Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Jesús C. Guillén
Desde la perspectiva educativa, esto tiene una gran influencia porque constituye
un soporte empírico a la educación emocional que es tan importante o más en el
desarrollo de la persona que la educación meramente académica.
Intuición social: facilidad para captar los mensajes sociales emitidos por las
personas con las que nos relacionamos.
Cada dimensión del perfil emocional describe un continuo y cada persona puede
ocupar una región concreta del mismo que, como veremos posteriormente, se
podrá evaluar mediante una serie de tests concretos. Respecto a las regiones
cerebrales involucradas, pondremos ejemplos concretos que nos revelan las
técnicas de visualización cerebral:
3) Las personas con mayor autoconciencia presentan una activación más elevada
de la ínsula.
Atención
10. Tengo cierta facilidad para hablar con otra persona en una situación en la que
hay mucha gente como en una fiesta. Puedo desconectar de lo que otros dicen en
un entorno con mucha gente, aunque, si me concentro, puedo entender lo que
dicen.
Como podemos interpretar a partir del gráfico anterior, la gran mayoría de este
grupo (65%) se encuentra en un perfil intermedio de la atención (entre 4 y 6
puntos) con un ligero desplazamiento hacia el extremo de atención dispersa (el
promedio es de 5,3 puntos). Hay algunos alumnos (17%) que entran en el rango
correspondiente al perfil centrado de la atención (8 puntos o más).Y, por último,
hay 3 alumnos (13% de la muestra) que manifiestan una tendencia hacia el perfil
atencional disperso. A estos tres alumnos se les había diagnosticado TDAH, por lo
que los resultados del test fueron concordantes en este sentido. Curiosamente,
dos de estos alumnos compartían pupitre y los resultados obtenidos en los test
sugerían que esto podía ser contraproducente. El perfil atencional propio de estos
alumnos requiere una consideración especial.
La atención, uno de los factores críticos del aprendizaje, mantiene una relación
directa con la emoción y podemos concentrarnos mejor si somos capaces de
mantener un equilibrio interno estable.
Resiliencia
1. Si tengo una discrepancia menor con un hermano o amigo personal, más del
estilo “No, te toca a ti lavar los platos”, que “¡Me has engañado!”, el mal humor por
regla general me dura horas o más.
2. Si otro conductor utiliza el arcén para adelantar a una larga cola de coches que
aguardan su turno para pasar e incorporarse al carril de la autopista, lo más
probable es que sacuda la cabeza y no que esté furioso mucho tiempo.
10. En una fiesta, si estoy conversando con un extraño que me parece interesante
y me quedo mudo cuando esa persona me pregunta cosas sobre mí, tiendo a
repetir la conversación –en esta ocasión incluyendo lo que debería haber dicho-
durante horas o incluso días después.
Las puntuaciones mayores o iguales a ocho puntos sugieren que uno es lento en
recuperarse, mientras que si la puntuación obtenida es menor o igual que dos
puntos, ello indica que la persona tiene una resiliencia alta, es decir, se recupera
con facilidad.
La interpretación del gráfico anterior nos permite deducir que la gran mayoría del
alumnado (78%) se encuentra en un perfil de resiliencia medio-alto (entre 1 y 3
puntos, siendo el promedio de 2,6), en concreto, el 57% de los alumnos se
encuentran en el rango de resiliencia alta (2 puntos o menos). Estos resultados
indican que, en general, el grupo tiene una resistencia alta pero para superar retos
concretos ha de ser complementada por la motivación adecuada.
En el extremo opuesto, encontramos un alumno con una puntuación (8 puntos) en
el rango de resiliencia baja. Ello indica que deberemos ser especialmente
cuidadosos en la interacción diaria con este alumno y, sobretodo, en la
interpretación de los resultados académicos. Si siempre debe existir una visión
positiva y optimista sobre la evolución del alumno, en este caso todavía más.
Conclusiones finales:
Agulló M.J., Filella G., García E., López E., Rafael Bisquerra (Coord.), La
educación emocional en la práctica, Horsori, 2010.