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El enfoque sistémico es una manera de abordar y formular problemas con vistas a una mayor
eficacia en la acción, que se caracteriza por concebir a todo objeto (material o inmaterial) como un
sistema o componente de un sistema. Es Desarrollo de aptitudes y de un modo de proceder
de indagación, de búsqueda permanente de métodos que permiten crear y diseñar
nuevas alternativas y procesos de búsqueda creativa que generan tanto nuevos
modos de percibir la realidad, como nuevos métodos para contestar preguntas y
enfrentar problemas y problemáticas: generar nuevos conceptos, artefactos, objetos
tangibles o intangibles.
El enfoque sistémico permite, conociendo pocos datos, obtener en forma sintética los valores de
magnitudes vinculadas a importantes conceptos como pueden ser: el rendimiento de los procesos
de utilización de la energía, los límites económicos del sistema (en cuanto a costos), los límites
ecológicos (vinculados a la contaminación y al uso de recursos naturales finitos), etc. Con muy
pocos datos se puede determinar, la eficiencia, los límites del ecosistema natural, la incidencia de
la contaminación ambiental, la relación costo beneficio, el uso racional de la energía, etc. Todo
esto nos autoriza a decir que, desde el punto de vista del conocimiento, el enfoque sistémico es
una herramienta conceptual altamente eficiente.
Es un esquema metodológico que sirve como guía para la solución de problemas, en especial hacia
aquellos que surgen en la dirección o administración de un sistema, al existir una discrepancia
entre lo que se tiene y lo que se desea, su problemática, sus componentes y su solución. El
enfoque de sistemas son las actividades que determinan un objetivo general y la justificación de
cada uno de los subsistemas, las medidas de actuación y estándares en términos del objetivo
general, el conjunto completo de subsistemas y sus planes para un problema específico.
ENFOQUE SISTÉMICO
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la realidad como sistemas resulta indispensable. Sólo así se integrarán: lo tangible y lo intangible y
lo formal y lo informal. A nivel del individuo se integran el cuerpo y la mente, lo somático y lo
psíquico, lo psicológico y lo espiritual, pero sobre todo, se integrarán el individuo y su contexto. A
nivel del contexto se integran lo natural, lo construido, lo cultural, lo social, lo eco-social y lo socio
técnico. Se construye así un enfoque más humanístico para trascender más
significativamente, transponiendo lo personal, lo espiritual, lo social y lo natural.
El enfoque sistémico intenta englobar la totalidad de los elementos del sistema estudiado así
como las interacciones e interdependencias entre ellos.
EL ENFOQUE SISTEMICO
EL ENFOQUE ANALITICO
Esta forma de enfocar el estudio de los sistemas es la que ha prevalecido desde la Grecia clásica
hasta nuestros días y es lo que llamamos el “enfoque analítico”, que parte del principio de estudiar
aisladamente y con gran detalle las diferentes partes de un sistema (es decir una porción muy
reducida de la realidad, lo que, como hemos dicho, implica perder la visión del conjunto). Una
excepción a esta forma dc razonar fue el planteo de Aristóteles que decía que “el todo es más que
la suma de las partes”; proposición que fue ignorada por la visión mecanicista vigente hasta este
siglo. Recordemos que Descartes en su Discurso del método, plantea que para entender algo, «se
lo debe descomponer en tantos elementos simples como sea posible»2 . Este enfoque analítico,
reduccionista y determinista, y su correspondiente metodología. ha marcado y podemos decir
posibilitado el gran desarrollo de las ciencias (física, química, biología, etc.), y sigue teniendo gran
interés científico, habiéndose también hecho extensivo a otros campos, como por ejemplo el de la
organización científica del trabajo (taylorismo). Este enfoque. en principio válido cuando las
variables en juego no son muchas, o sus relaciones son sencillas, es insuficiente cuando se trata de
enfocar problemas complejos.
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DEFINICIONES DE SISTEMA
Tomar concientemente la decisión de observar e interactuar con la realidad considerándola como
sistema, requiera adoptar una definición de sistema y utilizarla para contestar preguntas y resolver
problemas acerca de la realidad. Existen muchas definiciones de sistemas y hasta se ha
argumentado la imposibilidad de la existencia de una sola única definición. Explicitar que
definición de sistema se utiliza es indispensable para generar entendimiento.
La definición operacional de sistema, parte de tener un conjunto de elementos que pueden ser de
cualquier tipo. Cada elemento tiene ciertas características, propiedades o comportamientos,
debiendo cumplir las tres condiciones siguientes:
c) Todo subconjunto de elementos que formemos cumple las dos condiciones anteriores.
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desde la física o las matemáticas y para Bertalanffy sólo podrían explicarse utilizando nuevos
marcos conceptuales [Lilienfeld, 1984].
a) Existe una tendencia general hacia la integración en todas las ciencias, tanto naturales como
sociales;
c) Esta teoría puede ser un medio importante para conseguir una teoría exacta en los campos no
físicos de la ciencia;
d) Esta teoría conduce a la unidad de la ciencia, al desarrollar principios unificadores que integran,
verticalmente, el universo de las ciencias individuales;
e) Todo ello puede conducir a una integración, ampliamente necesitada, en la educación científica.
