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EL AGUA Y SU IMPORTANCIA PARA LA VIDA

El agua es el elemento más importante para la vida. Es de una importancia vital


para el ser humano, así como para el resto de animales y seres vivos que nos
acompañan en el planeta Tierra.
Resulta curioso que el 70 por ciento de la Tierra sea agua y que el 70 por ciento
de nuestro cuerpo también sea agua. Quizás sea por eso que lo recomendable
para tener una dieta saludable y una larga vida sea el comer alimentos con un
porcentaje del 70 por ciento en agua.

El ser humano necesita muchísima agua potable para su propia existencia, pero
apenas unos litros de agua serían necesarios, los justos para beber, hidratarse y
asearse, regar las plantas…etc.”

Pero en cambio, el ser humano tiende a abusar de este rico elemento en perjuicio
de su propia especie y en perjuicio de su propia existencia, así como la del resto
de habitantes de la Tierra. Se dice que el ser humano puede llegar a necesitar
hasta 500 litros de agua potable al día, lo que supone un derroche
extremadamente excesivo. De ahí que le estemos dando tanta importancia al agua
para el desarrollo de la vida en el planeta.
EL ORIGEN DE LOS PRIMEROS ORGANISMOS
Fue hace unos 3.500 millones de
años, cuando, en el agua,
aparecieron las bacterias más
primitivas es decir, los primeros
organismos vivos.Tuvieron que
pasar unos 700 millones de años
más, no obstante, para que estas
primigenias formas de vida
evolucionaran hasta convertirse
en algas unicelulares capaces de
realizar la fotosíntesis y expulsar
oxígeno. Con la incorporación de
este último elemento a la
atmósfera, hace unos 1500
millones de años, aparecieron las primeras células eucariotas (con núcleo
diferenciado) y, unos 500 millones de años más tarde, la evolución de éstas
permitiría el desarrollo de seres capaces de intercambiar información genética
entre sí, es decir, de reproducirse sexualmente.

En el siguiente período, fueron muy abundantes los corales y, al mismo tiempo


que aparecían las primeras formas de vertebrados marinos —los peces sin
mandíbulas-, algunas plantas e invertebrados iniciaron la colonización de tierra
firme. Por su parte, la tercera división de la Era Primaria, estuvo marcada por la
abundancia de algas marinas y de peces —algunos ya con mandíbulas-, así como
por la existencia de miriápodos y de plantas vasculares —con conductos internos
para la circulación de agua y nutrientes— en el medio terrestre.

Junto a la fauna marina, en este tiempo se multiplicaron las formas de vida en las
tierras emergidas, mostrándose, por ejemplo, los más primitivos insectos y
anfibios; estos últimos, como una evolución de los peces pulmonados y con aletas
pedunculadas, es decir, capaces de respirar y de desplazarse fuera del agua. De
un grupo de éstos, precisamente, evolucionarían los reptiles, los primeros seres
que pusieron sus huevos fuera del agua y que, gracias a desarrollar una
articulación occipital, pudieran mover la cabeza.

Mientras los dinosaurios fueron amos y señores de la Tierra, lo que ocurrió


durante el Jurásico y el Cretácico —hasta hace unos 65 millones de años—, los
mamíferos fueron pequeños e insignificantes. En el Jurásico, por su parte, también
aparecieron las aves, evolucionando a partir de un grupo de reptiles voladores.

La desaparición de los grandes reptiles dio paso a la Era Terciaria. Durante ésta,
los mamíferos, aprovechando el vacío dejado por los saurios, se multiplicaron y
diversificaron, imponiendo su dominio sobre el resto de vertebrados.
EL PORCENTAJE DEL AGUA EN EL CUERPO HUMANO

El agua es tan importante para nuestro cuerpo porque es esencial para poder
realizar la gran mayoría de las funciones vitales. Por eso se necesita como si
fuese combustible para el cuerpo humano: no podemos vivir más allá de tres o
cuatro días sin beber; incluso al respirar se puede perder un porcentaje de agua
en el cuerpo humano de entre el 15% y el 20%; además, nuestro organismo
consume agua a través del sudor o mediante la orina, y también gastamos gran
cantidad de agua en actividades como la digestión de alimentos y su
metabolización.

Porcentaje de agua en el cuerpo humano

Según la edad y el sexo el porcentaje de agua en el cuerpo humano puede variar.


También es diferente dependiendo de cada etapa de la vida. Se estima que el
65% del peso corporal es agua. La variación oscila entre el 50% y el 70% según
cada etapa de la vida:

-Bebes y niños. Los recién nacidos tienen entre un 70% y 80% de agua. A partir
de un año, baja a entre el 60% y el 70%.

-Adultos. El porcentaje se mueve entre 50% y 65%.

-Ancianos. Menos del 50% de media.

Según el sexo, también hay variaciones. Las mujeres tienen más tejido adiposo
(más cantidad de grasa en el cuerpo) que los hombres, por lo que su porcentaje
de agua en edad adulta es menor que los hombres y los niños. De hecho, una
mujer adulta necesita beber a diario menos agua -2.2 litros aproximadamente- que
un hombre -alrededor de 3 litros-.

Proporción de agua en los órganos

La distribución del agua tampoco es homogénea entre los diferentes órganos y


tejidos que componen el cuerpo humano. Aunque los datos siempre son variables,
se podrían establecer los siguientes porcentajes de agua en el cuerpo humano por
cada órgano:

 Entre el 80% y el 90% de la sangre es agua.


