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La Escuela Bolera: el legado de Mariemma

MARTEL CEDRÉS, David


HISTORIA, REPERTORIO Y PROGRAMACIÓN: DANZA
TRABAJO PROFESOR ROGER SALAS
ICCMU 2019/20
1.- INTRODUCCIÓN

La Escuela Bolera, o baile de Palillo (nombre que se da a las castañuelas), está


integrada por numerosos estilos o danzas populares de la España de los siglos XVII y
XVIII, como son las Malagueñas, la Cachucha, la Seguidilla, el Bolero (que le da
nombre a este género), o el Jaleo entre otras. Algunas otras incluso, de estilo
afrancesado o de la corte francesa en España del siglo XVIII que, con el paso de los
años, se ha ido estilizando sin que se haya tenido en cuenta o conciencia de cómo se ha
realizado. Desde el siglo XIX ya se la considera a la Escuela Bolera como un baile
totalmente español con expresiones musicales y de baile puramente nacionales. Se
desarrolló desde sus inicios por algunas ciudades de Andalucía y de otras comunidades
autónomas. Y con el devenir de los años, pasó del uso popular a una forma
academicista, y a una posterior exhibición profesional. En la Escuela Bolera destacan
algunos pasos como los cambres, los soupléss o los port de bras, pero por encima de
todo, el uso del braceo, que hace que posea mucha técnica en su ejecución. Además,
posee pasos altos y bajos, donde el cuerpo puede expresarse mejor en sus gallardías, su
desembarazo y sus mudanzas.
Desde el punto de vista general, la Escuela Bolera y los bailes que la rodean en
sus inicios, mantienen una relación directa con Andalucía, pues allí se propicia la
creación de grandes academias en Sevilla y Cádiz, relacionadas con grandes nombres
como Félix Moreno, Amparo Álvarez, Antonio de Triana o “La Quica”. Estos dos
últimos fueron un gran dúo de bailaores que pasearon su arte en los años veinte del siglo
pasado por toda España. También habría que nombrar a Ángel Pericet Carmona de la
saga Pericet, bailaores relacionados directamente con la propia evolución y continuidad
de este baile, al realizar numerosos espectáculos en salones, cafés o teatros andaluces y
madrileños donde los Pericet destacaron por su talento y calidad artística, modificando y
codificando estos bailes populares con disciplina académica. Los Pericet organizan las
figuras y normalizan los estudios en tres años, o cursos. Todo un modelo que se tuvo en
cuenta en futuras generaciones.
Otros referentes importantes de la Escuela Bolera y de sus estilos de bailes a
destacar son en Madrid a Pilar López, y en Barcelona a Emma Maleras, Joan Magriñá,
Trini Borrull, José de Udaeta, Flora Albaicín, Rosita Segovia o a José de la Vega. Estos
y otros nombres ofrecieron un gran legado a las nuevas generaciones de bailaores,

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reforzando en sí misma las danzas españolas que desde el siglo XVI, han ido formando
los cuatro estilos que integran a la Danza Española: el Flamenco, la Escuela Bolera, el
Folklore y a la Danza Estilizada. Tanto desde el punto de vista académico, como en las
puestas en escena.

2.- EXPOSICIÓN

Desde siempre ha habido en España y en sus diferentes pueblos una gran riqueza
cultural y folklórica que hace alarde en la gran cantidad de bailes y danzas populares
que posee. Y que han sido compuestos por los propios habitantes de esos pueblos. Entre
estos bailes se destaca el Bolero, un término supuestamente originado sobre 1780
[CAVIA NAYA 2013: 42], y que representaba a un baile con una clara influencia del
mundo ilustrado de esos años en España. El Bolero era un baile con muchos saltos y
boleos que partía del patrón marcado por la Seguidilla. Dada su proximidad al pueblo,
sus habitantes empezaron a bailarlo y darle un valor cultural al mismo. De esta inicial
sencillez fue poco a poco complicándose, con pasos más técnicos y complejos, e
imponiéndose en la sociedad, como si de una moda se tratase, ya que era del gusto de
muchos. Esto conllevó a que florecieran las escuelas y la aparición de numerosos
maestros. Y es que el Bolero requería de un buen entrenamiento por parte del aprendiz.
Verdad es que, en los pueblos, al estar los grandes maestros en las principales ciudades
españolas, se aprendía el baile con una calidad menor. Con el tiempo empezaron a
florecer los artistas en diferentes zonas de España, especialmente en el sur, donde
algunos bailaores empezaron a subir a los tablaos con las danzas teatros, mostrando
estos bailes y otros mezclados con la propia idiosincrasia andaluza. En especial con el
Flamenco. Igualmente sucedía en Murcia, donde surgiría La Parranda. Estos primeros
bailes se fueron enriqueciendo de nuevos matices, que se va integrando en el baile con
la técnica y el estilo propio. De este modo, la Escuela Bolera con los estilos de cada
región española se fue difundiendo de manera ya genérica por toda España. Y en
especial, se fue profesionalizando, donde la base académica se había hecho esencial
para poder dominarla como estilo propio. De este modo se empiezan a crear academias
de bailes en Sevilla, Cádiz, Madrid, Barcelona o Murcia, donde las principales figuras
femeninas son Antonia Mercé “la Argentina”, Encarnación López “la Argentinita”,