Para los seguidores de Bertalanffy la Teoría General de Sistemas es, en última instancia, una
perspectiva o paradigma nuevo, una nueva forma de hacer ciencia. E incluso van más allá al
considerar que más que una teoría, en el sentido tradicional del término, es un paradigma para
desarrollar teorías y síntesis transdisciplinarias. Actualmente existen discrepancias dentro de los
sistemistas de la T.G.S. sobre cómo interpretar el nombre de la sociedad que les acoge,
International Society for General Systems Research puede referirse a la investigación de sistemas
generales, es decir el estudio de cualquier tipo de sistema, o la investigación general de sistemas,
que constriñe en cierta forma el campo de actuación. Los partidarios de la primera opción llevan la
idea de sistema al campo social, a la psiquiatría, a la psicología y a la filosofía (a la que Bertalanffy
dedica muchos de sus escritos) y, como se les ha criticado con frecuencia, hacen de ello una
ideología cerrada. Los partidarios de la segunda opción tienden a un estudio mucho más formal y
matemático de los sistemas buscando aplicaciones concretas no tan difusas y de resultados no tan
inciertos. Trabajos como los de Klir (ver Marcos Conceptuales), Checkland, Beer, etc., persiguen
una aplicación inmediata de la noción de sistema.
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DE LOS SISTEMAS LUDWIG VON BERTALANFFY 2 tremendamente compleja. Esto requiere técnicas
complicadas y computadoras para resolver problemas que van muchísimo más allá de los alcances
de un matemático.
Limitaciones de la física ordinaria. Mi primer ejemplo será el de los sistemas cerrados y abiertos.
La física ordinaria sólo se ocupa de sistemas cerrados, de sistemas que se consideran ai5lados del
medio circundante. Así, la fisicoquímica nos habla de las reacciones, de sus velocidades, y de los
equilibrios químicos que acaban por establecerse en un recipiente cerrado donde se mezclan
cierto número de sustancias reaccionantes. La termodinámica declara expresamente que sus leyes
sólo se aplican a sistemas cerrados. En particular, el segundo principio afirma que, en un sistema
cerrado, cierta magnitud, la entropía, debe aumentar hasta el máximo, y el proceso acabará por
detenerse en un estado de equilibrio.
Puede formularse el segundo principio de diferentes modos, según uno de los cuales la entropía
es medida de probabilidad, y así un sistema cerrado tiende al estado de distribución más probable.
Sin embargo, la distribución más probable de una mezcla -digamos- de cuentas de vidrio rojas y
azules, o de moléculas dotadas de velocidades diferentes, es un estado de completo desorden;
todas las cuentas rojas por un lado y todas las azules por otro, o bien, en un espacio cerrado, todas
las moléculas veloces -o sea de alta temperatura- a la derecha, y todas las lentas -baja
temperatura- a la izquierda, son estados de cosas altamente improbables. O sea que la tendencia
hacia la máxima entropía o la distribución más probable es la tendencia al máximo desorden. Sin
embargo, encontramos sistemas que, por su misma naturaleza y definición, no son sistemas
cerrados. Todo organismo viviente es ante todo un sistema abierto. Se mantiene en continua
incorporación y eliminación de materia, constituyendo y demoliendo componentes, sin alcanzar,
mientras la vida dure, un estado de equilibrio químico y termodinámica, sino manteniéndose en
un estado llamado uniforme (steady) que difiere de aquél. Tal es la esencia misma de ese
fenómeno fundamental de la vida llamado metabolismo, los procesos químicos dentro de las
células vivas. ¿Y entonces?. Es obvio que las formulaciones habituales de la física no son en
principio aplicables al organismo vivo qua sistema abierto y en estado uniforme, y bien podemos
sospechar que muchas características de los sistemas vivos que resultan paradójicas vistas según
las leyes de la física son consecuencia de este hecho. No ha sido sino hasta años recientes cuando
hemos presenciado una expansión de la física orientada a la inclusión de sistemas abiertos. Esta
teoría ha aclarado muchos fenómenos oscuros en física y biología, y ha conducido asimismo a
importantes conclusiones generales, de las cuales sólo mencionare dos. La primera es el principio
de equifinalidad. En cualquier sistema cerrado, el estado final está inequívocamente determinado
por las condiciones iniciales: p. ej., el movimiento en un sistema planetario, donde las posiciones
de los planetas en un tiempo T están in equivocadamente determinadas por sus posiciones en un
tiempo t0. 0, en un equilibrio químico, las concentraciones finales de los compuestos
reaccionantes depende naturalmente de las concentraciones iniciales. Si se alteran las condiciones
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iniciales o el TEORÍA GENERAL DE LOS SISTEMAS LUDWIG VON BERTALANFFY 29 proceso el estado
final cambiará también. No ocurre lo mismo en los sistemas abiertos. En ellos puede alcanzarse el
mismo estado final partiendo de diferentes condiciones iniciales y por diferentes caminos. Es lo
que se llama equifinalidad, y tiene significación para los fenómenos de la regulación biológica.
Quienes estén familiarizados con la historia de la biología recordarán que fue precisamente la
equifinalidad la que llevó al biólogo alemán Driesch a abrazar el vitalismo, o sea la doctrina de que
los fenómenos vitales son inexplicables en términos de la ciencia natural. La argumentación de
Driesch se basaba en experimentos acerca de embriones tempranos. El mismo resultado final - un
organismo normal de erizo de mar- puede proceder de un Zigoto completo, de cada mitad de un
zigoto de éstos, o del producto de fusión de dos zigotos. Lo mismo vale para embriones de otras
muchas especies incluyendo el hombre, donde los gemelos idénticos provienen de la escisión de
un zigoto. La equifinalidad, de acuerdo con Driesch, contradice las leyes de la física y sólo puede
deberse a un factor vitalista animoide que gobierne los procesos previendo la meta: el organismo
normal por constituir. Sin embargo, puede demostrarse que los sistemas abiertos, en tanto
alcancen un estado uniforme, deben exhibir equifinalidad, con lo cual desaparece la supuesta
violación de las leyes físicas (cf. pp. 136 s). Otro aparente contraste entre la naturaleza