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Roca, S. (2012). Políticas públicas para gobernar México, DF : Pearson Educación .

(035211)

Poi íticas públicas


para gobernar
ROCA TAVELLA, SANTIAGO

Políticas públicas para gobernar

Primera Edición

PEARSON EDUCACIÓN, México, 2012

ISBN: 978�607-32-1153-6

Área: Ciencias Sociales

Formato: 18.5 x 23.5 cm Páginas: 344

Dirección Suramérica: Jaime Valenzuela

Dirección Perú: José González

Editora: Carla Soto


e-mail: carla.soto@pearson.com

Corrección y cuidado de edición: Alejandro Sabag

Diseño de interiores y diagramación: Carlos E. Capuñay R.

Diseño portada: Víctor Goyburo

Gerencia editorial
Educación Superior Latinoamérica: Marisa de Anta

Primera Edición, 2012

D.R. 2012 por Pearson Educación de México, S.A. de C.V.


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Atlacomulco 500-50. piso

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Col. Industrial Atoto
53519, Naucalpan de Juárez, Estado de México

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ISBN: 978-607-32-1153-6
Impreso en Perú I Printed in Perú
Políticas públicas
para gobernar

Autor
SANTIAGO ROCA TAVELLA
PhD. y MA en Economía
Cornell University

Profesor Principal
Economía y Finanzas
Universidad ESAN

Perú ·Argentina • Bolivia • Brasil • Chile • Colombia • Costa Rica


España • Guatemala • México • Puerto Rico • Uruguay • Venezuela
A
!salina Teresa
Prólogo

La primera edición de este libro se publica a fines del 2011, justamente cuando
Estados Unidos y Europa están amenazados de quebrar y sus sistemas bancarios se
encuentran en salmuera.
Resulta entonces significativo que un estudioso, que desde hace mas de veinte
años viene insistiendo que el modelo económico prevaleciente requiere importantes
reformas, ahora demuestre con el presente texto que tales preocupaciones resultan
hoy en día mas urgentes que nunca.
Santiago Roca es un independiente sin ataduras políticas ni ideológicas y siem­
pre lejos de los extremos, con activa participación en el debate ilustrado de las ideas
y su relación con la realidad concreta.
Fue de los primeros en advertir la injusticia de que los países acreedores de
America Latina nos exigieran pagar la deuda externa exorbitante mientras ellos
aumentaban las suyas sin respaldo. Hizo notar la incongruencia de que los países mas
desarrollados nos exijan libertan de comercio mientras subsidian sus exportaciones.
En las discusiones sobre los TLC hizo notar que la noción interesada o ventajista
sobre propiedad intelectual convierte las patentes en creciente instrumento de
dominio científico y tecnológico, y anticipó que los privilegios que se conceden a la
inversión extranjera terminan debilitando la inversión nacional y por ende la propia
soberanía.
El libro, sin embargo, no se agota en la crítica, pues esta lleno de propuestas
sobre una amplia variedad de temas. Su ánimo de modificar el modelo no es sim­
plemente un sentimiento, sino el resultado de una racionalidad siempre dispuesta al
debate y el cotejo.

VII
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Santiago Roca, iconoclasta por definición, deja comprobado en estos testimo­


nios cómo el capitalismo en la forma como se aplica actualmente ha de terminar
indefectiblemente vencido por su propio peso, salvo que los dominadores fueran con­
vertidos a la aceptación de la regulación de mercados y gobernanza económica con
criterio mundial.
C arlos Ferrero, presidente del C ongreso entre 2001 y 2003 ;
y presidente del C onsejo de Ministros entre diciembre de 2004
y agosto de 2005.

VIII
Acerca de la obra y el autor

Durante años, los lectores de algunos de los principales periódicos de Lima han seguido
con atención los artículos de opinión que periódicamente ha ofrecido el economista
Santiago Roca Tavella, profesor principal de la Universidad ESAN y Ph.D en economía
de la Universidad de C omell, sobre temas de política económica y gubernamental.
En su momento, allá por el año 1990, fue el jefe del equipo del Plan de Gobier­
no de C ambio 90, con el cual fue elegido presidente de la República el señor Alberto
Fujimori Fujimori. Tres días antes de asumir el mando, el 28 de julio de 1990, Roca
renunció públicamente al no aceptar el pedido del presidente Fujimori para cambiar el
Plan de Gobierno por uno que acababa de sugerir el Fondo Monetario Internacional.
En señal de disconformidad é tica, no aceptó despué s asumir ningún otro puesto de
gobierno.
Años después, Roca lideró un grupo de profesionales en la elaboración de una
propuesta para el desarrollo del país, denominada Proyecto Nacional de Desarrollo. Re­
cientemente integró el grupo de intelectuales que ha elaborado el documento de Linea­
mientos de Política de Gobierno (Hoja de Ruta) del actual presidente de la República,
señor Ollanta Humala.
Su participación en la esfera pública incluye dos años y medio como presidente
del Instituto de Defensa de la C ompetencia y Protección de la Propiedad Intelectual,
INDECOPI; consultor en distintos períodos del gobierno peruano para la evaluación del
proyecto de derechos de propiedad urbana COFOPRI - Banco Mundial, y para evaluar
los modelos económicos del Banco C entral de Reserva, el Ministerio de Economía y
Finanzas, y el Instituto Nacional de Planificación, en un proyecto del Banco Interame­
ricano de Desarrollo. Ha sido durante cinco años representante del Perú en el Grupo de
Análisis de las Economías del Pacífico, del C onsejo de C ooperación Económico del

IX
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Pacífico, y asesor y consultor de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comer­


cio y el Desarrollo, la Organización Mundial de Propiedad Intelectual, el Instituto de
Desarrollo Económico del Banco Mundial, la Organización Internacional del Trabajo,
OIT, y otros organismos multilaterales.
Su posición independiente y mirada imparcial le han valido a Santiago Roca
aparecer en los Cables del Gobierno Norteamericano, filtrados por Wikileaks, de
la siguiente manera: "Los funcionarios (peruanos) educados en los Estados Unidos
se están instalando y moviendo en las altas esferas del gobierno en los ú ltimos
15 años. Algunos de estos han sido, sin embargo, problemáticos (cuestiona­
dores) como es el caso de Santiago Roca en el INDECOPI, pero la mayoría de
ellos reflejan una nueva mentalidad favorable a los intereses norteamericanos"
(el cable se refiere al año 2005 , pero aparece publicado en el diario El Comercio,
26 de junio de 2011) .
A lo largo de su carrera académica y profesional, Roca ha sido autor de una de­
cena de libros y numerosos artículos académicos publicados en revistas de primer nivel
internacional, pero además ha escrito más de tres centenas de artículos de opinión perio­
dística sobre política económica y políticas pú blicas, que han merecido la apreciación
de empresarios, estudiantes, funcionarios y pú blico en general.
El presente manuscrito recoge buena parte de los artículos periodísticos de opi­
nión del profesor Santiago Roca a lo largo de su trayectoria profesional. Los artículos
han sido publicados en los principales periódicos del país, tales como La República,
El Comercio y Gestión, y revistas como Moneda, La Banca, Proceso Económico y
Actualidad Económica. Estos artículos han sido ordenados de acuerdo a los diversos tó­
picos de política pú blica y constituyen en la actualidad un acervo de ideas y reflexiones
que ayudan a la lectura crítica de los acontecimientos económicos y pú blicos del país.
El agrupar todos estos artículos en un solo volumen, ofrece un valor agregado y permite
contrastar las ideas y propuestas esgrimidas con las políticas actualmente existentes,
constituyéndose en puntos de apoyo para la determinación y análisis de las políticas
pú blicas en el Perú .
Los artículos de opinión ilustran sobre los distintos temas y están al alcance del
pú blico en general, que a través de su lectura se enriquece y aprende a conocer de los
temas pú blicos que afectan su vida como ciudadano. De esta forma, sirve para construir
ciudadanía e involucrar a las personas "de a pié" en el desarrollo del país. Este manus­
crito puede también ser utilizado como guía para los empresarios y ser complemento de
los cursos de economía, realidad nacional, gestión de políticas pú blicas y en la discusión
de las decisiones de gobierno.

X
Introducción

Las políticas pú blicas como proposiciones sobre la mejor manera de lograr determi­
nados objetivos sociales no son más que ideas, con todas sus fuerzas y debilidades: se
respaldan por argumentos convincentes, mueven voluntades, aglutinan personas, sirven
para mejorar el mundo; pero también esconden falacias, ocultan intereses, engañan,
generan conflictos y responden al fenómeno de las modas.
Asimismo, las políticas pú blicas se pueden revisar desde el punto de vista de su
contenido, su proceso de formulación, el de gestión e implementación y el de evalua­
ción de resultados.
Hay cuatro grandes enfoques en el diseño y contenido de las políticas pú blicas.
El primero es el "pluralismo democrático", el cual supone que las políticas pú blicas
representan los intereses de diversos grupos, los cuales compiten por influencia y poder.
De esta manera se resuelven conflictos y se asegura la estabilidad y el progreso de la
colectividad. Esta aproximación busca prevenir la concentración del poder ya que este
puede limitar la libertad de los individuos o dominar otras instituciones por encima de lo
que es consistente con los principios democráticos. Si los resultados de las políticas son
insatisfactorios se remueve a los líderes. El cambio en esta corriente es incremental, es
decir, ocurre de a pocos, aunque cuando hay un exceso de egoísmo, corrupción, ideolo­
gía o demagogia, o se defienden intereses demasiado estrechos, ocurren crisis abruptas
y significativas.
El segundo enfoque, es el de la "racionalidad científica", en el cual las herra­
mientas de las ciencias reemplazan a la toma de decisiones y la administración buro­
crática. Son los estudios científicos, en lugar de los grupos de interés o los medios de
comunicación, lo más relevante. Este enfoque se preocupa muy poco de aspectos nor­
mativos o principios de justicia; su regla, el "óptimo o mejora de Pareto", asume que la

XI
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

distribución de recursos no cambia. Busca la efectividad y eficiencia de las políticas y


que los beneficios sean mayores a los costos.
El tercer enfoque trata acerca de la "elección de las políticas pú blicas". Sostiene
que los individuos son utilitarios y que es dificil que haya consistencia cuando se habla
del interés público o general. La racionalidad individual produce irracionalidad colectiva:
la tragedia de los comunes, el dilema del prisionero y la paradoja donde las decisiones
colectivas no reflejan la verdadera preferencia de la mayoría, además de los problemas de
los.free riders son los principales obstáculos. Llegan a la conclusión que el gobierno tiene
el rol de resolver las fallas del mercado y producir sólo los bienes que no son producidos
por el mercado, entre ellos la provisión de recursos mancomunados (aire, agua, minerales,
pesquería, entre otros) y los bienes peaje (bibliotecas) . Todos los demás bienes deben caer
en el ámbito privado. La vertiente institucional de este enfoque argumenta que los proble­
mas de irracionalidad colectiva pueden resolverse a través de reglas que previenen de la
destrucción de los recursos comunes y construyen "capital social".
El cuarto y ú ltimo enfoque acerca de las políticas pú blicas está preocupado por
la opresión y la dominación, e interesado en producir el cambio social que empodere y
emancipe a la ciudadanía. Las personas nacen en culturas e instituciones en donde ob­
tienen su identidad y sus patrones de acción y pensamiento. La inequidad y la discrimi­
nación están engranadas en esta identidad y esto hace que sean dominadas y oprimidas.
Para esta corriente, el entenderse entre personas (instrumentalidad comunicativa) es
más importante que la racionalidad científica, sin embargo, la comunicación a veces es
distorsionada por el poder, ideologías, riqueza y estatus. Se centra en la justicia como
estándar central de las políticas pú blicas y en la democracia como forma de vida, no
solamente como un proceso para elegir líderes. Las reglas del juego deben enfatizar la
cooperación, el bien común y un discurso más abierto y justo a todas las partes en una
perspectiva de democracia participativa.
Estos cuatro enfoques se presentan a menudo como excluyentes cuando en reali­
dad no lo son, ya que el énfasis lo determina el tema de política pú blica. Por ejemplo, los
asuntos de salarios, consumidores, autogestión, salud pú blica y pobreza, están más cer­
ca a la necesidad de erradicar el abuso, empoderar al lado débil, cambiar las relaciones
sociales; mientras el diseño de la política macroeconómica, las prácticas anticompetiti­
vas y la propiedad intelectual se acercan más al "pluralismo democrático" y a la necesi­
dad de balancear mejor la influencia de intereses y grupos de poder en la sociedad. Hay
tópicos que usan intensamente la ciencia, como el referido a la calidad y los estándares;
y otros que requieren de reglas e instituciones para resolver las fallas del mercado, vg,
el sub-desarrollo tecnológico o el buen funcionamiento del sistema financiero.
En este libro, los artículos del autor combinan los fundamentos de cada enfoque,
poniendo en relieve la necesidad de promover los intereses de los nacionales antes que
el de los extranjeros y, principalmente, el de los más débiles y desprotegidos. Su objeti­
vo final es el Perú como nación en construcción, que requiere políticas pú blicas para el
XII
progreso de todos, pero en particular de los más necesitados. La mayoría de los artículos
que aquí se presentan se basan en estudios y trabajos de investigación que tienen una
racionalidad científica y crítica y apuestan por el balance de poder, pero hay otros que
promueven el cambio con justicia social, la institucionalidad y la comunicación para
transformar el sistema establecido.
Los resultados de las políticas pú blicas no dependen, sin embargo, solo del con­
tenido sino del proceso en el que se debaten, aprueban y ejecutan las políticas, y del
contexto y las características de la situación específica donde son aplicadas, incluyendo
el grado de cooperación y resistencia de los stakeholders involucrados. Influye también
la gerencia y monitoreo de su implementación, y la rectificación y los ajustes correspon­
dientes que se hacen sobre la marcha.
Las autoridades gubernamentales tienen inmensa responsabilidad cuando toman
decisiones de política pú blica. Dejar que prevalezca la libertad absoluta en la exporta­
ción de recursos naturales o en el ingreso de capitales del exterior puede, por ejemplo,
poner en juego la vida de miles de productores y ciudadanos si la abundancia de moneda
extranjera que esta genera hace bajar el tipo de cambio y modifica la competitividad
relativa de la economía nacional frente a la extranjera. El bien comú n debe estar antes
que el beneficio individual. Un ejemplo es el de los holandeses, quienes en los años 70
restringieron las exportaciones de gas para evitar que se afectara el tipo de cambio y
desaparecieran miles de productores de flores y otros productos locales. El gobierno del
Perú, en el siglo XIX, creyente absoluto de las fuerzas del mercado, dejó que la abun­
dancia de libras esterlinas producto de las exportaciones de guano se trajera abajo el
tipo de cambio e hiciera desaparecer la industria y la agroindustria nacional. Cuando se
acabó el guano, el Perú quedó sin nada y los treinta años siguientes fueron, segú n Jorge
Basadre, los más miserables de la historia del Perú.
Por esto es muy importante que los ciudadanos exijan transparencia e informa­
ción en las decisiones de políticas pú blicas. El acceso a la información es clave para
poder confrontar los diversos planteamientos e identificar las posibles consecuencias
sobre la vida individual y social. Los perjuicios pueden ser inconmensurables si la ciu­
dadanía y aquellos más preparados no cumplen con el deber de criticar el daño al bien
común, las falacias y los intereses ocultos, la ignorancia o la falta de visión e impacto
sobre la economía nacional.
El presente libro ha sido estructurado en cinco partes. La primera se refiere al tema
de la conducción estratégica de la nación, la responsabilidad de gobernar y la vinculación
entre el crecimiento económico, el desarrollo humano y las decisiones empresariales, así
como la relación entre estabilidad macroeconómica y el crecimiento de mediano y largo
plazo. Esta parte incluye siete artículos acerca de la economía internacional.
La segunda parte compila los artículos relacionados a la gerencia macroeconó­
mica, la creación de valor, el comercio exterior y la inversión. En los capítulos de ge­
rencia macroeconómica se presentan diversos análisis sobre política tributaria y fiscal,
XIII
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

la estabilidad monetaria y financiera, el tipo de cambio, la balanza comercial y el equili­


brio externo, así como la relación entre inflación, estabilidad y crecimiento. El capítulo
de creación de valor, trata acerca de la política industrial y la promoción de la inno­
vación, ciencia y tecnología. El capítulo de comercio exterior contiene siete artículos
dedicados a los tratados de libre comercio, al intercambio de bienes pero también a
las restricciones comerciales existentes en el mercado del trabajo. El capítulo sobre
inversión reclama un trato igualitario a la inversión nacional y un mejor manejo de la
marca-país, institucionalidad y política tributaria que usa el Estado para promover la
inversión privada.
La tercera parte del libro recoge los artículos publicados en sectores específicos
de la actividad económica: el sector agrícola, el sector transporte de pasajeros, el sector
financiero, la salud pú blica, las pequeñas y microempresas, el sector informal y el sec­
tor cooperativo. En el capítulo agrícola se tocan temas como la política agrícola de los
países desarrollados, la mediana agricultura, el acceso a los mercados y la apropiación
y conservación de la biodiversidad. En los sectores de transporte y financiero se pre­
sentan artículos respecto al rol del estado en el transporte terrestre de pasajeros y en el
sistema financiero. En esta parte, se destaca también la importancia de las políticas para
defender la salud pú blica, y se incluye un capítulo de políticas para apoyar el desarrollo
de las pequeñas y microempresas, otro sobre el sector informal y finalmente uno ú ltimo
acerca de los problemas de las cooperativas y la autogestión.
La cuarta parte del libro trata acerca de algunos problemas de institucionalidad,
regulación y funcionamiento de los mercados, principalmente analiza los temas de
competencia, calidad, propiedad intelectual y protección al consumidor. El capítulo
sobre la libre competencia tiene siete artículos acerca de la institucionalidad, leyes
y prácticas anticompetitivas. El capítulo sobre calidad hace propuestas para mejorar
los sistemas de metrología, normalización y acreditación. Uno de los dos capítulos
sobre propiedad intelectual toca aspectos sustantivos de las patentes, denominaciones
de origen e industrias culturales; el otro analiza las implicancias de la extensión de
los derechos de propiedad intelectual en los tratados de libre comercio. El capítulo
acerca del consumidor hace críticas y propuestas específicas para mejorar el sistema
de protección al consumidor, algunas de las cuáles han sido recogidas en el código
del consumo.
La quinta y ú ltima parte del libro, compila el trabajo del autor en proyecciones y
monitoreo de la política económica del período entre 1985 y 2000. Esta parte se divide
en dos: en la primera, se presenta el análisis y las alternativas de política macroeconómi­
ca para acabar con la hiperinfiación que existía en el país a finales de los 80 y comienzos
de los 90; la segunda agrupa el análisis y las alternativas de política que llevaron a la es­
tabilización económica desde mediados de los 90 hasta comienzos del 2000. Estos dos
capítulos son interesantes por la riqueza de los escenarios planteados y porque muestran
al lector las alternativas de política económica que se podían ejecutar.
XIV
Los temas analizados son solo un subconjunto del universo más amplio de temas
que pueden ser tratados en un libro de propuestas acerca de las políticas pú blicas en el
país. El enfoque busca ilustrar al lector en forma breve, seria y sucinta acerca de cada
tema y acerca de la necesidad de persistir o enmendar rumbos.
El tratamiento conciso de los problemas permite al lector mantener la concentra­
ción. La variedad de los temas le quitan monotonía y vuelven el manuscrito un docu­
mento ameno de cultura amplia, en donde uno se podrá detener y regresar cuantas veces
desee sin perder continuidad. Existe buena concentración de conocimientos en cada
uno de los artículos y estos son de acceso fácil para el ciudadano con estudios básicos
de nivel secundario y universitario. Se trata de despertar el espíritu crítico del lector y
reflexionar acerca de alternativas o propuestas que podrían tener un mayor impacto en
el desarrollo inclusivo del país, abriendo el debate pú blico en torno a la dirección que
debe tomar el Perú en temas sustantivos.
Hoy resulta imperativo que los académicos e investigadores conversen con los
que toman las decisiones y ejecutan las políticas pú blicas y trabajen de manera con­
junta. De esta forma se enlaza el aprendizaje en la práctica de la gestión pú blica con la
reflexión crítica y fundamentada en la investigación y la teoría.

XV
Índice

PRIMERA PARTE
Conducción estratégica y economía internacional

Capítulo 1: Conducción estratégica .......................................................................... .3

l. Se necesita una estrategia económica nacional . .. ..... . ............. .. . .


...... ......... ........ .3

2. Conducción estratégica ....................................................................................... 4

3. Responsabilidad de gobernar .............................................................................. 5

4. La economía nacional de mercado ..................................................................... 7

5. Crecimiento económico y desarrollo humano .................................................... 8

6. Decisiones empresariales y el bienestar de la nación .................................. . . 1O


.. .

7. Estabilidad y crecimiento sostenido ................................................................. 11

8. La eficiencia del mercado y la acción del Estado ............... .............................. 12

Capítulo 2: Economía internacional.... ..................................................................... 15

l. Mercados imperfectos y crisis de competitividad en Estados Unidos .............. 15

2. Estabilidad y crecimiento en los Estados Unidos de América .


........ ................. 16

3. La crisis internacional y el multilateralismo financiero.................................... 18

4. Las implicancias del ocaso del dólar ................................................................ 20

5. Los cambios en el manejo de la deuda en los países acreedores ...................... 21

XVII
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

6. Qué están haciendo los bancos acreedores con la deuda externa


de los países deudores .
...................... ................................................................ 23

7. La promoción internacional de la competencia .


...................... .......... ...... ........ . 25

SEGUNDA PARTE
Gerencia macroeconómica, creación de valor, comercio exterior e inversión

Capítulo 3: Macroeconomía: equilibrios sectoriales .............................. . ................ 29

l. Se puede recaudar más .


...................................... . . . . ....................... .................. . 29

2. ¿Para qué disminuir el IGV y el ITF? :


el Ministerio de Economía y Finanzas debe responder .................................... 30

3. Ciclo económico y política fiscal... . .


... .......................................... .............. . ..... 32

4. En busca de la sostenibilidad fiscal .......... ................................................... . . .. . 33

5. La estabilidad financiera como objetivo prioritario.......................................... 34

6. Dolarización, una nada atractiva alternativa . .


........................... ... ................ ..... 36

7. El papel de las reservas en el contexto de mercados


financieros globalizados .
...... ......... . ....... ......................... .............................. .... 37

8. El lado oculto del superávit comercial ............................................................. 38

9. ¿Cuánto habríamos crecido sin los precios espectaculares


de la materia prima? ................................................................ ......................... 40

1O. Tipo de cambio y salarios en el Perú .


....... ................................ ..... .................. .41

11. Tipo de cambio desalineado . . . .. . . .. .


. . ... ...... ... . ...... ..... . . . . .......... . . ........................ .42

12. Cuando la realidad prima sobre la ideología .......................... . ........................ .44

Capítulo 4: Macroeconomía: inflación, estabilidad y crecimiento ....................... .45

1. De la estabilización al crecimiento: bases para ,


un desarrollo sostenido .
.......... .................. .. . .
........ . . .
..... ....... ..
. . ............. ............ 45

2. La inflación en el Perú , 1950-1993 ............................................ .,..................... 51

3. La hiperinflación en el Perú en el período 1988-1990...................................... 58

4. Políticas de oferta integradas, dinámicas, democráticas


e imaginativas en 1989 ..................................................................................... 59

XVIII
Capítulo 5: Creación de valor, tecnología y producción ......................................... 65

1. La balanza comercial de conocimientos . . .


.......... ........... ...... ............... ........ .... . . 65

2. La innovación en la Unión Europea ................................................................. 66

3. Generar mayor valor agregado ......................................................................... 67

4. Política industrial, aprendizaje e insumisión de tecnología. . .. ................ ........ . . 68

5. Propagación y difusión de valor a nivel del sistema económico ...................... 70

6. Las instituciones pú blicas de ciencia y tecnología .............................. . .......... .. 71

7. El milagro económico peruano: crecer sin invertir en ciencia,


tecnología e innovación ....................................................................................72

8. Creación de conocimientos e investigación y desarrollo.................................. 73

9. Adquisición, absorción y transferencia de tecnología .


....... .............................. 75

1O. Innovación, difusión y competitividad . ..


....... ................... . ............................... 76

11. El caso del Fondo de Compensación Eléctrica .. .. . .


. . .... .............. ........ .......... ... . . 77

Capítulo 6: Comercio exterior . . .............................................................................. . . 79

l. Reformando e l TLC hacia adentro, ¿qué hacer ahora? . . .. ........ .. . .. . . ................ . 79

2. Una verdadera agenda exportadora ................................. ..


......................... ..... . 81

3. Preacuerdos con China .. . . . .


. ... ....... ....... ............ . . . . . . . .......................................... 82

4. TLC y negociación con Europa ........................................................................ 84

5. Creación y desviación de comercio ............................................................. .... . 85

6. El libre comercio a la mexicana .......................................................................86

7. Comercio sin restricciones y el retorno de los inmigrantes .


......... .................... 87

Capítulo 7: Inversión ................................................................................................. 89

l. Trato disparejo a l a inversión nacional.. . . .. ..


.... ....... ......... . ....... . ............. .... ..... . . 89

2. ¿Qué hacer con PROINVERSIÓN? ................................................................. 90

3. La competencia tributaria ................................................................................. 92

4. La gestión de la imagen de marca país ........ ..................................................... 93

5. Elementos centrales en la estrategia de posicionar


una imagen de marca país. .
.............. .... .. ...
. ................................ ... .................. . . 94

XIX
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

TERCERA PARTE
Sectores de la actividad económica nacional

Capítulo 8: Agricultura . .
. ...... ............... ..... . ..
. ............................................................ 99

l. La naturaleza y funcionamiento de los mercados agrícolas ............................. 99

2. ¿Cómo la política agrícola de los países industrializados afecta


al productor local? .......................................................................................... 100

3. ¿Por qué no funcionan adecuadamente los mercados agrícolas? .................. 1O1

4. Oportunidad perdida: la mediana agricultura . . . .


.. .... .. ............... ........ .. .......... . . 103

5. Propuestas para el mejor funcionamiento de los mercados agrícolas ............ 104

6. Programas de subsidios y apoyo al agro en los países industrializados ......... 105

7. Restricciones al acceso en los mercados agrícolas


de los países desarrollados .............................................................................. 107

8. Políticas de competencia en los mercados agrícolas


de los países desarrollados .
.......... ............................... .................................... 108

9. Dejad que los precios suban ........................................................................... 11O

10. El precio del azúcar y el rol del Estado ............... .. . .


.. ........... .......................... 111

11. Patentamiento de plantas . ... . . . . ............ .. . ...................... ..


................................. 113

12. La protección de los conocimientos colectivos


de los pueblos indígenas . . .
........ ..... .................. ............................................... 114

13. Diversidad biológica y el ITPGRFA. ... ... . . .


. .................. ..... ............... .... ... ....... 115

14. Apropiación y conservación de la biodiversidad. . . . . . . . . .... . . . . ...... . .. . . . . . .... . . . . . . . . . 116

Capítulo 9: Transporte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117

1. Redefinir la institucionalidad de la nueva política en el transporte


interprovincial. ................................................................................................ 117

2. Regulación, control y eficiencia versus liberalidad


en el transporte pú blico. . .. ..... . . . . . . . . . . . . . . . . .... . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119

3. D e l a guerra d e precios a l a competencia depredadora . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . 120

4. ¿Cuánto cuesta la falta de Estado en el sector transporte


interprovincial de pasajeros? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122

5. Impacto de la restitución del IGV al servicio del transporte


interprovincial de pasajeros . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123

XX
Capítulo 10: Sector financiero ................ . . .............................................................. 125

l. Bancos y consumidores: relación que urge reconstruir .................................. 125

2. El desarrollo de los mercados financieros en el Perú es notable ................ ... . 126

3. Libertad o regulación en la industria de servicios financieros ........................ 129

4. La regulación financiera en los Estados Unidos de Norteamérica ................. 130

5. La desregulación de la industria financiera en los Estados Unidos ................ 132

6. Las propuestas del presidente Bush y las opiniones del Congreso . . . . . . . . . . ....... 134

7. Segmentación de productos bancarios .......................... . .......................... . . . .... 135

Capítulo 11: Salud pública .... ......................................................................... . . . ...... 139

l. En defensa de la competencia y la salud pública ............................................ 139

2. Salud pública y propiedad intelectual en el TLC


Perú-Estados Unidos ..................... ......................... . . .... . . . . . ..... ............ . . . . .. . . . . . . . 140

Capítulo 12: Pequeñas y medianas empresas .


............ ........... ............... ................. 147

l. La estructura empresarial y el desarrollo de las Pymes en el Perú ................. 147

2. Más allá del asistencialismo: reenfocando el fenómeno


de las Pymes ...................................................................... ............................. 148

3. Visión sistémica del desarrollo empresarial en las Pymes .............. . . ............. 149

4. La necesidad de establecer estrategias sistémicas


para el desarrollo de las Pymes .......................... .................... ....... ............. . . . . 150
.

Capítulo 13: Informalidad . .


............................ ....... ............ . ............... ...... ............... 151

l. Informalidad: gé nesis, características y políticas pú blicas .


.............. .............. 151

2. Formalizando a los informales . . . ............. ......... .............................................. 152

3. La informalidad en el transporte terrestre ....................................................... 154

4. La normatividad actual en el sector transporte


interprovincial de pasajeros ........... . . . . ................................ ............................. 155

Capítulo 14: Cooperativas, participación y autogestión ...................................... 157

l. La autogestión y la transformación de la sociedad ..................... .......... .......... 157

2. La participación en la gestión empresarial: conceptos empantanados ........... 158

XXI
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

3. Un enfoque para diferenciar empresas autogestionarias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 160

4. Las relaciones sociales de producción en las cooperativas


de producción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161

5. Eficiencia económica y social de las cooperativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 162

6. Camino intermedio para que las cooperativas sobrevivan . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 163

7. La cooperativa de Antapampa: un modelo de organización


productiva disfuncional . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 164

8. División social de la participación campesina. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165

9. Valores y organización detrás del proceso de participación


campesina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 166

10. El intento autogestionario actual (1980) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167

CUARTA PARTE
Funcionamiento, regulación e institucionalidad en los mercados

Capítulo 15: Competencia y regulación . . . . . . .


............... .......... ...... .. .. .. . ... ................ . 171

1. Las leyes anticompetencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171

2. Repensando el INDECOPI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 172

3. La revisión y fusiones empresariales . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . .... . . .. . . . . . . . . . . . . . . . .. ..... . . . . .. . . . . . . 173

4. El éxito en la promoción de la competencia: las AFP . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . ...... 174

5. La institucionalidad del INDECOPl.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 175

6. La Ley y la política de competencia en el Perú . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 180

7. La competencia: elemento clave para el buen funcionamiento


del mercado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 182

Capítulo 16: Calidad, estándares y acreditación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185

l. Mejorar los sistemas de normalización, acreditación y metrología. . . . . . . . . . . . . . . . 185

2. Estándares de calidad y los acuerdos preferenciales de comercio. . . . . . . . . . . . . ..... 186

3. Agenda interna para el desarrollo y sostenibilidad del sistema


de calidad ........................................................................................................ 187

4. Obstáculos técnicos al comercio. . . . . . . . . . . . . . .. .. .... .. . . . . . . . . . . ..... .. . .. . . ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189

5. Cruzada por la normalización para el desarrollo económico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 190

XXII
Capítulo 17: Propiedad intelectual: aspectos sustantivos .................................... 191

l. Las patentes: ¿instrumentos de innovación? .................................................. 191

2. Nivel inventivo y aplicación industrial... ........................................................ 192

3. Proteger para generar riqueza ......................................................................... 193

4. Los incentivos tributarios, financieros, morales e institucionales ................. 194

5. Las patentes en la práctica . . .


......... ........... ................................. ... ... .............. . . 195

6. Corporaciones, patentes y rentas extraordinarias en el mundo entero ........ ... 200

7. Urge una política de Estado en denominaciones de origen .......... .... . . ...


... . . .... 201

8. Denominación de origen: el valor agregado de la geografía .......................... 202

9. Reconocimiento de Chulucanas como denominación de origen .................... 203

10. Propiedad intelectual y las industrias culturales . .


..... ........ .............................. 205

Capítulo 18: Propiedad intelectual y los Tratados de Libre Comercio ...............207

1. Por un tratado separado sobre propiedad intelectual,


ciencia y transferencia de tecnología .. . ... . .
.. .... ........................... .... ................ . 207

2. Propiedad intelectual y medidas compensatorias en el TLC


entre el Perú y Estados Unidos .
........................... ........................................... 210

3. Propiedad intelectual en el TLC . .


............................... ... ................................. 215

4. Libro de Propiedad Intelectual se presenta al país ......................................... 217

5. Demócratas versus Republicanos: acceso a la salud pú blica ......................... 218

6. Sigue la expansión de los alcances de la propiedad intelectual... ............. ..... . 219

Capítulo 19: Consumidor ........................................................................................ 221

l. La autoridad rectora del consumo en el Perú . . .


........... ... ............. ......... ......... . 221

2. La descentralización en el código de consumo .


.................. .......... .............. . . . 222

3. El árbitro del consumo .


............ .............................................................. ........ . 223

4. La justicia del consumo en el Perú ................................................................. 224

5. El rol de las asociaciones de consumidores . . .


...... ............. ......... ..... ............. . . . 225

6. ¿Y el usuario de provincia? ................ ............................................................ 226

7. Código de consumo y reingeniería institucional ............................................ 227

8. El debate entre consumidor razonable y vulnerable . .


.... .............. ............... ... . 228

XXIII
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

9. Los contratos y las cláusulas abusivas............................................................ 229

10. Los bienes basura, estándares y reglamentos técnicos ................................... 230

11. Cincuenta gramos menos................................................................................ 231

12. Es tumo del consumidor: quedamos desprotegidos


de los precios abusivos ................................................................................... 233

13. ¿Quién responde por los usuarios? ................................................................ 234

14. La protección que el Perú reclama ................................................................. 235

15. Descentralización de la protección al consumidor ......................................... 236

QUINTA PARTE
Quince años de pronósticos económicos y empresariales (1985-2000)

Orientación al lector ................................................................................................... 240

Capítulo 20: Los finales de los 80 y comienzos de los 90 ...................................... 243

l. Entre el shock y el programa bisagra en 1990 ................................................ 243

2. Efectos de un shock anunciado: la necesidad de coordinar


el presente y el futuro ..................................................................................... 245

3. Atrapados sin salida: tarifazo desmesurado.................................................... 250

4. Fuego cruzado................................................................................................. 252

5. ¿Tendrá éxito la reforma tributaria o serán necesarios


nuevos "paquetes"?......................................................................................... 257

6. El costo económico del retraso del Grupo de Apoyo ..................................... 263

7. Repicarán tambores ........................................................................................ 268

8. La parábola de los flujos externos y el manejo


de la política monetaria................................................................................... 270

9. Alivio externo y reorientación monetaria y fiscal en 1992............................. 278

Capítulo 21: Los mediados y finales de los 90 ...


..... . . ........................................ . . 283
.. .

l. Se debe negociar mejor................................................................................... 283

2. Dilema inflacionario ....................................................................................... 284

3. Afinar el programa sin dogmatismo ............................................................... 286

4. Deuda con los bancos ..................................................................................... 289

XXIV
5. Dólar debería estar en 3,32 . . .. ......... . . ........... . . .. .. . . .. . .. .. .. ............ .......... ...... .... .. 290

6. Los efectos macroeconómicos de la privatización ..


........ . ......... . . . . ................. 291

7. Opciones y desafios de la estabilización .


....... ............... . ................... ............. 294

8. Enfriamiento de la economía no reducirá brecha externa ... . . . .


.. .... ........ ... ...... 296

9. El Perú está rehaciendo su imagen ante el mundo. ......................................... 299

1O. Invertir para exportar . . . .


.................. . .. . .... .
. . ......... . ....................... . ................... 300

11. Incrementar el ahorro y la productividad del capital.. . .


. ............ .... ........... . . .... 303

12. Inflación y crecimiento moderados ........... . .


...... .............................................. 305

13. Banco Central tiene margen para enfrentar ataque


especulativo contra el dólar ........................................... . .
..... ....... . ........ ... ....... 307

Bibliografia ........................................................................................................... 309

XXV
- PRIMERA PARTE

Conducción estratégica
y economía internacional
CAPÍTULO 1
Conducción estratégica

CAPÍTULO 2
Economía internacional
Conducción estratégica

Se necesita una estrateg ia económ ica


naciona l
En su reciente visita al Perú, Michael Porter ha hecho un llamado a hacer cambios y correc­
ciones a la política económica actual. ¿Cuál es la principal recomendación y prioridad? Según
Porter, elaborar e implementar una estrategia económica nacional que construya sobre las
fortalezas locales y expanda nuestras capacidades, añadiendo valor y competitividad -no solo
a nivel de la empresa, sino de la economía en su conjunto- de forma de mejorar el nivel de vida
de la población. Por sencillo que parezca, la tarea es enorme, ya que esto es justamente lo que
ha estado ausente en el Perú durante los últimos veinte años. Desde hace un buen tiempo, el
Perú ha abdicado de construir una estrategia nacional de desarrollo con metas y objetivos cla­
ros, prefiriendo dej ar la economía en manos de las fuerzas del libre mercado y de los supuestos
beneficios "automáticos" de la inversión extranjera.
Se sabe -de la experiencia de los países desarrollados- que si bien en los libros de texto
predominan las confrontaciones entre "libre cambistas" y "proteccionistas'', en la realidad siem­
pre han prevalecido los intereses nacionales y la estrategia de crecimiento nacional. En Inglaterra
hace ya más de quinientos años, cuando todavía era un país en desarrollo, los hacedores de po­
lítica económica se ponían por encima del debate académico e ideológico y discriminaban entre
"comercio bueno" y "comercio malo". Para ellos, comercio bueno era el que favorecía que Ingla­
terra se desarrollara y comercio malo aquel que debilitaba la estructura productiva de la nación.
De acuerdo a ello actuaban a favor de su nación. En los Estados Unidos, en los siglos XVIII y
XIX, cuando todavía eran productores de materias primas y querían desarrollarse, los hacedores
de política favorecieron, por ejemplo, la colocación de impuestos a las exportaciones de algodón
y encarecieron las importaciones de confecciones procedentes de Inglaterra. Por supuesto, una
vez que fueron los mejores en producir textiles y confecciones, suspendieron los impuestos y
aranceles y exigieron la apertura de todos los mercados del mundo. Un poco más tarde, Lincoln

3
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

encontró beneficioso para el interés de los Estados Unidos, proteger y dar derechos monopólicos
(patentes) a sus inventores, por encima del libre mercado y la libre competencia. Ahora siguen
buscando extender estos derechos en todos los territorios ya que hoy en día Estados Unidos es el
más grande productor de tecnología en el mundo. Igual con otros países como Alemania, Japón
y Corea: todos ellos definieron una estrategia económica nacional sui generis sin mistificar el
mercado ni la acción del Estado. Alemania, a través de la integración de los diversos estados
de la antigua Alemania; Japón, con la creación de su Ministerio de Industrias y Tecnologías; y
Corea, con una mezcla de instrumentos y planes específicos.
Lo que Porter está pidiendo es algo parecido pero original del Perú. En ese sentido, nos
parece ingenuo que los gobernantes crean que los tratados de libre comercio y la inversión extran­
jera sean suficientes por sí solos para que el Perú crezca en forma sostenida. Se requieren metas
y objetivos claros y una agenda estratégica que añada valor y aumente la productividad y compe­
titividad. Tres ingredientes son indispensables: producir los productos que creen mayor valor, no
solamente a nivel empresa sino a nivel de la economía en su conjunto; si bien las exportaciones son
indispensables y el aumento de las importaciones una consecuencia, se requiere de transferencias
de productividad e ingresos del sector exportador a la economía no exportadora, de forma de lograr
un mejor balance; y, se necesita mantener políticas macroeconómicas sólidas y consistentes.
Antes de todo ello, hay que identificar y ponemos de acuerdo en los principales intereses
económicos nacionales y después evaluar periódicamente los impactos positivos o negativos de
las diversas medidas de política.
La República, 2 de febrero de 20 1 0.

\]j Cond ucción estratég ica


Hoy día empieza en el Cusco la Conferencia Anual de Ejecutivos, CADE 2 0 1 O , evento en donde
los empresarios y gerentes del país se reúnen para discutir e intercambiar ideas acerca de los
problemas económicos y empresariales de la nación.
En el desarrollar de sus empresas, los ejecutivos normalmente comparten la idea del ne­
gocio y realizan un análisis acerca de las condiciones o factores más importantes que podrían
afectar el éxito o fracaso del mismo. Esto es lo que comúnmente se llama planeamiento estraté­
gico. En el análisis estratégico se revisa el contexto económico y empresarial y las condiciones
de la industria y del mercado específico, para en función de ello determinar en base a los recursos
con que se cuenta, el posicionamiento que se quiere lograr y la estructura y formas de organiza­
ción de la empresa que mejor sirvan para dicho propósito. Se fijan así las acciones estratégicas y
los planes operativos que deben llevar a la obtención de determinados resultados, considerando
los intereses y objetivos finales de los propietarios y gerentes.
Los empresarios y gerentes aprenden en las escuelas de negocios que para el éxito de sus
empresas hay que hacer todo lo posible para sobrepasar la libre competencia. Se trata más bien
de "dominar" el mercado, es decir, hay que generar barreras a la entrada, proteger las innovacio­
nes, controlar la información, realizar inversiones indivisibles, influenciar a los consumidores,
entre otros. Los gerentes son los capitanes que tienen que llevar el barco entre las olas del merca­
do al puerto, a través de acciones estratégicas y operativas que satisfagan sus legítimos intereses
comerciales.

4
I. CONDUCCIÓN ESTRATÉGICA Y ECONOMÍA INTERNACIONAL

Esto, tan lógico en el mundo concreto de los empresarios y gerentes, se vuelve un im­
posible en el gobierno y dirección del país. Hay líderes políticos y muchos asesores que creen
que basta que se abra el mercado, se incentive la inversión directa extranjera y se introduzca
un tipo de cambio con libre entrada y salida de capitales para que por sí solos los países se
especialicen en las mej ores actividades, emerja la competencia y se obtenga el progreso y la
eficiencia económica.
La realidad es todo lo contrario. Los países que se han desarrollado en el mundo no han
basado su crecimiento en la apertura unilateral indiscriminada, los incentivos extraordinarios a
la inversión extranjera, la entrada y salida libre de capitales y el hacer que las fuerzas del mer­
cado se establezcan sin la conducción estratégica y balances que requieren el interés público y
los intereses nacionales. Corea, por ejemplo, se abrió al mundo en cuanto al comercio pero poco
en relación con la entrada de inversión extranjera y con el libre e indiscriminado movimiento de
capitales. China se ha abierto en las zonas de libre comercio pero pone condiciones en asuntos
tecnológicos y tiene una estrategia industrial triple de añadir valor, ensamblar partes y piezas, y
sustituir importaciones. Chile se abre pero promueve y protege las inversiones nacionales antes
que las extranjeras y defiende los intereses de las empresas del Estado que funcionan bien. Estos
países aprovechan las ventajas del mundo exterior pero seleccionan los grados de apertura o de
regulación en otras áreas que obligan a los actores externos e internos a actuar en mayor concor­
dancia con los objetivos e intereses del país.
El gobierno del Perú se ha olvidado de estos balances. Los empresarios y gerentes entien­
den perfectamente que es necesaria la conducción estratégica consciente porque ellos la realizan
en sus empresas. Ahora que están los empresarios juntos con los dirigentes de los partidos polí­
ticos en el CADE deben reflexionar sobre este tema y llegar a acuerdos y consensos que corrijan
estos defectos.
La República, 1 1 de noviembre de 20 10.

3 Responsa b i l idad de goberna r


Cada vez que los gobiernos de los países desarrollados deciden embarcarse en algún proceso
de negociación, sus funcionarios y máximas autoridades meditan acerca de la posición en
que ellas deben llegar a la mesa de negociación, de forma de estar preparados para obtener lo
máximo posible.
Hace aproximadamente veinte años, por ejemplo, las normas tributarias de los Estados
Unidos permitían que los ciudadanos extranjeros con permiso de trabaj o pudieran deducir para
fines del pago del impuesto a la renta, los mismos rubros que deducían los ciudadanos norte­
americanos. Al momento de llenar el formulario del interna/ revenue service (la SUNAT nor­
teamericana), los extranjeros podían deducir de sus ingresos brutos -para fines de arribar a la
renta imponible- los mismos montos por cada hij o menor de edad, los mismos gastos de salud
no cubiertos por el seguro de salud, los gastos en educación no cubiertos por el Estado, los gastos
extraordinarios de hijos discapacitados, por mencionar algunos, al igual y del mismo modo que
cualquier otro ciudadano norteamericano. No existía en ese entonces discriminación alguna en
relación al tratamiento impositivo que se aplicaba a los ciudadanos extranjeros.

5
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Poco tiempo después, cuando los Estados Unidos tomaron la decisión de negociar trata­
dos de tributación bilaterales con sus principales socios comerciales, una de las primeras accio­
nes que ejecutaron fue derogar el trato tributario no discriminatorio a los extranjeros, de forma
tal de ponerse en la esquina más exigente, a fin de lograr mejores concesiones en las negociacio­
nes. Retiraron de esta manera todas las deducciones de pago de impuesto a la renta que tenían los
extranjeros, haciendo que en la práctica tuvieran que tributar sobre sus ingresos brutos.
Al ponerse en el extremo que perjudicaba más a los extranjeros, los norteamericanos
ganaban "soga" antes de siquiera iniciar la negociación. Luego, en la negociación, se ponían du­
ros en sus demandas acerca de lograr reducir la tributación de sus conciudadanos en el exterior,
exigiendo se evitara la doble tributación y predominara la tributación primaria basada en el lugar
de origen de la persona natural o jurídica. Finalmente, a cambio de obtener sus demandas, "ce­
dían" devolviendo algunos de los derechos que habían sido retirados a los extranjeros. En base a
esta filosofia, las autoridades norteamericanas velaban por los intereses de sus ciudadanos y por
sus propios intereses de maximizar los ingresos tributarios del gobierno de los Estados Unidos.
No hay duda que en el Perú nuestros gobernantes actúan de forma diferente. En vez de
utilizar los instrumentos de política económica para negociar mejor a favor de los intereses nacio­
nales, sus mentes parecen estar preocupadas en dar señales al que está en el otro lado de la mesa de
negociación, de que se está de acuerdo con ciertos fundamentalismos, con determinadas ideologías,
o que se tiene buena voluntad y alto grado de determinación, y que ello hay que demostrarlo antes
de que se inicie la negociación, concediendo en forma unilateral sin lograr nada a cambio.
Una muestra de ello ha sido la reciente rebaja de aranceles a un buen número de parti­
das del comercio exterior. Por todos es conocido cómo el gobierno, en forma unilateral y sin
pedir nada a cambio, sale en pleno proceso de negociación de varios tratados de libre comercio
y anuncia la reducción unilateral de aranceles de una gran cantidad de partidas del comercio
exterior. Cualquier ciudadano "de a pie" se pregunta inmediatamente, ¿sabe el gobierno lo que
quiere negociar y sabe por casualidad lo que quiere el que está en el otro lado de la mesa? ¿Si
uno estuviera negociando el intercambio de caramelos blancos por azules y de repente en forma
súbita e inesperada, uno le regala al otro sus caramelos blancos, qué otra cosa tendrá ahora que
concederle para lograr que el otro le entregue los caramelos azules?
Algo similar ocurrió con el "sí o sí'', del Tratado de Libre Comercio, TLC, con los Estados
Unidos. ¿Si, de antemano, usted le dice al otro que desea firmar el acuerdo "sí o sí", cuánto cree
usted que puede lograr en la negociación?
En la mesa de negociación de los temas de propiedad intelectual dentro del TLC con los
Estados Unidos, aquellos que tienen buena memoria, recordarán que una vez que el Perú hizo
explícito el "sí o sí" de la negociación, los Estados Unidos cambiaron de negociadores para
desandar lo caminado y desconocer los avances que con mucho trabajo se habían logrado hasta
ese momento. ¿O cree usted que ello favoreció para que los Estados Unidos obtuviera mayores
prerrogativas en el área de propiedad intelectual?
La verdad es que parece que las autoridades peruanas son incapaces para gobernar y
defender los intereses de los nacionales. Pareciera que ellas gobiernan en abstracto y sin asumir
las consecuencias que sus actos tendrán en el nivel de vida y el bienestar de la población. Las
leyes y el marco económico legal e institucional encasillan y restringen el comportamiento y los
beneficios de las unidades empresariales y de los consumidores, quienes siempre tratan de hacer
lo mejor, muchas veces sin darse cuenta que su maldición es haber tenido pésimos gobernantes.
La República, 4 de noviembre de 2007.
6
l. CONDUCCIÓN ESTRATÉGICA Y ECONOMÍA INTERNACIONAL

[¿) La econom ía nacional de mercado


El plan d e gobierno d e Gana Perú dice expresamente que, d e llegar a l poder, impulsaría
lo que se denomina la economía nacional de mercado. Pero, ¿qué es la economía nacional
de mercado? ¿Es este un nuevo término inventado por economistas peruanos iluminados?
¿Cómo se intersectan en este concepto la conducción estratégica de la nación, la coheren­
cia en el manej o macroeconómico, la apertura al mundo, la inversión y el desarrollo de las
capacidades productivas y tecnológicas, y la inclusión y solidaridad con los menos dotados
y favorecidos?
Algunos colegas, mostrando en algunos casos mala intención y en otros ignorancia de los
términos y de la historia económica de los países desarrollados, pretenden atribuir a una econo­
mía nacional de mercado todos los males que uno pudiera imaginar: el cierre del país al mundo,
el regreso de la inflación, la mala administración de las finanzas públicas y de las cuentas mone­
tarias, la implementación de un tipo de cambio fijo, el control de los precios, la estatización de
las empresas privadas, el no respeto a la inversión, ni al trabajo, ni a las propiedades y recursos
propios.
Paradójicamente, el concepto de economía nacional de mercado es el que ha llevado al
progreso a los principales países desarrollados en el mundo. En términos generales y simples
se refiere a las habilidades y capacidades de una nación para -en condiciones de mercados
abiertos- producir, distribuir y servir bienes en la economía, en competencia con otros bienes
y servicios producidos en otros países, haciéndolo de una manera que origine mejoras en los
niveles de vida para los de adentro (mayores salarios, utilidades, rentas y recaudación). No se
trata de ser más competitivo reduciendo los salarios o las utilidades o el pago de impuestos,
sino haciendo que los pagos a los factores que todos los nacionales tenemos mejoren en forma
constante y progresiva.
Los ingleses quienes, por ej emplo, a fines del siglo XV eran pobres, en cien años
aumentaron su competitividad, se apropiaron de las rentas y se volvieron ricos. Aprendieron
que no era el laissez-faire sino el dedicarse al "buen" y no al "mal" comercio, lo que les
traía más riqueza. La lista de buenas y malas actividades en los libros de texto de la época es
muy ilustrativa. En el siglo XIX en los Estados Unidos se elaboró el concepto de "capacidad
<
productiva" parecido al concepto de "poder productivo nacional" que se usaba en Alemania. u
Algunas actividades económicas tenían más poder productivo que otras y en función a ellas G
-w
crecieron y mejoraron sus niveles de vida. Para Friedrich List, los economistas ingleses

de su época (no los del siglo XVI y XVII) fracasaron en distinguir el interés universal del
interés nacional : predicaban una economía cosmopolita en vez de un "sistema de política
�w
económica nacional". Los países deben construir "poder productivo nacional": la unifica­
z

ción de Alemania y la construcción de los ferrocarriles son un ej emplo de ello. Por último, u
u


el Japón, a fines del siglo XIX y mediados del XX (influenciado más bien por Schumpeter,
discípulo de List) en vez de buscar competitividad en sus bajos costos de mano de obra, opta
por políticas e industrias de mayor valor agregado y tecnología. u
La economía nacional de mercado que propone Gana Perú -sin haber participado en
o
su redacción y elaboración- se refiere justamente a esta orientación. No se trata de repetir las ]
experiencias de los países hoy desarrollados, sino de encontrar las fuerzas que hagan que los '§-
u
peruanos (los que tienen solo su trabajo, o capital o tierras u otros factores de producción)

7
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

puedan elevar sus niveles de vida en relación a los de afuera; y aquellos que no poseen factores
en su haber, construyan sobre las oportunidades que el Estado debe generar con los impuestos
que todos pagamos. Seguiremos en este tema para responder a las preguntas arriba señaladas en
otra oportunidad.
La República, 28 de abril de 20 1 1 .

0 Crec i m iento económ ico y desa rrollo huma no


La relación entre crecimiento económico (CE) y desarrollo humano (DH) es compleja y cam­
biante, y, por lo tanto, suj eta a debate y discusión. Las implicancias de este debate se suelen
resumir en dos alternativas de políticas, que realmente no son antagónicas, pero que suelen
contraponerse en términos políticos: crecer para distribuir o invertir en capital humano para
crecer. Mientras la primera opción enfatiza el nexo entre el crecimiento económico y el desarro­
llo humano, la segunda subraya la trayectoria contraria, del desarrollo humano al crecimiento
económico.
¿Qué alternativas de CE y DH existen? Si analizamos las combinaciones posibles entre
CE y DH se puede definir cuatro cuadrantes: el círculo virtuoso (donde el mayor CE impulsa el
aumento del DH y viceversa), el círculo vicioso (donde la falta de CE limita el impulso del DH
y viceversa) y dos categorías de desarrollo asimétrico, el sesgado al crecimiento económico con
poco desarrollo humano, y el sesgado al desarrollo humano sin mayor crecimiento económico.
Esto se ilustra en la Figura l . l .

•i@iifill cbmbin�ciones entre créc i;.riient� ecón6rriico y desorrpllo humano '

Asimétrico:
pro-desarrollo humano Círculo
con poco crecimiento virtuoso
económico

1 1 1 1 1 1 1 1
1 1 1 1 1 1 1 1
-2 -1 -O 1 2 3 4 5

Asimétrico:
Círculo pro-crecimiento
vicioso económico con poco
desarrollo humano

Tasa media de crecimiento del PBI per cápita

Adaptado de Gustav Ranis y Frances Stewartz. "Crecimiento en américa latina" en Revista Económica de la
CEPAL, número 78. Diciembre de 2002.
FUENTE:

Mientras en los casos del círculo virtuoso y vicioso, el nexo entre CE y DH es fuerte, y por ello, el
aumento o reducción de uno impulsa el aumento o reducción del otro; en los casos de desarrollo
asimétrico, la relación entre ambas variables es muy frágil. Esto último ocurre, sea por la falta de
8
J. CONDUCCIÓN ESTRATÉGICA Y ECONOMÍA INTERNACIONAL

una efectiva política tributaria y/o de gasto social que hace que el crecimiento no sea inclusivo, o
por una inversión con poco potencial de crear valor lo que hace que el desarrollo humano no se
traduzca en mayor crecimiento económico.
En un trabajo de investigación empírica a nivel mundial, hace ya una década, Gustav Ranis
y Frances Stewart1, refiriéndose al período 1 960-2000, demuestran que ninguna economía que
comenzó con un sesgo a favor del CE logró pasar al círculo virtuoso sin una activa política social;
no obstante, algunos países con sesgo a favor del DH sí pudieron pasar al círculo virtuoso. En este
sentido, no hay evidencia que un esquema sesgado al crecimiento económico sin activa política
social sea sustentable en el tiempo, ya que este tipo de proceso suele llevar a un punto muerto, es
decir, a un punto en donde debido a algún golpe interno o externo se afecte el crecimiento econó­
mico y traslade la economía al cuadrante del circulo vicioso. Esta incapacidad se debe a que estos
países no logran echar a andar la retro-alimentación del proceso de mayor crecimiento económico
a mayor desarrollo humano.
¿En qué cuadrantes se encontraron los países en términos relativos en el período 1 960-
2000? Los países latinoamericanos, según Ranis y Stewart, tendieron a situarse en los cua­
drantes del círculo vicioso o del desarrollo asimétrico pro-desarrollo humano. Esto significa
que, en términos globales, los países de la región -en ese período- tuvieron un baj o desem­
peño económico o invirtieron en DH pero ello no se tradujo en CE. En cambio, los países de
Asia oriental se localizaron principalmente en el círculo virtuoso y los del África subsahariana
dentro del círculo vicioso.
Pocos países latinoamericanos aparecen en la categoría del círculo virtuoso (por ejemplo,
Chile y Costa Rica), mientras la mayoría (Honduras, Bolivia, Uruguay, El Salvador, Ecuador,
Guatemala, Paraguay, por mencionar algunos.) se sitúan en el cuadrante del circulo vicioso, y un
número reducido en los cuadrantes de desarrollo asimétrico pro-desarrollo humano (Argentina)
o pro-crecimiento económico (Colombia, Brasil, República Dominicana). En el caso específico
del Perú, lo clasifican en promedio en el cuadrante de desarrollo asimétrico pro-desarrollo hu­
mano, aunque con décadas de tanto contraste (años 60 diferente a los 70, a los 80 y a los 90) las
agregaciones para períodos largos se vuelven complejas de entender.
Pero, ¿qué ha ocurrido en el Perú en el período no investigado todavía del 2000-20 1 0?
Con el riesgo de dar una opinión en términos absolutos y no en relación a los otros países, como
ha sido en el caso del trabaj o antes mencionado, una hipótesis es que a raíz del boom de las
materias primas y de la expansión de la demanda interna de los últimos años, el Perú se haya
trasladado al cuadrante de desarrollo asimétrico pro-crecimiento económico con pobre reducción
del índice de desarrollo humano (el cual parte de déficits muy grandes). La política tributaria y
social no ha sido suficientemente activa y enfocada para transitar hacia el círculo virtuoso del
crecimiento económico. Esto genera mucha fragilidad y en caso de producirse ahora un shock
externo o interno negativo se podría volver a caer en la desaceleración del crecimiento y en el
circulo vicioso del estancamiento o deterioro del índice de desarrollo humano.
¿Cuán preparados estamos para evitar que esto suceda? El nuevo gobierno debe actuar
de inmediato para fomentar un crecimiento que no descanse enteramente en el ciclo expansivo
de las materias primas y que se sustente en la generación de valor de la actividad productiva y
o

]
'§.
1
"Crecimiento Económico y Desarrollo Humano en América Latina". Revista Económica de la CEPAL, u
n úmero 78. Diciembre de 2002 .
9
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

su interconexión con el resto de las actividades económicas, pero este crecimiento debe hacerse
en forma inclusiva, con mayor tributación, inversión social del Estado y generación de oportuni­
dades y capacidades para los que menos tienen; solo así nos moveremos al círculo virtuoso del
desarrollo económico.
La República, 1 2 de junio de 20 1 1 .

0 Decisiones em presa ria les y el bienesta r


de la nación
Recuerdo vivamente cuando, a mediados de la década de los noventa, un alto ej ecutivo de Shell
se acercó -previa cita- a mi oficina en ESAN para solicitar apoyo a algunas propuestas de su
empresa. Grata fue mi sorpresa cuando me explicaba los planes de la compañía para involucrar
a empresas peruanas en el aprovisionamiento de diversos insumos y servicios que se requerían
para la puesta en marcha de la explotación del gas de Camisea. "Necesitamos, doctor Roca, que
la ESAN, en colaboración con algún gremio empresarial, nos ayude a convocar y seleccionar
empresas peruanas que cumplan determinados niveles de exigencia y calidad y nos ofrezcan
estos ciento treinta diversos tipos de servicios e insumos que hemos identificado'', mostrándome
en ese momento una extensa lista, " ... estamos dispuestos a suministrarles información, proveer
estándares de calidad, ofrecerles contactos y transferirles algunos conocimientos tecnológicos . . .
necesitamos trabajar con anticipación para que ello coincida con nuestra logística, pero los pro­
pios interesados tendrán que hacer sus inversiones y asumir riesgos . . . ". Pocos meses después, la
iniciativa se frustraba al no llegar Shell a un acuerdo con el Estado para la explotación del gas.
¡Que contraste con el comportamiento y decisiones de la mayoría de las empresas que se
instalan en el país! A decir de la teoría y prácticas administrativas clásicas, las empresas deciden
la asignación de sus recursos en función al menor costo, y la simplicidad y facilidad en hacer
las cosas. Por eso es que los gerentes normalmente compran donde ya conocen, contratan lo
que dado el costo es lo más sencillo y menos problemático y lo que les da mayor rentabilidad
inmediata. Muchas empresas mineras que vienen al Perú, por ejemplo, contratan no solamente
los ingenieros especializados del exterior (habiendo capacidades locales) sino también muchos
insumos, choferes, alimentos y hasta ropa, que pudiendo proveerse al mismo costo y calidad en
el país, se compran de sus redes previas de contacto en el exterior. Si a ello se añade que no trans­
fieren tecnología, evaden derechos laborales y pagan salarios baj os a través de la tercerización,
están exoneradas parcialmente de impuestos y se llevan la mayor parte de las rentas al exterior;
no queda duda que lo bueno y satisfactorio para ellas no necesariamente produce los mej ores
efectos e impactos multiplicadores económicos en el país.
Es por eso que muchos países (Finlandia, Corea, Malasia, Estados Unidos, entre otros)
se interesan en atraer solo inversión extranjera de calidad, aquella que incorpora en forma vo­
luntaria en sus decisiones empresariales los objetivos de bienestar y progreso del país. Además,
sus gobiernos no otorgan incentivos ciegos a la inversión, procuran que estas se den contra ge­
neración de valor agregado, transferencia de tecnología, conexión a la economía local, difusión
de nuevos métodos de gestión, mejora de estándares y contribución con sus impuestos a las
necesidades sociales y de mayor productividad de los demás.
10
l . CONDUCCIÓN ESTRATÉGICA Y ECONOMÍA INTERNACIONAL

Algo debemos hacer en el Perú para lograr un mejor alineamiento de los intereses em­
presariales con los intereses inclusivos de la nación. Por ejemplo, según McKinsey, el 90% de
las compras de insumos intermedios de las empresas multinacionales norteamericanas lo hacen
a empresas basadas en el propio Estados Unidos. Sería bueno investigar cómo lo hacen y cuál es
su secreto para poder replicarlo en el Perú.
Gestión, 16 de noviembre de 20 1 O.

\
7 Esta b i l idad y crec i m iento sostenido
·

El manejo económico del país debe guiarse por el principio fundamental de integrar la gestión
macroeconómica de corto plazo con el crecimiento de mediano y largo plazo. Este asunto tan
trascendental para la nación debe constituirse en el lineamiento económico más importante para
el crecimiento sostenido.
Esto implica que la política de corto plazo debe preocuparse por mantener en equilibrio
razonable las cuentas externas, fiscales, monetarias y del ingreso, las cuales deben ser consisten­
tes con el objetivo último de incrementar el empleo, el ingreso y los niveles de vida de la pobla­
ción. A su vez, los objetivos de mediano y largo plazo deben tender a aumentar la disponibilidad
y calidad de los recursos escasos (mano de obra, capital, tecnología, entre otros) y facilitar el
crecimiento de la inversión productiva. Ambos tipos de objetivos, los de corto y los de mediano
y largo plazo, deben trabajarse simultánea y coherentemente de manera tal que no entren en
conflicto o contradicción.
La coherencia entre las políticas de corto plazo y de largo plazo es fundamental. Por
ejemplo, si en el objetivo de mediano y largo plazo de aumentar la producción manufacturera se
utilizan las materias primas que antes se exportaban, ello podría disminuir las entradas de mone­
da extranj era, desencadenando un problema de balanza de pagos y el estrangulamiento de esta
política. O si el intento de mejorar la calidad y disponibilidad del trabajo incrementa demasiado
el gasto público, ello sería dificilmente sustentable sino se maneja debidamente el déficit fiscal
que esa política podría originar.
La historia económica del país en la década de los 70 y 80 fue sumamente aleccionadora �
u
en cuanto a la necesidad de hacer coherentes las políticas de mediano y largo plazo con las de 6
corto plazo, y viceversa. Las políticas de industrialización en estos periodos (la industrialización -µ;.¡

por sustitución de importaciones, o ISI) no pudieron sostenerse en el tiempo debido a los severos �
f-
desequilibrios externos (balanza comercial y balanza de pagos negativas) y fiscales (déficit del
sector público) que estas políticas de mediano y largo plazo generaron en el corto plazo. En la dé­
GJ
z
ü
cada de los 90, paradójicamente bajo una política neoliberal, sin ninguna conducción estratégica, -o
los flujos de capital internacional permitieron sostener el desequilibrio de la balanza comercial u

y reducir marginalmente la primarización de la economía peruana. En la presente década, sin Cl
z
embargo, a pesar de los holgados resultados en las cuentas externas y fiscales, no se ha aprove­ o
u
chado la ocasión para empuj ar la industrialización y el mejoramiento tecnológico de la estructura
productiva, esto debido a que la economía ha estado gobernada por los intereses extractivos de o
3
'P..
las grandes empresas y los designios del laissez-faire.
La propuesta general es que el crecimiento sostenido de largo plazo se alcance a través del u
ro

aumento cuantitativo de los montos de inversión y del aumento cualitativo de la productividad


11
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

o rentabilidad de las inversiones. En este sentido, el desarrollo económico es no solo un proceso


de acumulación cuantitativa de recursos, léase trabajo y capital, sino también un proceso de
transformación cualitativa de ambos factores, lo que implica que la productividad total de los
factores debe aumentar.
Para incrementar los montos de inversión es fundamental mantener los equilibrios ma­
croeconómicos y reducir la inestabilidad del crecimiento, ya que es mucho más costoso y ries­
goso planificar y desarrollar proyectos en entornos inflacionarios o cuando el crecimiento eco­
nómico es incierto o muy oscilante. Asimismo, en el mediano plazo, es importante evaluar cuán
apropiado y balanceado es el esquema de financiamiento de la inversión; es decir, si hay compa­
tibilidad entre el costo y la rentabilidad de la inversión tanto en términos de montos como de los
períodos de pagos. De otro lado, la productividad total de los factores se incrementa por efecto
del cambio tecnológico, los mayores conocimientos y la incorporación o adaptación de nuevas
prácticas en el quehacer productivo y empresarial.
En todo esto, el mundo empresarial debe internalizar que no es igual invertir un sol en
una actividad con rendimientos crecientes, externalidades positivas, mayores eslabonamientos y
potencial de desarrollo tecnológico, que en otra que presenta rendimientos decrecientes, externa­
lidades negativas, pocos eslabonamientos y poco potencial de desarrollo tecnológico.
Asimismo, se considera importante enfrentar los factores estructurales como el desarrollo
del capital humano, las grandes fallas del mercado, la solvencia y el grado de desarrollo del sis­
tema financiero y la integración del país al comercio internacional, entre otros.
Por esta razón, la política de mediano y largo plazo debe proponer medidas tendientes a
eliminar las distorsiones de los mercados y políticas productivas que impulsen el desarrollo de las
actividades de mayor valor o calidad; obviamente, sin afectar los equilibrios macroeconómicos.
Adaptado de Santiago Roca y Luis Simabuko. Retos de la gerencia
macroeconómica: propuestas de cambio a la política económica 2000-2005.
ESAN Ediciones, junio del 2000.

0 La eficiencia del mercado y la acción


del Estado
S i bien l a estabilización y l a promoción de la inversión pública y privada han permitido retomar
la senda del crecimiento económico, aún hay muchos elementos que mejorar especialmente en el
funcionamiento de los mercados y una menor desigualdad económica y social, lo que permitiría
darle sustentabilidad al crecimiento económico en el largo plazo, elevar los niveles de ahorro
interno, aumentar el empleo y mejorar la distribución del ingreso.
Esta premisa implica emprender reformas económicas, institucionales y sociales que,
reconociendo la importancia de la estabilidad macroeconómica, el funcionamiento de los
mercados y la inversión privada, se dirijan a reducir la vulnerabilidad de la economía, a de­
sarrollar la capacidad productiva y a corregir las carencias sociales que la simple estabilidad
"macro" y las señales del mercado no pueden enfrentar.
La dirección de estas reformas no necesariamente implica acentuar la liberalización o
incrementar la injerencia estatal, sino según sea el caso, implementar medidas que permitan

12
I. CONDUCCIÓN ESTRATÉGICA Y ECONOMÍA INTERNACIONAL

la asignación eficiente de los recursos y la eficiencia distributiva. Así por ejemplo, en el caso
concreto del sistema financiero, se debe tender hacia una mayor supervisión de los flujos
de capitales, dada la inestabilidad que estos pueden generar. En cambio, en lo que respecta
al gasto público, es conveniente, por ej emplo, combinar el esquema de subsidio a la oferta
con el de demanda, en servicios tales como educación o salud, y lograr que la participa­
ción supervisada del sector privado eleve la eficiencia e incorpore la racionalidad en estos
servicios.
Hay, además, una amplia gama de políticas sectoriales que no han sido desarrolladas
y deben resolver las imperfecciones de los mercados (incluida la inexistencia de algunos
mercados), la falta de instituciones y regulación, además de las "fallas del mercado" gene­
radas por débil cooperación y coordinación, externalidades negativas y carencia de bienes
públicos, entre otros. Evidentemente, para corregir estos defectos mediante la acción estatal
conviene que se corrijan también aquellas que el propio Estado puede generar, ya sea por el
clientelismo político u objetivos burocráticos. La solución, en todo caso, pasa por encontrar
el equilibrio entre el mercado y el Estado, de modo que el sistema no fall e por defecto de
uno ni por exceso del otro.
La existencia de fuertes externalidades negativas, altos costos fijos, indivisibilidades de
los proyectos e incertidumbre respecto de la rentabilidad de las inversiones en innovación y
tecnología justifican la intervención estatal, especialmente a través de la reasignación del gasto
en ciencia y tecnología, la creación de fondos de estabilización y riesgo, el apoyo y la asistencia
técnica directa y la aplicación de mecanismos de protección temporal en sectores con gran po­
tencial de generación de valor y sostenimiento de su capacidad competitiva.
Del mismo modo, el desarrollo de conglomerados o encadenamientos industriales es una
fuente muy importante de "competitividad sistémica'', resultado de las sinergias y extemalidades
generadas en las diversas empresas o etapas de producción de la cadena productiva. Este ejemplo
de complementariedad y alianza estratégica debe aplicarse en la política sectorial a través de la
acción conjunta del sector público y del privado.
Se trata de evitar que la "mano invisible" del mercado lleve a una especialización basada
en actividades extractivas, y lograr que su acción, en conjunción con la conducción del Estado,
genere las ventajas competitivas de mayor creación de valor que la nación necesita.
Por último, las carencias sociales hacia los más débiles y menos favorecidos se enfren­
tarán, dotándolos progresivamente de los instrumentos que requieran para su progreso y/o de la
asistencia mínima que permita su sobrevivencia e inclusión en la sociedad.
La República, 26 de mayo de 20 1 1 .

13
CAPÍTULO 2

Econom ía internacional

/"'-..-�\

� lj Mercados i r:i perfectos y crisis


-- .
de com pehhv1dad en Estados U n .idos
Las empresas de Estados Unidos se están trasladando desde hace varios años a producir en la
China y otros países emergentes porque desde allí pueden competir mejor en el mundo. Ello, sin
embargo, si bien es bueno para las compañías norteamericanas, reduce los niveles de producción
e ingreso en el país y es una de las razones fundamentales de su pérdida de puestos de trabajo.
El mercado de trabajo debería responder disminuyendo los salarios en Estados Unidos y aumen­
tándolos en la China, y de esta manera progresivamente reducir el diferencial de competitividad
entre ambas naciones, lo que originaría en el mediano plazo el regreso gradual de las compañías
a los Estados Unidos y la reactivación de sus niveles de producción y empleo. Ello, sin embargo,
no ocurre así, primero, porque los países defienden los niveles de vida e ingresos de su gente y
se resisten a que las fuerzas del mercado hagan baj ar los sueldos y salarios; y segundo, porque
contrariando la globalización, no se permite la libre movilidad del trabaj o y se prohíbe la entrada
para trabajar en los Estados Unidos.
Asimismo, dado que en los mercados mundiales de commodities y activos financieros
funciona mej or la "ley de un solo precio", los agentes superavitarios orientan sus excedentes
hacia los commodities, especialmente en los períodos cuando aumenta la desconfianza en los
mercados financieros. Ello produce inestabilidad y empuj a los precios de estos hacia arriba,
hasta que se percibe que se han vuelto demasiado altos y no queda otra salida que la compra
de activos reales o financieros en otras monedas, lo que origina la devaluación del dólar y la
apreciación de las otras monedas.
Al apreciarse nuestra moneda es como que los salarios de nuestros países se elevasen en
dólares. Si el tipo de cambio se cae a dos soles por dólar, los salarios denominados en dólares
en el Perú suben 50% (asumiendo un tipo de cambio previo de tres soles por dólar). 900 soles
de salarios incorporados en nuestros productos valen hoy 300 dólares pero a dos soles por dólar,

15
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

valen 450 dólares. Es decir, se ha encarecido el precio de los productos en dólares debido a la
apreciación del tipo de cambio, sin que los trabajadores hayan aumentado sus ingresos en soles.
El Perú pierde competitividad, producción y empleo de un "plumazo". De otro lado, los Estados
Unidos restituyen su competitividad en forma milagrosa. Con la devaluación del dólar regresan
sus inversiones de la China y aumenta el nivel de producción y empleo sin haber tenido que baj ar
sus sueldos y salarios. ¡Qué bonita manera de trasladar el ajuste!
El verdadero trasfondo de la política monetaria expansiva actual en Estados Unidos no
busca otra cosa que acelerar este proceso. La política monetaria no logrará por si sola que las em­
presas regresen a producir a Estados Unidos (ya que la reducción de las tasas de interés no mejo­
ran en este momento sustantivamente la competitividad), sino busca que a través de la expansión
del dinero se siga envileciendo el dólar, lográndose su gradual devaluación en comparación con
otras monedas. Eso sí puede hacer regresar las inversiones a los Estados Unidos.
Lo que existe en el mundo es entonces un problema estructural (desbalance) en el merca­
do del trabaj o, el que finalmente ante su falta de resolución o liberación se refleja en el precio de
los commodities y terminará afectando el tipo de cambio entre países.
El libre comercio en el mundo no puede funcionar cuando un mercado tan importante
como el del trabajo está tan reprimido. El mundo debe resolver este problema sin trasladar el
costo de los desbalances a los países más débiles. Abrir gradualmente el mercado de trabajo o
proponer un organismo internacional para que regule las monedas y los tipos de cambio con el
mandato expreso de buscar la convergencia de los países en el largo plazo son algunas alternati­
vas. En el ínterin, los países afectados no se pueden quedar cruzados de brazos, por más llamados
que se hagan para evitar que se tomen medidas proteccionistas.
Gestión, 27 de setiembre de 20 1 1 .

0 Esta b i l idad y crec i m iento


e=- ·
·. . en los Estados U n idos de América
Estados Unidos vive desde hace varios años una significativa expansión del consumo público y
privado. Los déficits del sector público y privado han sido financiados por recursos financieros
externos provenientes del Japón, Alemania y muchos países en vías de desarrollo. El efecto de
la expansión del consumo ha originado que el déficit de la balanza comercial estadounidense (la
diferencia entre lo que vende y compra del exterior) crezca consecutivamente por más de cinco
años y que las estadísticas muestren a Estados Unidos como el deudor más grande del mundo.
Varias preguntas surgen al lector: ¿podrá los Estados Unidos seguir creciendo y consu­
miendo más de lo que produce? ¿Está perdiendo competitividad internacional en relación a otros
países industriales? ¿Podrá pagar su deuda en el futuro? ¿Tendrá Estados Unidos que ajustarse y
consumir lo que sus recursos internos presentes y futuros le aconsejen?
Normalmente, cuando un país gasta más de lo que produce por varios años consecutivos,
son las generaciones futuras las que tendrán que ajustarse y disminuir su gasto para poder pagar
lo consumido. Si el exceso de gasto ha sido duradero y el monto de la deuda se vuelve elevado,
existe el riesgo que los prestamistas e inversionistas financieros externos pierdan la confianza y
disminuyan sus flujos de financiamiento. El resultado es un ajuste inmediato: el país se verá forza-
16
l. CONDUCCIÓN ESTRATÉGICA Y ECONOMÍA INTERNACIONAL

do a disminuir su gasto por falta de financiamiento o aumentar su producto para agenciarse fondos
con recursos propios. Esto es lo que ha sucedido en la mayoría de los países de América Latina;
durante casi una década se consumió más de lo que se produjo, y el financiamiento que sustentó
este consumo fue estrepitosamente caro, amén de la cantidad de otros factores que originaron que
nuestro producto disminuyera relativamente de valor, debido a términos de intercambio desfavo­
rables, condiciones económicas desiguales, políticas de pare y avance poco acertadas de los países
industrializados y políticas económicas internas pobremente diseñadas por nuestros gobernantes.
Tradicionalmente, sin embargo, las recetas han sido disminuir el gasto y/o aumentar la
producción. De manera paradógica, el gasto ha disminuido generalmente a través de la reducción
de la inversión, lo que a su vez afecta la oferta potencial de la economía y deja a los países con
mayores dificultades en el futuro. La disminución del consumo es difícil de implementar por los
bajos niveles de vida ya existentes en la mayoría de los países de la región. El aumento de la ofer­
ta es también delicado de lograr y sostener en el corto plazo, a menos que inicialmente exista una
excesiva capacidad instalada ociosa y luego el sector empresarial del país responda al llamado
del aumento de la producción. Ninguno de los tres caminos es fácil; el Fondo Monetario Interna­
cional prefiere la primera y la segunda recetas, las cuales adereza con otra serie de medidas sobre
liberalización económica y financiera, manejo macroeconómico monetario y fiscal, manej o de la
deuda, precios relativos entre sectores, manejo del tipo de cambio y "marginalmente" eficiencia
en la utilización de los recursos.
Este problema, que se ha l lamado la necesidad del "ajuste" de las economías de los países
deudores de América Latina, se asemeja al problema mencionado al comienzo de este artículo.
Estados Unidos viene gastando mucho más de lo que produce desde hace varios años y ni el
gobierno ni el sector privado hacen esfuerzos significativos para ajustarse. Ambos gastan cada
día más y empuj an el precio del dinero hacia arriba para financiar este gasto atrayendo capitales
externos. Durante 1 986, los Estados Unidos, bajo presión de los países deudores, hizo esfuerzos
significativos para bajar las tasas de interés y lo logró, pero inmediatamente se dio cuenta que
la reducción de estas hizo peligrar ese preciado financiamiento externo. Como consecuencia, la
tasa de interés ha comenzado de nuevo a subir, para atraer los capitales de nuestros raquíticos
países latinoamericanos.
Por otro lado, parece ser que la necesidad de ajustarse se puede revertir si es que el ajuste
lo realiza el buen vecino y no el supuestamente involucrado, especialmente cuando uno mantiene
la superioridad económica y quiere preservar la hegemonía en la economía mundial. En vez de
reducir su gasto, equilibrar su presupuesto, reducir el consumo de bienes y recuperar mercados
externos, la administración estadounidense prefiere ejercer su influencia para ajustar al vecino
y equilibrar su economía con el esfuerzo de los demás. La política económica norteamericana
presiona para que Japón, Alemania Occidental, Francia, Corea del Sur, Taiwán y muchos de los
países en vías de desarrollo expandan sus economía y compren más, es decir, se quiere que estos
países incentiven el consumo y la inversión pública y privada y que orienten este incremento de
la demanda interna (absorción) hacia bienes y servicios de los Estados Unidos. A su vez presio­
nan para que sus mercados financieros se abran y puedan las instituciones financieras norteame­
ricanas participar en los mercados locales en mejores condiciones que la actual.
N
Esta nueva política significa que el ajuste se traslada hacia fuera; si un país consume o

2
·a.
más de los que produce en vez de restaurar su economía con mayor eficiencia, productividad y
menos consumo, resulta mej or lograr que el resto aumente su gasto y esté obligado a comprar "'
u
más. La producción aumentaría no por relaciones de competencia en el mercado, sino porque
17
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

los procesos de negociación entre buenos vecinos les exige comprarnos más. De esta forma
Estados Unidos podrá aumentar su producción, vender más al exterior y equilibrar el gasto con
el producto, las exportaciones con las importaciones e inclusive el déficit fiscal. Lo penoso de
todo esto es, sin embargo, que para lograr eso, uno tiene que ser potencia económica mundial
y tener capacidad de negociación económica y política. Qué bueno sería para el Perú y el resto
de los países de América Latina que los países extranjeros se "ajustaran" para ayudarnos a re­
solver nuestros problemas. La economía de mercado perfecto existe solo en los libros de texto
y en la mente del doctor Milton Friedman, la interferencia y negociación económica es la que
determina precios y movimientos en los fluj os de consumo, producto y comercio internacional.
Solo negociando, planteando mecanismos institucionales y creando estructuras que represen­
ten los intereses auténticamente nacionales podrán las economías peruana y latinoamericana
desarrollarse.
"Que se ajuste en buen vecino". La República, 3 de julio de 1 987.

0 La crisis i nternaciona l y el m u lti latera l i smo


·
fi nanciero
La crisis económica y financiera actual es consecuencia de la especulación en tres grandes áreas
o sectores económicos y financieros: la especulación en el sector de hipotecas inmobiliarias y
activos financieros estructurados, la especulación en los commodities y la especulación en la
moneda extranjera o el tipo de cambio. En relativamente poco tiempo las tres burbujas especu­
lativas se superimpusieron y luego se desinflaron al mismo tiempo, originando el colapso de los
mercados y la licuación del valor de los activos existentes.

3.1 Es p ecu lación de h i potecas


L a crisis s e origina inicialmente por l a falta de transparencia e n e l mercado inmobiliario y de hipo­
tecas y por una serie de productos financieros estructurados en los que los operadores de mercado
titulizaron y empaquetaron los activos en formas complejas sin evaluar sus verdaderos riesgos. El
descalce en la maduración de los activos y pasivos financieros de las instituciones no bancarias
no fue detectado por las clasificadoras de riesgo y la falta de liquidez se fue transfiriendo paulati­
namente al sistema bancario hasta que los bancos centrales actuaron. El desapalancamiento y el
desenredo apresurado de las posiciones especulativas de las empresas y familias originan, sin em­
bargo, el colapso de algunas instituciones bancarias y no bancarias y obligan a que intervengan los
gobiernos (el Tesoro) ya cuando la confianza se había perdido y los actores económicos saneaban
sus hojas de balance a cualquier precio y cortaban sus inversiones y el consumo.

3 . 2 Moneda extra njera


A la especulación en activos financieros se le añadió paralelamente la especulación en el mer­
cado de commodities y en el mercado de moneda extranjera. En el mercado de moneda ex­
tranjera, la especulación (carry trade) se expresa en i nversiones de portafolio basadas en pedir

18

-- ----- --- --- --


-- -- --
l. CONDUCCIÓN ESTRATÉGICA Y ECONOMÍA INTERNACIONAL

prestado en monedas de baj o rendimiento (dólar, por ejemplo) e invertirlas en monedas de


alto rendimiento (sol, por ejemplo), lo que ha llevado a la sobrevaluación de la moneda local
y el descalce de monedas extranjeras en los balances de las empresas y familias, reduciendo
la competitividad de la economía. Cicateados, sin embargo, por el colapso financiero arriba
mencionado, esta especulación de monedas se empieza a desenredar obligando hacia la de­
preciación del tipo de cambio nominal y real, aumentando el riesgo y Jos impactos negativos
en el consumo, la producción y el empleo. Los países más ilustrativos de este desenlace son
Islandia, Letonia, Hungría y Brasil, Jos cuales han devaluado sus monedas recientemente en
forma significativa.

3 . 3 Es pecu lación de commodities


La especulación en el mercado de Jos commodities se observa a raíz del inusitado aumento de
precios del petróleo y muchos otros metales y productos agrícolas, Jos cuales se corrigen poste­
riormente para volver a sus niveles previos, no sin antes afectar la situación de los productores
así como de la producción y el empleo de los países en desarrollo, y hacer caer una buena parte
del valor de las inversiones en infraestructura y equipos que originaron los aumentos de precios
iniciales.
La organización de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD,
por sus sigla en inglés), que presenta generalmente la voz de Jos países en desarrollo, ha
mostrado las cercanas correlaciones en Jos precios de Jos commodities, de la moneda ex­
tranj era y los activos estructurados, lo que explica Ja especulación interrelacionada de estos
·

tres mercados.

3 .4 Lecciones a p rend idas


Los paquetes de rescate promovidos por los países desarrollados no deben ser gratuitos, deben
promover políticas regulatorias que aumenten la transparencia de Jos productos financieros, ree­
valuar el rol de las clasificadoras de riesgo, tener incentivos para crear instrumentos financieros
simples, enfrentar el descalce de vencimientos en las entidades financieras no bancarias y limitar
el deterioro de los créditos vinculados a la titulización.
Los mayores problemas de la crisis descansan actualmente en que la posición activa
de los Estados Unidos a veces nada contra las políticas contractivas de otros países desarro­
llados y la condicionalidad tradicional de los programas del Fondo Monetario Internacional.
La política fiscal de Ja Unión Europea sigue, por ejemplo, sujeta al Pacto de Estabilidad y
Crecimiento, Jo que limita sus capacidades contracíclicas. En estas circunstancias, Ja fuerza de
la recesión y de la incertidumbre se incrementa y sus efectos indeseables sobre los países en
vías de desarrollo pueden hacer insostenibles las deudas de Jos países pequeños y pobres. Solo
si los países con superávit proveen estímulos para evitar una recesión o depresión mundial
prolongada, el resto de países podrá salir adelante.
Los países en vías de desarrollo no pueden seguir Jos paquetes de asistencia tradicional
N
combinados con políticas restrictivas, se necesitan políticas contracíclicas y tipos de cambio más o
altos pero estables. No sobredisparar Ja devaluación en forma unilateral es costoso pero, sin em­ ]
bargo, muy fácil si los países que necesitan devaluar juntan fuerzas con los países que enfrentan 'ª'
u
lo opuesto, es decir, la revaluación.
19
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

3 .5 Reconstrucción
L a globalización supone reglas vinculantes n o solo para el comercio, sino también para las finan­
zas. Se tienen que repensar los sistemas de tipos de cambio y los costos de la solución tradicional
de los paquetes de asistencia internacional. La intervención simétrica de los países superavitarios es
necesaria. Arreglos de tipos de cambio global son requeridos para mantener y alcanzar estabilidad
monetaria y financiera. Un sistema financiero y monetario cooperativo global asegurará, sobre una
base multilateral, las mismas reglas de juego para todas las partes. Ya que las transformaciones en
los tipos de cambio afectan el comercio internacional de una manera similar a los cambios en los
aranceles, estos deben ser gobernados por regulaciones multilaterales y no nacionales. La globali­
zación no funciona con reglas nacionales. No hay, sin embargo, hasta el momento la voluntad que
el sistema financiero y de monedas considere reglas globales vinculantes para todos. Los temas que
queman verdaderamente están siendo ignorados debido a que nadie está preparado en conceder
autonomía cuando se trata de su política de moneda y comprometerse a trabajar hacia el funciona­
miento de un sistema internacional de monedas.
"La UNCTAD y su multilateralismo financiero".
La República, 1 5 de febrero de 2009.

0 Las i m pl ica ncias del ocaso del dólar


A diferencia del resto de las monedas del planeta, el dólar no solo es la moneda de los Estados
Unidos, sino más bien es la moneda del mundo ya que con ella se realiza la mayor parte de las
transacciones de divisas, tanto para el comercio internacional de bienes y servicios como para la
compra y venta de activos.
No obstante que el dólar es demandado por todo el mundo, su emisión es potestad exclu­
siva de los Estados Unidos, por lo que tiene una situación de privilegio que el resto de países no
lo tiene. De esta manera, mientras continúen creciendo las transacciones internacionales, Esta­
dos Unidos puede continuar inundando el mundo con el billete verde, independientemente de lo
que suceda con su economía, lo que le permite sostener un nivel de gasto interno por encima de
sus posibilidades reales. En otras palabras, todos los bienes, servicios y activos que en exceso
compra un estadounidense del resto del mundo, es cancelado con un papel moneda que ellos
imprimen a su libre albedrío y que es aceptado por todos en las transacciones internacionales.
Obviamente, esta situación ventajosa no debe durar mucho tiempo más, debido precisa­
mente a sus propios excesos, lo que ha envilecido la moneda norteamericana, la cual está dejan­
do de cumplir de manera eficiente sus funciones del dinero como depósito de valor, unidad de
cuenta y medio de cambio en el mundo. La devaluación del dólar, su pérdida de valor debido a
la gran emisión efectuada para el rescate financiero y los sucesivos déficit comerciales, la propia
debacle de la economía norteamericana y el surgimiento de nuevas potencias con sus respectivas
monedas (como la zona del euro y el yuan) hacen presagiar que, en un periodo relativamente
corto, las transacciones de divisas se fraccionará en tres partes principales.
Según el Wall Street Journal, en el último año se ha cuadruplicado la cuota de los depó­
sitos bancarios denominados en yuanes en Hong Kong y, además, cerca de setenta mil empresas
chinas están haciendo sus liquidaciones internacionales en yuanes. China está tratando de que

20
I. CONDUCCIÓN ESTRATÉGICA Y ECONOMÍA INTERNACIONAL

Hong Kong sea un centro satélite para las operaciones e inversiones en yuanes y en productos
financieros basados en el yuan. En este sentido, se ha creado un mercado para intercambiar notas
en yuanes y un mercado de bonos "dim sum'', que permite el corretaje con deuda denominada en
yuanes emitida por compañías extranjeras y bonos chinos.
En esta perspectiva, y de hacerse realidad esta tendencia, el manejo de las reservas de
los países como el Perú va a tener que cambiar ya que no sería suficiente acumular dólares para
facilitar el comercio internacional. Actualmente, el comercio del país se divide a groso modo
en cinco bloques casi similares: Estados Unidos, China, zona del euro, América Latina y otros
países. Más del 80% de las reservas del Banco Central de Reserva del Perú, BCRP, sin embargo,
están denominadas en dólares y 1 5% en euros. El Perú debería tener una canasta de reserva de
monedas en una proporción más o menos concordante con la composición de su comercio inter­
nacional. Si bien ello haría más complejo y difícil el manejo de las reservas, disminuiría el riesgo
en relación al comercio y las nuevas monedas emergentes. Es muy probable que pronto algunos
mercados internacionales de alimentos y materias primas comiencen a cotizar en yuanes. A nivel
microeconómico, esta tendencia no solo tendrá implicancias en el manejo de las monedas y las
reservas de los bancos centrales, sino también en los manejos de caja de las empresas exporta­
dores e importadores.
Gestión, 1 7 de marzo de 20 1 1 .

0
-
Los ca m b !os en el manejo de la deuda
en los pa 1 ses acreedores
La decisión de los bancos acreedores de provisionar reservas por préstamos incobrables es uno de
los indicios más importantes de que el problema de la deuda externa tomará otros visos en el futuro.
Esto se aúna a la renuncia del presidente del Directorio del Banco de la Reserva Federal (Banco
Central), doctor Paul Volcker, y su reemplazo por el doctor Alan Greenspan.
La política sobre deuda externa concertada en los últimos años entre el secretario de
Hacienda, doctor James Baker III, y el ex-presidente del Banco de Reserva Federal, ha sido el
de ganar tiempo para que los países deudores puedan recuperarse y asumir sus compromisos, a
la vez que solicitaban y presionaban a los bancos para que se mantenga el flujo de préstamos y
capitales hacia los países deudores. De esta manera se lograba que el sistema financiero interna­
cional no se resquebrajara súbitamente ante una inesperada moratoria masiva de los deudores.
A diferencia de los ciclos económicos de décadas anteriores, la situación del sector externo, el
comercio y el financiamiento mundial no se han llegado a recuperar y la presente década cons­
tituye el ciclo recesivo más largo que hayan sufrido las economías latinoamericanas. Los países
no han podido crecer para recuperar sus niveles de 1 980 y sus deudas han aumentado sin tener
hasta el momento ninguna certidumbre respecto a su capacidad de pago.
Ante esta situación incierta, los bancos acreedores han empezado a distanciarse de sus
gobiernos, aceptando provisionar reservas por préstamos incobrables. Las posibles implicancias N
o
de esta medida se han reflejado en varios indicadores: primero, la cotización en el mercado
'B
mundial de pagarés de deuda externa ha caído significativamente; segundo, los flujos de rene­ '§-
gociación de préstamos antiguos y la entrada de nuevos préstamos o capitales se hace cada vez u

21
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

más dificil (Argentina, por ejemplo, que recientemente había alcanzado un acuerdo preliminar
para refinanciar su deuda vencida, se ve ahora afectada porque varios de los principales bancos
supuestos a entrar en este acuerdo van a disminuir sus volúmenes de financiamiento disponible,
ya que parte de este lo vienen cargando a provisiones de reservas); tercero, los bancos vienen
cambiando sus posiciones respecto a entrar masivamente en inversiones financieras en vez de
recuperación de los préstamos (el Citicorp, por ejemplo, ha definido recientemente una política
de aceptar inversiones o patrimonio por sus préstamos e inclusive de entrar a crearjoint ventures
con empresarios nacionales, cuidando siempre de no asumir la responsabilidad del manejo em­
presarial sino participar como inversionista financiero).
En realidad los bancos parecen ahora de la actitud de no querer canalizar mayores recur­
sos financieros a los países (varios bancos han anunciado públicamente su decisión de reducir
significativamente sus préstamos al exterior en los próximos cinco años), sino de tratar de recu­
perar parte de sus préstamos a través de inversiones financieras que serían financiadas en moneda
nacional por los propios deudores. Si bien esto tiene la ventaja de generar empleo e ingreso, y de
adquirir know how y tecnología a través de los contactos con el exterior, todavía no queda claro
cuánto de financiamiento en moneda nacional podrán aportar los gobiernos deudores sin generar
peligrosas consecuencias inflacionarias internas.
Los bancos se sienten ahora más fuertes que en 1 982 y por eso han comenzado inicia­
tivas propias que escapan del Plan Baker sometido en Corea del Sur en 1 985 y que dej an a los
mecanismos del mercado una mayor participación en la solución de la crisis. El camino, sin
embargo, es riesgoso: los bancos no desisten de cobrar sus préstamos por más reservas que
aprovisionen, e impiden la generalización de los mercados secundarios de deuda (solo cierto
tipo de deuda es ofrecida en estos mercados y la mayor parte de las veces esta tampoco es
totalmente transparente). Tampoco quieren reconocer claramente -aunque esto varía con el
transcurso del tiempo- que parte de la deuda es impagable con los recursos actuales y que la
responsabilidad es compartida.
Esta actitud de los bancos transfiere una mayor responsabilidad a los gobiernos de los
países industrializados. Ya el Japón, por ejemplo, ha anunciado un programa de apoyo masivo
a los países deudores. Quizás el doctor Paul Volcker haya renunciado porque prevé una presión
significativa para que el gobierno norteamericano comparta los costos de la deuda.
De hecho, la legislación bancaria norteamericana está permitiendo en los últimos meses
la entrada de los bancos a actividades de seguros, inversión, "valorización", fondos mutuales y
muchas otras actividades financieras, permitiendo que estos diversifiquen sus "pesados" porta­
folios de activos y mejoren su rentabilidad. Lo que todavía está muy insípido es lo que el Japón
y aparentemente Alemania Occidental van a iniciar: un Plan Marshall de reflotamiento de las
economías deudoras. Todo esto -si se realiza- generalmente viene amarrado y los países deudo­
res tendrán que analizar cuáles podrían ser las posibles repercusiones sobre sus economías. La
reciente selección del doctor Alan Greesnpan a la presidencia del Banco de la Reserva Federal
Norteamericana tiene importancia estratégica y los países deudores no deben dejar pasar la opor­
tunidad para expresar sus puntos de vista y diferencias. Las condiciones de 1 987 indican que van
a existir cambios significativos en la forma como se ha manejado el problema de la deuda por
los países industrializados.
El Comercio, 1 7 de junio de 1 987.

22
l. CONDUCCIÓN ESTRATÉGICA Y ECONOMÍA INTERNACIONAL

Qué está n haciendo los ba ncos acreedores


con la deuda externa de los pa íses
deudores
Después d e varios años, los bancos acreedores s e empiezan a dar cuenta de l o dificil que está
resultando el pago de la deuda por parte de los países deudores, algunos de ellos empiezan a
tomar medidas osadas cuyas repercusiones todavía son dificiles de pronosticar. Por otro lado,
los gobiernos norteamericano y de los principales países industrializados sin querer intervenir
directamente en apoyo de los bancos se esfuerzan para, a través de los instrumentos de política
económica que manejan, crear mejores condiciones económicas y financieras que permitan a los
países deudores pagar sus compromisos. El resultado es un sistema financiero internacional cam­
biante, dinámico y contradictorio que, de persistir, daría configuración a una nueva estructura y
nivel de intermediación financiera internacional.
Desde hace varios meses los bancos acreedores están empezando a ensayar varias formas
de disminuir y trasladar su riesgo frente a sus prestatarios deudores latinoamericanos. Algunos
voluntariamente provisionan reservas por incobrables, que las cargan gradualmente contra sus
utilidades. Otros han fomentado mercados secundarios donde venden o revenden los préstamos
-previamente renegociados- por debajo de su valor nominal. En algunos casos se está llegando
a acuerdos por los cuales los préstamos son convertidos en certificados de depósitos que emiten
los deudores a una tasa nominal encima de la tasa "libor" (London Interbank Offered Rate, en
inglés) y que los bancos acreedores pueden retener hasta su maduración (cinco años o más) o
vender directamente al público. Varias veces se ha preferido la emisión de bonos y notas de largo
plazo que puedan ser comercializados y vendidos al público en los mercados.
Por su lado, los bancos norteamericanos vienen presionando a la Reserva Federal para
que: a) se eliminen los requisitos de reserva o encaje sobre los depósitos que se utilizan para
préstamos en el extranjero; b) se reduzcan los requisitos de capital sobre los activos, especial­
mente aquellos activos colocados en préstamos a los países deudores; y c) se obtengan beneficios
tributarios especiales por la posibilidad de incobrables. La mayoría de los bancos están ahora
dispuestos a reducir su spread entre tasas activas y pasivas y a olvidarse inclusive de su mar­
gen de utilidad en el caso de algunos países deudores. En realidad, las medidas que los bancos
acreedores vienen tomando tienden, en algunos casos, a amortiguar progresivamente las posibles
pérdidas y, en otros, a trasladar el riesgo hacia inversionistas privados y a hacer partícipe a los
organismos estatales y federales de los costos de la crisis. La disminución de los requisitos de
reserva o de capital puede hacer mucho más productivos los fondos de los bancos y compensar
por la pérdida de estos préstamos.
A la vez que estos y otros esfuerzos muy innovadores se empiezan a realizar por parte de
los bancos, los gobiernos norteamericano y de los principales países industrializados se han en­
frascado en un esfuerzo "coordinado" para hacer bajar las tasas de interés a nivel internacional.
Si bien por razones múltiples, una (no por cierto la más importante) es para aliviar el pago de
N
la deuda de los prestatarios o países deudores. Los resultados hasta ahora son evidentes: la tasa o

"prime" y la tasa "libor" han descendido a niveles comparables a aquellos de la década de 1 960. ]
Los prestatarios se estarían ahorrando sustantivas cantidades de dinero. La competencia inter­ ��
u
bancaria está también disminuyendo los spreads pero, a la vez, los volúmenes de intermediación
23
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

financiera se vienen reduciendo drásticamente. En realidad, de mantenerse este fenómeno en los


próximos meses, se estaría formando una nueva estructura y nivel de intermediación financiera
internacional.
Por todos es conocido el abrupto salto que la década del 70 brindó a la intermediación
financiera. Como nunca en la historia, los petrodólares inundaron los mercados internacionales
y presionaron hacia una disminución de la tasa de interés real. Inmediatamente después, sin
embargo ( 1 980- 1 984), las políticas de austeridad monetaria, la financiación de los déficit presu­
puestarios, los errores entre la inflación esperada y la observada, así como el auge en las inversio­
nes inducidas por las políticas tributarias de los países industrializados -principalmente Estados
Unidos- presionaron constantemente hacia el alza de las tasas reales de interés. Al principio
(década del 70) los volúmenes de intermediación financiera crecieron espectacularmente y los
bancos pudieron prestar sin mayores consideraciones de riesgo; luego, las altas tasas de interés
real incentivaron a los agentes económicos a colocar depósitos y mantener niveles elevados de
intermediación financiera.
No obstante, a partir de mediados de 1 985 la situación viene cambiando dramáticamen­
te. La baj a progresiva de las tasas de interés está ahuyentando los fondos de los bancos y de
otras instituciones de intermediación financiera hacia la bolsa, el financiamiento directo y las
actividades productivas directas. Los flujos de petrodólares hacia los bancos han prácticamen­
te desaparecido debido a la baj a de los precios del petróleo, e inclusive la fuga de capitales
de los países en vías de desarrollo que terminaban en los bancos de los principales centros
financieros del mundo se está deteniendo. Parece pues -si bien no hay datos precisos- que la
intermediación financiera está sufriendo cambios negativos en volúmenes considerables. A
la gente ya no le conviene depositar y sacrificar consumo presente cuando la tasa de interés
o retribución por su sacrificio sigue disminuyendo, las corporaciones prefieren captar fondos
directamente a través de los otros mercados financieros y los bancos se vuelven instituciones
cada vez más débiles, cuya nueva configuración dentro del sistema financiero internacional
estaría todavía por definirse. En otras palabras, transformaciones en la oferta y demanda de los
fondos intermediarios bancarios hacen presagiar un debilitamiento de la banca y la reducción
de sus niveles de "equilibrio" de los años pasados.

Argentina 62-66
Brasil 75-8 1
Chile 65-69
Colombia 82-84
Ecuador 68-7 1
México 68-72
Perú 25-30
Venezuela 80-82

FUENTE: Shearson Lehman Lean Transaction Group. 1986.


Informe-ESAN, mayo-junio de 1 986.
24
I. CONDUCCIÓN ESTRATÉGICA Y ECONOMÍA INTERNACIONAL

La promoción i nternaciona l
de la com petencia
Los esfuerzos para controlar las prácticas anticompetitivas nacionales e internacionales han tenido
tres enfoques: 1 ) el basado en las leyes antitrust cuyo énfasis ha sido limitar el poder de las grandes
concentraciones empresariales y sancionar a las empresas que restringen indebidamente la compe­
tencia y afectan en el corto plazo la eficiencia económica; 2) el vinculado al comercio internacional,
que busca fomentar el acceso a los mercados y a la inversión, pero reconoce que esta podría, en
algunos casos, torcer la competencia interna, dañar el comercio y elevar los precios en perjuicio de
los consumidores y, en otros casos, constituirse en un instrumento para disciplinar a las empresas y
leyes internas que restringen la entrada y la libre competencia; y, 3) la que se preocupa por el pro­
greso nacional y la diferencia en los niveles de desarrollo de los países y busca encontrar un balance
entre las prácticas de cooperación entre empresas, las políticas de industrialización y los aspectos
de la libre competencia, en una visión dinámica y de largo plazo de la eficiencia económica.
Las Naciones Unidas, al aprobar hace treinta años los principios para controlar las prácticas
restrictivas de la competencia, se ubicó implícitamente en la intersección de estos tres enfoques:
la acción antitrust transfronteriza, el acceso a los mercados y el desarrollo económico. El acuerdo
restringe a los carteles internacionales y a una amplia lista de prácticas anticompetitivas y dominan­
tes (aunque no fueron observadas las colusiones internas entre empresas afiliadas independientes);
fomenta el acceso a los mercados y la liberalización del comercio; y concede un trato diferenciado
para los países en desarrollo, permitiendo excepciones y respetando consideraciones de territoria­
lidad y soberanía (principio de comitencia). El acuerdo incluyó a las empresas estatales pero se
exceptuó a los acuerdos anticompetitivos intergubernamentales, como la OPEC y otros. Lamenta­
blemente, no se pudo aprobar una legislación vinculante sino principios generales voluntarios, ni
se instituyó una autoridad supranacional mundial que supervise y regule el abuso de la posición de
dominio y las prácticas anticompetitivas. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio
y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés) fue designada para actuar como punto focal de
este acuerdo no vinculante y en tal función efectuar estudios y realizar reuniones para evaluar el
avance y perjuicios de las prácticas restrictivas, ofrecer asistencia técnica, construir capacidades
nacionales y regionales, y divulgar información y capacitación acerca de la materia.
Las actividades de la UNCTAD desde entonces han sido variadas. En la primera década
se hicieron algunos estudios y se preparó la ley modelo de competencia pero se obtuvo muy
poco apoyo e interés de parte de los países desarrollados en la implementación del acuerdo.
Fueron los programas de ajuste estructural, desregulación y privatización y la transición ha­
cia economías de mercado de los países del este, de fines de los ochenta y comienzos de los
noventas, que llevaron a que el Banco Mundial diera vuelta al timón y propulsara políticas en
contra de las prácticas restrictivas y en favor de la competencia. Esto reavivó desde 1 990- 1 995
el trabajo de la UNCTAD de proveer asistencia técnica, construir capacidades y ayudar a los
gobiernos nacionales en la promulgación de sus leyes y políticas nacionales de competencia,
así como en el intercambio de experiencias a través de la Reunión Anual del Grupo de Exper­
tos Intergubernamentales, IGE, y cada cinco años en la Conferencia de las Naciones Unidas
que revisa los avances en la implementación del Conjunto de Principios contra las Prácticas N
o
Restrictivas. A partir de los primeros años de los 2000, la UNCTAD va adquiriendo recono­ "B
cimiento por su apoyo a los países en desarrollo para constituir no solamente sus leyes, sino 'ª'
u
también sus autoridades de competencia.

25
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

El trabajo de la UNCTAD tiene, sin embargo, una serie de debilidades. En primer lu­
gar, su inacción en proveer asistencia técnica a los países en desarrollo en poner límites a las
prácticas anticompetitivas transfronterizas, y en no efectuar estudios que muestren el efecto
dañino de la actuación de los carteles en los mercados internacionales. Segundo, la falta de
acompañamiento y abandono a los países en desarrollo en la negociación de los tratados de li­
bre comercio (TLCs). Estos tratados no articulan debidamente los instrumentos de competen­
cia contra el peligro de prácticas restrictivas y dominantes como consecuencia de la reducción
de los aranceles, la abrumadora protección a la inversión y la extensión de los derechos de
propiedad intelectual. Tampoco advierten acerca de los efectos adversos a la competencia de
los subsidios y los remedios, compensaciones y condiciones de su utilización. Tercero, la casi
inexistente actividad en el refuerzo de los mecanismos para restringir las prácticas anticom­
petitivas en mercados ampliados y en acuerdos de integración regional. Cuarto, la ausencia de
estudios y opiniones en temas novedosos vinculados a la excesiva concentración de tierras que
se está originando en muchos países en desarrollo, así como la falta de competencia y barreras
de entrada en el mercado de trabajo; el primero como consecuencia del cambio en los flujos de
capitales a raíz de la crisis financiera internacional y, el otro, debido a la distinta dotación del
recurso humano en el mundo.
El trabaj o a futuro debe entonces enfrentar estas debilidades y entrar a acometer los
nuevos acontecimientos de la economía mundial. La economía mundial está cambiando. Si
bien la producción a gran escala y las cadenas globales de abastecimiento que las conectan
siguen siendo importantes, la revolución de las tecnologías de información y comunica­
ción están permitiendo que emerjan miles de redes, mercados y tecnologías de producción
hiperfragmentadas. Esto brinda nuevas ventaj as y oportunidades a millones de medianas y
pequeñas empresas que podrían conectarse a los mercados mundiales. A la vez, los flujos de
comercio de los países en desarrollo están comenzando a crecer más rápido que los de los
países desarrollados, lo que originará transformaciones en las estructuras y comportamien­
tos de los mercados.
¿Cuál es el rol que en este entorno debe jugar la ley y la política de competencia? Se
necesitan normas de competencia internacional que mantengan flexibilidad y que, en las nuevas
condiciones, actualicen explícitamente los tres enfoques mencionados al comienzo: una agenda
que combine apropiadamente el tema de acceso a los mercados para las miles de pequeñas em­
presas; la acción antitrust internacional para las grandes corporaciones y/o aquellas cadenas de
abastecimiento que restrinjan la competencia; y tratos diferenciados en los aspectos de compe­
tencia vinculadas a la formalización, industrialización y el desarrollo económico para los países
de menor desarrollo relativo.
Los países desarrollados deben cooperar para hacer vinculante los nuevos conceptos y ca­
racterísticas que deberían tener las reglas de competencia y consumidor en este nuevo escenario
económico nacional y mundial.
Además de revisar la normativa en la dirección indicada, se necesita también reflexionar
una vez más acerca de la necesidad de una autoridad multilateral de competencia pero que ahora
trabaje junto con las autoridades de competencia regional y con las autoridades de competencia
nacional, y que opere engarzada bajo los principios de subsidiaridad, cooperación, transparencia,
no-discriminación y el debido proceso.
Extraído de Santiago Roca. "La UNCTAD y la promoción de la competencia" en Tres décadas de
la labor de la UNCTAD sobre Política de la Competencia y Defensa del Consumidor.
Naciones Unidas,
noviembre de 2 0 1 0.
26
- SEG U N DA PARTE --
-- ----

Gerencia macroeconó mica ,


creación d e valor,
com ercio exterior e inversión
Se g u n d a p a rte

CAPÍTULO 3
Macroeconomía : equilibrios sectoria les

CAPÍTULO 4
Macroeconomía : inflación , esta bilidad y crecimiento

CAPÍTULO 5
Creación de valor, tecnolog ía y producción

CAPÍTULO 6
Comercio exterior

CAPÍTULO 7
Inversión
CAPÍTULO 3

Macroeconom ía :
equilibrios sectoriales

No obstante el aumento en la recaudación en las últimas dos décadas, luego de la catástrofe eco­
nómica de fines de los 80 en donde se recaudaba apenas el 9% del PBI ( 1 989), la actual presión
tributaria en el país representa alrededor del 1 4,8% del PBI, un tanto por debajo del promedio
de América Latina, pero bastante lejos del promedio de los países de la OECD, que superan el
25% del PBI. La recaudación en el Perú se basa prácticamente en dos impuestos: el IGV, que
representa el 7, 1 % del PBI (descontando devoluciones) y el impuesto de la renta (impuesto a las
utilidades, al trabaj o y la propiedad) que representa alrededor del 5 ,3% del PBI.
Mientras en el Perú la recaudación por impuesto a los bienes y servicios es de alrededor
del 8,6% del PBI (7, 1 % en IGV o IVA, 1 , 1 % en ISC y 0,4% en importaciones), el promedio de
recaudación en este rubro en los países de la OECD es 2,2 puntos más, es decir, 1 0,8% del PBI,
del cual el IVA es 6,8 puntos. La mayor recaudación en bienes y servicios de la OECD se debe al
impuesto selectivo, ISC, que es 3 ,8% del PBI (2,7 puntos más que el Perú).
La diferencia entre el IVA o IGV del Perú y la OECD no es muy relevante: 7 , 1 % en el
Perú y 6,8% en la OECD. La tasa del IVA promedio de los países de la OECD es de 1 7,7%
(excluyendo a Estados Unidos que tiene tasas diferenciadas a nivel estatal) y la del Perú en el
año 2009, del 1 9%. La eficacia o productividad relativa de la recaudación es parecida en ambas
regiones, mientras en el Perú se recauda el 3 7,37% (7, 1 %/1 9%) de la tasa legal del IGV, en los
países de la OECD se recauda el 38,4% (6,8%/ 1 7,7%) de la tasa del IVA.
El rubro visiblemente deficitario en el Perú es el impuesto a la renta, ya que comparado
con el promedio de los países de la OECD en donde se recauda del orden del 1 2,5% del PBI,
la recaudación peruana es de apenas 5 ,3% del PBI, no obstante los avances observados en los
últimos años (el promedio histórico era de solo 3% del PBI entre 1 970 y el 2005). Mientras en el
Perú la tasa promedio del impuesto a la renta (sobre el ingreso disponible) es del orden del 1 5%,
en los países de la OECD es superior al 20%, lo que explica parcialmente la mayor recaudación
de los países más desarrollados. Si se mide la efectividad de la recaudación, se tiene que en el

29
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Perú es de solo el 3 5,33% (5,3%/1 5%) y en los países de la OECD llega al 62,5% ( 1 2,5%/20%),
lo que significa que la efectividad de la recaudación en el Perú por impuesto a la renta es 43,47%
menor al promedio de los países de la OECD. En esta área hay aún mucho que avanzar.
Asimismo, en los países de la OECD la propiedad sí paga tributos ( 1 ,8% del PBI), mien­
tras en el Perú este es sumamente reducido.
De esta comparación resulta claro que el sistema tributario en el país no alcanza el estándar
de los países más desarrollados, en cuanto al monto global de lo recaudado ( 1 4,8% del PBI en el
Perú versus más del 25% del PBI en la OECD). Eso se debe no tanto a los niveles de evasión y/o
exoneración del IVA o IGV, sino a la reducida proporción de lo recaudado en el impuesto selectivo
a los bienes y servicios (3,8% del PBI en la OECD contra 1 , 1 % en Perú) y a la poca eficacia o pro­
ductividad en los impuestos directos, es decir, el impuesto a la renta. Mientras en el Perú se recauda
por impuesto a la renta y a las utilidades el 5,3% del PBI, en los países de la OECD se recauda un
promedio de 1 2,5% del PBI. Son, entonces, el impuesto selectivo y el impuesto a la renta donde
se debería de trabajar con mayor intensidad para aumentar los ingresos tributarios. Esto, a la vez,
ayudaría a reducir el sesgo regresivo que tienen los impuestos en el país.
Los US$2.000 millones de dólares adicionales que se tiene como meta recaudar a través
del impuesto a las sobreganancias mineras, apenas elevará el impuesto a la renta en alrededor
de 1 ,5 puntos más, es decir del 5,3% del PBI a alrededor del 7% del PBI, lejos aún del 1 2,5% de
los países de la OECD.
La República, 23 de agosto de 20 1 1 .

f2] ¿ Pa ra q ué d ism i n u i r el IGV y el ITF ? :


------ el Mi n isterio de Econom ía y F i na nzas
debe responder
Contra todo pronóstico, la semana pasada e l Ministerio de Economía y Finanzas, MEF, pro­
puso disminuir el IGV de 1 9% a 1 8% y reducir la tasa del impuesto a las transacciones fi­
nancieras en forma aislada y sin encuadrar estas reducciones en el marco de una reforma
tributaria y fiscal. Esto obviamente ha generado una serie de cuestionamientos, especialmente
por el hecho de que no hay indicios que la presión tributaria sea excesiva o que la necesidad
de inversión pública y gasto social hubiera disminuido. La presión tributaria está por debaj o
del promedio d e la región y las necesidades d e inversión pública y social son mayores a la
recaudación actual. Resulta más grave aun si la propuesta viene de un gobierno que termina
en menos de cinco meses y que no asumirá las consecuencias de sus actos en la caj a fiscal.
Esta percepción se ha visto reforzada, además, por la falta de medidas administrativas adi­
cionales con el fin de ampliar la base tributaria y compensar las reducciones de los impuestos, por
la inexistencia de estudios de impacto y por su inconsistencia con una política fiscal contracíclica
en periodos expansivos del gasto (como el actual), ya que tampoco se han anunciado cortes en el
gasto del sector público que compensen la disminución de la recaudación. La propuesta contradice
también la actual política de morigerar el aumento de la demanda agregada del sector privado que
sigue el Banco Central (en el supuesto que la reducción de los impuestos impulse el consumo del
sector privado).

