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All content following this page was uploaded by Roberto Carlos Subauste Pérez on 08 August 2017.
A 0º las moléculas
viajan a la misma
velocidad por el
extradós y por el
intradós, sin generar
ningún cambio en las
presiones y por tanto
sin generar
sustentación. Al
aumentar el ángulo,
el punto de impacto
(en el borde de
ataque) de las dos
moléculas queda más abajo del punto a 0º, haciendo que la molécula
que irá por arriba recorra un poco más de distancia, ocasionando lo ya
descrito en anteriores párrafos, claro que la variación de distancia es
muy poca respecto a un perfil asimétrico, pero significativo en cuanto a
la generación de sustentación, es por ello que se ve en las curvas
características que los perfiles simétricos no son los más eficientes
generando sustentación. Y de manera idéntica sucede con un perfil en
posición invertida
Capa límite
¿Qué es la famosa capa límite?, aquí las cosas se ponen un poquito
más confusas pero no dejan de ser de sencilla comprensión. Todo
objeto sobre la tierra está rodeado de aire, pero ¿qué sucede con el
aire que está exactamente donde termina el objeto y empieza el mismo
aire?, a esas moléculas de aire en contacto con las moléculas del
objeto, esa “lámina” de aire es la que se denomina capa límite, en
teoría, por la fricción, viscosidad y fuerzas intermoleculares, esa capa es
“inamovible” (que no es totalmente cierto, como veremos más
adelante), es decir, que esa finísima capa de aire se queda quieta
aunque el objeto o el aire se muevan, para entenderlo mejor y verlo
mejor, supongamos que un avión está en la plataforma en un día
ventoso, una finísima capa de polvo se asienta en la superficie del ala,
varias partículas de polvo quedan asentadas al nivel de las moléculas
de la capa límite, cuando el avión vuela y aterriza en otro aeropuerto,
es posible ver sobre la superficie del ala polvo que se asentó antes de
que el avión volase, ¡oh!, ¿cómo puede ser esto?, si el avión volaba a
una considerable velocidad, pues la respuesta es esa fina lámina
“inamovible”, la capa límite, en realidad se denomina capa límite al las
“láminas” de aire que tienen un perfil de velocidad desde cero hasta la
velocidad de movimiento del aire (flujo no afectado) o del objeto, por
lo que tiene un espesor definido, puede acotarse que mientras más
rápido se mueva el objeto o el aire, la capa límite tenderá a ser más
delgada. Esta capa límite, permite que las otras láminas de aire se
mantengan adheridas una sobre otra entre si y a la superficie del objeto
gracias a las fuerzas intermoleculares, pero esta capa se mantendrá en
su lugar o será “inamovible” mientras las fuerzas sobre ella sean
tangenciales, si las fuerzas empiezan a variar su dirección sobre la capa
límite, esta tenderá a volverse inestable y separarse del objeto,
generando movimiento en el resto del aire circundante, es decir, en las
demás moléculas y por lo tanto diferencias de presión, que al ser
adversas, podría aparecer una succión en algún punto y, ocasionarán
que el resto de la capa pueda desprenderse irremediablemente, a
menos que la fuerza vuelva a ser tangencial a la superficie del objeto.
Por eso el polvo no se desprende con el vuelo, pero si se usa una
manguera de aire y se sopla perpendicular a la superficie, fácilmente el
polvo se aparta del chorro.
Presión interna
Es sabido que todo fluido posee una presión interna que es la que
mantiene su integridad y lo hace incompresible, esta presión es ejercida
igual y en todas direcciones a un mismo nivel, esto puede verse
claramente en un vaso de gaseosa, ¿han visto cómo suben las burbujas
de gas?, ¡son esféricas!, esto solo puede suceder porque el gas ejerce su
presión interna hacia fuera, igual y en todas direcciones, y el líquido
hace lo propio sobre el gas, y aún más interesante, puede verse cómo a
medida que se acerca a la superficie, la burbuja se hace más grande,
¿esto por qué?, bueno como siempre, simple, porque si suponemos al
líquido como una pila de
capas, a medida que vamos
hacia la superficie, hay
menos capas, y por tanto
menos materia del líquido
que ejerza presión a la
burbuja que sube, hasta que
esta llega a la superficie.
Otra manera cotidiana de
ver el fenómeno de la
presión interna de los fluidos
son las “pompas de jabón”,
esferas perfectas. Por eso es
que a mayor altura se hace
necesario utilizar equipos de
respiración, pues hay menos
aire que sea “forzado” por la
presión, a entrar a nuestros pulmones. Es esta presión interna la que se
ve afectada con el movimiento, si las moléculas del fluido se mueven, la
presión interna del mismo disminuye.
