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Contenido: Memoria Escrita Prensa Escuela 15 años

Mayo 6 y 7 de 2009
1. Acto de instalación .......................................................................... 4
1.1. Prensa Escuela: 15 años de trabajo por la lectura, Clara Tamayo. ...... 4
1.2. La UPB, Universidad comprometida y agradecida con Prensa Escuela,
José Fernando Mntoya ......................................................................... 7
1.3. Prensa Escuela, un espacio para la educación y la esperanza,
Ana Mercedes Gómez Martínez ............................................................. 8 1
1.4. Saludo desde la Secretaría de Educación de Medellín para Prensa
Escuela, Felipe Andrés Gil Barrera ....................................................... 10
1.5. Andiarios felicita a El Colombiano por la celebración de los 15 años de
Prensa Escuela,Claudia Dangond......................................................... 12
2. Parte académica............................................................................ 14
Sesión I -mañana ............................................................................. 14
El papel de la prensa en la formación de lectores,
Alfonso García Rodríguez................................................................. 14
Preguntas................................................................................ ¡Error! Marcador no definido.
• ¿Cuál debe ser el papel y el activo de la escuela ante la libertad
de prensa?......................................¡Error! Marcador no definido.
• ¿Qué significa leer y cómo define el acto de escribir?.........¡Error!
Marcador no definido.
• ¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías de la información en la
transformación didáctica que debe implementar la prensa y cuál es
esa implicación en la escuela? ...........¡Error! Marcador no definido.
La información como elemento de formación ética y en valores:
ciudadanía y solidaridad, Víctor León Zuluaga .................................... 26
Los principios universales ....................................................................................................27
Las desviaciones de los principios periodísticos..................................................................29
Valores que deben estimular los medios ............................................................................31

Interacción de los medios de información y la escuela en la formación


ciudadana, Francisco Cajiao Restrepo. .............................................. 34
¿Qué fue primero: leer o escribir? ......................................................................................35
Los paradigmas equivocados...............................................................................................47

Preguntas. ............................................................................... 50
¿Cómo motivar a los niños y adolescentes para que lean en el aula?50
¿Es apropiado que un niño de 10-12 años lea un libro de literatura, o
a qué edad es apropiado iniciar con estas lecturas?....................... 51
¿Qué sugiere usted a un docente para hacer entonces el periódico
escolar si la exigencia es escribir sobre el colegio? ........................ 52
Cuando comencé a ser maestra leí casi todas las revistas de “La
alegría de enseñar”, quisiera saber ¿qué pasó con ellas? ............... 53
¿Se motiva a leer o se enseña a leer? ......................................... 54
Panel: Elementos de participación de los medios de información para la
formación de lectores activos: fundamentos de tips, blogs y otras opciones
interactivas, coordinador Francisco Alberto Jaramillo Giraldo .................. 55
La innovación tecnológica: el reto del nuevo usuario, Adriana María Vega Velásquez ......56
Formar ciudadanos participativos por medio de las TIC, Beatriz Elena Marín Ochoa ........61
2
EC Blogger, una experiencia de interactividad en El Colombiano,
Ángela María Correa Aramburo ..........................................................................................66
Ciudadanos prosumidores y medios en la ruta del cambio, Catalina Montoya Piedrahíta.71

Preguntas. ............................................................................... 76
Formar lectores con criterio para desarrollar procesos de análisis,
reflexión y producción de sentido, textual y social,
Gabriel Jaime Arango Velásquez....................................................... 78
Incentivos socio-culturales para el fomento de la lectura ..................................................82
La lectura y el valor social de la información.......................................................................88
La lectura, los intelectuales y su función social...................................................................93

Preguntas. ............................................................................... 99
Es común en las instituciones responsabilizar al maestro de castellano
por la baja calidad de lectura de los estudiantes, ¿puede enfatizar su
aporte respecto a que enseñar a leer es compromiso de todas las
áreas? ..................................................................................... 99
¿Cómo promover la producción textual en los estudiantes a partir de
los textos periodísticos?............................................................100
¿Se debe romper definitivamente con la cultura oral para poder
adquirir hábitos de buen lector? ................................................100
Comunicación, educación y ciudadanía. Retos contemporáneos en los
procesos de formación, Érika Jaillier Castrillón. .................................102
Los cambios de contexto ...................................................................................................104
Los retos de la comunicación y la educación frente al tema de la ciudadanía .................106
Participación transformativa .............................................................................................107
Bibliografía.........................................................................................................................114

Panel: ¿Qué ha significado la prensa en su vida como maestro?, coordina


Alfonso García Rodríguez................................................................115
La prensa y su apoyo en los cursos de ciencias naturales, Silvia María Puerta Echeverry 115
La encrucijada tecnológica de la prensa, María Elena Giraldo Ramírez ...........................119
La prensa como herramienta de conexión con la historia y el mundo,
Ramón Arturo Maya Gualdrón ..........................................................................................124

Panel: ¿Cuál es la responsabilidad formativa del periodista, de una


empresa periodística?, coordinador Carlos Alberto Giraldo Monsalve ....129
La responsabilidad formadora del periodista, Judith Sarmiento Granada........................129
Responsabilidad formativa de una empresa periodística: caso El Colombiano,
Ana Mercedes Gómez Martínez ........................................................................................137

Preguntas .......................................¡Error! Marcador no definido.


Preguntas que no pudieron ser compartidas en ese momento por los
expositores .....................................¡Error! Marcador no definido. 3
Mi clase con la prensa, una experiencia de conexión, Alfonso García
Rodríguez.............................................¡Error! Marcador no definido.
Memoria escrita
SEMINARIO
PRENSA Y EDUCACIÓN,
EN EQUIPO PARA FORMAR CIUDADANOS

FECHA: Miércoles 6 de mayo de 2009


LUGAR: Auditorio Aula Magna, Universidad Pontificia Bolivariana.

1. Acto de instalación
4

1.1. Prensa Escuela: 15 años de trabajo por la lectura

Palabras de Clara Tamayo, Coordinadora de Prensa Escuela periódico El


Colombiano.

Quiero iniciar mi intervención, que no es nada más que una


contextualización del seminario de hoy, con el último párrafo del libro de
ensayos “Es tarde para el hombre” de William Ospina:
“Aún es preciso decir de qué se ha privado el mundo hasta ahora. Qué ha
sido acallado por los saqueos de la codicia y por los estruendos de la
soberbia. Aún es preciso decir que los pueblos que se defendieron hasta la
muerte han dejado un grito que espera en las gargantas de los vivos. Que
ante la nube letal que avanza sobre el mundo, llena de saber, de poder, de
tecnología, de productos, de publicidad, de espectáculos que inmovilizan al
hombre”, y yo añadiría de información, “ante ese fastuoso y admirable
poder que niega lo sagrado, que saquea la naturaleza y todo lo profana,
solo nos queda un poder que oponer, el último asilo de la esperanza: el
poder de lo divino que aguarda en forma de sueños y leyendas, de amistad
y de amor, de arte y de memoria, de perplejidad y de gratitud en el
corazón, esa fuerza que no aparecerá jamás en ninguna estadística, que por
ello no parece existir ni contar ante los evidentes poderes del caos, pero
que es la que construyó las naciones, inventó los lenguajes, pulió los oficios,
y supo alzar en ronda, bajo las significativas estrellas, lo único
verdaderamente digno que ha brotado alguna vez de nuestros labios y de
nuestras manos, el canto respetuoso de la gratitud y de la esperanza”.
¿Qué tiene que ver ese último párrafo con lo que vamos a hacer hoy?, en
primera instancia que de verdad me identifico con él, pero especialmente de
José Mario Cano, de la Facultad de Educación de la Universidad Pontificia
Bolivariana, he aprendido entre muchas otras cosas que leer el final o el
comienzo, o cualquier parte de cualquier párrafo sin página ninguna, puede
ser una oportunidad para enamorar a otros de ciertas lecturas, o por lo
menos, para intrigarlos acerca de lo que queda atrás o de lo que viene.
También porque me pasa lo mismo con muchas lecturas, precisamente
como la que hago del periódico todos los días, y es que empiezo de atrás
para adelante. Yo no sé si esto sea una manera inconsciente, una forma que
tengo de valorar profundamente la historia, y en esa medida de valorar
también la información como un insumo trascendental de esa colcha de
retazos, a veces amorfa y exageradamente colorida, o
desesperanzadamente nublada que es el pasado.
Y por eso hoy quiero ratificar que estos quince años de la historia de Prensa
Escuela se han construido con el compromiso y la dedicación de personas
que en El Colombiano han vivido su profesión desde la convicción oportuna
de formar lectores. Con los amigos de la Universidad Pontificia Bolivariana
que nos han acompañado también en esta misión, y muy especialmente con
esa esperanza infinita que representan los maestros enamorados de la 5
lectura para formar a nuestros niños y jóvenes.
Con José Mario, Coordinador de prácticas docentes de la Facultad de
Educación, y con Juan Carlos Ceballos, docente de la Facultad de
Comunicación Social y Periodismo, que han sido nuestros coequiperos en
esta etapa de Prensa Escuela, nos dimos a la tarea de diseñar el seminario
que hoy nos convoca, pensado en cuestiones fundamentales que han hecho
parte de nuestras discusiones académicas:
¿Cómo aportar al desarrollo social desde la formación de lectores?, ¿cómo
propiciar la formación de ciudadanos desde la utilización de la prensa como
recurso didáctico y de comunicación en los ámbitos escolar y familiar?,
¿cómo poner de moda el lenguaje, la solidaridad, el criterio y el respeto por
el otro desde una búsqueda, utilización e interpretación consciente de la
información?, ¿cómo formar personas con criterio, con elementos para
actuar pensando colectivamente, para asumir con libertad y responsabilidad
la ciudadanía?
Entonces hubo muchas respuestas y sobre todo un gran listado de posibles
invitados para hablar de estos temas, para darnos luces desde su
experiencia y desde la especificidad de su profesión. Creo entonces que
logramos conformar un grupo de expositores muy digno de este auditorio y
que esperamos que se evidencie en sus evaluaciones. Y más allá de esta
intención hemos querido decirles también que hemos pensado que estos
expositores sabrán hacer gala de la autoridad moral que deben tener para
hablar de temas trascendentales como el que nos convoca.
Tal vez nunca podamos tener esa certeza, pero ellos mismos se han
mostrado, justamente a través de los medios de información y en otros
escenarios igualmente dignos de analizarse con lupa: el salón de clase y la
intervención en cargos públicos. Y esperamos que también por la
información que tienen ustedes de ellos, cada uno pueda hacer y generar su
propia mirada de los asuntos que ellos expondrán.
Y con todos ellos, invitados especiales, colegas de la Universidad y del
periódico, estamos aquí para hablar de la evolución de Prensa Escuela como
programa de formación de lectores y desde esa perspectiva podemos ver
cómo hemos crecido en la utilización de la prensa como recurso didáctico,
incluso desde el preescolar.
Hemos redescubierto que los niños pueden comprender el mundo y ponerse
en los zapatos del otro con el acompañamiento claro y sereno de los
adultos, y que podrán crecer siendo más solidarios mientras más capacidad
tengan de reconocerse dentro de un contexto, llámese escuela, barrio,
municipio, país, continente, mundo. Un contexto que se hace presente en
las páginas de cada día, bien sean de papel o electrónicas.
Hemos comprendido que necesitamos acercarnos al ámbito familiar y
retomar la lectura desde la cuna, es decir, desde la familia. Entendiendo
que para muchos de nuestros niños la única vivencia de familia está en la
escuela, esto quiere decir que tenemos la oportunidad de darle elementos a
los adultos que acompañen el proceso de formación de los niños para que
puedan y quieran leer con ellos las noticias, la literatura, la publicidad, la
realidad, los intereses, los sueños. 6
Estamos dispuestos a compartir los elementos con los cuales pensamos que
es posible rediseñar el esquema de los medios de información escolar para
que puedan tener nuevas páginas de inclusión, de investigación, de
búsqueda de las identidades, de formación de la opinión, de creación de
empresa, de juego de roles con sentido.
Trabajamos todos los días por compartir ideas desde las distintas áreas del
conocimiento para demostrar que el periódico, El Colombiano, puede ser un
compañero afable, férreo, dulce, ácido, oportuno, desconcertante, efímero,
trascendente, compañero siempre, en áreas tan obvias como lengua
castellana, ciencias sociales y ética. Así como en otras tan aparentemente
impensables como ciencias naturales, matemáticas o artística. Compañero
cada vez que el maestro quiera, cada vez que el estudiante lo pida. Y
trabajamos todos los días para que quieran, para que pidan.
Todos ustedes han pedido, han querido y por eso están aquí. Gracias por
aceptar la invitación del periódico El Colombiano para celebrar los 15 años
de Prensa Escuela, y gracias muy especiales a la Universidad Pontificia
Bolivariana por sumarse de una manera tan significativa a nuestra
celebración.
Nos enorgullece y nos alegra compartir los sueños y celebrar los logros de
Prensa Escuela con una institución que ha vivido con nosotros la misión de
formar lectores, lectores con criterio, lectores capaces de expresar su
opinión y de contar sus propias historias.
Gracias a todos los que nos dijeron sí y están hoy aquí para decirnos de lo
que piensan, de lo que saben, de lo que sienten. Gracias a los que
comenzaron la historia de Prensa Escuela en Colombia desde 1994: a Clara
Lía Velásquez, a Luis Alfonso Yepes, quienes fueron coordinadores de
Prensa Escuela. A Magdalena Gallego y Lucía Clemencia Villa, maestras que
se han jubilado y que no dejan de ser maestras para Prensa Escuela.
Gracias a los que han crecido y han hecho crecer a Prensa Escuela, gracias
a los que hoy hacen de la lectura un canto respetuoso de gratitud y de
esperanza.
1.2. La UPB, Universidad comprometida y agradecida con Prensa
Escuela

Palabras de José Fernando Montoya, Vicerrector Académico Universidad


Pontificia Bolivariana.
Muy buenos días. Sean todos bienvenidos a esta casa, la Universidad
Pontificia Bolivariana, su casa.
Doctor Felipe Andrés Gil Barrera, Doctora Ana Mercedes Gómez Martínez,
Doctora Claudia Dangond, Periodista Clara Tamayo Palacio. Todo el equipo
de colaboradores de las Secretarías de Educación, la familia del periódico El
Colombiano, maestros, maestras, estudiantes, comunidad educativa 7
comprometida con el desarrollo integral de nuestro país.
Permítanme expresar en primer lugar nuestra voz de solidaridad cristiana a
la familia Gómez Martínez, a quien acompañamos como Universidad ante el
paso a la plenitud de la vida de doña María Victoria Gómez y de doña
Adriana Ferrer Tobón. Y sabemos que desde allí, desde la plenitud de la
vida, siguen cultivando y apoyando esta noble causa de propiciar que a
través del periódico El Colombiano todos los colombianos tengamos la
palabra.
En nombre de Monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, ratificamos la
gratitud a todas las personas que hacen posible la realización del programa
Prensa Escuela. En este programa la Universidad Pontificia Bolivariana ha
encontrado una oportunidad singular para construir alianza con diferentes
actores que están plenamente comprometidos en hacer de la educación un
compromiso social, de transformación y de sentido pleno a la vida.
En el Proyecto Educativo de nuestra Universidad se destacan cuatro
macrocompetencias:
1. Vivir respetuosamente.
2. Actuar con sabiduría.
3. Dar sentido a la vida a través del valor del trabajo.
4. Transformar y desarrollar el conocimiento.
El promover esas cuatro macrocompetencias se constituye en un medio
para que cada uno de los integrantes de la comunidad universitaria estemos
en condiciones de actuar con sentido y de generar opciones con
responsabilidad, y estar en condiciones de trascender.
Estos propósitos no se pueden lograr en la convivencia aislada al interior del
campus universitario, la Universidad entendida como unidad en la
diversidad tiene que estar en relación activa y creadora con todo el entorno
social. Y para esto debemos cultivar el diálogo fecundante con la sociedad,
con sus diferentes actores e instituciones.
En esa relación, el medio y el vínculo desencadenador en la expresión del
hombre en sus múltiples relaciones es ante todo la palabra. La palabra que
nos permite expresar la relación con los demás, con la naturaleza, con uno
mismo, y como lo decía Miguel de Unamuno en su última cátedra en
Salamanca:”Y con Dios si lo logra”.
La palabra con su gran poder nos permite tender vínculos, expresar
asombros e identificar propósitos en relación con el gran compromiso de
trascender, de dar sentido a la vida en la corresponsabilidad de
fortalecernos en la solidaridad, sembrar esperanza y ser cultores de la
verdad.
Y para ello la Universidad Pontificia Bolivariana, en asocio con el periódico El
Colombiano, las entidades del Estado, particularmente las Secretarías de
educación, y la generosa apertura de las escuelas e instituciones educativas
ha logrado, participando del programa Prensa Escuela, aportar a la
resignificación del valor de la palabra y también aportar para que todos nos
demos cuenta que el periódico en el cual se objetiva el esfuerzo creador de
sus directivas y de los periodistas no es un medio destinado únicamente
para ser leído por los adultos. 8
El periódico para objetivarse plenamente, así lo hemos aprendido en estos
últimos quince años, no lo logra en el acto de informar. El periódico para
objetivarse en su misión social necesita aportar a la formación en los
criterios, y para ello el programa prensa escuela ha sido un medio
fundamental.
El periódico y sus aliados han logrado en este proceso de resignificación
darse cuenta que la lectura ya no es como en otra época en la que se creía
que la “letra con sangre entra”, hoy la lectura se recrea a partir del
asombro, y propiciando, en la medida de lo posible, actos de diversión,
actos de afecto, actos de comprensión.
Muchísimas gracias a las instituciones educativas, muchas gracias a las
familias, muchas gracias a las entidades del Estado, y muy especialmente
muchísimas gracias a la familia del periódico El Colombiano por permitirnos
como Universidad hacer posible, y ser actores en aquello que a mí nunca se
me ha de olvidar, que le aprendí a una maestra de la vereda El Chuscal de
Frontino, cuando decía: “Escuela es todo lo que se encuentra bajo el
firmamento”. Y si escuela es todo lo que se encuentra bajo el firmamento,
el cultivar la palabra se constituye en un medio fundamental para que
continuemos en este proceso de ser cada día mejores seres humanos.
Muchísimas gracias, y muchas gracias por la confianza en esta su casa, la
Universidad Pontificia Bolivariana.

1.3. Prensa Escuela, un espacio para la educación y la esperanza

Palabras de Ana Mercedes Gómez Martínez, Directora periódico El


Colombiano.
No voy a repetir las palabras tan maravillosas que ya se han dicho,
simplemente quiero agradecer a todas las personas que están acá, que han
hecho posible el éxito de Prensa Escuela: los maestros, esos a los que yo
quiero tanto, porque siempre se los he dicho en los foros que ha habido
anteriormente, que primero fui maestra y después, por esas cosas de la
vida estudié Comunicación Social. Y cuando solo soñaba con ser una
periodista dedicada a la investigación y a buscar el crecimiento de todos los
seres humanos, y muy especialmente a buscar que la prensa fuera una
herramienta formativa, terminé también, por esas cosas de la vida, en la
dirección de El Colombiano.
Por eso, recuerdo a quienes iniciaron este programa, agradezco a las
entidades que están en este momento vinculadas, al equipo que hoy en día
se esfuerza por sacarlo adelante, y que tanto en el periódico como en las
distintas entidades hace posible que este sueño continúe quince años
después.
Prensa Escuela ha pasado por épocas difíciles pero que nos han enseñado, a
partir de ensayos y errores, que podemos construir ciudadanía, seres
pensantes, seres reflexivos, yo creo en el valor de la palabra, me encanta
hablar de la palabra como verbo, pero creo en el valor de la comunicación
en todas sus formas: ojalá el programa Prensa Escuela también estuviera 9
en la imagen, en los medios audiovisuales. Para allá vamos a migrar todos y
hacia el Internet.
No sé si más temprano que tarde o más tarde que temprano, pero hacia
allá vamos a migrar. El Colombiano de hecho tiene un .com, y la televisión
digital ya está acá por medio de Internet. Hay una responsabilidad social
inmensa de los medios de comunicación y es el mensaje,
independientemente del vehículo por el cual va. Es el mensaje el que forma
o deforma ciudadanos, el que forma o deforma a los niños.
El papel principal de los medios de comunicación, en cualquiera de sus
formatos, es la formación de seres humanos pensantes, que reflexionen, es
la formación de seres humanos éticos. Si tienen el sentido de la
trascendencia como lo tenemos muchos acá, más lindo todavía, si no que
sean personas éticas que siempre piensen en buscar el bien común y en ser
honestas. Abandonando esas cosas que se nos vinieron al mundo entero, y
muy especial a este país, de buscar el dinero fácil por la perversión del
narcotráfico que permeó todo y que hasta la guerrilla, que tuvo su
romanticismo, ahora está financiada por el narcotráfico.
Personas éticas para tomar también decisiones, personas que participen en
las decisiones de la comunidad, personas que cierren la brecha de inequidad
que sigue existiendo en el mundo, en Colombia, y que hacen que Antioquia,
para vergüenza nuestra, sea todavía el departamento más inequitativo en la
distribución del ingreso.
No quiere decir que todo el mundo tenga que ser rico o que todo el mundo
tenga que ser pobre, pero que el que menos tenga pueda vivir dignamente
con todos aquellos bienes a los que tiene derecho, los bienes de mérito de
los que hablan los sociólogos: la casa, la educación, la recreación, y ya
vienen otra cantidad de derechos, como el derecho a soñar. Todo esto sin
olvidar también que cada derecho tiene un deber correlativo.
Yo siempre he dicho que pensar es muy importante, pero que soñar es más
importante, eso es lo que nos hace distintos a otros seres de la naturaleza,
nosotros soñamos, y los sueños son los motores de las realidades nuevas.
Si soñamos con un mundo mejor, si soñamos con una Colombia mejor, si
soñamos con una ciudad mejor, si soñamos con un periodismo mejor, si
soñamos con una escuela mejor, lo vamos a tener. Y sumando personas
vamos a ser todos mejores, porque todos hemos cometido errores y todos
tenemos la obligación de enmendarlos.
Hablando del sentido trascendente, es lindo, y ese es un compromiso de El
Colombiano, que quienes lo lean vean la grandeza de la creación y la
grandeza de Dios, que también mantengan la esperanza, porque los medios
de comunicación son esenciales para la formación del ser humano.
No quiero agotar lo que me toca hablar mañana pero yo siempre he hecho
un juego de palabras: al informar, transformamos para bien o para mal.
Podemos deformar o podemos hacer seres humanos mejores.
Gracias por estar aquí, Dios les pague, gracias a los ponentes, gracias a
quien vino de España, a don Alfonso García, gracias al doctor Cajiao, pero
sobre todo gracias a ustedes, gracias a la Bolivariana, gracias a todas las
instituciones de nuevo. Para nosotros es simplemente darles las gracias
porque nos han permitido estar quince años y seguir. Vamos a seguir, 10
siempre y cuando podamos contar con todos ustedes.

1.4. Saludo desde la Secretaría de Educación de Medellín para


Prensa Escuela

Palabras de Felipe Andrés Gil Barrera, Secretario de Educación municipio de


Medellín.

Muy buenos días.


Me uno a un abrazo fraterno a la familia Gómez Martínez y como Alcaldía de
Medellín los acompañamos muchísimo.
Primero es felicitar por quince años a un programa que es muy importante
para la ciudad y para nuestras instituciones educativas, porque lo he visto,
lo conozco y sé del valor tan grande que en nuestras instituciones
educativas se le brinda al programa Prensa Escuela. A veces me da un
temor sano, más de una forma anecdótica: los maestros definitivamente le
marcan la vida a uno. En mi época de colegio un maestro, siempre daba
todas sus clases con El Colombiano, era la herramienta privilegiada para él,
era el recurso didáctico para él y me da el temor porque me volví un
coleccionista de El Colombiano.
Entonces, en las épocas de trasteo había que tener un camión especial para
llevar los colombianos que tenía el estudiante Felipe en su casa, y una
tremenda colección de dominicales. Eso tuve que donarlo a una biblioteca
porque ya no podía seguir con ellos para arriba y para abajo. Entonces a
veces los maestros se exageran pero es un temor sano, porque lo que dijo
ahora la doctora Clara es que la intención de un programa como este es
formar lectores y El Colombiano es una excelente herramienta para ello.
Y la segunda anécdota en esta semana, me llamó muchísimo la atención,
pasando canales estaban entrevistando a un histórico de El Colombiano, a
Reinaldo Spitaletta y llamó un televidente absolutamente sorprendido
porque a través de la lectura de El Dominical, dialogaba a través de la
lectura con Reinaldo Spitaletta y estaba absolutamente sorprendido porque
lo vio sin bigote, porque él se imaginaba que hablaba distinto, que pensaba
un poco distinto, que hablaba un poco más educado, que nunca pensó que
era hincha del Medellín.
Entonces vemos ahí, era una persona muy joven la que llamó al programa,
y vemos cómo la prensa genera un relación muy bella con sus lectores, y
cuando son lectores permanentes ya sí genera un diálogo y también se
vuelve la familia misma de esas personas la prensa.
Y vemos que con esas dos anécdotas quiero ilustrar como una prensa plena
de valores, de principios, con una estructura clara, puede servir y tiene un
gran valor, reitero, como recurso didáctico en nuestras instituciones
educativas. Por lo tanto, aquello de formar lectores, que es un reto muy
grande que tenemos hoy en la educación no solamente de Medellín, de
Colombia y el mundo y que veo la gente muy asustada con la gran 11
influencia del mundo de Internet y con el gran cúmulo de información, y veo
a maestros en ocasiones asustados porque plantean que no se puede
disfrutar tan bien la lectura a través de los medios y las nuevas tecnologías,
pero yo pienso que el reto que tenemos como maestros es de ese gran
cúmulo de información, de ese cambio que vemos hoy en los medios de
comunicación, yo pienso que el reto está en enseñar un buen manejo de la
información.
Hoy, cuando se habla de las competencias que se tienen que desarrollar en
los jóvenes, cuando se habla de las competencias emprendedoras, se habla
mucho de la necesidad del trabajo en equipo, de la creatividad, pero una
que es fundamental y lo pueden vislumbrar en la literatura que hay sobre
competencias de emprendimiento, la que puntea hoy, es el manejo de la
información.
Hoy tenemos que brindarles a los jóvenes un acompañamiento para
extractar de ese gran mundo que tienen hoy los medios, extractar la
información que realmente nos sirva y eduque en lo que queremos como
verdaderos ciudadanos.
Allí tenemos grandes retos, nosotros ahora tenemos un crecimiento muy
grande en colegios digitales. De los 228 colegios tenemos 138 digitales, con
redes inalámbricas, nuevos equipos. Pero más allá de colocar equipos, que
esa es la parte fácil, realmente lo que estamos acompañando es una gran
alfabetización digital a nuestros maestros, pero sobre todo más allá de
equipos, es contenidos. Y por eso fue necesario diseñar un gran portal
educativo que tiene Medellín, precisamente para, a través de las nuevas
tecnologías, complementar lo que hace el maestro en cada una de nuestras
aulas.
Y recuerdo ahora, con el gran boom que tuvo la llegada del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) a Medellín, en nuestro equipo de trabajo
pensamos: ¿cómo brindarles información a nuestros 400 mil niños alrededor
del BID?, y precisamente aprendiendo mucho de Prensa Escuela, diseñamos
un programa que en esa época se llamó los reporteros escolares.
Y fueron los mismos jóvenes de nuestras instituciones que se convirtieron
en todos unos reporteros y quienes entrevistaron al Ministro de Hacienda, al
Presidente del BID. Ellos estructuraron toda la información, la montaron en
el portal educativo y se la brindaron a sus propios compañeros.
Es decir, las múltiples formas en las que uno puede aprovechar los medios
para que se conviertan en un verdadero recurso didáctico. Por lo tanto, El
Colombiano definitivamente es un gran maestro para todos nosotros, para
el sistema educativo, hoy es de los principales socios de la gran reforma
educativa que vive Medellín. Es, por ejemplo, el principal socio del premio
”Medellín, la más educada”, igualmente me da mucho gusto estar en
Bolivariana, porque es también un gran socio, de hecho toda la formación
que estamos haciendo a nuestros maestros en nuevas tecnologías la está
brindando la Universidad Pontificia Bolivariana.
Realmente este programa es, de todo corazón, un programa que ya hace
parte de nuestro sistema educativo de la ciudad, un sistema educativo que
cada vez crece, que cada vez tiene más estudiantes, que cada vez tiene una
mejor infraestructura y que ya tiene que pensar, ahí le pongo el reto a la 12
doctora Clara, que nuestro sistema educativo en Medellín nace desde los
cero años, ya hablar de la educación en Medellín no es desde la transición y
el grado once, sino que el programa ”Buen comienzo” ha generado ya
coberturas en educación inicial desde los cero años a los cuatro años, de
nuestros niños más humildes con la construcción de nuevos jardines
infantiles, por lo tanto hay que pensar una Prensa Escuela - preescolar o
algo así, y si ya existe, que me dice que así es, pues muy bien.
Y ahora, la educación también, que cada vez le estamos brindando más
oportunidades de educación superior a nuestros jóvenes, y ya como
municipio tres instituciones universitarias hacen parte ya de la familia del
municipio, como es el ITM, el Colegio Mayor y el Tecnológico Pascual Bravo,
y ayer también lanzamos la segunda convocatoria del fondo de acceso a la
educación superior, porque buscamos para nuestros jóvenes la continuidad
hacia la educación superior.
Pero allí el mensaje es que queremos que nuestros jóvenes tengan como
proyecto de vida la educación, que las limitaciones económicas no dificulten
ese proyecto de vida y por ello allí cada vez más jóvenes van a tener la
oportunidad de estar en este programa y de utilizarlo como una verdadera
herramienta pedagógica.
Entonces, para terminar, muchas gracias a El Colombiano como ellos
mismos lo dicen, por ayudarnos a formar ciudadanos ejemplares, nuevos y
más colombianos ejemplares, con criterio, con una gran formación en
opinión, con valores, con un aprendizaje alrededor de una discusión cada
vez más propositiva. Con una adecuada lectura de la realidad, con una
permanente discusión de lo que ocurre en nuestra ciudad, en nuestro país y
en el mundo. Y que toda esta formación de estos nuevos ciudadanos se dé
a través de un medio tan importante para todos los antioqueños. Así que
muchas gracias y felicitaciones igualmente por los 15 años.

