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infancia
En la segunda infancia, los niños se vuelven más delgados y más altos. Necesitan menos
sueño que antes y tienen mayor probabilidad de desarrollar problemas de sueño. Mejoran
en su habilidad para correr, saltar, brincar, impulsarse y arrojar pelotas. También se
vuelven más capaces para atarse los zapatos (con moños en lugar de nudos), dibujar con
crayones (sobre papel en lugar de sobre las paredes) y servirse el cereal (dentro de un
tazón, no sobre el piso); asimismo, comienzan a mostrar preferencia por utilizar la mano
derecha o la izquierda.
Los niños crecen rápidamente entre los tres y seis años de edad, pero con menor
velocidad que en la lactancia y primera infancia.
Aproximadamente a los tres años, los niños comienzan a tomar la apariencia
delgada y atlética de la niñez.
A medida que se desarrollan los músculos abdominales, la pancita del infante
adquiere firmeza.
El tronco, brazos y piernas se vuelven más largos.
La cabeza sigue siendo relativamente grande, pero las otras partes del cuerpo
comienzan a crecer y a adquirir proporciones cada vez más adultas.
El crecimiento musculo-esquelético progresa, haciendo que los niños sean más
fuertes.
El cartílago se convierte en hueso a una tasa más alta que antes y los huesos se
vuelven más duros.
Los requisitos de la dieta y del sueño de los preescolares son bastante diferentes a los de
los lactantes e infantes.
Desde los dos años de edad, la dieta sana es igual que para los adultos: principalmente
frutas y verduras, granos enteros, productos lácteos bajos en grasa o sin grasa, legumbres,
pescado y carnes magras (American Heart Association et al., 2006).
Al nivel mundial, se estima que 22 millones de niños menores a cinco años son obesos
(Belizzi, 2002).
La tendencia a la obesidad puede ser hereditaria, pero los principales factores que
impulsan este incremento de obesidad son ambientales (AAP, 2004). El aumento excesivo
de peso depende de la ingesta calórica y de la falta de ejercicio (AAP, Committee on
Nutrition, 2003). A medida que el crecimiento se vuelve más lento, los preescolares
requieren menos calorías en proporción a su peso de las que necesitaban antes.
A medida que los niños crecen, sus patrones de alimentación se ven más influidos
por el ambiente, lo que produce que un niño preescolar no sólo coma para satisfacerse
sino que coma más en la medida que se ofrezca una porción más grande de comida.
Algunas recomendaciones:
Importante: Porciones apropiadas para la edad, no obligarlos a que
dejen vacío el plato. Proporcionar buenos ejemplos de alimentación
por parte de los padres (los niños varían en su capacidad para
reconocer las señales internas de hambre y saciedad, por lo que es
muy probable que les influya ver lo que sus padres comen).
Para evitar el sobrepeso y prevenir los problemas cardiacos, los
niños pequeños deberían recibir sólo cerca de 30% de sus calorías
totales de la grasa, y no más de un tercio de las calorías grasas
deberían provenir de grasas saturadas.
La carne magra y los alimentos lácteos deberían permanecer dentro
de la dieta para proporcionar proteínas, hierro y calcio.
La leche y otros productos lácteos deberían ser sin grasa o bajos en
grasa (AAP Committee on Nutrition, 1992).
Los estudios no han encontrado efectos negativos sobre la estatura,
peso, masa corporal o desarrollo neurológico de una dieta
moderadamente baja en grasas (Rask-Nissilä et al., 2000; Shea et al.,
1993).
c. Desnutrición
La subnutrición es una causa subyacente de más de la mitad de todas las muertes antes de
los cinco años de edad (no necesariamente como causa directa, sino más bien como factor
de riesgo para enfermar).
La desnutrición puede generar efectos dañinos no sólo frente al desarrollo físico, sino
también el desarrollo cognitivo y psicosocial.
Para revertir estos efectos de la desnutrición es necesaria una mejoría en la dieta, pero
además es especialmente eficaz proveer estimulación adecuada (niños de grupo
experimental tratados con mejoría de la dieta + estimulación semanal por tres años y
educación a las madres tuvieron muchos mejores resultados de CI que aquellos que sólo
recibieron atención médica estándar).
d. Salud Bucal
A los tres años ya brotaron todos los dientes “de leche” y están en desarrollo los
permanentes, que aparecerán aproximadamente a los 6 años.
A lo largo del crecimiento, van cambiando los patrones de sueño en los niños.
En estos casos ayudan las rutinas regulares y consistentes de sueño. Es probable que los
niños quieran que una luz permanezca prendida y dormir con un juguete o manta favorito.
Tales objetos de transición, que se utilizan repetidamente como compañeros para dormir,
ayudan al niño a pasar de la dependencia de la lactancia a la independencia de la niñez
posterior.
b. Enuresis
No hay que considerar a la enuresis nocturna persistente como una señal de problemas
emocionales, mentales o conductuales, aunque sí hay que tener presente que esto puede
tener consecuencias entre sus compañeros y su familia.
Los niños y sus padres deben tranquilizarse, ya que la enuresis nocturna es común y no es
grave. No debe culparse al niño ni castigársele. En general, los padres no necesitan hacer
nada, a menos de que a los niños les perturbe el problema. La enuresis que persiste más
allá de los ocho o 10 años de edad puede indicar un autoconcepto pobre u otros
problemas psicológicos (Community Pedriatics Committee, 2005).
