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• La autotutela administrativa
La administración está capacitada como sujeto de derecho para tutelar por sí misma sus propias
situaciones jurídicas, incluso sus pretensiones innovativas del status quo, eximiéndose de recurrir
al órgano jurisdiccional en busca de tutela.
“(…) 44. La ejecutividad del acto administrativo está referida al atributo de eficacia, obligatoriedad,
exigibilidad, así como al deber de cumplimiento que todo acto regularmente emitido conlleva a
partir de su notificación; está vinculada a la validez del acto administrativo. La ejecutoriedad del
acto administrativo, en cambio, es una facultad inherente al ejercicio de la función de la
Administración Pública y tiene relación directa con la eficacia de dicho acto; en tal sentido, habilita
a la Administración a hacer cumplir por sí misma un acto administrativo dictado por ella, sin la
intervención del órgano judicial, respetando los límites impuestos por mandato legal, así como a
utilizar medios de coerción para hacer cumplir un acto administrativo y a contar con el apoyo de la
fuerza pública para la ejecución de sus actos cuando el administrado no cumpla con su
obligación y oponga resistencia de hecho.
Expediente N º 0015-2005-PI/TC. Municipalidad Metropolitana de Lima cc. Congreso de la
República
Art. 258.2. (D.S. N° 004-2019-JUS). La resolución será ejecutiva cuando ponga fin a la vía
administrativa. La administración podrá adoptar las medidas cautelares precisas para garantizar su
eficacia, en tanto no sea ejecutiva.
Asimismo, para caracterizar la ejecutoriedad de los actos administrativos, dicha Ley consagra
como uno de sus requisitos el de contener una obligación de dar, hacer o no hacer a favor de la
Administración Pública
“La presente Ley tiene por finalidad establecer el régimen jurídico aplicable para que la actuación
de la Administración Pública sirva a la protección del interés general, garantizando los derechos e
intereses de los administrados y con sujeción al ordenamiento constitucional y jurídico en
general”.
Existen derechos fundamentales que se ven limitados o afectados por la ejecutividad de los actos
administrativos. Uno de ello es, por ejemplo, aquel mencionado anteriormente; a saber, el de la
tutela jurisdiccional efectiva.
Se debe tener en cuenta, que no basta únicamente con que el acto administrativo y su ejecución
puedan ser cuestionados en sede jurisdiccional para considerar que se respeta el derecho a la
tutela jurisdiccional, sino que debe darse un paso adelante, tratando de asegurar la plena
efectividad de dicho derecho, y se propone entender que la Administración Pública no puede
ejecutar un acto administrativo hasta que el órgano jurisdiccional no se pronuncie respecto de la
solicitud cautelar de suspensión del acto, una vez que fuera presentado por el administrado,
garantizándole al extremo su derecho a la tutela jurisdiccional efectiva.
La admisión de la demanda no impide la vigencia ni la ejecución del acto administrativo, salvo que
el Juez mediante una medida cautelar o la ley, disponga lo contrario.
EJECUTIVIDAD: Alude al común atributo de todo acto administrativo de ser eficaz, vinculante o
exigible.
Los actos administrativos tendrán carácter ejecutario, salvo disposición legal expresa en contrario,
mandato judicial o que estén sujetos a condición o plazo conforme a ley.
204.1 Salvo norma expresa en contrario, los actos administrativos pierden efectividad y
ejecutoriedad en los siguientes casos:
204.1.2 Cuando transcurridos dos (2) años de adquirida firmeza, la administración no ha iniciado
los actos que le competen para ejecutarlos.
204.1.3 Cuando se cumpla la condición resolutiva a que estaban sujetos de acuerdo a ley.
204.2 Cuando el administrado oponga al inicio de la ejecución del acto administrativo la pérdida
de su ejecutoriedad, la cuestión es resuelta de modo irrecurrible en sede administrativa por la
autoridad inmediata superior, de existir, previo informe legal sobre la materia.
El acto administrativo tiene como característica común el de la ejecutividad, empero no todo acto
administrativo tiene ejecutoriedad. Mientras el primero está relacionado con la fuerza obligatoria
como efecto inherente a todo acto administrativo frente a los administrados (por lo que el
administrado siempre tendrá derecho a impugnarlo), el segundo está relacionado con la ejecución
forzosa como una potestad de la Administración Pública para hacer valer su derecho de la
autotutela administrativa ante situaciones de orden imperativo.
Es posible que un acto administrativo sea ejecutorio y que no se recurra a la ejecución forzosa del
mismo, por lo menos no en el sentido de coacción por la fuerza. Ello ocurriría cuando un
administrado decide por su propia voluntad acatarlo dispuesto por el acto administrado, situación
que permitiría señalar al acto emanado como ejecutable y ejecutorio, mas no como de ejecución
forzosa
Es por ello que siempre se deberá requerir al administrado a que cumpla con la
prestación espontáneamente.
En caso el administrado decida hacer caso omiso al acto administrativo (ello implica naturalmente
que el mismo haya sido debidamente notificado), entonces, se podrá iniciar el medio coercitivo
específicamente aplicable. Aquí, empieza a surgir los efectos de la ejecución forzosa en stricto
sensu.
Para proceder a la ejecución forzosa de actos administrativos a través de sus propios órganos
competentes, o de la Policía Nacional del Perú, la autoridad cumple las siguientes exigencias:
1. Que se trate de una obligación de dar, hacer o no hacer, establecida a favor de la entidad.
3. Que tal obligación derive del ejercicio de una atribución de imperio de la entidad o provenga de
una relación de derecho público sostenida con la entidad.
5. Que no se trate de acto administrativo que la Constitución o la ley exijan la intervención del
Poder Judicial para su ejecución.
En caso de resoluciones finales que ordenen medidas correctivas, la legitimidad para obrar en los
procesos civiles de ejecución corresponde a las partes involucradas.
206.1 La decisión que autorice la ejecución administrativa será notificada a su destinatario antes
de iniciarse la misma.
206.2 La autoridad puede notificar el inicio de la ejecución sucesivamente a la notificación del acto
ejecutado, siempre que se facilite al administrado cumplir espontáneamente la prestación a su
cargo.
