materiales o normativos que concurren
a la comisión del delito y, por ello, forman parte de la estructura del mismo o son tomados en
cuenta dentro de esta como del mismo o son tomados en cuenta dentro de esta como una
unidad y tienen que estar abarcados íntegramente por el dolo del agente; lo que no sucede con
el delito previo en el delito de lavado de activos, el cual, normalmente, esta totalmente
alejado de las acciones configurativas del lavado, y claro, este, este no depende del delito
previo. Es por ello que la propia normatividad internacional y las diversas normativas
nacionales, establecen normativamente que el delito de lavado de activos es un tipo penal de
naturaleza autónoma del delito previo o de cualquier otro delito, es mas, la norma peruana no
hace referencia a delito previo sino a actividad criminal lo que significa una consideración
general y abstracta de la actividad delictiva a la cual deben estar vinculados los activos.

Si ello es asi, ¿como se puede sostener que el delito previo es un elemento del tipo objetivo
del delito de lavado de activos y conciliar tal premisa con la disposición normativa que
establece que no es necesario investigar, procesar, acreditar o condenar por dicho delito
previo?, como se hace en los acuerdos plenarios en la corte suprema, ello naturalmente es un
contra sentido, que tiene su origen en el error que an incurrido los diversos autores, jueces,
fiscales al extrapolar las conclusiones arribadas en los delitos de receptación y de
encubrimiento real al delito de lavado de activos. Pues, en este ultimo, al tratarse de un tipo
autónomo procesal y material , únicamente se tiene que acreditar los elementos que integran
su estructura típica, dentro de la cual no se encuentra no se encuentra el delito previo.

Pero, entonces, ¿ cual es el papel del delito previo en la estructura del delito de lavados de
activos? En realidad, el delito previo como delito especifico y concreto, al no ser un
elemento del tipo penal, no tiene alguna relevancia para la configuración del delito de lavado
de activos; pues para ello únicamente se requiere vincular al objeto del delito de lavado de
activos a una actividad criminal considerada en general y extracto, sin acreditación del delito
precio. Siendo asi, realmente, debemos dejar de hablar de delito previo (concreto y especifico
y referimos únicamente a actividad criminal). Este criterio fluye del contenido de los artículos
1,2y3 del decreto legislativo 1106, que se refiere “al origen ilícito de los activos” (no al
origen del delito), concordante con el articulo 10 de mismo decreto legislativo que establece

32
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

corresponde a actividades criminales y no aun delito previo especifico. Sin embargo, ello no
debe llevarnos al dejar de lado toda referencia ala actividad delictiva previa, como hace las
decisiones extremas que disponga totalmente al lavado de activos ala actividad criminal, pues
si aceptásemos esta postura, ya no estaríamos frente al lavado de dinero “sucio”, que no es
otra cosa que aquel vinculado ala actividad criminal y proponen una total autonomía.

En tal sentido, no se existe ni siquiera que el agente del lavado de activos deba conocer la
existencia de la actividad criminal previa o delito previo, sino que es suficiente con deba
presumir tal existencia, lo que implica que no necesario qye conozca QUIENES LO HAN
COMETIDOS, las circunstancias del mismo o que exista un trato personal con sus agentes, es
decir, el conocimiento no debe ser exhaustivo; inclusive, no se requiere que el agente del
lavado sepa que se trata de un hecho previo culpable y punible o que se trata de un injusto
penal ; esta circunstancia no la existen ni siquiera los autores que sostienen que el delito
previo constituyente un elemento normativo del tipo.

Claro que en nuestro medio poder decidirse que la norma establece que los activos (bienes,
dinero, efectos y ganancia) deben tenar “un origen ilícito”, lo que llevaría a considerar el
delito previo como elemento del delito ;sin embargo, si concordamos esta aseveración con el
contenido del articulo 10 de la ley , lo que para su investigación y procesamiento no es
necesario que las actividades criminales que produjeron el dinero, los bienes, efectos o
ganancias, hayan sido descubiertas , se encuentren sometidos a investigación, proceso judicial
o haya sido previamente objeto de prueba o de sentencia. La conclusión que estamos
planteando resulta evidente; esto, es el delito previo no determina la configuración del delito
de lavado de activos.