30
I I . GERENCIA MACROECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

La justificación dada por el MEF de que ello ayudará a reducir la inflación y/o darle
mayor capacidad de gasto a los hogares, es poco convincente en la medida que la disminución
del IGV difícilmente se transfiera a los usuarios, tal como el propio gobierno comprobó en el
caso de la reducción de impuesto a las medicinas. Aun asumiendo que los hogares aumenten
su ingreso disponible y este repercuta en mayores niveles de gasto privado y aumente la pro­
ducción, nunca podrá la perdida observada de la recaudación compensarse con el improbable
aumento marginal de la recaudación efecto del mayor consumo y producción.
Algunos analistas han argumentado que, tanto la disminución de la tasa del IGV como
del impuesto a las transacciones financieras, ITF, son correctas porque ya eran de por sí muy
elevadas, antitécnicas y regresivas y fueron creadas justamente en forma temporal o basadas en
objetivos que no se han cumplido en toda su dimensión (por ejemplo, la bancarización). ¿Son
realmente elevadas las tasas impositivas en el Perú?
Comparando con los países de la OECD (ver Figura 3 . 1 ) se encuentra que estos tienen
una importante dispersión en las tasas del IVA, unos pocos tienen tasas entre 5% y 7%, como
en Japón, Canadá y Suiza; un tercio aproximadamente tiene tasas que van del 20% al 25%,
como los casos de Noruega, Austria, Polonia, Finlandia, Portugal; y doce de los treinta países
de la OECD (40%) gravan con una tasa entre 1 7% y 20%. Los que tienen tasas bajas en el IVA
tienen tasas muy altas en el impuesto a la renta y complementan su recaudación con impuestos
a la propiedad, a los intereses de los ahorros y con tasas mayores del impuesto a la renta. En
términos generales, la presión tributaria global en los países de la OECD (sobre el 30%) más que
duplica la del Perú (menos del 1 5%). No es cierto, por lo tanto, que la tasa del !GV en el Perú
sea exagerada pero, aun si lo fuera y aceptando que este impuesto es regresivo, lo correcto sería
ir reduciendo la tasa del IGV por otros impuestos menos regresivos que hagan al final aumentar
la presión tributaria hasta alcanzar aquella de los países más desarrollados.

1$Qhfll Taso y recaudación por IVA en la OECD, 2007

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o.o 5.0 10.0 15.0 20.0 25.0 30.0


Tasa IVA (%)

FUENTE: Serie estadísticas de la OECD. Elaboración propia.

31
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Hay, en realidad, mucha irresponsabilidad por parte del MEF y del gobierno en proponer estas medi­
das, peor todavía cuando el ministro de Economía sale a decir que también se está evaluando bajar el
impuesto a la renta y/o reducir el IGV dos o tres puntos más.
Extendido de "En blanco y negro". Gestión, 1 6 de febrero de 201 1 .

0 C iclo económ ico y pol ítica fisca l


No obstante que la política fiscal en el país ha sido, en general, más sana y responsable en los
últimos veinte años, su manejo como elemento estabilizador de la economía, mediante políticas
contracíclicas, no ha funcionado.
La premisa de la política fiscal contracíclica es "administrar las bonanzas para prevenir
las crisis", es decir, reducir el gasto público (y generar superávit fiscal) en periodos de expansión
y/o aumentarlo (y generar déficit fiscal) en periodos de recesión. En este sentido, el sector públi­
co se contraería para evitar la sobre-expansión de la demanda doméstica y aumentaría cuando la
demanda fuese insuficiente, con lo cual se buscaría atenuar los picos y las depresiones económi­
cas para reducir la inestabilidad e incertidumbre entre los agentes económicos.
Esta política genera beneficios adicionales como: evitar el sobreendeudamiento interno
en la fase expansiva, tanto del sector público como del privado, lo que resulta vital para impedir
las nocivas burbujas financieras; reducir las presiones inflacionarias (en el ciclo expansivo) y
deflacionarias (en el ciclo recesivo); facilitar el control y/o reestructuración del gasto público, ya
que debería ser relativamente más fácil suprimir determinados ítems del gasto público cuando la
situación económica de hogares y empresas es un tanto más holgada que cuando se atraviesa por
un periodo recesivo; y apoyar la efectividad de la política monetaria del BCRP.
Sin embargo, la lógica con la que se maneja la política fiscal suele ser justamente la con­
traria: ¿para qué ajustar o controlar el gasto estatal si se cuenta con ingresos fiscales suficientes?
En la medida que el manejo de muchas de las instituciones públicas está "formateado" a un
manejo de presupuesto ("cuántos fondos se proyectan para el año y, por ende, cuánto puedo gas­
tar"), el gasto aumentará mientras haya mayores ingresos. Y los fondos disponibles son mayores
en el ciclo expansivo de la economía debido a que los ingresos fiscales aumentan cuando crece
la economía.
Para implementar estos mecanismos o movimientos compensatorios del presupuesto pú­
blico es preferible manejar las variables del gasto antes que las del ingreso, dada la necesidad
de mantener cierta estabilidad en el campo tributario. Una medida que ayudaría a conseguir este
objetivo sería la programación del gasto público en planes multianuales de modo que se com­
pensen los ciclos económicos. Asimismo, es necesario manejar fondos de reservas del sector
público de mediano plazo, los cuales crecerían en el periodo expansivo y descenderían en el
periodo recesivo.
Consecuentemente, la fijación del gasto público no debería estar en función de los ingre­
sos recaudados en el año, sino de las necesidades del sector y de la sostenibilidad de los ingresos
tributarios y el endeudamiento neto del sector público en el mediano y largo plazo. Esto es, los
gastos deberían están en función de los ingresos tributarios de largo plazo, ajustados por el ciclo
económico y sin considerar los ingresos extraordinarios como lo que actualmente se observa a
raíz de las altas cotizaciones de las materias primas que el país exporta.
32
11. GERENCIA MACROECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

Lamentablemente, utilizando estos indicadores se puede demostrar que en los últimos


cinco años la política fiscal en el Perú no ha sido contracíclica, lo que eleva el riesgo del sistema
financiero, hace más complejo el manejo de la estabilidad de precios y complica la propia posi­
bilidad de reestructurar el gasto público y la efectividad de la política monetaria.
La República, 1 5 de marzo de 201 1 .

4 En busca de la sosten i b i l idad fisca l


Hace varias semanas el MEF publicó el Marco Macroeconómico Multianual (MMM) 2005-
2007. En comparación con años anteriores, no hay duda de que este marco es mucho más com­
pleto y detallado, por la calidad y alcance de las proyecciones y por los análisis de sensibilidad
que por primera vez se presentan.
De acuerdo con este MMM, la economía peruana experimentaría un ligero aumento
en su tasa de crecimiento de 4% en el 2004, a 4,5% en el 2005-2006 y 5% en el 2007. Este
mayor crecimiento se sustentaría más en las actividades primarias que en las actividades
no primarias (24% versus 1 8%) . Asimismo, se espera que las exportaciones y la inversión
privada lideren el crecimiento del PBI por el lado del gasto, con un crecimiento acumulado
por encima del 30%.
Al calcular la contribución ponderada al crecimiento del PBI, se aprecia que el 64% del
crecimiento en el periodo 2004-2007 lo determinaría el consumo privado, el 23% la inversión
privada, el 7% las exportaciones netas y el restante 6% el gasto público. De esta manera, la ma­
yor parte del impulso del crecimiento lo generaría la reactivación del gasto privado, en vez de la
inversión o las exportaciones netas.
En lo que se refiere a la política fiscal, se proyecta una reducción gradual del déficit del
sector público no financiero de 1 ,8% de PBI del 2003 a 0,7% en el 2007, para lo cual se tiene
previsto que la mayor parte del ajuste tendría que darse por el lado del gobierno central, que de­
bería reducir su déficit de - 1 ,7% a -0,7%. Este aj uste implicaría un esfuerzo fiscal significativo si
consideramos que se está proponiendo el desmantelamiento progresivo de los llamados "impues­
tos antitécnicos" (ITF e IES). Además, no se está considerando que el TLC con Estados Unidos
podría estar generando una menor recaudación por S/.662 millones (US$ 1 84 millones) -lo que
representaría el 0,2% del PBI- con lo cual el déficit fiscal sería de 0,9% del PBI.
El ajuste, por el lado del gasto del gobierno central, se observaría en el 2005 y el 2007
mediante la reducción del gasto corriente basado en la refonna del sistema de pensiones y la des­
centralización del Estado que, sin embargo, resulta incierta debido al contexto político del país,
la cercanía de las elecciones y el posterior cambio de gobierno.
Es importante que el MMM haya efectuado un análisis de la sostenibilidad del endeuda­
miento fiscal de mediano plazo, proponiendo por ello la paulatina sustitución del endeudamiento
externo por el endeudamiento interno, lo que reduce el riesgo cambiario y el de tasa de interés.
Este análisis, que incluye la sensibilización de las proyecciones bajo supuesto de menor o ma­
yor crecimiento económico, devaluación y tasas de interés, concluye que la política fiscal sí es
sostenible en el mediano plazo. Sin embargo, no queda claro si esta sensibilización considera la
incertidumbre cambiaría y de tasa de interés del dólar americano frente a las monedas "duras"
(euro o yen), lo cual es especialmente importante si consideramos que el 43% de la deuda no está

33
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

en dólares y el 50% está a tasas variables. En todo caso, sería necesario evaluar la posibilidad de
diversificar los fondos del sector público o tener instrumentos de cobertura de riesgo.
Si bien la sustitución de la deuda externa del sector público con deuda interna tendría
como efecto colateral el impulso del mercado de capitales, no es muy clara su conveniencia para
el sector privado, si tenemos en cuenta que el sector público competiría con el sector privado
en captar fondos. Dependiendo del volumen de deuda pública que se introduciría en el mercado
interno, los precios de los papeles podrían bajar y tener el efecto de incrementar las tasas de
interés y/o desplazar el acceso del sector privado al crédito, con sus consecuencias en el gasto
agregado y la producción.
Por el lado de las cuentas externas, las proyecciones son bastante favorables al estimarse
un superávit comercial de entre US$2.200 y US$2.400 millones en los siguientes años. La mejo­
ra en los precios de los minerales, en el corto plazo, y el crecimiento del volumen de exportación,
en el mediano plazo, a raíz de una política comercial activa con el TLC, permitirían alcanzar
estos resultados superavitarios. Así, mientras que en el 2003 el comercio con el exterior en neto
(es decir, exportaciones menos importaciones de bienes y servicios no financieros) representaba
el 0% del PBI, en el 2007 debería estar aportando con el 1 ,9% del PBI.
Los potenciales acuerdos comerciales con Estados Unidos y la Unión Europea, entre
otros, eventualmente estimularían el flujo de capitales e inversiones extranjeras, con lo cual
es de prever que los niveles de reserva se mantengan elevados. Sería importante que estas
reservas internacionales presenten una composición de monedas que respondan, ya sea a los
requerimientos comerciales del país (es decir, la estructura de las importaciones), o bien a
sus necesidades financieras (es decir, la estructura de la deuda) de modo que se reduzcan las
fuentes de riesgo. Sería bueno que las autoridades económicas añadan estas previsiones en sus
proyecc10nes.
Para los siguientes años, el MMM proyecta una devaluación de la moneda frente al dólar de
3 ,7%, la que aparenta ser exógena a los resultados en el sector externo. Como ya viene ocurriendo
ante la relativa abundancia de moneda extranjera proveniente de nuestra balanza comercial y el cre­
ciente déficit externo y fiscal de Estados Unidos, las presiones para una revaluación del sol frente
al dólar serán cada vez más exigentes. Ello debería ser compensado a través de incentivos para pro­
mover la inversión (compras de bienes de capital del exterior) o a través de una política monetaria
más flexible que extienda el uso de los mecanismos de esterilización monetaria o un programa de
desdolarización más agresivo de la economía.
Semana Económica. 5 de septiembre de 2004.

\511 La esta b i l idad fi n a nciera como objetivo


� priorita rio
\_ _

Los elevadísimos costos económicos, sociales, financieros y hasta políticos que suelen generar
las crisis financieras, son el principal motivo por el cual la política económica y los sistemas de
regulación financiera deben ser capaces de actuar, prudencial y anticipadamente, ante cualquier
indicio de gestación de crisis. Esto es así, porque la estabilidad financiera no puede ser entendida
como la simple ausencia de crisis, sino más bien como la situación en donde el sistema financiero
34
11. GERENCIA MACROECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

cumple, de manera adecuada, sus funciones de asignación eficiente de los recursos y de evalua­
ción, valoración y buena gestión de los riesgos financieros.
Que el sistema financiero funcione de manera adecuada no significa que siempre deba
operar al 1 00% de eficiencia o rentabilidad, sino lo importante es que tenga la capacidad de
enfrentar los desequilibrios, ya sea resolviéndolos antes que se expandan o limitando sus efec­
tos nocivos. El objetivo es que la moneda local continúe cumpliendo sus funciones de medio
de cambio, unidad de cuenta y depósito de valor y que la actividad económica no se vea per­
judicada. No obstante, no se debe confundir el cierre o quiebra de una entidad financiera, la
caída de precios de algunos activos financieros u otros tipos de correcciones de mercado como
claro síntoma de crisis, ya que estos pueden ser consecuencia de una mayor competencia y,
por ende, de buena salud. En este sentido, la estabilidad financiera debe ser entendida desde
una visión sistémica y global.
El análisis de la estabilidad financiera implica evaluar las fuentes probables de vulnera­
bilidad y riesgo, por lo que es necesario vigilar de manera sistemática todos los componentes
del sistema financiero (instituciones, mercados e infraestructura) y de la economía real (ho­
gares, empresas, sector público y sector externo) incluidas sus interrelaciones, ya que los des­
equilibrios se generan por una combinación de problemas suscitados en diferentes partes. Una
leve tensión financiera a escala microeconómica puede convertirse, posteriormente, en una
falla sistémica, debido a las exposiciones interbancarias al riesgo o por sus efectos adversos
sobre la confianza, entre otros factores.
Si bien se puede considerar que en el Perú la aparición de instrumentos de diversificación
(como coberturas, transferencias del riesgo de crédito y titulización de los préstamos bancarios)
podría haber bajado el riesgo, en la realidad las instituciones financieras han aumentando sus
volúmenes y concentración y se requiere mayor transparencia en los nuevos instrumentos de
diversificación. Las exposiciones al riesgo de los agentes privados no financieros están aumen­
tando en la actualidad.
Además, las ventajas de que los riesgos estén más compartidos se han desvanecido por
la mayor vulnerabilidad general ante shocks externos, dado que las exposiciones globales de los
mercados financieros aumentaron significativamente. Las consecuencias a nivel planetario de
la crisis hipotecaria sub-prime de los Estados Unidos, especialmente en el sistema financiero
europeo, demuestran claramente los "efectos en cascada" que se generaron, que se propagaron
de manera "oculta" a través de los mecanismos de cobertura de riesgo, bonos y titulización de
los préstamos en estos mercados.
Teniendo en cuenta estas consideraciones, los hacedores de la política económica peruana
deben monitorear constantemente el sistema financiero para detectar a tiempo cualquier indicio
de gestación de crisis. Se deben promover políticas regulatorias que aumenten la transparencia
de los productos financieros, reevaluar el rol de las clasificadoras de riesgo, colocar incentivos
para crear instrumentos financieros simples, enfrentar el descalce de monedas, vencimientos, ta­
sas de interés y tipos de cambio, limitar el deterioro de los créditos vinculados a la titulización y
restringir la sobre expansión del crédito indiscriminado al sector privado. Especial consideración
debe tenerse a los flujos de entrada y salida de capitales, los riesgos de variaciones de precios en
los mercados y la disminución del tipo de cambio y sus efectos sobre la liquidez y el crecimiento
de la actividad productiva.
Inédito, mayo de 2009.

35
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Dola rización , u na nada atractiva


a lternativa
El principal argumento que subyace detrás de la propuesta de la dolarización total de la economía
es el supuesto que la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) tiene mayor credibilidad o
reputación que los bancos centrales locales. Se asume que con esta medida no solo se eliminaría
el riesgo cambiario y, por ende, disminuiría el riesgo país, sino también se daría mayor fortaleza al
sistema financiero y se reduciría el costo del dinero.
Aun presumiendo que ceder el manejo monetario a la FED genere beneficios de mayor
credibilidad al país, se perdería una gran dosis de estabilidad, ya que la política económica pres­
cindiría de la política monetaria y cambiaría, las cuales trabajan en el corto plazo como instru­
mentos niveladores en los procesos de ajuste y equilibrio de los mercados.
Se debe también señalar que la propuesta de dolarización no garantiza que no se produz­
can presiones especulativas ni que estas puedan resolverse satisfactoriamente sin ayuda externa.
En otras palabras, es falso que la dolarización total elimine la incertidumbre y el riesgo ya que el
sistema es bastante inestable y frágil porque depende completamente de la afluencia de capitales
y de préstamos del exterior. En el corto plazo, el régimen podría sostenerse sólo con un alto nivel
de reservas, sin embargo, en el largo plazo dependerá de la capacidad de generación de dólares
a través de las exportaciones.
Difícilmente un país que no genera sus "propios" dólares mediante sus exportaciones
puede recibir flujos de capitales de manera sostenida. Independiente de que la economía esté o no
esté dolarizada, el país no tendrá acceso indefinido al crédito si no lo puede pagar con los dólares
que genera. La dolarización no sustituye a la capacidad de la economía de generar sus divisas.
De otro lado, es poco probable que la tasa de interés en una economía dolarizada sea
menor, ya que la vulnerabilidad de la economía frente a los shocks externos adversos es mayor
cuando no hay tipo de cambio que cuando sí existe. Una caída de los términos de intercambio
reduce inmediatamente la oferta de dólares y eleva el tipo de cambio, con lo cual tiende a res­
tituirse la rentabilidad (en soles) del sector exportador y, por ende, a elevarse las exportaciones
netas del país. Al aumentar las exportaciones netas crece la capacidad de pago de la deuda exter­
na y, por lo tanto, se reduce el riesgo país y el costo internacional del crédito. En una economía
sin política monetaria y sin tipo de cambio, este proceso de aj uste no se produciría, con lo cual el
sector exportador y, consecuentemente, la economía en general, sería más vulnerable y riesgosa.
Precisamente este mecanismo de ajuste del mercado cambiario es lo que se perdería si
prospera la propuesta de dolarización total, además, se perdería el señoreaje, desaparecería el
prestamista de última instancia y no se podría modificar los precios relativos para buscar el cre­
cimiento sobre la base del sector externo.
Además, eliminada la moneda local, si el flujo de capitales se restringiera, el estabilizador
automático de la economía sería recesivo, ya que al caer la oferta de dólares, cae la cantidad de
dinero en la economía, la tasa de interés se elevaría y, con ello, caerían la inversión y el producto.
En suma, con la supresión del mercado cambiario se perdería el principal indicador de los des­
balances internos/externos y a la vez se perdería el principal instrumento de política económica
y comercial, aquel que hace posible simultáneamente la reducción del déficit externo y el creci­
miento; esto es: las devaluaciones competitivas.

36
!l. GERENCIA MACROECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

Precisamente, la política de devaluaciones competitivas aplicada por el resto del mundo


hace sumamente riesgoso asumir una propuesta de dolarización. En este caso, todos los países
que devalúen sus monedas contra el dólar americano no solo ganarán competitividad frente a los
Estados Unidos, sino también en relación con los países que mantengan fijo su cambio con el
dólar o dolaricen su economía.
De todo lo expuesto puede concluirse que una propuesta de dolarización haría la econo­
mía más vulnerable desde cualquier ángulo en que se la mire (esté esta sujeta a shocks favora­
bles o adversos, o sea el resto del mundo quien aplique la política de devaluaciones competiti­
vas), no solo por la permanencia o no de esos fenómenos, sino porque la dolarización dejaría
de transmitir información de mercado vital para corregir los desequilibrios macroeconómicos
y se privaría a la política económica de uno de sus principales instrumentos, tanto en el campo
del crecimiento como del comercio exterior.
Mientras existan estados nacionales y no se vaya a un proceso de plena integración, el
tipo de cambio y la política monetaria continuarán jugando un papel importante como instrumen­
tos para orientar la estabilidad y el crecimiento económico.
Adaptado de Santiago Roca y Luis Simabuko.
Retos de la gerencia macroeconómica: propuestas de cambio
a la política económica 2000-2005. ESAN Ediciones, junio de 2000.

7 E l pa pel de las reservas e n el contexto


de mercados fi n a ncieros g loba l izados
' -

En situaciones normales, mantener un adecuado nivel de Reservas Internacionales Netas


(RIN) asegura y da tranquilidad a los agentes económicos ya que garantiza la disponibilidad
de divisas, tanto para comprar bienes y servicios del exterior como para hacer frente a los
compromisos de endeudamiento externo. Actualmente, a fines del 20 1 O, el nivel de reservas
alcanza los US$44 mil millones, lo que permitiría financiar más de quince meses de importa­
ciones o el 1 00% de la deuda externa (considerando tanto la deuda pública como la privada).
La reciente crisis financiera internacional ha demostrado que tener un alto nivel de reser­
vas genera también ventaj as adicionales a la economía en la medida que permite un mayor grado
de libertad o autonomía en el manejo de la política económica, Jo que es fundamental ante la cre­
ciente integración, interdependencia y efecto "contagio" de los mercados financieros mundiales.
Ello se refleja en la capacidad de implementar, de manera más eficiente, políticas anticíclicas, lo
que reduce la profundidad y el periodo de la crisis.
Concretamente, frente a la crisis financiera internacional del 2008 y 2009, las reservas per­
mitieron al país enfrentar los volátiles movimientos de capitales y atenuar el shock adverso de los
términos de intercambio, la caída de la demanda mundial, el alza de la tasa de interés y las fluctua­
ciones del tipo de cambio. Las estadísticas nos indican que mientras en los dos primeros trimestres
del 2008 el BCRP acumuló US$7,8 mil millones en reservas (de las cuales US$8,5 mil millones
r'l
se compraron en el mercado cambiario) en los tres siguientes trimestres -a raíz de la crisis interna­ o

cional- el BCRP perdió US$4,5 mil millones debido a Ja salida de capitales, para lo cual tuvo que ]
·g.
vender en el mercado cambiario casi US$7.000 millones. En el primer período, comprando dólares u

37
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

se evitó una caída mayor del tipo de cambio y, en el segundo período, vendiendo dólares se evitó
un aumento mayor del tipo de cambio. El tipo de cambio que había bajado de 3,05 a 2,80 a fines del
segundo trimestre del 2008, creció a S/.3, 1 5 a comienzos del segundo trimestre del 2009. De esta
manera, el manejo de las reservas internacionales (comprando y vendiendo dólares en el mercado
cambiario) se convirtió en un mecanismo estabilizador de la economía.
Esta posibilidad de atenuar el ajuste no hubiese ocurrido si las reservas fuesen menores,
ya que la capacidad del BCRP de controlar (o administrar) el tipo cambio y enfrentar la espe­
culación contra la moneda local, es significativamente menor a medida que las reservas sean
reducidas. Hay que tener en cuenta que el Banco Central tiene la responsabilidad de asegurar
la liquidez y el crédito doméstico, el cual en el Perú se otorga también en moneda extranj era
(economía parcialmente dolarizada), por lo que se necesita, además, mantener suficientes re­
servas internacionales para asegurar el funcionamiento del mercado doméstico de moneda ex­
tranjera. Tener altos niveles de reservas permite también acceder a fuentes de financiamiento
externos a bajas tasas, tal como sucedió con el Perú en plena crisis, que vendió casi US$2.000
millones en bonos del Tesoro a plazos mayores a veinte años y con una tasa de casi 7%.
A través de su efecto sobre el mercado de dinero y de divisas, la utilización de las reservas
internacionales por parte del BCRP permite administrar parte de las presiones inflacionarias y
evitar su impacto adverso sobre las expectativas de los agentes económicos.
Inédito, diciembre de 2010.

E l lado ocu lto del su perávit comercia l


Desde mediados de la presente década, las cuentas externas del país presentaron un creciente
superávit comercial lo que ha permitido incrementar la disponibilidad de divisas, elevar la de­
manda interna y sostener el crecimiento económico. No obstante esta balanza comercial positiva,
existe otra balanza, un tanto oculta, de la que poco se discute: se trata de la balanza comercial de
conocimientos, la cual muestra el intercambio de conocimientos incorporados en los bienes que
el país exporta e importa.
Se puede cuantificar el comercio de conocimientos entre países, a través de la estima­
ción de los gastos en investigación y desarrollo, educación y tecnologías de información in­
corporados en los bienes y servicios. Una primera estimación de la balanza de conocimientos
del Perú con el exterior presenta déficits crecientes: desde US$404 millones en 1 994 a US$883
millones en 2005, hasta US$ 1 .976 millones en el 2008.

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·
B�lanza come(cial de bienes y
len m illones de dólares)

1 994 1 998
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2002 2005

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. 2.008 y ; :¡¡¡
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Balanza comercial - 1 .545 -3 . 1 1 9 - 673 4.549 1 . 128

Balanza de
- 404 -660 - 570 - 883 - 1 .976
conocimientos

FUENTE: Jorge Guillén y Santiago Roca. Perú al 2021. Cengage Learning, 201 1 .

38
U. GERENCIA MACROECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

Todo esto indica que, a pesar de que la balanza comercial es crecientemente favorable a partir
del 2004, la balanza de conocimientos se hace cada vez más deficitaria demostrando la vul­
nerabilidad de la estructura tecnológica de los bienes y servicios que el Perú comercia con el
exterior.
La viabilidad de este tipo de economía dependerá de los recursos naturales disponi­
bles y de la capacidad de producir una cantidad creciente de bienes simples o primarios, sin
conocimientos. Como una buena parte de los recursos primarios no son renovables, este tipo
de inserción del país en el comercio mundial es en el largo plazo inviable. El Perú tiene que
aspirar a modificar los coeficientes de conocimiento incorporados en los bienes y servicios
que exporta, de forma que calce dinámicamente con la estructura y calidad de los bienes que
importa, cuyo contenido de conocimiento es mucho mayor. La economía que se especializa
en actividades con mayor contenido de tecnología tiene una rentabilidad económica y social
mayor de cada dólar que exporta, que la economía del país que basa sus exportaciones en
materias primas.
Esta argumentación apunta no solo a una saludable diversificación de las exportaciones,
con el objetivo de reducir la volatilidad y el riesgo de la fuente de divisas, sino, fundamen­
talmente, a un redireccionamiento de la oferta exportable del país hacia productos con mayor
valor. Tanto el precio de las materias primas como los términos de intercambio pueden ser,
eventualmente, favorables para el país (tal como lo es en la actualidad con la alta cotización
de los metales), pero la especialización productiva y el comercio serán, en sí mismos, benefi­
ciosos en forma sostenida, únicamente si la economía se dirige a producir actividades de alta
calidad o valor.
Esto no significa que solo a través del desarrollo industrial se pueda lograr mejorar el
nivel de vida de la población. Se están abriendo ventanas de oportunidad originadas por la hi­
persegmentación de los mercados, las redes de valor global y la especialización tecnológica que
permiten la producción especializada en pequeña escala y hasta personalizada, como en el turis­
mo, la artesanía, la gastronomía, las industrias vinculadas a la biodiversidad, a la cultura, a las
plantas, entre otras. De otro lado, también es posible hacerlo sobre la base de la explotación de
los recursos naturales al estilo de Canadá, Australia, Finlandia o Noruega. Estos países desarro­
llaron clusters o conglomerados industriales apoyados inicialmente en la extracción de recursos
naturales, para luego emigrar progresivamente (hacia delante, hacia atrás u horizontalmente) a
otras actividades de mayor valor. Así, por ejemplo, Finlandia desarrolló su complejo forestal
inicialmente sobre la base de las exportaciones de tronco, madera, madera aserradas, terciadas
y muebles, y más tarde se dedicó a la producción y venta de pulpa, papel, cartón, maquinarias
para la explotación de la industria forestal y, finalmente, productos químicos, así como servicios
de consultoría.
La política económica debe de facilitar o catalizar este proceso de creación de valor de la
estructura exportadora del país.
Adaptado de "La balanza comercial de conocimientos"
en Jorge Guillén y Santiago Roca. Perú al 2012. Cengage Leaming, 20 1 1 .
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·g.
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39
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

¿C uánto h a bría m os crec ido s i n los precios


espectaculares de la materia pri m a ?
A pesar la crisis económica y financiera desatada en los países industrializados, la economía
peruana se ha visto favorecida por el entorno internacional caracterizado por las altas cotizacio­
nes de los principales minerales que el país exporta. Así, por ejemplo, entre el 2000 y el 20 l O,
la cotización del oro aumentó de US$280 a US$ 1 . 1 7 8 la onza troy, mientras el precio del cobre
subió de US$0,8 a US$3,08 la libra.
De acuerdo al BCRP, el índice de precios de las exportaciones de bienes, que considera
tanto los productos tradicionales como los no tradicionales, creció entre el 2000 y el 20 1 O en
1 79%, observándose hasta cuatro periodos: el primero, de precios relativamente estables entre el
2000 y el 2003 ; el segundo, con un alza de precios sostenida entre el 2004 y el 2008, del orden
del 1 9% al año; el tercero, con una caída del precio del 1 3% en el 2009; y el cuarto, con una
rápida recuperación en el 20 1 O, incluso 1 1 % superior al pico alcanzado el 2008.
De otro lado, los precios de las importaciones de bienes presentaron un crecimiento
acumulado del 86% entre el 2000 y el 20 1 0, siendo su período de mayor alza entre el 2004 y
el 2008 a una tasa promedio anual del 1 2% . Los términos de intercambio, es decir, la relación
de precios de las exportaciones a las importaciones, fue favorable o mejoró en alrededor del
50%, es decir, la capacidad de compra de nuestras exportaciones, en términos de los bienes que
el país demanda del exterior, aumentó en 50%. Este entorno comercial sumamente favorable
para el país elevó los fluj os de dólares, generó superávits en la balanza comercial, aumentó la
disponibilidad de fondos, incrementó el gasto doméstico y, por ende, elevó la demanda y la
producción.
Cabe entonces preguntarse, ¿si los precios no hubiesen sido tan favorables, que habría
sucedido con el crecimiento del PBI? La respuesta nos ayudará a entender si los resultados
obtenidos se deben a la acción de las políticas implementadas o el mero azar de los precios in­
ternacionales.
Para responder a esta pregunta se efectúa un sencillo ejercicio de simulación con el fin
de medir el impacto que sobre el crecimiento del PBI habría tenído el aumento de los precios de
las exportaciones. Es importante anotar que esta simulación solo busca cuantificar el impacto de
estos precios, manteniendo constante (ceteris paribus) el resto de las variables, en especial, las
llamadas variables reales de la economía, es decir, el consumo, la inversión, el gasto público y
los propios volúmenes de exportación e importación; además de la política económica, léase, la
política fiscal y la monetaria.
En tal sentido, esta simulación no corresponde a un modelo de equilibrio general, en
donde la modificación de los precios debería ocasionar cambios en las variables macroeconómi­
cas reales y la política macroeconómica, incluido el propio tipo de cambio, sino que solo busca
medir el impacto de los precios de las exportaciones, lo cual nos podría dar una primera aproxi­
mación de cuál habría sido, como mínimo, el impacto de esta variable.
Considerando estas premisas, se pueden simular dos hipotéticos escenarios: el primero,
en donde los precios de las exportaciones se mantienen constantes a los niveles del año 2000; y
el segundo, donde estos precios crecen al ritmo de los precios de las importaciones (86%), con
lo cual los términos de intercambio se mantienen a los niveles del 2000.

40
11. GERENCIA MACROECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

lr+i:fr+iiW PBI real, 2000-20 1 O (en millones de soles de 1 994)


Promedio
2000 200 1 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 20 1 0
anual

Observado 1 2 1 ,057 1 2 1 , 3 1 7 1 27,402 1 32,545 139, 1 4 1 148,640 1 60,145 1 74,407 191 ,505 193, 1 55 2 1 0,539 5.7%

Proyección 1 :
precio de las
exportaciones
constante
al nivel
del año 2000. 1 2 1 ,057 1 22,296 1 27,793 130,967 1 3 1 ,994 1 3 5,625 136,308 145,056 1 59,720 167,891 1 73,528 3.7%
Proyección 2 :
crecimiento
del precio
de las exporta-
ciones igual
al crecimiento
del precio de
las importa·
ciones. 1 2 1 ,057 1 2 1 ,654 126,764 1 3 1 ,796 135,700 142,586 144,669 156,234 177,523 182,855 1 9 1 ,3 1 7 4.7%

FUENTE: Series estadísticas de BCRP. Elaboración propia.

En el primer escenario (proyección 1 ), con congelamiento de los precios de las exportaciones, la


proyección nos indica que el crecimiento de la economía entre el 2000 y el 20 1 0 estaría llegando
a una tasa media anual de 3 ,7% (43% acumulado), cifra bastante menor al crecimiento efectiva­
mente observado de 5,7% del año (74% acumulado). Esto significa que el aumento de los precios
de las exportaciones en 1 79% estaría impulsando el crecimiento del producto en 2% promedio al
año a lo largo de los diez años; es decir, por cada punto porcentual de aumento de los precios de
las exportaciones, el PBI real estaría creciendo anualmente en 0,0 1 1 % (2%/ 1 79%).
Pero, ¿qué podría haber pasado si el precio de las exportaciones hubiese crecido al mismo
ritmo que el precio de las importaciones? En este caso se estima que el producto (proyección
2) estaría creciendo a una tasa promedio anual de 4,7% (58% acumulado). Esto significa que la
economía peruana entre el 2000 y el 20 1 0 habría crecido a una tasa anual de 4,7% y no en 5,7%.
Dos y uno por ciento menos de crecimiento del PBI a lo largo de una década no hay duda
son cifras realmente significativas.
La República, 1 8 de noviembre de 20 l l .

\ 1 O j Tipo de ca mbio y sa la rios en el Perú


Analistas de países desarrollados comentan a menudo que para que los Estados Unidos y Europa
mantengan su competitividad, sus tipos de cambio se deberían devaluar entre el 30% y el 50%
M
frente a las monedas de los países emergentes. ¿Por qué se dice esto? ¿Qué implicancias tiene o

para el Perú? 3
El problema nace debido a que a las empresas de los países desarrollados les conviene 'ª'
u
establecer sus operaciones en países con costos laborales bajos; mejoran así sus utilidades y luego
41
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

venden a sus propios conciudadanos productos a precios más bajos, que se producen en el exterior.
Esto, si bien favorece a sus consumidores, les hace perder miles de cientos de puestos de trabajo y
competitividad. La razón es que, a diferencia de muchos mercados en donde se transan productos y
activos a precios similares (excepto costos de transporte), en el mercado de trabajo las diferencias
de salarios son abismales, lo que incentiva a las empresas a establecerse en los países emergentes.
En teoría, en una economía mundial libre y abierta a la entrada y salida de capitales, los
tipos de cambio deberían poco a poco ajustarse hasta hacer que los salarios en los países desarrolla­
dos sean competitivos o similares a aquellos de los países emergentes. Por ejemplo, si actualmente
el sueldo mensual por hacer un trabajo específico en el Perú es 2 . 1 00 soles y el tipo de cambio es
tres soles por dólar, el sueldo en dólares es 700 dólares; pero si el tipo de cambio se reduce a un sol
por dólar, el sueldo en dólares se eleva a 2. 1 00 dólares mensuales, el monto que asumimos se gana
por este mismo tipo de trabajo en Estados Unidos. Es decir, la revaluación del sol o la devaluación
del dólar elevan los salarios en dólares en el Perú y empareja los sueldos y la competitividad del
trabajo entre los dos países, evitándose así la relocación de las empresas en países emergentes. Esta
es Ja razón por la que los analistas extranjeros vienen sugiriendo Ja devaluación del 30% al 50%
del dólar, y del euro en relación con las monedas de los países emergentes. ¿Pero cuáles son las
consecuencias de que el sol se revalúe?
No hay duda de que la revaluación del sol significaría el encarecimiento de nuestros pro­
ductos en los mercados mundiales y la pérdida de miles de puestos de trabajo en el Perú. A su
vez, los peruanos con trabajo van a comprar productos más baratos del exterior pero a costa de
un aun mayor desempleo interno; lo mismo que le pasa hoy a Estados Unidos y la Unión Euro­
pea. El ajuste de tipo de cambio para mejorar la competitividad de Estados Unidos resulta ser un
juego de suma cero que perjudica a quien cede o permite que su tipo de cambio se revalúe. ¿Qué
es entonces lo que está mal?
Si en el mundo existiera una verdadera economía de libre mercado y perfecta movilidad del
trabajo, el ajuste debiera más bien darse en el mercado de trabajo y no en el tipo de cambio. Los paí­
ses con abundancia de trabaj adores (salarios bajos) verían a sus trabajadores moverse a los países
de mayores salarios presionando para que los salarios bajen en esos países y suban en Jos nuestros.
Así, para trabajos de igual calidad y productividad se emparejarían los salarios entre ambos países,
cerrándose de paso las ominosas brechas de ingreso entre ellos. Eso, sin embargo, no es posible
porque los países avanzados no aceptan Ja libre movilidad del trabajo e impiden la entrada a sus
territorios, evitando que sus salarios disminuyan. La verdadera globalización no existe sino solo
en lo que les favorece. Los países desarrollados prefieren la devaluación de su tipo de cambio en
vez de reducir sus elevados salarios, perjudicando el empleo y la producción del resto del mundo.
¿Cuánto más soportaremos que se reduzca el tipo de cambio sin que nos explote a noso­
tros mismos?
La República, 7 de septiembre de 20 1 0.

Ti po de ca m bi o desa l i neado
Una de las variables clave que define la estructura productiva del país es el tipo de cambio. Si
el tipo de cambio estuviera relativamente baj o se abaratarían los productos extranj eros y se en­
carecerían los nacionales; si estuviera muy alto, lo contrario. El tipo de cambio depende de la
42
I I . GERENCIA MACROECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

oferta y Ja demanda de dólares. Si hay mucha oferta y poca demanda cae el tipo de cambio y se
afecta Ja producción y el desarrollo nacional. Ya Jorge Basadre en su Historia de la República
del Perú caracterizó a la época del guano como un periodo de "prosperidad falaz".
Las exportaciones de guano generaban ingentes cantidades de moneda extranjera y finan­
ciaban las importaciones y el consumo de todo tipo de mercaderías. Paradójicamente, sin embargo,
al costado del aumento de Ja demanda, comenzaban a quebrar las empresas recién industrializán­
dose, la agricultura y hasta los negocios de exportación de azúcar, arroz y algodón. Esas empresas
quebraban porque perdían competitividad. Había tanta moneda extranjera producto del guano que
el tipo de cambio caía y arruinaba a Ja producción nacional, en medio de la prosperidad de los im­
portadores y de algunos sectores rentables. Para Jorge Basadre, los treinta años después de la época
del guano, son los más miserables de la historia del Perú. El Perú ya no tenía guano, pero tampoco
industria, ni agricultura, ni nada, y tuvo que empezar Ja reconstrucción de todo lo destruido.
Hoy día en el Perú existen una serie de acontecimientos que están haciendo que el tipo de
cambio real se esté desalineando aceleradamente y las autoridades peruanas no están actuando de
manera apropiada. El tipo de cambio se ha caído muy rápidamente de 3 ,30 a 2,75, viniendo de
3 ,5 5 de comienzos del 2000, y todo indica que el fenómeno persistirá durante los próximos meses.
Algunos se preguntan, ¿cómo puede existir un tipo de cambio desalineado en un sistema de tipo de
cambio flexible? ¿No son las fuerzas del mercado las que determinan el nivel de equilibrio del tipo
de cambio y su alineación con el nivel de actividad?
La verdad es que sí pueden existir regímenes de tipo de cambio flexibles desalineados con
la estructura productiva del país. Un tipo de cambio de 2,75 y más aun, uno de 2,50 o de 2,30
a fin de año, serían negativos para la actividad productiva nacional. No solo se estancarían y se
reducirían las exportaciones, sino también quebrarían decenas de empresas que producen para el
mercado interno que no van a poder competir. Un análisis de las fuerzas que están detrás del tipo
de cambio hace este escenario posible.
La política monetaria interna sube Ja tasa de interés y hace la diferencia de Ja tasa de inte­
rés interna con la tasa de interés internacional atractiva a la entrada de capitales. La obtención del
grado de inversión incentiva la entrada de capitales. El aumento de los precios internacionales
aumenta la entrada de dólares de las exportaciones y reduce Ja salida de dólares por importacio­
nes (al contraerse Ja demanda de alimentos). La huída en "manada" de Jos capitales extranjeros
de los Estados Unidos origina la entrada masiva de dólares para su reubicación en inversiones
reales (Majaz y otros) o financieras en nuestro país. No son pues, el oro y el cobre los únicos fac­
tores (como lo fue en la época del guano) que están generando el exceso de moneda extranj era,
sino también los factores externos de la crisis de los Estados Unidos y la inapropiada acción de
política económica interna.
No solo los productores nacionales están siendo afectados por la reducción del tipo de
cambio nominal y real, sino que desafortunadamente también se ven afectados por la reducción
unilateral de los aranceles nacionales y el creciente incremento de los precios internos. La dis­
minución de aranceles incentiva la entrada de productos extranjeros afectando la producción
nacional. El aumento de los precios internos encarece los costos, lo que nuevamente afecta la
producción nacional.
<')
No hay que olvidar que la producción es Ja base de Ja generación de ingresos en un país, o
a
'O..
si no se incentiva y protege la producción, más temprano que tarde el estancamiento de la eco­
nomía comenzará. ro
u
La República, 8 de abril de 2008.

43
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

\23) Cua ndo la rea l idad pri ma


-···"'""'""\

sobre la ideolog ía
No obstante que las discusiones sobre el mercado cambiario en el país suelen estar cargadas de
fuertes sesgos ideológicos y fundamentalismos económicos acerca del libre mercado, la realidad
indica que los bancos centrales en estos tiempos no dejan que el tipo de cambio flote libremente,
esté a merced del libre flujo de los capitales y sea presa de ataques especulativos. La razón fun­
damental es que se reconoce que la estabilidad financiera es el bien más preciado que se debe de
mantener, más allá de consideraciones ideológicas.
Así, en el actual contexto de exceso de liquidez mundial, con la inundación de dólares
por parte del Sistema de Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés) se han generado fuerte
presiones depreciatorias del dólar americano no solo frente a las monedas más fuertes, como el
yen y el euro, sino también frente a las monedas de los países emergentes. A pesar de no ser parte
de este desequilibrio monetario mundial, los países emergentes están asumiendo una posición
a la defensiva, tratando de neutralizar el fuerte flujo de capitales y las presiones apreciatorias
mediante la mayor intervención en el mercado cambiario y el control en el flujo de capitales.
Algunos casos a tener en cuenta son los siguientes (ver informe del BCRP).
En el ámbito de América Latina, Brasil es uno de las economías que está enfrentando un
fuerte flujo de capitales por lo que está activo en implementar diversos mecanismos para evitar
una mayor apreciación de su moneda. Así, por ejemplo, elevó el impuesto a los capitales forá­
neos que inviertan en renta fija y aumentó el impuesto cobrado a los márgenes de garantía para
inversionistas extranjeros en el mercado de futuros. De otro lado, amplió la autorización para
que el Tesoro compre moneda extranjera por un monto equivalente al pago de la deuda externa
de los siguientes cuatro años (antes eran dos años) y se espera que continúe las emisiones in­
ternacionales de bonos denominadas en reales, las que incrementan las reservas del gobierno y
no entran al mercado de divisas. Por su parte, Colombia acordó con Ecopetrol, empresa mixta
dedicada a la explotación de hidrocarburos, el mantenimiento de sus dividendos en el exterior.
En los países emergentes de Asia, por ejemplo, Indonesia estableció plazo mínimo de
un mes a la tenencia de papeles del Banco Central por no residentes, aumentó los plazos de sus
títulos e impuso restricciones a las posiciones abiertas netas en moneda extranjera de los bancos.
Por su parte, Taiwán ha impuesto plazo de una semana para que los flujos de capital del exterior
sean invertidos o repatriados y ha anunciado que revisará operaciones de créditos para identificar
a especuladores. Corea redujo los límites para la tenencia de derivados en moneda extranjera.
Sin ir muy lejos, en el primer semestre del 2008, y ante el fuerte ingreso de capitales,
el BCRP elevó los requerimientos de encaje en moneda nacional y extranjera (con una tasa de
encaje marginal de 1 20% para no residentes) y optó por mayores compras de dólares en el mer­
cado cambiario. Asimismo, se desincentivó la tenencia de papeles por parte de inversionistas no
residentes, mediante el registro y el cobro de comisiones por la transferencia de las mismas. En
este sentido, el Directorio estableció los Certificados de Depósito con Negociación Restringida,
limitando su adquisición inicialmente a las entidades del sistema financiero nacional. Aun con
estas medidas, la intervención del BCRP en el mercado cambiario es relativamente tímida, ya
que el tipo de cambio en los últimos años se ha revaluado significativamente.
Inédito, marzo de 20 1 1 .

44
CAPÍTULO 4

Macroeconom ía : inflación,
estabilidad y crecimiento

De la esta b i l ización a l crec i m iento :


bases pa ra u n desa rro l lo sosten ido
L a política de estabilización, el desarrollo del capital humano y las relaciones internacionales
son siempre temas que concitan el interés de propios y extraños, más aun en circunstancias en
que se avecinan cambios en el poder. Con la intención de brindar elementos que contribuyan
al esclarecimiento y al análisis de lo que viene ocurriendo en nuestro país, Scientia et Praxis
de la Universidad de Lima, invitó al doctor Santiago Roca, profesor principal y director del
Servicio de Asesoría Empresarial Riesgo y Futuro de la Escuela de Administración de Nego­
cios para Graduados (ESAN) a exponer sus puntos de vista y realizar propuestas al respecto.
La entrevista se efectuó en diciembre de 1 994.

1 .1 Prog ra ma de estabil ización


E l programa d e estabilización s e centró e n una brutal reducción d e l a demanda agregada -tanto
del sector público como del sector privado- como el único elemento contenedor de la inflación
a cualquier costo. El producto bruto ha caído cerca del 25% en los últimos años y ha habido una
abrupta reducción monetaria. En términos generales, este camino aparece como eficaz después
de cinco o seis años de su ejecución porque efectivamente se ha logrado reducir la inflación y
el producto está otra vez empezando a crecer, pero queda la interrogante de si se podía hacer de
otra forma y allí encontramos otras variables, otros diseños o una combinación de ellos, como el
de reducir la demanda en algunos sectores y expandir la oferta en otros.
Vista la radicalidad del planteamiento hecho, la estabilización todavía no ha terminado,
los precios relativos todavía no encuentran su estabilidad, no están totalmente alineados, todavía
escuchamos decir que los precios de la energía tienen que seguir subiendo, que la tasa de interés
todavía está alta, que el tipo de cambio se ha atrasado, que los impuestos están elevados y que el

45
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

salario compra poco en términos de productos. Esto significa que los principales precios relativos,
el salario, los impuestos, el tipo de cambio, la tasa de interés, los precios de la energía todavía no se
estabilizan, y esto después de cinco o seis años del programa de estabilización.
Por otro lado, los equilibrios sectoriales, entre estos el equilibrio fiscal, que ha sido muy
precario en años anteriores, este año está resuelto. Sin embargo, este equilibrio fiscal se debe a los
ingresos extraordinarios provenientes de la privatización de empresas. Si uno estima la presión tri­
butaria, estamos alcanzando el 1 2%, si se mira la presión de gasto del gobierno se está alcanzando
el 1 4%. Esto quiere decir que si se descuentan los ingresos extraordinarios por la privatización,
el sector público todavía no se equilibra, y detrás de esto evidentemente está el tema de la deuda.
Esto significa que a la reforma tributaria todavía le falta avanzar en su extensión, aunque si uno
la compara con otros países de América Latina, las tasas impositivas no se encuentran demasiado
atrasadas en relación a estos. Se necesitan entonces reformas significativas para ir incorporando a
una mayor población a la tributación sin concentrar la recaudación. El equilibrio fiscal sigue en­
tonces siendo muy precario, aunque momentánea y temporalmente resuelto por todos los ingresos
extraordinarios de la privatización.
En el sector externo, el equilibrio es también débil, la balanza comercial es deficitaria y
los requerimientos de moneda extranjera están siendo financiados por capitales de corto plazo.
Esto nos indica que los precios relativos, en este caso el tipo de cambio, tampoco están estabili­
zados y, evidentemente, además de los esfuerzos de competitividad que tiene que hacer la eco­
nomía por el lado de la oferta, el tipo de cambio resulta ser una variable que influye en el sector
externo, tiene mayor influencia en las importaciones que en las exportaciones, por lo menos en
corto plazo; en el mediano plazo, quizás tenga más influencia en las exportaciones.
El tercer equilibrio sectorial del que normalmente se habla en un programa de estabi­
lización es el equilibrio del ingreso y el nivel de pobreza en la economía, variable que está
totalmente desequilibrada. La pobreza ha crecido, los niveles de distribución del ingreso se han
hecho más desiguales y el gobierno no ha hecho nada para combatirla en los últimos años. En
resumen, podríamos decir que todavía no se alcanza la estabilización, tenemos que seguir tratan­
do de encontrar los precios relativos que permitan los equilibrios sectoriales. Me inclino también
a pensar que van a ser necesarios cambios en el diseño de la política que promuevan el sector
exportador y que resuelvan la presión que hay sobre el gobierno en el pago de la deuda. Esto
permitiría un mayor gasto social por el lado del sector público. Después de seis años, recién se
está comenzando a hablar de políticas del lado de la oferta, un tema que tocaremos más adelante
y que implica el desarrollo de capital humano, el desarrollo de la formación de capital, de la
combinación de los factores en el proceso productivo, los aspectos tecnológicos y otras variables
que, debiendo serlo, no han sido consideradas en absoluto en el programa de estabilización. Si
uno quiere reducir la inflación, evidentemente no solo se puede hacer disminuyendo la demanda
agregada, sino también con políticas de incremento en la oferta agregada. Allí ha habido un costo
excesivo que recién ahora se está tratando de impulsar a través de ciertos mecanismos, la mayor
parte de los cuales están orientados al incentivo de la inversión extranjera y de la tecnología,
fundamentalmente externa.

1 .2 Desa rrollo h umano y desa rrol lo de ca p ita l


Me parece que el tema del desarrollo humano y el desarrollo de capital podíamos dividirlo en dos
partes. En lo que se refiere a desarrollo humano uno podría pensar en varios espacios, uno es el

46
11. GERENCIA MACRO ECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

desarrollo humano en el trabajo, otro en la sociedad y un tercero en la familia. Cuando hablamos


de desarrollo humano en el trabajo, definitivamente en los últimos años una buena parte de la
población económicamente activa del país -20% o más- está desempleada; ellos no han tenido
un desarrollo humano, no han tenido una fuente de trabajo para poder satisfacer sus necesidades
básicas y esto es consecuencia del drástico programa de estabilización. Pero además del desem­
pleo masivo, hay otros elementos a tenerse en cuenta que tienen que ver con la satisfacción de
la gente que está empleada. En este caso se aprecia un regreso a los enfoques taylorianos del
incremento de la productividad, basados exclusivamente en una orientación economicista, con
una mayor insatisfacción del trabajador en su puesto de trabajo. Entonces, si ligamos desarrollo
humano con satisfacción del trabajador se encuentra dicha tendencia tayloriana, en detrimento
de enfoques más sociales que permitan incrementar la productividad en el enriquecimiento del
puesto de trabajo, los factores higiénicos de la productividad, la participación en el proceso de
toma de decisiones y técnicas psicosociales de autorrealización que aumentan la satisfacción en
el trabajo.
En lo que se refiere al desarrollo humano en la sociedad y el rol de los seres humanos en
su condición de ciudadanos, sí observo una regresión significativa: hay una apatía en la gente
hacia la política y me parece que los individuos no se están desarrollando en esa dimensión. La
tremenda arremetida del gobierno contra los partidos políticos ha influido significativamente en
la ciudadanía que se ha retirado de esa actividad y no se está potenciando una estructura institu­
cional que permita la participación de esta en asuntos públicos que le afectan en su desarrollo.
La descentralización es solo una punta de tan delicada tarea.
La tercera dimensión es el desarrollo humano como miembro de la familia. En este as­
pecto también observo un desinterés grande dado que no hay mecanismos de participación; el
individuo es uno más dentro del montón y no hay instrumentos institucionales que lo lleven a que
pueda defenderse frente al abuso o la arbitrariedad que pueda cometer el Estado o particulares.
En la familia, aunque no tengo a mano los datos sobre el impacto del programa de estabilización
en las relaciones intrafamiliares -divorcios, resquebrajamiento y desmembración de la familia,
entre otros-, es evidente que se ha dado y se ha agudizado por los problemas de malnutrición
e insalubridad, por mencionar algunos, que de manera evidente van a repercutir en el mediano
plazo, cuando estos niños tengan que estudiar y trabajar.
Para concluir, en el campo del desarrollo humano es muy poco lo que se ha avanzado. Si
hay algo sobre lo cual trabajar en los próximos veinte años en el Perú, es en este campo.
En cuanto al desarrollo del capital, primero hay que hablar de ahorro, interno y externo.
El interno podemos subdividirlo en público y privado. El ahorro público no ha existido en los
últimos cinco años, el ahorro privado ha estado paralizado; prácticamente el país no ha tenido
ahorro. Recién este año podríamos tener algo de ahorro en el sector público, pero en realidad no
es tal, sino venta de activos. Si los fondos de la privatización se dirigen a la inversión, es decir, si
van a la formación bruta de capital, se transformará la tenencia de activos del Estado (en vez de
empresas públicas, el Estado tendrá, por ej emplo, carreteras). Si no van hacia la inversión, será
gasto corriente o pago de la deuda externa. Si el gobierno define o diseña un buen programa de
desarrollo de capital, se podrían aprovechar significativamente bien los ingresos de la venta de
activos del Estado para el fomento de innovaciones tecnológicas. Si no se hace esto, no habrá
desarrollo de capital, y lo que vamos a tener es únicamente importación de capital sin ningún
desarrollo de la industria de capital propia.

47
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Hay que destacar que el mercado de capital también ha sido desregulado y, aparentemen­
te, la legislación es muy amplia y no tiene pautas que conduzcan hacia una estrategia específica
de desarrollo del capital; se está dejando todo abierto a las leyes del mercado y de quienes poseen
el capital. Creo que allí también hay que trabajar para definir una política de desarrollo del capital
más acorde con los recursos naturales y humanos que el país posee.
Insistiendo en el tema de la educación, hay que enfrentar el problema de la calidad, que
tiene que ver con la política de remuneraciones de los profesores; en cuanto a salud, hay un
problema de ineficiencia debido, entre otras razones, a los bajos sueldos. Lo esperable sería que
el gobierno haga una apuesta interesante con el dinero proveniente de la privatización: no sola­
mente jugar a la capitalización fisica, no solo jugar al mejoramiento de la infraestructura, sino
concebir que el gasto corriente acarrea capitalización en el aspecto humano, y si bien esto no
implica terminar con el problema potencial de largo plazo, sí puede entenderse como un intento
de minimización del problema.

1 . 3 Contexto i nternacional
E n el tema del contexto internacional y l a ubicación del Perú en e l mundo yo me preguntaría dónde
estamos y hacia dónde vamos. De lo que se puede observar queda la impresión de que estamos en
un barco pero no sabemos hacia dónde va. Se escucha a menudo que los mercados se han globa­
lizado, que la economía está mucho más integrada, que la competitividad es el factor clave de la
actividad productiva en el mundo, que ningún país puede estar aislado del resto y, efectivamente,
eso es lo que ha sucedido y está sucediendo debido al inmenso cambio tecnológico en el sector de la
informática y las comunicaciones; pero si estamos en un mundo de competencia y competitividad,
evidentemente lo que falta desarrollar en el país, reitero, es ver dónde estamos y a dónde queremos
llegar dentro de esta agresividad que todos los países del mundo están desplegando. Precisamente,
acabo de recibir un documento sobre el futuro de Colombia, se trata de un documento que la ubica
en el mundo y le define una estrategia para el futuro.
En el Perú, la política económica de corto plazo no ha definido esto y, como no se ha dise­
ñado una política económica de mediano y largo plazo, estamos en alta mar y las olas nos pueden
mandar para un lado o para el otro. Lo único claro es que hemos abierto la economía y le hemos
dado todas las facilidades a los de afuera para que ingresen al Perú. No hay ningún planeamiento o
definición estratégica de hacia dónde queremos ir y en esto la historia es aleccionadora. Recuerdo
que hace veinte años, en la década de los 70, la inversión extranjera era considerada un ogro, y no
por una cuestión netamente política sino porque tanto estudios de la época, así como el consenso de
científicos sociales y del sector empresarial, señalaban que la inversión extranjera no dejaba los be­
neficios que podía dejar y que se apropiaba de nuestras riquezas naturales para su propio beneficio.
Ese gran consenso del 70 originó una serie de expropiaciones y el recorte de la inversión extranjera.
Súbitamente hemos pasado al otro extremo, hemos abierto totalmente el país, los inver­
sionistas extranjeros tienen hasta más prerrogativas que cualquier inversionista nacional, todo
lo que es inversión extranjera se considera bueno, se piensa que todo lo que provenga de afuera
tendrá efectos positivos en generación de empleo y en desarrollo de tecnología, y no hay tejido
alguno que nos haga menos ingenuos para lograr que efectivamente la inversión extranjera dé
frutos para el país. Quizás me equivoque pero si la historia continúa así, después de diez años,
vamos a tener un gran sector de la población que va a cuestionar nuevamente las inversiones,
porque van a darse cuenta que los beneficios que se esperaban no se lograron.

48
11. GERENCIA MACROECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

En resumen, me parece que hemos perdido y estamos perdiendo la oportunidad de definir


políticas duraderas y estables en el tiempo. La inversión extranjera es positiva para el país, pero
lo es si se le teje una red que se mida y permita ver los beneficios. Aquí Ja inversión se ha abierto
en forma indiscriminada con todas las gollerías, excepciones y concesiones. Hace poco leía algu­
nos problemas que había con la mina de Yanacocha. Ocurría que habían quitado el canon, y por
ello la población de Cajamarca estaba protestando porque veía que las ganancias provenientes
de sus recursos se las llevaban fuera mientras ellos seguían inmersos en la pobreza. Lo que va a
suceder es una protesta local contra una empresa extranjera porque no se generan los canales, la
red, ese tejido que es necesario para que Ja inversión extranjera deje frutos más efectivos dentro
del país, y eso no lo va a hacer el mercado, eso no se va a generar en forma automática.
Dentro de este tema, el de la deuda externa es evidentemente muy importante, pues el
pago de la deuda externa en los años 90, 9 1 , y 92, ha significado por Jo menos uno o dos por
ciento menos de crecimiento del PBI y, en inflación, al menos el 40% de los 1 39% de inflación
de 1 992. Esto ya ocurrió, no se puede retroceder, pero aún quedan cosas por hacer en el tema de
la deuda. Si el gobierno no negocia una condonación parcial, no habrá inversión pública, habrá
solo pago de deuda. Otro aspecto preocupante es que no hay información, hay un hermetismo
grande por parte del gobierno en este aspecto y más bien se observa que la deuda crece en su
valorización.
En lo que se refiere al tema de la integración o de quiénes serán los socios del Perú, no
está clara la forma como queremos aprovechar el Pacto Andino ni está clara la posibilidad de
integrarnos al Tratado de Libre Comercio que ya ha sido considerada por el Departamento de Es­
tado de los Estados Unidos. Falta la visión de mediano y largo plazo para ver a dónde queremos
ir dentro de un planteamiento de globalización.

1 .4 Pro p uestas para el desarrollo


Evidentemente, e s muy difícil tratar de aportar propuestas para un desarrollo sostenido en el
Perú, sin embargo, pienso que en primer lugar hay que terminar de estabilizarnos y eso pasa por
la necesidad de readecuar el programa de estabilización en lo que queda de los próximos meses
para ponemos a tono con un tipo de crecimiento más equilibrado y más acorde con nuestro poten­
cial de recursos. Me estoy refiriendo específicamente al problema que existe con respecto al tipo
de cambio, a la tasa de interés, los altos impuestos y el tema salarial. Yo sí creo que la política de
corto plazo con cambios en la forma como se manejan la política monetaria, el gasto público y el
pago de la deuda puede llevarnos muy rápidamente a completar el programa de estabilización tan
largo que hemos tenido. Si bien las proyecciones del programa actual de gobierno llevan a una
inflación de aproximadamente 20% para final de año, se estima que la política monetaria crecerá
solo alrededor del 1 3%, por lo que el tipo de cambio se retrasaría en términos reales y eso iría en
desmedro de un crecimiento sostenido, de un crecimiento a futuro.
Una alternativa de manejo económico diferente podría impulsar prudentemente el gasto
de capital del gobierno con los ingresos extras de la privatización y acompañar una política
monetaria más expansiva, lo cual en nuestras proyecciones podría también llevamos a una
inflación de 1 9 a 20%, pero a un tipo de cambio que no perdería paridad sino, al contrario,
ganaría de uno a dos puntos con respecto al año pasado. Las tasas de interés baj arían rápida­
mente. No solamente interesa, sin embargo, el corto plazo, sino que la propuesta de desarrollo
humano es algo que se debe considerar en el largo plazo y allí el tema del empleo y de la

49
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

satisfacción en el trabajo es fundamental para el crecimiento. El desarrollo humano depende,


en parte, de los precios relativos que he mencionado y también de muchas otras políticas de
mediano plazo que el gobierno debe plantear.
Si el Perú quiere crecer a mediano plazo en forma sostenida, uno de los sectores claves es el
sector agrícola y, evidentemente, para que el sector agrícola pueda crecer los recursos financieros
deben orientarse hacia este sector. Esto implica dirigir el mercado financiero hacia esa actividad,
cosa que no viene sucediendo hasta el momento. ¿Hasta qué punto puede el Estado promover el
mercado financiero para lograr que el crédito fluya hacia el sector agrario y originar una actividad
económica sustentable a mediano plazo? Indudablemente también se toca el tema de los precios
agrícolas que son los que menos han crecido en los últimos años. Hay que preguntarse entonces
cuál es el papel del Estado en el mercado de los precios agrícolas. Si queremos que el sector agrí­
cola crezca tendría que haber algún tipo de promoción estatal o mecanismos institucionales que
aseguren a los agricultores cierta estabilidad. Entonces, para alcanzar un desarrollo sostenido re­
querimos sumariamente una política de precios agrícola más realista, una política de créditos hacia
el sector agrario más agresiva, aunadas a programas de fomento y extensión agropecuaria, que in­
cluyan tecnología e incremento de la productividad. Estoy basando casi toda la propuesta de desa­
rrollo sostenido en el sector agrícola porque es el sector donde hay más oportunidad de transformar
Jos recursos naturales. En esto coincido que no podemos tener una economía que exporte o que
transporte recursos naturales hacia afuera, tenemos que generar valor agregado y en eso el sector
agrario tiene un campo sumamente amplio. Creo que cualquier propuesta de desarrollo sostenido
a futuro tiene que concentrarse en el sector agrícola y para que crezca hay que tener en cuenta la
cuestión financiera, la ejecución de programas de extensión rural, la aplicación de tecnología rural
y la educación agrícola. En este aspecto centraría mi propuesta de desarrollo.

1 .5 Comenta rios fi na les


En esta última intervención quiero presentar un resumen de lo dicho. El año en que el gobierno fue
más obediente fue el 92, cuando se pagó y no se recibió ni siquiera lo convenido con el FMI y el
Grupo de Apoyo, que recién se formó después del 5 de abril del 92. Observo que el programa ha
sido sumamente recesivo, que el barco está en cierto modo a la deriva porque no hay un plan de
mediano plazo, y porque estamos en un mundo de agresividad total. El tema de la deuda, que tiene
que ser resuelto en forma satisfactoria para los intereses nacionales y no solamente considerando
satisfacer a los acreedores externos, es un tema que hay que aprovechar para palanquear el desa­
rrollo nacional más que para satisfacer el pago en sí mismo. Por último, noto la necesidad de estra­
tegias de transformación, lo que en la terminología de Porter se llama Ja cadena del valor, es decir,
que se impulse la transformación en toda la actividad productiva del país, en especial el sector
agrario. Coincido también en que se necesita una reestructuración del Estado: este ha cambiado, se
ha reducido, se ha encogido pero sigue siendo un Estado sin capacidad de gerenciar; si se ha mante­
nido la calidad de la gente, no hay equipo, no hay una tecnocracia que maneje los asuntos públicos
eficientemente. Es necesario profundizar el cambio del Estado y el rol de las instituciones dentro de
este. Por otra parte, es factible sentamos a intercambiar ideas entre gente de distintas vertientes, con
pensamientos distintos, y encontrar líneas claves de consenso que puedan ser respetadas por todos.

Scientia et Praxis. Revista de investigación de la Universidad de Lima.


Julio-diciembre de 1 994.

50
11. GERENCIA MACROECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

2 \ La i n flación en el Perú , 1 950-1 993


Por muchos años, estudiosos d e la economía han debatido acerca d e las razones d e por qué
sube el nivel general de precios, y sobre las recetas y políticas que se deben implementar para
estabilizarlos. Se han ensayado diversidad de teorías, cada una de las cuales coloca un acento
a determinada variable o factor explicativo de la inflación. Los argumentos abarcan enfoques
estructurales, monetarios, reales, fiscales, externos, de costos, de escasez de recursos, inercia,
expectativas y de tipo institucional.
Las discusiones teóricas han originado que muchas veces se hayan formado escuelas de pen­
samiento sobre la bondad de una u otra explicación. Por ejemplo, en los extremos hay quienes piensan
que la inflación puede ser exclusivamente explicada por el crecimiento de la cantidad de dinero, y hay
aquellos que argumentan que se debe exclusivamente a presiones de incremento en los costos de pro­
ducción sin que el dinero importe. Estas y otras explicaciones, sin embargo, se presentan a menudo
como valederas para todo tiempo, condición y lugar, sin importar las particularidades y características
del momento específico que atraviesa cada economía.
El hecho de estar viviendo en un país que en los últimos veinte años ( 1 973- 1 993) permanece
con niveles de inflación elevados y que ha ensayado todo tipo de recetas para controlarla, nos lleva
a postular que la inflación en realidad puede ser entendida mejor si consideráramos que la realidad
está constantemente mutando y que las fuerzas explicativas de un período pierden predominancia
en el otro, nacen fuerzas nuevas y resurgen algunas antiguas, estando la inflación determinada, en
la práctica, por la simultaneidad y alternancia de estas fuerzas a través del tiempo.
El arte de los economistas consiste, entonces, en identificar las variables que en deter­
minados períodos influyen con mayor intensidad en la oferta y demanda de bienes o servicios,
lo que a la postre explica el incremento en el nivel general de precios. En este proceso, sucede
que a veces adquieren predominancia los factores que afectan la demanda agregada y, en otros
momentos, los factores que afectan la oferta agregada.

2. 1 La i nflación y el deseq u i l i brio fisca l y externo


La Tabla 4. 1 muestra la evolución de la inflación promedio anual de los últimos 43 años. De un
promedio de un dígito anual desde 1 950 hasta 1 972, la inflación pasa a dos dígitos a partir de 1 973
hasta 1 983, cuando rompe la barrera de los tres dígitos. Regresa al nivel de los dos dígitos promedio
en 1 986- 1 987, sobrepasando la barrera de los cuatro dígitos desde 1 988 hasta 1 990, para finalmente
colocarse a un nivel promedio de dos dígitos en los dos últimos años, 1 99 1 y 1 992.
Los datos muestran, en retrospectiva, que la relativa estabilidad de precios que gozó el Perú
desde 1 950 hasta 1 972, no pudo sostenerse posteriormente debido a la profunda alteración del
patrón de crecimiento de la economía ocurrido durante la década de 1 960. En esa década se redujo
el ritmo de crecimiento promedio anual de la inversión y de las exportaciones en favor del creci­
miento del consumo y de las importaciones. Ello originó que, en la década de los setenta, cuando se
"forzó" el crecimiento a través, principalmente, de la inversión (períodos 1 973-1 976 y 1 979- 1 98 1 ),
la respuesta típica de la economía al término de cada período haya sido mayor inflación y crisis ge­
..,,,.
neralizada de balanza de pagos (Roca y Prialé, "La estabilización y el problema de la deuda: el caso o
peruano". Trimestre Econónico, octubre-diciembre de 1 986). Algo similar ocurre en los ochenta ]
( 1 986- 1 987), cuando la expansión de la inversión y el consumo termina con crisis en la balanza de -�
u
pagos e inflación generalizada para los años 1 988 a 1 990 (Tabla 4. 1 y 4.2).
51
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

l�i:i#llM Variables macroeconómicas (var% promedio anual)


j/ <.:' 11!
; '!!
' .' "
''
Períodos: Iqíiación co�sulllo , Inversión ci;:x;porálciones IJll portac�ones

1 950-60 7,8 4,6 5,6 9,6 7,8


1 960-70 9,5 7,7 2,9 3,9 8,4
1 969-72 5,6 5,8 1 0,6 2,0 3,2
1 973-76 24,9 6,5 1 0,5 -6,8 7,9
1 977-78 5 1 ,7 -3,0 - 1 7,7 1 7,4 - 1 6,6
1 979- 8 1 66,6 2,5 23,2 5,2 22,2
1 982-85 1 1 4,7 0,8 - 1 8,8 1 ,8 - 1 3,5
1 986-87 86,9 9,8 34,2 -9,2 1 6,9
1988-90 3 .337, l -8,3 - 1 2,2 0,0 -5,2
1 99 1 -92 94,3 -0,7 6,0 2,6 8,3

FUENTE: Series estadísticas de BCRP. Elaboración propia.

Se puede entonces concluir que en los períodos de expansión 1 969- 1 976, 1 979- 1 98 1 y 1 986-
1 987, la inflación se va incubando predominantemente por demanda (aumento inusitado de la
tasa de crecimiento de la inversión o del consumo) y explota a fines de cada uno de estos perío­
dos, cuando pone en serios aprietos al sector externo.
El desequilibrio de la balanza de pagos para cada período se produce, sin embargo, por
razones diferentes: a mediados de los setenta por el decrecimiento de las exportaciones ( 1 973-
1 976), y a fines de los setenta y comienzos de los ochenta ( 1 979- 1 98 1 ) por el aumento de las
importaciones. En los años 1 986 y 1 987, la crisis de balanza de pagos se genera por efecto de
ambos: disminución de exportaciones y aumento de las importaciones a la misma vez.
El déficit económico del sector público ha jugado también un rol importante en los in­
crementos observados en el nivel general de precios de la economía a través del tiempo. Este
déficit ha tenido la característica de haber sido financiado desde los sesenta y a través de los se­
tenta, mayormente por fuentes externas, deuda cuya acumulación fue gradualmente cambiando
la estructura de gastos del sector público y ejerciendo mayor presión sobre el déficit futuro. Es
así que en los años en que el financiamiento externo no era suficiente para cubrir la mayor brecha
fiscal, el gobierno opta por financiar este déficit a través de fuentes internas, una de cuyas alter­
nativas más fáciles de alcanzar ha sido el crédito del Banco Central de Reserva al sector público.
Esto se observa de manera particularmente importante en los años 1 976, 1 983, 1 987, 1 988 y
1 989, períodos ampliamente inflacionarios (Ver Tabla 4.2).
No hay, sin embargo, una sincronía perfecta del déficit del sector público con la crisis
de balanza de pagos. Por ejemplo, frente al pico negativo de la balanza de pagos de 1 976 y su
recuperación de los años 1 977 y 1 978, el déficit fiscal continúa sumamente elevado en 1 977 y
1 978. De igual forma, frente al siguiente pico negativo de balanza de pagos correspondiente a
1 98 1 , esta mejora en 1 982, mientras que el déficit fiscal aumenta. Algo similar ocurre poste­
riormente : el nuevo pico negativo de balanza de pagos de 1 987 mejora en 1 988 y 1 989, pero el
déficit fiscal continúa elevado en estos dos últimos años. Estos hechos indican que, en el caso
peruano, las crisis de balanza de pagos no están necesariamente ciento por ciento relacionadas a
desequilibrios en el sector público.
52
Il. GERENCIA MACRO ECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

lr+i:IJIJIW Desequilibrio fiscal y externo

1975 1 976 1 977 1 978 1979 1 980 1 981 1982 1 983

Déficit fiscal (% PBI) 9,8 10,1 9,7 6,1 1 ,1 4,7 8,4 9,3 1 0,2
Balanza de pagos
-577 -868 -349 76 1 .579 722 -504 1 24 -40
(US$ millones)
RIN (US$ millones) 116 -752 - 1 . 101 - 1 .025 554 1 .276 771 896 856

1 984 1 985 1 986 1 987 1 988 1 989 1 990 1 99 1 1 992


'

Déficit fiscal (% PBI) 6,6 2,8 5,6 7,3 8,5 7,1 4,5 1 ,5 1 ,7
Balanza de pagos
247 280 -5 1 7 -785 -398 863 1 36 1 .260 518
(US$ millones)
RIN (US$ millones) 1 . 1 03 1 .3 82 866 81 -3 1 7 546 68 1 1 .942 2.45 1

FUENTE: Series estadísticas de BCRP. Elaboración propia.

Detrás de los desequilibrios de balanza de pagos y del sector público se encuentra una multipli­
cidad de fuerzas, las que pueden ser variables-precio y variables-cantidad. Entre las principales
variables-precio están el tipo de cambio, los términos de intercambio, las tasas de interés, los
precios de los servicios públicos, las tasas impositivas, los aranceles, los salarios del sector pú­
blico, entre otras. Cuando cualquiera de estas variables no se encuentra en su nivel real, impacta
desfavorablemente en el resultado de la balanza de pagos y/o del sector público, y a su vez -de­
pendiendo de la política del BCR- hace variar las fuentes interna y externa de la emisión prima­
ria, la que a su vez afecta el nivel de precios, dependiendo de la cantidad de bienes y servicios
disponibles en la economía.
Cuando los niveles de las variables-cantidad (también llamadas variables estructurales) se
encuentran desbalanceados, se modifican las estructuras de ingresos y gastos del sector público y
las estructuras de entradas y salidas de moneda extranjera de la balanza de pagos, y ello también
influye en la inflación.
Supongamos, por ejemplo, que a través de una reforma estructural se logra mejorar la
recaudación del gobierno o la reducción de una parte significativa de la deuda externa; en am­
bos casos, ceteris paribus, se mejora el resultado económico del sector público y se reduce la
presión por emisión, disminuyendo el financiamiento inflacionario. Por eso es que las reformas
estructurales tienen importancia para reducir la inflación.

2 . 2 Las presiones d i rectas de costos


Los desequilibrios externo y fiscal señalados en los párrafos anteriores no pueden permanecer
indefinidamente, a costa de hacerse más agudos y por sus efectos financieros más inflacionarios.
Por esto es que se requiere de ajustes inmediatos, los que se expresan a través de cambios en las
variables-precio y en las variables-cantidad.
Cuando una crisis de balanza de pagos ejerce presiones para que el tipo de cambio suba, o
cuando el déficit del sector público obliga a que el gobierno eleve las tasas impositivas y/o tenga
53
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

que subir los precios de los servicios que ofrecen las empresas públicas, ello ayuda a cerrar la
brecha externa o fiscal, pero inevitablemente repercute de manera directa en los costos de todas
las actividades productoras de bienes y servicios.
Las empresas se ven obligadas a subir sus precios porque los costos de aquellos insumos
o factores de producción relacionados a los desequilibrios fiscal o externo también han subido.
El efecto final sobre el nivel de precios dependerá de la interrelación entre esta nueva oferta y las
variables que afectan la demanda, y del restablecimiento de los equilibrios fiscal y externo. Si el
peso del financiamiento inflacionario del déficit fiscal o externo es muy grande, el restablecimiento
de los equilibrios lo reduce a su mínima expresión, quedando sólo el efecto directo de los reajustes
de precios sobre los costos de las empresas, dada la demanda. Luego de este incremento en el nivel
general de precios, este se estabiliza para los períodos subsiguientes.
Adicionalmente, los costos de las empresas productoras de bienes y servicios pueden subir
si los precios de los insumos o factores que no están relacionados directamente a los desequilibrios
fiscal y externo también suben de precio. Este es el caso, por ejemplo, del aumento de sueldos y
salarios en el sector privado, o del incremento en los precios de algunos insumos o bienes finales
originados por sequía, inundaciones u otros. Igualmente, cualquier desequilibrio en el mercado de
recursos puede tener en el corto plazo un efecto sobre los precios de estos recursos o factores, e
influir directamente en el nivel de precios. Inclusive, la reducción del horizonte de recuperación
del capital invertido ejerce una presión inflacionaria: si la demanda lo permite, los inversionistas
exigirán precios más elevados para recuperar más prontamente su capital.
En el caso de la inflación peruana, en los períodos 1 977-1 978 y 1 982- 1 984 en que se
hicieron los ajustes para equilibrar la balanza de pagos y el déficit fiscal, se logró restituir los
equilibrios fiscales y externos al año inmediatamente posterior al período de ajuste, es decir 1 979
y 1 985. Conforme se van ajustando y restituyendo los equilibrios sectoriales es evidente que el
financiamiento inflacionario disminuye, sin embargo, adquieren peso los factores que afectan
la oferta y la inflación alcanza niveles cada vez más elevados por efecto del crecimiento de los
costos (Tablas 4. 1 y 4.2). Una prueba de ello es que en estos períodos tanto el consumo como
la inversión (la demanda) disminuyen abruptamente su crecimiento, pero pese a ello los precios
siguen elevándose. Especial referencia merece el año 1 993, cuando a raíz de las inundaciones y
sequía que azotaron el país, disminuye severamente la producción y crecen fuertemente los pre­
cios (por primera vez se alcanzó niveles de inflación de tres dígitos). Los factores climatológicos
que influyeron en la oferta hicieron que, a través de la escasez, aumentara el valor de los insumos
y alimentos, elevando el nivel general de precios.
Los costos de las empresas se incrementan en los períodos 1 977- 1 978 y 1 982- 1 984 no
sólo por efecto de las devaluaciones efectuadas para resolver el desequilibrio externo, sino tam­
bién por los cambios que esto produjo en la tasa de interés y en el sistema financiero (Roca y
Prialé, "La devaluación y los programas de estabilización en el Perú". Trimestre Económico,
octubre-diciembre de 1 986). Las fuertes devaluaciones de esos años trajeron un inmediato dete­
rioro de la rentabilidad de los títulos, bonos y valores denominados en moneda nacional, produ­
ciéndose su progresiva sustitución por activos extranjeros. La economía enfrentó este proceso
de dolarización de manera paulatina y con efectos nocivos sobre los precios y la producción. La
tasa de interés real de los préstamos en dólares se fue incrementando en comparación con aquella
en moneda nacional, obligando a que esta última subiera. El continuo reforzamiento del proceso
"devaluación-dolarización-tasa de interés-precio" pronto alertó a los principales agentes econó-

54
II. GERENCLA MACROECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

micos a salvaguardarse de estos cambios, tratando de incrementar sus precios en función de la


inflación pasada (inercia) e inclusive por encima de la inflación y de la devaluación esperada.
En el período 1 985- 1 990 el gobierno aplica una política de control de costos y precios y
de desdolarización, que en los años 1 986 y 1 987 fue eficaz en contener la inflación -predomi­
nantemente de costos- del período 1 982- 1 985. La inflación se reduce de un promedio anual de
1 1 4,7% en 1 982- 1 985 a un promedio anual de 86,9% en 1 986- 1 987 (Tabla 4. 1 ) . Sin embargo, el
gobierno se extralimitó en su impulso a la demanda: el consumo y la inversión crecieron 9,8%
y 34,2% anual en el período 1 986- 1 987, impulsando elípticamente el crecimiento de la inflación
en el período 1 988- 1 990.
A pesar de que a partir de 1 988 hasta 1 990 el consumo y la inversión caen -8,3 y - 1 2,2%
anual, respectivamente, este decrecimiento -parte automático y parte consecuencia del fallido
intento de estabilización del ministro Salinas- no fue suficiente para enfriar el sobrecalentamien­
to al que habíamos sido sujetos desde 1 985 hasta 1 987. En esto cabe señalar que en el período
1 988 hasta julio de 1 990, a pesar de la contracción de la demanda, se mantuvieron elevados el
déficit fiscal y el de la balanza de pagos (al final del segundo trimestre de 1 990 el déficit fiscal
alcanzaba el - 1 3% del PRI y existía un saldo de -709 millones de dólares en la balanza de pagos,
jugando ambos un papel perversamente hiperinflacionario.
La inflación, en este sentido, se nutrió a lo largo de los últimos años del gobierno de Gar­
cía de un financiamiento inflacionario del déficit (emisión inorgánica) sumamente elevado, que
a pesar de la contracción de la demanda, ayudaba a impulsar implacablemente los precios hacia
arriba por efecto de la inercia sobre los costos de las empresas y otros factores típicos de eco­
nomías en proceso de hiperinflación, que revisaremos más adelante. Adicionalmente, el déficit
cuasi fiscal causado por las políticas de control de precios públicos y subsidios a los alimentos
básicos (herramientas usadas para tratar de controlar el crecimiento de los precios) añadía unos
dos o tres puntos porcentuales al déficit fiscal y originaba un financiamiento inflacionario de
magnitudes extraordinarias.
En resumen, en el período 1 985-1 990, las presiones de costo solo se pudieron contener
efectivamente durante 1 986 y 1 987, pero las presiones de demanda se desbocaron e hicieron ine­
fectivas las políticas de control de precios y subsidios desde 1 988 hasta agosto de 1 990, generán­
dose mayor inflación por efectos monetarios y financieros, a pesar de que la demanda agregada
se contraía. Los precios de los insumos, recursos y bienes no controlados o no subsidiados por
el gobierno crecían alimentados por este fenómeno, trasladándose constantemente la curva de
oferta agregada hacia arriba.

2 . 3 Las expectativas
Escuchamos a menudo que las expectativas inflacionarias juegan un rol importante en la determi­
nación de la inflación. Muchos economistas hablan como si las expectativas fuesen una variable
observable que impacta directamente sobre el nivel general de precios.
Roca y Simabuko (Dinámica iriflacionaria: Perú 1986-1990. Manuscrito inédito. ESAN,
1 990) son de la opinión de que las expectativas deben entenderse más bien como un elemento
catalizador que acentúa o atenúa el efecto de las variables observables sobre la inflación. No hay
procesos inflacionarios sustentados únicamente en estas sino que tiene que existir otra variable
de referencia para que las expectativas puedan concretarse en precios. Las expectativas se for­
man independientemente e influyen el crecimiento en el nivel general de precios, a través de su

55
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

impacto sobre los precios básicos (tipo de cambio, precios controlados, inercia de precios) y el
nivel de la demanda agregada, medida por la cantidad de dinero.
Las expectativas de acuerdo a la hipótesis de estos autores se pueden definir de acuerdo a la
inflación pasada (adaptativas) o en función de los requerimientos de ajustes futuros (racionales). El
primer caso es obvio. En el segundo caso, el reajuste futuro de los precios básicos de la economía
(tipo de cambio y precios controlados) se relacionará con la distorsión de precios relativos. A mayor
distorsión de estos, mayores serán las expectativas. Los agentes económicos siempre se protegerán
escogiendo la opción (adaptativa o racional) más desfavorable en términos de inflación esperada.
Utilizando esta metodología para el caso peruano, se especifica la inflación en función
de cinco variables observables: incremento de precios controlados, devaluación oficial, inercia
de precios o inflación pasada, diferencial del tipo de cambio paralelo a MUC, y crecimiento de
la oferta monetaria. Los parámetros de estas variables cambian mensualmente de acuerdo a la
variable expectativas, medida adaptativamente o en función de la distorsión de precios relativos
(la mayor de las dos).

lr4:1$d Expectativas inflacionarias y valor de parámetros


de las variables explicativas de la inflación
Mayo de 1986 Julio de 1 990

Expectativas 1 2,5 852,3


Precios controlados 0,22 0,22
Devaluación MUC 0, 1 3 0, 1 3
----

Inercia 0,62 0,24


Diferencial cambiario 0,0001 0,0 1 2
Oferta monetaria 0,03 0,4

FUENTE: Santiago Roca y Luis Simabuko. Dinámica inflacionaria: Perú 1 986-1 990. Manuscrito inédito. ESAN, 1 990.

Los resultados muestran que para el período de 1 986 a julio de 1 990, los parámetros inercial,
monetario y del diferencial cambiaría son Jos que tienden a ajustarse mejor con las expectativas y
adquieren mayor relevancia para explicar el peso de las variables observadas, aunque el paráme­
tro del diferencial cambiario tiene muy poca significancia. El peso de la inercia para explicar la
inflación tiende a ser menor a medida que las expectativas inflacionarias se aceleran (Tabla 4.3),
ya que el agente racional y con cierto poder de mercado no estaría dispuesto a reajustar su precio
en función de inflaciones pasadas que espera sean superadas en un futuro cercano (la inercia re­
fleja una forma de reajustar precios en función del incremento promedio de los principales costos
del período inmediato anterior). Por otro lado, a medida que las expectativas inflacionarias se
aceleran, se acentúa el peso de la variable monetaria: las expectativas inflacionarias ocasionan
la reducción de los saldos monetarios, el aumento de la velocidad de circulación del dinero y
presiones inflacionarias por un exceso de demanda.
Por eso es que empíricamente se encuentra que en el período desde 1 986 hasta julio de
1 990 -dejando de lado algunas fluctuaciones- el valor del parámetro inercial se va reduciendo
y el valor del parámetro monetario y cambiario va creciendo, aunque este último con muy poca
significación (Tabla 4.3).
56
J I . GERENCIA MACROECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

Asimismo, si se analiza la incidencia ya no solo de los parámetros sino de cada variable


observable sobre la determinación de los precios (medida como el porcentaje de la variación de
los precios que puede ser imputada a cada una de ellas), se observa que en 1 986 y 1 987 los fac­
tores de costos expresados a través de la "inercia" tienen un papel muy importante en explicar la
inflación, que va disminuyendo conforme nos acercamos a julio de 1 990 (aunque todavía sigue
siendo importante). Por otro lado, los factores de demanda, evaluados a través de la cantidad de
dinero, adquieren más importancia a lo largo del mismo período.
Ello coincide con la caracterización de la inflación hecha en las secciones anteriores de
este artículo, donde se explicaba que de 1 986 a 1 987 se redujeron los factores de costo que
empujaban la inflación, y que, posteriormente, de 1 988 a julio de 1 990, adquieren gradualmente
más importancia los factores monetarios.
De 1 990 a 1 992 se prevé que la velocidad de circulación del dinero se reducirá significati­
vamente por efecto de la disminución de las expectativas. Y que esta, a su vez, ha hecho cambiar
el valor de los parámetros, debiendo adquirir mayor peso la inercia y menor peso la variable
monetaria.

lij:!Jjll Inc idencia �� las v9riables que explican la inflación {%)


Mayo de 1986 Agosto de 1987 a sep- Octubre de 1988
s ;a jolio d� ,1987 82.tiembrti de 1988 a julio de 1990

Precios controlados 16 18 23
Devaluación MUC 2 12 11
Inercia 66 42 36
Diferencial cambiario 4 15 3
Oferta monetaria 12 13 27
Total 1 00 1 00 1 00

FUENTE: Santiago Roca y Luis Simabuko. Dinámica inflacionaria: Perú 1 986-1 990. Manuscrito inédito. ESAN, 1 990.

Si esta última aseveración es correcta, dentro de un escenario donde los precios relativos estén
realineados a sus niveles que permitan los equilibrios fiscales y externos y la competitividad
productiva, estamos seguros de que una remonetización de la economía no tendría por qué tener
efectos inflacionarios significativos. Por ejemplo, si el valor del parámetro de la cantidad de di­
nero fuera 0,000 1 , un crecimiento de la cantidad de dinero de 1 .350 millones de soles no tendría
mayor influencia en elevar el nivel general de precios. Si el parámetro monetario fuera 0,40,
definitivamente el dinero sí importa, desde el punto de vista inflacionario.

2 .4 Concl usiones
De la revisión de la inflación en el Perú, en el período 1 950- 1 993, se puede concluir que la infla­
ción es un fenómeno explicado por muchas fuerzas. Estas no son constantes a través del tiempo,
algunas afectan la demanda y otras afectan la oferta. La inflación se determina por la interacción
simultánea de la oferta y Ja demanda agregadas.
Si se quisiera señalar la predominancia de la oferta o la demanda como partícipes de la
inflación peruana por períodos, pecando de simplista, se puede mencionar que desde comienzos
57
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

y a mediados de 1 970, la inflación fue liderada por factores de demanda; en 1 977- 1 978, por fac­
tores de costo; de 1 979 a 1 98 1 , por factores de demanda y de costo a la vez; de 1 982 a 1 985, por
factores de costo; de 1 986 a 1 987, por factores de demanda; en los años 1 988 a 1 990, por factores
de demanda y de costos; y en Jos dos últimos años, pierden peso las consideraciones monetarias
adquiriendo mayor importancia los factores de costos.
Detrás de la estabilidad de precios se encuentran los equilibrios sectoriales fiscal y ex­
terno y el alineamiento de precios relativos compatibles con una posición productiva viable del
Perú en la economía mundial.
Factores tecnológicos y estructurales como el terrorismo, la pobreza, Ja indigencia, la
salud, la educación, afectan también Ja oferta y Ja demanda agregadas y podrían hacer este país
permanentemente inflacionario.
La Banca, octubre de 1 993.

3 ; La h i peri n flación en el Perú en el período


-� 1 988- 1 990
Los estudios de l a hiperinflación en el mundo, en países tales como Alemania, Polonia, Austria,
Hungría y Bolivia, muestran que durante dichos procesos se observó una fuerte correlación (R)
entre inflación y devaluación y una fuerte dispersión de la tasa inflacionaria (medida por el coefi­
ciente de variación). Es decir, los precios estaban fuertemente indexados a la moneda extranjera
(R elevado) y no había señales de ajustes rezagados en los precios (inercia) ni en la formación
de expectativas, ya que la variabilidad de los precios era muy elevada (a mayor coeficiente de
variación, mayor inestabilidad del ritmo inflacionario y menos inercia).
En el Perú, para el período 1 988- 1 990, a pesar de las altas tasas mensuales de inflación,
la Tabla 4.5 muestra que existe: una baja correlación entre inflación y devaluación, indicándonos
un limitado grado de dolarización; y un baj o coeficiente de variación de la inflación, es decir Ja
predominancia de fuerzas inerciales. Esto significa en realidad que la inflación peruana no está
todavía en un nivel explosivo e hiperinflacionario a pesar que la inflación es de alrededor del
30% mensual mayor a la de Austria o Hungría (Ver Tabla 4.5).
Las implicancias de política económica de estos estimados son enormes. Solo cuando
hay una explosiva e inestable elevación de los precios (alto R y alto coeficiente de variación de
la inflación) se puede matar la inflación mediante una devaluación abrupta y el congelamiento
del tipo de cambio, lográndose una rápida estabilización. Si estos dos sucesos no ocurren, no
solo no se reduce la inflación sino que se genera un importante impacto recesivo.

58
11. GERENCIA MACROECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

ltJ:!JjlW Experiencias de alta inflación en el mundo


,
'· ·Inflación Devaluación
,

País Periodo Promedio Coef. Promedio R' (inf, dev)


Acumulado Acumulado
· mensual de variación mensual
. •. . 11m + 'Hi

A lemani a 1 22.02-23 . 1 2 1 87. 1 3.44E+ l 2 3.23 18.1 2.29E+ 1 2 96. 1

Polonia 22.03-24.01 43. 1 3 8 1 ,627 1.16 40.4 246.452 91.1

Hungría 22.03-24.02 25. 1 2 1 ,536 0.92 1 7.2 4.436 63.0

Austria 2 1 .02-22.09 30.4 1 9,99 0.97 25.7 1 1 .247 1 3.2

65.52

Bolivia 83.08-85.09 39.5 408,36 0.87 35.9 2 1 3.660 1 7. 7

63.42

Perú 88.01 -90.07 3 1 .6 499,643 0.58 27.8 200.987 1 5.2

2.02

1 . A la observación del tipo de cambio de octubre de 1 923 le falta un cero, el presente cuadro lo incorpora.
2. R (inflación, devaluación [-!])

FUENTE: Sargent y Nota Semanal del BCRP, 1 982. Elaboración propia.


Elaboración propia.

Por eso que el programa de estabilización de 1 990 debe más bien concentrarse en quebrar las
fuerzas inerciales imperantes en la formación de precios y permitir un tránsito a un nivel de
inflación más bajo. En realidad hay dos alternativas: se propulsa un estado hiperinflacionario a
través de la dolarización de los salarios, contratos y otros precios básicos y, luego de verificado
los coeficientes, se aplica el shock devaluatorio y congelamiento del tipo de cambio; o bien, se
combate la inflación actual desconociendo los mecanismos de indexación de sueldos, tarifas
alquileres, entre otros, a la vez que se efectúa una severa política monetaria y fiscal para reducir
las expectativas y volver a los equilibrios macroeconómicos básicos. En las condiciones actua­
les, el programa del shock y congelamiento del tipo de cambio no funciona.
Extractos de Santiago Roca y Luis Simabuko. Dinámica inflacionaria:
Perú 1 986-1 990.
Manuscrito Inédito. ESAN, 1 990. Versión reducida en
"Se puede hablar de hiperinflación en el Perú en 1 988- 1 990, una comparación
con otras experiencias". Economía, junio de 1 993.

Pol íticas de oferta i nteg radas, d i ná m icas,


democráticas e i mag i nativas en 1 989
La situación económica del país es realmente compleja. Se vive un periodo de recesión con hipe­
rinflación que retroalimenta y repercute tanto en el sector fiscal como el sector externo.
Esta situación de hiperinflación se origina, en parte, por un problema de escasez de divi­
sas y expectativas surgidas del crecimiento violento de la demanda agregada y de una estructura

59
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

productiva del país inadecuada, hacia dentro y hacia fuera. Si bien actualmente el sector externo
viene acumulando reservas, debido fundamentalmente a la recesión, el sector fiscal no ha podido
recuperarse, existiendo una brecha fiscal significativa. Por otro lado, el mercado para los produc­
tos se ha reducido: la producción ha caído, el desempleo ha aumentado, los ingresos reales de las
personas han disminuido, es decir, estamos en una situación sumamente deplorable en términos
de producción y de demanda.
Ante esta situación, el Ministerio de Economía y Finanzas ha planteado la necesidad
de desacelerar el crecimiento de los precios y reactivar selectivamente la economía; esta tarea
sumamente dificil será materia de análisis posterior. Por el momento cabe solo señalar que des­
acelerar el crecimiento de los precios de la economía es complicado, aún cuando se resuelva el
problema del sector externo y fiscal. Estos dos elementos son importantes aunque no los únicos
para contener la inflación.

4. 1 La eta pa de transición al nuevo g obierno:


j u n io de 1 9 89 a j u l io de 1 990
Algunos han propuesto un manej o de la política económica tipo shock, por el cual súbita­
mente se ajusta el tipo de cambio y los precios controlados en términos reales a los niveles
existentes en julio-agosto de 1 985 y se implementa un manej o estricto de la oferta moneta­
ria y del crédito al sector público y privado, elevándose las tasas de interés a niveles reales
positivos. Esta es una propuesta en el manejo de la política económica en lo que falta para
la transferencia del poder.
La otra alternativa es la opuesta. No devaluar, pero lograr mantener reservas vía otros
incentivos a las exportaciones y, aprovechando la recesión, tampoco incrementar los precios
controlados ni las tasas de interés, es decir hacer todo lo contrario a la política anterior.
Estos dos tipos de manejo tienen sus riesgos económicos y políticos. En primer lugar, un
manejo tipo shock no permitiría una transición adecuada a la transferencia del poder en 1 990.
La magnitud del choque sería de tal significado que posiblemente el descontrol sería grande, la
hiperinflación mayor y habría riesgos evidentes de una descomposición social, lo que sumiría al
país en un enfrentamiento entre partes y prácticamente una guerra civil.
Algunos piensan que este enfrentamiento no se va a dar y, por lo tanto, con diez a
doce meses de política de shock el gobierno actual estaría entregando al nuevo una economía
saneada, en términos del crédito, déficit externo y déficit fiscal. Esa hipótesis la veo difícil
de sostener por las implicancias que he mencionado y por las experiencias que ha habido en
otros países.
Por otro lado, la alternativa de un manej o desacelerado del tipo de cambio, de las tasas
de interés y de los precios de los productos controlados también es totalmente contraprodu­
cente porque, simplemente, ¿por cuánto tiempo podrá el país soportar una desaceleración de
estos precios sin que estalle la balanza de pagos y la caj a del sector público? Existen estimados
que indican que si el gobierno no devalúa y adecua los precios controlados, de tres a cinco
meses se crearía una situación incontenible y esto originaría un proceso especulativo en el tipo
de cambio, en los productos de alimentación básicos, colas para comprar y la inexistencia de
productos para vender, especulación y desabastecimiento generalizados.

60
Il. GERENCIA MACROECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

En mi opinión, ambos caminos no permitirían una transición hacia un nuevo gobierno


democrático. Por eso propongo que el manej o económico del país sea un manej o austero y
prudente de la economía, que descarte de plano los extremos y que busque la recomposición
de las cuentas económicas y sociales a través del tiempo en forma permanente y concertada,
desde este momento hasta inclusive después de la transferencia del poder en julio de 1 990.
No se debe permitir que el país espere un nuevo gobierno para reorientar las políticas eco­
nómicas en 1 990.
Creo que es hora de concertar con los diversos partidos políticos, gremios empresariales
y confederaciones de trabajadores para ponernos de acuerdo en una política que permanezca
durante todo el periodo de transición y posteriormente pueda ser remozada en sus principales
rasgos por cualquiera de los partidos políticos que gane las elecciones de 1 990.
Para mí, el manej o en términos teóricos y académicos implicaría ponerse de
acuerdo en:
Más que reactivar selectivamente la producción, utilizar los escasos dólares provenientes de
la recesión para iniciar un programa de reestructuración productiva.
Lograr un manejo ni expansivo ni recesivo en las reservas. Es decir, no utilizar todas las re­
servas que se vienen acumulando, pero tampoco dejar de utilizarlas o utilizarlas para fines no
productivos, como por ejemplo, el pago de la deuda externa o simplemente acumularlas per­
se. Creo que una acumulación de reservas perse es contraria para el país en estos momentos.
Mejor utilizarlas pero sin generar demasiada expansión; utilizarlas para la reestructuración
industrial más que la reactivación selectiva, como se viene proponiendo.
Creo que no hay que permitir la acumulación de mayores desequilibrios en el proceso, por­
que ella tendería hacia la segunda opción que he señalado anteriormente. Por otro lado, no
se puede corregir los desequilibrios y los precios relativos ciegamente y de golpe, sino que
hay que hacerlo permanentemente dentro de una concepción coherente del tipo de estructura
productiva que como país desearíamos construir a mediano y largo plazo.
Es necesario iniciar una reforma tributaria y un programa de austeridad y de eficiencia en el
sector público que modernice al Estado y fortalezca a las empresas, cuya implementación
se inicie durante todo el periodo de transición y prosiga con el nuevo gobierno.
Se necesita llevar a cabo una política monetaria y financiera que revitalice los valores
y los activos financieros nacionales versus los activos financieros externos, como pue­
de ser la moneda extranj era. Para ello es necesario usar los instrumentos monetarios y
la capacidad de persuasión de la autoridad monetaria en el sistema bancario y finan­
ciero, asegurando la rentabil idad relativa de los activos financieros internos contra los
externos.
Todas estas ideas básicas del programa tienen que llevarse a cabo con el consenso implícito o
explícito de la oposición y en el entendimiento de que es necesaria una política activa en el lado
productivo que sirva para reorientar la producción más competitivamente hacia fuera y más efi­
cientemente hacia adentro, en una estrategia bipolar del desarrollo futuro del país.
A pesar de todo ello, este año no se va a poder contener la hiperinftación. Hay que
estar dispuesto a pagar el costo de la alta inflación, no dejando que ella se desborde. Tanto el
programa de shock como el programa de desaceleración total de precios originarán, uno en
el corto plazo y el otro un poco después, desbordes en la hiperinftación.

61
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

4 . 2 Cómo debe conduci rse el nuevo g obierno


Primero, el nuevo gobierno no debe caer en la práctica del péndulo que ha caracterizado la histo­
ria económica del país en los últimos treinta años. Esto quiere decir ser pragmático y coherente
y no extremista. Tanto los gobiernos de derecha como los de centro que han gobernado el Perú,
nos han movido pendularmente en el tiempo. Se iba de una política proteccionista a una de li­
beralización total, de una política expansiva de demanda a una contractiva de demanda, de una
política de economía cerrada a una de economía abierta; y siempre se ha estado en la práctica del
péndulo que ha significado la destrucción del stock de capital, las fábricas, y la fuga de mano de
obra calificada y escaso capital financiero. La primera recomendación es no caer en la teoría y
práctica del péndulo de la política económica.
En segundo lugar, creo de vital importancia para el nuevo gobierno dejar de poner énfasis
en las políticas de demanda agregada y centralizar su accionar en el diseño de una estrategia
basada en políticas de oferta productiva. El Perú no ha tenido jamás una política económica que
enfatice el lado de la oferta. Todos los gobiernos de los últimos años han enfatizado políticas
de demanda agregada. Cuando el país ha querido crecer, en la década del 70 o a mediados de
la década del 80, siempre se han seguido políticas expansivas de demanda. Estas políticas se
han agotado ante la mayor necesidad de divisas y ante el pleno uso de la capacidad instalada
productiva del país. Como solución nunca quedó otro camino que la recesión de la demanda, es
decir el recorte del consumo, la inversión y el gasto del gobierno, con las graves consecuencias
que ello acarrea.
Estas políticas de demanda expansiva y recesiva -expansiva para crecer y recesiva para
ajustar la economía- no han hecho sino tener un grave efecto sobre el stock de capital y la pro­
ducción de la economía en el lado de la oferta.
El nuevo gobierno debe plantear una economía de oferta, una estrategia de crecimiento de
oferta que logre transformar nuestro aparato productivo de forma tal que estemos en capacidad de
sobrevivir productivamente. Tener fortaleza productiva, con una adecuada política de inversión,
con mecanismos promotores de la innovación tecnológica y mediante la capacitación en el merca­
do de trabajo, aprendizaje técnico de mandos medios y recursos humanos.
Ni los recursos naturales, humanos y de capital que el país posee han sido objeto de polí­
ticas definidas que propulsen el incremento de la productividad. Cualquiera que sea el gobierno
que llegue al poder -de izquierda o derecha- debe abocarse a la economía de oferta.
Tercero, es necesario mantener el control nacional de las políticas públicas del país.
No caer otra vez en la liberalización a raja tabla y en la utilización de las políticas públicas
en favor de intereses aj enos a los intereses nacionales. En un mundo interdependiente, donde
los intereses de Estados Unidos confrontan los intereses de Japón, de Alemania, entre otros
países, cada nación instrumenta políticas económicas que defienden los intereses naciona­
les. No le interesa a Estados Unidos si esa práctica transgrede el libre comercio o no, ya
que cuando sus intereses resultan afectados, reduce las cuotas de los productos de impor­
tación, pone cuotas a los productos textiles, limita las importaciones de carros j aponeses o
subsidia a sus agricultores. Eso es una política de apoyo a los intereses nacionales de los
Estados Unidos.
El nuevo gobierno que llegue al poder en 1 990 debe seguir políticas que defiendan los
intereses nacionales, que no estén basadas en ideologías de libre mercado versus Estado, sino
políticas que logren la defensa e incrementen la competencia de los intereses nacionales frente a
62
ll. GERENCIA MACROECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERJOR E INVERSIÓN

los intereses extranjeros. Ello significa reforzar la capacidad de negociar y poder acordar reglas
claras que logren el incremento del comercio, la inversión y los flujos financieros en concordan­
cia con la mejora de los intereses nacionales.
Una cuarta sugerencia estaría dirigida a lograr una reforma democrática del Estado.
Que se continúe con la regionalización y la descentralización del aparato político adminis­
trativo, que se inicie la democratización funcional del Estado y se mejore sustantivamente su
gestión y la calidad de sus organismos vinculados. Preparar los cuadros técnicos nacionales y
regionales que incrementen la capacidad negociadora del estado, de los trabaj adores y de los
empresarios.
La quinta y última recomendación sería mantener un consenso mínimo entre las diversas
fuerzas políticas, económicas y sociales, no solo partidarias, sino también gremiales, empresa­
riales, culturales y laborales, en los elementos básicos de estas recomendaciones, o sea, una eco­
nomía de oferta que implique una reestructuración productiva, una democratización del Estado y
una mantención de las políticas públicas a favor de los intereses nacionales.
Sin este consenso de puntos mínimos básicos, al cual habría que añadir algunas po­
líticas sectoriales específicas, sería mucho más difícil lograr que este país, tan heterogéneo
y desarticulado económica y socialmente, pueda tener viabilidad y competir en la economía
mundial.

4 . 3 Y con respecto a l Fondo Moneta rio Internacional


E n cuanto al FMI, está demostrado que esta institución n o ha incrementado significativamente
sus flujos de fondos a los países con deuda externa elevada, a pesar de los esfuerzos por la situa­
ción económica internacional. Es iluso pensar, como algunos creen, que el estar afiliados al FMI
significa que van a llover dólares. Lo que hay que buscar es reducir el costo del ajuste que se debe
efectuar. Hay que tomar una actitud negociadora y pragmática.
Se debe tener claro qué es lo que se puede conseguir con la comunidad económica in­
ternacional y sobre esta base negociar. Sin duda, no convendría gastar todas las reservas que
se tiene para pagar la deuda, porque eso simplemente genera un mayor egreso, pero no logra
el aumento del ingreso interno y la producción, al menos en el corto plazo. Entonces hay que
precisar qué parte se puede pagar y qué parte no. Buscar una estrategia para condonar parte
de la deuda y reorientar esos recursos hacia el desarrollo interno.
Los japoneses han sido exitosos porque simplemente han sabido darle vuelta a los pro­
blemas creando nuevos mecanismos que los otros después han tardado en descubrir. Cuando
los norteamericanos les limitaban sus exportaciones a través de cuotas, buscaban penetrar los
Estados Unidos a través de inversiones directas, evitando así la restricción. Si tenían superávit
por el lado de la balanza comercial, concedían la posibilidad de tener déficit por el lado de los
flujos de capitales, y así sucesivamente, siempre encontraban una manera de darle la vuelta al
problema original. Los otros temas ni los tocan. Los peruanos -estoy seguro- podemos utili­
zar más provechosamente estos hábitos y la imaginación que nos caracteriza en beneficio del
desarrollo económico del país.
Moneda, septiembre de 1 989.

63
CAPÍTULO 5

Creación de valor,
tecnología y producción

1 ; La ba la nza comercial de conoc i m ientos


Todos somos testigos de que el Perú ha sido calificado por organismos internacionales y
jefes de Estado como una de las economías más sólidas del continente. La solidez, dicen,
proviene del crecimiento del producto, el elevado nivel de inversión extranj era y los saldos
favorables en la balanza comercial. Indiscutiblemente, si se compara con décadas anteriores,
los números del PBI, inversión y exportaciones están mej or que antes.
Si se observa, sin embargo, cuáles son los bienes y servicios que están logrando estos
resultados, uno encuentra que el país se está especializando en productos de poco valor relativo.
Entre 1 990 y 2008, las exportaciones primarias y de productos basados en recursos naturales han
aumentado su participación del 82,4% al 88,6%, mientras los basados en mediana y alta tecnolo­
gía han disminuido su participación del 3% al 2,6%, y los de baja tecnología del 1 4,6% al 8,5%.
Tomando en cuenta índices internacionales, los productos de mediana y alta tecnología tienen 6
y 2 1 veces más contenido de investigación y desarrollo que los productos de baja tecnología y
estos 1 ,5 veces más que los productos primarios. Esto quiere decir que el Perú produce y exporta
cada vez menos conocimiento y tecnología incorporada.
¿Qué consecuencias tiene que el Perú produzca bienes y servicios de poco conocimiento
incorporado? La primera es que a pesar de que la balanza comercial sea superavitaria, la balanza
que mide el intercambio de conocimientos se hace más deficitaria (US$2.000 millones el 2008).
En segundo lugar, conforme mejoran los niveles de vida y aumentan las importaciones, se ten­
drán que explotar más intensamente los recursos primarios. Tercero, los productores de bienes
de alta tecnología requerirán más unidades de bienes primarios por unidad de alta tecnología,
ensanchando las diferencias de horas de trabajo e ingreso entre los productores de ambos tipos
de bienes. Cuarto, como parte de los recursos primarios se depredan y otros son no renovables,
se afecta el nivel de vida de las generaciones futuras. Por último, se desperdicia la oportunidad
de añadir valor a los recursos primarios, sin que aumente la productividad y se acelere el creci­
miento.

65
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

En vez de seguir expandiendo la inversión y exportación en actividades primarias se debe


instaurar una política de crear valor e incorporar tecnología. Para comparar, tomemos el caso de
solo dos países abundantes en recursos naturales: Nueva Zelanda y Colombia. En 1 979, el 86%
de las exportaciones de Nueva Zelanda se basaban en productos primarios y recursos naturales,
ahora solo el 75%. En Colombia, las exportaciones primarias y basadas en recursos naturales han
disminuido del 8 1 ,7% en 1 987 al 65,6% en el 2007. Ambos países partieron de niveles similares
a los del Perú (82,4% hace veinte años) pero el día de hoy tienen 1 3 ,6 y 23 puntos menos, res­
pectivamente (el Perú subió a 88,6%). Nueva Zelanda y Colombia intercambian más tecnología
y tienen niveles de vida mejores que el Perú.
El Perú no tiene entonces un crecimiento sólido. Para que sea sólido se requiere: primero,
crear mayor valor, sin tener que explotar hasta el límite los recursos primarios; segundo, incor­
porar tecnología y conocimientos, acumulando y aprendiendo para seguir innovando; tercero,
crear más vínculos y conexiones con lo local; y cuarto, diversificar a bienes de mayor calidad en
empresas medianas y pequeñas, para atender mercados premium y especializados, utilizando las
nuevas tecnologías de información, entre otros. Solo así se elevará la productividad en su con­
junto y se equilibrará la balanza de conocimientos, condición necesaria para participar en forma
más sólida y equitativa en la economía mundial.
La República, 13 de julio de 2 0 1 O.

0 La i n novación en la U n ión E u ropea


El comisionado de la Unión Europea, el más alto cuerpo colegiado que dirige los destinos de Eu­
ropa, anunció la semana pasada la asignación de siete billones de euros en el 20 1 2 solo en fondos
concursables para impulsar la innovación, ciencia y tecnología en los Estados de la Unión. Estos
fondos son solo una pequeña parte del compromiso estratégico de poner la I&D en lo más alto de la
agenda política para el crecimiento y el empleo, comprometiéndose a invertir una meta de 350 bi­
llones de euros anuales (3% del PBI europeo) en su plan estratégico hacia el 2020, por una "Unión
Europea Innovadora sostenible, inteligente e inclusiva", aprobado en octubre del 20 1 0.
La innovación significa "cambios que aceleren y mejoren la manera como se conciben,
añade valor, desarrollan, producen y se accede a nuevos productos, procesos industriales y ser­
vicios; cambios que crean empleos, mejoran la vida y construyen mejores sociedades". Según
ellos, es la única manera en la que Europa puede mantener el crecimiento sostenible y crear
trabajos buenos y bien pagados que soporten las presiones de la globalización sin que disminu­
yan los niveles de vida. La Europa Innovadora es uno de las siete iniciativas de bandera de la
estrategia de Europa al 2020. Entre los objetivos al 2020 se piensa: atraer un millón de nuevos
investigadores; fomentar las "asociaciones europeas innovadoras", por lo cual se atraerá a los
actores relevantes para coordinar la inversión, simplificar las regulaciones y estándares en I&D,
movilizar demanda a través del gasto público y lograr un marco integral coherente y positivo; y
revitalizar los esfuerzos para construir un área de investigación en Europa.
La primera Asociación Europea Innovadora, por ejemplo, se dedicará en forma piloto al
área de la "vejez activa y saludable". Europa se ha trazado ser el líder mundial en la producción de
bienes y servicios para la vejez y el alargamiento de la vida y sostener parte de su crecimiento y
competitividad atendiendo este segmento de mercado con inmenso potencial futuro en el mundo.
66
ll. GERENCIA MACRO ECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

El Perú apenas invierte O, 1 5% de su PBI en ciencia, tecnología e innovación y no tiene


planes, objetivos ni metas específicas para el 202 1 . ¿Qué prioridades se tienen acerca de los
sectores y actividades con mayor potencial futuro? ¿Cómo nos organizamos para hacer que el
sector privado, principalmente medianas y pequeñas empresas nacionales, innoven, añadan valor
y den sostenibilidad al crecimiento, creando mejores puestos de trabajo y mayor productividad?
350 billones de euros en I&D al año en la UE equivalen a invertir aproximadamente 3,5
veces el PBI del Perú. Los siete billones que acaban de lanzar los europeos solo para concursos
en el 20 1 2 equivalen a aproximadamente 7, 1 5% del PBI del Perú. Guardando las diferencias, es
grato el anuncio del Primer Ministro en su discurso el viernes pasado en el Encuentro Científico
Internacional 20 1 1 , de que el presente gobierno priorizará la innovación, calidad y competitivi­
dad como instrumentos transformadores de la actividad productiva nacional.
La República, 9 de agosto de 201 1 .

3 Genera r mayor va lor agregado


En e l poco tiempo de gestión del actual gobierno sobresalen nítidamente las acciones anunciadas
en el tema de inclusión social, pero no se ha apreciado hasta el momento contundencia en la
apuesta por la generación de riqueza y el impulso a la creación de valor en las actividades eco­
nómicas, el otro pilar de la Hoja de Ruta y del programa del actual gobierno.
Para que el Perú progrese y sea una nación con ingresos por trabajo decentes debe lograr
que una mayor proporción del valor agregado proceda no tanto de la extracción o utilización simple
de los recursos naturales y humanos, sino de la transformación de estos en actividades con mayor
valor. La "industrialidad" genera aprendizaje, nuevas destrezas y capacidades, aumenta la comple­
j idad y variedad, crea profesiones más calificadas y un empleo e ingreso de mayor paga y calidad.
Si bien el tema ha sido parte del discurso y de algunas de las políticas anunciadas por
el Primer Ministro, ellas han sido aisladas y no han tenido la c laridad, énfasis e integralidad
necesarios para que sean consideradas como pilares del programa de gobierno. Un discurso que
pasó inadvertido, por ejemplo, fue el que pronunciara el Primer Ministro en un evento científico1
en donde expresó la urgencia y la necesidad de impulsar políticas que incorporen mayor cono­
cimiento y valor agregado en las actividades económicas. En su presentación al Congreso, se
volvió a tocar el tema, pero el énfasis se dio en el lado organizacional: la necesidad de fusionar
las distintas unidades del Estado en una agencia para promover la competitividad y la creación
del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Dar mayor protagonismo al objetivo de generar más riqueza y valor agregado en la eco­
nomía nacional implica, por ejemplo, dar señales claras de que el gravamen a las sobreganancias
mineras sería mayor para aquellas empresas que exportan productos poco elaborados, o que
no se devolverá el IGV a las compras ni habrá drawback a todas las exportaciones de materias
primas.
Se podría también canjear impuestos por proyectos de innovación y premiar las activida­
.,.,
des que conectan, se aprovisionan o transfieren tecnologías a la economía local. La formación o

'B
'ª'
u
Ver www.youtube.com/watch?v=pd9pdJGAwqQ

67
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

de complejos metal mecánicos, conglomerados especializados en agroindustria, construcción,


petroquímica, turismo, debieran tener incentivos especiales y temporales, premiándose a la in­
versión que añada más valor.
Inexplicablemente, la política acerca del gas favorece las exportaciones y las rentas ex­
traordinarias de los consorcios gasíferos, en vez de ser un factor que eleve la competitividad y
genere industrias con mayor valor agregado nacional.
El aumento de la productividad, la calidad y la competitividad, no solamente a
nivel de la empresa sino de la economía en general, son parte de la política integral de
crecimiento sostenido con inclusión por la que se debe apostar. Por ello, todas las políticas
económicas, incentivos y leyes debieran ser evaluados previamente por su posible impacto
y contribución en la generación de mayor valor agregado nacional.
La República, 6 de septiembre de 2 0 1 1 .