• Ejecución coactiva
• Ejecución subsidiaria
• Multa coercitiva
207.2. Si fueran varios los medios de ejecución aplicables, se elegirá el menos restrictivo de la
libertad individual.
207.3. Si fuese necesario ingresar al domicilio o a la propiedad del afectado, deberá seguirse lo
previsto por el inciso 9) del artículo 20 de la Constitución Política del Perú.
• EJECUCIÓN COACTIVA
Habrá lugar a la ejecución subsidiaria cuando se trate de actos que por no ser personalísimos
puedan ser realizados por sujeto distinto del obligado:
1. En este caso, la entidad realizará el acto, por sí o a través de las personas que determine, a costa
del obligado.
• Multa Coercitiva
210.2 La multa coercitiva es independiente de las sanciones que puedan imponerse con tal
carácter y compatible con ellas.
Multa coercitiva
Compulsión de las Personas
Los actos administrativos que impongan una obligación personalísima de no hacer o soportar,
podrán ser ejecutados por compulsión sobre las personas en los casos en que la ley
expresamente lo autorice, y siempre dentro del respeto debido a su dignidad y a los derechos
reconocidos en la Constitución Política.
Si los actos fueran de cumplimiento personal, y no fueran ejecutados, darán lugar al pago de los
daños y perjuicios que se produjeran, los que se deberán regular judicialmente.
- La ley establece la posibilidad de que los actos de las autoridades administrativas sean
susceptibles de revisión.
Revisión de oficio
Rectificación de errores
- Los errores materiales o aritméticos en los actos administrativos pueden ser rectificados
con efecto retroactivo, en cualquier momento, de oficio o a instancia de los administrados.
Si el error no es esencial, esto es, no afecta el sentido del acto administrativo, la propia autoridad
que emitió el acto puede corregirlo.
No es necesario que ese pedido sea de parte, ni que se derive el expediente al superior del órgano
que emitió el acto.
Ello es una expresión del principio de celeridad, que consiste en que quienes participen en el
procedimiento realice todas aquellas actuaciones que permitan obtener una decisión en el tiempo
más breve que sea posible, evitando así cualquier vulneración a los derechos de las partes o al
interés público
• la revocación del acto administrativo Lo hace la autoridad del mas alto nivel.
Cabe indicar que si la revisión fuese a pedido de parte, esta acción no podría considerarse como la
puesta en marcha de un recurso administrativo, por cuanto la redacción del contenido o sentido
del acto aún no es definitivo.
Recién una vez que se corrijan los errores que se hubiesen cometido es que se tendrá un acto
definitivo, fecha a partir de la cual se empezará a computar el plazo para que el administrado
pueda ejercer su derecho de contradicción.
Asimismo, se encuentra proscrita cualquier rectificación de oficio que corrigiendo los supuestos
errores aritméticos o materiales, en realidad modifiquen la decisión final contenida en el acto
administrativo. Incluso si el órgano administrativo competente identificara que el acto en cuestión
ha incurrido en una causal de nulidad, no puede modificar su contenido, sino que deberá solicitar
a su superior jerárquico para que este analice y evalúe si procede declarar la nulidad de oficio de
ese acto.
Errores materiales: son errores de tipeo del texto, que no cambia accidentalmente el sentido
primigenio de la decisión contenida en el acto administrativo.
Si bien con el ejercicio de esta potestad se podría perjudicar al particular beneficiado con el acto
administrativo, es deber de la autoridad ejercer esta potestad cuando dicho acto vulnera el interés
público. La idea de otorgar la posibilidad de dejar sin efecto las consecuencias establecidas por un
acto que adolece de un vicio grave es defender —de manera oportuna y con las garantías que el
procedimiento administrativo brinda— el interés público.
Nulidad de oficio
- Causales de nulidad señaladas en el artículo 10° del TUO de la Ley, aun cuando hayan
quedado firmes.
- Siempre que agravien el interés general, a ello se le llama requisito de doble lesividad.
Proceso de lesividad
- Proceso judicial mediante el cual la Administración solicita la nulidad de un acto emitido
por la misma.
Primer requisito: Acto viciado por alguna de las causales previstas en el artículo 10 del TUO de la
LPAG.
Nota: El interés público se encuentra determinado por la finalidad pública establecida en la norma
que se le encarga garantizar a la autoridad.
Finalmente, debe indicarse que la declaración de nulidad tendrá efecto declarativo y retroactivo a
la fecha del acto, salvo derechos adquiridos de buena fe por terceros, en cuyo caso operará a
futuro, de conformidad a lo dispuesto en el Numeral 12.1 del Artículo 12 del TUO de la LPAG.
De acuerdo al Numeral 213.2 del Artículo 213 de la LPAG, la nulidad de oficio sólo puede ser
declarada por el funcionario jerárquico superior al que expidió el acto que se invalida. Si se tratara
de un acto emitido por una autoridad que no está sometida a subordinación jerárquica, la nulidad
será declarada por resolución del mismo funcionario.
Cabe precisar que la nulidad no la tiene que declarar el órgano de mayor jerarquía —como sucede
en la revocación, sino el órgano superior inmediato del que emitió el acto a invalidar.
En el caso particular de los actos administrativos emitidos por consejos o tribunales competentes
para resolver controversias en última instancia, la declaración de nulidad no corresponderá al
superior jerárquico, sino que serán los propios consejos o tribunales los que definirán tal situación
mediante acuerdo unánime, conforme al Numeral 213.5 del Artículo 213 de la LPAG. Dicha
atribución podrá ser ejercida en el plazo de un dos años contados desde la fecha en que el acto
haya quedado consentido, También procede que el titular de la Entidad demande su nulidad en la
vía del proceso contencioso administrativo, siempre que la demanda se interponga dentro de los
tres años siguientes de notificada la resolución emitida por el consejo o tribunal.
