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Ejecutividad y ejecutoriedad del acto administrativo

• La autotutela administrativa

La administración está capacitada como sujeto de derecho para tutelar por sí misma sus propias
situaciones jurídicas, incluso sus pretensiones innovativas del status quo, eximiéndose de recurrir
al órgano jurisdiccional en busca de tutela.

El principio de autotutela comprende dos potestades:

1. Autotutela declarativa, mediante la cual la Administración Pública define una situación


jurídica que la enfrenta a un particular o resuelve una controversia entre dos o más
particulares.

2. Autotutela Ejecutiva, que le permite a la Administración Pública disponer el cumplimiento


de aquellos asuntos jurídicamente relevantes y que habían sido previamente decididos o
declarados por ella misma, aun en contra de la voluntad del administrado obligado a dicho
cumplimiento.

El reconocimiento de estas facultades le otorga a la administración Pública un estatuto jurídico


particular, pues a diferencia de cualquier entidad particular, la Administración puede prescindir de
los órganos jurisdiccionales para obligar a un particular a la realización de determinada conducta
ajustada a derecho.

La autotutela declarativa es también conocida como la ejecutividad del acto administrativo

La autotutela ejecutiva es también conocida como la ejecutoriedad del acto administrativo

• Ejecutividad y ejecutoriedad en la Ley N° 27444

La ejecutividad es entendida como aquella característica que doctrinariamente se ha considerado


como propia de todo acto administrativo, desde la emisión del acto sin que la oposición del
particular a través de los recursos administrativos pueda impedir su ejecución.

La ejecutoriedad alude a aquellos actos administrativos que impongan una obligación al


administrado (dar, hacer o no hacer) y que en función de su contenido obligacional, puede llegar a
la ejecución forzosa, en caso de negativa del administrado.

Por su parte, el Tribunal Constitucional al respecto ha señalado lo siguiente:

“(…) 44. La ejecutividad del acto administrativo está referida al atributo de eficacia, obligatoriedad,
exigibilidad, así como al deber de cumplimiento que todo acto regularmente emitido conlleva a
partir de su notificación; está vinculada a la validez del acto administrativo. La ejecutoriedad del
acto administrativo, en cambio, es una facultad inherente al ejercicio de la función de la
Administración Pública y tiene relación directa con la eficacia de dicho acto; en tal sentido, habilita
a la Administración a hacer cumplir por sí misma un acto administrativo dictado por ella, sin la
intervención del órgano judicial, respetando los límites impuestos por mandato legal, así como a
utilizar medios de coerción para hacer cumplir un acto administrativo y a contar con el apoyo de la
fuerza pública para la ejecución de sus actos cuando el administrado no cumpla con su
obligación y oponga resistencia de hecho.
Expediente N º 0015-2005-PI/TC. Municipalidad Metropolitana de Lima cc. Congreso de la
República

• Ejecutividad y ejecutoriedad en la Ley N° 27444

En la Ley del Procedimiento Administrativo General (Ley N° 27444) se consagra la eficacia de


los actos administrativos y su ejecutoriedad, salvo para casos de procedimientos administrativos
de carácter sancionador.

Art. 258.2. (D.S. N° 004-2019-JUS). La resolución será ejecutiva cuando ponga fin a la vía
administrativa. La administración podrá adoptar las medidas cautelares precisas para garantizar su
eficacia, en tanto no sea ejecutiva.

Artículo 104 EJECUCIÓN DE SANCIÓN (D.S. N° 004-2013-ED). El acto administrativo, debidamente


notificado, que dispone sanción disciplinaria tiene carácter ejecutorio, conforme al artículo 192 de
la Ley N° 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General y conforme a los precedentes
administrativos que dicte la Autoridad Nacional del Servicio Civil. Las resoluciones de sanción
generadas en procesos administrativos disciplinarios, no se suspenden por la interposición de
recurso administrativo alguno.

Asimismo, para caracterizar la ejecutoriedad de los actos administrativos, dicha Ley consagra
como uno de sus requisitos el de contener una obligación de dar, hacer o no hacer a favor de la
Administración Pública

• En primer lugar, la Ley determina de manera categórica la eficacia de los actos


administrativos que favorecen al administrado, al extremo que no es necesario para que
surja dicha eficacia que el beneficiario sea notificado de ello, bastando que el acto se haya
emitido para que la Administración Pública se encuentre obligada a sus propias
determinaciones.

• En segundo lugar, aunque la Ley en cuestión establezca el carácter ejecutorio de los actos


administrativos, dicha regla no es de aplicación en el caso de los actos emitidos en un
procedimiento administrativo sancionador sino hasta el momento en que dicho
procedimiento haya concluido de manera definitiva, ya sea porque se agotó la vía
administrativa (no siendo posible interponer ningún nuevo medio impugnatorio) o porque
dicho acto quedó consentido (el administrado afectado pudiendo hacerlo no impugnó el
acto sancionador)

Esta última excepción está destinada, a nuestro entender, a garantizarle a los


sujetos administrados un debido procedimiento administrativo y evitar la ejecución de una
sanción administrativa por los efectos que el ejercicio de dicha potestad puede llegar a tener
respecto de determinados derechos fundamentales.

En la práctica, pueden presentarse situaciones en las cuales un procedimiento administrativo que


no sea de naturaleza sancionadora pueda ocasionar perjuicios y ocasionar la lesión de derechos
de terceros (a modo de ejemplo, el otorgamiento de una licencia de construcción o la autorización
para el funcionamiento de determinado tipo de actividades), en tales supuestos
consideramos que el acto administrativo mantiene su ejecutividad y que los eventuales afectados
tendrían que transitar por la vía administrativa, salvo que puedan demostrar que dicho acto puede
generar la eventual lesión de un derecho fundamental.

• La ejecutividad del acto administrativo y la tutela jurisdiccional efectiva

Artículo III.- Finalidad

“La presente Ley tiene por finalidad establecer el régimen jurídico aplicable para que la actuación
de la Administración Pública sirva a la protección del interés general, garantizando los derechos e
intereses de los administrados y con sujeción al ordenamiento constitucional y jurídico en
general”.

En ese sentido, es importante determinar algunos alcances respecto de la tutela jurisdiccional


efectiva (consagrada constitucionalmente) en relación con la ejecutividad del acto administrativo

Existen derechos fundamentales que se ven limitados o afectados por la ejecutividad de los actos
administrativos. Uno de ello es, por ejemplo, aquel mencionado anteriormente; a saber, el de la
tutela jurisdiccional efectiva.

Si entendemos que ante cualquier pronunciamiento de la Administración Pública siempre


tendremos la ocasión de cuestionarla en sede jurisdiccional, cuando dicho pronunciamiento pueda
ser ejecutado de manera forzosa, la necesidad de contar con una tutela jurisdiccional
verdaderamente efectiva que impida que la actuación material de la Administración, cuando
proceda a la ejecución de sus actos, lesione los derechos de los ciudadanos resulta absolutamente
necesaria y esencial.

Se debe tener en cuenta, que no basta únicamente con que el acto administrativo y su ejecución
puedan ser cuestionados en sede jurisdiccional para considerar que se respeta el derecho a la
tutela jurisdiccional, sino que debe darse un paso adelante, tratando de asegurar la plena
efectividad de dicho derecho, y se propone entender que la Administración Pública no puede
ejecutar un acto administrativo hasta que el órgano jurisdiccional no se pronuncie respecto de la
solicitud cautelar de suspensión del acto, una vez que fuera presentado por el administrado,
garantizándole al extremo su derecho a la tutela jurisdiccional efectiva.

Art. 24°.- Efecto de la Admisión de la demanda.

La admisión de la demanda no impide la vigencia ni la ejecución del acto administrativo, salvo que
el Juez mediante una medida cautelar o la ley, disponga lo contrario.

D.S. N° 011-2019-JUS – TUO de la Ley N° 27584.

¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE EJECUTIVIDAD Y EJECUTORIEDAD?

EJECUTIVIDAD: Alude al común atributo de todo acto administrativo de ser eficaz, vinculante o
exigible.

EJECUTORIEDAD: Especial manifestación de la eficacia; por la que, cuando se imponen deberes y


restricciones a los particulares, pueden ser realizados aún contra su voluntad por los órganos de la
Administración Pública. EJEMPLO: Una municipalidad emite un acto administrativo a través del
cual ordena demoler a una empresa constructora un edificio por no cumplir con las normas
técnicas de la materia. Al momento de emitirse el acto administrativo, este goza de ejecutividad
que supone el cumplimiento libre del administrado. Si este no cumple, la Administración Pública,
en virtud de la ejecutoriedad, tiene las herramientas para hacer cumplir de manera forzosa al
administrado.

• Ejecutoriedad del Acto Administrativo

Artículo 203.- Ejecutoriedad del acto administrativo

Los actos administrativos tendrán carácter ejecutario, salvo disposición legal expresa en contrario,
mandato judicial o que estén sujetos a condición o plazo conforme a ley.

Artículo 204.- Pérdida de ejecutoriedad del acto administrativo

204.1 Salvo norma expresa en contrario, los actos administrativos pierden efectividad y
ejecutoriedad en los siguientes casos:

204.1.1 Por suspensión provisional conforme a ley.

204.1.2 Cuando transcurridos dos (2) años de adquirida firmeza, la administración no ha iniciado
los actos que le competen para ejecutarlos.

204.1.3 Cuando se cumpla la condición resolutiva a que estaban sujetos de acuerdo a ley.

204.2 Cuando el administrado oponga al inicio de la ejecución del acto administrativo la pérdida
de su ejecutoriedad, la cuestión es resuelta de modo irrecurrible en sede administrativa por la
autoridad inmediata superior, de existir, previo informe legal sobre la materia.

EJECUTIVIDAD FORZOSA DEL ACTO ADMINISTRATIVO


• La ejecutoriedad y la ejecución forzosa de los actos administrativos

El acto administrativo tiene como característica común el de la ejecutividad, empero no todo acto
administrativo tiene ejecutoriedad. Mientras el primero está relacionado con la fuerza obligatoria
como efecto inherente a todo acto administrativo frente a los administrados (por lo que el
administrado siempre tendrá derecho a impugnarlo), el segundo está relacionado con la ejecución
forzosa como una potestad de la Administración Pública para hacer valer su derecho de la
autotutela administrativa ante situaciones de orden imperativo.

La diferencia entre la ejecutoriedad y la ejecución forzosa de los actos administrativos, se


relaciona con los momentos y con la actuación del administrado frente a un acto administrativo
que le ordena hacer, no hacer o dar algo.

Es posible que un acto administrativo sea ejecutorio y que no se recurra a la ejecución forzosa del
mismo, por lo menos no en el sentido de coacción por la fuerza. Ello ocurriría cuando un
administrado decide por su propia voluntad acatarlo dispuesto por el acto administrado, situación
que permitiría señalar al acto emanado como ejecutable y ejecutorio, mas no como de ejecución
forzosa
Es por ello que siempre se deberá requerir al administrado a que cumpla con la
prestación espontáneamente.

Art. 205.4.- Que se haya requerido al administrado el cumplimiento espontáneo de la prestación,


bajo apercibimiento de iniciar el medio coercitivo específicamente aplicable. (D.S. N° 004-2019-
JUS).

