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Sede Aragua.
Andrea Rojas
Eimy Rodríguez
Luz Romero
Tomás Romero
Yvette Romero
Marzo, 2015
Introducción
Es por esto que en esta redacción se indaga sobre el tema para que sirva de
apoyo y de esta forma fortalecer las distintas investigaciones que se aborden en
este campo, ya que es necesario cualquier material que pueda servir para
fomentar el estudio más a fondo de la literatura y todo lo relacionado con ella.
Literatura
Características
11. Es simbólico.
Tipos de Literatura
– Literatura Egipcia: La literatura egipcia tiene mucho que ver con su historia
religiosa y la creencia de la inmortalidad. Dividida en períodos la historia
egipcia, Entre el año 3500 y 2400 a.C. (el imperio antiguo) comienzan los
primeros registros de las obras literarias. Entre el año 2300 y el 1700 a.C. (el
imperio medio) las obras literarias tienen que ver con la formación. Por
ejemplo La historia del náufrago. Entre el año 1700 y el 1000 a.C. (el imperio
nuevo) da lugar a la versión definitiva del “Libro de los Muertos”, una obra
literaria que cuenta con 60 capítulos escritos en varias épocas siempre
respetando la misma idea.
– Literatura romana: La historia de Roma fue escrita como poema épico por
Ennio. Se enfoca a interpretar no solo la literatura sino también la critica
literaria. Su historia data de la Antigua Grecia, la poesía clásica y la retórica,
Irak medieval, la antigua Roma y la antigua India. No obstante como concepto
data desde los años ’50 por Ferdinand Saussure y la lingüística estructural
influenciando la critica literaria de la lengua inglesa.
Géneros Literarios
Ana Teresa Parra Sanojo más conocida como Teresa de la Parra, fue una
escritora venezolana.
Primeros años
Nació en París en 1889, para ese entonces sus padres, Miguel Parra
Hernaiz e Isabel Sanojo Espelosin de Parra, se encontraban en esta ciudad. A los
dos años llega a Venezuela y se instala en la hacienda de caña "El Tazón",
cercana a Caracas, donde pasa su infancia. Su familia formaba parte de la
aristocracia venezolana y al sector de los terratenientes.
Carrera literaria
Para 1921, a los 32 años, ya su nombre suena en todos los oídos de la comunidad
literaria venezolana, por esta razón, con motivo de la visita del príncipe de Borbón
a Venezuela, se le asigne la tarea de escribir un mensaje que enviaba a las
mujeres venezolanas la infanta Doña Paz, madre del príncipe.
Los años que van de 1928 a 1930 son de intensa actividad para la escritora; es
invitada a Cuba para participar en el Congreso de Prensa Latina, el tema de su
discurso fue "La Influencia Oculta de las Mujeres en la Independencia y en la vida
de Bolívar"; pública en 1929 su segunda novela, Memorias de Mamá Blanca, que
escribe en un viaje a Suiza.
Últimos años
Novelas
Ifigenia (1924)
Las memorias de mamá blanca (1929)
Cuentos
Ifigenia fue la primera gran novela venezolana que marca la madurez del género
en las letras del país; fue escrita al terminar la Primera Guerra Mundial. Publicada
en 1924, escrita en forma de diario personal, fue la primera novela publicada bajo
el seudónimo de Teresa de la Parra.
ARGUMENTO
La protagoniza, una chica de unos 18 años, María Eugenia, quien recién ha
vuelto a Caracas después de una larga estadía en Europa, descubre que ya no
tiene herencia, y así tiene que vivir en la casa de su abuela y buscar un buen
matrimonio. Se refleja la inconformidad de la joven que no tiene voz propia ni
posibilidad de elegir su destino en un mundo que, según su definición, es «un
banquete de hombres solos».
Primera parte
“Una carta muy larga donde las cosas se cuentan como en las novelas”
Segunda parte
“El Balcón de Julieta”
Capítulo I: Remitida ya la interminable carta a su amiga Cristina, María Eugenia
Alonso, resuelve escribir su diario. En este primer capítulo aparece por fin la gentil
persona de Mercedes Galindo.
Capítulo II: En donde María Eugenia Alonso describe los ratos de suave
contemplación pasados en el corral de su casa y en donde a su vez aparece
también Gabriel Olmedo.
Capítulo III: De cómo una mirada distraída llega a desencadenar una horrible
tormenta, la cual a su vez, desencadena grandes acontecimientos.
Capítulo IV: En donde se espera, y se espera, conversando con una rama de
acacia, y con unos cuantos floreados de bejucos bellísimas.