Lamentablemente, en nuestro medio, la confusión doctrinaria ha llevado a la Corte Suprema a


asumir criterios contradictorios que no ayudan al esclarecimiento de esta problemática, por el
contrario, han generado más confusión y están llevando a generar impunidad de los delitos de
lavado de activos; así, en el ACUERDO PLENARIO N.° 3-2010/CJ-116, se ha señalado:
“haya cometido otro delito, cuya realización haya generado una ganancia ilegal, que es
precisamente lo que el agente pretende integrar a la economía y, en su caso, al sistema
financiero”. “El delito fuente, empero, es un elemento objetivo del tipo legal como tal debe
ser abarcado por el dolo y su prueba condición asimismo de tipicidad”. Sin embargo, a
renglón seguido señala: “necesario que las actividades referidas al delito fuente se encuentren
sometidas a investigación, proceso judicial o hayan sido objeto de sentencia condenatoria.
33
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

Ello reconoce simplemente que la vinculación de la actividad de lavado de activos con el


delito fuente no puede supeditarse a la estricta aplicación de las reglas de la accesoriedad que
puedan condicionar su naturaleza de figura autónoma y del bien jurídico, también autónomo,
afectado por el lavado”

Como puede apreciarse, no se puede sostener, por un lado, que el delito previo es un
elemento objetivo del tipo y, por otro, aducir que no es necesaria la probanza de dicho delito
previo, de sus circunstancias y partícipes concretos, precisando que solo es suficiente una
conexión o vinculación de los activos con las actividades delictivas o personas vinculadas a
estas. Pues debe quedar claro que para tener por acreditado un delito, todos los seguimientos
objetivos del tipo deben acreditarse debidamente (más allá de la duda razonable), de lo
contrario será de aplicación el principio in dubio porreo. Inclusive, el Acuerdo Plenario de la
Corte Suprema ni siquiera diferencia si se trata de un elemento objetivo descriptivo o
normativo, lo cual resulta importante a efectos de determinar el nivel de conocimiento que
debe tener el agente del lavado respecto al delito o actividad criminal previa.

Y claro, la acreditación de un delito (en este caso, del delito previo o fuente), solo se
concretará en un debido proceso penal, donde se determinará agentes y demás elementos
configurativos, por lo que si se aceptase que el delito previo es un elemento del delito de
lavado de activos, no tendría sentido hablar de autonomía de este delito, mucho menos
sostener (como es aceptado unánimemente en la legislación, la doctrina y los convenios
internacionales) que para su consumación no es necesario que los hechos delictivos de los
cuales provienen los activos hayan sido descubiertos, se encuentren sometidos a investigación
o proceso judicial o hayan sido mente objeto de prueba o de sentencia condenatoria, tal como
toda claridad, la actual Ley de Lavado de Activos.

Consecuentemente, es de apreciarse que los Acuerdos Plenarios referidos no aportan


criterios adecuados sobre la naturaleza del delito previo respecto al lavado de activos y, por
ello mismo, no contribuyen con argumentos persuasivos suficientes para vincular a los
operadores jurídicos. Así las cosas, creemos que el criterio que planteamos tiene la virtud de
realizar una evaluación más exacta del tipo penal, a la vez que salva la finalidad político
criminal que inspiró su formulación, finalidad que se encuentra plasmada en los convenios
internacionales y en las respectivas legislaciones nacionales, como la nuestra, que incide en la
autonomía del tipo de lavado.