En caso el administrado decida hacer caso omiso al acto administrativo (ello implica naturalmente
que el mismo haya sido debidamente notificado), entonces, se podrá iniciar el medio coercitivo
específicamente aplicable. Aquí, empieza a surgir los efectos de la ejecución forzosa en stricto
sensu.

• REQUISITOS DE LA EJECUCIÓN FORZOSA

Artículo 205.- Ejecución forzosa

Para proceder a la ejecución forzosa de actos administrativos a través de sus propios órganos
competentes, o de la Policía Nacional del Perú, la autoridad cumple las siguientes exigencias:

1. Que se trate de una obligación de dar, hacer o no hacer, establecida a favor de la entidad.

2. Que la prestación sea determinada por escrito de modo claro e íntegro.

3. Que tal obligación derive del ejercicio de una atribución de imperio de la entidad o provenga de
una relación de derecho público sostenida con la entidad.

4. Que se haya requerido al administrado el cumplimiento espontáneo de la prestación, bajo


apercibimiento de iniciar el medio coercitivo específicamente aplicable.

5. Que no se trate de acto administrativo que la Constitución o la ley exijan la intervención del
Poder Judicial para su ejecución.

6. En el caso de procedimientos trilaterales, las resoluciones finales que ordenen medidas


correctivas constituyen títulos de ejecución conforme a lo dispuesto en el artículo 713 inciso 4) del
Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 28494, una vez que el acto quede firme o se haya
agotado la vía administrativa.

En caso de resoluciones finales que ordenen medidas correctivas, la legitimidad para obrar en los
procesos civiles de ejecución corresponde a las partes involucradas.

Artículo 206.- Notificación de acto de inicio de ejecución

206.1 La decisión que autorice la ejecución administrativa será notificada a su destinatario antes
de iniciarse la misma.

206.2 La autoridad puede notificar el inicio de la ejecución sucesivamente a la notificación del acto
ejecutado, siempre que se facilite al administrado cumplir espontáneamente la prestación a su
cargo.

Medios de Ejecución Forzosa


Artículo 207.- Medios de ejecución forzosa

207.1 La ejecución forzosa por la entidad se efectuará respetando siempre el principio de


razonabilidad, por los siguientes medios:

• Ejecución coactiva

• Ejecución subsidiaria

• Multa coercitiva

• Compulsión sobre las personas

207.2. Si fueran varios los medios de ejecución aplicables, se elegirá el menos restrictivo de la
libertad individual.

207.3. Si fuese necesario ingresar al domicilio o a la propiedad del afectado, deberá seguirse lo
previsto por el inciso 9) del artículo 20 de la Constitución Política del Perú.

• EJECUCIÓN COACTIVA

Artículo 208.- Ejecución coactiva

Si la entidad hubiera de procurarse la ejecución de una obligación de dar, hacer o no hacer, se


seguirá el procedimiento previsto en las leyes de la materia.
Ejecución Coactiva

Artículo 209.- Ejecución subsidiaria

Habrá lugar a la ejecución subsidiaria cuando se trate de actos que por no ser personalísimos
puedan ser realizados por sujeto distinto del obligado:

1. En este caso, la entidad realizará el acto, por sí o a través de las personas que determine, a costa
del obligado.

2. El importe de los gastos, daños y perjuicios se exigirá conforme a lo dispuesto en el artículo


anterior.

3. Dicho importe podrá liquidarse de forma provisional y realizarse antes de la ejecución, o


reservarse a la liquidación definitiva.

• Multa Coercitiva

Artículo 210.- Multa coercitiva


210.1 Cuando así lo autoricen las leyes, y en la forma y cuantía que éstas determinen, la entidad
puede, para la ejecución de determinados actos, imponer multas coercitivas, reiteradas por
períodos suficientes para cumplir lo ordenado, en los siguientes supuestos:

a) Actos personalísimos en que no proceda la compulsión sobre la persona del obligado.

b) Actos en que, procediendo la compulsión, la administración no la estimara conveniente.

c) Actos cuya ejecución pueda el obligado encargar a otra persona.

210.2 La multa coercitiva es independiente de las sanciones que puedan imponerse con tal
carácter y compatible con ellas.

Multa coercitiva
Compulsión de las Personas

Artículo 211.- Compulsión sobre las personas

Los actos administrativos que impongan una obligación personalísima de no hacer o soportar,
podrán ser ejecutados por compulsión sobre las personas en los casos en que la ley
expresamente lo autorice, y siempre dentro del respeto debido a su dignidad y a los derechos
reconocidos en la Constitución Política.

Si los actos fueran de cumplimiento personal, y no fueran ejecutados, darán lugar al pago de los
daños y perjuicios que se produjeran, los que se deberán regular judicialmente.
- La ley establece la posibilidad de que los actos de las autoridades administrativas sean
susceptibles de revisión.

- Mecanismo de control administrativo. Puede ser interno o externo.

- Esta revisión puede hacerse de oficio o a pedido de parte

Revisión de oficio

- Es de oficio cuando la propia autoridad corrige, anula o revoca el acto administrativo.

- Existen diversos mecanismos de revisión de oficio, que pasaremos a ver a continuación.

Rectificación de errores

- Los errores materiales o aritméticos en los actos administrativos pueden ser rectificados
con efecto retroactivo, en cualquier momento, de oficio o a instancia de los administrados.

- Opera siempre que no se altere lo sustancial de su contenido ni el sentido de la decisión.

Si el error no es esencial, esto es, no afecta el sentido del acto administrativo, la propia autoridad
que emitió el acto puede corregirlo.

No es necesario que ese pedido sea de parte, ni que se derive el expediente al superior del órgano
que emitió el acto.

Ello es una expresión del principio de celeridad, que consiste en que quienes participen en el
procedimiento realice todas aquellas actuaciones que permitan obtener una decisión en el tiempo
más breve que sea posible, evitando así cualquier vulneración a los derechos de las partes o al
interés público

• La rectificación de errores la hace la misma autoridad que emitió el acto administrativo,

• la nulidad de oficio lo hace el inmediato superior de la autoridad que emitió el acto


administrativo y

• la revocación del acto administrativo Lo hace la autoridad del mas alto nivel.

En rectificación de errores no existe la necesidad de notificar al administrado


La nulidad de oficio si se notifica

Cabe indicar que si la revisión fuese a pedido de parte, esta acción no podría considerarse como la
puesta en marcha de un recurso administrativo, por cuanto la redacción del contenido o sentido
del acto aún no es definitivo.

Recién una vez que se corrijan los errores que se hubiesen cometido es que se tendrá un acto
definitivo, fecha a partir de la cual se empezará a computar el plazo para que el administrado
pueda ejercer su derecho de contradicción.

Son 15 días para impugnar

Asimismo, se encuentra proscrita cualquier rectificación de oficio que corrigiendo los supuestos
errores aritméticos o materiales, en realidad modifiquen la decisión final contenida en el acto
administrativo. Incluso si el órgano administrativo competente identificara que el acto en cuestión
ha incurrido en una causal de nulidad, no puede modificar su contenido, sino que deberá solicitar
a su superior jerárquico para que este analice y evalúe si procede declarar la nulidad de oficio de
ese acto.

Art. 212 rectificación de errores

CLASES DE ERRORES NO ESENCIALES

Errores aritméticos: son errores en la consignación de números o la operación matemática o


lógica de algunas unidades que no dejan lugar a dudas de que fue un error de consignación formal.

Errores materiales: son errores de tipeo del texto, que no cambia accidentalmente el sentido
primigenio de la decisión contenida en el acto administrativo.

• Nulidad de oficio del acto administrativo

La declaración de oficio de la nulidad de un acto administrativo es una potestad por la cual la


Administración, a iniciativa propia, deja sin efecto un acto administrativo que está produciendo
efectos sobre los derechos, obligaciones o intereses de un particular en una situación jurídica
concreta, debido a la constatación de un vicio de validez

Si bien con el ejercicio de esta potestad se podría perjudicar al particular beneficiado con el acto
administrativo, es deber de la autoridad ejercer esta potestad cuando dicho acto vulnera el interés
público. La idea de otorgar la posibilidad de dejar sin efecto las consecuencias establecidas por un
acto que adolece de un vicio grave es defender —de manera oportuna y con las garantías que el
procedimiento administrativo brinda— el interés público.

Nulidad de oficio

- Causales de nulidad señaladas en el artículo 10° del TUO de la Ley, aun cuando hayan
quedado firmes.

- Dentro del plazo establecido por la Ley. El plazo es de 10 años

- Siempre que agravien el interés general, a ello se le llama requisito de doble lesividad.

Proceso de lesividad
- Proceso judicial mediante el cual la Administración solicita la nulidad de un acto emitido
por la misma.

- Requiere de un acto administrativo de lesividad, así como que la demanda se interponga


en el plazo de dos años desde que prescribe la facultad de declarar dicha nulidad de oficio.

REQUISITOS PARA DECLARAR LA NULIDAD DE OFICIO DE UN ACTO ADMINISTRATIVO

Primer requisito: Acto viciado por alguna de las causales previstas en el artículo 10 del TUO de la
LPAG.

Segundo requisito: Agravio al interés público.

Consecuencia: Nulidad del acto administrativo.

Nota: El interés público se encuentra determinado por la finalidad pública establecida en la norma
que se le encarga garantizar a la autoridad.

NULIDAD DE OFICIO DE UN ACTO ADMINISTRATIVO

Finalmente, debe indicarse que la declaración de nulidad tendrá efecto declarativo y retroactivo a
la fecha del acto, salvo derechos adquiridos de buena fe por terceros, en cuyo caso operará a
futuro, de conformidad a lo dispuesto en el Numeral 12.1 del Artículo 12 del TUO de la LPAG.

ÓRGANO COMPETENTE PARA DECLARAR DE OFICIO LA NULIDAD DE UN ACTO ADMINISTRATIVO

De acuerdo al Numeral 213.2 del Artículo 213 de la LPAG, la nulidad de oficio sólo puede ser
declarada por el funcionario jerárquico superior al que expidió el acto que se invalida. Si se tratara
de un acto emitido por una autoridad que no está sometida a subordinación jerárquica, la nulidad
será declarada por resolución del mismo funcionario.

Cabe precisar que la nulidad no la tiene que declarar el órgano de mayor jerarquía —como sucede
en la revocación, sino el órgano superior inmediato del que emitió el acto a invalidar.

En el caso particular de los actos administrativos emitidos por consejos o tribunales competentes
para resolver controversias en última instancia, la declaración de nulidad no corresponderá al
superior jerárquico, sino que serán los propios consejos o tribunales los que definirán tal situación
mediante acuerdo unánime, conforme al Numeral 213.5 del Artículo 213 de la LPAG. Dicha
atribución podrá ser ejercida en el plazo de un dos años contados desde la fecha en que el acto
haya quedado consentido, También procede que el titular de la Entidad demande su nulidad en la
vía del proceso contencioso administrativo, siempre que la demanda se interponga dentro de los
tres años siguientes de notificada la resolución emitida por el consejo o tribunal.

