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Resumen
Pensar en un trabajo para la formación en oralidad orientado a los grados iniciales de escolaridad,
implica contemplar una variedad de condiciones didácticas, e incluso micro didácticas, que podrían
pasar desapercibidas si no se contara con fundamentos conceptuales y teóricos que las oriente.
Teniendo en cuenta que el conocimiento en el ámbito didáctico se construye continuamente, el
trabajo del maestro consiste en diseñar situaciones didácticas, implementarlas y reflexionar sobre
sus acciones de cara a los aprendizajes de los estudiantes. No obstante, la vinculación a una
comunidad de profesionales que tiene el propósito de cualificar las prácticas, reflexionar sobre sus
acciones, transformar sus concepciones y producir conocimiento, es lo que verdaderamente
profesionaliza la práctica del maestro.
Por lo anterior, tomar decisiones acertadas en la intervención didáctica es una cuestión para
considerar con detenimiento. De esta manera, se podrá observar el análisis crítico que el colectivo
de Flandes “La otra orilla” (antes vinculado al nodo “Pido la Palabra”), realiza a la planeación
inicial de una secuencia didáctica para la exposición en niños de preescolar, los cuales contribuyen
por un lado a comprender cuáles son los escenarios propicios para que los niños de la primera
infancia participen en situaciones de oralidad formal, qué lugar ocupan sus intereses y saberes
previos, cómo la formalización de conceptos es un aspecto fundamental en el aprendizaje de los
niños. Por otra parte, la ponencia también aporta a la comprensión del papel que el docente de los
grados iniciales debe desempeñar desde el enfoque de las prácticas sociales y culturales del
lenguaje en el marco de la formación en oralidad.
Cabe destacar y resaltar al lector de la presente ponencia que el actual documento se sitúa
específicamente en la planeación de una secuencia didáctica y las reflexiones suscitadas en el
marco de lo didáctico y micro didáctico, y pretende mostrar al docente de primera infancia que la
enseñanza del lenguaje oral es tan compleja como la enseñanza de la escritura y la lectura, que está
incidida por aspectos como el contexto, los intereses de los niños, los saberes lingüísticos y
paralingüísticos del lenguaje oral, la conceptualización o formalización de los aprendizajes, todo
esto relacionado con la construcción de saberes propios del lenguaje en los primeros grados de
escolaridad. Dado que el foco y el interés de esta ponencia está puesto en la didáctica de la oralidad,
en las reflexiones sobre la enseñanza, no se analiza el desarrollo ni los resultados del proceso.
Las características físicas de la sede son muy particulares. Temporalmente han sido construidas
cuatro aulas en un pequeño lote con material en PVC2, por lo que el área es tan limitada que no
existen espacios para que los niños disfruten del recreo, el deporte u otras actividades como
informática, la biblioteca, comedores, entre otros.
Los niños centro de la presente experiencia, cursan el grado preescolar, conformado por 15
estudiantes en edades entre los 4 y 5 años. Las fuentes económicas de estas familias son el
comercio, la pesca y la construcción; su estrato socioeconómico es uno.
La problemática
Luego de un largo periodo desempeñando los roles de docente tutor en el Programa Todos a
Aprender, decidí volver al aula, considerando que en las manos de los docentes está la formación
ciudadana, el presente y el futuro de la sociedad, la equidad, la paz y la convivencia. En ese
momento supe que aquellas cuestiones aún sin resolver de la política educativa para la primera
infancia, que nunca hallé en el marco del PTA, me llevarían a refugiarme en un grupo que con todo
el rigor académico me abriría el camino para cualificar mi práctica. Aunque desde hace
aproximadamente tres años me vinculé al grupo de Flandes Tolima, Red Pido la Palabra, hoy grupo
conocido como “La otra orilla”, desde este año pude plenamente participar con el diseño y reflexión
de mi propia experiencia.
La tarea del docente no es fácil, aún más cuando presiden en el país continuas políticas educativas
cambiantes: año tras año propone nuevas rutas, orientaciones, y un torbellino de documentos y
disposiciones que se trasponen, se contradicen, se modifican: DBA, Mallas de aprendizaje,
Actividades rectoras, Caracterización del desarrollo y el aprendizaje de niños de preescolar,
1
Información tomada de https://es.wikipedia.org/wiki/Flandes_(Tolima)
2
Policloruro de vinilo, es un material plástico, liviano, inflamable. Por lo tanto, se calienta si se expone a altas
temperaturas.