,--- . . \
\ � Pol ítica i nd ustria l , a prend izaje
e i nsum isión de tecnolog ía
·�

La historia económica de los países que basaron su desarrollo en la abundancia de sus recur­
sos naturales (como Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda, Finlandia, Australia, entre otros)
demuestra la necesidad de articular una estrategia nacional de desarrollo que modifique gra­
dualmente la especialización productiva y aumente el contenido o coeficiente de conocimientos
incorporados en las actividades productivas.
Estos países aprovecharon las ventajas que les permitió su dotación de recursos pero fue­
ron conscientes que estas eran pasajeras, por lo que no se circunscribieron a explotar únicamente
estos recursos hasta agotarlos. Todo lo contrario, aprovecharon los beneficios temporales de
estas ventaj as y construyeron, progresivamente, un nuevo portafolio de actividades con nuevas
ventaj as comparativas y competitivas, basado ya no en su dotación de recursos sino en las ven­
tajas derivadas del conocimiento.
Obviamente, estas estrategias conllevan riesgos y probables equivocaciones, por eso es
que se enmiendan rumbos y existen períodos en que se progresa más y en otros menos. Además,
el mundo es dinámico y cambiante, por lo cual lo que funciona en un período puede no funcionar
en otro, ya que aparecen nuevos actores que entran a competir o a ofrecer nuevos productos y de­
sean también prosperar. Esta es la ciencia y el arte de la competencia y del desarrollo económico.
Pero, ¿cómo hacen los países para ir cambiando su estructura productiva y aumentar los
coeficientes de conocimiento en sus actividades económicas?
Inglaterra, Francia y Alemania, cada una en su momento antes del siglo XIX, y Esta­
dos Unidos en los siglos XIX y XX, utilizaron muy activamente la política industrial. Japón y
Corea desde mediados del siglo XX se apoyaron en una amplia gama de políticas que ofrecían
protección dinámica a la industria infante, subsidiaban a las exportaciones, conducían planes
quinquenales, instalaban capacidades y desarrollaban habilidades, coordinaban la inversión e in­
clusive regulaban la libre entrada y salida del mercado, impulsando el desarrollo de la ciencia, la
tecnología y la innovación. Muchos de los países en vías de desarrollo, entre ellos el Perú, no han

68
IJ. GERENCIA MACRO ECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

sido capaces de aplicar coherentemente una política industrial en forma sostenida, ni de copiar,
ni de aprender, ni en función a ellas construir y desarrollar innovaciones y nuevas tecnologías.
La literatura sobre ciencia y tecnología es amplia en reconocer que las fallas de mercado
son al inicio uno de los primeros obstáculos para el desarrollo tecnológico. Las fallas de informa­
ción y coordinación están entre las primeras que aparecen en el mercado. El mercado por sí solo
no aglutina y procesa la información ni la distribuye entre los interesados, esto aunado a que no
existe ningún instrumento que permita coordinar las potenciales necesidades con las probables
capacidades para que estas se pongan a disposición del desarrollo de las tecnologías.
Por otra parte, los procesos de innovación, e inclusive de transferencia tecnológica, son
la mayor parte de las veces procesos que requieren de la intervención de diversos especialistas
que, por aproximaciones sucesivas y de ensayo y error, van palmo a palmo encontrando nuevas
maneras de articular y hacer las cosas. Esto requiere de un alto grado de cooperación y familia­
ridad con el trabajo en equipo y un cierto grado de organización que permitan la formación de
grupos y unidades de emprendimiento tecnológico. Mientras el Perú no resuelva estas fallas de
información, coordinación, cooperación y organización no podrá absorber ni procurar procesos
generalizados de innovación, insumisión, transferencia y desarrollo de tecnologías.
Pero ello no basta, la mayoría de los países desarrollados ha creado un conjunto de arreglos
institucionales que tienen en sus arterias a la innovación y creación de valor como ejes de su espe­
cialización productiva. Desde el mismo sistema educativo, las instituciones de investigación tec­
nológica públicas, el sistema de financiamiento de los emprendimientos tecnológicos, los medios
de difusión y propagación de las tecnologías, los sistemas de transferencia, absorción, aprendizaje
y comunicación e insumisión de tecnologías del exterior, y la infraestructura, normalización e ins­
trumentación tecnológica.
El Estado juega un rol medular invirtiendo fuertemente en investigación y desarrollo, y
mejorando la institucionalidad inventiva, así como ofreciendo incentivos monetarios, premios,
recompensas y exoneraciones tributarias a las empresas e individuos que sirven para hacer pren­
der la actividad innovadora.
El sistema de patentes, creado por el Estado para proteger y posibilitar a los inventores
(empresas o individuos) a vivir mejor a través de la extracción de rentas extraordinarias a los
consumidores, es un complemento y no un sustituto de todo lo anterior. Las patentes no resuel­
ven las fallas del mercado y los problemas institucionales del mercado tecnológico, las cuales
deben ser enfrentadas por decisiones estratégicas de todos los actores; pero sí refuerzan y bene­
fician a las empresas cuyos países ya han resuelto estos problemas.
La habilidad ingenieril y tecnológica es diferente a la capacidad gerencial para lograr que
las innovaciones puedan ponerse en práctica y ser exitosas comercialmente. Esto origina también
que el sistema institucional de ciencia y tecnología busque engarzarse en el sistema productivo y
empresarial y existan los suficientes medios y capacidades para valorizar y gestionar las nuevas
tecnologías en los nuevos negocios. El sistema institucional debe también proveer por ello.
En resumen, la transformación de las capacidades y estructura productiva y los coeficientes
de conocimiento en las actividades económicas pasa por instaurar sistemas económicos, sociales e
institucionales en donde todas las políticas públicas se evalúen y se revisen en relación a su poten­
<n
cial de contribución a la generación, insumisión y difusión de conocimientos tecnológicos. o

"B
Extraído de Santiago Roca. "Especialización tecnológica en el comercio exterior ·o.
"'
del Perú: un análisis comparado con Corea, China, Colombia y México". u
Documento de Trabajo. ESAN, 20 1 0.
69
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

5 Propagación y d i fusión de va lor a n ivel


del sistema económ ico
La teoría referente al desarrollo de los sistemas productivos sostiene que estos tendrán mayor im­
pacto si son capaces de articular y generar sinergias y externalidades que propulsen el progreso
del sistema en su conjunto. En otras palabras, no se trata de aumentar solo la productividad de las
unidades microeconómicas, individualmente, a través de innovaciones de procesos, productos y
formas de gestión y organización; sino de articular vínculos y fuerzas propagadoras que difundan
los nuevos conocimientos y eleven la productividad de todo el sistema.
Un ejemplo a resaltar en esta dirección es la de los chefs y empresarios gastronómicos
peruanos en M istura, en la medida que brindan un importante derrotero y acciones prácticas de
esta visión de desarrollo basado en sistemas productivos. Las características particulares de alta
segmentación del negocio gastronómico hacen que sus ventajas competitivas no se obtengan de
la concentración de la oferta, los rendimientos a escala o en la protección individual de la pro­
piedad intelectual, sino más bien de la creación y difusión de valor y conocimientos que enseñen
a la mayor cantidad de productores a elevar la calidad de sus servicios y a los consumidores a
comer mejor.
No se trata en . este caso de proteger, sino de difundir, articular subsistemas (subsis­
tema de la papa, hortalizas, entre otros) y propagar la información de las mejores técnicas y
prácticas entre miles de pequeños negocios (agricultores, comerciantes, transportistas, restauran­
tes, por mencionar algunos). En este tipo de sector, la creación de valor y el progreso ocurren a
través de procesos de difusión y propagación del conocimiento
Ello creará valor y hará que todo el sector aumente sus coeficientes de conocimientos
y prospere. Igual puede ocurrir en una multiplicidad de industrias que enfrentan mercados es­
pecializados, superfragmentados o de nichos específicos, muchos de los cuales ocurren en las
cadenas de valor global que existen en el mundo y que podrían aumentar significativamente los
coeficientes de conocimiento incorporado de nuestras exportaciones.
Por supuesto, no todos los sectores son iguales y cada uno de ellos tendrá que descubrir
sus propias articulaciones y constelaciones sistémicas. Las fuerzas de propagación que existen
en la economía crecen cuando el sistema económico está bien organizado, interconectado y
comunicado, y su velocidad e intensidad multiplican sus efectos e impactos. Ello depende en
realidad de cómo está organizado el sistema económico y de la necesidad de transformaciones
estructurales para que las fuerzas propagadoras funcionen mejor. Es aquí donde el efecto sinér­
gico debe tomar su mayor dimensión.
Extraído de Santiago Roca. "Especialización tecnológica en el comercio exterior
del Perú: un análisis comparado con Corea, China, Colombia y México".
Documento de Trabajo. ESAN, 2 0 1 0 .

70
11. GERENCIA MACROECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

6 Las i nstituciones públicas de ciencia


y tecnolog ía
¿Cómo se encuentra, administrativa e institucionalmente, el sistema de ciencia y tecnología en
el Perú?
La administración de la política científica y tecnológica pública está en manos de cientí­
ficos peruanos que están dedicados a la investigación básica pero que tienen poco conocimiento
de las interacciones requeridas para transferir los resultados de esta al sector productivo.
A nivel institucional, los institutos tecnológicos y de investigación públicos creados du­
rante la década de los años setenta y ochenta (once institutos públicos, entre ellos : IMARPE,
INIA, INGEMET, INEN e INICTEL) con el objetivo de proveer soporte a las ramas industriales,
el día de hoy se han vuelto instituciones burocratizadas y vegetativas, salvo una que otra excep­
ción. La liberalización de la economía, la privatización de las empresas públicas y la desapari­
ción de los planes de desarrollo industrial, les quitaron piso e hicieron perder el paso acerca de
su función.
No existe tampoco una carrera del funcionario investigador público que premie el mérito
e incentive a los investigadores o retenga a los mejores.
Los Centros de Innovación Tecnológica (CITEs) creados con el objetivo de incrementar
la competitividad y la productividad de las pequeñas y micro empresas han sido los que mejor
desempeño han tenido. Su cobertura, sin embargo, es reducida, pero ha servido para difundir
alguna información tecnológica, entrenar y potenciar recursos humanos, introducir estándares


de calidad e incrementar la productividad de algunas empresas. ;z:
A nivel de la arquitectura institucional nacional, el Sistema Nacional de Ciencia y Tec­ u
nología e Innovación, SINACYT, y el Consej o Nacional de Ciencia y Tecnología, CONCYTEC
u
:J
(autoridad rectora), han resultados ser meras ilusiones de papel con muy pocos recursos, capa­
o
o
cidades y articulación. Sus opiniones no tienen influencia a nivel del Consejo de Ministros ni en �
o..
>-
.::5
las esferas donde se señalan las prioridades en el desarrollo del país. El Fondo para el Desarrollo
de la Ciencia y la Tecnología, FONDECYT, brazo del CONCYTEC, no tiene recursos y en la o
o
práctica ha sido sustituido por otro organismo paralelo, el FINCYT, también creado por el Estado .....:¡
y que maneja los recursos del Banco Interamericano de Desarrollo y del FIDECOM (Fondo para
o
;z:
u
el Desarrollo de la Competitividad). El FINCYT ha llevado a cabo una serie de proyectos bus­ �
¡.....
cando acerca la ciencia y la tecnología a las empresas y a estas con el sistema de investigación �"
y desarrollo universitario. o
.....:¡
Se requiere una nueva visión y articulación del rol y actuación de las instituciones pú­ �
blicas de investigación, del fortalecimiento de la carrera del funcionario investigador y de la �
o
vinculación de las instituciones públicas con las empresas privadas y con el sistema científico y :z:
ü
universitario en general. ·O

Extractos de "Ciencia y Tecnología" en Plan de Gobierno de Gana Perú, 2010.


u

71
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

7 E l m i lagro económ ico perua n o : crecer si n


i nverti r en ciencia, tecnolog ía e i n novación
E l Perú ocupa uno de los últimos lugares e n gasto en investigación y desarrollo (l+D) a nivel de
América Latina. Mientras que Brasil y Chile (nuestros referentes de la región) invierten cerca del
1 % y O, 7% de sus respectivos productos, respectivamente, el país solamente gasta el 0,08% del
PBI; es decir, en términos proporcionales a su nivel de producto, se invierte 9 veces menos que
Chile y 1 2 veces menos que Brasil y estos tienen PBls mucho más grandes que el nuestro, por
lo que en términos absolutos la diferencia es abismal. Dentro de esta paupérrima contribución,
el Estado peruano participa sólo aproximadamente con el 28% del gasto total, mientras que el
Estado brasileño y el chileno lo hacen con el 58% y 65% cada uno.
La falta de vínculos y relaciones entre los diversos agentes económicos es otra de las
características de nuestro sistema de ciencia, tecnología e innovación. Las grandes empresas
de capital extranjero y nacional importan la tecnología y trabajan con estándares técnicos altos,
mientras que las empresas pequeñas operan casi sin tecnología o con tecnología atrasada y con
baj os estándares de calidad. Existe una alta dependencia de la industria peruana en importa­
ciones de maquinaria y equipo y una muy reducida capacidad tecnológica propia. Los grandes
proyectos de inversión extranjera utilizan tecnología avanzada, sin embargo la relación con sus
proveedores es fundamentalmente comercial, de manera que no hay una transferencia significa­
tiva de conocimientos.
De acuerdo a una encuesta de CONCYTEC del 200 1 , a cerca de nueve mil empresas, tan­
to nacionales como extranjeras, solo el 9% de las entrevistadas invirtieron en tecnología propia­
mente dicha (no como parte de una adquisición de capital), donde casi el 1 00% de las adquisicio­
nes fueron hechas en el exterior: el 61 % por servicios tecnológicos, el 20% a través de licencias
tecnológicas, el 1 0% trajo marcas extranjeras y el 5% importó servicios de control de calidad.
Las oportunidades de colaboración entre las universidades, y entre estas y las empresas
son escasas. La relación entre investigadores de las universidades parte de contactos personales
que muy poco ocurren y no hay costumbre ni cultura empresarial para que las corporaciones
acudan a la universidad para desarrollar sus proyectos tecnológicos, si efectivamente los tuvie­
ran. Por otro lado, los programas de cooperación técnica internacional tienen limitaciones ya
que favorecen paquetes predeterminados, muchos de ellos cerrando el aprendizaje creativo e
incremental.
En general, los recursos para la investigación y el desarrollo son escasos y dispersos. La
disponibilidad de los recursos humanos con secundaria completa, e inclusive universidad, está
creciendo en el Perú, pero la calidad de la educación proporcionada no es la óptima. A menudo
se encuentra que los estudiantes de primaria y secundaria están ubicados en los últimos lugares a
nivel regional, tanto en matemáticas como en lenguaje, y ni qué decir de las universidades, don­
de hasta el día de hoy no funciona apropiadamente un buen sistema de acreditación. No existe
tampoco una política que evite la "fuga de cerebros" del país ni que promueva su entrenamiento
afuera y su regreso posterior al Perú. Ni tampoco un sistema abierto que permita el intercambio
permanente de conocimientos con otras instituciones de I&D en el exterior.
La infraestructura de laboratorios públicos y de centros de investigación tecnológicos
privados es prácticamente inexistente. No se conoce ningún centro de I&D de corporaciones
privadas. Tampoco existen laboratorios nacionales reconocidos internacionalmente para la certi-
72
IJ. GERENCIA MACROECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

ficación de calidad de los bienes, servicios y procesos, y de pesos y medidas. Las universidades
no disponen de Ja infraestructura mínima para realizar investigación y desarrollo tecnológico.
En cuanto a la infraestructura legal, las estadísticas muestran lo desarticulado e inope­
rante que resulta el sistema de patentes como instrumento para promover la inventiva local.
Las estadísticas sobre patentes indican que más del 95% de las patentes que se registran en
el INDECOPI pertenecen a extranjeros y menos del 5% a ciudadanos del Perú, lo que estaría
indicando lo poco articulado y distante de la infraestructura legal de propiedad intelectual con
la realidad nacional.
Una proporción significativa de los pocos esfuerzos que se dedican a la innovación y el
desarrollo tecnológico nunca se llega a poner en ejecución. Las diversas fallas del mercado como
la falta de información, los problemas de coordinación entre oferta y demanda, la ignorancia en
el emprendimiento y en la gestión tecnológica empresarial traban los procesos. Una parte sig­
nificativa de la innovación que se genera surge del lado de la oferta y muy poca del lado de la
demanda, lo que incide en su no utilización. Aun con patentes y modelos de utilidad registrados
legalmente, muchas innovaciones no resultan ser económicamente viables y otras no tienen pros­
pectivas por falta de visión y gestión empresarial.
Con este pobre panorama en el área de ciencia, tecnología e innovación lo verdaderamen­
te milagroso es que el llamado "milagro económico peruano" se produzca. En otras palabras, lo
asombroso de este no es tanto que el país haya crecido de manera sostenida, a tasas elevadas, por
casi diez años, sino que se haya crecido sin invertir en ciencia, tecnología e innovación.
Si creemos que la base del crecimiento es el conocimiento y la capacidad de innovación
del país y de sus ciudadanos, es momento de poner las "barbas en remoj o" y convertir lo sor­
prendente del milagro económico actual, en algo sostenible en el largo plazo.

Extractos de "Ciencia y Tecnología" en Plan de Gobierno de Gana Perú, 2010.

,,-

\ 8 . C reación de conoci m ientos e i nvestigación


\

y desa rrollo
E l país requiere de una verdadera transformación e impulso de sus sistemas de generación de
ciencia, tecnología e innovación. Esta transformación será uno de los ejes para que gradualmente
el país vaya incorporando más conocimientos propios -además de los que ha podido alquilar o
comprar- en los bienes, servicios y activos que produce para el mercado interno y aquellos que
transa con el exterior.
En el tema del desarrollo de la ciencia y la tecnología en el Perú se privilegiarán acciones
y políticas en las siguientes áreas:

Fondos y financiamiento
El aumento de los fondos asignados a la I&D a un monto del 0,7% del PBI, nivel similar al
que tiene actualmente Chile, en un período no mayor a tres años.
Parte de estos fondos deben utilizarse como contrapartida al gasto en l&D de las propias
medianas y pequeñas empresas nacionales, y otra parte para apalancar la entrada de capital
de riesgo adicional para financiar otras actividades de I&D.

73
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

El Estado debe concentrar al menos la mitad de los fondos públicos a la I&D en cuatro o
cinco sectores económicos previamente definidos por su potencial de generación de valor
para las empresas nacionales.
El gasto de l&D público debe favorecer la cooperación y vínculos entre los institutos tecnológi­
cos de investigación públicos, las universidades y el sector de pequeñas y medianas empresas.

Incentivos económicos y morales


El otorgamiento de incentivos tributarios para las empresas que desarrollen innovaciones o
realicen I&D de sus propios recursos.
En este marco, se espera que al menos dos grupos económicos nacionales establezcan sus
propios centros de desarrollo tecnológico.
Fomento generalizado de premios y concursos que reconozcan a los inventores y aquellos
que se dedican a invertir en investigación y desarrollo.

Capacidades tecnológicas
El fortalecimiento de las capacidades tecnológicas de las empresas, de manera que se encuen­
tren en mejores condiciones para absorber los conocimientos de las tecnologías procedentes
del exterior.

Infraestructura tecnológica
La mejora de la infraestructura tecnológica mínima que se requiere para acompañar el creci­
miento de la I&D en las áreas o sectores seleccionados. Esto incluye laboratorios, maquinaria
y equipo básico para desarrollo de investigaciones, instrumentos para la normalización y
metrología, entre otros.

Recursos humanos
La reforma del sistema educativo escolar, tecnológico y universitario. Ello debe levantar el
nivel del conocimiento en ciencias básicas en forma generalizada.
Privilegiar políticas para la formación y retención de los mejores talentos nacionales y para
intercambiar conocimientos con talentos extranjeros, además de recuperar los principales
cuadros peruanos que deseen regresar a dar su aporte al país.
Propiedad intelectual
La transformación y adecuación de las leyes de propiedad intelectual para hacerlas instru­
mentos que incentiven efectivamente la inventiva de los peruanos más que de los extranjeros.
Facilitar el acceso a los registros de propiedad intelectual a las micro y pequeñas empresas
Fallas de mercado
El Estado actuará activamente promoviendo la creación y el buen funcionamiento de los
mercados tecnológicos.
Para ello, se pondrá énfasis en políticas que refuercen las demandas tecnológicas de las em­
presas y de los consumidores, más que el nacimiento de tecnologías creadas solo del lado de
la oferta e ideas de los inventores y científicos. En ese sentido, el calce entre oferta y demanda
es una de las principales fallas del mercado actualmente existente.
Son las fallas de información, cooperación entre agentes y coordinación las que hay que
enfrentar. Para ello el Estado trabajara intensamente con los principales actores del sector
privado, las universidades y los institutos y centros de investigación en el fomento de diver­
sos programas y actividades.
74
II. GERENCIA MACROECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

En situaciones específicas será necesario el desarrollo de bienes públicos tecnológicos.


Dada la dificultad de articular el desarrollo y la gestión tecnológica con el emprendimiento
y el éxito empresarial, se fomentará las actividades de valorización y puesta en marcha de
los proyectos tecnológicos y sus planes de negocio para su introducción y sobrevivencia en
el mercado.
Parques tecnológicos
Fomentar el desarrollo de un par de pequeños parques de desarrollo tecnológico a nivel nacio­
nal, con características de zona franca y reglas especiales, que permita la entrada de empresas
íntegramente dedicadas al desarrollo tecnológico y la agregación de conocimientos a las mate­
rias primas y recursos naturales abundantes en el país.

Aspectos institucionales y organizacionales


Evaluar la necesidad de la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología o su integra­
ción al Ministerio de Cultura y Creatividad en el marco de la reforma de la organización del
Estado que se hará al comienzo del gobierno.
Promover desde el comienzo la descentralización de las actividades en ciencia y tecnología y
estructurar una especialización y división del trabajo entre el gobierno central y los gobiernos
regionales. Si bien los aspectos generales y normativos de la política se decidirán a nivel del
gobierno central y habrá una entidad rectora a nivel nacional, los gobiernos regionales serán
los encargados de llevar a cabo e implementar las políticas en sus áreas de jurisdicción con
total autonomía e incorporando las necesidades y particularidades de cada región. Cada una
desarrollará sus actividades tecnológicas en forma autónoma y competitiva en relación a su
dotación de recursos y capacidades, en el marco de la política tecnológica nacional . ;z:
·O
Transformar la estructura, número y alcance de los actuales institutos públicos de investiga­ u
u
ción tecnológica de acuerdo a las nuevas necesidades de la economía y tomando en conside­ ::i
o
ración los requerimientos espaciales y geográficos respectivos. o
ci::
Crear las condiciones organizacionales y económicas que permitan la creación de la ca­ o..

::;
rrera del funcionario investigador público y su respeto y apreciación por la ciudadanía en
.

general. Una especie de patricio dedicado al engrandecimiento de la patria, que ve recom­ CJ


o
pensado sus esfuerzos y crece de acuerdo al mérito y su desempeño. ....l
o
Tomado de "Ciencia y Tecnología" en Plan de Gobierno de Gana Perú, 20 1 O. ;z:
u
w
f--
ci
o
....l

9 Adq u isición, a bsorción y tra n sferencia �


w
o
de tecnolog ía ·Q
z
u
El Perú compra predominantemente casi toda la tecnología que usa del exterior. Solo unas cuan­ <l'.'.
w
tas empresas están activas en la búsqueda de las tecnologías de punta; la gran mayoría buscan ci::
u
tecnologías de niveles medios altos o moderados o costo-ahorradoras para sus actividades pro­
ductivas. Por otra parte, sea que la tecnología venga incorporada en los bienes de capital, proce­
sos, insumos o bienes de consumo, generalmente las empresas peruanas no despliegan ningún
esfuerzo para aprender y conocer acerca de la misma. La aproximación hacia la tecnología es
tan pasiva que un contingente importante de empresas ni siquiera se preocupa en adquirir los
75
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

conocimientos mínimos necesarios para mantener o mejorar la tecnología, sino que dependen
exclusivamente de los servicios del exterior. Esta situación debe gradualmente cambiar. Se plan­
tean las siguientes acciones:
Fomentar el levantamiento de información primaria acerca del estado de la ciencia y tecnolo­
gía en el Perú. Dos instrumentos básicos necesarios a elaborar son la tabla insumo producto
y las cuentas satélite en ciencia y tecnología.
Fomentar una cultura de adquisición o licenciamiento de las mej ores y más eficientes tecno­
logías del exterior.
Facilitar plataformas de información acerca de estudios, ferias, reuniones, demostraciones, e
intercambios de experiencia acerca del desarrollo tecnológico en el mundo, especialmente en
aquellas ramas de mayor potencial.
Construir capacidades tecnológicas nacionales para lograr absorber los conocimientos desa­
rrollados en el exterior.
Promover la activa transferencia de tecnología de las empresas multinacionales al país.
Ello se pueda hacer a través de diversos instrumentos, entre ellos la capacitación de ca­
pacitadores; redes de transferencia tecnológica local; programas de acceso a recursos o
concesiones a cambio de transferencia tecnológica; y facilitar la instalación de centros
de desarrollo tecnológico impulsados por empresas multinacionales, en aquellas ramas,
servicios o industrias de mayor potencial, entre otras .
La promoción de la inversión yjoint ventures entre empresas nacionales e multinacionales en
actividades con gran potencial de desarrollo relativo.
Colocar el aprendizaje tecnológico en el centro de la agenda de transferencia de tecnología
del exterior.
Tomado de "Ciencia y Tecnología" en Plan de Gobierno de Gana Perú, 20 1 0.

@ I n novación, d ifusión y com petitividad


L a otra actividad clave para mejorar los niveles de conocimientos incorporados en los bienes,
servicios, activos o factores producidos en la economía, está vinculada a la promoción de la in­
novación y la competitividad y los esfuerzos de difusión y upgrade permanente de la calidad en
los diferentes eslabonamientos de la cadena.
Los mayores conocimientos incorporados, innovaciones incrementales y difusión de los
mismos elevan el grado de competitividad, satisfacción y el nivel de bienestar, tanto de produc­
tores como de consumidores.
Por esta razón el tema de la innovación, competitividad y la difusión y expansión de los
conocimientos son claves para la economía nacional de mercado. Algunas de las líneas y activi­
dades estratégicas en este rubro son:
El relanzamiento, fortalecimiento y expansión de los Centros de Innovación Tecnoló­
gica, CITEs, como instrumentos de información, aprendizaj e, difusión y mejoramiento
incremental de las mej ores prácticas y tecnologías existentes en las principales ramas de
actividad a las que se dedican las micro y las pequeñas empresas en el Perú.
El fortalecimiento de un verdadero sistema nacional de calidad que promueva la utilización
de estándares y las mejores prácticas para elevar la calidad de las actividades económicas.
76
II. GERENCIA MACRO ECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

La promoción de star ups y spin ojfs que sirvan para difundir los conocimientos y generar
efectos sinérgicos imitadores de los procesos de innovación.
La facilitación y mejoría de las conexiones en las diversas cadenas de abastecimiento y de los
efectos sistémicos positivos que se generan a través de las actividades innovadoras.
Mejorar los sistemas de normas técnicas, certificación, acreditación y metrología nacionales
de forma que obtengan reconocimiento internacional.
Compatibilizar y ligar el Plan Nacional de Competitividad con los esfuerzos de innovación y
difusión de los conocimientos.
Fomentar el cumplimiento de las reglas del juego de la libre competencia como instrumento
para fomentar la innovación y la mejora de la calidad de las actividades económicas.
Balancear apropiadamente las fuerzas de difusión de los conocimientos con aquellas de apro­
piación de resultados de forma de compatibilizar debidamente los incentivos individuales
con los objetivos colectivos.
Tomado de "Ciencia y Tecnología" en Plan de Gobierno de Gana Perú, 201 O.

E l caso del Fondo de Com pensación


E léctrica
El Fondo de Compensación Social Eléctrica (FOSE) busca favorecer el acceso y permanencia al
servicio eléctrico a los usuarios con consumos menores a 1 00 kW.h/mes. Para ello se carga entre
2% y 3% de la facturación a los usuarios con consumos de energía superiores a 1 00 kW.h/mes.
Se estima que este fondo asciende a unos S/.93 millones al año (2009) y beneficia a unos 2,80
millones de usuarios, lo que significa que cada beneficiario recibe S/.3 3 al año. Aportan al Fondo
unos 1 ,56 millones de usuarios que contribuyen en promedio S/.60 al año.
Más allá del tema de la subsidiariedad, solidaridad e impacto económico y social que
implica que las familias de recursos escasos puedan acceder al servicio eléctrico es necesario
plantear un análisis costo/beneficio de este subsidio cruzado y ver qué otras alternativas más
eficientes pueden ser consideradas.
Una familia que usa 30 kW.h/mes de energía (ó 1 kW.h/día) paga por electricidad S/. 1 2,50
mensuales (o S/. 1 50 al año) a una tarifa promedio de S/.0,42 por kW.h. Si asumimos que cuenta
con solo una habitación de un foco de 1 00 W que usa cinco horas diarias, esto le reporta un
consumo diario de 0,50 kW.h, lo que significa S/.75 al año, es decir, la mitad del presupuesto en
energía eléctrica se debe al gasto por iluminación y la otra mitad se explica por el uso de arte­
factos eléctricos.
Gracias al FOSE, estas familias reciben una compensación promedio de S/.3 3 anuales,
que representa el 22% de su presupuesto anual de energía, que en situaciones normales la familia
no estaría en condiciones de pagar. Así pues, el subsidio de los aportantes al FOSE va directa­
mente a la caj a de las empresas eléctricas.
Desde una óptica de eficiencia, este subsidio es sumamente discutible porque finalmen­
te antes que subsidiar a las familias de menores recursos, más parece ser un subsidio a las em­
presas eléctricas generadoras. Frente a este cuasi subsidio cruzado a las empresas eléctricas (si
vale el término) se debería de considerar un subsidio cruzado a la eficiencia energética, y esto
77
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

significa sencillamente utilizar estos fondos para que las familias de menores recursos utilicen
un sistema de iluminación más eficiente y económico. Esto es subsidiar la compra de focos o
lámparas ahorradoras de energía a las familias de menores recursos.
Supongamos que regalamos a estas familias un foco ahorrador de 20W que equivale, en
términos de iluminación, a un foco incandescente de 1 OOW. En este caso, su consumo de energía
mensual por iluminación sería de 3kW.h (0,02 x 5 x 30), que más los otros 1 5kW.h de consumo en
artefactos eléctricos asciende en total a 1 8kW.h mensuales, en vez de los 30kW.h, y su pago anual
de energía caería de S/. 1 50 a solo S/.90, lo que implica un ahorro de sesenta soles al año, casi el
doble de lo que recibiría con el FOSE (S/.33).
Y, ¿cuánto cuesta el foco ahorrador? Un foco ahorrador cuesta aproximadamente veinte
soles, es decir, mucho menos del ahorro que cada beneficiario obtendría de usar focos aho­
rradores; por lo demás, la vida útil de estas lámparas es de hasta 8.000 horas, por lo que al
beneficiario le va a durar más de cuatro años, con uso diario de cinco horas.
Obviamente, como el uso de energía de estas familias va caer a 1 8kW.h al mes, el ahorro
va ir específicamente a estas familias de menores recursos y no a las empresas eléctricas, y esto
genera además un impacto adicional favorable al reducirse las tarifas eléctricas para todos de­
bido al menor consumo, especialmente en horas punta (entre las seis de la tarde y el mediodía).
En resumen, las ventajas de un subsidio cruzado a la eficiencia energética son claras ya
que permite transferir a las familias casi el doble del subsidio actual; el costo a los contribuyentes
al FOSE sería catorce millones de soles al año en focos ahorradores (2,8 millones de beneficia­
rios por cinco soles al año de costo del foco ahorrador) en vez de los 93 millones actuales; no se
filtrarían los recursos del fondo a las empresas eléctricas generadoras; e impactaría en la reduc­
ción de las tarifas eléctricas.
En otras palabras, en vez de subsidiar el consumo de energía, subsidiemos el uso eficiente
de esta.
Inédito, abril de 20 1 1 .

78
CAPÍTULO 6

Comercio exterior

Reformando el TLC hacia adentro,


¿qué hacer a hora ?
' .
Confonne es de conocimiento de todos, el Senado norteamericano ha aprobado el Acuerdo de
Promoción Comercial entre el Perú y los Estados Unidos, APC. Contrario a los acuerdos de co­
mercio e integración que se llevan a cabo en Europa, en donde los países negocian considerando
las asimetrías y diferencias entre ellos para compensar a los menos desarrol lados de la Unión, en
nuestro caso se han desbalanceado las reglas de juego, aun más, en beneficio de Goliat, haciendo
el trabajo para David más difícil y de mayor envergadura. Aquí no existe el objetivo de nivelar o
disminuir las diferencias, sino el de salir a la dispareja cancha, a competir.
No hay duda que existen aspectos positivos que el Perú puede aprovechar, tales como el
influj o de nuevas ideas y fonnas de organización; un entorno de negocios de mayor esfuerzo y
rivalidad, para que nuestras empresas respondan; una mayor posibilidad de acceso a tecnologías,
maquinarias y equipo; nuevos vientos de confianza y optimismo en detenninados círculos de
inversionistas; una mayor protección y respeto a los derechos laborales fundamentales de los
trabajadores; un horizonte de mercado y mundialización mayor; atención a los problemas del
medio ambiente; y aprender que los países desarrollados tienen políticas y estrategias en defensa
de sus intereses que están por encima de las ideologías y del libre mercado. El desbalance de las
reglas en la cancha se nota cuando a una de las partes:
Se le pennite jugar con productos subsidiados.
Fuerza la extensión de las ganancias de una creciente cantidad de productos que tienen pro­
tección por propiedad intelectual y contra los cuales no se puede por ley competir.
Mantiene una inmensa cantidad de obstáculos técnicos y barreras sanitarias y fitosanitarias a
nivel federal, estatal y local.
Ha tej ido una frondosa red de nonnas técnicas voluntarias con estándares que favorecen a sus
empresas y ciudadanos

79
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Tiene una ley de competencia (ley Webb-Pomerene) que permite la cartelización y las prácti­
cas anticompetitivas de sus empresas, siempre y cuando se realicen fuera de su país.
Se aprovechan de los recursos genéticos y conocimientos tradicionales oriundos del país sin
la debida compensación y retribución económica.
Recibe privilegios tributarios y reglas de solución de controversias favorables a sus inver­
sionistas.
Mantiene múltiples sistemas de acreditación, certificación y metrología que imponen las re­
glas de juego en la producción y el comercio, entre otros.
Lo mal negociado del APC no debe, sin embargo, amilanar a David. El Acuerdo es sólo una he­
rramienta desigual inicial, la cual hay que reinventar en su implementación para que funcione
con mayores beneficios o menores perjuicios para los nacionales. Todavía se puede en la etapa de
implementación y adecuación, aprobar reglamentaciones que, sin violar lo acordado, utilicen a ple­
nitud las opciones a favor de los nacionales. Este es, por ejemplo, el caso del capítulo de propiedad
intelectual. Los congresistas demócratas de los Estados Unidos (coincidiendo en esa parte con el
INDECOPI del 2004-2006) introdujeron una serie de cambios en este capítulo que dejan la posi­
bilidad al Perú, si así lo desea, de no conceder extensiones de plazos a las patentes, de no otorgar
protección de datos de prueba sino a solo unos cuantos medicamentos, de evitar el retraso de la
entrada de genéricos y de utilizar las flexibilidades de Doha para beneficio de la salud pública. Esta
decisión es opcional y ha quedado a discreción de las reglamentaciones del Acuerdo.
Además de instrumentar las reglamentaciones para el beneficio o menor perjuicio de
los de adentro, el APC es un instrumento que podría ser balanceado por otros que compensen o
promuevan los intereses de los nacionales. Un primer aspecto es el lograr que la apertura genere
mayor valor agregado. Crecer de A a B es totalmente diferente que crecer de A a C (Ver Figura
6. 1 ) En B o en C la economía se ha abierto pero en C se tiene un mejor nivel de vida y una
.

estructura productiva con mayor valor. Crecer de A a D manteniendo la economía cerrada ha


probado no ser viable en el caso del Perú.

lr4:!fijl Apertura y generación de valor


.

A. Punto inicial B. Apertura poco beneficiosa


C. Apertura más beneficiosa D. Industrialización por sustitución de importaciones

Economía abierta

Menor valor Mayor valor


agregado agregado

Economía cerrada

FUENTE: elaboración propia.

80
11. GERENCIA MACRO ECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERJOR E INVERSIÓN

Para lograr, sin embargo, moverse a lo largo de A a C se hace necesario tejer una serie de po­
l íticas que promuevan ese tipo de crecimiento. Se puede, por ejemplo, construir un conjunto
de vinculaciones que conecten las inversiones a las economías locales, se pueden implementar
programas que transfieran las ganancias de productividad del sector exportador a la economía no
exportadora, se pueden impulsar las inversiones que transfieran tecnología, capaciten a los tra­
bajadores y suministren información y contactos a los pequeños y medianos productores. Nada
es, no obstante, automático.
Para contrarrestar las ventajas que el APC otorga a las multinacionales farmacéuticas y
agroquímicas en desmedro del acceso a la salud, los medicamentos, los fertilizantes y los pes­
ticidas químicos, se deben promulgar leyes que promuevan el acceso a los genéricos (ver como
referencia la Ley Hatch-Waxman en los Estados Unidos).
Existen otra multiplicidad de herramientas y medidas de política que habría que echar
a andar para proteger a las empresas y ciudadanos nacionales. Frente a la ley Webb-Pomerene
y las prácticas anticompetitivas de las empresas foráneas, se hacen necesarias modificaciones
a la Ley de Libre Competencia y a la Ley de Competencia Desleal. Se tiene que transformar
el sistema de evaluación de la conformidad y metrología para beneficio de las pequeñas y me­
dianas empresas y de los consumidores nacionales. Hay que introducir normas y reglamentos
(como los que tiene Estados Unidos) que impidan la entrada de productos tóxicos, bienes ba­
sura, entre otros, y obliguen al cumplimiento de estándares que protej an al consumidor y que
garanticen la seguridad y la vida de las personas. Urge nombrar responsables (Estado, univer­
sidades, empresarios) y asignar recursos para incentivar el desarrollo de la tecnología y de la
propiedad intelectual (patentes, marcas, denominaciones de origen, industrias culturales). Hay
que crear sistemas institucionales que protejan a los agricultores de los subsidios, las prácticas
anticompetitivas y las relaciones abusivas que imponen sus compradores. En realidad, se ne­
cesita una serie de reformas para transformar los efectos el TLC en algo más beneficioso para
el crecimiento inclusivo del país.

La República, 8 de diciembre de 2007.

\ 2 ' U na verdadera agenda exportadora


El Perú vive hoy una fiebre exportadora alentada por la suscripción de acuerdos preferenciales
de comercio. Los objetivos de crecimiento económico se orientan a convertir al país en el nuevo
líder comercial del Pacífico Sur. Sin embargo, el éxito de una política de crecimiento exportador
pasa por tener identificados y atendidos dos elementos centrales del comercio : la calidad de los
bienes y el sistema de acreditación del cumplimiento de la calidad requerida por un mercado
determinado.
El mercado exige para la libre circulación de bienes que estos satisfagan una determi­
nada calidad. La calidad es el resultado de un proceso natural de homogenización, derivado de
progresos tecnológicos, perfeccionamiento de procesos productivos, necesidad de intercambios
fluidos y preferencias de consumidores. Cuando un nivel de calidad es parte de un mercado, los
productores o fabricantes se asocian para promover la generación de normas voluntarias de cali­
dad, conocidas como Normas Técnicas. El bien que no alcanza el estándar de calidad recogido en
81
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

la Norma Técnica pierde la posibilidad real de ser consumido en el mercado, pese a que incluso
pueda ofrecerse, simplemente porque los consumidores se encuentran en un nivel de exigencia y
modernidad que no adquiere productos de menor condición.
Se presentan también exigencias legales en cuanto a las condiciones mínimas de calidad
que deben ser satisfechas por los bienes que se exportan, vinculadas con los procesos obligato­
rios de verificación de inocuidad y seguridad que impone el Estado receptor, conocidas como
Reglamentos Técnicos. Los productos que no satisfacen estas exigencias legales quedan impe­
didos de ingresar al mercado.
Las Normas Técnicas (voluntarias) y los Reglamentos Técnicos (obligatorios) son instru­
mentos que definen la calidad de los bienes y, obviamente, también las condiciones comerciales
de un país. La construcción de una visión exportadora para el Perú pasa por identificar con se­
riedad las carencias de nuestros procesos productivos y los estándares de calidad que el mercado
internacional exige a los bienes y servicios para aceptar su libre circulación.
¿Cómo saber si un bien cumple con un estándar de calidad? ¿Quién puede dar esa certifi­
cación con validez global? Este problema ha dado lugar a la celebración de arreglos internacio­
nales destinados a la acreditación universal de la calidad, que son liderados por países de larga
tradición comercial y donde se establecen exigencias muy rigurosas para reconocer las certifi­
caciones que expidan los organismos -públicos o privados- de los demás países. De lo que se
trata es que una certificación de cumplimiento de condiciones de calidad por una entidad peruana
pueda ser reconocida en el mundo, sin necesidad de convalidación. Esto es algo que no ocurre el
día de hoy como consecuencia de la debilidad del sistema de evaluación de la conformidad y de
la desidia con que el tema ha sido tratado en los últimos doce años.
Mientras los exportadores peruanos no puedan exhibir un certificado de acreditación de
la calidad extendido en el Perú y aceptado en el mundo, tendrán que someterse a la exigencia
de los países receptores de la exportación y someter sus bienes a costosos procesos de verifi­
cación en el extranjero. Ciertamente, el sueño exportador podría convertirse en una verdadera
pesadilla.
Un país con visión de futuro tiene que ser capaz de identificar sus verdaderas capaci­
dades exportadoras y corregir con urgencia sus sistemas de evaluación de la calidad para que
sean creíbles en el mundo. Esta tarea está pendiente. El INDECOPI ha querido contribuir en
ese esfuerzo con la reciente publicación del documento "Perú: Intereses Nacionales en Están­
dares de Calidad y los Acuerdos Preferenciales de Comercio" cuya lectura se ha transformado
en obligatoria para todos aquellos que estén en el negocio de la producción y comercialización
de bienes y servicios.

El Comercio, 26 de julio de 2006.

0 Preacuerdos con C h i na
El Perú ha firmado recientemente un Memorando de Entendimiento con la República Popular
China por el cual ambos países deciden dar inicio a las negociaciones para la celebración de un
tratado de comercio. En este documento, el Perú hace tres concesiones unilaterales a la China sin
recibir ninguna a su favor.

82
11. GERENCIA MACROECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

Cuando China se adhirió a la Organización Mundial de Comercio, OMC, aceptó no ser una
economía de mercado. Una economía de mercado es aquella cuyos precios y asignación de recur­
sos se determinan principalmente por las leyes de la oferta y la demanda. Al no ser una economía de
mercado, China reconocía que tenía un sistema de precios distorsionados y ayudas generalizadas
a la producción. Esta categorización trajo consigo dos limitaciones importantes en su comercio
con los demás países de la OMC. Primero, que sus precios internos no eran válidos para resolver
disputas de comercio, y, segundo, que aceptaba la posibilidad de que los demás países de la OMC
le pudiesen aplicar salvaguardias específicas a la China, sin que estas se hagan extensivas a los
demás países del mundo. El Perú ha renunciado a utilizar estas dos prerrogativas en sus relacio­
nes comerciales con China.
En el primer caso, los países de la OMC pueden utilizar los precios de otra economía
para comprobar si los productos que vienen de la China entran al país por debaj o de su precio/
costo en su lugar de origen (dumping). La autoridad comprueba la deslealtad y aplica impuestos
o derechos antidumping para evitar el posible daño a los productores nacionales. Si la autoridad
nacional utilizara los precios internos de la China -cuestión a la que se ha comprometido ahora
el Perú- sería muy complicado probar la existencia de dumping, ya que los precios en la China
son extremadamente bajos por sus múltiples distorsiones.
En el caso de las salvaguardias, los países de la OMC sin necesidad de que exista compe­
tencia desleal o dumping pueden colocar impuestos o derechos temporales a las importaciones
del mundo en una rama económica determinada, si estas estuvieran causando daño grave a la
economía nacional. La salvaguardia es un instrumento utilizado por los países para reestructurar
y volver más competitiva a su industria. La China, por las razones que han sido mencionadas, es
el único país al cual los otros países de la OMC le pueden aplicar salvaguardias exclusivas. El
Perú ha renunciado también a este derecho.
El tercer compromiso que el Perú ha adquirido en su Memorando con China es el de
abdicar en la posibilidad de fijar en forma unilateral cuotas de importación a productos textiles
chinos, lo cual le era también permitido.
¿Qué ha logrado el Perú a cambio de conceder estas tres prerrogativas? Nada, solo sen­
tarse a la mesa para empezar a negociar el TLC. ¿Qué ha perdido? Parte de su capacidad de pro­
teger la industria nacional contra la competencia desleal de productos chinos, tales como ollas,
calzado, textiles, confecciones, bisagras de fierro, cierres, y muchos otros productos. Ha perdido
la capacidad de proteger su industria nacional frente a ventajas artificiales exclusivas de la China
como consecuencia de no ser una economía de mercado.
Indudablemente, hubiese sido conveniente que el Perú solicitara algo a cambio; por ejem­
plo, un compromiso voluntario de restringir sus exportaciones si estas originaran grave daño a
la industria nacional, compromisos de inversión limpia, compensaciones en la forma de ayuda
gubernamental, mejoras en la calidad de los puestos de trabajo de las empresas que tiene el Esta­
do Chino en el Perú, o algún programa para aprender cómo China logra que las transnacionales
le transfieran tecnología. Se hace dificil comprender por qué el Perú a menudo en sus arreglos
no pide nada a cambio.
La República, 4 de octubre de 2007. '°
o

]
'§.
u

83
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

0 TLC y negociación con E u ropa


En días pasados, estuvieron de visita en Lima Alain Lipietz, jefe del Departamento Europeo para
las Relaciones con la Comunidad Andina de Naciones (CAN), y Jan Woznowski, director de
Reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Lipietz explicaba acerca de la pérdida de la capacidad de negociación de parte de la CAN
en relación con la Unión Europea por efecto del TLC con Estados Unidos. Mencionaba, por
ejemplo, que la posición oficial de la Unión Europea es proteger los derechos de propiedad inte­
lectual y acceso a los recursos genéticos de los pueblos indígenas, mientras que el tratamiento de
este punto en el TLC con Estados Unidos ha quedado bastante incierto. ¿Por qué, se preguntaba,
la UE va a pagar el derecho de utilizar una planta oriunda del Perú si Estados Unidos tendría el
derecho de usarla sin pagar? Igual sucede en el área de los medicamentos, pues teniendo también
la UE multinacionales farmacéuticas, no debe favorecerse únicamente a las de Estados Unidos.
Woznowski, en otro foro, se expresaba de manera optimista sobre la posibilidad de
que en la OMC se reviva la Ronda de Doha, en donde se discuten los temas de los subsidios
agrícolas, medicamentos y propiedad intelectual, entre otros. Mencionaba Woznowski que
una de las razones de su optimismo es el cambio en la mecánica de la negociación, consistente
en que todas las partes presentan sus argumentos ante los presidentes de las distintas mesas,
quienes recogen por escrito lo que a su entender pueden ser los mej ores compromisos comunes
posibles en cada tema, y estos constituyen la base para la elaboración de un acuerdo integral.
En las mesas de negociación, según Woznowski, tienen influencia países pequeños -como
Egipto- que asisten con delegaciones técnicamente bien preparadas y que presentan propues­
tas interesantes y documentadas.
No hay duda de que estas dos opiniones indican que el Perú no hace bien su trabajo.
¿Cómo va a negociar un acuerdo con la UE sin conocer debidamente lo que ha conseguido en el
capítulo de propiedad intelectual del TLC con Estados Unidos? En lugar de publicar y difundir
ampliamente los pocos trabajos consistentes que se han hecho en el país acerca de los posibles
efectos de ese capítulo sobre la economía peruana, estos son ocultados a los interesados. La au­
toridad nacional de propiedad intelectual (el INDECOPI), sin ofrecer alternativas, desaira sus
propias propuestas de agenda para desarrollar la propiedad intelectuaJI y no presenta documentos
coherentes y sólidos en los foros internacionales y en las negociaciones bilaterales. Además de
sustraer al país al conocimiento del debate avanzado sobre evaluaciones de impacto y propuestas
de acción, es de lamentar la falta de continuidad del trabajo institucional.
Ya algunos de los planteamientos incluidos en los documentos indicados estaban siendo
expuestos en los foros internacionales y se manifestaban indispensables nuevos aportes de exper­
tos, analistas y de quienes toman decisiones políticas, para mejorar esas propuestas y construir
imaginativa y consensuadamente las posiciones que permitirán al país desarrollar su propiedad
intelectual y defenderse de los efectos negativos de algunos de estos acuerdos.
Las observaciones de Liptietz y Woznowski son muy pertinentes. Por parte del Perú
son indispensables buena información, argumentos de negociación y delegaciones calificadas
y documentadas que lo representen bien. Es preciso encontrar maneras para que la CAN y el
Perú no pierdan capacidad de diálogo y se preparen debidamente para enfrentar la negociación

1
Ver diversos documentos de trabajo elaborados por el INDECOPI en 2005 y primer semestre de 2006.

84
II. GERENCIA MACRO ECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

con la Unión Europea, a pesar de las concesiones ya hechas a Estados Unidos. Se requiere
imaginación y mentes abiertas, tolerantes y democráticas, con sentido del deber, de la ética y
de la responsabilidad frente al país.
El Comercio, 28 de diciembre de 2006.

5 C reación y desviación de comercio


Mucho se comenta y escribe acerca de los efectos positivos y negativos del TLC para el país,
pero hasta ahora no se expone de una forma ordenada la manera de medir su impacto. Una forma
de hacerlo es a través de la cuantificación de la creación y desviación de comercio.
La creación de comercio se refiere al incremento del comercio entre países miem­
bros de una unión aduanera o acuerdo de libre comercio, mientras que la desviación de
comercio hace referencia a la reducción del comercio con el resto del mundo.
Obsérvese que ambos conceptos no necesariamente se excluyen entre sí. Si sucediesen
ambos fenómenos a la vez, sabríamos que el comercio creado en la zona integrada lo ha sido a
costa del comercio exterior. Las metodologías empíricas sobre creación y desviación de comer­
cio sirven para evaluar los resultados a priori y a posteriori de la firma de estos acuerdos.
Si se crea comercio con los países de la unión aduanera, sin afectar al comercio con
el resto de economías, entonces, la integración habría sido positiva, aunque ello suponga una
reducción del consumo proporcional de producción doméstica, pues eso sería señal de que
el país habría profundizado en la especialización de la producción.

lrJ:!fj.fW Cuantificación de la creación y desviación de comercio producto del TLC

Importaciones
Comercio Importaciones del socio
del resto de países

<+t
Creación
1} d
¡=¡
Desviación
Q �/
FUENTE: elaboración propia.

Se creará comercio en la medida que se eliminen las condiciones de protección y se promueva


una inserción del tratado de integración en forma más competitiva con los circuitos de comercio
exterior del país socio y de los propios productores de la economía local.
Habrá desviación de comercio cuando los productos que intercambian los miembros del
bloque comercial tienden a sustituir el abastecimiento existente de bienes similares que eran
aprovisionados por países que no son miembros de la integración. Es decir, al cambiar los pre­
cios relativos (por razón de aranceles) entre países miembros y no miembros de la integración,
cambia la rentabilidad relativa de ingreso de mercancías y los flujos de comercio entre países.

85
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Con la integración se crea comercio pero también se desvía comercio. Por ejemplo, si el
Perú logra quitarle parte del mercado norteamericano a otros países por efecto de que nuestros
productos entran a Estados Unidos sin aranceles, este país está desviando su comercio de terce­
ros países al Perú, pero si el Perú logra introducir nuevos bienes y servicios a Estados Unidos los
cuales antes se producían (o no se compraban) allí, la integración estaría creando nuevo comer­
cio entre ambas naciones. Igual le sucede a los Estados Unidos, al reducirse los aranceles en el
Perú, ellos le quitan mercado a otros países a quienes el Perú les compraba esos bienes y además
podría introducir nuevos bienes y servicios que antes no se compraban en el Perú.
El Perú obviamente aumenta su comercio con Estados Unidos por ambos conceptos, al
crear nuevo comercio y al desviar el comercio de otros países a favor del Perú. Igual le sucede
a Estados Unidos. Habría que estimar no solo los cambios en el comercio en cada país (quién se
beneficia más), sino también si aumenta o no el comercio global.
Los principales factores que determinan el grado de creación o desviación de comercio
son:
Grado de intercambio económico antes de la integración, como precedente positivo para
facilitar el proceso de integración.
Magnitud de la zona integrada, mientras mayor sea la zona integrada, mayores serán los
beneficios.
Nivel de aranceles antes y después de la integración.
Distancias y costes de transporte interior, por lo cual en nuestro país deben priorizarse las
inversiones en infraestructura vial y mejorar los servicios logísticos complementarios.
Grado de complementariedad y competencia. Un concepto fundamental en los tratados de li­
bre comercio, pues ambos países deben tener bienes y servicios, sino los desequilibrios favo­
recerían definitivamente al más avanzado y desaparecerían la industria del menos avanzado.
Para complementar un análisis sobre el efecto de los TLCs será necesario incluir variables como
los flujos comerciales adicionales, tipo de cambio y una serie de variables dinámicas que habría
que incorporar.
Este ejercicio debe realizarse periódicamente para conocer la potencialidad o debilidad de
los TLCs firmados y realizar cambios y modificaciones.
Inédito, febrero de 2004.

,-

\ 6 E l l i bre comercio a la mexica na


\.
Muchas personas creen por acto de fe que la apertura y la reducción de los aranceles (los trata­
dos de libre comercio) lleva automáticamente a los países a un mayor crecimiento económico.
La realidad, sin embargo, ha mostrado que esto no es necesariamente así. Ha sido ampliamente
demostrado que países que abrieron sus economías y se especializaron en materias primas redu­
jeron en muchos casos sus estándares de vida, cosa que no sucedió con aquellos que se especiali­
zaron en bienes y servicios industriales. Por eso es que una corriente del pensamiento económico
ha argumentado que el tipo de especialización productiva determina el crecimiento, es decir, hay
actividades económicas que crean más valor que otras.
Un caso inédito hasta el momento es el mexicano. México se abre a los Estados Unidos y
Canadá a través del NAFTA. Fruto de esa apertura y de su inserción, crecen espectacularmente

86
II. GERENCIA MACRO ECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

sus exportaciones y cambia dramáticamente la composición de las mismas. Las exportac iones
primarias que representaban a comienzos de los 90 el 50% del total, llegan a representar el 1 2%
a comienzos del 2000. De otro lado, las exportaciones industriales que solamente constituían el
1 4% del total en los 90, terminan siendo el 40% en el 2000. Con tan dramático cambio en su
especialización productiva -produciendo una mayor proporción de productos industriales- cual­
quiera estaría tentado a aseverar que el crecimiento económico y el ingreso per cápita de México
debieran haber sido espectaculares.
No hay duda que la realidad se encarga de destruir cualquier cosa que se acepta sin condi­
cionamientos o como actos de fe. Un reciente estudio ha demostrado -todas las demás variables
que explican el crecimiento positivo de México, constantes- que por cada punto porcentual de au­
mento en las exportaciones industriales después de la firma de su TLC, se ha originado un descenso
de 0,09% en su ingreso per cápita2• Es decir, especializarse en producir bienes manufactureros les
reduce sus ingresos per cápita. ¿No destruye esta evidencia empírica las teorías que decían que era
preferible producir productos industriales que materias primas? ¿Por qué una especialización pro­
ductiva basada en productos industriales impacta negativamente en el ingreso per cápita?
Tres argumentos nos ayudan a explicar el desempeño negativo de la producción manufac­
turera mexicana en su ingreso per cápita: los escasos eslabonamientos internos e interindustriales
de su producción manufacturera con las empresas locales, lo cual no propaga los beneficios al
resto de la economía; el escaso acompañamiento de valor agregado en cada actividad específica
y en todo el sistema productivo; y el crecimiento basado en su mano de obra barata.
Tan increíble como pueda parecer, sí México se hubiera especializado en exportaciones ba­
sadas en sus recursos naturales (materias primas) en vez de manufactureras como las que tiene hoy
día, su ingreso per cápita hubiera aumentado mucho más del moderado incremento que observó.
En este sentido, más importante que el tipo de especial ización productiva en el crecimien­
to del ingreso per cápita es el modo de inserción de las actividades económicas en la economía,
su articulación, creación de valor agregado sistémico y sus fuerzas de diseminación sobre el
resto del país. Si hay pocos eslabonamientos, alta propensión a importar y generación limitada de
valor agregado, su impacto será poco relevante y hasta negativo. Tomemos consciencia de esta
experiencia para que esto no suceda en el Perú.
La República, 1 5 de febrero de 2007.

1 7 Comercio si n restricciones y el retorno �


o
02
w
de los i n m ig ra ntes f­
><
w
o
La directiva del retomo de los inmigrantes recientemente aprobada por la Unión Europea pone
sobre la mesa una vez más las contradicciones y el doble discurso de los acuerdos de libre comer­ �w
cio. Mientras por un lado se pide el acceso libre a los flujos de capital y al movimiento de bienes ¿
o
y servicios entre países, de otro lado se restringe la entrada y movilidad del trabajo, se aprueban u

2
Santiago Roca y Luis Simabuko. "Little value creation, articulation and propagation forces in the mexican
economy", trabajo presentado en la Segunda Conferencia Globelics. Río de Janeiro, 2003.

87
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

subsidios generalizados a la producción agrícola (Farm Bill) y se protege con monopolios esta­
tales el desarrollo tecnológico.
Los países hoy día desarrollados siempre han sabido manej arse a favor de sus intere­
ses. Cuando Estados Unidos era un país en vías de desarrollo (productor de materias primas),
Alexander Hamilton colocaba impuestos a las exportaciones de algodón, encareciendo los insu­
mos para los ingleses y, a la vez, gravaba con aranceles a las importaciones de textiles para favo­
recer la producción nacional. Unas décadas después, cuando llegaron a ser buenos produciendo
textiles pedían que los mercados del mundo se abrieran sin ninguna restricción y se respetara el
libre comercio. Iguales han sido los otros países desarrollados. Hace apenas unos cincuenta años,
los japoneses se dedicaban a copiar e imitar cuanta tecnología extranjera era posible, pero ahora
que son ya buenos generando su propia tecnología, reclaman y exigen que el resto del mundo no
copie y respete sus derechos.
El Perú está en estos momentos suscribiendo tratados de apertura de mercados con diver­
sos países, pero pareciera que en estos tratados los temas que nos interesan no estuvieran presen­
tes. Si bien a ellos les interesa que nuestros mercados de bienes y capitales (que ellos tienen en
abundancia) se abran, a nosotros nos debería interesar que el mercado de trabajo de ellos se abra,
al ser nosotros abundantes en mano de obra. En las conversaciones ni siquiera se ha tocado el
tema. Si de principios se tratase, todos deberíamos querer l ibre movilidad de bienes pero también
de factores y estos mercados deberían haber sido los pilares de los acuerdos.
En el fondo, en ellos, más que los principios de libertad económica, predominan sus in­
tereses y beneficios específicos de cada época. Ahora les conviene que los mercados de bienes
se abran pero que los mercados de mano de obra se cierren, que los conocimientos se protejan
en vez de que sean libres, y que sus productores agrarios vivan mejor (con subsidios desleales
frente a los competidores del mundo) aunque sean ineficientes y poco competitivos. El problema
no es de ellos, es de nosotros. ¿Cuáles son nuestros intereses? ¿Reflejan nuestras decisiones los
intereses nuestros o los de ellos y sus principales representantes en nuestros países?
Por centenas de años, los países de América Latina han recibido millares de extranjeros
casi en forma l ibre e ilimitada, que venían en búsqueda de mejores ingresos y formas de vida,
ahora, sin embargo, que nosotros necesitamos exportar nuestra abundancia de mano de obra
para lograr que los de adentro puedan vivir mejor, los europeos nos cierran aún más sus puertas,
porque realmente no están dispuestos a compartir ni disminuir su bienestar. Los tratados de libre
comercio deben de poner este tema en la agenda. No todo pueden ser temas en donde ellos tienen
mucho más que ganar.
Hay que reconocer que en el momento que se discutía el retorno de los inmigrantes en el
Parlamento Europeo sólo el presidente Evo Morales levantó su voz para exigir a los europeos
reciprocidad y no atentar contra los principios de libertad económica y los derechos de las per­
sonas. Quizás por ello exige tratados de comercio diferentes. Bien, sin embargo, que los demás
países latinoamericanos, incluido el Perú, se hallan finalmente plegado a conversar sobre este
tema con la Unión Europea.
La República, 3 de julio de 2008.

88
CAPÍTULO 7

Inversión

1 Trato d ispa rejo a la i nversión nacion a l


Desde antes de la Ronda de Uruguay en las negociaciones del GATT, los países desarrollados se
quejaban del trato desigual y discriminatorio que recibían sus inversiones y expresaban su males­
tar por los requisitos de desempeño que algunos países en desarrollo colocaban a las inversiones
extranjeras, tales como: ratios de contenido local de insumos, límites de importación en relación
a sus exportaciones, ratios de contratación y empleo local, obligación de transferir tecnología,
metas sociales y medidas de seguridad, entre otros.
Por eso, con apoyo de Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y el Japón, logran
aprobar en 1 994 el acuerdo de eliminación de las medidas de inversión relacionadas con el
comercio, denominado por sus siglas en inglés, TRIMs, como parte del paquete que dio pie a
la creación de la Organización Mundial de Comercio, OMC. El TRIMs prohíbe a los gobiernos
tomar medidas en relación a la inversión extranjera que atenten contra el trato nacionaJI y de
nación más favorecida2 que forma parte de los principios de la OMC y obliga a la eliminación
de los requisitos de desempeño arriba señalados.
Según algunos, el TRIMs impone restricciones a las acciones de los gobiernos sin res­
tricciones recíprocas a las acciones de las empresas multinacionales. El acuerdo fue tan cues­
tionado que tuvo que especificarse que no se trataba de eliminar la regulación que cada país
soberano colocara a la entrada de inversión extranjera, sino que solo limitaba las opciones
de política del gobierno una vez admitida la inversión y solo sí las medidas causaban efectos
restrictivos en el comercio (difícil saber qué significa eso) .

1
Igual trato para los nacionales que para los extranjeros.
2
Si se concede una ventaja a un país, se tiene que hacer lo m ismo con los demás países.
89
POLJTICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

De ese tiempo a esta parte, en el Perú, este esquema se ha ido desbalanceando aun más, a
favor de la inversión extranjera, sea a través de concesiones unilaterales del gobierno, por medio
de acuerdos bilaterales de inversión o, más recientemente, a través de los capítulos de inversión
aprobados en los tratados de libre comercio.
En términos generales, hoy día en el Perú los inversionistas extranjeros no tienen restric­
ciones casi de ningún tipo, no hay ningún requisito de desempeño, se benefician de incentivos
tributarios que los exoneran de pagar impuestos bajo determinadas condiciones, firman conve­
nios de estabilidad jurídica en los cuales no se les puede cambiar la legislación ni la tributación,
están protegidos contra la denegación de justicia, pueden someter sus disputas a arbitrajes inter­
nacionales sin sujetarse a la constitución y leyes nacionales, se les han reducido las posibilidades
de que por razones de interés público puedan ser afectados, no se promueve ni regula la trans­
ferencia de tecnología, y pueden no cumplir regulaciones ambientales y de seguridad nacional,
entre otros muchos privilegios.
¿Y los inversionistas nacionales, no gozan ellos de estos privilegios? A ellos se les cam­
bian los tributos, no tienen estabilidad jurídica, tienen que someterse a los tribunales nacionales,
pueden ser expropiados más fácilmente, están sujetos a las nuevas políticas e intereses públicos,
deben transparencia en los procedimientos, por mencionar algunos factores.
En los últimos veinte años, algunos países como el Perú se han ido al otro extremo, en vez
de emparejar el trato a la inversión extranjera, han revertido la tortilla, protegiendo y privilegian­
do al capital extranjero por encima del capital nacional.
De repente a CONVEAGRO, a la Sociedad Nacional de Industrias, a ADEX o a las
Pymes se le ocurre ordenar un estudio y elevar una demanda a la OMC para quejarse de la discri­
minación y falta de igualdad de trato que sufren frente a los inversionistas extranjeros. De seguro
el Gobierno peruano sería sancionado por incumplir los acuerdos internacionales en contra de
los inversionistas nacionales.
La República, 1 3 de enero de 20 1 1 .

¿Qué hacer con PROI NVE RSI Ó N ?


La reciente discusión que el Ejecutivo ha planteado acerca de PROINVERSIÓN y su posible
desmembramiento en comités especiales de promoción de la inversión privada en cada ministe­
rio y una unidad de grandes proyectos a nivel central, suena ser un debate de tipo operativo y de
relativa poca relevancia. Lo principal es preguntarse, ¿cuál es el rol y los objetivos del Estado
en la promoción de la inversión? Y luego ver qué tipo de institucionalidad cabe reforzar para
cumplir con eficiencia esos objetivos.
Para los teóricos del libre mercado no debiera existir ninguna institución del Estado que se
dedique a promover la inversión, los actores económicos actúan guiados por sus "instintos anima­
les" y deciden sin necesidad de ayuda del Estado sus inversiones. Bastarían buenas condiciones
macroeconómicas y un marco general legal y normativo seguro para atraer la inversión, todo lo
demás lo debe hacer el mercado, incluyendo las maravillas de los beneficios de la inversión. Los
libre cambistas criollos de nuestro país, en su mayoría contrarios a la intervención del Estado,
son en este tema creyentes de los organismos estatales de promoción de inversiones. Para ellos,
estos organismos deben dedicarse a difundir los atributos del país y ofrecer incentivos tributarios,

90
1 1 . GERENCIA MACROECONÓMJCA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

fiscales y financieros para privatizar y atraer la inversión extranjera. Se trata de dar todas las
facilidades y reducir a lo más mínimo los procedimientos y requerimientos burocráticos; los
beneficios aparecerán en forma automática a través del mercado en el propio accionar de las
empresas, generándose empleo, producción y divisas para el país. Este es en realidad el marco
en que ha funcionado PROINVERSIÓN .
Pero, ¿cuáles han sido las consecuencias de este enfoque e n e l país? ¿Se está e l Perú real­
mente beneficiando de la inversión extranjera en la proporción y medida que lo podría hacer de
aplicarse enfoques más orgánicos e integrales? Las primeras investigaciones y resultados mues­
tran que las inversiones centradas en recursos naturales están aumentando significativamente la
producción y las exportaciones a nivel de los proyectos mismos pero con poca generación de
valor agregado doméstico (la mayor parte del valor sale de regreso al exterior); en las inversio­
nes orientadas hacia el mercado interno (servicios públicos como luz y teléfono) hay una lenta
mejora de la calidad de los servicios pero a precios elevados en comparación con otros países
de la región (aunque existe cada vez más ruido y se atoran las líneas telefónicas). Los contratos
establecidos con inversionistas en hidrocarburos no toman en consideración la visión de largo
plazo del país y las posibilidades que estos recursos se utilicen para el desarrollo de la industria
doméstica en vez de la exportación. Las concesiones de infraestructura básica como carreteras
y agua potable reciben apoyo complementario del Estado sin exigencias vinculantes y regula­
ciones debidas acerca de la calidad y expansión de estos servicios. Las comunidades indígenas
protestan por la falta de preservación del medio ambiente, los trabajadores se quejan que no se
respetan los derechos laborales y se contratan subrepticiamente empresas contratistas de servi­
cios. En este entorno la población hace sentir su voz de protesta cuando se entera que muchas
empresas extranjeras no pagan impuestos, tienen privilegios que no tienen las empresas nacio­
nales y no aceptan los impuestos a las sobreganancias, aceptados en sus países de origen. La
decepción es aún mayor cuando hasta el Presidente tiene que salir a denunciar que no se cumple
ni siquiera con el óbolo voluntario.
Todo esto no significa que se tenga que voltear el péndulo y se tenga que restringir o
limitar la inversión extranjera. La culpa del porqué el Perú no se beneficia más de la inversión
extranjera es solo nuestra. Se debe a la concepción y aplicación ideológica de que el mercado
funciona por sí solo y que las acciones individuales de los inversionistas llevan necesariamente
al desarrollo del país. En la vida real, los empresarios conocen que las reglas del juego, el sistema
de instituciones, la estrategia, además del mercado, son las que influyen en las acciones indivi­
duales y hacen que el impacto sea más o menos beneficioso.
Países como Irlanda, Corea, Singapur, China, Estados Unidos, Costa Rica y Chile, apli­
can o han aplicado modelos de promoción de la inversión muy exitosos integrados al desarrollo
de objetivos, tales como el desarrollo de su ciencia y la tecnología, la generación de mayor valor
agregado local, los eslabonamientos hacia delante y atrás, la mayor capacitación y desarrollo
de empresarios, la formación de conglomerados y redes, las sinergias y efectos sistémicos, la
preservación del medio ambiente, entre otros.
Ahora que el gobierno ha puesto sobre la mesa el tema de PROINVERSIÓN es bueno
que no solo se discuta si se desmiembra o permanece centralizada dicha institución, sino más
importante todavía, ¿cuáles deben ser los objetivos del sistema de promoción de inversiones?
¿Cómo y a través de qué conjunto de instituciones se puede lograr un sistema de inversiones más
beneficioso para el país?

91
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

En Irlanda se creó en primer lugar lo que se llamó la Agencia de Desarrollo Industrial,


encargada de planear la estrategia de desarrollo general y las áreas prioritarias de incentivos a la
inversión; en segundo lugar, una institución que difunde los atributos, incentivos y ventajas especí­
ficas del país en el exterior; tercero, un organismo denominado Enterprise Ireland cuya función es
buscar vínculos y eslabonamientos para el fomento de mayor valor agregado local; y cuarto, una
institución encargada de articular el desarrollo científico tecnológico alrededor de las inversiones.
Otros países han añadido instituciones encargadas del medio ambiente y han adecuado sus incenti­
vos fiscales y tributarios solo a sectores específicos.
¿Qué se quiere en el Perú?
La República, 4 de mayo de 2008.

\3) La com petencia tri buta ria


\;,,; �--"__,,

Los inversionistas extranjeros siempre han tratado de conseguir ventajas tributarias de Jos paí­
ses anfitriones al momento de hacer sus inversiones. Una de los argumentos que usan es: "¿qué
ventaja tributaria me da su país en relación al vecino? Si usted desea que invierta en su territorio,
otórgueme un incentivo tributario mayor". De alguna manera, los inversionistas extranjeros fo­
mentan lo que se denomina la "competencia tributaria" entre países, es decir, "me voy a aquel
país que me ofrece mayores incentivos tributarios".
¿Favorece la "competencia tributaria" a los países anfitriones? Si bien la inversión ex­
tranjera trae producción y empleo, las exenciones tributarias limitan y reducen al Estado en sus
capacidades para atender las necesidades públicas y sociales del país. Pero, además, los países
anfitriones se ven muchas veces afectados sin que necesariamente sean los inversionistas extran­
jeros los que se benefician, pudiendo en algunos casos también verse ellos perjudicados sin que
se den cuenta.
El argumento de la "competencia tributaria" entre países puede no ser necesariamente
válido para atraer inversión extranj era por las razones que a continuación se exponen.
En primer lugar, la mayoría de las empresas transnacionales tiene deducciones impositivas en
sus países de origen por los tributos pagados en el exterior, por ello, la exoneración aplicada en el país
no afectaría a la utilidad general de la empresa, ya que el impuesto que deja de pagar localmente lo
pagaria en su país de origen. En consecuencia, la exoneración del impuesto a la empresa transnacional
lo único que haria es transferir a su país de origen el impuesto que ya no paga en el país huésped, lo
que obviamente sería perjudicial para la economía local.
En segundo lugar, las empresas transnacionales, por lo general, cubren todos sus costos
de inversión y obtienen "utilidades normales" en sus países de origen y obtienen "rentas econó­
micas" en sus inversiones en el exterior. Bajo esta premisa, aplicar un impuesto a estas inversio­
nes en el exterior no debería ahuyentarla del país, siempre y cuando no se fijen impuestos por
encima de aquellos de sus países de origen.
En tercer lugar, si la inversión extranjera se localiza en un determinado país debido a la dis­
ponibilidad de recursos naturales, es esta y las condiciones de rentabilidad de las materias primas
las que atraen su ingreso al país. Son pocos los países que tienen abundantes recursos naturales y si
esos recursos son no renovables, hay mayor razón para cobrar todavía mayores tributos, ya que en

92
Il. GERENCIA MACROECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

un período determinado de tiempo se van a agotar los recursos y los pobladores de dicho país nece­
sitaran dotarse de otros factores para poder a futuro vivir. Los impuestos deben, por lo tanto, servir
para dotarse de esos "nuevos" factores y habilidades a futuro. La literatura económica recomienda
además, en estos casos, establecer impuestos a las sobreganancias (windfall profits) de forma que
el Estado y la sociedad en su conjunto se beneficien con las empresas de las utilidades inesperadas,
fruto de cambios en los precios u otros factores fortuitos no vinculados a los costos de extracción
de dichos recursos.
En cuarto lugar, se debe comprender que los impuestos se usan en muchos países para
dar mayor competitividad a la economía en su totalidad, esto a través de mejoras en la infraes­
tructura, mejor funcionamiento de los mercados, reducción de trabas y resolución de las fallas
del mercado, así como mejora de la calidad de los factores, todo lo cual a la larga favorece a los
mismos inversionistas extranjeros que paradój icamente no quieren pagar impuestos.
En quinto lugar, en muchos mercados los impuestos los pagan principalmente los consu­
midores y no necesariamente las empresas. No hay entonces razones para abaratar relativamente
los precios de los productos cuando las necesidades del Estado son hartas y menos aun cuando
los consumidores son Jos que pagan Jos impuestos.
Si los países anfitriones no pueden enfrentar en forma individual las presiones para
exceptuar de impuestos a las inversiones extranj eras, deben más bien ponerse de acuerdo
con los otros países a nivel de un arreglo internacional multilateral para fij ar pisos mínimos
de imposición tributaria, por debajo del cual los países infractores se harían suj etos a san­
ciones por competencia desleal, como se hace con otras reglas internacionales acerca del
comercio y la libre competencia. La OMC podría ser uno de los foros multilaterales utiliza­
dos para dicho propósito.
Inédito, abril de 20 1 1 .

4 \ La gestión de la i magen de m a rca pa ís


Su historia, su gastronomía, el paisaje, su turismo, su minería y el potencial emprendedor de sus
habitantes son los focos más visibles acerca de cómo se proyecta hoy con bastante receptividad
el Perú en el mundo. La imagen de un país es una herramienta estratégica para el desarrollo
económico de las naciones y se constituye, además, en el soporte a través del cual se posicionan
los bienes y servicios nacionales en el competitivo mercado mundial, siendo también uno de los
pilares para la atracción de inversión y tecnología del exterior.
La imagen de marca de un país, IMP, es la representación mental que tiene un individuo
o comunidad acerca de una nación. Se forma de Ja misma manera como se genera Ja imagen de
marca de cualquier empresa o producto, es decir, como resultado de una serie de impresiones que
el consumidor recibe y procesa con relación a los productos o servicios que determinada empresa
ofrece y/o respecto de la actuación de ella en el entorno social donde se desenvuelve. Una imagen de
marca país positiva constituye un bien intangible que añade valor a todos los productos del país, de
modo que se convierte en sí misma en un referente de calidad, garantía y confianza que identifica y
diferencia a los bienes y servicios propios de los del resto del mundo.
La IMP se forma sobre la base de las acciones conscientes o inconscientes que tras­
mite una nación y, en tal sentido, es susceptible de ser modificada de manera programada.

93
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Esto significa que cada país tiene la capacidad para definir las características de la imagen que
desea proyectar y las estrategias de formación y difusión de la misma; a esto se denomina la
gestión de la IMP.
La gestión de la imagen de marca país se convierte, en muchos casos, en una prioridad
nacional, en una dirección común hacia la cual convergen el gobierno y los ciudadanos, sean
empresarios, trabaj adores o miembros de la sociedad civil, para poner de relieve atributos y for­
talezas intrínsecos a la cultura o naturaleza de ser de la nación. Dicha gestión exige un liderazgo
claro que permita unificar criterios sobre la imagen objetivo que se desea alcanzar y evite la
dispersión de esfuerzos y recursos; este liderazgo normalmente recae sobre el Estado a través de
alguna institución pública especializada, la que convoca la participación activa de los diversos
actores del país.
La modificación de la IMP suele ser lenta, independientemente de los esfuerzos y recur­
sos que se usen para tal fin. La gestión exitosa dependerá, en primer término, de la implemen­
tación de una estrategia de largo plazo, que normalmente trasciende a los gobiernos de tumo y
supone la existencia de acuerdos políticos previos de largo aliento. El diseño de dicha estrategia
deberá ser técnicamente viable, dada su importancia y su permanencia a través del tiempo, por
lo cual la participación de especialistas es imprescindible. La estrategia de comunicación que se
emplee deberá sustentarse en una visión realista de lo que el país está en condiciones de ofrecer.
Adaptado de Santiago Roca y colaboradores.
Perú: destino de inversiones 1997-1998.
ESAN Ediciones, 1 997.

E lementos centra les en la estrateg ia


de posicionar u na i magen de marca pa ís
Tres elementos fundamentales influyen en la determinación de la IMP y sobre los cuales la
política del Estado puede y debe incidir: el comportamiento de los ciudadanos, la percepción
del lugar de origen de los productos y el riesgo país.
El comportamiento de la población, autoridades, empresarios o ciudadanos comunes, es
básico en la formación de la IMP, tanto en lo que se refiere al trato que se brinde a inversionistas,
turistas o representantes extranjeros, como a la manera de actuar de los ciudadanos nacionales
que emigran al exterior, ya sea por trabajo, negocios, estudios o turismo. Sin embargo, quizás
uno de los aspectos decisivos es el comportamiento que deben guardar los empresarios y nego­
ciadores del país en el exterior, donde es necesario mostrar cualidades como el respeto a los com­
promisos y a la palabra empeñada, la puntualidad, la capacidad de trabajo, la cultura, entre otros.
La percepción del lugar de origen de los productos, de la "calidad" de los bienes y ser­
vicios producidos crea una buena reputación no solo para la empresa, sino para la nación en
general. Así, un producto (o servicio) estandarizado, de calidad, producido y abastecido justo a
tiempo, con apoyo y servicios posventa adecuados, crea una imagen favorable del país de origen
del producto, lo que a la larga revaloriza los productos que llevan la etiqueta "made in. . ". Esta
.

revalorización del producto se traduce en mejores precios, por eso es común observar que dos
bienes idénticos, elaborados en países diferentes, reciben de un mismo consumidor grados de
aceptación diferentes.

94
II. GERENCIA MACROECONÓMICA, CREACIÓN DE VALOR, COMERCIO EXTERIOR E INVERSIÓN

El riesgo país es una herramienta básica de los negocios internacionales que califica el
riesgo de las naciones en función de parámetros de estabilidad o certidumbre en tres áreas prin­
cipales: área económica, área política y área social. El riesgo país suele ser resumido en índices
de diverso calibre que, al aplicarse simultáneamente a un grupo de naciones, permiten comparar
y "rankear" la percepción de estabilidad de los países en términos relativos. Este tipo de califica­
ción ha sido complementado con el Ranking de Competitividad Mundial (IMD, Suiza) y el clima
de inversiones (Doing Business, Banco Mundial) el cual mide las facilidades o restricciones que
existen para el desarrollo de los negocios en los países.
En los últimos años, se observan importantes avances en la imagen de marca país como
parte de una política de Estado de posicionamiento del Perú como atractivo turístico (en aspectos
históricos, culturales y gastronómicos) y de inversiones a nivel mundial. Las diversas activida­
des emprendidas están siendo efectivas en su labor de reposicionar la imagen del país. Así, se
ha trabajado no solo internacionalmente, promoviendo los atractivos naturales, históricos, eco­
lógicos y culturales que ofrece el país, sino que internamente se ha reforzado la identificación
de la población con su propio legado histórico, revalorizando la gran variedad y riqueza cultural
que poseen las diversas regiones del país. En el plano de los negocios, el Perú ha dado todas
las facilidades y prerrogativas posibles a las inversiones extractivas (quizás ya en exceso) y el
país ha sido sede de diversos congresos y conferencias multinacionales lo que lo ha colocado
en la lista de los principales inversionistas de recursos naturales en el mundo. Sin embargo, la
mayor parte de la mejora de imagen se debe al propio crecimiento económico experimentado
en los últimos diez años y al fuerte desarrollo urbano y de infraestructura observados en Lima
y en las principales provincias del interior del país. El desarrollo urbano y de infraestructura, en
gran medida, está renovando (aggiornando) la imagen del país y reforzando la propia estima u
orgullo de la población.
No obstante estos avances, la imagen de país productor de materias primas sigue preva­
leciendo, haciéndose necesario cambiar progresivamente la calidad y creación de valor del lugar
de origen de los productos, el potencial emprendedor de sus habitantes, la disminución de la
inseguridad ciudadana frente al avance de la delincuencia y los conflictos sociales y la falta de
infraestructura de transporte, de ordenamiento en el tránsito, parques, jardines, áreas de recreo y
esparcimiento públicos, entre otros aspectos. Ello nos debe llevar a implementar acciones con­
cretas y específicas en todas estas áreas.
Adaptado de Santiago Roca y colaboradores.
Perú: destino de inversiones 1 99 7- 1998.
ESAN Ediciones, 1 997.

z
·O

95
Sectores de la actividad
eco n ó m i ca n a c i o n a l
Tercera pa rte

CAPÍTULO 8
Agricultura

CAPÍTULO 9
Transporte

CAPÍTULO 1 0
Sector financiero

CAPÍTULO 1 1
Salud pública

CAPÍTULO 1 2
Pequeñas y medianas empresas

CAPÍTULO 1 3
Informal idad

CAPÍTULO 1 4
Cooperativas, participación y autogestión
CAPÍTULO R

Agricultura

1 1 La natu ra leza y fu nciona m iento


de los mercados ag rícolas
¿Necesita la agricultura de bienes públicos y de la acción del Estado para que sus mercados
funcionen apropiadamente? ¿Es en este sentido la agricultura una actividad especial?
La naturaleza de los productos agropecuarios es un factor que influye en el buen o
mal funcionamiento de los mercados agrarios, no solo por el mayor riesgo e incertidumbre
de la actividad, sino también porque los factores geográficos, sociales, institucionales y
productivos condicionan fuertemente e l desempeño del sector. Por esta razón, la agricultura
requiere de la existencia de una serie de bienes públicos y de la acción del Estado para su
buen y eficiente desenvolvimiento. Los principales elementos que hacen a la agricultura
especial o diferente son:
La producción agropecuaria se caracteriza por tener un considerable número de productores,
heterogéneos y dispersos, cuyos bienes presentan poca o ninguna diferenciación. En general,
son bienes homogéneos que registran una baja elasticidad precio de la demanda, por lo que un
pequeño excedente de producción puede ocasionar fuertes caídas de precios.
La producción agropecuaria se ve afectada por una considerable inflexibilidad, dado que la
duración del período de producción, su estacionalidad y las características del proceso de
crecimiento de las plantas y animales, hacen que sea muy dificil reorganizar los insumos una
vez iniciado el proceso productivo, y que su suspensión o interrupción sea extremadamente
costosa.
En la medida que la producción agropecuaria es específica, requiere no solo de determinadas
condiciones climáticas, de suelos, de humedad, entre otras, sino también de tecnología, la
que no siempre es 1 00% adaptable a cualquier ecosistema, sino que debe ser específica para
cada uno de ellos.

99
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

El carácter perecible hace que la oferta sea sumamente inelástica en el corto plazo, por lo
que el ajuste del mercado se realiza principalmente por precios y no por acumulación de in­
ventarios (como es el caso de los productos industriales). Esto es especialmente importante
debido a la estacionalidad de la actividad, con lo cual la producción (léase, la cosecha) se
concentra en un periodo relativamente corto de tiempo en donde el precio suele ser menor
por la mayor oferta.
Como las actividades agropecuarias están dispersas geográficamente (debido a los factores
climáticos, de suelos y otros) está inevitablemente afectada por altos costos de transacción,
los cuales están relacionados con: la carencia (o elevado costo) de servicios públicos y de
infraestructura básica (transporte, almacenamiento, energía, comunicaciones), pobre, nula o
ineficaz presencia de instituciones públicas (poder judicial, INDECOPI, gobiernos locales,
por mencionar algunos) e instituciones privadas (financieras, bancos, organizaciones gremia­
les); lo que afecta el desarrollo de los mercados.
La producción agropecuaria es más propensa al riesgo y a la incertidumbre que la actividad
industrial, ya que, al basarse en el desarrollo de seres vivos, está sujeta a enfermedades y al
ataque de agentes biológicos, por lo que afronta innumerables peligros en su producción,
traslado y comercio. Ello hace dificil prever la cantidad de producto que se va a obtener,
incluso cuando ya está bien avanzado el ciclo productivo de un cultivo.
Estas características y otras de tipo socio económico vinculadas a las carencias individuales
históricas de los habitantes del agro, obligan a la intervención del Estado y a la existencia de una
amplia gama de bienes públicos y mecanismos que disminuyan los riesgos y costos de transac­
ción para lograr que los mercados agropecuarios funcionen mejor. En este sentido, la acción del
Estado, de la mano con los productores agrarios y el sector privado, es indispensable para que
los mercados funcionen mejor.
Adaptado de Santiago Roca y Luis Simabuko. Promoviendo el Buen
Funcionamiento de los Mercados Agropecuarios.CONVEAGRO, 2008.

¿Cómo la pol ítica agrícola de los pa íses


i nd ustri a l izados afecta a l prod uctor local ?
El mercado de productos agrícolas está afectado tanto por las políticas agrícolas de los países
industrializados, como por las restricciones al acceso a estos mercados y los grandes subsidios a
sus agricultores. Estas medidas distorsionan los mercados mundiales ya que generan excedentes
de producción en los países industrializados que invaden y perjudican a los países en desarrollo y
deprimen los precios de los productos agrícolas. El mecanismo por el cual este proceso se traslada
del mundo desarrollado a las economías en desarrollo como la peruana se describe a continuación.
En primer lugar, las políticas de subsidios a los productores y las restricciones al acceso
a los mercados en las economías desarrolladas hacen que el precio "verdadero" (o los ingresos
monetarios) que reciben los agricultores en estos países sean "artificialmente" elevados, si los
comparamos con el precio internacional "de libre comercio". En esta situación, de alta "rentabili­
dad ficticia" en el agro, se generan importantes excedentes de producción ya que la oferta supera
a la demanda porque esta subvención al productor impide el equilibrio del mercado.

1 00
III. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

En segundo lugar, y dado el significativo peso que tienen estos países en el comercio
internacional, los precios mundiales de los productos subsidiados son bajos, con lo cual pue­
den ingresar "competitivamente" al resto de los países, los cuales importan los excedentes de
producción subsidiados, deprimiendo la producción local destinada al mercado interno y a las
potenciales exportaciones del país.
¿Cuán importante es este impacto? Diversos ej ercicios de simulación han estimado
el impacto que podría tener para la economía mundial la eliminación (o reducción) de los
subsidios y de las barreras comerciales del mercado agrícola. Según un estudio de la CEPAL
del 2006, una liberalización mundial podría implicar un beneficio global que representaría el
0,27% del PBI mundial, siendo mayor el impacto en los países en desarrollo (en donde el PBI
aumentaría en 0,44%) que en los países desarrollados (en donde crecería en 0,23%). Los esti­
mados para el 20 1 5 llegarían a representar el 0,70% del PBI mundial con un desagregado de
0,80% para las economías en desarrollo y 0,60% para las economías industrializadas (0,70%
del PBI mundial equivale a aproximadamente cinco veces el PBI del Perú). En ambas simula­
ciones, los beneficios estimados serían mayores para los países en desarrollo que para los paí­
ses desarrollados, lo que significa que la actual situación de distorsión de mercados mundiales
afecta más a las economías menos desarrolladas.
De otro lado, el impacto de la li beralización comercial sobre los precios se estima que
sería muy variable, dependiendo del producto, de los países que apliquen estas políticas y de
los niveles de liberalización. Específicamente, se proyecta que una liberalización mundial
podría estar generando incrementos en los precios de los productos alimenticios entre un
mínimo de 5% (para el caso del trigo, arroz y azúcar) hasta un máximo de 40% (para los
lácteos y el azúcar).
El mismo estudio señala que el mayor impacto sobre los precios se obtendría, en la ma­
yoría de los casos, de la liberalización de las políticas en las economías desarrolladas que de
las economías en desarrollo, especialmente por el incremento en los precios del trigo, azúcar y
lácteos.
Estos datos confirman lo pernicioso y la escala global que tiene las políticas agrícolas de
las economías industrializadas, especialmente adversas para las economías y los agricultores de
los países en desarrollo como los peruanos.
Adaptado de Santiago Roca y Luis Simabuko. Promoviendo e l Buen
Funcionamiento de los Mercados Agropecuarios.
CONVEAGRO, 2008.

3 ¿ Por q ué no fu nciona n adecuada mente


los mercados ag rícolas?
Si se revisan los diversos conflictos gremiales y sociales en e l campo en las últimas décadas, se
notará que muchos de ellos se derivaron de casos en donde determinados mercados agrícolas en
el país no estaban funcionando de manera adecuada. Este mal funcionamiento de los mercados
00
no solo se aprecia en el ámbito de los productos agrícolas de consumo final, sino que se observa o

'B
'O.
también, y con mayor frecuencia y crudeza, en aquellos mercados donde se transan insumos
O)
agrícolas. u

101
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

En el caso del mercado de productos finales (como la situación de la papa, el arroz, la


cebolla y otros cultivos no permanentes), las causas por las cuales el mercado no funciona bien
surgen de una serie de problemas estructurales y de insuficiencia de políticas, siendo el más noto­
rio la relativa facilidad con que el mercado entra en desequilibrio, es decir, se pasa de situaciones
de escasez de productos a exceso de oferta, y viceversa. En otras palabras, equilibrar, a través
del tiempo, la oferta y la demanda es un objetivo complicado de alcanzar debido a la poca racio­
nalidad de las siembras, con lo cual se tiende a la sobreproducción estacional y la consiguiente
caída de los precios.
Entre los principales problemas estructurales que genera este desequilibrio del mercado
se debe mencionar la carencia o falla de información y la falta de organización, coordinación y
cooperación a nivel gremial o de productores, lo que determina que los agricultores actúen de
manera independiente, sin conocimiento (o información), sin coordinación y sin cooperación.
Asimismo, se aprecian elevados costos de transacción y carencia de bienes públicos (infraestruc­
tura, información, instituciones son algunos de ellos) con lo cual el desarrollo de estos mercados
es sumamente limitado.
Pero ante estas fallas del mercado, la política estatal, que intenta modular y progra­
mar los cultivos mediante las estadísticas de intenciones de siembra, se muestra insuficiente,
ya sea porque la información que genera es inapropiada, no es difundida entre los agriculto­
res, no l lega en el momento oportuno o simplemente no es entendida por ellos.
En el caso de los insumos agrícolas (como el algodón, el maíz y la leche) si bien
existen problemas bastante similares a los observados en el primer caso, cobra especial
relevancia la estructura monopsónica u oligopsónica de estos mercados. La constatación
de la importancia del grado de concentración del mercado en las transacciones de insumos
agrícolas no es fortuita, sino que responde de manera lógica al hecho que el número redu­
cido de compradores, con poder de negociación, se aprovecha de una oferta fuertemente
"atomizada'', poco informada y organizada en términos asociativos, gremiales, productivos
y empresariales, que además, carece de recursos, no tiene poder de negociación, ni institu­
ciones del mercado que la apoyen.
Esta posición de dominio en el mercado de las empresas compradoras se traduce en abuso
de poder al utilizar prácticas anticompetitivas como l a concertación entre empresas, l a discri­
minación de compras y precios, el precio abusivo y la utilización de barreras de ingreso a la
competencia.
Los ejemplos abundan en este sentido: las prácticas de precios concertados en el caso
del algodón Pima; la obtención de ganancias extraordinarias de las desmotadoras debido a la
dependencia financiera de los productores de algodón Tanguis (al adelantarles dinero para la
habilitación de los terrenos a cultivar); y/o la estructura atomizada, oferta inelástica y barreras de
ingreso al mercado en el caso del maíz amarillo duro.
Además, la carencia de bienes públicos, relacionado con la falta de infraestructura de
diverso tipo (comunicaciones, almacenamiento, información, entre otros), de instituciones del
Estado y de mercado, y la falta de asociatividad entre los productores afectan directamente al
funcionamiento de los mercados agrícolas.
Adaptado de Santiago Roca y Luis Simabuko. Promoviendo el Buen
Funcionamiento de los Mercados Agropecuarios. CONVEAGRO, 2008.

1 02
III. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

\.
\
4 Oportu n idad perd ida : la med ia n a
ag ricu ltu ra
Si bien no existe cien por ciento de correlación y hay siempre algunas excepciones, muchos
estudios han demostrado que la excesiva concentración de tierras y el crecimiento económico
han sido generalmente antagónicos. A mayor concentración, menor crecimiento económico. La
concentración de tierras en pocas manos ha favorecido tradicionalmente el monocultivo, la sim­
plicidad en la producción, la no necesidad de educación, la inexistencia de instituciones, la con­
centración del poder y el alejamiento del Estado en la provisión de servicios y en la preservación
de igualdad de oportunidades para los ciudadanos. Las grandes unidades agrícolas modernas son
exitosas muchas veces a nivel microeconómico cuando son capaces de traer tecnología y méto­
dos modernos de gestión, pero fallan a menudo a nivel sistémico en su relación con el entorno,
el desarrollo local y regional y el logro del debido equilibrio social.
Por eso, países tan extensos como Estados Unidos y Canadá siempre han estado preocu­
pados por crear una estructura de tenencia de la tierra acorde con su dotación de otros factores,
entre ellos las personas vinculadas a la agricultura. No son solamente consideraciones de eficien­
cia económica sino aquellas vinculadas al "interés público", a una mejor distribución del poder
económico y a la eficiencia social, la que los legisladores de estos países han tenido en cuenta.
Por estas mismas razones, países del sudeste asiático como Corea del Sur, Taiwán, Malasia y
Singapur, llevaron a cabo procesos de reforma agraria que redistribuyeron la propiedad agrícola,
pero aumentaron también la inversión en infraestructura, la extensión técnica, Ja educación y el
incremento de la productividad.
En el Perú, si bien por una parte la reforma agraria quebró la estructura tan desigual de
tenencia de Ja tierra al transferir las haciendas a manos de cientos de trabajadores y miembros
de comunidades campesinas, de otro lado, paradójicamente, la política de control de precios de
los alimentos, el retraso del tipo de cambio y Jos subsidios a la importación, propiciaron la des­
trucción y quiebra de las mismas empresas agrícolas. Como consecuencia de ello se parcelaron
y desintegraron la mayoría de las cooperativas y las sociedades agrícolas, se fragmentó cuatro o
cinco veces más la tierra por sucesión generacional y la agricultura no progresó.
Con el cambio de las políticas económicas empezaron a surgir nuevas condiciones para el
desarrollo agrícola, lo precios se habían liberado, el tipo de cambio se dejó flotar, habían arance­
les y derechos específicos (franjas de precios) que gravaban las importaciones, y nuevos métodos
de gestión agrícola empezaron a emerger. La estructura productiva, sin embargo, estaba extre­
madamente parcelada, ya no era un problema de concentración de tierras sino de extremada ato­
mización. Justo cuando el Perú estaba en el mejor momento para diseñar políticas e instituciones
que aumentaran la productividad y facilitaran el nacimiento de cientos de medianos agricultores
(costeños, serranos y selváticos), el gobierno optó por favorecer la reconstitución de las grandes
unidades agrícolas (latifundios y haciendas). El péndulo en la concentración de la tierra otra
vez en la política nacional. La política de favorecer a las grandes empresas y la gran inversión
se sigue no solo en las tierras parceladas, sino en la concesión de las nuevas tierras irrigadas, la
producción de agrocombustibles, las grandes concesiones de tierras para la minería y el petróleo
y las concesiones forestales. El Perú está perdiendo la oportunidad y el momento histórico para 00
o
generar una clase empresarial de medianos agricultores que estimulen un desarrollo pujante, ]
·o.
competitivo e innovador, pero a la vez, más equitativo e incluyente. ro
u
La República, 25 de junio de 2009.
1 03
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

5 \ Pro p uestas pa ra el mejor fu ncion a m iento


_
- de los mercados agrícolas
La agricultura presenta una serie de problemas, J a mayor parte de ellos de tipo estructural, que jun­
to a las características propias de la actividad y al contexto mundial de los mercados de alimen­
tos, determinan que este mercado no funcione de manera adecuada, con lo cual Ja rentabilidad y
el desempeño general del sector no son los apropiados para una economía donde la mayor parte
de la pobreza se encuentra en la zonas rurales del país.
Factores como el abuso de posición de dominio de los compradores, la falta de infor­
mación, la carencia de bienes públicos, la falta de asociatividad de Jos productores, la escasa
organización de los gremios empresariales, la ausencia de sistemas de fiscalización de pesos y
medidas, la especulación en la comercialización y la falta de actuación del Estado son algunos
de los elementos que se busca contrarrestar.
Para superar dicha situación, acorde con el mandato constitucional de desarrollo prefe­
rente del sector agrario dentro de una economía social de mercado, y en el objetivo de beneficiar
al productor agropecuario y salvaguardar a la vez los derechos de los consumidores, se proponen
cinco iniciativas legislativas.
Las cinco iniciativas legislativas son: la reforma de la Ley Orgánica del Ministerio de
Agricultura; la ley que promueve las alianzas público-privadas para el buen funcionamiento de
los mercados agropecuarios; la reforma del sistema de fiscalización metro lógica; la ley de defen­
sa de la competencia y regulación para el agro; y la ley de creación de una especie de "Defensor
del Agro".
En primer lugar, la reforma de la Ley Orgánica del Ministerio de Agricultura redefine sus
competencias en función al mandato constitucional y le incorpora una estructura y funciones que
lo obligan a ejercer las acciones y funciones que se requieren para el buen funcionamiento de los
mercados agropecuarios.
En esta propuesta se incluyen la creación de una Dirección General para Ja Cooperación
y la Coordinación de Mercados y otra para la Facilitación de la Comercialización. Se crea el
Consej o de Defensa de la Competencia y la Regulación Agropecuaria, órgano del sector au­
tónomo cuya finalidad es pronunciarse sobre las conductas que infrinjan las disposiciones del
buen funcionamiento de los mercados, decide los regímenes especiales de regulación de precios
cuando ello corresponda, y actúa como órgano de investigación en la imposición de medidas
correctivas frente a conductas de dumping y subsidios del exterior, incluyendo la imposición de
salvaguardas agropecuarias.
En segundo Jugar, la ley que promueve las alianzas público-privadas para el funciona­
miento de los mercados agropecuarios contiene cinco iniciativas en donde el Estado y el sector
privado actúan en colaboración para lograr la modernización de estos mercados. Estas cinco
iniciativas legislativas son: la creación del Centro de Análisis y Prospectiva de las Políticas
Agropecuarias, CAPPA, una especie de órgano destinado a confrontar las políticas públicas del
sector y proveer prospectivas acerca de su funcionamiento; el fortalecimiento de la organización
gremial en el sector mediante mecanismos de recaudación coactiva de aportes; la utilización de
las compras y transacciones del Estado para obtener subsidiariamente objetivos de mejora en
los mercados agropecuarios; la intervención directa del Estado en las fallas del mercado y su

1 04
l l l. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

disposición para que el sector privado lo sustituya progresivamente en la gestión de las mismas,
según los casos; y la promoción de la contratación mediante formatos que reduzcan costos de
transacción, y la instauración de juzgados y jueces especializados e instancias de conciliación de
controversias en materia agropecuaria que brinden mayor confianza y seguridad a los contratos
agrícolas.
En tercer lugar, la reforma del Sistema de Fiscalización Metrológica incorpora a los
gobiernos locales y al sector privado en la certificación de pesos y medidas y la fiscalización
de los mismos en la actividad agrícola. Esta función está actualmente vacía y es fruto de cons­
tantes disputas y encarecimiento de los productos agropecuarios. Idealmente debería ir de la
mano con iniciativas legislativas que promuevan la internacionalización de los sistemas de
normas técnicas y acreditación de calidad de los productos y servicios agropecuarios.
En cuarto lugar, la Ley de Defensa de la Competencia y Regulación para el Agro busca
instituir un marco normativo de leal y libre competencia acorde con las características especí­
ficas del sector agropecuario. A diferencia de la legislación general sobre competencia, incluye
exenciones en las prácticas asociativas y de cooperación entre productores agropecuarios e in­
corpora la posibilidad de regulación de precios en casos específicos de abuso de posición de
dominio o prácticas anticompetitivas colusorias, depredadoras o de subvenciones y distorsiones
procedentes del exterior.
En quinto lugar, la iniciativa de la creación de una especie de "Defensor Agrario" obliga
a que los órganos especializados de la institución actúen como atentos vigías del funcionamiento
de los mercados agropecuarios y denuncien malas conductas cuando sea necesario. Esta refor­
ma contribuirá a generar estructuras y comportamientos competitivos y leales entre los agentes
económicos agropecuarios.
Adaptado de Santiago Roca y Luis Simabuko. Promoviendo el Buen Funcionamiento de los
Mercados Agropecuarios. CONVEAGRO, 2008.

\ 6 Prog ra mas de subsidios y a poyo a l ag ro


en los pa íses i nd ustria l iza dos
La actividad agrícola en los países industrializados recibe importantes apoyos y subsidios direc­
tos, tanto a la producción como a la exportación, lo cual repercute adversamente en los produc­
tores de los países en vías de desarrollo.
En el caso de las políticas de apoyo a las exportaciones, los países de la OECD tienen
diversas modalidades de subsidios como la entrega de ingresos directos, la provisión de insumos
a precios bajos, la reducción de tarifas, fletes y diversos costos de comercialización, entre otros.
De otro lado, las ayudas o subsidios a la producción son programas destinados a fomentar de­
terminados cultivos a través de políticas de precios e ingresos de los productores, pagos directos
basados en el precio, por mencionar algunos; todos los cuales responden a objetivos de política
interna vinculados a la promoción de la producción nacional, la seguridad alimentaria y la co­ 00
hesión social. o

ª
Solo como referencia, en el caso de los Estados Unidos, y bajo el amparo de la Ley de
-�
Seguridad Agrícola de los Estados Unidos (jarm bill), existen una gran variedad de mecanismos u

1 05
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

que incluyen el programa de pagos directos, el programa anticíclico de pagos para productos lác­
teos, los préstamos de asistencia para la comercialización y los pagos por préstamos deficientes.
En lo referido a los programas de pagos directos, la ley permite a los productores agríco­
las recibir el pago completo de sus cosechas a cambio de plantar el 1 00% de sus hectáreas y de
preservar el uso agrícola de la tierra, incluyendo su conservación. Las últimas modificaciones
de la ley no solo amplían los productos en este régimen, sino que cambian el sistema de pagos
previo con topes máximos anuales por un sistema de pagos de montos fijos por tonelada de pro­
ducto, de acuerdo a los niveles históricos de siembra.
Los pagos anticíclicos (countercyclical payments o CCPs) son subvenciones que el go­
bierno americano otorga a los productores cada vez que el precio efectivo de los productos cul­
tivados es menor que un precio meta preestablecido. Los precios meta constituyen verdaderos
precios de apoyo en la medida que aseguran al productor un ingreso mínimo, independientemen­
te de las fluctuaciones de los precios de mercado.
Los préstamos de asistencia para la comercialización y los pagos por préstamos deficien­
tes (loan deficiency payments o LDPs) están destinados a minimizar las potenciales penaliza­
ciones a los agricultores morosos por incumplimiento en la devolución de préstamos, así como
reducir la acumulación de los stocks gubernamentales en los productos básicos.
En general, el monto de todas estas ayudas son significativas y también sumamente
distorsionantes ya que, por ej emplo, en el año 2006, las ayudas directas al sector agrícola en
los países de la OCDE ascendieron a US$267 ,8 mil millones, lo que significó que el ingreso
de los agricultores fuera superior en casi 30% al ingreso que hubiesen obtenido sin subsidios,
apreciándose en algunos países subsidios que involucraron incrementos de ingresos de los
agricultores del orden del 60% (Noruega, Suiza, Corea, Islandia). En Estados Unidos, este
subsidio elevó los ingresos de los agricultores en 1 5%, mientras en la UE implicó una eleva­
ción de sus ingresos en 32%.
En promedio, gracias a estas subvenciones, los agricultores de los países de la OECD
recibieron un precio 2 1 % superior a los precios mundiales o, lo que es lo mismo, obtuvieron
ingresos 38% mayores a los ingresos que se obtendrían en el mercado mundial sin ayuda pú­
blica. La mayor parte de estas subvenciones se dirigieron a los productores de leche y carnes,
que recibieron US$40.000 mil millones y US$3 l .OOO millones, respectivamente. No obstan­
te, la mayor ayuda relativa la obtuvieron los productores de arroz y azúcar, ya que, en estos
casos, la subvención obtenida implicó que sus ingresos brutos aumentaran en 76% y 55%,
respectivamente; obteniendo, además, una retribución de cuatro y dos veces en comparación
al promedio mundial.
Lo más paradójico de estas políticas agrícolas es que los países desarrollados, donde el
peso relativo de la agricultura es proporcionalmente menor que en los países en desarrollo, se
apoyan relativamente más en el gasto público ( 1 7% de su PBI agrícola) que en los países en
desarrollo o basados en la agricultura (4% de su PBI agrícola).
Adaptado de Santiago Roca y Luis Simabuko. Promoviendo el Buen Funcionamiento de los
Mercados Agropecuarios. CONVEAGRO, 2008.

1 06
lll. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

7 Restricc iones a l acceso en los mercados


ag rícolas de los pa íses desa rrol lados
El comercio internacional de productos agropecuarios está sujeto a diversos mecanismos de
protección o restricciones al acceso en la mayoría de los países, los que abarcan desde impuestos
a la importación, hasta mecanismos de progresividad arancelaria y crestas arancelarias excesiva­
mente altas, además de una amplia gama de barreras no arancelarias. Todas estas medidas obsta­
culizan los esfuerzos de los productores de los países en desarrollo para ingresar en los mercados
de productos elaborados y no elaborados de los países desarrollados.
Las barreras no arancelarias se consideran más distorsionantes que las arancelarias por­
que entorpecen la transmisión de las señales de precios entre el mercado mundial y los mercados
internos, con lo cual se impide el reajuste de la oferta y la demanda internas. En este sentido, la
carga de la estabilización de los mercados internos recae en los mercados mundiales, es decir, en
los países que no utilizan tales políticas.
Se estima que los equivalentes arancelarios ad valorem combinados (aranceles de impor­
tación como porcentaje del valor o precio de los productos importados) de las medidas protec­
cionistas son notoriamente mayores en los productos agrícolas que en los bienes manufactureros,
situación que se observa tanto en las economías industrializadas como en el resto de países.
En el caso específico de los productos agrícolas, es de anotar, no obstante, que la protec­
ción impuesta por casi todos los países de la OECD (excepto Estados Unidos) a los productos
exportados por los países en desarrollo es mayor que las barreras que aplican, recíprocamente,
estos últimos a los primeros.
El equivalente arancelario ad valorem que los países en desarrollo imponen a las expor­
taciones de los países de la OECD es 1 4,5% mientras la tasa que aplica los países de la OECD,
excepto Estados Unidos, oscila entre 1 7,5% (Canadá) hasta 32,5% (otros países de la OECD).
Asimismo, las barreras comerciales de Canadá y la Unión Europea afectan más a los países de
ingreso bajo y mediano, mientras que las de Japón y Estados Unidos a los países menos desarro­
llados. En este sentido, se aprecia claramente un esquema no solo asimétrico, sino que contradic­
torio con las propuestas de trato especial a las naciones en desarrollo.
En lo que se refiere al tema arancelario propiamente dicho, el 76% de las importaciones
de productos agrícolas de los Estados Unidos ingresa con aranceles de hasta 5% y el resto por
encima del 5%. El 42% ingresa libre de toda tasa, debido a los diversos acuerdos comerciales
y sistemas de preferencias arancelarias que este país tiene firmados. De manera similar, en el
caso de la Unión Europea, se calcula que el 56% de las importaciones agrícolas ingresan con
aranceles de hasta 5% y el resto con tasas mayores al 5%. El 43% de las importaciones ingresa
exenta de pago.
El tratamiento especial a las naciones más favorecidas (NMF) difiere en ambas econo­
mías siendo un tanto más concesiva en los Estados Unidos que la UE. En los Estados Unidos,
el 75% de las líneas arancelarias (o productos) agrícolas de las NMF ingresan con aranceles de
hasta 5% y el 33% ingresan con arancel cero; mientras en la UE este porcentaje se reduce a 40% 00

ª
y 3 1 %, respectivamente. Un importante 1 7% de los productos exportados por las NMF ingresan o

a la UE con aranceles mayores a 25%, mientras en los Estados Unidos el porcentaje de productos
'§-
con aranceles mayores a 25% llega al 3%. u

1 07
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

A pesar de estas diferencias entre los Estados Unidos y la Unión Europea, existe una
constante por la cual estos países tienden a grabar más a las importaciones con mayor valor agre­
gado, al aplicar mayores aranceles a los productos elaborados que a las materias primas (como
en los casos del café, cacao, azúcar y las frutas), lo que de alguna manera "condena" a los países
en vías de desarrollo a exportar sin valor agregado.
Aunque no sea tan explícita la relación, la eficacia de las políticas de subsidios agrí­
colas y de apoyo a las exportaciones de los países desarrollados dependen también de las
restricciones que imponen en el acceso a sus mercados, ya que si un país está abierto a las
importaciones, es muy probable que la ayuda que se conceda a sus agricultores (léase subsi­
dios agrícolas y otros) enfrente serias dificultades en cuanto a su aplicación. En este sentido,
las restricciones de acceso a los mercados de las economías desarrolladas es complemento
necesario de su agresiva política agrícola.
Adaptado de Santiago Roca y Luis Simabuko. Promoviendo el Buen
Funcionamiento de los Mercados Agropecuarios. CONVEAGRO, 2008.

@ Pol íticas de com petencia en los mercados


ag rícolas de los pa íses desa rrol lados
En la mayoría de los países desarrollados, las políticas agrícolas han estado primariamente
diseñadas para mejorar el ingreso de los productores agrícolas debido a imperativos políticos y
valores que privilegian la cohesión social. Una de las maneras que los hacedores de política han
utilizado para aumentar el bienestar de los productores agrarios ha sido a través de regulaciones,
que incluyen compensaciones en ingresos, formas de fijar precios, recomendaciones sobre vo­
lúmenes a ser producidos, el fomento de la asociatividad y la organización de los productores,
entre otros.
Por esa razón, miles de pequeños productores agropecuarios de estos países se han aso­
ciado por muchos años en cooperativas para realizar acciones en conjunto, y estas a su vez se
confederaban en boards de comercialización centralizados (a veces únicos) impulsados por sus
propios gobiernos, para administrar eficazmente la producción y los precios de cada uno de los
principales productos, sobre todo para la exportación, aunque también en algunos casos para el
mercado interno.
Si bien el sector agrícola ha estado siempre sujeto a las leyes de fomento y defensa de
la libre competencia, en la mayoría de estos países (Nueva Zelanda, Alemania, Suiza y Estados
Unidos, por mencionar algunos) la producción agropecuaria ha estado exenta de la aplicación
de algunas secciones de la ley de competencia. Específicamente en lo que se refiere a la venta de
productos, se les permite a los agricultores asociarse y concertar precios o volúmenes de produc­
ción en sus cooperativas (o consorcios) en el supuesto que la participación de estas en el mercado
son poco significativas (Art. 36º del Tratado Consolidado de la Unión Europea, Capper-Volstead
Act en Estados Unidos). De alguna manera -se argumenta- las cooperativas logran economías
de escala, sinergias y reducción de costos y, por otro lado, obtienen precios más justos (de com­
petencia) para sus productos.

1 08
111. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

El uso de la ley de competencia ha sido más riguroso en su aplicación para limitar e


impedir prácticas anticompetitivas o abusos de posición de dominio por el lado de las compras
de los productos agrícolas. La agricultura se caracteriza por tener muchos productores pero
muy pocos compradores: unos cuantos procesadores industriales y/o distribuidores de alimen­
tos (comerciantes mayoristas y supermercados). Por esa razón, cuando se trata de mercados
internos, en países tales como Nueva Zelanda, Australia, Alemania, Suiza y Estados Unidos,
se han preocupado y han actuado sobre el excesivo poder de adquisición de los compradores,
sancionándoseles debidamente (Policy Round Tables on Competition and Regulation in Agri­
culture: Monopsony Buying and Joint Selling. Comité de Competencia OECD, 2004.). La ley
de competencia ha sido aplicada desde el enfoque de la regla de la razón para resolver estas
disputas y desde la perspectiva de generar empleo e ingresos a los pequeños y medianos agri­
cultores en vez de proteger solo el proceso competitivo.
Además de los mecanismos propios de la ley de competencia, en la mayoría de países
europeos se han favorecido mecanismos de regulación institucional para resolver las dispu­
tas con los compradores procesadores. Es una práctica común que los gobiernos, a través de
algún organismo, promuevan una negociación colectiva entre, por ejemplo, la asociación de
ingenios azucareros y las asociaciones de productores de remolacha, de forma que se regulen
calidad, peso, limpieza, malezas y precios, entre otros, que permitan el buen funcionamiento
del mercado.
Una mención aparte merece la legislación de competencia de estos países cuando se trata
de mercados externos. La mayoría permite o se hace "de la vista gorda" si sus exportadores o
importadores de productos agropecuarios se cartelizan o si sus agentes realizan prácticas anti­
competitivas para vender o comprar productos agropecuarios en el exterior. Es decir, en Nueva
Zelanda, Estados Unidos y Suiza, por ejemplo, las autoridades de competencia nacionales no
están obligadas a hacer cumplir a sus agentes las leyes de competencia en su desenvolvimiento
en mercados externos. Es decir, estos pueden cartelizarse para exportar o impedir la entrada de
productos del exterior sin que sean sancionados.
Las fusiones entre unidades empresariales es otra área donde la política de competencia
contra la concentración de las unidades agropecuarias ha sido ej ercitada en muchos de los
países desarrollados. Las metodologías para analizar e impedir o facilitar fusiones han sido
más refinadas en el caso del sector agropecuario que en otros sectores de la actividad econó­
mica. Aquí no hay cabida para la aplicación de la regla per se y se deben considerar el costo­
beneficio de estas prácticas para los consumidores en el mercado interno. Especial cuidado se
tiene en las fusiones de procesadores con comercializadores y en su poder de fijar precios y
obtener excesivas utilidades.
Dado que en la mayoría de países de la Unión Europea se promueve el uso de indica­
ciones geográficas y la existencia de Consej os Reguladores (por producto) que armonicen y
estandaricen la calidad y obtengan rentas por derechos de propiedad intelectual, la legislación
de competencia permite también estas prácticas, exceptuándolos de la aplicación de las leyes
de libre competencia. La promoción de la competencia se hace más bien al interior del Consejo
Regulador, entre los cientos de productores asociados y tenedores de las indicaciones geográficas
.2
00
y/o denominaciones de origen.
B
En esta perspectiva, habría que preguntarse si en los países en desarrollo, como el Perú,
'§-
también deberían de establecerse leyes e instituciones especiales de competencia en el sector u

1 09
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

agrícola, además de aplicarse el enfoque de la regla de la razón antes que la regla per se, y si
prevalece el apoyo a la pequeña y mediana empresa antes de la protección absoluta del proceso
competitivo.
La situación para los países agrícolas en vías de desarrollo se complica cuando los TLCs
no hacen exención de la agricultura y los países desarrollados no tienen legislación ni tampoco
existe autoridad supranacional vinculante que defienda la libre competencia en la agricultura a
nivel mundial. ¿Se necesita Ja dación de leyes y autoridades especiales de competencia en los
países en desarrollo que proporcionen instrumentos para restringir las prácticas agrícolas anti­
competitivas externas?
Adaptado de Santiago Roca y Luis Simabuko. Promoviendo el Buen
Funcionamiento de los Mercados Agropecuarios. CONVEAGRO, 2008.