34
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

2.1.3. NIVEL EN LA ESTRUCTURA DEL DELITO PREVIO

En cuanto a qué nivel en la estructura del delito deben tomarse en cuenta, se ha discutido si el
delito previo debe presentar todos los niveles de la estructura del delito o si es suficiente con
que se trate de un injusto penal. Al respecto, se sostiene que no es necesario que el delito
previo sea efectivamente punible o se logre comprobar la culpabilidad del agente. Basta que
exista un comportamiento típico y antijurídico (injusto previo); esto es, se habla también de la
vigencia, en este extremo, de la accesoriedad limitada en la apreciación del delito previo; así,
ARÁNGUEZ SÁNCHEZ refiere que debe considerarse el hecho típicamente antijurídico,
pero no es necesario que sea culpable ni mucho menos punible; de ello se desprende, a la vez,
que, cuando se trate de un hecho típico (tanto objetiva como subjetivamente hablando) o el
comportamiento se encuentre justificado, no habrá posibilidad alguna de alegar lavado de
dinero

Sin embargo, debemos tener en cuenta que esta evaluación es la que se deberá hacer el
momento de calificar o tipificar la conducta por parte del juzgador, por el fiscal o por la
propia defensa, así como también por la doctrina; pero el conocimiento de estos niveles del
delito previo no se exigirá al agente del delito, puesto que el delito previo no es una elemento
del tipo y, por ello, no está abarcado por el dolo del agente, quien ú nicamente debe conocer
la vinculación de los activos a determinada actividad criminal o delictiva de modo genérico.
Este criterio es asumido por la doctrina, inclusive por los que asumen que el delito previo es
un elemento normativo del tipo penal.

2.1.4. GRADO DE EJECUCIÓN DEL DELITO PREVIO

En cuanto al grado de ejecución del delito previo o actividad criminal se ha discutido si debe
tratarse de actividades criminales consumadas o es suficiente con que alcance el grado de
tentativa. Al respecto, se asume que esto es irrelevante, siendo suficiente que la acción
delictiva (consumada o intentada) haya generado los activos ilícitos sobre los cuales se
realizan las acciones propias del delito de lavado de activos; esto es, resulta suficiente que el
agente del lavado conozca que los activos provienen de una actividad criminal, sin interesar
su grado de ejecución.

En cuanto al grado de ejecución del delito, también resulta necesario referirnos al llamado
agotamiento de un hecho punible como una fase del "iter criminis* posterior a la
consumación. El agotamiento del delito era entendido como alcanzar materialmente la
35
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

finalidad que perseguía e impulsó al agente a cometer un delito; aun cuando esta fase se ha
considerado intrascendente a efectos de la consumación del delito, en el ACUERDO
PLENARIO N.° 7-2011/CJ-l 16. 06/ 12/2011, de la Corte Suprema, se sostiene que el
agotamiento deja de ser irrelevante para la dogmática porque en este marco se presentan los
delitos de lavado de activos. Al respecto tal afirmación resulta correcta para los actos
ocultamiento y tenencia previstos en el artículo 2° de la Ley, más no así para los casos
conversión y transferencia y demás actos previstos en dicha Ley; puesto que estos actos no
están referidos propiamente al agotamiento de delito previo alguno, sino a nuevos hechos
configurativos de conductas distintas que atacan a un bien jurídico distinto al atacado con el
delito previo.

2.1.5. ACTIVIDAD CRIMINAL O “DELITO PREVIO” COMETIDO ANTES DE LA


VIGENCIA DE LA LEY DE LAVADO DE ACTIVOS

Un problema en la interpretación y aplicación de la normativa respecto al delito de lavado de


activos es el referido a la fecha de comisión del delito previo; pues algunos consideran que
solo deben tomarse en cuenta los delitos previos de TID cometidos con posterioridad al 11 de
abril de 1992 (arts. 296°-A y 296°-B del Código Penal), y para los demás delitos, a partir del
20 de junio del 2002, fecha en que se promulga la Ley N.° 27765, que no resulta correcto
considerar actividad criminal o delitos previos cometidos con anterioridad a estas fechas, aun
cuando los actos propios de lavado se realicen durante la vigencia de las leyes antilavado
(Ley N.° 27765 y D Lee N.° 1106). Por nuestra parte, consideramos que el delito de lavado
de activos, dada su autonomía del delito o las actividades criminales previas, puede
configurarse o cometerse aun cuando se trate de activos provenientes de actividad criminal
cometida antes de la vigencia de las leyes de lavado; pues lo que se sanciona son las acciones
de conversión, transferencia u ocultamiento y tenencia; acaecidas durante la vigencia de las
ley lavado y no propiamente el delito o actividad criminal previa. Y para la configuración de
estas acciones delictivas, los activos materia del lavado deben ser de origen delictivo, sin que
se exija algún requisito de temporalidad; siendo suficiente con determinar que dichos activos
tienen, efectivamente, su origen en alguna actividad criminal. Esto es, podrá cometerse el
delito de lavado de activos, inclusive sobre activos generados por delitos cometidos antes de
la vigencia de la ley que criminalizó por primera vez en nuestro medio el lavado de activos,
siempre que estos hayan permanecido en poder el agente del delito y no hayan sido