PLAZO PARA DECLARAR DE OFICIO LA NULIDAD DE UN ACTO ADMINISTRATIVO

De acuerdo al Numeral 213.3 del Artículo 213 del TUO de la LPAG, la facultad para declarar la
nulidad de oficio de los actos administrativos prescribe en el plazo de dos años, contado a partir de
la fecha en que hayan quedado consentidos o contado a partir de la notificación a la autoridad
administrativa de la sentencia penal condenatoria firme, en lo referido a la nulidad de los actos
previstos en el numeral 4 del artículo10.

Se debe precisar que el establecimiento de un plazo tiene como objetivo otorgarle seguridad
jurídica a los administrados respecto del tiempo en que la autoridad podría revisar y, si fuera el
caso, declarar nulo un acto administrativo.

PLAZO PARA SOLICITAR LA NULIDAD DE UN ACTO ADMINISTRATIVO ANTE EL PODER JUDICIAL


CUANDO EL PLAZO PRESCRIBIÓ EN SEDE ADMINISTRATIVA.

El Numeral 213.4 del Artículo 213 del TUO de la LPAG establece que en caso de que haya prescrito
el plazo previsto en el numeral anterior, sólo procede demandar la nulidad ante el Poder Judicial
vía el proceso contencioso administrativo, siempre que la demanda se interponga dentro de los
tres (3) años siguientes contados desde la fecha en que prescribió la facultad para declarar la
nulidad en sede administrativa.

Nota: Procurador Público – Resolución que identifique el agravio a la legalidad administrativa y


al interés público. (2do párrafo del Art. 13 del TUO de la Ley N° 27584.

DEBIDO PROCESO Y NOTIFICACIÓN

Si bien es cierto que el Artículo 213 del TUO de la LPAG no establece una obligación legal expresa a
cargo de la Administración a efectos de incorporar al administrado a quién beneficia el acto
administrativo intervenido –entiéndase nulo–, el Tribunal Constitucional ha sostenido que existe
esta obligación para que el administrado ejerza su derecho de defensa respecto de los intereses
que se vean afectados e informarle sobre el inicio de dicho procedimiento, de conformidad con lo
dispuesto en el acápite a) del Inciso 24 del Artículo 2 de la Constitución Política del Perú

REVOCACIÓN DEL ACTO ADMINISTRATIVO

En nuestro ordenamiento jurídico, como regla general, no es posible que la autoridad


administrativa revoque, modifique o sustituya un acto administrativo declarativo o constitutivo de
derechos por razones de oportunidad, mérito o conveniencia.

La revocación es una potestad excepcional que tiene la Administración para modificar, reformar,
sustituir o extinguir los efectos jurídicos futuros de un acto administrativo válido. El ejercicio de
esta potestad se sustenta en un cambio de las circunstancias (fácticas o jurídicas) que dieron lugar
a la emisión del acto declarativo o constitutivo de derechos y a que el interés público exija la
revocación de dicho acto.

- Hay supuestos en los cuales, excepcionalmente, cabe la revocación de actos


administrativos, basándose en criterios de interés general.

- Dicha revocatoria, a diferencia de la nulidad de oficio, opera únicamente con efectos hacia
delante.

De acuerdo a lo señalado en el Artículo 214 del TUO de la LPAG, los supuestos habilitantes para
revocar un acto administrativo son:
(i) La existencia de una norma con rango legal que autorice la revocación del acto;

(ii) La modificación de las condiciones exigidas legalmente para la emisión del acto, cuya
permanencia resulta indispensable para la existencia de la relación jurídica creada; o,

(iii) La apreciación de elementos de juicio sobrevinientes que favorezcan legalmente a los


destinatarios del acto y no generen perjuicios a terceros.

(iv) Cuando se trate de un acto contrario al ordenamiento jurídico que cause agravio o
perjudique la situación jurídica del administrado, siempre que no lesione derechos de
terceros ni afecte el interés público.

Procedimiento que se debe seguir para revocar un acto administrativo

Antes de revocar cualquier acto, la autoridad debe garantizarle un debido procedimiento al


administrado perjudicado con esa decisión, de acuerdo a lo señalado por el Tribunal Constitucional
respecto de que las garantías mínimas de un debido proceso deben ser observadas en sede
administrativa.

Descargos alegatos del administrado – no menor de 5 días. Art. 214.1.4 del TUO.

• Órgano competente para declarar la revocación del acto administrativo

De acuerdo al Numeral 214.1.4 del Artículo 214 del TUO de la LPAG, la revocación prevista en este
numeral sólo podrá ser declarada por la más alta autoridad de la entidad competente, previa
oportunidad a los posibles afectados otorgándole un plazo no menor de 5 días para presentar sus
alegatos y evidencias en su favor.

A diferencia de la declaración de nulidad de oficio, la revocación solo podrá ser declarada por la
más alta autoridad ─y no solo por el superior jerárquico─ de la entidad donde se emitió el acto a
revocar. Este acto también agotará la vía administrativa y solo se podrá cuestionar ante el Poder
Judicial.

Indemnización por la revocación

De conformidad con el Numeral 216.1 del Artículo 216 del TUO de la LPAG, cuando la revocación
origine perjuicio económico al administrado, la resolución que la decida deberá contemplar lo
conveniente para efectuar la indemnización correspondiente en sede administrativa.

Así, el Tribunal del Indecopi ha señalado que dicha resolución deberá contener, como mínimo, la
cuantía de la compensación y la autoridad encargada del pago.

Fundamento 66. Punto III.1.5. Alcances de la indemnización contenido en el precedente de


observancia obligatoria recaído en la Resolución Nº 1535-2010/SC1- INDECOPI del 3 de mayo de
2010 emitida por la Sala Nº 1 del Tribunal del Indecopi

La cuantía de la compensación debe comprender el daño emergente y lucro cesante causados al


administrado producido hasta la notificación de la resolución de revocación.
Fundamento 66. Punto III.1.5. Alcances de la indemnización contenido en el precedente de
observancia obligatoria recaído en la Resolución Nº 1535-2010/SC1- INDECOPI del 3 de mayo de
2010 emitida por la Sala Nº 1 del Tribunal del Indecopi

La indemnización de la revocación de un acto administrativo se justifica en que el acto


administrativo que le otorgaba un derecho al administrado era un acto válido, motivo por el cual
éste no debe verse perjudicado por situaciones que no eran de su responsabilidad. Si bien la
autoridad administrativa tiene la potestad de revocar un acto administrativo, el administrado no
debe verse perjudicado en su patrimonio por esa revocación.

Numeral 30 de la Resolución Nº1006-2013/SDC-INDECOPI del 20 de junio de 2013 (caso


Transportes Solidaridad)

Recurso administrativo

- Acto del particular en el cual se formula un pedido de modificación o sustitución de un


acto administrativo a la entidad que lo emitió.

- Los recursos administrativos son mecanismos de revisión de actos administrativos a


pedido de parte, empleando la facultad de contradicción

Recursos administrativos

No serán en ningún caso revisables en sede administrativa los actos que hayan sido objeto de
confirmación por sentencia judicial firme.

Art. 215° del TUO

En aparente numerus clausus, la Ley señala que existen tres recursos administrativos:

a) Recurso de reconsideración

b) Recurso de apelación

c) Recurso de revisión

RECURSOS ADMINISTRATIVOS
• Revisión de los actos administrativos a través de los recursos administrativos

Cuando el error o vicio perjudica al administrado, aquel será el único legitimado para pedir su
revisión ante la misma autoridad o su superior jerárquico a través de la interposición de los
recursos administrativos que prevé el ordenamiento jurídico para tal efecto.

Los recursos administrativos, sin embargo, no significan el reconocimiento institucional del


derecho a la doble instancia. El Tribunal Constitucional en la Sentencia Exp. Nº 010-2001-AI/TC, ha
señalado:

“En efecto, el derecho a la pluralidad de instancias no es un contenido esencial del derecho al


“debido proceso administrativo” –pues no toda resolución es susceptible de ser impugnada en
dicha sede–; pero sí lo es del derecho al debido proceso “judicial”, pues la garantía que ofrece el
Estado constitucional de derecho es que las reclamaciones de los particulares contra los actos
expedidos por los órganos públicos, sean resueltas por un juez independiente, imparcial y
competente, sede ésta en la que, además, se debe posibilitar que lo resuelto en un primer
momento pueda ser ulteriormente revisado, cuando menos, por un órgano judicial superior.”
Fundamento 3.

• Finalidad de los recursos administrativos

Los recursos tienen por finalidad que la autoridad administrativa, a través del propio órgano del
que procede el acto cuestionado o a través de un órgano superior revise un acto administrativo
que vulnera algún derecho o interés legítimo del impugnante.

Artículo 217. Facultad de contradicción

217.1 Conforme a lo señalado en el artículo 120, frente a un acto administrativo que se supone
viola, desconoce o lesiona un derecho o interés legítimo, procede su contradicción en la vía
administrativa mediante los recursos administrativos señalados en el artículo siguiente,
iniciándose el correspondiente procedimiento recursivo.

217.2 Sólo son impugnables los actos definitivos que ponen fin a la instancia y los actos de trámite
que determinen la imposibilidad de continuar el procedimiento o produzcan indefensión. La
contradicción a los restantes actos de trámite deberá alegarse por los interesados para su
consideración en el acto que ponga fin al procedimiento y podrán impugnarse con el recurso
administrativo que, en su caso, se interponga contra el acto definitivo.

217.3 No cabe la impugnación de actos que sean reproducción de otros anteriores que hayan
quedado firmes, ni la de los confirmatorios de actos consentidos por no haber sido recurridos en
tiempo y forma.

217.4 Cabe la acumulación de pretensiones impugnatorias en forma subsidiaria, cuando en las


instancias anteriores se haya analizado los hechos y/o fundamentos en que se sustenta la referida
pretensión subsidiaria.

• Características del acto impugnable

De acuerdo a lo mencionado, el acto administrativo que pretenda cuestionarse a través de la


interposición de recursos administrativos debe reunir las siguientes características:

- Debe violar, desconocer o lesionar un derecho o interés legítimo del recurrente. En


sentido contrario, si el acto no vulnera el derecho del impugnante, su recurso deberá ser
declarado improcedente.

- Debe ser un acto definitivo que ponga fin a la instancia o, en caso sea un acto de trámite,
éste debe impedir la continuación del procedimiento o producir la indefensión del
recurrente. Puede tratarse, por ejemplo, de la improcedencia de un pedido del
administrado, toda vez que en este caso, si bien no se ha obtenido un pronunciamiento de
fondo, la decisión de la autoridad impide al administrado resolver su caso. La suspensión
del procedimiento también podría ser susceptible de impugnación, toda vez que si no se
permite su impugnación, el administrado no tendría la posibilidad de discutir ese tipo de
actos, lo cual lo dejaría en indefensión.

- No debe haber quedado firme ni consentido. En efecto, para impugnar un acto


administrativo es necesario que el recurso sea interpuesto dentro del plazo establecido en
el TUO de la LPAG

- Por una cuestión de seguridad jurídica, la revisabilidad de los actos no puede encontrarse
abierta indefinidamente, sino que debe sujetarse a un plazo.

- Vencido dicho plazo, se entiende que el administrado ha perdido su interés en recurrir del
acto.