1.5. Andiarios felicita a El Colombiano por la celebración de los 15


años de Prensa Escuela

Palabras de Claudia Dangond, Subdirectora Ejecutiva de la Asociación


Nacional de Diarios, Andiarios.
Buenos días.
Desde 1992, cuando Andiarios tuvo la oportunidad de conocer experiencias
internacionales de utilización del periódico en el aula de clase y la
importancia de ésta en el proceso de enseñanza-aprendizaje, se iniciaron
gestiones para que los periódicos afiliados a la Asociación -con base en
estas experiencias- pudieran aportar aún más a la calidad educativa del
país.
Así fue como en 1993 se inició en Colombia el programa Prensa Escuela, a
través del convenio entre la OEI, el Ministerio de Educación y Andiarios. Su
objetivo inicial fue elevar la calidad de los procesos de enseñanza-
aprendizaje, compatibilizar los contenidos de la prensa con los contenidos 13
curriculares, y generar una cultura comunicativa en las instituciones
educativas.
El trabajo conjunto de las instituciones permitió que el programa se
extendiera rápidamente en casi todas las regiones de nuestro país. Y a
pesar de la terminación del convenio hace seis años, la convicción sobre la
importancia del programa, y el esfuerzo de los periódicos y las instituciones
educativas, Prensa Escuela continúa como un instrumento adecuado para
educar y formar lectores con criterio.
Hoy estamos reunidos para celebrar 15 años de trabajo continuo del
programa Prensa Escuela del periódico El Colombiano, el cual a través de su
permanente capacitación a docentes, y las actividades para jóvenes y niños,
le hace un gran aporte a la comunidad educativa en Antioquia.
Reciban nuestras felicitaciones y todo nuestro apoyo para continuar con
esta gran labor. Muchas gracias.
Memoria escrita
SEMINARIO
PRENSA Y EDUCACIÓN,
EN EQUIPO PARA FORMAR CIUDADANOS

2. Parte académica
Sesión I -mañana

El papel de la prensa en la formación de lectores 14


Alfonso García Rodríguez

Buenos días.
Quiero agradecer mi presencia aquí al periódico El Colombiano; un
agradecimiento también a la Universidad Pontificia Bolivariana, que me
recuerda la vinculación que tuve hace muchos años con el Angelicum de
Roma; y, sobre todo, quiero agradecérselo a Clara Tamayo, Coordinadora
de Prensa Escuela, quien siempre estuvo en contacto conmigo para que mi
presencia en Medellín fuese posible. Gracias.
Voy a intentar situarme, situarnos, en el contexto de esto que traemos
ahora entre manos, el tema del aprovechamiento del periódico en el aula.
Les pido en un principio que perdonen algunas palabras, quizás de doble
sentido, quizás no comprendidas, porque es verdad que hablamos la misma
lengua pero tenemos distintos lenguajes, esos matices que tanto nos
enriquecen a unos y otros. Y en ningún caso quiero ser mosca que moleste,
sino todo lo contrario, sobre todo porque estoy cada día más convencido de
que la fórmula mágica, en alguna medida, para hablar es hablar desde la
humildad y la reflexión.
Por eso creo que es bueno recordar, que es bueno reinterpretar, que es
bueno reflexionar sobre aquello que nos parece que es normal, que es
obvio. Es decir, la repetición de lo sabido es un don que siempre deja poso.
Por otra parte, todo lo que diga aquí lo voy a decir desde mi experiencia y
desde la práctica personal; por lo tanto, no hay nada de teorización, o muy
poco.
Cuando hago recuento del trabajo que he hecho con la prensa en el aula, lo
reconozco como esencialmente positivo, pero siempre advierto a todos que
quien quiera acompañarme tiene que correr el riesgo. Tiene que correr
riesgos, como todo el que inicie una actividad que no está asentada en los
cánones de la costumbre. Y sobre todo, tiene que correr el riesgo de ser
comprometido, porque en algún momento el compromiso nos conduce a
situaciones realmente incómodas. En este sentido, y como un simple
ejemplo, recuerdo cuando quise trabajar con el Lorca que habla de “negros
los tricornios, negros los corazones”. Evidentemente en el momento y en el
contexto histórico en el que yo, sin ninguna malicia, hablé de aquello
provocó, más que problemas, no pocas incomprensiones.
Superadas estas circunstancias, hay que constatar que estamos viviendo
una sociedad de vértigo, de rapidez y de prisas. En unas partes más que en
otras, es cierto, pero también lo es que esta sensación de prisas y de
vértigos se está globalizando. Esta actitud, o esta circunstancia más bien,
está produciendo muchos problemas. Sobre todo problemas a nivel
personal, porque en realidad no tenemos tiempo ni para la reflexión ni para
el contacto. El anuncio que circula por Internet y en algunas cadenas de
televisión (“Papá, ¿cuánto cobras a la hora” pregunta el niño. “Cincuenta
euros”, responde el padre. “¿Por qué me lo preguntas?”. “Porque voy a
comprarte por una hora”) es trágico.
Por otra parte, y dentro de ese contexto global –y aquí se ha dicho ya hoy
con mucha insistencia-, recibimos tantísima información que apenas somos
capaces de procesarla, y sobre todo de procesarla con criterio. Quiero 15
recurrir a la etimología de criterio, que viene de critein, palabra griega que
nos indica someter algo a juicio. Realmente cuando sometemos algo a juicio
es cuando en alguna medida podemos obtener claridad de aquello que nos
están dando, y sobre todo en aquellas sociedades que han sentido una
evolución social notable, ha permitido que emerjan los de abajo,
socialmente hablando, que sólo tienen el arma de la inteligencia que
permite pensar por nosotros mismos y obrar, por tanto, en consecuencia.
Este sí es un valor social de tal magnitud, que quien realmente no entienda
que debe trascender lo estrictamente sujeto a un papel, a un aula, está
perdiendo, efectivamente, las posibilidades de circular al nivel de ser uno
mismo.
Pero el problema, en alguna medida, también está aquí, porque cuando
sometemos algo a juicio, tenemos que reflexionar sobre los medios de
comunicación y, por tanto, acerca de su papel en la formación de lectores
con criterio.
Insisto, y creo que es el ambiente que se respira en este encuentro: no
solamente lectores, sino lectores con criterio. Aquí está la verdadera
educación: cuando hablamos de leer sólo desde el punto de vista de la
rentabilidad académica, en cuanto ésta signifique acumulación de datos,
estamos cometiendo, a mi juicio, un grave error. También se ha dicho aquí
que los sueños son muy importantes; y la lectura nos conduce a los sueños,
y la conducción a los sueños supone efectivamente para el ser humano vivir
en tensión, vivir permanentemente en la lucha por la conquista de algo.
Aquella persona que no tenga una tensión vital para vivir con energía, con
compromiso, con honestidad, con fuerza, creo que está mutilada. Y nada
peor que la mutilación espiritual del ser humano. Esto es lo que significa
para mí el tema del compromiso.
A veces los medios de comunicación siembran hoy incógnitas e
interrogantes que no se sostienen en lo razonable. Y esto suscita reflexión y
dolor. Estoy de acuerdo con nuestra directora: tenemos ahí ya el periódico
digital, lo que no sé es en qué medida podemos rentabilizar la digitalización
del periódico. Rentabilizar en este otro sentido, porque no hemos sido
capaces las personas que nos hemos ligado a la enseñanza –lo dijo el
representante de la Municipalidad- de hacerlo: es muy fácil poner
computadoras en los centros, lo que hace falta es que se utilicen con
sentido. Me parece obsoleto, en esta línea, que los profesores de Lengua no
den clases con una computadora, y que lo sigan haciendo con el método
tradicional. A veces los conceptos se repiten sistemáticamente hasta
vaciarlos de contenido.
El periodismo está dominado hoy por la subjetividad y por afinidades varias
de carácter económico, político, religioso, en detrimento de la información.
Actitud que es legítima, sin duda alguna; no estoy haciendo una crítica, sino
una visión que nos permita entender las claves con las cuales nosotros
debemos trabajar. Ésta es, sin duda, una de las causas de la disminución de
lectores. En Europa, sobre todo, creo que también en América. Es una
reflexión que debe hacerse. Igual que la tendencia a frivolizar o trivializar
aspectos notables de la información. Por eso hoy más que nunca es
necesario deslindar información y opinión, justamente para hacer ver que la
información que podemos transmitir a los alumnos y la opinión que da el 16
periodista respecto a un tema determinado son dos cosas distintas.
En esta línea hay que apelar a los principios primordiales de la labor
periodística. Y cito los recogidos por Bill Kovach y Tom Rosenstien en Los
elementos del periodismo: ser defensores de la verdad, de la lealtad, de la
independencia, de la exhaustividad. Es verdad que se antojan utópicos, y en
alguna medida lo son, pero la condición humana también está abocada a la
utopía como principio de vida. Sabemos que esa utopía es normal en cuanto
deseable; y hasta es justo que el mundo no sea perfecto, porque nos
convertiríamos en autómatas. Y estaríamos perdiendo el sentido más
profundo de la condición humana.
Por otra parte, es importante señalar –y este concepto lo recojo del libro La
construcción de la sociedad mediática (1989-2004). Gestión del poder
diluido, de Jesús Timoteo Álvarez- el hecho de que los medios son la
evidencia más importante de las transformaciones más importantes sufridas
en el cambio de ciclo histórico. Y son ellos, los medios, por el momento, los
referentes dominantes de la nueva era (No sé si en el programa Prensa-
Escuela tienen aquí los periódicos relación con los alumnos y se les lleva a
ver la rotativa y demás secciones, cosa que es muy interesante. Pero sería
también muy interesante que conociesen todas las transformaciones que
han sufrido los medios de comunicación en los últimos 15, 20 ó 25 años.
Son tan rápidas, que realmente no nos queda tiempo para reflexionar
muchas veces, porque hay que tomar determinaciones permanentemente, a
veces sobre la marcha y todos los días).
El principio de que la noticia de hoy es historia es verdad. Habría que añadir
que el periódico de hoy puede ser historia por la tarde, porque las
transformaciones sociales son tal veloces que realmente no somos capaces
de tomar las cosas con tranquilidad para contemplarlas, para examinarlas,
para ver si observamos más matices o podemos reflejar análisis más
certeros.
La crisis que estamos atravesando, esta crisis global pondrá en tela de
juicio, de eso estoy absolutamente seguro y me alegro, valores económicos
y modelos económicos que no sirven, como han ido cayendo otros modelos
económicos a lo largo de la historia.
Estoy diciendo todo esto para que el profesor lector de periódicos tenga
después todo esto en cuenta, porque pondrá en tela de juicio valores
políticos, religiosos, educativos, familiares… Pondrá en tela de juicio esa
filosofía del pensamiento único que nos ha mantenido como si hubiésemos
inventado el mundo. Pese a esto y a otras cuestiones negativas, el
periodismo es todavía el único referente, la única actividad, la única lectura
que nos permite estar en la viva y apasionante historia de hoy. Y quien no
siente efectivamente con pasión esto, que, por favor, no haga uso de la
prensa para llevarla a la escuela. Suelo decir que los programas en algunos
momentos me recuerdan la soledad del corredor de fondo. Y no podemos
transmitir aquello de lo que no estamos convencidos. No podemos
transmitir aquello de lo que no estamos enamorados, no podemos
transmitir aquello de lo que no somos apasionados. Apasionados no significa
no tener juicio, significa tener juicio pero transmitirlo con pasión, con
convicción, levantando incluso la voz. 17
Eso sí, entendemos también que los momentos de crisis deben poner sobre
el tapete la recuperación de los valores. Creo que esta crisis va a reinstalar
una recuperación de valores. Y aquí, en la recuperación de estos valores
éticos y convivenciales han de jugar un papel importante los medios de
comunicación. No sé las diferencias, los límites o las fronteras que existen
entre la ética y la moral. Tampoco importan en exceso ahora porque,
lógicamente, no entramos en el plano de la privacidad. Lo que sí sé es que
necesitamos una bandera que nos hable de esos valores porque son los que
nos van a hacer la convivencia más fácil. Y por tanto, no estamos exigiendo
que la gente viva más vinculada a la norma, sino que la gente viva más
vinculada al contacto con el ser humano, que es el que nos interesa a todos.
Si perdemos de vista los valores del ser humano o al ser humano en su
propia concepción, estamos corriendo un grave riesgo. Desde luego, no
estamos educando.
Hay que hablar, en definitiva, de planteamientos éticos, planteamientos
críticos, planteamientos de ciudadanía, ciudadanía abierta, responsable y
comprometida.
Hace dos años una editorial me regaló un cojín. Y en él, esta frase de Emili
Teixidor: “La imagen futura del mundo depende de la capacidad de
imaginación de los que hoy, ahora mismo, aprenden a leer”. Lo tengo en la
pared para que me recuerde permanentemente el compromiso desde los
medios de comunicación y desde las aulas de esa tarea tan delicada, pero
tan extraordinaria, que tenemos encomendada. Es un reto apasionante en
el que hemos de tener varias cosas en cuenta:
— Primero. José Antonio Marina escribió: “La lectura no es importante porque
divierta o porque transmita información, o…, sino por algo más radical,
porque la inteligencia humana es una inteligencia lingüística. Sólo gracias al
lenguaje podemos desarrollar ideas, comprender el mundo, inventar
grandes cosas, aclarar nuestros sentimientos, resolver nuestros problemas,
hacer planes”.
(Subrayo, de paso, la importancia de educar los sentimientos. Somos
personas hechas de sentimientos que con frecuencia no manifestamos
porque nos han educado para no hacerlo. Pero esos sentimientos han de
tener una dirección, sobre todo una capacidad de entendimiento, de
claridad y de honestidad infinitas).
— Segundo. Muchos de ustedes seguramente serán profesores de Lengua. A
los profesores de Lengua se les asigna todo, o casi todo en los centros
educativos: educación vial, sexual, bucodental… Todo lo que se invente, va
a parar a los de Lengua. Como si estos profesores fuesen una especie de
magos que todo lo resuelven. Y lo cierto –lo que hay que subrayar con
énfasis- es que el comportamiento lingüístico, la vertebración de las
estrategias para su enriquecimiento, ahora más que nunca debe entenderse
como una tarea colectiva. Wittgenstein dijo que “los límites de mi lenguaje
son los límites de mi pensamiento”. La idea que subyace ha de ser motivo
hoy de seria reflexión: un informe habla, supongo que aquí menos, pero
también, que en España un alumno de segundo de ESO (Educación
Secundaria Obligatoria), de 13 ó 14 años, utiliza correctamente sólo 100 ó
120 palabras. Por tanto, utiliza –domina- solamente 100 ó 120 conceptos. 18
Es muy serio.
Si alguien tiene curiosidad, puede hacer incluso una referencia en su propia
aula. Yo la hice hace años con alumnos de doce y trece años para situarme,
situarnos. Ésta fue una de las preguntas: “¿Qué es necesario para que un
templo sea catedral?”. Y fíjense en algunas de las respuestas: “Que la
ciudad tenga historia”; “Que el templo esté en una ciudad”; “Que hayan
pasado los romanos por allí”; “Que haya habido reyes”; “Que haya esclavos
para hacerla”; “Que haya fe”. Y otras muchas de índole parecida. Pero los
de catorce años me escribieron perlas como éstas: “Que haya cigüeñas en
las torres”; “Que tenga vidrieras, de colorines si es posible”; “Que haya
órgano”; “Que esté muy limpio el templo”; “Que allí esté enterrado alguien
muy importante”; “Que haya reliquias”…
Bueno, no me extraña que con este bagaje, un muchacho de lo que es
actualmente la ESO (entre 12 y 16 años), domine 100-120 palabras. Esta
constatación me impulsó en su día a realizar un trabajo muy específico en el
aula, muy gratificante. Voy a exponerles brevemente lo que llamé
“Vocabulario progresivo e interdisciplinar”.

Vocabulario progresivo
El Club de Roma incide en la complementariedad de los libros de texto y la
lectura. Por una parte, el texto da el esqueleto del ser humano educado en
conocimientos. El que rellena el esqueleto, el que nos da el polo vital,
situacional, es justamente la lectura de libros, revistas y periódicos.
Cuando fui tomando conciencia clara y metodológica de todo esto –me
estoy retrotrayendo a los años 80 en que empecé a trabajar en este tema-,
supe que tenía que contar con más profesores, con todos los profesores si
era posible; no les pedía compromiso, simplemente les pedía ayuda. Sobre
todo porque, al margen de este problema, existían muchas palabras baúl,
aquellas que sirven para todo. O las palabras vacías, o los hiperónimos…
Pues bien, partiendo de esa idea que comentábamos antes de Wittgenstein,
empezamos a crear una metodología trabajando por cursos y por ciclos.
Reuniones periódicas para ir determinando qué palabras, conceptos, se
consideraban absolutamente necesarias en los textos.
Entonces el profesor de Sociales, por ejemplo, decía: “Pues mira, en este
trimestre hemos utilizado estas palabras, y éstas son absolutamente
necesarias”. Segundo, y al mismo tiempo, “de las palabras que hemos
incorporado de la prensa son absolutamente necesarias para nuestra
asignatura estas cinco en este trimestre”. Y así sucesivamente. Y es que a
veces un alumno llega a la Universidad sin saber qué es, por ejemplo, el
PIB, o seguramente no sabe qué son los intereses bancarios: entonces
estos son los conceptos que vamos a ir incorporando conforme a la fase en
la que se encuentre el alumno.
Después, incorporadas las palabras en un programa informático, donde el
concepto va en negrita, pero al lado del concepto debe ir la definición, que
va en redonda, en letra normal. Y, si es posible, con una flecha vamos
indicando enlaces con ideas: por ejemplo, PIBEconomía. 19
Hecho esto, entregamos ese material al alumno, bien sea recopilado por
meses, o por evaluaciones, o por trimestres –eso sí, éste y todos los
criterios deben establecerse con claridad desde el principio-, y una copia se
deja en el aula con el fin de que se pueda consultar. Esa copia actualizada
la tendrá cada alumno al finalizar el curso para tomar conciencia de la
globalidad y su progresión. Si en Primero hemos manejado del texto y de la
lectura, especialmente del periódico, 100 conceptos, esos son los que
hemos de exigir como tránsito al siguiente curso y como elementos básicos
de conocimiento.
Yo no sé si ustedes hacen las programaciones, pero tendrán que hacer,
supongo, adaptaciones curriculares de las programaciones, en las que una
de las cosas que se pide es que haya unas exigencias mínimas que suelen
situarse en torno al 75 u 80 por ciento de lo que podría ser considerado la
nota más alta que se dé a un alumno en clase. Pues bien, entre las
exigencias mínimas deberían ir estos 80-100 conceptos. Y al siguiente curso
esos niños irán con esos conceptos asumidos, de tal manera que el nuevo
equipo de docentes ha de hacer exactamente lo mismo porque así añade
otros cincuenta, cuarenta, sesenta… Al terminar la educación primaria, o la
secundaria, el alumno tendrá un enriquecimiento, la obligatoriedad de tener
un conocimiento conceptual en torno a los 500-600 conceptos-términos.
Sí somos capaces, insisto. Mi experiencia ha sido muy positiva. Sí somos
capaces de propiciar y lograr un enriquecimiento del vocabulario, y un
enriquecimiento de conceptos. Pero para ello necesitamos lectores activos
y, sobre todo, profesores activos. Si no, no hay nada. Nada surge por
generación espontánea, necesitamos lectores activos que sepan leer, que
sepan estar en el mundo concreto en que viven. Porque este
enriquecimiento progresivo nos proporciona el entendimiento del mundo. La
amplitud del vocabulario –y, por tanto, su adquisición progresiva y
metodológica- facilita la tarea. Pero alguien ha de ocuparse de que esto se
haga realidad.
Repito que para ello necesitamos, sobre todo, profesores activos, que lean,
que se entusiasmen. Yo no puedo mandar leer a un alumno si yo no soy
lector, y buen lector. Profesores que no se acomoden a la monotonía: lo
peor que le puede pasar a un profesor y a un periodista es que se
acomoden a la monotonía: “Bueno, vamos a sacar el cuaderno, vamos a
iniciar un dictado: El niño comía manzanas…”. Y así un día y otro. ¡Qué
terrible y empobrecedor!
Para ello es necesario, insisto, que cuando nosotros lleguemos a clase
seamos capaces de parecer que estamos improvisando, pero que no
improvisemos. Todo esto exige una preparación constante, y si no existe, si
incluso cuando voy a clase no soy consciente de que tengo esa necesidad,
entonces es inútil.
Digo que improvisando, o comentando una noticia, o leyéndoles un cuento,
o recitando un poema… Romper los moldes tradicionales suscitaba en
alguna medida interés. Los diccionarios genéricos y una buena biblioteca
básica son elementos imprescindibles, junto con nuestra propia curiosidad,
sin duda lo más importante. Lo peor que puede pasar a un profesor es que 20
sea el alumno más aventajado de la clase. Lo mejor que le puede ocurrir es
que sus alumnos lo superen en el sentido de la verdad, en el sentido real de
la idea.

La prensa y la escuela

Bien, ¿y qué papel juega la prensa? En febrero de 2009, al celebrar su 30º


aniversario la Asociación de Editores de Diarios Españoles, vinculó el futuro
de la prensa al impulso de la lectura escolar en varios sentidos: Que los
medios sean también canalizadores de propuestas externas, que son suyas
pero de forma indirecta, como los Suplementos de Cultura, el Diario de la
Escuela, a través de convenios, que, efectivamente, existen y existen
permanentemente, aunque habría que hacer una revisión para ver en qué
medida se cumplen. Es decir, cuando se firma un convenio y pierde
vitalidad a los 15 años, o se renueva el convenio, o se renueva la vitalidad o
se hacen nuevos planteamientos. Si no, se acaban haciendo quince, ocho o
cuatro páginas que más o menos el jueves –o cualquier otro día de la
semana- se regalan en los centros simplemente para tener una tirada
mayor por ese convenio. Yo creo que aquí tenemos que ser, como siempre,
por supuesto, totalmente honestos.
Hacen falta Planes de Lectura, hacen falta leyes del libro, hacen falta
experiencias lectoras. Hace falta que en Colombia, y en todos los países de
América Latina y de prácticamente todas las latitudes, se conozcan las
experiencias lectoras, no conocidas ni siquiera por los que estamos dentro y
que son de una riqueza extraordinaria. En España, por ejemplo, hay miles
de experiencias. Lo que hace falta es que los medios se impliquen y las
cuenten para que la provincia, la región, el país, se enteren de lo que se
está haciendo en los lugares más inverosímiles. Y, sobre todo para que, en
la medida de lo posible, las puedan aprovechar otros.
La idea básica de todo esto es la idea de la prensa entendida y usada como
material didáctico. Y por aquí van los tiros, es decir, una cosa que está
advirtiendo el Estudio General de Medios es que si la lectura, la didáctica no
se impulsa desde los medios, cada día van más en caída libre.
Comentaba antes que el Club de Roma hablaba del texto como esqueleto de
la enseñanza y de la lectura como polo situacional. Esto fue lo que me abrió
los ojos, pero hubo un dato concreto: ustedes recuerdan perfectamente
cuando se desintegró Yugoslavia. No sé cómo ocurre aquí, pero la Ley de
Educación en España decía que los libros de texto no se pueden cambiar
más que cada cuatro años. Pues aquellos chicos durante cuatro años
estuvieron hablando de Yugoslavia, y no de las repúblicas balcánicas. Lo
cual era de una torpeza de tal magnitud, que no se podía entender.
Llevando el argumento a la exageración, para que podamos subrayar la
importancia de la idea, imagínense que, por la razón que fuere, Obama
presenta su renuncia a la presidencia de los Estados Unidos. ¿Deberíamos
seguir hablando del mismo presidente durante cuatro años o los que falten
para poder cambiar de textos?
Bien, lo cierto es que este hecho me llevó a pensar que debería, deberíamos
hacer algo. Entendí con total claridad entonces el extraordinario valor 21
pedagógico de la prensa y de la necesidad de su presencia en el aula.
Recurrí a una idea, a una frase que tiene más de estallido que de otra cosa,
una de esas frases que pretenden impactar y no impactan a nadie. Decía a
los compañeros: “Son necesarias menos sinopsis y más sinapsis” (La
sinapsis es una especie de carga eléctrica que une las neuronas para
provocar o generar una idea. Alguien aludió aquí a Unamuno, que lo que
pretendía era poner levadura para que fermentase. Pues exactamente aquí,
aquí hay que cambiar, hay que romper en la medida que sea posible. Hay
que ser fermento).
¿Cómo lo vamos a hacer? Entendiendo que eso no es dogma de fe, que no
hay dogma de fe ni en los textos ni en los periódicos. Pero
complementándose, pueden hacer una labor realmente extraordinaria. Esta
actitud era innovadora, renovadora, o rompedora en aquel momento,
respecto a un país que, como tantos otros, tiene normalmente en la
educación uno de los activos más inmóviles, y por tanto uno de los
ejemplos más inmovilistas de la sociedad: con frecuencia los sectores
educativos son símbolo del inmovilismo. Pasado este tiempo, y cuando
hablo después de los años de aquellas experiencias, me doy cuenta de que
no todo era tan “trágico”, pero sí recomiendo a todos que han de correr el
riesgo de la incomprensión y la soledad. Sobre ello hablé recientemente en
un artículo de la revista Educación y lectura.

La prensa como herramienta pedagógica

Crean que tienen una herramienta pedagógica, una herramienta educativa


realmente extraordinaria en sus manos, porque, a pesar de todos los
pesares, el periódico es el único elemento capaz de situarnos todavía en el
mundo y en la historia.
Por todo lo dicho, el profesor no debería hoy trabajar este asunto solo, sino
integrarse en un grupo interdisciplinar. Que sea un grupo intelectualmente
comprometido, pedagógicamente cohesionado, es decir, que tenga los
mismos intereses pedagógicos. Que tengan una buena biblioteca
generalista, con diccionarios y libros de referencias básicas pero de amplia
mirada. Y que entiendan, como dije antes, que la mejor improvisación es
una buena preparación. Que tengan una curiosidad permanentemente
insatisfecha. Y que sea consciente de que sólo es capaz de llevar un
proyecto adelante quien cree en él; por eso siempre recurro a la pasión, al
compromiso. Nada se puede hacer si uno no está comprometido, nada se
puede hacer si uno no cree en ello.
Cuando hablamos de formación de lectores a través de la prensa, hemos de
hablar de dos cosas esencialmente. Primera. Que, al margen de las
propuestas externas a las que antes me referí, hemos de hablar de
contenidos de la prensa como contenidos didácticos, directa e
indirectamente considerados. Segunda. Que los gobiernos democráticos son
conscientes de la necesidad de fomentar el acceso a la lectura de prensa, y
no pocos han arbitrado o están arbitrando medidas con tal fin. Esto va
creciendo, aquí ya lleva quince años pero ya empieza a darse también en
otros países. Esto, que era impensable no hace tanto, está ahí. Y esos pocos 22
pasos han permitido un enriquecimiento claro de los alumnos en muy
diversos niveles. Al profesor le queda ahora ser exigente con la prensa.
Creo que con lo dicho y oído hoy, estamos centrados en el marco en el cual
vamos a comentar las experiencias durante estos dos días. En las
conferencias de hoy y mañana nos ofrecerán experiencias, reflexiones y
análisis. Pero la labor de cada uno de nosotros será aplicar aquello que nos
interese y se adecúe a nuestras necesidades concretas. Ni los que vamos a
hablar aquí vamos a dar dogmas de fe –faltaría más- ni el profesor debe
buscar remedios rápidos e inmediatos como una aspirina para el dolor de
cabeza. Tiene que aplicarlo él, pero tiene que asumirlo antes. Tiene que
rumiarlo, pensarlo, transformarlo. Y cuando sea suyo, porque aquí no hace
falta vender ideas, cuando sea suyo, digo, es cuando lo puede trasladar a
los demás.
No es de recibo que en algunas áreas se crean con verdades absolutas en
los medios y en los textos, pero sí creo, para concretar más, en los
principios que afectan a las razones que hoy nos convocan aquí: que la
prensa puede y ha de jugar un papel importante en una de las necesidades
más notables de los alumnos de hoy, el aprendizaje en destrezas
comunicativas tanto orales como escritas, porque estamos enfrentados a un
empobrecimiento desalentador, como decíamos antes. Que la enseñanza ha
de transformarse permanentemente si quiere ser útil a las nuevas
generaciones. Que por eso en esta materia –supongo que en prácticamente
todas- el papel del Estado ha de estar basado en un amplio consenso que
impida los permanentes, caprichosos con frecuencia, cambios de orientación
en la enseñanza. Es un tema muy serio para contemplarlo con frivolidad.
Espero, a nivel personal, que durante estos dos días aprendamos unos de
otros, porque en realidad estamos jugando con algo muy importante en
todos los países: la comunicación y la educación. Son dos pilares básicos
para que podamos ser libres, críticos y democráticos. Sin estos tres
principios pocas cosas merecerían la pena.
Muchas gracias.
Preguntas
— ¿Cuál debe ser el papel de la escuela ante la libertad de prensa?
Buena pregunta y comprometida. Creo que una de las cosas que está
ocurriendo, sobre todo con las personas que nosotros tratamos, que son
niños o jóvenes, es que tienen un distanciamiento enorme de la prensa.
Esto se observa ya en todas las encuestas, en todos los análisis que se
hacen. Y justamente ocurre, sencilla y llanamente, porque no les interesa lo
que se cuenta en la prensa, y no les interesa porque lo creen un juego de
intereses políticos y económicos. Y, sobre todo, porque solamente les habla
en la mayor parte de la prensa, especialmente la europea, de política y a los
chicos les interesa poco, en ese sentido, la política. 23
Yo creo que hay un método que es, efectivamente, la respuesta a través de
cartas o de personas directa o indirectamente vinculadas con el medio de
comunicación para conectarlos unos con otros y decirles, simplemente, que
ése no es el camino: hay temas educativos, temas sociales, temas vitales,
como puede ser la labor que se hace a nivel de tercera edad, que sí que
tienen más incidencia en la población. Reportajes más cercanos a los
intereses de los lectores, por ejemplo.
Es triste que los poderes públicos en algunos casos, y esto hay que
decírselo a los chicos sin ningún problema, amenacen a los medios de
comunicación a través de la retirada de la publicidad. Los poderes públicos
manejan dinero público, no manejan su dinero y esto hay que elevarlo a
categoría institucional, para que no haya ninguna duda. Si eso se consigue,
las dependencias políticas, económicas y sociales las elegirá el periódico, si
es que lo decide así, tal como él estime conveniente, que eso forma parte
de la libertad de prensa. Pero no están marcadas porque haya un
presidente o una presidenta de una diputación o de un municipio que no le
gusta la fotografía en que sale, por ejemplo. Si somos capaces de decir eso,
y somos capaces de vincular lo público al dinero público, y somos capaces
de hacer que nadie nos ponga permanentemente una soga al cuello, más
que la oferta que el periódico hace como tal, estamos consiguiendo algo.
Pero eso lo deben decir también los profesores. Siempre he participado del
hecho de que el criterio periodístico no lo tienen los periodistas, creo que
éste es un grave error.
Digo todo esto porque a veces nos hacen creer a los ciudadanos tontos.
Realmente el periódico, el mensaje, igual que un libro de relatos o una
conferencia, si no tiene un receptor no hay mensaje. Y el que tiene que
tener los criterios de interpretación tiene que ser el receptor, nunca el
emisor. O nunca el emisor solamente. Y es que, hoy más que nunca, a los
chicos hay que hablarles con claridad, y que ellos se expresen con claridad.
Pero hablar con claridad y con compromiso no significa no hablar con
educación.