36
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

transferidos de buena fe y a título oneroso o que ganaron el derecho de prescripción


adquisitiva.

Al respecto, aun cuando coincidimos con la primera parte de su planteamiento, disentimos en


cuanto aduce que ya no será posible configurar el delito de lavado de activos cuando la
acción penal por el delito previo haya prescrito, ya que la prescripción de la acción penal por
el delito previo, legitima los activos ilícitos y; por tanto, las acciones de ocultamiento
realizadas sobre estos resultan idóneas para la configuración del delito de lavado de activos;
pues una de las formas de concretar este delito es, precisamente, a través de una acción
orientada a evitar o dificultar la incautación o decomiso de los activos en cuestión; en tal
sentido, mientras pueda operar el decomiso de estos activos, siempre será posible la
configuración del delito de lavado, cuando la acción penal por el delito previo hubiese
prescrito. Pero claro, como la ley de pérdida de dominio establece que esta acción real (que
no es otra cosa que la acción de decomiso fuera del proceso penal) prescribe a los veinte (20)
años de producido el hecho que los genera, recién transcurrido este periodo se podrá asumir
que estos activos ya no resultan idóneos para configurar el delito de lavado de activos; pero
ello, solo cuando se trate de una acción orientada a evitar la incautación o decomiso de los
activos en cuestión. Más aún, este periodo de 20 años puede extenderse por los supuestos de
suspensión o interrupción del plazo de prescripción; por lo que en efecto, pueden
considerarse plazos realmente amplios para la configuración del delito de lavado de activos a
partir del delito previo; pero ello no resulta irracional dentro de nuestro ordenamiento, puesto
que la pretensión o acción de decomiso resulta análoga a la acción real reivindicatoria (como
ya lo hemos señalado en otro lugar), la misma que es imprescriptible.

2.1.6. “DELITO PREVIO” COMETIDO EN EL EXTRANJERO

Para la configuración del delito de lavado de activos en su vinculación con el delito previo,
no interesa si este cometido en el territorio nacional o en el extranjero, puesto que se trata de
un delito de carácter transnacional; pues en ambos casos estamos ante la procedencia
delictiva de los activos.

2.1.7. “DELITO PREVIO” CUYA ACCIÓN PENAL SE HA EXTINGUIDO

Los bienes objeto del delito de lavado pueden proceder de un delito previo cuya acción penal
se ha extinguido por las causales previstas en el artículo 78° del Código Penal, esto es por
muerte del inculpado, por prescripción o autoridad de cosa juzgada. Pues tal como ya lo
37
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

hemos adelantado, la extinción de la acción penal no cambia la naturaleza del origen delictivo
de los efectos o ganancias. Más aun, por el hecho que ya no se pueda perseguir penalmente al
autor del delito previo, no se legalizan los activos procedentes del mismo; y, por tanto, la
incursión de estos activos en el sistema económico, igualmente, afectan al bien jurídico
protegido por el delito de lavado de activos.

