Los órganos vegetales que sostienen la supervivencia de las plantas nocivas son una reserva adecuada de semillas y órganos de propagación vegetativa tales yemas, rizomas, estolones, bulbos y tubérculos, los cuales permanecen protegidos por el suelo y sobreviven a alteraciones repetidas del mismo. La semilla es el principal mecanismo de supervivencia de las plantas nocivas anuales. Las plantas nocivas perennes poseen además de la semilla mecanismos de propagación vegetativa las características de estos mecanismos de supervivencia son las adaptaciones morfológicas y fisiológicas. Características y adaptaciones que favorecen la supervivencia de las plantas nocivas.
1. - Prolífica producción de semillas.
2.- La supervivencia de órganos de propagación vegetativa en condiciones desfavorables. 3. - Medios eficaces para la diseminación de semillas. 4.- Aptitud de semillas y otros órganos de propagación para resistir factores perjudiciales del medio. 5. - Latencia o germinación demorada de semillas y de órganos de propagación que permanecen en el suelo. Nota: la latencia tal vez sea la característica más importante de las plantas nocivas que les permiten persistir y florecer. La reproducción de las plantas nocivas comprende cuatro procesos principales: producción de semillas, dispersión de semillas, germinación de la semilla y reproducción vegetativa y latencia. Producción de semillas En general las plantas nocivas La Avena fatua muchas otras plantas producen un gran número de nocivas anuales germinan al mismo semillas. La supervivencia de una tiempo que los cereales sembrados planta nociva o de cualquier especie en primavera y se desprenden de sus vegetal depende principalmente de semillas maduras antes de la la producción de un número recolección. La de muchas plantas suficiente de semillas viables que nocivas para producir gran número aseguren la sobre vivencia a los de semillas viables, incluso cuando se azares a los que la especie se les ha cortado muy poco después de enfrenta en su medio ambiente. Por su florecimiento también representa lo general las especies de vida larga otra adaptación que favorece la necesitan menos semillas que las supervivencia. especies de vida corta las cuales afrentan muchos peligros. La producción de pequeñas y abundantes semillas es una adaptación común que asegura altas probabilidades de dispersión y restablecimiento de las infestaciones. Las plantas perennes con marcada capacidad tanto para la producción vegetativa como para la producción prolífica de semillas se les considera muy agresivas esto es muy manifiesto en plantas como Sorghum halepense Diseminación de semillas
La mayoría de las plantas nocivas tienen amplia
distribución por lo que se les considera cosmopolitas. Los principales agentes de dispersión de plantas nocivas son viento, agua, animales y hombre.
VIENTO. Ciertas características estructurales de
la semilla facilitan su dispersión del fruto y semillas de plantas nocivas. Estas características evidentes de estas semillas son: poco peso, vellosidades, sacos aéreos, plumas. Por ejemplo: Taraxacum officinale.
AGUA. Muchas semillas son transportadas por el
agua en forma natural o en los canales es su mayor dispersión (quelite) Amaranthus palmeri este tipo de semillas que se dispersan por medio del agua presentan características como poco peso vellosidades, plumas y contenido de aceites. ANIMALES La dispersión de semillas por animales puede ocurrir por dos formas: una por medio de estiércol de aves ó ganado y por acarreo en patas, pelo y plumas.
En el primer caso los animales llegan a
consumir muchas veces plantas que se encuentran asemillando pasan al tracto digestivo sin que estas pierdan su viabilidad incluso algunas llegan a sufrir escarificación y posteriormente son arrojadas junto con el excremento.
En el segundo caso las semillas ayudadas por
sus características morfológicas de las semillas tales como púas ganchos plumas las cuales se adhieren a las patas, vellón y cuerpo de los animales los cuales son llevadas a nuevos lugares. El hombre: introduciendo especies para ornato por ejemplo el lirio acuático Eichornia crassipens, por el uso de semilla para la siembra contaminada de semilla de maleza, forraje, maquinaria y transporte.