Capítulo V: Aquí María Eugenia Alonso sentada en un peñasco, se confiesa con el
rio; el rio le da consejos, y ella obediente y piadosa decide seguirlos todos al pie
de la letra.
Capítulo VI: Un aguacero; una carta y una tarde viajera, que tal un camino, se
desliza, serpentea y se pierde en el pasado.
Capitulo VII: ¡Supremun Vale!…
Tercera Parte
“Hacia el puerto de Aulide”
Capítulo I: Después de dormir profundamente durante largos meses, una mañana,
del fondo de un armario, entre lazos, encajes y telas viejas, se ha despertado de
golpe la verbosidad literaria de María Eugenia Alonso.
Capitulo II: Luego de navegar tres días en la carabela de su propia experiencia,
María Eugenia Alonso, acaba de hacer un descubrimiento importantísimo.
Cuarta Parte
“Ifigenia”
Capítulo I: Un lunes en la madrugada.
Capítulo II: El martes en la madrugada.
Capítulo III: El miércoles en al mediodía.
Capítulo IV: En la noche del miércoles al jueves.
Capítulo V: En la noche del jueves al viernes.
Capítulo VI: En la madrugada del sábado.
Capítulo VII: El mismo sábado a las doce de la noche.
Capítulo VIII: La carta de Gabriel.
Capítulo IX: El lunes siguiente al caer la tarde.
PERSONAJES
Principal
Abuela Eugenia, de férrea moral que sabe que es lo mejor para María
Eugenia.
Tía Clara, callada y humilde, que un día fue joven enamorada y por causa de
una decepción se apagó como una vela.
Tía Política María Antonia, esposa de su Tío Eduardo, que usa esa misma
moral como arma de opresión. María Eugenia la describe como irreprochable,
altanera y trivial.
Mercedes Galindo, mujer casada con un mal marido, de pequeña fortuna pero
con gran libertad e independencia que será el modelo imposible de seguir para
María Eugenia. Con una figura gentil y radiante, siempre vestía de manera muy
elegante, y al hablar surgía una de las voces más lindas y argentinas que ella
había escuchado.
El lenguaje con el cual la autora va narrado la historia revela, gracias al estilo que
emplea, muchas veces de ante mano lo que acontecerá en la novela. De esta
manera el lector puede descubrir poco después de haber comenzado a leer la
novela, de que ésta no tratará precisamente sobre una historia feliz y que la
llegada de Maria Eugenia a Caracas cambiará su vida: "Aquella Tarde, [...], me
pareció que desde lo alto de una atalaya miraba mi vida entera, la pasada y la
futura, y no sé porqué tuve un gran presentimiento de tristeza"(p. 20).
Es éste estilo del lenguaje, el que revela entre líneas lo que sucederá, al que se le
debe de prestar suma atención para ir atando los cabos que la autora va dejando
con la intención de dar al lector una explicación lógica del porqué de lo hechos. De
esta manera, estamos advierte con esta declaración por ejemplo, de que Maria
Eugenia hará todo lo posible para no terminar en la casa de tío Eduardo: "¡Ah! si
llegara a faltarme Abuelita, cosa que bien podía ocurrir de un momento a otro
¿qué sería de mí, Dios mío, que sería de mí ?....!Ah! ¡el horror de la dependencia
en la casa enemiga de tío Eduardo!..."(p. 71).
Ifigenia descubre esta franja oscura, este lenguaje íntimo, solitario, de la mujer
venezolana, latinoamericana. Nos ha revelado en una escritura original,
desafiante, auténtica, un rostro desconocido. De una narrativa exteriorista,
paisajista, pasamos a una novela sobre la condición enajenada, sobre la intimidad
desolada de una mujer. […] Estamos en presencia de una escritura que enuncia la
intimidad de un sujeto (mujer) desde el lenguaje de sus miedos, su rabia y su
fragilidad (Bohórquez, 1995: 34).
Teresa de la Parra vivio una época en la que la forma de ver a la mujer estaba
cambiando, a demás sometida al choque cultural y social entre su vida en Paris y
sus viajes a Venezuela ensanchan la visión de esta gran escritora que no silencio
su voz a los estrictos e injustos “limites” impuestos a la mujer, y decide utilizar su
pluma para someter a la luz de la conciencia una realidad tacita como lo era el
sometimiento de la mujer a su marido o su completa dependencia de este, con un
lenguaje muy instruido pero usando ampliamente la jerga coloquial comparte los
secretos y sometidos pensamientos de las muchachas de aquella época cuya
preocupación principal era el lucir lo mejor posible para así atraer a un hombre
adinerado y de buen apellido.