- Así los dispone de manera expresa el Artículo 222 del TUO de la LPAG.

- “Una vez vencidos los plazos para interponer los recursos administrativos se perderá el
derecho a articularlos quedando firme el acto”.

- Por una cuestión de seguridad jurídica, la revisabilidad de los actos no puede encontrarse
abierta indefinidamente, sino que debe sujetarse a un plazo.

- Vencido dicho plazo, se entiende que el administrado ha perdido su interés en recurrir del
acto.

- Así los dispone de manera expresa el Artículo 222 del TUO de la LPAG.

- “Una vez vencidos los plazos para interponer los recursos administrativos se perderá el
derecho a articularlos quedando firme el acto”.

MEDIANTE LOS RECURSOS SOLO SE PUEDEN IMPUGNAR ACTOS ADMINISTRATIVOS Y NO


REGLAMENTOS

Las Empresas Electronorte S.A. y otras impugnaron la Resolución Nº 0652013-OS/CD que emitiera
OSINERGMIN (en adelante, la Resolución Nº 065), la cual tenía una serie de mandatos que tenían
efectos sobre la situación jurídica de las recurrentes. Cabe indicar que los mandatos contenidos en
la Resolución Nº 065 se basaban en lo dispuesto por el Reglamento de Licitaciones de Suministro
de Electricidad aprobado por Decreto Supremo Nº 052-2007-EM (en adelante, el Reglamento de
Licitaciones.

En su recurso de reconsideración, las impugnantes le pidieron al OSINERGMIN que reformule el


contenido del Artículo 10 del Reglamento de Licitaciones de Suministro de Electricidad, debido a
que su aplicación los perjudicaba.

Criterio del Consejo Directivo de OSINERMIN

El Consejo Directivo de Osinergmin, a través de Resolución Nº 140-2013-OS/ CD del 2 de julio de


2013, señaló que las recurrentes plantean que se reformule el contenido de la norma contenida en
el Artículo 10 del Reglamento de Licitaciones; sin embargo, los recursos administrativos no son el
mecanismo procesal idóneo para tal efecto.
Si las recurrentes pretenden cuestionar esa norma deben plantear una acción popular a efectos de
que se deje sin efecto dicho Artículo. En ese sentido, señaló que el cuestionamiento de los
reglamentos tiene una vía específica de impugnación prevista en normas especiales, como es el
proceso de acción popular regulado por los Títulos VI y VII del Código Procesal Constitucional, Ley
Nº 28237, normas que desarrollan lo dispuesto en el Inciso 5 del Artículo 200 de la Constitución
Política del Perú.

SOLO SON RECURRIBLES LOS ACTOS DEFINITIVOS QUE SE PRONUNCIAN SOBRE LA SITUACIÓN
JURÍDICA DE UN ADMINISTRADO

El 18 de noviembre del 2013, Activos Peruanos S.A.C. (en adelante, Activos Peruanos) solicitó a la
Comisión de Protección al Consumidor que declare la nulidad de la Resolución Nº 4204-2012/CPC,
alegando que esta resolución contendría una serie de vicios que violaban sus derechos. Mediante
Resolución Nº 2608-2013/CC2, la Comisión solicitó a la Sala del Consumidor (en adelante, la Sala)
que evalúe si procede iniciar un procedimiento para declarar la nulidad de la Resolución Nº 4204-
2012/CPC.

Activos Peruanos apeló la Resolución Nº 2608-2013/CC2, por considerar que esta resolución no se
pronunció sobre su pedido de que se declare la nulidad de la Resolución Nº 4204-2012/CPC, sino
que solo ha derivado su pedido a la Sala.

Criterio de la Sala de Consumidor

Al respecto, la Sala mediante Resolución Nº 1922-2014/SPC-INDECOPI del 11 de junio de 2014,


señaló que la Resolución Nº 2608-2013/CC2 no era una decisión apelable porque no emitió
pronunciamiento alguno sobre un tema de fondo que ponga fin a la instancia, ni ha determinado
la imposibilidad de continuar con el procedimiento o ha causado indefensión al denunciado. Por el
contrario, dicha resolución es una resolución que decidió pedirle a la Sala que evalúe si se debe o
no iniciar un procedimiento para declarar la nulidad de la Resolución Nº 4204-2012/CPC.

Por esa razón, declaró improcedente el recurso de apelación contra la Resolución Nº 2608-
2013/CC2, dado que este acto no contenía acto recurrible alguno,
Los recursos administrativos

De otro lado, si bien los actos administrativos definitivos son emitidos bajo la forma de una
resolución, el que no se cumpla con esta formalidad no impedirá que se pueda impugnar una
decisión administrativa que reúna las características de un acto administrativo.

Lo que debe analizarse en estos casos es si la decisión impugnada cumple con los presupuestos
necesarios para ser considerado un acto administrativo impugnable, y de ser así, éste se
pronuncie de manera negativa sobre un pedido del administrado y/o vulnere su derecho o
interés legítimo.

LA CARTA ES UN ACTO ADMINISTRATIVO A JUICIO DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

La señora Vilma Álvarez Aguilar, interpuso una demanda de cumplimiento contra la Derrama
Magisterial-Cajamarca, con el objeto de que, en cumplimiento de la Carta Nº 179-09-DM-EPS, se
levante el flac de descuento de aportes. Argumentó que pese a haber renunciado a la entidad,
esta era renuente a acatar el acto administrativo contenido en la mencionada carta. La demanda
fue declarada liminarmente improcedente por estimarse que la carta cuyo cumplimiento se
reclamaba no era un acto administrativo firme y de imperatividad manifiesta, sino por el contrario
un acto de administración interna.

Criterio del Tribunal Constitucional

A través de la Sentencia recaída en el Expediente Nº 01264-2012-PC/TC, el Tribunal Constitucional


(en adelante, el TC) resolvió el presente caso y señaló que la carta cuyo cumplimiento se solicita es
un acto administrativo, pues responde a una petición que la demandante formuló ante la Derrama
Magisterial; es decir, es una consecuencia del ejercicio del derecho de petición que ejerció esta
persona, reconociéndole además en su contenido un derecho: el levante del flac de descuentos de
aportes.
En sus propios términos el TC afirmó que “(…) Resulta obvio que la carta citada, en tanto señala
que “estamos procediendo a solicitar al área respectiva levantar el flac de descuento de aportes”,
le genera a la demandante una situación jurídica sobre su derecho a la remuneración, pues como
consecuencia de lo dispuesto en ella ya no se le iba a descontar de su remuneración la aportación
correspondiente a la Derrama Magisterial.

Fundamente jurídico 13 de la Sentencia recaída en el Exp. N° 01264-2012-PC/TC.

UNA ESQUELA PUEDE SER RECURRIBLE SI REÚNE LOS ELEMENTOS DEL ACTO ADMINISTRATIVO

En el presente caso, mediante la Esquela Nº 553-2001/IA031, la SUNAT se pronunció sobre el


pedido de determinación de la deuda tributaria formulado por un administrado. Siendo dicho
pronunciamiento desfavorable, este es impugnado por el administrado. Así, el Tribunal Fiscal al
resolver el recurso de apelación señaló que la esquela reunía los requisitos de una resolución toda
vez que se trataba de un acto a través del cual la Administración se pronunciaba sobre una
solicitud no contenciosa.

Criterio del Tribunal Fiscal

Por Resolución Nº 00539-4-2003 del 30 de enero de 2003, el Tribunal Fiscal consideró que si bien
formalmente una esquela no es una resolución administrativa, dicho documento contenía todos
los elementos necesarios para ser considerado como un acto administrativo impugnable, puesto
que se pronunciaba sobre un pedido del administrado, tenía efectos directos y concretos sobre su
situación jurídica (el pago de una deuda tributaria) y constituía una decisión final respecto de su
pedido.

En atención a este caso, el Tribunal Fiscal aprobó un precedente de observancia obligatoria.

REQUISITOS DEL RECURSO PARA SU PROCEDENCIA

Artículo 221.- Requisitos del recurso

El escrito del recurso deberá señalar el acto del que se recurre y cumplirá los demás requisitos
previstos en el artículo 124.

Artículo 124.- Requisitos de los escritos

Todo escrito que se presente ante cualquier entidad debe contener lo siguiente:

1. Nombres y apellidos completos, domicilio y número de Documento Nacional de Identidad o


carné de extranjería del administrado, y en su caso, la calidad de representante y de la persona a
quien represente.

2. La expresión concreta de lo pedido, los fundamentos de hecho que lo apoye y, cuando le sea
posible, los de derecho.

3. Lugar, fecha, firma o huella digital, en caso de no saber firmar o estar impedido.

4. La indicación del órgano, la entidad o la autoridad a la cual es dirigida, entendiéndose por tal, en
lo posible, a la autoridad de grado más cercano al usuario, según la jerarquía, con competencia
para conocerlo y resolverlo.
5. La dirección del lugar donde se desea recibir las notificaciones del procedimiento, cuando sea
diferente al domicilio real expuesto en virtud del numeral 1. Este señalamiento de domicilio surte
sus efectos desde su indicación y es presumido subsistente, mientras no sea comunicado
expresamente su cambio.

6. La relación de los documentos y anexos que acompaña, indicados en el TUPA.

7. La identificación del expediente de la materia, tratándose de procedimientos ya iniciados

Atendiendo a lo señalado en ambos artículos, se puede señalar que, al interponer un recurso


administrativo, el administrado deberá sustentar lo siguiente:

- El agravio que le ocasiona el acto administrativo impugnado. Para tal efecto, indicar qué
derecho o interés legítimo estaría siendo vulnerado por el acto impugnado; y,

- El vicio o error en que habría incurrido la autoridad al emitir el acto impugnado.

En caso no se cumpla con señalar lo anterior, la autoridad podrá declarar improcedente el recurso.

• TIPOS DE RECURSOS

Artículo 218. Recursos administrativos

218.1 Los recursos administrativos son:

a) Recurso de reconsideración
b) Recurso de apelación

Solo en caso que por ley o decreto legislativo se establezca expresamente, cabe la interposición
del recurso administrativo de revisión.

218.2 El término para la interposición de los recursos es de quince (15) días perentorios, y deberán
resolverse en el plazo de treinta (30) días.

Artículo 219.- Recurso de reconsideración

El recurso de reconsideración se interpondrá ante el mismo órgano que dictó el primer acto que es
materia de la impugnación y deberá sustentarse en nueva prueba. En los casos de actos
administrativos emitidos por órganos que constituyen única instancia no se requiere nueva
prueba. Este recurso es opcional y su no interposición no impide el ejercicio del recurso de
apelación.

El objetivo es que el mismo órgano revise si existen nuevos elementos de juicio fácticos que
permitan cambiar su decisión inicial. Son estos elementos los que le deberían llevar a cambiar de
opinión, porque se entiende que la autoridad ya ha analizado todas las aristas jurídicas de su
decisión, motivo por el cual no se le puede plantear este tipo de argumentos para la revisión de su
acto administrativo inicial.

En caso existiera un cuestionamiento jurídico a su decisión inicial, este recurso debería ser
encausado como una apelación y elevarse al superior jerárquico.