De acuerdo al Numeral 213.3 del Artículo 213 del TUO de la LPAG, la facultad para declarar la
nulidad de oficio de los actos administrativos prescribe en el plazo de dos años, contado a partir de
la fecha en que hayan quedado consentidos o contado a partir de la notificación a la autoridad
administrativa de la sentencia penal condenatoria firme, en lo referido a la nulidad de los actos
previstos en el numeral 4 del artículo10.
Se debe precisar que el establecimiento de un plazo tiene como objetivo otorgarle seguridad
jurídica a los administrados respecto del tiempo en que la autoridad podría revisar y, si fuera el
caso, declarar nulo un acto administrativo.
El Numeral 213.4 del Artículo 213 del TUO de la LPAG establece que en caso de que haya prescrito
el plazo previsto en el numeral anterior, sólo procede demandar la nulidad ante el Poder Judicial
vía el proceso contencioso administrativo, siempre que la demanda se interponga dentro de los
tres (3) años siguientes contados desde la fecha en que prescribió la facultad para declarar la
nulidad en sede administrativa.
Si bien es cierto que el Artículo 213 del TUO de la LPAG no establece una obligación legal expresa a
cargo de la Administración a efectos de incorporar al administrado a quién beneficia el acto
administrativo intervenido –entiéndase nulo–, el Tribunal Constitucional ha sostenido que existe
esta obligación para que el administrado ejerza su derecho de defensa respecto de los intereses
que se vean afectados e informarle sobre el inicio de dicho procedimiento, de conformidad con lo
dispuesto en el acápite a) del Inciso 24 del Artículo 2 de la Constitución Política del Perú
La revocación es una potestad excepcional que tiene la Administración para modificar, reformar,
sustituir o extinguir los efectos jurídicos futuros de un acto administrativo válido. El ejercicio de
esta potestad se sustenta en un cambio de las circunstancias (fácticas o jurídicas) que dieron lugar
a la emisión del acto declarativo o constitutivo de derechos y a que el interés público exija la
revocación de dicho acto.
- Dicha revocatoria, a diferencia de la nulidad de oficio, opera únicamente con efectos hacia
delante.
De acuerdo a lo señalado en el Artículo 214 del TUO de la LPAG, los supuestos habilitantes para
revocar un acto administrativo son:
(i) La existencia de una norma con rango legal que autorice la revocación del acto;
(ii) La modificación de las condiciones exigidas legalmente para la emisión del acto, cuya
permanencia resulta indispensable para la existencia de la relación jurídica creada; o,
(iv) Cuando se trate de un acto contrario al ordenamiento jurídico que cause agravio o
perjudique la situación jurídica del administrado, siempre que no lesione derechos de
terceros ni afecte el interés público.
Descargos alegatos del administrado – no menor de 5 días. Art. 214.1.4 del TUO.
De acuerdo al Numeral 214.1.4 del Artículo 214 del TUO de la LPAG, la revocación prevista en este
numeral sólo podrá ser declarada por la más alta autoridad de la entidad competente, previa
oportunidad a los posibles afectados otorgándole un plazo no menor de 5 días para presentar sus
alegatos y evidencias en su favor.
A diferencia de la declaración de nulidad de oficio, la revocación solo podrá ser declarada por la
más alta autoridad ─y no solo por el superior jerárquico─ de la entidad donde se emitió el acto a
revocar. Este acto también agotará la vía administrativa y solo se podrá cuestionar ante el Poder
Judicial.
De conformidad con el Numeral 216.1 del Artículo 216 del TUO de la LPAG, cuando la revocación
origine perjuicio económico al administrado, la resolución que la decida deberá contemplar lo
conveniente para efectuar la indemnización correspondiente en sede administrativa.
Así, el Tribunal del Indecopi ha señalado que dicha resolución deberá contener, como mínimo, la
cuantía de la compensación y la autoridad encargada del pago.
Recurso administrativo
Recursos administrativos
No serán en ningún caso revisables en sede administrativa los actos que hayan sido objeto de
confirmación por sentencia judicial firme.
En aparente numerus clausus, la Ley señala que existen tres recursos administrativos:
a) Recurso de reconsideración
b) Recurso de apelación
c) Recurso de revisión
RECURSOS ADMINISTRATIVOS
• Revisión de los actos administrativos a través de los recursos administrativos
Cuando el error o vicio perjudica al administrado, aquel será el único legitimado para pedir su
revisión ante la misma autoridad o su superior jerárquico a través de la interposición de los
recursos administrativos que prevé el ordenamiento jurídico para tal efecto.
Los recursos tienen por finalidad que la autoridad administrativa, a través del propio órgano del
que procede el acto cuestionado o a través de un órgano superior revise un acto administrativo
que vulnera algún derecho o interés legítimo del impugnante.
217.1 Conforme a lo señalado en el artículo 120, frente a un acto administrativo que se supone
viola, desconoce o lesiona un derecho o interés legítimo, procede su contradicción en la vía
administrativa mediante los recursos administrativos señalados en el artículo siguiente,
iniciándose el correspondiente procedimiento recursivo.
217.2 Sólo son impugnables los actos definitivos que ponen fin a la instancia y los actos de trámite
que determinen la imposibilidad de continuar el procedimiento o produzcan indefensión. La
contradicción a los restantes actos de trámite deberá alegarse por los interesados para su
consideración en el acto que ponga fin al procedimiento y podrán impugnarse con el recurso
administrativo que, en su caso, se interponga contra el acto definitivo.
217.3 No cabe la impugnación de actos que sean reproducción de otros anteriores que hayan
quedado firmes, ni la de los confirmatorios de actos consentidos por no haber sido recurridos en
tiempo y forma.
- Debe ser un acto definitivo que ponga fin a la instancia o, en caso sea un acto de trámite,
éste debe impedir la continuación del procedimiento o producir la indefensión del
recurrente. Puede tratarse, por ejemplo, de la improcedencia de un pedido del
administrado, toda vez que en este caso, si bien no se ha obtenido un pronunciamiento de
fondo, la decisión de la autoridad impide al administrado resolver su caso. La suspensión
del procedimiento también podría ser susceptible de impugnación, toda vez que si no se
permite su impugnación, el administrado no tendría la posibilidad de discutir ese tipo de
actos, lo cual lo dejaría en indefensión.