El ala, si está en
reposo, estaría
totalmente rodeada
de aire a presión
atmosférica, es decir,
este aire está
ejerciendo una presión
igual sobre toda la
superficie del ala (intradós y extradós). De igual manera que al principio,
supondremos que el perfil de nuestra ala es asimétrico, de mayor
curvatura en el extradós que el intradós, al empezar a moverse a través
del aire, las moléculas que estaban en reposo empezarán a moverse
por la superficie del ala, apartando el aire por delante y juntándolo por
detrás, a medida que la velocidad del desplazamiento aumenta, la
capa límite empieza a adelgazarse, y las moléculas en el extradós
empiezan a moverse a mayor velocidad que las del intradós, tratando
de “llenar” el espacio dejado por el paso del perfil y tangentes a la
capa límite. La presión atmosférica circundante se mantiene constante
y “aplastando” a las moléculas que se mueven, contra la superficie del
ala, y como en la atmósfera no existen vacíos, al descender la presión
en el extradós por el movimiento, el aire no
Volvamos ahora al
borde de ataque, y
ya que estamos
tratando de no omitir
los efectos que en
realidad suceden, no
deberíamos suponer
tan incompresibles a
los gases, ya que el
ala por delante
estará en cierta
medida
comprimiendo el aire
(puede verse en las
líneas de flujo), pero
este al no estar
confinado se “escurrirá” por las zonas que la acción de compresión ha
hecho que bajen su presión interna, generando así movimiento en las
moléculas de aire. Como ejemplo análogo, podemos percibirlo cuando
con la mano abierta “empujamos” el aire, por delante de ella, esta
tratará de comprimir el aire y el mismo, se escurrirá entre los dedos y
alrededor de la mano tras de si, dejando una estela turbulenta, hasta
que se estabilice el aire nuevamente. Como ya se explicó en el anterior
párrafo la zona de baja presión queda detrás de la mayor curvatura
tanto del extradós como del intradós, por lo que el aire “comprimido”
por el borde de ataque se “escurrirá” rápidamente hacia estas zonas,
generando incluso a su paso más baja presión hacia la parte de mayor
curvatura, que sería prácticamente el primer cuarto del extradós,
además que las moléculas de aire no tienen más opción pues no podría
“volverse” porque la misma presión atmosférica las obliga a seguir la
línea de movimiento, hacia la zona de baja presión. Esta caída de
presión además hará que el aire que se “estrella” contra el borde de
ataque, sea inevitablemente succionado hacia la zona de menor
presión, creándose una especie de flujo que sube, obviamente esta
succión solo alcanzará subir solo unas cuantas “capas” de aire sobre las
que tienden a irse hacia el intradós, este flujo es el denominado
“upwash” o flujo ascendente, y el del borde de fuga descrito
anteriormente, es el “downwash” o flujo descendente, que se forman,
por el comportamiento y variaciones en la presión local alrededor del
perfil aerodinámico, dando la impresión que el aire se “dobla”,
acomodándose a la forma del extradós del ala.
Si nos alejamos un poco más para ver el efecto macro, que todo esto
causa en el ala, veremos que a una cierta distancia, tanto del extradós
como del intradós, el flujo no es afectado, digamos que mantiene su
linealidad, entre este flujo y las curvaturas del perfil, se forma una
especie de tubo de venturi, por encima del ala y otro por debajo, cuyo
estrechamiento lo forma, este fluido no afectado y la máxima curvatura
del extradós, por encima, y la del intradós por debajo. He aclarado que
son una “especie” de venturis, porque en realidad y como es obvio por
lo ya explicado, las líneas o capas de flujo no afectado están
presionando a las del flujo afectado contra la superficie del ala. Las
capas afectadas se encuentran a una presión interna menor a la
atmosférica, por eso si se observan las líneas de flujo puede verse cómo
se acercan entre ellas donde la presión es menor, gracias al
aplastamiento de las capas a mayor presión, este aplastamiento
genera más fricción entre las capas, frenando a las que están más
cercanas al ala, y obviamente deteniéndolas hasta quedar en reposo
(la capa límite). Si se compara las líneas de flujo de un objeto cualquiera
y de un perfil aerodinámico, puede verse cómo las del perfil a medida
que se alejan retornan al estado de “reposo” más rápidamente, que las
de un objeto cualquiera, esto demuestra por qué un objeto
aerodinámico se desplaza mejor, y genera una estela turbulenta menor,
pues afecta menos aire a su paso.
Con los efectos ya sabidos y a causa del efecto venturi sobre las capas
de aire más alejadas de las superficies del ala y más los ya detallados a
nivel superficial, el aire sobre el ala siempre irá más rápido mientras
mayor sea la curvatura del extradós.
