Universidad Pedagógica Nacional

ALUMNA:
KAREN VIRIDIANA CASTILLO CORTEZ

MODULO V: EDUCAR EN LA PAZ, DERECHOS Y CULTURA DE LA CIUDADANÍA

BLOQUE II. LA CONCEPCIÓN PEDAGOGICA DE LA FORMACIÓN

CIUDADANA

ENSAYO
APRENDER A CONVIVIR

SABINAS, COAHUILA. FEBRERO DEL 2020

INTRODUCCIÓN

La sociedad, al igual que nuestro entorno evoluciona y avanza día a día, por lo que los
métodos educativos deben evolucionar a la par, se sabe que los alumnos de las nuevas
generaciones poseen características y necesidades diferentes a las de los padres y abuelos, por
lo que los programas deben ser adaptables y funcionales para servir a dichas necesidades. Sin
embargo, existen particularidades en las que aún existen relación.

En el presente documento, se describe el tema sobre “Aprender a convivir”, una necesidad

fundamental para la vida en sociedad.

Al inicio del documento se redacta la importancia de conocer algunas de las características y

necesidades que poseen los alumnos, las familias, la comunidad y como se relacionan estas
con la con la educación. Después, se nos plantean el valor de educar para la sana convivencia,
además algunas experiencias en diversas instituciones al ponerlo como una de las principales
metas a lograr.

Por consiguiente, se describe el diseño, organización, experiencias previas y los beneficios del
programa “Aprender a convivir”, puesto en práctica en el 2000. Para finalizar se redactan las
conclusiones en las que se relatan las ventajas de apropiarse de dicho enfoque en el trabajo con
los alumnos.

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I.- APRENDER A CONVIVIR.

Desde que nacen los niños presentan características particulares, tanto físicas como
emocionales, así como sus necesidades, los padres son los principales responsables de
cumplirlas, pero en la actualidad, las demandas para vivir integralmente, requieren de altos
gastos económicos por lo que la para los padres es de vital importancia conseguir un trabajo
que renumere salarialmente para lograr cumplir con las demandas de su familia, por lo que en
mucho de los casos padre y madre trabajan, dependiendo del nivel socioeconómico y la
educación profesional que poseen los padres, es el tiempo que estos le dedican al trabajo, pero
en la mayoría de los casos, el trabajo ocupa más de 8 horas diarias, esto reduce el tiempo que
tienen para la convivencia con sus hijos, lo cual no satisface las necesidades emocionales que
posee el niño.

Por otro lado, existen familias disfuncionales, madres quienes han tenido que cargar con la
responsabilidad de ser madre y padre a la vez, otras quienes les presentan a los hijos padres
temporales, ya que consiguen una nueva pareja por un poco tiempo. Además, en casos más
extremos alumnos quienes son abandonados por los padres y son educados por los abuelos,
por lo que, en todos estos casos, el tiempo que los padres pasan con sus hijos es muy corto o
incluso nulo. Así que en algunas ocasiones quieren compensar con regalos o sobre estimular a
los niños, para que estos no sientan la falta de ellos.

Partiendo de dicha idea, la mayoría de los alumnos presentan necesidades emocionales como
el cariño y el afecto como lo describe el autor Jares, Xesus, R. 1“la afectividad es una
necesidad de todos los seres humanos y requiere de su desarrollo para una construcción
equilibrada de la personalidad”, a su vez muestran falta de autocontrol, necesidades son
difíciles de satisfacer por el docente, es en los grupos sociales como la escuela en la que los
niños muestran dichas carencias, lo cual repercuten en la convivencia.

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Jares, Xesus R. APRENDER A CONVIVIR Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, núm. 44,
agosto, 2002, pp. 79-92 Universidad de Zaragoza Zaragoza, España

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Cada niño, que en un tiempo determinado se convertirá en adulto aprenderá a vivir según su
juicio personal, un ejemplo; si a un niño nunca se le enseño a saludar, para él será normal que
una persona no lo salude, pero para otras personas esto será visto como una falta de educación
social, y como el saludar y otras acciones son claves para la convivencia armónica, por lo que
cuando el alumno llega a la escuela este refleja en su comportamiento la falta de valores y
reglas, lo cual para el docente, logar una sana convivencia en su aula, representan una meta
difícil de lograr y esta requiere de preparación y planificación, como lo menciona el autor
Jares, Xesus R. 2“El aprendizaje de la convivencia no puede ser una tarea ni improvisada ni
sujeta a una mera intervención verbal en un momento determinado”, ya que se requiere de
acciones continuas, de reglas cumplidas, de ejemplo cívico.

Educar de manera integral, implica desde el trabajo académico de las asignaturas que
conforman los programas de estudio, hasta de promover y fomentar valores éticos y cívicos
que favorezcan la paz entre la sociedad como menciona los autores Yolanda Lira, Héctor
Archivaldo Vela Álvarez, Héctor Archivaldo Vela Lira 3“La educación para la paz supone
preparar al individuo para que procure la armonía en las relaciones humanas en todos los
niveles”, esto será más fácil si se involucra a los padres de familia y a la comunidad que rodea
a los alumnos.