- Por una cuestión de seguridad jurídica, la revisabilidad de los actos no puede encontrarse
abierta indefinidamente, sino que debe sujetarse a un plazo.
- Vencido dicho plazo, se entiende que el administrado ha perdido su interés en recurrir del
acto.
- Así los dispone de manera expresa el Artículo 222 del TUO de la LPAG.
- “Una vez vencidos los plazos para interponer los recursos administrativos se perderá el
derecho a articularlos quedando firme el acto”.
- Por una cuestión de seguridad jurídica, la revisabilidad de los actos no puede encontrarse
abierta indefinidamente, sino que debe sujetarse a un plazo.
- Vencido dicho plazo, se entiende que el administrado ha perdido su interés en recurrir del
acto.
- Así los dispone de manera expresa el Artículo 222 del TUO de la LPAG.
- “Una vez vencidos los plazos para interponer los recursos administrativos se perderá el
derecho a articularlos quedando firme el acto”.
Las Empresas Electronorte S.A. y otras impugnaron la Resolución Nº 0652013-OS/CD que emitiera
OSINERGMIN (en adelante, la Resolución Nº 065), la cual tenía una serie de mandatos que tenían
efectos sobre la situación jurídica de las recurrentes. Cabe indicar que los mandatos contenidos en
la Resolución Nº 065 se basaban en lo dispuesto por el Reglamento de Licitaciones de Suministro
de Electricidad aprobado por Decreto Supremo Nº 052-2007-EM (en adelante, el Reglamento de
Licitaciones.
SOLO SON RECURRIBLES LOS ACTOS DEFINITIVOS QUE SE PRONUNCIAN SOBRE LA SITUACIÓN
JURÍDICA DE UN ADMINISTRADO
El 18 de noviembre del 2013, Activos Peruanos S.A.C. (en adelante, Activos Peruanos) solicitó a la
Comisión de Protección al Consumidor que declare la nulidad de la Resolución Nº 4204-2012/CPC,
alegando que esta resolución contendría una serie de vicios que violaban sus derechos. Mediante
Resolución Nº 2608-2013/CC2, la Comisión solicitó a la Sala del Consumidor (en adelante, la Sala)
que evalúe si procede iniciar un procedimiento para declarar la nulidad de la Resolución Nº 4204-
2012/CPC.
Activos Peruanos apeló la Resolución Nº 2608-2013/CC2, por considerar que esta resolución no se
pronunció sobre su pedido de que se declare la nulidad de la Resolución Nº 4204-2012/CPC, sino
que solo ha derivado su pedido a la Sala.
Por esa razón, declaró improcedente el recurso de apelación contra la Resolución Nº 2608-
2013/CC2, dado que este acto no contenía acto recurrible alguno,
Los recursos administrativos
De otro lado, si bien los actos administrativos definitivos son emitidos bajo la forma de una
resolución, el que no se cumpla con esta formalidad no impedirá que se pueda impugnar una
decisión administrativa que reúna las características de un acto administrativo.
Lo que debe analizarse en estos casos es si la decisión impugnada cumple con los presupuestos
necesarios para ser considerado un acto administrativo impugnable, y de ser así, éste se
pronuncie de manera negativa sobre un pedido del administrado y/o vulnere su derecho o
interés legítimo.
La señora Vilma Álvarez Aguilar, interpuso una demanda de cumplimiento contra la Derrama
Magisterial-Cajamarca, con el objeto de que, en cumplimiento de la Carta Nº 179-09-DM-EPS, se
levante el flac de descuento de aportes. Argumentó que pese a haber renunciado a la entidad,
esta era renuente a acatar el acto administrativo contenido en la mencionada carta. La demanda
fue declarada liminarmente improcedente por estimarse que la carta cuyo cumplimiento se
reclamaba no era un acto administrativo firme y de imperatividad manifiesta, sino por el contrario
un acto de administración interna.
UNA ESQUELA PUEDE SER RECURRIBLE SI REÚNE LOS ELEMENTOS DEL ACTO ADMINISTRATIVO
Por Resolución Nº 00539-4-2003 del 30 de enero de 2003, el Tribunal Fiscal consideró que si bien
formalmente una esquela no es una resolución administrativa, dicho documento contenía todos
los elementos necesarios para ser considerado como un acto administrativo impugnable, puesto
que se pronunciaba sobre un pedido del administrado, tenía efectos directos y concretos sobre su
situación jurídica (el pago de una deuda tributaria) y constituía una decisión final respecto de su
pedido.
El escrito del recurso deberá señalar el acto del que se recurre y cumplirá los demás requisitos
previstos en el artículo 124.
Todo escrito que se presente ante cualquier entidad debe contener lo siguiente:
2. La expresión concreta de lo pedido, los fundamentos de hecho que lo apoye y, cuando le sea
posible, los de derecho.
3. Lugar, fecha, firma o huella digital, en caso de no saber firmar o estar impedido.
4. La indicación del órgano, la entidad o la autoridad a la cual es dirigida, entendiéndose por tal, en
lo posible, a la autoridad de grado más cercano al usuario, según la jerarquía, con competencia
para conocerlo y resolverlo.
5. La dirección del lugar donde se desea recibir las notificaciones del procedimiento, cuando sea
diferente al domicilio real expuesto en virtud del numeral 1. Este señalamiento de domicilio surte
sus efectos desde su indicación y es presumido subsistente, mientras no sea comunicado
expresamente su cambio.
- El agravio que le ocasiona el acto administrativo impugnado. Para tal efecto, indicar qué
derecho o interés legítimo estaría siendo vulnerado por el acto impugnado; y,
En caso no se cumpla con señalar lo anterior, la autoridad podrá declarar improcedente el recurso.
• TIPOS DE RECURSOS
a) Recurso de reconsideración
b) Recurso de apelación
Solo en caso que por ley o decreto legislativo se establezca expresamente, cabe la interposición
del recurso administrativo de revisión.
218.2 El término para la interposición de los recursos es de quince (15) días perentorios, y deberán
resolverse en el plazo de treinta (30) días.