La entrada en pérdida
(stall en inglés) es el
momento en que el perfil
pierde su capacidad de
sustentar, esto sucede por
el fenómeno de
desprendimiento del flujo
desde el extradós. Pues
sucede que los perfiles
aerodinámicos por su
configuración, no
pueden aumentar el
ángulo de ataque
indefinidamente. Ya
hemos visto cómo sucede
realmente el fenómeno
de sustentación y qué lo
cusa. Como al pasar el
perfil a través del flujo
crea una zona de baja
presión tras si, justamente
por la interrupción del
flujo, las diferencias de
presiones hacen el resto, si comienza a incrementarse el ángulo de
ataque, el punto de impacto de las moléculas de aire sobre el borde de
ataque, empieza a descender hacia el intradós, esto hace que el aire
que irá por arriba recorra más distancia, generando una zona de aún
menos presión por encima y detrás del perfil, si seguimos aumentando el
ángulo de ataque, se llega a cierto instante en que la presión por detrás
del perfil es tan baja, que el aire de la capa límite que llega hasta el
borde de fuga, es succionado de la superficie y al desprenderse crea
una zona de muy baja presión en el borde de fuga, el aire
“desprendido” crea una “rampa” por donde el aire que pasa del
extradós sube e inmediatamente es succionado hacia el borde de fuga
¡en dirección opuesta!, la energía con que retorna este aire, golpea a
las demás moléculas de la capa límite que aún siguen adheridas
tratando de desprenderlas, generándose un vórtice aún más fuerte tras
el ala. Este hecho marca el inicio de la curvatura de la gráfica de
sustentación, que a medida que aumenta el ángulo de ataque, la
capa límite sigue desprendiéndose, pero la baja presión que aún hay
sobre el ala sigue generando sustentación, hasta llegar al punto en que
el vórtice es tan fuerte y la presión tan baja que se llena demasiado
rápido de aire atmosférico en todas direcciones e incluso succionando
al que sale del intradós, en este punto el aire que sube desde el borde
de ataque, ya no se adhiere a la curvatura del ala, debido a la
presencia de ese vórtice, el aire prácticamente salta sobre esa
turbulencia dejando de existir el efecto de la sustentación y el ala ya no
es más que un “piano” que cae, entonces se dice que ha entrado en
pérdida, pero si el perfil disminuye su ángulo de ataque el aire volverá a
tratar de adherirse a la superficie del extradós y nuevamente se
restablecerá la generación de sustentación.
F = m⋅a
1
L= ρ ⋅ v 2 ⋅ Cl ⋅ S
2
Si hacemos la separación de unidades vemos que la fuerza de
sustentación es el resultado de una
masa (la del aire, sobre las superficies
del ala), por una aceleración
(ocasionada por las diferencias de
presión que aceleran al aire sobre el
extradós e intradós), tal como lo
presenta la ecuación de fuerza, así que
tomemos al Cessna 172, una aeronave
de ala alta muy popular, que pesa 1045
Kg, y calculemos qué velocidad
necesitaría para levantar su peso,
supongamos que vuela a nivel del mar
donde la densidad atmosférica es de
1,225 kg/m3, sabemos que su superficie
alar es de 16,16 m2, y que su coeficiente
de sustentación óptimo es
aproximadamente 0,2 (valor a un
ángulo de ataque, en el que se genera
la menor resistencia): entonces calculando; primero, el peso (W) lo
convertimos en fuerza multiplicándolo por la aceleración de la
gravedad (aprox. 10 m/s2) y tendremos Newtons (N), reemplazando y
despejando obtenemos (una nota: el peso de la aeronave es igual a la
sustentación en vuelo recto y nivelado L=W):
1 kg
10450 N = 1,225 3 ⋅ v 2 ⋅ 0,2 ⋅ 16,16m 2
2 m
10450 N ⋅ 2
v=
kg
1,225 3 ⋅ 0,2 ⋅ 16,16m 2
m
m km
v = 72,65 ⇒ 261
s h
Y es prácticamente la velocidad máxima real que alcanza la Cessna
172 Skyhawk a nivel del mar y en un vuelo recto y nivelado, no se de
¿dónde sacan que necesitaría 640 km/h para sustentarse? A velocidad
de entrada en pérdida 104 km/h (como en su ejemplo), en donde el
coeficiente de sustentación sería de casi 1,27 cerca del máximo (el 172
usa un perfil NACA 2412, los datos salen de su curva característica de
sustentación), obtendríamos un valor de L=10498 N o sea 1050 kg.
Entonces no hay dónde perderse, un mal planteamiento acarrea un mal
resultado.
Y una pequeña
confusión que
hacen referencia
en sus apéndices
acerca de la “bola
curva”, esta se
obtiene haciendo
girar a la pelota, lo
que arrastra el aire
a su alrededor,
como se mueve de
forma lineal, y
además crea una especie de “circulación” de aire, que acelera el aire
en sentido del giro, hace que la bola tienda a efectuar una curva en su
trayecto, este efecto de circulación es denominado efecto Magnus,
que incluso se ve en un Frisbee que se lanza.
Como ven con Bernoulli es posible explicar todos y cada uno de los
problemas que suscita la sustentación y el movimiento del aire
alrededor de un objeto (además de todos los fenómenos erróneamente
citados en los textos), lo que demuestra que porque sea sencillo no
quiere decir que no es verdad, es sencillo explicarlo, pero demostrarlo
matemáticamente es otro cantar, pero eso no le quita lo fácil de
entender, por qué vuela un avión. Les recomiendo que lean
“Understanding Flight” de David Anderson y Scott Eberhardt, pero ahora
con una idea clara de cómo es que funciona la teoría de Bernoulli
aplicada al vuelo, y sin pasionismos aprendan, que este libro trae cosas
y conceptos muy interesantes.