— ¿Qué significa leer y cómo define el acto de escribir?


Con una palabra. Leer, para mí, es vida. Yo no podría entender mi vida sin
ser lector. No puedo añadir más, es mi vida, pero mi vida para soñar
también. Por eso soy tan contrario a que de la lectura a los chicos se les
mande hacer permanentemente ejercicios. No, la lectura es vivir, leer es
vivir. No puedo contestar otra cosa.
¿Y cómo define el acto de escribir? Escribir es indagar para contar. En el
fondo, no cabe la menor duda de que hay mucho de autobiográfico en toda
escritura, y por eso escribir es, no digo doloroso, pero da pereza porque
tienes que intentar entrar en la reflexión para decir cosas. Es como si
nuestros ojos se trasladasen a ver qué hay en el interior.
Eso produce mucho placer, pero también mucha pereza, mucho recelo,
porque no siempre estamos con ánimo de indagar en nosotros mismos. Por
eso es bueno hablar con nosotros mismos. De pronto, el acto de escritura
se convierte en un acto de reflexión que pretende, no escribir por placer 24
como muchos afirman, sino comunicar algo. Si no somos capaces de
comunicar algo a través de la escritura, es mejor no escribir. Es un acto
muy responsable.
La escritura no es un acto de reflexión hecho después de, también es un
ejercicio. Escribir es ejercitarse. Y eso exige tener, claro está, determinados
conocimientos y determinadas técnicas.

— ¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías de la información en la


transformación didáctica que debe implementar la prensa y cuál es esa
implicación en la escuela?
Todo. Las nuevas tecnologías no son el futuro, son el presente. Espero –y
es una referencia anecdótica- que usted pueda asistir a la llegada de
alumnos al aula sin la mochila con libros y cuadernos. Sólo con el pequeño
e-reader, el lector de e-books (a ver si somos capaces de nombrar
conceptos novísimos rápidamente en español). Esto es como un barco que
ha alcanzado una velocidad de crucero impresionante, y el que no haya
subido ya va a tener muy difícil el poder hacerlo. En este sentido, hemos
pasado de la prehistoria a la edad contemporánea en apenas veinte años.
Las nuevas tecnologías son imprescindibles en el modelo de vida actual. Nos
producen tal cúmulo de información y de posibilidades de comunicación,
que periodistas y profesores tienen la obligación no sólo de seleccionar la
información, sino de encauzarla. En los medios de comunicación la
tecnología es un hecho que avanza unos metros, o varios kilómetros, cada
día. Piensen en algo ya generalizado y en su aplicación en la inmediatez de
la comunicación: el teléfono móvil (celular) y el correo electrónico. Estamos
hablando de tiempo real en la concepción global de la información y del
universo. Si todo ello no lo aplicamos a la enseñanza –tiene que estar
aplicándose ya-, y con parecida intensidad, estamos desfasándonos
permanentemente. La investigación, sobre todo la referida a las nuevas
tecnologías, va a ser una pieza esencial en el futuro de los países. Y
nosotros estamos educando a los que pronto formarán parte de ese futuro.
Subrayo la idea de guía. El periodista, tal y como se está desarrollando este
proceso imparable de las nuevas tecnologías y la acumulación de
información, fácilmente quedará convertido en un guía que dirija al que
busca información no sólo para saber dónde encontrarla, sino para ofrecerle
también claves y advertencias de en qué medida puede ser o no fiable esa
información y qué dependencias puede tener. Algo parecido ha de hacer el
profesor. Solamente que éste ha de tener dos asuntos más en cuenta:
primero, que tiene que ofrecer un baremo de contenidos mínimos. Segundo,
que ha de ofrecer criterios y herramientas de trabajo que formen. Creo que
los países que ralenticen la incorporación de las nuevas tecnologías, a todos
los niveles, tendrán más dificultades de crecimiento económico, y educativo
por supuesto. La educación, más si está bien alimentada –y ésa es la base
de las nuevas tecnologías- es el mejor motor del bienestar.

25
La información como elemento de formación ética y en valores:
ciudadanía y solidaridad

Ponencia de Víctor León Zuluaga.

Buenos días.
La anterior conferencia terminó con un tema bastante apasionante, la
transformación de los medios de comunicación, y vale la pena comentar
algo que conocí ayer:
Un amigo que vive en Dallas está de visita en Medellín, pregunté por sus
26
hijas, Anita tiene 15 años y quiere ser médica veterinaria. Por lo menos esa
era la idea inicial. Hace poco vio en un programa de televisión en el que
analizan la suerte de los animales que encuentran en las calles cómo a un
caballo que estaba en condiciones muy difíciles le tuvieron que aplicar una
inyección para que se durmiera por siempre. Desde ese momento ella
cambió lo que quiere estudiar, ya no quiere estudiar veterinaria porque
“¡cómo hacen eso con los animales!”. Se puso muy triste y ahora va a
estudiar pediatría porque a los niños no les ponen inyecciones para que se
duerman por siempre.
Su hermanita, Lorena, que tiene 17 años es una hábil manejadora de los
dispositivos móviles. En las últimas vacaciones envió 14 mil mensajes de
texto en un mes, normalmente ella envía seis mil mensajes de texto. Su
padre, que es un profesional que trabaja en Texas Instrument y que
también usa las tecnologías, envía solamente dos mil mensajes de texto al
mes. Eso es para significar un poco cómo estos medios de comunicación se
están transformando.
Inicialmente me referiré a los Principios Periodísticos universales, para
avanzar luego a las desviaciones de esos principios, y más adelante me
concretaré en ahondar un poco en torno al ciudadano lector y finalizaré con
una propuesta sobre los valores que pueden alentar los periódicos y, en
general, los medios de comunicación en la sociedad actual.
Algunos autores sintetizan la misión de los medios de comunicación así:
informar, orientar y entretener. Es como la tríada misional expuesta
generalmente. La información es el compromiso mayor porque son los
medios y los periodistas los que le garantizan el derecho a la información,
que es un derecho fundamental consagrado en la Declaración Universal de
los Derechos Humanos y en nuestra carta constitucional.
El artículo 20 de nuestra Constitución Política reza:
“Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su
pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e
imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres
y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en
condiciones de equidad. No habrá censura”.
Hablaremos más adelante sobre la información como un valor que ayuda a
convivir y a mejorar la calidad de vida del ciudadano y de la comunidad en
general.
El segundo fin de los medios es el de la orientación o formación. Aquí la
formación es entendida más como la construcción de una opinión ciudadana
basada en la información. Conocidos los hechos que afectan a la
comunidad, y a las personas consideradas en forma individual, el ciudadano
lector, el ciudadano oyente o el ciudadano televidente se forma un criterio
propio y autónomo sobre la realidad que construyen o reflejan los medios
de comunicación.
El tercer objetivo de los medios de comunicación es el de entretener. Todos,
en mayor o menor grado, aportan piezas para el disfrute de la ociocultura
de las audiencias.
Con frecuencia surge la pregunta: ¿tienen los medios de comunicación la
misión de educar? Si nos atenemos a una exploración superficial podemos 27
decir que los medios informan, forman opinión y entretienen. Es la tríada
misional más difundida. Pero me pregunto: ¿quién podrá negar que los
medios de comunicación mueven, promueven, educan y alertan? ¿Con qué
argumentos se podrán controvertir las sospechas de que los medios de
comunicación sugieren conductas, cambian hábitos, despiertan modas y
consumos y levantan o derriban mitos?.
La introducción inicial de Anita y Lorena nos aporta elementos para indicar
cómo un programa de televisión puede influir de una manera decisiva para
el cambio de opción profesional; y en el caso de Lorena de cómo un
dispositivo móvil se convierte en un medio de comunicación novedoso. Ya
no son las cartas, ya están pasando los correos electrónicos, ahora ya
vienen esos mensajes tan rápidos y que llegan a todas partes, y que se
producen en esas cantidades mensuales.
Yo creo que los medios de comunicación sí pueden contribuir a la educación
y a la formación de valores. En la misión de informar, formar y entretener
está implícita la labor educativa de medios y periodistas. Ya lo dijo
MacLuhan: “son las aulas sin muros”.
Los principios universales
Hagamos ahora un acercamiento a los principios periodísticos universales,
enmarcados en la ética, en las leyes y en la metodología del quehacer
profesional que ilustran, y de qué manera, el aporte de los medios de
comunicación a la formación de una ciudadanía viva y vital.
Veracidad. Decir la verdad, es el principio fundamental del periodismo. No
solo es un principio ético, es también el trato que contraen periodista y
medio con la audiencia. La comunidad le ha asignado a los medios y a los
periodistas la responsabilidad de buscar la verdad de los hechos que la
afectan, para que los comunique en forma veraz, sin distorsiones.
El camino de la búsqueda de la verdad tiene metas parciales. En la
reconstrucción de los hechos debe haber equilibrio, imparcialidad y
visibilidad de las partes involucradas. En la investigación periodística se
deben seguir métodos transparentes, todas las pesquisas sobre la mesa.
Los hechos narrados, si bien no podrán ser catalogados como estrictamente
objetivos, sí deben tender a la objetividad, entendida como valor y meta
límite y, sin concesiones, cada palabra debe estar rubricada con el sello de
la honestidad profesional.
“Si la verdad ha de acompañar a los hombres de bien, tratándose del
periodista, hay que decir que es la sustancia de su profesión. O el periodista
busca decir la verdad siempre y en todo, o no está llamado a esta profesión.
Pensar que pudiera faltar a la verdad, sería como suponer en el abogado
tendencia a la injusticia, en el médico deseo de atentar contra la salud, en
el sacerdote a estimular el vicio. Informar es función primordial del
periodista, es decir la verdad” (Fernando Gómez Martínez). Manual de
Redacción y Estilo de EL COLOMBIANO.
Confirmar los hechos, contrastarlos, expresarlos correctamente desde el
punto de vista idiomático, y sin errores, con claridad y buena fe, se
convierten en las acciones prioritarias del método que sigue el periodista
cuando busca comunicar la verdad de los hechos a las audiencias.
28
Independencia. La libre expresión es el requisito para acceder a los
hechos, para comunicarlos y para que las audiencias puedan ejercer el
derecho a la información veraz, imparcial y en forma oportuna.
La autonomía periodística garantiza que la prensa y los demás medios de
comunicación informen sin distorsionar ni manipular. Bien se dice que los
titulares de la información son los ciudadanos lectores, los ciudadanos
oyentes y los ciudadanos televidentes. Los periodistas y los medios
servimos a las audiencias, correspondemos al compromiso asumido por
encargo de la sociedad. Por esta razón cualquier presión de un grupo de
interés menoscaba la independencia, por sutil que sea la interferencia daña
este principio y provoca efectos perversos en la información.
Responsabilidad. Informar con responsabilidad quiere decir informar
respetando los derechos humanos, entendiendo que el derecho a la
información tiene sus límites en otros, como el derecho a la intimidad, al
buen nombre. La responsabilidad del periodista no se agota en averiguar la
verdad y comunicarla, creo que aquí se abre una gran posibilidad de llegar a
las audiencias con un mensaje que mejore la convivencia y la calidad de
vida.
El encuadre fino de los hechos, sin saturar ni soslayar; sin desinformar ni
silenciar la realidad, el contexto y el análisis son también piezas clave de la
información responsable.
El bien común. La información estará siempre orientada al interés general
de la población. Es un servicio público que busca el bienestar general y
nunca el personal o particular.
Según este principio, la información se publica para todos los individuos que
conforman el conjunto de la sociedad, sin discriminación alguna. Como lo
hace el sol, la información los debe cubrir a todos.
En el caso de EL COLOMBIANO se buscan objetivos adicionales que
profundicen el carácter público y de servicio al bien común. Dice el Manual
de Estilo y Redacción: “El periodista de EL COLOMBIANO privilegiará toda
información que contribuya a la paz y excluirá todo material que fomente la
violencia. Las noticias sobre violencia se tratarán de acuerdo con este
criterio”. “La intolerancia, el exclusivismo, la violencia, el fraude, la
coacción, serán siempre para nosotros cosas reprobables, sea quien fuere el
que las practique”. Fernando Gómez Martínez.
Los periódicos están enfocados a una zona geográfica y a una población
definida, un barrio, una ciudad, una región, o un país. Ese es su objetivo
primordial. Y aunque su ámbito sea global gracias a internet, en primera fila
tendrá una comunidad de lectores a los cuales informa.
El periodismo de calidad está fundado en estos principios y en estas
funciones. Los ciudadanos tendrán así la información justa, completa,
oportuna y veraz, y, por ende, podrán ser mejores ciudadanos. De estos
principios y valores se apropian las audiencias para actuar en la sociedad
como personas que tendrán también en la veracidad, la autonomía, la
responsabilidad y el privilegio del interés general sobre el particular, valores
ya no de la información sino valores ciudadanos que ayudarán a luchar por
un mundo mejor.
29
Las desviaciones de los principios periodísticos
No obstante, a estos principios, valores y criterios se contraponen las
desviaciones del periodismo.
Si los medios de comunicación tienen la función de informar, orientar,
entretener y educar, también pueden ellos desinformar, aburrir, desorientar
y maleducar. La cascada es caudalosa: el rumor presentado como
información fidedigna; la información parcializada, sin verificar ni
contrastar; la violación de la intimidad personal y del buen nombre; el
sensacionalismo y el amarillismo; los errores y las erratas; los silencios y
las censuras; las calumnias y las injurias; la desinformación, la
infravaloración y la supervaloración de los hechos; el afán por el rating, por
la primicia, son una especie de anti valores que también pueden
encontrarse en los contenidos de los medios de comunicación cuando se
apartan de los principios por impericia, por ignorancia, por presión mercantil
o incluso por mala fe.
Con frecuencia los medios de comunicación extralimitan sus fines. Está claro
que la misión es informar y por ningún motivo usurpar la función del juez.
El periodismo no puede juzgar ni poner contra la pared a las personas. Esta
no es facultad de ningún periodista ni de ningún medio.
Es lamentable el espectáculo de la llamada por algunos como la “justicia
mediática”, que cree imponer el orden en la sociedad porque concibe la
información como un poder, como un producto, y no como un servicio.
¿Cuántos periodistas generan más miedo que credibilidad? ¿Quiénes, en vez
de informar, venden una marca de ropa, una ideología, una audiencia o un
modelo de vida?
Es frecuente, también, que algunos medios de comunicación se distraen en
la búsqueda de la verdad y se complacen solo con presentar versiones y
opiniones sobre los hechos que no aparecen por ninguna parte. Los hechos
se deben conocer, confirmar y contrastar con fuentes distintas y distantes
para luego entrar en el terreno de las versiones y de las opiniones. Hace
falta, pues, mantener esa división entre lo que es la opinión y lo que es la
información.
El periodismo de declaraciones cae fácilmente en el plano de la propaganda
o del periodismo pugilístico, ese que se interesa en los polos opuestos para
armar el cuadrilátero en el que se lidian quienes tienen opiniones
radicalmente opuestas, ofreciendo un mundo en blanco y negro, sin más
colores ni matices.
Vale la pena decir aquí que la información y la opinión son dos fases del
proceso periodístico y que mantener los límites entre una y otra es
saludable para todos.
Hugo Aznar, profesor universitario experto en Ética, Ética Pública y Ética del
Periodismo, presenta una afortunada clasificación para simbolizar otras
desviaciones de los medios. Es el concepto de periodismo de colores. Dice el
autor: 30
“En las dos últimas décadas hemos asistido al crecimiento de un periodismo
de colores que ha desplazado en protagonismo social a un periodismo más
responsable y riguroso, que a algunos les parecía demasiado ‘gris’ para los
tiempos que corren. Este periodismo de colores combina el amarillo del
sensacionalismo que sobredimensiona y exagera ciertas noticias; el rojo que
destaca los elementos luctuosos y morbosos de la información; y el rosa del
espectáculo, que tiende a considerar a los protagonistas de todas las
informaciones como famosos por unos días”.
Si los principios y valores del periodismo pueden contribuir a la formación
del ciudadano, estas prácticas desviadas niegan el derecho a la información
que merece y exige toda persona, y además, pueden causar una mala
influencia en la comunidad de lectores, oyentes y televidentes.
Ahora bien, ¿Qué significa ser ciudadano, estar informado y participar en la
vida de los conciudadanos?
Adela Cortina dice que “ciudadano es aquel que es su propio señor -o su
propia señora, evidentemente-, con sus iguales, en el seno de la comunidad
política. ¿Qué quiero decir con eso? Que ciudadano es el que no es esclavo,
el que no es siervo, el que no es súbdito, el que es el dueño de su propia
vida; porque eso es lo que quiere decir ciudadano, al que no le hacen la
vida, sino que se hace su propia vida. Pero la hace con los que son sus
iguales, es decir, con sus conciudadanos”.
La autora de numerosas obras sobre ética, educación cívica y política,
ciudadanía y medios de comunicación, define en forma brillante cinco
dimensiones de ciudadanía: como individuo protegido por las leyes; como
miembro de un colectivo en el que actúa y toma decisiones; como un
ciudadano social con derechos de primera y segunda generación.
La cuarta dimensión, según Adela Cortina es dada por la ciudadanía
económica, por el quehacer de cada quién en el mundo de la producción, de
la distribución y del consumo de bienes y servicios.
Y la quinta, quizás la más importante para el tema sobre el cual estamos
reflexionando hoy, es la ciudadanía civil. “Cada uno de nosotros está
inscrito en esferas sociales, en universidades, en profesiones, en la opinión
pública, que es un sector de la sociedad civil en el que deberíamos de estar
presentes. La sociedad civil debería de estar presente en la opinión pública,
y si hay dificultades -porque es difícil entrar en los medios de comunicación-
es por lo que hay que hacer redes sociales que permitan entrar en la
opinión pública, para transmitir a través de ella todo lo que debe ser
transmitido. Y en el ámbito de las profesiones, creo que hay que ejercer
también la ciudadanía”, Adela Cortina.
El ciudadano es el individuo autónomo del conjunto de miembros de la
sociedad que tiene obligaciones, vínculos con sus conciudadanos, que no se
entiende solitario sino actuando en todas sus dimensiones.
El ciudadano necesita la información, se la merece y tiene derecho a
conocer qué acontece, cómo lo afectan los hechos y qué implicaciones se
vislumbran.
Los periodistas y los medios de comunicación somos los intermediarios
entre la realidad y los ciudadanos. Nuestra misión es la de hacer que el 31
ciudadano esté bien informado y sea un mejor ciudadano: más protegido y
más libre, más racional y más participante, más solidario y más responsable
consigo, con los demás y con el entorno.
El comunicador y la empresa informativa son quienes confeccionan y
transmiten la información con todos sus valores o sus desviaciones.
La ética periodística tiene aquí su papel crucial. En alto grado somos
responsables, como lo vimos al inicio de esta exposición, de la ciudadanía
que estamos forjando en conjunto con la escuela, la familia y otras
instituciones. Pero el peso específico que tienen los medios de comunicación
en la construcción de la realidad y en la sugestión de modelos de
comportamiento ciudadano es crucial.

Valores que deben estimular los medios


Me atrevo a plantear algunos valores que pueden estimular los medios de
comunicación para que el ciudadano sea activo y participante,
particularmente en su papel como ciudadano lector, ciudadano oyente y
ciudadano televidente:
Libertad. La libertad es un valor natural de cada persona. Los medios
defienden la libertad de expresión y deben alentar su defensa como valor
ciudadano fundamental. La libertad de expresión no es solo de los medios ni
de los periodistas, es de todos. Las audiencias deben participar más en la
construcción de la agenda informativa, a veces tan confinada en las salas de
redacción. Urge una apertura mayor de los medios para que la ciudadanía
se haga más visible en ellos. Los medios tienen además un campo de acción
en la educación para el conocimiento de la libertad.
Civismo. Son las normas mínimas de comportamiento ciudadano, de
urbanidad y buenas prácticas con los otros y con el medio ambiente. Amar a
la tierra, subrayar los caracteres más sobresalientes de la identidad cultural,
sin caer en falsos regionalismos o peligrosas posturas de xenofobia y
exclusión, son valores añadidos a la información que harán una ciudad más
vivible, cívica y civilizada. El civismo es una virtud social que nos proyecta
al servicio de los demás.
Autonomía. Es un valor que está en el umbral de la democracia y también
en el de la esfera privada. Le da la competencia al individuo para que elija
sus preferencias y a los demás la obligación de no interferirla. Como vimos,
no es posible concebir la ciudadanía sin autonomía. Periodistas y medios de
comunicación tienen la responsabilidad de estimular el carácter autónomo
del ciudadano para que demande sus derechos. Un mal consumidor, por
ejemplo, será un mal ciudadano. La deliberación y el diálogo se animarán
mediante la autonomía. Es vital una acción positiva de los periodistas y de
los medios porque mantendrán viva la democracia, lejos de las desviaciones
de masificación e incluso de la mediocracia, o gobierno de los medios.
Convivencia. Quizás una mejor expresión que la tolerancia es la
convivencia. Es el encuentro, o son, mejor, los encuentros con el otro. La
ciudadanía implica el ejercicio de las actividades ciudadanas, lejos de la 32
manipulación de las ideas y de los credos. Aprender a expresar las ideas sin
temor y sin recibir palizas es el mejor ejemplo que los medios pueden
alimentar cada día. Nada de privilegios, nada de rótulos es un buen punto
para fomentar este valor ciudadano, que significa ni más ni menos que vivir
juntos.
Responsabilidad. La responsabilidad es un principio del periodismo y una
valiosa virtud social. Cultivar la responsabilidad hará que los conciudadanos
se sientan respetados en sus derechos. Este valor ejerce un lazo vinculante
que implica obligaciones para demandar derechos. Ciertamente se habla a
veces más de los derechos que de los deberes. Para merecer los segundos
debo observar los primeros.
Las responsabilidades son múltiples y corresponden a las distintas
dimensiones ciudadanas de las que habla Adela Cortina. Van desde las
estrictamente personales hasta las que tocan con el rol político, económico
y cívico, y los medios y los periodistas pueden y deben inducirlas.
Solidaridad. La ciudadanía se concibe colectiva. La solidaridad es la gran
fuerza que recibe el otro, especialmente cuando necesita un apoyo. Es la
ayuda mutua que permite no sentirnos solos. Es el valor que une
voluntades en busca del bien común, despertando la conciencia y
generando lazos firmes, ciertos y tangibles entre los ciudadanos. Si la
información estará orientada al bien común siempre llevará el rótulo
solidario.
Quiero concluir esta exposición con esta reflexión de Javier Darío Restrepo,
maestro del periodismo: “la información del periodista con responsabilidad
social tiene en cuenta sus consecuencias y su valor para preparar el futuro;
quien desecha esa actitud está condenado a producir una información
liviana y sin trascendencia, o abiertamente dañina por cuanto no se miden
sus consecuencias, o se las busca con ánimo perverso y contrario a los
intereses de la sociedad. El periodismo, como las armas poderosas, puede
hacer mal o bien. La diferencia la pone el sentido de responsabilidad con
que se lo use”.
La información, construida sobre las fundaciones éticas del periodismo,
debe servir para educar al ciudadano frente a los medios de comunicación,
de tal manera que distinga la verdad de la mentira; para que haga valer el
derecho a estar informado; para que lo escuchen y lo tengan en cuenta;
para hacer respetar su intimidad y dignidad; para valerse por sí mismo y
tomar sus mejores decisiones.
Creo que una asignatura sobre los medios de comunicación social, qué son,
para qué sirven y cómo usarlos mejor, está a la espera de ser incluida en el
currículo de la formación de estudiantes, educadores y padres de familia.
Estoy convencido de que un ciudadano bien informado es un mejor
ciudadano.
Muchas gracias. 33
SESIÓN I- TARDE

Interacción de los medios de información y la escuela en la


formación ciudadana.

Ponencia de Francisco Cajiao Restrepo.

Muy buenas tardes.


Les voy a echar un poco de cuentos, hay algunos que son cuentos viejos, el
primer cuento es de hace sesenta mil años. Solamente cuando sucede un 34
fenómeno bien raro, que unos bichos, una especie como de medio micos
que andaban en cuatro patas de pronto descubren que pueden caminar en
dos, entonces aparece por primera vez eso que va a evolucionar y a
convertirse en lo que llamamos el ser humano. Pero la gracia de estos
tipejos, que ya andaban en dos patas muy horondos era que se podían dar
un lujo que no se daban los otros micos: caminar, mirar para el cielo y al
mismo tiempo llevar cosas en la mano.
Eso es una cosa increíble, es un brinco evolutivo maravilloso, pero eso
también va acompañado del nacimiento del lenguaje. Desde luego, el
lenguaje no aparece hace sesenta mil años, pero empiezan a aparecer los
signos: estos animalejos que todavía tenían un cerebrito muy chiquito sí
tenían una capacidad muy grande de comunicarse con gestos y de empezar
a fabricar objetos. Y cada objeto fabricado empezaba a tener un sentido
muy particular y era que no necesitaba al fabricante para explicar para qué
servía, sino que si un tipo de estos, ya no hace sesenta mil años sino hace
diez mil -en el paleolítico-, hacía una flecha y la dejaba botada, llegaba
otro, ocho días después, y decía: “ve, una flecha”. Ese es el más grande
milagro de la naturaleza, porque es el nacimiento del signo, la capacidad de
que algo fabricado por el ser humano adquiera sentido para otros seres
humanos, y eso nos vuelve humanos.
Entonces, en qué consiste eso, consiste en la capacidad de intercambiar
información de unos con otros. Como no tenemos tiempo para contar año
por año desde hace diez mil, entonces vamos a dar unos brincos.
Hacia el año 3.500 a.C., por allá en la región de Sumer, los sumerios
empiezan a generar unas formas de escritura. Al mismo tiempo en Creta
hay unos signos, y al mismo tiempo por allá en Egipto aparecen unos tipos
que comienzan a pintar unos monigoticos bonitos y empieza a surgir la
escritura. Pero antes de que hubiera la escritura fueron diez mil, quince mil,
veinte mil años de una gente que sabía hacer cosas, que sabía comunicarse,
que sabía intercambiar información. De manera que cuando aparecen otras
formas de escritura ya se habían domesticado los animales que hoy en día
nosotros conocemos.
Es muy curioso, si ustedes van un día de visita al eje cafetero, a PANACA, y
miran los animales que hay allá, esos son los mismos animales
domesticados de hace veinte mil años. Y no hemos domesticado ni uno
más. Nadie ha podido domesticar una cebra, se podrá amansar una cebra
para tenerla en un circo pero domesticarla para decir “venga le muestro mi
rebaño de cebras”, no. Esas muerden durísimo y no se dejan.
Domesticar es hacer que unas especies funcionen al ritmo humano, es
decir, que de alguna manera y esto es bien interesante, también compartan
unos signos humanos. Es decir, donde el ser humano va teniendo control
del alimento y se puede volver sedentario, y entonces todas estas tribus
nómadas que andaban al traste por las grandes sabanas de África, por las
grandes estepas del oriente europeo, por el centro de Europa y por
América, empiezan a volverse seres de comunicación y empiezan a 35
desarrollarse las lenguas.
¿Qué fue primero: leer o escribir?
Viene la primera pregunta clave: ¿qué fue primero, leer o escribir?.
¿Ustedes qué dicen?.. “Leer”. ¿Y qué leían si no había nada escrito? Sí, la
realidad, el gesto del animalito, las nubes, claro, eso implica una lectura.
Pero lo que hoy llamamos lectura requirió que alguien primero tuviera una
escritura. Esto es muy interesante porque nos muestra algo que es en lo
que voy a insistir en esta conferencia y es que a nosotros nos montaron en
la idea de que la escuela era para aprender a leer y a escribir, no para
aprender a escribir y leer.
Entonces estamos pendientes de que los niños lean, y ¿qué es lo que van a
leer?, ¿qué es lo tan urgente que un niño tiene que leer cuando está en
primero de primaria que lo hacen perder un año si no sabe?, ¿qué es lo que
uno tiene que leer en primero de primaria y si no se muere? ¡Nada!, si ni
siquiera le llega a la casa nada para leer. Pero, en cambio, los niños tienen
mucho que escribir, tienen mucha historia, tienen mucha memoria. Tienen
muchos significados para pasarles a otros.
Pero leer surge cuando yo conozco el valor de ese signo que me transporta
cosas, en esa historia que yo les decía: ¿quiénes son los primeros que
escriben? El primero que escribe en la historia de la humanidad es,
curiosamente, Dios. Entonces lo primero que tenemos en textos escritos
son textos sagrados, textos donde Dios usa cualquier amanuense que le
escriba la carta.
Y un texto escrito por Dios es una vaina complicada porque ponerse a
discutir con Dios... en eso uno siempre sale perdiendo. Y sobre todo que los
que escriben las cosas de Dios se organizan para que nadie meta la
cucharada ahí, y entonces no solamente le dicen a uno qué escribió Dios
sino además qué es lo que a uno le toca entender de lo que escribió Dios.
Entonces pasamos desde Egipto y Mesopotamia por Israel y tenemos que
todos los primeros textos humanos que se conservan son textos sagrados. Y
también entre los Maya, los libros del Chilam Balam, el Popol Vuh, todos
estos son textos sagrados. Y qué nos dicen, qué nos dijo la cultura durante
mucho tiempo: que esos textos solo los podían leer aquellos que los habían
escrito porque la gente no sabía leer.
Entonces, los que los habían escrito se los contaban a otros y durante el
Medioevo nació la Universidad -aproximadamente en 1200- y funcionaba
muy sencillo: diez, quince, veinte muchachitos en Bolonia (que allá nació la
primera) se reunían, y qué pasaba ahí: había unos señores que se sabían
de memoria los textos sagrados, los santos padres, y alguna que otra cosa
de Aristóteles y de Platón y las decían de memoria. Porque como no había
libros, los poquitos que habían eran manuscritos...y los alumnos qué
hacían, se sentaban y oían la misma clase durante dos o tres años hasta
que se la aprendían de memoria. Cuando ya se sabían un texto de memoria
ya podían enseñar y pasar al siguiente. De ahí viene la palabra escuela: los
de la escuela aristotélica, los de la escuela platónica, los de la escuela
tomista.
Y de ahí viene docente, que tiene dos significados del latín. El docente es 36
por un lado el que conduce, y entonces eso viene de un verbo griego que es
docēre, conducir. Pero también tiene que ver con el que dice, de manera
que los maestros son gente que dice vainas. Y de ahí viene la palabra
alumno, que también tiene relación con un verbo latino que es alĕre, que es
alimentar. El alumno es el que es alimentado. De ahí viene alevino,
pescaditos de esos chiquitos de las trucheras. El alumno es el que es
alimentado por la palabra del maestro, del docente.
Y así nos quedamos toda la vida, pensando que uno echaba lora y que el
otro aprendía. Y les tengo una mala noticia: el siglo XX descubrió que todo
eso era paja, que no es posible enseñar, solo es posible aprender. Y
entonces a estas alturas se facilitó esta conferencia porque entonces ya no
sé qué hacemos aquí. Porque ni yo les puedo enseñar nada, ni ustedes le
pueden enseñar a otros y ya, quedamos listos.
Y entonces uno dice: ¿cómo funciona todo esto? Porque de todas maneras,
tampoco seamos tan extremistas de decir “cerremos las universidades” y en
crisis económicas nos quedamos sin empleo, y todos tan tranquilos porque
como no se puede enseñar nada...Con lo único que sería posible enseñar
sería usando nuevas tecnologías, una usb por ejemplo que tenga treinta
patas que se conecten al cerebro de los niños y entonces yo paso lo de mi
disco duro a los discos duros de allá. Pero mientras no haya esa usb
conectada cerebro a cerebro no es posible.
Porque lo que yo sé lo he aprendido por mi contacto directo con el mundo,
con la realidad. Eso es lo que me permite aprender. Cuando yo llego a un
salón de clase con 30 niños de primero de primaria, yo estoy frente a 30
universos de conocimiento ya formado, solo que a mí no me interesa qué es
lo que los niños saben, a mí me interesa qué es lo que les tengo que
enseñar. Pero a ellos no les interesa lo que yo les quiero enseñar.
Y somos tan tontos que decimos que es que los niños no aprenden. No,
todos los niños aprenden. Otra cosa es que no aprendan lo que yo les
quiero enseñar. Son inteligentísimos, logran defenderse como hasta tercer o
cuarto de primaria, de ahí en adelante ya se embrutecen. Pero hasta tercer
o cuarto de primaria son inteligentísimos, no se dejan enseñar porque están
demasiado ansiosos por aprender.
De vuelta a la historia del lenguaje y la escritura
Los segundos textos que aparecen en la historia después de los textos
religiosos son las leyes. Entonces aparecen los códigos políticos, el código
de Hammurabi, legislaciones egipcias y chinas. La organización política va
generando este tipo de textos que establecen normas, y tampoco hay que
leerlas, solamente hay que obedecerlas. Claro, es importante que me las
expliquen.
Hay un hecho tremendo: si ustedes miran el código ciudadano del mundo
contemporáneo, éste dice que usted no tiene que conocer la ley para
obedecerla. Mejor dicho, que no conocer la ley no es justificación para no
cumplirla. O sea que le dicen, si usted no lee y no se la sabe problema
suyo. “Ahí decía que era contravía”, “Ah, pero yo no sabía que eso quería 37
decir eso”, “No es mi problema”, dice el policía de tránsito. Usted tiene que
saber, usted tiene que leer.
Solo en el siglo V-VI a.C. probablemente, empiezan a surgir otro tipo de
cosas y empiezan a surgir algunos textos de matemáticas, textos de
filosofía, el teatro griego, algunos relatos, algunas historias. La gente se
empieza a meter con el mundo real y entonces la escritura tiene otra óptica.
Pero a finales del siglo XV, principios del XVI, se da la primera revolución
real humana que es la imprenta. Es la primera revolución humana. Y digo
humana porque no es la revolución a golpes ni a flecha para tumbar un rey,
sino que es la primera vez que cada persona puede tener en sus manos la
Biblia y hablar directamente con Dios, y decir: “yo lo leo y no me lo explica
el Obispo”. Por eso la imprenta de Gutenberg y Lutero, y el cisma de la
Iglesia Católica van juntos.
El primer libro que se imprime en una cantidad enorme es la Biblia de
Lutero, y eso determina la alfabetización en Alemania, los alemanes
aprenden a leer, desaforadamente, para poder leer la Biblia y que no se las
expliquen. Que por favor no se las expliquen, y eso rompe el monopolio del
poder sagrado.
¿Qué les quiero decir con esto?, les estoy diciendo que leer y escribir son
eventos absolutamente políticos, todo el tiempo, desde el principio. Porque
la escritura es una herramienta de poder. La más grande y fuerte
herramienta de poder a lo largo de toda la historia es la escritura. Pero la
lectura sola es, en muchos casos, solamente una herramienta de
obediencia: mientras yo tenga que leer pero no pueda escribir yo no puedo
dejar mi rastro sobre el mundo, solamente estoy viviendo del rastro ajeno.
Y si ese rastro ajeno lo único que me da es indicaciones de cómo debo vivir,
de lo qué me es permitido y de lo qué no me es permitido, y no tengo
acceso a escribir la ley y a modificar la ley... Si, además, no tengo control
sobre lo que me cuentan, pero tampoco puedo contar mi cuento y tengo
que quedarme con el cuento de otros, entonces mi vida no vale nada, como
decía el filósofo mejicano José Alfredo Jiménez: “la vida no vale nada”.
Y es que nadie me oye mi cuento, y uno necesita contar su cuento. Cuando
dos adolescentes se encuentran y se están conociendo, el uno le dice al
otro: “¿y cuál es su cuento?”, “¿quién es usted y qué tiene usted para
contar?”. “No, no me diga qué ha leído, dígame usted su relato propio”.
Entonces surge toda esta maravilla que es el universo de la novela, por
ejemplo, que es la posibilidad de contar el cuento de la gente. Pero, cuando
nosotros vamos viendo la historia universal nos damos cuenta de que es
una historia contada por muy pocos. Y por eso nosotros no conocemos cuál
es la historia real, viva, la de los indígenas de América. Porque no escribían,
aunque probablemente sí aprendieron a leer. Entonces la historia de los
indígenas de América es la historia que contaron otros sobre los indígenas
de América.
Y cuando a nosotros nos dicen que disque hay literatura infantil, no existe
literatura infantil. Una cosa es hablar de literatura para niños y otra cosa es
de literatura infantil, cuando yo hablo de literatura indígena no me refiero a
cualquier cuento en el que salga un indígena, me refiero a literatura escrita
por indígenas. Y cuando yo digo literatura española no es porque el 38
protagonista sea español, sino porque hablo de todos los autores españoles.
En cambio hablamos de literatura infantil y todos los que la escriben son
viejos: literatura infantil será el día que los niños tengan voz, y su voz sea
oída, y su mirada del mundo sea tenida en cuenta como parte del mundo.
Pero fíjense ustedes que cuando hablamos de leer y escribir no estamos
hablando de descifrar unos signos en un papel. Cuando me decían por allá
en cuarto de primaria, cuando le echaban a uno la historia de Colombia,
recuerdo un profesor que nos contaba con admiración que Bolívar era un
personaje absolutamente genial y excepcional: él podía escribir siete cartas
al mismo tiempo, y entonces tenía siete escribanos y le estaba escribiendo
una carta a Santander, una carta al otro y otra al otro, y dándoles órdenes
a los generales, iba pasando como partidas de ajedrez de esas múltiples y
no perdía el hilo de lo que le decía a uno y al otro. Y yo decía: ¿y de verdad
Bolívar sí sabía escribir? Porque ahí los que escribían eran los secretarios,
eran los que hacían la caligrafía, ¿pero quién escribía, quién era el que tenía
las ideas en la cabeza, quién era el que estructuraba las ideas?