2.1.8. DELITOS PREVIOS QUE SE HAN DISCRIMINALIZADO O


DESPENALIZADO

En los casos de descriminalización del delito Previo, es decir, cuando el delito del cuál
provienen los activos deja de ser tal, creemos que ya no podrá configurarse el delito de
lavado de activos; puesto que ya no habrá posibilidad de vincular el activo a delito previo
alguno; pues el delito al cual se le podía vincular ya dejo se serlo (ya no existe más). Criterio
distinto maneja GARCIA CAVERO, quien sostiene que “…los activos no abandonan su
procedencia delictiva por una despenalización posterior al delito que los genero, por lo que
no debería haber ningún inconveniente para castigar los actos que apuntan a darle una
legitimidad de la que carecen”. Al respecto consideramos que no se habría tomado en cuenta
que, si bien el hecho en determinado momento tuvo un reproche penal determinado por una
respuesta punitiva severa, con el paso del tiempo y el cambio de las circunstancias objetivas,
ese reproche se ha desvanecido, lo que ha generado la despenalización del tipo penal. Y claro,
la condición delictiva que viciaba el origen de los delitos jurídicamente ya no existe y, por
tanto, ya no hay origen delictivo que ocultar; a la vez que la necesidad del decomiso o la
incautación sustentada en el origen delictivo de los bienes, dinero, efectos o ganancias
también habrán desaparecido.

2.1.9. “DELITO PREVIO” Y DESCONTAMINACIÓN POR ADQUISICIÓN O


RECEPCIÓN DE BUENA FE Y TITULO ONEROSO

Los efectos o ganancias del delito previo, al encontrarse en el circuito económico pueden ser
transferidos a terceros. Esta transferencia puede ser inter-vivos o mortis causa o incluso a
través del sistema financiero, a la vez que puede realizarse buena fe o mala fe y a titulo
gratuito o a título oneroso. Para que los activos provenientes del delito previo o vinculados a
la actividad criminal queden descontaminados y, por tanto, ya no será posible la realización
del delito de lavado de activos por acciones sobre estos bienes, se requiere que la
transferencia haya sido a través de un acto inter-vivos (incluida la actividad financiera), de

38
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

buena fe y a título oneroso. Solo de este modo los activos dejan de ser efectos o ganancias del
delito para convertirse en bienes que tienen un titular con título firme. En el caso de que los
objetos del delito tuviesen un titular reconocido, como el supuesto de los bienes robados,
estos tienen un trámite distinto.

2.1.10. SUPUESTA DECONTAMINAZION PORQUE LOS EFECTOS Y


GANANCIAS DEL DELITO HAN SIDO INGRESADOS AL SISTEMA
FINANCIERO

El ingreso de los activos de origen delictivo al circuito financiero licito de ningún modo los
descontamina, pues, estos continúan siendo efectos o ganancias del delito; siguen teniendo
origen delictivo y siguen siendo materia de incautación y decomiso. Pues la negligencia de
los operadores financieros, al no haber detectado su origen delictivo o la astucia de los
lavadores para superar los controles, de ninguna manera cambian la naturaleza de dichos
efectos y ganancias, los mismos que siguen manteniendo su relación causal con el delito
previo. Inclusive, no estamos ante la llamada adquisición intermedia descontaminante del
Código Penal alemán, puesto que no estamos frente a adquisiciones por parte de terceros,
sino ante el dinero de los propios agentes del delito, que bajo cualquier título lo han
depositado en el banco, pero mantienen su titularidad, a la vez que mantiene su origen
delictivo

2.1.11. PRUEBA DE LA ACTIBIDAD CRIMINAL O “DELITO PREVIO”

Para la prueba o acreditación del delito previo, se tiene que partir de la determinación de su
naturaleza jurídica con relación a la estructura del tipo de lavado de activos. Pues, si partimos
de considerar que se trata de un elemento objetivo del tipo, como sostienen algunos,
necesariamente se tiene que acreditar en un debido proceso este elemento, sea antes de la
investigación del delito de lavado de activos o simultáneamente con este en el mismo
proceso. Pues sabido es que, para la acreditación de un delito, se tendrá que acreditar la
presencia de todos y cada uno de los elementos objetivos y subjetivos del tipo.