0 Dejad que los prec ios suba n


El aumento de la demanda mundial de alimentos, el uso de productos agropecuarios para generar
energía (etanol), los cambios climáticos globales, y diversos otros factores específicos, se men­
cionan a menudo como los elementos que vienen originando un incremento significativo de los
precios de algunos productos agropecuarios. Productos como el trigo, la leche cruda, la carne, el
maíz y la caña de azúcar, vienen subiendo de precio en los mercados internacionales y proyectan
mantenerse elevados para los próximos años. Frente a estos acontecimientos, las autoridades
nacionales, preocupadas por el impacto de estos aumentos en el presupuesto de los consumidores
nacionales y en la elevación del índice de precios al consumidor (inflación), están haciendo todo
lo posible para evitar que los precios internos suban, sea disminuyendo aranceles o buscando
crear mecanismos que desliguen la producción agropecuaria interna de estos precios internacio­
nales. Se hacen para esto, por ejemplo, "de Ja vista gorda" en los reclamos de los ganaderos a
los industriales lácteos, de que les suban el precio de la leche cruda a los niveles internacionales.
Algunos inclusive han propuesto el control de precios y/o que el Estado subsidie y sufrague la
diferencia entre el precio internacional y el precio interno para evitar que se perjudique a los
consumidores nacionales.
¿Le conviene al Perú que no suban de precio en el mercado interno estos productos
agrícolas? ¿Le favorece al país que se privilegie a los consumidores a costa de los productores
del campo y del Fisco, beneficiando a los productores agrícolas extranjeros?
Una de las razones de los altos índices de pobreza en el Perú es justamente una relación
de precios relativos agricultura/industria, campo/ciudad, totalmente desfavorables. A mayores
precios agrícolas, mejores serán los ingresos de los miles de pequeños y medianos producto­
res agrícolas, los cuales, a su vez, podrán acumular y tecnificarse mejor, así como generar un
círculo virtuoso de mayor producción, demanda, gasto e inversión. La vinculación de los precios
agrícolas internos a los nuevos precios internacionales podría originar la aparición de una gama
de nuevos empresarios agroindustriales que podrían también aumentar la competencia en las
cadenas de las diversas industrias alimentarias hoy día en manos de unas cuantas empresas. ¿Por
qué, por ejemplo, en el caso de la mayoría de empresas integradas verticalmente del gas, petróleo
y energía se permite que los precios internacionales de los insumos prevalezcan o se tomen como
referencia para la fijación de precios de los bienes elaborados? ¿Por qué eso no sucede cuando la

1 1o
III. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

estructura de mercado no es integrada verticalmente y dominada por grandes inversionistas? Si


así sucediera, miles de pequeños agricultores y empresarios podrían comenzar a salir del círculo
vicioso de pobreza, baj a productividad y miseria en el que están actualmente envueltos. Hasta
podrían aparecer sustitutos nacionales de estas importaciones extranjeras.
¿Por qué, entonces, ahora que el precio de ciertos productos agropecuarios empieza a
subir, se trata de detener su alza? Tres razones equivocadas pretenden justificar tamaño desatino.
Primero, que los consumidores no se pueden perjudicar ya que ellos son más importantes que los
productores; segundo, que la inflación es más importante que la producción; y tercero, que los
pobres son los más afectados.
En un país como el Perú, donde el principal problema es la falta de trabajo y de genera­
ción de riqueza, las autoridades deben darse cuenta que de la producción sale el ingreso, y del
ingreso se genera el consumo. Para que exista producción y se mejore la productividad es nece­
sario tener buenos precios. Evitar el aumento de los precios agrícolas es enviar a los productores
al ocaso y la miseria. La política económica general de este país debe orientarse a priorizar la
producción interna, no a que los consumidores paguen menores precios.
La inflación debe enfrentarse con otros instrumentos. Si los precios de algunos productos
agrícolas crecen no significa que todos los productos aumentarán de precio. Puede ser que el
mercado haga que paralelamente bajen los precios de otros bienes y servicios industriales o de
que se reduzcan los márgenes tan elevados que existen en otros sectores. No se puede controlar
la inflación con control de precios. La inflación se gerencia macroeconómicamente con política
monetaria y fiscal y los l lamados precios básicos: tasa de interés, presión tributaria promedio,
tipo de cambio, y otros.
Evitar que los precios agrícolas suban beneficia a los consumidores pobres y ricos indis­
tintamente, en contra de los productores y del Fisco. Si se quiere ayudar a los pobres es preferible
que se les compense en forma directa en vez de hacer que el Estado cubra la diferencia entre el
precio internacional y el interno con el dinero de los contribuyentes. Dejando que los precios
internos suban y ayudando en forma directa a los más pobres, se contribuye al mejor desenvol­
vimiento de la economía y producción nacional
La República, 12 de agosto de 2007.

@ E l precio del azúca r y e l rol del Estado


El INDECOPI ha recibido algunas críticas por actuar lentamente en e l alza de precios de deter­
minados productos básicos, como el reciente caso del azúcar. ¿Es responsable el INDECOPI por
no impedir o sancionar la subida de precios? Analicemos este caso.
El precio del azúcar responde a su cotización en los mercados internacionales; es lo que
se denomina un commodity. Si el precio internacional sube, el precio local probablemente se
eleve también. El precio internacional ha subido desde el 2003 en que una tonelada se cotizaba
a US$ 1 65,52, llegando a US$283,40 en noviembre del 2005 y a US$396,8 1 en marzo del 2006. 00

De noviembre del 2005 a marzo del 2006, hay un aumento aproximado del 40%, que repercutió o
El
súbitamente en el mercado interno a finales de marzo. ¿Qué influenció para que recién en marzo
'§.
se elevara el precio? u

1 1 1
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Los precios internos demoraron en subir al nivel internacional por la franja de precios que
le permite al Ministerio de Economía (MEF) reducir aranceles cuando el precio internacional se
eleva por encima de un techo. De esta manera, no se afecta a los consumidores y a la inc\ustria
local. Los aranceles al azúcar, sin embargo, se habían reducido a cero a finales del 2005, por lo
tanto, era imposible proseguir evitando el alza de precios con este sistema.
Asimismo, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) instauró una
salvaguardia especial (no es una por precios baj os) para recuperar la participación de merca­
do que la industria nacional perdió en los últimos años en el mercado interno frente al azú­
car de Colombia. La salvaguardia del orden del 2 1 % ad valorem no encareció el precio del
azúcar doméstica por encima del precio internacional , sino que hizo disminuir las utilidades
de los productores colombianos y está reduciendo su participación en nuestro mercado. No
es cierto, como algunos dicen, que levantar esta salvaguardia pueda ejercer presión para que
los precios baj en, porque mandan los precios internacionales . Son las ventas y las utilidades
las que se ajustan.
Tres ingredientes adicionales influyen en las expectativas de precios del azúcar: primero,
los precios del petróleo siguen subiendo, y el etanol se usa como combustible y Ja caña de azúcar
es el principal insumo. Países como Brasil están dejando de producir azúcar para producir etanol ;
segundo, l a producción de azúcar está disminuyendo porque algunos subsidios en países desa­
rrollados se están reduciendo y los agricultores prefieren otras actividades; y tercero, la demanda
mundial de azúcar crece por el aumento del consumo en China de este producto.
En estas condiciones, los productores de azúcar se dan cuenta de que el precio inme­
diato seguirá creciendo y que sus utilidades podrían aumentar si ajustan su conducta para
reducir las ventas, acaparando o aumentando sus stocks hoy, para beneficiarse de mayores
precios mañana.
Sin embargo, en el tema del control de las conductas en el mercado participan otras institu­
ciones. El Ministerio Público debe investigar las conductas de acaparamiento, conforme al artículo
233 del Código Penal (el que acapara bienes de consumo para alterar los precios será reprimido con
pena privativa de la libertad no menor de dos ni mayor de cinco años).
Al INDECOPI le toca investigar, y así Jo viene haciendo, para comprobar conductas de
concertación de precios en el mercado o de negativa grupal a vender, sancionables por el Decreto
Legislativo 70 1 . También puede actuar si el aumento de precios es por una posición de dominio
que abusa de los consumidores.
Como se ha podido ilustrar, los precios dependen de muchos factores y actores, en­
tonces resultan incomprensibles las exigencias para que el INDECOPI detenga el alza de
precios. El INDECOPI no controla precios, sanciona conductas. Pongamos las cosas en
su Poder Político (MEF, Mincetur, Ministerio de Agricultura), la sanción de conductas al
Ministerio Público y al INDECOPI. Cada uno tiene que jugar su papel en una economía de
mercado, en donde debe darse lugar para que las instituciones funcionen conforme a ley: la
razonabilidad del precio o los precios se determina fundamentalmente por l a acción de la
oferta y la demanda.
El Comercio, 1 1 de mayo de 2006.

1 12
llT. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

1 1 Patenta m iento de plantas


Desde siempre, los agricultores han seleccionado sus propias semil las para volverlas a
replantar, las escogen sobre la base de su productividad y resistencia a enfermedades o
condiciones ecol ógicas locales. La separaci ón de la producción de semi l las de la activi­
dad propiamente agrícola no solo fue efecto del avance tecnológico, sino del interés de
los gobiernos de expandir la frontera agrícola. Para ello, los gobiernos crearon entidades
públicas especializadas que producían y regalaban la semilla a los agricultores y posterior­
mente incentivaron a empresas privadas a especializarse en esta actividad.
Dado, sin embargo, que la mayoría de las plantas se autoreproducen (no tienen sexo o se
autofecundan) no había nada inicialmente que impida que los agricultores replanten las semillas
cosechadas y compitan con los productores de semillas, excepto en los híbridos en donde se
rompía la estabilidad genética de la planta y se evitaba su reproducción natural. Por esta razón
en Europa, para evitar la competencia de los agricultores, las compañías de semillas propusieron
normas que protegieran y dieran exclusividad a sus variedades, dando pie a la creación en 1 96 1
de l a Convención Internacional para l a Protección de Variedades Vegetales, UPOY. Los produc­
tores de semillas en Estados Unidos lograron a su vez que su gobierno adaptara su sistema de
patentes para proteger la producción de plantas y variedades vegetales.
Estos procesos de separación de la actividad agrícola del de producción de semillas ha sido
más lentos en los países en vías de desarrollo en donde el tema de la producción de plantas y varie­
dades vegetales mantuvo el camino tradicional y los gobiernos ni se preocupaban de la materia. La
mayoría de los países en vías de desarrollo nunca evaluó un sistema para proteger a sus productores
de semillas, primero porque los agricultores tenían acceso libre a las semillas a través de sus prácti­
cas tradicionales, y segundo porque no había empresas nacionales que se dedicaran a este negocio.
Han sido las propias corporaciones internacionales de semillas, incentivadas por las
atractivas ganancias en los países desarrollados, las que han presionado para que los países en
vías de desarrollo acepten algún esquema de protección de plantas y seres vivos. Ello permitiría
que sus variedades tuvieran protección en estos países. Nuestros países ni siquiera se han dado
cuenta. La creación de la OMC en 1994 incorporó una cláusula en el acuerdo de propiedad inte­
lectual que obligaba a todos sus miembros a adoptar algún sistema de protección de variedades
vegetales. Todos entonces incluyeron algún sistema de protección. El Perú adoptó, por ejemplo,
un Régimen de Protección de Variedades Vegetales a nivel Andino, que en la práctica nunca im­
plementó. Más recientemente, el Perú ha aceptado dentro del TLC con los Estados Unidos hacer
los mejores esfuerzos para instaurar un sistema de patentamiento de plantas.
¿Pero qué es realmente lo que está en juego? ¿Cuáles son los intereses nacionales y prio­
ridades del Perú en este tema? ¿Qué tipo de protección nos conviene más? ¿Qué excepciones
planteamos? ¿Cómo salvaguardamos a nuestros agricultores pobres del probable abuso de los
protegidos por estos derechos? ¿Encarecerá la protección los insumos y restringirá los derechos
ancestrales de los agricultores a reutilizar, intercambiar y vender semilla? ¿Cómo balanceamos
los derechos de unos versus los de otros?
Estando en el INDECOPI tuvimos la iniciativa de formar un grupo plural integrado por 00
o
miembros de diversas instituciones públicas, privadas y académicas, para revisar este tema. La z
desesperación por firmar el TLC ni siquiera le dio tiempo al ministro Alfredo Ferrero para pre­ 'O.
u
"'

guntar cuál podría ser el impacto que la incorporación de patentes en plantas podría traer para el

1 13
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Perú. La nueva administración del INDECOPI no se ha vuelto a interesar en el tema y el grupo


que se formó no se ha vuelto a reunir ¿Se piensa acaso esperar el último momento para encargar
el tema a las transnacionales de semillas o sus abogados como aparentemente ha sucedido en el
caso de los transgénicos?
La República, 14 de agosto de 2008.

@ La protección de los conoc i m i entos


-- colectivos de los pueblos i nd ígenas
La Ley 27. 8 1 1 , promulgada e n el 2002, establece un régimen sui generis orientado a reconocer,
preservar y proteger los conocimientos colectivos de los pueblos indígenas del Perú, ya que estos
conocimientos no son protegidos por los sistemas tradicionales de propiedad intelectual.
La Ley promueve el consentimiento informado previo y la distribución justa y equitativa
de los beneficios derivados de la utilización de los conocimientos colectivos, de forma que re­
dunde en beneficio para los pueblos indígenas y la sociedad en general.
A través de esta Ley, el ente competente para conocer y resolver en primera instancia todo
lo relacionado con la protección de los conocimientos colectivos de los pueblos indígenas es la
Oficina de Invenciones y Nuevas Tecnologías del INDECOPI.
Desde que la Ley 27 .8 1 1 entró en vigencia hace casi tres años, la falta de reglamentación
así como la variada problemática de los pueblos indígenas, sus organizaciones representativas y
la complejidad en el manejo de las diversas geografias, lenguas y culturas, además de la desidia
del propio Estado (INDECOPI), han impedido la implementación y puesta en práctica de la
citada norma.
Se hace necesario tomar acción y propiciar un mayor acercamiento con los representantes
de las organizaciones indígenas y de los gobiernos y organizaciones locales a fin de promover
su activa participación en el desarrollo de actividades para la protección efectiva de los conoci­
mientos colectivos.
¿Cuál es la situación actual de las comunidades indígenas en relación a la protección de
sus conocimientos colectivos y cuáles son los posibles obstáculos que ellas mismas encuentran
en su implementación?
Se deben identificar las necesidades de las comunidades campesinas que nos permitan
establecer una relación de confianza con una agenda de trabaj o común, de forma que se pue­
dan ir paulatinamente registrando conocimientos colectivos en el registro confidencial y apoyar
subsecuentemente a las comunidades a utilizar o explotar estos conocimientos o licenciarlos a
terceros, con las garantías que estos últimos compartirán los beneficios con las comunidades y
la sociedad en general.
Esta es una de las maneras de avanzar para destrampar la situación actual en que nos
encontramos.
Extractos del discurso de Santiago Roca en el taller con representantes
de las comunidades campesinas acerca de "La Protección Efectiva de los Conocimientos
Colectivos de los Pueblos Indígenas". INDECOPI, 2005.

1 14
1 1 1 . SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

1 3 Diversidad biológ ica y el ITPGRFA


El 22 de mayo pasado se conmemoró el día de la diversidad biológica, uno de los temas de
mayor preocupación en el mundo, ya que la pérdida de la biodiversidad amenaza con la in­
seguridad alimentaria y empeora las condiciones de salud y la disponibilidad de agua para la
vida (Informe del Convenio sobre Diversidad Biológica). Así como nuestros antepasados do­
mesticaron las plantas y mediante experiencias de campo, selección y cruce, crearon miles de
plantas y variedades de alimentos que luego pusieron a disposición de todos; el día de hoy se
requiere regenerar los ecosistemas y la biodiversidad que desgastamos a pasos agigantados. El
uso de organismos vivos o procedimientos para producir nuevos productos (la biotecnología)
no es por lo tanto una actividad negativa en sí misma. El problema de la biotecnología reside
en el control y regulación de los efectos negativos de los nuevos productos y variedades que
se desarrollen, el acceso de los agricultores a estos nuevos recursos y la apropiación y mono­
polización de los beneficios por parte de corporaciones que buscan extender el control privado
de los recursos genéticos a través de derechos de propiedad intelectual.
Por ello, es importante conocer el tratado ITPG RFA, que entró en vigencia el 29 de
junio del año 2004. Hasta ahora, 1 23 países han firmado el tratado, entre ellos el Perú. Este
tratado crea un fondo común mundial de recursos genéticos administrado baj o un sistema
multilateral de acceso y repartición de beneficios, dentro del cual cada miembro provee libre
acceso a los recursos genéticos, con fines de investigación, mej oramiento de variedades y
capacitación para la alimentación y la agricultura, siempre que dicha finalidad no lleve consi­
go aplicaciones farmacéuticas y otros usos industriales no relacionados con la alimentación.
Además, las partes han acordado que los beneficios derivados del fondo se distribuyan de
manera equitativa a través del intercambio de información, el acceso a la tecnología y su trans­
ferencia, la creación de capacidades y la distribución de los beneficios de la comercialización.
Los receptores de estos recursos genéticos que, como consecuencia del uso de los mismos
inscriban derechos de propiedad intelectual o de otra índole que limiten el acceso facilitado a
los recursos fitogenéticos para la agricultura y la alimentación, estarán obligados a pagar una
compensación consistente en un porcentaje de las ventas.
Este fondo común de recursos genéticos multilateral resuelve problemas que los países
en desarrollo encuentran en negociaciones bilaterales, donde les es difícil acceder a cláusulas
de reparto de beneficios derivados del uso y aprovechamiento de los recursos genéticos. Las
negociaciones bilaterales se dan en un marco de poder e intereses que favorecen siempre al país
desarrollado, lo que se ve agravado por la falta de equipo técnico y conocimientos del país en
vías de desarrollo. Asimismo, en el caso de las variedades vegetales utilizadas para la agricultu­
ra, es difícil rastrear el país de origen de cada planta (la cual podría provenir de varios), requisito
necesario para la implementación de un sistema de repartición de beneficios bilateral.
La lista de las especies incluidas en el sistema multilateral es todavía reducida: avena,
sorgo, lentejas, arroz, camote, coco y manzana, entre las más importantes. Se deberían incluir
más especies en el fondo y proponer mecanismos específicos que hagan que este sistema predo­
mine sobre las negociaciones bilaterales, por el bien de la diversidad biológica, la agricultura y 00
o
la alimentación. ]
La República, 27 de mayo de 201 O. 'ª"
u

1 15
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Apropiación y conservación
de la biod iversidad
D e los múltiples temas referidos a la biodiversidad, hay dos relevantes: primero, la apropiación
de nuestra riqueza biológica sin que se obtenga compensación para el país y para las comuni­
dades poseedoras de estos recursos; y, segundo, el resarcimiento ante el daño causado sobre la
biodiversidad como consecuencia de la introducción de organismos genéticamente modificados,
y las consecuencias en el sector agrícola.
En el primer tema, un ejemplo es el de la planta hoodia gordonii y las tribus de los san en
Á frica. Mucho después que se conociera que la tribu utilizaba ese cactus para reducir el hambre,
el Consejo Estatal Sudafricano para la Investigación Científica e Industrial, CICI, aísla el glicósi­
do P57 de la planta y lo patenta. Luego, cede la patente a una empresa de biotecnología que, con
Pfizer, descompone el activo y lo sintetiza como supresor del apetito. El potencial de ganancias
de la nueva droga, hace que los san acusen al CICI de biopiratería y lo obligan a suscribir un
acuerdo para compartir las regalías. Si bien todavía no se ha podido obtener la comercialización
de la droga -se vienen estudiando posibles efectos en el hígado- el caso representa un modelo de
distribución de los beneficios de la riqueza biológica y de la forma de participación del Estado
y de las comunidades originarias, con terceros inversionistas que deja ver la necesidad de una
política pública.
En el segundo tema, está el caso Hoffman versus Monsanto, donde los agricultores
de cultivos orgánicos en Canadá acudieron a una acción de clase contra Monsanto para que
indemnice el daño causado a los campos de canola orgánica, al contaminarlos con canola
genéticamente modificada y afectar la identidad de sus cultivos, originándoles pérdidas sig­
nificativas. Si bien las cortes no han admitido hasta el momento la acción de clase, se dis­
cute el cumplimiento de un principio jurídico incuestionable también para la biodiversidad:
"todo aquel que causa un daño a otro está obligado a indemnizarlo".
En estas materias el Perú está en pañales: todavía no define qué modelo externo o propio
le conviene seguir para beneficio del país y sus comunidades nativas.
En la apropiación de la riqueza biológica tradicional existe el Convenio de Diversidad
Biológica, del cual Perú es miembro, que desarrolla los principios de acceso legal, consentimien­
to informado previo, y compensación económica justa y equitativa para las comunidades nativas.
Por su parte, la Ley de Conocimientos Tradicionales Nº 27.8 1 1 , vigente desde hace ya cerca de
diez años, no ha sido implementada, por lo que no se sabe cómo el Estado y las comunidades
se podrían beneficiar de su riqueza, a pesar de esfuerzos aislados para impedir que se otorguen
patentes de plantas originarias y de estos conocimientos tradicionales del Perú en el exterior.
En los daños a la biodiversidad y a los agricultores por la introducción de semilla genética­
mente modificada, el Estado exhibe la misma irresponsabilidad y negligencia. En efecto, pese a ha­
ber firmado el Protocolo de Cartagena en el 2003, y la ley Nº 27. 1 04 de prevención de riesgos deri­
vados del uso de la biotecnología, hasta la fecha ambas normas no se implementan en su cabalidad.
Además de ello, llueve sobre mojado, cuando en los TLC se suscriben compromisos sin la debida
reflexión y sin conocer los modelos de compensación y conservación que más convienen al país.
¿Cuándo el Estado definirá una política nacional en estas materias? ¿Hasta cuándo vamos
a esperar?
La República, 1 8 de marzo de 20 1 0 .

1 16
Transporte

1 Redefi n i r la i n stitucional idad de la n ueva


pol ítica en el tra nsporte i nterprovi ncia l .
La principal medida que se requiere para afrontar los graves problemas existentes en el transpor­
te interprovincial de pasaj eros es redefinir la institucionalidad del sector, lo que implica, funda­
mentalmente, asegurar que el Estado cumpla el rol de regulación y fiscalización que se necesita
para que los mercados funcionen adecuadamente.
Este cambio de visión debe partir de la definición de la actividad de transporte de pasa­
.
jeros como un servicio público, pero con una cierta gama de modalidades, desde aquella inten­
samente regulada hasta la que permite y aliente espacios para la libertad de iniciativa privada y
la segmentación del mercado. El transporte interprovincial de pasajeros tiene que ser definido o,
mejor dicho, redefinido, como servicio público de titularidad estatal, sin que ello signifique que
el Estado ofrezca el servicio, sino más bien para destacar que la actividad como tal tiene que ser
ejercida por los particulares interesados, previa concesión por parte del Estado.
El acto de asignación de la concesión significa, para todo efecto, la anuencia que el Es­
tado brinda al interesado en participar de una actividad económica que tiene como destinatario
a un usuario que debe ser atendido necesariamente bajo determinadas condiciones mínimas que
le aseguren un servicio de calidad, la continuidad de dicho servicio, un precio accesible y la
satisfacción de necesidades primarias vinculadas con la vida, la salud, la integración y e l libre
tránsito.
Asimismo, la declaración de servicio público es la piedra angular de un proceso en el
cual resulta necesario recomponer el principio de autoridad y transmitir un mensaj e claro y
directo en el sentido de que no es posible participar en esta actividad económica sin un pronun­
ciamiento estatal y sin el cumplimiento de normas mínimas. Esta barrera de entrada asegura,
además, que existan distintas condiciones de concesión económica, y que la regulación de
cada una de ellas sea establecida de un modo progresivo en función a la esencialidad del tipo
de actividad en la prestación del servicio.
1 17
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Es verdad que podría sostenerse que la declaración de servicio público resulta anacró­
nica si se la compara con la evolución en otras realidades. Sin embargo, el actual escenario
que se observa, de descomposición y ausencia absoluta de presencia estatal, hace necesario
retomar este concepto primigenio, para que sobre este se sienten nuevamente las bases de este
mercado completamente desnaturalizado. Es obvio que no se trata de reproducir con exactitud
la dimensión original en la que se crea el concepto de servicio público, sino de utilizarla como
un elemento configurador necesario, en el que también tienen cabida las formas avanzadas de
participación del capital privado en el ej ercicio de la actividad, con mayores o menores espa­
cios para la libre iniciativa en función al tipo de servicio que se presta.
La configuración de la actividad económica como un servicio público debe estar acom­
pañada de una firme decisión política de intervenir en su regulación. La normativa debe ser
revisada íntegramente a los efectos de establecer las condiciones mínimas por tipo de actividad
y asegurar que tal acción sea el resultado de un programa planificado para satisfacer las deman­
das de los distintos mercados, así como la rentabilidad de la actividad para los privados en un
entorno de equilibrio eficiente. El cambio de visión con relación al transporte interprovincial de
pasajeros debería reflejarse, desde la perspectiva de la organización estatal, con la creación de un
Organismo Público Descentralizado en el sector Transportes y Comunicaciones que se convir­
tiera en el ente rector de la actividad en el país.
El nuevo organismo debiera tener márgenes de autonomía suficientes para constituirse en
el conductor del mercado, estudiando sus características; planificando las condiciones de acceso
a rutas en función a las distintas demandas de la población; revisando íntegramente la legislación
aplicable y reformándola; diseñando un sistema de certificación de la calidad; creando categorías
de servicios públicos en función al nivel de regulación; señalando precios de tarifas en aquellos
mercados en que se requiera de este instrumento; definiendo la política tributaria, de subsidios
y compensaciones para los agentes que participan en el mercado; promoviendo la asociatividad
de los pequeños agentes y asegurando su permanencia; regentando un sistema de acreditación y
control de la calidad; y asegurando mecanismos de fiscalización intensa que aseguren desterrar
la cultura de la ausencia de autoridad y el desacato a las normas y a la autoridad.
Este organismo tendría que ser el encargado de redefinir las competencias de todos los
demás organismos involucrados con la regulación y vigilancia del transporte interprovincial de
pasajeros, a los efectos de eliminar la superposición de funciones y asegurar el uso eficiente de
los recursos del Estado.
Las funciones que correspondería desempeñar a este nuevo organismo tendrían que estar
marcadas por el profesionalismo de sus miembros y el tecnicismo de sus decisiones, particu­
larmente en el señalamiento de las condiciones de acceso a rutas, condiciones técnicas de los
vehículos, regulación de condiciones de participación de choferes, creación del sistema de acre­
ditación de estándares mínimos y su correspondiente fiscalización.
En esta nueva visión, el Organismo Público Descentralizado quedaría encargado de
liderar un cambio de cultura social y, también, organizacional, por lo que debería contar con
los instrumentos suficientes para ejercer sus funciones de manera satisfactoria, incluso con
facultades de tipo normativo y regulatorio. En este último aspecto, el establecimiento de ran­
gos de servicios públicos, donde sea necesaria la fijación de precios, tendrá que actuar con
la mej or información disponible y desterrando cualquier inj erencia aj ena a la determinación
técnico profesional.

1 18
III. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

Es en la nueva organización que tendrían que definirse aspectos puntuales con relación
a las rutas, sus condiciones de acceso, las condiciones de la oferta, las características de los
vehículos en función al tipo de servicio y actividad, las reglas de operación de choferes y otros
agentes, los terminales de transporte terrestre en su condición de públicos o privados, y cualquier
otro aspecto de este tipo. Es decir, todos los ámbitos operativos que hoy son dejados libremente
a las fuerzas del mercado.
Adaptado de Santiago Roca, Juan Francisco Rojas y Eduardo Vila. Eficiencia, Competencia y
Seguridad en el Funcionamiento del Mercado de Transporte Terrestre Interprovincial de Pasajeros:
Evaluación y Propuestas. APOIP, octubre de 2008.

rn Reg u lación, control y eficiencia versus


· · l i bera l idad en el tra n sporte públ ico
El mercado del transporte terrestre de pasajeros se reconfiguró a partir de 1 99 1 con el Decreto
Legislativo 640, que estableció el libre acceso al mercado, y el Decreto Legislativo 642, que de­
cretó la libre competencia de tarifas. De esta manera, se pasó de un esquema en donde el Estado
regulaba las tarifas y controlaba el acceso a las rutas en los años setenta y ochenta, a una total
e indiscriminada desregulación en los noventa. Asimismo, el Decreto Ley Nº 25.789, de 1 992,
permitió las importaciones de todo tipo de vehículos usados sin restricciones, lo que generó un
boom en el número de unidades vehiculares y de empresas dedicadas al servicio de transporte
interprovincial, lo que a la larga originó una dramática alteración de los términos de competencia
en este sector.
Resulta evidente que las medidas dispuestas con la liberalización del servicio de transporte
estuvieron lejos de generar las esperadas condiciones de competencia perfecta en el sector. Si bien se
garantizó el libre acceso a la prestación de este servicio -eliminando la posibilidad que alguna em­
presa pudiese influir directamente sobre los precios- se asumió incorrectamente que la sola existencia
de la libertad de acceso aseguraba el correcto funcionamiento del mercado, y que toda información
relevante sobre el servicio sería transmitida y corregida a través del precio ofrecido por cada empresa
en el sector. La doctrina económica y la realidad -poco después- confirmaron que ninguno de estos
elementos garantizabaper se la transparencia de la información, condición indispensable para mode­
rar la conducta de los agentes en el sector.
En la práctica, la ausencia de regulación y de mecanismos de monitoreo y con­
trol ocasionó la relajación de las condiciones de seguridad y eficiencia en la prestación del
servicio. Más aun, en el afán de reducir costos, los empresarios tendieron a evadir los pocos
requerimientos técnicos, legales, laborales y tributarios que se salvaron de ser eliminados con la
liberalización.
Se abrieron así las puertas para acceder al sector y competir sin mayores condicionamien­
tos y reglas, lo que devino en una especie de competencia "salvaje" en donde no había mayores
obligaciones. El resultado de la ausencia de regulación, fiscalización y control fue la aparición
de diferentes prácticas que derivaron en comportamientos y manifestaciones de mercado distor­
sionantes, tales como:
La atomización de la oferta del servicio.
La lenta renovación de vehículos y el surgimiento de un parque automotor de segunda mano.

1 19
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

La desaparición de incentivos para cubrir rutas de menor demanda o demanda sumamente


estacional.
La difusión y expansión de malas prácticas comerciales (como la operación de empresas
"comisionistas" que rentaban su nombre para permitir a individuos operar en el sector, el
uso de placas vehiculares duplicadas, la migración de rutas sin autorización previa, la modi­
ficación de las características originales de los vehículos, los buses camión, la contratación
de conductores evadiendo leyes laborales y sin control sobre horas de trabajo, entre otras
irregularidades).
La degradación de los estándares de calidad en el servicio, particularmente en los servicios
ofrecidos para los estratos sociales de menores recursos económicos.
La inexistencia de escuelas o centros especializados para la formación de choferes.
La ausencia de regulación y mecanismos de control y fiscalización sobre la prestación de
servicios de transporte.
La sobreoferta en el sector, generando un proceso de "competencia perversa" entre las em­
presas que operaban en el mercado.
Todos estos elementos afectaron drásticamente la estructura del sector, modificándose así los
términos de competencia y generándose incentivos a la operación informal. La necesidad de
obtener un margen de rentabilidad mínimo y el deficiente control del Estado, contribuyeron a la
generación de incentivos para la creciente informalidad, la operación de servicios al margen de
la ley, la competencia desleal a través de precios por debaj o de los costos reales de operación y
el consecuente incumplimiento de los estándares de calidad y de seguridad mínimos requeridos.
Adaptado de Santiago Roca, Juan Francisco Rojas y Eduardo Vila. Eficiencia,
Competencia y Seguridad en el Funcionamiento del Mercado de Transporte Terrestre
Interprovincial de Pasajeros: Evaluación y Propuestas. APOIP, octubre de 2008.

0 De la g uerra de precios a la com petencia


'· · depredadora
Las políticas liberales en el transporte de los noventa generaron el irrestricto ingreso de vehí­
culos usados y el masivo incremento de la flota de buses para el transporte interprovincial de
pasajeros. Los buses entraban sin requerimientos técnicos y las empresas eran totalmente libres
para comprar y poner en operación el tipo de vehículo que más le conviniera, sin existir requeri­
mientos acerca de un tamaño mínimo de flota para operar. Más aun, las facilidades de acceso al
crédito y el fraccionamiento de aranceles que se otorgaron en ese periodo, incentivaron el interés
de decenas de personas que vieron la oportunidad de reincorporarse al mercado laboral como
propietarios de buses y pequeños transportistas.
Todos estos elementos llevaron a crear una feroz e irracional competencia en el mercado,
lo que hizo disminuir los precios, con el aparente beneficio del consumidor. En pocos años, no
solamente había aumentado el número de empresas, la flota a disposición y las rutas cubiertas,
sino que había cambiado significativamente la estructura del mercado: disminuía la participación
de las grandes empresas y aumentaba significativamente la contribución de las pequeñas empre­
sas (empresas entre una a cuatro unidades), generándose lo que ha sido denominado el proceso
de atomización del sector.
1 20
III. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

En un primer momento se comenzó a ofertar el servicio a tarifas que no cubrían los costos
fijos unitarios y, posteriormente, sin siquiera cubrir algunos costos variables de mediano plazo,
como son la reposición de llantas o de repuestos. Pronto, para mantenerse en los mercados, las
empresas más pequeñas fueron relajando los estándares tradicionales del negocio, degradándose
así la calidad del servicio y la seguridad de los pasajeros. Así, más que tarifas predatorias, lo que
en realidad existe son tarifas "depredadoras".
En un mercado bajo perfectas condiciones de competencia, el exceso de oferta y la ato­
mización hubiese impulsado la progresiva recomposición del mercado forzando a aquellas em­
presas que no eran eficientes a salir del sector. Sin embargo, en la realidad, la falta de estándares
mínimos obligatorios, las asimetrías de información y la competencia desleal sin sanción entre
competidores, extendían ad infinitum la vida de las empresas y de los vehículos en operación, en
donde el patrimonio de las empresas se depreciaba aceleradamente, por el mínimo mantenimien­
to, ocasionando una larga agonía antes que su rápida salida del mercado.
Una de las características más saltantes del negocio del transporte es que produce una
ilusión monetaria o de liquidez, a pesar que puede ser poco rentable, por lo que se hace atractivo
o rentable a los ojos de los informales o los iniciados en el negocio.
Lo que en realidad sucede es que el transportista informal vive del fluj o de caja del ne­
gocio, pero el negocio, con las tarifas predatorias, no permite reponer el capital, por lo que el
transportista no invierte en el mantenimiento de la unidad. Esta situación, a la larga, no es soste­
nible, pero el mercado libertino se lo permite al no regular ni fiscalizar el estándar de calidad y
seguridad del servicio. De esta forma, el transportista, en la práctica, no quiebra o no es sacado
del mercado y sobrevive ofreciendo un servicio inseguro, riesgoso, al margen de la ley y de
pobre calidad.
Con el 70% de la flota nacional de vehículos para el transporte de pasajeros, los pequeños
y medianos transportistas -en su mayoría informales- no ejercen poder de mercado en forma
individual. Tampoco ejercen poder de mercado las treinta empresas más grandes que poseen al­
rededor del 30% del total de unidades en operación. Lo que ocurre es algo inédito en los análisis
de la competencia. El poder de mercado y la posición de dominio se originan en forma colectiva.
Es decir, la posición de dominio colectiva de los informales en su conjunto -el 70% de la fiota­
es la que finalmente arrastra en sus prácticas a las empresas más grandes.
La feroz competencia entre informales obliga a que este 70% del universo sea el segmen­
to dominante del mercado, y el que finalmente actúe fijando el comportamiento del sector que se
refleja en el nivel de precios y los estándares de operación aplicados. Los baj os precios de los in­
formales -dada la alta elasticidad cruzada de la demanda- atraen a los pasaj eros antes atendidos
por el sector formal, originándose la inmediata reducción del diferencial de precios y la adopción
por parte de estos últimos de las prácticas y procedimientos existentes en el sector informal, en
diferentes aspectos de su operación. Al reducir sus precios, los formales se ven forzados a reducir
sus costos y gradualmente a adoptar las prácticas y comportamientos de los informales.
Lo que podría denominarse un "abuso de posición de dominio colectiva" impulsa una
competencia perversa que va degradando la calidad del servicio y origina la depredación del
negocio. Con precios más bajos y servicios de menor calidad y seguridad solo queda extender la
vida útil de los vehículos más allá de los estándares operativos regulares. Solo han escapado de
esta dinámica un grupo reducido de empresas formales al discriminar mercados y posicionarse
en el segmento premium. No obstante, en la práctica, no hay empresa que no haya sido arrastrada
por este fenómeno de competencia ruinosa y depredadora.
121
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

De esta manera, la necesidad de obtener un margen de rentabilidad mínimo y la deficiente


regulación y control del Estado contribuyeron a la generación de incentivos para la creciente
informalidad, la operación de servicios al margen de la ley, la competencia desleal y la conse­
cuente liberalidad de los estándares de calidad y seguridad. En estas circunstancias, los precios
y la competencia pueden considerarse factores depredadores del sector. Nadie genera valor, pero
todos sobreviven en función de altos niveles de riesgo y progresivas reducciones en la calidad
del servicio. La pérdida social se expresa en la pérdida de vidas humanas en las carreteras, cuyo
costo es sumamente elevado, pero generalmente no considerado por los agentes económicos,
léase usuarios, transportistas y Estado.
Adaptado de Santiago Roca, Juan Francisco Rojas y Eduardo Vila. Eficiencia, Competencia y
Seguridad en el Funcionamiento del Mercado de Transporte Terrestre Interprovincial de Pasajeros:
Evaluación y Propuestas. APOIP, octubre de 2008.

0 ¿Cuá nto cuesta la falta de Estado en el sector


tra n sporte i nterprovi ncial de pasajeros?
Además del costo del pasaje, la falta de regulación, fiscalización y control del Estado en el mer­
cado de transporte interprovincial de pasajeros genera significativos perjuicios y costos adicio­
nales a las familias y la sociedad en su conjunto.
Entre los costos adicionales al pasaje, se encuentran las pérdidas en horas hombre de
trabaj o, el daño patrimonial y los costos de atención, hospitalización, lucro cesante y pérdidas de
vida originadas por los accidentes de tránsito.
Según la Policía Nacional del Perú, en el 2007 se registraron 6.325 víctimas de acciden­
tes (859 fallecidos y 5 .466 heridos) en casi dos mil incidentes de tránsito en donde estuvieron
involucrados 525 ómnibus. Esto último significa que uno de cada diez unidades de transporte
interprovincial de pasajeros estuvo involucrado en estos accidentes.
El costo económico anual total de la siniestralidad en el sector transporte en general se
estima en alrededor del 1 ,6% del PBI global. Si se tiene en cuenta que el PBI del transporte te­
rrestre representa entre 4,5% y 5,0% del PBI, eso implica que por cada S/. 1 00 de valor agregado
que aporta el sector de transporte, el país gasta aproximadamente S/.35 en reparar los pasivos
directos e indirectos que genera esta actividad, por lo que su aporte "efectivo" o "real" sería solo
de S/.65. Esta elevada extemalidad negativa obviamente es consecuencia de la falta de regula­
ción y ordenamiento en el sector.
A nivel de los usuarios, se calcula que los costos asociados a las víctimas de los acciden­
tes alcanza al 0,5% del PBI, incluido costos humanos y médicos, lo que en términos monetarios
implica unos US$660 millones, de los cuales el 50%, aproximadamente US$330 millones, es
imputable al transporte interprovincial de pasajeros.
Teniendo en cuenta los niveles de gasto global de las familias y la proporción que se
destina al gasto de pasajes en transporte interprovincial (0,43% de la canasta familiar), se puede
calcular que el gasto anual de las familias por pasajes interprovinciales asciende a unos US$370
millones. Si se incluyen los S/.330 millones por accidentes, arriba señalados, el gasto "real" total
de las familias alcanzaría los SI. 700 millones, es decir 90% mayor en relación al costo del pasaje.

1 22
111. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

La elevada siniestralidad en el sector hace que el costo "real" o "efectivo" por transportarse a las
personas en las carreteras del país sea casi el doble de lo que cuesta el boleto mismo.
Ahora, usted sabe que el costo real para la sociedad del boleto que usted paga es casi el
doble y con la pérdida innecesaria de muchas vidas.
Adaptado de Santiago Roca y Luis Simabuko. Impacto de la Restitución del IGV en el Servicio
del Transporte Terrestre lnterprovincial de Pasajeros. APOIP, junio de 201 O.

5 I m pacto de l a restitución del IGV a l servicio


del tra nsporte i nterprovi ncia l de pasajeros
La actividad del transporte terrestre se ha venido incrementando en los últimos años a conse­
cuencia del crecimiento general del país y un gradual reordenamiento y re-regulación del sector,
a pesar del cual aún persisten los problemas de competencia desleal de los informales, tarifas
depredadoras, elevada antigüedad de las unidades y diferencias marcadas en eficiencia, produc­
tividad y salarios.
Por el lado de la demanda, la segmentación del mercado ha permitido que un número
limitado de empresas definan la competencia no solo vía precios, sino también por diferen­
ciación en la calidad, comodidad y seguridad. No obstante estas nuevas estrategias empre­
sariales, el grueso del mercado se define por la competencia de tarifas.
La política sectorial ha reconocido los problemas de la falta del Estado, con lo cual, pro­
gresivamente, se formularon políticas que tendieron a controlar, regular y normar la actividad
en el sector. Asimismo, se dieron políticas promotoras de la inversión, y, lo más destacado, se
impulsaron políticas selectivas y focalizadas de formalización con mecanismos tributarios como
la devolución de ISC y el sistema de detracciones.
En el esfuerzo de formalizar el sector se intentó también restituir el IGV al servicio
de transporte interprovincial de pasajeros, pero ¿ayudó esto a mejorar el sector? La evidencia
empírica señala que cuando se grava el IGV al sector, este impuesto es absorbido íntegramente
por el transportista formal en vez del usuario (experiencia comprobada de junio del 2003 a marzo
del 2004) y ello aumenta paradójicamente la informalidad.
Este resultado se produce por la extensa competencia desleal que entablan las empresas
informales a base de menores tarifas y la percepción de la mayoría de los pasajeros que seleccio­
na el servicio por menores tarifas y no por calidad y seguridad. Las empresas enfrentan en reali­
dad una demanda inesperadamente elástica, por lo que su capacidad de transferir el impuesto al
pasaj ero es casi imposible.
De acuerdo a las estadísticas que se manejaban en el 200 1 y 2002, la informalidad en el
sector en términos generales se calculaba entre el 70% y el 80%, según se estime por el tamaño
de la flota (según MTC) o por la cantidad de empresas (según APOIP), respectivamente. En uno
u otro caso, es una cifra sumamente elevada, lo que grafica claramente la dimensión de la com­
petencia desleal que enfrentan las empresas formales. Colocado en esta perspectiva, el que se °'
o
restituya el IGV significa que en ese momento el vehículo formal sale al mercado con una tarifa ]
1 9% mayor y debe enfrentar la competencia de dos a tres unidades informales o cuasi informales 'ª'
u
con una tarifa 1 9% menor.

1 23
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Así, si el usuario desea ahorrarse (evadir) el IGV, recurrirá a la oferta informal, con lo
cual presiona hacia la baja la tarifa cobrada por el sector formal, la que tenderá a converger hacia
la tarifa informal (sin IGV). En otras palabras, la existencia de un amplio sector informal, que
evade el cobro del IGV, es la 9ue determina, a la larga, que las tarifas del sector formal, en la
práctica, no puedan incluir el IGV.
�n un mundo hipotético sin empresas informales o, por ejemplo, con una informalidad
relativamente baj a del 20%, confluirían al mercado ocho vehículos formales, con una tarifa 1 9%
ni.ayor, y solo dos unidades informales con una tarifa 1 9% menor. La correlaciqn de fuerzas en
este ejerµplo es rµuy diferente, con lo cual el usuario no tendría muchas posibilidades para evadir
el pago del iGV; ya que la oferta informal es manifiestamente limitada. Lamentablemente, la
realidad es otra y la correlación de fuerzas entre formales e informales es distinta, lo que implica
que el impuesto <leb¡i ser asumido por el transportista formal porque la casi ilimitada oferta de las
empresas informales impide el aumento de la tarifa conforme se restablece el IGV.
Si el tr¡insportista formal se ve obligado a asumit el IGV en aquella parte de su mercado
que no ha podido segmentar, pierde rentabilidad, y no le queda otra sino ir reduciendo costos,
calidad y seguridad, transformándose paulatinamente en un potencial informal. :Restituir el IGV
no es una buena medida para disminuir la informalidad.

Ad¡iptado de Santiago Roca y Luis Simabuko. Impacto de la Restitución


del JGV en el Servicio del Transporte Terrestre Interprovincial de Pasajeros.
APOIP, junio de 2 0 1 0.

1 24
CAPÍTULO 1 0

Sector financiero

Ba nco y consu m idores : relación


q ue u rge reconstru i r
En días pasados, a propósito del problema suscitado por la distribución de dólares falsos en el
sistema bancario y el traslado de su responsabilidad a los usuarios, publiqué un artículo en El
Comercio sugiriendo revisar la Ley de Instituciones Financieras en cuanto a la necesidad de
proteger al consumidor.
Las regulaciones sobre protección al consumidor en el mercado de los servicios bancarios
y financieros en otros países en el mundo es amplia y variada. La mayoría de los países desa­
rrollados tienen legislación específica que protege al consumidor en sus operaciones con estas
instituciones y aquellas del mercado de capitales. En Estados Unidos, por ej emplo, se tiene una
variedad de normas que protegen al usuario, tales como: verdad al prestar, reportes de crédito
justo, reportes de cobro justo, igualdad de oportunidad al crédito, procedimientos para resolver
disputas inmobiliarias, transparencia del crédito hipotecario, prácticas justas para la recolección
de deudas, prácticas sobre reinversión de fondos en la comunidad, transferencia de fondos elec­
trónicos, prácticas en la intemet, inside trading, falta de transparencia en los mercados, outright
malfeasance, breach de responsabilidades fiduciarias, entre muchas otras.
Estas prácticas han hecho de los Estados Unidos uno de los países del mundo donde el
usuario de los servicios financieros se siente protegido de los errores operativos del sistema y de
la asimetría de poder tan grande que existe entre los proveedores y consumidores. ¿Por qué en el
Perú no se promulga una ley clara que proteja al consumidor de servicios financieros y determine
responsabilidades y competencias claras entre las instituciones supervisoras de bienes y servi­
cios financieros? Todos hemos sido testigos, en el caso de los dólares falsos, de los desaciertos
y peloteo de responsabilidades entre las instituciones reguladoras y supervisoras del sistema
financiero. La ley de protección del consumidor que administra el INDECOPI no otorga facul­
tades claras ni dirime competencias con otros reguladores y supervisores del sistema financiero.

1 25
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Si bien en todo esfuerzo regulatorio siempre es conveniente evaluar los costos y benefi­
cios posibles de la aplicación de las normas, de forma que solo cuando los beneficios sean mayo­
res que los costos estas se implementen, no hay duda que los constantes reclamos que se reciben
en INDECOPI, las asociaciones de consumidores, la defensoría del pueblo y el congreso de la
República, por mencionar algunos, amerita que se haga el análisis correspondiente.
La reforma no tiene, sin embargo, porqué necesariamente expresarse en ampliar la actual
ley de instituciones financieras y del mercado de capitales, alternativamente se podría incorporar
un capítulo especial en la ley de protección al consumidor, específicamente dedicado a estas
instituciones.
El Comercio, mayo de 2005.

\2] E l desa rrollo de los mercados fi na ncieros


'-·· -··-

en el Perú es nota ble


Hay que partir afirmando que los mercados financieros son fundamentales para el desarrollo de
toda economía. A mayor desarrollo de los mercados financieros, se tendrá un crecimiento mayor
del Producto Bruto Interno, por el simple hecho que los recursos de estos mercados estarían in­
crementándose y poniéndose a disposición de los inversionistas. Facilitan que los fondos de las
unidades económicas superavitarias se pongan a disposición de aquellos que necesitan fondos
para sus proyectos de inversión. Ese es su papel fundamental, y por eso es sumamente importan­
te que estos mercados experimenten un crecimiento. A continuación, se transcribe parte de una
entrevista otorgada a la revista Cámara Peruana de Comercio de Lima.
¿Cuáles son los instrumentos financieros que actualmente tienen mayor importancia en
el Perú?, ¿cuáles son los mercados en los que se mueve mayor cantidad de dinero en la
actualidad?
En el Perú están surgiendo una serie de nuevos mercados financieros en añadidura a los
mercados tradicionales. Hay un primer mercado importante que es el de depósitos, consistente
en los fondos de las unidades superavitarias que se canalizan hacia las instituciones financieras,
cada uno de ellos con características propias, algunos a corto plazo, otros a mediano plazo. Aho­
ra último han aparecido, por ejemplo, los superdepósitos, que son a tres meses, y el depósito a
seis meses que ha introducido el Banco Wiese. Estos elementos se producen con la intención de
captar los recursos del público, y que las instituciones financieras canalicen esos fondos hacia
quienes requieren de dinero para proyectos de inversión.
Por otro lado, están los mercados de crédito, que es la manera como los bancos prestan
esos fondos. Como todos saben, los préstamos son de distinto tipo. También tenemos los mer­
cados de bonos. Hay bonos privados y bonos públicos. Igualmente, está el mercado de papeles
comerciales, que ha comenzado a nacer en el Perú. Recuerda que la Telefónica fue una de las
primeras empresas que lanzó papeles comerciales al mercado, a través del Banco Continental.
Asimismo, tenemos el mercado de hipotecas, que es otra manera de captar recursos. De otro
lado, están los mercados de crédito de consumo, que es otro elemento que se maneja desde el siste­
ma bancario, al igual que todos los nombrados anteriormente. Pero ahí no termina la cosa. Tenemos
otro tipo de instrumentos, como son los mercados de acciones, que se negocian fundamentalmente

1 26
III. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

en la Bolsa de Valores. También tenemos los mercados de pensiones y los mercados de seguros.
Entonces, todos estos instrumentos son formas en las que los fondos se dirigen hacia determinado
tipo de mercado, y de allí se canalizan hacia diferentes proyectos e inversiones.
¿Cuál es el movimiento actual de cada uno de estos mercados?
Están creciendo considerablemente. Para poner un ejemplo, el mercado de pensiones ex­
perimentará para fin de año, según nuestras proyecciones, una recaudación del orden de los 1 .200
millones de dólares. Estos mercados de pensiones invertirán seguramente en papeles comercia­
les, y esto permitirá que algunas empresas que necesitan financiamiento para sus proyectos de
inversión, puedan acceder a él.
Por otro lado, en el mercado de reservas de seguros, se estiman alrededor de US$450
millones, solo en el rubro de lo que son seguros tradicionales, sin considerar los seguros de vida.
De esta suma, una parte se gasta en las propias contingencias causadas por siniestros y acciden­
tes, pero creemos que, limpios de este tipo de situaciones, se generará una reserva de seguros
superior a los US$ l 80 millones, que se acumularán a lo logrado el año pasado.
En fondos mutuos, los estimados a principios de año eran del orden de los US$400 mi­
llones, pero están creciendo a un ritmo mayor de lo programado, desarrollándose tan bien que
nuestras proyecciones están quedando cortas. Hay mucho dinamismo actualmente.
El estimado en el mercado de hipotecas era del orden de los 1 .300 millones de soles,
que es aproximadamente US$480 millones, y es una suma mucho más elevada al nivel de este
mercado al 3 1 de diciembre de 1 996. El mercado de papeles comerciales, que el año pasado fue
muy pequeño, pues solamente emitió Telefónica, también viene creciendo, y nuestra proyección
de 400 millones de soles quedará corta con seguridad.
En el campo de bonos del sector privado, el estimado es de 1 .000 millones de dólares
en bonos nuevos, y también creemos que nos hemos quedado cortos. El mercado de préstamos,
que es el más grande que existe en nuestro país, debería tener un crecimiento hasta niveles de
1 3 .770 millones de soles, es decir, seis veces el mercado de bonos, varias veces el mercado de
fondos mutuos o de seguros. Luego, le sigue en importancia el mercado de depósitos, que son la
principal fuente de financiamiento de las instituciones financieras.
Ahora, esto es lo que sucede en las instituciones financieras, pero el Estado también está
levantando sus fondos a través de bonos y préstamos, y está usándolos principalmente para la in­
versión pública. Como no logra financiar todas sus inversiones públicas de esta manera, usa sus
excedentes de caja obtenidos vía la recaudación para financiar la inversión pública. Se observa
sí que la política del gobierno es muy austera en el tema de agenciarse de fondos para financiar
sus gastos, mientras que las empresas usan principalmente los préstamos, los bonos privados y
las acciones para levantar sus fondos. Y usan estos fondos, fundamentalmente, para inversión y
capital de trabajo.
Por otro lado, las familias, a diferencia de las empresas, son entidades superavitarias de fon­
dos, y por lo tanto los destinan en depósitos en el sistema bancario, para comprar bonos privados,
papeles comerciales, para depositarlos en fondos mutuos, para comprar acciones, y para deposi­
tarlos en fondos de pensiones. Ese es el destino del excedente de fondos de las familias en el Perú.
Contrariamente a lo que se piensa, las familias tienen algún superávit de fondos, en con­ o

traste con las empresas, que tienen déficit. Las familias prestan, mientras que las empresas piden
o
'B
prestado, el gobierno está más o menos equilibrado, y las instituciones financieras actúan de ·g.
u
intermediarias. Y hay un sector que es muy importante, me refiero al sector externo, que está

1 27
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

prestándonos mucho dinero gracias al superávit de fondos que tienen en el Perú. El ahorro ex­
terno que llega es muy grande, y se canaliza a través de los bonos que ellos compran, de los
préstamos que realizan, del crédito que otorgan, y de las inversiones que están haciendo cuando
compran empresas públicas y privadas.
¿Cómo relaciona usted esta realidad con el tema del riesgo-país?, ¿cuál es la situación del
Perú en este campo?
El riesgo-país está muy vinculado al flujo de capitales. Es la evaluación que se hace en el
sector externo de las condiciones de nuestro país. De acuerdo al estudio que se hace de nuestra
situación como riesgo-país, se decide si se van a comprar empresas o papeles comerciales, si se
va a prestar a bancos o se va adquirir activos grandes.
Si ellos perciben un riesgo-país muy grande, van a querer cobrar más por sus capitales, o
van a esperar una mayor rentabilidad de sus inversiones, y eso encarece el crédito local.
¿Cómo miden en el sector externo estas condiciones de riesgo-país en una nación como la
nuestra?
El riesgo-país se mide por varios elementos. Influyen elementos económicos, elementos
políticos y elementos de carácter social. Los que estiman estos riesgos evalúan la vulnerabilidad
de la economía del país en la forma como efectúa sus pagos. Todo eso está reflejado en la balanza
de pagos, sobre todo en la de cuenta corriente, en la capacidad del país para pagar su deuda, y
en la expectativa de producción corriente. El estimado de riesgo-económico se pondera con el
estimado de riesgo-político, que se evalúa con elementos como posibilidades de cambio en las
reglas de juego, cambios o infracciones a la Constitución, posibilidad de expropiaciones, mo­
dificaciones intempestivas de la tributación, inestabilidad en el gobierno. Finalmente, se evalúa
el riesgo-social, analizando la situación laboral de los trabajadores productivos, el tema de los
salarios, la pobreza extrema, el desempleo, la violencia urbana y la violencia generalizada. Todo
esto se estima con criterios subjetivos, a través de encuestas del público, y revisando los medios
de comunicación.
A mayor riesgo-país, se incrementan las tasas de interés y las tasas de los seguros para
mercaderías transportadas a ese país, y se pagan menores precios por los productos que exporta
ese país. El riesgo-país está muy relacionado con la imagen-país. Una buena imagen le da valor
agregado a los productos. Un equipo de sonido hecho en el Perú puede tener un día la misma ca­
lidad que uno hecho en el Japón, pero en estos momentos la imagen es que en Japón los obreros
trabajan a conciencia porque son bien remunerados, hay controles y estándares de calidad y la
garantía de ese producto es superior a la de un producto hecho en el Perú. Es muy importante que
los gobiernos tengan esto en cuenta, y no se tomen decisiones que puedan afectar la imagen del
país en el exterior, porque eso crea situaciones negativas para el proceso económico.
La economía del país se está estabilizando, hay un crecimiento productivo y en los merca­
dos, tal como señalaras hace un momento, pero se vive cierta inestabilidad política debido a
los últimos acontecimientos que todo el país conoce. ¿Cómo observas esta situación? ¿Crees
que pueda afectar, si se llegara a ahondar esta crisis política, a la economía del Perú?
Eso es definitivo. El nivel de riesgo-político en el país está creciendo, y la imagen que es­
tamos dando hacia el resto del mundo se está deteriorando. Ahora, tanto la imagen-país como el
riesgo-país se miden por hechos coyunturales, por ende hay que estudiar la manera de revertir los
factores que aumentan el riesgo-país. El país está vendiendo la imagen de que aquí hay oportuni-

1 28
III. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

dades para la inversión extranjera y que somos una potencia turística. No debemos descuidar eso.
Los últimos acontecimientos, llámese destitución de magistrados del Tribunal Constitucional, o
los enfrentamientos con cierto sector de la prensa, aumentan la incertidumbre y elevan el riesgo­
país en el corto plazo. Si se pueden corregir, esperamos que se haga por el bien de la imagen y de
la economía del Perú, porque si no se da eso, los inversionistas podrían pensar que aquí se está
generando una futura inestabilidad que podría llevar a nuestro país a posiciones extremas con
respecto a la inversión extranjera, o a que se produzcan de aquí al 2000 cambios bruscos en las
reglas de juego. Los inversionistas temen las posiciones extremas.

Cámara Peruana de Comercio de Lima. Edición Internacional,


número 2235, julio de 1 997.

3 , Li bertad o reg u lación en la i ndustria


de servicios fi na ncieros
La industria de servicios financieros existe para coordinar el proceso de ahorro-inversión, mejo­
rando la asignación de los activos reales y financieros y promoviendo el flujo total de recursos
que fluye hacia la actividad de inversión real. Los intermediarios financieros facilitan el proceso
de formación de capital al dirigir los flujos de fondos desde los prestamistas hacia los prestata­
rios, desde las unidades superavitarias hacia las unidades deficitarias.
Las instituciones financieras que se encargan de este proceso de intermediación pueden
clasificarse en instituciones de depósitos, instituciones contractuales y e instituciones de inver­
sión. Las instituciones de depósitos son, por ejemplo, los bancos, las mutuales, las cooperativas
y asociaciones de ahorro y crédito. Las instituciones contractuales son las compañías de seguros
de vida, los fondos de retiros, las compañías de seguros de propiedades, incendios y accidentes,
y las empresas de arrendamiento financiero. Las instituciones de inversión son los fondos co­
lectivos de dinero, los fondos de inversión de inmuebles, las compañías que administran fondos
fiduciarios, las compañías de inversión, entre otras.
En adición a estos tres tipos de instituciones financieras existen los agentes de bolsa, los
corredores de seguros, las compañías de tarjetas de crédito, los brokers, entre varios otros, y la
buena cantidad de compañías de comercio minorista que desempeñan funciones de crédito e
intermediación financiera. Regulan el sistema las Instituciones de Supervisión y Control.
La naturaleza de intermediación de las instituciones financieras la hacen sustancialmente
distinta de las empresas industriales y productivas. Las empresas financieras trabaj an con muy
pocos fondos propios, arriesgando mayormente dinero que pertenece al público en general. S i
los fondos son mal utilizados o utilizados s i n ética, s e favorecen unos cuantos e n desmedro del
beneficio económico general. Por eso es que las empresas e instituciones financieras son la ma­
yoría de veces consideradas de interés público y están suj etas a una amplia gama de regulaciones
y controles por parte de las instituciones tutelares del Estado; esto ocurre así casi en todas las o

naciones del mundo por más liberales o creyentes en el mercado libre sean sus gobernantes de o

tumo. El proceso de regulación y control de las instituciones financieras ha tenido consecuente­


2
·g.
mente dos objetivos principales, parcialmente en conflicto : u

1 29
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

El reducir el riesgo y, por lo tanto, aumentar la seguridad de los depositantes y ofertantes de


fondos, brindando estabilidad al sistema.
El incentivar la competencia y la provisión de servicios financieros con la mayor eficiencia o
los menores costos posibles.
¿Cuánto de regulación y legislación financiera existe en la industria? Para sorpresa de muchos,
la evolución histórica de los éxitos y fracasos de la industria de servicios financieros ha sido
muy rica y ha llevado a la dación de una extensa gama de leyes y regulaciones que justamen­
te pretendieron hacer que el sistema financiero funcionara con mayor seguridad, estabilidad y
eficiencia. Como consecuencia de ello, no ha existido -como se cree- una libertad desenfre­
nada o liberalización abierta del sistema financiero; al contrario, se ha practicado y ensayado
una frondosa legislación y control. El proceso, sin embargo, ha sido dialéctico. Han existido
periodos en que la regulación y el control han aumentado considerablemente y periodos en que
se ha promovido la desregulación.
En general, se puede demostrar que, cuando hay mucha regulación, aumenta la seguridad
pero disminuye la competencia y la eficiencia; cuando hay poca regulación, aumenta la eficien­
cia y la competencia pero disminuye la seguridad y la estabilidad del sistema.

Gestión, marzo de 1 99 1 .

\4] La reg u lación fi n a nciera en


\___ los Estados U n idos de Nortea mérica
Contrario a la creencia d e que e n l a industria financiera funciona el libre mercado, las institucio­
nes financieras en los Estados Unidos están sujetas a una densa regulación. Los principales temas
de la regulación han sido los siguientes:
Prohibiciones en las actividades financieras de los bancos y otras instituciones financieras:
los bancos comerciales no podían actuar como bancos de inversión, ni podían suscribir ac­
ciones y bonos, ni actuar como brokers ni como compañías de seguros, por ejemplo (Glass
Steagall Act), y viceversa. Adicionalmente, había diferencias significativas y restricciones
en las actividades y productos financieros que podían ofrecer cada uno de los tres grupos
de instituciones financieras antes mencionados. Por ejemplo, las instituciones de ahorro y
crédito no estaban permitidas a abrir cuentas corrientes y los bancos no podían organizar
fondos mutuales.
Limitaciones en la composición de los balances generales y los requisitos de adecuado
capital propio: se limita la cantidad que los bancos pueden prestar a un solo prestatario y se
señalan requerimientos mínimos de capital en relación a los depósitos (National Banking
Act); se limitan los volúmenes de préstamos a los funcionarios y directores de los bancos
(Financia! Institutions Interest Rate y Regulatory Control Act); se establecen requerimien­
tos de encaje en relación a los depósitos (Regulación D del Sistema de Reserva Federal);
se prohíbe la colocación de depósitos en valores, acciones y otros. Se hace lo mismo para
las otras instituciones financieras según las características del balance de cada una de ellas
(legislación para cada tipo de intermediario financiero).

1 30
III. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

Restricciones en el precio de los servicios financieros: con la finalidad de abaratar el costo del
crédito. La Regulación Q del Sistema de Reserva Federal prohibió el pago de intereses en las
cuentas corrientes y restringía las tasas que podrían ser pagadas sobre otro tipo de depósitos;
las leyes contra la usura de diversos Estados, fijaban tasas máximas de interés a los préstamos
bancarios. Los Comisionados de Seguros Estatales eran los responsables de regular las tasas
de seguros de las compañías de seguros.
Aprobación para funcionar: los bancos nacionales tienen que obtener la aprobación de
la Oficina de Controlador de la Moneda (National Banking Act); los bancos de cada Es­
tado requieren la aprobación de comités financieros del Estado (State Laws); los conglo­
merados bancarios necesitan aprobación del Sistema de Reserva Federal (Bank Holding
Company Act).
Restricciones a la entrada: limita y/o prohíbe la creación de sucursales de bancos nacionales
en otros Estados que no sean aquel de su nacimiento (McFadden Act); limita las adquisicio­
nes bancarias inter-Estados (Douglass Ammendment); restringe las actividades no bancarias
de los conglomerados bancarios (Bank Holding Company Act); sujeta estas entradas a l a
"conveniencia y necesidades de la comunidad" (Community Reinvestment Act).
Seguro de depósitos: crean la Corporación Federal de Seguros de Depósitos, fijando requeri­
mientos mínimos para que las instituciones de depósitos califiquen para el seguro de depósi­
tos (Federal Deposit Insurance Act).
Protección del consumidor: para proveer mayor información a los depositantes y menor dis­
criminación y democratización de los préstamos se dan las siguientes leyes : Verdad al Pres­
tar, Reportes de Créditos Justos, Igualdad de Oportunidad en el Crédito, Trato Justo en los
Pagos, Reinversión de la Comunidad, Libros Abiertos en Amortizaciones de Viviendas y
Transferencia de Fondos Electrónicos.
Limitaciones en la expansión, fusión o nuevas adquisiciones: se establecen las guías para la
aprobación de fusiones entre los bancos que cuentan con seguro federal (Bank Merger Act);
todas las fusiones bancarias están sujetas a revisión por el Ministerio de Justicia para verificar
su compatibilidad con la Ley de Antimonopolios (Clayton Act del Sherman Antitrust Act).
Calificaciones para ser director de una institución financiera.
Tratamiento a la banca extranjera en concordancia y equidad con la banca nacional (lntema­
tional Banking Act).
Tratamiento específico a la banca de desarrollo.
Exámenes acerca de la solidez de las instituciones financieras: se realizan exámenes fre­
cuentes para conocer la solidez de las instituciones financieras por parte de la Oficina del
Controlador de la Moneda (National Banking Act), la Corporación de Seguros de Depósitos
(Federal Deposit Insurance Act), el Sistema de Reserva Federal (Federal Reserve System), y
las Agencias y Comités del Estado respectivo (State Laws).
Ventajas impositivas: se señalan ventaj as impositivas para las asociaciones y cooperativas de
ahorro y crédito y a los fondos mutuales.
Diversificación de portafolios: en el caso de fondos mutuales se regula la apertura de informa­
ción, la necesidad de diversificación de los portafolios, y los conflictos de interés entre la geren­ o

cia y los propietarios de los fondos (Securities and Exchange Act, Investment Company Act). o

ª
Toda esta frondosa legislación brinda gran seguridad y estabilidad al sistema financiero nor­ 'O.
u
"'
teamericano, pero a decir de muchos, desaceleró la expansión de los grandes intermediarios y

131
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

amodorró el sistema. Sin embargo, la iniciativa de muchos intermediarios y su ingenio para "dar
vuelta a las regulaciones" fue en la práctica generando hechos que distaban significativamente
de la intención original de muchas de las reglamentaciones.
Se tiene, por ejemplo, que en el afán de captar mayores fondos y apoderarse de partes
del mercado, los bancos fueron innovando y creando nuevos tipos de productos y servicios
financieros, por ejemplo las cuentas corrientes que sí pueden pagar un interés, los certificados
de depósitos que saltan los límites que existían sobre las tasas de interés en ahorros, el ojfshore
banking que evade la Regulación D que obligaba a los bancos a mantener encaje, por mencio­
nar algunas. Otras veces, se crean los conglomerados bancarios con el propósito de eludir las
regulaciones de los Estados que impedían o limitaban la apertura de sucursales o la localización
geográfica de las instituciones financieras. Esto obviamente generaba mucha discusión a nivel
de cada Estado, los que debatían de los peligros y aciertos de "la gran banca" versus la pequeña
banca local y regional.
Gestión, marzo de 1 99 1 .

rn La desreg u lación de la i ndustria fi na nciera


� en los E stados U n idos
La entrada de Ronald Reagan al poder en 1 980 consolida el proceso de "sacarle la vuelta" a la
legislación en forma espontánea y marca el comienzo de un proceso de desregulación financiera
formal, cuyo objetivo -según sus principales proponentes- es mej orar la competitividad y efi­
ciencia del sistema financiero. Entre los principales cambios en este proceso de desregulación
parcial a partir de 1 980 se tiene:
La fl.exibilización de algunos de los poderes y servicios financieros: se autorizó, por ej em­
plo, la creación de cuentas corrientes que pagan interés (NOW y SUPERNOW), en todas
las instituciones de depósitos: bancos, asociaciones de ahorro y crédito, uniones de cré­
dito, entre varias más (Garn-St. Germain Depositary Institutions Act, 1 982). Se autorizó
para que las Asociaciones de Ahorro y Préstamo puedan colocar hasta 20% de sus activos
en préstamos al consumidor, papeles comerciales y acciones corporativas. Se levantó la
prohibición de que las Asociaciones de Ahorro y Préstamo no pueden emitir tarjetas de
crédito (Depositary Institutions Deregulation y Monetary Control Act. DIDMCA, 1 980),
entre otras medidas.
Los techos máximos de interés establecidos a través de la Regulación Q, fueron gradualmen­
te eliminados a partir de 1 980, hasta desaparecer en 1 986 (DIDMCA).
Las instituciones de fondos mutuales fueron autorizadas a poder hacer préstamos a empresas
hasta por 5 % del total de sus activos y se les permitió aceptar la demanda de depósitos de las
empresas prestatarias (DIDMCA).
Se permitió a las Asociaciones de Ahorro y Crédito competir en el mercado de préstamos
de los bancos comerciales y a invertir en bonos de proyectos productivos de los Estados y
gobiernos locales.
Se aumentó el monto de préstamo posible de los bancos nacionales a un solo prestatario, del
1 0% al 1 5% del capital.

1 32
lll. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

Se erosionan las limitaciones establecidas en el Douglas Ammendment, permitiéndose que


un Bank Holding Company pueda -en situaciones de emergencia- adquirir instituciones fi­
nancieras de depósitos en otros Estados.
Se levantó la cobertura de seguros a los depósitos de US$40.000 a US$ l 00.000 por la FDIC,
FSLIC y NCUA, instituciones de seguro del gobierno para los bancos, asociaciones de aho­
rro y uniones de crédito, respectivamente. Se permitió también la aparición de seguros pri­
vados para los depósitos.
Se les da un poco más de libertad a las asociaciones de ahorro y crédito para invertir en valo­
res y se les levanta las limitaciones para pedir prestado (Banking Bilis, 1 984).
En realidad, la década de los ochenta y los primeros meses de la presente década, período en donde
se ha promovido la desregulación parcial, ha venido acompañada de la quiebra masiva de muchas
instituciones financieras, muchas de ellas pequeñas pero otras también muy grandes. Las grandes
obviamente se han salvado en función de la doctrina "muy grandes para dejarlas que fracasen y
desestabilicen el sistema" (los contribuyentes han tenido finalmente que aportar los fondos para
restaurarlas) y las pequeñas que no han podido fusionarse, han tenido que quebrar. El sistema fi­
nanciero de los Estados Unidos pasa actualmente por una etapa crítica, las instituciones financieras
se han debilitado significativamente bajo cualquiera de los índices que tradicionalmente miden su
performance, sean estos de Standards & Poor, Moody's o BIS. Hace unas semanas el Gobernador
de Rhode Island mandó cerrar 45 Asociaciones de Ahorro y Crédito con problemas; y el Banco de
Nueva Inglaterra, entre los más grandes de Estados Unidos, ha sido también recientemente interve­
nido, teniendo el gobierno federal que garantizar todos sus depósitos.
Para algunos esta situación se debe a que el proceso de desregulación de estos últimos
once años no ha podido ser completado, y muchas instituciones financieras no pueden todavía
diversificar a otras líneas de negocios, como vender seguros y suscribir valores, diversificando
el riesgo. Tampoco se ha podido penetrar en la apertura de sucursales inter-Estados, salvo en
los casos de acuerdos de reciprocidad. Y hasta compañías de seguros de depósitos privados han
quebrado, dejando a los depositantes descubiertos. Por eso, dicen, se está atentando con la sobre­
vivencia de esta industria. Si este "descalabro financiero" continúa, se resquebrajará la confianza
del sistema y se empuj ará la economía hacia un declive y desconfianza mayores.
La pregunta siempre vigente es: ¿serán el entorno y las condiciones macroeconómi­
cas externas las que estén originando este resquebraj amiento, o será e l proceso de desregu­
lación y liberalización y competencia -en una industria tan delicada y especial como la fi­
nanciera- la culpable? ¿Cómo se logra el equilibrio de una industria de servicios financieros,
ni tan regulada que la inhiba y le corte su iniciativa, ni tan libre que esté sujeta a decisiones
irresponsables que afecten los fondos del público? La competencia normalmente favorece al
consumidor, sin embargo, en el caso de las instituciones financieras, demasiada competencia
puede más bien originar el pánico de los depositantes y del público en general. ¿Cómo lograr
entonces ese balance entre seguridad, eficiencia y competitividad? En esta óptica los que
piensan en la liberalización completa o en la regulación total parecen estar profundamente
equivocados.
Gestión, marzo de I 99 1 . o

ª
'§.
u

1 33
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

\6J Las propuestas del presidente Bush


'=-"" . y las opi n iones del Congreso
La administración del presidente Bush ha diseñado una propuesta de revisión integral de las
regulaciones del sistema financiero norteamericano. En su mayor parte se trata de una marcha
hacia una cada vez mayor liberalización y desregulación del sistema financiero. El Congreso,
por su parte, ha estado en su mayor parte indispuesto a aprobar la propuesta de la administración
norteamericana y, al contrario, parece haber favorecido en muchos debates del Comité de Banca,
un sistema de mayor seguridad y menor experimentación. Aquí se trata de describir brevemente
cuáles son los principales ejes de las propuestas sin analizar ni opinar sobre sus posibles efectos
y consecuencias.
La reforma del seguro a los depósitos: baj o la propuesta de la administración, se propone
una política de seguros a los depósitos de las grandes instituciones financieras, basado en
doctrina de la "ambigüedad constructiva" en vez de aquella de "muy grande para dej arlo
quebrar". El Tesoro admite la necesidad de flexibilidad para rescatar a las instituciones que
amenacen la estabilidad del sistema, pero busca formas para no garantizar todas las activi­
dades y hacerlo menos frecuentemente (ambigüedad constructiva). Se piensa que en un pe­
riodo de cinco años podrá solo asegurarse los depósitos medianos y pequeños o, en defecto,
se podrán asegurar solo los depósitos cuyas tasas de interés estén por debaj o de lo que
pagan los bonos del Tesoro. Aquellos que desean menores tasas de interés tendrán que ol­
vidarse del seguro de depósitos federal. Por el contrario, en el Congreso se piensa que para
ser j usto con todos los depositantes se debe ampliar la red de seguridad financiera en vez
de encogerla. El Congreso piensa que la mej or manera de proteger las Corporaciones de
Seguros de Depósitos Federales sería entonces asegurar que menos bancos quiebren y para
ello se propone: estrictos estándares de capital, póliza de seguros variables que aumentan
de precio de acuerdo al riesgo de las actividades de la institución e intervención temprana
para impedir que las instituciones financieras paguen dividendos o coloquen préstamos
frescos si el capital no alcanza determinados niveles, como ha ocurrido recientemente en el
caso del Banco de Nueva Inglaterra.
La reforma de los organismos de supervisión: en la actualidad supervisan el sistema finan­
ciero la Oficina del Controlador de la Moneda, el Banco de Reserva Federal, la Oficina de
Supervisión de Asociaciones de Ahorro y Crédito, las Corporaciones de Seguros de Depósi­
tos y los Estados específicos. En todo esto hay una gran confusión y yuxtaposición de roles y
funciones. Una propuesta con simpatizantes en el Congreso consiste en reemplazar todo este
sistema con un súper-regulador fuera de la jurisdicción del Tesoro. La administración, por su
lado, quisiera dejar mayor responsabilidad al S istema de Reserva Federal en la supervisión
de los Bank Holding Companies y súper bancos, y que el Tesoro asuma un papel más activo
en los bancos nacionales. Cree también que un asegurador independiente guardará más celo­
samente los recursos de los fondos asegurados.
La reforma estructural: según la propuesta de la administración Bush, se permitiría que los
bancos entren en negocios de seguros y de suscripción de valores y acciones, y viceversa; se
facilitaría la fusión y agrupación extensiva de las instituciones financieras y la incorporación de
nuevos socios; y se permitiría que todas las instituciones financieras puedan diseminarse a lo

1 34
IIl. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

ancho y largo del país. De esta forma, se aboliría el Glass Steagall Act, el McFadden Act y se
modificaría sustancialmente el Bank Holding Company Act. También se permitiría que compa­
ñías no-financieras, tales como Sears, Westinghouse, General Electríc y otras, sean propietarias
de bancos, compañías de inversión y compañías de seguros. Si los poderes de las instituciones
financieras aumentan, será necesario velar y dar más seguridad al sistema; eso implica, por
ejemplo, que los bancos que tengan seguro de depósitos se les permita hacer préstamos solo
hasta cierta proporción de sus colaterales. Si las instituciones financieras desean tomar más
riesgos, tendrán que hacerlo a través de sus subsidiarias que no tienen seguros.
Probablemente pasará todavía algún tiempo antes que algunas de estas ideas lleguen a cris­
talizarse en ley. El Congreso piensa en forma diferente. El problema sigue siendo el mismo:
¿cómo lograr un sistema financiero que minimice el riesgo y brinde seguridad a los deposi­
tantes y que, a la vez, funcione competitivamente, reduciendo costos y actuando en forma
eficiente?
El Perú estará en las próximas semanas tratando de aprobar una Ley de Instituciones
Financieras que j ustamente trate de responder a esta gran interrogante, considerando las particu­
laridades propias de nuestra realidad.
Gestión, marzo de 1 99 1 .

0 Seg mentación de prod uctos ba nca rios


Normalmente, los criterios tradicionales para segmentar mercados diferencian entre característi­
cas vinculadas al cliente y aquellas relacionadas al producto o servicio.
Las características vinculadas al cliente pueden clasificarse si son de tipo demográfico o
de tipo psicográfico. Entre las variables demográficas están la edad, el sexo, el ingreso, la ocu­
pación, el tamaño familiar, el ciclo de vida de la familia, la educación, la raza, la nacionalidad,
entre otras. Entre las variables psicográficas se encuentran el estilo de vida, la personalidad, las
actitudes, los intereses, por mencionar algunas.
Generalmente, la segmentación de los clientes por factores demográficos ha sido útil
y relevante en el negocio bancario. Por ejemplo, se ha encontrado que los usuarios intensi­
vos de caj eros automáticos son personas de edad intermedia, con una mayor instrucción, alta
movilidad geográfica; mientras que los que usan poco los cajeros son en su mayoría personas
de edad, de mayores ingresos corrientes y propietarios. Los estratos de ingresos medios altos
buscan un conjunto de servicios estándar que incluyen, por ejemplo, cuenta corriente, cuentas
de ahorro, tarj eta de crédito, préstamo fácil, y otros. Los estratos de ingresos bajos tienen otro
tipo de necesidades financieras.
Descansar en la segmentación de mercados utilizando solamente variables demográfi­
cas puede ser peligroso debido a que ellas no capturan factores motivacionales y de actitudes
que pueden influir positivamente en un mercado específico. Su utilidad es, sin embargo, in­
dudable porque le indica al banco cómo llegar y comunicarse con esos segmentos específicos
del mercado. o

Los factores psicográficos (en adición a los demográficos) ayudan a segmentar mejor o

los mercados al proporcionar una visión más íntima y personal de los clientes que componen el
]
'ª'
mercado. Hay clientes que están orientados a pedir plata prestada, a tomar riesgos, a dar valor u

1 35
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

utilitario a todo lo que hacen y usan, otros que son más bien austeros y ahorrativos, cuidadosos
y prudentes, orientados hacia el futuro. Por ej emplo, los clientes austeros y cuidadosos estarán
buscando bancos y productos bancarios que ofrezcan seguridad y buenos precios, mientras que
los que son pretensiosos buscarán bancos y productos bancarios que tengan prestigio, que sean
modernos, aunque no sean muy seguros y los precios sean altos.
Calzar o agrupar características demográficas y psicográficas en forma conjunta permiten
una mejor comprensión de cada segmento del mercado y ello influye positivamente en las es­
trategias del banco para diseñar mensajes de comunicación u ofrecer mezclas de productos que
lleguen directamente en los términos que los clientes específicos entienden o desean.
Adicionalmente a las características de los clientes (demográficas o psicográficas), se
pueden clasificar los mercados de acuerdo a las características del producto o servicio y a su
orientación en resolver algún tipo de necesidades. Por ej emplo, se pueden clasificar el banco o
los productos y servicios bancarios de acuerdo a los "beneficios que reportan", a los "patrones de
su uso o consumo", a la "familiaridad de la marca", entre otros.
Cada banco ofrece una imagen global y productos y servicios específicos que tratan de
resaltar determinados atributos, por ejemplo:
Seguridad, reputación y prestigio, disponibilidad de crédito, tasas de interés competitivas,
privilegios de sobregiro, estacionamiento, conveniencia, ofrecimiento de todos los servicios,
banco conservador, banco grande, hace mucha publicidad, tiene mej or administración, banco
familiar, banco para pequeñas empresas, edificios modernos, servicio de chequera sin costo, ser­
vicio de atención en auto, servicio de correo, servicio de cajero automático, servicios especiales
para j óvenes, buen horario, banco progresista, personal atento y amigable, ubicación convenien­
te, premios y regalos a ingresantes, servicios especiales para mujeres, servicio personalizado,
servicios auxiliares, mejores tasas de ahorros, interesados en mí como cliente, el primero en
nuevos servicios, variedad en los servicios, interés en ayudar a la ciudad, publicidad interesante,
ofrece servicios de confianza, banco para profesionales, banco para grandes empresas, emplea­
dos eficientes, rápido en el servicio, fáci l para cobrar cheques, consejero en jubilación, consejero
en inversiones, entre muchísimos otros atributos.
Clasificando estos atributos por el tipo de beneficio que busca el cliente se pueden, por
ejemplo, caracterizar diversos segmentos de mercado :
El segmento que busca estatus: banco de prestigio, con reconocimiento al cliente, modernos
edificios, con crédito fácil.
El segmento tradicional: banco que ofrece todos los servicios, buena reputación, préstamo
seguro, orientado hacia la inversión.
El segmento que busca conveniencia: banco que enfatiza su ubicación, los horarios de aten­
ción, el servicio amigable, y la atención en todos los servicios.
El segmento que busca transar servicios con la mejor ventaj a económica: altos intereses en
ahorros, baj os intereses en préstamos, empleados eficientes, entre otros.
En realidad, se pueden hacer tantas categorizaciones como deseen los investigadores del merca­
do. El arte de la segmentación consiste en determinar los segmentos del mercado mejor que la
competencia y estar, por lo tanto, mej or preparados para responder a los deseos y necesidades
de esos mercados.
Si a esta caracterización de los atributos del banco o productos y servicios bancarios se
le correlaciona con rasgos demográficos o psicográficos de los clientes, se puede encontrar:

1 36
lll. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

Que son aquellos que quieren ascender rápidamente, que gozan de un ingreso eventual
alto, los arriesgados, los que les gusta pedir prestado, y los que tienen comportamiento hedónico;
quienes prefieren una banca que les otorgue estatus y reconocimiento.
Que son los que viven largo tiempo en un área, las familias a mitad de su ciclo de vida,
propietarios de casas, los que gozan de ingresos estables altos pero ingresos eventuales baj os,
los ahorrativos, los orientados hacia el futuro, y los orientados a dar valor a las cosas; quienes
prefieren una banca tradicional.
Que son los activos, los ahorrativos, los que dan valor a las cosas, pero que no muestran
diferencias preponderantes en sus características demográficas (pueden ser j óvenes o viej os, con
altos o bajos ingresos, quedados o aspirantes); quienes prefieren conveniencia.
Que son los con edades mayores que el promedio, los propietarios de casas, los que tienen
mayores ingresos estables y patrimonio en sus respectivos grupos, los cuidadosos, los precavidos
y los prudentes; quienes prefieren bancos que ofrecen las mejores ventajas económicas.
Para segmentar un mercado, en realidad se necesita involucrarse en un creativo proceso
de categorización que se desarrolla a través de la búsqueda de variables efectivas en producir
criterios para dividir un mercado global heterogéneo en segmentos más pequeños y homogéneos.
En vez de clasificar los segmentos del mercado bancario por el tipo de beneficio buscado
por el cliente (banca de estatus, tradicional, conveniencia y precio) se le puede también clasificar
por la cantidad (pequeña, mediana o grande) de dinero que requieren o transan los clientes, y esta
a su vez, si se efectúa en transacciones al por menor o al por mayor, dentro de la ciudad o fuera
de la ciudad, en el país o en el extranjero.
De esta última segmentación se podrá concluir que los productos o servicios financie­
ros que los bancos tendrán que ofertar para aquellos que mueven grandes cantidades de dinero
dentro del país, serán por ejemplo de diferente naturaleza que para los que mueven cantidades
pequeñas, pero tanto dentro del país como en el extranjero.
Estos segmentos, u otros que se escoj an, tienen de alguna manera que cuantificarse para
así poder capturar el tamaño de cada uno y en función a ello, los bancos determinar la mezcla de
productos o servicios que les conviene ofrecer en el mercado.
No todos los bancos tienen necesariamente que ofrecer los mismos productos u servicios
ni tampoco dirigirse a los mismos segmentos del mercado. En esto consiste el otro gran arte de
"engranar" las características del mercado a la mezcla de productos o servicios que más eficien­
temente se pueda atender.
La Banca, septiembre de 1 992.

'B
'§.
u

1 37
CAPÍTULO 1 1

Salud pública

E n defensa de la com petencia


y la sa l ud públ ica
En la última semana, el Ministerio de Salud salió a denunciar frente a la opinión pública que
las exoneraciones tributarias y reducción de aranceles otorgadas por el gobierno a favor de un
grupo de medicamentos para combatir al cáncer no fueron trasladados al consumidor, sino por
el contrario los laboratorios farmacéuticos aumentaron sus precios desde un 30% hasta un 64%.
Para enfrentar esta situación, el Ministerio anunció cuatro medidas : formar una comisión mul­
tisectorial de vigilancia de precios; realizar las compras de los medicamentos oncológicos a la
Organización Panamericana de la Salud; obligar a las entidades estatales de salud a sumarse a las
compras corporativas de medicinas; y realizar importaciones paralelas. La reacción interesada de
algunos laboratorios farmacéuticos y de los fundamentalistas del libre mercado no se dejo espe­
rar: dicen que las importaciones paralelas violan los tratados de libre comercio, que el gobierno
no puede obligar a las empresas a bajar sus precios ni debe intervenir en el mercado, y que no
hay ninguna ley que castigue altos márgenes de ganancia.
Pero, ¿es esto cierto? ¿Debe y puede el Estado intervenir en el mercado?
En el Perú -según la Constitución- rige una economía social de mercado, donde el Estado
está obligado a defender y promover la competencia y proteger al consumidor. Específicamente,
la ley de defensa de la competencia, DL 1 .034, en su Artículo 3, dice: "El Estado podrá asumir
las acciones que considere necesarias para contribuir a mejorar las condiciones de oferta de los
productos en beneficio de los consumidores". El nuevo Código de Protección del Consumidor
tiene también varios artículos en esta orientación.
Eso significa que el Ministerio de Salud está facultado para efectuar compras directas,
realizar importaciones paralelas, monitorear precios e, inclusive, en situación de urgencia sus­
pender temporalmente los derechos de patentes, a fin de mejorar las condiciones de oferta de los
productos en beneficio de los consumidores. Nada de esto infringe los acuerdos internacionales,

1 39
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

como el ADPIC ni los TLC con los Estados Unidos y otros países. En una situación en donde
las empresas están aprovechando su posición de dominio en el mercado, se puede utilizar sin
ningún inconveniente el Artículo 3 del DL 1 .034 arriba aludido. Ello es totalmente legal y cons­
titucional. Pareciera que el Ejecutivo hubiera justamente previsto estas situaciones, dejándose
un instrumento en la ley de competencia para poder actuar y disciplinar a aquellas empresas que
quieren tomar ventaja de los consumidores, aprovechándose de ser los únicos proveedores en el
mercado. En eso consisten los equilibrios de una economía social de mercado.
La situación alcanza mayor gravedad cuando se trata del mercado de la salud pública
y de los medicamentos. El Acuerdo de Doha acerca de la Salud Pública, del cual el Perú es
uno de los países firmantes, es muy claro al respecto al indicar que los países miembros deben
interpretar sus obligaciones comerciales (léase TLC) de manera que protej an el acceso a la
medicación esencial y a la salud pública. Justamente fue el no respeto a este acuerdo el que ori­
ginó que los representantes del Partido Demócrata en el Congreso Norteamericano decidieran
no aprobar en primera instancia el TLC entre el Perú y los Estados Unidos y lo regresaran para
su revisión posterior, tanto al gobierno del Perú como al de los Estados Unidos (una vergüenza
para ambos gobiernos).
La actuación del Ministerio de Salud ha sido apropiada. Quizás debiera haber sido más
rápida y ejemplar para facilitar el acceso a los medicamentos a los necesitados y evitar "precios
que matan". Para ello, no solo está autorizado sino que obligado por la Constitución y las leyes

La República, 1 O de febrero de 20 1 1 .

ffi Sa lud públ ica y propiedad i ntelectual


---- en el TLC Perú-Estados U n idos
Inaudito pero cierto. Si uno observa con cuidado las enmiendas que los congresistas del Partido
Demócrata de los Estados Unidos hicieron en el texto del capítulo de propiedad intelectual del
Acuerdo de Promoción Comercial (APC) con el Perú -para que se tengan ciertas flexibilidades
y se reduzcan los efectos negativos de las extensiones de los derechos de propiedad intelectual
en la salud pública- uno se queda perplejo de lo acontecido1• Muy pocas de estas enmiendas han
sido implementadas por el gobierno peruano al momento de ajustar la legislación nacional a las
exigencias del Acuerdo y muy pocas también han sido respetadas por la Oficina del Representan­
te de Comercio de los Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés) al declararse la entrada
en vigencia y proclamación del Acuerdo.
Los demócratas estadounidenses manifestaron su disconformidad en marzo del 2007
porque los acuerdos de la administración Bush no lograban el equilibrio apropiado entre

1
Si bien es cierto que en mayo del 2007 se llega a un acuerdo entre demócratas y republicanos sobre las
modificaciones que se debía hacer a los acuerdos comerciales pendientes de ratificación por el Congreso
estadounidense en diversos ámbitos (laboral, ambiental, entre otros), en el caso del Perú, el USTR fue claro
en asegurar que los cambios en propiedad i ntelectual se debían a la presión de la fracción demócrata y la
mayoría que ostentaban en el Congreso estadounidense. Por ello el proceso de modificación del acuerdo
con Perú se i n ició mucho a ntes de que se hiciera público el acuerdo bipartidista.

1 40
lll. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

propiedad intelectual, innovación y salud pública2• En muchos casos, el texto del Acuerdo ini­
cial aprobado en junio de 2006 iba más allá de la propia legislación norteamericana; además
de socavar las estipulaciones que otorgan flexibilidades a los países a raíz de la Declaración
Ministerial de Doha sobre Salud y del Acuerdo sobre Aspectos de Derechos de Propiedad
Intelectual Relacionados con el Comercio (ADPIC).

2. 1 Las propuestas de los demócratas


Las propuestas de los demócratas lograron enmendar el Acuerdo original en junio de 2007, las
cuales fueron finalmente aprobadas por el Congreso peruano y estadounidense en agosto y no­
viembre de 2007, respectivamente. Restaba únicamente la etapa de implementación, en la cual se
tenía que adecuar la normativa legal e institucional del Perú para hacerla consistente y coherente
con el Acuerdo. Sólo habiendo constatado ello, el presidente de Estados Unidos proclamaba la
entrada en vigencia del Tratado.
En diciembre de 2007 el gobierno peruano solicitó poderes especiales al Congreso de
la República por 1 80 días para legislar la adecuación normativa del APC (función que en una
democracia corresponde al Congreso). En junio de 2008 el gobierno promulgó sin ninguna dis­
cusión ni consulta pública 99 decretos legislativos3. Posteriormente, ante el cuestionamiento y
desaprobación del USTR a varios de estos decretos legislativos, se promulgaron las leyes 29 . 3 1 6
y 29.3 1 7 en enero del 2009, las cuales cristalizaron e l acuerdo final con e l USTR. Esta última
modificación sirvió para que el presidente George Bush firmara la entrada en vigencia del APC
apenas una semana antes del cambio de mando al presidente Barack Obama.

2 . 2 Las mod ificaciones de la i m plementación


y sus d iferencias con el Acuerdo
Pero la nueva legislación finalmente aprobada por el Perú ¿está e n línea con las propuestas y
principios básicos de los representantes demócratas del Congreso norteamericano? ¿No se ale­
ja más bien del equilibrio que buscaban prevaleciera entre innovación, propiedad intelectual y
acceso a la salud pública? Veamos algunos ejemplos.

a. Ámbitos, plazos y requisitos de exclusividad de datos no divulgados


En lo que se refiere al ámbito, plazos y requisitos de la protección de las pruebas clínicas y
datos no divulgados, el APC indica que se dará protección de tal información solo cuando se
compruebe que los datos han sido obtenidos por un "esfuerzo considerable". Sin embargo,
las normas específicas no definen este término ni absoluta ni relativamente, ni se solicita

2
Carta de doce Representantes de la Cámara Baja del Congreso de los Estados Unidos, liderados por Henry
Waxma n y Jim McDermott, dirigida a la Honorable Susan Schwab, Jefa de la Oficina de Comercio de los
Estados Unidos, del 1 2 de marzo del 2007; publicada en Santiago Roca (compilador). Propiedad Intelec­
tual y Comercio en el Perú: Impacto y Agenda Pendiente. ESAN Ediciones, mayo de 2007.
o
2
3
Varios de estos 99 decretos legislativos han sido cuestionados como inconstitucionales, ver por ejemplo:
Francisco Eguiguren. Análisis de la Conformidad Constitucional del Uso de Facultades Legislativas Otorga­
das por el Congreso al Poder Ejecutivo mediante Ley 29157. Manuscrito, agosto de 2008. Los decretos
'§.
u
legislativos l .O 1 5 y l .073 han sido ya derogados por el Congreso de la República.
141
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

información sobre los montos de inversión para la generación de las pruebas clínicas, permi­
tiendo así que cualquier mínimo esfuerzo sea considerable y que, por lo tanto, todos los datos
puedan tener protección.
En cuanto a los plazos de protección, el APC expresa que si bien lo normal son cinco años,
este puede ser menor dependiendo de la naturaleza de los datos y de los esfuerzos y gastos
realizados. Sin embargo, en la normatividad interna, el Perú no ha aprovechado la ocasión
para especificar los criterios para otorgar plazos menores a cinco años. También se ha dado
protección a los datos generados en los ensayos clínicos fase 1, 11 y III pero también a los
estudios pre-clínicos farmacológicos y toxicológicos, lo que amplía el ámbito de protección4•
El APC acuerda que si el registro sanitario se basa en la aprobación de comercialización con­
cedida en el exterior (registro por referencia), el plazo de protección empieza a contar a partir
de la fecha de su primera aprobación en el extranjero, reduciéndose consecuentemente el
período de protección en el Perú. En la legislación interna, sin embargo, el lenguaj e utilizado
abre la ventana para que las empresas extranjeras no estén obligadas a utilizar el registro por
referencia y pidan registro sanitario directo en el Perú. En este caso, el cómputo del período
de protección empieza a contar a partir de su concesión en el territorio nacional, eludiendo
así lo propuesto en el APC.
En lo que se refiere a los requisitos para aceptar solicitudes de protección de datos, el Regla­
mento contenido en el Decreto Legislativo (DL) 1 .072 facilita extremadamente el acceso a
la protección pidiendo solo declaraciones juradas sobre la autenticidad en la generación de
las pruebas, sobre el carácter no divulgado de los mismos, o de no haber sido sancionado por
conductas contrarias a la libre competencia. En contraste, en otros países se solicita "eviden­
cia plena" de la generación de los datos, "carácter secreto" (no divulgado) de la información,
y prueba contable y probada de la inversión. Con el objeto de que no se inflen los montos de
la inversión, se deben separar los subsidios recibidos del Estado y los gastos administrativos
no vinculados a la generación directa de las pruebas clínicas.
En cuanto a las excepciones y límites a la protección, el APC acuerda que no habrá protec­
ción exclusiva de datos cuando sea necesario proteger la salud pública, o cuando se tomen
medidas para asegurar que los datos o pruebas no divulgadas sean protegidos contra un uso
comercial desleal. En el DL 1 .072 y su Reglamento, no obstante, se restringe y condicionan las
excepciones a situaciones de emergencia o de extrema urgencia y el otorgamiento de licencias
obligatorias a circunstancias restringidas en el Artículo 40 del DL 1 .075, modificado por la Ley
29 .3 1 65• Asimismo, se ignora la posibilidad de no otorgar protección exclusiva de datos cuando
se toman medidas contra su uso comercial desleal (por ejemplo, a través de leyes de compe­
tencia desleal que sancionen y multen a los infractores). Más aun, las modificaciones hechas a
la Decisión Andina 486 sobre Propiedad Intelectual empoderan a los titulares de las patentes a
actuar en contra de las excepciones si estos observan injustificados perjuicios a sus intereses6•

Reglamento del DL l .072, Artículos 2b y 2c.


5
Reglamento del DL 1 .072 Artículo 1 7 (Artículo 9 de la Ley 29 .3 1 6, que modifica el Artículo 40 del
DL 1 .075 sobre Disposiciones Complementarias a la Decisión Andina 486).
6 Artículo 8 de la Ley 29.3 1 6 que modifica el artículo 39a del DL 1 .075 sobre Disposiciones Complementa­
rias a la Decisión Andina 486.

1 42
llI. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

b. Factores que afectan la competencia


Bajo la legislación peruana, los terceros que han desarrollado e invertido en sus propias
pruebas clínicas de la misma entidad química ya registrada por otro, se les impide obtener
autorización para comercializar un producto7 durante un período de cinco años. Esta disposi­
ción también se aplica cuando la autoridad sanitaria utiliza los datos no divulgados de otros
laboratorios o empresas en sus análisis de seguridad y eficacia.
Otra manera de limitar la competencia ocurre cuando la normativa interna invierte y promue­
ve la aparición extrema de oposiciones a las solicitudes y apelaciones al registro sanitario,
tanto por la vía administrativa como judicial, dificultando la aparición de nuevos "jugadores"
en el mercado. Si bien el Artículo 4.4 de la Ley 1 .072 expresa que esto se encuentra sujeto
a la observancia de las disposiciones relativas a la competencia vigente en el Perú, la nueva
ley de competencia promulgada en uno de los 99 decretos legislativos no instituye ninguna
articulación al respecto. Por último, la competencia se encuentra también profundamente res­
tringida cuando, a pesar de que el Acuerdo instaura que no habrá limitación para implementar
procedimientos abreviados para comercializar sobre la base de estudios de bioequivalencia
y de biodisponibilidad, el Artículo 1 9 del Reglamento del DL 1 .072 indica que en esos casos
el registro sanitario "solo podrá ser concedido una vez vencido el período de protección esta­
blecido en la ley". Es decir, hay que esperar que caduque la protección de una parte antes de
que puedan entrar competidores en el mercado, todo lo cual retrasa la competencia.

c. Registro sanitario y autorización para comercializar


En lo que se refiere a los productos que requieren registro sanitario y autorización para su
comercialización, las nuevas normas internas a raíz del APC han ampliado el ámbito de su
aplicación y sus requerimientos. Se necesitará registro sanitario para todo y se partirá sin
que sirvan las autorizaciones y registros concedidos por la autoridad de comercialización en
el pasado, es decir, todos los medicamentos deben reinscribirse. Estos nuevos estudios de
equivalencia encarecerán los costos de los medicamentos genéricos o los harán desaparecer
del mercado. A su vez, las nuevas reglas favorecen a los importadores, ya que estos no serían
evaluados por nuestras autoridades sino dentro de un año, mientras que los productores na­
cionales deben adecuarse de forma inmediata.
Así también, el empezar el registro sanitario de cero trae riesgos inconmensurables en caso de
que no se reinscriban la gran cantidad de entidades químicas que actualmente se comercializan
y están autorizadas en el país, ya que ello permitirá que en el futuro los laboratorios extranjeros
soliciten protección de datos de prueba sobre esas entidades químicas. Una mirada más equi­
librada entre acceso a la salud pública y derechos de propiedad intelectual hubiese significado
más bien la instrumentación de un sistema abreviado de regularización de registros previos y
una labor proactiva del Ministerio de Salud para que terceros identifiquen e inscriban entidades
químicas ya anteriormente comercializadas pero no registradas en el país.

-
-

o
ª
7
La redacción del Artículo 6 del Reglamento al DL l .072 permite esta interpretación contradiciendo el ·o.
ro
Artículo 4 . 2 del DL 1 .072 que solo lo impide si la autoridad sanitaria utiliza los datos de prueba de otros u
laboratorios para comprobar la seguridad y eficacia de los productos.
1 43
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Asimismo, se han reforzado en extremo los sistemas de observancia, estableciéndose un


régimen detallado sobre procedimientos y recursos civiles y administrativos, incluyendo
disposiciones sobre medidas cautelares, requerimientos especiales relacionados con las
medidas de frontera y procedimientos y recursos penales.

d. Protección al consumidor
Finalmente, han quedado de lado una serie de cláusulas existentes en los Estados Unidos
que protegen al consumidor, tales como la caducidad de la protección de datos en caso que
el producto no sea comercializado en un plazo de un año desde su aprobación de comerciali­
zación; que se impida la obtención de patentes inj ustificadas basadas en cambios menores o
frívolos de patentes existentes; que se requiera que en la patente se describa la mejor manera
para que otros puedan, al término de la misma, reproducir la invención; y que se obligue a los
laboratorios a transferir know how en los casos de excepciones basadas en conformidad con
la Declaración de Doha.

2 . 3 ¿Por qué h a ocu rrido esto?


No hay duda que una de las primeras razones de lo ocurrido es la falta de coincidencia y diferen­
cias entre demócratas y republicanos en los Estados Unidos. Si bien ambos comparten la visión
que la innovación y la tecnología y sus extensiones en términos de derechos de propiedad inte­
lectual favorecen los intereses de sus empresas y ciudadanos, en términos generales, mientras
los demócratas buscan un equilibrio entre propiedad intelectual y salud pública, los republicanos
priorizan los intereses de sus grandes empresas farmacéuticas transnacionales.
Al estar el USTR en manos del partido republicano y al ser ellos quienes debían "certifi­
car" las normas de implementación del APC, aprovecharon esta condición para desandar lo que
los demócratas lograron en el Congreso. Por eso es que el USTR no respeta ni sale en defensa
de los objetivos de los demócratas. En segundo lugar, en el Perú, tanto en el gobierno de Toledo
como en el de García, se miró el APC como el instrumento para fomentar exportaciones y pro­
mover la inversión, sin reparar sobre los efectos negativos que este podría traer en áreas como
propiedad intelectual, entre otras. Más aun, el Perú no ha sido capaz de discernir que mientras
en "comercio" las posibles ganancias se diluyen en el tiempo conforme otros países acceden
a esquemas de apertura similar, los efectos perjudiciales de las extensiones en propiedad in­
telectual son permanentes y colocan siempre en ventaja a aquellos países de mayor desarrollo
tecnológico. Además, en el Perú existe muy poca preocupación por temas como la protección de
la salud pública, el fomento de la libre competencia, el bien común y la necesidad de fomentar
una estructura productiva que añada valor, transfiera y cree tecnología endógena. Esto, en vez
de proteger, dar exclusividad y extender los derechos de propiedad intelectual de tecnologías de
propiedad y usufructo exógeno.

2 .4 ¿Qué es entonces lo que se puede h acer?


Hay tres grandes posibilidades. Al estar los demócratas en el Ejecutivo de Estados Unidos.
podrían en primer lugar solicitar un mejor balance al Perú sin necesidad de modificar por el
momento las cláusulas del APC, pero sí consintiendo una interpretación de las mismas en

1 44
III. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

concordancia con lo planteado en este documento. En segundo lugar, el Perú podría unilateral­
mente derogar las partes de la nueva normativa, que fueron hechas en nombre de la implemen­
tación del APC pero que en la práctica no tienen relación con la misma, sino que representan el
interés de grupos locales subsidiarios a las transnacionales quienes aprovecharon la oportunidad
de la implementación del APC para cambiar la legislación, tomando ventaja de las facultades ex­
traordinarias otorgadas por el Congreso de la República. Tercero, un equipo de trabajo integrado
por prominentes expertos de la sociedad civil en temas de salud y propiedad intelectual podrían
recibir del Congreso de la República una solicitud para la preparación de una ley para la promo­
ción de medicamentos genéricos en el Perú, la cual promueva el balance entre propiedad inte­
lectual y salud pública y que de alguna manera tenga su contrapartida en la Ley Hatch-Waxman
para el fomento de los medicamentos genéricos en los Estados Unidos. Esta ley debería ser capaz
de derogar las normas de la implementación del APC que la contradigan, y por supuesto tomar
en consideración las características de nuestra propia realidad.

Puentes. San José de Costa Rica, mayo de 2009.

o
2
'C.
"'
u

1 45
CAPÍTULO 1 2

Pequeñas y medianas em presas

1 . La estructu ra empresa ria l


y el desa rrollo de las Pymes en el Perú
La estructura empresarial del país s e caracteriza por mostrar una distribución piramidal, donde
la base está compuesta por pequeñas y microempresas (Pymes). Las microempresas (o empresas
unipersonales) se dedican principalmente a actividades productivas y servicios de baj a califica­
ción, al que se suma un segmento también numeroso de trabajadores independientes, todos los
cuales representan el 95% de las unidades económicas, el 85% del empleo y contribuyen con
aproximadamente el 45% del PBI. Por su parte, las pequeñas empresas, fundamentalmente de
naturaleza familiar, actúan en nichos específicos del mercado y representan el 3% de las unida­
des económicas, el 7% del empleo y el 1 0% del PBI.
En general, las Pymes constituyen un singular estrato de la estructura empresarial perua­
na: se dedican a actividades de supervivencia (comercio de productos y servicios intensivos en
mano de obra barata), carecen de vínculos productivos entre ellas y con el resto de empresas,
tanto medianas y grandes, y padecen de la "comoditización" y baja calidad de sus productos.
En esta situación, el diagnóstico preciso del fenómeno de las Pymes, así como la evalua­
ción de las variables que obstaculizan su proceso capitalización y el crecimiento empresarial,
deben ser la guía básica para la construcción de un sistema empresarial competitivo, integrado y
creador de extemalidades positivas que, posteriormente, pueda servir de plataforma de soporte
para la inserción de compañías locales viables en mercados de mayor calidad.
Visto lo anterior, es patente la necesidad de generar propuestas innovadoras de fortale­
cimiento y crecimiento en este nivel mayoritario de la estructura empresarial del país. En este
sentido, es fundamental el estudio de los casos de emprendimientos locales exitosos que, en
virtud de cualidades intrínsecas y de una aguda visión de las oportunidades de mercado, han
abandonado la postura de sobrevivencia, construido una propuesta diferenciada y consolidado
una presencia líder en su sector o industria.

1 47
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

En este contexto, el Estado debe cambiar sus esfuerzos mayormente asistencialistas y


hasta de caridad para transformarse en un agente promotor de la acción concertada de las Pymes
con el resto de la malla empresarial, que resuelva las imperfecciones del mercado e incentive la
innovación y el aumento de la productividad.

Adaptado de Santiago Roca y Braulio Vargas. "La Transición hacia la Mediana Empresa y el
Desarrollo Exportador: El Caso de Acrimetal en el Perú". Cuadernos de Difusión.
ESAN Ediciones, diciembre de 2002.

Más a l lá del asistenci a l i smo:


reenfoca ndo el fenómeno de las Pymes
A l o largo del tiempo, en los últimos cuarenta años, e l sector Pymes h a sido percibido de manera
diferente por el Estado, y, con ello, el enfoque de las políticas públicas hacia este sector ha ido
cambiando progresivamente. Así, se puede reconocer hasta cuatro etapas más o menos diferen­
ciadas en las políticas públicas hacia las Pymes:
Marginalidad y represión de los inmigrantes del campo y miles de empleados desplazados al
término del periodo de sustitución de importaciones (década de los sesenta y setenta).
Primeros intentos de formalización de densos asentamientos humanos y comerciales (años
ochenta y primera mitad de los noventa).
Programas focalizados de desarrollo productivo y comercial con apoyo de organismos de
cooperación internacional, pero manteniendo una postura y visión asistencialista (segunda
mitad de los noventa).
Tímida promoción a la pequeña y microempresa a través de iniciativas de competitividad
sistémica (a partir del año 2000).
En esta progresiva evolución parece mantenerse, sin embargo, la visión asistencialista
hacia el sector, con un claro vacío en cuanto a su proceso de transformación de Pyme hacia
una empresa mediana, con el respectivo aumento del valor de las actividades involucradas, la
optimización en la asignación de sus recursos y, especialmente, la asimilación de nuevas tec­
nologías, para lograr incrementos de productividad y orientación hacia mercados ampliados.
La agenda pendiente debe, por ende, tender hacia la liberalización de las fuerzas in­
ternas, es decir, el desarrollo endógeno del sector, y al fomento de la innovación y la produc­
tividad. Ello puede lograrse, por un lado, impulsando la articulación de una masa crítica y
amalgamando el accionar de instituciones técnicas, gremios e institutos tecnológicos, y por
otro lado, incorporando al estrato de pequeños empresarios a la estructura productiva local.
Los instrumentos de política deben incluir criterios de selección técnicos y, en lo posible,
mensurables, que contemplen, entre otros aspectos: impacto en el desarrollo del área de influen­
cia, alto potencial de crecimiento y generación de empleo productivo, potencial de innovación
continua, viabilidad económica y sostenibilidad, replicabilidad del modelo de negocio y facti­
bilidad de integración al interior de los vínculos cooperativos que se generan en los sistemas de
innovación en red, tanto en el ámbito local como nacional.

Adaptado de Santiago Roca y Braulio Vargas. "La Transición hacia la Mediana


Empresa y el Desarrollo Exportador: El Caso de Acrimetal en el Perú".
Cuadernos de Difusión. ESAN Ediciones, diciembre de 2002.

1 48
III. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

3 Visión sistém ica del desa rrollo empresa ria l


en l a s Pymes
La historia económica de los actuales países industrializados es un buen ej emplo de la importan­
cia de enfocar el desarrollo empresarial, especialmente de las Pymes, desde una visión sistémica,
cuya principal finalidad ha sido el de fomentar la cooperación y la competitividad, sobre la base
de la generación de externalidades positivas y economías externas alrededor de polos de desa­
rrollo y "protoclusters".
Específicamente, se aprecian imprescindibles esfuerzos asociativos de creación de
redes de medianas, pequeñas y micro empresas que hacen viable y sustentable su desarrollo
competitivo gracias, por un lado, a los eslabonamientos creados con la gran empresa en la
provisión de factores productivos innovadores y de bajos costos, y por otro lado, a sus vin­
culaciones con las capacidades y disponibilidades de la estructura productiva local.
Este esquema descentralizado de competencia cooperativa ha dependido particularmente
del accionar conjunto o sistémico en cuatro niveles' : primero, el nivel meta, conformado por
la infraestructura político-económica, el sistema nacional de innovación y el consenso sobre el
desarrollo; segundo, el nivel macro o de discrecionalidad en cuanto al manej o macroeconómico
y al diseño de políticas comerciales que impulsen el desarrollo industrial; tercero, el nivel meso,
enfocado en la creación de infraestructura física, estructura organizacional y políticas sectoriales
que renueven el entorno de negocios; y cuarto, el nivel micro, de transición hacia mejores prác­
ticas de carácter ínter empresarial.
Si bien el enfoque sistémico de la competitividad ocupa un lugar preferente en la agenda
del crecimiento, su esencia no es totalmente novedosa, pues los componentes de este enfoque
han venido siendo aplicados por las economías desarrolladas como parte de la visión nacional
a mediano y largo plazo. Así, por ejemplo, la Unión Europea desde Jos años setenta inició las
primeras actuaciones a favor de la pequeña empresa en el marco de este enfoque. Otro ej emplo
singular se puede apreciar en la institucionalización de reformas y políticas de fomento a la pe­
queña y mediana empresa que, desde 1 948, viene implementando el Japón, en el marco de una
visión nacional de desarrollo industrial endógeno y exportador.
Como resultado, la composición de la estructura empresarial y el entorno de negocios
de la pequeña empresa en los países industrializados han evolucionado hacia actividades que
lindan con las fronteras del conocimiento, la tecnología y la productividad, generando sinergias
y extemalidades positivas en su área de influencia y aportando decisivamente a la ventaja com­
petitiva nacional. Sin duda, una gran diferencia si se le compara con los insuficientes esfuerzos
y modestos resultados obtenidos a favor de la pequeña empresa en el Perú.

Adaptado de Santiago Roca y Braulio Vargas. "Pequeña Empresa:


Estrategias Sistémicas para el Crecimiento en un Entorno Global".
Cuadernos de Difusión. ESAN Ediciones, junio de 2002.

]
'O.
Ver Klaus Esser, Wolfgan Hillebrand y Dirk Messner. Systemic Competitiveness New Governance Patterns u
o:s
1

for Industrial Development. Frank Cass, 1 996.

1 49
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

0 La necesidad de esta blecer estrateg ias


sistém icas pa ra el desa rrollo de las Pymes
Bajo l a premisa que ninguna empresa e s competitiva por s í misma e s que se hace imprescindible
que las empresas, fundamentalmente las pequeñas y microempresas, se aglomeren en tomo a
polos de desarrollo descentralizados o se integren, vertical u horizontalmente, a cadenas produc­
tivas. Esto significa, para los pequeños empresarios, la oportunidad de incursionar en la era de la
división ínter-empresarial del trabajo y la eficiencia colectiva, que es la base del actual desarrollo
industrial mundial.
En este sentido, más que medidas aisladas y asistencialista es necesario tener un enfoque
sistémico del tema y con apoyo multisectorial, en caso contrario las iniciativas empresariales,
que en el Perú son abundantes, sucumbirán ante el aislamiento, la conformidad y la inercia. Así
pues, la propuesta es que es posible impulsar mucho más lejos las iniciativas empresariales de
las Pymes, actualmente aisladas y focalizadas, mediante su articulación con la gran empresa o
con núcleos industriales.
No obstante que la experiencia internacional indica que existe cierto proceso "natu­
ral" de internacionalización de las empresas, como proceso progresivo de reenfoque hacia
el mercado de exportación, se requiere de políticas sistémicas específicas para impulsar este
tipo de estrategia. Ello permitiría: dinamizar la transición entre fase y fase del proceso de in­
ternacionalización; otorgar mayor certidumbre de éxito a los programas de consolidación de
la pequeña empresa a través de acciones a gran escala; y articular la estructura productiva a
través de la creación de nuevas empresas, que son las que dan consistencia y densidad al tej ido
empresarial.
Pese a las asimetrías de información, características de los países en desarrollo, la ma­
yoría de limitaciones al desarrollo endógeno ya han sido identificadas, sugeridas y, en algunos
casos, explicadas por diagnósticos y estimaciones efectuados por entes públicos, privados y de
cooperación en los años noventa. En dichos estudios se evidencian las serias limitaciones de la
pequeña empresa.
Estas limitaciones son: de carácter interno, como la baja productividad y competitividad,
escaso empleo de tecnologías modernas, incipiente respeto a la propiedad intelectual, bajo com­
promiso con la certificación de calidad y la adopción de estándares, administración informal,
escasa calificación del personal, existencia temporal; y de carácter externo, que incluyen la falta
de acceso al sistema financiero y a servicios de apoyo a la producción, divorcio entre las nece­
sidades de la empresa y la oferta de conocimiento aplicado que deberían proveer los institutos
de investigación y desarrollo tecnológico (con la excepción de algunos centros de innovación
empresarial) y tácita falta de eslabonamientos con empresas más grandes.