La escritura y su importancia para construir ciudadanía


¡Eso es lo que no ponemos a hacer a los niños! y los ponemos a hacer
planas, a vacunarlos contra la escritura, no les pedimos que nos cuenten su
cuento. Si un niño se pusiera a dictarle a la maestra su cuento es el niño el
que escribe y es la maestra la que digita. Hoy no diríamos que hace la
caligrafía, sino que digita y escribe el cuento del niño.
El año antepasado, cuando yo estaba en la Secretaría de Educación de
Bogotá, con esta idea hicimos una cosa muy linda que fue Bogotá contada
por los niños, y sacamos un libro de lujo. Pero, ¿qué hicimos?, hicimos una
gran convocatoria para que los niños escribieran sobre la ciudad, escribieran
sus cuentos, sus historias, y luego pusimos a una Universidad a que hiciera
el ejercicio de leer todo esto, pero la selección y edición de qué se publicaba
la decidían los niños de cada colegio: los estudiantes grandes seleccionaban
los textos de los chiquitos, y así arma uno tejido de significaciones y logra
que la ciudad sea habitada, porque habitar la ciudad no es lo mismo que
estar puesto en una ciudad. Habitarla es conocerla, es saber qué piensa la
gente, habitar es descubrir estas redes de significados que se construyen,
habitar es mucho más, y habitar el mundo y habitar el planeta, es mucho
más que estar puesto ahí como una cosa.
¿Cuántos de nosotros hemos funcionado en la vida casi como cosas?,
porque no hemos tenido nunca la oportunidad de contar el cuento, de
contar nuestro cuento. Por eso la escritura es un punto de partida
fundamental para la construcción del ciudadano, porque el ciudadano tiene
que saber en qué planeta está y tiene que involucrarse con ese planeta, y
tiene que pelearse con ese planeta. Y tiene que escribirlo desde todas las
perspectivas posibles, tiene que escribirlo desde el relato, tiene que
escribirlo desde la ciencia, tiene que escribirlo desde todos los lados.
Pero entonces aquí nos viene el otro lado, ¿y cómo escribirlo? ¿Cuáles son
los lenguajes de la humanidad? Porque todos los días estamos escribiendo 39
nuestra huella de distintas maneras, volviendo en esta locura, porque yo
además no sé ni de dónde vengo ni para dónde voy, pero espero que al
final algo quede, entonces me voy a devolver...

Los soportes de la escritura


¿Cuáles fueron las primeras formas y lugares para escribir? Las paredes, los
del paleolítico se pusieron a pintar por allá en las cuevas de Altamira, en la
zona de donde es Alfonso (García, otro expositor) si mal no estoy, en el
norte de España y allá y fueron y pintaron la cacería del venado y pintaron
el bisonte, y pintaron el jabalí. Yo no sé cuántas vainas más pintaron en las
paredes. Eran miserables grafiteros, esos que hoy condenamos porque
empuercan las ciudades, ¿dónde pinta uno una revolución si no es en las
paredes? Uno no puede pintar la revolución en un cuaderno, una traga de
esas malucas, en la que uno está reventando de amor ¿dónde declara uno
el amor? En un muro carajo, yo no voy a escribir en un cuaderno de clase
cuadriculado “te amo mucho Margarita”.
Eso no tiene gracia, es que el tamaño, el formato todo eso es la escritura,
es la pasión humana que va encontrando caminos. Pero luego se pintaba
era en las tumbas y pasaban cosas muy tenaces... para que ustedes vean el
poder de la escritura, en las tumbas de los faraones y de sus ministros en
Egipto, echaban el cuento ahí en jeroglíficos: “Narmer II que derrotó a no
sé quién...”, cuando se muere Narmer II y llega otro faraón, ¿qué es lo
primero que llega a hacer?, borrar el nombre de la lápida. ¿Qué es lo que
hacen los Alcaldes, los presidentes y todos esos? Mandan arrancar las
placas conmemorativas del gobierno anterior, tumban los programas,
desaparecen las cosas, dicen: “este tipo no existió”. Porque para yo existir
tengo que borrar al otro. Para eso lo único importante es borrar el nombre y
se acabó.
Pero también fíjense en el poder tan terrible de la escritura. No me digan
ustedes que no, en primero de primaria todavía lo hacen, ¿cuál es una
amenaza de la profesora?: “Siga Roberto y verá que lo apunto”. ¿Qué dirían
ustedes si estuvieran en la lista de los chuzados por el DAS? El poder de la
escritura... no se crean que es pendejadita lo que les estoy diciendo.
Y ustedes vieron probablemente la película “La red”, ¿sí la vieron? “The
net”, es la historia de una mujer a la que la borran: Le borran la tarjeta de
crédito, le borran la cuenta corriente, le borran el registro civil, no existe
más esa pobre mujer. No puede comprar nada, no puede moverse, no
puede existir porque la borraron.

El ejercicio de escribir en las aulas


El poder de la escritura es una cosa absolutamente increíble, por eso hay
que enseñar a escribir a los niños desde muy pequeños, a que escriban
libros. Cuando hicimos, y esto va a la práctica, algunos de ustedes
probablemente los conocieron, a los que no los conocieron porque este es
un público muy joven y yo ya estoy muy viejo se los cuento resumido: 40
Por allá en el 94 - 95 hicimos un proyecto muy lindo que se llamó Pléyade,
y Pléyade sugería una serie de ejercicios y uno de ellos, que estaba
orientado a la escritura, se llamaba Hacer preguntas y escribir libros.
Entonces a los niños les echábamos un cuento, les mostrábamos un poco de
libros y les decíamos: ¿ustedes saben qué es eso?. Sí, libros. Y, ¿qué es un
libro?, ¿por qué alguien escribe un libro? Y al final les decíamos una
mentirilla piadosa, que no es mentira en últimas, es más o menos verdad,
les decíamos: un libro no es más que la respuesta a una pregunta que el
autor se hizo.
De manera que si ustedes tienen cincuenta preguntas ya tienen cincuenta
libros. Entonces por qué no hacemos un buzón y hacemos preguntas, y
entonces los niños empezaban a hacer preguntas. Una vez que ya tenemos
100 preguntas en un salón ya tenemos una biblioteca, luego la
organizábamos como si ya los libros estuvieran escritos y luego íbamos
animando esto hasta que llevábamos a los niños a ponerse de acuerdo y a
escribir uno de estos libros.
Y entonces en seis meses en Colombia se escribieron más de 20 mil libros
hechos por los niños. Y ¿qué era un libro?, me acuerdo mucho de uno
porque era un poco patético, era sobre las abejas, y digo patético porque
era un libraco grande. Y el título era: “Las abejas” hecho con abejas
muertas pegadas. La primera página era una tajada de panal, la segunda
era la abejita maya coloreada por la profesora, la tercera era un recorte de
la revista Selecciones sobre las abejas obreras. De verdad, los niños habían
escrito pocas palabras, ahí pero ya tenían un tratado sobre las abejas. Lo
más lindo era la primera página antes del panal donde decía: Autores. No
eran estudiantes, eran autores, era su primer libro.
Yo creo que ahí empieza la aventura de la escritura, la aventura donde
entre todos van sumando preguntas sobre una misma cosa. Y esa aventura
de la escritura es la aventura del pensamiento, porque también es la
aventura de la investigación. En la medida que abundo las preguntas,
abundo también en mi sentido de penetrar el mundo. Abunda también la
necesidad de encontrar nuevas palabras, aparece la posibilidad de formular
hipótesis, aparece la necesidad de recopilar datos, de interpretar, de
organizar. Eso es pensar, eso es educarse.
Y ahí comienza la aventura también de mirar qué piensa el otro, cuál es tu
experiencia, cuál es tu percepción de la abeja. Y se hace evidente la terrible
ignorancia que tenemos los maestros sobre casi todos los temas del
planeta. Pero además la tranquilidad de que no tenemos que sabérnoslos,
porque es que nuestra tarea no es dar respuestas, nuestra tarea es
incentivar preguntas.
Solo es ciudadano el que pregunta mucho, trágico el ciudadano que no
pregunta nada y piensa que todo está muy bien y que siempre habrá que
mirar con frecuencia las encuestas para estar en el bloque mayoritario.
No sé si ustedes habrán oído hablar de Leni Riefenstein, que era una mujer
extraordinaria porque era un churro de vieja, una alemana preciosa de 24
años que hacía películas, lo malo es que las hacía en el momento y en el 41
lugar equivocado porque las hacía cuando Hitler ascendió al poder.
Y entonces allá la contacta el jefe de comunicaciones de Hitler, el señor
Goebbels, y dice “aquí hay una cineasta muy buena”, y le proponen que ella
haga un documental sobre el Tercer Reich, y hace una de las películas
probablemente más bellas que se hayan hecho desde el punto de vista
artístico y cinematográfico que se llama “La voluntad de poder”, y esta
mujer muy entusiasmada hace todo eso y después cae Hitler, entra en
desgracia Hitler y esta pobre mujer queda condenada al ostracismo,
encerrada en un apartamento de Berlín durante cincuenta años; y a los 70
años le hacen una entrevista y ella dice: “¿por qué yo tenía que estar en el
16%? Yo era parte del 85% que creía en Hitler. Y a mí me pidieron que
hiciera la película y yo la hice, y yo creí que esto era lo que me tocaba como
buena alemana”.
Ella sabía hacer cine pero era muy joven, no había escrito todavía, no sabía
que a veces es mucho mejor estar en el 15%, al menos por si acaso la
historia evoluciona. Al menos por si acaso, porque cuando todos leemos lo
mismo, cuando todos pensamos lo mismo, cuando todos nos mandan creer
lo mismo siempre estaremos en las mayorías. Y las mayorías no
necesariamente tienen la razón, sobre todo con respecto a las cosas
trascendentales de la vida que son las que tienen que ver con la ética. Que
son las que tienen que ver con los grandes retos y desafíos humanos de
superar la naturaleza antropoide que es la que resuelve todo matándose,
que es la que resuelve todo arrasando el pensamiento ajeno.
Entonces les decía, eran los grafiteros en el Renacimiento, también les
encantaban los grafitis, solo que los grafitis los hacían Miguel Ángel y otros
personajes de estos. Pero estos personajes pintaban en las paredes, en los
techos, en las iglesias. Ahorita el que pinte en una iglesia lo excomulga el
Papa.
¿Y qué hacen los muchachos de nuestros barrios?, ¿y qué hacen los
muchachos del Bronx de Nueva York, y los muchachos de Harlem, y los
muchachos de las zonas marginales de París, los que van al centro de Milán
donde todavía hay ruinas históricas? Hacen grafitis, para decir “yo existo”. Y
qué caracteriza muchos de estos grafiteros: que no dicen nada. Y es lo que
duele, porque muchos de estos grafiteros lo único que ponen es su firma.
De forma muy artística y todo pero no tienen nada más en la cabeza, son
de los de las 200 palabras. Solo que ellos solo escriben una, muy bien
escrita pero solo escriben una que dice básicamente: “yo existo”.

El poder de la escritura en pocas manos


Yo creo que esta es la cosa más importante que nosotros podemos
estimular. Ahora, ¿qué pasa en el mundo contemporáneo con los medios de
comunicación? Lo mismo. Lo que era el texto de Narmer, en Egipto, que es
tal vez uno de los textos de escritura más antiguos que hay, es un periódico
hoy, un periódico que mucha gente abre para ver si salió o no salió en el
periódico. Y los periódicos escogen qué ponen y qué no ponen. Y lo más
grande de un periódico es todo lo que no se pone porque el periódico es
chiquito, porque la publicidad es limitada, porque el papel está caro. Bueno, 42
todo un rollo, entonces lo más importante de la realidad es lo que no sale
en el periódico que es todo lo demás.
Pero además los periódicos también tienen un criterio, que es decir: bueno,
qué vende, y entonces pues hay que soltar una que otra cosa ahí un poco
truculenta, un poco que todavía sean verdades en proceso para interesar al
público para que lea. Y en medio de eso ponen un montón de cosas muy
interesantes a través de las cuales uno se entera de cosas.
Pero uno dice: la gripa porcina. Primero le echan la culpa a los pobres
marranos que no tuvieron nada que ver con el paseo, segundo es una
gripita ahí de porquería que no ha matado sino a 26 personas, cuando
cualquier otra enfermedad diaria: diarrea, mata a 100 mil niños en
Colombia al año. Y no hay los titulares de primera página: póngase el
tapabocas porque la diarrea... No, los niños se mueren de diarrea toda la
vida, somos un país pobre, miserable, cochino, pues se morirán de esa
vaina los niños porque qué hacemos. Eso además tiene un nombre técnico,
eso se llama enfermedades gastrointestinales tempranas, y entonces ya
como se llama así entonces ya eso no parece grave. Pero gripa porcina, uno
untado de marrano, y que va de México a no sé dónde, y que ya va casi
para pandemia.
Entonces uno dice: venga, un momentico, ¿por qué pasa esto? Sale un
experto de la OMS y dice, no pero si las gripes corrientes matan tres
millones de personas al año. Ah, ¿y eso sí no es pandemia?, no porque ya
estamos acostumbrados a estos muertos, es que estos muertos son
distintos, estos sí son graves.
Entonces ¿ese es el problema o detrás habrá algo más?, es decir, ¿o
estamos inaugurando una nueva era de pánicos?, pero ahí estamos pegados
de la televisión, de la radio, de la prensa. Y todos se van montando en la
misma escritura. ¿Y qué pasa en el barrio aquí arriba, allí en la salida para
el aeropuerto?, ¿qué enfermedades hay aquí?, ¿de qué enfermedades se
nos está muriendo la gente del vecindario?
Eso no sale, ¿por qué?, lo que quiero decir no es que esté mal, no. Porque
tienen que haber criterios, pero cuál es el criterio, ¿quién pone el criterio?,
qué pasa en un ciudad, en un país donde casi no hay periódicos, donde hay
un periódico en Medellín, hay un periódico en Bogotá, hay un periódico en
Barranquilla, pero no es que tenemos diez periódicos de Medellín donde la
gente está eligiendo entre diez periódicos o comparando puntos de vista, o
las emisoras o lo que sea.
Entonces fíjense ustedes, eso lo que nos dice es que el poder de la escritura
hoy, contemporánea, está en muy pocas manos. Y esas pocas manos son
pocas cabezas también, pero además son cabezas que hacen parte de algo
que constituye lo que se llama grupos de interés, y por lo tanto lo que
sabemos del mundo ha sido previamente filtrado por quienes escriben.

