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Para llevar a cabo el diseño, se tuvo en cuenta un tema de conversación constante de los
estudiantes, en el aula de clase, “sus mascotas”. Por esta razón, es seleccionado el cuento
“Mi perro Gruyére” que narra una historia relacionada con su realidad. De esta manera, se
pretende que los estudiantes, en sus primeras experiencias de lectura, accedan a libros que
los seduzcan y les provoque el gusto de leer.
Para finalizar, los resultados que se esperan con la secuencia didáctica es que los niños
sean lectores autónomos que ejerzan el hábito de leer como una práctica cultural que se
disfruta. Lo cual, se fortalecerá haciendo alianzas con bibliotecas para que los estudiantes y
sus familias accedan a los servicios que estas ofrecen a la primera infancia como son: las
actividades de promoción de lectura y el préstamo de textos infantiles de buena calidad.
Población
La secuencia didáctica se implementó en la Institución Educativa Isaías Gamboa sede José
Celestino Mutis con un grupo de 24 estudiantes de grado transición, de los cuales 16 son
niños y 8 son niñas. El establecimiento educativo está ubicado en la zona de ladera de la
ciudad Santiago de Cali, barrio Terrón Colorado. Así mismo, las familias en su mayoría son
monoparentales y pertenecen a los estratos 1 y 2 con problemáticas sociales como:
consumo y venta de sustancias psicoactivas, privación de la libertad, abuso sexual, maltrato
intrafamiliar, desempleo, abandono de uno o ambos padres y analfabetismo. De la misma
manera, el nivel de escolaridad, más común, de los acudientes son los diferentes grados de
la básica primaria.
Es común escuchar la siguiente expresión: “los niños de preescolar no saben leer”. Cabe
aclarar que, “leer no se trata de identificar letras, de hacer un esfuerzo para que coincida un
sonido con la grafía o de reconocer las palabras” (Rodríguez, 2014, p.30). Puesto que un
lector, también, debe ejercer acciones que implican habilidades de pensamiento como:
anticipar, inferir, relacionar, interpretar, entre otras.
De esta manera, el maestro de educación inicial debe concebirse como un lector activo que
disfruta de la lectura de textos infantiles de calidad para provocar ese gusto en los
estudiantes. Además, debe promover prácticas de lectura que permitan la construcción de
significado, teniendo en cuenta que “la lectura es un diálogo entre lo que dice el autor en el
texto y lo que el lector construye en su mente” (Sánchez, 2014, p. 12).
De ahí, que los niños leen cuando: expresan ideas mientras observan las imágenes de un
texto, escuchan la lectura en voz alta de un libro álbum, preguntan o dan respuestas acerca
de lo leído o reconstruyen la historia narrada en un cuento que disfrutaron. Por eso, la
mediación del maestro con la lectura debe propiciar estrategias que permitan: por un lado,
leer de diferentes formas como puede ser en voz alta, en silencio, compartiendo,
comprendiendo, entre otras (Rodríguez, 2014, p. 30); y por otro lado, provocar acciones de
pensamiento antes, durante y después de la lectura a través de la anticipación, la predicción
y la regresión (Guzmán, 2014, p.14). Luego, dichas estrategias son aprendidas y utilizadas
por los niños, de forma autónoma, para establecer interacción con los textos.
Ahora bien, la autora Josette Jolibert manifiesta que “es leyendo que uno se transforma en
lector, y no aprendiendo primero para poder leer después; no es legítimo instaurar una
separación entre aprender a leer y leer”. Desde esta perspectiva, los pequeños de educación
inicial aprenden a leer leyendo. Por este motivo, los preescolares no pueden quedar
marginados de las prácticas de lectura. Por el contrario, es en este momento donde se deben
crear cimientos fuertes que dejen huellas positivas, a través de experiencias lectoras, para
que los niños lean por gusto y no porque la escuela se los impone.
Así pues, los maestros, que orientan los primeros grados de escolaridad, tienen un reto que
los invita a pensar sobre sus decisiones pedagógicas y didácticas en el aula para promover
efectivamente la lectura como un proceso de lenguaje atractivo y fundamental que motiva
otros procesos como la escritura y la oralidad.
Ahora bien, las familias de los estudiantes de la sede José Celestino Mutis, en su mayoría,
carecen de textos infantiles en casa. De ahí, que los niños expresan: “no leemos porque no
tenemos cuentos” y “mi mamá me enseña a leer la cartilla de Nacho”. Por ello, es
importante reflexionar: por una parte, en la necesidad de brindar experiencias que motiven
en los niños el goce y disfrute de la lectura; y por otra parte, en la manera de orientar a los
padres y acudientes para que accedan a textos infantiles de buena calidad.
Por otro lado, “el esquema general de desarrollo de la secuencia didáctica tienen tres fases:
preparación, producción y evaluación” (Camps, 1995). A continuación, se describirán, de
modo general, las acciones propuestas en las fases de la configuración didáctica:
Fase de preparación Momento 1
-Dar a conocer el proyecto a realizar y los aprendizajes a alcanzar.