39
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

JURISPRUDENCIA

40
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

41
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

42
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

43
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

44
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

45
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

CASACIÓN Nº 333 - 2012 - PUNO - DELITO DEL LAVADO DE ACTIVOS (LEY Nº


27765 - ART. 6)

Decisión: declararon FUNDADO el recurso de casación por violación de la garantía procesal


constitucional de la motivación de la sentencia condenatoria por deficiencias en la motivación
externa o justificación de las premisas interpuesto por los encausados Walter Gonzalo
Campos Guevara y Víctor Chanta Alberca, en consecuencia declararon Nula la sentencia de
vista de fecha once de Julio de dos mil doce, en el extremo que confirmando la sentencia de
primera instancia de fecha ocho de febrero de dos mil doce, condenó a los citados encausados
como coautores del delito de lavado de activos provenientes del delito de tráfico ilícito de
drogas, en agravio del Estado, declararon Nula la indicada sentencia de vista en el extremo
que revocando la mencionada sentencia de primera instancia impuso a los encausados
veinticinco años de pena privativa de la libertad.

FECHA: 15/10/2013

RECURSO DE CASACIÓN 540-2015, PUNO, POR EL DELITO DE LAVADO DE


ACTIVOS AGRAVADO – EN SU FORMA DE TRANSPORTE POR TERRITORIO
NACIONAL DE DINERO DE ORIGEN ILÍCITO

DECISIÓN: Declarar FUNDADO DE OFICIO el Recurso de Casación 540-2015, por la


causal 5 del Artículo 429 del Código Procesal Penal, CASARON la sentencia de fecha 15 de
junio de 2015, en el extremo que: “3.- Dispusieron el decomiso definitivo del dinero
incautado ascendente a la suma de diez mil doscientos cuarenta dólares americanos”, y en
sede de instancia y emitiendo pronunciamiento de fondo REVOCARON el extremo de la
sentencia apelada de fecha 28 de enero de 2015 y REFORMÁNDOLA ORDENARON la
devolución a José Condori Canaza del dinero incautado ascendente a la suma de diez mil
doscientos cuarenta dólares americanos, ORDENARON se publique en el diario oficial El
Peruano, de conformidad con los previsto en el numeral tres del artículo 433 del Código
Procesal Penal, en el proceso Nro 1164-2014, seguido contra José Condori Canaza por el
delito de lavado de activos agravado – en su forma de transporte por territorio nacional de
dinero de origen ilícito, para conocimiento y fines pertinentes.

FECHA: 16/01/2017

RECURSO DE CASACIÓN 544-2016, PUNO, POR DELITO DE LAVADO DE ACTIVOS


– CONVERSIÓN Y TRANSFERENCIA DE DINERO Y BIENES

46
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

DECISIÓN: Declarar INADMISIBLE el Recurso de Casación Nro. 544-2016, interpuesto


por el procesado Jaime Choque Cachi, en el proceso Nro 590-2011, seguido contra el antes
mencionado por el delito de lavado de activos – conversión y transferencia de dinero y
bienes - en agravio del Estado, para conocimiento y fines pertinentes.

FECHA: 30/01/2017

47
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

CONCLUSIONES

PRIMERO: La colisión entre la sentencia absolutoria por la actividad delictiva previa y el


proceso penal de lavado de activos en trámite, encuentra una explicación razonable si a la
referida sentencia se le da el tratamiento de una «prueba documental» más a valorar en
conjunto con el resto de pruebas que se actúen en el juicio por lavado de activos, siendo labor
del tribunal encargado de tal juicio, generarse convicción por sí mismo en torno a la
existencia del hecho previo.

SEGUNDO: Considerar como lavado de activos la mera utilización, posesión o recepción de


bienes de procedencia ilícita supone abogar en favor de un concepto de lavado sui generis que
se aparta de su configuración a nivel internacional y de la redacción que, siguiendo esta, se
había adoptado en la versión original del D. L. N.° 1106

TERCERO: El lavado de dinero es un problema socioeconómico internacional, como ya


hemos ido mencionando en el desarrollo de la investigación, en donde el sistema financiero es
utilizado como medio de blanqueo, afectando la integridad del mercado internacional, por lo
que cada país debe tener las medidas adecuadas para prevenir esta actividad ilícita, además de
que se debe dar un adecuado intercambio de información entre los países.