 La piel contiene entre un 70% y 75% de este líquido.
 El corazón, el hígado y los riñones, entre el 70% y el 80%.
 Los pulmones, alrededor del 85%.
 Los huesos contienen un 22% de agua.
 Los músculos, entre un 70% y 75%.
 El cerebro, en torno al 75% u 85%.
 El tejido graso presenta un 10%.
 Los ojos están compuestos de agua en una proporción de 90-95%.

Consumo de agua ideal

Las necesidades de hidratación diaria varían en cada persona dependiendo de su


edad y sexo, así como de su situación física y estado de salud. Pero para evitar la
deshidratación y que el cuerpo tenga un nivel óptimo de agua, la recomendación
más extendida es la de beber 2.2 litros de agua al día en el caso de las mujeres y
unos 3 litros de agua para los hombres. Si se quiere ajustar al peso corporal, se
puede calcular a partir de 30 ml de agua por kilogramo para alcanzar un adecuado
porcentaje de agua en el cuerpo humano. Tomando la cantidad idónea es como
conseguiremos disfrutar de todos los beneficios del agua para nuestra salud.

Sin embargo, esta cantidad no tiene por qué provenir directamente del agua: hay
que tener en cuenta que este líquido se encuentra presente en muchas bebidas y
alimentos: zumos, refrescos, caldos, sopas, infusiones, frutas y verduras tienen
mucha agua en su composición.

Funciones del agua en el organismo

Ahora que ya sabemos en qué medida está presente en el ser humano y el


consumo de agua recomendado, es importante recordar su papel esencial y
conocer algunas de las funciones más importantes del agua en nuestro
organismo:

 Metaboliza los nutrientes de los alimentos.


 Ayuda a que esos nutrientes entren en las células.
 Lubrica el aparato digestivo.
 Genera saliva.
 Mejora la función de los riñones.
 Elimina las toxinas.
 Favorece el tránsito intestinal.
 Amortigua las articulaciones.
 Ayuda al gasto calórico.
 Tiene una función termorreguladora mediante la sudoración y la respiración.

Beber demasiada agua es perjudicial

Conocer el porcentaje de agua en el cuerpo humano y las necesidades de cada


uno a la hora de beber una cantidad apropiada ayuda también a no cometer
excesos. Porque beber demasiada mucha agua puede suponer consecuencias
negativas para nuestro organismo:

 Interrumpe el sueño ante la necesidad de orinar.


 Puede producir sudoración extrema y problemas en la piel.
 Provoca dolores de cabeza.
 Genera problemas musculares por un déficit de potasio.
 Puede provocar malas digestiones.

Sin embargo, no hay duda de que el agua es un componente esencial no solo


para el planeta y la vida en él, sino también para nuestro organismo, de cara a
poder desempeñar nuestras funciones diarias y obtener la energía necesaria para
vivir.

PROPIEDADES FISICAS QUIMICAS DEL AGUA

El agua presenta las siguientes propiedades físico-químicas:

a)Acción disolvente.
El agua es el líquido que más sustancias disuelve (disolvente universal),
esta propiedad se debe a su capacidad para formar puentes de
hidrógeno con otras sustancias, ya que estas se disuelven cuando
interaccionan con las moléculas polares del agua.
La capacidad disolvente es la responsable de dos funciones importantes
para los seres vivos: es el medio en que transcurren las mayorías
de las reacciones del metabolismo, y el aporte de nutrientes y la
eliminación de desechos se realizan a través de sistemas de transporte
acuosos.

b)Fuerza de cohesión entre sus moléculas.


Los puentes de hidrógeno mantienen a las moléculas fuertemente
unidas, formando una estructura compacta que la convierte en un liquido
casi incompresible.

c) Elevada fuerza de adhesión.

De nuevo los puentes de hidrógeno del agua son los responsables, al


establecerse entre estos y otras moléculas polares, y es responsable,
junto con la cohesión de la capilaridad, al cual se debe, en parte, la
ascensión de la sabia bruta desde las raíces hasta las hojas.

d) Gran calor específico. El agua absorbe grandes cantidades de calor


que utiliza en romper los puentes de hidrógeno. Su temperatura
desciente más lentamente que la de otros líquidos a medida que va
liberando energía al enfriarse. Esta propiedad permite al citoplasma
acuoso servir de proteccción para las moléculas orgánicas en los
cambios bruscos de temperatura.

e) Elevado calor de vaporización.


A 20ºC se precisan 540 calorías para evaporar un gramo de agua, lo que
da idea de la energía necesaria para romper los puentes de hidrógeno
establecidos entre las moléculas del agua líquida y, posteriormente, para
dotar a estas moléculas de la energía cinética suficiente para abandonar
la fase líquida y pasar al estado de vapor.

f) Elevada constante dieléctrica.

Por tener moléculas dipolares, el agua es un gran medio disolvente de


compuestos iónicos, como las sales minerales, y de compuestos
covalentes polares como los glúcidos.

Las moléculas de agua, al ser polares, se disponen alrededor de los


grupos polares del soluto, llegando a desdoblar los compuestos iónicos
en aniones y cationes, que quedan así rodeados por moléculas de agua.
Este fenómeno se llama solvatación iónica.

g) Bajo grado de ionización. De cada 107 de moléculas de agua, sólo una


se encuentra ionizada.
H2O H3O+ + OH-

Esto explica que la concentración de iones hidronio (H3O+) y de los iones


hidroxilo (OH-) sea muy baja. Dado los bajos niveles de H 3O+ y de OH-, si
al agua se le añade un ácido o una base, aunque sea en poca cantidad,
estos niveles varían bruscamente.

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