Adaptado de Santiago Roca y Braulio Vargas. "Pequeña Empresa:


Estrategias Sistémicas para el Crecimiento en un Entorno Global". Cuadernos de Difusión.
ESAN Ediciones, junio de 2002.

1 50
CAPÍTULO 1 3

Informalidad

U \ I nformal idad : génesis, ca racterísticas


---·�

./ y pol íticas públ icas


Más allá del debate teórico y/o metodológico que genera e l tema de l a informalidad en e l Perú,
este fenómeno se suele explicar bajo dos enfoques que, si bien son conceptualmente diferentes,
no son excluyentes o antagónicos.
El primero asocia el surgimiento del sector informal urbano a la aparición de un gran ex­
cedente de mano de obra, dada la incapacidad del sector moderno de la economía para absorber
la oferta laboral disponible en los centros urbanos; mientras el segundo manifiesta que la apari­
ción del sector informal es resultado de la ausencia de un marco institucional y legal adecuado,
que obliga a los sectores de menores ingresos a operar al margen de la formalidad, pues cumplir
con las leyes es muy costoso.
Sea cual fuere el enfoque más certero, lo real es que en el Perú diversos estudios, reali­
zados desde la década de los ochenta, han estimado el tamaño del sector informal dentro de un
rango que varía entre 40% y 60% del PBI oficialmente registrado. Con relación a América Lati­
na, el caso peruano no se aleja de las demás realidades; por el contrario, sugiere más bien que, en
los últimos quince años, la informalidad ha sido y sigue siendo un fenómeno generalizado para
la mayoría de los países de región, a pesar de las reformas macroeconómicas implementadas.
Así, la mayoría de los países de la región la informalidad comparte características comu­
nes como: concentra entre 40% y 60% de la PEA y representa entre 30% y 50% del PBI; es de
baj a productividad y, por tanto, obtiene bajos salarios (por debaj o del ingreso promedio de cada
país; se desempeña en empleos precarios y sin goce de protección social alguna; y desarrolla su
actividad en los segmentos de agricultura, comercio y servicios.
Las políticas de formalización que se coligen de las características que presentan la infor­
malidad básicamente apuntan hacia: políticas de apoyo empresarial, tanto a nivel crediticio, en
especial las microfinanzas, como a nivel de la capacitación, asesoría empresarial, management,

151
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

entre otros; la simplificación administrativa, la reforma del Estado y la titulación de la propiedad;


y el fomento de los conglomerados (clusters) y el impulso a la asociación y la subcontratación
entre empresas.
Recientemente se están utilizando nuevos instrumentos vinculados a beneficios tributa­
rios para reducir la informalidad: la posibilidad de que los compradores de productos agríco­
las emitan liquidaciones de compra sustituyendo las inexistentes facturas de los vendedores; la
entrega de compensaciones públicas por producción vendida -condicionadas al cumplimiento
de ciertos requisitos-, como está sucediendo con el algodón, por ejemplo; y, en el caso de los
transportistas, el pago obligatorio de adelantos del impuesto a la renta en los peajes (sistema de
detracciones).
Cuán efectivos serán estos nuevos instrumentos y los antiguos para reducir la informalidad
y en cuánto ayudarán a cambiar el panorama de las empresas en el país es algo que todavía está en
debate y que seguramente será materia de otros estudios e investigaciones.
Prólogo de Santiago Roca en Lydia Arbayza. La Informalidad en el Perú.
ESAN Ediciones, 2006.

\2l Form a l iza ndo a los i nforma les


\._ --..-···"

Es por todos reconocido que la informalidad es uno de los fenómenos más importantes que
ocurren en el mundo. Mientras algunos ven la informalidad como el origen de todos los
males, otros encuentran en ella las virtudes potenciales del emprendimiento y el progreso.
Para los primeros, el sector informal está constituido por miles de negocios y actores que
violan las normas laborales, no pagan sus impuestos, comercian sin permisos de las autorida­
des, venden productos sin calidad y garantías y transgreden las regulaciones públicas. Para los
últimos, por lo contrario, ellos son la célula potencial del progreso y del ascenso social, son mi­
croempresarios emprendedores que se las ingenian para sobrevivir con escasos recursos y que, a
base de trabaj o y esfuerzo, labran un empleo y logran mantener a sus familias. Hay otros aun que
equivocadamente confunden informalidad con actividades delincuenciales vinculadas a la venta
y producción de productos ilegales y prohibidos y a la estafa de los consumidores.
Dej ando de lado la interpretación que estafadores y delincuentes existen solo en el sector
informal, ya que quizás la mayoría de ellos se encuentran en el sector formal, lo cierto es que las
dos caracterizaciones de la informalidad arriba señaladas son extremadamente sesgadas, aunque
han hecho aportes significativos a su comprensión.
En primer lugar, el solo señalar que el emprendimiento pertenece también a los informa­
les acaba con el mito de los estudios que presentaban a las emprendedores e innovadores como
los héroes que dotados de valor, ingenio y dedicación eran exitosos, sin preguntarse si lo hacían
cumpliendo las regulaciones y las reglas existentes (la formalidad). ¿Cuántos de los actuales
empresarios y emprendedores exitosos han circunscrito o evitado las normas y regulaciones
principalmente cuando estaban emergiendo?
En segundo lugar, que los informales incumplan el pago de "todos" sus impuestos o
hagan caso omiso a "todas" las regulaciones laborares o sociales es una exageración que tiene
que colocarse en su verdadera dimensión. En la realidad, no hay nadie que actúe en completa

1 52
111. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓM ICA NACIONAL

informalidad, la mayoría paga algunos impuestos y elude otros, cumple ciertas leyes laborales y no
otras, procura obtener ventaja encontrando vacíos en la legislación o en las normas sociales. No es
una cuestión de blanco o negro sino un proceso de evaluación de costo-beneficio en relación con
las sanciones y oportunidades de cada actor en su desarrollo productivo y laboraL.

2. 1 Estado e informal idad


No hay duda, sin embargo, d e que la informalidad s e h a transformado e n un problema debido
principalmente a que se ha constituido en un segmento mayoritariamente de baja productividad
que con el transcurrir del tiempo no eleva sus niveles de vida y bienestar, y que además compite
deslealmente con aquellos que sí cumplen sus obligaciones económicas, laborales, tributarias y
sociales. Si usted estuviera cumpliendo sus obligaciones, ¿no estaría acaso afectado por la pro­
ducción y comercialización de bienes y servicios similares a los suyos ofrecidos por competido­
res que no cumplen sus obligaciones? Claro, uno podrá buscar diferenciarse y segmentar su mer­
cado para no verse afectado, pero ello tiene sus límites dependiendo de cada mercado específico.
¿Y qué ha hecho el Estado frente al crecimiento y preponderancia de este fenómeno?
La mayoría de veces las políticas gubernamentales han enfrentado la informalidad de dos
maneras: una, buscando su erradicación, y la otra, reduciendo las regulaciones para nivelarlas
con aquellas del sector formal. En el primer caso se trata de perseguir a los informales, elevar las
penas y sanciones a aquellos que incumplen las regulaciones, aumentar el número de inspectores
en el Ministerio de Trabajo, aumentar el número de policías, instalar instituciones fiscalizadoras
que hagan observar las normas, entre otras medidas. Como la informalidad (el incumplimiento
de las normas) está en todas partes y "la lucha contra la informalidad" se da con medidas aisladas
y no sincronizadas, esta labor se transforma en titánica y al final de escasa efectividad; muchas
veces justos pagan por pecadores, el propio Estado contrata inspectores informales o aparece en
forma más marcada la corrupción de las nuevas entidades fiscalizadoras.

2 . 2 Desreg u lación
En e l segundo caso, s e opta por establecer la simplificación d e los procedimientos y d e reducir o
eliminar las regulaciones o reglamentos establecidos. Se piensa que existe una sobre-regulación
en el mercado y que la desregulación debería integrar a los informales a la formalidad. Con me­
nores regulaciones laborales y procedimientos se nivelarían las diferencias entre los que cumplen
y los que incumplen, haciendo el sistema más justo y equitativo para ambos. Al final de cuentas,
la causa de todos los problemas es la intervención del Estado, por lo que dej ar la solución de los
problemas al mercado es la mejor solución.
Ninguno de estos dos tipos de políticas es extraño en nuestro país. El gobierno actual por
ejemplo viene implementando ambos tipos de política, pero sin ponderar adecuadamente sus posi­
bles consecuencias. Todos han conocido por los medios de comunicación cómo a través de nuevas
leyes y reglamentos se están elevando las sanciones y penas a todas aquellos que violan normas
y leyes económicas. Como nunca antes hoy día se lleva "en teoría" a la cárcel, a los ambulantes
que vende discos sin derechos de propiedad intelectual, a los administradores y transportistas que o

incumplan las leyes laborales, y ni qué decir de otras muchas otras formas de erradicación de los ]
·g.
"verdaderamente" informales. Tendrán que construir muchas cárceles para ello. u

1 53
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

2 . 3 Ley de Mypes
Por otro lado, hace un mes atrás se reglamentó el Decreto Legislativo 1 .086, Ley de Formaliza­
ción y Desarrollo de la Micro y Pequeña Empresa, por la cual se reducen los beneficios laborales
del grueso de la población empleada en el país. A través de esta ley y su reglamento se han redu­
cido los beneficios sociales y laborales de los trabaj adores de empresas de hasta cien trabajado­
res, quienes ahora solo gozarán, entre otros, de solo quince días de vacaciones, quince días por
año por CTS, por gratificaciones y por indemnización por despido arbitrario.
Si bien para algunos, esto aumentará la competitividad de las empresas de menos de cien
trabaj adores ya que tendrán menores costos laborales, al final de cuentas se disminuye el nivel
de vida de un millón y medio de personas que laboran en esas empresas. ¡ Qué fácil para el Es­
tado aumentar la formalización reduciendo el nivel de ingreso y de vida de los que trabajan en
el sector formal! Mejor quiten todos los derechos laborales para que todos estemos parejos y no
haya informalidad laboral.

La República, 1 6 de noviembre de 2008.

0 La i nforma l idad en el tra nsporte terrestre


Dos factores que aumentaron exponencialmente la informalidad en la economía peruana durante
la década pasada han sido la desenfrenada desregulación del transporte terrestre a inicios de los
noventa y la excesiva carga tributaria impuesta desde entonces a ese sector.
A través de la desregulación se dejó al libre albedrío la actividad del sector, se permitió
el ingreso indiscriminado de vehículos usados de cualquier tipo y sin revisión técnica, se dio
libertinaj e pleno para la operación de cualquier ruta, se relajaron las normas de seguridad y de
preservación de vida de las personas, se dejó libre los requerimientos de idoneidad del servicio
y no se reparó en los efectos del ruido y en el medio ambiente.
A su vez, abusando de la facilidad de cobrar impuestos a través del aumento del ISC a los
combustibles, el Estado encareció en demasía el principal insumo que utiliza el sector, el cual ya
tenía gravados fuertemente sus otras herramientas: vehículos (arancel e IGV), lubricantes, llantas y
repuestos (arancel e IGV), seguros (selectivo e IGV) y peajes, entre otros. En realidad, el transporte
terrestre es la actividad económica de mayor carga tributaria en sus costos de operación en com­
paración con otras actividades económicas (cerveza, harina de pescado, agricultura, generación
eléctrica, por mencionar algunas), esto sin incluir el IGV a las ventas del transporte de carga.
En un sector donde se ha incentivado la entrada indiscriminada y el libertinaje más amplio
en el ofrecimiento del servicio, la competencia entre empresas se realiza a través del incumpli­
miento tributario, laboral y del "perro muerto" a los daños que causa la actividad misma a terceros,
además de la reducción de la calidad e idoneidad del servicio, fomentándose abrumadoramente la
informalidad. Muchos transportistas formales, para sobrevivir, pasan paulatinamente a la informa­
lidad. Progresivamente, la actividad se transforma en insolvente al no ser capaz de hacerse cargo
de sus obligaciones, comprometiendo así a la seguridad de las personas y transfiriendo el riesgo
a los usuarios. Conforme los transportistas resucitan como informales o adquieren doble o triple
personalidad jurídica para sobrevivir, aumenta el riesgo y la inseguridad vial, haciendo del Perú
uno de los países con las tasas más altas de riesgo e inseguridad vial en el mundo.

1 54
l l l. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

¿Qué hacemos frente a este desolador panorama? ¿Cómo podemos reducir la informalidad
y consecuentemente la inseguridad en las vías? No hay duda, en primer lugar, que hay que revertir
la desregulación para que incentive la seguridad, principalmente aquella referida a la conducta de
los choferes, al mantenimiento de los vehículos y al daño ambiental. La campaña Tolerancia Cero
es un ejemplo exitoso en esta área. En segundo lugar, se necesita un sistema de fomento de una
leal competencia entre empresas; implementar, por ejemplo, el pago de impuestos a través de "de­
tracciones" en los peajes, obligaría a todos los transportistas a pagar impuestos, fomentándose así
una leal competencia entre ellos. En tercer lugar, se necesita reducir la carga tributaria que afecta
al negocio de transporte, principalmente el ISC a los combustibles, con ello disminuirá el incentivo
para ser informal. Cuarto, hay que procurar una fiscalización universal por etapas, empezando con
los reglamentos básicos y esenciales para luego enfrentar aspectos menos prioritarios. Finalmente,
hay que exigir el mejoramiento del cumplimiento de las obligaciones de las autoridades y lograr
que la sociedad civil las castigue si no cumplen su función.
Aunque quizás algunos no lo quieran creer, el efecto de estas medidas debe llevar a una
menor informalidad, mayor seguridad y a mejores precios y tarifas para el transporte terrestre.
Una muestra de ello se encuentra en la pequeña mej oría de los pasajes por efecto de la imple­
mentación de la campaña Tolerancia Cero. Los transportistas se dan cuenta que a un servicio de
menor riesgo le corresponde un mejor precio. Lo mismo sucederá cuando se implementen las
detracciones en la carretera, los pasajes subirán porque todos tendrán que pagar y no solo algu­
nos (se impide la competencia desleal). El Estado, a pesar de la reducción o devolución del ISC,
recaudará más por efecto de las detracciones.
Habrá siempre alguien que diga: " ¡ Pero va a subir el precio del transporte! ¡ Se va a
perj udicar a los usuarios! ". Yo me pregunto, ¿por qué tienen actualmente los transportistas que
aumentar el riesgo y la inseguridad vial para poder seguir operando como empresarios? ¿ Cuántos
no pueden reemplazar sus vehículos obsoletos? ¿Acaso no tienen derecho a vivir decentemente
sin necesidad de jugar con la vida del público? ¿Por qué tienen los transportistas que subsidiar
los pasaj es y las tarifas de carga del resto de actividades económicas haciendo estas más compe­
titivas a costa de su propio trabajo y desarrollo? ¿Deben cumplir ellos acaso una función redis­
tributiva dentro de la sociedad? No hay duda que hasta el momento el Estado no está jugando su
rol para que la actividad del transporte terrestre se desarrolle limpia y libremente.
Por último, los pasajes y tarifas no tienen necesariamente porqué subir, si se maneja inte­
ligentemente la reducción o devolución del ISC.

La República, 1 1 de marzo de 2007.

4 La normatividad actual en el sector


tra nsporte i nterprovi ncial de pasajeros
Los magros resultados económicos y empresariales y el ascenso del número de accidentes
carreteros, obligaron a las autoridades a reconocer, desde aproximadamente el período 200 1 - o

2002, que había una vez más que devolver al Estado su función reguladora del mercado. Por ]
ello, se comenzaron a promulgar diversos decretos y normas las cuales, a la actualidad, 20 1 0, '§.
u
se pueden agrupar en tres categorías: las que tendieron normar y/o regular el mercado y la

1 55
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

actividad del transporte interprovincial, las que buscaron promover las inversiones, y las que
buscaron premiar la formalización del sector.
En el primer grupo destacan: la restricción a la importación de vehículos usados destina­
dos al transporte público; la suspensión a la importación de motores, partes, piezas y repuestos
usados para uso automotor; el retiro del mercado del bus-camión; el Sistema Nacional de Inspec­
ciones Técnicas Vehiculares; el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT); el Plan de
Tolerancia Cero; la creación de la Superintendencia del Transporte Terrestre de Personas, Carga
y Mercancías (Sutran); el nuevo Reglamento Nacional de Tránsito (RENAT), que tiene como
propósito regular el transporte terrestre en las vías nacionales; y el nuevo Código de Tránsito,
que busca ordenar la circulación de vehículos, pasajeros, peatones y conductores.
En el segundo grupo se debe mencionar: el pago fraccionado de aranceles e IGV a la
importación de vehículos destinados a los servicios públicos de transporte terrestre de carga y
pasajeros; arancel cero a la importación de dichos vehículos; y la autorización al arrendamiento
operativo de ómnibus destinados al servicio.
Y en el tercer grupo tenemos: la devolución parcial del valor del ISC del petróleo diese!
a las empresas formales de transporte interprovincial; y el Sistema de Pago de Obligaciones
Tributarias (SPOT) o pagos a cuentas (detracciones) en las garitas de peajes de cualquier tipo de
deuda tributaria del contribuyente.
La generación de esta nueva normatividad en el sector ha permitido en los últimos años au­
mentar el tamaño promedio de las empresas de transporte (medido por el número de vehículos pro­
medio por empresa) de nueve unidades por empresa en el 2005 a más de trece unidades en el 2008.
Asimismo, ha aumentado la capacidad promedio de asientos por unidad de transporte y disminuido
la antigüedad promedio de los vehículos hasta alcanzar los 9,5 años en el 2008, cifra significativa­
mente menor a los doce años de edad promedio obtenido entre el 2003 y el 2005 . Han disminuido
también el número de muertes y accidentes en carreteras y los costos familiares y sociales derivados
de los mismos.
En general, se aprecia una tendencia a la consolidación empresarial, especialmente a nivel
de las medianas empresas, lo que significa que algunas de las pequeñas empresas han logrado forta­
lecerse hasta alcanzar un nivel de operaciones de tamaño mediano, que les permite acceder a ciertas
economías de escala y alcance, eficiencias, reducción de costos, entre otros, como potencial paso
previo a convertirse en una empresa más consolidada en términos económicos y empresariales.
En lo que se refiere a la formalización, aunque las medidas mencionadas en el tercer gru­
po no han tenido un efecto sustantivo en disminuir la informalidad, debido fundamentalmente a
que no han sido implementadas en su totalidad, se observan algunos resultados parciales en otras
áreas que cabe señalar. El sistema de detracciones que se ejecuta en solo tres garitas de peaje
ha aumentado la recaudación en cerca de seis millones de soles al año y las veinte principales
empresas beneficiadas en el 2009 con el reintegro tributario del ISC aumentaron su flota en 2 1 9
vehículos, l o cual significa un incremento de sus unidades en 1 9%, por encima del 5 % que creció
la flota total del sector. En este sentido, la norma fue positiva al haber aumentado las inversiones
de las empresas formales en el sector.
Para reducir en mayor proporción la informalidad se necesita repensar mejor
estas medidas y, sobretodo, buscar su implementación generalizada a lo largo y ancho del país.

Adaptado de Santiago Roca y Luis Simabuko. Impacto de la Restitución del JGV en el Servicio
del Transporte Terrestre lnterprovincial de Pasajeros. APOIP, junio de 2 0 1 O.

1 56
CAPÍTULO 1 4

Cooperativas, partici pación


y autogestión

La a utogestión y la tra nsformación


de la sociedad
L a teoría sobre l a participación de los trabajadores y autogestión tiene fundamentalmente dos
vertientes : una que se ocupa de la organización interna del lugar de trabajo y su democratiza­
ción y que nunca sobrepasa el nivel de la empresa, y la otra que trata de la participación y el
autogobiemo en el poder político, social e institucional a nivel de la sociedad. Mientras que los
primeros logran humanizar y algunas veces desalienar el lugar de trabajo aumentando el nivel de
satisfacción y realización del individuo, los segundos buscan la efectiva redistribución del poder
económico y político y, por ende, de los ingresos y la propiedad.
En la práctica, en algunos países como el Perú uno empieza a observar que los proble­
mas del individuo, la empresa y la sociedad no se tratan separadamente sino que son parte de
procesos históricos determinados que incluyen los aspectos institucionales y estructurales. En
este sentido, la participación en el lugar de trabajo a nivel de la empresa es solo un aspecto o
herramienta para avanzar en el proceso de transición hacia la efectiva redistribución del poder
político y la transformación del país hacia sociedades más j ustas y democráticas, en libertad y
solidaridad. El pensamiento autogestionario se preocupa tanto de la realización del individuo,
como del cambio del poder económico, político y social.
En América Latina desde hace más de una década han emergido formas empresaria­
les autogestionarias que en algunos casos han abarcado intentos de conformar un sector: el
movimiento de cooperativas de producción en Honduras, el tercer sector en Colombia, Costa
Rica y Panamá, el sector de empresas de los trabaj adores y la propiedad social en el Perú, las
empresas autogestionarias urbanas en Chile, entre otros. A diferencia del movimiento coope­
rativo tradicional, los intentos de autogestión o de conformación de un sector surgen como
instrumentos de generación de ingresos pero también de cambio y transformación a nivel de
la sociedad.

1 57
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Estos esfuerzos autogestionarios sectoriales enfrentan inmensas dificultades. Se encuen­


tran relativamente aislados, con poca organización, carecen de intercomunicación y poco apoyo
técnico, legal y financiero, y enfrentan la hostilidad y racionalidad del sistema económico predo­
minante. Por esa razón, muchas empresas autogestionarias están siendo asfixiadas por problemas
financieros y a menudo se enfrentan a comportamientos grupales que distancian a esta de la co­
munidad y de los intereses más amplios de transformación de la sociedad. En la práctica, es muy
difícil compatibilizar los objetivos personales con los que corresponden a la empresa y aquellos
referidos a la sociedad. La historia determinará finalmente si estas experiencias se transforman en
experiencias de cambio y crecimiento sostenido.

Tomado de Santiago Roca (compilador). La A utogestión en A mérica Latina


y el Caribe. Ediciones CLA e IICA. Lima, Perú. 1 98 1 .

0 La pa rtici pación en la gestión empresa ria l :


conceptos em pa nta n ados
L a participación de los trabaj adores e n l a gestión empresarial, e s decir, e l acto d e influir, ejer­
cer control, tener poder, de estar involucrado o intervenir directamente en la gestión tiene tres
enfoques : el de influencia máxima, el de igualdad de poder y el de poder mínimo. La corriente
de influencia máxima asume que la participación de los trabaj adores es un fin en sí mismo,
un hecho perennemente positivo. El enfoque de poder mínimo asume que la participación de
los trabajadores es mayormente nociva y negativa. La cogestión en paridad ofrece igualdad de
poder entre trabajadores y empleadores. Los maximalistas no aceptan que los trabaj adores solo
tengan "algo" de influencia en ciertos asuntos o niveles, ni los minimalistas que los trabaj ado­
res tengan mucho influencia o poder.
Revisemos algunas experiencias. En algunas empresas de Propiedad Social, la Asamblea
de Trabajadores se reúne hasta dos o tres veces por semana y la Gerencia no toma decisiones has­
ta esperar la participación y opinión de los trabaj adores. El resultado ha sido pérdida de eficien­
cia económica y efectividad. El asambleísmo ha originado significativas pérdidas económicas y
mucha frustración. En el otro extremo, en muchas empresas privadas se concede participación
mínima a los trabajadores como una concesión unilateral, siempre y cuando no afecte el poder y
control de la empresa, pero ello no ha eliminado las prácticas explotativas en el trabajo ni evitado
la alienación del individuo en el puesto de trabajo. La experiencia de la Comunidad Industrial en
el Perú nos indica que el camino de la paridad de poderes como mecanismo de gestión empresa­
rial es muy difícil de llevar a cabo.
¿De qué sirve entonces la participación máxima, mínima o paritaria si no crea con­
diciones materiales de subsistencia y acumulación empresarial y condiciones subj etivas de
realización y enriquecimiento personal en el lugar de trabaj o? Peor aun si cada enfoque se
autoexcluye y no reconoce los criterios válidos de los otros dos. Se origina así el empantana­
miento de las concepciones de participación en la gestión empresarial.
Para desempantanar estas concepciones hay que entender la participación en la gestión
empresarial como el proceso de ejercer influencia en la toma de decisiones, no solo sobre

1 58
lll. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

asuntos entre jefes y subordinados sino también entre j efes o subordinados entre sí, o con
personas de fuera pero afectadas por las acciones de la empresa. Se trata que los individuos
o grupos interactúen en base a consideraciones de igualdad como seres humanos, en la que
se toman decisiones que coadyuven al desarrollo de Ja empresa y de los individuos sin que se
reproduzcan relaciones de dominación o explotación a su interior.
Históricamente, se ha otorgado a los propietarios y mandadores de la empresa el de­
recho único y legítimo de tomar las decisiones, el resto del personal debe obedecer órdenes.
Este derecho divino del "capital" obviamente originó una corriente contraria que, en su aser­
ción lógica, trató solo de intercambiar Jos roles y dar todo el poder de decisión a aquellos
que nunca tuvieron acceso al mismo. Esta visión tiene problemas por cuanto es necesario
desterrar cualquier rasgo de dominación o explotación en las decisiones que se tomen en el
trabaj o y porque una vez que se accede al poder tampoco existen mecanismos específicos que
garanticen la interacción de los individuos o grupos en base a consideraciones de igualdad y
eficiencia empresarial.
El quid de la cuestión se reduce a conocer ¿cuál es el grado de participación que bajo
consideraciones de igualdad y eficiencia empresarial logre la erradicación de la explotación y el
desarrollo del individuo y la empresa? ¿Tiene que ser este grado el mismo para todo tipo de asun­
tos o niveles dentro de la organización? ¿Quiénes tienen derecho a ejercer influencia y poder y
sobre qué asuntos y niveles? ¿Qué nos enseña la teoría sobre toma de decisiones para determinar
cuáles son los grados de participación más apropiados?
Bajo esta nueva interpretación de la participación, ninguna de las tres corrientes de algo,
igual o máximo de influencia, son en realidad mutuamente excluyentes; al contrario, se necesita
de una mezcla de las tres, es decir de una participación en la gestión empresarial diferenciada
que en algunos casos será algo, en otras igual, y otras el máximo. Todo depende de las circuns­
tancias y operacionalización a realizar de la participación: de quien participa, a qué niveles, en
qué asuntos, durante cuánto tiempo, con qué objetivos, en qué forma y con cuáles derechos y
responsabilidades.
Según esta interpretación existe un costo de oportunidad de la participación. Para lograr
resultados positivos para Jos individuos y las organizaciones debemos "asignar" nuestras posibi­
lidades de participar en los asuntos que particularmente nos interesen o nos afecten, ya sea desde
un punto de vista colectivo social o personal. Los grados de influencia, poder o control se deter­
minarán de acuerdo al grado de afectación de los individuos involucrados en el proceso de toma
de decisiones. La afectación es una categoría objetiva y subjetiva que es factible de identificar y
que originará la participación diferenciada que acabamos de anunciar.
La participación es así un medio para humanizar y desalienar el trabajo, motivar al per­
sonal y manejar los conflictos internos. Es además un elemento superior en la praxis y medio de
realización individual y colectiva. El derecho a participar, a su vez, es en algunos casos el resul­
tado de nuestra condición de seres humanos, en otros nos vendría dado por la cantidad y calidad
del trabajo aportado y, en otros finalmente, sería el reflej o de Ja buena voluntad y solidaridad de
los participantes.

Extractos tomados de Santiago Roca y Didier Retour. "La Participación en la Gestión


Empresarial: Conceptos Empantanados", en Santiago Roca (compilador). La Autogestión en A mérica
Latina y El Caribe. CLA-IICA. Lima, Perú. 1 98 1 .

1 59
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

0 U n enfoq ue pa ra d iferenciar empresas


a utogestionarias
Hay que internarse en el ámbito de las decisiones para comprender con mayor cabalidad las
fuentes de poder o control en las empresas y organizaciones. Se podría en este sentido dividir
las organizaciones en cuatro segmentos: aquel de las relaciones de los propietarios o sus repre­
sentantes con el personal gerencial-ej ecutivo y operativo de la empresa; las relaciones entre
el personal gerencial-ejecutivo y el personal operativo; las relaciones dentro del personal en
cada grupo y entre grupos en lo referente a valores e ideologías; y las relaciones o influencias
de personas o grupos externos en las actividades de la empresa.
Se puede, por lo tanto, diferenciar a las empresas de acuerdo a la forma como ellas ma­
nejan o establecen sus relaciones entre sus distintos actores. La empresa autogestionaria modelo
podría clasificarse como aquella donde en el primer segmento, la füente de control es el trabaj o
y sus representantes logran integrar a la empresa con esos intereses; la forma de administración
es participativa en el segundo segmento; las relaciones en el tercer segmento se manejan en base
a la cooperación libre y solidaria; y en el cuarto segmento, los actores externos tienen canales
institucionalizados de expresión e influencia real para suprimir las acciones injustas u opresivas
de la empresa con el exterior. Solo si se cumplen todos y cada uno de estos cuatro requisitos se
categoriza esta organización como autogestionaria pura, letra Z en el continuum de formas em­
presariales de la Figura 1 4. 1 .

liiii¡i+llll Continuum de formas empresariales de. acuerdo a sus relaciones social.es


� - �· 1

0% A ------- D ------- C ------- Z 1 00%


Empresa Empresa
capitalista autogestionaria
pura pura

FuENTE: elaboración propia.

En el otro extremo del continuum se podría caricaturizar a la empresa capitalista pura. Esta sería
aquella donde el capital controla, la administración es autoritaria, las relaciones dentro del grupo
o entre grupos se basan en el egoísmo y la ley del más fuerte y donde se excluye la participación
de los actores sociales externos afectados por las actividades de la empresa (letra A).
En la realidad, las empresas no se caracterizan por estar en ninguno de los dos extremos,
ni en el puramente capitalista y deshumanizador ni en el puramente autogestionario. Se pueden
encontrar empresas que, siendo controladas por el capital, adoptan formas de administración
participativas, mantienen relaciones entre los individuos basadas en el respeto mutuo y la coope­
ración y aceptan considerar los problemas de los actores externos aunque decidan los asuntos
internamente. Este tipo de empresa, si bien capitalista, adopta posiciones humanizadoras y se
le podría ubicar con la letra C en la Figura 1 4. 1 . Por otro lado, aquella empresa que a nivel del
primer segmento es controlada por el trabajo pero mantiene una administración autoritaria, es­
tablece relaciones de tipo egoísta y privatista entre los individuos de la empresa y no considera

1 60
!JI. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

los actores sociales externos que están siendo afectados por sus actividades, podría ubicarse con
la letra D como una empresa controlada por el trabajo pero de carácter deshumanizante en sus
relaciones y decisiones.
Estas consideraciones hay que tenerlas en cuenta para distinguir con mayor fineza el
carácter de las empresas, ya que pueden haber empresas "cooperativas" o autogestionarias que
son significativamente explotadoras y otras capitalistas en donde predominan relaciones sociales
más humanas.

Tomado de Santiago Roca. "Un Enfoque para Diferenciar


una Empresa Autogestionaria" en Santiago Roca (compilador). La A utogestión en América Latina y el
Caribe. Ediciones CLA e IICA. Lima, Perú. 198 l .

4 Las relaciones socia les de prod ucción


en las cooperativas de prod ucción
Las cooperativas de producción nacen no solamente con e l propósito de ser instrumentos de
empleo y fuente de ingresos y supervivencia económica de sus miembros, sino para generar rela­
ciones sociales de producción más humanas en la empresa y de esta con el exterior. De acuerdo
al Decreto Supremo 240-69 AP, las cooperativas de producción son organizaciones socioeconó­
micas que buscan alcanzar el bienestar social y la plena realización del hombre y deberían servir
como agentes dinámicos para el logro de una sociedad fraterna.
La idea utópica que la cooperativa de producción erradica instantáneamente las relacio­
nes explotativas o alienantes en la empresa no es cierta. Las cooperativas son solo una forma de
organización legal en donde las relaciones sociales y humanas dependen de los actores internos y
externos y de las fuerzas que influyen la toma de decisiones. No es suficiente decir que el trabajo
define los objetivos y políticas de la empresa sino que hay que averiguar cuán democrático es el
control y cómo este se integra con los intereses de los trabajadores y de la empresa.
El cambio en las relaciones sociales de producción a nivel de la empresa tiene que con­
siderar tres esferas de relaciones. La primera se refiere a la relación entre las autoridades y los
subordinados en el manejo diario y la toma de decisiones de la empresa. Se trata de alcanzar un
manejo efectivo y eficiente de los recursos y a la vez obtener la satisfacción, autorrealización y
desarrollo de los individuos y grupos en la empresa. La solución no es "un hombre, un voto'',
sino más bien un sistema de participación basado en el grado de afectación de los individuos
y grupos. Ni el dinero, ni el conocimiento, ni la coerción, forman por sí solas la base de poder
único para tomar decisiones o resolver los problemas. La segunda esfera son las relaciones ho­
rizontales o intra-grupales en la empresa, en donde deben prevalecer relaciones de cooperación
libres y fraternas. La tercera esfera son las relaciones e influencias que se ejercen con individuos
o grupos externos, en donde lo ideal sería que la empresa no genere relaciones opresivas o ex­
plotativas internas o externas.
El cambio de control del capital por el trabajo y la democratización de los tres tipos de :!
o
relaciones arriba señaladas son los que determinan el grado del cambio en las relaciones sociales 'B
de producción de las cooperativas. Algunas cooperativas de producción cambian el control del '§.
u

161
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

capital al trabajo pero se olvidan de las tres esferas de relaciones, reproduciendo administracio­
nes autoritarias, abusivas, egoístas, opresivas y explotativas, internas y externas.
Por eso, es mej or entender los propósitos y obj etivos últimos de las cooperativas como
un proceso de "progresión práctica y democratización gradual", el cual en realidad depende
del desarrollo de las fuerzas productivas y las fluctuaciones del mercado. Generalmente, hay
mayor democratización y mejores relaciones sociales cuando hay crecimiento económico y
buenos precios, que cuando los precios y el crecimiento son baj os; al menos esos son los re­
sultados en los primeros años en las cooperativas de producción creadas por la reforma agraria
en el Perú.
La vinculación entre democratización y el desarrollo de las fuerzas productivas ha lle­
vado a muchos autores a enfatizar que los esfuerzos de transición al socialismo cooperativo
debería concentrarse en el desarrollo de las fuerzas productivas en vez de la transformación de
las relaciones sociales de producción a nivel de la empresa, ya que sin el desarrollo de las fuerzas
productivas se hace más difícil la humanización y democratización.

Tomado de Santiago Roca. The Mezzopolitical Economy ofProduction


Cooperatives in Perú. Comell University, 1 982.

Q> ) Eficiencia económ ica y social


"........--..,�

- � de las cooperativas
La eficiencia económica tradicional medida en términos de producción y/o productividad no
es el mej or indicador para medir la eficiencia de las cooperativas. ¿Cuál podría ser la eficien­
cia de un sistema productivo que aparentemente produce buenos indicadores tradicionales
si al mismo tiempo genera profundas desigualdades entre los trabaj adores de la empresa y
sociedad? Del otro lado, ¿cuán eficiente podría ser un sistema productivo que genera una justa
distribución del ingreso pero desperdicia y no asigna adecuadamente los recursos? Fundamen­
talmente, ¿de qué sirve tener mayor eficiencia tradicional, mayores niveles de acumulación de
capital y desarrollo de las fuerzas productivas si no se alcanza la autorrealización y autoestima
del ser humano?
Las cooperativas de producción no actúan ni toman decisiones basadas en un solo objeti­
vo de maximización como asume la teoría microeconómica neoclásica. La experiencia del Perú
indica que cada cooperativa tiene una serie de sub-objetivos y metas que son especificados, tanto
por la gerencia como por otros grupos internos y externos, algunos de los cuales se contradicen e
inclusive se desvían del comportamiento económico racional. Estos sub-objetivos se encuentran
impregnados a lo largo y ancho de las diversas esferas de la empresa y en su interacción con el
exterior.
S i las cooperativas hubieran estado en las manos de los antiguos hacendados, su desem­
peño hubiera sido diferente. La asignación de los recursos seguiría el criterio de rentabilidad
para beneficio de unos pocos; la distribución del ingreso sería tremendamente desigual; los
cambios del mercado hubieran afectado severamente la estabilidad en el trabajo; y los sistemas
de explotación, degradación y control de la mano de obra de la época de la hacienda todavía
estarían vigentes.

1 62
IlI. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

Las cooperativas actuales ya no representan enclaves cerrados. El valor agregado de la


industria que permanece en la región y dentro del país es mucho mayor que en la era anterior, la
economía local ha sido transformada, los cooperativistas han compartido los períodos de buena
o mala fortuna del mercado. En este aspecto, ellos viven en un estado permanente de tensión que
está relacionado no solo a la inestabilidad del mercado sino también a las barreras institucionales
y las políticas y precios controlados por el Estado, a intercambios económicos desiguales, a los
problemas por mantener sus cuadros técnicos y profesionales, a las inversiones que se seleccio­
nan en base a criterios sociales en vez de rentables, y a la forma de comportarse con una racio­
nalidad económica más humana.
Como unidades económicas inmersas en un modo de producción eminentemente capita­
lista, las cooperativas no pueden reclamar transformar ese modo de producción, pero pueden ser
vistas como instrumentos para democratizar las relaciones económicas y sociales de producción
a nivel de la empresa y de la comunidad en donde viven.
Y siempre estarán en tensión y riesgo de sobrevivencia si no logran balancear apropiada­
mente los múltiples criterios de eficiencia económica y social con los cuales pretenden existir.

Tomado de Santiago Roca. The Mezzopolitical Economy ofProduction Cooperatives


in Perú. Comell University, 1 982.

Ca m i no i ntermed io pa ra
q ue las cooperativas sobreviva n
Para que las cooperativas sobrevivan en una economía capitalista y democraticen las relaciones
económicas y sociales a nivel de la empresa y la comunidad, se necesita seguir un "camino in­
termedio" que equilibre apropiadamente la realidad de las fuerzas productivas, la ley del valor y
del mercado, y el cambio en las relaciones sociales de producción. Se necesita una estrategia que
mantenga a las cooperativas entre las reglas del mercado y la humanización del comportamiento
económico, es decir, desarrollando las fuerzas productivas y al mismo tiempo cambiando las
relaciones sociales de producción.
Desde 1 97 5 , la industria azucarera cooperativa peruana ha experimentado uno de los
períodos más críticos de su historia. Primero, la crisis del mercado mundial del período 1 976-
1 979; segundo, las políticas nocivas por parte del Estado; tercero, los tres años consecutivos
de sequía; y cuarto, los efectos de todo esto en la motivación, fuga de técnicos y profesionales
y falta de financiamiento para reponer los equipos y repuestos. A pesar de estos seis años de
crisis, las cooperativas a 1 98 1 siguen sobreviviendo sin que haya habido pérdidas significa­
tivas de puestos de trabajo. Las empresas cooperativas más débiles necesitaran refinanciarse
y realizar fuertes inversiones si desean sobrevivir, pero estas son j ustamente las mismas em­
presas que ya antes de ser transformadas en cooperativas estaban en un situación económica
y financiera crítica.
En general, el desempeño socioeconómico evaluado en un sentido más amplio, conside­
rando el entorno interno y externo, ha sido menos dañino que aquel de las formas de organización
productiva que las precedieron. La historia ha mostrado evidencia de cómo al menos, antes que
fuesen transformadas en cooperativas, cuatro generaciones de propietarios privados se fueron a

1 63
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

la bancarrota en este negocio en períodos de crisis menos intensos que el actual. Peter Klaren1 ha
reseñado estas bancarrotas y explicado los procesos de concentración de tierras y la aparición de
los grandes latifundios azucareros, ocurridos a través de los siglos XVIII, XIX y XX.
Se tiene, sin embargo, que mejorar las reglas del sistema cooperativo y la racionalidad
económica para resolver los defectos que existen en la actualidad. Esto significa diversificar la
producción de azúcar con otras actividades económicas que disminuyan el riesgo; mejorar el
régimen disciplinario y del trabajo; crear formas para incentivar la acumulación y aportes de ca­
pital; fomentar políticas de preservación y desarrollo tecnológico; lograr sistemas adecuados de
participación de los grupos internos y externos; y obtener una política coherente y no discrimi­
natoria por parte del Estado en la fij ación de precios, impuestos y financiamiento. Una gerencia
estratégica ágil que priorice una racionalidad económica y preserve el capital es necesaria luego
de seis años de crisis y racionalidad social.

Tomado de Santiago Roca. The Mezzopolitical Economy ofProduction Cooperatives


in Perú. Comell University, 1 982.

0 La cooperativa de Anta pa m pa : u n modelo


de org a n ización prod uctiva d i sfuncional
El intento gubernamental de imponer un modelo de organización cooperativa para cambiar las
condiciones de explotación y relaciones de producción en la Pampa de Anta en Cuzco, es un
penoso caso de cómo no proceder cuando se hace una reforma agraria. Prescindir de las condi­
ciones reales y de las opiniones y alternativas campesinas es un método arriesgado. Si a eso se
añade la carencia de personas experimentadas y la inflexibilidad del modelo propuesto, es casi
seguro que el experimento está condenado al fracaso.
Los campesinos no participaron ni tomaron ninguna decisión importante antes, durante
y después de la reforma. El modelo impuesto desde arriba, que integraba en una sola unidad
cooperativa 33 .000 hectáreas de extensión de alrededor doce ex-haciendas y cerca de treinta
comunidades campesinas estuvo desafortunadamente en contra de las realidades ecológicas,
socioeconómicas y culturales. Las tierras centrales de las anteriores haciendas pasaron a ser
administradas por la CAP mientras que la producción de las comunidades campesinas y los feu­
datarios permanecieron bajo usufructo descentralizado o comunal. Las utilidades de las tierras
centrales y el uso de las instalaciones y el equipo de la cooperativa se deberían dividir entre los
feudatarios y jornaleros de las haciendas y los miembros de las comunidades campesinas. Si bien
en el papel, el modelo cooperativo buscaba beneficiar a las comunidades, en la realidad la CAP
Antapampa terminó siendo una empresa estatal, administrada por funcionarios del Estado y con­
trolada por una minoría de personas, con poca participación de los socios de las tierras centrales
y sin ninguna participación de las comunidades circundantes también socias de la cooperativa,
que dicho sea de paso tenían legítimos derechos y reivindicaciones históricas sobre las tierras de
las partes centrales.

1
Peter Klaren . La formación de las haciendas azucareras y los orígenes del APRA. Instituto de Estudios
Peruanos. Lima, 1 970.

1 64
llI. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

Las dimensiones excesivas de la cooperativa para manejarla centralizadamente, la diferente


tenencia de la tierra y sistemas laborales, la superposición de funciones entre autoridades gerencia­
les y de la cooperativa, y las múltiples irregularidades, desorden, arbitrariedades y malas decisiones
gerenciales pusieron a la CAP y sus comunidades miembros en serios problemas originando el des­
contento y el retiro informal de las comunidades campesinas que no recibían mayores beneficios.
Pronto, los ex-feudatarios iniciaron un asedio interno ampliando sus parcelas en terrenos colindan­
tes que pertenecían a la CAP y las comunidades campesinas empezaron las invasiones de las partes
centrales también. El descontento fue incontrolable. Las comunidades demandaban la eliminación
de todas las formas indirectas de explotación que todavía permanecían en Anta. Se estaban incum­
pliendo los fines bajo los cuales se había concebido la cooperativa. La disfuncionalidad del modelo
impuesto no soportó, generándose un proceso de movilización campesina que llevó en poco tiempo
a la desaparición de la llamada empresa cooperativa.

Tomado de Santiago Roca "Participatory Processes and Action of the Rural Poor
in Anta, Perú". !LO, Working Paper WEPJ O/WP12. Ginebra, Suiza. 1 980.

8
r
1 División social de la pa rtici pación
.

ca m pesi na
Se tiene poco conocimiento acerca de cómo se organizan y participan los campesinos en sus
movimientos reivindicatorios. En una investigación que el autor desarrolló en el año 1 979, en la
Pampa de Anta en Cuzco, cuando los campesinos se movilizaron para enfrentarse a la Coopera­
tiva Agraria de Producción de Anta, se preguntó: ¿quién tomó la iniciativa, quién implementó y
quién evaluó las acciones en los asuntos operativos, de coordinación y estratégicos? Los resulta­
dos mostraron algunos hallazgos interesantes.
Los principales actores internos eran la Asamblea Comunal, los Consejos de Administra­
ción y de Vigilancia, los Comités Especializados y un Grupo Dinámico integrado por líderes y
campesinos jóvenes de cada una de las comunidades. Los actores externos: la Federación Zonal
de Campesinos de Anta y Urubamba, FEZOCAU y la Federación Departamental de Campesinos
del Cuzco, FDCC.
Se encontró que el grupo dinámico desempeñó junto con la FDCC un papel significativo
en los asuntos estratégicos y para iniciar y levantar la movilización. Una vez que esto se logra,
la Asamblea Comunal cuida mucho de su realización, pasando el grupo dinámico a diluirse
como un miembro más de la comunidad. Los Consej os de Administración y de Vigilancia y la
propia Asamblea Comunal asumen los asuntos de coordinación. La Asamblea Comunal participa
también en forma significativa en la fase de evaluación de las acciones realizadas. Los Comités
Especializados (ganadería, agricultura, educación y otros) están presentes solo en la ejecución de
decisiones ya tomadas por la Asamblea Comunal. La influencia de los partidos políticos y de la
FDCC cesa de existir después de tomadas las decisiones estratégicas. Los campesinos en forma
"<:!"
individual contribuyen mayormente en todos los aspectos operativos. La fase de evaluación es la
o
fase más débil de todo el proceso de movilización. "B
Todo esto significa que existe una división social de la participación campesina en el '§-
u
proceso de movilización. No todos participan en el conjunto total de aspectos involucrados, pero

1 65
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

tampoco se advierte que algunos participen en algo y otros en nada. Cada actor ha participado
en algunos asuntos y se ha retraído en otros, variando su grado de influencia en cada fase y en
cada asunto de acuerdo a factores individuales, grupales, organizacionales y socioeconómicos.

Tomado de Santiago Roca "Participatory Processes and Action of the Rural Poor in Anta, Perú".
ILO, Working Paper WEP1 0/WP1 2. Ginebra, Suiza. 1 980.

\9\1
' . '
Va lores y org a n ización detrás del proceso
,, ____ ,., d e pa rtici pación ca m pesi na
¿Qué tipos de ideas y valores tienen los campesinos y cómo y con qué métodos se organizan
para conseguir sus reinvindicaciones? En general, el conjunto de ideas y creencias de los cam­
pesinos está formado por consideraciones prácticas y por la influencia de grupos locales afines
a su entorno.
Generalmente, los valores de solidaridad y cohesión interna prevalecen en asuntos de in­
terés general, mientras que el individualismo se manifiesta en asuntos de interés personal. Como
consecuencia, hay mayor participación cuando las metas están relacionadas con el bienestar de
todos y menor participación cuando los asuntos tienen importancia diferente para cada estrato
de campesinos.
El método "participativo" aparece entonces como un instrumento para relacionar las ba­
ses con los líderes y con las metas de la organización, pero debe tenerse en cuenta la ideología y
los valores solidarios e individuales de los campesinos y cómo estos van cambiando de acuerdo
a las condiciones específicas. De no tenerse esto en consideración, la participación puede devenir
en un boomerang que tergiversa las metas y objetivos finales del movimiento. De otro lado, de
no permitirse la participación, se puede originar el distanciamiento entre los líderes y los miem­
bros del movimiento y llevar a este a una parálisis.
Teniendo esto en consideración, las tácticas sobre la participación y movilización de los
campesinos están influenciadas por: la naturaleza de las metas, el método de organización, la
efectividad de las acciones, y las alianzas en relación con los objetivos perseguidos.
El punto de partida para cualquier proceso de movilización campesina parte del reconoci­
miento de su situación material negativa, del rol decisivo de las fuerzas naturales, y el sentimien­
to de estar atrapados dentro de un sistema cerrado. Se internalizan entonces los determinantes
sociales de la situación desfavorable y los líderes introducen la conciencia de la extorsión por
los comerciantes, la inj usta posesión de tierras por la cooperativa o la actitud negativa de las
autoridades.
La racionalización consiste entonces en encontrar soluciones concretas para los pro­
blemas y convocar a una Asamblea Comunal para decidir el curso de acción específico. Allí
la racionalización se transforma en organización, es decir, se planea en detalle la solución
determinada, asignándose responsabilidades y sopesándose reacciones y resultados. Cuando la
organización ha sido definida, las acciones prácticas toman lugar, cada uno con su tarea espe­
cífica. Después de las acciones viene el análisis de los resultados y/o beneficios obtenidos, lo
que retroalimenta las percepciones y cogniciones iniciales y determina la actitud futura hacia
nuevos esfuerzos organizacionales.

1 66
III. SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA NACIONAL

Si los resultados son abiertamente negativos, la reacción de los campesinos varía de


acuerdo a la causa del fracaso. Si este se debe a errores de la dirigencia o información equivoca­
da, los participantes estarán intensamente decepcionados y el movimiento tenderá a desaparecer.
Por otra parte, si agentes externos causan resultados indeseados, la reacción de los participantes
puede ser de gran cohesión interna o de dispersión del movimiento. Las respuestas dependen de
la relativa fuerza de este y de las circunstancias políticas a nivel nacional.
Si los campesinos obtienen sus reivindicaciones y los líderes no canalizan el movimiento
hacia otras metas tangibles y de más alto nivel, el movimiento deviene en parálisis y sus miem­
bros prefieren estar ocupados en sus propios problemas económicos individuales. Si sus inquie­
tudes son canalizadas hacia actividades colectivas, los líderes serán capaces de aumentar el nivel
de conciencia y mantener el grado de movilización, elevándose los objetivos de la organización.
Esta es la experiencia que se ha encontrado en las investigaciones sobre las diversas moviliza­
ciones de los campesinos en la Pampa de Anta.

Tomado de Santiago Roca "Participatory Processes and Action of the Rural Poor in
Anta, Perú". ILO, Working Paper WEP 1 0/WP 1 2. Ginebra, Suiza. 1 980.

� E l i ntento a utogestionario actual ( 1 980)


Las movilizaciones campesinas y l a toma d e tierras d e l a cooperativa por las comunidades cam­
pesinas en la Pampa de Anta están haciendo emerger nuevos procesos desarrollados por los pro­
pios campesinos. Para no dividir las tierras y establos centrales y evitar así problemas limítrofes
entre comunidades adyacentes, existe el día de hoy un proceso de integración entre algunas
comunidades campesinas. Grupos de tres a cinco comunidades se están poniendo de acuerdo
para dirigir las ex-haciendas y las tierras de la ex-cooperativa estatal. La acción independiente y
autónoma de las comunidades ha hecho que el gobierno acepte y forme una Comisión Liquida­
dora de la CAP, la cual por primera vez está compuesta por nueve campesinos y seis funcionarios
del gobierno.
La voz de los campesinos es ahora escuchada pero los problemas no son sencillos y mu­
chas comunidades todavía se sienten marginadas del proceso, siendo los conflictos entre ellas el
pan de cada día. Los campesinos no tienen una organización sólida con propuestas económicas
concretas de cómo formar una nueva estructura y ser capaces de resolver los problemas interco­
munales y de gestión empresarial.
En el campo de la producción, los campesinos están teniendo problemas de mercadeo, la
alimentación del ganado por parte de la ex-cooperativa es deficiente y las crías se están murien­
do y/o perdiendo peso. Frente a estos hechos, muchos están incentivados a dividirse las tierras,
maquinarias y las modernas instalaciones centrales de la cooperativa estatal, promoviéndose un
desarrollo egoísta individual, donde el más fuerte se come al débil, originándose de facto una
atomización y parcelación individual.
La Comisión Liquidadora de la Cooperativa tiene, por lo tanto, un trabaj o difícil por­
que no solo está encargada de liquidar la cooperativa sino transferir la tierra, el ganado y las
maquinarias a las comunidades, resolviendo los problemas de linderos y otros conflictos entre
ellas y proponer una nueva forma de organización productiva que permita la sobrevivencia

1 67
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

económica y la transformación de las relaciones sociales de producción en Anta. De otro lado,


el Banco Agrario, en vez de apoyar el proceso de liquidación, ha suspendido los préstamos,
dejando a PRODERM (una institución de crédito especial creada por un acuerdo entre los
gobiernos peruano y holandés) el rol de intermediario financiero para apoyar el proceso de
liquidación. Los partidos políticos, líderes y organizaciones de segundo grado, por su parte,
en vez de proponer soluciones, se están fracturando entre ellos, complicando el camino hacia
las propuestas que permitan la liberación y transformación de las relaciones sociales injustas
y explotativas en Anta.
No se sabe todavía en qué terminará este proceso, la forma en que los campesinos resuel­
van estas contradicciones, en que se vinculen los líderes con las masas, j unto a la manera cómo
las metas estén relacionadas a las realidades económicas, sociales y tecnológicas, determinarán
el éxito o fracaso del movimiento campesino. Se necesitan desarrollar las fuerzas productivas
que permitan la sobrevivencia económica y, paralelamente, cambiar de forma gradual las rela­
ciones sociales de producción entre los actores de la Pampa de Anta.

Tomado de Santiago Roca "Participatory Processes and Action of the Rural Poor
in Anta, Perú". !LO, Working Paper WEPI OIWP12. Ginebra, Suiza. 1 980.

1 68
-· - C UARTA PARTE

Funcionami ento , regulación


e i n stituciona 1 idad
en los mercados
e ua rta pa rte

CAPÍTULO 1 5
Competencia y regulación

CAPÍTULO 1 6
Calidad, estándares y acreditación

CAPÍTULO 17

Propiedad intelectual : aspectos sustantivos

CAPÍTULO 1 8
Propiedad intelectual y los Tratados de Libre Comercio

CAPÍTULO 1 9
Consumidor
CAPÍTULO 1 5

Com petencia y regulación

Las leyes a nticom petencia


A l sancionar las prácticas anticompetitivas, e l abuso de l a posición de dominio o las con­
centraciones empresariales dañinas, casi todas las leyes de competencia en el mundo (leyes
antitrust) tienen como obj etivo principal defender la competencia en la búsqueda de la me­
j or utilización de los recursos y la eficiencia económica y productiva.
En un reciente simposio de Investigación sobre Políticas de Competencia, Regulación y
Desarrollo en el Mundo, llevado a cabo en la ciudad de Delhi, India, se presentaron una serie
de trabaj os que mostraban que, además de la eficiencia económica, las leyes de competencia
tenían implícita o explícitamente objetivos de segundo orden que iban variando en el tiempo de
acuerdo a los contextos y circunstancias específicas de las economía de cada país. En un caso,
una de las participantes comentó los precedentes de observancia obligatoria que la Corte Supre­
ma de Estados Unidos ha introducido en los últimos años a raíz de los casos de Verizon versus
Trinko (2004), Volvo versus Reeder-Simco (2006), Illinois Tool Works versus Independent Inc.
(2006) y Weyerhaeuser versus Ross Simmons (2007). En todos estos casos, la Corte Suprema
Estadounidense se ha inclinado por no sancionar las prácticas anticompetitivas de las empresas
por temor a que estas queden atrasadas en la fiera competencia en los mercados globales. Serían
consideraciones a favor de dar más libertad a las empresas, aun si estas fueran dominantes, las
,que han prevalecido en los jueces norteamericanos sobre los tradicionales objetivos de eficiencia
productiva y óptima utilización de los recursos. Por el contrario, los participantes de la agencia
de competencia de Sudáfrica -país con otro contexto y realidad- explicaron que su ley y po­
lítica de competencia considera, además del objetivo de eficiencia económica, otros objetivos
explícitos vinculados al interés público, como el referido al desarrollo de la pequeña empresa,
al fomento del empleo y a la mejor distribución de los ingresos (Casos de la fusión de Stanbic y
Nedcor, de Tongaat Hulet y Transvaal Sugar, entre otros), es decir, se privilegia en la evaluación
de los casos el desarrollo de los mercados locales. Dados los altos niveles de concentración en
los mercados de Sudáfrica, las autoridades de competencia toman con preocupación las prácticas

1 71
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

restrictivas de las grandes empresas en su relación con el empleo y el desarrollo de las pequeñas
y medianas empresas.
Como ustedes pueden apreciar, en ambos países, Estados Unidos y Sudáfrica, las autorida­
des de competencia mantienen objetivos de segundo orden en la aplicación de la ley antitrust, todos
ellos vinculados a sus propias realidades y percepción de las necesidades de cada país. En Estados
Unidos se está gradualmente reduciendo la aplicación de la ley antitrust por temor a quedarse
atrasados en el mercado global. Del temor al poder de mercado y concentraciones de la Sherman
Act se está pasando al temor de quedar rezagados en el mercado global. En cambio, en Sudáfrica
la imposición de sanciones por conductas anticompetitivas toma en consideración los efectos de
dicha práctica sobre el mercado interno y cómo la misma podría afectar su crecimiento y adecuado
desarrollo. Se trata de una aplicación de la Ley de Competencia que privilegia el interés público por
tener mej ores mercados, con mayor competencia, pero también con mayor equidad.
Y aquí en el Perú, ¿cuáles son los objetivos de segundo orden que tienen las autorida­
des de competencia? En una reciente entrevista en el diario El Comercio, la presidencia del
INDECOPI indicó que su política era la de no intervención en los mercados, para dejar que
estos funcionen solos; a esto se añaden las recientes actuaciones de la Comisión y de la Sala de
Competencia, negándose a sancionar prácticas explotativas o resistiéndose a aplicar la doctrina
de los plus factors para sancionar conductas contrarias a los pequeños productores agrícolas, o
renunciando a sancionar conductas abusivas bajo el argumento de la primacía de los contratos de
privatización. Detrás de estas conductas se asumen varios dogmas: que los mercados funcionan
bien y eficientemente por sí solos en el Perú; que no existe concentración empresarial ni abuso de
poder de mercado en ningún sector de la actividad económica peruana; que no interesa siquiera
preocuparse por la eficiencia económica y productiva; y que no existen objetivos de segundo
orden coherentes y consistentes con la búsqueda de eficiencia productiva y otros objetivos nacio­
nales. ¿En qué país estamos? ¿Qué tipo de autoridad de competencia tenemos? ¿Qué es lo que el
Perú quiere con la aplicación de la Ley de Competencia?

El Comercio, 5 de junio de 2007.

0 Repensa ndo el I N DECOPI


L a opinión pública s e queja e n los últimos años que e l Instituto Nacional de Defensa de la Com­
petencia y de Protección de la Propiedad Intelectual, INDECOPI, no actúa de oficio con la cele­
ridad, anticipación y fuerza con que debiera hacerlo para velar por los intereses públicos y lograr
que los mercados funcionen mej or. ¿Por qué es que el INDECOPI se entera de las prácticas de
las empresas azucareras a través de Jos periódicos? ¿Por qué no actúa de oficio para investigar y
denunciar a aquellas empresas que efectúan prácticas colusorias en diversos sectores de la acti­
vidad económica?, ¿para reducir el precio del pasaporte de 2 1 0 soles a 37 soles como lo hizo la
Aspee?, ¿para llamar la atención del regulador de telecomunicaciones cuando se hace de la vista
gorda frente a los intereses difusos de los consumidores?, ¿para investigar presumibles acciones
de dumping o de subsidios? ¿Qué origina que esta entidad no investigue el porqué cuando se
reducen aranceles no bajen los precios de los bienes y servicios, o cuando se reducen los precios
de los combustibles en los mercados mundiales, estos no se reduzcan en el Perú?

1 72
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALIDAD EN LOS M ERCADOS

Uno de los factores -no el único- que tiene que ver con esta pasividad y falta de efecti­
vidad y eficacia para hacer que los mercados funcionen mejor es el diseño legal e institucional
del INDECOPI. La entidad ha sido orientada principalmente a ofrecer justicia administrativa
en disputas entre particulares y resolver las pretensiones individuales de las partes. Las comi­
siones de Protección al Consumidor, Libre Competencia, Competencia Desleal, Dumping y
Subsidios, Reglamentos Técnicos y Barreras Burocráticas imparten y ofrecen preponderante­
mente justicia cuando una parte lo solicita.
INDECOPI no tiene un mandato contundente y una función clara de rectoría para tutelar
los mercados y actuar proactivamente en nombre del interés público y Ja sociedad. Las pocas
veces que lo hace, la Secretaría Técnica de la Comisión -la misma que analiza los conflictos
entre partes y actúa como árbitro- es la que debe actuar de oficio y hacer la demanda. De esta
manera, Ja Secretaría se transforma en juez y parte, son los denunciantes de oficio pero también
los que analizan y presentan las propuestas de resolución de casos ante la respectiva Comisión.
No hay duda que este diseño organizacional de la institución no es el más apropiado. Al
sistema actual Je falta carácter, una mejor organización y división de funciones. Mucho mejor
sería tener una unidad rectora fuerte e independiente de la justicia administrativa que tome a su
cargo las actividades de oficio, los intereses públicos y la tutela del mercado. Pero además se ne­
cesita que esta unidad realice los trabaj os de promoción, prevención, información y orientación
a la ciudadanía en las múltiples funciones que desempeña.
En realidad, se necesita repensar el INDECOPI para que las tareas y funciones de tutela
que le otorga el Estado se cumplan. En la mayoría de países del mundo (Estados Unidos, Suecia
y Brasil, por ejemplo) el Estado se organiza separando las actividades de administración de jus­
ticia de aquellas de tutela de los consumidores o del mercado. La justicia debe ser independiente
y no parcializarse con las funciones de tutela, protección, promoción y prevención
Gestión, 1 O de junio de 201 O.

\3l La revisión y fusiones empresa ria les


\ - ····
Normalmente, en todos los países del mundo, menos en el Perú, las leyes que promueven la libre
competencia tienen un capítulo acerca de la revisión previa de fusiones y adquisiciones, cuyo
objetivo es prevenir que estas terminen dañando la libre competencia y concurrencia de otras
empresas al mercado. Si como producto de la fusión o adquisición se sobrepasan determinados
umbrales de concentración, la autoridad evalúa sus probables efectos anticompetitivos y expresa
opinión vinculante acerca de la misma. Si los efectos positivos de la fusión sobrepasan los ne­
gativos se aprueba la fusión; si el balance no está claro se colocan condiciones para evitar que
los fusionados restrinjan o limiten la competencia; y cuando los efectos son mayoritariamente
perjudiciales, no se aprueba la fusión.
En todos estos países, el régimen de fusiones y adquisiciones se da por excepción, solo
para las empresas que sobrepasen una determinada magnitud. Los pequeños y medianos o aquellas
grandes empresas que no tienen posición de dominio pueden fusionarse cuando quieran y mejor
o
les convenga. Se trata no de impedir las fusiones, sino que de prevenir prácticas anticompetitivas
:g
que dañan a otros actores del mercado y que comúnmente emergen cuando las empresas adquie­
u
o.
"'

ren un poder de mercado significativo. En los Estados Unidos, por ejemplo, los trust corporativos

1 73
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

concentraron demasiado poder, impidiendo la competencia y afectando el interés económico ge­


neral. Los legisladores consideraron conveniente balancear mejor los intereses y además de pro­
mulgar leyes que limitaron las prácticas anticompetitivas, instauraron un régimen de revisión de
fusiones ex ante, que prevenía los problemas y que en la práctica ha funcionado bastante bien.
La instauración de regímenes de revisión previa de fusiones y adquisiciones ha sido un
instrumento muy útil para promover la inversión. El saber que la autoridad evalúa la naturaleza
anticompetitiva posible de las fusiones da confianza a miles de otros medianos y pequeños empre­
sarios que sienten que no van a ser sacados indebidamente del mercado; evita costos excesivos a los
consumidores, que no tendrán que pagar precios más altos; crea un instrumento útil para los países
que abren sus economías al exterior y enfrentan a empresas que quieren entrar a monopolizar los
mercados domésticos; favorece a las pequeñas y medianas empresas que actuando debidamente,
desean crecer y volverse más eficientes y competitivas; y proyectan un mejor balance de intereses
y un juego más equilibrado y justo entre los distintos actores del mercado.
Contrario a los que algunos creen, no es caro ni complicado aplicar e implementar un
régimen de revisión previa de fusiones. Es más dificil y costoso perseguir cárteles o promover
políticas de competencia. El aprendizaje y la ejecución es más rápida ya que las partes colabo­
ran brindando información para obtener la autorización de la fusión. Los procesos son claros y
transparentes, existiendo guías y manuales técnicos que aseguran la credibilidad del sistema. Las
autoridades coordinan y cooperan en casos regionales o bilaterales al tener sistemas similares.
En el Perú, los intereses económicos han impedido la instauración de un régimen que
evalúe los efectos de las fusiones y adquisiciones dominantes. Se ha venido impulsando un mo­
delo económico que se hace "de la vista gorda" de las prácticas anticompetitivas existentes y que
favorece las concentraciones empresariales sin que importen sus efectos sobre la competencia,
los otros productores, los consumidores y el daño al interés económico general

La República, 28 de mayo de 2009.

0 E l éxito en la promoción
de la com petencia : las AFP
¡ Bienvenida la competencia! Una vez más, l a competencia resulta e l mejor instrumento para el
correcto funcionamiento de los mercados.
El mercado de las AFP comienza a dar muestras de vigorosa competencia y los consumi­
dores ganan; la gestión de las empresas se hace más eficiente, se reducen costos innecesarios, se
reducen abusivas ganancias excesivas, los consumidores se benefician con menores precios y el
dinamismo del mercado muestra sus virtudes.
El 4 de junio del 2004 -hace más de un año- la Sala de Defensa de la Competencia
del Tribunal del INDECOPI dijo1 : "El mercado de las AFP es un mercado que no incentiva la

1
Resolución N° 0225-2004/TDC-INDECOPI . Procedimiento seguido por la Central Unitaria de Trabajadores
del Perú y el señor Javier Diez Canseco Cisneros contra AFP Horizonte, AFP Integra, AFP Unión Vida,
Profuturo AFP y la Asociación de AFPs, por presuntas infracciones a las normas de libre competencia.

1 74
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALIDAD EN LOS MERCADOS

competencia". "Es un mercado en que los costos de acceso son considerables y el proceso de
supervisión por parte de la autoridad es intenso". "La posibilidad de que un afiliado se traslade
de una AFP a otra se encuentra entorpecida por el hecho de que la AFP que ha sido dejada de
lado es la que, por sí y ante sí, otorga la conformidad de la transferencia". "No es infrecuente
encontrar situaciones en las que la AFP dejada de lado utilice una serie de prácticas vedadas
para evitar o desalentar la transferencia, las mismas que van desde situaciones de hecho hasta
excesivos formalismos".
En el tan discutido tema de las altas comisiones que el sistema cobraba a los afiliados,
la Sala de Defensa de la Competencia señaló: "Es público y notorio que las AFP no compiten
a través de las comisiones que cobran en la administración de los fondos. En los procesos
de captación de afiliados la oferta se centra exclusivamente en la rentabilidad del fondo, en
ningún caso en la comisión que la entidad cobra por la administración del mismo, lo que evi­
dencia que respecto de dicho rubro el mercado no genera los incentivos apropiados para que la
competencia determine los precios más eficientes".
En ese mismo pronunciamiento, la Sala exhortaba a las autoridades llamadas a regular el
mercado a asumir activamente el rol que la ley les había encomendado: "Los indicios referidos
anteriormente aconsejan posibles acciones de la SBS y el Poder Legislativo, los cuales podrían
promover mayor competencia, eliminar distorsiones y permitir la participación de nuevos agen­
tes en la actividad."
Las autoridades de competencia, modernas e independientes, utilizan la promoción de la
competencia como un instrumento generador de competencia y éste es el caso: la exhortación
del INDECOPI a la SBS dio los resultados esperados y las correcciones en el sistema empiezan
a dar resultados.
De otro lado, la necesidad de sancionar conductas abusivas que se expresan en precios
no competitivos (excesivos) en mercados donde la posición de dominio se origina en estructuras
legales (la ley obliga a todos a comprar el servicio de las AFP), ha originado, entre otras cosas,
que el INDECOPI promueva una reforma integral de la Ley de Defensa de la Competencia, la
misma que se encuentra en proceso de discusión al interior del Poder Ejecutivo.
Es interesante aprender las lecciones que estos hechos plantean: atrás quedaron las ácidas
y malintencionadas críticas que agentes interesados lanzaron contra el fallo del Tribunal del IN­
DECOPI. El tiempo ha demostrado que la agencia de competencia ha cumplido con su función

Gestión, 1 2 de septiembre de 2005.

La i nstituciona l idad del I N DECOPI


A diferencia de las personas y de los animales cuyas vidas pueden ser cortas o largas y tienen
término específico, la vida de una institución como el INDECOPI, cuyo rol y actuación está
referida al buen funcionamiento y desarrollo de los mercados, no tiene plazo ni fecha de ven­
cimiento. Mientras existan los mercados existirá una institución que resuelva los conflictos y
garantice la aplicación de reglas del juego imparciales y justas, para que todos los agentes del
o
mercado busquen su desarrollo y bienestar, respetando el derecho de los demás. 3
Todos los mercados, sin embargo, no tienen los mismos niveles de desarrollo y se van -�
u
transformando según cómo las relaciones económicas y la tecnología avancen. Por esta razón,

1 75
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

una institución como INDECOPI está también en permanente evolución, buscando modificar y
aplicar las leyes u otras normas, de forma que los mercados se desarrollen y funcionen mejor en
beneficio de todos.
Cumplir un aniversario significa renovar nuestra apreciación por la vida y razón de ser
nuestra institución. Nuestros amigos y ciudadanos invitados han venido no solo a abrazamos
por nuestro aniversario, sino a exigir que les expliquemos cómo estamos cumpliendo nuestra
razón de vida, brindándoles también algunas ideas de Jo que pensamos para el futuro. Por eso,
sin ánimo de tomar mucho tiempo, permítanme repasar algunas de las líneas en la que estamos
trabaj ando y hacia adonde queremos ir.
No hay duda, en primer lugar, que nuestra principal actuación está en brindar información
y resolver los conflictos del mercado. Más de 1 50 mil consultas han sido atendidas por INDE­
COPI en lo que va de este año. Cientos de conflictos se resuelven semanalmente; en algunas
áreas los conflictos tienden a crecer y en otros a disminuir, ello fruto de las particularidades y
condiciones específicas de cada área. Por ejemplo, la Comisión Concursa! recibe hoy menos
nuevas solicitudes que en años anteriores -la economía está mejor-, de otro lado, la Comisión de
Reglamentos Técnicos se prepara para enfrentar mayor demanda debido a la mayor afluencia de
productos dañinos o peligrosos y el reto de la exportación. En términos generales, sin embargo,
los servicios que ofrece el INDECOPI están creciendo; según proyecciones internas, las ofici­
nas y comisiones del INDECOPI estarán resolviendo a fines de este año 34% más de casos que
el año pasado. El mayor número de transacciones fruto del crecimiento económico, así como
la mayor cultura existente por parte de los consumidores y de los productores en sus derechos
explican en parte este crecimiento. INDECOPI trabaj a a todo vapor y su capacidad instalada
queda ya corta -tanto en su dimensión de infraestructura física, como en la de equipamiento y
personal- para atender esta demanda.
Afortunadamente, la actuación del INDECOPI brinda mayor eficiencia y beneficios in­
conmensurables a la economía y la sociedad. Estimados preliminares muestran que el ahorro
generado por ejemplo a los demandantes del servicio de transporte o a los clientes de las entida­
des del sistema financiero (bancos y AFP) sobrepasan los veinte millones de dólares anuales, la
eliminación de cobros por formatos irracionales o ilegales fluctúa alrededor de treinta millones
de dólares anuales; el impacto en Ja reducción de precios ocurridos por resoluciones contra
prácticas concertadoras de precios y abusos de posición de dominio sobrepasan varios otros mi­
llones de dólares. De otro lado, la producción nacional ha crecido significativamente en aquellos
sectores donde se sancionaron prácticas de dumping o salvaguardas, y en donde se fomentó la
competencia se recuperó la inversión y el empleo.
El inicio del año nos encontró trabaj ando decididamente en la culminación del documen­
to institucional sobre los Intereses Nacionales en Propiedad Intelectual y los Tratados de Libre
Comercio. El documento fue publicado en el verano pasado y tuvo como objetivo sensibilizar a
la opinión pública, así como alertar sobre los riesgos implícitos de efectuar concesiones en las
negociaciones, en el capítulo de propiedad intelectual. El documento ha servido también para
que el Perú se dé cuenta de la necesidad de trabaj ar intensamente en promover el desarrollo de la
ciencia y la tecnología e intemalice el beneficio de registrar y explotar económicamente los de­
rechos de propiedad intelectual. Como autoridad nacional en materia de propiedad intelectual, el
INDECOPI no podía permanecer en silencio sobre lo que significa adoptar una posición nacional
desde Ja perspectiva del operador técnico sobre la materia. El documento al que me refiero les ha
sido entregado esta noche en formato de pequeño libro.

1 76
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALIDAD EN LOS MERCADOS

Con la finalidad de aportar no solo en los principios e identificación de los intereses


nacionales, sino también en el ánimo de evaluar y conocer el impacto económico del TLC con
Estados Unidos en materia de Propiedad Intelectual, la Gerencia de Estudios Económicos ha
venido desarrollando una serie de estudios, algunos de los cuales ya han sido publicados y otros
por publicar, todos los cuales muestran las posibles ganancias o pérdidas que podría tener el país,
fruto de lo que hipotéticamente se podría obtener o conceder en materia de propiedad intelectual
en las negociaciones.
Producto de este trabajo, y dado el inconmensurable atraso y debilidad de la propiedad
intelectual en el país, estamos adicionando a las tareas del INDECOPI la actividad de fomento
y promoción de registros de patentes, identificación y creación de marcas colectivas, nuevas
indicaciones geográficas, nuevos modelos de utilidad, diseños gráficos, y el registro y comercia­
lización de conocimientos tradicionales y variedades vegetales. En este sentido, hemos instruido
a la nueva Oficina de Fomento de la Competencia y la Innovación para que desarrolle proyectos
que vinculen a los empresarios con los creadores, pues estamos seguros que esa es la fórmula del
éxito. Igualmente, esta oficina viene trabaj ando en los procesos para permitir que los empresa­
rios y también los inventores nacionales, accedan a la tecnología de uso público que existe en el
mundo y puedan, a partir de ello, mej orar el estándar de la tecnología propia y desarrollar nueva
tecnología en beneficio del país.
En el ámbito de la defensa de la competencia nuestra actividad no ha sido menor. Por
el contrario, a lo largo de todo el presente año se presentaron tres proyectos de ley que buscan
perfeccionar y modernizar nuestras leyes sobre la materia. Uno sobre defensa de la competencia,
otro sobre competencia desleal y el último acerca del sistema nacional de acreditación. Hemos
recibido las sugerencias de todos los Sectores del Poder Ejecutivo, de los gremios empresariales
y de todas las personas que de una u otra forma nos ha hecho llegar sus comentarios y observa­
ciones. Luego de procesarlas, hemos procedido a remitir las nuevas versiones de tales propuestas
de Ley para su aprobación por el Consejo de Ministros.
El INDECOPI está convencido que la aprobación de estas normas es absolutamente
imprescindible para fortalecer la institución, mejorar las garantías de las personas naturales y
j urídicas que deban enfrentar procedimientos ante la institución, y dar categoría internacional
a los procesos de acreditación de la calidad para favorecer el intercambio de bienes. Solo con
legislación renovada y ajustada a las necesidades del momento, podrá la agencia de competencia
desarrollar sus funciones adecuadamente en el escenario de un mercado como el peruano, que
se abre al mundo.
En el mundo del funcionamiento del mercado y de la economía, el cambio es consustancial.
Nada permanece inmutable, y los países que apuestan por el desarrollo tienen que estar atentos a
seguir la dinámica del cambio. Por ejemplo, si hasta hace unos años se pensaba que no era necesa­
ria la evaluación ex ante de las concentraciones económicas, hoy se piensa que una norma de este
tipo es más bien un elemento necesario para garantizar la inversión privada y una forma racional
para promover el crecimiento de los mercados. En el INDECOPI apostamos por la modernidad.
Igualmente, acabamos de publicar el documento sobre Intereses Nacionales en Defensa
de la Competencia y los Acuerdos Preferenciales de Comercio. Este documento también se ha
distribuido esta noche y forma parte de la serie de publicaciones institucionales que el sello edi­ o

torial de INDECOPI ha lanzado para poner sobre la mesa una perspectiva diferente de enfrentar 2
'ª'
u
los problemas que se presentarán con la ampliación de mercados y el comercio, desde la pers­
pectiva de la Defensa de la Competencia.

1 77
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

No creemos conveniente que la defensa de la competencia sea vista únicamente como


un tema de "intercambio de información" y "colaboración informal" entre las agencias de com­
petencia de los países que celebran un acuerdo comercial. Creemos que el verdadero interés de
un acuerdo de integración económica debiera estar en la posibilidad de sancionar las conductas
anticompetitivas en uno y otro territorio vinculado por el acuerdo comercial, y que los agentes
que participen del mercado integrado tengan igualdad de oportunidades y de marco legal que
cumplir, en la medida de que su desarrollo sea equivalente.
Asimismo, el INDECOPI, en representación del Perú, se ha sumado a los países que
están proponiendo la creación de una autoridad mundial de la competencia que permita desterrar
las malas prácticas y conductas anticompetitivas en los mercados globales o transfronterizos.
En nuestro accionar, no todo ha sido positivo. En el curso de este año se han manifesta­
do algunas deficiencias en la capacidad operativa de la institución para atender con solvencia
a nuestros usuarios. Quisiéramos en realidad atenderlos cada vez mejor. El INDECOPI se ha
convertido, en algunos casos, en un sustituto o coadyuvante de la administración de justicia en
el Perú. Esto, que de hecho es una virtud y un reconocimiento a la solvencia profesional y a la
credibilidad de la institución, también es un problema, pues la demanda es, en muchos casos,
mayor a la que razonablemente se puede procesar.
En este contexto, desde la administración estamos y seguiremos tomando acciones, para
corregir el problema y enfrentar la necesidad de la mejor manera posible. Por esta razón, durante
este año se ha renovado el 40% del hardware de la institución, se está presentando lo necesario
a la Presidencia del Consej o de Ministros para que nos permitan crecer en personal. Se han
iniciado los estudios para expandir las facilidades de infraestructura física a través de un nuevo
edificio de forma que podamos atender mejor el crecimiento de 34% que tenemos en la demanda
de nuestros servicios. En lo que se refiere al ámbito presupuesta!, estamos manej ando los recur­
sos con mucha austeridad, siempre racionalizando las operaciones y buscando obtener el máxi­
mo de producción. Seguimos insistiendo con el Gobierno Central para una dotación de mayor
presupuesto y estamos en permanente evaluación del personal para garantizar la idoneidad del
mismo. Asimismo, las propuestas de reforma legislativa tienden a mejorar nuestra actuación de
oficio, que es, en realidad, a la que mayor atención debiera prestar la institución pues soluciona
problemas con efectos masivos, lo que, obviamente, disminuye la demanda individual.
La crítica no ha sido ajena al accionar del INDECOPI. No tenemos ni temor ni reparo
a la crítica, pues ella contribuye a que nos demos cuenta de nuestras debilidades y es un meca­
nismo efectivo para la promoción de los temas institucionales. Eso sí, nos damos cuenta cuando
la crítica es interesada o se convierte en destructiva y daña a la institución. Preferimos que nos
ataquen personalmente ya que todos nosotros estamos de tránsito en la función pública y lo que
debe quedar es la institucionalidad.
En el año nos han dejado algunos funcionarios y el proceso de reorganización no se de­
tiene. En algunos casos, las salidas se han debido al curso normal del desarrollo profesional de
las personas; en otros, a la reorganización de actividades y áreas; y, también, a la evaluación del
rendimiento profesional.
Esta es una gestión que no se detiene si de mejorar la calidad profesional y de servicio de la
institución a los usuarios se trata. Los nuevos profesionales incorporados han sido contratados lue­
go de escrupulosas convocatorias de concurso público realizados para cubrir las plazas existentes.
Es momento de mirar adelante y planteamos algunos objetivos para el año que se inicia.
Es, como todos sabemos, un año electoral, lo que plantea algunos retos adicionales.

1 78
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALIDAD EN LOS MERCADOS

El INDECOPI debe aportar al proceso de aproximación a los candidatos a la presidencia


de la República para que tomen conciencia, incluyan y discutan en sus propuestas, sobre el rol
que le corresponde a la competencia y la propiedad intelectual en el proceso de funcionamiento
del mercado. No es posible apertura económica, desregulación o privatizaciones, sin un adecua­
do marco normativo para el ejercicio y cumplimiento de disposiciones sobre la competencia. Es
desde la competencia que se puede construir un mercado eficiente.
Será labor del INDECOPI persuadir a los equipos de plan de gobierno de los candidatos
de las bondades de la opción constitucional por una verdadera economía de mercado.
En lo que respecta a las áreas de propiedad intelectual, estamos decididos a continuar con
la promoción de la creación intelectual nacional y el reconocimiento de los derechos intelectua­
les de los peruanos. Un sueño que esperamos concretar es que equipos multidisciplinarios de
economistas, antropólogos, sociólogos y abogados, puedan ponerse en contacto con las comuni­
dades indígenas y nativas, ganar su confianza, e involucrarlas en un proceso masivo de registro
de conocimientos tradicionales para que, luego, nuestras oficinas de promoción puedan ponerlas
en contacto con el "capital" o las empresas que puedan explotar estos conocimientos o recursos
genéticos y compartan sus beneficios comerciales con las propias comunidades.
Igualmente, esperamos poder mej orar significativamente nuestros servicios en el área de
registro y tramitación de procedimientos.
Estamos decididos a impulsar un rediseño del sistema de protección al consumidor. La
ciudadanía se expresa a través de la protección al consumidor. El Tribunal Constitucional ha
marcado pautas muy importantes en esta materia y la sociedad reclama de todos sus agentes
que la protección al consumidor sea efectiva y que pueda complementarse la libertad de em­
presa con la libertad de elección y el respeto a los derechos esenciales de la persona humana
que consume productos. Es importantísimo descentralizar los servicios en esta materia. Si bien
algo hemos avanzado, se necesita un esfuerzo mayor y el INDECOPI está dispuesto a j ugar
este partido, propulsando una ley marco acerca de un sistema descentralizado de protección
al consumidor.
Las oficinas descentralizadas en provincias son hoy la cara nueva del INDECOPI y existe
en ellas actos loables de dedicación y entrega al trabajo, así como "compromiso con la camise­
ta". El INDECOPI ha tomado en sus manos la administración directa de las oficinas regionales,
renovándolas y reforzando su personal, tanto de planta como en las Comisiones, en las diez
provincias en donde trabaj amos. Seguiremos asignando recursos y mejorando la atención y el
acceso a nuestros servicios a los ciudadanos del Perú en las diversas regiones del país.
Mantendremos siempre una atenta mirada a los intereses nacionales pues ya tenemos dos
grupos de alto nivel adicional, uno trabajando en temas de estándares y otro en recursos genéti­
cos y biotecnología.
Asimismo, no puedo dejar de invitar a todos ustedes para el día martes 29 a la presen­
tación de la Revista de la Competencia y de la Propiedad Intelectual, la cual aparecerá semes­
tralmente. Esta publicación permitirá que el debate académico sobre temas de competencia y
propiedad intelectual tenga un espacio especializado, plural y de carácter internacional. Vamos
a competir con las revistas de derecho y economía de varias casas de estudios, pero lo hacemos
convencidos de que la competencia también eleva la calidad. o

Finalmente, debo mencionarles que el INDECOPI recuperará el espacio perdido en los ª


'§.
u
últimos años por su inacción en los foros internacionales multilaterales y en la determinación
del establishment y reglas del juego global. Estamos actualmente participando activamente en

1 79
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, en la Organización Mundial de Comercio,


en la UNCTAD, con la OECD, con la Unión Europea, con la CAN, y estamos logrando el re­
conocimiento internacional de nuestros sistemas en áreas tales como la acreditación, sistemas
metrólogicos y en la defensa de la biodiversidad de nuestros recursos genéticos.
No estamos, sin embargo, totalmente satisfechos; estamos trabajando pero siempre pode­
mos trabajar mejor y perfeccionar lo que hacemos.
Aquí solo quiero terminar rindiendo homenaje a todos los funcionarios y trabajadores
del INDECOPI quienes con su esfuerzo, dedicación y trabaj o nos ayudan a construir una
mejor institución. Aquí frente a nuestros amigos y usuarios de nuestros servicios, en la cele­
bración de nuestro décimo tercer aniversario, nosotros todos los servidores del INDECOPI les
renovamos nuestro compromiso de seguir contribuyendo a las tareas que nos ha encomendado
la Nación.

Discurso de Santiago Roca por el Decimotercer Aniversario


del INDECOPI, noviembre de 2005.

0 La Ley y la pol ítica de com petencia


e n el Perú
L a Ley d e Competencia e n e l Perú, intenta "eliminar las prácticas monopólicas, los controles
y las restricciones a la libre competencia en la producción de bienes y servicios para el bene­
ficio de los usuarios y consumidores". Se prohíbe toda conducta que constituya un abuso de
dominio o que restrinja la libre competencia. Si bien el dominio; el abuso de dominio y las
prácticas anticompetitivas (acuerdos y otros) se describen en la ley, esta no contiene disposi­
ciones que exijan la notificación ex ante de fusiones y adquisiciones. La Comisión de Libre
Competencia (CLC) y la Sala de Defensa de la Competencia (SDC) son la primera y la se­
gunda instancia administrativas a cargo de la tramitación de los expedientes. Ambas unidades
son cuerpos autónomos del Instituto Nacional para la Defensa de la Competencia y la Protec­
ción de la Propiedad Intelectual, INDECOPF, creado en 1 992. Los miembros de la SDC son
nombrados por el presidente de la República de una tema designada por la Junta Directiva de
INDECOPI. Los miembros de la CLC son nombrados directamente por la Junta Directiva de
INDECOPI. Los miembros de la Sala y los Comisionados son cargos de confianza, removibles
sin causa en cualquier momento.
La Ley de Competencia peruana promueve y protege el proceso de competencia (no a
competidores individuales) para un mayor beneficio de los consumidores, poniendo énfasis en la
mej ora de la eficiencia económica. No incluye, sin embargo, la eliminación de todos los aspectos
de distorsión a la competencia de todas las leyes existentes y futuras, regulaciones, prácticas
administrativas y otras medidas institucionales en la economía. La legislación no abarca la re­
glamentación del acceso de la inversión privada a sectores monopólicos, así como no contiene

2
El mandato de INDECOPI en general i ncluye no solo la vigilancia de la libre competencia, sino también la
protección del consumidor, la acreditación y los estándares, la metrología, el acceso al mercado, la compe­
tencia desleal, el "antidumping" y las salvaguardas, y la salida y reestructuración del mercado.

1 80
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONAL!DAD EN LOS MERCADOS

una regulación gubernamental anti-competencia, excepto para el caso de barreras burocráticas en


el acceso al mercado3. No existe un mandato explícito en la Ley de Competencia Peruana para
una función abocada a promover el entendimiento de los beneficios de la competencia en la eco­
nomía, esto depende más de la visión del presidente de la Junta de Directores. Tampoco existe
neutralidad entre empresas públicas y privadas, las empresas públicas j uegan un rol subsidiario
en la economía y no se les permite competir con el sector privado.
La autoridad de competencia en el Perú ha mostrado autonomía y competencia téc­
nica sobre el manej o de casos para la aplicación de la Ley de Competencia. Además la CLC
es independiente de la SDC en el manej o de sus casos, aunque debe seguir -como debe ser­
los precedentes de observancia obligatoria y los lineamientos acerca de los procedimientos
con absoluta transparencia. La autonomía e independencia de ambos órganos (SDC y CLC)
están, no obstante, potencialmente amenazadas por la interferencia política, dado que los
miembros de la Comisión y de la Sala pueden ser removidos sin causa alguna (tal como está
ocurriendo hoy en día en INDECOPI).
Excepto el regulador de telecomunicaciones, ninguno de los otros reguladores ( ener­
gía, infraestructura y transporte, saneamiento, entre otros) ej ecuta la Ley de Competencia. S in
embargo, ellos j uegan un rol importante en la promoción de la competencia en sus sectores
pero sus puntos de vista son pocas veces tomados en cuenta por otros cuerpos gubernamenta­
les como, por ej emplo, los ministerios y las oficinas a cargo de la promoción de la inversión y
la privatización. En la práctica, en algunos casos las intervenciones de INDECOPI en cuestio­
nes de competencia son cuestionadas por otras instituciones intersectoriales. Existe claramen­
te la necesidad de una mejor coordinación en cuestiones de competencia, bajo el mandato del
INDECOPI como entidad rectora.
La Ley de Competencia vigente en el Perú contiene una lista convencional de compor­
tamientos duros tipo cártel que son considerados intrínsecamente nocivos al ser prácticas que
restringen la libre competencia: acuerdos entre competidores para fijar precios, manipular li­
citaciones, restringir la producción o fij ar cuotas y dividirse el mercado. La Ley de Compe­
tencia incluye también una lista de prácticas que son definidas como de abuso de posición de
dominio. La mayoría de las quej as que la CLC ha manejado están relacionadas con casos de
abuso de posición dominante, mientras que los casos de oficio se han centrado en cárteles en
la forma de acuerdos horizontales. El marco legal otorga también al INDECOPI una amplia
gama de poderes de investigación tales como el acceso a la inmovilización temporal de docu­
mentos, respuestas escritas a las preguntas, testimonios orales que pueden ser grabados, ins­
pecciones con o sin previo aviso, los registros informáticos y otros tipos de pruebas que se
estimen necesarias. La Ley de Competencia también permite imponer sanciones pecuniarias
para los infractores. Finalmente, la autoridad de competencia puede hacer una denuncia penal
contra el infractor y si es necesario puede notificar del caso al Ministerio Público. La Ley de
Competencia permite también otorgar indulgencias a cambio de obtener fuertes evidencias
de la conducta de cártel con el obj etivo de sancionar y de evitar que la conducta ocurra en el
futuro. La autoridad está permitida por ley a negociar los términos sobre el cual se ofrece la
excepción de responsabilidad al proveedor de la información.
o
ª
La Comisión de Acceso al Mercado de INDECOPI, CAM, es la encargada de identificar y eliminar las
·g.
3
u
barreras burocráticas.

181
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

El debido proceso es respetado plenamente, empresas e individuos tienen los mismos


derechos a ser notificados y a proveer pruebas oportunas, así como a ser notificado de las
razones que soportan la decisión de la autoridad. Las resoluciones en primera instancia pue­
den ser apeladas ante la segunda instancia de asuntos sustantivos y formales. El acceso
directo al sistema j udicial es permitido luego de todo ello. El hecho de que solo el 1 3 % de
las apelaciones resueltas por INDECOPI en segunda instancia fueran enviadas al sistema
j udicial, y que solo menos del 6% de estos casos (0,07% del total de apelaciones resueltas)
fueron revertidas con respecto a la decisión del INDECOPI, nos da una idea de la credibili­
dad que las resoluciones de INDECOPI merecen.
No queda duda de que las disposiciones convencionales de INDECOPI contra el abuso
de posición dominante, la conducta del cártel y el respeto al debido proceso son ampliamente
cumplidos por la legislación vigente. Sin embargo, son necesarias reformas debido a la ausen­
cia de provisiones por el control ex ante de fusiones, la necesidad de fortalecer la defensa de la
competencia, y medidas que institucionalicen la neutralidad en la competencia público/privado,
la transparencia e independencia en las decisiones de los cuerpos autónomos, y la coordinación
de mandatos con los reguladores y otras instituciones.

CUTS. India, 2005 .

........- . '\
\. 7 ) La com petencia : elemento clave pa ra
\._.- el buen fu nciona m iento del mercado
E l mercado e s un instrumento para lograr bienestar, e s un medio a través del cual l a sociedad
ha encontrado la manera eficiente de asignar recursos escasos. Con toda seguridad, ninguna
sociedad moderna podrá prescindir de la acción del mercado. Sin embargo, el mercado es
también un espacio donde interactúan partes con objetivos diferentes y con posibilidades de
conflicto, con fallas que requieren de soluciones apropiadas y con desigualdades que deben ser
corregidas a través del derecho de la competencia.
El derecho de la competencia debe preocuparse porque esta prevalezca siempre como
garantía del mayor bienestar de los consumidores y de la sociedad en su conjunto. La au­
toridad debe actuar cuando las conductas atenten contra la posibilidad de acceso de nuevos
competidores o, cuando en escenarios de posición de dominio, se explote a los consumido­
res . Se debe también estar atento a promover las mejoras normativas que sean necesarias
para garantizar el adecuado funcionamiento del mercado y la primacía irrestricta del derecho
de la competencia.
La defensa de la competencia requiere de valor y compromiso, así como de tecnicismo y
recto cumplimiento de la ley; también de autonomía e independencia de criterio, y mantenerse
alerta para evitar indebidas influencias de grupos de interés tanto económico como político.
En este contexto, se hace necesario incorporar en nuestro medio -acogiendo la legis­
lación comparada internacional- el control de estructuras en simultáneo con el control de
conductas. Esto significa establecer un régimen general de control de concentraciones empre­
sariales (control de fusiones). Baj o este régimen las empresas que por excepción, al juntarse o
fusionarse, sobrepasen una participación mayor al 70% u 80% del mercado, deberán obtener

1 82
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALIDAD EN LOS MERCADOS

el visto bueno o cumplir los requerimientos de preservar la competencia, señalados por la


autoridad respectiva. Se trata de un esfuerzo que busca colocar al Perú en sintonía con las
legislaciones del mundo y fortalecerá la acción de la agencia de competencia en la defensa
previa de sus condiciones.
Asimismo, se hace necesaria la implementación efectiva de las normas de competencia en
el ámbito subregional que asegure que los beneficios logrados en los procesos de integración no
sean menoscabados por prácticas restrictivas a la libre competencia entre países en el mercado
ampliado o mercado común.

Extracto del discurso del Santiago Roca en el Seminario Internacional sobre Competencia en los
Países Andinos, noviembre de 2005.

o
ª
·g.
u

1 83
CAJ>�TULO 1 (f)

Calidad, estándares
y acreditación

fíJ Mejora r los sistemas de normal ización,


'" -� acred itación y metrolog ía
La calidad de los bienes y servicios es un factor determinante en el proceso de apertura de merca­
dos y en la dinámica de intercambios libres que el comercio internacional promueve. El sistema
que garantiza la calidad de bienes y servicios se construye sobre la base de normas técnicas que
definen los estándares requeridos, y por un sistema de verificación del cumplimiento de dichos
estándares mediante instrumentos metrólogicos y de evaluación de la conformidad.
La institución responsable de asegurar y administrar estos sistemas es el INDECOPI.
Esta entidad es la autoridad nacional de pesos y medidas: tiene a su cargo la aprobación de las
normas técnicas peruanas que constituyen el objeto del sistema nacional de normalización; y
realiza la evaluación y calificación de entidades públicas y privadas a fin de facultarlas a brindar
los servicios de evaluación de la conformidad con valor oficial (certificación, inspección, ensa­
yo/prueba y calibración), función que constituye la base del sistema nacional de acreditación.
Si bien los beneficios de la normalización, la evaluación de la conformidad y la metrología
son numerosos, estas herramientas también pueden ser utilizadas por los países para crear obstá­
culos técnicos al comercio, no con el objeto de alcanzar objetivos legítimos como pueden ser la
seguridad, la salud o la protección del medio ambiente, sino para impedir la importación de bienes
que puedan competir con la industria local.
Actualmente, el Perú no goza del reconocimiento a nivel internacional de sus sistemas de
normalización, acreditación y metrología. Ello sin que nos demos cuenta, nos hace dependientes
del exterior, encarece los costos de transacción y nos fuerza al subdesarrollo y desconocimiento
de las tecnologías básicas y buenas prácticas. Se requiere urgentemente mejorar la infraestructu­
ra de la calidad y cumplir con las exigencias legales, técnicas y de excelencia que establecen las
instituciones multilaterales internacionales y los principales organismos pares del INDECOPI
en el mundo. Algunas medidas que se deben tomar son:

1 85
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

La incorporación del Perú como miembro pleno de la Organización Internacional de Norma­


lización ISO. Mediante esta membresía plena, el Perú estará en capacidad de influenciar en el
contenido de las normas técnicas internacionales, participando con voz y voto en el trabajo de
normalización internacional. De esta manera, el país podrá asegurar que las normas técnicas
internacionales tomen en cuenta sus apreciaciones e intereses y faciliten el comercio de los
productos peruanos en el exterior.
La incorporación del INDECOPI como signatario y miembro del Acuerdo Multilateral de la
Cooperación Interamericana de Acreditación, IAAC, para la acreditación de organismos de
certificación de sistemas de gestión de la calidad (QMS), lo que permitirá el reconocimiento
mutuo de nuestros pares internacionales.
La mejora de la normativa de los sistemas de normalización, acreditación y metrología, a tra­
vés de la presentación de un anteproyecto de Ley General de Acreditación, Normalización y
Metrología, la cual buscaría cumplir con los requerimientos para alcanzar el reconocimiento
internacional, dotar de mayor infraestructura y recursos a estos sistemas y asegurar la más
efectiva participación de los sectores público y privado en el sistema nacional de calidad.
Hay que proseguir en lograr que los sistemas de normalización, acreditación y metrología funcio­
nen eficientemente, demuestren calidad y reconocimiento, disminuyan los costos de transacción,
generen confianza y sean útiles para impulsar la actividad productiva y el comercio del Perú.

Extractos del discurso de Santiago Roca durante la presentación del libro Perú:
Los Intereses Nacionales en Estándares de Calidad y los Acuerdos Preferencia/es
de Comercio. INDECOPI, 2006.

ra Está ndares de ca l idad y los acuerdos


preferencia les de comercio
El éxito de l a participación del Perú en e l comercio internacional y áreas de libre comercio
requiere de una acción concertada de los diferentes sectores de la sociedad y de una visión de
largo plazo de cómo nos insertamos dentro la estructura del comercio internacional, para lo cual
es imprescindible cumplir con las exigencias de acceso y estándares que de manera creciente, y
cada vez con mayor rigor, plantean los sistemas normativos nacionales e internacionales.
Cada país suele establecer requerimientos obligatorios mínimos de calidad o estándares a los
bienes que ingresan a sus mercados, los que se conocen como Reglamentos Técnicos. Estos regla­
mentos obligan a los países a certificaciones de calidad acerca de que el bien o servicio entrante no es
peligroso o nocivo para la salud o seguridad de la población de acuerdo a los estándares aprobados. A
su vez, los particulares (empresas y productores y consumidores) promueven la generación de normas
de observancia voluntaria que faciliten el intercambio y la actividad económica a través de lo que se
conoce como Normas Técnicas y cuyo cumplimiento, previamente verificado, termina al final con­
virtiéndose en una exigencia para que un bien pueda ser comercializado en un determinado mercado.
Estas exigencias surgen como parte del proceso de homogenización y estandarización
asociado a los intereses de las grandes empresas y de los países más desarrollados, dado el verti­
ginoso crecimiento del comercio y el cada vez más acelerado avance tecnológico y científico. En
la medida que la tecnología de un país haya alcanzado un estándar superior de calidad, será esta

1 86
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALIDAD EN LOS M ERCADOS

la nueva valla que tendrían que superar los potenciales países competidores. En estas circuns­
tancias, los países menos desarrollados tienen limitadas posibilidades de cumplir con los nuevos
estándares que los países desarrollados imponen, los mismos que se terminan convirtiendo en
verdaderos obstáculos para nuestra actividad productiva y exportadora. Esta simple constatación
determina la diferencia entre los intereses que sobre esta materia en particular pueden tener los
países desarrollados y aquellos en vías de desarrollo.
Además, la existencia de la "normalización internacional" no garantiza plenamente re­
ferentes técnicos neutrales, sino que puede terminar siendo la expresión de los intereses de los
países desarrollados, y ser un instrumento usado para mantener su hegemonía en el comercio
internacional. Lo anterior, dada nuestra limitada capacidad para colocar condiciones técnicas en
el desarrollo del comercio internacional y nuestra falta de presencia efectiva en los procesos de
normalización internacional. Ello obliga a nuestros países a reflexionar sobre el tema y a trabajar
en forma asociada por regiones o bloques en la elaboración de los estándares que garanticen
cierto nivel de neutralidad y un mayor equilibrio en los intereses de las materias reguladas.
El escenario actual y las perspectivas futuras de suscripción de acuerdos preferenciales
o tratados de libre comercio, ponen sobre la agenda nacional la necesidad de definir primero
nuestros obj etivos comerciales en función de los países y mercados con los cuales negociaremos,
identificar las exigencias de calidad que deberán ser superadas o negociadas para el ingreso de
productos peruanos a estos mercados y la correspondencia en la validez de los pronunciamientos
de los sistemas de evaluación de la conformidad, que permitan el acceso de nuestros bienes,
considerando los distintos niveles de desarrollo entre países.

Extractos del discurso de Santiago Roca durante la presentación del libro


Perú: Los Intereses Nacionales en Estándares de Calidad y los Acuerdos
Preferencia/es de Comercio. INDECOPI, 2006.

\3j Agenda i nterna pa ra el desa rrollo


'�· · --··--· y sosten i bi l idad del sistema de ca l idad
E s imprescindible que, dentro de una política de Estado destinada a la apertura comercial, se
incluya el desarrollo y sostenimiento de un sistema de la calidad para el Perú. Es solo la visión
estratégica de que el proceso comercial es mucho más que la reducción de aranceles la que pue­
de conducir a la construcción de un sistema que realmente dinamice el comercio de productos
peruanos al exterior, mejore los mercados internos y cautele los intereses nacionales.
La estandarización sólo puede operar -{;Omo instrumento para mejorar la competitividad
de los productos nacionales y, a su vez lograr, un comercio seguro en el país- en la medida que
los distintos intereses vinculados a este objetivo, tanto públicos como privados, se encausen en
una política de calidad nacional, que defina en qué y cómo el país va a crecer en los próximos
años, para así orientar la actuación estatal en materia de promoción y regulación, dejando a salvo
las iniciativas que individualmente las empresas decidan llevar a cabo como consecuencia del
proceso competitivo.
En el marco de una política de calidad nacional, la normalización opera plenamente como
un instrumento para fines nacionales y no solo corporativos o empresariales. Asimismo, en el

1 87
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

marco de esta política, la reglamentación puede ser proyectada previamente y armonizada con los
programas de normalización, lo que facilitaría que los sujetos a los que se dirige (fabricantes y
distribuidores) puedan adecuarse progresivamente a ella.
Actualmente existen muchas organizaciones públicas y privadas vinculadas al desarrollo
de la calidad del país, ya sea para promocionar la exportación de productos, para promover el
comercio seguro de los mismos o para regular las condiciones mínimas que deben cumplir para
ingresar al mercado peruano. Asimismo, las ONGs y las Universidades también cuentan con
proyectos de desarrollo en estas áreas. Un sistema de calidad nacional no es otra cosa que la con­
certación e integración de todas estas iniciativas y proyectos de manera que se potencien entre sí,
evitando la dispersión de esfuerzos y recursos.
S i bien es necesaria la existencia de un organismo público que administre el funciona­
miento del sistema, la construcción del mismo no debe verse reducida a su mera creación o la
designación de funciones a uno ya existente. El Sistema Nacional de Calidad es principalmente
una instancia de coordinación de iniciativas privadas y sectoriales en consonancia con intereses
públicos para la definición de políticas de calidad de largo plazo.
La creación del sistema descrito y su consolidación, son factores decisivos para un desa­
rrollo sostenido de la innovación tecnológica, la competitividad de los productos nacionales, el
comercio seguro de los mismos y la satisfacción de las necesidades de nuestros consumidores.
Por otra parte, el Sistema de Acreditación debe organizarse considerando la oferta
exportable nacional y a través de programas de acreditación que eviten que determinados
productos con proyecciones de exportación -que en un primer momento posean volúmenes
incipientes- sean desatendidos al interior del sistema. En términos similares, el Sistema de
Normalización debe garantizar la aprobación de normas técnicas peruanas de productos oriun­
dos, que precisamente por dicha condición no cuentan con referentes internacionales y requie­
ren de la normalización nacional e internacional.
La política de calidad en el Perú no puede ser estructurada asumiendo un nivel de desarrollo
uniforme o teniendo en cuenta únicamente a la mediana y gran empresa, la misma que, incluso con
dificultad, cuenta con estándares de calidad armonizados a las exigencias internacionales. El país
requiere de una política que integre los distintos niveles de desarrollo respetando las particularida­
des de, por un lado, la micro y pequeña empresa y, por otro, de la mediana y gran empresa.
Una política de calidad comprensiva e incluyente de los distintos niveles de desarrollo
alcanzados en el país, en los diferentes sectores y ámbitos geográficos, requiere necesariamen­
te descentralizar la toma de decisiones y el desarrollo de proyectos en materia de calidad. Los
programas de transición podrían concentrarse en programas pilotos con las Universidades y
laboratorios de análisis o ensayo especializados, en las diferentes regiones. A través de este
medio se puede lograr que la investigación que estos centros desarrollen en normalización y
evaluación de la conformidad sea rentable.
La descentralización de la política de calidad sobre la base de la generación de infraestruc­
tura técnica en las regiones, acorde a su especialización productiva, puede complementarse con de­
rechos de propiedad industrial, como el caso de marcas colectivas y de marcas de certificación, que
cierren el círculo de calidad desarrollado localmente y lo hagan operativo en términos comerciales.

Adaptado de "Perú, los intereses nacionales en estándares de calidad y los acuerdos preferenciales
de comercio". Serie de Publicaciones Institucionales, número 3 .
INDECOPI, julio de 2006.

1 88
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALIDAD EN LOS MERCADOS

Obstácu los técn icos a l comercio


La negociación y suscripción de acuerdos preferenciales de comercio constituye un espacio ade­
cuado para negociar la posibilidad de aplicar diversos mecanismos de evaluación para acreditar
el cumplimiento de los estándares que rigen en los países de destino de las exportaciones nacio­
nales, a fin de procurar la reducción de los costos asociados a la evaluación técnica y evitar los
obstáculos técnicos al comercio.
En materia de obstáculos técnicos al comercio, el TLC con los Estados Unidos es­
tablece el compromiso de las partes de ratificar los derechos y obligaciones existentes de
conformidad con el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio, OTC, de la OMC.
Este acuerdo dispone que los reglamentos técnicos, cuando sean necesarios, deban basarse
en normas internacionales relevantes y no podrán restringir el comercio más de lo necesario
para alcanzar un objetivo legítimo, el cual puede estar relacionado con la salud o seguridad
humana, la vida animal y vegetal y el medio ambiente.
Al respecto, debe mencionarse que en la actualidad los niveles de desarrollo en los regla­
mentos técnicos y procedimientos de evaluación de la conformidad entre el Perú y los Estados
Unidos no son similares. El Perú no participa activamente en los procesos de normalización
internacional, y por ende las normas técnicas internacionales no consideran los intereses especí­
ficos y características de los productos del Perú. Por otra parte, Estados Unidos es líder en la for­
mulación de normas técnicas internacionales. En este sentido, la aplicación de la recomendación
aludida del Acuerdo OTC constituye una ventaja para Estados Unidos, pues para el Perú, país
que no participa en la normalización técnica internacional, las normas técnicas se convierten en
imposibles de alcanzar, pareciendo más bien obstáculos técnicos para nuestro comercio. Estados
Unidos podrá exportar más fácilmente al Perú, identificar un reglamento técnico innecesario y
también podrá identificar más rápidamente nuestras carencias para evitar la entrada de nuestros
productos a su mercado.
Por otra parte, en las negociaciones de los capítulos sobre OTC de los TLC hay que tener
en consideración la forma de gobierno que rige en la otra parte, a fin de asegurar compromisos
que sean uniformes para ambos. Por ejemplo, en las negociaciones del TLC con Estados Unidos
se deben incluir la normativa y estándares que obstaculizan el comercio no solamente a nivel
del gobierno federal, sino de los gobiernos estaduales y condados, quienes tienen autoridad y
competencia para colocar restricciones a la entrada de productos del exterior.
Frente al desarrollo desigual del Perú con Estados Unidos, es menester que el primero
emprenda un esfuerzo decidido y sistemático de desarrollo de competencias e infraestructura
propias de las normas y reglamentos técnicos y los procedimientos de evaluación de la con­
formidad, en el marco del diseño de un sistema nacional de normalización y reglamentación,
en consonancia con la normalización internacional y lo establecido en el Acuerdo OTC, pero
con participación plena del país en su elaboración. Se necesita para ello que el Estado destine
recursos, y en lo que toca directamente a INDECOPI, supere las debilidades del actual siste­
ma de normalización y acreditación, coordinando su desarrollo con los sectores y logrando el
reconocimiento internacional.
En lo que se refiere a los OTC a nivel estadual y de condado, es preciso desarrollar me­ o

canismos de información sobre el acervo de reglamentos y normas técnicas norteamericanas que 2


afectarán las exportaciones peruanas y que, por desconocimiento, podrían limitar las posibili­ 'ª'
u
dades que ofrecerá la desgravación arancelaria. Esta es una de las deficiencias que afectará el

1 89
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

ingreso de las exportaciones peruanas en Estados Unidos ya que podrían existir muchos OTC a
nivel estadual y de los condados que deberían haber sido eliminados en la negociación y que, por
desconocimiento nuestro, no han sido incorporados en el acuerdo final.

Adaptado de "El A cuerdo de Promoción Comercial con Estados Unidos: A lcances e lmplicancias
en Competencia, Propiedad Intelectual, Obstáculos Técnicos al Comercio y Defensa Comercial". Serie
de Publicaciones Institucionales, número 4. INDECOPI, 2006.

0 C ruzada por la norm a l i�ación


pa ra el desa rrol lo econom ico
Se entiende p o r normalización a l o s procesos d e elaboración, aprobación, difusión y aplica­
ción de normas técnicas. Estos procesos se llevan a cabo de acuerdo a los principios inter­
nacionales de transparencia, consenso, apertura, representatividad y coherencia técnica, en
base a las directivas de la Organización de Normalización Internacional, ISO, y del Código
de Buenas Prácticas de Normalización del Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio
de la Organización Mundial del Comercio, OMC.
El S istema Peruano de Normalización está constituido por los Comités Técnicos de Nor­
malización, encargados de la elaboración de las Normas Técnicas Peruanas, las mismas que son
aprobadas por el INDECOPI. Las normas técnicas buscan un consenso entre productores, con­
sumidores, academia, gobierno y el interés general para que tengan una amplia aceptación. A la
fecha, el Sistema Peruano de Normalización cuenta con 76 Comités Técnicos de Normalización,
habiéndose aprobado 4.042 Normas Técnicas Peruanas en materias que van desde la calidad,
salud, seguridad y el medio ambiente, pasando por la construcción civil, la agroindustria y la
petroquímica, hasta la informática, la estadística y la responsabilidad social.
Las normas técnicas son beneficiosas por cuanto cumplen funciones de comunicación
comercial, difusión tecnológica, eficiencia productiva, incremento de la competencia, compati­
bilidad, gestión de procesos y de bien público. Las normas técnicas transmiten información al
mercado acerca de un producto de una manera consistente y fácil de entender, reduciendo los
costos de transacción, tanto para el comprador como para el vendedor.
Asimismo, son un formidable vehículo de transferencia de tecnología ya que registran los
avances tecnológicos de una manera que otros puedan reproducir y usar, evitando que se tenga
que reinventar y probar algo que ya existe y cuya efectividad ha sido probada. De esta manera,
promueven la implementación de mejores prácticas y tecnologías en los diferentes sectores eco­
nómicos, haciéndolos más productivos y competitivos.
Las normas técnicas pueden ser incorporadas o referenciadas en los reglamentos técnicos
de los diferentes órganos del gobierno, convirtiéndose en medios importantes para promover
obj etivos sociales, tales como la protección de la salud, la seguridad y el medio ambiente.
El sistema que garantiza la calidad de bienes y servicios se construye sobre la base de nor­
mas técnicas que definen los estándares de estos, procesos y formas de gestión y por un sistema
de verificación del cumplimiento de dichos estándares mediante instrumentos de evaluación de
la conformidad.
Extracto del discurso de Santiago Roca en el Día de la Normalización.
INDECOPI, 2006.
1 90
CAPÍTULO 1 7

Propiedad i ntelectua I ·

aspectos sustantivos

C2J Las patentes : ¿ i nstru mentos de i n novación?


La patente es un instrumento a través del cual el Estado otorga derechos exclusivos monopólicos
a los inventores con el propósito de incentivar la innovación, ya que esta promueve la creación
de valor y el progreso económico de la nación. Las patentes fueron concebidas dentro de una
lógica eminentemente mercantilista: se protege a los inventores (un grupo reducido de la socie­
dad) ya que estos activan los intereses económicos de la nación y el engrandecimiento del Estado
mismo. Los que profesaban la libre competencia se opusieron arduamente a la instauración de las
patentes. Ellos creían más bien que la innovación debería surgir de las fuerzas de la libre compe­
tencia y de la lucha natural por ser los mejores en el mercado. Los innovadores obtendrían rentas
extraordinarias que otros codiciarían y se esforzarían en imitar para luego superar, generando un
circuito positivo innovador, motor del desarrollo y del progreso.
Pero, ¿depende la innovación de la existencia de patentes? La mayoría de los países que
entraron al desarrollo después de Europa y los Estados Unidos, no observaron en sus primeros
momentos los sistemas de patentes. Más bien, fue la no observancia de las patentes la que per­
mitió que estos países pudieran en un primer momento copiar, luego perfeccionar y finalmente
inventar nuevas tecnologías. Muchos de estos países se ayudaron, asimismo, buscando resolver
las fallas de información, coordinación y cooperación inherentes a la actividad inventiva, ya que,
a diferencia de los "libre cambistas", no creían que la actividad innovadora emergería automáti­
camente de las fuerzas del libre mercado. El Estado jugó un rol directo, invirtiendo fuertemente
en l&D y mejorando la institucionalidad inventiva, lo que hizo prender la actividad innovadora.
Una vez que esta despegó, estos países se transformaron en defensores del sistema de patentes,
olvidándose de su pasado, para así asegurarse rentas extraordinarias e impedir la entrada de Jos
potenciales competidores. Miren ustedes al Japón, Corea del Sur, Taiwán, Singapur y actual­
mente India y Brasil. Estos dos últimos países ya están aceptando las patentes farmacéuticas y
los transgénicos porque ellos mismos están empezando a liderar la producción de nuevas inno­
vaciones en esas áreas.

1 91
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

No hay duda que para países que llegan tarde al desarrollo económico, como el Perú, se
vuelve cada vez más dificil innovar, debido a que el sistema de patentes actualmente obligatorio
en el mundo limita la transferencia libre de la tecnología e impide la copia y difusión de la cada
vez mayor cantidad de conocimientos protegidos. El Perú no podrá copiar para innovar, tendrá
entonces que inventar otros caminos para desarrollarse y prosperar. Ello pasa por: primero, ge­
nerar valor e innovaciones en sectores que por su naturaleza requieren amplia difusión en vez de
protección, como, por ejemplo, la gastronomía, el turismo y el folclore, industrias que albergan
a miles de empresas y eslabonamientos en la cadena de aprovisionamiento y que deben difundir
sus innovaciones (en vez de protegerlas) para que estas beneficien a los miles de peruanos que
trabaj an en estos sectores, tanto dentro como fuera del país; segundo, impulsar sistemas institu­
cionales y soluciones a las fallas de cooperación y coordinación, que promuevan innovaciones
sistémicas en actividades vinculadas, por ejemplo, a las plantas, la biodiversidad y los recursos
naturales y genéticos, los cuales tenemos en abundancia y, de otro lado, limitar y generar barre­
ras de acceso a estos recursos a los extranjeros que no estén dispuestos a compartir y transferir
las nuevas tecnologías o a añadir valor en estos sectores; tercero, repensar los instrumentos de
protección de propiedad intelectual: patentes, modelos de utilidad y diseños, para que -sin tras­
gredir los acuerdos mundiales de propiedad intelectual- sirvan para extraer rentas en beneficio
de los innovadores nacionales y proteger a estos de las copias e imitaciones que atenten contra
sus intereses, conforme lo hacen todos los países desarrollados.
Los instrumentos de propiedad intelectual que tenemos en la actualidad en el Perú repro­
ducen las necesidades de los países y empresas del exterior y no se adecúan a nuestro desarrollo
tecnológico.