Si la decisión es solo adoptada por una única instancia, entonces sí podría interponerse este tipo
de recurso al existir una sola instancia.

• CASO
El 11 de diciembre de 2012, San Miguel Servicios Logísticos S.R.L. (en adelante, San Miguel)
interpuso un reclamo contra el área de facturación de Terminales Portuarios Euroandinos Paita
S.A. (en adelante, TPE) que le requirió la cancelación de un servicio denominado “asignación y
seteo” de contenedor, el cual no se encontraba contemplado dentro de los servicios estándar que
prestaba el terminal y, además, nunca había solicitado ese servicio.

Mediante Resolución Nº 004-2013-GAF, TPE declaró infundado el reclamo presentado por San
Miguel. Ante este pronunciamiento, San Miguel interpuso recurso de reconsideración, adjuntando
para tal efecto prueba nueva.

Mediante Resolución Nº 008-2013-GAF, TPE declaró improcedente el recurso de reconsideración


indicando expresamente lo siguiente: “las pruebas presentadas en el recurso impugnativo no
contienen una motivación que genere la modificación de la resolución en cuestión” y “por no
presentar nueva prueba que motive la modificación, se declara improcedente el recurso de
reconsideración”. Ante ello, San Miguel interpuso recurso de apelación, el cual fue elevado al
Tribunal de Solución de Controversias del Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura
de Transporte de Uso Público (en adelante, Tribunal del Ositran).

Criterio del Tribunal del Ositran


El Tribunal del Ositran, por medio de la Resolución Nº 002 del 5 de noviembre de 2013, recaída en
el Expediente Nº 042-2013-TSC-OSITRAN, resolvió que el objeto del recurso de reconsideración
consiste en que, a partir de la nueva prueba, la misma instancia modifique su decisión inicial.

En el presente caso, TPE solo descarta las nuevas pruebas presentadas sin realizar análisis alguno
sobre ellas. Solo manifiesta que las nuevas pruebas no le generan convicción alguna sin señalar
cuál es el fundamento de dicha decisión. Por esa razón, el Tribunal le ordenó a TPE que emita
nuevo pronunciamiento sobre todos los medios probatorios que San Miguel adjuntó en su
recurso, debiendo explicar las razones por las que no fue amparada y los fundamentos que le
llevaban a desestimar las nuevas pruebas aportadas

• Recurso de apelación

Artículo 220.- Recurso de apelación

El recurso de apelación se interpondrá cuando la impugnación se sustente en diferente


interpretación de las pruebas producidas o cuando se trate de cuestiones de puro derecho,
debiendo dirigirse a la misma autoridad que expidió el acto que se impugna para que eleve lo
actuado al superior jerárquico.

De acuerdo al artículo en mención, el recurso de apelación debe ser presentado ante el mismo
órgano que emitió la resolución administrativa que se impugna. Este órgano será el encargado de
elevar todo lo actuado a su superior jerárquico el mismo día en el que se presenta el recurso
(Numeral 1 del Art. 143 del TUO de la LPAG. (pregunta…)

El órgano jerárquicamente superior resolverá la apelación, pudiendo fallar en dos sentidos: (i) de
manera estimatoria; o, (ii) de manera desestimatoria.

Resulta importante destacar que en el primer caso el órgano superior le da la razón al impugnante
y al hacerlo, puede optar entre dejar sin efecto lo resuelto, de manera que devuelve el expediente
para que el órgano inferior se vuelva a pronunciar, o sustituir lo resuelto en la instancia inferior
por una nueva decisión.

• Recurso de revisión

Artículo 218. Recursos administrativos

(…)

• Solo en caso que por ley o decreto legislativo se establezca expresamente, cabe la
interposición del recurso administrativo de revisiónActo firme

Artículo 222.- Acto firme

Una vez vencidos los plazos para interponer los recursos administrativos se perderá el derecho a
articularlos quedando firme el acto.

Significa que el acto administrativo ya no pueda ser cuestionado directamente por los
administrados ni vía el contencioso administrativo. La razón de esta norma se encuentra en dotar
de seguridad jurídica a los actos administrativos emitidos por la autoridad.
Sin embargo, la única forma de revisar un acto administrativo firme es mediante el inicio de un
procedimiento de oficio de declaración de nulidad por agravio al interés público, dado que existe
una prioridad del interés público sobre el privado.

El hecho de no impugnar el acto administrativo en la vía administrativa impide que el administrado


pueda acudir al PCA. Ello debido a que el agotamiento de la vía administrativa constituye un
requisito establecido en el artículo 20 del TUO de la Ley Nº 27584, aprobado por D.S. Nº 011-2019-
JUS.

En ese sentido, Priori Posada señala lo siguiente:

“Nuestro sistema del contencioso – administrativo se caracteriza por la necesidad de agotar la vía
administrativa para poder acudir al órgano jurisdiccional(…) Este sistema parece encontrar
justificación en el propio Artículo 148 de la Constitución que, al momento de referirse al proceso
contencioso administrativo, señala que las resoluciones administrativas que causan estado son
susceptibles de ser cuestionadas en el proceso contencioso – administrativo. Precisamente ese
causar estado haría referencia a la necesidad que existe de agotar la vía administrativa.

Como puede apreciarse, si el administrado no impugna el acto administrativo dentro del plazo
respectivo, el acto administrativo adquiere la calidad de acto firme.

• Error en la calificación

Artículo 223.- Error en la calificación

El error en la calificación del recurso por parte del recurrente no será obstáculo para su
tramitación siempre que del escrito se deduzca su verdadero carácter.

Este artículo debe ser interpretado conjuntamente con el numeral 3 del artículo 86 del TUO de la
LPAG que establece que la autoridad debe encausar de oficio el procedimiento, cuando advierta
cualquier error u omisión de los administrados, sin perjuicio de la actuación que les corresponda a
ellos.

• Error en la calificación

Tal como puede apreciarse de la LPAG y de la jurisprudencia administrativa, la autoridad


administrativa tiene atribución para corregir los defectos en los que incurrió el administrado y
encausarlos correctamente. Para ello, deberá tomar en cuenta lo siguiente:

• Que del escrito se pueda deducir la voluntad de recurrir el acto administrativo. La idea es
que la autoridad procure tomar en cuenta lo que el administrado deseaba obtener al
momento de presentar el escrito, a efectos de darle el trámite que corresponda a su
pedido.

• Que deba existir ambigüedad u oscuridad en la redacción del escrito, lo cual propicie
diversas interpretaciones sobre su sentido. Estas posibles interpretaciones del escrito
deben ser analizadas al momento de calificar su contenido y justificar por qué se opta por
una u otra interpretación; y,
• Que, ante la duda sobre el sentido del escrito, se debe calificar el escrito de la forma más
beneficiosa para el administrado.

Alcance de los recursos

De acuerdo al Artículo 224 del TUO de la LPAG, los recursos administrativos se ejercitarán por una
sola vez en cada procedimiento administrativo y nunca simultáneamente.

En ese sentido, un administrado no puede interponer al mismo tiempo un recurso de


reconsideración y otro de apelación.

En el supuesto de que erróneamente ambos recursos fueran presentados de manera concurrente,


correspondería tramitar la solicitud como un recurso de apelación, por cuanto la voluntad del
administrado es que el acto administrativo impugnado llegue a ser revisado por el superior
jerárquico de la primera instancia.

• DECISIÓN SOBRE EL RECURSO

Artículo 227.- Resolución

227.1 La resolución del recurso estimará en todo o en parte o desestimará las pretensiones
formuladas en el mismo o declarará su inadmisión.

227.2 Constatada la existencia de una causal de nulidad, la autoridad, además de la declaración de


nulidad, resolverá sobre el fondo del asunto, de contarse con los elementos suficientes para ello.
Cuando no sea posible pronunciarse sobre el fondo del asunto, se dispondrá la reposición del
procedimiento al momento en que el vicio se produjo.

Al momento de pronunciarse sobre el recurso del administrado, la autoridad debe responder cada
una de sus pretensiones impugnatorias. No es necesario que se pronuncie exhaustivamente sobre
cada uno de los argumentos del administrado, sino solo sobre aquellos que resulten relevantes
sobre las cuestiones impugnadas. Aquellos argumentos que no estén vinculados con dichas
cuestiones serán declarados irrelevantes con la argumentación que justifique dicha declaración.

De otro lado, en caso se constate una causal de nulidad, la autoridad, además de la declaración de
nulidad, resolverá sobre el fondo del asunto, de contarse con los elementos suficientes para ello.
Cuando no sea posible pronunciarse sobre el fondo del asunto, se dispondrá la reposición del
procedimiento al momento en que el vicio se produjo.

Esta norma regula el principio de prohibición de reenvío, que establece que si el superior
jerárquico tiene elementos suficientes para resolver el fondo del asunto cuestionado, entonces
debe pronunciarse sobre el asunto. El objetivo es evitar demoras innecesarias que vulneren el
derecho del administrado a obtener un pronunciamiento en un tiempo razonable.

• Suspensión de la ejecución

Artículo 226.- Suspensión de la ejecución

226.1 La interposición de cualquier recurso, excepto los casos en que una norma legal establezca
lo contrario, no suspenderá la ejecución del acto impugnado.
226.2 No obstante lo dispuesto en el numeral anterior, la autoridad a quien competa resolver el
recurso suspende de oficio o a petición de parte la ejecución del acto recurrido cuando concurra
alguna de las siguientes circunstancias:

a) Que la ejecución pudiera causar perjuicios de imposible o difícil reparación.

b) Que se aprecie objetivamente la existencia de un vicio de nulidad trascendente.

226.3 La decisión de la suspensión se adoptará previa ponderación suficientemente razonada


entre el perjuicio que causaría al interés público o a terceros la suspensión y el perjuicio que causa
al recurrente la eficacia inmediata del acto recurrido.

226.4 Al disponerse la suspensión podrán adoptarse las medidas que sean necesarias para
asegurar la protección del interés público o los derechos de terceros y la eficacia de la resolución
impugnada.

226.5 La suspensión se mantendrá durante el trámite del recurso administrativo o el


correspondiente proceso contencioso-administrativo, salvo que la autoridad administrativa o
judicial disponga lo contrario si se modifican las condiciones bajo las cuales se decidió.

• Agotamiento de la vía administrativa

Artículo 228.- Agotamiento de la vía administrativa

228.1 Los actos administrativos que agotan la vía administrativa podrán ser impugnados ante el
Poder Judicial mediante el proceso contencioso-administrativo a que se refiere el artículo 148 de
la Constitución Política del Estado.