Una experiencia de Prensa Escuela


Y ya para conectarnos con el tema de prensa escuela, ¿qué pasa si en vez
de eso nosotros pensamos la actividad de prensa de niños y adolescentes 43
de otro modo? Les voy a contar una experiencia, yo trabajé por allá en el
84-85 tal vez, en Montelíbano, Córdoba. Un pueblo miserable donde hay
una mina de níquel, donde hay la guerrilla ahí, donde estaban
organizándose los paramilitares un poquito más allá. Donde el marido de la
alcaldesa era el que manejaba el negocio de marihuana del suegro, y todos
convivíamos ahí muy felices.
Y llegan los niños del colegio de la empresa a decirme que querían hacer un
periódico del colegio. Y yo hice toda una comedia de ponerme muy bravo,
de decirles que no se los permitía, es más, que estaba rotundamente
prohibido que hicieran un periódico del colegio. Se quedaban muy aterrados
los niños, hasta un papá vino a protestar porque yo estaba restringiendo la
libertad y todo.
Dije, “No, no, no. Es que la razón es que los periódicos de colegio son
imbéciles en términos generales”. Puede haber alguna excepción, pero en
general son imbéciles por varias razones, porque uno no puede hacer
afirmaciones así sin razones. Cuales razones:
Primero, suelen ser periódicos que de entrada nacen autocensurados,
porque uno en un periódico de colegio no puede agarrar a la madre del
rector porque lo echan. Segundo, porque hay cosas que el colegio dice:
“eso no lo puedes escribir, ¿cómo van a escribir una columna sobre sexo en
las aulas?”
Si la censura no es autocensura algún profesor llega y dice: no porque está
mal escrito, está mal redactado. Otra cosa es que muchas veces surge
como un proyecto del profesor, y entonces el pobre profesor comienza a
arrear muchachos a ver quién escribe para el periódico hasta que llega a
decir: “el que no escriba para el periódico le voy a poner un cero”.
Pero además en el supuesto que sea idílico, y sí escriban, van a escribir
puras bobadas, porque como no va a ver quién lo lea porque ya todos se
saben todos los cuentos del colegio, entonces para qué los van a volver a
leer. Si solo van a escribir cosas del colegio.
Digamos que estoy exagerando, que estoy haciendo una caricatura de hora
de siesta, pero el punto era que a mí me interesaba negociar con los chicos
para que ellos tuvieran algún grado de integración con los colegios públicos
del pueblo, de los cuales estaban aislados por guardias, por mallas y toda
clase de cosas que cuidaban a los hijos de los empleados y nos les
permitían que se relacionaran con la población.
Entonces yo les dije, yo les apoyo el periódico siempre y cuando se pongan
de acuerdo con los tres colegios del pueblo, y entonces hacen un solo
periódico del pueblo. Eso les encantó, ahí sí, ahora nos vamos a Montería,
hablamos con El Meridiano que les enseña a diagramar y sacamos un
tabloide que parezca un periódico y todo. Pero entonces me van a decir
cómo lo van a financiar, porque yo los apoyo pero el apoyo es moral.
¿Cómo van a financiar eso?
Ahí los embolaté un par de meses hasta que me trajeron el proyecto
completo, que implicaba vender publicidad en el pueblo, que implicaba
venderle publicidad a Cerro Matoso, claro Cerro Matoso con una sola
publicidad pagaba todo el periódico. Pero tenían que ir y venderla, tenían
que ir, aprender el oficio de venderla, tenían que llevar un presupuesto,
tenían que decir cuánto nos vale, para poder decir eso tenían que ir a 44
Montería; tenían que irse al periódico El Meridiano y preguntar cuánto
costaba, ver si les daban un turno para diagramación.
Se hizo todo este ejercicio y finalmente salió el número uno de Voces de
Montelíbano. Con publicidad de la peluquería de doña Magnolia, con
publicidad de la ferretería de don Pedro. El pueblo estaba ansioso por ver el
periódico, su periódico, que controlaban niños de 14 y 15 años.
En esa época fue la primera elección popular de alcaldes, que eso fue en el
87-88. El caso es que salió el periódico para la época que estaban en
campaña. Eso era una dicha ver a los candidatos a la alcaldía persiguiendo
a los niños de 14 años para que les hicieran entrevistas y les sacaran foto
en el periódico.
Entonces, ¿cómo es lo del poder?, ¿cómo es lo de la política?, ¿cómo es lo
del ciudadano que se empieza a preocupar de qué pasa con las basuras, de
qué pasa con las vías de comunicación, de qué pasa con los servicios
públicos? Entonces ya es un ciudadano que no está preocupado por lo que
pasa en el patio del colegio. Es un ciudadano que lleva al colegio lo que le
preocupa de la realidad. Y ahí la discusión en el colegio es otra, porque ahí
la historia empieza a tener sentido.
Y Entonces hicieron un proyecto esos niños que era la historia de la vivienda
en Montelíbano, que fue un proyecto que hicieron para después sacarlo en
el periódico, niños que nunca habían visto una cámara de fotografía. No
estamos hablando del tiempo de hoy donde todos tienen una cámara de
fotografía en el celular, allí no sabían lo que era tener en la mano una
cámara de fotografía.
Entonces hicieron la historia de la vivienda en Montelíbano, y eso consistía
en salir y tomar fotografías de todas las casas distintas y averiguarle a la
gente: esta casa cuándo la hicieron y cómo fue... Y empiezan a encontrar
gente, la bruja del pueblo que se sabe unas historias, un viejito que decía:
“Es que yo era un muchacho de doce años cuando venía el presidente Pedro
Nel Ospina y se echaba en una hamaca en la finca tal y decía ´acérqueme
hasta allá para Alfonsito, acérqueme hasta allá para no sé quién´”. Y el
obispo decía: “Es que Montelíbano es una isla rodeada de Cuba por todas
partes”. Y Cuba era la finca del señor Ospina, que era nieto del señor Pedro
Nel y que al mismo tiempo era el Secretario General de la Presidencia. ¿Eso
no es política?
Pero no adoctrinamiento, pero no lo que le dice uno a los niños para que
quieran o para que odien, no, es la historia que el niño descubre en el
personaje que nunca ha podido contar su cuento. Y descubrieron cómo ese
era un puerto de gente negra que fue desplazada a otro lado y descubrieron
cómo se hizo la mina, y descubrieron cómo desplazaron a la gente que vivía
en la mina porque ahí en el colegio había unos niños de los que habían sido
desplazados y empiezan a entender su historia y su vida.
Uno de esos niños que hizo esa historia es hoy el presidente de Colmotores
en Colombia. Un muchacho de 40 años, pero esos muchachos iban a la
plaza del pueblo y se reunía un corrillo alrededor de ellos y ellos contaban la
historia del pueblo al pueblo.
Ahí estamos haciendo historia. Entonces ya no decimos que los niños son el 45
futuro del país, sino que son el presente. Sobre esos modelos fue que se
hizo el programa Ondas, niños que preguntan por la realidad. Un día
preguntan por realidades sociales tan duras como esta en zonas de
violencia, y otros niños preguntan por cuántas clases de insectos hay en el
potrero de don Anselmo. ¿Cuál maestro va a saber cuántos insectos hay en
el potrero de don Anselmo? Y no lo sabe tampoco ningún biólogo, ni está en
Internet, ni en ninguna enciclopedia. Hay que ir al potrero de don Anselmo,
a recoger insectos, a saber cómo se clasifican, a saber de dónde vinieron, a
saber cómo son y entonces arman mundo. Entonces el potrero de don
Anselmo se convierte en un lugar que tiene cosas qué leer, y que sirven
para después escribir.
Entonces aprender a escribir prensa es el único camino para aprender a leer
la prensa. Pero escribir prensa implica entender cuál es la función de la
prensa, significa que esos niños van a tener que hacer lo mismo que le toca
a Ana Mercedes, que es seleccionar, editar, saber qué es lo importante.
Saber qué es lo que debe ir en primera página, saber qué es lo que lleva
foto. Cuando los niños tienen la obligación de decidir eso, también
entienden otros periódicos. Por eso digo, no de una manera absoluta ni más
faltaba, pero digamos de una manera metafórica: para poder aprender a
leer primero hay que saber escribir.
Pero no es solo eso, ¿de qué otra manera nos mandan hoy?, con la
publicidad. La publicidad me dice: haga esto, haga lo de más allá. Compre
esto que es mejor que aquello. Y vivimos en una confusión absoluta, es
decir, realmente escoger un cereal para desayunar puede ser objeto de un
estrés clínico, porque hay que escoger entre 56 formas de cereal: el que
sirve para el corazón, el que lleva fibra, el que lleva la fruta, el que tiene
vitaminas. Y los muchachos van al colegio y estudian química y no son
capaces de leer lo que dice la caja del cereal.
Y se vuelven diestros en física para pasar pruebas y no son capaces de
arreglar un enchufe. Entonces no saben ni leer ni escribir el mundo, pero
con la publicidad, ahí yo no le logrado hacer un proyecto y he tenido
muchas ganas pero les dejo la inquietud.
No es saber pintar un afiche, eso no es la publicidad. Eso es arte, no. Hacer
publicidad es saber qué significa una campaña, qué significa metérsele al
rancho a la gente para saber la gente qué piensa y cómo manipularla. Cómo
manipularla para que esa gente después haga lo que a mí me dé la gana.
Que compre gotas de aguardiente para que se eche en los ojos porque se le
van a poner azules. ¿Cómo hago la campaña?, y habrá quien lo hace y
quien vende el aguardiente por gotas para echarse en los ojos.
Entonces yo les decía a algunos muchachos allá en Bogotá, ¿por qué no
hacen una campaña, por ejemplo, para poner de moda la matemática?,
digan cualquier cosa: que la matemática es sexy, que estimula las
hormonas. Cualquier vaina, métanse a ver cuál es su grupo objetivo, cuál
es el nicho de mercado, cómo es una campaña de expectativa. Porque hasta
el día en el que ellos no se metan en eso no van a entender lo que están
haciendo con ellos a punta de publicidad: de imponerles modas, de
imponerles la música, de imponerles el peinado, de subirles las naguas, de
bajarles el pantalón. De hacerles comprar los tenis de 500 mil pesos,
porque ellos tienen que entender la dinámica. 46
La gente dice: es que hoy la gente no lee, mentiras. Hoy la gente lee 100
veces más que hace cuarenta años porque hoy nos toca leer qué
compramos en el mercado. Porque uno ya no compra arroz, arroz es una
vaina que no existe, existe Doña Pepa, Diana, Roa. Entonces uno tiene que
leer qué está comprando pero además uno tiene que leer cuánto vale. No es
que uno compre sal, no. Hay sal gruesa, sal marina, sal refinada, sal
desiodada, entonces uno lo que compra son palabras.
Uno todo el día está leyendo, va uno a un restaurante y no es que diga:
deme comida. No, le traen el menú y tiene que leerlo. Y en el menú le
dicen: filet mignon, entonces le toca leer en francés además.
Todo el día estamos leyendo, se sube uno a un bus y tiene que leer para
dónde va. Ahora, otra cosa es que uno no lea cosas interesantes, que uno
no filosofe, ese es otro problema. Pero leer, leer, estamos todo el tiempo
leyendo. Todo el tiempo consumimos signos.
Los niños desde muy chiquitines son consumidores de signos, eso no hay
que enseñarles a leer para que sepan de lejos que allá dice Coca-Cola,
entonces todo el tema de la publicidad es una cosa muy fuerte que hay que
saberla escribir para poder tener acceso a ese enorme poder que no es solo
el de la publicidad en términos de la venta de productos, si no también que
la publicidad tiene que ver con la venta de las ideas y el mundo de hoy. En
el mundo de hoy no compite, no logra sobrevivir si no es capaz de vender
ideas, de vender propuestas, de vender cosas.
Y eso implica tener un raciocinio sobre eso, y eso implica tener una
escritura, pero está la radio, y entonces la radio tiene otro cuento, y la radio
circula de otra manera. Y con la radio se puede hacer lo mismo que el
ejemplo de periódico que les decía en Montelíbano, de hecho, en Bogotá
comenzamos a impulsar unos proyectos de radio escolar que ya no fuera la
radio del patio de recreo sino la radio de barrio.
Porque hoy le venden a uno por un par de millones de pesos, se compra
uno un equipo de radio que tiene dos kilómetros de alcance. Con una
antenita de miseria, y entonces la mamá puede oír lo que el niño está
diciendo, y entonces eso implica que tienen que investigar, que tienen que
mejorar el lenguaje, que tienen que pulir cosas porque ya no es solo aquí
en el patio que me oyen.
Y entonces se genera una dinámica de relación, de responsabilidad social.
Porque yo no tengo por qué ser responsable en un medio lleno de
irresponsables. Digamos, la radio de recreo, donde echan chismes, ponen
un poco de rock, hacen bulla en el recreo. Pues el nivel de responsabilidad
es que no se tiren el equipo. Pero qué canción ponen, no, eso no tiene
importancia. Pero cuando ya están llegando a un radio más amplio, tiene
feedback de la población, ellos son dueños de noticias, saben qué está
pasando en el barrio, informan las cosas buenas, organizan grupos. Eso
empieza a generar unas dinámicas muy distintas.
Y por supuesto, con el cine y la televisión se pueden hacer cosas muy
parecidas que no vamos a entrar a detallar ahora. Porque a mí lo que me
interesa es que ustedes tengan en la cabeza que la ciudadanía no es
proyecto para cuando los niños sean grandes, cuando ya son grandes es 47
muy tarde, ya se nos hizo tarde. Uno empieza a ser ciudadano cuando entra
a preescolar, antes de ser ciudadano pleno uno primero que todo adquiere
la categoría de ciudadano de preescolar.
¿Qué significa eso? Que ahora no me da frío cuando me da frío sino cuando
la maestra dice. Y nos da frío al tiempo a todos. Que ahora yo no tengo
ganas de hacer pipí cuando mi vejiga dice sino cuando suena el timbre. Y
todos vamos al baño en el recreo. Eso es empezar a ser ciudadano, es
decir, iguales ante la ley. Es decir, solidarios frente a una serie de
circunstancias y sujetos ya no solamente de derecho sino de obligaciones y
deberes. Y así sea en preescolar eso empieza a funcionar, empieza a haber
una estructura, una institucionalidad que va generando al ciudadano, la
misma que le va dando sus potencialidades y sus límites.
Pero eso también es el estado que le permite generar su propuesta para
desarrollar el grupo, y esa propuesta para desarrollar el grupo es su
escritura de vida, que en muchísimas ocasiones debe quedar consignada
como escritura real. Como escritura de un documento, de un proyecto, de
un aviso, de una cartelera, como producción de un vídeo. Porque es donde
él deja huella, pone su imagen del mundo y hace que su imagen del mundo
empiece a contar. Y cuando cuenta su imagen del mundo él adquiere para
su propia vida una dimensión social nueva, que no es la de un individuo
completamente abandonado.
Yo creo que estas ideas así sean un poco desordenadas, si las quieren ver
completicas -hora de comerciales- hay un libro que escribí hace un par de
años, y tiene todo este cuento además con ejemplos de proyectos en
publicidad, radio, prensa, en distintos países, que se llama: “Instrumentos
para escribir el mundo, sobre lectura, escritura y política en la escuela”. Y
eso lo publicó la editorial magisterio.
Ahí está desarrollado todo este cuento y otros cuentos más, que solamente
voy a enunciar en los cinco minutos que me quedan, casi como el índice:
Los paradigmas equivocados
Un poco como reflexión para ustedes, fíjense que en medio de todo esto
hay unas paradojas: la escuela contemporánea está montada sobre cuatro
paradigmas, el primero es que la realidad son las palabras. Entonces por
eso sentamos a los niños en el pupitre desde los cuatro años y les echamos
carreta y luego los graduamos por horas nalga. ¿Cuántas horas estuvo esta
criatura sentada en las horas que debía jugar? Y le doy título de bachiller,
después incluso hasta el de doctorado.
No, la realidad no son las palabras. Las palabras sirven para denominar la
realidad pero nunca las palabras sustituirán la realidad, entonces hay que
poner a los niños en contacto con la realidad.
Hay un segundo paradigma de la escuela que en Colombia acaba de
romperse con el nuevo decreto de evaluación que le da autonomía a los
colegios para elaborar sus planes de estudios y sus sistemas de evaluación.
Y ese segundo paradigma dice, yo lo llamo la gastronomía del camionero,
que más harto es más mejor. Ustedes saben que Leonardo Da Vinci
incursionó en la cocina, y fracasó rotundamente. El tipo dicen que fue el
padre de la nouvel cocine. Eso significa que hacía unos platos muy lindos 48
pero muy poquitos, bien adornaditos, con la hierba, la combinación, pero
una cosita muy pequeña. Primera cena que lo contrataron, lo echaron
porque todo el mundo quedó con hambre, como cuando uno va a
restaurante fino, siempre queda con hambre y le cobran un montón de
plata.
Lo contrario a eso es la bandeja paisa, que es una metáfora del currículo,
pongamos de todo ahí hasta que la indigestión sea insoportable pero
quedamos bien llenos. Entonces tenemos niños que tienen que tomar 12 ó
14 asignaturas distintas, la única opción inteligente es “no me aprendo
ninguna, ¿ok?” Entonces el Gobierno hace una cosa y dice: “No se aprenda
nada que de todas maneras va a pasar el año”.
El tercero es que es mejor lo igual que lo distinto. Entonces tenemos una
escuela completamente homogenizadora. Donde todos los niños tienen que
tener la misma edad, el mismo uniforme, aprender el mismo día lo mismo y
contestar lo mismo el día que el maestro dice, así todo sean babosadas.
Pero desde que sean bien iguales, es muy bonito. Si aparece un niño
distinto, entonces decimos ese niño tiene problemas porque es hiperactivo.
Entonces, si el colegio es privado le dan ritalina de una vez y sino cualquier
cosa para que se esté quieto, que distrae a la profesora. Si es pobre, lo
echan. ¿Estoy exagerando?, yo he visto eso en los periódicos, me lo
cuentan en la realidad, me hacen las consultas. Entonces, ¡por Dios
santísimo!
Y por último, el cuarto paradigma, es que el colegio es una máquina de
enseñar, organizada con el paradigma Taylorista, es decir, de la producción
en serie. Entonces por eso construimos colegios donde el salón de kínder
está al lado del salón de primero, después el de segundo, después el de
tercero, entonces los niños entran por aquí y diez años después salen por la
otra puerta. Pasando de etapa en etapa, donde les van administrando y
dosificando como en la película de “Tiempos modernos” de Chaplin, que
atornilla un tornillo, y ese maestro que aprieta esa tuerca en segundo -
todos los días- no sabe ni para qué aprieta esa tuerca, ni de dónde vienen
ni para dónde van. Y se dedican a enseñarle a los niños cosas muy
interesantes, por ejemplo: cuarto-quinto de primaria, aritmética
fraccionaria.
Y yo pregunto, ¿quién de ustedes ha tenido alguna vez en su vida para
sobrevivir que multiplicar 23/12 por 14/9? Para lo único que uno utiliza las
fracciones en la vida es para pedir carne: medio, 3/4. Ahora, si usted le
pide al mesero: tráigame una carne 5/8 el tipo se suicida porque no
entiende.
Entonces hay una irracionalidad tan grande, en un mundo en el que por el
otro lado está lleno de información, lleno de cosas atractivas, lleno de cosas
maravillosas, con niños y muchachos realmente inteligentes, valiosos, que
entran a Internet y tienen acceso a una enorme cantidad de información.
Que hoy pueden hacer lo que no podíamos hacer hace un mes, que es
entrar a las bibliotecas del planeta donde solamente entraban personas con
credenciales de historiadores para manipular los libros únicos en el planeta, 49
hoy ya están en la página de la UNESCO digitados.
Entonces yo puedo entrar ahí a los códices mayas que estaban encerrados
con llave, hoy yo puedo ver los archivos de Indias que están en Sevilla. Y
allá, ¿quién llegaba? Hoy yo digo Internet y baja eso. ¿Cuántos de ustedes
han invitado a esos muchachos a que miren eso, a que se fascinen con todo
lo que hay, a que miren todo lo que puedan ver a través de YouTube?
La información no es hoy el problema de la escuela, los que fuimos a la
escuela en los años cincuentas, sesentas, teníamos que ir a la escuela para
enterarnos que existían las jirafas, porque no había televisión. Porque la
única revista que circulaba a nivel universal era National Geographic y
circulaba en blanco y negro. Porque todavía no había llegado el transistor a
Colombia y porque los maestros que en Bogotá me hablaban del mar nunca
lo habían visto ni en fotos.
Entonces yo tenía que ir al colegio para saber que había tres reinos de la
naturaleza, para saber que había cinco continentes, para saber que existían
las focas. Hoy no, hoy los niños han visto eso y mucho más. Hoy lo que no
tienen es herramientas para administrar la información. Hoy lo que tienen
es exceso de información y carencia de mecanismos de procesamiento de
información. Entonces la escuela tiene que ser otra. La escuela tiene que
aprender a manejar el hipertexto, ¿qué es el hipertexto? Lo que un maestro
común y corriente mientras dicta clase, le sacan la piedra y le dice al
muchacho: no me haga esa pregunta, no se me vaya por las ramas. Pero si
el muchacho entra a Internet todo el tiempo va por las ramas. Cada que
pincha una palabrita azul salta a un vínculo con otra cosa, entonces hoy
tienen que aprender a leer en hipertexto.
Pero hoy existen cámaras de fotografía y de vídeo incorporadas hasta en los
celulares que tienen en todos los estratos socioeconómicos, y nosotros no
sabemos para qué sirven las cámaras, no les hemos explicado cómo
funciona la expresión corporal.
Cierro con este dato: Alfonso nos decía esta mañana, hay muchachos que
no manejan más allá de 120-200 palabras. Dicen los antropólogos que en
una lengua como el español, o el francés, o el alemán (lenguas
estructuradas de amplia población) una persona puede vivir toda su vida
bastante bien con un vocabulario de dos mil a dos mil quinientas palabras.
No será un intelectual, pero bien. Mejor que los de las doscientas.
Pero dicen estos antropólogos, va uno a cualquier comunidad humana, por
primitiva que sea y por precario que sea su dialecto y uno encuentra más
de 25 mil signos corporales que todos leen. Y nosotros no desarrollamos los
signos corporales. Y va ver uno en los colegios, por qué hay una pelea, por
qué hay una agresión y un muchacho dice: “porque fulano me miró
cortado”.
Y nosotros con cámaras de fotografía y no hemos hecho ejercicios de
escritura del rostro, un maestro que se ponga con una cámara digital y les
diga: vamos a hacer una colección de sonrisas. Una sonrisa despectiva, una
sarcástica, una irónica, una de alegría, una de felicidad. Una sonrisa triste,
una de conquista, una erótica, una sonrisa tierna. Hagamos la colección de
sonrisas del salón, y esos muchachos van a entender una telenovela, y van
a entender el acto de la actuación. 50
Y luego el gesto y la moda, y el adorno corporal, y el tatuaje y el piercing.
No, nada de eso pasa por la escuela. Y entonces, ¿qué mundo es el que
queremos que entiendan estos chicos? En un mundo en el que si se
quedaran ocho días viendo Discovery Channel, después habría que relevar
al profesor de ciencias.
Entonces miren, hay mucha cosa que hacer, es muy bonito hacerlo y yo
creo que los maestros cada día vamos a necesitar tener más oreja y menos
lengua.
Muchas gracias.

Preguntas.
¿Cómo motivar a los niños y adolescentes para que lean en el aula?
Pues yo no sé si el aula es para leer. Yo creo que el peor sitio que uno
puede tener para leer es el aula. Yo creo que el aula es para conversar,
porque la conversación es el ejercicio de confrontar miradas del
mundo. Y la conversación es la puerta de entrada a la lectura. Uno
puede conversar sobre lo que ha leído, por ejemplo, y provocar al otro de
que lea algo de lo que uno leyó porque le pareció maravilloso. ¿No les pasa
a ustedes? Que se topan por ahí con un libro de esos que casi que le
impiden a uno ir a trabajar. Y uno dice: “No, es que estoy con un libro que
es una maravilla”, y uno se vuelve el principal propagandista del libro.
El salón no es para leer, pero los maestros todavía en primero de primaria
ven a un par de niños conversando y les dicen: “¿y usted a qué creen que
vienen al colegio, a hacer visita?”, “¿ustedes creen que uno viene aquí es a
conversar?, ¡cállense y pongan cuidado!” Después se aterran porque en
quinto de primaria les va mal en las pruebas de lectura y de lenguaje, pues,
si no les dejan entrenar qué hacemos.
La conversación, me parece a mí, es una cosa que deberíamos aprender a
rescatar. Porque conversar implica empezar a expresar mi mundo, empezar
a desarrollar la capacidad de relato. Porque cuando uno conversa tiene que
aprender a contar historias, y primero tiene que entrenarse mucho en
contarlas para poder después entenderlas. Pero a uno ¿qué le pasa cuando
cuentan todos sus historias y no se escucha la mía, cuando la única historia
importante de verdad es la mía?
Miren, todo esto que ustedes ven en la prensa ahora, que ya
desafortunadamente se nos han vuelto palabras huecas: las víctimas. Todos
los días oímos de las víctimas, pero es que lo importante de las víctimas es
oír la versión, es oír lo que significa esa historia que nosotros tenemos solo
desde los victimarios. La víctima adquiere sentido humano cuando deja de
ser víctima para ser persona, para tener una historia propia.
Por ahí hay cuentos crueles, ahora, que a uno cuando ya está hablando
mucho le dicen: está hablando más que secuestrado recién liberado. Pero
es que, qué es lo que necesita esta gente, contar su historia. Uno no puede
decir: “ya te liberé, ahora cállate”. No, si es que todos necesitan contar su
historia.
Los niños necesitan contar su historia, por eso conversar es la base de 51
aprender. Porque es el momento en el que intercambiamos signos. Ahora,
un maestro puede generar conversaciones alrededor de temas, por
supuesto, y entonces avanza en historia o en geografía, o en biología,
suscitando la conversación. Y para conversar yo tengo que conseguir
información, entonces digamos, si converso eso me va llevando a
otros procesos que son los que me permiten aprender.
¿Es apropiado que un niño de 10-12 años lea un libro de literatura, o a qué
edad es apropiado iniciar con estas lecturas?
Siempre es apropiado leer todo lo que le caiga a uno a las manos siempre y
cuando no tenga uno una razón para leerlo. Entonces, probablemente yo a
los ocho años no me voy a leer “La guerra y la paz”, probablemente a los
sesenta tampoco. A no ser que me levante una muchacha que me echa
piropos, que me diga que las siestas conmigo son ricas, y que es fanática de
“La Guerra y la paz”, entonces yo me la leo mañana porque tengo una
motivación para leer “La Guerra y la paz”.
Hay niños que desde muy pequeños se meten en unas lecturas que a uno
realmente lo sorprenden. Y es más, aprenden a leer para poder leer algo
que tienen en mente. Y a mí me parece maravilloso, lo que no me parece
maravilloso es obligar a un niño a leerse un libro que no le interesa
absolutamente para nada, que le cuesta mucho trabajo leer, que no ha
descifrado porque entonces estoy vacunándolo contra eso.
Tampoco estoy de acuerdo en uniformar los gustos: ¿qué hace uno
haciéndoles leer a todas las niñas de Colombia a los 15 años “La María”? Y
además uno no se las hace leer para que se rían, se la tienen que tomar en
serio y todo.
Entonces es una niña tonta, que se queda esperando tres o cuatro, o cinco
años a un tipo que nunca aparece, y que además nunca le habló. Y que
cuando vuelve a aparecer ella está tuberculosa y tampoco le habla, que
nunca se dieron un beso, cuando hoy a los 14 años ya no saben qué hacer
con la virginidad. Entonces, no, es que es la situación real: ¿cómo leer “La
María”? No es que yo diga que no se lea, pero ¿serán las mismas claves de
lectura que había en 1950?
Yo recuerdo mi esposa leyendo con mi hija menor “La María”, cuando mi
hija tenía 15 años. Mi esposa volvía a llorar lo mismo que había llorado
cuando ella tenía 15 años y mi hija le decía: “Mami, pero esta vieja era una
tarada”. Entonces, la literatura tiene contextos. Yo sé que aquí debe haber
mucha gente que adora, ama con una ternura que va al infinito a Cortázar,
y a “Rayuela” de Cortázar. Y yo realmente me leí la “Rayuela” de Cortázar
tarde y me pareció el libro más tonto del planeta.
Es decir, tonto no en el sentido que sea mala literatura. No tengo ese
atrevimiento, pero es que es la vida de unos hippies desarrapados en París
que me parece la cosa más espantosa del planeta. Porque es algo que se
vivió en los años sesenta, que es algo que evidentemente lo vivieron
muchos latinoamericanos, que es el típico sudaca que a uno no le gusta y
que hoy es una cosa fuera de contexto.
Entonces, no sé. Cuándo leer y cuándo leer qué es muy raro. Mire por
ejemplo el negocio contemporáneo más grande de literatura que ha habido 52
que es Harry Potter. Cada libraco de esos es muy grande, y había colas en
Bogotá que estaban buscando a Harry Potter en inglés, además, a la salida
de cada título.
Yo creo que a los niños les gusta leer, les gusta. Hoy leen más, de hecho la
última encuesta de consumo cultural muestra que lo que arregla un poquitín
la situación en Colombia es el mayor nivel de lectura en niños y
adolescentes porque los viejos seguimos siendo brutos hasta la muerte.
¿Qué sugiere usted a un docente para hacer entonces el periódico escolar si
la exigencia es escribir sobre el colegio?
No, tomen con beneficio de inventario lo que les dije. Ni faltaba más, no me
tomen del todo en serio. Pero si quieren una sugerencia interesante
busquen dos o tres colegios más y hagan un periódico que de alguna
manera tenga una trascendencia más allá del patio escolar, uno podría
desarrollar esta idea, pero ustedes podrían desarrollarla solos, no necesitan
que yo les ayude.
Pero es que la vida interna de un colegio es como la vida interna de una
familia, y papá, mamá y los tres hijos no hacen un periódico para
informarse de lo que pasa en la casa. Ya si se reúnen veinte familias de una
familia extensa a lo mejor terminan haciendo un boletín por Internet para
ponerse de acuerdo, porque además hay un primo que vive en Alemania y
el otro en Chile, y el otro está en Australia y entonces pues se informan, se
ponen al tanto. Se ofrecen servicios.
Pero, lo que yo quiero decir es que el mundo interno de un colegio tiende a
ser un mundo muy chiquito y a mí me parece que los colegios tienen una
tendencia muy grande a ser adoradores de su propio ombligo. No se meten
con nadie, y la ciudadanía implica abrirse, implica generar vínculos con
otras instituciones, contrastarse, compararse. Si los colegios pudieran
unirse entre varios colegios de un sector de la ciudad, si pudieran tener un
buen periódico, además fuerte, que puedan financiar, que pueda vender
publicidad, que pueda ir teniendo las características de un buen periódico:
independencia, criterio, autonomía, que los muchachos se sientan
periodistas, que hagan investigación, que adquieran responsabilidad social.
Eso es lo más formativo que puede tener un periódico, claro si un colegio
quiere seguir teniendo su periódico porque es tradicional y porque lo
inventó la hermana Sor María en 1926 y el periódico ha venido y en él han
surgido escritoras muy importantes, una señora publicó un libro de poemas
y mi tía también escribió ahí pues bueno, manténganlo.
Lo que pasa es que, miren: cuando yo estudié filosofía me hicieron leer un
libro de paleontología que nunca entendí. Pero los libros que uno no
entiende tienen la ventaja de que uno trata de guardar aunque sea una
frase para no desperdiciar todo el tiempo, y este lo escribió alguien que se
llamaba Sir Gaylord Simpson y decía: “Con mucha frecuencia nos preguntan
a los paleontólogos por qué se extinguieron los dinosaurios, y no sabemos.
No hay una respuesta definitiva sobre la extinción de los dinosaurios. Lo
único que sabemos, y es cierto, es que el mundo cambió y los dinosaurios
no cambiaron”.
Y la escuela es un gran dinosaurio, si no la cambiamos y el mundo sí 53
cambió, y los niños cambiaron, y la realidad cambió, y los medios de
comunicación cambiaron, entonces nosotros seguiremos viviendo en las
tripas del dinosaurio. Y los niños nos miran con una cierta ingenuidad y
dicen: “Dejémoslos inocentes, estos maestros se ven contentos, pobres”.
Pero el reto, el desafío es increíble. Muchos de ustedes lo saben, porque
estoy seguro que muchos de ustedes hacen cosas muy chéveres con sus
estudiantes, y estoy seguro de que quienes las hacen se dan cuenta que
tienen estudiantes maravillosos, esos muchachos de ahora son geniales.
Son chinos que tienen muchos más valores de los que teníamos nosotros,
así haya abuelitas que digan que se perdieron los valores, que antes los
hombres les cascaban a las mujeres. No, hoy hay más valores, hoy los
muchachos son mucho más exigentes desde el punto de vista ético, pero no
tienen espacio para expresarse.
John Holt, un gran educador norteamericano decía que no puede existir la
libertad de expresión mientras no existan medios de expresión. Para qué
me sirve a mí ser libre de expresarme si en ninguna parte me publican lo
que yo digo porque no existe espacio. Vaya usted negocie, y eso lo sabe
Ana Mercedes, vaya un periodista del periódico El Colombiano todos los días
tiene que estar negociando cinco renglones porque el espacio es limitado.
Entonces tienen que haber más periódicos, así sea por Internet, así sean
como sean. Y por eso crear medios es crear libertad.
Cuando comencé a ser maestra leí casi todas las revistas de “La alegría de
enseñar”, quisiera saber ¿qué pasó con ellas?
La pasó lo de los dinosaurios, que no sabemos exactamente por qué se
extinguieron. Lo que sí sabemos es que el Ministerio cambió. La razón es
esta: “La alegría de enseñar” fue un proyecto muy lindo que surgió de la
iniciativa de un par de profesores universitarios, después lo tomó la FES
cuando yo estaba allí, y se hizo un convenio con el Ministerio de Educación
de tal manera que el Ministerio financiaba las revistas que le llegaban a los
maestros y era el órgano de comunicación pedagógica del magisterio. Lo
elaborábamos por fuera, luego hubo un cambio en el magisterio y les
pareció que esa vaina era muy cara y que era mejor sacar “Al tablero”,
entonces cambiaron “La alegría de enseñar” por “Al tablero” que es un
periódico institucional, no una revista pedagógica. Eso le pasó y no tenía la
capacidad de sobrevivir sola, y entonces en ese sentido era lo de los
dinosaurios: el mundo cambió y la revista no cambió, no había conseguido
publicidad, no había conseguido todo el circuito comercial para sobrevivir.
Pero hoy hay otras cosas está la revista de la editorial magisterio, que está
sacando también cosas muy buenas.
¿Se motiva a leer o se enseña a leer?
Yo creo que se motiva en general a aprender. La lectura es uno de
los caminos para aprender, aparte de ser todo un mundo en sí misma de
recreación, de satisfacción de la curiosidad, de llenar de información en sí.
Evidentemente se necesita una motivación para leer, si ustedes miran a los
chicos jóvenes que les gusta la música rock y les ponen el tema de
conversación ustedes se quedarán mudos porque lo saben todo sobre el
rock. ¿De dónde lo sacaron?, de YouTube, de una página de Internet, de
leer la biografía o la página de Shakira, de mirar qué pasó en los premios 54
Grammy. Saben todo, y además leen “Elenco” y “Tv y Novelas”; de leer,
leen. Pero naturalmente para llegar a otras lecturas que les aporten más se
necesita generar motivación y para generar esa motivación yo insisto en
que es muy importante generar la posibilidad de conversar.
Los muchachos son capaces de conversar de cosas muy complicadas. Miren,
aquí hay unas personas que estuvieron en un taller que hice el año pasado
al que asistieron un poco de niños de primaria, de secundaria. Estuvimos
siete horas hablando de un tema tan supremamente entretenido como la
evaluación del aprendizaje. Y unos muchachos no se querían ir, y estaban
felices porque los que conversaban eran ellos, y ellos descubrieron que
sabían. Y apenas uno les hace notar que ellos saben de eso ya no se
quieren ir. Cualquier tema les sirve.
Alguien decía algún día una cosa muy linda, un amigo mío italiano, un
maestro decía: “lo que a mí me gusta de la escuela es que es el
único lugar en el que todavía cabe lo inútil”. Todavía en la escuela
cabe lo inútil, todavía uno puede dedicarle tres meses a discutir o a
pensar en Ifigenia en Weiler, que es lo más inútil que uno pueda
imaginar. A nadie le importa quién es Ifigenia, salvo que tenga una tía que
se llama así. Y que está en Weiler no me importa, no es problema mío. Pero
si yo soy capaz de decirle a los niños “representemos la obra” y una niña se
vuelve Ifigenia podrá leer toda su vida sobre Ifigenia, y descubrir toda la
cultura griega a través de Ifigenia. Eso ya no se lo permitirá cuando esté
estudiando Ingeniería mecánica en la Universidad porque estará muy
concentrada en tener éxito.
En la escuela lo importante es no tener éxito, es tener satisfacción y
vida y eso es lo que genera motivación. Y entonces son importantes los
cucarrones, las lagartijas, Ifigenia, una carrera de latas, hacer una
investigación sobre cuántas clases de dragones hay en China, todo eso se
puede indagar en la escuela, porque todo cabe en el universo de la fantasía,
en el universo de la curiosidad inmensa de los niños. Y eso les permite ir
constituyendo sus ganas de leer.
Cuando ya hayan constituido sus ganas de leer, leerán. El problema será
sacarlos de la pieza, y como decía alguien esta mañana, trastear los libros.
Muchas gracias.
Panel: Elementos de participación de los medios de información
para la formación de lectores activos: fundamentos de tips, blogs y
otras opciones interactivas

Francisco Alberto Jaramillo Giraldo:


Buenas tardes, vamos hoy a estar participando en un tema que es
realmente de mucho interés por la vigencia que tiene, y que realmente
impacta de manera muy significativa la forma como hoy concebimos el
manejo de la información, une dos criterios importantes para las personas
que están aquí presentes, y es la posibilidad de unir información y
educación a partir de las nuevas Tecnologías de la Información y de la
Telecomunicación. 55