Así mismo, crear un espacio para que los niños expresen sus ideas
sobre la propuesta y aclarar que en su desarrollo se pueden tomar
decisiones para hacer cambios necesarios
Momento 2
-Conversar sobre las mascotas que tienen en casa y hacer un
listado de las mismas.
-Crear un mural de nuestras mascotas con fotos de ellas.
Momento 3
-Observar afiches de la tienda escolar y dialogar sobre su
estructura y uso en el contexto social.
Fase de producción Momento 4
Lectura del cuento “Mi perro Gruyére” autor Yves Nadon
ilustradora Céline Malépart
Antes de la lectura
-Leer la portada del texto.
-Anticipar el contenido del cuento a partir de la reflexión del
título y la lectura de la portada, deteniéndose en la sonoridad y
origen extranjero de las palabras.
-Conocer el autor del cuento a través de un video
(https://www.youtube.com/watch?v=p6ppS9aYrec).
-Reproducir la portada del cuento en el cuaderno.
Durante la lectura
-Leer el cuento (la maestra presentará a los niños la secuencia de
imágenes del texto expresando conectores que les permitan
construir un texto).
-Dibujar la imagen que más les emocionó del cuento y colorearla
con anilina vegetal.
-Escuchar la lectura en voz alta del cuento (antes de hacerlo, la
maestra leerá el texto producido por los niños cuando ellos
leyeron).
-Establecer semejanzas y diferencias entre la lectura realizada por
los niños y la de la maestra.
-Enviar una solicitud de amistad por Facebook al autor Yves
Nadon con el propósito de compartirle la experiencia de lectura
con su cuento (los niños se agruparán en parejas para escribir un
mensaje al autor, con la mediación de la maestra, se unificarán las
ideas para crear un solo texto que será enviado al destinatario con
una foto).
-Llevar el cuento a casa para leerlo con la familia (el adulto con el
niño escribirá un comentario acerca del texto).
Después de la lectura
-Dialogar para responder las siguientes preguntas:
¿Quién cuenta la historia en el cuento? ¿De quién es la
voz?
¿Por qué murió Gruyére?
¿Cuántos años tiene el niño?
¿La historia que el niño cuenta cuanto tiempo dura?
Investigo con mi familia:
¿Cuánto tiempo vive un perro?
-Organizar la secuencia de las páginas del cuento de forma
colaborativa.
-Ubicar los hechos del cuento en tres momentos: ayer, hoy y
mañana.
-Establecer asociaciones e hipótesis con las imágenes y escritura
de algunas palabras que aparecen en el cuento.
Momento 5
Escritura del afiche
-Planificar la escritura del afiche sobre las mascotas.
-Primera escritura.
-Primera revisión (niveles de escritura) de forma colectiva.
-Reescritura entre pares.
-Observar el portafolio digital de la ilustradora Céline Malépart
(http://www.celinemalepart.com/) para inspirar la creación de la
imagen del afiche.
-Hacer un boceto de la ilustración.
-Pasar la escritura final y la ilustración al afiche.
-Segunda revisión (estructura del afiche) de forma colectiva.
-Colorear la ilustración.
Momento 6
Publicación del afiche
-Decidir el espacio para la publicación de los afiches.
-Leer los afiches de sus compañeros.
-Otras personas leerán los afiches (adultos y niños que circulan en
la sede educativa).
Fase de evaluación Momento 7
Reflexionemos sobre los aprendizajes alcanzados.
-La maestra retomará el objetivo de aprendizaje expresado,
inicialmente, a los niños y les preguntará:
¿Les gusta leer? ¿por qué?
¿Qué aprendimos con la lectura del cuento?
¿Además de “Mi perro Gruyére” han leído otros textos?
¿Cuáles?
¿Qué podemos hacer para leer todos los días?
¿Tienen textos en casa para leer? ¿Cuáles?
¿Qué podemos hacer para tener textos en casa?
¿Creen que además de leer con la secuencia didáctica
aprendieron a escribir? ¿Cómo? ¿Por qué?
¿Qué salió mal? ¿Cómo lo podemos mejorar?
El marco legal, que orienta la educación preescolar en Colombia, brinda disposiciones a los
maestros. Por ejemplo: dice que “la disponibilidad de libros para que los niños miren y
disfruten, “lean”, es totalmente vigente en el grado de transición” (Ministerio de educación
nacional, M.E.N., 2014, p.27). Así mismo, los lineamientos curriculares dicen que la
dimensión comunicativa debe permitir a los niños “construir mundos posibles, formar
vínculos afectivos (…), expresar emociones y sentimientos” (M.E.N., 1998, p.20). Como
también, los Derechos Básicos de Aprendizaje manifiestan que los niños de grado
transición deben evidenciar aprendizajes en los cuales lean imágenes, expresen ideas,
pregunten y produzcan texto (M.E.N., 2016, p.15).