El conflicto forma parte del trabajo cotidiano al que el docente se enfrenta en su comunidad
escolar, pero es de vital importancia conocer a fondo las causas, buscar una solución pacífica,
evitar la violencia, pero aprender de ello como lo maneja el auto Jares, Xesus R. donde
menciona 4“la teoría noviolenta del conflicto, se enfatiza la idea de que el conflicto no tiene
que ser necesariamente negativo” sino positivo porque se puede aprovechar como acciones de
aprendizaje, transformando el conflicto tal vez en un debate organizado.

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Jares, Xesus R. APRENDER A CONVIVIR Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, núm. 44, agosto, 2002, pp. 79-92
Universidad de Zaragoza Zaragoza, España
3 Yolanda Lira, Héctor Archivaldo Vela Álvarez, Héctor Archivaldo Vela Lira, La educación para la paz como competencia docente: aportes

al sistema educativo, Innov. educ. (Méx. DF) vol.14 no.64 México ene./abr. 201
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Jares, Xesus R. APRENDER A CONVIVIR Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, núm. 44, agosto, 2002, pp. 79-92
Universidad de Zaragoza Zaragoza, España

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Programa “Aprender a convivir”.

El programa “aprender a convivir” fue diseñado y puesto en práctica en el año 2000 debido a
las necesidades que presentaban la sociedad, con la intención de enseñarla a la sociedad a vivir
en armonía, democráticamente y con los valores cívico y morales, además de contribuir a
mejorar la vida en sociedad. El programa fue organizado en cursos y actividades distribuidos
en tres sectores de la comunidad educativa; profesores, padres y alumnos, cada uno con sus
metas y responsabilidades específicas.

Además, se enfatizó en asesoramientos en los centros, en el trabajo directo con los alumnos,
en el diseño de materiales de apoyo y el seguimiento y monitoreo del programa, todo con la
finalidad de recibir resultados favorables, a los dos años se realizó una valoración del efecto
del programa y a pesar de que era muy poco tiempo de su empleo y todos los conflictos con
los que se han enfrentado se han encontrado con una respuesta favorable de las instituciones,
acciones responsables de los padres, y aceptación del profesorado.

CONCLUSIÓN

Los niños aprender con el ejemplo, por lo que la sociedad y la tecnología aviva los
comportamientos que los alumnos presentan en la comunidad escolar, sea estos positivos o
negativos. Educar con el enfoque de una sana convivencia, representa uno de los principales
retos de la humanidad, ya que no es una tarea fácil de lograr, pero con cambios radicales y
pequeñas acciones sencillas pero diarias se logra un avance.

El amor es un valor fundamental que todo ser vivo debe de recibir, aún más cuando se habla
de niños, son los padres quienes deben de establecer esta relación de cariño y afecto, sin
exagerar con regalos o premios, simplemente darles un tiempo efectivo y de calidad.
Establecer reglas y acciones de autocontrol, las generaciones pasadas fueron educados con
fuerza y mediante golpes, ellos decidieron no hacer lo mismo con sus hijos, cambiaron la

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manera de educarlos, trataron de convertirse en amigos y establecer relaciones de confianza,
para algunos esto fue útil pero para otros no, las generaciones milenials fruto de la generación
de cambio, resultaron la mayoría de ellos, ser hoy en día adultos desinteresados por cumplir
con horarios y reglas, convencidos que merecen remuneraciones económicas más altas que sus
padres, con falta de compromiso social, tanto personal como profesionalmente, algunos de los
hijos de esta generación son los alumnos quienes asisten a la escuela pública, quienes
presentan ausentismo de valores, con falta de reglas, y con poca tolerancia, en ocasiones
débiles mentales, con frecuentes discapacidades psicológicas que son una barrera para el
aprendizaje.

Es en este momento en el que el rol del docente toma mayor relevancia, ya que aun cuando
esta tarea no sea justa ya que debe de educar, no solo en lo académico sino ahora también en
lo emocional, el maestro deberá ver hacia el futuro de su propio trabajo, ya que el alumno con
el paso del tiempo se acostumbrará a trabajar según las reglas y modales que el docente
requiera y en automático repercutirá en la comunidad. Además, deberá de proveer a los
alumnos de competencias que le permitan resolver conflictos cotidianos pacíficamente, buscar
soluciones no violentas, en las que se presenten la educación, el respeto y la tolerancia como
los principales actores.

Por lo que educar para la sana convivencia es un método bidireccional que beneficia al
docente en el desarrollo de su aula, como en la comunidad en la que se desenvuelve, o como
se le llama el efecto mariposa, el cual se refiere a pequeñas acciones que pueden generar
grandes cambios..

Para el docente, trabajar con dicho enfoque es una meta que representa mayor compromiso,
esfuerzo y vocación, ya que educar para convivir mejor, no repercute en un incentivo
monetario, ni tampoco forma parte de una evaluación, la única recompensa es el educar y vivir
en un futuro en una sociedad que disfrute de la convivencia entre su comunidad.