El recurso de reconsideración se interpondrá ante el mismo órgano que dictó el primer acto que es
materia de la impugnación y deberá sustentarse en nueva prueba. En los casos de actos
administrativos emitidos por órganos que constituyen única instancia no se requiere nueva
prueba. Este recurso es opcional y su no interposición no impide el ejercicio del recurso de
apelación.
El objetivo es que el mismo órgano revise si existen nuevos elementos de juicio fácticos que
permitan cambiar su decisión inicial. Son estos elementos los que le deberían llevar a cambiar de
opinión, porque se entiende que la autoridad ya ha analizado todas las aristas jurídicas de su
decisión, motivo por el cual no se le puede plantear este tipo de argumentos para la revisión de su
acto administrativo inicial.
En caso existiera un cuestionamiento jurídico a su decisión inicial, este recurso debería ser
encausado como una apelación y elevarse al superior jerárquico.
Si la decisión es solo adoptada por una única instancia, entonces sí podría interponerse este tipo
de recurso al existir una sola instancia.
• CASO
El 11 de diciembre de 2012, San Miguel Servicios Logísticos S.R.L. (en adelante, San Miguel)
interpuso un reclamo contra el área de facturación de Terminales Portuarios Euroandinos Paita
S.A. (en adelante, TPE) que le requirió la cancelación de un servicio denominado “asignación y
seteo” de contenedor, el cual no se encontraba contemplado dentro de los servicios estándar que
prestaba el terminal y, además, nunca había solicitado ese servicio.
Mediante Resolución Nº 004-2013-GAF, TPE declaró infundado el reclamo presentado por San
Miguel. Ante este pronunciamiento, San Miguel interpuso recurso de reconsideración, adjuntando
para tal efecto prueba nueva.
En el presente caso, TPE solo descarta las nuevas pruebas presentadas sin realizar análisis alguno
sobre ellas. Solo manifiesta que las nuevas pruebas no le generan convicción alguna sin señalar
cuál es el fundamento de dicha decisión. Por esa razón, el Tribunal le ordenó a TPE que emita
nuevo pronunciamiento sobre todos los medios probatorios que San Miguel adjuntó en su
recurso, debiendo explicar las razones por las que no fue amparada y los fundamentos que le
llevaban a desestimar las nuevas pruebas aportadas
• Recurso de apelación
De acuerdo al artículo en mención, el recurso de apelación debe ser presentado ante el mismo
órgano que emitió la resolución administrativa que se impugna. Este órgano será el encargado de
elevar todo lo actuado a su superior jerárquico el mismo día en el que se presenta el recurso
(Numeral 1 del Art. 143 del TUO de la LPAG. (pregunta…)
El órgano jerárquicamente superior resolverá la apelación, pudiendo fallar en dos sentidos: (i) de
manera estimatoria; o, (ii) de manera desestimatoria.
Resulta importante destacar que en el primer caso el órgano superior le da la razón al impugnante
y al hacerlo, puede optar entre dejar sin efecto lo resuelto, de manera que devuelve el expediente
para que el órgano inferior se vuelva a pronunciar, o sustituir lo resuelto en la instancia inferior
por una nueva decisión.
• Recurso de revisión
(…)
• Solo en caso que por ley o decreto legislativo se establezca expresamente, cabe la
interposición del recurso administrativo de revisiónActo firme
Una vez vencidos los plazos para interponer los recursos administrativos se perderá el derecho a
articularlos quedando firme el acto.
Significa que el acto administrativo ya no pueda ser cuestionado directamente por los
administrados ni vía el contencioso administrativo. La razón de esta norma se encuentra en dotar
de seguridad jurídica a los actos administrativos emitidos por la autoridad.
Sin embargo, la única forma de revisar un acto administrativo firme es mediante el inicio de un
procedimiento de oficio de declaración de nulidad por agravio al interés público, dado que existe
una prioridad del interés público sobre el privado.
“Nuestro sistema del contencioso – administrativo se caracteriza por la necesidad de agotar la vía
administrativa para poder acudir al órgano jurisdiccional(…) Este sistema parece encontrar
justificación en el propio Artículo 148 de la Constitución que, al momento de referirse al proceso
contencioso administrativo, señala que las resoluciones administrativas que causan estado son
susceptibles de ser cuestionadas en el proceso contencioso – administrativo. Precisamente ese
causar estado haría referencia a la necesidad que existe de agotar la vía administrativa.
Como puede apreciarse, si el administrado no impugna el acto administrativo dentro del plazo
respectivo, el acto administrativo adquiere la calidad de acto firme.
• Error en la calificación
El error en la calificación del recurso por parte del recurrente no será obstáculo para su
tramitación siempre que del escrito se deduzca su verdadero carácter.
Este artículo debe ser interpretado conjuntamente con el numeral 3 del artículo 86 del TUO de la
LPAG que establece que la autoridad debe encausar de oficio el procedimiento, cuando advierta
cualquier error u omisión de los administrados, sin perjuicio de la actuación que les corresponda a
ellos.
• Error en la calificación
• Que del escrito se pueda deducir la voluntad de recurrir el acto administrativo. La idea es
que la autoridad procure tomar en cuenta lo que el administrado deseaba obtener al
momento de presentar el escrito, a efectos de darle el trámite que corresponda a su
pedido.
• Que deba existir ambigüedad u oscuridad en la redacción del escrito, lo cual propicie
diversas interpretaciones sobre su sentido. Estas posibles interpretaciones del escrito
deben ser analizadas al momento de calificar su contenido y justificar por qué se opta por
una u otra interpretación; y,
• Que, ante la duda sobre el sentido del escrito, se debe calificar el escrito de la forma más
beneficiosa para el administrado.
De acuerdo al Artículo 224 del TUO de la LPAG, los recursos administrativos se ejercitarán por una
sola vez en cada procedimiento administrativo y nunca simultáneamente.
227.1 La resolución del recurso estimará en todo o en parte o desestimará las pretensiones
formuladas en el mismo o declarará su inadmisión.