Por otra parte, el currículo de la institución educativa Isaías Gamboa, en el plan de aula de
grado transición durante el primer periodo del año lectivo, propone un énfasis en el proceso
de lectura. Por un lado, sugiere que los niños establezcan contacto con textos infantiles; y
por otro lado, invita a las maestras a movilizar estrategias de comprensión textual antes,
durante y después de la lectura (Solé, 1997).
Ahora bien, la investigadora Emilia Ferreiro afirma que los niños, en su contexto cotidiano,
están inmersos en la lectura y la escritura porque es una práctica social constante que está a
su alcance. Es así, como los pequeños observan que las personas a su alrededor leen y
escriben. De ahí, que los chicos manifiesten interés y curiosidad por estos procesos. Por
ello, la autora expresa lo siguiente:
Debe haber cosas para leer en un salón de preescolar. Un acto de lectura es un acto
mágico. Alguien puede reír o llorar mientras lee en silencio, y no está loco. Alguien mira
formas extrañas en la página y de su boca “sale lenguaje”: un lenguaje que no es el de
todos los días, un lenguaje que tiene otras palabras y se organiza de otra manera.
(Ferreiro, 1996, p.202).
En este sentido, la lectura es una acción que ejercen los niños para comprender aquello que
les genera inquietud en su entorno. Por ello, la importancia de que el maestro contagie a sus
estudiantes de la emoción y el gusto que puede generar la acción de leer.
Por otro lado, las investigaciones de Mauricio Pérez Abril y Catalina Roa Casas sostienen
la importancia de que los maestros, en los grados iniciales, conciban la lectura y la escritura
como prácticas sociales y culturales que van más allá de la decodificación y la codificación.
Además, los autores manifiestan que la escuela debe promover, en la educación inicial, que
“los niños se descubran lectores y que participen efectivamente en diversos tipos de
prácticas en las cuales irán construyendo la convencionalidad de la lectura” (Pérez y Roa,
2010, p.37).
Conclusión
El lenguaje es transversal a todas las áreas de aprendizaje dado que los procesos: lectura,
escritura y oralidad; a través de las habilidades comunicativas: hablar, escuchar, leer y
escribir; están presentes en todo lo que realizan los estudiantes en la escuela y en su
contexto social cotidiano. Por esta razón, el lenguaje es un componente fuerte dentro del
proceso de enseñanza y aprendizaje, dada su importancia como práctica cultural y social
que permite abordar componentes formales que exigen habilidades de pensamiento cada
vez más complejas.
Para ello, es necesario que los maestros, desde los primeros grados de escolaridad,
promuevan la enseñanza y el aprendizaje de los procesos de lenguaje rompiendo con los
esquemas tradicionales de mecanización y repetición que se enfocan en la codificación y
decodificación. De esta manera, los profesores deben motivar su didáctica con un enfoque
sociocultural en el que los niños le den un uso real a la lectura, la escritura y la oralidad.
A modo de conclusión, tenemos que los procesos de lenguaje: lectura, escritura y oralidad
estuvieron presentes en el desarrollo de la experiencia didáctica. Cabe anotar que el énfasis
es la lectura, pero los otros procesos están inmersos como una necesidad en el proceso de
enseñanza y aprendizaje. Por otro lado, la oralidad permitió promover procesos
democráticos en el aula, lo cual es sumamente importante para la construcción de
ciudadanía desde la educación inicial.
Referencias bibliográficas
Litwin, E. (1997). Las configuraciones didácticas. Una nueva agenda para la educación
superior. Editorial Paidós. Buenos Aires. Argentina.
M.E.N. (2016). Derechos Básicos de aprendizaje (DBA) para el grado transición. Bogotá.
Pérez, Mauricio y Roa, Catalina Herramienta para la vida / Mauricio Pérez y Catalina Roa.
– Bogotá: Secretaría de Educación del Distrito – SED, 2010. 120 p.; 21.5 x 28 cm –
(Referentes para la didáctica del lenguaje del primer ciclo)
Rodríguez Gutiérrez, Sandra del Pilar. Ingresar a la cultura escrita y a las prácticas sociales
de lenguaje, una configuración didáctica para el inicio de la escolaridad / Sandra del
Pilar Rodríguez Gutiérrez. -- Bogotá: Red Colombiana para la Transformación de la
Formación Docente en Lenguaje: Pontificia Universidad Javeriana, 2014 111
páginas: ilustraciones – (Colección experiencias pedagógicas / director Fabio Jurado
Valencia)
Sánchez, Carlos. (2014). Prácticas de lectura en el aula: orientaciones didácticas para
docentes / Carlos Sánchez Lozano. -- 1a. ed. – Bogotá: Ministerio de Educación
Nacional: CerlalcUnesco. (Río de letras. Manuales y cartillas PNLE; 1)
Solé, I. (1997). De la lectura al aprendizaje. Revista signos, Vol. 20, pp. 16-23