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Pilar López y Mariemma. En hombres, destacan Antonio Ruíz Soler, Antonio Gades y a
José Antonio.
Con esta esencia española de priorizar lo nacional y rechazar lo proveniente más
allá de nuestras fronteras, emergieron bailes como las Manchegas, Tonadillas,
Seguidillas o los Fandangos entre muchos. En todos estos estilos poseía en el
acompañamiento en los bailes de la guitarra española y de las castañuelas o los palillos.
Algo habitual, pues desde el siglo XVIII este último instrumento era un símbolo en la
tradición folklórica española. Y aunque su uso disminuyó en el siglo XIX, siempre ha
estado presente en los grandes artistas del baile español. Y en especial en el Folklore, y
que, por su simpatía o gracia, se sigue manteniendo. Las castañuelas han sido creadas de
numerosos materiales, aunque sin duda las más usadas son las de madera y las de fibra
actuales. Pero las de madera producen un sonido más apreciable y reconocible, y el
timbre es más armónico y rico en colores.

Se trata de un instrumento de percusión indeterminado y cuya diferenciación


sonora se obtiene aleatoriamente a partir de las particulares características del corte
de la madera […], se procura que la castañuela derecha tenga un sonido más agudo
que la izquierda, de ahí que se les denomine hembra y macho respectivamente.
[C AVIA N AYA 2013: 25]

El sonido de las castañuelas y sus usos, con sus golpes o “posticeos” han
evolucionado junto con los propios bailes llegando a su mayor apogeo en la segunda
mitad del siglo XX, donde bailaoras como Mariemma, eran grandes virtuosas en su
interpretación musical, dando a su uso dentro de los bailes, en especial en la Escuela
Bolera, de una gran gama de acentos y matices en la música, creando sin duda, un
sonido peculiar e inconfundible. Y es que Mariemma, nacida en Iscar, pueblo de
Valladolid, fue una leyenda de la Danza Española, y una de sus grandes personalidades.
Artista, bailarina, y pedagoga, regularizó un sistema de enseñanza por el que por
primera vez se ordenaba a la Danza Española en sus cuatro categorías actuales: Escuela
Bolera, Folklore, Flamenco y Danza Estilizada. Después de muchos años de estudio y
bailes, a mediados de los años 80 del siglo XX, Mariemma montó su propia escuela de
danza donde poder impartir su propio método academicista recogido en su “Tratado de
la Danza Española” [GARCÍA MORCILLO 1997]. Para ella, las posibilidades de la Danza
Española eran ilimitadas, y por ello dotaba a sus bailarines de una técnica académica
clásica, o universal, con el fin de perfeccionar su técnica y disciplina, y reflejarla en los

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bailes españoles. Mariemma asume el trabajo y el legado iniciado por Antonia Mercé,
implicándose en múltiples aspectos como fue la conservación del repertorio nacional de
sus danzas, desarrollado en su idea de un ballet académico español, donde se llega a
transmitir a las siguientes generaciones la herencia de dicho repertorio. De este modo,
realiza una estilización de la Escuela Bolera llevándola a los registros de ligera, serena y
limpia, donde el papel de las castañuelas era fundamental, realizando un trabajo
pedagógico enorme ante tal aspecto. Y es que, Mariemma se preocupó por el aspecto
sonoro que aportaban los palillos al baile en sí, dándole mucha importancia a su uso y
aprendizaje. Manteniendo una postura académica ortodoxa y purista en el uso de las
castañuelas en la Escuela Bolera como un acompañamiento del propio baile. Y se
esforzó en dar a entender que era fundamental el dominio de los palillos para el
bailarín/bailadora para realzar a las danzas españolas en general, pero siempre en
segundo plano, algo que intentó dejar claro en sus escritos.