Más o menos el 50% de las especies del Norte
de América tienen su origen en el continente Euroasiático, el otro porcentaje es del continente Americano. Germinación de semillas La germinación consta de varias etapas las cuales se manifiestan al cambiar el periodo de reposo a uno de mayor actividad metabólica, a la vez hay un incremento de volumen y la emergencia del embrión el cual va a salir de la semilla. La germinación es el factor crítico para el establecimiento de infestaciones de plantas nocivas. Las semillas de plantas nocivas que germinan al mismo tiempo que las semillas de los cultivos son las más persistentes y de mayor eficacia. Las condiciones externas adecuadas de humedad del suelo, temperatura favorable y oxigeno suficiente, son esenciales para la germinación tanto de plantas nocivas como de plantas cultivadas. Los mecanismos especializados de germinación esta patente en la periodicidad de la germinación, que constituye una característica muy común de las plantas nocivas como en el caso del Amaranthus retroflexus que presenta una pauta bien definida de optima germinación a intervalos regulares. Las semillas viables de plantas nocivas presentes en el suelo son parte integrante y la parte principal de la infestación de las plantas nocivas presentes en un hábitat. El numero de semillas que germinan en un momento determinado o como resultado de una alteración especifica del suelo está determinado por las condiciones especializadas necesarias para la germinación de semillas en diversas fases de su latencia. Reproducción asexual de las plantas nocivas perennes La reproducción asexual o vegetativa es un mecanismo importante para, la supervivencia de las plantas nocivas perennes, presentan adaptaciones tales como: tallos subterráneos ó rizomas, raíces profundas con gran número de yemas, bulbos, bulbillos, raíces principales carnosas y profundas de plantas perennes como el diente de león. La capacidad de latencia de los órganos de propagación y la presencia de abastecimiento nutricional son características comunes de estas partes subterráneas de las plantas. La inmunidad relativa de los órganos subterráneos a la destrucción provocada por las alteraciones del suelo se refleja en las dificultades que presenta la erradicación de la mayoría de las plantas nocivas perennes. La latencia las semillas. La latencia de las semillas es una característica que permite que las plantas nocivas sobrevivan en el suelo y persisten como infestación grave a pesar de las frecuentes alteraciones del suelo que acompañan a. los cultivos agrícolas.
A diferencia de las plantas cultivadas anuales se describen como
especies vegetales con semillas latentes que germinan dentro de una reducida variedad de condiciones del medio ambiente. En estas condiciones la maleza es especialista en aprovechar estas oportunidades.
En las zonas templadas la latencia es un mecanismo de
supervivencia que impide la germinación en otoño de especies que no resisten el invierno. El fin de la latencia exige que las semillas queden expuestas largos períodos a condiciones frescas y húmedas que son atributo normal de los hábitats de las zonas templadas. En los climas tropicales, muchas semillas de plantas nocivas no tienen latencia y germinan poco después de haber caído al suelo. En condiciones de laboratorio se ha puesto fin a la latencia de semillas y se establece con claridad la importancia que tienen para el mantenimiento de la latencia factores tales como: Luz, embriones inmaduros, cubiertas impermeables de la semilla e inhibidores de la germinación
LATENCIA INNATA Se considera que es propiedad inherente de la semilla
madura cuando se desprende de la planta madre. La germinación de semillas que tienen latencia innata no se efectúa hasta poco después de la exposición a un tratamiento posterior a la maduración. En las regiones templadas, la característica principal a esta exposición es la congelación y deshielos alternados la lixiviación de inhibidores naturales de la semilla; la latencia innata ocurre en la mayoría de las semillas de plantas nocivas de zonas templadas.
Pruebas recientes sugieren que respecto a algunas especies, el tiempo
cálido y seco durante la maduración producen semillas que pierden la latencia con mayor rapidez que las que se producen en condiciones frescas y húmedas. LATENCIA INDUCIDA LATENCIA FORZADA Se establece cuando una semilla no En la latencia forzada las latente pasa a ser latente después limitantes del hábitat ó el medio de la exposición a condiciones ambiente impiden que germinen específicas del medio ambiente las semillas. La germinación se tales como altas temperaturas del efectúa cuando se eliminan las suelo. En general la latencia limitaciones; cuando las semillas inducida persiste después de que profundamente enterradas quedan cambian las condiciones. al descubierto. El arado y otras labores profundas pueden poner fin a la latencia al llevar las semillas a la superficie. Causas de la latencia Aún se desconocen los mecanismos exactos que rigen el establecimiento de la latencia de las semillas en maduración.
La latencia innata y la latencia inducida de las semillas se pueden considerar como
dispositivos medidores del tiempo cada una de ellas representa una adaptación cuyas pautas indican una correlación positiva entre el final del estado latente y la presencia de cambios predecibles en el medio ambiente.
Las causas de la latencia innata de las semillas se pueden agrupar en 5 categorías
generales. Embriones rudimentarios, embriones fisiológicamente inmaduros que son resultado de sistemas enzimáticos inactivos, cubiertas mecánicamente resistentes de las semillas y presencia de inhibidores de la germinación, estas características morfológicas y fisiológicas representan un alto grado de especialización que aseguran la supervivencia en un período crítico por ej: cuando una pronta germinación sería desastrosa en las zonas templadas, una vez enterradas en el suelo, las semillas en latencia innata no germinan en respuesta a las modificaciones del hábitat.