228.2 Son actos que agotan la vía administrativa:

a) El acto respecto del cual no proceda legalmente impugnación ante una autoridad u órgano
jerárquicamente superior en la vía administrativa o cuando se produzca silencio
administrativo negativo, salvo que el interesado opte por interponer recurso de
reconsideración, en cuyo caso la resolución que se expida o el silencio administrativo
producido con motivo de dicho recurso impugnativo agota la vía administrativa; o

b) El acto expedido o el silencio administrativo producido con motivo de la interposición de


un recurso de apelación en aquellos casos en que se impugne el acto de una autoridad u
órgano sometido a subordinación jerárquica; o

c) El acto expedido o el silencio administrativo producido con motivo de la interposición de


un recurso de revisión, únicamente en los casos a que se refiere el artículo 218; o

d) El acto que declara de oficio la nulidad o revoca otros actos administrativos en los casos a
que se refieren los artículos 213 y 214; o

e) Los actos administrativos de los Tribunales o Consejos Administrativos regidos por leyes
especiales.
POTESTAD SANCIONADORA EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
La potestad sancionadora de la Administración Pública constituye una manifestación del ius
puniendi y por tanto, posee la misma fuente que el derecho penal, quedando limitada
al procesamiento, evaluación y/o sanción de aquellas infracciones que vulneran el orden jurídico al
incumplir las disposiciones emanadas de la Administración, por tanto, también queda constituido
como el instrumento de coerción a ser empleado para garantizar el cumplimiento de las
decisiones de la Administración Pública.

El derecho público se encarga de sancionar tres tipos de transgresiones normativas, distribuidos


de acuerdo al nivel de afectación que producen y al tipo de bien jurídico que se vulnera.

Primer nivel de infracción o afectación social está constituido por los delitos

Segundo nivel se encuentran los supuestos de faltas penales.

Estas dos clases de infracción se encuentran en la competencia del derecho penal y su


procesamiento es inherente de la labor jurisdiccional.

Tercer lugar se encuentra la infracción administrativa, cuyo procesamiento recae en la función


administrativa y es materia del proceso administrativo sancionador. El derecho administrativo
sancionador involucra la realización de un conjunto concatenado de actos conducentes a la
determinación de responsabilidad y sanción al infractor, dicho estadio debe encontrarse
premunido de los principios que garanticen el ejercicio de la defensa del procesado.

Procedimiento Sancionador

Artículo 247.- Ámbito de aplicación de este capítulo

247.1 Las disposiciones del presente Capítulo disciplinan la facultad que se atribuye a cualquiera
de las entidades para establecer infracciones administrativas y las consecuentes sanciones a los
administrados.

247.2 Las disposiciones contenidas en el presente Capítulo se aplican con carácter supletorio a
todos los procedimientos establecidos en leyes especiales, incluyendo los tributarios, los que
deben observar necesariamente los principios de la potestad sancionadora administrativa a que se
refiere el artículo 248, así como la estructura y garantías previstas para el procedimiento
administrativo sancionador.

Los procedimientos especiales no pueden imponer condiciones menos favorables a los


administrados, que las previstas en este Capítulo.

247.3 La potestad sancionadora disciplinaria sobre el personal de las entidades se rige por la
normativa sobre la materia.

El proceso administrativo disciplinario es una derivación del poder de dirección del empleador, en
la relación existente entre el trabajador y el empleador
Existen multiplicidad de regímenes normativos disciplinarios como regímenes laborales, pero
todos están relacionadas con la conducta de las personas que desarrollan actividades en la
Administración Pública.

D. Leg. N° 276 - Régimen Disciplinario de los Servidores Públicos.

Ley N° 30057 - Ley del Servicio Civil

Ley N° 30714 - Ley de Régimen Disciplinario de la PNP.

Ley N° 29944 - Ley de la Reforma Magisterial.

La Resolución 008-2020-JNJ, Aprueban el Reglamento de Procedimientos Disciplinarios de la Junta


Nacional de Justicia.

Establece las normas para regular los procedimientos disciplinarios contra jueces, fiscales de todos
los niveles, así como los jefes de la Autoridad Nacional de Control del Poder Judicial y del
Ministerio Público. También serán pasibles de estos procesos los jefes de la Oficina Nacional de
Procesos Electorales (ONPE) y del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec).

El régimen laboral de la actividad privada - TUO del Decreto Legislativo N° 728, no cuenta con un
apartado normativo que regule el régimen disciplinario, pero ello, no significa que dicho régimen
laboral es ajeno o se encuentre excluido de contar con un apartado normativo que regule el
aspecto sancionador, por el contrario, resulta posible identificar con claridad que sus artículos 22 a
33 se encuentran dedicados a regular las infracciones, sanciones, procedimiento y garantías de la
actuación disciplinaria.

La Ley N° 30057, Ley del Servicio Civil contempla una regulación especial para el régimen
disciplinario.

El título V, establece las disposiciones particulares referidas a las faltas, al régimen de sanciones y
al procedimiento sancionador, resaltando en ello la configuración de las autoridades que se
encontrarán encargadas de llevar adelante este procedimiento.

El artículo 92, establece que son autoridades del procedimiento administrativo disciplinario:

a) El jefe inmediato del presunto infractor,

b) El jefe de recursos humanos o quien haga sus veces,

c) El titular de la entidad,

d) El Tribunal del Servicio Civil;

También ha previsto al secretario técnico como encargado de precalificar las presuntas faltas,
documentar la actividad probatoria, proponer la fundamentación y administrar los archivos
emanados del ejercicio de la potestad sancionadora disciplinaria.

PRINCIPIOS DE LA POTESTAD SANCIONADORA


Artículo 248.- Principios de la potestad sancionadora administrativa

La potestad sancionadora de todas las entidades está regida adicionalmente por los siguientes
principios especiales:

1. Legalidad.- Sólo por norma con rango de ley cabe atribuir a las entidades la potestad
sancionadora y la consiguiente previsión de las consecuencias administrativas que a título
de sanción son posibles de aplicar a un administrado, las que en ningún caso habilitarán a
disponer la privación de libertad.

Exp. N° 8957-2006-PA/TC

Fundamento 14: Como lo ha expresado este Tribunal (Caso de la Legislación Antiterrorista, Exp. N.°
010-2002-AI/TC), el principio [de legalidad] impone tres exigencias: la existencia de una ley (lex
scripta), que la ley sea anterior al hecho sancionado (lex praevia), y que la ley describa un supuesto
de hecho estrictamente determinado (lex certa).

. Debido procedimiento.- No se pueden imponer sanciones sin que se haya tramitado el


procedimiento respectivo, respetando las garantías del debido procedimiento. Los procedimientos
que regulen el ejercicio de la potestad sancionadora deben establecer la debida separación entre
la fase instructora y la sancionadora, encomendándolas a autoridades distintas.

Expedientes N° 4944-2011- PA/TC y N° 03741-2001-AA/TC.

“El derecho al debido proceso, y los derechos que contiene son invocables, y, por tanto, están
garantizados, no solo en el seno de un proceso judicial, sino también en el ámbito del
procedimiento administrativo. Así, el debido proceso administrativo supone, en toda
circunstancia, el respeto –por parte de la administración pública o privada– de todos los principios
y derechos normalmente invocables en el ámbito de la jurisdicción común o especializada, a los
cuales se refiere el artículo 139° de la Constitución (juez natural, juez imparcial e independiente,
derecho de defensa, etc.). El fundamento principal por el que se habla de un debido
procedimiento administrativo encuentra sustento en el hecho de que tanto la jurisdicción como la
administración están indiscutiblemente vinculados a la Carta Magna, de modo que si ésta resuelve
sobre asuntos de interés de los administrados, y lo hace mediante procedimientos internos, no
existe razón alguna para desconocer las categorías invocables ante el órgano jurisdiccional”

x.x.x.x.

El derecho al debido procedimiento implica el cumplimiento de otras garantías, como: derecho a


no ser discriminado en el procedimiento administrativo, derecho de acceso a la autoridad,
derecho a participar en el procedimiento, derecho a la autoridad competente predeterminada por
ley, derecho al desdoblamiento de las instancias de instrucción y sanción, derecho a ser notificado
previamente de decisiones concernientes, derecho a probar, derecho a que la decisión se emita
sobre la base de la probanza actuada, derecho a la no exigencia de probanza sobre hechos que la
Administración debe tener por ciertos o debe actuar prueba de oficio, derecho al ofrecimiento y
actuación de pruebas de parte, entre otros.

3. Razonabilidad.- Las autoridades deben prever que la comisión de la conducta sancionable no


resulte más ventajosa para el infractor que cumplir las normas infringidas o asumir la sanción. Sin
embargo, las sanciones a ser aplicadas deben ser proporcionales al incumplimiento calificado
como infracción, observando los siguientes criterios que se señalan a efectos de su graduación:

a) El beneficio ilícito resultante por la comisión de la infracción;

b) La probabilidad de detección de la infracción;

c) La gravedad del daño al interés público y/o bien jurídico protegido;

d) EI perjuicio económico causado;

e) La reincidencia, por la comisión de la misma infracción dentro del plazo de un (1) año desde que
quedó firme la resolución que sancionó la primera infracción.

f) Las circunstancias de la comisión de la infracción; y

g) La existencia o no de intencionalidad en la conducta del infractor.

STC N° 00535-2009-PA/TC,

Sobre el particular, considera el Tribunal Constitucional que “el establecimiento de disposiciones


sancionatorias, tanto por entidades públicas como privadas, no puede circunscribirse a una mera
aplicación mecánica de las normas, sino que se debe efectuar una apreciación razonable de los
hechos en cada caso concreto, tomando en cuenta los antecedentes personales y las circunstancias
que llevaron a cometer la falta. El resultado de esta valoración llevará a adoptar una decisión
razonable y proporcional “y con relación expresa al principio de razonabilidad, precisa:

15.A su vez, el principio de razonabilidad conduce a una valoración respecto del resultado del
razonamiento del juzgador expresado en su decisión, mientras que el procedimiento para llegar a
este resultado sería la aplicación del principio de proporcionalidad.

6. La razonabilidad es un criterio íntimamente vinculado a la justicia y está en la esencia misma del


Estado constitucional de derecho. Se expresa como un mecanismo de control o interdicción de la
arbitrariedad en el uso de las facultades discrecionales, exigiendo que las decisiones que se tomen
en ese contexto respondan a criterios de racionalidad y que no sean arbitrarias. Como lo ha
sostenido este Colegiado, esto ―implica encontrar justificación lógica en los hechos, conductas y
circunstancias que motivan todo acto discrecional de los poderes públicos.

4. Tipicidad.- Solo constituyen conductas sancionables administrativamente las infracciones


previstas expresamente en normas con rango de ley mediante su tipificación como tales, sin
admitir interpretación extensiva o analogía. Las disposiciones reglamentarias de desarrollo pueden
especificar o graduar aquellas dirigidas a identificar las conductas o determinar sanciones, sin
constituir nuevas conductas sancionables a las previstas legalmente, salvo los casos en que la ley o
Decreto Legislativo permita tipificar infracciones por norma reglamentaria.

A través de la tipificación de infracciones no se puede imponer a los administrados el


cumplimiento de obligaciones que no estén previstas previamente en una norma legal o
reglamentaria, según corresponda.

En la configuración de los regímenes sancionadores se evita la tipificación de infracciones con


idéntico supuesto de hecho e idéntico fundamento respecto de aquellos delitos o faltas ya
establecidos en las leyes penales o respecto de aquellas infracciones ya tipificadas en otras normas
administrativas sancionadoras.

STC N° 00535-2009-PA/TC.