Lineamientos Curriculares, Estándares de aprendizaje, Pruebas EGRA, Pruebas EGMA, Pruebas
diagnósticas, etc.
Para citar un ejemplo de los vacíos conceptuales y didácticos que presentan los lineamientos o
referentes de la educación inicial publicados por el MEN, se cita a continuación el documento
Bases Curriculares para la Educación Inicial y Preescolar del MEN, en lo relacionado con la
oralidad:
“Desde el momento en que los niños y las niñas usan de manera intencionada las palabras
que han aprendido, inician interacciones conversacionales con los adultos y toman turnos
durante los diálogos cortos…los niños y las niñas comprenden que deben responder a las
preguntas que se les realizan, pero ahora el reto se encuentra en dar las respuestas
apropiadas y mantener el hilo conductor de la conversación. Gradualmente van
aprendiendo que en el juego de la comunicación se usan estilos diferentes de hablar…”,
(2017, p. 78)
Por el contrario, variadas sistematizaciones e investigaciones sobre el lenguaje oral muestran que
a pesar de las experiencias que los niños puedan tener con la lengua materna, es preciso diseñar
situaciones didácticas que enfoquen la enseñanza y el aprendizaje en las particularidades propias
de la diversidad discursiva, pues “la mayor parte de esos géneros discursivos no se producen en el
entorno familiar de los alumnos y las alumnas y requieren, por lo tanto, que el profesorado atienda
a sus características específicas para integrarlas en su planificación didáctica”. (Nussbaum y
Tusón, 1996, p. 15)
En este desolador panorama de la educación inicial y las orientaciones del MEN, se encuentra el
grupo de reflexión “La otra orilla”. Este es un colectivo de docentes que se reúne mensualmente,
para analizar, discutir y reflexionar sobre los distintos trabajos de aula que los docentes presentan
en cada sesión. Como producto de dicho encuentro se elabora una “memoria”, es decir el soporte
escrito que recoge todos los cuestionamientos, tensiones, puntos de discusión y acuerdos. Allí se
reúnen profesores de diferentes áreas de formación, contextos y características. Para llegar al lugar
del encuentro viajan desde diversas ciudades como Bogotá, Neiva, Espinal, Saldaña, Girardot. El
grupo está conformado por algunos profesores que por largos años han estado vinculados a la red
de lenguaje Pido la palabra y que cuentan con gran trayectoria académica, y destacados trabajos de
investigación y sistematización, como es el caso del profesor Mauricio Pérez Abril, Sandra del
Pilar Rodríguez, Ximena Vargas, María Alejandra Rivera. A su vez participamos profesores que
desde hace poco tiempo nos vinculamos al grupo y que nos encontramos en la ardua tarea de
transformar las prácticas de aula, apropiarnos de la dinámica de trabajo y estudio del colectivo, del
enfoque sociocultural, del marco conceptual y teórico que han construido sus miembros a lo largo
de varios años, entre otros aspectos.
Ahora bien, uno de los espacios de formación en oralidad propuestos para los niños de preescolar
que oriento este año es la exposición, planeación socializada ante el colectivo “La otra orilla”. A
continuación, presentaré los elementos más relevantes de dicha propuesta inicial, así como los
cuestionamientos y el análisis crítico que tuvieron lugar en este encuentro, asuntos importantes
alrededor de las prácticas de enseñanza del lenguaje en los grados iniciales en el campo de la
oralidad.
La planeación inicial
En el aula de preescolar que oriento existen diversas modalidades de trabajo didáctico. Algunas
están destinadas a la formación de lectores, otras dirigidas a la producción de textos, y otras para
la formación en oralidad. Cada uno de estos espacios se sustenta en el enfoque sociocultural del
lenguaje.
En uno de dichos escenarios de oralidad mencionados en el párrafo anterior, existe un espacio
destinado a la “conversación libre”, el cual tiene “el propósito comunicativo de entablar diálogos
informales que les permita [a los niños] el uso de su voz para comunicarse con otros y para el
propósito didáctico de crear condiciones para el habla” (Rodríguez, 2014, p. 58), allí los estudiantes
establecen diferencias entre la conversación informal y la conversación más formal al participar en
el segundo espacio de la jornada diaria destinado a la “conversación grupal”3. Cada uno de estos
momentos es planeado y mediado por la docente y orientado por unos propósitos de enseñanza
específicos.