La República, 15 de diciembre de 2009.

N ivel i nventivo y a pl icación i n d ustria l


La semana pasada, la opinión pública se informó de la negativa de los gobiernos de Ecuador
y de Bolivia de acceder a modificar la Decisión Andina 486 sobre propiedad intelectual, que
había sido solicitada por el gobierno peruano para cumplir con las exigencias del TLC con los
Estados Unidos.
El vice ministro de Comercio del Perú informó que al ser la propuesta rechazada en el
plano técnico, se tendrá que insistir con el Canciller o el presidente de la República en el plano
político, lo cual ha sido confirmado por el Canciller, quien en una entrevista ha declarado que se
está planteando dejar en libertad a cada país para hacer sus propios desarrollos. En otras palabras,
se propone quitarle el carácter vinculante a la legislación supranacional, permitiendo a cada país
modificar su legislación interna aunque esta vaya en contra de los acuerdos supranacionales.
Algo evidentemente inédito en la jurisprudencia internacional.
En vez de forzar esta propuesta o aceptar las voces de los asesores del gobierno para que
el Perú se retire de la Comunidad Andina, pareciera más sensato hacer uso de la Constitución y
del propio TLC para diferir temporalmente por dos o tres años la ejecución de los puntos con­
flictivos hasta que se encuentre una solución al respecto. Esto es posible dado que hay muchos
artículos del TLC que otorgan j ustamente dos o tres años para que el Perú se adecúe.

1 92
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONAL!DAD EN LOS M ERCADOS

Además, es muy importante que los cambios que se están proponiendo a nivel supra­
nacional y en las leyes y reglamentos internos -a raíz de la autorización que el Congreso ha
concedido al Ejecutivo- se revisen cuidadosamente para evitar situaciones vergonzosas como
ha ocurrido en esta oportunidad. Los técnicos de Ecuador y Bolivia han evitado no solo que se
cambie la legislación Andina, sino que el Perú vaya de moto propio más allá de lo acordado
en el TLC. Uno no sabe de verdad si los técnicos del gobierno son incapaces, sin sentido de
patria o del deber público, o si las instituciones y personas responsables han sido capturadas
por intereses externos.
Me explico solo a través de un punto. La definición de lo que es patentable es muy im­
portante para evitar que "cuasi-inventos" tengan la autorización del Estado para ser monopolios
legales. Hay que recordar que mientras más monopolios existan, se limita la libre competencia y
se encarecen los precios en los mercados.
Actualmente en la legislación mundial, en la Decisión 486 y en la ley Peruana se otorgan
patentes solo si se comprueba, entre otros, el "nivel inventivo" y la "aplicación industrial". Si
se cambia el concepto de "nivel inventivo" por "no evidente" y el de "aplicación industrial" por
"útil", miles de nuevos productos tendrían patentes, lo que Estados Unidos acepta porque tiene
miles de "cuasi inventos" que desea tengan protección monopólica. La redacción del TLC tiene
los conceptos de "no evidente" y "útil" incrustados en diversas frases, pero afortunadamente la
redacción también establece que ello no debe significar en ningún caso el incumplimiento del
Perú de los criterios de "nivel inventivo" y "aplicación industrial". Me acuerdo claramente de
ello porque en una reunión de emergencia entre Pablo de la Flor, Luis Alonso García y Pedro
Pablo Kuczynski con el Directorio pleno del INDECOPI, el suscrito entonces presidente del
INDECOPI solicitó mayor claridad en este punto, lo que originó el rechazo de los primeros que
insistieron que la redacción estaba clara, ya que baj o ninguna circunstancia el Perú dejaría de
aplicar los conceptos de "nivel inventivo" y "aplicación industrial".
Mayor ha sido mi sorpresa cuando en la propuesta que el Perú ha hecho para modificar
la Decisión Andina 486, sean justamente los conceptos de "no evidente" y "útil" los que el Perú
ha solicitado incorporar en su legislación y en la Andina. Estamos seguros que ni el presidente
García ni sus ministros están informados de lo que está sucediendo.

La República, 27 de mayo de 2008.

Proteger pa ra genera r riq ueza


La protección y la promoción de nuevos conocimientos siempre han sido instrumentos que
han utilizado las naciones para mantenerse más ricas y competitivas. Henry VII en 1 48 5 ,
por ejemplo, estableció que s e construyeran estatuas a los inventores y que s e dieran incen­
tivos tributarios a aquellos que introdujeran nuevas tecnologías. E lizabeth I ( 1 5 3 3 - 1 603)
estableció los talleres de aprendizaj e para hacer más grande a la Inglaterra. En Venecia en el
siglo XV, se imponían restricciones para migrar a la mano de obra calificada, baj o pena de
muerte. En el siglo XVIII, Inglaterra prohibía la exportación de maquinaria a las colonias. Y o

así, los países que se adelantaban en inventar, siempre han tratado de proteger la utilización
2
'§.
y réplica de sus nuevas tecnologías. u

1 93
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Con la globalización de nuestras economías se ha hecho un objetivo fundamental de los países


tecnológicamente más avanzados, el proteger la creación de conocimientos no solo en el territorio
nacional, sino simultáneamente en todos los territorios del mundo. Para ello se ha creado el derecho
de propiedad intelectual y su internacionalización a través de la Organización Mundial de Comercio.
Países como China e India están entre las últimas naciones que han entrado en este proceso.
El derecho de propiedad intelectual actualmente vigente en la OMC acuerda el ámbito
y plazo de lo protegido. Para que se otorgue una patente, por ejemplo, es necesario demostrar
que el objeto es efectivamente un invento, y su plazo de vigencia es de veinte años. Las corpora­
ciones y multinacionales de los países tecnológicamente más avanzados, sin embargo, no están
satisfechos ni con la definición de invención ni con los plazos del poder monopólico que otorga
la patente; por lo que vienen demandando mayores plazos de protección y menores exigencias.
Como no han podido lograr esto en los foros multilaterales, vienen ejerciendo toda su influencia
en lograr estos cambios en los acuerdos bilaterales de comercio.
Para que el lector tenga una idea de las dimensiones en juego: si actualmente del 3% al 4%
del universo de bienes y servicios goza de protección (léase, patentes), con la reducción de las exi­
gencias para patentar este porcentaje se podría hasta triplicar, reduciéndose el campo de los bienes
y servicios en competencia (sin protección), con el consecuente impacto sobre los mercados y los
consumidores. ¿Pero cuánto dinero se genera por los derechos de protección de la propiedad inte­
lectual? En Estados Unidos, hoy, aproximadamente el 20% del producto nacional bruto lo genera
la propiedad intelectual; en el Perú, la cifra es apenas cercana al l %. ¿Cuánto más renta e ingreso
se generará en Estados Unidos y cuánto más en el Perú producto de estas extensiones y modifica­
ciones en la normativa de propiedad intelectual? ¿Cuánto más tendrán que pagar los consumidores
peruanos por acceder a los productos protegidos que antes estaban en el régimen de competencia?
No hay duda que para los países tecnológicamente atrasados como el Perú, no es reco­
mendable que crezca el universo de bienes y servicios protegidos y los plazos de vigencia de la
propiedad intelectual. Los montos en juego y las pérdidas de los consumidores son inmensos.
Si el Perú fuese un país "bueno" produciendo propiedad intelectual la cuestión sería diferente.
Los países desarrollados han comprendido que más importante es la propiedad intelectual
que el comercio, y que mantendrán su liderazgo solo si logran comerciar bienes y servicios con
más contenido de conocimientos y con derechos de propiedad intelectual extendidos. Al Perú no
le queda sino resistir las extensiones de los derechos de propiedad intelectual y "activar" lo más
pronto posible la deuda que se tiene para con el desarrollo de la propiedad intelectual, la ciencia
y la tecnología.

El Comercio, 25 de julio de 2007.

Los i ncentivos tri buta rios, fi n a ncieros,


mora les e i nstituciona les
Ni Europa ni los Estados Unidos ni la mayoría de países que entraron al desarrollo después de
ellos, como Japón y Corea, y hoy día China, iniciaron su despegue tecnológico como conse­
cuencia de la creación de las patentes. Más bien, ellos fomentaron la inventiva y la innovación
atacando directamente las fallas de información, coordinación y cooperación inherentes a la

1 94
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALIDAD EN LOS MERCADOS

actividad inventiva. El Estado jugó un rol importante invirtiendo fuertemente en investigación


y desarrollo y mejorando la institucionalidad inventiva, así como ofreciendo incentivos moneta­
rios, premios y exoneraciones tributarias que hicieron prender la actividad innovadora. Una vez
que la inventiva despegó, empujaron el sistema de patentes para que las invenciones se siguieran
desarrollando. Así lo han hecho no solo Europa y Estados Unidos, sino también Japón, Corea
del Sur, Taiwán y Singapur, y en ese camino van también los países del BRICS: Brasil, Rusia,
India, China y Sudáfrica.
Por eso, en esta etapa de desarrollo del Perú, el Estado, el sector académico y el sector
privado no tienen que priorizar la extensión de los derechos de propiedad intelectual -interés ac­
tual de los países avanzados a través de los TLCs-, sino de los incentivos tributarios, financieros,
morales e institucionales que hagan que los individuos y las empresas y organizaciones orienten
sus recursos a la innovación tecnológica y la creatividad. Posteriormente, mejoradas las capa­
cidades y habilidades iniciales, se puede complementar estos instrumentos con el desarrollo de
instrumentos de propiedad intelectual inteligentemente diseñados de acuerdo a las necesidades e
intereses de los inventores y creadores nacionales.
No hay que copiar mecánicamente la legislación internacional de propiedad inte­
lectual como ha sido la tendencia actual en el Perú, sino encontrar las variantes que hagan
de los derechos de propiedad intelectual instrumentos más compatibles y consistentes con
nuestro desarrollo y las necesidades de la comunidad tecnológica nacional.

Extractos de Santiago Roca. "Perú, políticas para cerrar la brecha de conocimientos". Journal o/
Economic, Financia! and Administrative Sciences. ESAN, junio de 2 0 1 1 .

Las patentes en la práctica


Muchas personas que quieren crear empresas a partir de un invento desisten de obtener
una patente porque creen que obtenerla es un trabajo engorroso. Encima, hay que pagar
diferentes costos si se quiere obtener una patente en los países donde se quisiera exportar
este producto. En ese sentido, ¿cuáles cree que son las ventajas de obtener una patente?
¿Qué valor agregado le doy a mi producto al obtener una patente?
Registrar una patente es acceder a un privilegio que le va a permitir al tenedor de esta
colocar los precios que quiera a su invento. El Estado, en realidad, al conceder la patente le
está dando al tenedor un derecho de monopolio legal por un plazo de veinte años, período en
el cual se estaría exento de competidores. Obviamente, para que el Estado otorgue monopolios
legales se tienen que cumplir una serie de aspectos formales y luego evaluar si lo presentado es
verdaderamente un invento. Todo este proceso debe ser muy riguroso y la evaluación de si es
un verdadero invento o no, requiere de una constatación a nivel mundial y de dar la posibilidad
a terceros de cuestionar el carácter inventivo y la prelación de la solicitud. Muchas veces los
propios solicitantes no conocen que se debe presentar documentos fidedignos y detallados de lo
que se quiere patentar y no están acostumbrados a la formalización de estos documentos, lo cual
trae idas y venidas y un consumo amplio de tiempo. Los inventores deben también develar y
publicar en el registro cómo llegaron a dicho invento, de forma que otros puedan construir sobre
el invento y seguir innovando.

1 95
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Por lo tanto, efectivamente es un trabaj o engorroso, que tiene costos (los cuáles en
el Perú no son tan elevados en comparación con otros países) y que al ser otorgado por los
Estados, los derechos se ejercen solo dentro del territorio donde han sido concedidos. Si uno
deseara que su invento tenga protección en otros países, debe obtener la patente en esos otros
países, corriendo con los costos que ello implica en cada localidad. Este sistema se viene faci­
litando a través de acuerdos de cooperación internacional multilateral, que permiten el registro
de patentes en varios países a través de registros internacionales, que eliminan la duplicación
de algunos procedimientos formales y parte de los costos de la investigación acerca de la ma­
teria sustantiva.
Las ventajas para aquellos que cumplen con todos estos procedimientos y son exitosos en
lograr las patentes son incalculables. El costo del invento de repente es pequeño, pero el poten­
cial de ganancia al tener su monopolio legal puede ser muy grande. Por supuesto que depende
también si otros inventan otros productos que hagan obsoletos a los de uno. Recuerde que se
tiene veinte años de protección para explotar la patente. Poner en valor una patente no es, sin
embargo, sencillo y requiere de conocimientos en negocios, muchos de los cuales están fuera del
alcance de los inventores. Por eso, en los países desarrollados los inventores son unos, y los que
registran y explotan las patentes son principalmente las corporaciones.
Algunas personas creen que está de más obtener una patente pues, dado el nivel tecnológico que
actualmente existe, cuando alguien recién obtiene la patente de su producto, ya hay otro que
sacó el mismo articulo pero mejorado. ¿Qué opina de esto?
El mercado es siempre dinámico, de hecho alguien que inventa algo que "pega" en el
mercado no necesariamente debe tener protección de patente. Puede ser que el costo de la repro­
ducción del invento sea pequeño y el precio que el mercado quiera pagar por el producto sea muy
alto y por ello ganar mucho dinero, hasta que llega otro que lo mej ora y le quita el mercado. Eso
sin tener patente. Lo que el Estado hace con una patente es darle arbitrariamente exclusividad al
inventor para que disfrute de los potenciales beneficios económicos en la explotación comercial
de su invención, evitándole la competencia. A veces, cuando las invenciones son incrementales
y de relativa fácil elaboración, de repente conviene no esperar a la patente para comercializar el
producto (puede demorar hasta cinco años en obtener una patente) e introducirla en el mercado
para aprovecharla en forma inmediata.
Por otro lado, si cuesta mucho obtener una patente en varios países, ¿qué opción tiene el
empresario de la pequeña empresa que quiere exportar su invento patentado a otras regio­
nes pero no tiene el capital para ello? ¿Una opción sería presentar su proyecto y venderlo
a otra empresa?
Hay muchas opciones, pero en primer lugar hay que observar que muchos inventos no
son económicamente viables, ni solos, ni con patentes. Aquellos inventos que tienen potencial
económico en diversos países y cuyos inventores no tienen los fondos para protegerlos en cada
uno de ellos: reciben ayuda de sus gobiernos; venden o licencian sus inventos; se agrupan en
asociaciones para explotar en forma conjunta los inventos; creanjoint ventures, entre otros.
¿Cómo proteger a mi invento y mi patente en otros países?
Hay que acercarse a la oficina de patentes de cada país o acudir al registro internacional
de patentes de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual, y desde allí aplicar a las ofici­
nas de patentes de los países en los cuales los interesados encuentren rentable la explotación de
sus inventos.

1 96
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALIDAD EN LOS MERCADOS

¿Puede hablarme de los diferentes tipos de patentes que hay en el Perú?


En general, existen tres tipos: las patentes de invención, los modelos de utilidad y los
diseños gráficos o industriales. La exigencia en los niveles de novedad, nivel inventivo y aplica­
ción industrial son mayores en las patentes de invención, siguiéndole los modelos de utilidad y,
finalmente, los diseños industriales. El período de protección también varía de veinte años para
las patentes y de diez años para los modelos de utilidad y diseños industriales.
¿Por otro lado, el inventor que ha realizado su solicitud de patente pero debe esperar tres
o cinco años para que se la autoricen tiene en el interim algún tipo de protección de su pro­
ducto por parte del Estado? ¿Cuál?
Tiene prioridad en la protección y puede hacer retirar a la competencia en el mercado si
prueba que él fue el primero. Esto es siempre y cuando demuestre que le han copiado su produc­
to. Puede también establecer una acción de amparo para impedir que su competidor introduzca
la copia de su producto en el mercado antes de que él obtenga la patente. Si eso no fuera posible,
puede también momentáneamente competir y, luego de obtenida la patente, realizar las acciones
necesanas.
¿Qué tiempo puede demorar obtener una patente en el Perú a diferencia de otros países?
Tengo entendido que en el Perú son de tres a cinco años, dependiendo si la información
en la solicitud está completa.
¿No le parece que es demasiado tiempo de espera? Y es que el empresario que inventa y
quiere comercializar su producto casi al mismo tiempo es sujeto de copia y supongo que no
tiene protección de parte del Estado.
El tiempo promedio en otros países es a veces mucho mayor. La demora en muchos
casos es de los solicitantes y de las disputas con terceros . De otro lado, hay países que quieren
favorecer a sus empresas y les permiten patentar sin mucha rigurosidad. Hay que recordar que
hasta hace muy poco no teníamos este sistema en el Perú ni estaba generalizado en el mundo,
recién se ha introducido a raíz del Acuerdo Mundial de Aspectos de Propiedad Intelectual Re­
lacionados con el Comercio, TRIP's, de 1 994.
Tengo entendido que en el país el tema de las patentes está poco desarrollado (solo existen
patentes de invención y de utilidad) cuando en otros países, como Estados Unidos, hay di­
versos tipos de patentes como la de procesos, entre otras. ¿Por qué cree que el INDECOPI
o el Estado no promueven la creación de otros tipos de patentes en el Perú para darle más
protección al inventor?
El sistema de patentes en los Estados Unidos el día de hoy busca darle protección de exclu­
siva a todo lo que sea posible y ponga en ventaja a las empresas norteamericanas. Lo que empezó
años atrás como una excepción para promover la inventiva en ciertas actividades industriales se
está ahora agresivamente extendiendo a otros sectores. El objetivo de los países tecnológicamente
más avanzados es ir extendiendo el ámbito y el alcance de lo patentable, así como los plazos de
los mismos. Buscan asimismo que el sistema se haga universal y valga en el mundo entero. Hace
pocos años lograron que se aceptará el patentamiento de productos farmacéuticos, ahora quieren
se acepten los métodos, los procedimientos, las plantas, los animales, la radiodifusión, entre otros.
Por ejemplo, si se acepta el patentamiento de métodos quirúrgicos, una operación al corazón en
Mumbai tendría que pagar derechos de exclusiva al doctor del hospital de Nueva York que registró
el método de operar el corazón por el lado izquierdo. Las empresas tendrían que pagar regalías si
utilizan métodos de gestión registrados. El ánimo de lucro y de rentas extraordinarias que conceden
los derechos de propiedad intelectual está originando que se quiera cobrar regalías por todo, somos

1 97
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

testigos como el día de hoy si uno organiza una fiesta, tiene que pagar regalías por los derechos de
autor y derechos conexos. Hay que pagar derechos por la copia privada. Hay que pagar derechos
por la utilización de software, se está forzando a que, poco a poco, se tenga que pagar derechos
monopólicos por todo. Este sistema va a llegar a sus límites cuando los consumidores sientan que
están siendo expoliados con precios sobre-normales que los afectan y perjudican.
El Perú, lamentablemente, no ha definido una estrategia y posición respecto a cómo en­
frentar este tema de la propiedad intelectual y las patentes, y ni siquiera de cómo aprovecharlo.
Lo han metido al carro, pero no sabe qué quiere ni dónde va. Existe un inmovilismo e ignorancia
impresionantes.
¿Por qué cree que cientos de proyectos que podrían considerarse inventos solo terminan
como un prototipo y no tienen la oportunidad de desarrollarse?
En primer lugar, no hay inventos en el Perú, son solo unos cuantos. No se promueve la
actividad inventiva ni la investigación y el desarrollo tecnológico. En segundo lugar, una cosa
es hacer un prototipo y otra que el mercado lo valore y lo acepte. En tercer lugar, no existe un
sistema que conecte la actividad inventiva con la capacidad empresarial y de hacer mercados;
en otros países las empresas hacen la investigación y el desarrollo pero también introducen los
productos en forma rentable en los mercados. Falta una división del trabajo. En el Perú, los pocos
inventos de nacionales casi nunca se ponen en valor por todos estos motivos.
Se dice que a düerencia de otros organismos regulatorios extranjeros, INDECOPI no apoya a
los inventores que quieren obtener una patente. ¿Usted cree que esto es verdad? ¿Por qué?
Nadie se dedica a la promoción de la innovación y al fomento de la propiedad intelec­
tual en el Perú. Cuando entré al INDECOPI, este solo se dedicaba a registrar patentes, marcas
y derechos de autor y a perseguir a los que los violaban, mayormente de autores extranjeros.
Eventualmente se realizaba un concurso anual de inventos y solo existía el pisco como la única
denominación de origen nacional. Por primera vez instituimos una Oficina de Promoción para
promover marcas, patentes y denominaciones de origen y financiamos un proyecto para salir
al campo a registrar conocimientos tradicionales. La verdad es que se requiere que la principal
función del INDECOPI sea la promoción de los derechos de propiedad intelectual, no solamente
el registro y la resolución de conflictos acerca de estos derechos. A raíz del TLC con Estados
Unidos presentamos un proyecto para financiar un fondo para el desarrollo de la propiedad inte­
lectual, pero al parecer con el nuevo gobierno esto ha quedado en el olvido.
Por otro lado, un inventor me dijo que el INDECOPI es muy ágil y eficaz a la hora de otor­
gar un registro de marca pero no sucede lo mismo cuando se trata de tramitar una patente.
¿Por qué cree que sucede esto?
Son dos cosas de naturaleza totalmente diferente, que toman tiempos y esfuerzos distintos.
Para patentes se necesitan ingenieros, técnicos, químicos que estén en la frontera de los conoci­
mientos, se requieren planos, pruebas, demostraciones, y revisar el estado del arte en el mundo,
además de abogados. Para registrar marcas, se requieren abogados y un buen registro previo.
¿Qué otros obstáculos y dificultades debe afrontar la persona que desee obtener una paten­
te en el Perú o en otros países?
El principal problema de los pocos peruanos (personas naturales) que inventan es que no
tienen soporte institucional ni del Estado. Tampoco tienen las capacidades empresariales para
poner en valor sus inventos, menos los abogados que se requieren para cumplir con los reque­
rimientos y obligaciones de la ley. Se tiene que poner en verdadero funcionamiento el sistema
nacional de innovación y se deben abaratar o subsidiar los costos de las solicitudes de nacionales.

1 98
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALIDAD EN LOS MERCADOS

Las empresas están mejor dotadas y organizadas para registrar, pero sobretodo se debe facilitar
el aporte de los estudios especializados en registrar derechos de propiedad intelectual a favor de
las personas naturales y las pequeñas empresas.
¿Cómo afecta el tema de la piratería a las patentes y marcas en el Perú?
El tema de la piratería es muy relevante en el área de los derechos de autor, aunque se ha
notado una creciente aparición de marcas falsas que indebidamente se aprovechan de las marcas
originales. Este es un tema en donde deben actuar la policía y la fiscalía. En el lado de las paten­
tes, hay piratería internacional de nuestros conocimientos tradicionales y recursos genéticos, los
cuales son patentados sin consentimiento previo y la compensación económica correspondiente.
Algunos expertos han afirmado que los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos y
China permitirán una mejor protección y un fortalecimiento de las patentes de invenciones
en el mercado peruano. ¿Cree que esto es cierto? ¿Por qué?
En primer lugar, el capítulo de propiedad intelectual en el TLC con los Estados Unidos
ha logrado extender el ámbito y los plazos de los derechos de propiedad intelectual por encima
de los principales acuerdos internacionales, favoreciendo a los Estados Unidos. El Perú no lo­
gró que se mantuvieran muchas de las flexibilidades que existen en la legislación internacional
(ADPIC). Para vergüenza de nuestros negociadores, fueron los norteamericanos del Partido De­
mócrata los que después corrigieron parte del abuso y retrocedieron en algunas de sus demandas,
pero no en todas. Con respecto a China no he leído todavía qué se ha incluido en el capítulo de
propiedad intelectual, pero en términos generales la China es uno de los países en donde se res­
peta muy poco la propiedad intelectual.
Su pregunta, sin embargo, es cierta: el 95% de las patentes registradas en el Perú son de
extranjeros y ellos tendrán una mejor protección que antes, a tal punto que tomará más tiempo
por ejemplo introducir medicamentos genéricos y se podrán ampliar el plazo de las patentes por
causas específicas. De otro lado, se ha pretendido bajar la exigencia de calificación de las paten­
tes y así ampliar el universo de bienes y servicios protegidos en el Perú. El tema es muy amplio,
aquellos interesados pueden acudir a leer el libro Propiedad Intelectual y Comercio en el Perú:
Impacto y Agenda Pendiente (ESAN Ediciones. Lima, Perú. 2007).
¿Cuáles son los temas de propiedad intelectual que actualmente se siguen discutiendo en
la Organización Mundial de Comercio, OMC, y otros organismos internacionales como la
Organización Mundial de Propiedad Intelectual, OMPI, la Organización Mundial de la
Salud, OMS, y otros?
La propiedad intelectual es el tema del siglo XXI, lo que el feudalismo representó para
el señor feudal en la extracción de rentas en los siglos XV y XVI, hoy día lo representan los
derechos de propiedad intelectual. Los países tecnológicamente más desarrollados se han dado
cuenta que para mantener el mejor nivel de vida de sus habitantes y el poder económico en el
mundo, tienen que extender la protección a la propiedad intelectual. Claro, si el Perú fuese un
productor de propiedad intelectual, al menos nosotros también nos beneficiaríamos, pero no es
así, Estados Unidos genera cerca del 25% de su PNB por derechos de propiedad intelectual, el
Perú ni siquiera llega al 1 %.
Por esta razón es que casi no existe foro multilateral en donde los países tecnológi­ r­
camente más desarrollados estén poniendo el tema de la propiedad intelectual en la agenda o

para su expansión. Ni en la Organización Mundial de Comercio, OMC, en la Organización ]


Mundial de Propiedad Intelectual, OMPI, en la Organización Mundial de la Salud, OMS, en la '§.
u
Organización Mundial de la Agricultura y la Alimentación, FAO, en el acuerdo de Basilea, en

1 99
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

la Organización Mundial de Aduanas o en la Organización Internacional de Estándares, ISO,


entre otras. Lo que no pueden obtener en estas esferas y foros multilaterales lo vienen impo­
niendo en los tratados bilaterales y lo que no pueden en estos últimos los vuelven a presentar
en los foros multilaterales.
Actualmente, por ejemplo, se vienen discutiendo cambios para ampliar el ámbito de los de­
rechos de propiedad intelectual al sector de alimentos en la modalidad de indicaciones geográficas;
cambios para dejar de excluir a las plantas, animales y procesos biológicos de algún tipo de protec­
ción; derechos de propiedad intelectual para organismos genéticamente modificados, transgénicos
y semillas convencionales; cambios para dar derechos de exclusiva a inversiones en radiodifusión;
modificaciones en las definiciones para bajar las exigencias en la calificación de patentes; proyectos
para generar derechos de propiedad intelectual en la digitalización del conocimiento y en la gestión
de los derechos digitales; impedimentos a la entrada de mercadería por derechos de propiedad inte­
lectual no observados, por mencionar algunos. Los países en vías de desarrollo poco a poco se van
dando cuenta de los efectos de estas extensiones y están reaccionando también solicitando derechos
de propiedad intelectual y reciprocidad en aquellos sectores en donde tienen ventajas: folclore, co­
nocimientos tradicionales, cocina, recursos genéticos, materias primas y varios otros. La verdad, no
se sabe hasta dónde irá el mundo en el avance de la propiedad intelectual. Los problemas de acceso
a la salud, a la educación, a los servicios, a los alimentos, al conocimiento, al entretenimiento, se
vuelven más complicados para la mayoría de personas de bajos recursos, ni qué decir de los pobres.
El interés general, el derecho a la libre competencia, y el bien público se vuelven subsidiarios a los
intereses de los tenedores de los derechos de propiedad intelectual.
¿En líneas generales, cómo califica el tema de la propiedad intelectual y las patentes en el
Perú? ¿Queda mucho por avanzar?
El Perú no sabe en dónde está, se mueve de acuerdo a las presiones sin conocer cuáles son
sus intereses. Se necesita introducir el tema de la propiedad intelectual en la agenda nacional, de­
terminar cuáles son nuestros intereses, el impacto sobre la economía, las ventaj as y desventaj as,
y las posiciones que debe llevar en la discusión del tema en el mundo.

Entrevista concedida al diario El Comercio. Inédita, no fue publicada por su longitud. Aquí se
publica en toda su extensión por primera vez. Noviembre de 2008.

Corporaciones, patentes y rentas


extraord i narias en el m u ndo entero
Más que el incentivo a inventores individuales, lo que en realidad el derecho de patentes ha
logrado es la creación de empresas y corporaciones que invierten en la organización de em­
prendimientos tecnológicos a cambio de obtener los derechos monopólicos de las patentes. Los
inventores en su mayoría son "empleados" de las corporaciones, que en algunos casos negocian
y comparten algunos beneficios. Si bien inicialmente las corporaciones ejercían los derechos
monopólicos solo en los territorios del país que instituía este incentivo, con el tiempo los países
tecnológicamente más avanzados se dieron cuenta que ampliando el área de monopolización
a otras regiones y países, podrían aumentar significativamente sus ganancias. Por eso es que
desplegaron una ardua campaña a nivel mundial para que se ampliara la territorialidad a otros

200
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALIDAD EN LOS MERCADOS

países, lo que fue logrado en 1 994, cuando se aprobó el Tratado de Aspectos de Propiedad Inte­
lectual Relacionado al Comercio, ADPIC, como parte del conjunto de normas que dieron naci­
miento a la Organización Mundial de Comercio, OMC.
Con este tratado, los países miembros de la OMC se comprometieron a instaurar un míni­
mo de reglas de propiedad intelectual obligatoria y vinculante para todos. Si bien los derechos de
propiedad intelectual no se llegan todavía a mundializar y cada país ejerce soberanía en su terri­
torio, el ADPIC obliga a los países al trato nacional y de nación más favorecida, lo que significa
que nadie puede discriminar entre nacionales y extranjeros ni se puede favorecer a una nación
más que a otra. El marco está dado para que los tenedores de patentes puedan lograr que todos
los consumidores del mundo paguen precios más altos por los objetos patentados. En el fondo,
las patentes ya no son un instrumento por el que los consumidores nacionales consienten pagar
precios monopólicos como estímulo a sus inventores para hacer que ellos y la patria progresen;
sino en la práctica, son los consumidores de todo el mundo los que están obligados a pagar pre­
cios extraordinarios a personas y corporaciones de otros países.
Si la generación de propiedad intelectual fuera equitativa entre países, todos se beneficia­
rían del sistema y supuestamente las ganancias extraordinarias fomentarían la innovación en uno
y otro país. Pero, ¿qué incentivo recibe, por ejemplo, el Perú, si el 96% de las patentes que otorga
pertenecen a extranjeros y no existe mayor actividad de invención tecnológica interna? ¿Sería el
derecho de propiedad intelectual un estímulo para fomentar verdaderamente la inventiva de los
peruanos, o más bien un instrumento para extraer rentas extraordinarias de nuestros consumidores
en beneficio de las corporaciones de los países más avanzados? ¿Fomentan en verdad las patentes
los inventos en el Perú?

Extractos de Santiago Roca. "Perú, políticas para cerrar la brecha de conocimientos". Journal of
Economic, Financia/ and Administrative Sciences. ESAN, junio de 20 1 1 .

\7) U rge u na pol ítica de Estado


,___ __ en denom i naciones de origen
Las denominaciones de origen utilizan e l nombre de una región o un lugar geográfico para de­
signar un producto originario cuyas características se deben exclusivamente a los factores natu­
rales y humanos del lugar. Como tal, las denominaciones de origen (DO) han sido aceptadas por
muchos países, entre ellos el Perú, a ser protegidas por derechos de propiedad intelectual, los
cuales impiden que otros productores utilicen esa denominación para denotar bienes parecidos.
Los derechos de propiedad de las DO sirven para proteger productos diferenciados en razón a su
procedencia, clima, geografía o acervo cultural.
El Perú es un país que cuenta con un potencial impresionante de productos originarios
con estas características, Jos cuales podrían fácilmente ser reconocidos y protegidos como DO.
Muy poco, sin embargo, se ha hecho para lograr que estos productos cumplan con todos los
c-
requerimientos para ser explotados con derechos de propiedad intelectual. Los productores, por 0
ejemplo, de cerámicas de Chulucanas han logrado hace apenas un año inscribir en el registro de 'B
DO del INDECOPI la denominación de Chulucanas. A raíz de ello, todos aquellos artesanos 'ª'
u
que, trabajando dentro de la región específica produzcan artefactos de cerámica que cumplan los

20 1
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

estándares, ingredientes, motivos y técnica de Chulucanas, podrán utilizar la DO de cerámica


de Chulucanas en la comercialización de sus productos. A su vez, debido al prestigio que ha
logrado entre los consumidores la técnica y características de la elaboración de dicha cerámica,
los consumidores pagan precios mayores por los mismos, beneficiando de esta manera a los
productores.
Así como Chulucanas, tenemos decenas de otros productos con potencial a ser reconoci­
dos como DO. Están, por ejemplo, la chirimoya Cumbe, el pallar de lea, la cerámica de Nazca,
el queso de Ambar, las tej as de lea, la filigrana de Catacaos, la piedra de Huamanga, los retablos
de Ayacucho, el vino de lea, el mate burilado de Huancayo, las aceitunas de Acari, los tapices de
San Pedro de Cajas, el café de la Convención, el suspiro a la Limeña, las naranjas de Palpa, la
maca-Perú, el maíz morado, la papa amarilla, entre tantos otros.
Hasta el momento, solo tenemos oficialmente registradas tres denominaciones de ori­
gen en el Perú: el pisco, el maíz gigante blanco del Cuzco y la cerámica de Chulucanas. ¿Por
qué los peruanos productores de otros productos de procedencia geográfica específica no sacan
provecho para obtener mejores precios y estar mejor protegidos de la calidad y variedad de sus
productos? ¿Por qué empresas como Gloria, ALICORP y muchas otras no realizan campañas
para fomentar el registro de DO que los productores puedan cumplir y ellas comercializar
apropiadamente, "sacándole el jugo" al mercado?
Hay necesidad de una campaña nacional para fomentar el registro y la explotación de
denominaciones de origen. El gobierno debiera aliarse con los gremios empresariales y las
escuelas de negocios y de derecho para identificar denominaciones de origen en todo el Perú.
La tarea evidentemente no solo es registrar, sino lograr que los miles de productores a lo largo
y ancho del país desarrollen estos productos baj os los estándares y calidades especificados en
los reglamentos y a través de ello dar un impulso a la actividad productiva descentralizada
en el país. Todas las empresas y productores que cumplan con estas especificaciones podrían
beneficiarse de mejores precios y mayor demanda ¿Por qué no fomentar un proyecto de co­
operación técnica internacional para identificar y promover la producción local de una DO en
cada provincia del Perú?

La República, mayo de 2007.


�J' Denom i nación de origen :
'• · el va lor ag regado de la geog rafía
A lo largo de la historia han existido diversos productos que, por su calidad especial y su vin­
culación a un lugar determinado, han alcanzado cierta notoriedad. Desde el mundo antiguo, los
cedros del Líbano eran tan cotizados por su resistencia a las altas temperaturas, la humedad y
el .envejecimiento, que dieron oportunidad a que los fenicios iniciaran toda una industria de
exportación de su madera a Egipto, principalmente para la construcción de navíos y sarcófagos.
En nuestro país, una talla de madera del siglo V al X después de Cristo, encontrada
en el santuario de Pachacamac al sur de Lima, presenta una mazorca de ocho hileras, la que
los historiadores y técnicos agrícolas han corroborado como la mazorca del "Maíz Blanco
Gigante del Cusco", denominación de origen recientemente protegida.

202
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALIDAD EN LOS MERCADOS

Si las indicaciones geográficas han existido desde tiempos ancestrales, cabe preguntarse la
razón de su reciente notoriedad y la necesidad de reconocerlas y protegerlas. Y la respuesta probable­
mente se encuentre en la transformación de nuestros mercados y se relacione con la globalización y
la mejora continua de los sistemas de logística que han facilitado el intercambio comercial y la nece­
sidad de distinción y diferenciación con otros productos. Hoy no es inusual encontrar en los estantes
de cualquier supermercado de nuestra región, café de Colombia, vinos de Tarij a o del Valle de Napa,
tequila Mexicano o un pisco Peruano, sólo por nombrar algunas de las indicaciones geográficas.
Además, los mercados globalizados presentan consumidores que quieren estar mejor in­
formados y desean saber la procedencia y características especiales de los productos, incluida su
calidad. Estos consumidores no solo aprecian y atribuyen un mayor valor a estas dimensiones,
sino que también están dispuestos a pagar más por este valor agregado.
Desde el punto de vista de los productores, un proceso de reconocimiento y protección
de indicación geográfica ofrece ventajas innegables. De un lado, introduce elementos de aso­
ciatividad y una mej or estandarización acerca de la calidad del producto. De otro lado, asegura
la preservación del patrimonio colectivo de una región, al garantizar que el producto que se
comercializa provenga del terruño y no se trate de imitaciones de calidad inferior que usurpan y
destruyen el patrimonio colectivo.
Un sistema de reconocimiento y protección de indicaciones geográficas permite que este
valor se capture y condense en un elemento objetivo, la indicación misma. Esto, a su vez, hace
posible que se mej oren sustancialmente los términos de intercambio de los bienes en beneficio
tanto de consumidores como de productores.

Extractos del discurso de Santiago Roca en el "Simposio Internacional de Indicaciones


Geográficas". INDECOPI, enero de 2006.

\ � Reconoc i m ie�to �� C h u l uc? nas


_....- ,

como denom 1 nac1on de origen


·-

El reconocimiento de cerámica de Chulucanas como denominación de origen tiene varios efec­


tos. El más evidente es el de la protección de los derechos colectivos que los artesanos de Chulu­
canas poseen sobre la denominación para distinguir productos cerámicos cultivados con técnicas
ancestrales de los alfareros de las culturas pre-hispánicas Tallan y Vicus, y oriundos de la zona.
Con esto se evitará que personas ajenas a la zona de producción, puedan aprovecharse indebida­
mente de la reputación que la denominación, asociada al producto, ya tiene en el mercado.
Además, protegerá a los consumidores contra imitaciones o falsificaciones maliciosas
que se vienen haciendo de la cerámica de Chulucanas. El INDECOPI perseguirá y sancionará
cualquier acto de piratería asociado al uso no autorizado de la denominación en el mercado, tal
como lo hace con el pisco.
Otro efecto importante del reconocimiento de la denominación de origen será el ingreso vo­
luntario, por parte de los productores que deseen administrar y usar la denominación, a un sistema
de producción controlado que asegure el origen de los insumos, el uso adecuado de la técnica y la
preservación de los estándares de calidad que hacen a la cerámica de Chulucanas un producto tan
especial y apreciado. En suma, un sistema que normaliza y acredita la autenticidad del producto.

203
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Por esta razón, los procesos de reconocimiento y registro de denominaciones de origen


no pueden hacerse dejando de lado a los productores, pues son estos los principales actores para
el adecuado funcionamiento de la denominación y esperamos que en un futuro próximo estos
puedan fundar su propio Consejo Regulador. La Ley faculta al Estado, a través de la autoridad
de propiedad intelectual, a reconocer de oficio denominaciones de origen. Sin embargo, los pro­
cesos deben surgir de los mismos productores y no como una imposición del Estado.
Ciertamente, en el Perú se dan las condiciones propicias para el reconocimiento y protec­
ción de diversas centenas de denominaciones de origen. De un lado, se cuenta con una cultura
milenaria rica en técnicas tradicionales que se reflejan en nuestra artesanía, escultura, vestuario,
gastronomía y otras manifestaciones culturales. De otro lado, nuestra geografía, difícil y agreste,
nos brinda una riqueza en microclimas, suelos y una diversidad biológica con pocos símiles en el
mundo. Somos el centro de origen de diversas especies que ahora se consumen en todo el plane­
ta, como distintas variedades de papa, maca y chirimoya, solo por mencionar algunas.
El principal efecto, sin embargo, que se espera obtener a partir del reconocimiento
de esta nueva denominación de origen es de carácter económico. Las denominaciones de
origen, como derechos colectivos de propiedad intelectual, agregan valor a los productos
y producen ventajas comerciales y económicas. Además, gran parte de este valor agregado
llega directamente a los productores y no a los intermediarios.
No tenemos que irnos tan lejos para encontrar ejemplos exitosos. Veamos el ej emplo
del pisco: existen más de un centenar de productores autorizados a usar la denominación
de origen, quienes han mantenido la calidad del producto adhiriéndose a la norma técnica
peruana correspondiente. El volumen de producción de uva en el año 1 99 1 , cuando se re­
conoce el Pisco como denominación de origen, fue de cerca de 60 mil toneladas métricas.
Dicha producción alcanzó aproximadamente 1 30 mil toneladas métricas en el año 2002.
Hace unos días, el ministro de la Producción anunció que se ha triplicado la producción del
2002. El pisco se encuentra ahora a la conquista de los paladares más exigentes del mundo
en una copa diseñada especialmente por la afamada Casa Riedel de Austria, mientras los
productores se encuentran en proceso de constituir el Consejo Regulador para administrar
su propia denominación.
Ante las claras bondades derivadas del reconocimiento y protección de nuevas deno­
minaciones, es evidente que tanto el sector público como el sector privado, tienen una tarea
pendiente para lograr la protección de más denominaciones de origen del Perú.
La experiencia en el registro y protección de denominaciones de origen en el Perú es
reciente. Países como Francia y España las vienen promoviendo hace más de un siglo. En
vinos, por ej emplo, España por sí solo tiene más de 800 denominaciones de origen vitiviní­
colas . Un punto de referencia más cercano podría ser la experiencia mexicana, que cuenta
con once denominaciones de origen (en café, mango, aguardientes y artesanía) registradas
en el sistema internacional del arreglo de Lisboa.
Las potenciales denominaciones de origen no se encuentran en la ciudad de Lima. Se
encuentran baj o el radiante sol de lea, en la maj estuosidad del Valle Sagrado de los Incas,
en la calidez del Alto Piura y en innumerables regiones del país. A fin de llegar a todas estas
regiones y realizar una labor efectiva que devenga en resultados concretos, es necesario el
compromiso real y el aporte de instituciones del gobierno central, gobierno regional, gobier­
no local y del sector privado. Este compromiso se debe traducir en recursos destinados a la

204
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALIDAD EN LOS MERCADOS

promoción del tema, a la elaboración de los estudios técnicos necesarias para respaldar la
solicitud de reconocimiento y a la formación de los consej os reguladores que administren las
nuevas denominaciones protegidas.

Extractos del discurso de Santiago Roca en la ceremonia de reconocimiento de la "cerámica de


Chulucanas" como Denominación de Origen. INDECOPI, 2006.

@ Propiedad i ntelectual y las i ndustrias


cu ltu ra les
La actividad creativa es la actividad primordial y más importante del ser humano. Los países que han
incentivado las creaciones son hoy día los países más desarrollados del mundo.
El derecho de la propiedad intelectual no es sino la protección que le otorga el Estado a
sus creadores para que puedan explotar sus invenciones en forma exclusiva por un periodo de
tiempo, sin que ningún otro lo pueda replicar y/o copiar sin la autorización o compensación co­
rrespondiente. Las patentes restringen la competencia en aras de dar incentivos a los creadores a
seguir inventando, ya que ello permite su progreso y el de sus respectivos países.
Inicialmente, el concepto se refirió solamente a las invenciones industriales o aquellas que
tuvieran "aplicación industrial" pero progresivamente, conforme los países desarrollados fueron
inventando en rubros no industriales, se fue extendiendo la protección a otras áreas hasta incluir, el
día de hoy, productos farmacéuticos, agroquímicos, cosméticos, las nuevas tecnologías de informa­
ción y comunicación, y software entre otros.
¿Pero, qué hay de la protección a los creadores de los bienes y servicios culturales autóc­
tonos y de los conocimientos relacionados a estas industrias culturales?
El Perú posee un patrimonio cultural excepcional, tanto por su originalidad como por su
diversidad. Todo esto podría llevar a la conformación de una industria cultural muy rica, com­
puesta por sectores como artesanías, fiestas, danzas y costumbres regionales, música popular,
cocina, gastronomía, museografia, entre otros, que lamentablemente en los últimos años han sido
marginadas respecto de su desarrollo como industria y de los medios adecuados para garantizar
su protección a través de los derechos de propiedad intelectual (DPI).
Si se toma real conciencia de los riesgos y oportunidades que brinda la industria cultural
para generar riqueza y bienestar para los peruanos, uno debería estudiar la posibilidad no solo
de promoverla, sino también de protegerla de diversas formas, entre ellas por propiedad intelec­
tual. Su perspectiva de creación de valor no solo es grande si se le ubica dentro de los procesos
de integración y globalización que afronta la región andina, sino por la extensión que esta tiene
actualmente a nivel mundial.
Somos ricos en las industrias culturales y hacemos muy poco para explotarlas mejor. Debe­
mos ahondar en cómo desarrollar y usar la propiedad intelectual como instrumento para promover
el desarrollo y la competitividad en las industrias culturales de nuestros países. Los empresarios
y sus respectivos gremios, los artesanos, las instituciones y sectores del gobierno y los expertos y
académicos de nuestros países debiéramos juntarnos para plantear propuestas que evalúen el cam­
bio de nuestra legislación y aquellas equivalentes a nivel internacional y andino. o

]
Extractos del discurso de Santiago Roca en el seminario Andino sobre "Propiedad Intelectual e ·g.
u
Industrias Culturales". INDECOPI, 2005.

205
CAJ:>ÍTULO J

Propiedad intelectual y
los Tratados de Libre Comercio

Por u n tratado sepa rado sobre propiedad


i ntelectua l , ciencia y tra nsferencia de
tecnolog ía
Las negociaciones para la suscripción del acuerdo de promoción comercial con los Estados Uni­
dos pusieron sobre la mesa la discusión acerca de la inconveniencia de incorporar un capítulo de
propiedad intelectual en estos acuerdos. Los autores en su momento presentaron al gobierno -en
forma confidencial- cinco argumentos para que el tema de la propiedad intelectual sea materia
de un tratado separado. La situación vuelve a adquirir relevancia en la discusión de los nuevos
tratados comerciales que el Perú empieza a negociar con la Unión Europea, Canadá, China y
otros países. A continuación, se presentan los cinco argumentos esgrimidos.
l. Los acuerdos comerciales son de naturaleza diferente a aquellos en propiedad intelec­
tual. Los tratados de libre comercio están destinados a facilitar que los países contratantes
tengan acceso irrestricto a sus recíprocos mercados, principalmente a través de la eliminación
de aranceles, barreras para-arancelarias y simplificación de procesos aduaneros.
La protección de la propiedad intelectual, por su parte, es una herramienta de los Estados
para incentivar la innovación e inventiva en sus respectivos países, con la finalidad de lograr
el desarrollo de Ja ciencia, la tecnología y la cultura. Es una acción del Estado en tutela de la
actividad creativa destinada a favorecer la generación de valor y riqueza en su territorio.
Siendo la propiedad intelectual y el comercio dos ámbitos disjuntos de actividad, no hay
obligatoriedad de incluir compromisos de propiedad intelectual dentro de los tratados co­
merciales. Tal inclusión obedece a una estrategia de los países con sistemas consolidados
de propiedad intelectual, para lograr mayores beneficios y estándares de protección que los
aceptados en los convenios multilaterales, ofreciendo a cambio el acceso de los países menos
desarrollados a sus mercados.

207
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

En la práctica, como las probabilidades de generar riqueza y valor son mayores en el área de
propiedad intelectual que en el de la ampliación del comercio, los países avanzados en pro­
piedad intelectual terminan beneficiándose en demasía, acrecentándose las diferencias con
los países menos desarrollados.
2. Se requiere conocer los intereses del país en propiedad intelectual y el posible impacto y
consecuencias de las exigencias de la otra parte sobre la economía nacional. La inclusión
de temas de propiedad intelectual en una negociación internacional bilateral, requiere que los
países hayan definido y consensuado de manera previa sus intereses nacionales sobre esa ma­
teria, e identificado las posibles consecuencias de los compromisos que se proponen asumir.
Tan indispensable proceso no ha sido desarrollado aún, por lo que los negociadores peruanos
carecen de ese imprescindible instrumento.
3. Las asimetrías en los niveles de desarrollo de la ciencia y la tecnología entre los Estados
Unidos y el Perú exigen un trato especial y diferenciado. En el estudio comparativo del
crecimiento económico, hay países que poseen tecnología avanzada que les permite incor­
porar trabajo menos intenso en tiempo y energía, para colocar en el mercado internacional
productos de alto valor. En cambio, los países de escaso desarrollo tienen procedimientos de
producción intensivos en tiempo y energía, y una producción de reducido valor. Estas asi­
metrías en el desarrollo de la ciencia y tecnología y de la propiedad intelectual entre países
desarrollados y en desarrollo exigen un trato con equidad, especial y diferenciado, lo cual es
dificil de lograr en el marco de un acuerdo de comercio.
4. Frente a los planteamientos de extensión de los derechos de propiedad intelectual de los
Estados Unidos, los peruanos debemos tener claras nuestras posiciones, al menos en las
principales áreas de la propiedad intelectual: patentes, marcas y derechos de autor y a
la fecha no existen posiciones definidas.
a. Patentes de invención
Los Estados Unidos plantean una "compensación" por el tiempo que el Perú demora en
pronunciarse sobre la patentabilidad de una creación, lo que significa extender el plazo
de protección de una patente más allá de los veinte años que los tratados internacionales
reconocen.
Los Estados Unidos pretenden establecer las denominadas "patentes de segundo uso", pro­
tección a segundas aplicaciones de invenciones que ya gozan de una patente. Si esta posición
es aceptada, estamos frente a una doble protección en perjuicio de su uso por nacionales.
Se exige la ampliación y flexibilización del concepto de lo patentable, para incluir lo "útil" y
"no obvio", además de procedimientos terapéuticos, quirúrgicos y de diagnóstico, y anima­
les y plantas con leves modificaciones, lo que otorgaría derechos exclusivos adicionales.
Se busca proteger de manera independiente del sistema de patentes a los datos de prueba
o información no divulgada lo que, de admitirse, restringiría el acceso del Perú a informa­
ción empleada en la producción de fármacos genéricos y de productos agroquímicos muy
importantes.
b. Derecho de marcas
Estados Unidos, poseedor de la mayor cantidad de marcas de productos en el mundo,
demanda que el Perú se adhiera a tratados destinados a internacionalizarlas. El Perú no

208
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALIDAD EN LOS MERCADOS

ha realizado todavía un análisis suficiente sobre las implicancias constitucionales de esa


demanda, que al contemplar una expresa cesión de soberanía, requeriría -de decidirse
en ese sentido- una explícita enmienda constitucional. La penetración y proliferación
de marcas extranjeras, por lo demás, no dejaría de tener un impacto negativo sobre la
producción, precios y el empleo doméstico.
El interés peruano debería proponer el reconocimiento de legislación internacional sobre
denominaciones de origen y la obligatoriedad del registro de los contratos de licencia­
miento de las marcas.
c. Derechos de autor
La protección de la propiedad intelectual de formas de expresión como, por ejemplo,
los lenguaj es informáticos, la música y el cine, entre otros, enfrenta problemas para el
interés de los Estados Unidos. De acuerdo con los tratados internacionales de protec­
ción, los plazos de vigencia terminarán en algún momento y, con ello, se extinguirán los
derechos de exclusividad, trasladando las obras al uso libre y público. El Perú no debe
aceptar la extensión de dichos plazos más allá de los estándares internacionales. De otro
lado, el Perú debería plantear la posibilidad de que se concedan derechos de propiedad
intelectual en áreas como el folclore, cocina típica y artesanías, entre otras, las cuales no
son actualmente reconocidas.
Urge, asimismo, que en la negociación se contemplen mecanismos de acción recíproca,
pues no son raros los casos en que la piratería se produce en territorio estadounidense, en
desmedro de autores y artistas peruanos .
5. El Perú debiera llevar a las negociaciones una propuesta para que se reconozca la par­
ticipación j usta y equitativa de los beneficios que se deriven de la utilización por ex­
tranjeros de los recursos genéticos, conocimientos tradicionales y patrimonio cultural.
El Perú posee una riqueza biológica y cultural de excepcional diversidad, con enorme valor
económico potencial, por lo que debiera asegurar que los países desarrollados tengan un
acceso legal ordenado y le reconozcan la debida compensación económica y protección a las
comunidades como titulares de estos derechos, en caso que deseen hacer uso de los mismos.
Esta propuesta no ha sido desarrollada todavía y será muy dificil lograrla dentro de un tratado
de libre comercio.
Por estas razones, es más conveniente para el Perú negociar un convenio o tratado propio en
propiedad intelectual, que esté además vinculado con temas como el desarrollo de la ciencia,
tecnología y su transferencia, así como con mecanismos de cooperación para compartir el
crecimiento. En las actuales condiciones no es necesario, ni conveniente, que el Perú negocie
un capítulo de propiedad intelectual dentro de un tratado de comercio con los Estados Unidos
de Norteamérica.

Carta enviada por Santiago Roca, presidente del INDECOPI y Benjamín Marticorena, presidente
del CONCYTEC, al señor presidente de la República, Alejandro Toledo. Diciembre de 2004. Extractos
del documento de Santiago Roca y Benjamín Marticorena. "Por un Tratado Separado sobre Propiedad
Intelectual, Ciencia y Transferencia de Tecnología'', en Santiago Roca (compilador). Propiedad
00

Intelectual y Comercio en el Perú: Impacto y Agenda Pendiente.


o

ESAN Ediciones, 2007. "B


·g.
u

2 09
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

0 Propiedad i ntelectual y med idas


·

com pen satorias en el TLC entre el Perú


y Estados U n idos
Me gustaría hablar con usted del Tratado d e Libre Comercio con los Estados Unidos. Este
acuerdo abre mercados y, por lo tanto influye en la economía nacional, ¿garantiza esta
apertura una libre y leal competencia?
En primer lugar, el TLC es algo positivo para el país porque abre mercados, promueve
la inversión y genera empleo, pero tiene costos que habría que evitar o en el peor de los casos
mitigar, en la agricultura, la salud, la propiedad intelectual y la libre competencia, entre otros.
Vayamos primero por la propiedad intelectual.
Perfecto. El tema de la propiedad intelectual se refiere a las patentes, las marcas y los de­
rechos de autor. La patente es un instrumento que protege al inventor con un monopolio legal por
veinte años. Es un instrumento que se generó doscientos años atrás y que ha funcionado en mu­
chos países incentivando la invención. Cuando el Estado le da una patente a una empresa o una
persona, con respecto a un producto específico, está diciéndole "nadie puede competir contigo
durante veinte años, durante ese tiempo puedes poner los precios que gustes". Por ello, obtener
una patente no es fácil: hay que cumplir requisitos muy exigentes de novedad, nivel inventivo y
aplicación industrial. Si estos criterios se relajan, una mayor cantidad de productos van a tener
"exclusividad" y condición de monopolios legales.
En la figura se señala la proporción de bienes y servicios que tienen patentes o exclusivi­
dad en comparación con el total del universo de bienes y servicios que hay en el mundo; el resto
de bienes enfrenta la libre competencia.

li[ii+ll:ll L; propíedad i nh�Jectugl eh él comercio ··2'

Bienes con
derechos

(monopolio)
exclusivos Bienes.e n libre
competencia

CUfiiverso de bienes y seFVicios


. 1
FUENTE: elaboración propia.

¿No hay entonces muchos bienes con patentes?


Justamente, lo que Estados Unidos busca en el TLC de alguna manera, es relajar los crite­
rios para otorgar patentes. Si esto se afloja un poco, el área con exclusividad comienza a crecer, el
área de bienes o de mercados con patentes aumenta y el área de mercados sin patentes, es decir, el
área de libre competencia disminuye. Este es uno de los objetivos fundamentales de los Estados

210
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALIDAD EN LOS M ERCADOS

Unidos en el capítulo de propiedad intelectual: mayores beneficios para todos aquellos que par­
ticipan en la producción de nuevas tecnologías.
El otro objetivo fundamental es que los plazos de usufructo de las patentes se amplíen un
poco más. En vez de veinte años, 22, 23, 25 ó 30 años para poder beneficiarme más tiempo con
el monopolio.
De disfrute del derecho exclusivo.
Efectivamente; si el Perú fuera un país que produjera tecnología, que bueno sería que me
relajen los criterios para otorgar patentes y me alarguen los plazos de la vigencia de las mismas.
Podría estar otorgando derechos exclusivos a miles de productos que, encontrándose en el margen,
todavía no cumplen con los requisitos, lo cual beneficiaría a miles de empresas; pero el Perú no pro­
duce tecnología ni patentes. En el INDECOPI, 96% de los registros de patentes son de extranjeros.
En consecuencia, el capítulo de propiedad intelectual negociado por el Perú con los Estados
Unidos, ¿perjudica o favorece a la economía peruana?
Por propiedad de patentes, el Perú no gana, ya que no produce tecnología ni
patentes.
¿Y gana la economía y los consumidores?
Si se refiere a estimados acerca de en cuánto podría afectar la extensión del ámbito y
plazos de los derechos de propiedad intelectual concedidos en el TLC al gasto de las familias;
los estudios realizados en el INDECOPI muestran que estos podrían aumentar en US$ l . l 89
millones de dólares (2,45% del total de gastos de todas las familias). Si se refiere a variaciones
en el precio de los medicamentos, estos podrían subir entre el 0, 1 6% hasta el 5 1 6%, según los
casos específicos. La balanza de conocimientos del Perú con el resto del mundo se haría más
deficitaria y la competencia en general tendería a disminuir. La producción y el empleo también
pueden verse afectados en tanto la competencia disminuya.
Dos preguntas, primero: ¿en algún momento han sido ustedes enfáticos en dar esta opinión
a los negociadores? Segundo: puesto que el TLC está ya negociado y seguramente será
ratificado por los congresos, ¿cuáles son los mecanismos legales que el Perú tiene para pro­
tegerse de los probables efectos negativos?
En primer lugar, frente a los efectos negativos del capítulo de propiedad intelectual, el
TLC tiene otros capítulos en donde el Perú podría obtener significativos beneficios. En general,
el Perú podría ampliar su comercio y atraer mayores inversiones. Sin embargo, frente a los per­
juicios en propiedad intelectual, lo importante no es quedarse cruzados de brazos, sino proponer
inmediatamente medidas correctivas y compensatorias para disminuir su impacto negativo.
¿Ahí es donde entra la modificación de la Ley de Defensa de la Competencia que se está
viendo en las Comisiones del Congreso de la República?
En realidad, hemos planteado seis medidas compensatorias al Ejecutivo para que las ana­
licen y se puedan tomar las mejores decisiones.
Antes que me explique, no me respondió la primera pregunta que le hice: ¿le hicieron re­
comendaciones a los negociadores acerca de su punto de vista de ver las cosas respecto a la
propiedad intelectual?
Nosotros hemos dado nuestro punto de vista al Gobierno. Hemos hecho públicos nuestros 00
estudios y estimados. Inclusive, en lo que se refiere a las medidas correctivas y compensatorias, o

se han presentado al Consejo de Ministros y de Viceministros planteamientos alternativos, y 2


tenemos la esperanza que efectivamente el Gobierno pueda tomar algunas decisiones en los '§.
u
próximos días.

21 1
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

¿Y a los negociadores?
También, pero no se nos escucha. No es lo mismo cuando agricultores agrícolas o trans­
portistas toman una carretera y llaman la atención del gobierno que cuando alguien -aunque sea
la autoridad de propiedad intelectual- llama la atención sobre posibles efectos futuros de algunos
intangibles; nadie lo siente. No hay ningún grupo especifico de carne y hueso que salga a defen­
der acerca de los daños que podría causar la extensión hipotética de los derechos de propiedad
intelectual.
En el momento que ustedes le planteaban a los negociadores su preocupación, ¿ellos eran
concientes que estos efectos en realidad se podían dar en el mercado y que por lo tanto ha­
bía que aplicar medidas compensatorias desde el punto de vista normativo?
Yo creo que no solamente en los negociadores, sino que en el mundo entero, en todos los
TLCs que se han hecho, hay conciencia que existen efectos negativos en propiedad intelectual.
Lo que no hay en el Perú en forma decidida es la decisión política de tomar acción inmediata de
forma tal de rectificar y aplicar medidas compensatorias y correctivas que mej oren la posición
del Perú en propiedad intelectual
¿Cuáles son esas medidas a aplicar? ¿La legislación vigente faculta que se puedan aplicar
esas medidas compensatorias o hay que modificar la legislación vigente? ¿Cómo es que se
está haciendo en el caso de la ley de la Defensa de Competencia?
En la tabla a continuación se muestran las medidas compensatorias. Son seis medidas
compensatorias, dos que hemos llamado medidas defensivas y cuatro que hemos llamado medi­
das ofensivas.
La primera medida defensiva es reforzar la ley de defensa de la competencia y la ley de
represión de la competencia desleal. ¿Por qué estas leyes? Como explicaba anteriormente, el es­
pacio de bienes en libre competencia se reduce cuando el espacio de patentes crece; por lo tanto,
es importante tener una ley de competencia fuerte, que dé armas al Estado peruano en caso que
los tenedores de derecho de propiedad intelectual hagan abuso de su posición de dominio por
tener esa patente, al contar con un monopolio legal. La idea es que la autoridad de competencia
pueda investigar y, de ser el caso, si se encuentra que efectivamente hay abuso de posición de
dominio, esta conducta se pueda sancionar.

Medidas compensatorias

Defensivas
• Ley de defensa de la competencia.
• Ley de represión de la competencia desleal.

Ofensivas
• Ley de normalización, acreditación y metrología
• Promoción de marcas
• Promoción de patentes
• Fondo patrimonial

FUENTE: elaboración propia.

212
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALIDAD EN LOS MERCADOS

Pero eso rige actualmente. La posición de dominio no está prohibida, lo que sí se sanciona,
en todo caso, es el abuso de la misma.
Pero lo que no se sanciona dentro de eso o no se discute y algunos omiten es que se pueda
sancionar por abuso de posición de dominio, por precios excesivos. Recuerde usted todo el pro­
blema que hemos tenido con las AFPs y las comisiones.
Pero eso no está contemplado en la legislación.
¿No está contemplado? Explícitamente no lo está, pero tampoco está prohibido. Lo que
existe es un debate interpretativo, algunos interpretan la ley en este aspecto en forma favorable
y otros no.
¿Esa es la primera modificación que están impulsando en el Congreso?
Para evitar dudas e interpretaciones es mejor que quede explícito, pero además la ley de
defensa de la competencia necesita otras modificaciones importantes. En el TLC tampoco se ha
negociado la derogación de la ley Webb Pomerone del Congreso de los Estados Unidos, la cual
prácticamente permite a las empresas norteamericanas entrar a mercados externos con carteles
o prácticas anticompetitivas. Esta Ley debería derogarse, porque de lo contrario no estamos ni­
velando la cancha de juego ni integrando los mercados. El mercado peruano se abre reduciendo
aranceles y ¿ellos pueden entrar con medidas anticompetitivas?
Pero el mercado de Estados Unidos funciona de manera diferente al mercado peruano. Tam­
poco podemos comparar que ellos tengan una ley de fusiones y nosotros no.
Los norteamericanos son muy estrictos para sancionar prácticas anticompetitivas y
carteles en su territorio, incluso los gerentes van presos a la cárcel, aparte de los castigos
económicos. Sin embargo, cuando se trata de exportar en mercados externos tienen una ley
(la ley Webb Pomerene) en que la autoridad de competencia norteamericana se hace "de la
vista gorda" si sus empresas se cartelizan para exportar afuera. Frente a ello, uno necesita una
ley de competencia interna sólida que pueda sancionar por lo que se llama la doctrina de los
efectos: si las prácticas anticompetitivas ocurren en el mercado peruano, la ley de competencia
en el Perú tiene que ser muy severa y la autoridad nacional muy fuerte para poder sancionar
conductas de ese tipo.
Claro, uno cosa es el ex post, es decir que la práctica se dé y se sancione con las normas
vigentes. Otra cosa es el ex ante, es decir que el INDECOPI, como lo propone el Proyecto
de Ley de Defensa de la Competencia que está en el Congreso de la República, actúe antes
de que se dé la práctica. O sea, la pregunta es ¿por qué antes? ¿Por qué pudiendo hoy el
INDECOPI restringir o sancionar estos efectos en el mercado quiere hacerlo antes, si las
leyes vigentes supuestamente lo que contemplan son sanciones de lo que efectivamente se
da en el mercado?
Aquí hay una confusión, Jimena; son dos cosas diferentes: un tema son las prácticas anti­
competitivas o los carteles y el otro tema es el control previo de fusiones.
Yo estoy hablando del tema de fusiones concretamente.
00
En el tema de concentraciones o fusiones, la ley de Estados Unidos autoriza a la autoridad
o
de competencia para dar opinión previa con respecto a fusiones que superan cierto umbral de con­ ]
centración en el mercado; esto ocurre no solo en los Estados Unidos, sino que en la mayoría de los ·g.
u
países del mundo. Nosotros lamentablemente no tenemos una norma acerca de fusiones, sino solo

213
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

en el caso del sector eléctrico y tampoco lo estamos aclarando en el TLC. Estamos fusionando e
integrando baj o el TLC dos mercados en una zona supuestamente de libre comercio y las fusiones
allá tienen autorización previa del FTC norteamericano y acá no. Acá no hay ley de fusiones. Las
reglas no están parejas, el mercado está abierto pero las reglas están disparejas.
¿Este es el motivo que fundamenta el tener una ley de fusiones, el hecho que el mercado
norteamericano tenga y nosotros no?
Por supuesto, las fusiones y evidentemente los efectos de las fusiones que se autorizan en
el mercado norteamericano, pueden traer conflictos en nuestro mercado, por eso que la doctrina
de los efectos en la propuesta de ley de competencia, asegura que podamos evaluar ese tipo de
efectos en el mercado nacional.
Le replanteo la pregunta para entrar a este tema que es súper complicado. Yo le decía
por qué restringir la libertad de empresa con este control de fusiones, ¿no tiene acaso el
INDECOPI las armas para sancionar a aquellos que luego de la fusión ejerzan prácticas
anticompetitivas en el mercado? Es lo que cuestionan los opositores de esta ley.
Es bien dificil sancionar luego que la conducta ha sido ejercida. Además, el daño de la
conducta ejercida no se puede reparar; las empresas que han sido perjudicadas por la conducta
anticompetitiva ya están muertas; es mucho más eficiente prevenir antes que la enfermedad
aparezca que tratar de curar cuando el daño ya está realizado y las empresas ya no existen. Por
eso en todas partes del mundo, en Estados Unidos y en Europa, hay lo que se llama la opinión
previa, ex ante, que permite que la autoridad de competencia dé su opinión técnica acerca de las
condiciones y la probabilidad de que la empresa fusionada ejerza conductas anticompetitivas y
no abuse de su posición de dominio en el mercado.
¿Ustedes evaluarían entonces las posibles fusiones? ¿No implica esto denegatoria o apro­
bación?
Debo en primer lugar decir que el INDECOPI está a favor de las fusiones empresariales,
este es un instrumento indispensable para el desarrollo empresarial. Lo que se trata de evitar en
las leyes que se han propuesto, como en la mayoría de países desarrollados del mundo, es que en
casos excepcionales, cuando esas fusiones originan una excesiva concentración del mercado, la
autoridad de competencia opine y llame la atención sobre prácticas y/o condiciones que hagan
peligrar la entrada o el desarrollo de otras empresas competidoras en el mercado.
¿Pero esto qué quiere decir entonces? ¿Que todas las empresas de hoy en adelante o todos
los sectores estarían sujetos a supervisión por concentración por parte del INDECOPI
sí o sí?
No, Jimena. Este es un mecanismo que se da por excepción: solo cuando la empresa fu­
sionada supere el umbral de 990 millones de soles en ventas al año o una participación mayor del
70% en el mercado, entonces se debe pedir opinión a la autoridad de competencia. Si no supera
dichos montos, la fusión no requiere ninguna opinión previa. La cantidad de casos de empresas
que puedan superar estos valores es muy pequeña. Conforme la economía y las empresas crez­
can, el umbral se puede ir subiendo. Sin ir más lejos, esto lo tienen Chile, Argentina, Brasil y
muchos otros países. La nueva ley de fusiones es un instrumento que beneficia y da seguridad a
los medianos inversionistas que no van a ser desplazados por prácticas anticompetitivas poten­
ciales de los más grandes, ya que la autoridad de competencia cuenta con un instrumento para
opinar y fomentar condiciones competitivas en los mercados.

214
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALIDAD EN LOS MERCADOS

¿Cuáles son las otras medidas compensatorias?


La segunda medida defensiva es el fortalecimiento y mejor tipificación de la ley de Repre­
sión de la Competencia Desleal. El libre comercio aumentará la competencia desleal y requerirá
un mejor monitoreo y control de las conductas desleales en la competencia. Ello permitirá tam­
bién integrar en una misma ley las normas acerca de publicidad engañosa y otras relacionadas.
Luego están las medidas ofensivas (ver Tabla 1 8. 1 ). Hemos hablado que hay una asime­
tría muy grande en el desarrollo de la propiedad intelectual del Perú con Estados Unidos, por
lo tanto es importante desarrollar la propiedad intelectual creando una comisión nacional para
proponer marcas y denominaciones de origen, otra para promover patentes y pequeños inventos,
y un fondo nacional de promoción de la propiedad intelectual.
El Perú está concediendo a los Estados Unidos en el TLC beneficios en propiedad
intelectual por encima de las leyes internacionales. Esos beneficios ya quedan de por vida y
es muy probable que en otros TLC se tenga que extender los mismos a otros países, dados
los principios de "nación más favorecida" aprobados en el acuerdo mundial de propiedad
intelectual, TRIPs. El Perú entonces se debe "poner las pilas" en el desarrollo de la propiedad
intelectual, de lo contrario no se va a beneficiar j amás de esto. Por lo tanto, estas propuestas
ofensivas son medidas obligatorias que hay que tomar para tratar de fomentar el desarrollo de
las innovaciones y la propiedad intelectual en el país.
Por último, la otra medida ofensiva que estamos considerando es el fortalecimiento de
nuestros sistemas de normalización, acreditación y metrología. ¿Qué sucede? El comercio va a
crecer, el TLC va a hacer que las exportaciones crezcan y que las importaciones de productos
también aumenten. Por lo tanto, para exportar más, hay que tener una plataforma de normas téc­
nicas y un sistema de evaluación de la conformidad y de acreditación con reconocimiento inter­
nacional, de forma que los exportadores obtengan la certificación reconocida de sus productos.
Por lo tanto, se requiere de una ley que permita el reconocimiento internacional de nues­
tro sistema de normas técnicas, de acreditación y a la vez que sirva para impedir la entrada de
productos dañinos, peligrosos, venenosos, que puedan hacer daño a la seguridad y salud de la
población. Podemos conversar mucho sobre esto.
Doctor Roca, el tiempo nos quedó corto y el tema es muy extenso, lo invito si le parece para
que vuelva a Rumbo Económico a terminar de exponer este tema y a contestar algunas
otras preguntas que tenemos pendientes. Muchísimas gracias.
Entrevista concedida por Santiago Roca a Jimena de la Quintana para el programa Rumbo
Económico. Canal N, 1 6 de junio de 2006.

Propiedad i ntelectual en el TLC


En los días pasados sorprendió a la opinión pública que doce representantes del Congreso norte­
americano, liderados por Henry Waxman y Jim McDermott, dirigieran una extensa carta a Susan
Schwab, representante comercial de los Estados Unidos, solicitándole la reconsideración inme­
00
diata de una serie de provisiones incluidas en el capítulo de Propiedad Intelectual del Acuerdo de o

Promoción Comercial (TLC) de los Estados Unidos con Perú, Colombia y Panamá. ]
Sorprendía a la opinión pública nacional que, paradój icamente, eran norteamericanos 'ª'
u
y no peruanos los que salían al frente para denunciar aspectos del Tratado de Libre Comercio

215
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

que perjudican al Perú y favorecen a las empresas norteamericanas. ¿Por qué unos norteameri­
canos (los representantes) se oponen a que otros norteamericanos (las empresas farmacéuticas
y agroquímicas) extiendan sus ganancias y se beneficien en forma adicional? ¿Donde están los
funcionarios del gobierno, profesionales, políticos y académicos peruanos con sus trabajos y
aportes para defender los intereses del país?
Lo que sucede es que los representantes de los Estados Unidos están solicitando que
se reconsideren los términos del TLC que reducen algunas de las flexibilidades acordadas
en el Consenso de Doha. Allí, 1 42 países -incluido Estados Unidos- se comprometieron a
respetar el Acuerdo Mundial de Propiedad Intelectual, TRIPS, para proteger la salud pública.
Asimismo, la Ley de Promoción de la Autoridad de Comercio norteamericana del 2002 obliga
al Poder Ejecutivo a promover el acceso a la salud en todos los países con quienes se celebren
acuerdos de promoción comercial1 . El Ejecutivo norteamericano estaría en este sentido in­
cumpliendo este compromiso y de allí la protesta y pedido de revisión del TLC. Irónicamente
-agregan estos representantes-, las cláusulas acordadas en el capítulo de Propiedad Intelec­
tual crean condiciones para que los países pobres tengan que esperar mucho más de lo que se
espera en Estados Unidos para acceder a medicinas genéricas; tengan plazos de protección
de patentes mayores de aquellos que se pueden obtener en Estados Unidos; y no incluyan la
protección de los consumidores contra prácticas abusivas de propiedad intelectual, que sí están
protegidas en Estados Unidos.
¿Cuáles son los compromisos del TRIPS y de Doha que se han violado en el APC?
El primero se refiere a dar carácter de "exclusividad" a los datos de prueba2 que tienen
que presentar las empresas farmacéuticas y agroquímicas para introducir un producto en el mer­
cado. Debido a esta cláusula, para aprobar la introducción de un genérico, Digemid y Senasa no
podrían descansar en los datos presentados en la autorización original, sino que deben solicitar
nuevas pruebas, aun haya la patente expirado o el producto no tenga patente. Como consecuencia
se atrasa la disponibilidad de genéricos y/o se alarga el período de exclusividad del producto por
encima del periodo de vigencia de la patente, perjudicando a los pacientes y a la salud pública.
El segundo tema se refiere a las extensiones de los plazos de las patentes por demoras en su otor­
gamiento. En Estados Unidos existen restricciones a estas extensiones, limitándose a una patente
por producto o a que la vida de la patente desde el momento que se aprueba la autorización en el
mercado no exceda catorce años. Tercero, se encadena a la autoridad de comercialización (Di­
gemid, Senasa) a no aprobar la introducción del producto en el mercado a menos que demuestre
que los derechos de propiedad intelectual no han sido violados. Estas instituciones asumen así
una tarea adicional en la que no tienen experiencia ni autoridad, cuando ni siquiera tiene recursos
para monitorear la eficacia y seguridad de los productos. En cuarto lugar, se reducen los criterios
excepcionales para que un Estado otorgue licencias para que algún laboratorio produzca deter­
minados medicamentos a precios de emergencia por razones de salud pública. Por último, no in­
cluye los requerimientos por los cuales Estados Unidos obliga a los que patentan a que describan

1
No hoy dudo de que esto sujeción represento lo voluntad de los Estados Unidos poro poner el temo de
acceso o lo salud público por encimo de sus intereses de propiedad intelectual particulares.
2
Datos de pruebo son los ensayos que hocen los empresas poro demostrar ante lo autoridad lo seguridad
y eficacia de lo acción de los componentes o elementos químicos de sus productos.

216
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALIDAD EN LOS MERCADOS

"la mejor manera" de reproducir sus inventos o para limitar los intentos de repatentar -en base a
menores cambios- en forma injustificada.
Estos son los temas que los representantes norteamericanos han solicitado con urgencia
revisar basados en Doha. ¿Pero son estos los únicos aspectos? ¿Qué dicen las autoridades pe­
ruanas? ¿No hay otras cláusulas en el capítulo de propiedad intelectual que se deben revisar? En
realidad, hay cosas más graves que merecen se conozcan, sea para renegociarlas mejor o, en su
defecto, plantear medidas que ayuden a aliviar sus daños o incentivar su desarrollo. En el fondo,
ha sido el "actuar por consigna" y el ocultamiento de información, las mayores faltas que han
cometido las autoridades del Perú. Se ha estado dispuesto a conceder en propiedad intelectual
con tal de tener acceso preferencial al mercado norteamericano, sin damos cuenta que lo que se
pierde o concede puede tener efectos adversos mayores a lo que se gana. Más grave aun, si se
concede algo, mej or hacerlo público y transparente para que los peruanos podamos reflexionar y
proponer una agenda reparadora. Finalmente, es una buena noticia que el INDECOPI después
de haberlo vetado haya, recientemente, dado paso para que la Universidad ESAN publique un
libro sobre propiedad intelectual, donde se revisan estos temas. La publicación aparecerá en los
próximos días.
La República, 8 de abril de 2007.

Li bro de Propiedad I ntelectual


se presenta al pa ís
Luego de casi un año desde su terminación, este jueves 1 9 de julio a las 1 9 :00 horas, en el au­
ditorio de la Universidad ESAN, se presenta al país el libro Propiedad Intelectual y Comercio:
Impacto y Agenda Pendiente.
Escrito a lo largo de los años 2004-2006 como parte del esfuerzo que hacía el Instituto
Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual, INDE­
COPI, por cumplir con su deber y contribuir a esclarecer las propuestas que los Estados Unidos
de América hizo durante las negociaciones del tratado de libre comercio con el Perú, este libro
fue vetado para su publicación por el actual Directorio del INDECOPI, el cual suspendió su pu­
blicación. Sin respuesta quedaron las comunicaciones que explicaban la relevancia de los temas
tratados y las razones por las cuales era conveniente que se dieran a conocer los resultados de
los veinte trabajos realizados. La omisión originó que los diarios El Comercio y La República
advirtieran en diversas oportunidades sobre la inconveniencia de detener la publicación. Poco
después, medio centenar de personalidades de todas las tendencias y sectores del país dirigieron
una carta al presidente del Consejo de Ministros y al presidente del INDECOPI, solicitándole
la publicación de la obra. Un mes después, el Congreso Nacional de la República, a través de
un oficio del presidente de la Comisión de Educación, solicitó al presidente del Directorio del
INDECOPI que informara acerca de la paralización de la publicación.
En estas circunstancias, y considerando lo importante de la difusión de los conocimientos 00

y hallazgos de los estudios realizados, el rector de la Universidad ESAN, doctor Jorge Talavera
o
ª
Traverso, ofreció la posibilidad del patrocinio de la Universidad ESAN para publicar la obra, siem­ ·o.
u
('j
pre y cuando INDECOPI autorizará y cediera todos los derechos, incluido el consentimiento de

217
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

los autores. En la segunda quincena de enero del 2007, el INDECOPI respondió afirmativamente.
Cuatro meses después, luego de un lento proceso, el presidente del INDECOPI terminó de enviar
a la Universidad ESAN las respectivas autorizaciones de los autores y los textos electrónicos para
la publicación.
Entretanto, a mediados de marzo del 2007, la opinión pública nacional fue sorprendi­
da cuando doce representantes del Congreso de Estados Unidos, liderados por Henry Wax­
man y Jim McDermott, dirigieron una carta a la señora Susan Schwab, j efa de la Oficina
Comercial de Estados Unidos, en la que solicitaban la reconsideración inmediata de una
serie de provisiones incluidas en el capítulo de Propiedad Intelectual del acuerdo de promo­
ción comercial con el Perú. Contrario a lo que podría pensarse -al proceder las demandas de
personalidades estadounidenses- las reconsideraciones reclamaban por cláusulas que per­
judicaban al Perú.
Afortunadamente, por el bien de nuestro país, todas estas consideraciones han sido ana­
lizadas en los trabajos que ahora la Universidad ESAN tiene el agrado de publicar. El libro
también incluye otros temas aun más importantes que aquellos analizados en la misiva estado­
unidense y adelanta una propuesta de agenda y compensaciones que el Estado debería ejecutar
para impulsar el desarrollo de la propiedad intelectual en el Perú. Todos los interesados pueden
ahora leer estos trabajos.

La República, 1 5 de marzo de 2007.

@) Demócratas Repu bl ica nos :


versus
· -- acceso a la sa lud públ ica
E n marzo del 2007, antes d e que e l Congreso norteamericano apruebe e l TLC del Perú con
los Estados Unidos, trece representantes del Partido Demócrata cuestionaron algunos de los
excesos del capítulo de Propiedad Intelectual en lo que se refiere a los aspectos vinculados al
acceso a la salud pública aprobados en la Ronda de Doha. Según los representantes demócratas
estadounidenses, el capítulo de propiedad intelectual retrasaba el acceso a los medicamentos y
dificultaba la salud pública, extendía la duración de las patentes a períodos mayores que en los
Estados Unidos, impedía una aparición más temprana de la competencia y no salvaguardaba los
derechos de los consumidores, al consentir y no colocar límites a la extensión de la duración de
las patentes y la protección de las pruebas clínicas, lo que sí sucedía en los Estados Unidos. A
raíz de ello, y ante la imposibilidad de que el Congreso norteamericano -con mayoría demócrata
en ese momento- aprobase el tratado, la administración norteamericana (Republicana) se vio
forzada a incorporar las sugerencias de los demócratas y a solicitar al Gobierno Peruano (que ya
habían aprobado el TLC) que apruebe las modificaciones.
El nuevo articulado aprobado por ambos gobiernos en j unio del 2007 hizo cambios
importantes en la redacción y dio la potestad al Estado peruano para que las modificaciones
solicitadas se ajustaran a las flexibilidades de Doha y no se extendieran por encima de la
propia legislación de los Estados Unidos. El Perú se comprometió a hacer las modificaciones
correspondientes en su legislación como condición previa para que la USTR y el presidente
de los Estados Unidos proclamaran la vigencia del tratado.

218
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALIDAD EN LOS M ERCADOS

El 1 4 de enero del 2009, en una carrera contra el reloj , luego de que el Gobierno pro­
mulgara a mediados del 2008 un paquete de decretos legislativos para acomodar la legisla­
ción Peruana al TLC y en medio de requerimientos de nuevas modificaciones por parte de la
administración norteamericana (Republicana), el Congreso del Perú a solicitud del Ejecutivo,
aprobó sin haber pasado por Comisiones las leyes 29.3 1 6 y 29.3 1 7, que modifican y extienden
las regulaciones en materia de propiedad intelectual y medio ambiente. Dos días después, la
USTR y el presidente saliente de los Estados Unidos autorizaron el inicio de la implementa­
ción del tratado.
Revisando la ley 29. 3 1 6, uno se queda perplej o de lo acontecido. El Perú no ha hecho
uso de la potestad para ajustar las leyes a las flexibilidades de Doha y de la propia legislación
norteamericana. Las exigencias de la administración norteamericana no han observado las
obj eciones del Partido Demócrata en lo que se refiere al acceso a los medicamentos y la salud
pública. Se extienden las patentes y la vigencia de los datos de prueba hasta períodos por en­
cima de aquellos en Estados Unidos, no se salvaguardan los derechos de los consumidores y
se retrasa la entrada de la competencia. El nuevo Artículo 3 de la ley y su Reglamento dej an
abierta la posibilidad de que se protej an datos de prueba por períodos mayores a cinco años,
que la fecha de inicio de la protección se compute preferentemente a partir de la fecha que se
concedió el registro sanitario en el Perú, que se puedan presentar nuevos datos de prueba para
evitar la utilización de la fecha de la primera aprobación de comercialización en el extranjero y
que se obtenga la protección con simples declaraciones j uradas, entre otras. El nuevo Artículo
5 sujeta los procedimientos abreviados de bioequivalencia y biodisponibilidad al vencimiento
del período de protección de datos. No se especifica qué es un considerable esfuerzo econó­
mico y científico.
Las extensiones de las leyes 29.3 1 6 y 29.3 1 7 van más allá del Acuerdo no solo en salud
pública, sino que se destruye también lo alcanzado por el Perú en recursos genéticos y conoci­
mientos tradicionales y en otras áreas vinculadas a la propiedad intelectual y medio ambiente,
amén de ponerse de costado en relación a los requerimientos laborales. Como ha señalado el
presidente entrante de los Estados Unidos (Demócrata) en su discurso de inauguración, es tiem­
po ya "de dejar de proteger intereses estrechos", "nuestro poder no nos da derecho de hacer lo
que queramos".

La República, 27 de enero de 2009.

Sigue la expa nsión de los alca nces


de la propiedad i ntelectual
Los países desarrollados lo tiene claro, en cada oportunidad que pueden aprovechan la oca­
sión para obtener extensiones en el ámbito y los plazos de la protección que los Estados
ofrecen por derechos de propiedad intelectual. Esta protección se basa en una excepción 00

al derecho a la competencia y al libre mercado para favorecer explícitamente a aquellas


personas j urídicas y naturales que se dedican a la innovación y creación de nuevos bienes
y servicios. Todas estas últimas personas tienen protección de exclusividad y nadie podrá
competir con ellas a menos que se expongan a recibir fuertes sanciones. Claro, como la razón
219
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

misma de la ventaja de los países desarrollados está en sus procesos de innovación tecnológica,
qué mejor manera de extender el disfrute de mej ores precios y mayores niveles de ingreso y de
vida para su gente.
Esto es justamente lo que ha vuelto a suceder en la propuesta que la Unión Europea ha
llevado a la negociación en la mesa de propiedad intelectual del TLC con Colombia, Ecuador y
Perú. Los europeos han solicitado extender los plazos de protección de los derechos de autor al,
por ejemplo, alargar la protección de trabajos de autoría y cinematografia a setenta años después
de la muerte del último de los autores de un libro, o del último que sobreviva entre el director, el
compositor de la música, el autor del diálogo o el de la escenografia de una película o trabajo au­
diovisual. Los europeos han propuesto extender el plazo tradicional de veinte años a las patentes,
por cuantos años adicionales transcurran entre la presentación de la solicitud de la patente y la
autorización de comercialización del producto, la última de las cuales depende de muchas otras
circunstancias de mercado. Los europeos han propuesto ampliar la definición de "radiodifusión"
a todo tipo de transmisiones y la definición de "comunicación pública" para que abarque todos
los medios posibles, y exigir derechos de exclusividad en la difusión y comunicación al público.
Sabiendo que el Perú no acepta todavía el patentamiento de plantas -aun cuando en el TLC con
Estados Unidos se ha comprometido a hacer los mejores esfuerzos- los europeos van más allá
y solicitan que se extienda el plazo de las patentes de plantas por los años que transcurran entre
la solicitud de la patente y la autorización de comercialización de la planta (en el Perú no hay
nadie todavía que autorice verdaderamente la comercialización de plantas). Los europeos están
comenzando a dar exclusividad a cualquier producto o proceso de cualquier ámbito tecnológico
en procedimientos y materias excluidas de protección por patente de invención, utilizando y
flexibilizando la definición y concepto de "modelo de utilidad". Los europeos han propuesto am­
pliar la protección de exclusividad de las pruebas clínicas y datos que presentan los laboratorios
farmacéuticos para comercializar sus productos a once años, en vez de los cinco años que solicitó
Estados Unidos. La protección de datos de prueba se extiende no solo a agroquímicos, sino que
aparentemente a todos los productos químicos.
En vez de que los gobiernos de los países desarrollados y de los países en desarrollo se
sienten a conversar para promover el crecimiento de sus economías y la búsqueda de formas de
equilibrio que promuevan el avance de la ciencia y la tecnología y se encuentren maneras de
disminuir las asimetrías existentes entre ambos, los países desarrollados parecen estar enfras­
cados exclusivamente en defender los intereses de sus grandes transnacionales productoras de
propiedad intelectual, ciencia y tecnología.
No hay duda que para los países desarrollados la estrategia de incluir el capítulo de pro­
piedad intelectual en los tratados de libre comercio es el negocio del siglo XXI. Lo que el feu­
dalismo representó para el señor feudal en la extracción de rentas en los siglos XIV, XV y XVI,
hoy día lo representa el derecho de propiedad intelectual.

La República, 5 de marzo de 2009.

220
CAPÍTULO 1 9

Consum idor

La autoridad rectora del consumo en el Perú


En el INDECOPI se ha instituido un modelo de protección al consumidor centrado en la resolu­
ción de conflictos individuales entre compradores y proveedores. Las leyes sectoriales que velan
para que los proveedores ofrezcan productos y servicios eficaces y seguros a los consumidores
recién se están reinstituyendo, luego de un amplio período ( 1 990-2002) en que se minimizaron
las regulaciones y se fomentó e l laissez faire. Las instituciones con mandatos de velar por la
seguridad y eficacia de los productos (DIGEMID, SENASA, MTC, MED, entre otras) y por la
protección individual del consumidor ( INDECOPI), no coordinan ni comparten objetivos entre
sí y sus acciones apenas l legan solo a algunas zonas o espacios geográficos del país.
En la mayoría de los países del mundo, el Estado separa las funciones de rectoría del
consumo de la de ofrecer justicia administrativa. Eso permite que la autoridad rectora incorpo­
re una concepción más amplia del consumo que incluya, además del tema de las asimetrías de
información, el aplacar las conductas abusivas, el coadyuvar a garantizar el proceso competiti­
vo, el contribuir a incrementar el poder de los consumidores, el orientar en el mejor uso de los
recursos a las unidades familiares, la promoción de patrones de consumo que contribuyan al
desarrollo sostenible, y l a educación e información para el mejor desempeño de una verdadera
ciudadanía.
Una concepción de este tipo requiere de una mejor institucionalidad y de una política de
Estado acerca del consumo. Esto pasa primero por la posibilidad de elevar los paradigmas del
consumo a la categoría de ministerio o entidad rectora interministerial. Los ministerios se han
formado alrededor de constructos para promover la producción (agricultura, energía, manufac­
tura, comercio), defender los factores de producción (ministerio del trabajo) o por componentes
de la demanda agregada (gobierno, inversión y exportaciones). Pero, ¿qué ministerio o autoridad
interministerial se preocupa por el consumo? El consumo representa del 60% al 70% del PBI y
no tiene ninguna representación a ese nivel de la arquitectura institucional del Estado. Una auto­
ridad de consumo rectora interministerial lograría que los mercados funcionen mejor.

221
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

El tener una autoridad rectora del consumo a nivel del gobierno central posibilitaría com­
partir una división del trabajo con los otros niveles de gobierno y construir un mejor Estado
descentralizado. Los gobiernos regionales comparten ya con el gobierno central el desarrollo
económico de sus territorios, la inversión y la promoción de empresas, ¿por qué no también las
políticas de prevención y promoción del consumo?. Los gobiernos municipales se fortalecerían
al transferírseles, en su función de promover y gestionar el desarrollo económico local, una serie
de competencias, tales como información y educación del consumidor, la prevención ex ante y
ex post, la verificación y vigilancia de las condiciones de consumo, la adopción voluntaria de
buenas prácticas, entre otras. Estas tareas están íntimamente vinculadas a las que tienen en la
actualidad: salubridad y condiciones higiénico-sanitarias en mercados y restaurantes, y adultera­
ción, por mencionar algunas.
Por supuesto, ni la autoridad rectora del consumo ni de los distintos niveles de gobierno
debe interferir en la resolución de disputas entre proveedores y consumidores que debe resolver
el INDECOPI, ni en los fallos de la justicia por denuncias para que las empresas cumplan con
las leyes de seguridad y eficacia de los productos y servicios. La justicia administrativa, al igual
que la judicial, debe ser autónoma e independiente.
Inédito, 1 5 de febrero de 20 1 0.

0 La descentra l ización en el cód igo


de consumo
Dos son las tareas claves del Estado para proteger al consumidor en el mercado. La primera es
una activa acción rectora para hacer cumplir las leyes y la política nacional de consumo, y la
segunda es la administración de justicia para la resolución de los conflictos. En la mayoría de los
países siempre se ha preferido diferenciar claramente a las instituciones a cargo de estas tareas.
Las unidades que resuelven los conflictos son autónomas e independientes de los órganos a cargo
de la tutela de los consumidores y del hacer que las leyes se observen.
En la propuesta del Código de Consumo que recientemente el Ejecutivo ha enviado al
Congreso, no se aprovecha la oportunidad para esclarecer esta diferenciación. El INDECOPI
tiene ambas funciones, la de tutela del consumidor y la de árbitro de los conflictos de consumo.
¿Pero se puede tutelar y ser árbitro a la misma vez? Para poder serlo se requeriría un nivel de
autonomía y condiciones en el ejercicio de la función y carreras públicas que no existe en el Perú.
Pero aun con esta deficiencia y los problemas que va generar el que se tenga las dos tareas
en una sola institución, ¿cómo hace el Estado para llegar a tutelar y arbitrar en todo el espacio
geográfico nacional? ¿Es la propuesta congruente con el proceso y las leyes de descentralización
que ha aprobado el país?
En la tarea de la tutela de los consumidores, el Código de Consumo propone dejar de lado las
leyes de descentralización y proseguir en un camino propio que puede resultar ser extremadamente
dispendioso y caro para el país. Este camino es seguir abriendo oficinas propias del INDECOPI
en las regiones. Se trata quizás de copiar el gigantesco modelo mexicano, en donde PROFECO,
la autoridad del consumidor, en su afán de estar cerca de estos, ha abierto hasta la actualidad más
de 61 sucursales y emplea alrededor de 5 mil funcionarios. ¿No existen acaso otras alternativas?
222
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALIDAD EN LOS MERCADOS

Una posibilidad concreta es utilizar el proceso de descentralización actual para transferir


competencias de consumidor a los gobiernos regionales y locales. Los gobiernos regionales ya
comparten actualmente con el gobierno central el desarrollo económico de sus territorios, la
inversión y la promoción de sus mercados. ¿Por qué no compartir el consumo también? De otro
lado, los gobiernos municipales actualmente administran asuntos vinculados al consumo, como
por ejemplo, la regulación de la salubridad y verificación de condiciones higiénico-sanitarias de
los mercados y restaurantes; las normas de distribución, almacenamiento y comercialización de
alimentos; el acaparamiento y adulteración de los productos, entre otros. Se fortalecerían en sus
funciones si añaden las referidas a la protección al consumidor, como son las inspecciones de
las condiciones de consumo, la información y orientación al consumidor, el control de pesos y
medidas, entre varias más.
Un avance importante se da, sin embargo, en el campo de la tarea de árbitro del Estado.
Se ha dispuesto la creación de órganos sumarísimos de resolución de procedimientos de menor
cuantía aparentemente a nivel distrital. De implementarse, al menos permitiría acceso a la justi­
cia administrativa a lo largo y ancho del país.
La República, 15 de abril de 2 0 1 O.

El á rbitro del consumo


E l Instituto de Defensa de l a Competencia y Protección de la Propiedad Intelectual no fue conce­
bido inicialmente como la autoridad rectora del consumo. Al dársele, sin embargo, la competen­
cia de resolver los conflictos entre consumidores y proveedores, el público le fue atribuyendo el
rol de ser la autoridad en la materia, el que decidía y resolvía los problemas de los consumidores.
El prestigio y reconocimiento que tiene el INDECOPI se debe en gran parte a ese rol de árbitro
en la solución de las controversias de consumo, habiendo desarrollado procesos de conciliación
muy útiles en el Servicio de Atención al Ciudadano, SAC, y de tipo contencioso-administrativo
en la Comisión de Protección al Consumidor y el Tribunal del INDECOPI.
¿Pero qué cosa es ser la autoridad rectora del consumo?
En la ley y la práctica, el INDECOPI no tiene un mandato claro acerca de su rectoría
en el consumo. No participa ni tiene a su cargo la implementación de las políticas nacionales
acerca del consumo, no está empoderado para ayudar a que las familias obtengan lo máximo
posible con sus recursos, o a difundir y patrocinar patrones de consumo que contribuyan al
desarrollo sostenible o sustentable, o a promover activamente el acceso de los consumidores a
la información y a la educación acerca del consumo, o a hacer cumplir las leyes vinculadas al
consumo, entre otras políticas y mandatos.
La Constitución de la República establece el principio de defensa de los consumidores
como de tutela de parte del Estado, pero el propio INDECOPI entra en contradicciones cuando
trata de aplicar este principio, ya que supuestamente contradice su rol de árbitro en los conflictos.
¿Cómo se puede ser árbitro y tutelar de los consumidores a la misma vez? Algo está mal en el
diseño institucional del Estado para atender esta función. o
La mayoría de los países del mundo separa estas dos funciones. Una cosa es ser la auto­ 'B
ridad rectora, y otra la autoridad que brinda justicia administrativa como elemento previo a la '�
u
acción y funciones del poder judicial. En Estados Unidos, por ejemplo, la Comisión Federal de
223
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Comercio, FTC, en las acciones civiles y comunes (la Secretaría de Justicia, DOJ, en los casos
penales) es la entidad que coordina y tiene capacidad de convocatoria con las otras autoridades
sectoriales y horizontales, para las labores de prevención, protección o promoción del consumo.
Ni la FTC ni el DOJ tienen funciones de árbitro. El sistema de administración de justicia de
consumo es muy rico y variado ya que existen diversos mecanismos, pero ninguno de ellos está
en manos de la autoridad rectora del consumo. Igual sucede en Suecia, en Brasil, en la Unión
Europea y otros países, donde las autoridades que resuelven las disputas son diferentes a aquellas
que tiene el mandato de tutelar o salvaguardar al consumo y a los consumidores.
El Estado, en el nuevo diseño institucional que se está debatiendo para atender la función
consumo, tiene que decidir qué rol quiere que el INDECOPl juegue. ¿Quiere que el INDECOPI
se siga especializando en llevar justicia administrativa más eficiente y eficaz no solo a Lima cer­
cado, sino a todas las provincias del Perú? ¿O quiere transformar al INDECOPI en la autoridad
rectora del consumo?
El Comercio, 2 1 de diciembre de 2009.

0 La j usticia del consumo en el Perú


Actualmente, si un consumidor se siente engañado por su proveedor puede, en primer lugar,
reclamarle. En el caso de los servicios públicos (saneamiento, energía, telecomunicaciones) el
consumidor está obligado a acudir al proveedor. De no encontrar solución, puede optar por una
solución sea en la vía administrativa, la vía arbitral o la vía judicial. La vía arbitral y la vía judi­
cial son costosas; por el contrario, la vía administrativa es relativamente barata y de no estarse
satisfecho en su resolución siempre se tiene la posibilidad de acceder al poder judicial. En el
Perú, casi el 1 00% de los casos de reclamos que sobrepasan el nivel del proveedor se tramitan
por la vía administrativa. En el caso de los servicios públicos, a través del regulador respectivo
(Osiptel, Sunass y Osinergmin) y en el resto de actividades económicas, a través del INDECO­
PI. Muy pocos acuden al sistema arbitral o en forma directa al poder judicial. Miles de miles
de casos no son atendidos ni a nivel de los proveedores ni a nivel de la justicia administrativa.
En realidad, los consumidores sufren de delgadez, poca profundidad y escasa resiliencia en la
atención y servicio de la justicia de consumo.
Por otra parte, la acción ante la justicia (de oficio o por denuncias de terceros) por parte
de las autoridades encargadas de hacer cumplir las leyes de consumo, casi no existe; solo una
que otra vez el INDECOPI y las asociaciones de consumidores utilizan !ajusticia administrativa
para hacer respetar las leyes del consumo.
En este escenario, los principales problemas del sistema de solución de controversias en
sus distintos estadíos y niveles son: primero, la falta de balance normativo en el primer nivel de
atención del reclamo, cuando las empresas de servicio público utilizan infinidad de argumentos
técnicos que el consumidor no conoce o entiende y se transfieren costos a los consumidores (por
ejemplo, contrastaciones); segundo, el limitado alcance territorial de los servicios de concilia­
ción y de los órganos de resolución de conflictos del INDECOPI; tercero, la falta de instancias
para resolver y agilizar los reclamos de menor cuantía y distinguir estos de la justicia administra­
tiva que debe resolver las causas de las autoridades; y cuarto, la indefinición de las causas civiles

2 24
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALIDAD EN LOS MERCADOS

y penales que por su envergadura deben ser vistas necesariamente en el poder judicial, entre ellas
los intereses colectivos y difusos.
Un buen Código de Consumo debe enfrentar estos problemas en forma ordenada, articulada
y coherente y con la mayor variedad de opciones para el consumidor y las distintas autoridades
gubernamentales. La experiencia internacional indica que se requieren de cuantos instrumentos y
mecanismos sean posibles. Los conflictos individuales se pueden resolver en diversas instancias:
en primer lugar, en las propias empresas comerciales y manufactureras; en segundo lugar, en ins­
tancias de las asociaciones de consumidores, de proveedores o conj untas; tercero, en las oficinas de
resolución de conflictos del Estado a nivel nacional, regional y local; cuarto, en sistemas arbítrales
donde acuden en forma voluntaria las partes; y en quinto lugar, en el poder judicial. Las personas
deben libremente elegir cómo actuar, pero el Estado garantizar el acceso gratuito en los órganos
de justicia administrativa estatal. Si se trata de demandas de oficio o por denuncia de terceros que
realizan las autoridades, estas deben ser resueltas ya sea administrativamente, o en las cortes civiles
o penales, según la división en la administración de justicia. La Defensoría del Pueblo debe actuar
cuando la administración pública incumple u omite sus deberes. La justicia debe ser siempre autó­
noma e independiente de las autoridades ejecutivas y rectoras.
Gestión, 1 O de noviembre de 2009.

5 1 E l rol de las asociaciones de consu m idores


En el reciente debate sobre el Anteproyecto del Código de Consumo, algunos asesores de gre­
mios empresariales han salido a apuntar sus dardos en contra de las asociaciones de consumido­
res. En forma virulenta, estos asesores han acudido a los medios a criticar que las asociaciones
de consumidores fomentan la denuncia y el reclamo y que, por lo tanto, no se deben promover.
Descubren que las asociaciones son parcialmente financiadas por las multas administrativas a
los infractores de la ley de protección al consumidor y exigen se les retire este mecanismo de
financiamiento ya que ello favorece las reclamaciones. Descubrieron que el INDECOPI ya
había transferido 600 mil soles al ASPEC -no se sabe si en un año o en sus 25 de existencia-, y
que el anteproyecto generalizaba esta posibilidad a futuro, por lo que exigían su eliminación. En
realidad, lo que están pidiendo es que no tengan financiamiento y desaparezcan.
Pero, ¿cuál es el rol que juegan en la economía las asociaciones de consumidores?
Al igual que las asociaciones empresariales defienden los intereses de los empresarios, las
asociaciones de los consumi dores existen para defender los intereses de los consumidores.
Estos intereses son muy amplios, no van en contra de ninguna empresa, grupo u asociación
empresarial en particular, sino a favor de los usuarios o ciudadanos (principalmente "de a pie")
cuando son engañados, mal informados o abusados por grupos inescrupulosos o inclusive
por la acción o inacción misma del Estado. Si ustedes analizan cuál ha sido la actuación de
oficio de la autoridad del consumo para hacer cumplir las leyes que velan por la idoneidad,
salud e inocuidad de los productos y servicios en el mercado y la comparan con aquellas de
la Asociación Peruana de Consumidores, ASPEC, se quedarán sorprendidos que el ASPEC
ha cumplido un papel muy superior al INDECOPI. ¿Quién ha salido a mostrar estudios y a
denunciar que las balanzas en los mercados pesan en promedio cincuenta gramos menos y que

225
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

los consumidores están siendo engañados? ¿Quién ha salido a denunciar que el bromato de po­
tasio, mal denominado vinagre, y muchos otros productos hacen daño y ha logrado que deban
ser retirados del mercado? ¿Quién ha denunciado y logrado que en los pasaportes y la playa
de estacionamiento del aeropuerto no cobren por encima de los precios legales? ¿Quién está
defendiendo a los consumidores para que los proveedores no se queden en forma arbitraria
con su vuelto? ¿Quién está permanentemente educando a consumidores y proveedores en sus
derechos y en las normas del consumo?
¿Cuantos miles de millones de soles han ahorrado estas acciones a los consumidores
en relación al financiamiento que reciben? Las asociaciones de consumidores existen en todo
el mundo y juegan un rol activo no solo en defender a los consumidores en forma individual,
sino principalmente denunciando las causas colectivas y del bien general. Muchas asociaciones
empresariales se unen a las asociaciones de consumidores para educar y concientizar a sus aso­
ciados de que sus negocios irán mejor si se unen con ellos y respetan las normas y reglamentos
que buscan asegurar la salud, idoneidad e inocuidad de los bienes y servicios. En todos los países
modernos, las asociaciones de consumidores son parcialmente financiadas por fondos públicos,
y en varios de estos no solamente en proporción de las multas de los casos por ellas denunciados,
sino a través de mecanismos similares al drawback que reciben los exportadores. Es decir, el
Estado les devuelve a los consumidores (a través de sus asociaciones) una parte de los impuestos
que pagan por los bienes que consumen.
La República, 27 de octubre de 2009.

m ¿y el usua rio de provi ncia?


L ---·
Una de las mayores carencias de la protección al consumidor en el Perú es su reducido alcance
territorial. La autoridad de consumo no se encuentra presente para hacer cumplir las leyes del
consumo en todo el territorio nacional, ni los consumidores tienen acceso a procedimientos para
reclamar en forma individual por la restitución de su dinero o producto cuando son engañados
por falta de información, veracidad, idoneidad o inocuidad de los bienes y servicios que compran
en sus respectivos lugares de vida.
Esto sucede principalmente porque no existe una adecuada descentralización del Esta­
do para atender la función de proteger al consumidor. Ni siquiera en la Gran Lima los consu­
midores tienen acceso fácil a las oficinas centralizadas del INDECOPI, ni existe un sistema
virtual eficaz que facilite la resolución de los casos. A una persona que vive en zona alej ada
le puede tomar cuatro horas (ida y vuelta) solo para acercarse al INDECOPI a interponer
una denuncia. Las numerosas veces que tendrá que regresar le harán finalmente abandonar su
reclamo. Este tema, tan importante como suena, no ha sido considerado en el nuevo antepro­
yecto del Código del Consumidor.
En todos los países del mundo, la forma como se organiza el Estado y descentraliza
los servicios de prevención, protección y promoción del consumo son fundamentales para que
la economía y los mercados funcionen bien. En el Perú, sin embargo, este proceso no funcio­
na. Desde 1 995 hasta el 2004 se pretendió descentralizar, delegando parte de las funciones del
consumidor paradój icamente a algunas Cámaras de Comercio departamentales. Ante el fracaso
de este sistema, a partir del 2005 hasta la actualidad se ha optado por ir abriendo oficinas del
226
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALIDAD EN LOS MERCADOS

INDECOPI en diversas partes del país -actualmente se tienen trece oficinas pero se proyecta
llegar a treinta en unos años-, pero aun así el servicio no llega a la mayoría de la población. ¿Es
esta la mejor manera de lograr que la protección al consumidor llegue a todas partes del país?
En una revisión de los sistemas territoriales de protección al consumidor en el mundo,
se encuentra que la mayoría de países ha descentralizado e institucionalizado una variedad de
opciones que involucran a las entidades gubernamentales, las asociaciones empresariales y las
asociaciones de consumidores.
En vez de crecer territorialmente a través de oficinas desconcentradas, la mayoría de
los países ha optado por una división del trabajo y competencias entre los distintos niveles de
gobierno. El momento es propicio para hacer algo similar en el Perú. Dos son los ejes de un
buen sistema de protección del consumo: una autoridad rectora central ( INDECOPI) dentro del
gobierno nacional que comparta funciones con los gobiernos regionales y locales en cuanto a las
acciones de prevención, promoción y el cumplimiento de las diversas leyes del consumo en sus
respectivos territorios; y un sistema local de justicia administrativa autónoma que resuelva los
reclamos individuales de los consumidores de menor cuantía, teniendo siempre en última ins­
tancia al poder judicial. INDECOPI podría mantener unas pocas oficinas macro regionales y a
través de ellas compartir sus funciones con los gobiernos regionales y locales en el cumplimiento
de las leyes de consumo, educación y prevención; y paralelamente, impulsar los juzgados locales
administrativos de consumo de menor cuantía enteramente autónomos. Esto serviría también
para seguir construyendo ciudadanía, estado y nación.
El Comercio, 23 de octubre de 2009.

7 Cód igo de consumo y rei ngen iería


i nstituciona l
La legislación y práctica de la protección al consumidor en el Perú ha recorrido un buen tre­
cho pero le falta completar los tramos más difíciles. Desde el punto de vista de los reclamos
individuales de los que compran, la ley ofrece procedimientos que protegen e imponen me­
didas correctivas a quienes infringen los derechos del consumidor. Actúan como autoridades
en la resolución de conflictos de consumo, el INDECOPI y los tribunales de los reguladores:
OSIPTEL, SUNASS, OSINERGMIN y OSITRAN.
De otro lado, desde el punto de vista de los que venden - a pesar que desde 1 990 se
eliminan las regulaciones - la sensatez está haciendo que nuevas normas se instituyan y sean i::i::
o
los Ministerios los que empiecen a velar para que los proveedores ofrezcan productos y servi­ Ci
cios eficaces y seguros a la población. El Ministerio de Transporte, por ejemplo, debe regular �
[/]
y velar por las medidas de seguridad que adopten las empresas de transporte; el M inisterio de z
Salud por la calidad y eficacia de los medicamentos; el Superintendente de Banca y Seguros o
u
por los riesgos de las entidades financieras en la gestión del dinero de los usuarios; el Ministe­ O\
rio de la Producción por los estándares mínimos obligatorios, etc. Todo esto por supuesto para o

preservar la seguridad y salud de los consumidores. Asimismo se están promulgando leyes ]


transversales, como la de productos dañinos y peligrosos, alimentos y bebidas y publicidad, '§-
u
entre otras.
227
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Todo este conjunto de derechos y deberes de quienes compran y venden -aun con to­
dos sus vacíos y deficiencias- no está sistematizado, ni regula unitaria y consistentemente las
relaciones entre consumidores y proveedores. En este sentido, el anuncio de la dación de un
Código de Consumo es un paso positivo para ordenar el terreno y su aplicación.
Sin embargo, los temas más vulnerables de la práctica actual y que el Código de Consumo
debiera enmendar están relacionados con: la aplicación del criterio de consumidor "vulnerable"
en vez de "diligente"; la resistencia de algunas autoridades a hacer cumplir o mal interpretar las
disposiciones sobre las cláusulas abusivas, los contratos de adhesión, la verdad para informar y
los cobros indebidos; el desamparo del consumidor frente a la inexactitud de los pesos y medi­
das; la falta de protección y sanción frente a conductas explotativas de las empresas; la dificultad
para sancionar la introducción de bienes basura y productos peligrosos; la falta de actuación,
captura y lenidad de las autoridades en la tutela del consumidor y el bien general; la pasividad
para enfrentar problemas procesales y de ejecutoria en el sector informal; y la criminalización
del consumidor frente a los derechos de propiedad intelectual.
Más graves aun son el limitado alcance geográfico y territorial de la protección al con­
sumidor, que solo se ofrece en ciertas partes de Lima y algunas provincias del país; el retraso y
demora en la expedición de las resoluciones; y la carencia de un Sistema Nacional de Protección
al Consumidor que articule las instituciones estatales (a nivel nacional, regional y local) con el
sector privado, las asociaciones de consumidores, el mundo académico y la sociedad civil. Ine­
vitablemente, esto es más que un Código del Consumo y requiere de una mejor distribución de
competencias, fortalecer la observancia y un nuevo diseño institucional descentralizado, con una
entidad más rectora que resolutoria de los conflictos de consumo.
La República, 8 de septiembre de 2009.

\ � E l debate entre consum idor razona ble


__,

·
y vul nera ble
L a tutela d e la protección a l consumidor nace e n el Perú con l a apertura del mercado, e n un es­
fuerzo para corregir las imperfecciones originadas por la asimetría informativa y las diferencias
de poder entre proveedores y consumidores, y asegurar una cancha mas pareja entre unos y otros.
¿Cómo debe el Estado evaluar si el consumidor tiene o no la razón en sus quejas?
Tres tipos de tutela son reconocidas en la literatura: la del "consumidor razonable",
la del "consumidor vulnerable" y la que considera las características del mercado, los rasgos
específicos de cada situación y el grado de competencia existente en el mercado.
La tutela del "consumidor razonable" supone que el consumidor actúa con "diligencia
ordinaria": el que busca, se informa, compara y elige, sabe lo que está haciendo. Bajo esta inter­
pretación, a muchos consumidores "no razonables" se les ha negado la protección. En el sector
financiero, por ejemplo, a un prestatario con poco conocimiento de matemáticas financieras le
sería muy difícil entender que su tasa de 4% trimestral podría ser equivalente a una tasa efectiva
anual de 25% o del 50% si se le añade el costo de valuación del colateral y otros gastos y co­
misiones que le cobran. Ni tampoco entendería que al pagar el 95% de su deuda con su tarjeta

228
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALIDAD EN LOS MERCADOS

de crédito se le cargarían intereses al mes siguiente por el 1 00% de la deuda y no por el 5% del
saldo. O si alguien está pagando el total del principal de su crédito contratado bajo un sistema de
cuotas, el abono solo amortiza cuotas futuras y no el saldo del principal con el descuento respec­
tivo de intereses, como él hubiera previsto.
Esto se aplica a servicios técnicos en general, al recojo de encomiendas en servicios
médicos y una infinidad de otros bienes y servicios. En todos ellos la parte probatoria para el
consumidor es sumamente compleja por más simple que sea la transacción comercial. Los ser­
vicios técnicos siempre ponen al consumidor en una situación de vulnerabi lidad, dado que el
consumidor deja el bien por reparar y en muchos casos, cuando va a recogerlo, encuentra un do­
cumento en que el proveedor alude a una cláusula de exclusión por mal uso o similar y, por tanto,
no se puede hacer efectiva la garantía. Lo mismo sucede cuando al recoger una encomienda de
un Terminal y l legar a casa, uno encuentra que no está completa. En ambos casos no se provee
protección al consumidor por falta de evidencia. La carga de la prueba es del consumidor, pero el
sistema no evalúa si el proveedor ofrece mecanismos que faciliten al consumidor la prueba que
necesita. Al final no tiene la razón.
La tutela del "consumidor vulnerable" es completamente diferente, asume la buena fe de
los consumidores en las compras que realiza y el mayor conocimiento y poder de los proveedo­
res, obligando al proveedor a ser muy claro y transparente en la utilidad de lo que ofrece y las
condiciones del mismo. Esto funciona en lugares con baj os niveles de lectura y escritura, largas
horas de trabajo y otras obligaciones donde hay ignorancia o falta de tiempo para leer densos
contratos o chequear la calidad de los bienes y servicios. Los consumidores no serían culpabili­
zados de lo que compraron por no actuar en forma diligente.
La tutela que considera las características del mercado, los rasgos específicos de cada
situación y el grado de competencia existente en el mercado es la más balanceada. No concibe
la protección como un mero problema de información y coloca al juez administrativo en la obli­
gación de evaluar las circunstancias. No busca, por lo tanto, proteger a consumidores irrespon­
sables ni desproteger a los vulnerables. No deja al consumidor desamparado bajo el argumento
que fue informado o debiera ser diligente antes de comprar o contratar.
Adaptado de Santiago Roca y Eva Céspedes. "La ley y las prácticas de protección al consumidor
en Perú". Revista de Gestión y Política Pública. Volumen XX, número 2, 20 1 1 .