Algunos tratamientos: Dispositivos tipo timbre que despiertan al niño cuando comienza a
orinarse (tasa de éxito menor al 50%, requiere alta motivación), terapia farmacológica con
Desmopresina (situaciones especiales, como campamentos), Imipramina (2ª línea, tto a
corto plazo en niños mayores con angustia), terapia conductual (evidencia insuficiente).
3. Desarrollo Motor
Entre los 3-6 años los niños logran grandes avances en actividades motoras gruesas y
finas. También ya muestran preferencia por la mano derecha o izquierda. Los desarrollos
en las áreas sensoriales y motoras de la corteza cerebral permiten mejor coordinación
entre lo que los niños quieren hacer y lo que pueden hacer. Sus huesos y músculos son
más fuertes y su capacidad muscular es mayor; esto los posibilita a que corran, salten y
suban más lejos, rápido y mejor.
Las habilidades motoras gruesas que desarrollan en esta etapa son la base para los
deportes, danza, juegos y otras actividades que continuarán por el resto de su vida.
- 2 1/2 a: Saltan con ambos pies. 4 a: saltan en un pie. 6ª: Saltan intercambiando
pies.
- 3 ½ a: Suben escaleras alternando los pies. 5 a: bajan escaleras alternando pies.
Los niños pequeños se desarrollan mejor en el aspecto físico cuando pueden estar activos
a un nivel madurativo apropiado en juego libre no estructurado. Lo importante es que los
adultos brinden seguridad y tamaño apropiado del espacio (objetos fácilmente
manipulables, no peligrosos, ofrecer asistencia cuando el niño lo necesita).
Las habilidades motoras finas permiten que los niños puedan ir asumiendo su cuidado
personal (abrocharse los zapatos, cortar con tijeras, comer con cubiertos, etc).
Vestido y Dibujos:
Las etapas del dibujo temprano reflejan la maduración cerebral y muscular (Kellogg,
1970).
c. Lateralidad
4. Salud y seguridad
Las influencias ambientales actuales, hacen que éste tiempo sea menos sano para algunos
niños que para otros. Por ejemplo en Chile, las posibilidades de que un niño muera de
diarrea son casi nulas, mientras que en países emergentes de escasos recursos (algunos
tan cercanos como Bolivia), esta posibilidad aumenta considerablemente. Gracias a la
práctica extendida de la inmunización, se han reducido algunas causas de muerte infantil a
nivel mundial que antes azotaban a comunidades enteras, como el Sarampión
(actualmente causa sólo el 4% de las muertes a nivel mundial).
En Chile, los accidentes son la principal causa de muerte en niños entre 1 y 9 años.
La mayoría de las muertes por lesiones entre preescolares ocurren en el hogar, gran parte
de ella por fuego, ahogamiento, sofocación, envenenamiento y caídas.
Asientos de auto orientados hacia atrás: Esos asientos se usan para bebés que pesan hasta
10 kilos como máximo o nueve meses.
Los bebés no están seguros en cunas para autos o en los brazos de un adulto. Nunca lleve
a un bebé, ni a un niño o una niña, en brazos en el asiento delantero.
Asientos de auto orientados hacia adelante: Esos asientos son para niños y niñas de 10 a
18 kilos de peso o, aproximadamente, 3 años de edad, quienes pueden mantenerse
sentados por sí solos(as).
Asiento elevador: Los niños y niñas deben comenzar a usar un asiento elevador, que sube
la altura de su cuerpo para ajustarse mejor al cinturón de seguridad para adultos. Están
recomendados para niños o niñas que pesen entre 18 kilos hasta 36 kg.
(aproximadamente, 10 años de edad). Los niños y niñas deben dejar de usar un asiento
elevador cuando la mitad de las orejas sobrepase el respaldo del vehículo o la parte
superior del asiento elevador.
Medidas generales de seguridad para niños entre 4-5 años:
* Maquillaje y medicamentos fuera del alcance de los niños y niñas.
* Los cables eléctricos pegados con cinta a la pared.
* Protector delante de la estufa, brasero o estufa a leña.
* Pulseras, anillos, collares, monedas, tornillos y agujas fuera del alcance de los niños y
niñas.
* Nada que se prenda con fuego fácilmente (ropa, papel, libros) colgados o guardados
cerca de la estufa, brasero o estufa a leña.
* Rejas o mallas de seguridad, o topes en todas las ventanas de los pisos altos (aunque
deberían ser fáciles de quitar en caso de incendio).
* Cinta adhesiva o algún autoadhesivo en las grandes puertas de vidrio para verlas con
mayor facilidad y evitar choques.
* Armas de fuego descargadas y bajo llave, siempre fuera del alcance de los niños y niñas.
* Bolsas de plástico fuera del alcance de los niños y niñas. Haga nudos en las bolsas de
plástico delgadas antes de botarlas.
* Retire todos los pequeños objetos que un bebé pueda llevarse a la boca.
* Reja de seguridad rodeando la piscina.
* Si usa piscina inflable, vacíela después de usar.
A menor NSE de una familia, hay mayor riesgo de enfermedad, lesiones y muerte de un
niño.