Al momento de pronunciarse sobre el recurso del administrado, la autoridad debe responder cada
una de sus pretensiones impugnatorias. No es necesario que se pronuncie exhaustivamente sobre
cada uno de los argumentos del administrado, sino solo sobre aquellos que resulten relevantes
sobre las cuestiones impugnadas. Aquellos argumentos que no estén vinculados con dichas
cuestiones serán declarados irrelevantes con la argumentación que justifique dicha declaración.
De otro lado, en caso se constate una causal de nulidad, la autoridad, además de la declaración de
nulidad, resolverá sobre el fondo del asunto, de contarse con los elementos suficientes para ello.
Cuando no sea posible pronunciarse sobre el fondo del asunto, se dispondrá la reposición del
procedimiento al momento en que el vicio se produjo.
Esta norma regula el principio de prohibición de reenvío, que establece que si el superior
jerárquico tiene elementos suficientes para resolver el fondo del asunto cuestionado, entonces
debe pronunciarse sobre el asunto. El objetivo es evitar demoras innecesarias que vulneren el
derecho del administrado a obtener un pronunciamiento en un tiempo razonable.
• Suspensión de la ejecución
226.1 La interposición de cualquier recurso, excepto los casos en que una norma legal establezca
lo contrario, no suspenderá la ejecución del acto impugnado.
226.2 No obstante lo dispuesto en el numeral anterior, la autoridad a quien competa resolver el
recurso suspende de oficio o a petición de parte la ejecución del acto recurrido cuando concurra
alguna de las siguientes circunstancias:
226.4 Al disponerse la suspensión podrán adoptarse las medidas que sean necesarias para
asegurar la protección del interés público o los derechos de terceros y la eficacia de la resolución
impugnada.
228.1 Los actos administrativos que agotan la vía administrativa podrán ser impugnados ante el
Poder Judicial mediante el proceso contencioso-administrativo a que se refiere el artículo 148 de
la Constitución Política del Estado.
a) El acto respecto del cual no proceda legalmente impugnación ante una autoridad u órgano
jerárquicamente superior en la vía administrativa o cuando se produzca silencio
administrativo negativo, salvo que el interesado opte por interponer recurso de
reconsideración, en cuyo caso la resolución que se expida o el silencio administrativo
producido con motivo de dicho recurso impugnativo agota la vía administrativa; o
d) El acto que declara de oficio la nulidad o revoca otros actos administrativos en los casos a
que se refieren los artículos 213 y 214; o
e) Los actos administrativos de los Tribunales o Consejos Administrativos regidos por leyes
especiales.
POTESTAD SANCIONADORA EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
La potestad sancionadora de la Administración Pública constituye una manifestación del ius
puniendi y por tanto, posee la misma fuente que el derecho penal, quedando limitada
al procesamiento, evaluación y/o sanción de aquellas infracciones que vulneran el orden jurídico al
incumplir las disposiciones emanadas de la Administración, por tanto, también queda constituido
como el instrumento de coerción a ser empleado para garantizar el cumplimiento de las
decisiones de la Administración Pública.
Primer nivel de infracción o afectación social está constituido por los delitos
Procedimiento Sancionador
247.1 Las disposiciones del presente Capítulo disciplinan la facultad que se atribuye a cualquiera
de las entidades para establecer infracciones administrativas y las consecuentes sanciones a los
administrados.
247.2 Las disposiciones contenidas en el presente Capítulo se aplican con carácter supletorio a
todos los procedimientos establecidos en leyes especiales, incluyendo los tributarios, los que
deben observar necesariamente los principios de la potestad sancionadora administrativa a que se
refiere el artículo 248, así como la estructura y garantías previstas para el procedimiento
administrativo sancionador.
247.3 La potestad sancionadora disciplinaria sobre el personal de las entidades se rige por la
normativa sobre la materia.
El proceso administrativo disciplinario es una derivación del poder de dirección del empleador, en
la relación existente entre el trabajador y el empleador
Existen multiplicidad de regímenes normativos disciplinarios como regímenes laborales, pero
todos están relacionadas con la conducta de las personas que desarrollan actividades en la
Administración Pública.
Establece las normas para regular los procedimientos disciplinarios contra jueces, fiscales de todos
los niveles, así como los jefes de la Autoridad Nacional de Control del Poder Judicial y del
Ministerio Público. También serán pasibles de estos procesos los jefes de la Oficina Nacional de
Procesos Electorales (ONPE) y del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec).
El régimen laboral de la actividad privada - TUO del Decreto Legislativo N° 728, no cuenta con un
apartado normativo que regule el régimen disciplinario, pero ello, no significa que dicho régimen
laboral es ajeno o se encuentre excluido de contar con un apartado normativo que regule el
aspecto sancionador, por el contrario, resulta posible identificar con claridad que sus artículos 22 a
33 se encuentran dedicados a regular las infracciones, sanciones, procedimiento y garantías de la
actuación disciplinaria.
La Ley N° 30057, Ley del Servicio Civil contempla una regulación especial para el régimen
disciplinario.
El título V, establece las disposiciones particulares referidas a las faltas, al régimen de sanciones y
al procedimiento sancionador, resaltando en ello la configuración de las autoridades que se
encontrarán encargadas de llevar adelante este procedimiento.
El artículo 92, establece que son autoridades del procedimiento administrativo disciplinario:
c) El titular de la entidad,
También ha previsto al secretario técnico como encargado de precalificar las presuntas faltas,
documentar la actividad probatoria, proponer la fundamentación y administrar los archivos
emanados del ejercicio de la potestad sancionadora disciplinaria.
La potestad sancionadora de todas las entidades está regida adicionalmente por los siguientes
principios especiales:
1. Legalidad.- Sólo por norma con rango de ley cabe atribuir a las entidades la potestad
sancionadora y la consiguiente previsión de las consecuencias administrativas que a título
de sanción son posibles de aplicar a un administrado, las que en ningún caso habilitarán a
disponer la privación de libertad.
Exp. N° 8957-2006-PA/TC
Fundamento 14: Como lo ha expresado este Tribunal (Caso de la Legislación Antiterrorista, Exp. N.°
010-2002-AI/TC), el principio [de legalidad] impone tres exigencias: la existencia de una ley (lex
scripta), que la ley sea anterior al hecho sancionado (lex praevia), y que la ley describa un supuesto
de hecho estrictamente determinado (lex certa).