Los contratos y las cláusulas a busivas


Si bien los contratos estándar son un importante instrumento que posibilita masivas transaccio­
nes comerciales, ellos a veces establecen desbalances a favor de los que escriben las cláusulas
generales y/o de adhesión, afectando la libertad contractual y la autonomía privada. En este
sentido, estos contratos deben adecuarse a los sistemas de protección al consumidor para que se
inspeccionen y encuentren un mejor balance en sus contenidos.
El Sistema de Protección al consumidor en el Perú no ha sido indiferente a este escenario
y ha aplicado sanciones y penalidades a contratos estándar que incorporan prácticas coercitivas.
Hay, por ejemplo, el caso de un banco que ofrecía puntos a sus usuarios de sus tarjetas de crédito,
estos puntos podrían ser canjeados por productos y servicios consignados en el correspondiente

229
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

catálogo. El beneficio era gratuito y se otorgaba de manera automática al requerimiento del


cliente. Luego de dos años, el Banco informó de manera indirecta que la administración de estos
puntos tendría un costo, asumiendo que el silencio del consumidor era señal de aceptación, car­
gando a todas las tarjetas de crédito un importe de S/. 1 2 mensuales por el servicio. El banco en
sus descargos señaló que las cláusulas de los contratos de las tarjetas de crédito permitían modi­
ficar las condiciones del trato y que era suficiente informar al consumidor con una anticipación
de treinta días. Los comisionados sancionaron esta práctica indicando que las modificaciones a
los contratos de las tarjetas de crédito están referidas a las condiciones directas del servicio de
crédito, vale decir al monto de la línea de crédito, las tasas de interés, los plazos de vencimiento,
entre otros, y no al sistema de premios por puntos.
Las playas de estacionamiento son otro caso interesante. A pesar de cobrar por el servicio,
pretendían exonerarse de responsabilidad ante el robo total o parcial de los vehículos, al colocar
avisos al interior de la playa informando al consumidor que no se hacían responsables por los
robos en la paya. Los comisionados no aceptaron este tipo de práctica abusiva.
De otro lado, hay sectores en los cuales las cláusulas generales de contratación no son
cuestionadas o supervisadas en la práctica. La Ley de Protección al Consumidor en Servicios
Financieros autorizó y facultó a la SBS a identificar las cláusulas abusivas e instaurar normas de
carácter general que prohíban su inclusión en el futuro. Sin embargo, aun al final del 2009 no se
ha cuestionado ninguna cláusula demostrando el poco interés y quizás la captura del regulador.
Tomado de Santiago Roca y Eva Céspedes. "La ley y las prácticas de protección al consumidor en
Perú". Revista de Gestión y Política Pública. Volumen XX, número 2, 20 1 1 .

1 O Los bienes basura , está ndares


1
--
y regla mentos técn icos
Los bienes y servicios pueden ser clasificados bajo tres categorías principales: los que amenazan
la seguridad, integridad y la salud de los individuos; los que sin ser dañinos o peligrosos son
inútiles o afectan la buena fe o dignidad de los consumidores; y los que se diferencian en calidad
y características para adecuarse a las distintas necesidades y gustos de estos.
En la primera categoría, el Estado normalmente actúa para prevenir el daño a los consu­
midores. Los "buses camión" son de manera comprobada peligrosos en las rutas y deben ser de­
tenidos e impedidos de transitar. Medicamentos adulterados y peligrosos deben ser confiscados.
Juguetes y útiles de oficina con plomo y cromo deben ser retirados del mercado. En todos estos
casos se requiere la intervención directa de los ministerios correspondientes (salud, industria y
otros) para elaborar reglamentos técnicos y normas que salvaguarden la vida y la salud de los
consumidores (casas que no se derrumben, llantas que no exploten en la carretera) y de las insti­
tuciones que operan y fiscalizan el cumplimiento de esos reglamentos técnicos.
Los bienes basura, o bienes que afectan la buena fe comercial y dignidad de los consu­
midores, rompen la confianza institucional en el mercado pero son muy difíciles de proteger en
países cuyas autoridades de consumo favorecen el enfoque de consumidor razonable o diligente.
Los países que practican el enfoque de consumidor vulnerable están mejor armados para sancio­
nar este tipo de prácticas.
230
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INST!TUCIONALIDAD EN LOS MERCADOS

En la tercera categoría, el Estado deja al mercado libre pero promueve un buen manejo de
la información y un sistema voluntario de evaluación de la conformidad acerca de la calidad de
los productos y servicios en el mercado. Los consumidores y productores son libres y trabaj an
bajo un sistema voluntario de certificación y acreditación de la calidad, el cual en el Perú todavía
está muy subdesarrollado.
En el Perú, en la década de los 90 y comienzos de la siguiente, la mayoría de autoridades
abdicaron de sus funciones regulatorias normativas y ejecutorias, bajo el principio que el libre
mercado determinaba los diferentes bienes y servicios producidos. Bajo este enfoque, los pro­
ductores y los consumidores eran libres para escoger qué producir o comprar sin necesidad de
ninguna regulación o estándar. No había nada malo en el hecho de que algunas compañías pro­
dujeran bienes basura (zapatos de cartón o tomacorrientes de cinco horas de uso). Si el servicio
de transporte amenazaba la vida de los pasajeros, se asumía que estos se darían cuenta y en e l
largo plazo n o usarían este tipo d e servicio. Los problemas s e resolverían solos e n e l mercado y
se señalaba que era preferible que los consumidores tuvieran acceso a bienes y servicios de pobre
calidad y bajo precio, a que no tuvieran nada.
El enfoque fue distinto en el período 2004-2006. La autoridad del consumidor fomentaba
la diferenciación de los productos y servicios en calidades para faci litar su libre acceso a diversos
estratos económicos de la población, pero a su vez promovía las buenas prácticas y ej ercía l a
tutela del consumidor e n forma proactiva cuando s e trataba d e productos que atentaban contra l a
seguridad, integridad e inclusive dignidad y buena fe d e los consumidores.
El problema, sin embargo, era el deficiente sistema de normalización y evaluación de la
conformidad existente. El Perú era y sigue siendo uno de los países de América Latina con e l
menor número d e normas y reglamentos técnicos obligatorios y tiene además una infraestructura
técnica e institucional desactualizada y obsoleta. El sistema de certificación y acreditación es
débil y la trazabilidad difícil de probar. Cuando la Comisión de Protección al Consumidor, por
ejemplo, ordenó la inspección de plomo, cromo y cadmio en útiles de escritorio, se recogieron
diversas muestras y se l levaron a los laboratorios de la autoridad sanitaria. Los resultados sugi­
rieron una alta concentración de plomo, cromo y cadmio y se entabló un procedimiento ex oficio
contra el proveedor manufacturero. El caso fue sancionado en primera instancia pero revocado
en la apelación al Tribunal debido a cuestionamientos acerca de la calidad del reporte técnico del
laboratorio. El ejemplo muestra solo uno de los problemas que los consumidores enfrentan en la
práctica para proteger sus derechos: la falta de la mínima infraestructura técnica para hacer que
el sistema funcione.
Adaptado de Santiago Roca y Eva Céspedes. "La ley y las prácticas de protección al consumidor
en Perú". Revista de Gestión y Política Pública. Volumen XX, número 2, 20 1 1 .

1 1 C i ncuenta g ra mos menos


Hace unos días, la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios, ASPEC, una entidad de la
sociedad civil sin fines de lucro, presentó al país una investigación de campo en donde encontró
que el 49,32% de las balanzas revisadas en diversos mercados de Lima y Callao, no cumplen
con las especificaciones de peso. Utilizando un procedimiento técnico normalizado con pesas
23 1
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

calibradas que cuentan con certificado oficial del Servicio Nacional de Metrología, se verificó
que estas balanzas pesaban entre 1 2,5 a 300 gramos menos de lo que debían pesar.
En un cálculo basado solo en la venta de papa, un producto de bajo valor por unidad de
peso (un sol a dos soles por kilo), ASPEC calcula que los consumidores estarían siendo estafa­
dos en alrededor de 268 millones de soles al año. Si a ello se le agrega que en los mercados se
venden múltiplos productos y muchos de ellos con mayor valor por unidad de peso (carne, diez
a veinte soles por kilo; huevos, tres a cinco soles por kilo; frutas, dos a ocho soles por kilo; entre
otros), las pérdidas de los consumidores podrían fácilmente sobrepasar los tres mil millones de
soles al año.
¿Qué pasa en el país que no existen autoridades responsables de velar por los pesos y las
medidas en los mercados? La respuesta es muy simple: de un tiempo a esta parte, los últimos
gobiernos han promovido la desregulación y la no intervención del Estado en la economía, en la
creencia que los problemas entre compradores y vendedores se deberían resolver solos. Por ello
fue que se derogaron dispositivos legales y se cerraron instituciones del Estado como el ITIN­
TEC, al cual se parte y se le quitan competencias, entre ellas las referidas a la verificación de
los pesos y medidas en los mercados. Tiempo después -frente a las protestas- la ley orgánica de
municipalidades autoriza a los municipios a que legislen, operacionalicen, controlen y fiscalicen
los pesos y medidas, pero no se les asigna presupuesto, no se promulga una ley marco, ni se les
permite cobrar por dicho servicio. De esta forma se "entierra al muerto". Ni siquiera se faculta a
la Comisión de Protección al Consumidor del INDECOPI para que en nombre de los consumi­
dores actúe en forma colectiva.
En el 2005, desde el INDECOPI, presentamos al país una propuesta de ley para resolver
el problema. Todo medio de medición utilizado en operaciones de carácter comercial o industrial
deberá encontrarse verificado, con arreglo a los términos y especificaciones que dicte el Servicio
Nacional de Metrología. Las personas naturales o jurídicas verificadoras -privadas- deberían ser
previamente autorizadas o acreditadas y estarían empoderadas para otorgar sellos respectivos de
verificación. Los proveedores o propietarios de los medios de medición serían los responsables
por el correcto funcionamiento de estos instrumentos. Los gobiernos locales serían los facultados
para fiscalizar y sancionar la no observancia de las normas metrológicas. Se estaba proponiendo
un sistema integral, público-privado, con órganos rectores, y aplicación y fiscalización local y
descentralizada.
Nada de esto satisfizo a los talibanes del mercado y creyentes de la libertad absoluta (ley
de la selva), los problemas de pesos y medidas se deberían resolver libremente, sin regulación
ni normas. Como consecuencia de ello, se descartó la propuesta en el Ejecutivo y se boicoteó su
aprobación en el Congreso.
Cuatro años después, una entidad de la sociedad civil es la que tiene que sacar la cara
por los consumidores. ¡Que bien por ASPEC! , ¿pero dónde está el Estado? ¡Que vergüenza para
todos estos técnicos y políticos que legislan o dejan de legislar en función exclusiva a ideologías,
en vez de en la ética, la justicia y la práctica de la situación!
La República, 2 1 de julio de 2009.

232
IV. FUNCJONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALJDAD EN LOS MERCADOS

Es tu rno del consu m idor: q ueda mos


--

desproteg idos de los precios a busivos


\

Hace pocos días, dentro del paquete de medidas para la implementación del TLC, el gobierno
aprobó la nueva ley de represión de conductas anticompetitivas, Decreto Legislativo 1 .034, la
cual sustituye los DL 701 y DL 807 de defensa de la libre competencia.
Paradój icamente, en vez de reforzar la institución de la libre competencia y pro­
hibir y sancionar el abuso de la posición de dominio que señala el Artículo 6 1 de la
Constitución de la República y los DL 7 0 1 y 807 hasta entonces vigentes, el nuevo Decreto
Legislativo 1 .034 elimina la posibilidad de que la autoridad nacional de competencia vea
casos de abuso de posición de dominio referidos a "precios abusivos". ¿Se han dado cuenta
en realidad los gobernantes que al suprimir la actuación del Estado en este problema, se
está fomentando de manera indirecta que los agentes del mercado tomen la justicia por sus
propias manos?
El tema de los precios abusivos es clásico en la literatura económica y en la práctica
del funcionamiento de los mercados. Hace cerca de tres siglos, por ej empl o, los pobladores de
Connecticut y otros Estados de los Estados Unidos se sublevaron contra sus autoridades por
la inacción de estas frente a las abusivas tasas de interés que cobraban algunos intermediarios
financieros. Ello llevó a la dación de las l lamadas leyes "contra la usura" (muchos Estados las
mantienen hasta el día de hoy), las cuales l imitaron los precios máximos de la intermediación
financiera. Otros países, la mayoría de ellos europeos, en vez de decretar leyes específicas
ad-hoc, han preferido instituir leyes de competencia que prohíben y sancionan en forma
transversal (todos los sectores) el abuso de posición de dominio en la forma de precios
abusivos. De esta manera, el Estado actúa en su rol de defender y promover la competen­
cia sin explotar indebidamente a los consumidores, protegiendo así uno de sus derechos
fundamentales.
En el Perú, los lobbies de intereses de los grupos de poder que redactan las leyes se co­
locan encima de la realidad sin que aparentemente el gobierno se dé cuenta de ello. INDECOPI
ha declarado que no está facultado para admitir ni recibir denuncias contra precios abusivos. No
hay en realidad instrumentos para hacer preservar el buen funcionamiento y evitar la existencia
de precios abusivos en los mercados. ¿Pero qué dicen, dándose cuenta o no, las diversas perso­
nalidades y agentes del mercado? Aldo Mariátegui, en su columna del diario Correo del 22 de
julio pasado, señala: "una cosa es ser liberal y otra tonto", "me parecen leoninos los márgenes de
casi 64% que actualmente ganan los griferos que venden gas", "se deben evitar los abusos en el
libre mercado"; e inclusive se anima a decir "no es lo mismo pagar S/.4,30 por galón que diga­
mos S/.3 ,50 . . . el grifero siempre ganando bien pero ya no un obsceno 64%". Lourdes Alcorta,
del Partido Popular Cristiano, tratando el tema de los precios de los pasajes interprovinciales en
fiestas patrias, ha salido a presentar una propuesta para l imitar estos precios abusivos. Cuatro
años atrás, Javier Diez Canseco y la Confederación Unitaria de Trabajadores, CUT, demandaron
a las AFPs por precios abusivos y obligaron al INDECOPI a hacer una serie de recomendacio­
nes que luego motivaron el accionar de la SBS y del Congreso, permitiendo luego la entrada de
AFP Prima y Ja disminución sustantiva de los precios (comisiones que cobraban las AFPs). Hace
pocos días, las cámaras de televisión mostraban decenas de pasajeros destrozando las lunas del

233
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Terminal Terrestre de Huancayo en protesta por los precios abusivos que las empresas de trans­
porte cobraban en ese momento.
¿No sería mej or restituir y fortalecer una institucionalidad y normativa que promueva la
competencia y proteja a los consumidores de conductas abusivas en el mercado?
El Comercio, 1 2 de agosto de 2008.

¿Quién responde por los usua rios?


L a semana pasada asistimos a l acto culminante d e una serie d e desaciertos e n l a delicada rela­
ción que existe entre los servicios financieros ofrecidos por los bancos y los consumidores de
dichos servicios: la puesta en circulación, en el sistema, de dólares falsificados, con la preten­
sión bancaria de que los consumidores asuman la pérdida en caso tuvieran en su poder algunos
de estos billetes, sin importar que pudieran ser los bancos los responsables de la puesta en el
mercado de estos.
Esta manifestación clara de lo que los clientes y usuarios significan para las entidades
que prestan servicios bancarios y financieros, no es más que una de tantas otras actitudes de
desprecio y desconsideración con los usuarios. Desde el inicio de actividades del INDECOPI,
en 1 992, los servicios bancarios y financieros ocupan el primer lugar en las estadísticas de ser­
vicios más reclamados por los consumidores. Hace trece años que los consumidores alertan a
las autoridades que el servicio bancario, y las condiciones en que este se presta, son una clara
falta de respeto a la dignidad del consumidor, un desconocimiento de sus derechos reconoci­
dos por la Constitución y la ley.
Por los órganos funcionales del INDECOPI han pasado innumerables casos de abuso
en el servicio que se derivan, por ejemplo, de la inadecuada información que se brinda y que
lleva a que a los consumidores se les obligue a asumir compromisos a los cuales nunca se
comprometieron: información engañosa en cuanto al costo del dinero -tasas de interés- que
encubren los denominados "costos administrativos"; comisiones y cargos no anunciados; in­
diferencia con relación al fraude en la utilización de tarj etas de crédito o débito, pretendiendo
trasladar al consumidor las debilidades de un sistema en el que interviene el banco interesado
en la operación, el intermediario de la tarj eta y el establecimiento comercial, todos los cuales
ganan comisiones por la administración del sistema; el manejo inadecuado de las CTS, de ca­
rácter intangible para el trabaj ador; el desconocimiento del derecho a pre-pagar obligaciones
sin tener que ser penalizado por los intereses dejados de correr; los defectos de la transferencia
electrónica de fondos; entre muchos otros. La lista podría ser interminable, pero la constante
no hace más que ratificar el escaso o nulo valor que el sistema bancario asigna al cliente en la
prestación de estos servicios.
¿Debemos permanecer indiferentes? ¿Deben las autoridades mantener una actitud de
contemplación de los hechos? El INDECOPI está convencido de la necesidad de la efectiva
y real protección del consumidor, lo que implica una permanente supervisión de la actividad
bancaria y el desarrollo diligente de acciones de fiscalización y tutela de los consumidores
en el marco de la ley. Asimismo, está convencido de que urge una reforma integral de la Ley
de Bancos y Entidades del Sector Financiero.

234
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCJONALIDAD EN LOS MERCADOS

La ley vigente fue modificada en 1 998 para garantizar la solidez del sistema financiero,
evitando la toma de riesgos desmedidos en la gestión de estas instituciones en áreas tales como
el riesgo de variación de tasas de interés, el riesgo de crédito, el riesgo de liquidez, el riesgo
de mercado el riesgo de moneda extranjera, el riesgo de insolvencia de capital, el riesgo de las
operaciones fuera de balance, entre otras, y de esta forma brindar mayor confianza y seguridad
a los proveedores o depositantes de fondos en el sistema. Este objetivo inicial ha sido en gran
medida cumplido. El sistema financiero no muestra signos de preocupación en la administración
de sus activos y pasivos.
La situación, sin embargo, es diferente en cuanto a los objetivos para fomentar la compe­
tencia y proteger al usuario o consumidor. En estos dos aspectos la ley actual debe ser revisada.
En el primer tema, es importante simplificar las barreras de entrada de nuevas empresas al mer­
cado, evitar los comportamientos y las concentraciones anticompetitivas y asegurar relaciones
de transparencia entre instituciones financieras y otros negocios no financieros. En el tema del
usuario o consumidor, se tiene que brindar mejor información sobre tasas de interés y la forma
como estas son comunicadas a los usuarios, definir la procedencia de los denominados costos
administrativos y otras comisiones, reforzar las facultades de la SBS para seguir aprobando
administrativamente los contratos de adhesión, incorporar sanciones y medidas correctivas para
conductas ilegales y, entre otros, definir el rol de la SBS en la protección previa de los derechos
de los consumidores y variación unilateral de los contratos.
El tema de promover la competencia puede esperar, pero la atención de los derechos de
los consumidores debe ser revisada lo antes posible por la tremenda asimetría que existe entre
los bancos y sus usuarios y porque la realidad nos está mostrando las innumerables quejas y
reclamos de los consumidores.
El Comercio, 1 1 de abril de 2005.

1 4 11 La protección que el Perú reclama


Hoy es el Día Mundial del Consumidor, que todos celebramos. Los consumidores, como dijera
John F. Kennedy, están afectados por cada acto público y decisión privada. Sin embargo, su ca­
pacidad para hacerse escuchar y respetar es muchas veces limitada.
La protección al consumidor es un instrumento que reconstruye el equilibrio que debe
existir en el mercado. En el Perú, el INDECOPI tutela a los consumidores y trabaja en la
defensa de sus derechos cuando son afectados. Este Día Mundial del Consumidor nos en­
o::
e
cuentra trabajando en sentido estricto de lo público, en forma proactiva, actuando de oficio y o

:2
sancionando las infracciones severamente cuando corresponde. El INDECOPI ha propuesto
cambios normativos que requiere el sistema: la Ley de Defensa de la Competencia, la Ley de ::i
r/}
Represión de la Competencia Desleal, la Ley de Acreditación, Normalización y Metrología, y z
o
la Ley Marco del Sistema Nacional Descentralizado de Protección al Consumidor, las cuales, u
además de proteger la inversión y favorecer la estandarización y calidad de nuestras exporta­
dores, protegen y amplían el alcance geográfico de la protección al consumidor, garantizando
que la competencia le beneficie.

235
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Se está exigiendo a los anunciantes informar adecuadamente los intereses que cobran,
para facilitar la comparación entre pares y poner en evidencia los intereses de usura que cobran
algunos proveedores. Se promueve la seguridad en el uso de tarj etas de crédito, exigiendo que
los establecimientos identifiquen a los portadores de estos documentos. Se está velando para
que los colegios y los transportistas cumplan con la ley y asegurar el acceso a la educación y la
seguridad de pasajeros. Se alerta y se actúa en contra de los servicios y productos peligrosos.
Se actúa contra tasas ilegales e irracionales que colocan las instituciones y los distintos niveles
de Gobierno.
¿Es esto suficiente? No. Por ejemplo, en los próximos días, los consumidores se verán
enfrentados a una posible alza en el precio del gas, por la paralización temporal del gasoducto
que transporta el gas de Camisea. De darse esta situación, ¿los consumidores deben pagar por
el mal trabajo de los constructores, la ineficiencia de supervisión del Estado o la ganancia de
los proveedores? Estamos convencidos de que los consumidores no deben verse afectados y su
economía debe ser protegida, más aun cuando son ellos los que han contribuido a financiar en
los recibos de luz la construcción del gasoducto. Esta visión de la producción al consumidor, en
la que se actúa tanto frente a actos públicos como privados, es la que reclama el Perú. Si por esta
visión se nos critica, nos sentimos satisfechos.
El Comercio, 15 de marzo de 2006.

@ Descentral ización de la protección


al consum idor
"Los consumidores son e l primer grupo económico que afecta y e s afectado por
casi toda decisión económica, pública y privada de los países. Sin embargo, es el
único grupo cuyas opiniones a menudo no son escuchadas"
John F. Kennedy

Desde que INDECOPI tiene existencia, una de sus labores prioritarias ha consistido precisamen­
te en la defensa de los derechos de los consumidores, no solo desde las funciones que desempeña
la Comisión de Protección al Consumidor, sino también a través de las otras comisiones y órga­
nos funcionales, cuyas decisiones tienen como objetivo generar efectos a favor de los consumi­
dores y del desarrollo de la economía social del mercado.
Tomamos conocimiento del sentir de la población frente al respeto de sus derechos y
observamos que el consumidor peruano aún no se siente protegido adecuadamente. Por ello se
está haciendo un viraj e en la visión del servicio para acercamos más a la población y responder
de manera eficiente a sus necesidades.
Entre las acciones recientes se tiene: los órganos resolutivos de INDECOPI han
reforzado la interpretación de la norma que reconoce el derecho de los consumidores a
efectuar pagos anticipados en sus créditos; se ha reformado el criterio de análisis de res­
ponsabilidad en los consumos fraudulentos con tarj etas de crédito, que hasta hace poco
no contemplaba a los l ocales comerciales, lo cual negaba una solución efectiva a los con­
sumidores; se ha incorporado a proveedores del sector bancario y financiero que no eran

236
IV. FUNCIONAMIENTO, REGULACIÓN E INSTITUCIONALIDAD EN LOS MERCADOS

considerados en el análisis de este tipo de casos; se han priorizado actividades preventivas


y de oficio de cumplimiento de la l ey; se ha propuesto a la Superintendencia de B anca
y Seguros una reforma del reglamento de tarj etas de crédito para identificar mej or a los
portadores; entre otras actividades.
De otro lado, los problemas de consumo no solo ocurren en Lima y unas cuantas pro­
vincias del país, sino que se presentan en todo el territorio nacional, sin distingo de clases o
condiciones sociales. Por eso se ha tomado la decisión de llevar la protección al consumidor
en forma progresiva a todos los rincones del país, y en esta tarea estamos evaluando la posibi­
lidad de contar con el apoyo y competencia de los gobiernos locales, que son quienes están más
cerca de la población.
La experiencia que tienen Jos casi dos mil municipios a nivel nacional , su cercanía
a la población, su conocimiento de cada realidad l ocal, nos lleva a afirmar que Ja descen­
tralización efectiva podría realizarse a través de estos niveles de gobierno.
Para ello, con apoyo de la cooperación suiza a través del Programa COMPAL, se está ini­
ciando un proyecto piloto con municipios para poder evaluar la delegación gradual de facultades
y mejorar el modelo de gestión actual.
Por ello, saludamos con agrado y expectativa Ja decidida participación en este pro­
yecto de Jos señores alcaldes de Huaraz, Chimbote, Arequipa, Ayacucho, Tarapoto, Indepen­
dencia, San M iguel, Villa El Salvador, Jesús María y Carmen de Ja Legua.
Esperamos que este proyecto se constituya en la piedra angular para el estable­
cimiento de un Sistema Nacional Descentralizado de Protección al Consumidor, que se
fundamentará primordialmente en e l trabaj o conjunto con los gobiernos locales para lo­
grar e l obj etivo de brindar servicios eficientes, de calidad y que den solución real a los
problemas de los consumidores en todo el territorio nacional.
Extractos del discurso de Santiago Roca en el Día del Consumidor,
1 5 de marzo de 2006.

O'I

]
'§.
u

237
- Q U I NTA PARTE

Quince años de pronósticos


eco n ó m i cos y e m p resa ri a l es
( 1 9 8 5-2000)
Orientación al lector

Los artículos incluidos en esta parte del libro


tienen características diferentes a los incorpo­
rados en las primeras cuatro partes. En estas, la
mayoría de los artículos son cortos, opinan o
critican la situación de una materia específica
y proponen recomendaciones de políticas pú­
blicas o de acciones que habría que tomar para
enmendar rumbos. Las propuestas mantienen
su actualidad ya que la mayoría de los proble­
mas analizados siguen vigentes y sus solucio­
nes o rectificaciones están todavía por llegar.
En el caso de esta quinta parte, los ar­
tículos parten de modelos macroeconómicos
que el autor desarrolló y con los cuales hizo
el seguimiento de la situación de la economía
peruana a lo largo de la década de los noven­
ta, a veces haciendo pronósticos económicos y
empresariales y otras criticando la política ma­
croeconómica y social del gobierno de tumo.
Se parte del "famoso" artículo que publicó el
diario El Comercio en 1 989, y que el APRA
utilizó maquiavélicamente en las elecciones
presidenciales de 1 990, donde se pronosticó
que la inflación ese año podría llegar a más de
30.000 por ciento si se aplicaba un programa
de shock que incrementara los precios públi­
cos controlados y atara la devaluación del sol
a la inflación del mes anterior (el APRA utilizó
un spot televiso mostrando el "fantasma" del
30.000 por ciento de inflación, el cual enrostró
al candidato Mario Vargas Llosa y que final­
mente aterrorizó a la gente).
A partir de allí, los artículos empiezan
a analizar qué podría haber pasado con la eco­
nomía si se optaba por un shock pre-anunciado
240
versus un programa gradual ("Efectos de un actual es diferente y la política macroeconó­
shock anunciado"); cuáles podrían haber sido mica enfrenta otros problemas. Segundo, los
los efectos del "tarifazo" de precios públicos artículos permiten abrir la mente de los ac­
que decretó el Presidente Fuj imori a los po­ tuales responsables de la política económica
cos que días que subió al poder en julio de y del público en general en que no existen
1 990 ("Atrapados sin salida"); o las disputas dogmas, ni recetas mágicas y que siempre hay
que podrían haber existido al privilegiar el alternativas que pueden conducir a la nación
gobierno el pago de la deuda en vez de la res­ a mej ores puertos. Lamentablemente, con las
tauración del tipo de cambio real, los salarios realidades humanas y sociales no se puede ex­
y el gasto público? ("Fuego cruzado"). Los perimentar porque la vida o muerte no puede
artículos analizaban sucesivamente, con la retroceder, pero por lo menos permite conocer
ayuda de los modelos econométricos: el éxito qué hubiera sucedido si la política económi­
de la supuesta reforma tributaria, el retraso de ca se hubiera manejado en forma diferente.
la llegada del Grupo de Apoyo, la estrategia Tercero, el análisis basado en simulaciones
de reinserción al mundo, la afluencia de fluj os es muy útil para tomar decisiones siempre y
de capitales, el uso de políticas monetarias o cuando se vayan afinando los modelos ma­
:fiscales contractivas o expansivas, y el dilema croeconómicos (como el autor hizo a lo lar­
de la inflación. Más adelante se aborda: la ne­ go de esa década), ya que las realidades van
cesidad de afinar el programa, mej orar el tipo cambiando y los efectos de las políticas ma­
de cambio real, los efectos de la privatización, croeconómicas son distintos en cada momen­
las opciones alternativas de estabilización, la to en el tiempo. Cuarto, el valor histórico de
necesidad de invertir y exportar, el incremen­ estos artículos puede ser significativo para en­
to del ahorro y la productividad, hasta llegar tender la trayectoria económica del país y para
hasta fines de la década de los noventa, simu­ apreciar cómo el monitoreo macroeconómico
lando políticas económicas activas que desde de corto plazo puede contribuir a la mejora de
el MEF promovieran la producción e hicieran las decisiones económicas. Por último, estos
del Banco Central una autoridad capaz de en­ análisis, ejercicios y simulaciones pueden ser
frentar los ataques especulativos y cualquier comprendidos como estudios de casos de po­
posible pérdida de confianza momentánea del lítica económica en entornos altamente volá­
sistema :financiero. tiles, cuyo valor para profesores, empresarios,
El compendio de artículos de esta quin­ funcionarios y estudiantes ayuda al entendi­
ta parte del libro se diferencia de los artículos miento de nuestras economías.
anteriores en, primero, que en la actualidad Es así que la naturaleza de los artículos
es imposible replicar las políticas económicas que siguen a continuación se diferencia de la
de esos años y/o sus alternativas; la realidad información entregada previamente al lector.
24 1
CAPÍTULO 20
Los finales de los 8 0 y comienzos de los 90

CAPÍTULO 2 1
Los mediados y finales de los 90
Los finales de los 8 0
y com 1enzos de los 90

\Í_.,\ Entre el shock y el prog rama bisa g ra


�---/ en 1 990
En este ejercicio se plantean dos escenarios de manejo de Ja política económica durante el año
1 990. En el primer escenario se continúa con la política actual desde enero de 1 990 y se efec­
túa un shock del tipo de cambio a partir del 28 de julio; y en el segundo escenario se llega a un
acuerdo bisagra entre todos los partidos políticos que se implementa a partir de enero de 1 990,
de acuerdo a los lineamientos abajo especificados.

1 .1 Escenario ti po shock
El programa shock está destinado, a partir de agosto de 1 990, a equilibrar en forma rápida las
cuentas internas y externas del país y contempla -entre los varios supuestos de manejo de la
política económica- un aumento mensual promedio de 20% en los precios de los productos
controlados hasta julio de 1 990, para luego experimentar -con el nuevo gobierno- bruscos au­
mentos de 250% en agosto, y 293% en septiembre de 1 990, y finalmente reajustes mensuales
calculados en 90% de la inflación del mes anterior. El tipo de cambio del mercado único se
devaluaría 1 2% mensual hasta julio de 1 990, elevándose en 1 .500% en agosto de 1 990 para
posteriormente devaluarse mensualmente en 95% de la inflación del mes anterior. Las tasas de
interés se mantienen en sus niveles actuales hasta julio de 1 990, y a partir de agosto de 1 990 se
elevan lo suficiente para que la tasa de interés real sea positiva; la emisión primaria se restringe
reduciéndose significativamente la impresión de dinero; se reduce el cértex y se liberaliza el
comercio exterior y el sector financiero; se decide el pago de una parte importante de la deuda
externa; se reduce el tamaño del sector público a través de la caída de sus remuneraciones; y
finalmente se aumenta un tanto la presión tributaria.

243
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Indica Roca que el objetivo de estas medidas, entre otras, busca modificar los precios
relativos y elevar el tipo de cambio real y los precios de los productos controlados en términos
reales a niveles semejantes a aquellos que existían en julio de 1 985. Además, se desea restablecer
la competitividad de los productores.
Los resultados de este escenario muestran un estancamiento del PBI, el cual decrece
0,9 %, un mejoramiento del tipo de cambio real y de los precios de los productos controlados en
términos reales, una acumulación de reservas internacionales netas de 2.000 millones de dólares
y por primera vez, un superávit económico del sector público de 0,70 % del PBI. Baj o este es­
cenario se cierran en 1 99 1 las brechas externa y fiscal, y se logra la estabilización de los precios
relativos a costa de una fortísima aceleración de la inflación, que alcanza a más de 30.000%
en 1 990 y cerca del 3 .400% en 1 99 1 . Recién en 1 992 y 1 993, se reinicia una nueva etapa de
crecimiento con precios estables. Los costos sociales y la capacidad de sobrevivencia en este
escenario son impredecibles.

1 . 2 Escenario ti po bisa g ra
El otro escenario planteado por Roca considera un acuerdo entre los diferentes sectores repre­
sentativos del país, en la ejecución de un programa económico "bisagra" menos traumático que
el shock, y que se aplicaría firmemente desde diciembre de 1 989 hasta unos doce meses después
de la asunción al poder del nuevo gobierno. El nuevo gobierno, cualquiera que fuere este, tendría
que comprometerse a respetar dicho acuerdo.
El programa económico bisagra estaría constituido por las siguientes medidas: una deva­
luación del tipo de cambio M UC de 450%, 200% y l 00 % durante los meses de enero, febrero
y marzo de 1 990, respectivamente, y luego, devaluar mensualmente un promedio entre el 80%
y 95% de la inflación ocurrida en el mes anterior; los precios de los productos controlados se
ajustarían en 200%, 1 20% y 80% durante los meses de enero, febrero y marzo de 1 990, re­
ajustándose a partir de abril de 1 990 en 90% de la inflación del período anterior. Las tasas de
interés se elevarían para asegurar una rentabilidad real positiva mínima muy cercana al cero por
ciento; la emisión primaria y de la oferta monetaria gobernada por el BCR se manejaría mucho
menos rígidamente que en el escenario de shock anterior, inyectándose un moderado volumen
de medios de pago a la economía nacional. Asimismo, se pagaría una proporción menor de la
deuda externa; se buscaría mejorar la eficiencia del sector público y mantener el nivel real de
sus remuneraciones a diciembre de 1 989; no se reduciría el cértex; no se realizaría una apertura
comercial no financiera con el exterior, y se haría un esfuerzo para mejorar la presión tributaria
tan caída a menos en 1 989.
Los resultados de este escenario bisagra, si bien también tiene un costo elevado, muestran
diferencias significativas con el escenario de shock: el PBI caería cerca del 3% en 1 990, pero
se incrementaría en más del 8% en 1 99 1 , la inflación llegaría a alrededor de 7.000% en 1 990,
pero descendería al 2 1 5% en 1 99 1 ; los tipos de cambio real y los precios controlados reales no
estarían ya distorsionados y sus niveles permitirían el cierre de las brechas fiscal y externa. El
nivel de reservas internacionales netas serían alrededor de 1 .500 millones de dólares en 1 990 y
cuatro mil millones en 1 99 1 ; el déficit del sector público alcanzaría alrededor del 3% y 1 % del
PBI en 1 990 y 1 99 1 , respectivamente; la emisión primaria y oferta monetaria estarían volviendo
a recuperar sus niveles pre-inflacionarios.

244
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARIALES ( 1 985-2000)

Señalan en ESAN que los resultados de este escenario bisagra evidencian su superioridad
sobre el escenario de continuación de la política actual hasta julio de 1 990 y la aplicación de una
política de shock a partir de esa fecha.
La superioridad de este escenario estriba en el tiempo que gana el país para reducir la
inflación, alinear los precios relativos y asegurar niveles de tipo de cambio real y precios reales
que le aseguren superávits en sus cuentas fiscales y externas. La superioridad también radica en
que los costos sociales del ajuste, aunque fuertes en 1 990, son mucho menores que aquellos del
escenario anterior. Además, los costos del aj uste estarán siendo repartidos entre todas las fuerzas
del país, las cuales supuestamente han acordado este plan de concertación nacional.
Santiago Roca comenta que mientras más se demore este programa de concertación, más
doloroso serán los costos económicos y sociales que tendrá que pagar el país.
"Proyecciones Económicas para los próximos dos años", publicado
en el El Comercio 24 de diciembre de 1 989. El mismo artículo se volvió a publicar
el 4 de enero de 1 990 con la siguiente nota de redacción:

"Ante el interés que ha despertado en el gobierno el informe sobre el modelo de


ESAN, trabajado por Santiago Roca Tavella, recorda mos las partes sustanciales
del mismo. El mensaje central y q ue, aparentemente, no ha sido escuchado por
el equipo económ ico oficial, es la urgente necesidad de un 'desembalse b isagra'
en el primer semestre de 1 990, para evitar explosiones hiperinflacionarias o si­
tuaciones de consecuencias catastróficas en el segundo semestre, con el ingreso
del nuevo gobierno. Por su importancia, reproducimos el texto aparecido el 24 de
diciembre de 1 98 9 en esta sección" .

Efectos de un shock anunciado : la necesidad


de coord i na r el presente y el futu ro
Una parte cada vez mayor de la inflación de los últimos meses viene siendo imputada a las
expectativas inflacionarias. Estas se estarían generando, básicamente, por la percepción de los
agentes económicos de la inflación futura que está ligada al nivel de distorsión de precios relati­
vos y al anuncio de "sinceramiento" de la economía. Dichas expectativas estarían configurando
no solo un determinado escenario de pre-shock, sino también, unidos a las condiciones actuales
de la economía, pre-condicionando la efectividad de la misma. El artículo trata de describir el
posible escenario que se generaría con agentes privados racionales que conocen gran parte de los
elementos centrales de la política de aj uste que se intenta aplicar en el futuro cercano.

2 . 1 Ti polog ía del shock y el g radual ismo o


N
o
Dos características básicas d e toda política d e shock son: 'E
'O.
Anuncio y ejecución simultánea, es decir, las medidas adoptadas no dejan tiempo para que "'
u
los agentes económicos reaccionen y neutralicen la política económica.
245
POLIT!CAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

El cambio radical de política económica implica, principalmente, una transformación del


sistema de mercado'.
Ambas medidas se encuentran dentro de la visión de las expectativas racionales que sostiene que
solo mediante una nueva política económica es posible quebrar la forma como se determinan los
precios. Por su parte, una política gradual se caracteriza por:
El anuncio previo a la ejecución del programa, con lo que la política tiene como obj e­
tivo que los agentes económicos reacomoden sus expectativas y estrategias de corto y
largo plazo.
La política gradual intenta darle al sistema una cierta continuidad que implica el manteni­
miento de los mecanismos actuales en la formación de expectativas y precios.

2 . 2 Shock a n u nciado o g rad ual ismo


Pero, ¿qué sucede si s e anuncia ( o filtra) gran parte de las medidas económicas tales como e l re­
ajuste y mantención del tipo de cambio por sobre el nivel de paridad, el incremento de las tarifas
públicas a niveles de equilibrio, los precios de bienes controlados valuados sin subsidios y la li­
beralización generalizada de precios? Esto genera potencialmente dos reacciones, que depende­
rán de la percepción que tenga el sector privado de las medidas a adoptarse y de la particularidad
de los mercados involucrados.
Al conocerse2 que el dólar se elevará y fijará en términos reales por sobre su paridad
multilateral3 y que las tarifas públicas y el precio de los bienes controlados serán reajustados por
encima del promedio, el sector privado intentará cubrirse de tales medidas en dos maneras no
excluyentes:
Opción A
Transferencia del poder de compra inter-temporalmente por medio de la dolarización
de activos líquidos4 y/o acaparamiento de los bienes con precios controlados que sufrirán
fuerte reajuste5
Esto puede verse en la Figura 20. 1 , donde el precio esperado presiona a Ja demanda
de bienes, ocasionando que el precio actual sea la actualización del precio a futuro, con lo
que el ajuste se produce solo por expectativas, independientemente de que la medida se
concrete.

1
Así, por ejemplo, el shock ortodoxo implica el restablecimiento de los mecanismos de mercado y el shock
heterodoxo está unido a un proceso de control de los precios básicos de la economía.
2 Aquí asumimos que el agente cree en la ejecución de dichas medidas, pero no suponemos nada acerca
de la efectividad de la política, es decir, solo sabe (y cree) de su aplicación, pero no sabe (ni cree),
necesariamente, en el cumplimiento de los objetivos.
3
Determinado alrededor de 1/.3 2.000 a febrero de 1 990.
4
La dolarización de la liquidez neutraliza todo intento de reducir la demanda agregada nominal.
5
Este caso d ifiere del de los servicios públicos (que se analiza en la opción B) porque: no existe posibilidad
de acaparar servicios y el control de precios es más rígido de los que pueden existir en bienes (más o
menos durables) que produce y comercializa, básicamente, el sector privado.

246
V. QUfNCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARIALES ( 1 985-2000)

lir¡t!if+*J:ell I nflación por expectativas de demanda

OFERTA

P"

P'

DEMANDA"

DEMANDA'

Q' Q" CANTIDAD

FUENTE: elaboración propia.

En el caso de la dolarización de la liquidez6, se producirá la aceleración de la devaluación del


dólar paralelo y, ceteris paribus7, la brecha actual (con referencia a la paridad) tenderá a cerrarse.
Simultáneamente, a medida que se produzca dicha divergencia, aparecerán fuerzas contrarias
estabilizadoras que responden al hecho de que el sector privado racional sabe que la cotización
no podrá sobrepasar cierto nivel sobre la paridad, es decir, las presiones de demanda y devalua­
ción del dólar paralelo están directamente relacionados con la brecha paritaria.
Para los bienes con control de precios el mecanismo es similar, con la diferencia de que
las transacciones se realizarían en el mercado negro, donde el precio real sería muy superior al
fijado por ley.
En resumen, si la estrategia adoptada por el sector privado para acomodarse al futuro
ajuste es "stockearse" de dólares o bienes, el escenario pre shock con una política ya anunciada
-

produciría que el precio a futuro sea actualizado hoy y que sus efectos inflacionarios y redistri­
butivos se produzcan como si en realidad el shock hubiera ocurrido. En este caso, el ajuste que
se requeriría aplicar sería mucho menos drástico que el inicialmente anunciado.
Opción B
Si bien la opción A representa un posible comportamiento originado por el afán del sector priva­
do de cubrirse del shock anunciado, a través del acaparamiento de bienes públicos y/o de moneda
extranjera, los que producen u ofrecen bienes y servicios privados podrían optar por estrategias
distintas. Esto es especialmente cierto si los productores no pueden o no desean almacenar ser­
vicios públicos y/o moneda extranj era (por las características intrínsecas del producto o por la
reducida liquidez en la economía u otros factores, incluyendo su propia voluntad) prefiriendo en
cambio resguardarse a través de la actividad de sus propias empresas.
Es decir, ¿cómo el sector privado puede protegerse eficazmente del anunciado reajuste
si no puede o no desea "stockearse"? Una forma alternativa (a la dolarización) para mante­
ner el poder de compra sería tratar que se modifiquen los términos de intercambio (tarifas
o
N
o

6
Este proceso tiene como elemento limitante la política monetaria: crédito al sector público y privado, tasa ]
de encajes e interés y monetización (o esterilización) de balanza de pagos. ·g.
u
7
Sin observar el efecto de este sobre los precios, o suponiendo un efecto menor a uno.

247
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

públicas/precios privados) a su favor, en previsión del futuro reajuste. Así, al internalizar el


precio a futuro de los servicios públicos como costo superado, el sector privado reajusta­
rá sus precios tanto como crea que estos afectarán sus costos futuros de reposición. En la
F igura 20.2 observamos la contracción de la oferta producto de unos costos esperados mayo­
res, lo que hoy genera el incremento de los precios privados y el deterioro de los términos de
intercambio (público/privado)8. Este último efecto neutralizará la obtención del obj etivo ini­
cial del programa de estabilización, que es justamente tratar de modificar los precios relativos
a favor del sector público.

I nflación por costos e�perados mayores

OFERTA"
OFERTA'

DEMANDA

Q" Q'
CANTIDAD

FUENTE: elaboración propia.

En este caso, el anuncio de un ajuste futuro lleva a una actualización de precios que tiene efectos
perversos, ya que el ajuste necesario al momento del shock tendrá que ser mucho más acentuado
que el inicialmente estipulado.
Un escenario que combine ambos mecanismos de protección del sector privado generaría:
Que la presión inflacionaria del caso B9 traslade constantemente el nivel de paridad, con lo que
el reajuste esperado del dólar seguiría siendo fuerte a pesar de la aceleración de la devaluación
actual (caso típico cuando se plantea una política condicionada a la obtención de un objetivo
que no es fijo, sino variable, porque el sistema lo ha endogenizado). En este caso, el ajuste ten­
dría efectos inflacionarios y redistributivos adicionales a los que ya se produjeron.10
Mayor presión inflacionaria en el caso A, si el sector privado que produce bienes controlados
internaliza el resto de los precios controlados (servicios públicos) como elementos de costos
esperados.
Presión inflacionaria adicional en el caso A y B; si el agente privado que participa en un
determinado mercado no solo toma en cuenta el reajuste futuro de los precios controlados

8
Suponiendo que existe un control eficiente de las tarifas, es decir, no se crea un mecanismo negro para la
venta de combustibles ni de servicios públicos.
9 Que, por lo demás, no tendría un l ímite preciso si los agentes internalizan, dinámicamente, los costos
esperados con la distorsión que el propio genera al querer adelantarse al reajuste futuro.
10
La fijación a un nivel real (pero variable en términos nominales) no es lo mismo que fijarlo a un nivel
nominal (variable en términos reales).

248
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARIALES ( 1 985-2000)

(servicios públicos), sino también la reacción que se generaría en el resto de sectores relevan­
tes para esta empresa (abastecedores y competidores) con el incremento de dichos precios.11
Adicionalmente, sobre el esquema base, se tendría que analizar el efecto de: el shock de divi­
sas después del 28 de julio, que generará una mayor emisión primaria por origen externo, si
aun existe el control cambiario; y la anunciada cancelación de todos los bonos públicos antes
del propio proceso de estabilización.

2 . 3 Conclusiones
Primero, la conveniencia de anunciar determinadas medidas está en función de la reacción que
esto genere sobre el comportamiento de los agentes económicos. Así, si el anuncio de una deter­
minada política (medida gradualista) permite que los agentes reacomoden desde ahora sus ex­
pectativas, estas deben de preanunciase. Ahora, si la lógica nos dice que el preanuncio generaría
movimientos discordantes de los agentes con el objetivo mismo de la medida, estas no deberían
anunciarse. Los ejemplos analizados en los casos A y B son muestras de que hay casos donde el
preanuncio (política gradual) es beneficioso y otros donde el no anunciarlo (política de shock)
sería más conveniente.
Gráficamente, podemos analizar la trayectoria temporal de ambos casos en la Figura 20.3.
En el caso A dicha evolución muestra la tendencia de converger al objetivo de precios relativos
(tarifas públicas/precios privados), por lo que el ajuste necesario es mucho más atenuado del
que tendría que darse si no se anuncia. En el caso B la anticipación de la política produce que
el ajuste requerido sea mucho mayor que el necesario si no se conociera la medida, todo ello
debido al conflicto implícito entre el objetivo de la política a aplicarse y la reacción que genera
entre los agentes.

li@Jit.te#I Trayectoria t�mporal de los precios relatíyo:¡


(tarifas públicas/prE?<:;i9:¡ privacJ9s)

PRECIOS
RELATIVOS
r------��""'191-"-'--
A
PRECIO
..
. OBJETIVO

SHOCK

FUENTE: elaboración propia.

o
N
o

]
1 1 Teóricamente, y en mercado con desequilibrio suave, este mecanismo tendería a valorarse de manera muy
·g.
marginal; en procesos de distorsión aguda (en donde nadie cree -ni asegura- nada) siempre es preferible u
tomar ciertas precauciones.

249
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Segundo, la necesidad de que exista un mínimo de coherencia (y sincronización) entre lo que


hace el gobierno de salida y el gobierno que entra. Dado que la situación actual de la economía,
su trayectoria a corto plazo y las condiciones que existan antes, durante y luego del cambio de
gobierno, son reflejo no solo de lo que hace el presente régimen, sino también de lo que anuncia
que hará el próximo gobierno; entonces, se hace indispensable coordinar medidas, no para que
exista un continuismo de política, sino para que el proceso de ajuste, que debe comenzar desde
hoy, muestre una trayectoria "adecuada" para la economía.
La trayectoria adecuada quiere decir que el gobierno actual genere las condiciones mate­
riales favorables para la estabilización futura y que el próximo régimen genere las expectativas
necesarias para ello. Concretamente, el actual gobierno debería de reajustar Jos precios públicos,
principalmente tarifas públicas y gasolina, para que no sigan rezagándose aún más, evitando con
esto mayores expectativas por reajustes futuro. Esto implica: que la presión inflacionaria actual
se reestructure a favor de los costos actuales en contra de los costos futuros esperados; y Jos tér­
minos de intercambio actuales y la trayectoria que tendría hasta el momento del verdadero ajuste
no sería declinante como se plantea en el caso B, por Jo que el ajuste sería menos drástico. Por su
lado, si el próximo gobierno intenta aplicar una política de shock debería tener mayor cautela en
qué partes de las futuras medidas de política deban ser anunciadas para reducir las expectativas
desmesuradas de los agentes privados y que otras partes no deberían anunciarse para evitas las
reacciones adversas hacia ella.
Si se logra que las precondiciones que genera el régimen actual sean coherentes con las
expectativas emanadas de la nueva política económica, la estabilización tendría mayores po­
sibilidades de éxito. ¿De qué valdría al nuevo régimen anclar el tipo de cambio paralelo si los
precios no se encontrasen indexados a este antes de su anclaje, y de qué valdría crear un ambiente
altamente indexado al dólar si nadie puede (o se atreve) a estabilizar su cotización? ¿De qué
valdría al nuevo régimen anunciar una política monetaria dura si los precios no son sensibles
a variaciones en la emisión primaria o si la emisión primaria resulta ser una variable endógena
resultantes de los desarrollos en el sector externo?
Santiago Roca y Luis S imabuko. La Moneda, número 22. BCRP, abril de 1 990.

Atra pados s i n sa l ida : ta rifazo desmes u rado


Los resultados durante los primeros sesenta días del programa de estabilización dejan entrever que
el ajuste se ha caracterizado por ser un "tarifazo" desmesurado y contractivo que, luego del incre­
mento de precios, redujo las expectativas inflacionarias, aunque ellas están recientemente volvien­
do a reaparecer (ver índice de inflación de las dos primeras semanas de octubre). La primera etapa
del programa, luego del shock, mejoró significativamente las cuentas del sector público y externo a
un nivel de precios y expectativas compatible con un nivel de gasto bastante reducido.
Pero, ni bien el gasto nominal y/o la emisión se expandieron, los precios comenzaron
nuevamente a crecer. Asimismo, los precios relativos muestran distorsiones significativas en
relación a niveles reales o de paridad de años anteriores, lo que estaría limitando seriamente las
opciones del programa en el futuro.
Los ejercicios de simulación hechos para pronosticar el futuro en el marco de un enfoque
netamente monetarista, señalan que para estabilizar la inflación a un promedio menor del 1 1 %

250
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARJALES ( 1 985-2000)

mensual durante los próximos tres meses (primer escenario), no hay otro camino que mantener
una política monetaria sumamente restrictiva y un tipo de cambio real retrasado. Cualquier in­
tento de elevar el tipo de cambio nominal y/o la cantidad de dinero en la economía (segundo y
tercer escenarios) no hacen sino resucitar las expectativas inflacionarias y aumentar el déficit
económico del sector público.
Obviamente, entre las opciones analizadas, la combinación más nociva resulta sobre­
expandir la cantidad de dinero y el gasto público y, al mismo tiempo, elevar el tipo de cambio, ya
que esta conjunción de instrumentos de política económica reintroduce a la economía en la espi­
ral inflacionaria de elevar costos e incrementar los medios de pagos, con lo cual las expectativas
inflacionarias y los nuevos costos vuelven a consolidarse con los mayores medios de pagos. Hay
que hacer notar que, contrariamente a lo que se cree, es la expansión del crédito al sector privado,
la monetización del sector externo y la elevación del tipo de cambio, lo que origina en mayor
intensidad el resucitar de la inflación y el incremento del déficit del sector público.
Emprender en los próximos meses un proceso de reactivación basado en cualquiera
de los escenarios, que no sea el primero, resulta ser entonces potencialmente peligroso. Aun
el primer escenario termina con niveles de inflación que, baj o cualquier estándar, son dema­
siado elevados ( 1 1 % de promedio mensual para octubre, noviembre y diciembre de 1 990).
La actual estabilidad se sustenta en un equilibrio recesivo y con precios distorsionados,
es decir, un estado donde las variables nominales de la economía y las expectativas de los
agentes se han ajustado (y deprimido) a la recesión económica del corto plazo. Así se tiene,
por ejemplo: un tipo de cambio rezagado, resultado de la contracción real de la cantidad de
dinero y la recesión; un nivel reducido de liquidez, producto de la reducción del crédito al
sector privado y la menor presión para financiar al sector público (consecuencia del overs­
o
hooting de los precios controlados, la contracción real del gasto y la mantención de un tipo °'
de cambio rezagado); un superávit externo, efecto de la contracción de la economía; y un
ifJ
o
....J
equilibrio transitorio en el sector fiscal, producto de la disminución de la inflación, aumento u.J
de las tarifas públicas y promulgación de los impuestos de emergencia. a
ifJ
¿Qué pasará a la economía cuando los impuestos de emergencia terminen?, ¿cuando se o

1
quiera restituir algo siquiera de los niveles de producción e ingreso pasados, inclusive si quisié­
ramos aumentar la producción para la exportación?, ¿cuándo se necesite rehabilitar las redes vial
y de comunicaciones y reconstruir las líneas de energía eléctrica y de agua potable?, ¿cuándo se u
necesite dar más crédito al sector privado para que este pueda producir más? El modelo moneta­ >-
º
00
rista utilizado en el trabajo de simulación aquí realizado nos indica que con la actual estructura ifJ
de precios relativos (aun sin analizar el precio relativo del trabajo, del capital y de los impuestos) o
.....l
no se podrá rehabilitar ni dar crédito al sector privado sin tener como contrapartida un eventual u.J
Cl
rebrote inflacionario. ifJ
u.J
¿Atrapados sin salida? ¡No necesariamente! Se puede, por ejemplo, tratar de diluir el .....l

<!'.
efecto inflacionario de la devaluación compensando la fuente externa de una mayor emisión
µ.
con la reducción adicional del crédito interno del BCRP, ya sea con un superávit fiscal adicional ifJ
o con una nueva contracción del crédito al sistema bancario. ¿Resistirá el mercado interno un o
....J
ajuste adicional en beneficio del mercado externo? o
N
Se puede también reemplazar la emisión y el crédito interno al sector privado, vía el creci­ o

miento del sistema de intermediación financiera, de forma tal que el financiamiento de los expor­ ª
tadores y del sector privado surja del resto del sistema financiero y no de la emisión del BCRP. -�
u
Pero, ¿podrán las empresas, los agricultores, los pequeños y medianos empresarios, ambulantes
25 1
POLITJCAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

y artesanos, contar con crédito no inflacionario acorde con sus garantías colaterales y tener la
seguridad de que van a poder vender sus mercancías?, ¿existe acumulada riqueza financiera o
real que ahora pueda reasignarse a otros usos?
De otro lado, se puede compensar el retraso del tipo de cambio real con un incremento de
la productividad del sector exportador, con la mejora de sus redes de financiación y comerciali­
zación y el mej oramiento de la administración de sus recursos. ¿Puede o está dispuesto el sector
exportador a hacerlo en el cortísimo plazo?
Evidentemente, todos estos posibles entrampamientos se podrían haber evitado si el ajus­
te inicial hubiese sido más equilibrado y consistente, no con el corto plazo recesivo, sino con el
mediano plazo con crecimiento económico. En todo caso, y dado el tipo de ajuste efectuado al
inicio del programa, el enfoque monetario rígido que se viene aplicando nos dice que la reacti­
vación de la economía tendría que postergarse hasta el momento en que las expectativas infla­
cionarias de los agentes económicos estén totalmente deprimidas por la dureza del programa.
Santiago Roca y Luis Simabuko. Gestión, 1 8 de octubre de 1 990.

0 Fuego cruzado
E n un artículo publicado en Gestión a mediados de octubre pasado, titulado "El Programa Eco­
nómico del Cuarto Trimestre: ¿Atrapado sin Salida?", mencionábamos que el programa econó­
mico aplicado el 8 de agosto reciente, caracterizado por un "sobreajuste" de los precios contro­
lados, había inicialmente acelerado y luego disminuido los niveles de inflación, generando una
mejoría de las cuentas fiscales y externas a costa de una severa recesión y del retraso de algunos
precios básicos de la economía, verbigracia salarios y tipo de cambio reales. Explicábamos,
sin embargo, que cualquier intento de reactivar la economía durante el cuarto trimestre de
1 990, vía expansión monetaria y/o elevación del tipo de cambio nominal, llevaría a un rebrote
inflacionario. A la vez, señalábamos que aun con una política monetaria restrictiva y un tipo de
cambio relativamente bajo, el nivel de inflación esperado (de alrededor 1 0% mensual) durante
los meses de octubre, noviembre y diciembre, diluiría rápidamente el "adelanto" de los precios
controlados, obligando al gobierno a reajustar nuevamente estos precios para no desequilibrar
su presupuesto. Por eso comentábamos que la economía se encontraba a comienzos del cuarto
trimestre recesada, con un equilibrio temporal y precario de las cuentas fiscales y externas y
con precios relativos distorsionados, cuyo restablecimiento contradecía la meta de reducir la
inflación. A esta situación se denominó "atrapados sin salida".
El 1 6 de diciembre, el gobierno intentó salir de su propio entrampamiento, decretando
un nuevo reajuste de los principales precios controlados, pero sin anunciar cuál sería la política
monetaria, fiscal y de pago de la deuda externa que ejecutaría durante 1 99 1 . Este nuevo ajuste de
los precios controlados y el aumento del tipo de cambio, no ha hecho sino recrear la distorsión de
precios relativos y los frágiles equilibrios de las cuentas fiscales y externas existentes inmedia­
tamente después del tarifazo del 8 de agosto (Tabla 20. 1 ). Por eso es que la actual estructura de
precios después del nuevo paquete sigue siendo temporal e insana, ya que dentro de unos meses,
dependiendo de las políticas complementarias y de la inflación esperada, es posible que se repro­
duzca el deterioro de las cuentas fiscales y externas (salvo que existan reformas estructurales) y
se requiera hacer nuevos ajustes de precios.
252
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARIALES ( 1 985-2000)

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.r.· ..r Precios relativos , ,
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Tu' ..,.

1990-91 Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre Enero


Tipo de
54 65 26 25 27 23 28 26
cambio/IPC
Controlados
62 67 161 141 1 29 1 22 1 39 1 57
/IPC

FUENTE: Modelo MOPRE. ESAN, diciembre de 1 990.

Si bien no es posible retroceder en el tiempo y diseñar un programa integral que reduzca la inflación
y encuentre, instantáneamente, una estructura de precios relativos más coherente con el mediano
plazo, existen diversos elementos del programa aun no esclarecidos que, a pesar de las caracterís­
ticas del paquete de agosto y diciembre, detem1inarán diferencias significativas para la economía
peruana en 1 99 1 . Y es que todavía falta definir cuál será la política del gobierno en relación al pago
de la deuda externa, el nivel del tipo de cambio real y el aumento de los salarios y gastos internos
del sector público.

1 <?9 1 {primer escenario)

l tnmestre 11 trimestre m trimestre IV trimestre Anual

IPC (var"/o) 2 1 .5 1 7.8 12.6 3 1 .3 1 1 1 .7

Precios relativos (base 86,0l=100)

Tipo de cambio/IPC 24 21 20 27* 23

IPC controlados/IPC 143 121 1 54 1 17 134

Resultado económico del sector público no financiado (% del PBI)

Gobierno central -0.28 --0.28 -0. 1 8 -0.16 - 1 .39

Resto sector público 0.65 0.06 0.63 0.57 - 1 .59

Total 037 0.22 0.45 0.41 0.2

Externo (millones de dólares)

RIN( sistema bancario) 838 862 871 880 880

Balanza de pagos 24 24 9 9 (¡6

Balanza cuenta corriente - 1 56 - 1 56 -306 -306 -924

Balanza comercial 240 240 90 90 660

Intereses de Ja deuda del sector público como % de las exportaciones de bienes y servicios 23

Monetario (% PBI)

Emisión primaria 2,5 o


N
o
3,08
Liquidez en moneda nacional ]
(*) El mercado cambiario induce una abrupta devaluación que hace recuperar el índice "tipo de cambio/IPC". -g.
u
FUENTE: Modelo MOPRE. ESAN, diciembre de 1 990.

253
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Del manejo de estas variables dependerá también cuán frecuente y fuerte serán los pa­
quetes del año venidero, y además, se sabrá con claridad la direccionalidad e intencionalidad
de la conducción de la política económica del gobierno. La política monetaria, fiscal y de pago
de la deuda externa puede, complementariamente al sobreajuste de los precios controlados, ir
modificando la estructura de precios relativos y hacerlos más coherentes, o incoherentes, con
el mediano plazo.

4. 1 Dos escenarios de pol ítica económ ica posi bles


A fin de brindar claridad al lector e informar a la opinión pública de las alternativas en juego, se
presentan a continuación dos escenarios de política económica para 1 99 1 , evaluados en uno de
los modelos macroeconómicos que los autores han desarrollado en ESAN. Ambos escenarios
incorporan el ajuste de los precios de los combustibles y tarifas públicas decretado el 1 6 de
diciembre pasado, pero se diferencian en el manej o de los elementos complementarios como el
monto de pago del servicio de la deuda externa, la variación inducida del tipo de cambio y en el
nivel de recuperación de los salarios y gastos internos del sector público. La política monetaria
para ambos escenarios en la misma, monetizándose 50% del saldo de balanza de pagos y 30%
del déficit económico del sector público, así como un monto fijo de US$20 millones de dólares
cómo crédito del BCRP al sector privado. La tasa de encaje se mantiene a los niveles actuales y
la tasa de interés pasiva variará mensualmente, en ambos casos, a un nivel promedio de 20% por
debajo de la inflación mensual.
a. Primer escenario: mayor pago del servicio de la deuda externa y menor proclividad a
elevar el tipo de cambio, los salarios y los gastos internos del sector público
En este escenario se tiene como prioridad pagar un fuerte monto de intereses por concepto
del servicio de la deuda externa, manteniendo el significativo retraso del tipo de cambio y
una lenta recuperación de los gastos internos, incluidos los salarios, del sector público. Los
principales supuestos del escenario son los siguientes:
• El gobierno inducirá pequeñas devaluaciones de solo 1 ,5% mensual a partir de enero de
1 99 1 y a través de todo el período, a excepción del último trimestre donde el propio mer­
cado elevaría fuertemente la cotización del tipo de cambio.
• En el sector externo se asume una balanza en cuenta corriente de -US$924 millones, debi­
do principalmente al pago de los intereses de la deuda externa, el cual se supone alcanza
un flujo neto de US$ 1 .020 millones. Para compensar esta salida de divisas la cuenta de
capitales de corto y largo plazo tendría saldo positivo de 990 millones.
• En lo referido al sector público no financiero, el escenario supone elevar los gastos inter­
nos en 25 puntos porcentuales por encima de la inflación proyectada ( 1 ,9% por encima de
la inflación mensual) y fijar los gastos externos por concepto de pago de intereses e im­
portaciones de capital en US$ l 90 millones mensuales. La estructura tributaria mantendrá
los principales rasgos que ha mostrado en el último trimestre del año y los ingresos de las
empresas públicas se ajustarán conforme se incrementen las tarifas y precios controlados.
Los resultados iniciales del modelo muestran que los precios relativos del tipo de cambio y
de los precios controlados en relación con la inflación promedio se van deteriorando a través
del tiempo, por lo que adicionalmente decidimos, como criterio de política, aplicar un nuevo

254
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARIALES (1 985-2000)

ajuste de los precios controlados cuando estos tendían a perder su adelanto relativo sobre el
resto de precios. La magnitud de este paquete se determina de manera que restituya la estruc­
tura de precios vigente después del shock de agosto pasado, la misma que se ha vuelto a re­
crear con el paquete de diciembre, ello significaría, para este escenario, suponer un aumento
adicional de 43% en los precios controlados entre mayo y junio de 1 99 1 .

lrJ:lr#11il .Proyeccion�s economía p�ruana 1 99 1 (segundo e�cenario)


11 trimestre
·"' �:· ! trimestre ID trimestre IV.trimestre '
Anual

IPC (var%) 14.5 3.1 9.8 26.2 63.7


Precio.s relativos (base 86,01=100)

Tipo de cambio/IPC 30 37 47 53 42
IPC controlados/IPC 152 147 144 1 14 139
Resultado económico del sector público no financiado (% del PBD

Gobierno central -0. 1 6 -0.23 - 0.21 -0.18 - 1 .26


Resto sector público 0.96 0.54 0.33 0.29 1.58
Total 0.80 0.3 1 0.12 0. 1 1 0.32
Externo (millones de dólares)

RIN (sistema bancario) 898 982 976 970 970


Balanza de pagos 84 84 -6 -6 156
Balanza cuenta corriente 84 84 -66 -66 36
Balanza comercial 360 360 210 210 1 140
Intereses de l a deuda del sector público como % de las exportaciones de bienes y servicios. 11
Monetario (% PBD

Emisión primaria 1 .0 1
Liquidez en moneda nacional 1 .29

(*) El mercado cambiario induce una abrupta devaluación que hace recuperar el índice "tipo de cambio/IPC".
FUENTE: Modelo MOPRE. ESAN, diciembre de 1 990.

Con este conjunto de supuestos los resultados del modelo se muestran en la Tabla 20.3. La
inflación de 1 99 1 bordearía el 1 1 2%, pero el problema del retraso cambiario y del gradual
deterioro del adelanto de los precios "controlados", se transforma en un problema crónico
que requiere de un nuevo reajuste de los precios controlados cada cierto tiempo. Por ejemplo,
además del ajuste de mediados de año, en diciembre de 1 99 1 se requeriría de otro al haber
desaparecido casi totalmente su adelanto sobre los precios promedios de la economía.
En relación al resultado económico del sector público no financiero se terminaría 1 99 1 con o
N
una presión fiscal de 7,8% del PBI, con el cual se obtiene un pequeño superávit de 0,2%. Si o

se considera que el sector público ha tenido que pagar alrededor de US$900 millones por ª
servicio de intereses de la deuda externa (el 23% del valor de las exportaciones de bienes), '§-
u
se puede concluir que para pagarla ha tenido que extraer recursos del sector privado vía el
255
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

incremento de las tarifas y precios controlados, de los impuestos, de la contracción pasada


de los salarios y gastos internos del sector público, y del retraso cambiario que sufren los
exportadores.
Consecuentemente con el equilibrio del sector público y la moderada ganancia de re­
servas que alcanza a US$66 millones durante 1 99 1 , la emisión primaria sería de 2.5%
del PBI, mientras que la liquidez en moneda nacional alcanzaría solo 3 % debido al alto
encaj e promedio.

b. Segundo escenario: menor pago del servicio de la deuda externa y gradual restitución
del tipo de cambio real, los salarios y los gastos internos del sector público.
Contrario al escenario anterior, el planteamiento de esta propuesta consiste en disminuir
el retraso del tipo de cambio real y de los salarios del sector público sin generar mayo­
res presiones inflacionarias, pero limitando el fluj o externo de divisas por concepto de
intereses de la deuda pública externa. Los supuestos sectoriales de este escenario son los
siguientes:
• El BCRP inducirá al mercado cambiario a devaluarse en 7 ,5% mensual durante el primer
semestre y 1 2,5% mensual en el segundo, encaminando a la economía a recuperar paula­
tinamente su competitividad externa.
• En el sector externo se supone un pago neto de US$540 millones por concepto de intereses
de la deuda externa (casi la mitad del escenario anterior) y un saldo positivo de la cuenta
de capital de corto y largo plazo de US$ 1 20 millones.
• Los gastos internos del sector público, incluyendo los salarios, se incrementan treinta
puntos porcentuales por encima de la inflación anual (aproximadamente 2,2% por
encima de la inflación mensual) y los gastos externos se fijan en US$ 1 1 5 millones
mensuales. La estructura de ingresos del gobierno central y de las empresas públicas
se mantiene baj o los mismos supuestos que el escenario anterior.
Con estos supuestos, los resultados del modelo se muestran en la Tabla 20.3. La Inflación
anual para 1 99 1 alcanzaría solo el 63,7% y el tipo de cambio real tendría una significativa
recuperación en treinta puntos (de 23 a comienzos de diciembre de 1 990 a 53 a fines de
diciembre de 1 99 1 ). Asimismo los precios controlados y las tarifas de servicios públicos no
perderían, significativamente, su adelanto inicial sino hasta el mes de diciembre de 1 99 1 ,
donde posiblemente sería necesario realizar un nuevo ajuste.
El sector público no financiero alcanzaría una presión fiscal de 8,2% del PBI, con lo cual se
obtendría un superávit de 0,3%. Esto significa que a pesar de que el sector público gasta más
en salarios y gastos internos, lo compensa con una mayor recaudación tributaria y el menor
pago de intereses e importaciones. Por esto, se hace menos necesario extraer recursos de los
exportadores y del sector privado en general para pagar mayores montos del servicio de la
deuda externa (que representa el 1 1 % de las exportaciones).
La balanza en cuenta corriente muestra un saldo positivo de US$36 millones, incrementán­
dose las RIN en US$ l 56 millones entre 1 990 y 1 99 1 . La emisión primaria ocurrida sería de
solo el l % del PBI, representando la liquidez en moneda nacional el 1 ,3% del mismo.

256
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARIALES ( 1 985-2000)

4 . 2 Fueg o cruzado en 1 99 1 o consenso naciona l


Los dos ejercicios de simulación efectuados nos indican que la perspectiva económica del Perú
para 1 991 dependerá de decisiones aún no tomadas, y que se relacionan con el pago de la deuda
externa, la política monetaria y fiscal y el incremento de las remuneraciones. Si los hacedores
de política económica optan por una alternativa, o se dejan presionar por los agentes detrás de
cada variable macroeconómica, deberán de reconocer y asumir los beneficios y costos globales
que implica cada programa. Así, por ejemplo, si se elige el pago de una fuerte cantidad de los
servicios de la deuda pública externa, es casi seguro que ello repercutirá en niveles de inflación
más elevados, a menos que el Estado "exprima" mucho más al sector privado, léase exportadores
y asalariados. Ahora, si el gobierno desea dar mejor horizonte a los exportadores y recuperar en
algo la capacidad adquisitiva de los que aportan trabajo, tan venida a menos después de los dos
"tarifazos", requeriría disminuir los volúmenes de pagos por deuda externa. No hay posibilidad
de complacer al máximo, y simultáneamente, a todos, es decir, no es posible pagar sumas ele­
vadas de deuda externa, recuperar el atraso del tipo de cambio de los exportadores y restituir
significativamente el ingreso de los trabajadores.
El primer escenario prueba que pagar mayores montos de la deuda externa durante
1 99 1 obliga a mantener un tipo de cambio barato de 725 .000 intis por dólar y salarios reducidos,
significando una transferencia de los exportadores y/o trabajadores hacia los acreedores externos
a través de una política de continuos y reiterados "paquetazos". El segundo escenario grafica
una alternativa distinta, se paga menos y se eleva el tipo de cambio promedio a l . 1 1 0.000 intis
por dólar y no sería necesario la reiteración de un nuevo ajuste de los precios controlados hasta
diciembre de 1 99 1 , originándose una inflación menor que el caso anterior.
Una de las diferencias sustanciales entre los resultados de ambos escenarios ocurre en
cómo termina la economía a fines de 199 1 . En el primer caso, el sector exportador y el sector
laboral estarán sumamente afectados y quizás al borde de la quiebra, mientras que en el segundo
terminarán con mejores fuerzas y perspectivas para 1 992.
En realidad se está ante un fuego cruzado en donde las presiones e influencias más
importantes de los acreedores, exportadores, productores para el mercado interno y trabajadores
tendrán que intercambiar dardos o en su defecto buscar un razonable Acuerdo Nacional. El equi­
po económico del gobierno tiene la palabra.
Santiago Roca y Luis Simabuko. "Perspectivas de la economía peruana 1 99 l ".
Moneda, número 30, diciembre de 1 990.

¿Tendrá éxito la reforma tri buta ria


o será n necesa rios n uevos " paq uetes" ?
En el artículo titulado "Fuego cruzado en 1 99 1 " mencionábamos que la economía peruana
estaba fuertemente condicionada a decisiones de política económica que aun no se habían
o
esclarecido, y que se referían al pago del servicio de la deuda externa, a la política monetaria N
o
y fiscal, y a los niveles de gastos internos y remuneraciones del sector público. 2
En aquella ocasión comprobamos, mediante un ejercicio de simulación, que un nivel '§.
u
relativamente alto del servicio de la deuda pública externa era incoherente con la reducción de

257
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

la inflación, la elevación del tipo de cambio real, el congelamiento de las tarifas, los precios
controlados y la recuperación del gasto del sector público. Este trade off o conflicto entre ob­
jetivos, se presentaba por la elevada transferencia neta de recursos internos hacia fuera, vía el
servicio de la deuda externa. Para realizar este pago el sector público se veía obligado a recaudar
un "impuesto recesión", similar al "impuesto inflación'', extrayendo tributos a través: el atraso
cambiario, por el cual los exportadores reciben un menor tipo de cambio, siendo la diferencia el
tributo implícito; el reajuste de tarifas y precios controlados que los usuarios pagan; nuevos o
mayores impuestos directos e indirectos; y por menores remuneraciones y gastos internos reales
de los trabajadores del sector público. En resumen, los requerimientos del "impuesto recesión"
se hacen mayores a medida que crece el servicio de la deuda externa.
En esta oportunidad deseamos ampliar y modificar el esquema tradicional del ejercicio
de simulación, determinando qué tan rápida y efectiva tendría que ser la reforma tributaria para
influir en la economía peruana de 1 99 1 . Para ello utilizaremos una nueva versión del Modelo de
Precios (MOPRE), pero, en vez de planteamos qué pasaría con las principales variables agre­
gadas (precio, producto, tipo de cambio, déficit fiscal y reservas) si se toman unas decisiones de
política económica, ahora nos preguntaremos qué alternativas de financiamiento tiene el sector
público dado un determinado monto de gasto público y precios de tarifas controladas. Concreta­
mente, ¿en cuánto deberían de crecer, en términos reales, los tributos internos no petroleros (im­
puestos directos, IGV, ISC y otros) para cubrir los gastos del sector público, dado cierto manejo
en la política de precios? Esto nos permitirá determinar no solo el nivel mínimo de ingresos tri­
butarios y no tributarios del gobierno central, sino, también, nos permitirá relacionar escenarios
de tributación con una determinada meta inflacionaria.

5. 1 Dos escena rios tri butarios


Dado que e l presente trabaj o se limita a los aspectos del financiamiento del sector público,
los dos escenarios planteados serán idénticos, salvo las variables concernientes a los ingre­
sos tributarios y no tributarios del gobierno central y el régimen de precios controlados. Es
así que los supuestos comunes a ambos escenarios son los siguientes:
En el bloque externo suponemos una salida neta por servicios financieros de US$840 mi­
llones, con lo cual planteamos un movimiento compensatorio de capitales de largo plazo de
US$288 millones y de corto plazo de US$866 millones, permitiendo, dado la proyección
de la balanza comercial de US$240 millones, un nivel de reservas a fin de año de US$766
millones.
En los aspectos monetarios, suponemos que el BCRP ofrece US$ l 5 millones mensuales
como parte del crédito a la banca privada, interviene en el mercado cambiario monetizando
el 40% de la ganancia neta de reservas y financia el 35% del déficit fiscal no cubierto por
crédito externo, ejecutando con ello una política monetaria fuertemente restrictiva. En cuanto
a la expansión secundaria del crédito, se reduce al encaj e promedio de 60% a 50% a mitad del
año, de modo que el sistema bancario tenga mayor capacidad de financiar a la economía. La
tasa de interés pasiva se asume apenas por encima de la inflación promedio.
En cuanto al sector público no financiero se asume la reducción real de los gastos internos
en 20%, y un aumento de los gastos externos de US$ 1 .680 millones, descompuestos en 960
millones en importaciones y 720 millones en servicio de la deuda pública externa. Por el lado

258
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARIALES ( 1 985-2000)

de los ingresos del gobierno central, ambos escenarios plantean una reducción de los tributos
del comercio exterior (impuesto a las exportaciones e importaciones) y el mantenimiento del
impuesto selectivo a los combustibles (ISC). El monto recaudado por este último rubro se
determina en función de las variaciones que experimenten los precios de los combustibles,
dentro de la política de precios y tarifas públicas controladas.
Con relación a la política cambiaría, suponemos que el precio del dólar se determinará de ma­
nera libre y su cotización evidentemente podrá ser influenciada indirectamente por el BCRP
mediante mecanismos monetarios (reservas y crédito).

a. Escenario A: reducción del peso del ISC al congelar los precios y tarifas controladas
En este escenario se plantea que el gobierno decide no volver a incrementar los precios y
tarifas controladas, reduciendo de esta manera la preponderancia de los combustibles dentro
de sus ingresos corrientes. Con este supuesto, el modelo estima el monto mínimo necesario
del resto de los ingresos del gobierno central que le permitirá cubrir sus respectivos gastos.
Además, calcula el financiamiento del déficit fiscal y el incremento de precios para 1 99 1 .
Los resultados nos indican que a fines de 1 99 1 , e l ISC alcanzaría l a suma de 699 . 8 7 1 miles de
millones de intis, para lo cual el resto de los ingresos tributarios y no tributarios del gobierno
central (excluido tributos externos) tendrían que elevarse a 4.094.857 miles de millones de
intis, para generar una presión fiscal de 9,1 % del PBI. Esto implica que este rubro de ingresos
no petroleros tendría que crecer en 1 08% en términos reales. Si ello se produce, se lograría
reducir el peso de los combustibles, de un 30% en el último trimestre de 1 990, a un 1 4%
durante el presente año. Con esta presión de 9, 1 % y una proyección de gastos de 8,3% del
PBI, el gobierno central arrojaría un pequeño superávit de 0,79% del PBI, como se ilustra en
la tabla 20.4.
Por el lado de las empresas públicas, al congelarse los precios y tarifas controladas, se calcula
un déficit de -3,45% del PBI, generándose un consolidado total del sector público de -2,64%.
La inflación proyectada para 1 99 1 es de 205%, con una caída del producto de 2,4%. En la
estructura de precios relativos podemos observar (ver Tabla 20.4) que al retraso endémico del
tipo de cambio se le suma el grave deterioro de los precios controlados (su índice llega a 57
en el último trimestre de 1 99 1 ) con lo cual no solo se agravan los desequilibrios sectoriales,
sino también se exacerban las expectativas inflacionarias.
Finalmente, la emisión y la liquidez en moneda nacional caen como proporción al PBI, de­
bido a la tenue ganancia de reservas que prevé el ejercicio y la reducción relativa del déficit
fiscal.
b. Escenario B: mantención de la importancia de los tributos petroleros en la recaudación
del gobierno central
El presente escenario busca mantener las condiciones imperantes hoy día, en lo referido a la
estructura tributaria. Para ello, el manejo de los precios y las tarifas controladas se rige bajo el
doble criterio de mantener una apropiada relación con el resto de precios, a la vez que permita
o
el financiamiento del sector público, tanto del gobierno central como de las empresas públi­ N
o
cas. Es por ello que este escenario supone tres nuevos reajustes de precios y tarifas públicas
]
(paquetes), el primero de 35% en mayo, el segundo de 35% en agosto y el tercero de 30% en -�
septiembre. u

259
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Los resultados nos indican que el gobierno central podría obtener un déficit de 1 ,28% del
PBI, con una presión fiscal de 7,1 %, si, aparte de elevar los precios controlados y mantener la
tasa del ISC, logra incrementar el resto de sus ingresos tributarios y no tributarios (excluido
tributos externos) en 33% en términos reales (ver Tabla 20.5). En otras palabras, dados los
tres paquetes ejecutados, al gobierno le bastaría aumentar el resto de sus ingresos en 33% en
términos reales, en relación al promedio de 1 990, para mantener un presupuesto más o menos
equilibrado.

1 99 1 ,u
l trimestre Il trimestre µI mmestre IV trimestre Anual

IPC (vat>/o diddic) 38.8 25.4 38.1 27. 1 205.5


PBI REAL (vat>/o 1991/90) -13.2 -3.7 7.8 5.2 -2.4
PRECIOS RELATIVOS (base 86,01=100)
Tipo de cambio/IPC 19 19 18 22 19
IPC controlados/IPC 123 97 75 57 88
Resultado económico del sector público no financiado (% del PBI) -2.7
GOBIERNO CENTRAL 0.8
Ingresos 9.1
Gastos 8.3
EMPRESAS PUBLICAS -3.5
Ingresos 6.7
Gastos 10.2
RESTO 0.02
Otros indicadores del sector público
GASTOS INTERNOS (vat>/o 1991/90) -20.0
ISC COMBUSTIBLE/ING. GOB. CENTRAL (% ) 14.0
OTROS INGRESOS GOBIERNO CENTRAL (vat>/o real 1991/90) !/ 108.0
MONETARIO (% del PBI)
Emisión 1 ,82
Liquidez en m/n 2,72
OTROS:
Tipo de cambio (I/.m.) 21 0.557 0.712 1 .086 1.876 0.917

1/ Excluye el ISC Combustibles e Impuestos al Comercio Exterior


21 Trimestral, fin de periodo. Anual, promedio

FUENTE: Modelo MOPRE, ESAN. 1 99 1 .

260
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARIALES ( 1 985-2000)

Por otro lado, las empresas públicas serían beneficiarías de la política de tarifas y precios
controlados, obteniendo un resultado económico balanceado (-0, 1 8% del PBI). Así, el con­
solidado total del sector público no financiero arrojaría un déficit de - 1 ,5%.
La inflación proyectada para el presente año resulta similar a la del primer escenario (205%)
con una caída del producto en 2,5%. El tipo de cambio sigue siendo el bien más barato de la
economía mientras que los precios controlados, gracias a los 3 paquetes, continúan adelantados.
Finalmente, la emisión primaria y la liquidez en moneda nacional serían un tanto menores en
proporción al PBI que en el escenario anterior, dado el menor financiamiento primario que
requiere el reducido déficit del sector público.

IAfof.lllj Proyección económica peruana (escenario B)


1991 I trimestre 11 trimestre ID trimestre IV trimestre Anual

IPC (var% die/die) 38.8 27.6 31.l 3 1 .5 205.5

PBI REAL (var% 1991/90) -1 3.2 -3.7 7.7 5.2 -2.5

PRECIOS RELATNOS (base 86,01=100)

Tipo de cambio/IPC 19 18 18 22 19

IPC controladosl[PC 123 118 130 118 1 22

Resultado económico del sector público no financiado (% del PBI) - 1 .4

GOBIERNO CENTRAL - 1 .2

Ingresos 7.1

Gastos 8.3 o
°'
(/)
EMPRESAS PUBLICAS -0.2
o
.....¡
Ingresos 10.0 w
Cl
Gastos 1 0.2 (/)
o
RESTO -0.03 N

Otros indicadores del sector público

o
GASTOS INTERNOS (var"/o 199 1/90) -20.0 u
ISC COMBUSTIBLEJING. GOB. CENTRAL (% ) 27.5
>-
º
00
OTROS INGRESOS GOBIERNO CENTRAL (var"/o real 1991/90) 11 32.8 (/)
o
MONETARIO (% del PBI)
.....¡
w
Emisión 1 ,40
Cl
(/)
w
Liquidez en m/n 2,14 .....¡
OTROS: g
µ,
(/)
Tipo de cambio (I/.m.) 2/ 0.557 0.723 1 .043 1.858 0.901 o
.....¡
11 Excluye el ISC Combustibles e Impuestos al Comercio Exterior
o
N
2/ Trimestral, fin de periodo. Anual, promedio
o

z
FUENTE: Modelo MOPRE, ESAN. 1 99 1 . -g.
u

261
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

5 . 2 ¿ Reforma tri buta ria o nuevos paq uetes? E lementos


com plementa rios de la actua l pol ítica económ ica
En los ejercicios de simulación presentados, se ha partido conservadoramente con una proyec­
ción de gastos públicos internos de dos a tres puntos por encima de la inflación mensual, a partir
de abril de 1 99 1 . A pesar de ello, estos caen en 20% en términos reales comparado con el gasto
de 1 990, lo cual es producto del nivel tan deprimido al que habrían llegado al terminar el primer
trimestre de 1 99 1 . ¿En cuánto se tienen que aumentar los ingresos no petroleros para que pueda
cubrir razonablemente los gastos sin generar mayores presiones inflacionarias?
Para responder esta pregunta, el escenario A consideró la posibilidad de no efectuar re­
ajuste alguno, con lo cual los ingresos no petroleros del gobierno central deberían de incremen­
tarse en 1 08% en términos reales durante 1 99 1 , generando, además, una inflación de 205%. Con
el congelamiento de las tarifas y los precios controlados, el ISC pasa a representar el 14% del
total de ingresos luego de haber sido alrededor del 30% de la misma. Este escenario trae como
consecuencia, además del retraso cambiario, un severo deterioro de los precios y las tarifas pú­
blicas (ver precios relativos) haciendo que las empresas públicas sean cada vez más dependientes
de las transferencias del gobierno central.
El escenario B, por el contrario, analizó la posibilidad de aplicar tres nuevos ajustes, para
lo cual los ingresos no petroleros del gobierno deberían incrementarse 33% en términos reales,
produciendo una inflación de 205%. Este escenario implica mantener el peso del ISC sobre los
ingresos del gobierno central, el atraso cambiario y el relativo adelanto de los precios y las tarifas
públicas, garantizando este último la supervivencia de las empresas públicas.
¿Es importante para el programa económico la reforma tributaria? La respuesta es evi­
dentemente afirmativa, ya que esta reforma permitiría reducir las presiones de la caja fiscal
de elevarse el precio de los combustibles. Si a través del efecto Olivera-Tanzi (variación de la
recaudación real como respuesta a la variación de precios) y de la reforma tributaria, se logra
elevar estos ingresos en más de 33%, no será necesario aplicar nuevos paquetes de la magnitud
que han sido escenificados. Si no se logra este objetivo, será necesario aplicar mayores ajustes
que los previstos. Este sentido de buscar aplicar "lo que es necesario" puede parecer extraño para
el gobierno, porque hasta el momento la política económica se ha manejado bajo el criterio nada
técnico de "mejor es que sobre (o se pase) antes que falte" habiéndose, en consecuencia, recesa­
do innecesariamente la economía y deprimido los salarios y el tipo de cambio.
¿Cuán probable o realista resultaría, sin embargo, aumentar los ingresos no petroleros en
1 08% para evitar nuevos ajustes de precios? Un somero análisis del efecto Olivera-Tanzi, indica
que se podría lograr entre cincuenta y sesenta puntos de recaudación real por este concepto. El
resto, por lo tanto, lo tendría que lograr la reforma tributaria. Si esta última no logra conseguir los
puntos que faltan, nuevos paquetes cada vez más frecuentes y/o de mayor magnitud, cubrirían
la diferencia.
Este ejercicio ha obviado el planteamiento aún vigente, por el cual un menor pago del
servicio de la deuda externa puede llevamos a un mej or tipo de cambio real, a mayores niveles
de remuneraciones y de gasto interno del sector público y a menores niveles de inflación. Por
el momento, sin embargo, se ha cumplido con el obj etivo del artículo.
Santiago Roca y Luis Simabuko. Moneda, número 35, mayo de 1 99 1 .

262
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARIALES ( 1 985-2000)

0
-
E l costo económ ico del retraso
del Gru po de Apoyo
La actual política económica tiene en el desequilibrio del sector público uno de los prin­
cipales cuellos de botella de corto y mediano plazo. Este problema puede solucionarse por
cuatro vías: elevando los ingresos; reduciendo los gastos; obteniendo mayor endeudamiento
interno; y refinanciando y asegurando mayor endeudamiento externo .
E n lo que s e refiere a los dos primeros métodos, e l gobierno s e está decidiendo e n l a prác­
tica por una combinación de reajustes de precios públicos, creación de tributos extraordinarios,
y reducción real de remuneraciones y compras del sector público sin comprometer los pagos de
la deuda externa. Por el lado de los dos últimos métodos, existe la promesa de no utilizar la "ma­
quinita" y se piensa que existe poco capacidad para obtener ahorro interno privado, por lo que se
han cifrado las esperanzas en obtener fondos externos, a partir de la refinanciación de la deuda
con los organismos financieros internacionales y el aporte del Grupo de Apoyo (GA).
El objetivo del presente artículo es analizar el posible impacto del Grupo de Apoyo (GA) en
la actividad económica, es decir, en qué medida este flujo de capital permitirá lograr los objetivos de
estabilización económica propuestos por el gobierno. Para ello se analizan cuatro escenarios alterna­
tivos para los próximos meses. El primero supone el ingreso de 690 millones de dólares a partir del
segundo semestre, mientras que los dos siguientes asumen que estos capitales no logran constituirse
en lo que resta del año, optándose, en el segundo escenario, por restringir el pago de la deuda, y en el
tercero, por financiarlo con crédito inflacionario, pagando lo comprometido. Finalmente, se realiza
un cuarto ejercicio, donde se ilustra lo que podría haber sucedido si el Grupo de Apoyo se hubiese
concretado desde inicios del año. De esta manera, los tres primeros ejercicios analizan lo que puede
ocurrir en el próximo semestre, mientras el último conjetura lo que potencialmente podría haber ocu­
rrido si el aporte del GA se hubiera efectuado todo el año. De esta comparación podremos cuantificar
no solo el beneficio del GA, sino también el costo económico de su retraso.

6. 1 Diversas opciones del Grupo de Apoyo


En la presente sección se desarrollan los diversos escenarios de política económica que reflejan
diferente opciones frente a la eventualidad del Grupo de Apoyo.
a. Primer escenario: con Grupo de Apoyo, GA, desde el segundo semestre.
Este primer escenario asume que la contribución del GA al sector público y a la balanza de
pagos es de 690 millones de dólares en el segundo semestre del presente año. De esta manera,
el servicio efectivo de la deuda pública externa ascendente a unos US$ 1 80 millones trimes­
trales, no se traducirían en reducción de reservas del BCRP ni en mayor crédito primario al
sector público. Los supuestos sectoriales del presente escenario son los siguientes:
• En el bloque externo contabilizamos US$ l .550 millones como servicio de la deuda pública
externa (incluido impagos), lo que unido a la proyección deficitaria de la balanza comer­
o
cial en 63 millones y otros rubros, obtendríamos una cuenta corriente de -2. 1 20 millones N
o
de dólares. Para compensar este acentuado flujo de divisas hacia el exterior, el movimiento ]
de capitales asume un ingreso neto de US$2.900 millones, incluidos 690 millones del GA, ·g.
u
con lo cual obtendríamos una balanza de pagos positiva de US$780 millones.

263
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

• El sector público considera la contracción real de los gastos internos en 32%, un nivel de
importaciones de 1 .000 millones de dólares, el incremento real de los ingresos no petro­
leros del gobierno central (excluidos tributos externos) en 28%, y la aplicación de nuevos
ajustes en las tarifas y los precios controlados de 24,3% en agosto y 5% en los meses
restantes.
• En la medida que se incremente el aporte del GA, resultará más factible aplicar un estricto
control de crédito del BCRP al sector público. Así pues, en el presente escenario dicho cré­
dito será cero a final de año, lo que sumado a la monetización externa de US$ l l 6 millones
para el segundo semestre y un crédito al sector privado de 9,3 millones de soles mensuales,
enmarcaría una política monetaria restrictiva. El ejercicio admite la reducción gradual del
encaje promedio, llegando a fin de año a un 30%; asimismo, la tasa de interés se determina
por encima de la inflación promedio.
Este escenario con GA y crédito público cero, proyecta una inflación 209% y una caída del pro­
ducto de -0,9% (Tabla 20.6). Asimismo, la estructura de precios relativos aún refleja los proble­
mas del atraso cambiario, como del progresivo, aunque lento, deterioro de los precios públicos.
Él déficit del sector público se estima en 2,6% del producto (0,2 del gobierno central y -2,8 del
resto), el que sería cubierto con 1 .6 1 O millones de dólares de financiamiento externo, gracias al
cual el crédito del BCRP a dicho sector sería cero, permitiendo que la emisión primaria se eleve
72% y la liquidez en moneda nacional ascienda al 3% del PBI.

b. Segundo escenario: sin GA y con restricción del servicio de la deuda pública externa
En este segundo ejercicio suponemos que al no constituirse el GA, el gobierno decide, uni­
lateralmente, restringir el servicio de la deuda externa. Esta decisión tendría el objetivo de
compensar el menor ingreso de divisas con la restricción del flujo hacia el exterior.
Los supuestos por bloques son los siguientes:
• En el bloque externo la única variación que presenta este escenario corresponde a la cuen­
ta de capital, en ella suponemos que, al no constituirse el GA, el ingreso neto de capitales
sería -incluido el servicio impago- de US$2.2 1 0 millones, con lo cual a final del año,
terminaríamos con una balanza de pagos de 89 millones de dólares.
• Las variables que presenta el sector público no financiero son muy similares a las plan­
teados en el ej ercicio anterior; así, se prevé la contracción real de los gastos internos en
36%, 1 .000 millones de dólares en importaciones, el incremento real de los ingresos no
petroleros del gobierno central (excluidos tributos externos) en 28%; y nuevos ajustes de
precios controlados en 24,3% para agosto y 5% en los siguientes meses.
• Al reducirse el financiamiento externo del sector público a 920 millones de dólares, el
BCRP se vería obligado a cubrir la diferencia con crédito primario, con lo cual el monto
de la misma será positivo y dependiente del déficit público. En relación al resto de varia­
bles que componen la emisión primaria y la expansión secundaria, este ejercicio mantiene
similares valores a los planteados en el escenario inicial.
En este escenario las proyecciones nos indican que la inflación alcanzaría los 250% con
una caída del producto ligeramente mayor al primer escenario. El tipo de cambio y los pre­
cios públicos muestran evoluciones muy similares a las halladas anteriormente. El sector
público estaría arrojando un déficit de -2,3% del PBI como consecuencia del resultado de

264
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARJALES ( 1 985-2000)

las empresas públicas de -2,7%. Con estos estimados del sector público y dado el menor
financiamiento externo, el BCRP estaría cubriendo una brecha de 68 millones de nuevos
soles, con lo cual la emisión primaria crecería en 92% y la liquidez en moneda nacional
alcanzaría el 3% del producto.

c. Tercer escenario: sin Grupo de Apoyo y con financiamiento inflacionario del déficit
Este escenario ilustra una situación donde el BCRP se vería obligado a financiar el sector públi­
co, dado que, simultáneamente, no se produce el aporte del GA y se cumple con las obligacio­
nes externas. A continuación se detallan los supuestos sectoriales:
• Un escenario sin la constitución del GA y la salida constante de divisas por el servicio
de la deuda pública, implica la reducción significativa del flujo de capital, que alcanzaría
unos ingresos netos de solo US$ 1 .850 millones, con lo cual la balanza de pagos sería
deficitaria en 270 millones de dólares.
• Por el lado de las finanzas públicas, este ejercicio presenta la reducción real de los gastos
internos en 3 8%, 1 .000 millones de dólares en importaciones públicas, el incremento real
en 3 1 % de los ingresos no petroleros y la aplicación de reajustes periódicos en las tarifas
y los precios controlados ya mencionados.
• La política monetaria, contraria a los ejercicios anteriores, será permeable a las necesi­
dades fiscales, es decir, el crédito del BCRP al sector público se acomodará al déficit no
cubierto por el financiamiento externo e interno privado. En cuanto a la monetización ex­
terna, el crédito privado, el encaje promedio y la tasa de interés mantendrán los esquemas
de los escenarios anteriormente desarrollados.
Esta opción de emitir soles para comprar dólares y así pagar la deuda pública externa resulta
ser la combinación más nociva de las analizadas, ya que el déficit fiscal, calculado en -2, 1 %
del producto, sería financiado principalmente con crédito del BCRP.
Se estima que este crédito alcance los 304 millones de soles, aproximadamente el 0,6% del
PBI, lo que impulsará al crecimiento de la emisión primaria en 1 5 1 %, llegando la liquidez en
moneda nacional a representar el 4% del producto.
Con esta fuerte emisión, destinada al servicio de la deuda externa, se proyecta una inflación
cercana a los 300%, con un descenso del producto en - 1 ,2%; mientras que los precios relati­
vos seguirían mostrando inalterablemente el atraso del tipo de cambio y la ligera caída en los
precios controlados (Tabla 20.6).

d. Cuarto escenario: con Grupo de Apoyo desde inicio del año.


En el caso hipotético que el aporte del GA se hubiese constituido desde el comienzo del
año, las condiciones económicas reinantes serían claramente distintas, tanto por la diferencia
cuantitativa que implica el flujo de capital, asumido en 1 .400 millones de dólares, como por
las opciones de política económica que podrían adoptarse considerando estos capitales. Es
así decir, la importancia del GA no solo radica en el mayor financiamiento externo y en el
apoyo a la balanza de pagos, sino también en el nuevo giro que puede adquirir la política o
N
o
económica sabiendo la existencia de dichos fondos. Así, este escenario plantea los siguientes

supuestos de política económica. §'
u

265
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

• En el bloque externo, y con el aporte de US$ l .400 millones del GA, la cuenta de capital
mostraría un fluj o de US$3.520 millones, generando una balanza de pagos de US$ 1 .395
millones.
• Por su parte, el sector público plantea la reducción real de los gastos internos en 29%,
un nivel de importaciones de US$ 1 .000 millones, el incremento real de los ingresos no
petroleros del gobierno central en 6,6% y la aplicación de un único ajuste de precios de
40% a mitad del año.
• Teniendo en cuenta el financiamiento externo proveniente del GA, el presente escenario
prevé que el crédito del BCRP al sector público sea negativo, implicando una política mo­
netaria fuertemente contractiva, ya que además se asume la monetización limitada de 228
millones de dólares y un crédito interno privado de diez millones.
En base a estos supuestos de política económica, las proyecciones nos indican que el sec­
tor público obtendría un déficit de - 1 , 1 % del PBI, correspondiéndoles - 1 ,8% al gobierno
central y O, 7% al resto del sector. Con estas proyecciones del sector público, y dado el fi­
nanciamiento externo que alcanza los 2.750 millones de dólares, el crédito del BCRP sería
de 307 millones de soles, con lo cual la emisión primaria decrecería en 1 6% y la liquidez
en moneda nacional constituiría el 1 ,3% del producto.
Coherentemente con estos resultados sectoriales, la inflación estimada es de 74%, mientras
que el producto se mantendría estancado a los niveles del año pasado. Por otro lado, esta
política implicaría continuar con el atraso del tipo de cambio, aunque con un nivel de los
precios controlados muy por encima de los escenarios anteriores.

6 . 2 A modo de conclusión
Ha transcurrido cerca d e un año desde el reinicio d e los pagos externos y mucha agua h a pasado
bajo del puente. En realidad, se conoce muy poco lo que viene aconteciendo. Para el gobierno,
el Grupo de Apoyo se forma de todas maneras este tercer trimestre y se nos dice que hacia fin
de año podremos contar con alrededor de 700 millones de dólares, además de la refinanciación
de una parte importante de nuestra deuda externa. De otro lado, las versiones periodísticas nos
informan que los países del llamado Grupo de Apoyo estarían condicionando su colaboración
a que no se solicite la condonación de la deuda en el Club de París, que los países europeos au­
menten su participación, que los préstamos sean de corto plazo, y que el Perú aumente sus pagos
que tiene con algunos gobiernos, entre otros.
Todos estos anuncios y noticias, a pesar del confuso panorama, brindan la apariencia que
estamos adportas de la ansiada conformación del Grupo de Apoyo.
Pero, ¿desde hace cuánto tiempo estamos adportas de la constitución del Grupo de Apo­
yo? ¿Qué implica la conformación o no conformación el GA para la economía peruana en tér­
minos de inflación, producción, balanza de pagos y déficit fiscal? ¿Qué tan atractivo es para los
organismos internacionales y países confortantes acelerar este proceso?
De las proyecciones realizadas, podemos observar que si el GA se forma el presente
trimestre aportando 690 millones de dólares, ello significaría en la práctica, que el gobier­
no dej ará de pagar los aproximadamente sesenta millones de dólares mensuales que viene
sacando de su bolsillo, para reemplazarlos con mayores montos mensuales pero financiados

266
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARIALES ( 1 985-2000)

casi íntegramente con los fondos del Grupo de Apoyo. Si asumimos adicionalmente el re­
ajuste de los precios controlados en 24% en agosto y 5% mensualmente entre septiembre y
diciembre, y una política austera en el gasto público interno, nuestros cálculos estiman que
el crédito del B CRP al sector público sería cero, con lo cual obtendríamos una inflación de
209% y una caída del producto en -0,9%. El resultado económico del sector público arroj aría
un déficit de 2,65% del PBI y la balanza de pagos acabaría con un saldo de 780 millones de
dólares (primer escenario).
Si, por lo contrario, no logra concretarse el Grupo de Apoyo en su compromiso de se­
guir pagando unos sesenta millones de dólares mensuales de sus propios recursos, el gobierno
no podría mantener su promesa de crédito cero al sector público. Considerando los mismos
supuestos en la política de precios y reducción de gastos, la inflación prevista se acerca a los
300%, con una caída del producto del - 1 ,2%. En este caso la balanza de pagos sería de -27 1
millones de dólares y el déficit fiscal de -2, 1 % del PBI (tercer escenario). Ahora, si a la no
conformación del GA le sigue la suspensión de pagos, la situación es más beneficiosa en el
corto plazo que en el caso anterior, ya que, baj o los mismos supuestos generales, la inflación se
estima en 250%, con una caída del producto en - 1 %. El resultado económico del sector públi­
co sería de -2,3% del PBI y la balanza de pagos de US$ 89 millones (segundo escenario). En
general, aquí los hacedores de política económica deben decidir apostar entre los beneficios y
costos más o menos predecibles del corto plazo, frente a los beneficios y costos mucho menos
predecibles del mediano plazo.
¿Qué podría haber sucedido si el GA se hubiese conformado en enero pasado? Los
resultados obtenidos nos permiten plantear que en este caso hipotético, y teniendo como su­
puestos adicionales el reajuste de los precios públicos a mitad de año en 40%, la contracción
de los gastos internos del sector público y una política monetaria restrictiva, la inflación
alcanzaría el 74%, mientras que la producción no hubiese caído. El déficit público sería
del orden del 1 , 1 % del PBI, con un saldo positivo de balanza de pagos de 1 .395 millones
de dólares.
En resumen, de los escenarios planteados podemos extraer algunas conclusiones intere­
santes. Primero, a los organismos internacionales y países conformantes del Grupo de Apoyo
no le es muy atractivo acelerar su constitución, ya que mientras más se dilate el proceso, el
Perú, de todos modos, estará cancelando sus obligaciones con sus propios recursos. Es quizás
por eso que estamos adportas del GA desde casi un año, Ellos ganan cuanto más se prolonga
esta etapa y nos entretienen con el argumento que estamos tan cerca, que abandonarlo sería
como "nadar toda la playa para ahogarse en la orilla". Por otro lado, las autoridades econó­
micas nacionales no se dan cuenta que ello origina mayor inflación y recesión. Tanta mayor
inflación y recesión que al desestabilizar el propio programa en el corto plazo obliga a su vez
a reestructurar el cronograma de reinserción prevista, prolongando, posiblemente aún más, la
conformación del Grupo de Apoyo como la refinanciación de la deuda. Evidentemente, este
"juego" no es tan sano si consideramos que en el país se enfrenta una ola de inseguridad y
pobreza extrema.
Segundo, el gobierno aparentemente le otorga poca importancia al factor tiempo dentro o
N
del programa, ya que mientras más espera y no reconoce las implicancias económicas de la es­ o

pera, arriesga cada vez más su propio programa económico y genera costos mayores que están
2
'§.
asumiendo los sectores más necesitados. u

267
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Tercero, los ejercicios presentados no resuelven el problema del pago de la deuda externa
luego de terminado el alivio que podría generar el GA. Los montos a pagar futuros son tan ele­
vados que no queda otra alternativa que obtener una significativa reducción, refinanciación y/o
condonación de la deuda externa.
Finalmente, hay que colocar en la balanza los beneficios y los costos de reinsertamos. Eso
de andar sin criterios claros es sumamente perjudicial. El gobierno no debe esperar la formación
voluntaria del Grupo de Apoyo.
Santiago Roca y Luis Simabuko. "El Costo Económico del Grupo de Apoyo".
Moneda, número 37, julio de 1 99 1 .

Proyección e<'._onóm i�_<l� J�_e!l_lªna 1 99 1

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Escenario 2 *

Inflación % 209 249 297 74


Producción (Var %) 1 / -0,89 - 1 ,09 -1,16 -0,06
Precios relativos
Tipo de cambio / IPC 20 20 20 21
IPC Controlados /IPC 114 1 08 1 06 1 33
Balanza de pagos (millones de US$) 780 89 -27 1 1 395
Grupo de apoyo (millones de US$) 690 o o 1 400
Déficit del sector público (%PBI) -2,65 -2,3 1 -2,08 - 1 ,08
Crédito del BCRP al sector público
(millones de soles) o 68,6 303,8 -307,2
Liquidez en moneda nacional (%PBI) 3 3,14 3,95 1 ,3

1/ promedio, enero 1 986=100.


* Proyección enero-diciembre de 1 99 1 .
FUENTE: Modelo MOPRE. ESAN,julio de 1 99 1 .

0 Repica rá n ta m bores
En los próximos días la mayoría de los medios nacionales de comunicación social repicarán sus
tambores para anunciar con bombos y platillos la aprobación del programa de referencia y de
acumulación de derechos con el Fondo Monetario Internacional, un acuerdo similar con el Ban­
co Mundial, el pago de los atrasos con el Banco Interamericano de Desarrollo y la obtención de
un préstamo de 1 . 1 1 5 millones de dólares del Grupo de Apoyo. El entusiasmo será desbordante,
el presidente Fuj imori estará en esos momentos sentado junto al presidente George Bush en la
sala oval de la Casa Blanca y hasta de repente el propio Estados Unidos y el Japón deciden incre­
mentar sus aportes al Grupo de Apoyo para alcanzar los 1 .300 millones de dólares requeridos por
el Gobierno peruano. El júbilo será total. El Wall Street Journal y el Financia/ Times publicarán
sendos reportes acerca de la reinserción del Perú en la comunidad financiera internacional y
sobre la seriedad del programa económico peruano. La primera etapa del proceso de reinserción
estará terminada.
268
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARIALES ( 1 985-2000)

¿Qué logra el Perú en esta primera etapa? Por el programa de acumulación de derechos
del FMI y el acuerdo similar con el Banco Mundial, estos organismos se comprometen -siempre
y cuando el Perú vaya cumpliendo las metas de su programa económico suscrito en el programa
de referencia- a refinanciar trimestralmente los atrasos y moras, hasta completarlos, Al término
del programa de acumulación de derechos, todos los atrasos y moras que teníamos con el FMI y
el Banco Mundial estarían completamente refinanciados para ser pagados a partir de ese enton­
ces. Si además el Perú cumple con el pago de los otros vencimientos corrientes de la deuda con
estos organismos durante ese período, recién podríamos estar en condiciones de solicitar nuevos
créditos en 1 993 y 1 994.
El arreglo con el Banco Interamericano de Desarrollo es más inmediato. Al BID se le tie­
ne atrasos y moras de alrededor 370 millones de dólares, los cuales se sufragarán con el préstamo
de 400 millones obtenido del Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR). De esta manera, el
Perú se pone al día en sus pagos con el BID y volverá a ser sujeto de crédito a partir del primer
trimestre de 1 992. Por su parte, el FLAR ha dado al Perú un año de gracia y cuatro años adicio­
nales para devolver los 400 millones de dólares prestados.
En relación a los fondos obtenidos del Grupo de Apoyo, hay versiones contradictorias;
la más optimista es que estos fondos no están atados y se utilizarán íntegramente para el pago
del servicio de los vencimientos corrientes de la deuda externa de 1 99 1 y 1 992. Si eso fuera
así, los fondos del Grupo de Apoyo darían un alivio temporal a la caja fiscal durante 1 991 y
1 992. El Gobierno peruano viene actualmente pagando de sus propios recursos alrededor de
sesenta millones de dólares mensuales, de aproximadamente 1 20 millones que debe pagar.
Con los fondos del Grupo de Apoyo podríamos pagar casi 1 20 millones de dólares mensuales
durante once meses y utilizar los sesenta millones que pagamos de nuestro bolsillo para otros
fines. Al término de los once meses, el Perú tendrá que continuar por su propia cuenta pagando
el vencimiento corriente de la deuda, y además, dependiendo del período de gracia que nos
otorguen, se tendrá que empezar a devolver los préstamos de este grupo de países amigos. En
la versión más pesimista, los fondos del Grupo de Apoyo no aliviarían al Perú de pagar los
sesenta millones de dólares mensuales, sino que completaría el remanente de fondos que se
necesita para los vencimientos corrientes y serviría para pagar parte de los atrasos que el Perú
tiene con estos mismos países.
Toda esta primera etapa de reinserción en el sistema financiero internacional sirve
entonces para lograr la refinanciación de los retrasos con los organismos financieros in­
ternacionales y el financiamiento por un año de los vencimientos corrientes de la deuda.
Nuevos préstamos del BID podrían llegar en 1 992 y del FMI y del Banco Mundial en 1 994.
Mientras tanto, ya a fines de 1 992 se empiezan a cobrar los préstamos del FLAR y después
seguirán aumentando los pagos corrientes porque se tendrá que empezar a pagar las partes
equivalentes a los montos refinanciados de los atrasos con el FMI, el B anco Mundial y el
Grupo de Apoyo.
El Perú ha iniciado ya la segunda etapa de su proceso de reinserción en el sistema
financiero y ello consiste en solucionar el problema de la deuda que se tiene con el Club de
París. El Perú debe alrededor de 7.000 millones de dólares al Club de París, de los cuales cerca o
N
de 5 .000 millones representan atrasos. Se supone nuevamente que tendremos que empezar o

a cumplir por lo menos con los vencimientos corrientes de la deuda vigente y negociar una B
refinanciación de los atrasos. ¿A partir de cuándo tendremos que incrementar nuevamente los 'ª'
u
pagos corrientes por el refinanciamiento obtenido? ¿Será esto a partir de 1 993?
269
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Luego vendrá la tercera etapa de la negociación, en este caso con la banca comercial in­
ternacional. Se debe a ella alrededor de 5.900 millones de dólares. Y luego vendrá la cuarta etapa
con los proveedores y países socialistas, a quienes se deben 1 .350 y 1 .200 millones de dólares,
respectivamente.
¿Cómo realmente se podrá pagar todo esto? No me cabe la menor duda que los bombos y
platillos sonarán durante un tiempo breve, ya que desde el segundo semestre de 1 992 se tendrán
que efectuar nuevos acuerdos y renegociaciones y así transcurriremos negociando cada nueve a
doce meses trasladando el stock de la deuda a generaciones futuras. Quizás los bombos y platillos
suenen entoI1ces más frecuentemente. Pero, ¿a dónde nos lleva esta estrategia de reinserción? ¿Por­
que no buscamos una solución integral y le presentamos a nuestros acreedores del mundo un plan­
teamiento de mediano y largo plazo que les indique nuestras capacidades y posibilidades dentro de
un horizonte mayor y acorde con nuestras necesidades de inversión y crecimiento?
Proceso Económico, número 1 02, agosto de 1 99 1 .

� La pa rá bola de los fl ujos externos


�''."'';':',

y el manejo de la pol ítica moneta ria


8. 1 Introd ucción
Iniciada oficialmente la reinserción del país en el sistema financiero internacional, y teniendo en
cuenta los desembolsos y préstamos previstos y los pagos de la deuda externa comprometidos
para los próximos meses, la evolución de la economía peruana estará condicionada no solo a
este conjunto de variables, sino también a otras de carácter interno. Concretamente, la política
monetaria jugará un papel fundamental en la medida que se constituye en el mecanismo de enla­
ce entre el balance externo y el equilibrio interno.
El presente artículo analiza la economía peruana para este último trimestre, incidiendo en
la necesidad de ajustar la política monetaria a los niveles de desembolsos y flujos de capitales
externos, dados los niveles de amortizaciones y pagos externos comprometidos. Es decir, la pro­
puesta apunta hacia un manejo monetario cauto y consistente, que permita absorber los shocks
de financiamiento externo neto, minimizando sus efectos inflacionarios.
Dado el tipo de análisis propuesto, la segunda sección de este artículo desarrolla tres escena­
rios de política económica para el periodo octubre-diciembre de 1 99 1 , diferenciados únicamente en
el monto de los desembolsos y préstamos del exterior. La tercera sección plantea los mecanismos
de transmisión de la política monetaria y sus implicancias inflacionarias frente a los shocks exter­
nos. La cuarta sección analiza brevemente los aspectos monetarios del Programa de Referencia
con el FMI y, finalmente, la quinta sección resume algunos comentarios y presenta las principales
conclusiones del trabajo.

8 . 2 Los escena rios alternativos de la pol ítica económ ica


Diferenciar los escenarios de política económica en función exclusiva de los montos de desem­
bolsos y préstamos del exterior implica, en primer lugar, especificar al lector cuáles son las otras
características o medidas de política económica que se supone serán comunes para todos los
270
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARIALES ( 1 985-2000)

escenarios y que tomará el gobierno hasta fin de 1 99 1 . A este conjunto de supuestos se le deno­
minará el escenario base o básico de la economía para el cuarto trimestre de 1 99 1 .
E n e l sector de precios, el escenario básico considera l a indexación hacia atrás de los
principales precios controlados (combustibles, tarifas eléctricas, entre otros), así como el ajuste
rezagado de Jos pasajes en el mes de noviembre.
El sector público no financiero supone que el gobierno central obtendrá una ligera reducción
real de sus ingresos en el orden del 9% con respecto al año pasado, además mantendrá el carácter
"petrolizado" de sus ingresos. Por el lado de los gastos, descontando el servicio de la deuda exter­
na, se plantea un descenso real del 3%, suponiendo con ello Ja mantención de la política restrictiva
del gasto público pre-deuda. Asimismo, se proponen US$ 1 1 5 millones mensuales como gastos
de inversión del gobierno central en el último trimestre. Las cuentas de ingresos de las empresas
públicas se ajustarán con la política de precios establecida anteriormente, mientras que los gastos
sufrirán un incremento por encima de la inflación. El cronograma de la deuda externa supone el
vencimiento promedio mensual de US$ 1 25 millones, durante los meses de octubre, noviembre y
diciembre, incluido el costo financiero del servicio impago. En cambio, los pagos programados con
reservas del BCRP se estiman en US$ 1 40 millones mensuales en amortizaciones.
De los nuevos desembolsos externos, que incluyen el aporte del Grupo de Apoyo, se
supone que la mitad será "monetizada" o tendrá contrapartida en moneda nacional, lo que incre­
mentará las reservas del BCRP y la fuente externa de emisión primaria. Asimismo, se considera
el crédito del FLAR en US$350 millones. Teniendo en cuenta que el fluj o neto de la deuda públi­
ca externa, estimada en - 1 68 millones de dólares mensuales, será compensado con los préstamos
del grupo de apoyo y a Ja balanza de pagos, Ja ganancia neta de reservas del BCRP reflejará,
prácticamente, la compra de moneda extranjera que este realice. Por esto, el escenario básico su­
pone la drástica reducción de estas adquisiciones con respecto a los meses anteriores, planteando
una política contra-estacional a Ja creciente demanda de dólares.
La política monetaria supone, por el lado de las fuentes de emisión: la relación consistente
entre la fuente externa y la ganancia neta de reservas del BCRP; seis millones de soles mensuales
de crédito al sector privado; y que el crédito al sector público se rija bajo el criterio asimétrico
por el cual cubrirá el 80% del financiamiento interno requerido por el sector público, si este es
positivo, y absorberá solo el 1 5% del mismo, si es negativo. Esto quiere decir que el BCRP finan­
ciará inftacionariamente al sector público, si los préstamos externos no logran cubrir la brecha
fiscal, pero, aplicará una política monetaria anticíclica (antirecesiva), no contrayendo la liquidez,
si este financiamiento excede al resultado del sector público.
Este tipo de esquema diferenciado en la política monetaria implica que, en el primer caso,
el resto del sistema financiero y privado no está en la facultad de refinanciar el déficit público,
con lo cual, de existir este déficit, el BCRP asumiría Ja mayor parte del mismo; y en el último, el
BCRP intenta estabilizar la masa monetaria, por Jo cual, si el financiamiento fuera negativo, no
absorbería el total de ella, evitando con esto una fuerte iliquidez en el sistema financiero.
Para ver qué tan consistente es asumir estos supuestos de política monetaria, vale remi­
tirse a ciertos indicadores de crédito interno del sector público. La Tabla 20.7 muestra que en los
o
últimos años ( 1 988 a 1 99 1 ) el Banco Central de Reserva ha financiado entre el 60% y 70% del N
o
financiamiento neto del sistema bancario al sector público. Por otro lado, en los años donde el ]
financiamiento interno fue negativo ( 1 970, 1 979, 1 985), el BCRP no ha absorbido toda esta masa -�
monetaria. Se puede entonces suponer una política anticíclica. u

271
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Financiamiento interno -0,9 -47,7 -3 .094 0,24 5 ,6 1 40,3 nd


Sistema bancario -2,4 -86,3 -4.02 1 0, 1 1 3 1 40, 1 352,1
BCRP2 o 43,5 -340 0,07 1 ,9 99,9 3 79,4
Resto del sistema -2, 5 1 29,8 -3 .68 1 0,05 1,1 40,2 27,3
Otros 1 ,6 3 8,6 927 0, 1 3 2,6 0,2 nd
1 1 970,1979 y 1 985 en millones de intis, 1 988-91 en nuevos soles.
2 1 988- 1 99 1 excluye depósitos por refinanciación e incluye BN
FUENTE: "Perú: Compendio estadístico del sector Público no Financiero". Memoria BCRP, varios años.

a. Escenario A: desembolsos de 210 millones de dólares mensuales.