Es curioso que se precie más el toque solo de las castañuelas ante el público
que cuando este se realiza en un baile, aunque lleve los mismos matices y dificultades.
[G ARCÍA M ORCILLO 1997: 176]

De este modo, y gracias especialmente a Mariemma, estas danzas españolas son


enseñadas en los conservatorios con premisas idénticas a las escuelas de ballets clásicos,
con el fin de un aprendizaje preciso y conciso de dicha disciplina. Donde se aprender la
colocación de los cuerpos, los pasos básicos, junto con la propia técnica y estilo de este
baile, como son los braceos, el escorzo, para que todo esto se vaya haciendo poco a
poco de forma natural. De este modo, los alumnos y alumnas aprenden mucho mejor el
repertorio y todas las coreografías de dicho baile. Además, se asentaban los propios
vocabularios utilizados en los distintos estilos, como son las campanelas, carrerillas,
jerezanas bajas y altas, lisadas, quiebros, sacudidos, vueltas con destaque, vueltas con
de vals, y muchos otros términos. En el Tratado de Mariemma quedaba claro el reflejo
de su trabajo en esta disciplina artística a lo largo de su vida, haciendo un repaso a su
vida como profesional y resaltando los aspectos claves sobre la Escuela Bolera.
Además, realizó un apartado dedicado a la técnica del uso del palillo, incluyendo
ejercicios claves, con sus pasos y posiciones específicas en los diferentes bailes o
danzas.

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Sin duda, Mariemma proporcionó a la Escuela Bolera una danza llena de trinos,
de matizaciones, de carretillas sincopadas, de rapidez y precisión en el baile, dando
como resultado un dialogo en este arte muy expresivo. Además, supo unir su propia
intuición como profesional del baile, junto con su propia inteligencia rítmica, con la
propia comprensión y el dominio de las formas del cuerpo para el baile de la Escuela
Bolera, creando un arte único.

3.- CONCLUSIONES

A la Danza Española le costará mucho poder liberarse de su influencia


afrancesada, pero a la que debería también estar agradecida. Como también sucede con
la influencia de Goya en su estética. Pero a quien deberían darle gran reconocimiento
internacional por su calidad artística, por su propia genialidad como bailaora, o por la
transcendencia como figura de la danza en España es a Mariemma. Mujer adelantada
para su época, tanto a nivel de docencia y de investigación, y que dejó su huella en tan
noble arte como es la Danza Española. Si la Escuela Bolera pudo triunfar en muchos
rincones de España y deslumbrar más allá de nuestras fronteras, se deba a sus propias
características innatas. Especialmente a esa mezcla de diferentes bailes populares que
generó en un único estilo propio. Este baile de zapatillas y palillos, popularizado por
esos nombres ya comentados, donde el sonido de las castañuelas y los movimientos
alegres y ágiles de sus pasos, han perdurado por muchos siglos.
Mariemma supo acoger dentro de la Danza Española todas las diversas culturas
que formaban a las diferentes danzas y bailes de nuestro territorio nacional. Además,
adaptó e imprimió un nuevo sello a este legado español y que se traduce en su propio
amor por los bailes de España, donde ella fue una maestra en sus pasos, de sus gracias,
de sus bríos, y de sus temperamentos. Y en especial, supo dar esplendor a la Danza
Española y difundirla por todo el mundo. Algo que le da mucho valor como persona y
que debería de agradecerse, ya que, con ello, son numerosos los extranjeros que
aprecian este arte tan nuestro. Y es por ello por lo que, se debe reconocer el esfuerzo de
Mariemma por reivindicar el valor de la Danza Española en el mundo del arte, en el que
ella dejó plasmado todo su amor y dedicación, puesto en valor en toda su vida.

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4.- BIBLIOGRAFÍA

ALEMANY LÁZARO , María José (2012): Historia de la Danza I y II, Valencia, Piles
Editorial de Música.
CARRASCO BENÍTEZ, Marta (2013): La escuela bolera sevillana: la familia Pericet,
Sevilla, Consejería de Educación, Cultura y Deporte y la Agencia Andaluza de
Instituciones Culturales.
CAVIA NAYA , Victoria (2013): La castañuela española y la danza. Baile, música e
identidad, Valencia, Ediciones Mahali.
DEBORAH BENNAHUM , Ninotchka (2008): Antonia Mercé. El Flamenco y la vanguardia
española, Barcelona, Global Rhythm Press.
GARCÍA MORCILLO, Juan (editor) (1997): Mariemma: Mis caminos a través de la
danza, Madrid, Fundación Autor.
LUJÁN, Néstor y MONTSALVATGE, Xavier (2008): La Argentina vista por José Clara. El
arte y la época de Antonia Mercé, Barcelona, Nortesur.
RUIZ CELAÁ, María Rosa (editora) (2018): Mariemma y su tiempo, Madrid, Centro de
Documentación de Música y Danza, Conservatorio Superior de Danza María
de Ávila e INAEM.

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