Este principio se traduce en la descripción legal de una conducta específica que aparece conectada
a una sanción administrativa, exigencia deriva de dos principios jurídicos específicos como el de
libertad y el de seguridad jurídica. De acuerdo al primero, las conductas deben estar exactamente
delimitadas, sin indeterminaciones, y en relación al segundo, los ciudadanos deben estar en
condiciones de poder predecir, de manera suficiente y adecuada, las consecuencias de sus actos.

Resolución N° 00173-2013-SERVIR/TSC-Segunda Sala, del 13 de marzo de 2013.

El Tribunal del Servicio Civil, considera como un límite a la potestad sancionadora, a razón del cual
no sólo surge la obligación por parte de las entidades públicas de señalar la norma o disposición
que se ha incumplido, sino también precisar cuál es la correspondiente falta que se ha cometido,
la que debe tener un correlato con la sanción a imponer.

5.- Irretroactividad.- Son aplicables las disposiciones sancionadoras vigentes en el momento de


incurrir el administrado en la conducta a sancionar, salvo que las posteriores le sean más
favorables.

Las disposiciones sancionadoras producen efecto retroactivo en cuanto favorecen al presunto


infractor o al infractor, tanto en lo referido a la tipificación de la infracción como a la sanción y a
sus plazos de prescripción, incluso respecto de las sanciones en ejecución al entrar en vigor la
nueva disposiciónEste principio deriva de la norma constitucional, cuyo artículo 103 prescribe que:
[…] La ley, desde su entrada en vigencia, se aplica a las consecuencias de las relaciones y
situaciones jurídicas existentes y no tiene fuerza ni efectos retroactivos; salvo, en ambos supuestos,
en materia penal cuando favorece al reo […], lo que representa la aplicación de la teoría de los
hechos cumplidos.

No obstante, el principio admite una excepción a la regla y es el caso de la aplicación de la norma


posterior de manera retroactiva cuando ella resulta más favorable al administrado.

Morón Urbina, dice, esta excepción se centra en el juicio de favorabilidad o benignidad que la
autoridad debe realizar respecto de los efectos que la norma posterior tendrá en la esfera
subjetiva del infractor, por ejemplo, si esta norma posterior contempla una sanción más benigna,
establece plazos inferiores de prescripción, deroga el carácter ilícito de la conducta o si modifica
los elementos del tipo de modo que no aplique a los hechos incurridos.

6. Concurso de Infracciones.- Cuando una misma conducta califique como más de una infracción
se aplicará la sanción prevista para la infracción de mayor gravedad, sin perjuicio que puedan
exigirse las demás responsabilidades que establezcan las leyes.

xx.x.x.x.

Esta referido a los supuestos en los que una sola conducta cometida por el sujeto logre infringir
dos o más preceptos normativos, con lo cual no se produciría como consecuencia la aplicación de
una sanción por cada una de las infracciones cometidas, sino que se le impondrá como sanción
aquella que corresponda a la infracción de mayor gravedad de las cometidas.

7. Continuación de infracciones.- Para determinar la procedencia de la imposición de sanciones


por infracciones en las que el administrado incurra en forma continua, se requiere que hayan
transcurrido por lo menos treinta (30) días hábiles desde la fecha de la imposición de la última
sanción y que se acredite haber solicitado al administrado que demuestre haber cesado la
infracción dentro de dicho plazo.

Las entidades, bajo sanción de nulidad, no podrán atribuir el supuesto de continuidad y/o la
imposición de la sanción respectiva, en los siguientes casos:

a) Cuando se encuentre en trámite un recurso administrativo interpuesto dentro del plazo contra
el acto administrativo mediante el cual se impuso la última sanción administrativa.

b) Cuando el recurso administrativo interpuesto no hubiera recaído en acto administrativo firme.

c) Cuando la conducta que determinó la imposición de la sanción administrativa original haya


perdido el carácter de infracción administrativa por modificación en el ordenamiento, sin perjuicio
de la aplicación de principio de irretroactividad a que se refiere el inciso 5.

Para la aplicación de este principio se debe verificar determinados elementos, como son:

a) Que exista identidad en el sujeto responsable del conjunto de acciones que constituyen
infracciones administrativas.

b) Que exista identidad respecto a la entidad que es afectada con la conducta cuyo desarrollo
constituye una infracción administrativa.

c) Que se den varios hechos o conductas que sean capaces de constituir por sí solas, una
infracción administrativa sancionable.

d) Que exista proximidad en el tiempo (por lo menos 30 días) a fin de que las diversas
acciones tipificadas como infracciones administrativas respondan a una sola unidad de
finalidad.

e) Que exista ―identidad normativa de los preceptos lesionados por el conjunto de


comportamientos, es decir, que las conductas infractoras lesionen los mismos preceptos
normativos.

No será aplicable en aquellos casos, que:

a) Se encuentre en trámite un recurso administrativo interpuesto contra el acto


administrativo que impuso la última sanción.

b) Cuando el recurso administrativo interpuesto no hubiera recaído en acto firma, y c)


cuando la conducta materia de la sanción inicial haya dejado de ser infracción
administrativa por modificación normativa.

c) 8. Causalidad.- La responsabilidad debe recaer en quien realiza la conducta omisiva o


activa constitutiva de infracción sancionable.
d) x.x.x.x.x.x

e) Este principio está relacionado con la determinación de la persona responsable en


concreto de la autoría de la infracción cometida, es decir, que la sanción a imponer recaiga
sobre la persona que cometió la infracción.

9. Presunción de licitud.- Las entidades deben presumir que los administrados han actuado
apegados a sus deberes mientras no cuenten con evidencia en contrario.

x.x.x.x.x.

Este principio posee una clara derivación del principio de presunción de inocencia, contemplado
en el inciso e) numeral 24 del artículo 2 de la Carta Magna, que consagra la inocencia de toda
persona hasta que se haya declarado judicialmente su responsabilidad.

La Administración tiene la obligación que si durante el procedimiento administrativo sancionador


no logre formar convicción sobre la ilicitud del acto del administrado (presunto infractor), la
autoridad se encuentra en la obligación de dictar el mandato de absolución que lleva implícito la
presunción.

Morón Urbina, señala: El desarrollo de este principio conlleva la adquisición de ciertos atributos
por parte del procesado, como son:

a) No ser sancionado sino en virtud de pruebas que generen convicción sobre la


responsabilidad del administrado y siempre que hayan sido obtenidas legítimamente.

b) A que no se le imponga la carga de probar su propia inocencia,

c) A un tratamiento como inocente a lo largo del procedimiento sancionador, respetando sus


derechos subjetivos, y,

d) A la absolución en caso de insuficiencia probatoria o duda razonable sobre su culpabilidad.

10. Culpabilidad.- La responsabilidad administrativa es subjetiva, salvo los casos en que por ley
o decreto legislativo se disponga la responsabilidad administrativa objetiva.

e) x.x.x.x.

f) Se trata de un principio propio del derecho penal que es traído al procedimiento


administrativo sancionador y por ello su aplicación debe contar con determinados
matices.

g) Recordemos que en el derecho penal, este principio implica que la pena no podrá ser
impuesta al autor atendiendo sólo a la producción de un resultado lesivo, sino ello se dará
en función a que se le pueda atribuir a éste dicho resultado por dolo o culpa, y ello se
fundamenta en la capacidad de autodeterminación de la persona.

h) Expediente N° 2050-2002-AA/TC, sobre el particular, es necesario precisar que los


principios de culpabilidad, legalidad, tipicidad, entre otros, constituyen principios básicos
del derecho sancionador, que no sólo se aplican en el ámbito del derecho penal, sino
también en el del derecho administrativo sancionador, el cual incluye, naturalmente, al
ejercicio de potestades disciplinarias en el ámbito castrense. Una de esas garantías es, sin
lugar a dudas, que las faltas y sanciones de orden disciplinario deban estar previamente
tipificadas y señaladas en la ley.

11. Non bis in idem.- No se podrán imponer sucesiva o simultáneamente una pena y una
sanción administrativa por el mismo hecho en los casos en que se aprecie la identidad del
sujeto, hecho y fundamento.

i) Dicha prohibición se extiende también a las sanciones administrativas, salvo la


concurrencia del supuesto de continuación de infracciones a que se refiere el inciso 7.

j) X.X.X.

k) El principio de Non bis in ídem representa en nuestro sistema la prohibición de imponer


un doble castigo a una persona por una misma acción antijurídica.

Expediente N° 1670-2003-AA/TC, fundamento jurídico 3, señala: “El principio ne bis in


ídem tiene una doble configuración: por un lado, una versión sustantiva y, por otro, una
connotación procesal:

l) a) Desde el punto de vista material, el enunciado según el cual, “(...) nadie puede ser
castigado dos veces por un mismo hecho (...)”, expresa la imposibilidad de que recaigan
dos sanciones sobre el mismo sujeto por una misma infracción, puesto que tal proceder
constituiría un exceso del poder sancionador, contrario a las garantías propias del Estado
de Derecho. Su aplicación, pues, impide que una persona sea sancionada o castigada dos
(o más veces) por una misma infracción cuando exista identidad de sujeto, hecho y
fundamento.

m) b) En su vertiente procesal, tal principio significa que “(...) Nadie pueda ser juzgado dos
veces por los mismos hechos (...)”, es decir, que un mismo hecho no pueda ser objeto de
dos procesos distintos o, si se quiere, que se inicien dos procesos con el mismo objeto.
Con ello se impide, por un lado, la dualidad de procedimientos (por ejemplo, uno de orden
administrativo y otro de orden penal) y, por otro, el inicio de un nuevo proceso en cada
uno de esos órdenes jurídicos (dos procesos administrativos con el mismo objeto, por
ejemplo)”.

Este principio desborda el ámbito de la sanción y se traslada al estadio del procesamiento, es


decir, no sólo queda vedada la posibilidad de que se imponga una doble sanción a un infractor por
el mismo hecho, sino que también se encuentra prohibido que a este administrado se le someta a
más de un proceso sancionador por los mismos hechos.

Para su aplicación correcta debe producirse una triple identidad de presupuestos:

a) Identidad subjetiva o de persona, lo que significa que la persona física a la cual se le


persigue tenga que ser necesariamente la misma.

b) Identidad de hecho u objetiva, conocida también como la identidad de la causa de


persecución, que no es más que la estricta identidad entre los hechos que sirvieron de
fundamento para la apertura de los procesos penales, que no sólo reside en analizar el
nomen iuris con que se le denomina al delito o infracción que se imputa, sino va mucho
más allá y debe verificar el suceso fáctico en el que se sustentaron uno y otro proceso o
sanción.

c) Identidad causa de persecución o de fundamento

Determinación de la responsabilidad

Artículo 251.- Determinación de la responsabilidad

251.1 Las sanciones administrativas que se impongan al administrado son compatibles con el
dictado de medidas correctivas conducentes a ordenar la reposición o la reparación de la situación
alterada por la infracción a su estado anterior, incluyendo la de los bienes afectados, así como con
la indemnización por los daños y perjuicios ocasionados, las que son determinadas en el proceso
judicial correspondiente. Las medidas correctivas deben estar previamente tipificadas, ser
razonables y ajustarse a la intensidad, proporcionalidad y necesidades de los bienes jurídicos
tutelados que se pretenden garantizar en cada supuesto concreto.