En el primer escenario se supone un promedio de 2 1 0 millones de dólares mensuales de
desembolsos y préstamos del exterior, de octubre a diciembre de 1 99 1 . Los principales re­
sultados de la simulación para el cuarto trimestre y para todo el año 1 99 1 , se muestran en la
Tabla 20.8, bajo la columna Escenario A.
La inflación estimada para el presente trimestre alcanza 1 3,6%, lográndose una inflación
anual de 1 56,5%. El producto bruto interno del trimestre crece en términos reales 6,6% en
relación al mismo trimestre del año pasado, pero decrece significativamente por segundo
trimestre consecutivo en relación a su similar del trimestre inmediato anterior. En conjunto
se estima que el producto crecerá en 1 99 1 alrededor de 1 ,5% en comparación con 1 990.
Las cuentas del sector público no financiero, incluido el costo financiero del servicio impago,
arrojarían un déficit de 3 ,5% del PBI en el presente año. Este resultado deficitario se descom­
pone en -2,3% de gobierno central y - 1 ,2% de las empresas públicas. El resto del sector público
no financiero estaría obteniendo cuentas equilibradas al final del periodo. Se estima que los in­
gresos del gobierno central representarían solo el 7,4% del producto y continuarían petrolizados
en alrededor de 27% del total de ingresos. Los pagos de la deuda externa se calcula que serían
del orden de los 1 .300 millones de dólares, es decir, el 2,8% del producto.
En cuanto a las reservas del BCRP, y dado la evolución de los dos principales rubros de la ba­
lanza cambiaría: deuda pública neta y compra-venta de moneda extranjera, se proyecta que las
reservas terminen en alrededor de 809 millones de dólares, representando el 0,8% del PBI.
Tomando en cuenta el déficit público, el financiamiento externo esperado o programado y
el nivel de reservas del BCRP, se calcula que la emisión primaria crecería en 83%, cons­
tituyendo el 1 ,9% del PBI. Este resultado considera el flujo negativo del crédito interno
del BCRP al sector público (incluido BN) que ascendería a -6,75% millones de soles12 y
los S/.270 millones de emisión por fuente externa, de acuerdo al supuesto explicado en el

El flujo negativo se obtendría si los desembolsos y préstamos previstos se realizan.

272
V. QUlNCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARlALES ( 1 985-2000)

escenario básico, de monetizar la mitad de los desembolsos y préstamos del exterior. Final­
mente, la liquidez en moneda nacional se incrementaría en 1 26,8%, llegando a S/. 1 .327 ,6
millones (3,3% del PBI).

b. Escenario B : desembolsos de 280 millones de dólares mensuales


Suponiendo ahora que los desembolsos y préstamos externos asciendan a 280 millones de
dólares mensuales de octubre a diciembre de 1 99 1 , los resultados se muestran en la Tabla
20.8 bajo la columna Escenario B . La inflación proyectada para el cuarto trimestre es de
1 6,3%, con lo cual a fin de año se acumularía un incremento de precios de 1 60,5%. Asi­
mismo, el producto crecería alrededor de 1 ,5%, mientras la estructura de precios relativos
mantendría las características del escenario anterior.
El déficit del sector público sería de 3 ,6% del PBI descompuestos en -2,3% del gobierno
central y - 1 ,2% de empresas públicas. El resto del sector público obtendría cuentas casi
equilibradas. Por su lado, las reservas del BCRP ascenderían a US$9 l 4 millones. La emi­
sión crecería en 1 00,9%, representando el 2% del PBI. Este crecimiento se produciría por
la monetización externa, ascendente a 3 76,2 millones de soles, y por el acentuado descenso
del crédito del BCRP al sector público que alcanzaría los -38,4 millones de soles. Final­
mente, la liquidez en moneda nacional se estima en S/. 1 .454,7 millones, es decir, el 3 ,6%
del producto.
c. Escenario C: desembolsos de 100 millones de dólares mensuales.
Con US$ 1 00 millones de desembolsos mensuales, la columna del Escenario C de la
Tabla 20.8 muestra los principales resultados. La inflación del cuarto trimestre llega a
1 6,4% y la anual al 1 60,6%, sin cambios en el producto ni en los precios relativos en rela­
ción al ejercicio anterior. El sector público obtendría nuevamente un déficit de -3 ,6% y las
reservas del BCRP solo llegarían a US$643 millones (0,5% del PBI).
La emisión primaria crecerían en 97,5%, representando el 2% del producto, impulsado tanto
por el crédito interno (S/.2 1 7 ,3 millones) como por la fuente externa de emisión (S/. 1 06,2
millones). Por último, la liquidez en moneda nacional alcanzaría S/. 1 .429,7 millones (3,5%
del PBI), incrementándose en 1 44%.

8 . 3 Los meca n ismos d e tra nsm isión d e l a pol ítica


monetaria, los fl ujos externos y la i nflación
Haciendo un análisis de los tres escenarios se puede observar que la inflación tiende a crecer a
medida que los desembolsos netos externos crecen o decrecen de cierto nivel "compatible" o
"consistente"13, dada la política monetaria y los pagos de la deuda externa. La curva P de la Fi­
gura 20.4 muestra la forma parabólica que asume la inflación cuando aumentan o disminuyen
los flujos de desembolsos y préstamos externos programados. Este fenómeno, aparentemente
contradictorio y revelador, sucede así porque el manejo de la política monetaria no se ha mo­
dificado al cambiar el monto de los desembolsos. o
N
o

B
Este nivel "compatible" o "consistente" de desembolsos, dada la política monetaria supuesta en el 'O..
presente ejercicio y los montos de pago de la deuda externa comprometidos, es de aproximadamente
13
ro
u
l 80 a 1 90 millones de dólares mensuales.

2 73
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Con los US$2 1 0 millones de desembolsos mensuales, más el aporte del FLAR, prác­
ticamente los pagos externos están asegurados, con lo que las reservas del BCRP solo cre­
cerán si el Instituto Emisor compra moneda extraj era. Ahora, al elevarse estos desembolsos
a US$280 millones mensuales, con 5 0% de contrapartida en moneda nacional, obligaría a
incrementar la emisión primaria por fuente externa. Simultáneamente, el mayor desembolso
elevaría el financiamiento externo del sector público, con lo cual, dado un déficit constante,
se reduce el financiamiento interno en el monto de estos nuevos desembolsos. Por lo tanto,
existirá una presión para elevar la emisión por fuente externa, pero otra para reducirla por
fuente interna. El efecto neto dependerá, en última instancia, de cuánto se monetiza por la
ganancia neta de reservas del B CRP y cuánto del financiamiento neto interno lo cubre el
Instituto Emisor.
En nuestro ejercicio, al incrementarse los desembolsos, la fuente externa de emisión crece
más que la retracción del crédito del BCRP al sector público, generando mayor emisión. En el
sentido inverso, al decrecer los desembolsos a US$ 1 00 millones mensuales, la caída de la fuente
externa de emisión primaria, por pérdidas de reservas, es menor que el incremento del financia­
miento neto del BCRP, con lo cual crece nuevamente la cantidad de dinero. En ambos sentidos
resurge la inflación porque la política monetaria se mantiene inalterable y no logra neutralizar
eficientemente el shock externo.
Reconociendo que el efecto perverso del mayor o menor flujo externo se encuentra en
cómo este se transforma en medio de pagos en moneda nacional, podemos inferir que la política
monetaria más adecuada para cada caso es aquella que equilibre ambas fuentes de emisión. Es
decir, aquella política que maneje sensatamente el grado de monetización externa y el financia­
miento inflacionario del sector público. Esto implica, necesariamente, que la programación y el
manejo monetario se revise y ajuste constante y dinámicamente.

8 .4 El prog ra ma de referencia con el FMI


El actual Programa de Referencia con el FMI, plantea -en su parte monetaria- la reducción de
los límites al financiamiento interno del sector público y a los activos internos netos del BCRP, si
los alivios externos se incrementan. Es decir, si el flujo de capitales externo es mayor al previsto,
se propone un mecanismo que compense el exceso de emisión por fuente externa con la reduc­
ción de la fuente interna de emisión primaria. Obviamente, cuando el financiamiento externo
del sector público aumenta, dado un nivel de déficit del sector público, el financiamiento interno
automáticamente se reduce y hasta puede ser negativo. Lo que se trata aquí, sin embargo, es
que ante los mayores desembolsos externos, el FMI aparentemente obligaría también al BCRP
a cambiar su política de crédito neto al sector público, reduciendo su porcentaj e de crédito en
caso el financiamiento interno requerido sea positivo y aumentándolo en caso el financiamiento
interno sea negativo (debido a que todo el déficit del sector público podría ser financiado por
financiamiento externo). Hacer ello implicaría compensar la mayor emisión por fuente externa
con una menor emisión por fuente interna y evita la posibilidad de que los precios aumenten por
causa de desembolsos "incompatibles" con los pagos de la deuda externa. La cantidad de dinero
de la economía y los precios se mantendrían más estables, aunque generando siempre un costo
en términos de producción.

2 74
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARIALES ( 1 985-2000)

En términos prácticos, mantener niveles de inflación "bajos" supone que los mayores
desembolsos externos necesitan de un mecanismo de desfogue, o válvula de escape, que impida
la elevación de precios. Estos mecanismos podrían ser mayores importaciones, mayor pago de
deuda o reexportación de la importación de capitales, y una retracción del crédito interno. El FMI
ha priorizado, en este caso, el tercer mecanismo, sin darse cuenta que el primero -bien llevado­
tendría consecuencias más positivas para la producción y el empleo.
Ahora, analizando en el sentido inverso, la ortodoxia del recorte del crédito interno en el
Programa de Referencia aparentemente no es consecuente consigo mismo, ya que no existe lími­
te claro que impida la expansión del crédito interno si los desembolsos y préstamos programados
no alcanzan los niveles previstos. En esta situación, la propuesta del FMI, contrario al manejo del
caso anterior, posibilita y sugiere la emisión por parte del BCRP para que el Perú pueda cumplir
el compromiso de pago de su deuda externa. En este caso, el FMI se olvida de la inflación y
acepta un financiamiento inflacionario para cubrir el pago de la deuda.
En resumen, el FMI estaría proponiendo transformar la parábola P de la Figura 20.4 en
una hipérbola H, al impedir que aumente la inflación en caso que l leguen mayores desembolsos,
y permitirla en caso que los desembolsos fueran menores que los previstos. Metafóricamente, se
podría decir que en su primer comportamiento el FMI, como en la parábola del buen samaritano,
nos da la mano y aval para que los países del mundo nos apoyen, pero, en su segundo compor­
tamiento, si los países del mundo dudan, tienen otros intereses o no quieren apoyar, el FMI se
transforma en Pilatos y nos obliga a seguir pagando lo comprometido, cueste lo que cueste, en
vez de buscar reducir el pago de la deuda o apoyamos para exportar más. Esto último evitaría
una mayor inflación y aumentaría el empleo y la producción.

8 .5 Comenta rios fi na les


El presente ej ercicio grafica el efecto aparentemente contradictorio de los fluj os externos,
señalando, además, la necesidad de ajustar la política monetaria a los niveles de desem­
bolsos netos, a riesgo de un rebrote inflacionario. El elemento clave de este fenómeno es
cómo equilibrar adecuadamente tanto la fuente externa de emisión primaria, como la fuente
interna.
Por otro lado, observamos que el Programa de Referencia con el FMI solo tipifica,
y corrige, el caso de un exceso en el flujo externo, más no una situación de carencia de la
misma. Lo que supondría una aptitud optimista acerca de los flujos externos, descuidando la
segunda alternativa que -dicho sea de paso- ya ocurrió durante el segundo y tercer trimestre
de 1 99 1 .
Del análisis de los ejercicios de simulación solo extraemos la parte normativa de la política
monetaria, la que nos dice que esta debe ajustarse en una u otra dirección a los flujos externos. Lo
que aún no conocemos es si este objetivo puede realizarse, es decir, qué tan distinta y dinámica
puede ser la política monetaria. Según los indicadores anteriormente presentados (ver Tabla 20.7),
podemos suponer que esta no parece ser muy diferente a la escenificada en los ejercicios de simu­
lación (ver Tabla 20.8), es decir, el manejo monetario muestra ciertas regularidades y rigideces que o
N
obligarían a ajustar el manejo económico por otras vías. o

2
'O..
Ol
u

275
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

1 P=F (D/M )
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y :: • : •
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1 HoF(dfM,J 1
d' D esembolsos

FUENTE: elaboración propia.

En todo caso, si la flexibilidad de la política monetaria es limitada, las opciones abiertas son:
obtener un adecuado equilibrio en el sector público, que reduzca las presiones sobre la emi­
sión y los precios; y/o neutralizar el "exceso" de alivio externo con mayores importaciones
(aumentando la demanda de los nacionales en el exterior, renovando la estructura productiva),
y los "menores" desembolsos con mayores exportaciones (impulsando la producción interna
por el crecimiento de la demanda externa). Las consecuencias en cada una de estas alternativas
mostrarán trayectorias de ajuste con resultados en términos de inflación, producción y empleo
diferentes.

2 76
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARIALES ( 1 985-2000)

lt+i:Jhf.4tl:I Proyección de economía peruana 1 99 1


Trimestres e". .Escenario A .
,
Esceoado Jt. " n"'; Escenarlo C
I Il III IV Anual IV Anual IV Anual
IPC (var %) 45,7 24,4 23,5 1 3,6 1 54,5 1 6,3 1 60,5 1 6,4 1 60,6
PBJ real
Var o/o 1 99 1 / 1 990 -9,8 1 ,3 1 0,5 6,6 1 ,6 6,8 1 ,6 6,7 1 ,6
Var % trim/trim (- 1 ) 9,2 1 1 ,6 -7,3 -5,6 -5,4 -5,5
Precios relativos (Base 100=1986.01)
Tipo de cambio/IPC 23 25 21 22 23 22 23 22 23
IPC controlado/IPC 77 70 77 80 76 79 76 79 76
SECTOR PÚBLICO NO FINANCIERO
Resultado económico (%PBI)' -3 -3 -2,6 -5,1 -3,5 -5,3 -3,6 -5,2 -3,6
Gobierno Central -2,5 -2 - 1 ,3 -3,3 -2,3 -3,4 -2,3 -3,4 -2,3
Ingresos 7 6,6 7,3 8,4 7,4 8,4 7,4 8,4 7,4
Gastos 9,5 8,6 8,6 1 1 ,7 9,7 1 1 ,8 9,7 1 1 ,8 9,7
Empresas públicas -0,3 -1 - 1 ,5 - l ,5 - 1 ,2 - 1 ,5 - 1 ,2 -1,5 - 1 ,2
Ingresos 8,7 7,3 7,9 8,7 8,2 8,7 8,1 8,7 8,1
Gastos 8,9 8,3 9,5 1 0,2 9,3 1 0,2 9,3 10,2 9,3
Resto 0,2 o 0,3 -0,3 o -0,3 -0,1 -0,3 -0,1

Memo sector públicos


Ingresos del Gobierno Central 2 -9, 1 -9 -9
ISC coeb./ing. Gobierno
26,8 26,7 26,7
Central ( 1 )
Gastos pre-deuda del Gobierno
2,9 -2,5 -2,6
Central (2)
Pago de deuda externa 3
(% exprt. Bs) 4 1 ,9 4 1 ,9 4 1 ,9
(% PBI) 2,8 2,8 2,8
SECTOR EXTERNO (Mils US$)
Variación de RIN del BCRP -32 255 1 07 -52 278 53 383 -2 1 7 1 13
Balanza comercial cambiaria 410 399 44 465 1718 465 1718 465 1718
Deuda pública - 1 48 - 1 83 -2,833 -504 - 1 068 -399 -963 -639 - 1 203
Compra-venta 223 260 353 38 864 38 874 38 874
Memo sector externo:
Tipo de cambio S/. 4 0,56 0,76 0,8 1 0,98 0,78 1 ,0 1 0,78 l 0,78
Mill S/. Var o/o %PB1 Mill S/. Var o/o %PBI Mill S/. Var o/o %PBl
Crédito neto del BCRP al
-6,8 o -38,4 -0,1 2 1 7,3 0,5
Servicio Público 5
Emisión primaria 767,9 83,2 1 ,9 842,4 1 00, l 2,1 328, 1 97,5 2
Liquidez en m/n 1 327,6 1 26,8 3,3 1 454,7 1 48,5 3,6 1 429,7 144,2 3,5

El nivel de la RIN del BCRP a fines de 1 990 era US$ 53 1 millones.


1 Incluye costo financiero del servicio impago.
2 Variación % real 1 99 1 / 1 990
3 Intereses y amortizaciones.
4 Promedio.
o
N
o
5 Flujo anual (incluye Banco de la Nación)
El
FUENTE: Modelo MOPRE. ESAN, 1 99 1 . '§-
u
Santiago Roca y Luis Simabuko. Moneda, número 40, octubre de 1 99 1 .

2 77
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Al ivio externo y reorientación moneta ria


y fisca l en 1 992
Hace aproximadamente un año y tres meses, a solo sesenta días de haberse implementado el pro­
grama de estabilización del presidente Alberto Fuj imori, en su simposio organizado por el IDE/
ESAN y posteriormente en un artículo aparecido en Gestión el 1 8 de Octubre de 1 990, el autor,
utilizando un modelo de programación económica financiera, concluía que la economía peruana se
encontraba -después del shock- atrapada sin salida14•
Tres meses después, en otro de nuestros artículos aparecido en diciembre de 1 990, en el
número 30 de la revista Moneda del Banco Central de Reserva, se trabaj aron dos escenarios po­
sibles de gerencia de la economía peruana a través de todo el año 1 99 1 y pronosticamos sus po­
sibles resultados. Los escenarios se diferenciaron en el manej o del monto de pago del servicio de
la deuda externa, en la variación inducida del tipo de cambio y en el nivel de recuperación de los
salarios y gastos internos del sector público. Las principales conclusiones fueron las siguientes:
Los resultados del primer escenario prueban que pagar un promedio de ochenta millo­
nes de dólares mensuales por el servicio de la deuda externa y aplicar una política monetaria
y fiscal rígidas durante 1 99 1 , obliga a mantener un tipo de cambio barato de 725 .000 intis por
dólar promedio en 1 99 1 y salarios y gastos internos del sector público reducidos, originando una
transferencia de recursos de los exportadores y/o trabajadores hacia los acreedores externos. Esta
política llevaría a una inflación de 1 12% y al crónico reajuste de los precios controlados.
El segundo escenario grafica una alternativa distinta: se paga casi la mitad del servicio de
la deuda del primer escenario y se sigue una política monetaria que induciría al tipo de cambio a
devaluarse rápidamente sin retraer dramáticamente el gasto interno y las remuneraciones del sec­
tor público. En este caso se eleva el tipo de cambio promedio a 1 . 1 00.000 intis por dólar en 1 99 1
y n o sería necesaria la reiteración de continuos ajustes de los precios controlados, originándose
una inflación de solo 64% en 1 99 1 .
Una de las diferencias sustanciales de los resultados ocurre en cómo termina l a eco­
nomía a fines de 1 99 1 . En el primer caso, el sector exportador y el sector laboral terminaran
sumamente afectados mientras que en el segundo terminaran con mejores fuerzas y perspec­
tivas para 1 992.
Los dos ejercicios de simulación efectuados nos indican que la perspectiva económica del
Perú para 1 992 dependerá de decisiones vinculadas con el pago de la deuda externa, la política
monetaria y fiscal y el incremento de las remuneraciones. Si los que toman decisiones de política
económica priorizan o se dejan presionar por la influencia de los organismos internacionales
y acreedores para el pago más alto de los servicios de intereses y amortizaciones de la deuda
externa, es casi seguro que ello repercutirá en niveles de inflación más elevados, a menos que
el gobierno "exprima" mucho más al sector privado, léase exportadores y asalariados. Si el go­
bierno desea dar mejor horizonte a los exportadores y recuperar en algo la capacidad adquisitiva
de los que aportan trabajo, tan venida a menos después de los dos "tarifazos", no le queda otra
cosa que disminuir los volúmenes de pago por deuda externa. No hay posibilidad de complacer
al máximo simultáneamente a todos, es decir, no es posible pagar sumas elevadas de deuda ex-

14 Ver artículo 3 del presente capítulo

278
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARIALES ( 1 985-2000)

tema, recuperar el atraso del tipo de cambio de los exportadores y restituir significativamente el
ingreso de los trabajadores.
En realidad, en 1 99 1 se estaría ante un fuego cruzado, en donde las presiones e influencias
más importantes de los acreedores, exportadores, productores para el mercado interno y traba­
jadores se tendrían que trenzar en la búsqueda de su predominio en las decisiones del gobierno;
alternativamente, lo más razonable sería buscar una política económica que refleje algunas con­
cesiones de las partes involucradas y un posible acuerdo nacional.
Hoy día, estando prácticamente por terminar 1 99 1 , no queda la menor duda que las au­
toridades del gobierno apostaron íntegramente hacia los de afuera. El gobierno prefirió dejar
momentáneamente a los de adentro sin salud y educación, a los trabajadores con reducidos in­
gresos, a los empresarios exportadores sin aire para respirar, privilegiando solo a los organismos
internacionales y acreedores externos. Estas decisiones de gerencia macroeconómica resultaron
ser muy parecidas a los supuestos escenificados en el primer escenario anterior y sus resultados
nos están llevando a una inflación de aproximadamente 1 40% y un tipo de cambio promedio de
774 mil intis por dólar durante 1 99 1 ; cifras bastantes cercanas al 1 1 2% de inflación y 725 mil
intis por dólar obtenido en nuestras predicciones. ¿No es cierto que trabajadores y empresarios
terminarán 1 99 1 sumamente debilitados y exhaustos?
Al gobierno le ha faltado una mejor gerencia y un enfoque diferente de su programa eco­
nómico. ¿No podía el gobierno asumir una posición económicamente racional y negociar con el
FMI y los acreedores externos haciéndoles ver que un menor pago del servicio de la deuda externa
podría dejar mejor parada la economía durante 1 99 1 y con mayores potencialidades para 1 992?
Un enfoque diferente en el manejo del monto de pago del servicio de la deuda, en la oferta
monetaria y en el gasto interno del sector público, pudiera haber originado solo 64% de inflación,
un tipo de cambio promedio de 1 . 1 00.000 intis por dólar y una economía con mejor tasa de cre­
cimiento actual y potencial futura.
Los magros resultados de 1 40% de inflación, 774 mil intis por dólar de tipo de cambio
promedio y el 1 ,5% de crecimiento del producto en comparación a lo que se podría haber obte­
nido con una política parecida a aquella descrita en el parágrafo anterior, ocurre por la falta de
opciones y el dogmatismo de algunas de nuestras autoridades económicas. En otras palabras, la
falta de gerencia y lo estrecho del enfoque rígidamente monetarista de los responsables de la po­
lítica económica, obligaron innecesariamente a que el presidente Fujimori tenga que convencer
a los organismos internacionales y al Grupo de Apoyo no a través de planteamientos alternativos
sólidos, sino haciendo que la televisión extranjera mostrará en sus pantallas a los niños peruanos
sin atención médica y a cientos de maestros en huelga en las calles sin que los estudiantes asistan
al colegio. Los televidentes extranjeros se preguntaban "que país este, el Perú para raro, ¿prefie­
ren pagar el servicio de la deuda que lograr niveles elementales de salud y educación para sus
niños y jóvenes?". Este tipo de actitud a rajatabla del presidente impresionó y terminó de con­
vencer al FMI que las prioridades en el Perú estaban a su favor, pero que la situación económica
no daba para ajustar más la soga. Los acreedores apoyaron entonces la llamada reinserción y el
Perú consiguió un respiro temporal en el pago del servicio de la deuda externa a partir de media­
dos del tercer trimestre de 1 99 1 hasta fines de 1 992. Indiscutiblemente se consiguió el objetivo a o
N
o
un costo sumamente elevado y el barco, pudiendo estar mejor preparado para la travesía futura,
:g
enfrenta ahora el océano anémico y debilitado pero con alivio externo que podría posibilitar una ª'
progresiva recuperación. u

2 79
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

9. 1 ¿Cuá les son ahora las perspectivas para 1 992?


N o hemos hecho todavía ningún pronóstico de lo que podría ocurrir e n l a economía peruana
durante 1 992, pero ciertos acuerdos y declaraciones de nuestros gobernantes pueden dar la pauta
cualitativa para adelantar una apreciación preliminar. Algunas de estas apreciaciones han sido,
sin embargo, revisadas cuantitativamente en los artículos trimestrales que hemos venido publi­
cando en Moneda, Gestión y la revista La Banca, a lo largo de 1 99 1 .
Una revisión del programa de referencia suscrito por el Perú con e l Fondo Monetario
Internacional ayuda a aclarar el panorama. Las metas cuantitativas del programa indican que to­
davía se vive una obsesión monetarista. Se piensa que los agentes económicos mantienen todavía
altas las expectativas inflacionarias y, por lo tanto, cualquier intento de expandir la demanda en
vez de incrementar el producto reimpulsará el incremento de los precios.
Por eso el acuerdo con el FMI expresa que si por cualquier eventualidad el Perú recibe
mayores desembolsos externos a los programados, el gobierno peruano se compromete inmedia­
tamente a reducir las metas de financiamiento y activos internos netos del programa. Esto quiere
decir que si llega más plata del exterior aunque sea para expandir la demanda de inversión, no se
permite que esa plata se monetice y entre en la economía, sino que inmediatamente el BCR tiene
que ajustar y disminuir el financiamiento y sus activos internos netos.
Por otro lado, en diversas oportunidades el propio presidente de la República ha dicho
explícitamente, con absoluta seguridad, que el sector público no gastará más de lo que le ingresa
por recaudación y venta de los productos y servicios que oferta. Si bien esta regla demuestra
absoluta racionalidad, ¿qué empresa o país del mundo vive sin endeudarse, sin algún tipo de
apalancamiento? La política fiscal y de gasto público de un país tiene que considerar las otras
condiciones existentes en la economía y mirar los posibles resultados en conjunto; además de
entender que la capacidad de repago se da en el tiempo, de acuerdo a si se trabaja eficientemente
y si habrá generación de mejores ingresos en el futuro. Nadie duda de que lo que se haga para
mej orar la eficiencia esté bien, pero nadie trabaja solo con lo que recibe hoy, ello sería perder
muchas oportunidades de hacer buenos negocios. Cuando las condiciones de un país relieven
un elevado exceso de ahorro expresado a través del exceso de dólares en el sistema financiero
o en niveles de capital instalado ocioso y en el desempleo de mano de obra, el financiamiento
interno del sistema financiero para elevar la demanda de bienes de inversión del sector público
puede traer consigo no solo mayor producción e ingresos en los sectores público y privado, sino
también mayores impuestos e inclusive una presión para que los precios no sigan subiendo. En
las condiciones existentes a comienzos de 1 990 la cuestión sería diferente.
Adicionalmente, el gobierno piensa que el equilibrio monetario l legará automáticamen­
te a través de la liberalización y de la reducción del crédito al sector público y privado. No se
da cuenta que existe una severa distorsión en los precios relativos que todavía no ha sido re­
suelta desde la época de atrapados sin salida y que esa política monetaria genera más recesión
y menores ingresos tributarios, regenerando la brecha fiscal. Contrariamente, el estancamiento
aumenta la oferta de divisas y, de vez en vez, presiona la expansión monetaria para evitar la
caída del dólar, incrementándose la incertidumbre cambiaría y avivándose las expectativas in­
flacionarias. Por eso es que la política monetaria se muestra en algunos períodos muy errática
e incoherente.

280
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARJALES ( 1 985-2000)

9 . 2 ¿Tiene el Perú sa l ida durante 1 992?


Por supuesto que hay salida y, más aun, n o debemos desperdiciarla. 1 992 e s el año e n que
tenemos alivio externo para el pago de las obligaciones del servicio de la deuda externa
y, por lo tanto, es la oportunidad para fortalecer nuestro aparato productivo y dedicarnos
de lleno al incremento de la demanda de bienes de inversión. Para lograr ello se hace
necesario reorientar el manejo de la gerencia macroeconómica del país y vincularlo con
un programa de desarrollo de mediano y largo plazo. En lo que se refiere a la gerencia
macroeconómica:
Lo primero es sugerir una mayor confianza en el equipo de profesionales jóvenes peruanos
que trabajan con el gobierno, en vez de aceptar a pie juntillas las propuestas del equipo de
profesionales que posee el FMI.
De obtenerse flujos externos netos positivos por encima de los previstos en el programa de
referencia con el FMI, es necesario flexibilizar o renegociar el programa de tal forma que la
política monetaria restrictiva acordada no anule los posibles efectos productivos de los flujos
externos. De obtenerse menores fluj os externos de los previstos, se hace aun más necesario
renegociar el acuerdo con el FMI, reduciendo el pago del servicio de la deuda externa, cues­
tión no prevista en la actualidad.
Cuando una economía está baj o una severa recesión, la política económica no puede
estar anclada a una metas de emisión monetaria como las que tiene el BCRP ya que se
pierde coherencia para revertir la inflación-recesión. El manej o de la política monetaria
tiene que ser flexible y adecuarse al logro de un balance productivo y de los flujos de
dinero del exterior. Para evitar un largo período de estancamiento como en B olivia, hay
que desprenderse de utilizar a la emisión primaria como árbitro final de Ja pol ítica mo­
netaria y fiscal.
Hay que saber manejar con solvencia el financiamiento del déficit fiscal y arriesgar según las
condiciones y oportunidades del mercado en pro del crecimiento de la inversión.
A través de políticas de precios hay que marginar los efectos de los "coca dólares", de lo con­
trario estos dólares y los flujos externos de la reinserción habrán servido solo para amortizar
la deuda sin aumentar la producción. Ello podría llevar a la necesidad de segmentar mercados
y optar por sistemas cambiarios audaces e imaginativos.
Es necesario para el programa económico y su relación con el programa de desarrollo de me­
diano plazo y largo plazo, obtener en muy corto período una relación de precios que devuelva
la rentabilidad a la agricultura y a las exportaciones.
F inalmente, hay que comprender que en la lucha contra la inflación no todo lo hace
la reducción del crédito al sector público y privado, sino que existen rigideces en los
mercados de bienes, trabaj o y financieros que a pesar de la liberalización que se rece­
ta, no logra que los precios se reduzcan rápidamente, originándose en muchos casos
fuertes ajustes en cantidades, es decir, desempl eo de recursos humanos y de capital,
incluyendo el deterioro tecnológico. Para solucionar las rigideces en los mercados de
bienes, laborales y financieros, hay que lograr que los mercados funcionen mejor y o
N
para ello en muchos casos habrá que regular u obtener acuerdos y consenso antes que o

simplemente liberalizar. ]
'§-
u

28 1
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Si se persiste en el programa económico obsesivamente dogmático y monetarista


actual y si no se hacen las correcciones que se mencionan, no me cabe la menor duda que el
Perú se estrellará en una serie de quiebras y desasosiego económico y social. Será entonces
necesario armar un nuevo programa económico que sea neutro respecto a la recesión y cam­
bie radicalmente las expectativas de los agentes económicos, generando mayor competencia
y competitividad. No creo, sin embargo, que podamos darnos el luj o de desaprovechar la
situación actual.
Santiago Roca, "El Perú tiene salida en 1 992". Moneda, número 42,
diciembre de 1 99 1 .

282
CAPÍTULO 2 1

Los mediados
y finales de los 90

\J"J Se debe neg ociar mejor


E l concepto de reinserción en e l Perú viene siendo manejado por e l gobierno como l a solución al
problema del financiamiento externo y al problema de la deuda externa. Esta concepción manejada
a nivel oficial (y el que nos convoca en Washington) se refiere a la reinserción del Perú en el sistema
financiero internacional y las posibilidades de que volvamos a ser sujetos de crédito en el futuro.
El Perú mantiene una serie de deudas con el exterior, sin embargo, no existe la posibilidad
de solucionar los atrasos y moras con todos a la vez. Hemos iniciado la limpieza de atrasos con el
FMI, BID y BM, lo que nos permitirá obtener la categoría de "país elegible'', es decir, ser sujetos
de crédito y poder acceder nuevamente a créditos frescos de estos organismos.

1 .1 Li mpiezas de atrasos
El Perú ha cumplido durante dos años y medio, con mucho sacrificio, el acuerdo con el Fondo
Monetario Internacional y con el Banco Mundial; por ello nos hemos hecho acreedores a recibir
un crédito-puente que será dado por el Tesoro Americano y el Export Import Bank del Japón (que
momentáneamente nos prestarían la cantidad que debemos en atrasos al FMI y al BM, con la que
pagaríamos estos montos).
Limpiados estos atrasos, estos organismos pueden empezar a prestamos nuevamente. Eso
no significa que no tengamos más deudas ya que los vencimientos corrientes siguen vigentes y
tenemos que continuar pagando la deuda.
Así, hemos venido pagando aproximadamente entre cincuenta y sesenta millones de dóla­
res mensuales al Banco Mundial, y entre 45 y cincuenta millones de dólares al Fondo Monetario.
En 1 992 pagamos alrededor de US$ 1 . 1 00 millones en intereses como en amortizaciones, origi­
nándose un menor nivel de actividad interna a pesar del sacrificio de la población y del gobierno
para cumplir los compromisos.
El monto que tenemos que pagar en 1 993 será mucho mayor porque conforme el país se
sienta en la mesa con los acreedores, el monto del pago se incrementa.
283
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

1 . 2 Neg ociaciones
En 1 99 1 acordamos que nuestro pago al Club de París debería hacerse a partir del presente
año, lo que significaba un alivio para 1 992. En 1 993, entonces, independientemente del pago
de atrasos, si cumplimos nuestro compromiso hecho con el Club de París y con los organismos
internacionales debemos pagar aproximadamente US$2.000 millones.
Según la Carta de Intención que se firmará con el FMI, el Perú financiará esa cantidad
de pagos aproximadamente de la siguiente manera: US$ l . 1 00 millones procederán del segundo
Grupo de Apoyo, Banco Mundial, Banco Interamericano y Fondo Monetario (incluidos la CAF
y el FLAR); y los US$900 millones restantes procederían del propio esfuerzo del gobierno.
Ahora, existe la posibilidad de reducir ese esfuerzo interno, si se vuelve a renegociar con el
Club de París, de forma tal que el monto de pago total disminuya a 1 .600 ó 1 . 700 millones de dólares.
Creo que la Carta de Intención que se firmará con el FMI es muy dura y está siendo mal
negociada: US$900 millones significa un ajuste demasiado fuerte. Sin embargo, los pasos que
tiene que dar el gobierno son muy claros:
Recurrir al Club de París, explicar el porqué no podemos pagar este año a pesar del compro­
miso, y solicitar ayuda para refinanciar esa deuda. Si este organismo accede a que paguemos me­
nos, cancelaríamos solo US$400 millones de nuestros propios recursos lo que significaría un alivio.
El mecanismo para negociar con el Club de París ya ha sido utilizado por el gobierno y lo
mismo debió hacerse con el Fondo Monetario, por eso mi posición crítica ante esa negociación
ya que del FMI no se ha obtenido nada, por el contrario, nos siguen ajustando.
Hay que decirles que queremos pagar, pero necesitamos buscar un equilibrio en ese pago,
de forma que no nos asfixiemos y podamos inyectar parte de esos recursos hacia adentro, mover
la economía interna, producir más y, conforme eso suceda, estaremos en mejores condiciones
de continuar pagando. Incluso podríamos acordar que si el Perú incrementa su producción y el
gobierno logra una mayor recaudación, podríamos pagar más.
Por el contrario, en la forma que se ha negociado hasta ahora, el FMI ha impuesto las
reglas. Pongámonos de acuerdo con ellos y que el mínimo necesario para inversión pública y
gasto social, entre otros, sea un monto determinado y, si queda algo, por el esfuerzo conjunto
de ellos y nosotros, les pagaremos más, y no a la inversa como se ha venido negociando. Si
no garantizamos lo mínimo en servicios de salud, educación, infraestructura y otros, senci­
llamente el Perú tendría un futuro muy pobre.
Avance Económico, marzo de 1 993.

Di lema i n flacionario
Hasta e l momento, y a pesar de las buenas intenciones y propósitos del gobierno, todo hace
prever que baj o la política económica actual, la inflación de 1 993 no podrá reducirse significa­
tivamente, manteniéndose en los niveles del 55 por ciento del año pasado, a menos que se esté
dispuesto a generar otro pésimo año de estancamiento y decaimiento de la producción.
Considerando lo ocurrido durante los meses de enero y febrero y proyectando arit­
méticamente lo que resta de marzo, se puede aseverar que la inflación en el primer trimestre
de 1 993 estaría bordeando el once y doce por ciento, mientras que la producción, aunque

2 84
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARJALES ( 1 985-2000)

subiendo en relación a diciembre, todavía estaría cayendo en comparación a enero de 1 992


(según los datos del INEI, el producto cayó 0,9 por ciento en enero).
Estos magros resultados del primer trimestre se obtienen junto al positivo desenvolvi­
miento del tipo de cambio y la tasa de interés, que a diferencia del primer trimestre del año pasa­
do en donde el tipo de cambio se apreció y la tasa de interés estaba sumamente elevada, en 1 993
el primero se ha venido devaluando a un ritmo igual o un poco por encima de la inflación (entre
doce y trece por ciento), mientras que la tasa de interés ha seguido descendiendo, aunque muy
lentamente. La situación en realidad sería más alentadora si estos niveles de inflación se hubieran
obtenido con tarifas de los servicios públicos a nivel internacional, salarios equilibrados, y sin
presión política para que las empresas de transporte, petróleo, electricidad, banca, pollos y otros
no suban sus precios (inclusive algunos bajaron sus precios a pedido del gobierno).
La realidad indica, sin embargo, que posiblemente en el segundo trimestre de 1 993 se
tenga que mejorar el equilibrio de estos precios y de los salarios, los cuales están muy atrasados,
y a pesar de que se trataría de contrapesar las presiones inflacionarias con una política monetaria
menos acomodaticia, ella no se podrá aplicar a rajatabla a menos que se esté dispuesto a que el
tipo de cambio real vuelva a retrasarse. Como consecuencia de estos factores, es muy probable
que los niveles de inflación del tres al cuatro por ciento mensual permanezcan estables, conside­
rando también las expectativas anticipadas de los resultados del propio trimestre.
El tercer trimestre, además de acarrear los efectos inerciales de los incrementos de precios
del trimestre anterior, permitirá de nuevo al gobierno mayor margen de maniobra para monetizar
y tratar de aumentar el tipo de cambio real y proseguir reduciendo la tasa de interés. Esta polí­
tica, ceteris paribus la carga de la deuda y las proyecciones de recaudación y gasto del Estado,
mantendrá nuevamente los altos niveles de inflación pero fomentará en algo la producción y
corregiría paulatinamente la distorsión y desencuentro existente de los precios relativos de corto
y mediano plazo. Y así, sucesivamente, trimestre tras trimestre.
Como resultado de este proceso, uno, en forma optimista, podría pensar que de manera
lenta pero segura -muy, pero muy gradualmente- quizás en un período de dos a tres años, los
precios relativos se podrían ir alineando y estabilizando con los de equilibrio de mediano plazo.
A ello también ayudaría el impacto que deberían estar ejerciendo algunas de las reformas y las
nuevas políticas de oferta y competitividad que debería paralelamente ejecutar el gobierno.
El costo inevitablemente de este diseño de manejo radicaría en que el gobierno y todos
los agentes económicos deberían estar conscientes del costo inflacionario del mismo y aceptar
que si el Perú quiere crecer del 3 al 4% anual los próximos tres años, la forma de hacerlo bajo el
diseño de política actual es aceptando un nivel de inflación de tres a cuatro por ciento mensual.
Ahora bien, si el ministro Carnet y sus asesores se empecinan en el corto plazo a querer
reducir la inflación a tasas entre el 1 y 2% mensual y cumplir las metas con el FMI, una forma
de hacerlo es restringiendo severamente el oxígeno, pero ello, al igual que los dos últimos años,
tendría el inútil costo de mantener la recesión y retrasar el alineamiento y la estabilidad de los
precios relativos.
Este dilema inflacionario y la adecuación de los precios relativos podrían, sin embargo,
tener una resolución mucho más rápida y eficiente si se cambia el diseño de la política econó­ -
N
mica o se obtienen mej ores condiciones del exterior y si se enfatizan políticas por el lado de la o

producción. Puntos estos a tocar en otra oportunidad.


ª
·g.
u
Proceso Económico, marzo de 1 993.

285
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Afi n a r el prog ra m a s i n dog matismo


E l economista Santiago Roca accede en esta oportunidad a una entrevista a La Banca e n la
que expone sus propuestas para que el gobierno efectúe cambios en su política económica.
Roca, actualmente en ESAN y a quien puede atribuírsele autoridad en sus planteamientos
por haber sido quien dio los primeros toques al programa económico que hoy se encuentra
en marcha, luego de casi tres años, se inclina a pensar que el gobierno no tiene entre sus
planes inmediatos variar el programa, sin embargo, en las siguientes líneas conoceremos
sus propuestas.
¿Cómo observa el desarrollo del programa económico que se inició en agosto de 1990, es
decir hace casi tres años?
El programa avanzó conforme pudo, pero desde el principio asumió costos innecesarios
como consecuencia de su estrecha concepción y por privilegiar ciertos temas en desmedro de
otros. Ya en la revista La Banca de noviembre de 1 990, advertimos que el enfoque utilizado
atraparía la economía en dilemas cuya resolución podrían obligar a asumir costos excesivos en
términos de producción y desempleo. El tiempo nos ha dado la razón, vivimos en un país con
una recesión de casi cinco años consecutivos que ha generado desempleo masivo y una inflación
que -si bien se ha reducido significativamente- se resiste rebeldemente a bajar más. Frente a esta
situación, el gobierno no quiere hacer absolutamente nada para variar el programa en busca de
una vía más adecuada para reducir la inflación a un dígito anual y reactivar la producción.
¿Cuáles son las alternativas que tiene el gobierno?
Le explico a usted: bajo un esquema de política económica ortodoxa, el gobierno
puede mantener restringido el crecimiento mensual de la emisión y de la oferta monetaria,
con lo cual se genera una "rienda" en el sistema que impediría que la inflación se alimente,
pero a la vez se afectarían los niveles de producción y del tipo de cambio, y la tasa de interés
tampoco se reduce. De esta manera, la inflación se podría ir baj ando poco a poco a lo largo
de 1 993 y 1 994, para l legar finalmente en 1 995 al dígito anual deseado. Los costos serían
un tipo de cambio atrasado y una tasa de interés real elevada. En el ínterin, muchas indus­
trias desaparecerían y el desempleo se agudizaría. La única esperanza es que surjan nuevas
industrias recién en 1 996 y 1 997.
¿Qué otro camino es posible?
Otro camino consiste en ser un poco más tolerante con la inflación, siempre y cuando el
tipo de cambio real y los ingresos vayan subiendo y la tasa de interés vaya bajando, ello también
daría más tiempo a Jos empresarios para reducir sus costos de producción, mejorar sus tecno­
logías y hacerse más competitivos. En este proceso habría que seguir insistiendo en una mayor
competitividad pero a través del manejo de políticas de oferta, reducción de sobre-costos, sin
reducciones adicionales de la demanda agregada.
Ello implicaría asimilar una mayor liquidez en la economía y un mayor gasto de inver­
sión del gobierno (carreteras, puentes, infraestructura en zonas francas, promoción de peque­
ñas y medianas empresas, entre otros) con sus efectos multiplicadores sobre el crecimiento
del producto. En otras palabras, el gobierno podría utilizar Ja política monetaria más intensi­
vamente cada vez que note que las fuerzas del mercado no son suficientes para elevar el tipo
de cambio real. Esto generaría fuerzas positivas y haría también disminuir la tasa de interés,
reforzando el despertar del sector privado y sus inversiones. A su vez, daría un respiro al

286
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARIALES ( I 985-2000)

sector exportador y protegería relativamente a los que venden en el mercado interno; si el


tipo de cambio sube más rápido que la inflación los industriales domésticos adquieren cierta
protección frente a las importaciones y les da tiempo para hacer innovaciones tecnológicas y
ser más eficientes.
Para aplicar este programa que le menciono se necesita ser más flexible en la política mo­
netaria y balancear mejor los objetivos anti-inflacionarios con los objetivos de tipo de cambio y
eficiencia en la producción. La demanda y los salarios deben ir creciendo progresivamente para
que la producción de las industrias y empresas pueda circular adecuadamente.
¿Hay otras alternativas o salidas aparentes?
Existen muchas variantes y alternativas, algunas más audaces que otras y que significa­
rían cambiar el programa (las dos alternativas antes mencionadas pueden encuadrarse perfecta­
mente dentro de las variaciones del programa actual).
Por ej emplo, se podría hacer un viraje y decir: no podemos ya seguir el camino de ir
poco a poco reduciendo la inflación (alternativa ortodoxa mencionada) o de tener niveles
de inflación de 4% mensual pero corrigiendo el tipo de cambio y la tasa de interés reales
(segunda alternativa). Hay que buscar la estabilidad de precios relativos y coherencia entre
el corto y el mediano plazo más rápidamente. Una alternativa osada en este sentido podría
ser: devaluar abruptamente el tipo de cambio haciéndolo pasar de 1 ,90 a 3 ,00 soles por dólar,
anunciando su congelamiento por un año y soltando a la vez las tarifas públicas a sus precios
en dólares en términos internacionales. ¿Qué sucedería entonces? Subirían todas las tarifas
y precios públicos y la inflación subiría fuertemente en el primer mes. Pero al mes siguiente,
el tipo de cambio quedaría fij o, y por lo tanto las tarifas también porque son regidas por el
dólar a nivel internacional. Además, es lógico suponer que pocos querrán tener dólares en
el bolsillo pues estarán congelados en los próximos doce meses. Imagínese qué pasaría en
el sistema bancario : irían a cambiar sus dólares a soles, el Banco Central acumularía más
dólares y las reservas del país se fortalecerían; el problema de la dolarización del si stema
bancario se solucionaría porque muchos se irían hacia el nuevo sol, los ahorros serían en
soles, porque si usted ahorra en dólares la tasa de interés sería de 4% a 5% al año, mientras
que en soles sería la misma pero al mes.
Además, el sol recuperaría su valor como medio de cambio y a la vez la remonetiza­
ción que habría en el sistema generaría que las tasas de interés bajen. Entonces qué tenemos :
subiría e l tipo d e cambio y bajarían las tasas d e interés reales, que e s justo lo que todos piden
al Banco Central, el cual seguiría acumulando dólares. Una de las grandes preguntas es ¿qué
pasaría con el equilibrio fiscal? La respuesta es que antes de tomar la medida, le convendría al
gobierno asegurarse de comprar la mayor cantidad de dólares para cumplir sus futuros com­
promisos de pago de deuda, dándose de esta manera un margen y tiempo suficiente en cual­
quier eventualidad. ¿Y después qué? Se supone que la economía empieza a reactivarse, ya que
la remonetización encuentra producción interna que responde, dada la abundancia de recursos
ociosos (maquinaria, equipo, personal, dólares) y además se supone que caen las expectativas
y disminuye la velocidad de circulación del dinero. La reactivación hace que la gente recupere
su capacidad adquisitiva y, de lo que la gente gasta, parte se tributa, con lo cual la recaudación N
tendería a aumentar. En consecuencia, aumenta la producción, aumenta el gasto, aumenta el o

TGV y, por lo tanto, el gobierno debería recaudar más y estar en posibilidades de seguir finan­
3
'§.
ciando sus gastos, incluido el pago de la deuda externa. No habría brecha fiscal. u

287
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Es sin duda una propuesta muy audaz pero, ¿qué pasaría en el décimo tercer mes, es decir
una vez que todos los cambios que usted menciona hayan ocurrido?
Es muy buena su pregunta. En primer lugar, las expectativas en el corto plazo, es decir
al siguiente mes, desaparecen, porque con una devaluación abrupta y un congelamiento del tipo
de cambio las expectativas se diluyen y si el gobierno anuncia que lo mantendrá por un año, la
gente le va a creer porque tiene los medios para hacerlo. Ahora, si en ese lapso el BCR sigue
acumulando dólares porque la gente los sigue transformando en soles, las expectativas seguirán
desapareciendo. Si a ello sumamos que la velocidad de circulación del dinero ante la mayor esta­
bilidad disminuye, que las tarifas y el tipo de cambio están constantes, que las tasas de interés se
están reduciendo y que la producción está respondiendo frente al incremento de la monetización,
hay menos argumentos válidos para pensar en la especulación.
La otra pregunta es: ¿y la inflación que todavía pueda resultar, cómo se maneja? Defini­
tivamente, el incremento de la cantidad de dinero por efecto de la recuperación en la credibili­
dad de la moneda nacional puede tener efectos inflacionarios ante una lenta recuperación de la
producción, pero si ello no ocurre rápidamente se puede llegar al décimo tercer mes todavía con
una ganancia de paridad en relación al tipo de cambio real actual. En todo caso, se tendría que
ser muy cuidadoso y descongelar el tipo de cambio tan pronto como se llegue a perder al menos
las dos terceras partes de la ganancia de paridad originada por la devaluación abrupta del primer
mes. En realidad, hay que observar cómo evoluciona el programa e ir tomando las medidas ade­
cuadas, considerando los equilibrios fiscal y externo, y el realineamiento de los precios relativos.
Mientras tanto, las empresas viables, en una economía abierta, van ganando tiempo para adecuar
sus tecnologías, eficiencia y competitividad.
Hay quienes consideran que de variar la política económica del gobierno se retrocedería a
épocas a las que no se quiere volver.
Mire usted, en primer lugar lo arriba mencionado no es una panacea, hay muchos riesgos
y problemas que se tienen que enfrentar, siempre se debe estar pensando qué alternativas pueden
brindar mejores resultados y evaluarlas frente a los riesgos existentes. Ese debería ser trabajo per­
manente de todos Jos que desean contribuir al mej oramiento del país. Yo, por si acaso, no estoy
todavía enteramente convencido que la tercera alternativa sea la más adecuada en estos momentos
para el país, de repente en unos seis meses sí, depende de las condiciones de dolarización y el esta­
do en que se encuentre la economía.
Por otro lado me parece una esquizofrenia que se piense que si se hace algo para lograr
que la producción crezca, se estaría retrocediendo para volver al populismo. Debemos enten­
der que el mundo no es blanco y negro, hay matices, y no se trata de llegar a los extremos. Ya
estamos cansados de las políticas pendulares que tanto daño le han hecho al país. ¿Por qué no
tenemos inversión y más bien esta ha decrecido?
¿Considera usted el peligro de un rebrote inflacionario en estos momentos?
Yo no lo vería como una cuestión de vida o muerte, sobre todo si se logra a la vez corregir
algunos de los otros objetivos: tasas de interés más bajas, tipo de cambio más alto, ingresos por
trabajo más elevados, precios de bienes y tarifas públicas internacionales, tributación a niveles
internacionales, producción y empleo más elevados. Lo que pasa es que al gobierno y autorida­
des económicas parece que en la práctica solo les preocupa la inflación y el pago de la deuda, sin
importarles los demás objetivos del programa económico. Si esto es así, posiblemente se asusten,
se pongan duros, y comiencen a cerrar el oxígeno, pudiendo en este caso agravar la situación de
corto plazo de la mayoría de los empresarios y el público en general.
La Banca, mayo de 1 993 .
288
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARIALES ( 1 985-2000)

4 Deuda con los ba ncos


Hace pocas semanas, e l Gobierno del Perú inició las conversaciones para resolver e l problema de la
deuda externa de mediano y largo plazo con la banca comercial internacional. De acuerdo a estadís­
ticas del Ministerio de Economía y Finanzas, a fines de 1 989, el "principal" de esta deuda alcanzaba
los 3 . 1 1 7 millones de dólares y los intereses alrededor de 900 millones de dólares. Adicionalmente,
los bancos internacionales han venido imputando intereses moratorios, multas y diversos pagos y
comisiones que, según informaciones periodísticas, elevan el monto total adeudado a alrededor de
8.000 millones de dólares, el doble del monto de intereses y amortizaciones inicialmente pactados.
Frente a esta composición y magnitud de deuda, la negociación con los bancos acreedores
promete ser dura y difícil, por cuanto: se tendrá que llegar a acuerdos sobre las moras y multas
que se pretenden cargar; el gobierno no tiene capacidad de pago en efectivo, al menos en 1993 ,
1 994 y 1 995; y por la necesidad de lograr significativas reducciones y condonaciones que posi­
biliten un plan de refinanciación acorde con las perspectivas de desarrollo interno.
Ello lleva a que el Perú tenga que ofrecer -en el corto plazo- otras formas de pago, como
sistemas de conversión de deuda por inversión, por productos y por patrimonio, que indiquen
claramente a los banqueros el nuevo enfoque del Perú en el tema de la deuda. Claro está, eva­
luando siempre los efectos internos, y tomando acciones y decisiones dentro de un marco de pru­
dencia y cautela, evitando alteraciones adversas (para el Perú) en la valorización de los papeles,
activos y productos en el mercado (algunos de los cuales lamentablemente ya se han producido
por los inadecuados anuncios de algunos de nuestros propios negociadores).
Dentro de este complej o problema, en esta oportunidad queremos destacar uno de los
puntos en donde los planteamientos parecieran que empiezan a diferir, me refiero al tema de
la capacidad de pago en efectivo en 1 993, 1 994 y 1 995. Los bancos acreedores externos han
empezado a argumentar que el gobierno posee capacidad de pago en efectivo en el corto plazo,
ya que el Banco Central de Reserva tiene acumulados alrededor de 2.500 millones de dólares en
reservas. ¿Por qué entonces -se preguntan y presionan los banqueros- el gobierno peruano no
paga parte de su deuda en efectivo utilizando las reservas del Banco Central?
La respuesta evidentemente es muy sencilla, quien debe la deuda es el gobierno y la enti­
dad encargada de manejar sus finanzas es el Tesoro Público. Este último es, entonces, quien debe
ir progresivamente aumentando sus ingresos para poder pagar más. Ya en la actualidad, cerca
del 40% del presupuesto de gasto del gobierno se dedica al pago de la deuda (principalmente
con organismos internacionales y gobiernos extranjeros) y expandir este monto para pagar a los
bancos privados del exterior, significaría descuidar aún más los otros precarios e insuficientes
gastos internos, a menos que los ingresos del Tesoro mej oren significativamente. Esta es, pues,
una de las razones por las cuales el gobierno no tiene capacidad de pago en 1 993, 1 994 y 1 995.
El Banco Central de Reserva nada tiene que ver con esta deuda, es un organismo autóno­
mo descentralizado -en teoría independiente del Ejecutivo (Tesoro)-, responsable de velar por
la sana creación de dinero y la estabilidad monetaria en el país. En esta tarea, es evidente que
el BCR puede introducir moneda nacional a través de la compra de dólares y con ello acumular
-
reservas, pero el gobierno no puede disponer de esas reservas porque no son suyas (pertenecen N
o
al Banco Central). ]
Entonces, los acreedores externos dirán: ¿y por qué el BCR no le presta dólares al gobier­ 'O,
o:!

no para que este pague su deuda? La respuesta también es sencilla. ¿Quién presta a una entidad u

289
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

que no tiene capacidad de pago? Si el Banco Central le presta al Tesoro, lo único que hemos
logrado es cambiar la deuda externa por deuda interna, que tampoco el Tesoro podrá pagar. En
el absurdo, como el BCR tiene Ja potestad de crear moneda nacional podría seguir comprando
dólares y prestarlos al gobierno central para que se paguen los 8.000 millones de dólares que nos
quieren cobrar. Las consecuencias monetarias de esta política serían desastrosas para la econo­
mía nacional. Evidentemente que los bancos acreedores festejarían la "farra" de los dólares en
el exterior.
El Banco Central de Reserva no puede utilizar su poder de emitir dinero nacional para
comprar dólares y prestárselos sin garantía o probada capacidad de retorno al Tesoro; al igual
que se ha prohibido al Banco Central que preste dinero al Tesoro en moneda nacional. El quid
del asunto es entonces el buen y sólido manejo de las finanzas públicas por parte del Tesoro y
en reconocer que todos, incluso el Tesoro mismo, enfrentan un límite de endeudamiento que no
pueden sobrepasar y que no pueden transferir a terceros, ni siquiera al Banco Central. Cuidando
con intercambiar deuda externa por reservas o deuda interna nacional.

Proceso Económico, octubre de 1 993 .

0 Dólar debería esta r en 3 ,3 2


La cotización del dólar debería estar alrededor de 3,32 soles si proyectamos las cifras calculadas
para diciembre 1 993 por el profesor Santiago Roca, utilizando el "modelo de predicción de corto
plazo la economía peruana" de ESAN. Esto significa que el atraso cambiario sería del orden del
34%, después de haber sido del 3 1 % en diciembre de 1 993.
El modelo de ESAN indica también que la pérdida de paridad cambiaria el presente año
sería del orden del 1 1 %, si se mantiene el mismo escenario restrictivo, esto es la política mone­
taria actual y el moderado aumento del gasto público previsto.
Cabe señalar que el modelo considera a septiembre de 1 990 como el mes de base, con
el fin de dejar de lado los efectos más importantes del ajuste de precios y de la devaluación de
agosto de 1 990. Recordemos que la inflación de agosto de 1990 fue de 400%, mientras que la
depreciación del tipo de cambio paralelo fue del orden del 200%.

5. 1 Otros precios
El modelo desarrollado por el profesor Santiago Roca y un equipo de investigadores de ESAN,
presenta también la evolución de otras variables importantes. Revisemos algunas. Los precios de
los combustibles y de la electricidad han caído también entre diciembre de 1 990 y diciembre de
1 993 . Por su parte, las tarifas de transporte urbano subieron en este mismo periodo
Debe notarse, sin embargo, que los precios de combustibles y tarifas de electricidad se
elevaron extraordinariamente en agosto de 1 993 . Además, en el aumento de agosto de 1 990 se
considera la erosión que sufrirían estos precios en 1 992 a causa de la aceleración de la inflación
generada por estos mismos aumentos. Al mismo tiempo, debe indicarse que las tarifas de trans­
porte urbano subieron 5,62 veces en agosto de 1 990, mientras que el precio de la gasolina de 84
octanos subió 23,55 veces en este mismo mes.

2 90
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARIALES ( 1985-2000)

En todo caso, la erosión sufrida por los precios de los combustibles y de la electricidad
entre septiembre de 1 990 y diciembre de 1 993 ha sido menor que la del tipo de cambio real.
En el escenario restrictivo indicado, el modelo de ESAN estima que los precios de los
combustibles se mantendrán en términos reales durante el presente año. Por otro lado, estima
que los precios del transporte urbano subirán en 1 0% en términos reales, mientras que las tarifas
eléctricas lo harán en 26%.

5 . 2 Escena rio alternativo


El equipo de ESAN ha estimado también lo que ocurriría si el gobierno flexibiliza un tanto su polí­
tica monetaria y si invierte cincuenta millones de dólares más que en el primer escenario.
En esta eventualidad, el modelo estima que no se perdería paridad cambiaria, la devalua­
ción y la inflación serían prácticamente iguales, pero tampoco se lograría recuperar el terreno
perdido en este campo. Además, la inflación sería del orden del 3 1 %, en lugar del 20% previsto
en el primer caso. Por su parte, el PBI subiría en 6,5%, en lugar del 5 ,5% anticipado en el primer
escenano.

5 . 3 A modo de concl usión


Las cifras proporcionadas por el modelo econométrico d e ESAN ilustran muy bien lo que ha
ocurrido con la economía peruana en los últimos años.
En primer lugar, confirman que ha habido una significativa pérdida de paridad cam­
biaría y, además, anticipan que esta será mayor si se mantiene la misma política monetaria
y fiscal.
En segundo lugar, confirman que otros precios y tarifas que se elevaron varias veces
más que el tipo de cambio en agosto de 1 990, no solo han perdido menos que el tipo de
cambio después de septiembre de ese mismo año, sino que están en franco crecimiento en
términos reales.
En tercer lugar, invitan a discutir las políticas a adoptar a fin de evitar no solo la pro­
fundización del atraso cambiario, sino a estimular una recuperación progresiva de la paridad
cambiaría.
Esto último si se considera que el nivel del tipo de cambio es un factor significativo para
la evolución de las exportaciones e importaciones y, en última instancia, para el equilibrio finan­
ciero del país en el mediano plazo.
La República, 19 de abril de 1 994.

(
6 1 Los efectos macroeconóm icos
de la privatización
N
o
La macroeconomía es el estudio del comportamiento de l a economía como un todo; trata de ]
explicar las variables que influyen la inflación, la producción, el empleo y aquellas que afectan 'O..
"'

la solidez de las finanzas públicas, el resultado de la balanza de pagos y el sistema, moneta-


u

29 1
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

rio-financiero. A todo gobierno le conviene propiciar un entorno macroeconómico coherente y


consistente con sus objetivos de inflación, producción y empleo, y paralelamente, alcanzar los
saludables equilibrios en las finanzas públicas, en las cuentas del país con el exterior y en el desa­
rrollo del sistema monetario. Para propiciar, sin embargo, un entorno macroeconómico coherente
y consistente, se necesita evaluar permanentemente la bondad de las diversas políticas de gobier­
no y su posible impacto sobre el comportamiento de los principales agregados económicos. Este
breve comentario tratará solo de analizar las posibles repercusiones de la privatización sobre la
macroeconomía.
La privatización de las empresas públicas en el Perú ha tomado principalmente la
forma de venta de las empresas públicas. A través de este mecanismo, el Estado recibe los
ingresos de la venta y transfiere la propiedad a manos de particulares. En ningún caso este
hecho aumenta -al menos en el corto plazo- la formación bruta del capital ni el stock de ca­
pital en el país, sino que transfiere la propiedad de los activos y stock de capital actualmente
existentes.
Evidentemente, cualquier individuo, empresa o institución que quiere cambiar de giro o
de negocio tiene que evaluar las ventajas económicas y sociales de dicho cambio, pero adicional­
mente en este caso, el Estado tiene también que evaluar las consecuencias de su accionar sobre
el resto del sistema económico. En otras palabras, el Estado, por ejemplo, puede haber decidido
que ya no quiere tener a su cargo un rol empresarial en los sectores productivos y que se va a
dedicar a los sectores de salud, educación e infraestructura social básica. Ello, sin embargo, no
lo autoriza a que de la noche a la mañana haga los cambios sin evaluar las repercusiones que su
accionar puede tener sobre la inflación, el tipo de cambio, la producción y el empleo, variables
que en realidad afectan a todos los ciudadanos del país y no solo a aquellos que temporalmente
se encuentran en el gobierno tomando las decisiones. Por eso es que todo proceso de cambio
tiene que evaluar sus efectos positivos y negativos; el cambio no es bueno per se, sino por los
resultados que se obtienen. Si los beneficios de la venta son mayores que los costos, entonces el
resultado es favorable.
Si la venta de empresas públicas se estuviera efectuando en el marco de un ambiente
de quiebra de las finanzas del Estado y una escasez generalizada de divisas, su venta ace­
lerada ayudaría a aliviar parcialmente ambos problemas. Pero si las finanzas públicas están
ya bastante mej oradas y las magnitudes de venta resultan ser desproporcionadas en compa­
ración con el stock de moneda extranj era que hay en el país, entonces será más conveniente
buscar algún otro momento para decidir hacer las ventas. Desde este punto de vista, resulta
evidente que la bondad del proceso dependerá de la situación y condiciones de la economía
y de la magnitud de montos.
La venta de las empresas públicas en el Perú en 1 99 1 , 1 992 y 1 993 ayudó un tanto
al gobierno a resolver sus problemas de caja y sus compromisos de pago con el exterior
sin afectar significativamente el tipo de cambio. Pero en 1 994, las finanzas públicas han
mej orado significativamente y el tipo de cambio se encuentra estancado por la relativa
abundancia de moneda extranj era. ¿Qué beneficio macroeconómico trae entonces vender
apresuradamente?
Las ventas de las empresas públicas, en lo que va del presente año, alcanzan aproximada­
mente a US$3.000 millones de dólares. Estos montos resultan demasiado elevados en relación
con las magnitudes de ingresos y gastos internos que maneja el gobierno y con el tamaño del
sistema financiero, tanto de moneda extranjera como de moneda nacional. Más aun, no se cuenta
2 92
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARIALES ( 1 985-2000)

con capacidad gerencial y administrativa para asegurar su uso razonable. ¿Por qué entonces -
desde el punto de vista macroeconómico- seguir acelerando la privatización?
Para todos es conocido que si siguen entrando dólares al sistema, el tipo de cam­
bio continuará estancado, perjudicando la rentabilidad relativa y competitividad de los
productos nacionales frente a los extranj eros. Esta pérdida de competitividad monetaria
no podría ser en el corto plazo reemplazada por una mej or asignación de recursos y el au­
mento de la eficiencia y productividad, lo que a la postre originaría el cierre de empresas
y la consecuente reducción del empleo y la producción nacional.
De otro lado, las finanzas pre-deuda del gobierno están equilibradas y, salvo la deuda
externa con los bancos comerciales, algunos proveedores y países del oriente, todos los otros
compromisos de pago se cumplen con religiosidad. Bastaría seguramente no más de US$ l .500 a
2.000 millones para llegar a acuerdos satisfactorios con estos acreedores que permitan reducir la
deuda y refinanciar los saldos pendientes a veinte años más. ¿Por qué entonces vender más por
vender más? ¿Qué utilidad macroeconómica vamos a lograr con esos fondos?
La situación actual del destino de Jos fondos de la privatización nos da la razón. El go­
bierno ha separado la mayor parte de dicho fondo en una cuenta especial que no puede tocar por
varios factores: primero, porque el FMI se lo impide (tendrá sus razones); segundo, porque no le
conviene transformarlo a soles y originar una excesiva expansión de los medios de pago; tercero,
porque a la vez aumentaría la oferta de dólares dentro del sistema y deprimiría aún más el tipo
de cambio; y cuarto, porque posiblemente por estas dos últimas razones aumentaría la inflación
y se reduciría el empleo y la producción.
Si el gobierno no puede introducir súbitamente estos dólares en el sistema por razones
fundamentalmente macro-económicas, ¿qué cosa es lo que puede hacer?
Quedan como posibilidad el uso de estos fondos en el exterior. Aquí existen tres posibili­
dades: los usa para pagar más deuda, los usa para adquirir más bienes importados, o los presta a
extranjeros que deseen comprar bienes y servicios al Perú.
En el primer caso, cualquier financista argumentaría que esto no es razonable y sa­
crificaría innecesariamente al país. En el segundo caso, hay límites de Jo que el gobierno
pueda importar, además que no estaría generando empleo y producción nacional. En el ter­
cer caso, efectivamente, mucho se puede hacer, pero el gobierno estaría entrando al negocio
financiero, lo que evidentemente no era su obj etivo inicial (el Estado se estaría cambiando,
por decir, del negocio eléctrico al negocio financiero, sin saber realmente en cuál de los dos
sitios le puede ir mej or).
Si en el año 1 996 las condiciones de la economía varían y el país enfrentase -por ej em­
plo- una escasez de moneda extranjera y un sostenido incremento de la demanda de dinero en
moneda nacional, es evidente que, una vez definido lo que quisiéramos que haga el Estado,
podríamos deshacernos rápidamente de todas las empresas públicas que no correspondan a
ese rol, coadyuvando a la vez de esta manera al incremento del empleo y la producción, a la
estabilidad de precios, a la solidez de las finanzas públicas y al reforzamiento de los equilibrios
macroeconómicos que debemos buscar.
La Banca, octubre de 1 994.

293
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Opc iones y desafíos de la esta b i l ización


E s común escuchar l a queja de que los economistas hablan mucho, pero n o ofrecen alternativas
concretas acerca del manejo de la política económica. Sin embargo, entre los diversos esfuerzos
que constantemente se realizan sobre la materia, hacemos de manera permanente un seguimiento
muy serio, cualitativo y cuantitativo, del posible impacto de las políticas aplicadas sobre la eco­
nomía nacional. Estos trabajos son parte del Programa "Riesgo y Futuro" que trimestralmente
realizamos en ESAN. Al respecto, hemos encontrado que los resultados, en el pasado, han sido
sorprendentemente aceptados, lo cual es una buena carta de presentación.

7. 1 Los criterios básicos para 1 994


Para este año trabajamos tres escenarios alternativos de política económica cuyas diferencias
principales se centran en el nivel y destino de los ingresos extraordinarios por la privatización, la
política monetaria y el tratamiento de las tarifas públicas.
Los otros supuestos son similares para los tres escenarios y, lo que es muy importante,
reflejan en su mayor parte los recientes anuncios realizados por el gobierno.
Se estima que el gasto de capital originalmente previsto por el gobierno para 1 994 fue
de US$ 1 40 millones mensuales, siendo por lo tanto cualquier gasto adicional, producto de los
ingresos extraordinarios por la privatización.
a. El escenario 1
Supone un manejo sumamente restrictivo de la emisión primaria, un ajuste significativo de
las tarifas eléctricas y un mayor gasto de capital del gobierno de US$ l l O millones mensuales
en promedio; 40% de este último para gasto interno y 60% para adquirir importaciones.
Es necesario destacar que este escenario se parece al propuesto en la Carta de Intención al
FMI, tanto en los objetivos como en las medidas propuestas en él.
b. El escenario 2
Supone un mayor gasto de inversión en US$ 1 55 millones mensuales adicionales, pero para
gasto realizado íntegramente en el país (sin importaciones). Esto obliga a que el gobierno
tenga que cambiar sus dólares a soles, parte de los cuales los obtiene a través de una política
de flexibilización de la emisión del gobierno central. Asimismo se asume un ajuste de las
tarifas, pero en menor medida que el escenario 1 .
c. El escenario 3
Supone el mismo nivel de inversión adicional del escenario 2 (US $ 1 55 millones promedio
mensual), pero con una distribución del gasto de 40% dentro del país y de 60% hacia afuera,
manteniendo un ajuste de las tarifas eléctricas similar al escenario 2. El B CRP, para este es­
cenario, no flexibiliza tanto su política monetaria (como en el escenario 2), pero emite más
que en el escenario 1 .

294
V. QUrNCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARIALES ( 1 985-2000)

7.2 Los resu ltados previstos


Se deben cuidar aspectos importantes en el proceso de privatización de las empresas públicas
En líneas generales, se observa que el uso de los recursos extraordinarios por la priva­
tización tendrá un fuerte impacto económico en el corto plazo y que una política monetaria
coherente y consistente con la política fiscal y las expectativas de crecimiento de la producción
tiene mucho más importancia que su sola restricción y control. Es decir que se puede emitir
más de lo que se cree posible sin generar una inflación adicional.
La siguiente tabla permite observar en síntesis las proyecciones al cierre del presente año
para cada uno de los escenarios propuestos.

lrJ:!f#jll Proyección economía peruana


, ,, "
!, ' JJ ¡ ':, Escenarios 'k
1 ;j\\L ,,
�' '
Variables
::;'¡' 1 2 3
Inflación 20. 1 31.1 1 9. l
Tipo de cambio (S/.) 2.41 2.85 2.57
(var%) 1 1 .4 3 1 .7 19
Tasa de interés activa real MN 34.6 29.8 26.0
Superávit fiscal 1.1 0.2 0.3
PBI real (var%) 5.7 6.6 6.2

FUENTE: Modelo Econométrico ESAN.

Aquí algunos comentarios para cada escenario:


a. Escenario 1 (similar a la Carta de Intención al FMI)
La fuerte restricción de la emisión primaria produciría una apreciación del tipo de cambio
de casi 9%, que se sumaría al 7% ocurrido en 1 993 . Con ese resultado se postergaría un año
más la solución de uno de los principales problemas del actual programa, incrementándose
incluso la desprotección a la industria interna.
El efecto en la inflación sería la cifra prevista de 20%, lográndose un superávit fiscal de 1 %. A
pesar del menor crecimiento de los precios internos, el costo del crédito en M/N durante el año
sería de 3 5% en cifras reales. El crecimiento del PBI sería de 5,7%.
b. Escenario 2
El tipo de cambio se vería afectado fuertemente tan solo durante el segundo trimestre, pero
al final del año se ubicaría en un nivel ligeramente por encima de la inflación. Este es el es­
cenario más inflacionario de los tres propuestos (3 1 % ).
El equilibrio fiscal sería logrado no obstante el mayor gasto previsto. El del crédito en M/N
sería menor que el escenario anterior, lo cual ayudaría al logro de un crecimiento del PBI de
6,5%, la cifra más elevada de los tres escenarios.
c. Escenario 3
Una posición más racional y equilibrada del gasto público, combinada con una política mo-

295
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

netaria menos restrictiva, llevaría a tener una variación del tipo de cambio nominal similar al
comportamiento de los precios internos, lo cual sería menos traumático.
Al final del período anual no habría pérdida real de la paridad cambiaría, lo que evitaría
una mayor desprotección efectiva de la industria nacional. La inflación sería de 1 9% como
promedio, no obstante el mayor gasto de capital, que en este escenario es de US$ 1 5 5 mi­
llones mensuales.
El equilibrio fiscal sería aceptable. El crédito tendría más posibilidad de ser accesible y a un
costo menor de 26% real, por la menor inflación y la menor rigidez monetaria considerada.
El resultado sobre el PBI sería un crecimiento de 6,2%.

7. 3 Epílog o
Como resultado de las simulaciones efectuadas, se puede mencionar que el escenario 3 sería
más consistente con un comportamiento más estable del tipo de cambio para el mediano plazo,
con un crecimiento de los precios internos (inflación) más bajo, con un crecimiento del PBI
muy similar al producido en 1 993, y con una mayor posibilidad de acceder al crédito produc­
tivo en M/N.
La política monetaria excesivamente restrictiva como la propuesta en la Carta de Inten­
ción al FMI (escenario 1 ), afectaría el comportamiento adecuado del tipo de cambio, en tanto
que una política de gasto dirigida tan solo al mercado interno (escenario 2) tendría un mejor
efecto sobre el tipo de cambio pero en un contexto de mayor crecimiento de los precios internos
(inflación).
La Banca, julio de 1 994.

E n fria m iento de la econom ía no red ucirá


brecha externa
Santiago Roca propuso, e n l a Convención de Empresarios (COEM95) organizada por ESAN,
mecanismos para reducir déficit en la balanza comercial y crecer sostenidamente. La desacelera­
ción del ritmo de crecimiento de la economía, que viene aplicando el gobierno para impedir una
crisis como la mexicana, aunque estabilizará el deterioro de las cuentas externas, no será sufi­
ciente para resolver el problema de la balanza comercial y, es más, solo prolongará el sacrificio
generacional por lo menos una década más. Así lo precisó durante su exposición, desarrollando
el tema "Inversión y crecimiento en el Perú: Riesgos y posibilidades".
En ese sentido, ante el concurrido auditorio, el profesor principal de la entidad organiza­
dora del evento planteó la necesidad de reorientar el curso actual del "enfriamiento" económico
-concentrado en la aplicación de políticas de reducción de la demanda-, utilizando también po­
líticas para controlar la oferta con la seguridad que esta combinación de herramientas conducirá
a un crecimiento económico con bases sólidas y en forma sostenida. "Hay que utilizar las dos
manos en forma pragmática", enfatizó Roca.

296
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARIALES ( 1 985-2000)

8. 1 Proyecciones preocu pa ntes


Sustentando sus afirmaciones, el profesor principal de ESAN presentó los resultados de sus pro­
.
yecciones macroeconómicas para los próximos cinco años, tomando en cuenta tfes escenarios de
manejo de la política económica y los factores externos.

lt+fü·+*jfi 1 994-2000 (escenario �J teroye�ció n'"'1 j


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1994 1995 p 1996 p 1?91 P, t99S p ; �i 9!>9 p p


" ••M_ .... ..

20-00

PBI real (varo/o) 13.1 7.9 7.8 7.l - 1 .0 3.5 4.2

Inflación (%) 1 5 .4 9.3 8.7 9.3 23.0 1 2 .0 9.0

Tipo de cambio (S/.) 2.20 2.24 2.20 2,20 3 .56 4. 1 0 4.5 1

Balanza comercial 1 - 1 , 1 06 -2, 1 96 -3,974 -5,909 1 ,2 2 1 2,235 3 , 1 27

(% del PBI) -2.2 -3.7 -5.9 -7.2 2.0 3.6 4.9

Balanza cuenta corriente1 -2, 1 87 -3,740 -5,907 -8,082 -7 70 118 866

..
(% del PBI) -4.4 -6.4 -8.7 -9.8 - 1 .2 2.0 1 .3

pi proyección; !/ US$ millones.


FUENTE: Modelo Econométrico ESAN.

Su primer escenario proyecta lo que pudo ocurrir en la economía peruana si no se aplicaba ningu­
na medida fiscal y monetaria, ni este año ni en los dos siguientes, para desacelerar el crecimiento
económico observado en el período 1 993 - 1 995 . Como era de esperarse, los resultados hubieran
sido catastróficos, produciéndose a fines de 1 996 un déficit en la balanza en cuenta corriente
(8,7% del PBI) muy similar al que produjo el estallido de la crisis mexicana de finales de 1 994
(8% del PBI). Bajo ese supuesto, el PBI hubiera continuado creciendo en 1 996 y 1 997 a un pro­
medio superior al 7% anual, generándose un desequilibrio insostenible en las cuentas externas.
Así, en 1 996 el déficit de la balanza comercial habría llegado a 5,9% del PBI y en 1 997 a 7,2%
del PBI. Igualmente, los déficit de la balanza en cuenta corriente habrían llegado a 8,7% y 9,8%
del PBI, respectivamente, esperándose el restablecimiento del equilibrio externo de una manera
abrupta con una importante devaluación de la moneda como consecuencia de una impresionante
"corrida" de capitales de aproximadamente 3 .000 millones de dólares al año. "Afortunadamente,
con los correctivos aplicados no llegaremos a ese extremo", refirió Roca.
Seguidamente, presentó las proyecciones de lo que puede ocurrir con la economía peruana
si se continúan aplicando las políticas de reducción de la demanda tal como actualmente están
planteadas (escenario 2). Los resultados indican que la economía estaría expandiéndose a una tasa
promedio anual de 4% en el periodo 1 996-2000. El ritmo de crecimiento del PBI se reduciría apre­
ciablemente a partir de 1 997 (2,7%) como consecuencia de las restricciones impuestas en el gasto
público y en la cantidad de dinero.
Para graficar el mayor sacrificio de la población que exigirá la continuación de esta políti­
ca, el economista de ESAN dijo que el PBI per cápita solo crecería a un promedio anual de 2,2%, .....
N
alcanzando en el año 2000 un valor equivalente a 208 intis de 1 979, cifra inferior en 4% al valor o

máximo de 1 98 1 , el cual llegó a 2 1 7 intis. Es decir, retrocederíamos en niveles de ingresos. "Lo :g


que el gobierno está planteando aquí es un mayor sacrificio de nuestra generación por lo menos ª'
u
por unos cinco o diez años más", dijo Roca.
297
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

8 . 2 Seg u i rá la brecha externa


Con esta "frenada" de la economía -que algunos analistas consideran con "quemada de llan­
tas"- se reduciría el déficit de la balanza comercial, sobre todo a partir de 1 997 en el que
llegaría al 4% del PBI, pero en promedio hasta el año 2000 no bajaría de los 3 .000 millones
de dólares al año. Igualmente, el déficit de la balanza en cuenta corriente fluctuaría sobre los
5 .000 millones de dólares al año pero tampoco bajaría ese cuantioso monto. Eso sí, las proyec­
ciones de la balanza de pagos se muestran deficitarias de manera creciente llegando al 3% del
PBI en el año 2000, con unos 2.500 millones de dólares de saldo negativo. Por esa razón, Roca
afirmó: "en general se observa que esta propuesta cumple con su objetivo de controlar la bre­
cha externa, más no de eliminarla de manera permanente. Eso de alguna manera significa que
se requeriría desacelerar aun más la economía, lo cual se acercaría a una propuesta recesiva,
o que esta opción es una alternativa incompleta necesitándose medidas complementarias para
lograr reducir el déficit externo".
El economista añadió que probablemente las expectativas de este esquema estén en
una rápida recuperación de las exportaciones básicamente tradicionales, de modo que se logre
reducir la brecha comercial sin efectuar una corrección importante del tipo de cambio, "pero
las cifras nos indican claramente que el problema central proviene de las crecientes importa­
ciones'', añadió. En este punto refirió que es cierto que la composición de las importaciones es
mayoritariamente de bienes de capital (40% contra 30% de insumo y 30% de bienes de consu­
mo). Sin embargo, puntualizó que las máquinas y equipos que están ingresando básicamente
están destinadas a la producción para el mercado interno, por lo que consideró que por esta vía
no necesariamente se puede esperar un incremento de nuestras exportaciones como lo sugiere
optimistamente el ministro Carnet.

8 . 3 Reducir déficit con pol íticas de oferta


En ese contexto, el economista propuso un tercer escenario en el cual se opta por un manejo
de política económica intermedia, ni expansiva ni recesiva, sino promotora de la producción y
activa en hacer que el tipo de cambio real crezca en forma decidida y realista.
Aquí, sus proyecciones indican que el PBI crecería anualmente en un 6% en promedio,
y en el lado externo la balanza comercial y en cuenta corriente continuarían deteriorándose,
disminuyendo incluso sus déficits y permitiendo un mayor nivel de gasto un mej or nivel de
vida para la población. "Así tendríamos mej ores cimientos para sostener el crecimiento'', ar­
gumentó Roca.
Detallando su propuesta, el economista e integrante del primer equipo económico del pre­
sidente Fujimori, dijo que el incremento del tipo de cambio real -para favorecer a las exportacio­
nes- sería la consecuencia de acciones que limitan la entrada en exceso de dólares y fomentarían
su salida en el marco del libre juego de la oferta y la demanda que existe en el mercado cambia­
rio. Entre estas regulaciones mencionó nuevas especificaciones con respecto a los depósitos que
serían sujetos a encaje, límites a la inversión de extranjeros en bolsa, límites al financiamiento
externo del sector público, medidas de fomento para que las AFP puedan colocar su dinero en
el exterior (se sabe que SAFP prepara iniciativas de esta naturaleza), permitir la remesa de utili­
dades adelantadas de las compañías extranjeras, adelantar el pago de la deuda, entre otras, para
reducir la oferta de dólares en el país.

298
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y E MPRESARIALES ( 1 985-2000)

Según afirmó Roca, países como Corea o Chile han utilizado y utilizan este tipo de me­
canismos para mejorar su tipo de cambio y fortalecer a sus exportaciones manteniendo una
saludable balanza comercial. "Me ha sorprendido encontrar en la experiencia coreana como
cuarenta instrumentos para limitar el ingreso de dólares y otros cuarenta para fomentar su salida
cuando las necesidades de su economía así lo requiriesen; hay que ser pragmático", puntualizó
el profesor de ESAN.
Seguidamente, sugirió la creación de mecanismos para promover la producción, mejoran­
do el tomo competitivo. Tal como lo reconoció el presidente de la Asociación de Exportadores
(ADEX), Juan Enrique Pendavis, la exposición y propuesta de Santiago Roca le dio "en la yema
del gusto".
La República, 1 de diciembre de 1 995.

9 ' E l Perú está rehaciendo su i magen


a nte el m u ndo
E n los últimos años, l a percepción del Perú a nivel mundial ha estado mejorando conforme se
han logrado factores como la estabi lidad económica y la eliminación del terrorismo, entre otros.
Sin embargo, en la medida que la imagen es un concepto subjetivo y sujeto a prejuicios, se hace
necesario trabajar sobre factores específicos que moldean la percepción.
Así lo sostiene el economista Santiago Roca al hacer un análisis sobre el concepto de.
imagen y riesgo-país en el libro La inversión en el Perú 1 996. El concepto de riesgo-país es
una herramienta básica en los negocios internacionales, por la cual se califica el riesgo de in­
versión y créditos de una determinado nación. Está en función de la percepción futura de esta­
bilidad económica, política y social. Este puede ser resumido en índices numéricos de diverso
calibre que, al aplicarse simultáneamente a diversos países, permite comparar y "rankear" la
incertidumbre de estos en términos relativos.
En el caso del Perú, el especialista indica que el país está rehaciendo su imagen de marca­
país sobre la base de dos elementos fundamentales: turismo, con sus diversas variantes, e inver­
sión directa extranjera, por intermedio de las privatizaciones y los jo int ventures.
"Los resultados son muy alentadores en la medida que se estima que el flujo turístico al­
cance el medio millón de personas en 1995 y las inversiones al país han ascendido en los últimos
dos años a más de tres mil millones de dólares". Por el lado del riesgo económico, el especialista
sostiene que la situación de crecimiento económico basado en la inversión privada es un claro
síntoma de la fuerte capitalización y reconversión de las empresas.
"Quizá tan rescatable como el crecimiento económico basado en la inversión privada, es
que esta expansión se ha logrado reduciendo la inflación y manteniendo en equilibrio las prin­
cipales cuentas macroeconómicas como la balanza de pagos y el déficit de capitales externos,
también son manejables los ingresos tributarios y los recursos de la privatización".
-
En cuanto al riesgo político-institucional, tema que alude a la credibilidad y consenso N
o
acerca de la dirección de las reformas sociales y políticas, Roca destaca que, pese a la reelec­ "B
ción presidencial, se han dado leyes que han mel lado un tanto la credibilidad del gobierno a 'ª"
u
nivel internacional. "Una de las instituciones vitales para garantizar las inversiones y el propio

299
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

desarrollo económico del país es, evidentemente, el Poder Judicial. Este, sin embargo, requiere
s er re�struéfurado ya que está seriamente cuestionado".
finalmente, en et contexto social, resalta la importancia de la actual tranquilidad en el área
laboral, ello se expresa en la reducción de horas-hombre perdidas por efectos de huelgas.
El Comercio, 3 de diciembre de 1 995.

@ I nvertir pa ra exporta r
�n µn libro titula�o Perú, destino de inversiones 1 99 7-1998: ambiente, sectores, regiones, Fi­
nar¡�iamier¡fo y estraff!gias (ESAN, 1 997), Santiago Roca y colaboradores presentan la situación
l:\Ctual de la economía peruana y sus proyecciones, así como el potencial de inversión del Perú.
El libro constimye una valiosa referencia de consulta para todo inversionista o empresario inte­
resado en hacer negocios en el Perú. En la siguiente entrevista, Roca postula que para que todo
est¡;i potencial de inversión se desarrolle tiene que aparecer un impulso inicial proveniente del
sector externo, a través del aumento de las exportaciones y reducción del ritmo de crecimiento
de las importaciones.
Siempre tiene que haber un sector que inicie el crecimiento. ¿En el Perú, cuál es ese sector?
La producción crece cuando hay demanda, sea interna o externa. Actualmente, la deman­
da interna está deprimida, los mercados internos son muy chicos y el Estado no tiene recursos
como para reactivarlos ya que el 25% de su presupuesto se dirige a pagar la deuda. El sector
privado nacional ha disminuido su demanda ya que se le extraen recursos por el lado fiscal y se
promueve la yenta de papeles: depósitos a plazos, acciones de participación ciudadana y otros,
que disminuyen el consumo de bienes y servicios. La fuerza principal que ampliará los mercados
tiene que venir de afuera, del sector externo, del aumento de la producción de bienes transables.
¿Hacia dónde se dirige la inversión extranjera actualmente?
Hablando en términos de volumen, la mayor parte se ha orientado al mercado interno
debido a la privatización de los servicios públicos y a su introducción en mercados como fideos,
galletas, helados, distribución y servicios financieros. Claro que también hay inversión en mine­
ría, hidrocarburos y en el desarrollo futuro del gas, pero todavía no es la mayoritaria.
¿Esta tendencia va a continuar?
Espero que no. Que venga hacia el mercado interno significa quitarle el mercado a los
nacionales. Sería más interesante que la inversión extranjera se oriente a la exportación, hacia la
conquista de los mercados externos.
¿Qué puede hacer que la inversión extranjera deje de venir?
El Perú es un país que brinda muchas oportunidades para la inversión, tiene reglas de juego
claras, goza de seguridad tributaria, existe moneda extranjera y nacional, y junto a ello, tiene recur­
sos naturales y recursos humanos disponibles. Los extranjeros saben todo esto. Hay, sin embargo,
eventos coyunturales que generan cierta incertidumbre.
¿Son eventos económicos y políticos?
Ambos influyen. Las inversiones se recuperan en períodos de diez o más años, necesitan
estabilidad en las reglas de juego y evitar los cambios bruscos de política y de gobierno. Cuando
300
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARIALES ( 1 985-2000)

ocurren hechos que se imponen a los asuntos de gobierno y están por encima de la Constitución y
de las leyes fundamentales de los países, hay una mayor probabilidad de que la tortilla se vuelva,
que las reglas de juego cambien y se abra la posibilidad a posiciones extremas. En esas condicio­
nes el inversionista se enfrenta a un mayor riesgo.
Se ha observado que los países que captan mayor inversión del exterior son aquellos
cuyas líneas maestras para alcanzar el desarrollo tiene consenso y son respetadas por todos los
grupos políticos, tanto los que están en el poder, como los que forman parte de la oposición. Esos
son los países buscados por los que tienen excedentes de fondos, o los que tienen proyectos de
inversión en la cabeza. Saben que gane quien gane, suba quien suba al poder, las instituciones
van a permanecer y las políticas no van a variar dramáticamente. Puede haber variaciones hacia
un lado u otro pero no va a haber cambios pendulares.
Tras siete años de economía liberal, ¿se ha logrado formar estos consensos en el Perú?
¿Existen las instituciones que lo aseguren?
Creo que se están formando consensos importantes en cuestiones económicas. Por ejem­
plo, todos están de acuerdo en que el gasto público tiene que ser prudente y sano, y que la política
monetaria del BCR tiene que ser profesional y autónoma del tesoro público, que nadie puede
vivir permanentemente por encima de sus ingresos y posibilidades, y que el sector externo se
debe manejar con buen criterio para no castigar en exceso a los nacionales.
¿Aseguran estos consensos la estabilidad económica?
Son parte de la estabilidad económica. Todavía hay diferencias sobre la manera de lograr
las cosas: algunos proponen ajustes para que el tipo de cambio real recupere su paridad más ace­
leradamente; otros piensan que los empresarios deben esforzarse y modernizarse aun más, pero
eso no origina mayores preocupaciones para el inversionista, ya que es parte de los ajustes que
hay que hacer en el terreno macro y microeconómico. Recientemente, por ejemplo, se ha abierto
nuevamente al debate el tema de cuánto del sector eléctrico o el de hidrocarburos debe estar en
manos extranjeras, pero nadie duda que se necesite capital extranjero para desarrollar esos sectores.
Entonces, tenemos estabilidad económica casi garantizada.
Perjudica a algunos, beneficia a otros y los partidos tienen diferencias porque algunos
quieren beneficiar a los que están perjudicados. Pero eso es parte de la política, de las opciones
de cada partido y su concepción de lo que el país debe ser.
Ahora, ¿hay una estabilidad política?
Lo que ahora genera incertidumbre es el aspecto netamente institucional. No se ve un
respeto por la institucionalidad y el poder judicial todavía no tiene independencia total. Hay
un sentimiento de que puede haber personas por encima de las instituciones y de las leyes. Eso
origina incertidumbre en los inversionistas. No creo que haya posibilidad de violencia masiva,
no estamos como en Á frica, pero sí hay incertidumbre.
El ambiente político caldeado está presente casi desde el inicio de este gobierno, sin embar­
go, las inversiones no se han visto muy afectadas. Hay quienes dicen que al inversionista
extranjero lo que le importa es tener un buen marco tributario y poder retirar su dinero
cuando quiera. ¿En realidad, importa el aspecto político o no?
Importa que exista estabilidad. El riesgo-país tiene elementos económicos, sociales y
políticos. El riesgo económico ha logrado mayores grados de consenso que el riesgo político
y social. El riesgo social está vinculado a la pobreza, a que haya muchos peruanos que no se

30 1
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

están beneficiando del crecimiento y que eso agudice la presión social. El inversionista tam­
bién quiere un país socialmente estable, un país con una clase media grande.
El riesgo político está referido a la permanencia de las instituciones de la nación, al respe­
to de las opiniones individuales, el respeto por los derechos del individuo, del ser humano; si eso
no se respeta, se obtiene la semilla de una sociedad que en el futuro pudiera tener una reacción
violenta, entonces es riesgosa.
El ambiente, y por tanto el riesgo político, de acá al 2000 seguramente va a agudizarse y
puede volverse extremo, ¿cómo puede afectar esto a las inversiones?
No, sería mej or que no se agudice, no tiene tampoco porqué ocurrir así. El debate de la
reelección se ha adelantado demasiado, pero todavía se está a tiempo para desinflarlo y volver
las aguas a la normalidad.
Faltan aún tres años para el 2000.
En realidad, al Perú le haría mucho bien si sus instituciones se fortalecen. Y particular­
mente pienso que el presidente Fuj imori le haría un gran favor al Perú si dice que no va a postular
para el año 2000, eso cambiaría el espectro político y originaría una mayor estabilidad.
Usted mencionaba también el aspecto social. El Perú no tiene una clase media grande pero
tiene una clase emergente. ¿Se podría esperar de ella una mayor estabilidad social?
Lo ideal sería que la clase media crezca. El problema actual del Perú es que no hay trabajo,
no hay desarrollo de una clase media, que es la clase trabajadora. La pregunta es cómo generar
trabajo. Se va a generar si aumenta la inversión y si existe suficiente ahorro y mercados. El ahorro
viene tanto de afuera como de adentro. Por el momento, hay una especie de entrampamiento por­
que el gobierno tuvo que enfriar la economía, disminuir el tamaño del mercado interno. Esto ha
originado menor incentivo a nuevas inversiones. Me refiero al proceso de ampliación de maquina­
rias y equipos. Las inversiones que hay son de compra de maquinaria y equipo que ya existe y, por
lo tanto, no generan empleo.
¿Cambiará esta situación?
Estamos en un proceso inicial de ajuste, acabamos de pasar de una economía cerrada a
una abierta, pero ahora tenemos que pasar indiscutiblemente a una etapa de inversiones, porque
la única manera de generar más puestos de trabajo es invirtiendo, creando nueva maquinaria y
equipo para producir, creando nuevas plantas, nuevos talleres, nueva producción. La etapa actual
de compra masiva de lo que ya existe debe terminar y dar paso a una etapa de inversión en acti­
vos productivos nuevos, ampliando la capacidad productiva nacional.
¿Cómo pasar a esa nueva etapa?
Aquí regresamos a su pregunta inicial: la única manera de que los empresarios decidan
invertir en nuevas plantas y equipos ocurrirá si advierten que tiene demanda para sus productos.
Como los mercados internos ya están siendo prácticamente copados, no queda otra cosa que los
mercados externos. Se tiene que orientar e incentivar la inversión nueva hacia los productos transa­
bles, hacia la generación de mayor valor en nuestras transacciones con el exterior. Hay que añadirle
valor a todo lo que podamos producir competitivamente para que se pueda vender con ventaja en el
exterior. Este es el impulso inicial que requiere la economía peruana para despertar y posibilitar en
una segunda etapa el desarrollo del mercado interno y la continuación del crecimiento.
Proceso Económico, junio de 1 997.

302
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARIALES ( 1 985-2000)

I ncrementa r el a horro y la prod uctividad


del capita l
Un reciente libro publicado por la Escuela de Administración de Negocios para Graduados
(ESAN) analiza, entre otros temas, cómo el ahorro se podría constituir en el elemento clave que
constriña el crecimiento. El estudio sugiere incrementar la productividad del capital, e incenti­
var el incremento del tipo de cambio real para aumentar el ahorro y garantizar el crecimiento
del Perú a tasas superiores al 5% anual, por periodos prolongados. En ese sentido, advierte que
alcanzar tasas de crecimiento altas sin realizar estos cambios, llevará a crecimientos efímeros
que serán luego reemplazados por periodos de enfriamientos, como el ocurrido en la economía
peruana en 1 996.
Uno de los temas analizados es el referido a los requerimientos de ahorro e inversión.
El estudio parte del modelo de crecimiento económico conocido como de Harrod-Domar y del
trabajo para el Perú de Shane Hunt, en donde se estima que en promedio la inversión en capital
que se requiere en el Perú para aumentar la producción en un sol más es aproximadamente de 3,3
soles. Roca estima que la inversión requerida y, por lo tanto, el ahorro requerido para crecer a una
tasa de 2,8% en promedio durante los próximos cinco años, sería de alrededor de 1 9,3% del PBI.
Este porcentaje de ahorro o inversión requerida procedente de la función de producción
de Harrod-Domar, se confronta luego con cálculos y proyecciones independientes acerca de los
niveles de ahorro "verdaderos" o probables, llegando Roca a la conclusión que en el Perú no
habría problemas en los próximos cinco años para sostener tasas de crecimiento de la producción
de alrededor de 2,8% anual. El ahorro verdadero llega a estimarse en un promedio de 24,3% del
PBI, sobrepasando en cinco puntos al ahorro requerido para crecer a 2,8 % anual, mencionado
anteriormente.

1 1 . 1 A h orro verdadero
Este resultado es alentador si se analiza aún más la composición del ahorro verdadero o proba­
ble. En términos gruesos, el estimado del ahorro verdadero se subdivide en ahorro interno y en
ahorro externo.
El ahorro interno se estima en 1 7,3% del PBI en promedio a lo largo de los próximos
cinco años y el ahorro externo en alrededor de 7%. Tener un déficit en cuenta corriente de la
balanza de pagos del 7%, podría estar en el límite de lo aceptable, destacando el hecho que este
déficit podría caer hasta cinco puntos más, ya que existe un exceso de ahorro verdadero sobre el
requerido, el cual utilizándose podría reducir el déficit de balanza en cuenta corriente hasta 2%
anual. Esta situación, crecer a 2,8% anual durante los próximos cinco años, sería indiscutible­
mente holgada desde el punto de vista del ahorro y de la cuenta corriente de la balanza de pagos.
Al preguntarse, entonces, ¿qué ritmo de crecimiento del producto podría el ahorro verda­
dero sostener? Roca encuentra que para sostener, por ejemplo, una tasa promedio de crecimiento
de la producción de 6% anual, se requiere un nivel de ahorros equivalente al 29,8% del PBI, 5,5
N
puntos por encima del cálculo de ahorro verdadero (24,3 % del PBI). Es decir, si el Perú quisiera o

crecer 6% anual en promedio de 1 997 al año 200 1 , necesitaría incrementar el ahorro interno o ]
el ahorro externo en 5,5 puntos más. Incrementar el ahorro externo en 5,5 puntos del PBI signi­ '§-
u
fica obtener un déficit de cuenta corriente de hasta 1 2,5%, nivel sumamente alto, especialmente
303
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

cuando se sabe que los mercados externos se ponen nerviosos cada vez que el déficit sobrepasa
el nivel de 7% del PBI (razón del enfriamiento de la economía ocurrido en 1 996).
Por otro lado, aumentar el ahorro interno 5,5 puntos en forma sostenida, es decir, de un
promedio de 1 7,3% a 22,8% anual, parece una tarea complicada si el ingreso disponible no
aumenta significativamente o se hacen modificaciones importantes en la política económica.

Crecimiento de la prod�<:;.ción y el a horro (en eromedios anua les)


Crecimiento de 2.8% Crecimiento de 6%

).i 1 997-2001 1 997-2001

Ahorro requerido (% del PBI) 1 9.3 29.8

Ahorro verdadero o probable (% PBI) 24.3 24.3

Ahorro probable - Ahorro requerido (% PBI) 5.0 -5.5

FUENTE: Santiago Roca y colaboradores. Perú: Destino de Inversiones 1997-1998. ESAN Ediciones, septiembre
de 1 997.

Deuda externa y balanza en cuenta corriente


(% de las exportaciones en 2íenes y servicios) __ ··�-��-�

1 ''· ·=·
'z ..
Países � ��. . Deuda externa Cuenta corriente '

Perú 47 1 % -62.20%
Argentina 346% 0.00%
Colombia 1 78% -29.80%
México 1 67% -0.7%*
Chile 1 08% 0.80%

* En 1 994, antes de la crisis mexicana, este ratio era de -41 .3%.


FUENTE: Santiago Roca y colaboradores. Perú: Destino de Inversiones 1 997-1998. ESAN Ediciones, septiembre
de 1 997.

1 1 . 2 Ahorro fisca l
Roca menciona que el ahorro interno podría elevarse generando mayor ahorro fiscal (superávit
fiscal) e incentivando el ahorro de las familias o de las empresas, pero es muy probable que estos
repercutan en el corto plazo en un menor crecimiento del producto y en cierta retracción de la
inversión, debido a la disminución del consumo y menor demanda interna esperada. Ello atentará
también contra el producto en el mediano y largo plazo.
En cuanto al ahorro o financiamiento externo, Roca menciona que se debe considerar que
este depende básicamente de la capacidad de pago de la economía, el cual está en última instancia
en función del desarrollo del sector exportador con relación al déficit en cuenta corriente y al en­
deudamiento externo del país. Si se analizan estas dos variables como proporción de las exporta­
ciones, se puede observar que la capacidad de endeudamiento del país, expresada en comparación

304
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓM ICOS Y EMPRESARIALES ( 1 985-2000)

con países de la región, se encuentra ya en un nivel bastante elevado, por lo que incrementarlo sería
más riesgoso, a menos que se aumenten aceleradamente las exportaciones del país.
Una salida a este problema de obtener el nivel de ahorro requerido para crecer a tasas de
6% anual durante los próximos cinco años, expresa Roca, se lograría a través del incremento
del tipo de cambio real. "El mayor tipo de cambio real limitaría las importaciones de bienes de
consumo, incentivaría el ahorro privado y elevaría las inversiones para bienes transables en el
mediano plazo, debido a que se ampliaría el mercado potencial de productos nacionales en el
exterior. En este caso, las inversiones en el país no solo no descenderían, sino que se estarían
dirigiendo a ampliar la capacidad exportadora del país, lo cual permitiría adicionalmente acceder
a mayor ahorro o financiamiento externo".
Se accedería a mayor ahorro o financiamiento externo debido a que los ratios deuda/
exportaciones y cuenta corriente/exportaciones estarían reduciéndose por el aumento de las ex­
portaciones, reflejando una mej oría en la capacidad de pago país.

1 1 . 3 Prod uctividad
Tan igual o más importante para alcanzar tasas de crecimiento de la producción de 6% anual es la
elevación en la productividad de las inversiones. Se ha mencionado al comienzo que se requiere
3 , 3 soles de inversión por cada sol de producción adicional. Si la productividad de la inversión
se elevara para que se requieran menos soles por unidad de producción adicional, con un mismo
nivel de inversión se podrá producir mucho más en forma adicional.
Este incremento de la productividad del capital no solo depende de aspectos tecnoló­
gicos, sino del mejor uso de los recursos y de reformas estructurales que hagan más eficiente
la utilización de la infraestructura básica del país en general. Se puede entonces aseverar
-de acuerdo a este trabaj o- que el Perú de 1 997 al 2000 no tendrá dificultades en alcanzar,
desde el punto de vista de ahorro requerido, tasas de crecimiento de la producción entre 3%
y 4,5% anual.
Intentar, sin embargo, tasas de crecimiento por encima del 5% anual requiere de cambios
en la política económica que lleven a aumentos del tipo de cambio real y al aumento de la repro­
ductividad en el uso del capital. Crecer a tasas superiores al 5% anual sin cambios en la política
actual llevará simplemente a estrellamos contra la pared, dar marcha atrás o enfriar bruscamente la
economía, conforme ha ocurrido en los últimos años.

Gestión, 2 de julio de 1 997.

- "\
1 2 \ I nflación y crec i m iento moderados
-.w�·-...
.
-,

Mucho se ha hablado acerca de los logros del gobierno en los últimos siete años, pero de un tiem­
po a esta parte, algunas voces han opinado acerca de la necesidad de modificar algunos puntos de
la política económica. Santiago Roca, director del Servicio de Asesoría Riesgo y Futuro de la Es­
-
cuela de Administración de Negocios para Graduados, ESAN, acaba de terminar un libro acerca N
o
del destino de las inversiones simulando dos grandes escenarios de desenvolvimiento probable
El
de la economía nacional hacia el año 2000. ¿Cuál es el primer escenario y su diferenciación con ·g,
el segundo escenario? u

305
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

Uno representa las políticas económicas actuales y la forma como se viene manejando el
gasto público, la cantidad de dinero circulante, el proceso de privatización y otras variables, tra­
tando de simular qué es lo que podría ocurrir con la economía peruana si es que se mantienen las
políticas económicas actuales, muy vinculadas a los acuerdos con el FMI. En el otro escenario
se proponen algunos cambios en la política económica vinculados fundamentalmente a fomentar
la actividad productiva y de exportación, a reducir los sobrecostos y promover las exportaciones
con un manejo más activo del tipo de cambio. "Este último es un escenario que no representa la
política económica actual pero que sí cuenta con el apoyo de algunas personalidades del gobier­
no vinculadas al primer vicepresidente de la República, Ricardo Márquez. En cambio, el primer
escenario está relacionado al ministro Jorge Carnet y la gente del FMI'', acota el doctor Roca.
El Banco Central de Reserva juega un rol importante en los dos escenarios. En el prime­
ro, el BCR tiene una política monetaria muy dura, siempre restringiendo la cantidad de dinero
de acuerdo a las metas estipuladas con el FMI. En el segundo escenario, se sugiere una política
prudente pero inclinada a que el tipo de cambio se eleve. La diferencia de la política del BCR,
entre uno y otro caso, es que en el primero no tiene mucho interés en el tipo de cambio sino que
está más bien preocupado por la inflación; pero en el segundo, la cosa es a la inversa aceptándose
incluso que la inflación sería más alta.
"Se trata de un dilema que enfrenta la política monetaria y el gobierno porque no solo a
través de políticas monetarias se mej ora el tipo de cambio. Puede haber regulaciones que me­
j oren el tipo de cambio a través de incentivos a las salidas de capitales o límites a la entrada, a
través de la reducción de impuestos y apoyo en la reducción de los precios de algunos factores
de producción. Estas regulaciones no afectan la cantidad de dinero y por lo tanto no generan
inflación por esa vía''.
En añadidura a los escenarios señalados, se ha incorporado el supuesto de que el gasto
público en ambos casos se incrementa fuertemente a partir del año 1 999, como paso previo a
las elecciones del 2000. De acuerdo al ensayo, si la economía se manej a de acuerdo al primer
escenario que mantiene las actuales tendencias económicas de gobierno, la tasa de crecimiento
promedio del PBI para los próximos cinco años será de un 3% anual, mientras que en el segundo
escenario sería de 4,6% anual.
Sin embargo, en términos de costo -"porque nada es gratuito en economía", sostiene
Roca-, resulta que en el primer escenario la inflación anual promedio llegaría a 1 0,3%, mientras
que en el segundo escenario rebasaría el 1 6,5%. "En este caso la inflación es más alta porque el
tipo de cambio es más elevado, lo cual ejerce presión sobre los precios y estos aumentan".
El tema de la deuda externa está también en los dos escenarios. En el primero, el Perú
no tendría ningún problema en generar el superávit primario suficiente para pagar no solamente
los compromisos del Plan Brady, sino del Club de París y otros con organismos internacionales.
En el segundo escenario tampoco habría problemas porque como el producto crece a una
mayor tasa, la recaudación y el superávit primario que el gobierno necesita también aumentaría. Es­
tadísticamente no habría problemas importantes para el pago de la deuda externa, excepto en los dos
años en que habrá un impulso de gasto en ambos escenarios, por tratarse de años pre-electorales.
¿A qué se debe que el producto crece más en el segundo escenario en los próximos cinco
años?
Los mecanismos considerados en el segundo escenario para incrementar la producción,
se basan fundamentalmente en una política económica mucho más activa que eleve el precio

306
V. QUINCE AÑOS DE PRONÓSTICOS ECONÓMICOS Y EMPRESARIALES ( 1 985-2000)

del dólar. Con este elemento se promoverían las exportaciones, reduciendo de paso las importa­
ciones al volverse más caros los productos extranjeros. Esta política se ha aplicado por muchos
años exitosamente en Chile, Corea y muchos otros países con los resultados que todos conocen.
De otro lado, la reducción de impuestos y de los sobrecostos permite una mayor competitividad
de las empresas que podrían orientarse hacia el exterior y pelear el mercado de igual a igual con
el resto del mundo. Además, el segundo escenario instituye políticas cuyo objetivo está concen­
trado en que se produzca más y mejor, tratando de afectar los factores de producción que los
empresarios utilizan, buscando aumentar su calidad y reducir sus precios.
Inversiones & Negocios, julio de 1 997.

Q1J..-.\ Ba nco Centra l tiene m a rgen fª�ª enfrenta r


__ .,,

ataque especu lativo contra e dola r


Una de las medidas aplicadas en las últimas semanas para contrarrestar la escasez relativa de
moneda extranj era, ha sido la reducción de la tasa de encaje promedio en dólares. Santiago
Roca, director del servicio de asesoría Riesgo y Futuro de ESAN, manifestó que con esta re­
ducción del encaj e se ampliaría la disponibilidad de dólares, con lo cual disminuiría la presión
alcista sobre el tipo de cambio en la actual coyuntura de inestabilidad financiera.
El economista señaló que el BCR tiene mucho margen para enfrentar de manera exito­
sa un ataque especulativo y la pérdida de confianza en el sistema financiero nacional, si actúa
decidida y oportunamente. "Existen bases sólidas para afrontar cualquier pérdida de confianza
interna o externa pero es preferible actuar anticipadamente antes de dejar que la volatilidad ocu­
rra", precisó.
A través de un ejercicio, Roca sustentó estas afirmaciones concentrándose en la efec­
tividad de la reducción del encaje como mecanismo compensatorio a una hipotética fuga de
capitales. Para ello, ha cuantificado a cuánto asciende la oferta de moneda extranj era (ME), la
cual, en términos simplificados, proviene de dos fuentes principales: el comercio exterior y los
fluj os financieros de corto y largo plazo.
"Al ser los flujos de corto plazo los de mayor volatilidad y respuesta ante cambios en la
percepción de riesgo-país y los ataques especulativos, nos centraremos solamente en analizar
los depósitos en moneda extranjera, la inversión en cartera y las líneas de crédito del exterior",
comentó.

1 3 . 1 Componentes
Los depósitos en moneda extranjera en el sistema bancario ascienden a unos US$9.000 millones,
de los cuales alrededor del 50% están compuestos por depósitos a la vista y depósitos de ahorro,
es decir, aquellos que no están colocados a plazos fijos y que eventualmente podrían retirarse con
mayor rapidez en una situación de inestabilidad financiera. N
o
Dado que los depósitos en ME poseen un encaj e promedio de aproximadamente 42% (a ª
partir del primero de noviembre el encaje se reducirá nuevamente en 1 ,5 puntos porcentuales), '§.
u
existen unos US$3 . 800 millones encajados en el BCRP, con lo cual los fondos disponibles para

307
POLITICAS PÚBLICAS PARA GOBERNAR

ser colocados como préstamos en el sector privado, o para ser cambiados por soles en el mercado
cambiario llegan a US$5 .200 millones. Obviamente, si disminuye el encaje promedio en ME en
un punto la disponibilidad de dólares en la economía crecería en US$90 millones, dado el nivel
de US$9.000 millones de dólares en depósitos.
En lo que se refiere a la inversión extranjera en el mercado bursátil, se estima que esta as­
ciende a US$2.400 millones, ya que alrededor del 20% de la capitalización bursátil corresponde
a acciones en manos de no residentes. "Si bien este mercado es el que teóricamente precipitaría el
ataque especulativo, la poca profundidad del mismo (tamaño reducido) podría impedir una salida
masiva de recursos, ya que la caída de precios de las acciones sería de tal magnitud que desin­
centivaría una mayor venta de acciones e impulsaría inmediatamente su recompra", acotó Roca.
Finalmente, las líneas de crédito del exterior de corto plazo canalizadas por la banca co­
mercial superan los US$3 .000 millones, que podrían disminuir en un período relativamente corto
al no renovarse estos créditos automáticamente. En el caso de que estos préstamos no se renue­
ven, no solo se reduciría la oferta de moneda extranjera, sino también se elevaría la demanda de
dólares para cancelar estos préstamos de corto plazo.
"En general, se tiene que en un hipotético escenario especulativo y de falta de confianza,
no solo la oferta de dólares disminuiría debido a los menores depósitos en ME en el sistema
financiero y la no renovación de las líneas de crédito del exterior, sino también se elevaría la
demanda de dólares para cancelar estos préstamos de corto plazo", puntualizó.
Para obtener sus conclusiones, Roca asumió que si la tercera parte de los depósitos a la
vista y de ahorro en moneda extranjera estuviera comprometida por la pérdida de confianza,
alrededor de US$ l .500 millones podrían salir del sistema bancario con cierta facilidad.
En lo que se refiere al mercado bursátil, si la tercera parte de la inversión extranjera en la
BVL se retira, la demanda de ME se incrementaría en unos US$800 millones, lo que presionaría
el tipo de cambio. En forma similar, si las dos terceras partes de las líneas de crédito del exterior
no se renuevan en los próximos seis a nueve meses, la oferta de dólares se reduciría en US$2.000
millones y se elevaría la demanda en el mismo monto para cancelar estos préstamos.

1 3 . 2 Resu ltados
Si ocurriesen ataques a la vez y el BCR no decidiera hacer nada, ni siquiera reducir el encaje
promedio, el tipo de cambio a fines de 1 999 podría ascender a S/.4,00, con una devaluación del
periodo septiembre 1 988-diciembre 1 999 de 30% y una inflación de 1 8%.
"Las reservas totales del sistema bancario caerían más de US$3 .000 millones. Sin embar­
go, las del BCR descenderían en solo US$360 millones a consecuencia de los menores depósitos
de encaje en ME", mencionó.
Roca señaló que si por el contrario el BCR opta por reducir el encaje promedio hasta el
30%, la disponibilidad de dólares se ampliaría solo por el lado de los depósitos en ME, con lo
cual se espera una devaluación de 23% en los próximos quince meses, mientras que la inflación
llegaría al 1 3%.
"Los ataques de desconfianza y especulación mencionados anteriormente podrían ser to­
talmente desinflados con una reducción del encaje promedio al 1 2%, con lo cual la devaluación
de 1 999 podría alcanzar un nivel 9% y una inflación de alrededor de 6%".
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