Ahora bien, teniendo en cuenta que existen desigualdades sociales que se derivan de los carentes
desempeños de los sujetos en distintos ámbitos orales formales establecidos socialmente, consideré
necesario ampliar los escenarios reservados para la formación en oralidad, pues no es igual hablar
en contexto familiares, en los círculos de amigos, en la tienda o en el barrio con el vecino, que
hablar en contextos más formales como los académicos o los laborales. De hecho, son saberes y
desempeños que tienen la posibilidad de formarse sólo en la escuela, tal como lo expresa
Rodríguez, M.:
“La escuela es un ámbito privilegiado donde los niños pueden adquirir y desarrollar los
recursos y las estrategias lingüísticas necesarias para superar la desigualdad
comunicativa y es responsable de la enseñanza de los géneros más formales, como la
exposición, el debate, la entrevista, etc., géneros que no se aprenden espontáneamente, sino
que requieren una práctica organizada”. (1995, p. 4)
3
La conversación grupal es un espacio importante para los propósitos didácticos propuestos para el preescolar, dado
que “este espacio les permite reconocerse y ser reconocidos como miembros del grupo por su voz (…) esta actividad
deja que los niños construyan principios de participación soportados (…) en el habla” (Rodríguez, 2014, p. 58),
Así las cosas, con el propósito de vincular los saberes que los niños habían construido sobre los
dientes y sobre aquellos conocimientos que tal vez podrían profundizar sobre este tema, decidí
vincular la temática con la exposición. De esta manera podría enseñar a los niños a exponer esta
información a los estudiantes del grado primero de la misma sede. Con todo lo anterior me di a la
tarea de diseñar la planeación de una Secuencia Didáctica4, en la que avancé en dos sesiones que
las describiré a continuación.
Las siguientes sesiones no las desarrollé, pues resolví primero socializar la planeación con el
colectivo de docentes de la red de lenguaje antes de continuar con su ejecución. No obstante, había
planeado para las posteriores sesiones que los estudiantes reconocieran en los videos de los niños
expositores, la estructura de la exposición. Posteriormente que analizaran algunas condiciones para
una presentación adecuada como el tono de la voz, el uso de los recursos, la presentación personal,
los modos lingüísticos para iniciar cada parte de la exposición, el control sobre el cuerpo, la
preparación en casa.
4
La Secuencia Didáctica, propuesta por Ana Camps (1995), tiene una serie de particularidades que la hacen favorable
para la planeación cuando el trabajo de aula está relacionado con la producción de un texto oral o escrito, este deberá
proyectarse para un tiempo determinado y disponerse en el marco de una situación discursiva, en un contexto de
comunicación especifico. Además, está sujeto a unos objetivos de enseñanza y aprendizaje que son explícitos para
los estudiantes y sobre los cuales se centra la evaluación.
Luego de todo este análisis me proponía que los niños ensayaran la exposición y posteriormente,
de acuerdo a los turnos que los niños escogieran, filmar las intervenciones para analizar y
reflexionar sobre sus desempeños como expositores con base en los acuerdos o revisiones que se
habían realizado colectivamente en las primeras sesiones. La revisión y reflexión colectiva sobre
los diversos ensayos de la exposición les permite a los niños comprender los elementos que
constituyen el discurso oral, entre estos, el uso del lenguaje de acuerdo a la temática, el auditorio,
el contexto; los recursos paralingüísticos, la utilización de soportes físicos para apoyar la
exposición. Esta práctica de revisar, reflexionar y cualificar la práctica de habla difiere de la
exposición tradicional en donde la intervención oral se concibe como el producto final, y no como
un proceso que requiere de un distanciamiento sobre las acciones para construir conceptos y
transformar la práctica para volver a ella con más elementos que le permitan hacer una intervención
cada vez más pertinente y acertada.
Partes de la exposición:
1. Presentarse: el niño que exponga saludará al público y dirá su nombre.
2. Presentar el tema: cada expositor mencionará el tema que expondrá.
3. Desarrollar la exposición: compartir la información sobre el tema con el
público.
4. Concluir: Decir al público que se ha terminado la exposición del tema,
agradecer la atención.