Este tema tiene un impacto muy grande porque solamente podemos evaluar
el alcance de las nuevas tecnologías en la medida de su aplicación social. Es
decir, en lo que ellas comportan como posibilidades de interacción con los
medios de comunicación. Y es un tema muy vigente porque guarda esa
característica que suelen tener los ríos, que son presente en el momento
que pasan y siguen pasando, y son futuro en la medida que siempre es el
mismo río el que pasa delante de nuestros ojos.
Con las técnicas modernas que hay en la información, unidas a las
telecomunicaciones, tenemos hoy una avalancha grande de posibilidades,
soportes, canales y formas para almacenar y transmitir la información.
Como decía Jesús Martín Barbero: este avance que hemos logrado al nivel
de la comunicación humana solo es entendible en la aplicación social que se
haga de él. Es decir, para saber lo que está ocurriendo en los medios de
comunicación masiva, hoy en día, no hay que mirar al interior de los
medios, hay que mirar lo que está haciendo afuera la sociedad y cómo está
aprovechando esos medios.
La invitación que queremos hacer con la participación de estos panelistas,
es convocar a una forma más activa de participar en la elaboración de
contenidos en los medios de comunicación porque las nuevas tecnologías
permiten, no tener ya a lectores ni televidentes, sino un personaje muy
activo que está participando directamente como emisor de esos mensajes:
es la sociedad toda que se comunica entre sí. A partir del momento en que
un computador se enlazó con otro a través de la telecomunicación se creó
un nuevo canal de comunicación, dio base a Internet, y a través de Internet
se crearon formas muy complejas, cada vez más avanzadas para esa
interacción.
Con Adriana Vega vamos a descubrir en qué momento, de qué forma se
hizo presente en la sociedad este concepto de interacción social, este
concepto de participación de cada uno de nosotros como receptores de
mensajes convertido a emisores de mensajes.
Adriana, adelante por favor.
La innovación tecnológica: el reto del nuevo usuario
Adriana María Vega Velásquez.
Buenas tardes,
Solo tengo 15 minutos, de pronto preparé mucho material pero no puedo
dejar a mis compañeras sin el tiempo entonces voy a acelerar bastante.
Les voy a entregar a los organizadores del certamen un texto sobre el tema
que voy a exponer, además de la exposición que ustedes ven proyectada.
En el texto incluso va bibliografía para los que estén interesados en ampliar
esta información.
Vamos a empezar mirando desde el punto de vista de Manuel Castells y de
Javier Echeverría el tema de lo que ellos denominaron el primer entorno, 56
que es el campo y lo que llama Manuel Castells la sociedad agrícola. El
segundo entorno la ciudad y la sociedad industrial y cómo los espacios de
interacción cambiaron cuando empieza el tercer entorno que es la sociedad
en red, y la sociedad de la información.
Nos vamos a centrar en lo que ha sido la evolución de la interacción y de la
participación en esa sociedad en red, en esa sociedad de la información.
Empecemos analizando lo que ha sido la cultura participativa con el
surgimiento de la tecnología, con el nacimiento y desarrollo de Internet que
nos trae un trabajo colaborativo que nos sirve de ejemplo de lo que ha sido
todo esto:
Partamos del hecho que en 1959 nace el primer computador, pero no
estuvo ligado a la comunicación, no existía un concepto de trabajo en red
en computador sino que era un aparato totalmente relacionado con el
cálculo, todo esto venía de la evolución de la posguerra después de la
Segunda guerra mundial y la necesidad de descifrar mensajes. Entonces la
computación nace de necesidades muy distintas de las que hoy sentimos
que llegó a llenar, que son las comunicaciones en red.
Se vivía un ambiente en el mundo de guerra fría, en la que en Estados
Unidos había una gran preocupación de qué iba a ocurrir si se rompían las
comunicaciones normales, si no había una comunicación alternativa. Es así
como el Departamento de Defensa de Estados Unidos decide invertir una
gran cantidad de dinero en investigación para crear esa forma alternativa
de comunicación, pero el gran error en el que ha incurrido mucha gente es
creer que esa investigación la hicieron los militares. Ese dinero fue
entregado a múltiples centros de investigación de universidades en Estados
Unidos, a investigadores, a académicos, estudiantes de posgrado, y a cada
uno se le asignaron unas tareas concretas en un trabajo que así fuera hecho
por teléfono en ese momento, porque no existía la posibilidad de
comunicación en red, empezó a dar un ejemplo de lo que iba a ser en el
futuro el trabajo colaborativo y la construcción de una inteligencia colectiva.
Porque de ese trabajo en grupo de personas que ni se conocían y que
estaban repartidos por todos los EEUU surgió más adelante lo que hoy es
Internet. Existía en ese momento la Agencia de proyectos de investigación
avanzada, que se llamaba ARPA, entonces ésta fue la encargada de
coordinar ese trabajo en equipo, ese trabajo participativo entre científicos.
Ese tipo de inversión, uno dirá: “pero qué raro, unos militares haciendo ese
tipo de inversiones tan extrañas en investigación de formas de
comunicación”, en ese momento no era extraño: en 1965 el 23% del
presupuesto de ciencia y tecnología provenía del Departamento de defensa
de Estados Unidos, o sea que estaba dentro de lo normal en ese país.
No se creó una empresa ni una institución sino que se entregó el dinero a
los centros de investigación y desde allí se articuló el trabajo de mucha
gente. Así fue como nació ARPANET, que fue la primera red en 1967,
producto del trabajo colaborativo y participativo de los científicos.
Existen muchos nombres ligados a este proceso, entonces uno no podría
decir: “Es que el que inventó la primera red fue...” Hay una gran cantidad
de nombres alrededor de ese tema, había rivalidades, problemas, 57
coincidencias, peleas, todo lo que ustedes quieran. Y finalmente se crearon
cuatro nodos de comunicación en red en distintas ciudades de EEUU, hasta
que en 1971 se realizó la primera conexión entre dos computadores entre
Estados Unidos y Francia.
Empezaron a comunicarse ya científicos de distintos países a través de esas
redes, este esfuerzo colectivo, ahí hubo un paso muy importante en toda
esta historia, se amplió porque algunas universidades europeas ya estaban
trabajando también en el tema y algunas empresas privadas empezaron a
hacerlo también.
Ahora vamos a empezar a ver un poco como coincide con la historia de los
computadores, porque lo de la historia de cómo surge Internet coincide con
la historia del computador personal.
Tenemos que la empresa que manejaba en ese momento toda la producción
de lo que llamamos computadores hoy en día, que en esa época y en su
origen eran más máquinas registradoras, las primeras calculadoras y otro
tipo de aparatos de registro del personal cuando se ingresaba a la fábrica a
trabajar entre otros, lo manejaba IBM y esa fue la marca de la primera gran
computadora que ocupaba un salón enorme, que no tenía pantalla, no tenía
mouse, no tenía absolutamente nada, era simplemente un aparato que
procesaba información, hacía cálculos.
En ese contexto social surgen unos jóvenes, muy jóvenes porque son
muchachos entre 20 y 24 años, con unas ideas de rebeldía de lo que estaba
ocurriendo, empiezan a oponerse a que este tipo de inventos se quede en
manos de IBM o en manos del Departamento de defensa, o en manos de los
académicos de las universidades y de los científicos. Y surge la idea de
democratizar, era la época de finales de la década del 60 de ideas de
libertad, de antipoder, de guerra de Vietnam, paz y amor y entonces había
que democratizar los nuevos inventos.
Entonces es así como surgen muchísimos jóvenes, entre ellos está Bill
Gates, Steve Jobs y les voy a contar una pequeña anécdota que hay
alrededor de Steve Jobs en este sentido. Había una feria de tecnología en
San Francisco, y este hombre que en ese momento tenía 20 años les
propone a unos amigos que creen una especie de computador que es una
caja, sin pantalla y sin nada más. Simplemente una caja que simula ser un
computador, ellos la ponen Altair, porque ese era el planeta de la serie de
moda que era “Viaje a las estrellas”.
Entonces se llevan la caja, le empiezan a vender el cuento en la feria a la
gente, diciéndoles que este tipo de caja en el futuro va a ser el computador
personal, que así como esa máquina que en ese momento tenía la IBM, y de
la cual se hacía muchísimo ruido en el mundo en ese momento, iban a
ingresar a sus casas, iban a impactar el juego, la educación. Iban a poder
hacer cantidades de cosas en su vida cotidiana con esa caja y cómo es que
este hombre y su equipo de amigos a partir de echar el cuento logró crear
un club de donantes para que ellos empezaran a desarrollar lo que fue el
primer computador personal.
Empezó todo como un juego entre ellos y terminó convirtiéndose en lo que
hoy es Apple, que Steve Jobs es el fundador de la empresa Apple
Macintosh.
58
En ese momento los creadores de la tecnología eran los mismos que la
usaban. No existía la posibilidad que el que no fuera creador de la
tecnología usara un computador de algún tipo. O sea, yo soy investigador
de una universidad, estoy creando algo que va a aportar a toda esta cadena
de trabajo participativo de distintos científicos pero yo soy el usuario. No
había esa posibilidad que el usuario fuera esa persona ajena a lo que se
estaba haciendo.
A partir del trabajo de Steve Jobs y de sus amigos, y de otro grupo de
personas que se asentaron en lo que conocemos hoy en día como Silicon
Valley en California, que es el emporio de tecnología más importante del
mundo, estaban sembrando la semilla de lo que sería la figura del usuario
como constructor participativo de tecnología, y no como un usuario pasivo.
¿Por qué todo esto? Porque estaba surgiendo también el concepto del
software libre, de que la tecnología debía ser para los usuarios, debía ser
evolucionada por los usuarios, y no debería haber dueños de esa tecnología.
O sea, la tecnología la deben crear, continuar, evolucionar, cambiar, los
mismos usuarios a partir de su participación y no quedar en manos de unas
personas que se supone que son las que saben y las que tienen el
conocimiento.
Esto tiene una cantidad de valores implícitos que tienen que ver con la
descentralización del conocimiento, la informalidad, la flexibilidad en la
participación. Esos no pueden ser procesos formales, acartonados, el que
sabe es el que dice que se hace y el que no sabe es un ser pasivo que
simplemente repite pasos, si no que tiene un concepto revolucionario de
que toda la gente está en capacidad de producir tecnología.
Entramos entonces a lo que significó el verbo cacharrear, que según el
diccionario de la Real Academia, una de las acepciones es: “intentar arreglar
algún aparato o máquina sin ser profesional”. Ese verbo cacharrear tuvo
muchísima importancia porque la mayoría de los avances en Internet se
atribuyen al trabajo colaborativo de muchas personas desde distintos
lugares, incluso personas que no son ingenieros y que no tienen grandes
conocimientos.
Hace poco veía por televisión una historia de un muchacho de aquí de
Medellín, de un estrato mediano o más bien bajo, con una mamá cabeza de
familia, trabajadora, que le compra siendo muy joven el muchacho el
primer computador y él en lugar de ponerse como la mayoría de los
jóvenes, a usar el Word o a entrar a conocer amigos a Internet, él se puso a
cacharrear el computador y aprendió solo a programar, aprendió a hacer
software solo, hoy ese muchacho tiene alrededor de 23-24 años y ya tiene
su propia empresa de software educativo, ofrece pantallas colaborativas
para usar en el aula, es una historia bastante especial y bastante cercana a
nosotros.
Así, con este tipo de personas que trabajaron de manera aislada surgieron
el mouse, la pantalla, el cursor, las ventanas que las creó la empresa
Microsoft, y nacieron los buscadores, cosas que hoy nos parecen grandes
empresas, grandes emporios, nacieron de la iniciativa de una persona que
se puso a cacharrear, se puso a innovar, se puso a crear cosas raras y así
nació Google, así nació Yahoo!, así nació Napster.
59
Algunos de ustedes de pronto no recuerden qué fue Napster, después de
que alguien crea el mp3, estamos hablando de una historia no muy vieja
porque estos son principios - mediados de la década de los 90, cuando se
crea el formato mp3 para grabar música, a un muchacho en la Universidad
de Harvard se le ocurre que podrían ponerse en Internet esos archivos de
mp3. Y él crea Napster, que desapareció por demandas legales de las
empresas discográficas, porque qué crearon en Napster, una gran red de
amigos que se fue creciendo y se volvió mundial en la que ponían su música
en formato mp3 y sus amigos y la otra gente la podían tomar y la podían
compartir. Obviamente desaparece Napster y aparecen otras, y aparece
simplemente iTunes donde uno puede comprar. O sea, el que se apropió de
eso fue otro empresario que dijo: “si es ilegal aprovechémonos de la idea
pero volvámoslo legal”.
Pero todo eso surgió de la idea de alguien a quien se le ocurrió ponerse a
jugar, a cacharrear por su propia cuenta y a aportarle a la humanidad una
nueva creación. Así nació Blogger, MySpace, Facebook, nacieron todas las
redes sociales. Todos esos avances que conocemos hoy en día aparecen por
la participación de alguien que lo crea, que experimenta sobre lo ya creado
y aparecen nuevas aportaciones.
Desde que nacieron los computadores se habló de medios interactivos. El
solo hecho de poder navegar en un hipertexto ya se considera
interactividad, porque podemos saltar de un lugar a otro, porque podemos
escoger nuestra propia ruta, porque usamos un mouse para mover el cursor
en la pantalla e ingresar por donde nosotros queramos.
Ese es un concepto muy elemental de lo que es la interactividad, luego
vinieron otras formas de interactividad muy simple que fueron hacer un
comentario a una historia, escribirle un correo electrónico a un periodista o
a un editor.
Surgieron luego las posibilidades de la red 2.0, que son posibilidades de
trabajo colaborativo, de trabajo grupal a partir de herramientas que están
gratuitas y son de libre acceso en Internet y que son aportadas
precisamente por el trabajo participativo de los usuarios.
Pero el usuario es cada vez más activo, no solamente es emisor de
mensajes, sino que hoy en día está haciendo aportes a la evolución de la
tecnología y a la innovación.
Vamos a ver aquí algunos casos: por ejemplo los “living labs”, en Barcelona
por ejemplo hay un caso bastante interesante de construcción colaborativa
para hacer software, a partir de las necesidades de los usuarios. Son
laboratorios que reúnen vecinos de barrio, personas absolutamente
desconocedoras de la tecnología y a partir de sus necesidades cotidianas
entran en un experimento de crear el software necesario, en el que ellos
participan en esa misma creación; es la ruptura de la ingeniería de
sistemas, de la electrónica para entregársela a la participación de la gente.
Las redes sociales como Facebook, como Sonico, están invitando a los
usuarios a subir aplicaciones, a crear sus propias aplicaciones, subirlas a sus
sitios y compartirlas con la gente. O sea, es un impulso grandísimo a la
innovación tecnológica.
60
La Fundación Knight, que es una fundación en EEUU que impulsa el trabajo
del periodismo, la ética en el periodismo y dicta unos cursos bastante
interesantes, tiene un premio desde el 2007 de cinco millones de dólares
que se reparte en aproximadamente cinco finalistas, para innovación no
solo de contenidos sino de innovación tecnológica.
Yo quiero compartir con ustedes este párrafo de la publicidad que hacen
ellos: “¿Tienes una gran idea para inspirar e informar a tu comunidad
utilizando medios de comunicación electrónica y tecnología digital?
¿Programación por celular? ¿Software para recolectar noticias o
información? Cualquiera puede calificar, con el slogan ‘Tú lo inventas,
nosotros lo financiamos’ se abre el concurso a nivel mundial para todas las
personas innovadoras que tengan ganas de mejorar la calidad de las
noticias y la facilidad con la cual tu comunidad las recibe. Es un concurso en
el que pueden participar desde estudiantes hasta programadores de
software y periodistas”. ¿Interesante o no?
Pero no nos vamos tan lejos, la Cámara Colombiana de Informática y
Telecomunicaciones tiene los premios Colombia en línea, tiene una
modalidad que es el premio al desarrollo móvil celular, los celulares hoy en
día están siendo creados para que todos nosotros modifiquemos
aplicaciones, creemos aplicaciones, las instalemos y hagamos avances
tecnológicos a partir de nuestra posición de usuarios.
Los labs en los medios informativos, el concepto existe, los medios como
laboratorios. ¿Qué quiere decir esto? Es poner a la disposición de la gente
herramientas como plataformas colaborativas, la posibilidad de crear blogs,
de tener comunicación a través de Twitter y de ingresar a las redes sociales
a través de los medios de información.
El reto que yo les quiero plantear es bastante grande. La verdad es que
tenemos que llegar a formar nosotros como docentes, como maestros, a
formar a los estudiantes y a la gente ya no para que sean usuarios que
simplemente leen información, se limitan a tomar una foto o enviarla, o a
generar alguna información sino que el mundo está evolucionando es hacia
la innovación de la tecnología y tenemos que pensar en ese sentido cómo
estamos trabajando y cómo lo estamos haciendo porque realmente los retos
ya son muy distintos a lo que nos imaginamos. Gracias.
Francisco Alberto Jaramillo Giraldo:
En este repaso que nos ha hecho Adriana descubrimos dos aspectos que
son muy importantes, y es la innovación y la creatividad ligadas a las
nuevas posibilidades que nos brindan la informática y las
telecomunicaciones.
Hay una cosa fundamental, y para recalcar: Hoy en día es tal la capacidad
de desarrollar nuevas tecnologías a partir de estos conceptos que la
sociedad se siente prácticamente avasallada. Incluso se pronostica
desaparición de instituciones o de profesiones, y puede que incluso la
transformación de algunas de ellas que no desaparezcan.
Por ejemplo se habla de la desaparición, sino de los periodistas, sí de los
periódicos. Sino de los profesores sí de las aulas escolares, el reto que hoy
en día existe es cómo logramos poner al servicio de las comunidades, como 61
profesionales, estas tecnologías. Qué tanta cultura hemos logrado
desarrollar. Tenemos incluso una ley en Colombia en torno a la tecnología,
una ley sobre las TIC, sobre las telecomunicaciones y la información: ¿qué
tanto hemos logrado avanzar en crear nuevos usuarios de estas
tecnologías?
Se habla de un nuevo analfabetismo, ¿qué tanto hemos avanzado como
educadores o como periodistas para alfabetizar a las personas en esta
tecnología? De esto nos va a hablar Beatriz Marín.

Formar ciudadanos participativos por medio de las TIC


Beatriz Elena Marín Ochoa.
Buenas tardes,
La mayoría de la gente antes de enfrentar los cambios siempre dice: “esto
es muy complicado, es innecesario, es inútil es muy costoso”, y tal vez por
eso a veces nos cuesta tanto acceder a esto que denominamos TICS
(Tecnologías de la Información y la Comunicación), pero sin darnos cuenta
eso se nos fue entrometiendo hasta en la casa. Ya no solamente usamos el
computador en la oficina sino también en el colegio, y algunos ya tienen en
su casa y además cargan una PDA o un computador portátil que todo el
tiempo se les hace más necesario que muchas otras cosas. Esto para
solucionar muchas cosas desde la cotidianidad.
Pero bueno, la pregunta aquí es ¿qué se requiere para que la gente aprenda
a manejar estas cosas?
La realidad es que en esto hay que mirar varios términos, vamos a partir
del término alfabetización que es como lo que piensa la mayoría de la
gente, pero resulta que alfabetizar en TICS no significa solamente enseñarle
a la gente a manejar instrumentos, y por eso es que el término se nos
queda corto porque aquí es necesario aprender a pensar, a crear, a
desarrollar, a participar, a hacer equipo, a construir comunidad, a pensar en
colectivo. Que son otro tipo de habilidades que se van adquiriendo desde la
formación, incluso, de la escuela.
Entonces, hace dos años se realizó el Congreso Online de la Cibersociedad y
allí se dijo que no se pretendía, cuando hablábamos de alfabetización
digital, formar exclusivamente hacia el correcto uso de las distintas
tecnologías sino que nos referíamos a la posibilidad de interpretar la
información, valorarla y ser capaces de crear nuestros propios mensajes.
Esto sumado a que hoy en día tenemos una gran biblioteca de información
que es Internet donde hay de todo. Como decía el profesor Cajiao, hay
mucha basura, pero también hay cosas muy útiles que de pronto no las
sabemos encontrar o no las sabemos descubrir.
Hay otros autores que dicen que la alfabetización digital también tiene que
ser la posibilidad de capacitar para trabajar mejor ese nuevo entorno que
nos hace responsables dentro de la red y que nos ayuda de alguna manera
a contribuir a que se democratice el ciberespacio: si nosotros no
participamos y nos seguimos tragando todo tal como nos lo dan no vamos a
permitir que se democratice ese espacio tan importante que es la red. 62
Pero hay otros que se arriesgan un poco más y dicen: no, hay que hablar de
multialfabetizaciones y nos complican la vida porque nos dicen que el
término tiene que incluir además otro tipo de medios, porque en Internet
tenemos multimedias donde hay audiovisuales, donde hay entornos
textuales, donde hay también ambientes de sonido separados del video,
además hay animaciones y está la tecnología.
Entonces nos dicen que multialfabetización es el término que ellos proponen
en virtud de que las TICS exigen formas multimediáticas de alfabetizar en
varios medios, entendidos como herramientas o recursos que se utilizan.
Pero yo vengo a proponerles una cosa un poco más revolucionaria. Y que ha
surgido en estudios de los últimos años de investigadores americanos y
franceses, y es lo que se denomina como la “Literacía” digital, este término
incluso no existe en el español, es más, creo que es un término francés que
se lo han apropiado algunos investigadores.
Y les traigo en particular la definición que da Francis Pisani, el reconocido
periodista, que nos lo recordaba en un seminario sobre la Web 2.0 el año
pasado en Barcelona donde él decía: “La literacía digital significa mucho
más que alfabetización, significa algo de cultura”, y aquí es donde está la
gran diferencia, “hay que adoptar un uso de la palabra ‘literacía’ desde
muchos sentidos: literacía digital, media literacy, computer literacy,
information literacy y todo ese tipo de cosas, y niveles que hay”. Pero que
tenemos que aprender que ‘literacía’ se refiere más a cómo nos estamos
moviendo en este mundo y a aprender a seguir mejorando nuestro
conocimiento a medida que las cosas van cambiando.
Este concepto tiene un contexto cultural y social, no es lo mismo yo
aprender TICS en África que aprender TICS en América Latina o Europa.
Incluso en esto hay empresas como por ejemplo Wikipedia que ya se está
planteando otra teoría también muy importante de hace muchos años de un
canadiense, el señor Fidler, que habla de mediamorfosis.
¿Y qué es mediamorfosis? Que igual que los medios evolucionan también
pueden involucionar. Ustedes ven Wikipedia por Internet, pero les cuento
que había un proyecto de Wikipedia el año pasado para llevar Wikipedia en
tomos de texto escrito al África y en cedés porque de pronto allá no tienen
posibilidad de acceder a la Wikipedia Online pero sí tienen la posibilidad de
que la tengan en otro formato más asequible, obviamente se
descontextualizará muy rápido pero es una manera que ellos entren en la
red.
Ahora, ¿qué propongo yo desde los medios por ejemplo? Y creo que hay
una herramienta muy importante, esto ha sido mi tema de estudio los
últimos tres años para mi tesis doctoral y es que hay una herramienta muy
importante que los medios están desarrollando ahora que es la infografía, y
particularmente la infografía digital porque este se ha convertido en una
herramienta didáctica y de brindar conocimiento a la ciudadanía y en
especial a niños y jóvenes.
Las poblaciones que tenemos hoy en día son muy visuales, los niños y
jóvenes que están llegando a las universidades son muy audiovisuales
porque han crecido en medio de pantallas: tienen el computador, tienen el 63
televisor, tienen el videojuego, hasta el teléfono móvil ya toma fotografías,
entonces miren que se han acercado de nuevo a la imagen.
Esa imagen de la que nos hablaba el profesor Cajiao, que se plasmaba en
las paredes de las cuevas, ahora está en todos estos dispositivos. Esta
nueva fórmula que es muy profesional y se hace desde los medios, busca
llegar “con una mayor facilidad al lector que está convertido cada vez más
en un veedor de páginas, en un mirador casi exclusivo de titulares”, estas
son palabras del profesor De Pablos que fue el primero que estudió este
tema. Y también afirma el profesor Valero: “Muchas son las justificaciones
para aplicar la infografía a la prensa diaria, pero las más interesantes e
importantes son las técnico-comunicativas. Es un fenómeno de reciente
aparición en la prensa, son productos que se utilizan como complementos o
síntesis de las informaciones escritas (...)”. Pero estos complementos hoy
están cambiando y están mostrando otro tipo de fortalezas.
Esta infografía, por ejemplo, ustedes la vieron en el periódico El Colombiano
(véase en
http://www.elcolombiano.com/infografias/acuarioexplora.asp?NM=Multimed
iavs) publicada. Algunos la pudieron haber visto en Internet, realmente es
una infografía sencilla, simple, que presentaba el acuario del Parque Explora
y que permitió que mucha gente se enterara por este medio de cómo iba a
funcionar el acuario, cuáles eran sus personajes o sus protagonistas, o sus
huéspedes.
Cómo estaba ubicado el mapa del acuario, conozco gente que con este
mapita se orientó para ir al acuario y poderse movilizar por donde más le
apetecía. Y mire que es una cosa muy sencilla, hay algo de texto, hay una
participación muy fuerte del periodista acá pero también está la
participación de un diseñador, de un experto, y miren cómo el equipo se va
ampliando y se va volviendo casi que un equipo de trabajo. Ya no es el
producto de un solo periodista, es el producto de todo un equipo de trabajo,
de un equipo de personas.
Una más actual, y los invito a que luego la miren, es la de la gripe porcina
del periódico El Mundo de España (véase en
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/graficos/abr/s4/index.html), el
periódico El mundo me parece a mí que es una excelente biblioteca en
infografías educativas que se pueden usar en cualquier lugar del mundo.
Esta es una infografía colectiva, en ella hay seis o siete infografías
individuales sobre el tema pero les voy a mostrar una en particular y es la
que tiene que ver con la propagación de la enfermedad en el mundo. Les
cuento que esto se ha ido actualizando todos los días y va mostrando, a
medida que han ido apareciendo los casos, se han ido sombreando las
partes donde se han ido reflejando y la cantidad de casos que hay. Los
muertos que se dice que existen, en fin. Como les digo, es una forma
también de actualizar información, se actualizó ayer a las 21:40, e incluso
ahí hay un documento muy interesante que trata sobre todas las pandemias
de la historia, es todo un documento no solo para la biología sino para la
historia de recorrer lo que ha sucedido con este tema durante toda la
historia de la humanidad a partir de fotografías.
Mirando ahora en el campo de la infografía interactiva, esta es una 64
propuesta excelente del 2006(véase en
http://www.elmundo.es/elmundo/2005/graficos/abr/s2/casa_25.html): en
España existe una tendencia -al contrario de nuestro país- que cuando los
estudiantes van a la Universidad tienden a irse de casa, a vivir solos. Y
había un momento muy difícil en cuanto al alojamiento de los universitarios
porque los apartamentos y habitaciones estaban muy caras, entonces
decidieron crear una ley desde el gobierno para hacer unos pisos, así les
dicen allá a los apartamentos, de 25 mts2. Miren la propuesta del periódico
El Mundo, ellos no se toman el trabajo de hacer la noticia que la Ministra o
que el gobierno tomó la decisión de hacer estos apartamentos sino que le
dicen: “bueno, usted señor ciudadano, si usted viviera en 25 mts2 qué
podría hacer”.
Y miren, esto realmente es la noticia pero está construido como un juego
para que el lector empiece a decir, “bueno, yo quiero un baño grande”,
entonces lo ubico. “Yo quiero colocar un sofá...” Y así van poniendo todos
los tipos de muebles que van a tener, la cocina, el baño, la habitación. Y el
asunto es que al final uno llega a la conclusión de que no le cabe, o que si
tiene que meter lo mínimo el espacio que va a tener para vivir es reducido.
Entonces miren que también es una manera de volver la información en
función del lector. De formar al lector para que utilice la tecnología y la
conozca a partir de una noticia.
Este es otro ejemplo y es del The New York Times, (Véase en:
http://www.nytimes.com/2007/04/10/business/2007_BUYRENT_GRAPHIC.h
tml?_r=1), y creo que tuvo un premio incluso en los premios Malofiej, que
son los premios de infografía, y esta es una gráfica estadística. Ustedes la
verán y dirán: “!Oh, qué horror!”, pero imagínense que a partir de estos
datos que ustedes ven lo que le están diciendo es si usted puede comprar
casa o si más bien le conviene seguir pagando un arriendo.
Y lo hace a partir de unos datos que usted le da, de cuánto se gana
mensualmente, de cuánto está dispuesto a pagar cada mes, qué tasa de
impuesto le ponen para la compra del apartamento. Y finalmente le produce
una gráfica que le va a decir usted en cuántos años va a terminar de pagar.
Y además le van diciendo en qué momento compra o en qué momento tiene
que comprar, porque su dinero no le da para adquirir la vivienda.
Pero también entonces nos podríamos preguntar: ¿y qué se está haciendo
desde los ciudadanos?, ¿qué se puede generar desde los espacios de la
ciudadanía? Y desde los espacios de la ciudadanía les traigo dos casos muy
especiales a partir de lo que ustedes conocen o han oído como la Web 2.0,
aunque estemos hablando de Web 2.0 les cuento que ya vamos en la 4.0,
aquí estamos un poquito atrasados pero la Web 2.0 todo lo que ha
generado es que la comunidad también sienta necesidad de participar y
estar ahí. Ya no solo el estudiante, el profesor, el investigador, el ciudadano
común y corriente.
Y miren que el ejemplo que les traigo es el caso de una comunidad de
Granollers que es una población de Cataluña, cerca a Barcelona, en la que
unas mamás, señoras de edad, crean un blog. Lo crean en su espacio de
reunión, tipo la reunión de las señoras de la tercera edad. Con un profesor,
obviamente con unas características muy particulares, un Doctor en
comunicación que tiene una particularidad por el trabajo comunitario y 65
partir del trabajo que realizan ellas van desarrollando esto.
Algunas de las señoras no saben ni leer ni escribir pero saben contar
historias. Lo que nos decía el profesor Cajiao en su exposición esta tarde.
Primero, eran reuniones de tomar café, sentarse a conversar y contar cómo
llegaron a Barcelona, la mayoría no son catalanas, son provenientes de
Andalucía. Emigraron en algún momento y de pronto también por todo el
contexto social, cultural y político que se vivía allá nunca aprendieron el
catalán; han sentido como una cierta discriminación pero ellas también se
han dado a la tarea de desarrollarse, de hacer familia, de generar otras
cosas y construyen unas historias de vida a partir de lo que es la
experiencia de cada una. (Para más información ver:
http://ecomunitat.blogspot.com/)

Esas experiencias se van a una obra de teatro, en este blog ustedes pueden
ver fotos y vídeos de la obra de teatro. Donde ellas en cada obra
improvisan, nunca el guión de un día es igual a otro. Siempre improvisan y
siempre cambian de escenarios, de ambientes, de diálogos incluso porque
ellas durante la puesta en escena es que recuerdan que les había pasado
algo más y lo ponen en escena. Pero además de eso está la obra, ahí la
pueden ver. Está toda la construcción de sus historias de vida, está un
espacio donde ellas enseñan recetas. Entonces ellas invitan a un joven que
está estudiando fotografía en el mismo Casal (Casa cultural), que vaya y
tome las fotografías de cómo construyen ellas una receta típica de su región
y la suben a la red.
Entonces miren que son un montón de apropiaciones que ellas hacen de la
red y además pues crean sus propios videos, sus propias obras de teatro,
sus escrito y las diferentes actividades que ellas van haciendo.
Pero pasemos a un ejemplo más local. Les cuento que aquí en La Guajira,
más específicamente en Uribia, tenemos este blog
(http://wepiaiensi.blogspot.com/), que lo realizan los chicos de la
Institución Educativa Normal Superior Indígena, ¿con qué fin crean ellos
este blog? Con el fin de recuperar toda la tradición de su comunidad y darla
a conocer, en una herramienta que no les cuesta, que solo les exige algunos
conocimientos y eso sí, un grupo de estudiantes muy pilos con un profesor
que está dispuesto con ellos a abrirse al mundo.
Si ustedes entran se van a dar cuenta que muchas de las secciones tienen
nombre, por ejemplo: guajiros, hay un contador bastante interesante de la
gente que ha entrado, esto realmente solo tiene un año. Ha tenido un cierto
apoyo del Ministerio porque ha divulgado la experiencia y hoy podemos
decir que es un espacio en el que los chicos se alfabetizaron, crearon un
espacio y lo utilizan en la red. Muchas gracias.

Francisco Alberto Jaramillo Giraldo:


Un aspecto para destacar, la frase “con Internet podemos hacer
prácticamente todo”, es decir, ya hemos visto el concepto de Adriana y la
evolución que tenemos a nivel de tecnología, las posibilidades que se
brindan y con Beatriz la posibilidad ya concreta de hacer algunas cosas en 66
Internet, pero las posibilidades son infinitas.
Hace poco le comentaba a Catalina cómo un solo aparatico como el iPhone
brinda 25 mil posibilidades diferentes para la vida cotidiana, de aplicaciones
distintas. Quizás cuando uno alcance a aplicar las 25 mil ya hayan
inventado otro aparatico mucho más novedoso, entonces la vida no nos
alcanzará para descubrir la cantidad de posibilidades que nos brinda esta
mezcla de informática y telecomunicaciones. Realmente es un nuevo
soporte, una nueva forma de almacenar, de procesar información, de
documentarla, de contextualizarla, de ampliarla, transmitirla, compartirla.
Son posibilidades inmensas las que nos abre este mundo de la tecnología, y
hay una posibilidad muy concreta, que seguramente ustedes ya tienen
mucho contacto, cercanía con ella y es el uso de los blogs, cómo de manera
individual o colectiva se crean blogs en Internet de manera independiente o
asociados a algún medio de comunicación. Lo importante es entender que
estamos hablando de nuevas formas de comunicación, de nuevos sistemas,
de nuevos canales.
El blog en sí es un nuevo canal de comunicación, porque puede ser
manejado independientemente. Donde un autor o grupo de personas, de
amas de casa como lo decía Beatriz, comparten sus experiencias con
personas completamente desconocidas en cualquier rincón del mundo.
Entonces, la importancia de estos blog y de la misión que cumplen nos va a
hablar Ángela Correa.