“El derecho al debido proceso, y los derechos que contiene son invocables, y, por tanto, están
garantizados, no solo en el seno de un proceso judicial, sino también en el ámbito del
procedimiento administrativo. Así, el debido proceso administrativo supone, en toda
circunstancia, el respeto –por parte de la administración pública o privada– de todos los principios
y derechos normalmente invocables en el ámbito de la jurisdicción común o especializada, a los
cuales se refiere el artículo 139° de la Constitución (juez natural, juez imparcial e independiente,
derecho de defensa, etc.). El fundamento principal por el que se habla de un debido
procedimiento administrativo encuentra sustento en el hecho de que tanto la jurisdicción como la
administración están indiscutiblemente vinculados a la Carta Magna, de modo que si ésta resuelve
sobre asuntos de interés de los administrados, y lo hace mediante procedimientos internos, no
existe razón alguna para desconocer las categorías invocables ante el órgano jurisdiccional”
x.x.x.x.
e) La reincidencia, por la comisión de la misma infracción dentro del plazo de un (1) año desde que
quedó firme la resolución que sancionó la primera infracción.
STC N° 00535-2009-PA/TC,
15.A su vez, el principio de razonabilidad conduce a una valoración respecto del resultado del
razonamiento del juzgador expresado en su decisión, mientras que el procedimiento para llegar a
este resultado sería la aplicación del principio de proporcionalidad.
STC N° 00535-2009-PA/TC.
Este principio se traduce en la descripción legal de una conducta específica que aparece conectada
a una sanción administrativa, exigencia deriva de dos principios jurídicos específicos como el de
libertad y el de seguridad jurídica. De acuerdo al primero, las conductas deben estar exactamente
delimitadas, sin indeterminaciones, y en relación al segundo, los ciudadanos deben estar en
condiciones de poder predecir, de manera suficiente y adecuada, las consecuencias de sus actos.
El Tribunal del Servicio Civil, considera como un límite a la potestad sancionadora, a razón del cual
no sólo surge la obligación por parte de las entidades públicas de señalar la norma o disposición
que se ha incumplido, sino también precisar cuál es la correspondiente falta que se ha cometido,
la que debe tener un correlato con la sanción a imponer.
Morón Urbina, dice, esta excepción se centra en el juicio de favorabilidad o benignidad que la
autoridad debe realizar respecto de los efectos que la norma posterior tendrá en la esfera
subjetiva del infractor, por ejemplo, si esta norma posterior contempla una sanción más benigna,
establece plazos inferiores de prescripción, deroga el carácter ilícito de la conducta o si modifica
los elementos del tipo de modo que no aplique a los hechos incurridos.
6. Concurso de Infracciones.- Cuando una misma conducta califique como más de una infracción
se aplicará la sanción prevista para la infracción de mayor gravedad, sin perjuicio que puedan
exigirse las demás responsabilidades que establezcan las leyes.
xx.x.x.x.
Esta referido a los supuestos en los que una sola conducta cometida por el sujeto logre infringir
dos o más preceptos normativos, con lo cual no se produciría como consecuencia la aplicación de
una sanción por cada una de las infracciones cometidas, sino que se le impondrá como sanción
aquella que corresponda a la infracción de mayor gravedad de las cometidas.
Las entidades, bajo sanción de nulidad, no podrán atribuir el supuesto de continuidad y/o la
imposición de la sanción respectiva, en los siguientes casos:
a) Cuando se encuentre en trámite un recurso administrativo interpuesto dentro del plazo contra
el acto administrativo mediante el cual se impuso la última sanción administrativa.
Para la aplicación de este principio se debe verificar determinados elementos, como son:
a) Que exista identidad en el sujeto responsable del conjunto de acciones que constituyen
infracciones administrativas.
b) Que exista identidad respecto a la entidad que es afectada con la conducta cuyo desarrollo
constituye una infracción administrativa.
c) Que se den varios hechos o conductas que sean capaces de constituir por sí solas, una
infracción administrativa sancionable.
d) Que exista proximidad en el tiempo (por lo menos 30 días) a fin de que las diversas
acciones tipificadas como infracciones administrativas respondan a una sola unidad de
finalidad.
9. Presunción de licitud.- Las entidades deben presumir que los administrados han actuado
apegados a sus deberes mientras no cuenten con evidencia en contrario.
x.x.x.x.x.
Este principio posee una clara derivación del principio de presunción de inocencia, contemplado
en el inciso e) numeral 24 del artículo 2 de la Carta Magna, que consagra la inocencia de toda
persona hasta que se haya declarado judicialmente su responsabilidad.
Morón Urbina, señala: El desarrollo de este principio conlleva la adquisición de ciertos atributos
por parte del procesado, como son:
10. Culpabilidad.- La responsabilidad administrativa es subjetiva, salvo los casos en que por ley
o decreto legislativo se disponga la responsabilidad administrativa objetiva.
e) x.x.x.x.
g) Recordemos que en el derecho penal, este principio implica que la pena no podrá ser
impuesta al autor atendiendo sólo a la producción de un resultado lesivo, sino ello se dará
en función a que se le pueda atribuir a éste dicho resultado por dolo o culpa, y ello se
fundamenta en la capacidad de autodeterminación de la persona.
11. Non bis in idem.- No se podrán imponer sucesiva o simultáneamente una pena y una
sanción administrativa por el mismo hecho en los casos en que se aprecie la identidad del
sujeto, hecho y fundamento.
j) X.X.X.
l) a) Desde el punto de vista material, el enunciado según el cual, “(...) nadie puede ser
castigado dos veces por un mismo hecho (...)”, expresa la imposibilidad de que recaigan
dos sanciones sobre el mismo sujeto por una misma infracción, puesto que tal proceder
constituiría un exceso del poder sancionador, contrario a las garantías propias del Estado
de Derecho. Su aplicación, pues, impide que una persona sea sancionada o castigada dos
(o más veces) por una misma infracción cuando exista identidad de sujeto, hecho y
fundamento.
m) b) En su vertiente procesal, tal principio significa que “(...) Nadie pueda ser juzgado dos
veces por los mismos hechos (...)”, es decir, que un mismo hecho no pueda ser objeto de
dos procesos distintos o, si se quiere, que se inicien dos procesos con el mismo objeto.