“Algunos de los elementos propuestos en la planeación inicial para construir con los niños en relación
con la exposición”
Finalmente, después de varios ensayos y análisis de filmaciones, con los respectivos ajustes que
los niños realizaran a sus exposiciones se programaría la exposición final dirigida a los niños del
grado primero.
Con base en lo anterior, algunas de las reflexiones suscitadas sobre el análisis de la planeación se
recogieron en la Memoria del encuentro del colectivo La otra Orilla de fecha 5 de Julio de 2018,
en ella se destacan los siguientes aspectos:
“Si vemos un video que encontramos en Youtube sobre cómo se expone, el propósito de ver
ese video es analizar A, B y C, pero para ver cómo es el lenguaje corporal, el tono, en eso
es mejor que cada quien haga su primer ejercicio de la exposición, se filme, de pronto se
cargue a Youtube y lo vemos en clase, o lo grabe en un celular y lo proyectamos, o vemos
el de un niño que con su autorización lo proyectamos en el tablero y lo analizamos entre
todos, pues muy probablemente los problemas de uno son los problemas de todos. Estas
son decisiones micro didácticas súper importantes. Así que se ven videos externos al aula
para analizar unas cosas, ver videos de nosotros mismos para analizar otras cosas. Hacer
un segundo borrador de la exposición oral filmada para volver a analizar en detalle
algunas cosas, por lo menos tres, porque la exposición final debe ser por lo menos la cuarta
versión del asunto…” (Intervención tomada de la Memoria del 5 de Julio, Nodo “Las dos
orillas”-Pido La Palabra)
Por lo tanto, la planeación debe replantearse para dar la oportunidad de profundizar o ahondar en
algunos aspectos. Sería pertinente “hacer un intento de unas versiones de exposición, partiendo de
sus saberes previos y que los saberes se construyan sobre su propia experiencia”. (Intervención
tomada de la Memoria del 5 de Julio, Colectivo “Las dos orillas”)
También se discutieron otros aspectos como la necesidad de enseñar a los niños que existen algunas
condiciones sobre el tiempo, lo que implica asignar períodos específicos para la exposición, sin
importar qué tan breves sean (por ejemplo, de un minuto). Esto servirá para que los estudiantes se
acostumbren desde los primeros años a que las intervenciones formales generalmente son
controladas por unos tiempos, los cuales se deben respetar.
Por otra parte, al considerar las posibilidades y características de los niños, se requiere de una
planeación diferencial, es decir, pensar en los distintos modos de intervención didáctica que se
realizará para el caso del niño que es muy nervioso para hablar, y para aquel que requiere menor
apoyo de la docente. Así que aquel que tenga mayor dificultad para hablar en público podrá
exponerle primero a la maestra y paulatinamente se irá enfrentando cada vez a un grupo mayor de
compañeros, hasta que logre presentar la información a toda la clase.
Es decir que en la planeación se contemplan diferentes condiciones y situaciones. Por una parte,
qué se hace con los recursos, por otra parte, qué criterios de la exposición se construirán, también
cómo preparar la audiencia, cómo tratar lo de la seguridad, la autoimagen, eso tiene que ver con
cómo orientar a los niños tímidos o los que hablan con mayor facilidad, etc.
Otro aspecto fundamental en la planeación es definir cuáles conceptos construirán los estudiantes
o de qué modo se abordará la formalización de los aprendizajes, es decir, que el niño logre un nivel
de metalenguaje para que logre explicar qué es exponer, cuáles son los elementos, cuál es su
estructura, y de qué manera este género discursivo se diferencia de otros. Este último es
imprescindible, pues si no hay formalización de los conceptos, no hay aprendizaje.
En otras palabras, se espera que los niños de preescolar logren introducirse en el lenguaje formal y
que hallen la diferencia entre aquella habla que se ejerce en ambientes sociales más familiares y
cercanos, de aquella que se ejerce en una exposición formal que se hace ante un auditorio
académico, pues el registro siempre es distinto:
“Esa conciencia del modo como se habla es fundamental (…) eso tiene que ver con la
formalización de los conceptos, es decir, qué están construyendo los estudiantes con su
experiencia, con el análisis de los videos. Esto funciona muy bien cuando se hace
comparativamente, es decir, ya sabemos lo que es contar un cuento, leer un cuento, qué
elementos tiene la narración y qué elementos tiene la exposición. Qué diferencia hay entre
exponer y narrar (…) cuales son los elementos, las características” (Intervención tomada
de la Memoria del 5 de Julio, Colectivo “Las dos orillas”)
La meta central en lo relacionado con la formalización de los conceptos es que los niños logren
diferenciar variados géneros discursivos, porque comparan su léxico, su estructura y otros
elementos, por ejemplo, diferencian un texto expositivo, de uno narrativo, de uno informativo, etc.
