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DIOS CREADOR
0. En el Antiguo Testamento:0
Literatura sapiencial: pone de relieve que Dios crea con sabiduría y poder
(Proverbios), que Dios trasciende a todas las creaturas (Job), que cuanto Dios ha
hecho está revestido de belleza (Qohélet); Dios es incomprehensible, pero se
pueden descubrir rasgos de su presencia en la creación (Sirácide). Dios es
providente; los que no lo reconocen en sus obras son inexcusables (Sabiduría);
por primera vez aparece el tema de la "creatio ex nihilo" (Macabeos).
0. En el Nuevo Testamento:0
0. Sinópticos: 0
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0. San Pablo: 0
Muestra la continuidad del Nuevo Testamento con el Antiguo
Testamento; Dios lo ha creado todo y lo sostiene en el ser. En la creación hay
desarmonía: está sometida a la caducidad.
Reafirma la fe en un solo Dios a la vez que recalca la función mediadora
de Cristo tanto en la creación como en la redención; Cristo es, pues, centro y fin
de la creación.
0. San Juan: 0
En el prólogo del evangelio se habla de la creación por medio de la
palabra, creación que es personal. Se pone de relieve la lucha entre la luz y las
tinieblas y se reproduce un esquema semanal semejante al del Génesis. San Juan
habla del Logos como preexistente, creador y revelador y de la encarnación,
como culmen de la economía salvífica de Dios.
0. Santos Padres:0
0. Los apologistas: 0
Acusan cierto influjo platónico: Justino habla de que el logos de Juan es el
demiurgo creador; acepta la eternidad de la materia. Atenágoras dice que el
Verbo ha modelado la materia informe. Taciano, que el Verbo la ha creado. Por
fin, Teófilo de Alejandría hace ver cierta incoherencia en Platón, por aceptar por
un lado la trascendencia de Dios y por otro la existencia de una materia eterna;
es el primero en hablar de la creación de la nada.
0. San Ireneo: 0
En pugna con el gnosticismo, defiende la bondad ontológica de lo creado,
la creación de la materia; el mal existe porque la creación aún no termina.
0. Orígenes: 0
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0. San Agustín: 0
Defiende la existencia de un solo Dios, del que depende todo lo creado.
Antes de que Dios creara, existía la materia informe (quaedam informitas sine
ulla specie). Dios rompió la eternidad para crear el tiempo. Dios es sumo ser y
sumo bien, la creación participa de tales atributos, aunque de modo inferior. La
creación, dice, no se dio en el tiempo, sino con el tiempo. El mal existe, porque la
creación aún no se ha completado. La creación se realizó a partir de la nada.
Todo procede de Dios, si bien no emana de Él (Omnia sunt ab illo, non de Illo): si
emanara, sería necesaria y las creaturas, a su vez, no serían sino dioses.
0. Escoto Eriúgena: 0
Habla de la creación con términos de emanación: aplica al Hijo el atributo
de demiurgo y al Espíritu Santo el de "anima mundi". Su teoría desemboca en el
panteísmo.
0. Pedro Abelardo: 0
"Dios hace siempre lo mejor. Si hay mal, se debe a que Dios no lo pudo
impedir". Con ello niega la potencia absoluta de Dios a quien hace responsable
del mal que hay en el mundo.
0. IV C. de Letrán: 0
Contra los albigenses afirma que Dios es verdadero, inmenso,
incomprehensible; contra los cátaros señala que un solo principio es el que ha
dado origen a toda la realidad. Por vez primera en un concilio se habla de la
"Creatio ex nihilo"; pone de relieve la temporalidad de la creación con la
expresión "simul ab initio temporis". El mal es de naturaleza ética, no ontológica.
0. Santo Tomás: 0
Interpreta el dogma de la creación a la luz de las causas aristotélicas,
defiende la creación de la nada y afirma que una creación que fuera eterna no
contradiría la razón. Define a la creación como "relatio": la creatura para con
Dios tiene una relación real; es de razón, en cambio, la de Dios para con la
creatura. Defiende la libertad de Dios al crear y hace ver la importancia de la
analogía, que ya antes había señalado Pseudodionisio con la que se salva la
especificidad de Dios.