EC Blogger, una experiencia de interactividad en El Colombiano


Ángela María Correa Aramburo.
Buenas tardes, específicamente me voy a referir hoy a la zona EC Blogger,
El Colombiano Blogger que tenemos a raíz de un proceso de mejoramiento
de nuestra página web que se inició en el año 2007 y que para 2008
estuvimos preparando como cuando uno compra casa o se va a cambiar
que quiere tener algo nuevo, algo bonito, algo que sea más funcional.
Con el asunto de la participación ciudadana los medios tienen que tomar
posición y El Colombiano tomó posición inicialmente con el desarrollo de los
Blogs, pero antes de adentrarnos en eso les voy a compartir unas
definiciones de lo que es un blog.
Wikipedia nos dice que un blog, o en español bitácora, es un sitio web
periódicamente actualizado que recopila cronológicamente textos o artículos
de uno o varios autores. Apareciendo primero el que se publicó más
recientemente, y allí el autor conserva siempre el contenido que quiere
conservar. El nombre de bitácoras viene de los cuadernos de registro que
llevaban en los viajes los marinos.
Pero hay otra definición también muy sencilla, que la hace un pionero de los
blog, el señor se llama Dave Winer, es considerado el primer bloguero, él
inició un blog hace doce años, el primero de abril de 1997. Y él dice que un
blog “son una jerarquías de textos, imágenes, objetos y datos colocados
cronológicamente y que pueden verse en un explorador HTML, una página
web”.
67
Entonces ustedes van a decir: “es una página web como cualquier otra”,
pero no porque este tipo de páginas web democratizó de alguna manera el
acceso a la publicación de contenidos. Porque mientras en una página web
tradicional se necesita la participación de expertos en diseño y
programación, un blog es una herramienta muy sencilla que cualquiera
puede editar.
Una página institucional tiene una serie de contenidos que algunos rotan,
algunos se van actualizando, otros no. Pensemos en la información
institucional de la página de la Universidad Pontificia Bolivariana, hay
información noticiosa pero hay otra que es muy fija.
Un blog es una página web de actualización permanente, una página
tradicional requiere dinero para mantenerla, para pagarle al diseñador, para
pagar el hosting, para pagar que exista la página web. En cambio el blog no
necesita plata, necesita muchas ganas, porque hay muchas plataformas que
son gratuitas y a eso se suma una cantidad de herramientas de edición de
imágenes, de edición de video, de edición de sonido que también son
gratuitas, están ahí en la red a disposición de esos entusiastas que quieren
decir lo que piensan, lo que sienten y lo que saben.
En una página normal, los contenidos se estructuran en áreas visuales: hay
áreas más importantes donde la gente va a mirar más e incluso para la
parte de promoción, para vender publicidad la página se divide y la página
nos da áreas muy interesantes y otras que son más marginales; en cambio,
en un blog la plantilla es muy sencilla.
Casi todos tienen o dos o tres columnas, aquí no interesa la parte visual, no
interesa el diseño, aunque hay unas diferenciaciones que aportan, pero en
una página web normal sí interesa mucho el diseño. Y lo más importante es
la posibilidad que nos ofrecen los blog de interactuar con los lectores.
Una página web tradicional generalmente tiene un “contáctenos” usted
manda el correo y puede que le contesten pero usted no vio que otra
persona mandó otro correo refiriéndose a lo mismo o a otra cosa distinta.
En cambio en un blog uno tiene la posibilidad de participar con el autor del
blog, con los lectores, con los que también pusieron su comentario. Y hay
personas que aunque no participan están ahí mirando y conversan en
silencio con los otros que participan en el blog.
Los blog se crearon hace doce años, en principio los fueron utilizando
muchas personas, generalmente desarrolladores de software y se considera
a Dave Winer como el primero en utilizar un blog. Todavía su blog existe, se
llama scripting.com (véase en http://www.scripting.com/).
En este asunto de quién inventó las cosas, más cuando la tendencia de la
tecnología hace que muchas personas estén trabajando sobre los mismos
puntos, hay a veces ciertas diferencias y mucha gente se pelea: “no fue
este, fue aquel”. También hay una persona importante que contribuyó a los
blogs que se llama John Wagner, él fue el que primero planteó la utilización
de la palabra weblog, pero entonces llegó luego el dueño del sitio peterme y
dijo “We blog”, y se popularizó el uso de la palabra blog.
La gente vio que esto era muy sencillo, que era casi como mandar un correo 68
electrónico, es un editor de texto que le permite a la gente tener mucha
confianza en el momento de publicar, entonces, como facilita tanto el acto
de publicar lo importante es el contenido, lo que la gente tiene para decir.
Entonces, como lo importante es el contenido, la herramienta es gratis,
todo el mundo quiso tener un blog; y creció la blogosfera infinitamente,
tanto ha crecido que Technorati, un buscador de blogs, el año pasado el 20
de septiembre dijo que en el mundo había 133 millones de blog indexados
que los pueden encontrar, pero que solamente 7.5 millones de esos blog
estaban activos. Porque también el que crea un blog crea uno en limpio y
otro en borrador para poder cacharrear.
Y dentro de toda esa blogosfera entonces los medios comenzaron a decir:
“bueno, aquí está pasando algo”, mucha gente estaba generando opinión,
gente que no era periodista estaba metiéndose en asuntos que eran solo de
los medios entonces hay que entrar, aprender, mirar la tendencia y buscar
puntos medios que unan esa libertad de expresión que le permite al
ciudadano el blog y las audiencias cautivas que tienen los medios de
comunicación.
Entonces se fueron acercando, incluso muchas veces el blog es un trabajo
gratuito, muy esforzado, muy trabajado pero gratuito. Y fueron algunos
blogueros tan exitosos que importantes diarios del mundo les dijeron:
vengan, colguemos su blog acá en la plataforma mía y yo le pago algunas
cosas; entonces se volvieron como columnistas de los diarios. Y siguieron
creciendo, hay gente que no quiere y no vende su independencia, blogueros
que son muy visitados y que permanecen aparte de los sistemas de los
medios de comunicación.
Pero vamos a llegar a esa apuesta que hicimos en El Colombiano cuando
cambiamos de casa. Entonces, generamos una zona que la denominamos
EC Blogger, El Colombiano Blogger. La zona actualmente tiene 29
blogueros, 13 de esos blogueros son periodistas, y 16 son personas
comunes y corrientes.
Algunos de ellos eran fuentes permanentes de los periodistas, otras
personas son entusiastas que ya tenían blogs y que los conocimos en el
camino y que les hicimos esa invitación para que conformáramos como una
orquesta de nuevas posibilidades, temáticas y lenguajes.
Muchas veces los diarios por el espacio, por la capacidad instalada de
periodistas y de equipos y de tiempo, vamos marginando determinadas
temáticas que son importantes porque siempre pensamos en audiencias
grandes, pero con Internet ya las audiencias pueden ser nanoaudiencias. Es
el respeto por el otro, por lo que tiene que decir el otro y porque de pronto
a dos tres personas les gusta. Es como encontrarse en la esquina: hay
barras grandes que se reúnen en la esquina y hay dos o tres amigos que se
reúnen a jugar dominó pero que conversan.
Los blog también nos permiten eso, que temas tan importantes como el del
fútbol tengan un número muy alto de visitas y temas más duros, no porque
no sean buenos sino porque la gente no tiene tanto esos intereses. Por
ejemplo, si hubiera un blog de estampillas, no todo el mundo conoce de
estampillas ni a mucha gente le interesa hablar de estampillas. 69
Nosotros tenemos 29 blog en este momento, pero eso no quiere decir que
solo tengamos esos, hemos tenido cerca de 50 blogs, lo que pasa es que
también nos permiten hacer ejercicios, conversaciones con las audiencias,
con nuestros lectores sobre temas específicos.
Por ejemplo, a finales del año en el campeonato de fútbol el Medellín estaba
punteando, entonces era un momento muy especial para proponerle a los
amantes del DIM que vinieran a conversar con unos periodistas del área de
deportes del periódico, a conversar sobre esa ilusión que compartían de que
la estrella fuera para el Medellín.
Se acabó el campeonato, no tenemos en este momento un blog que diga
cómo van de mal los equipos en Antioquia, pero tenemos el blog pionero de
los blog en Colombia que es cápsulas de fútbol de Alfredo Carreño, que es
un periodista de El Colombiano y fue editor del área de deportes, y durante
muchos años mantuvo una columna: cápsulas deportivas en el periódico
impreso.
La reducción de espacios, otro rediseño que hubo en el periódico impreso,
hizo que la columna ya no fuera diaria. Entonces aprovechamos esa
oportunidad para invitarlo a que abriera su blog en la página web de El
Colombiano. Eso fue el 7 de agosto de 2001, este blog es pionero en los
medios de comunicación en Colombia, fue el primer blog que tuvo un
periódico digital en Colombia. No el primer blog en Colombia porque ya en
Colombia hay blogueros muy expertos y ya había gente que estaba
caminando en ese sentido.
A ese blog se fueron sumando los siguientes seis blog que fueron hechos
por periodistas, algunos de esos ya no están porque también la vida de un
bloguero tiene sus altos y sus bajos, y muchas veces hay reincidentes y hay
gente que el trabajo, la demanda de un blog no la puede compaginar con
sus actividades entonces muchas veces renuncia porque es muy
demandante.
La interacción que demanda el blog hace que haya mucho compromiso de
parte del autor, entonces si a mí me está escribiendo Francisco y tiene dos
fieles comentaristas, hay gente que se hace amiga de uno ahí en el blog.
Todos los días escribe, si yo escribo de cocina escribe de cocina, comenta
de fútbol, comenta de política y se vuelve amigo.
La posibilidad que ofrece el blog también es un repensar del periodismo, es
hablar en primera persona, es poder tutearse con el lector, cosa que no
sucedía en los medios impresos. Entonces, hace que se vaya generando una
comunidad alrededor de esos blogueros.
El Colombiano le apuesto a eso, cambia de casa y dice: “bueno, invitemos
una gente”. No todos dijeron que sí, hay gente que digo que no, hay temas
que no hemos podido cubrir porque la gente dice: “no, es mucho” y es
completamente gratuito. ¿Qué sí hizo El Colombiano? Le apostó a una cosa:
si vamos a tener blogueros vamos a acompañarlos, vamos a enseñarles a
montar el blog, vamos a hablarles del lenguaje de Internet, vamos a
establecer con ellos un convenio en el que nosotros como medio
conservemos nuestra política editorial, el respeto por los lectores, los
diálogos respetuosos con esos lectores y los blogueros compartan con 70
nosotros una audiencia muy grande, que tal vez solos no alcanzan a tener.
Ellos tienen una vitrina muy buena, entonces hicimos un gana-gana:
ustedes vienen, hablan de lo que saben, tratan con respeto los temas y a
las personas y al medio como tal. Y venimos a compartir esto, una infinidad
de posibilidades porque eso les representa a nivel personal y profesional
muchas satisfacciones.
Entonces hicimos una convocatoria, unos temas que la gente quería
conversar de eso, los invitamos, les mostramos qué era un blog y los
llamamos a clase. Les empezamos a dar clase de cómo se hace un blog,
cómo se edita una imagen, cómo se puede vincular un video; de manera
que en nuestros blogs, unos más que otros, tuvieran herramientas de
hipertexto, elementos multimediales y que la interacción fuera una que
permitiera muchas formas de diálogo con los lectores y que además se nos
convirtieran en elementos que nosotros pudiéramos exhibir, o volver
protagonistas de la información del día a día.
Por ejemplo, ayer tuvimos en la portada de El Colombiano, una invitación a
uno de los post de un nuevo bloguero, eran los 10 carros más bonitos de la
historia, entonces ese material que es de un blog también nos sirve de
contenido. También lo podemos explotar como contenido y nos favorece
tanto al bloguero como al periódico, y mucho más a los lectores de El
Colombiano.
Bueno, entonces esa es básicamente la apuesta: participación ciudadana
con educación, con capacitación a los blogueros, con acompañamiento, con
estrategias de mejoramiento para los blogs y con respeto para el lector.
Me quedé corta y les iba a hablar también de la importancia que tiene ese
blog para generar diálogos en el aula de clase, generar diálogos con la
comunidad educativa, con los padres de familia. Son herramientas muy
sencillas, que cualquiera puede dominar, incluso mucho mejor si el maestro
se anima y la domina antes que el alumno, y proponer esos diálogos.
Entonces eso hace que ese lector no se quede solo en leer sino que vaya y
construya sus contenidos y los exponga a otros, que comparta su
conocimiento y de esa manera yo creo que tanto los medios, como la
escuela, como cualquier otra disciplina se va proyectando y va generando
más conocimiento.
Francisco Alberto Jaramillo Giraldo:
Ya vimos entonces una aplicación concreta de esta interacción. Yo creo que
en la primera década de este siglo XXI, aunque obviamente hubo algunos
avances en la última década del siglo XX, desde los 90, hubo un cambio
radical en la forma de comunicarse y básicamente porque a nivel de la
misma sociedad hubo un cambio fundamental cuando el lector de medios
impresos quiso convertirse en escritor, ya no le interesaba tanto leer sino
también escribir.
Y comenzó a raíz de la herramienta que lo posibilita, de la informática y la
telecomunicación, ese intercambio con los periódicos. Pero no ya lectores
que se comunicaban con los periódicos para comentar una inquietud a los 71
periodistas sino básicamente lectores que querían comunicarse con otros
lectores. Una comunidad, un colectivo barrial, de mujeres, de jóvenes que
querían comunicar sus experiencias o sus expectativas a otro tipo de
lectores, entonces básicamente esa interacción donde el medio es
simplemente como un canal de comunicación pero posibilita que un lector
se comunique con otros lectores oficiando ya como escritor.
Y el periódico ha sido innovador en este uso de la herramienta, incluso con
un software que posibilita y hace mucho más fácil esa interacción. Catalina
Montoya, nos va a hablar ahora de lo que ha sido la experiencia en El
Colombiano de la interacción con los lectores a partir de una herramienta
concreta e innovadora como son los Tips.

Ciudadanos prosumidores y medios en la ruta del cambio

Catalina Montoya Piedrahíta.


Buenas tardes,
Espero que con esta exposición cumpla sus expectativas y muestre
finalmente cómo aplicar todo esto que hemos visto a lo largo de la tarde.
Voy a presentar el caso de Tips de El Colombiano y comencemos por
explicar de qué se trata esto de ciudadanos prosumidores: estamos
hablando y yo creo que ya lo podrían inferir a partir de todo lo que hemos
dicho esta tarde, estamos hablando de ciudadanos que producen
información y que al mismo tiempo consumen información o viceversa. Es
decir, ciudadanos que ya tienen la tecnología en la mano para convertirse
también en emisores y en productores de información.
Esto implica que el tradicional esquema de comunicación que veníamos
conociendo donde yo profesor estoy ante una aula de clase que me recibe
información, o yo periodista que estoy ante un público que no conozco y
que intuyo sus expectativas a partir de mi propia agenda.
Ya se trata de un público cada vez más activo y que está en capacidad para
producir información de manera independiente. Es decir, sin nuestra
intermediación, no nos necesita más. Y eso nos plantea un panorama que
como medios de comunicación nos implica retos, y estamos hablando de la
prensa tradicional y de El Colombiano en particular.
Entonces, ¿cómo afecta este nuevo poder que tienen los ciudadanos?
Porque es realmente un poder en el sentido que lo pueden ejercer de
manera libre e independiente y con todas las herramientas.
¿Qué pasa? Los medios tienen competencia, se creció el enano que nos
imaginábamos leyéndonos juiciosamente y comprándonos en la calle, o
metiéndose a Internet y buscándonos. El lector ya no es ese que nos 72
imaginábamos y que conocíamos. Ya no es ese que nos pintaron ni que nos
enseñaron a entender, sino que es otro.
Es un lector que juguetea, que se mete a una parte, que se mete a otra.
Hablando de sus comportamientos en Internet es de alguna manera
promiscuo, no es fiel para nada ni para nadie. Él no se mete a El
Colombiano porque le enseñaron, porque así aprendió, porque le dijeron en
la casa, porque le dijeron en el colegio. Si no que se mete a El Colombiano
si quiere, y se mete a la sección de tecnología de El Tiempo y se mete al
blog que le gusta, o se mete a buscar sobre su tema de interés. Es un lector
que está muchísimo más disperso que los lectores anteriores y además
tiene otros hábitos de consumo en relación con los medios también.
Y lo más importante, es un lector que está en capacidad de proponer y de
dialogar porque ya tiene cómo hacerlo. Ya es la herramienta de su propio
blog, porque él ya tiene su bitácora y sus campos de interés, y su saber y
se siente propietario de él y lo comunica. Entonces ese lector ya está en
capacidad de proponer una especie de agenda. Y los periódicos estamos
avocados a ver: “Entonces ese lector qué está diciendo, porque si nosotros
no estamos atentos el lector simplemente se va” y arma su “rancho” de
algún modo.

El “resfriado” de los periodistas


Entonces un poquito la metáfora en este tiempo de pandemia, de gripe
porcina, los periodistas estamos un poquito “resfriados”, porque nos
enseñaron a tener los criterios suficientes para elegir con base en lo que
decían las fuentes oficiales, el gobierno, la política, los estamentos
municipales, etc. Lo que está en la agenda como una especie de dictadura,
los periodistas saben cuáles son los campos de interés y eso era lo que
proponían las agendas de los medios.
Y resulta que de un momento a otro, si ya los lectores podían proponer
agendas, y si ya las nuevas tecnologías se lo permitían entonces este
concepto aquel de la agenda setting, que nos lo enseñaron a nosotros,
inclusive a mí en la Facultad de comunicación, ya cambia un poquito porque
el lector se nos metió al “rancho”, es decir, ya nosotros dejamos de tener el
monopolio de lo que es de interés público, el monopolio de las fuentes.
Digamos que los ciudadanos tienen acceso a las fuentes y los ciudadanos
también son fuentes de información.
Y nos encontramos también con que aquello que los ciudadanos proponen
es aquello que les queda más cerquita. Es decir, lo que está en la esquina,
lo que está en el barrio, lo que le pasó al primo, al hermano. Hablamos
entonces de contenidos hiperlocales, al ciudadano le interesa lo que lo toca
y de algún modo esa cercanía se escapa del espectro de los medios
tradicionales, porque los medios tradicionales deben cubrir lo universal y lo
global. Y a los ciudadanos resultó que de un momento a otro les interesaba
más lo que estaba cerquita.
Nos damos cuenta hoy cómo para un ciudadano es más importante hoy
enfrentarse al computador para hacer la vuelta del RUNT y no tanto que 73
bajó la inflación, y que el bajón de inflación es un bajón histórico. Entonces
vemos cómo la hiperlocalidad cuenta ahí.
Y también tenemos otros hallazgos en ese resfriado que nos azotaba y es
que a los lectores les gusta leer lo que los otros lectores dicen, eso
parecería imposible, uno creería que a los lectores les gusta leer es aquella
información bien elaborada, estructurada, con estructura de pirámide
invertida; pero no, a los lectores también les gusta leer las experiencias
personales de cada quien, le gusta leer textos en primera persona, y sobre
todo le gusta enterarse que hay otro que le pasó lo mismo que a mí. Y ahí
es donde los medios nos estamos enfrentando a un nuevo reto.
¿Cuál sería entonces el papel del periodista en ese contexto? Pues hay
quienes dicen que en un futuro cercano el periodista será más un guía en
toda esta economía de la abundancia que nos presenta la ley, de la
sobreinformación de la saturación, de datos y de páginas, y de medios. El
periodista será más bien un guía en ese campo, un especie también de
mediador.
Y cómo los medios tradicionales, en este caso El Colombiano que es un
medio impreso que tiene su sitio en Internet, empieza a adaptarse a ese
contexto nuevo. En un principio lo hacía de una manera intuitiva y también
un poco respondiendo a las tendencias del momento, y entonces El
Colombiano de algún modo siempre ha estado pendiente de cómo se
incluyen esos lectores que finalmente son la razón de ser de cualquier
medio de comunicación en el proceso de creación de contenido.
Entonces, para avocar un poquito la historia, no sé si a algunos de los que
están aquí les tocó Salomón, el teléfono sabio de El Colombiano, donde uno
llamaba con ciertos códigos y le contaban chistes, le hablaban del
horóscopo. El Colombiano también aplicó sistemas virales de participación
donde se repartían tarjetas, o se invitaba a compartir con algún amigo la
información que ahí aparecía, pero digamos que hemos ido evolucionando y
aterrizamos en una cosa que llama Tips.
Tips como una especie de respuesta a los retos que nos impone este poder
nuevo que tienen los ciudadanos de participar, y a estas herramientas. Lo
que hace Tips en El Colombiano es que formaliza y concentra la
participación en una plataforma tecnológica, y lo hace de una manera
multimedial. Es decir, si un ciudadano pone un mensaje de texto, o si
escribe un correo electrónico, o si un ciudadano llama por teléfono, o si se
mete a la página web y envía un mensaje. Todos esos mensaje se
concentran en una plataforma de software y los podemos tener en un solo
sitio, con sus dolientes, de tal modo que la información que los lectores nos
envían no se pierde.
Y entonces Tips en particular le impone un nuevo flujo a la sala de
redacción, es decir, en la sala de redacción de El Colombiano hay un par de
personas que están permanentemente vigilantes y procesando la
información que llega de los lectores. Y de esa manera empieza a cambiar
un poco la cultura de la sala de redacción y de los periodistas en el sentido
que de un momento a otro se ven avocados a tomar la palabra del lector
como mandato. La palabra del lector entendida como aquello que el lector
me cuenta y que tiene potencial y valor noticioso.
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Entonces, ya les decía, que es un canal expedito de expresión para los
ciudadanos, cualquiera puede hacerlo, puede enviar un tip con una noticia
de la que haya sido testigo, una denuncia qué hacer, una inquietud qué
presentar. Todos los temas caben y lo puede hacer de manera multimedial
como les decía: correo electrónico, vía web, vía telefónica, vía mensajes de
texto.
Y en el periódico que, digamos, esta mecánica cambia la estructura de la
sala de redacción entonces se impone una agencia de noticias que funciona
así, como agencia de noticias, que tiene la particularidad que el contenido lo
proveen los ciudadanos.
Entonces así se ve Tips, esta es una manera de ver Tips en el periódico,
como capsulitas de información elaboradas por los lectores o inspiradas por
los lectores. Pero también los Tips en muchas ocasiones motivan desarrollos
interiores de noticias. Como una primera página con una cápsula de
información en el centro y también un resumen de primera que tiene el
sellito de Tips, esas informaciones tienen la particularidad de que las pistas
iniciales de esa información las dieron los lectores a través de esa
herramienta tecnológica de la que les estoy hablando.
De algún modo el lector irrumpe en la agenda periodística de El
Colombiano, se le da esa potestad. Y eso es pues, de alguna manera
revolucionario, el hecho que un lector pueda proponer agenda y pueda
cambiar el plan que tenía trazado el periodista o el consejo de redacción
para que la noticia que nos da el lector tome una importancia mayor.
Un poquito para tratar de hacer más cercana a ustedes como profesores,
gracias a que un maestro y después otro y otro, hasta que fueron más o
menos 30, denunciaron los atropellos que se cometían con la Fundación
Médico Preventiva, la EPS que los cobija, El Colombiano hizo una serie de
informes que justamente presentaba las inquietudes de los maestros y que
destapaba esa realidad por lo menos mostrar la inconformidad. Entonces se
habló con la Fundación Médico Preventiva pero se tuvo en cuenta también
todas aquellas inquietudes de los profesores.
Y Tips también tiene un sitio web que funciona como un portal de noticias
que se va actualizando permanentemente. Es una sección de
elcolombiano.com, y tiene como particularidad que todo el contenido que
ustedes ven ahí es contenido que enviaron los lectores o pistas de ese
contenido que enviaron los lectores que después se elabora como noticia.
Ya para terminar, Tips produce una pequeña revolución: en primer lugar
convertimos en noticia los relatos de la gente, porque sabemos que a
nosotros no nos llegan relatos periodísticos elaborados, el ciudadano no
puede tener el peso de tener que ser un redactor periodístico para enviar
una información a El Colombiano. El lector puede enviar la información que
considere y que le afecte como ciudadano, pero entonces se somete a un
proceso de edición y de complementación, y de confirmación que hace que
aquello que envió el lector se convierta en noticia, y les voy a poner un
ejemplo.
Una lectora nos envió una foto de un niño colgado de unos cables de alta
tensión en un barrio, esa foto no teníamos cómo tomarla, no teníamos
como periodistas y como sala de redacción un modo distinto al hecho que
una lectora se interesó y nos envió la información para publicarla. Esa foto 75
se hubiera podido quedar en el tintero, pero gracias a que hay ese interés
por tomar en cuenta la información de los lectores, esa foto se convirtió en
una noticia al otro día, y esa información se volvió en noticia de abrir
periódico.
¿Cómo?, efectivamente fuimos al barrio que esta lectora mencionaba y
comprobamos que los cables de alta tensión servían para colgar
trapeadoras, para colgar ropa, los niños jugaba ahí. Y casi que al instante
EPM al ver eso, tensionó los cables y los puso fuera del alcance de la gente.
Entonces como ustedes verán, es una información que la volvemos noticia
gracias a la institucionalización que tiene El Colombiano como medio. Pero
fue una noticia de un lector.
Se desarrolla el periodismo como conversación, es decir, cómo logramos
establecer diálogos o propiciar diálogos en la ciudadanía a partir de sus
envíos. Entonces lo hicimos con el día sin carro, cómo las personas nos
enviaron vía Tips todas sus experiencias del día sin carro, cómo un señor
salió en bicicleta y se devolvió porque no pudo con el humo de los buses, o
cómo una señora disfrutó de ver el centro despejado y envió fotos. Es decir,
desarrollar un potencial del periodismo que es diferente.
Se amplían también conceptos de interés público y noticia. Tips de algún
modo nos cambia esa concepción tradicional que teníamos que el interés
público es esto, esto y aquello y la noticia debe encajar en un esquema para
poder ser publicada. Con Tips nos metemos al álbum familiar de la gente. Y
entonces es tan importante el reporte de un homicidio en una esquina como
el relato de viaje de un lector que quiere mostrar sus fotos en Asia cuando
pudo ver los elefantes, o estuvo en Malasia.
También multiplicamos nuestros ojos y nuestros oídos porque los
ciudadanos están en todas partes. Y si logramos que los ciudadanos piensen
en El Colombiano cuando son testigos de alguna información susceptible de
ser publicada, entonces encontramos que podemos tener noticias exclusivas
de un momento a otro y sin que nos demos cuenta vía contribución de los
ciudadanos.
Y finalmente, se estimula una ética del compartir que es lo que concentra
esta charla a lo largo de la tarde y es cómo a los ciudadanos los motiva,
también un interés por lo público, pero también un interés por hacer saber
lo que les pasó. Un interés por, aunque sea, compartir su drama y revelar
intimidades que de otra manera no hubiera revelado para que a otro no le
suceda.
Y entonces gracias a este esquema se crea justamente una filosofía del
compartir y una solidaridad con otros al participar. Muchas gracias.
Francisco Alberto Jaramillo Giraldo:
Bueno, antes de pasar a alguna pregunta hay quizás una conclusión general
de lo que hemos visto y es: está la tecnología, está nuestra capacidad para
alfabetizar, para concretar iniciativas, proyecto ciudadanos de
comunicación. Y hay una disposición muy abierta de los actuales medios de
comunicación de entrar en esta tendencia.
Yo, obviamente, puedo hablar de El Colombiano porque lo conozco de una 76
manera muy directa. Se ha creado una estructura, toda una división en la
sala de redacción para hacerlo posible, pero indudablemente todos los
medios de comunicación en el mundo entero están avocados a dar una
mayor participación a los lectores. Es decir, estamos ante una sociedad que
cambió de forma radical y es una sociedad que puede participar de forma
muy activa en la construcción de esa misma sociedad.
Ustedes saben, hoy en día toda la promoción que hay de comunidades
virtuales, y esas comunidades virtuales han logrado cosas muy significativas
a nivel mundial: muchas causas políticas y sociales se mueven a partir de
estas comunidades, obviamente con la ética que nos decía Catalina, que es
imperioso que se siga manejando.
Un reto también como educadores es cómo lograr que lo que decía Catalina,
esta sobreabundancia de información, logre convertirse en conocimiento
útil, que una persona joven logre navegar en Internet no solamente para
informarse o para llenarse de conocimientos, sino realmente obtener una
utilidad concreta para su vida, para vivir mejor, para relacionarse, para
socializar a partir de estas nuevas tecnologías.

Preguntas.
¿Es conveniente que los menores de edad visiten la Web a pesar que en ella
se encuentran cosas que atentan contra los valores éticos?
Beatriz Elena Marín Ochoa.
La Web de todas maneras es un sitio para todos, lo que pasa es que aquí
tiene que jugar mucho la formación de casa, de la escuela, los ambientes en
los que se mueven los chicos.
Yo tengo una pequeña pelea en este momento, sanamente casada con la
Universidad, y es que nos tiene vetados a los profesores el uso de YouTube
en las clases, porque obviamente YouTube tiene páginas no tan buenas
como las de pornografía. Pero, yo creo que si somos conscientes de todo el
caudal educativo que podemos encontrar en la Web la estaríamos utilizando
y la estaríamos aprovechando más.
Entonces el problema no es si entran o no entran, es dónde entran. Es más,
hay muchos sitios en Internet, no sé si han oído hablar del concepto de
Internet invisible. Ustedes no se imaginan la cantidad de información en
Internet que es muy útil, que es muy práctica y que a los docentes nos
serviría mucho como apoyo educativo.
Es más, yo no peleo con los estudiantes porque mis clases son todas con
computadores y yo no me puedo gastar las dos horas de clase peleando
para que cierren Facebook, para que cierren MySpace, yo creo que ahí lo
que uno tiene que buscar como docente es cómo lo cautivo para que
realmente potencie eso que es la red y aproveche esos espacios que
realmente son útiles.
A veces la prohibición lo que lleva es más a que el muchacho esté
buscando. Entonces yo le pongo un control contra la pornografía pero a lo
mejor el muchacho que es más hábil que yo en tecnología ya sabe cómo se
lo salta. Y a lo mejor lo ve cuando yo no estoy. 77
Entonces yo pienso que es un proceso de formación desde todos los
ámbitos y la prohibición a veces hace que las cosas sean un poco más
atractivas.
Francisco Alberto Jaramillo Giraldo:
Hay dos preguntas que podemos fusionar en una sola porque ambas hacen
referencia a algo que hay que desmitificar. Por ejemplo, siempre se ha
creído que a pesar de esta profusión de medios de comunicación, en vez de
acercarnos la gente se está aislando, o sea, los jóvenes por estar sentados
frente a un computador se están aislando de la sociedad o de sus familiares
más cercanos.
Y al mismo tiempo otra pregunta coincide en el tema, que si la escritura del
niño depende del desarrollo psicomotor dado por el juego: brincar, saltar,
correr ¿qué puede pasar con la escritura de un niño que no juega por estar
sentado chatarreando en el computador? Yo creo que una preocupación
bastante constante de qué implicaciones negativas tiene esta frecuencia con
la que los niños y jóvenes están frente a un computador tanto para este
desarrollo de sus aptitudes como para su futuro desarrollo de personalidad.