Con base en lo anterior, realicé los primeros ajustes a la planeación. Por un lado, los niños
observarán un video de un niño de grado 3º de la misma sede (experiencia ya sistematizada) y sobre
eso únicamente se analizarán y concretará con los niños la estructura de la exposición. Lo
relacionado con los demás saberes de la exposición como los recursos lingüísticos, lo
paralingüístico y demás, decidí construirlo paulatinamente a través de las reflexiones que se puedan
suscitar con las experiencias filmadas de los niños en sus exposiciones previas a la presentación
final.
Finalmente, en lo relacionado con la conceptualización planee espacios para conversar con los
niños sobre las diferencias que perciben entre exponer y leer en voz alta. Decidí que así fuera
porque los niños han ido construyendo saberes sobre este otro desempeño oral, por lo que creo que
es un buen punto de referencia para hacer las respectivas comparaciones entre leer en voz alta y
presentar una información oral a un auditorio. Estas sesiones serán continuas y se irá ampliando el
concepto en la medida que los niños vayan organizando sus ideas través de la discusión y reflexión.
Cabe resaltar que si los estudiantes se desempeñan mejor cuando exponen un tema de su interés,
entonces se asegura el éxito, el cual es sumamente importante, pues de acuerdo al planteamiento
de Josette Jolibert5 el docente siempre debe asegurar el éxito en la primera experiencia: “Si el
estudiante va a hablar por primera vez en público, debe irle lo mejor posible, y para que le vaya
bien debe prepararse súper bien y hablar de lo que le gusta…después aprenderán a hablar de temas
que no les gusta” (Intervención tomada de la Memoria del 5 de Julio, Colectivo “Las dos orillas”)
En consecuencia, con el propósito de modificar la primera planeación con base en las reflexiones
anteriormente descritas, decidí preguntar a los niños nuevamente si deseaban exponer sobre los
dientes o si deseaban exponer un tema relacionado con algo distinto. Ellos sin dudarlo propusieron
temas diferentes al que inicialmente había escogido para la exposición, así que en la planeación
incluí la sesión para ayudar a los niños a resolver qué temática deseaban abordar en su presentación.
5
Citada en encuentro de Colectivo “Las dos orillas”, Memoria 5 de julio de 2018
contar con conocimientos dispuestos en una variedad de recursos que se convierten en el
insumo base para nuevas planeaciones, trabajos de aula y sistematizaciones.
Sobre este aspecto, se destaca el conocimiento construido por el colectivo con base en una
experiencia ya sistematizada, en lo relacionado con el uso del Power Point en las exposiciones
orales. Cuando la docente prohibió el uso de este programa la exposición cambió totalmente, pues
sugirió mayores retos para los niños, aprendieron a prescindir de este recurso, aprendieron a
ordenar el pensamiento de una manera distinta, hicieron una reelaboración cognitiva:
“Cuando le proponemos al niño hacer algo con el lenguaje, es distinto lo que le pasa por
la cabeza a un niño que dibuja, al que escribe, al que hace Power Point, esto también hace
parte de la formalización del conocimiento” (Intervención tomada de la Memoria del 5 de
Julio, Colectivo “Las dos orillas”)
Por otra parte, existe un principio didáctico básico y es que los niños deben darse cuenta que el
profesor sabe hacer lo que les pide hacer. De este modo es valioso que los niños puedan observar
un video de la docente exponiendo y así contemplar en su profesor la experiencia que se espera de
él, dándoles con ello una mayor confianza.
En coherencia con este aspecto decidí planear una sesión en donde los niños conversen y analicen
la variedad de recursos que podrían utilizar como apoyo para su exposición. En las sesiones de
práctica que serán filmadas, los compañeros que hacen las veces de auditorio realizarán
comentarios sobre el uso del recurso.