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0.0 Renacimiento:00
0. Giordano Bruno:0
Defiende el espacio y el tiempo infinitos. Habla más de emanación que de
creación: la creación es una efusión de la naturaleza divina; al poder infinito y
activo de Dios corresponde el poder infinito pasivo de las creaturas. Todos los
seres están dotados de una "anima spiritalis". Bruno propugna también la teoría
de la transmutabilidad de todo en todo: en el universo nada cambia ni muere;
siempre hay una sustancia a la vez infinita y única.
0. El Concilio Vaticano I: 0
La Dei Filius recoge la doctrina del IV Conc. de Letrán acerca de los
atributos divinos: Es diverso del mundo "in re et essentia"; afirma que Dios crea
para manifestar su bondad, se trata de una decisión libérrima. Es providente:
todo lo crea, lo cuida y lo gobierna. Una vez más confirma la doctrina de la
creación de la nada: Dios ha hecho el mundo "secundum totam suam substantiam";
el fin de la creación del mundo es la gloria de Dios.
00Reflexión teológica000
0. Fin de la creación: 0
0. Creación de la nada: 0
Es igual que decir creación por la palabra. El término barah indica el acto
creador y las cosas que sólo Dios puede hacer. El magisterio ha habado de la
creación de la nada en los concilios IV de Letrán, II de León, en el florentino y el
Vaticano I. Es emblemática la condena del priscilianismo (carta de san León
Magno): Prisciliano decía que las almas habían pecado antes de unirse al cuerpo;
el diablo, principio del mal, surgió de las tinieblas y del caos; el matrimonio y la
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0. Creación temporal: 0
0. Sagrada Escritura:0
0. Antiguo Testamento:0
0. Terminología: 0
El Antiguo Testamento emplea los siguientes términos para hablar del
hombre: Is, issah (hombre, mujer); basar: carne, ser viviente, hombre débil,
pariente; nefesh: hálito, persona humana concreta, cuerpo y alma; ruaj: vitalidad,
fuerza creadora, don de Yavé. Lev: corazón, sede de los sentimientos y de la
razón, de la libertad. Toda esta terminología implica una antropología muy
concreta, no es dualista. El hombre es el ser al que se aplica sobre todo el término
nefesh, en cuanto que puede responder a la llamada del creador.
0. Génesis: 0
Presenta la creación de un hombre radicado en la tierra; siente la
necesidad de convivir con alguien que sea como él. El hombre aparece como
creatura, dependiente de Dios, y a la vez culmen de las obras divinas.
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0. Libro de la sabiduría: 0
El libro aparece con un ropaje helenizante, si bien conserva la doctrina
hebrea de la creación (vida, muerte), en cuanto que presenta al hombre definido
sólo con relación al Creador.
0. Terminología: 0
Psiché soma, kardía, pneuma, sarx: palabras que hacen ver la debilidad
del hombre, aunque llamado a una futura resurrección; el destino del hombre no
es individual, pues los creyentes forman parte del cuerpo de Cristo. En el Nuevo
Testamento aparece el hombre bajo el influjo de Cristo: en virtud de su
encarnación, muerte y resurrección, toca lo más profundo de la persona del
hombre. Ha abierto al cuerpo humano el camino de la resurrección y salvación.
0. Santo Tomás 0
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0. El Conc. de Vienne: 0
0. Sagrada Escritura:0
Concepto de imagen: en el Génesis el hombre aparece como culmen de la
creación; es interlocutor de Dios. En el Nuevo Testamento, así como Cristo es
imagen del Padre el cristiano ha de transformarse en imagen de Dios.
0. Tradición de la Iglesia:0
Ireneo:
San Agustín:
Santo Tomás:
0. Reflexión teológica:0
0. Introducción:0
En el hombre podemos distinguir tres tipos de dones: naturales:
corresponden a la naturaleza del hombre, perfecta en su orden; preternaturales:
inmortalidad, impasibilidad, ausencia de concupiscencia y ciencia infusa, se
deben a la naturaleza racional; sobrenaturales (absolutamente gratuitos): gracia,
visión beatífica y divinización.