CUARTO: Es necesario que se comience aplicar correctamente lo establecido en nuestra


norma jurídica de responsabilidad penal de la persona jurídica, sin pensar que se trata de una
aplicación a un largo plazo, toda vez que si bien aún no se emite el Reglamente, empero los
operadores de justicia se encuentran en posibilidades de aplicar, y atribuir responsabilidades
penales, más aún si lo que se busca en reducir considerablemente el favorecimiento de los
entes colectivos a delitos como el Lavado de Activos

QUINTO: El delito de lavado de activos es un delito complejo cuya construcción dogmática y


jurisprudencial se encuentra en desarrollo, en suma, que, ha merecido una serie de
pronunciamientos por parte de nuestra Corte Suprema con el fin de esclarecer y determinar
criterios que no generen en nuestro país sentimientos de impunidad ni falta de regulación. Es
por ello, que la Sentencia Plenaria Casatoria N° 1-2017/CIJ-433 estableció criterios que
sirven de base respecto al delito fuente en el delito de lavado de activos, por lo que dicho
pronunciamiento supremo es de carácter actual y de obligatorio cumplimiento para los
operadores jurídicos de la nación. Con lo que aparentemente quedaría zanjada cualquier
discusión en torno al delito fuente.

48
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

SEXTO: La lucha contra el Lavado de Activos es una realidad compleja; sin embargo,
implica que se continúe con los esfuerzos conjuntos con la finalidad de crear y diseñar
mayores sistemas de control tanto en las personas jurídicas como en las personas naturales. La
Corte Suprema, desde el punto de vista jurídica, cumple un papel importante pues implica que
desarrolle jurisprudencia clara que oriente el devenir de la lucha contra este delito.

SEPTIMO: A partir de una comprensión sistemática e integral de la legislación anti lavado,


bien se puede sostener que «el delito de lavado de activos es un delito autónomo» tanto en la
definición de sus elementos típicos como en su acreditación al interior de un procedimiento
judicial. Y ambos extremos deben trabajar de forma interrelacionada y dinámica debido a que
un delito autónomo de lavado de activos solo puede acercarse a la realidad por medio de un
proceso igualmente autónomo. Es por ello también que se debe dejar de lado la clasificación
binaria entre autonomía material y procesal, pues encierra el déficit de una estática
adjetivación del sustantivo «autonomía».

49
UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Aránguez Sánchez, Carlos, El delito de blanqueo de capitales, Madrid: Marcial Pons, 2000.

Bajo Fernández, Miguel, “El desatinado delito de blanqueo de capitales”, en Bajo Fernández,
Miguel y Silvina Bacigalupo Saggese (eds.), Política criminal y blanqueo de capitales,
Madrid: Marcial Pons, 2009, pp. 11-20.

Blanco Cordero, Isidoro, El delito de blanqueo de capitales, Pamplona: Aranzadi, 1997.

Bottke, Wilfried, “Teleologie und Effektivität der Normen gegen Geldwäsche”, en Wistra,
Heidelberg: 1995, pp. 121-130.

Bramont‐Arias Torres, Luis Alberto, “Algunas precisiones referentes a la ley penal contra el
lavado de activos, Ley N.° 27765, 27‐06‐02”, en Estudios Penales: Libro homenaje al Prof.
Luis Alberto Bramont Arias, Lima: Editorial San Marcos, 2003.

Bramont‐Arias Torres, Luis Alberto y María del Carmen García Cantizano, Manual de
derecho penal. Parte especial, 4.a ed., Lima: Editorial San Marcos, 1998. Caro Coria, Dino
Carlos, “Régimen legal del lavado de activos (I): El tipo básico del lavado de activos”, en
Caro Coria, Dino Carlos; Luis Miguel Reyna Alfaro y James Reátegui Sánchez, Derecho
penal económico. Parte especial, t. II, Lima: Jurista, 2016, pp. 631-699.

Caro Coria, Dino Carlos, “Sobre el tipo básico de lavado de activos”, en Anuario de Derecho
Penal Económico y de la Empresa, n.º 2, Lima: 2012, pp. 193-223.

Comisión de las Comunidades Europeas, COM (2008) 766 final. Comunicación de la


Comisión al Parlamento Europeo y al Consejo.

50

También podría gustarte