251.2 Cuando el cumplimiento de las obligaciones previstas en una disposición legal corresponda a
varias personas conjuntamente, responderán en forma solidaria de las infracciones que, en su
caso, se cometan, y de las sanciones que se impongan.

Prescripción de infracciones administrativas

Artículo 252.- Prescripción

252.1 La facultad de la autoridad para determinar la existencia de infracciones administrativas,


prescribe en el plazo que establezcan las leyes especiales, sin perjuicio del cómputo de los plazos
de prescripción respecto de las demás obligaciones que se deriven de los efectos de la comisión de
la infracción. En caso ello no hubiera sido determinado, dicha facultad de la autoridad prescribirá a
los cuatro (4) años.

252.2 EI cómputo del plazo de prescripción de la facultad para determinar la existencia de


infracciones comenzará a partir del día en que la infracción se hubiera cometido en el caso de las
infracciones instantáneas o infracciones instantáneas de efectos permanentes, desde el día que se
realizó la última acción constitutiva de la infracción en el caso de infracciones continuadas, o
desde el día en que la acción cesó en el caso de las infracciones permanentes.

(…)

EI cómputo del plazo de prescripción sólo se suspende con la iniciación del procedimiento
sancionador a través de la notificación al administrado de los hechos constitutivos de infracción
que les sean imputados a título de cargo, de acuerdo a lo establecido en el artículo 255, inciso 3.
Dicho cómputo deberá reanudarse inmediatamente si el trámite del procedimiento sancionador
se mantuviera paralizado por más de veinticinco (25) días hábiles, por causa no imputable al
administrado.

252.3 La autoridad declara de oficio la prescripción y da por concluido el procedimiento cuando


advierta que se ha cumplido el plazo para determinar la existencia de infracciones. Asimismo, los
administrados pueden plantear la prescripción por vía de defensa y la autoridad debe resolverla
sin más trámite que la constatación de los plazos.

En caso se declare la prescripción, la autoridad podrá iniciar las acciones necesarias para
determinar las causas y responsabilidades de la inacción administrativa, solo cuando se advierta
que se hayan producido situaciones de negligencia.

CARACTERES DEL PROCEDIMIENTO SANCIONADOR

Artículo 254.- Caracteres del procedimiento sancionador

254.1 Para el ejercicio de la potestad sancionadora se requiere obligatoriamente haber seguido el


procedimiento legal o reglamentariamente establecido caracterizado por:

1. Diferenciar en su estructura entre la autoridad que conduce la fase instructora y la que decide la
aplicación de la sanción.

2. Considerar que los hechos probados por resoluciones judiciales firmes vinculan a las entidades
en sus procedimientos sancionadores.

(…)

3. Notificar a los administrados los hechos que se le imputen a título de cargo, la calificación de las
infracciones que tales hechos pueden constituir y la expresión de las sanciones que, en su caso, se
le pudiera imponer, así como la autoridad competente para imponer la sanción y la norma que
atribuya tal competencia.

4. Otorgar al administrado un plazo de cinco días para formular sus alegaciones y utilizar los
medios de defensa admitidos por el ordenamiento jurídico conforme al numeral 173.2 del artículo
173, sin que la abstención del ejercicio de este derecho pueda considerarse elemento de juicio en
contrario a su situación.

254.2 La Administración revisa de oficio las resoluciones administrativas fundadas en hechos


contradictorios con los probados en las resoluciones judiciales con calidad de cosa juzgada, de
acuerdo con las normas que regulan los procedimientos de revisión de oficio.

Artículo 255.- Procedimiento sancionador

Las entidades en el ejercicio de su potestad sancionadora se ciñen a las siguientes disposiciones:

1. El procedimiento sancionador se inicia siempre de oficio, bien por propia iniciativa o como
consecuencia de orden superior, petición motivada de otros órganos o entidades o por denuncia.

2. Con anterioridad a la iniciación formal del procedimiento se podrán realizar actuaciones previas
de investigación, averiguación e inspección con el objeto de determinar con carácter preliminar si
concurren circunstancias que justifiquen su iniciación.

3. Decidida la iniciación del procedimiento sancionador, la autoridad instructora del procedimiento


formula la respectiva notificación de cargo al posible sancionado, la que debe contener los datos a
que se refiere el numeral 3 del artículo precedente para que presente sus descargos por escrito en
un plazo que no podrá ser inferior a cinco días hábiles contados a partir de la fecha de notificación.
4. Vencido dicho plazo y con el respectivo descargo o sin él, la autoridad que instruye el
procedimiento realizará de oficio todas las actuaciones necesarias para el examen de los hechos,
recabando los datos e informaciones que sean relevantes para determinar, en su caso, la
existencia de responsabilidad susceptible de sanción.

(…)

5. Concluida, de ser el caso, la recolección de pruebas, la autoridad instructora del procedimiento


concluye determinando la existencia de una infracción y, por ende, la imposición de una sanción; o
la no existencia de infracción. La autoridad instructora formula un informe final de instrucción en
el que se determina, de manera motivada, las conductas que se consideren probadas constitutivas
de infracción, la norma que prevé la imposición de sanción; y, la sanción propuesta o la
declaración de no existencia de infracción, según corresponda.

Recibido el informe final, el órgano competente para decidir la aplicación de la sanción puede
disponer la realización de actuaciones complementarias, siempre que las considere indispensables
para resolver el procedimiento. El informe final de instrucción debe ser notificado al administrado
para que formule sus descargos en un plazo no menor de cinco (5) días hábiles.

6. La resolución que aplique la sanción o la decisión de archivar el procedimiento será notificada


tanto al administrado como al órgano u entidad que formuló la solicitud o a quién denunció la
infracción, de ser el caso.

• Medidas de carácter provisional

Artículo 256.- Medidas de carácter provisional

256.1 La autoridad que tramita el procedimiento puede disponer, en cualquier momento, la


adopción de medidas de carácter provisional que aseguren la eficacia de la resolución final que
pudiera recaer, con sujeción a lo previsto por el artículo 157.

256.2 Las medidas que se adopten deberán ajustarse a la intensidad, proporcionalidad y necesidad
de los objetivos que se pretende garantizar en cada supuesto concreto.

256.3 No se puede dictar medidas de carácter provisional que puedan causar perjuicio de difícil o
imposible reparación a los interesados o que impliquen violación de sus derechos.

256.4 Las medidas de carácter provisional no pueden extenderse más allá de lo que resulte
indispensable para cumplir los objetivos cautelares concurrentes en el caso concreto.

(…)

256.5 Durante la tramitación, la autoridad competente que hubiese ordenado las medidas de
carácter provisional las revoca, de oficio o a instancia de parte, cuando compruebe que ya no son
indispensables para cumplir los objetivos cautelares concurrentes en el caso concreto.

256.6 Cuando la autoridad constate, de oficio o a instancia de parte, que se ha producido un


cambio de la situación que tuvo en cuenta al tomar la decisión provisional, esta debe ser
cambiada, modificando las medidas provisionales acordadas o sustituyéndolas por otras, según
requiera la nueva medida.
256.7 El cumplimiento o ejecución de las medidas de carácter provisional que en su caso se
adopten, se compensan, en cuanto sea posible, con la sanción impuesta.

256.8 Las medidas de carácter provisional se extinguen por las siguientes causas:

1. Por la resolución que pone fi n al procedimiento en que se hubiesen ordenado. La autoridad


competente para resolver el recurso administrativo de que se trate puede, motivadamente,
mantener las medidas acordadas o adoptar otras hasta que dicte el acto de resolución del recurso.

2. Por la caducidad del procedimiento sancionador.

• Eximentes y atenuantes por infracciones

Artículo 257.- Eximentes y atenuantes de responsabilidad por infracciones

1.- Constituyen condiciones eximentes de la responsabilidad por infracciones las siguientes:

a) El caso fortuito o la fuerza mayor debidamente comprobada.

b) Obrar en cumplimiento de un deber legal o el ejercicio legítimo del derecho de defensa.

c) La incapacidad mental debidamente comprobada por la autoridad competente, siempre que


esta afecte la aptitud para entender la infracción.

d) La orden obligatoria de autoridad competente, expedida en ejercicio de sus funciones.

e) El error inducido por la Administración o por disposición administrativa confusa o ilegal.

(…)

f) La subsanación voluntaria por parte del posible sancionado del acto u omisión imputado como
constitutivo de infracción administrativa, con anterioridad a la notificación de la imputación de
cargos a que se refiere el inciso 3) del artículo 255.

2.- Constituyen condiciones atenuantes de la responsabilidad por infracciones las siguientes:

a) Si iniciado un procedimiento administrativo sancionador el infractor reconoce su


responsabilidad de forma expresa y por escrito.

En los casos en que la sanción aplicable sea una multa esta se reduce hasta un monto no menor de
la mitad de su importe.

b) Otros que se establezcan por norma especial.

• Resolución que concluye el procedimiento

Artículo 258.- Resolución

258.1 En la resolución que ponga fin al procedimiento no se podrán aceptar hechos distintos de
los determinados en el curso del procedimiento, con independencia de su diferente valoración
jurídica.
258.2 La resolución será ejecutiva cuando ponga fin a la vía administrativa. La administración
podrá adoptar las medidas cautelares precisas para garantizar su eficacia, en tanto no sea
ejecutiva.

258.3 Cuando el infractor sancionado recurra o impugne la resolución adoptada, la resolución de


los recursos que interponga no podrá determinar la imposición de sanciones más graves para el
sancionado.

• Caducidad del procedimiento sancionador

Artículo 259.- Caducidad administrativa del procedimiento sancionador

1. El plazo para resolver los procedimientos sancionadores iniciados de oficio es de nueve (9)
meses contado desde la fecha de notificación de la imputación de cargos. Este plazo puede ser
ampliado de manera excepcional, como máximo por tres (3) meses, debiendo el órgano
competente emitir una resolución debidamente sustentada, justificando la ampliación del plazo,
previo a su vencimiento. La caducidad administrativa no aplica al procedimiento recursivo.

Cuando conforme a ley las entidades cuenten con un plazo mayor para resolver la caducidad
operará al vencimiento de este.

2. Transcurrido el plazo máximo para resolver, sin que se notifique la resolución respectiva, se
entiende automáticamente caducado administrativamente el procedimiento y se procederá a su
archivo.

(…)

3. La caducidad administrativa es declarada de oficio por el órgano competente. El administrado se


encuentra facultado para solicitar la caducidad administrativa del procedimiento en caso el órgano
competente no la haya declarado de oficio.

4. En el supuesto que la infracción no hubiera prescrito, el órgano competente evaluará el inicio de


un nuevo procedimiento sancionador. El procedimiento caducado administrativamente no
interrumpe la prescripción.

5. La declaración de la caducidad administrativa no deja sin efecto las actuaciones de fiscalización,


así como los medios probatorios que no puedan o no resulte necesario ser actuados nuevamente.
Asimismo, las medidas preventivas, correctivas y cautelares dictadas se mantienen vigentes
durante el plazo de tres (3) meses adicionales en tanto se disponga el inicio del nuevo
procedimiento sancionador, luego de lo cual caducan, pudiéndose disponer nuevas medidas de la
misma naturaleza en caso se inicie el procedimiento sancionador.

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