0. Sagrada Escritura:0
El Génesis -relato yavista- presenta el Edo. original: el hombre recibe el
soplo divino, con la capacidad de relacionarse por la amistad para con Dios; no
adolece de ningún tipo de penas (físicas o morales).
El Nuevo Testamento hace referencias indirectas: "Al inicio no era así";
San Pablo hace ver la situación armónica que vigía antes del pecado.
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0. Tradición:0
San Ireneo habla del tercer cielo adonde fue Elías; allá irán los justos.
Polémica acerca del estado de Adán antes del pecado: según unos Dios
pensaba elevarlo al estado de gracia, si bien aún no había sucedido; otros creían
que el hombre había recibido la gracia desde el primer momento de la creación.
Según Santo Tomás, el hombre no estaba dotado de dicha gracia en el momento
de la creación sino que la había acogido en el primer acto libre de su voluntad.
0. Magisterio:0
El C. de Cartago habla de que Adán había recibido el don de la
inmortalidad antes de pecar. El C. de Orange dice que Adán tenía un alma libre
antes de pecar.
C. De trento: "El hombre antes del pecado estaba constituido en santidad y
justicia; la muerte es el castigo merecido por este pecado".
Según Bayo, el hombre tenía por naturaleza los dones preter y
sobrenaturales. San Pío V en la bula Ex omnibus afflictionibus condena la
proposición de Bayo.
Pío VI en la Auctorem fidei define que la situación original del hombre era
un dato gratuito.
Por tanto, el magisterio habla de un hombre creado por Dios en inocencia
y santidad, sin concupiscencia ni mortalidad. No se menciona la ciencia infusa;
en Trento apenas sí se insinúa la ausencia de dolor.
0. Reflexión teológica:0
0. Sagrada Escritura: 0
En el Antiguo Testamento no hay neta distinción entre lo sobrenatural y
natural, aunque sí hay distinción entre la noción de alianza y la de creación. El
Nuevo Testamento pone de relieve que Cristo nos ha salvado de modo gratuito.
0. Santo Tomás:0
Natural es lo que el hombre tiene en cuanto creatura, prescindiendo de los
dones que Cristo nos ha merecido. Sobrenatural es lo que el hombre recibe en la
Iglesia de modo gratuito por los méritos de Cristo. La naturaleza humana estaría
privada de algo si no tuviera lo que le es debido; la naturaleza humana no exige
de suyo la posesión de tales dones sobrenaturales. El hombre alcanza su
perfección en la visión beatífica. No habría frustraciones si el hombre no pudiera
lograr tal fin, al menos contaría con el deseo natural de alcanzar a Dios.
0. Cayetano: 0
El hombre pudo haber tenido una naturaleza pura sin los dones
sobrenaturales; ni habría el deseo natural de poseer a Dios; todo esto se aceptó
como doctrina común en la polémica que suscitó Bayo (B. decía que el estado
natural del hombre no era el de la naturaleza pura, sino el hombre provisto de
dones sobrenaturales) el cual ponía en peligro la gratuidad de la gracia.
0. La neoescolástica 0
Ofrece la siguiente síntesis: Hay en el hombre una naturaleza pura,
perfecta en su orden; sobre ella se eleva el mundo sobrenatural de la gracia
(dones sobrenaturales y preternaturales). En la naturaleza pura ya hay
capacidad de recibir la gracia (potentia oboedientialis). Puntos positivos de esta
síntesis: salva la gratuidad de la gracia y la integridad y bondad radical del
hombre: la naturaleza humana, aunque afectada por el pecado original, no está
corrompida. Son deficientes el estado de naturaleza pura como punto de partida,
por no ser histórico (sólo Cristo la ha tenido); se define lo sobrenatural como
algo que no lo es y se ve como una añadidura sin más a lo natural; no hay
referencia a Cristo. No ve al hombre como imagen de Dios.
0. La teología nueva 0
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Habla de que Dios no podía crear seres racionales sin llamarlos al estado
sobrenatural, con lo que se niega la gratuidad de lo sobrenatural. Pío XII
desacredita dicha teoría en la H. Generis.