Con ello se impide, por un lado, la dualidad de procedimientos (por ejemplo, uno de orden
administrativo y otro de orden penal) y, por otro, el inicio de un nuevo proceso en cada
uno de esos órdenes jurídicos (dos procesos administrativos con el mismo objeto, por
ejemplo)”.
Determinación de la responsabilidad
251.1 Las sanciones administrativas que se impongan al administrado son compatibles con el
dictado de medidas correctivas conducentes a ordenar la reposición o la reparación de la situación
alterada por la infracción a su estado anterior, incluyendo la de los bienes afectados, así como con
la indemnización por los daños y perjuicios ocasionados, las que son determinadas en el proceso
judicial correspondiente. Las medidas correctivas deben estar previamente tipificadas, ser
razonables y ajustarse a la intensidad, proporcionalidad y necesidades de los bienes jurídicos
tutelados que se pretenden garantizar en cada supuesto concreto.
251.2 Cuando el cumplimiento de las obligaciones previstas en una disposición legal corresponda a
varias personas conjuntamente, responderán en forma solidaria de las infracciones que, en su
caso, se cometan, y de las sanciones que se impongan.
(…)
EI cómputo del plazo de prescripción sólo se suspende con la iniciación del procedimiento
sancionador a través de la notificación al administrado de los hechos constitutivos de infracción
que les sean imputados a título de cargo, de acuerdo a lo establecido en el artículo 255, inciso 3.
Dicho cómputo deberá reanudarse inmediatamente si el trámite del procedimiento sancionador
se mantuviera paralizado por más de veinticinco (25) días hábiles, por causa no imputable al
administrado.
En caso se declare la prescripción, la autoridad podrá iniciar las acciones necesarias para
determinar las causas y responsabilidades de la inacción administrativa, solo cuando se advierta
que se hayan producido situaciones de negligencia.
1. Diferenciar en su estructura entre la autoridad que conduce la fase instructora y la que decide la
aplicación de la sanción.
2. Considerar que los hechos probados por resoluciones judiciales firmes vinculan a las entidades
en sus procedimientos sancionadores.
(…)
3. Notificar a los administrados los hechos que se le imputen a título de cargo, la calificación de las
infracciones que tales hechos pueden constituir y la expresión de las sanciones que, en su caso, se
le pudiera imponer, así como la autoridad competente para imponer la sanción y la norma que
atribuya tal competencia.
4. Otorgar al administrado un plazo de cinco días para formular sus alegaciones y utilizar los
medios de defensa admitidos por el ordenamiento jurídico conforme al numeral 173.2 del artículo
173, sin que la abstención del ejercicio de este derecho pueda considerarse elemento de juicio en
contrario a su situación.
1. El procedimiento sancionador se inicia siempre de oficio, bien por propia iniciativa o como
consecuencia de orden superior, petición motivada de otros órganos o entidades o por denuncia.
2. Con anterioridad a la iniciación formal del procedimiento se podrán realizar actuaciones previas
de investigación, averiguación e inspección con el objeto de determinar con carácter preliminar si
concurren circunstancias que justifiquen su iniciación.
(…)
Recibido el informe final, el órgano competente para decidir la aplicación de la sanción puede
disponer la realización de actuaciones complementarias, siempre que las considere indispensables
para resolver el procedimiento. El informe final de instrucción debe ser notificado al administrado
para que formule sus descargos en un plazo no menor de cinco (5) días hábiles.
256.2 Las medidas que se adopten deberán ajustarse a la intensidad, proporcionalidad y necesidad
de los objetivos que se pretende garantizar en cada supuesto concreto.
256.3 No se puede dictar medidas de carácter provisional que puedan causar perjuicio de difícil o
imposible reparación a los interesados o que impliquen violación de sus derechos.
256.4 Las medidas de carácter provisional no pueden extenderse más allá de lo que resulte
indispensable para cumplir los objetivos cautelares concurrentes en el caso concreto.
(…)
256.5 Durante la tramitación, la autoridad competente que hubiese ordenado las medidas de
carácter provisional las revoca, de oficio o a instancia de parte, cuando compruebe que ya no son
indispensables para cumplir los objetivos cautelares concurrentes en el caso concreto.
256.8 Las medidas de carácter provisional se extinguen por las siguientes causas:
(…)
f) La subsanación voluntaria por parte del posible sancionado del acto u omisión imputado como
constitutivo de infracción administrativa, con anterioridad a la notificación de la imputación de
cargos a que se refiere el inciso 3) del artículo 255.
En los casos en que la sanción aplicable sea una multa esta se reduce hasta un monto no menor de
la mitad de su importe.
258.1 En la resolución que ponga fin al procedimiento no se podrán aceptar hechos distintos de
los determinados en el curso del procedimiento, con independencia de su diferente valoración
jurídica.
258.2 La resolución será ejecutiva cuando ponga fin a la vía administrativa. La administración
podrá adoptar las medidas cautelares precisas para garantizar su eficacia, en tanto no sea
ejecutiva.
1. El plazo para resolver los procedimientos sancionadores iniciados de oficio es de nueve (9)
meses contado desde la fecha de notificación de la imputación de cargos. Este plazo puede ser
ampliado de manera excepcional, como máximo por tres (3) meses, debiendo el órgano
competente emitir una resolución debidamente sustentada, justificando la ampliación del plazo,
previo a su vencimiento. La caducidad administrativa no aplica al procedimiento recursivo.
Cuando conforme a ley las entidades cuenten con un plazo mayor para resolver la caducidad
operará al vencimiento de este.
2. Transcurrido el plazo máximo para resolver, sin que se notifique la resolución respectiva, se
entiende automáticamente caducado administrativamente el procedimiento y se procederá a su
archivo.
(…)