En cuanto al principio didáctico de que la maestra debe demostrar que sabe hacer lo que enseña a
los niños, resolví hacer un video para que los niños en una sesión me observen y comenten mi
desempeño como expositora, el uso de recursos y otros aspectos ya construidos con ellos en el
avance de la secuencia.
4. Intereses del auditorio: Con base en el resultado de otras experiencias de oralidad es importante
explorar con los niños expositores los intereses o inquietudes que tenga el auditorio sobre un
tema antes de tomar decisiones sobre lo que se va a presentar. Así que con los niños de
Preescolar se deberá averiguar cuáles son las preguntas de los estudiantes del grado a quienes
va dirigida la exposición. Esto con el propósito de que la audiencia esté expectante a la
información que se presentará.
Con el fin de responder al anterior principio didáctico, planee un espacio en la secuencia para que
los niños de preescolar formulen la vía para indagar a los estudiantes de grado tercero sus intereses
en las temáticas seleccionadas. Para esto se espera que los niños adopten la escritura como medio
para enviar y recibir mensajes formales y diseñar con ellos una tarjeta de invitación al evento y
averiguar los intereses de los niños de tercero en relación a las temáticas elegidas. Considero que
este mecanismo logrará que los niños de preescolar comprendan el nivel de formalidad de la
exposición oral y además el mensaje que ellos reciban de vuelta será un insumo para ser revisado
una y otra vez con el fin de asegurarse que darán respuesta a los intereses y expectativas del
auditorio.
INVITACIÓN
A los niños de grado tercero de la sede Jorge Eliecer Gaitán
A un evento de exposiciones
Expositores:
(Los nombres de los niños de preescolar)
Temas:
XXXXXXXXX
XXXXXXXXXX
Fecha:
Lugar:
Hora:
Diseño de tarjeta de invitación planeada en un trabajo de escritura para invitar a los niños de tercero al
evento de exposiciones y para averiguar cuáles son sus intereses sobre las temáticas que presentarán los
niños de preescolar.
Resultados esperados:
Con todas las reflexiones mencionadas anteriormente, se reestructura nuevamente la planeación
para continuar en las próximas sesiones con la revisión de los avances. No obstante, se realizará la
respectiva sistematización pues es desde esta que se puede comprender la realidad de las prácticas
y el impacto de las acciones de enseñanza en los aprendizajes de los niños, lo que resulta en
transformaciones de las concepciones didácticas y pedagógicas.
En la planeación de la secuencia didáctica sobre el lenguaje oral, los criterios o las condiciones de
la exposición oral no se aprenden como resultado de la acumulación de saberes a partir de la
observación, sino que se construyen desde la práctica, en la intervención oral, en el análisis de las
experiencias propias de los niños, sus compañeros, personas ajenas al aula y en los saberes
colectivos que paulatinamente se van acordando.
La planeación en oralidad debe contemplar las características de los niños, sus experiencias y
desempeños, de tal manera que cada estudiante reciba la mediación didáctica pertinente para lograr
con éxito las intervenciones orales, esto implica para el docente diseñar una planeación y sus
respectivas variaciones para cada caso particular.
Finalmente, es imprescindible la delimitación de los propósitos didácticos, pues son los que
definitivamente orientarán las acciones de la enseñanza y los que marcarán la ruta para lograr la
construcción de aprendizajes concretos.
Bibliografía
Grupo de reflexión Pido la Palabra- Las dos orillas. Memoria del encuentro del 5 de Julio de 2018.
Flandes.
Nussbaum, Luci y Tusón, Amparo (1996). Signos. Teoría y práctica de la educación. ISSN: 1131-
8600
Pérez - Abril, M.; Roa, C; Villegas, L. & Vargas, A (2012). Escribir la propia práctica: Una
propuesta metodológica para planear, analizar, sistematizar y publicar el trabajo didáctico que se
realiza en las aulas. Bogotá. Pontificia Universidad Javeriana.
Rodríguez, Gutiérrez, Sandra del Pilar (2014). Ingresar a la cultura escrita y a las prácticas sociales
del lenguaje, una configuración didáctica para el inicio de la escolaridad. Bogotá. Red Colombiana
para la Transformación de la Formación Docente en Lenguaje, Pontificia Universidad Javeriana.
Rodríguez, María Helena (1995). “Hablar” En La Escuela: ¿Para Qué?... ¿Cómo? Lectura y Vida.
Revista Latinoamericana de Lectura. ISSN 0325-8637