Adriana María Vega Velásquez.


Con respecto a si la gente se vuelve más aislada, ya existen
investigaciones especialmente en los Estados Unidos y en Inglaterra con
respecto a que realmente la tecnología no vuelve a una persona más aislada
o más sociable, ni crea de milagro tejido social ni tampoco va a enloquecer
a una persona si esa persona no tiene un potencial para volverse loca.
O sea, hay una cantidad de características de los seres humanos que se
pueden de pronto potenciar, a partir o de la tecnología, o del medio social,
del vecindario, del espacio educativo en el que se mueve, de la familia. Pero
realmente la tecnología no llegó a ser o el gran estrago de convertir a la
gente en más neurótica o más aislada como tampoco crea la sociabilidad
por sí misma.
JUEVES 6 DE MAYO DE 2009
SESIÓN II- MAÑANA

Formar lectores con criterio para desarrollar procesos de análisis,


reflexión y producción de sentido, textual y social.

Ponencia de Gabriel Jaime Arango Velásquez.

Buenos días.
Muchísimas gracias a todos ustedes por su presencia y en particular al
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periódico El Colombiano y a la Universidad Pontificia Bolivariana por la
organización de este certamen y lógicamente por la generosidad que han
tenido para invitarme a compartir con ustedes en esta mañana algunas
reflexiones que nos es de interés común, cual es el del fomento de la
lectura y las incidencias que tiene el hacer de una persona un buen lector
en la medida que logremos los educadores y los comunicadores, propiciarle
las experiencias, las motivaciones necesarias para que él se convierta como
alumno o como lector en un lector realmente más crítico, más inteligente,
más autónomo, más analítico. Es decir, en un ser más pensante y de pronto
mejor actuante.
De manera que muchísimas gracias. Yo voy a tener ahora la confianza con
ustedes de hablarles como colega, realmente me siento como un colega
entre los educadores y entre los comunicadores, una relación que
últimamente tiene una dimensión cada vez más reconocida: el papel
pedagógico del comunicador y el papel comunicador del educador.
Me dicen que realmente los asistentes en buena medida están conformados
por un grupo de comunicadores en ejercicio o en formación, lo mismo que
educadores en ejercicio y en formación. Y este tema de cómo formar
lectores con criterio para la producción de sentido, no solamente sobre el
texto sino sobre el contexto social, yo voy a dividirlo en cuatro aspectos.
El primero, en una introducción en la que voy a buscar que caigamos en la
cuenta de un aspecto de la lectura y es que leer es un acto deliberado y un
acto de conquista cultural para el ser humano. No es pues un acto natural,
no es una carga genética que uno traiga y entonces se desarrolle por sí
mismo.
No, se necesita ser consciente de lo que implica adquirir una facultad y una
competencia cultural, que quiere decir exactamente, que es de alguna
manera una elaboración ficticia, o una elaboración que supera las
condiciones naturales de la persona.
En segundo lugar buscaría llamar la atención sobre los incentivos
socioculturales para el fomento de la lectura. Donde buscaré dejar algunas
pistas que nos puedan esclarecer el por qué y el para qué es que se lee. El
asunto del cómo se lee es subsidiario de dilucidar primero el por qué y el
para qué es que se lee.
En tercer lugar abordar la lectura en relación con el valor social de la
información, porque estamos saturados de información, todos valoramos
hoy mucho la información, pero dentro del mundo de la información uno va
cayendo en la cuenta que no todo lo es, ni todo lo es de la misma manera,
ni todo tiene el mismo valor, ni todo tiene inclusive el mismo valor de uso.
De manera que vale la pena, y yo me imagino que durante el día de ayer
muchos de estos elementos se pudieron haber abordado; sin embargo,
pienso que hay en la información una dimensión que poco se trabaja en
relación con la formación de la conciencia política y en relación con la
formación de la conciencia histórica del ser en Colombia, de las personas en
nuestro país.
Y finalmente otra pequeña reflexión sobre la lectura y cómo la lectura 79
contribuye y ayuda a la formación de una actitud, y casi que de una
personalidad connotada en el mundo social como la de los intelectuales.
Casi que no es posible pensar en llegar a ser un intelectual, es decir, una
persona que se ocupe fundamentalmente de los procesos intelectivos, de
conocimiento, de comprensión, de entendimiento, de relacionamiento de
conceptos, de hechos; sin que esa persona sea una crítica y una asidua
lectora.
Pero esos intelectuales tienen una función social también que cumplir que
hace alusión a la producción y a la generación de sentido. Con qué sentido y
para qué finalmente, la finalidad, de para qué es que yo me hago lector. De
manera que estos van a ser pues los elementos fundamentales.
Y quisiera compartirles para empezar una expresión de un educador,
director de la Escuela de Varones de Amagá en 1930, que para los
interesados en la historia de la educación en Antioquia, es importante saber
que este tema que hoy nos tiene aquí congregados es un tema que ha sido
recurrente, no en forma masiva, pero sí ha estado presente en la historia de
la educación al menos en nuestro medio.
Decía este educador:
“…uno de los medios más directos que puede emplear una sociedad para su
perfeccionamiento y educación, una de las acciones más hermosas que
puede ejecutar un conglomerado de hombres que aspiran a salir bien
librados en la ruda batalla de la vida, es la lectura. La lectura sana y
robusta alimenta el alma, enriquece el vocabulario, da firmeza al carácter,
ensancha el espíritu, reforma la vida del hombre, le aleja de los vicios,
disipa las tinieblas monótonas y sombrías que empañan el cristal de las
sociedades y depura la conciencia de los pueblos. Pueblo que no lee, es un
pueblo destinado a sufrir el ludibrio de las sociedades que marchan en la
carroza del estudio y del saber.” David Velásquez Sierra, Director Escuela
de Varones Amagá, década de 1930.
Algunos comentarios sobre este concepto, el primero: “Pueblo que no lee,
es un pueblo destinado a sufrir el ludibrio de las sociedades que marchan en
la carroza del estudio y del saber”. Hoy es muy fácil de entender y lo
podemos comprobar cotidianamente que vivimos en una sociedad
altamente impregnada del valor del conocimiento, y el conocimiento está
reputado como una de las características fundamentales del presente y cada
vez lo será más.
Que en la década del 30 ya hubiera entre nosotros educadores que
pensaran en que es en el conocimiento donde hay que soportar muy buena
parte del desarrollo humano y social es una cosa que nos dice que por
fortuna la inteligencia y la reflexión abundan en cualquier parte y en
cualquier época.
El término ludibrio, que yo estoy casi que seguro que muchos de nosotros
no sabemos qué es. Yo fui el primero que tuve que ir a buscar en el
diccionario a ver qué era esto porque ya es una palabra anacrónica y de no
uso frecuente; es un término que tiene un doble sentido: burla y desprecio
a la vez.
De manera que “Pueblo que no lee, es un pueblo destinado a sufrir la burla
y el desprecio de las sociedades que marchan en la carroza del estudio y del 80
saber”, o sea en la carroza del conocimiento.
¿Cuál es la diferencia fundamental y grande que hoy tenemos entre los
llamados países, sociedades o pueblos más o menos desarrollados?
Fundamentalmente el conocimiento que hayamos desarrollado y lo que
hacemos con ese conocimiento.
En ese contexto entonces, es necesario decir que como todo aprendizaje, el
de la lectura es una adquisición cultural y su ejercicio un acto deliberado y
voluntario. La persona que logra un nivel básico de alfabetización adquiere
una capacidad primaria para cifrar y descifrar mensajes, pero no por ello
automáticamente se habilita para constituirse en lectora asidua, y menos
aún, en lectora inteligente y crítica.

La adquisición de la capacidad lectora es tarea personal y culturalmente


laboriosa y compleja. En términos individuales implica la elaboración de
procesos de asociación y abstracción, que a partir de percepciones auditivas
y visuales, comprometen delicadas facultades intelectivas tales como la
observación, el pensamiento, la deducción, la inducción, la capacidad de
asociación y correlación, el análisis, la inteligencia lingüística y la memoria.
Adicionalmente, implica adquisición y desarrollo de conocimientos
específicos, disciplina, entrenamiento metodológico, y ejercicio de
habilidades y competencias. Desde el punto de vista cultural se encuentra
condicionada, cuando no determinada, por las formas predominantes de las
cuales la tradición hace uso para la transmisión de la información, bien sea
oral o escrita; por el valor y el uso social que se le otorgue, así como por las
prácticas pedagógicas y educativas que la fomentan, o la disponibilidad de
los medios para ejercerla.

Nosotros como educadores y como comunicadores tenemos que mantener,


para no angustiarnos, presente un rasgo cultural e histórico en América
Latina, y es que con la excepción de los Aztecas, los Mayas y los Incas, casi
todas las culturas precolombinas eran en el momento del encuentro con
Europa, del llamado descubrimiento y del proceso de conquista y
colonización, éramos culturas de tradición oral que no habíamos logrado
todavía elaborar ni producir la escritura.
Y esa tradición oral sigue pesando mucho después de 500 años en nuestra
idiosincrasia cultural, de manera que la lectura de alguna forma pudiéramos
decir que es inclusive un elemento extraño en nuestra génesis y en nuestra
genética cultural.

Llega con el aporte del castellano y se va volviendo una producción


intelectual y académica a la que hay que acceder con un conocimiento de
causa, con el ejercicio del pensamiento en una lengua extraña para
nosotros. Ustedes dirán: ¿y eso qué tiene que ver hoy después de 500
años? Pues miren, neurolingüísticamente hablando 500 años de estar
pensando y hablando en un tipo de castellano, o en una versión del
castellano, en una expresión del castellano, es muy poco tiempo histórico 81
para remodelar el imaginario colectivo de tantos pueblos y naciones como
configuraban este continente.

De manera que seguimos luchando en un proceso de adquisición cultural


que significa realmente acceder a un instrumento cultural que es extraño a
la génesis natural de nuestra cultura, que somos más de tradición oral. Si
ustedes recurren al lenguaje personal, al cotidiano, encontrarán con mucha
frecuencia que la gente pregunta por algo y lo hace siempre con una
expresión entre nosotros: “contame, decime”. No “dónde leíste, dónde
puedo leer” sino “Narrame, describime”. Somos una cultura fuertemente
oral y de tradición oral.

Si en nuestra sociedad se aprende hoy a leer a través del sistema


educativo, casi que como un acto de iniciación cultural obligado, esto no
basta, a pesar de los esfuerzos que en él se hacen, para que se le
identifique como garante absoluto o único de que el alumno se constituya
en lector, y no en un lector cualquiera, sino en uno autónomo, selectivo,
analítico y creativo, capaz de asimilar o recrear el sentido textual y social de
lo leído.

El proceso educativo, concebido como herramienta o medio cultural propicio


para el logro de los objetivos y los fines que la sociedad se propone adquirir
en un período determinado de su historia, compromete por igual a la
familia, a las organizaciones sociales, a los medios de comunicación y al
Estado. En el caso que nos ocupa, el de fomentar la lectura y formar
lectores con criterio, es decir con elementos de juicio lógicos, razonables,
ponderados, ilustrados, pertinentes y suficientes para entender,
comprender, valorar y expresar la realidad, asentir o discrepar, es tarea
compartida entre todos estos estamentos y sus agentes, que deberán
fundamentarla, principalmente, en el por qué y el para qué se lee.

Donald Sassoon, que se connota en el mundo como uno de los grandes


teóricos de la cultura, un teórico investigador de la historia cultural, en un
texto que publicó hace dos años que se llama “Cultura. El Patrimonio
Común de los Europeos”, haciendo un análisis de cómo se dio la génesis de
lo que hoy se puede considerar en términos generales, la cultura europea, a
partir de las diferencias de todas las Naciones, pueblos y Estados que la
componen, dice en una clave que:

“La alfabetización universal no crea mercado para libros, y menos aún


genera afición universal a la lectura. Es cierto que los analfabetas no leen,
pero para leer un libro no basta con saber leer. Se necesita dinero para
poder comprarlo o tomarlo prestado, se precisa disponer de tiempo libre,
hay que responder al incentivo social de leer y hay que contar con la
educación requerida para entenderlo”1.
Ahí vamos teniendo nuevas claves de entendimiento para el fomento de la
lectura. ¿Cuáles son los incentivos sociales para leer?, y ¿con qué soporte 82
educativo hay que contar para leer?, y entonces es necesario que nosotros
nos preguntemos varias cosas:
Para dedicarse una persona en Colombia al cultivo del conocimiento, ¿qué
incentivos tiene y cómo esta sociedad valora y le da prestigio al
conocimiento? Para dedicarnos a la lectura esta sociedad, ¿cómo valora,
cómo respeta, cómo le da prestigio al acto de leer, al hecho de leer?, ¿qué
valor le damos en esta sociedad a la información y cómo seleccionamos la
información de mayor valor o de mayor importancia para nosotros?, ¿y qué
relación tiene el conocimiento, la lectura y la información en la valoración
social de un ejercicio de vida personal o de un ejercicio de vida profesional?
Ahora si el tiempo nos alcanza, podríamos mirar con algunos ejemplos qué
es lo que pasa en nuestro medio en relación con esto.
Sin el descubrimiento, o al menos sin la esperanza de una promesa
formulada que pueda cumplirse, acerca de las ventajas personales, socio-
culturales, académicas, funcionales y laborales que se desprenden de la
lectura, no se contará con incentivos suficientemente fuertes para poner en
acción los dispositivos de la inteligencia, la voluntad y la pasión que se
requieren para hacerse lector permanente. Sin un respuesta convincente al
por qué y al para qué se lee no se encontrará tampoco la respuesta al cómo
hacerlo de la mejor manera posible.

Incentivos socio-culturales para el fomento de la lectura


En una cultura letrada, como lo son la mayoría de las existentes hoy en el
mundo, el aprendizaje y dominio de la lecto-escritura en lengua materna, y
hasta de una o varias extranjeras, se ha convertido en una condición básica
de inserción social y en medio indispensable para la comunicación y la
interacción humana. Escribir y leer mensajes, enviarlos y recibirlos, no son
gran privilegio de unos, sino el derecho y la necesidad de todos. A
satisfacer la necesidad de alfabetización es a lo que primero apuntan los
sistemas obligatorios de educación desde finales del Siglo XVIII en Francia y
desde comienzos del Siglo XIX en Inglaterra y Estados Unidos.

1
SASSOON, Donald. Cultura. El Patrimonio Común de los Europeos. Editorial Crítica, Barcelona,
2006.
Desde la Revolución Francesa, en 1789, en los Derechos del Hombre que se
promulgaron en su momento, el derecho entonces al conocimiento, y por
consiguiente a ser alfabetizado, a saber leer y escribir. Se reivindicó como
un derecho fundamental para todas las personas, en cuanto que solo era un
derecho de unos sectores sociales privilegiados como la nobleza, el clero, la
aristocracia o los comerciantes.

Sin embargo, fíjense ustedes que a pesar de haberse reivindicado ese


derecho, como diríamos hoy casi que como un derecho humano en términos
culturales, solo es en 1881 que en Inglaterra la alfabetización, o sea la
educación básica inicial se vuelve obligatoria. Y un año después, en el 82,
se vuelve obligatoria en Francia. 83

En los Estados Unidos se hizo la alfabetización obligatoria en 1.918. Si


pensamos, estamos hablando de más o menos un siglo, aunque en Nueva
York ya ese Estado, lo mismo que Massachusetts la habían convertido en
obligatoria desde 1.853. De ahí en adelante procedieron en igual sentido
muchos países que hoy ostentan con el orgullo de una gran conquista
cultural y política, la condición de alfabetos. A la fecha Colombia no tiene
como obligatoria la educación básica, lo que implicaría que fuera gratuita.

La Constitución de 1991 hizo de la educación un derecho básico para los


colombianos, apenas en el 91. Estoy queriendo mostrar cómo ese proceso
de adquisición cultural que es el derecho a la lectura, la adquisición de las
facultades lectoras, sigue siendo a pesar de toda nuestra historia un hecho
que está directamente correlacionado con adquisiciones políticas y
culturales que son muy recientes para llegar nosotros a decir que somos un
pueblo lector. De ahí la tarea que tenemos por delante, de ahí la tarea
imperiosa y necesaria.

Es una tristeza que en Colombia, un país donde tenemos los recursos para
hacerlo, carezcamos de la voluntad política y de la convicción de las élites
en el poder para hacer de este derecho un derecho realmente ejercido por
la totalidad de nuestros niños. Y no solamente de lo que están en edad
escolar sino de los que están en edad ya fuera de edad escolar, que por esa
sola razón curiosamente y atrevidamente son excluidos del sistema
educativo. Porque la Constitución Política dice que será la educación básica
de preescolar a noveno grado la que será un derecho de todos.

Pero, ¿cómo va a ser un derecho si no es gratuita? Y uno se pregunta qué


sucede con las personas que no tienen posibilidad de acceder al
establecimiento oficial, que aunque amplio todavía está restringido en
muchas zonas de Colombia. Cuando no es que hay que comprar ese
derecho en la educación privada.
Para el 2008 la tasa oficialmente reconocida de analfabetismo en Colombia,
en la población de 15 años y más es del 6.9% y para Antioquia del 7.4%.
Saquen ustedes en términos numéricos este porcentaje, redondeemos en
siete para los mayores de quince años: 2’800.000 colombianos son
analfabetas.

Se lee para comunicarse, estar informado, participar en las decisiones,


acceder al conocimiento; para perfeccionar, depurar, actualizar y
complementar lo que se sabe, seguir instrucciones, conseguir logros
académicos y promociones laborales; por diversión y entretenimiento; para
confrontar las visiones propias con otras visiones del mundo, de la vida y
del hombre; para descubrir los comportamientos humanos y establecer, a 84
través de los escritores un diálogo intercultural y de inter-tiempos, en torno
a todo lo acumulado por el pensamiento y la acción humana en el
transcurso de los siglos, en fin para incorporarnos con conocimiento de
causa en el torrente de la historia, ubicándonos en el aquí y el ahora para
proyectar o prospectar, con base en el pasado y el presente, lo que ha de
venir.

Al respecto y para ilustrar estos incentivos, sirvan de ejemplo, entre


muchos otros posibles, dos testimonios de gran singularidad y valía, uno
nacional y otro extranjero.

Con ocasión de la reciente conmemoración del sesquicentenario del


nacimiento de un intelectual colombiano, el abogado, periodista, profesor,
diplomático, legislador y General de la República, Rafael Uribe Uribe, el
famoso hombre de la Guerra de los mil días y parte de la inspiración de
Gabriel García Márquez para escribir su obra “El coronel no tiene quien le
escriba”. Conmemoración que se celebró ahora el 12 abril, sea propicio citar
uno de los apartes escritos en la introducción a su Diccionario Abreviado de
Galicismos, Provincialismos y Correcciones del Lenguaje, publicado en 1887.
Aprovechando su tiempo en la cárcel, donde tuvo que estar recluido por un
acontecimiento de sus actividades políticas y guerreras, él se dedicó a
escribir un diccionario, y en la introducción de ese diccionario dice:

“En el camino de mis estudios he tropezado con dificultades en la forma de


expresar las ideas, los hechos y las cosas, y antes de seguir adelante he
querido obviar en cuanto sea posible ese obstáculo á los que hayan de
transitar la misma senda. Bien sé que en la presente época, harto más
valdría difundir conocimientos directamente útiles, de ciencias naturales,
verbigracia, ó de agricultura, minería y artes”.

1887-2009, y casi que el contexto nacional es exactamente el mismo y


entonces dice él:
“Sírvame, por una parte, de disculpa, si la hubiere menester, el aforismo de
Platón que sirve de epígrafe á este PRÓLOGO: El conocimiento de las
palabras guía al conocimiento de los hechos”, y aquel otro de Quintiliano:
Del estudio de las voces se derivan profundas enseñanzas filosóficas; y, por
otra, que es precisamente con obras de esta clase como se evita que los
espíritus se distraigan en estudios improductivos, si no estériles, puesto que
son las enciclopedias, compilaciones y diccionarios los que permiten decir á
muchos que saben sin haber aprendido, ó que hablan bien sin haberlo
estudiado. Saber superficial, sin duda, pero suficiente para quien solo
quiere tocar de paso y accidentalmente un ramo de ciencias, por no tener
sino importancia secundaria respecto del ramo que se ha llevado tras sí de
preferencia las fuerzas y aspiraciones del estudiador. Y no se diga que por
ser la lengua base necesaria de todo conocimiento, y obligatorio vehículo 85
para toda clase de relaciones humanas, cada uno ha de profundizar su
estudio; porque, en primer lugar, el lenguaje se mama con la leche y se
aprende más o menos perfectamente con el uso, de suerte que puede
decirse sin mayor inexactitud que hablando se aprende á hablar, como
forjando se llega á ser herrero; y, en segundo lugar, el aprendizaje de la
ciencia ó arte especial á que el individuo se dedique, le enseñará el lenguaje
propio de ella, que es el que más le importa conocer con exactitud, sin
necesidad de que sea para la lengua general, consumado hablista ni filólogo
profundo”.2

Una forma entonces de aprender de mejor manera el lenguaje e incentivar


la lectura, fue usado y desafortunadamente cayó en desuso y hoy vale la
pena repensar sobre eso: el estudio de las palabras a partir de sus raíces y
del sentido original de esas raíces en el griego en el latín, que es la
etimología.

Un método que durante mucho tiempo, y como método didáctico, usaron y


perpetúan aún en el mundo los jesuitas clásicos porque conocer la raíz de
las palabras, el sentido inicial de las palabras es saber con qué significación
nacieron para denotar qué tipo de realidad natural o de realidad cultural. Si
uno no conoce el sentido de las palabras al hacer uso de las mismas muy
difícilmente sabe de qué está hablando o qué está refiriendo.
Entre las múltiples ventajas intelectuales y prácticas que un buen lector
adquiere, es la depuración de los criterios y actitudes que asume, tanto
para la selección de los textos, como para su lectura. Un lector selectivo y
exigente en la calidad de los autores, tanto por su estilo, como por el
manejo del lenguaje, la corrección en la expresión, la novedad en el
tratamiento de las temáticas y la convicción de sus argumentos, verá
acrecentada gradualmente su capacidad de comprensión y conocimiento de
la naturaleza física y de sus leyes, de las condiciones y los comportamientos
humanos, de las organizaciones sociales y los simbolismos culturales, del

2
URIBE URIBE, Rafael. Diccionario Abreviado de Galicismos, Provincialismos y Correcciones del
Lenguaje. Imprenta Departamental, Medellín, 1887. Págs. IX-X
Nota: la cita se recoge con la grafía y ortografía propia de la época.
proceder de los poderes de toda índole, del desarrollo de la historia, de la
relatividad de las verdades, de la construcción del conocimiento mismo y de
la solución de los problemas cotidianos o trascendentes que se le presenten.

El conocimiento y la apropiación de las palabras, la amplitud del vocabulario


que se posea, así como la propiedad y corrección en el empleo que de él se
haga, son condiciones que le permiten a una persona la correcta
elaboración y presentación de sus ideas, la expresión de sus sentimientos y
la depuración de sus juicios.

El ser humano es un ser que observa, habla y escucha, y por lo tanto es un 86


ser capaz de crear lenguaje para expresar a otros, intencionalmente y con
sentido definido, el fruto de su pensamiento, que son las ideas, y el de sus
sentimientos, que son los afectos y emociones. El hombre es su lenguaje,
las palabras que usa, las combinaciones que de ellas hace, el sentido que
les otorga, los símbolos y signos de los que hace uso para significar y
resignificar la realidad física, psíquica y cultural. Las palabras son para él el
sustrato o soporte material del pensamiento y de las emociones. El
lenguaje revela al ser que cada uno es. Con el lenguaje se elaboran los
conceptos, que representan la realidad y por consiguiente son las
herramientas intelectuales con las cuales los humanos la aprehenden,
explican, intervienen y transforman.

Miren ustedes por qué hay que leer. Remitámonos simplemente al último
diccionario de la Real Academia Española, que se promocionó y entregó el
año pasado aquí en Medellín con la Nueva gramática del castellano en la
reunión de todas las Academias de la lengua española. 138.000 términos
recoge ese diccionario, como acerbo del castellano hoy. En esos términos se
incorporaron para esta última edición 35 mil americanismos, es decir,
términos con los cuales nosotros connotamos y denotamos el mundo al que
pertenecemos.

Y en una investigación que se tuvo la oportunidad de hacer en lingüística


en la Universidad de Antioquia, un bachiller más o menos bien desarrollado
de los nuestros habla con 750 términos. Y un buen profesional entre
nosotros, muy ilustrado, supremamente culto y bien leído, hace uso de unas
1.200 a 1.300 palabras en términos generales.

La pobreza del lenguaje es la pobreza del pensamiento. La pobreza del


lenguaje no nos permite siquiera elaborar, y menos aún, transmitir nuestras
ideas. La pobreza del lenguaje no nos permite ni siquiera elaborar los
sentimientos, las emociones. Llega el momento en el que las queremos
expresar y no encontramos cómo decirles. Observen ustedes en el
vocabulario ordinario y tradicional de nuestra gente y verán ustedes la
cantidad de muletillas a las que se tiene que recurrir para decir lo que no se
puede decir. Queremos decir y no encontramos cómo decirlo, y es más, que
no encontráramos como decir la banalidad pues hasta ganaríamos, pero no
encontrar cómo decir lo esencial del ser humano, eso es una tragedia.

Ustedes creen que en el conflicto colombiano, tan largo, tan cruel, tan
prolongado, frente al que existe tanta indiferencia, tanta crueldad como
negarlo inclusive de que no existe, ¿no es a causa de no tener el lenguaje
para comprenderlo, para expresarlo y para sentarnos a buscarle soluciones
políticas y que entonces lo más fácil sea apoyar un proyecto político que nos
promete es terminarlo a punta de violencia, de disparos y de muerte? ¿Por
qué es que no nos entendemos los colombianos? Porque es que no sabemos
expresar lo que tenemos que decir, no poseemos el lenguaje para decirlo.
87
En consecuencia y en términos educativos, es a todas las áreas del
conocimiento incluidas en el currículo escolar, a la que les atañe y obliga el
desarrollo del lenguaje general y específico, así como la interpretación de
los signos y los símbolos. Muchas de las llamadas dificultades del
aprendizaje y del rendimiento académico, y hasta del desarrollo intelectual,
no son más que carencias del lenguaje o desconocimiento de la
representación y el sentido de los signos y los símbolos. En este contexto,
por sí misma, la lectura se convierte en medio de enriquecimiento personal
y en soporte de aprendizaje continuo, gradual y ascendente. Tres
características que tiene el acceso al conocimiento: debe ser continuo, debe
ser gradual -de a poco- y debe ser ascendente.

Los profesores tenemos que enseñar a nuestros alumnos el sentido propio


de los términos del área o la disciplina que enseñamos. Los periodistas
tenemos que traducir el lenguaje técnico al lenguaje cotidiano, pero no
privándonos de usar el lenguaje técnico, sino teniendo el cuidado de
explicarlo en el texto.

En relación con estos aspectos, la escritora británica Doris Lessing, Premio


Nobel de Literatura 2007, observa en una de sus obras que se llama “Las
cárceles elegidas” lo siguiente:

“La literatura y la historia, estas dos ramas del conocimiento humano,


constancias de la conducta humana, del pensamiento humano, son
apreciadas cada vez menos por los jóvenes y también por los educadores.
Sin embargo de ellas podemos aprender cómo ser ciudadanos y seres
humanos, podemos aprender cómo contemplarnos a nosotros mismos y la
sociedad en que vivimos, de ese modo apacible, frío, crítico y escéptico, que
es la única actitud posible para un ser humano civilizado (o al menos eso
han dicho todos los filósofos y los sabios).” 3

3
LESSING, DORIS. Las cárceles elegidas. Fondo de Cultura Económica, México, 2007. Pág. 96
La lectura y el valor social de la información

Hoy en día es de común aceptación que la información es un insumo


imprescindible para la producción y adquisición del conocimiento y el
impulso de la dinámica económica. Siempre se ha sabido que la
información es, igualmente, indispensable para la formación integral del ser
humano, la transmisión del acervo cultural de las generaciones pasadas a
las actuales, la consolidación o modificación de las formas organizativas e
institucionales, la participación en la vida comunitaria y el logro de la
realización personal, familiar, laboral y social de toda persona.
88

No leer y no hacer usos de la información disponible es autoexcluirse de las


dinámicas sociales y de las instancias de decisión. Todo ciudadano, para
serlo de verdad, requiere que en él se cumplan condiciones indispensables
para hacer surgir, mantener o desarrollar el sentido de identidad y
pertenencia nacional y cultural: disponer, acceder y hacer uso de
información sobre la situación real de su país y de los acontecimientos
principales que inciden en las relaciones internacionales o de carácter
mundial, pero también de las circunstancias específicas y cercanas en las
cuales se desenvuelve la organización social y económica de la comunidad
en la cual se encuentra inserto, de lo contrario podría escapársele el
conocimiento de la verdad acerca de lo que socio-culturalmente acontece en
su medio y quedar inhabilitado para el ejercicio ético y responsable de la
ciudadanía.

Un problema fuerte y grave que tenemos los colombianos hoy, el ejercicio


irresponsable de la ciudadanía o el no ejercicio de la ciudadanía, no
sabemos cuál es el poder que tiene ser ciudadano. En Colombia tenemos
todavía que hacer casi que una alfabetización política en ese sentido.

¿Cuál fue el aporte a pesar de todas las magnitudes de tragedia que se le


pueden anotar a la Revolución francesa? Que convirtió a los esclavos y a los
vasallos, a los súbditos en ciudadanos, y le dio al ser humano una categoría
diferente para pensarse a sí mismo. Y ser ciudadano no es lo mismo que ser
vasallo, que ser esclavo, que ser subordinado, el poder de la ciudadanía hay
que conquistarlo y educarlo. Como no somos ciudadanos, y como no somos
ciudadanos lectores, ni siquiera observamos la diferencia entre la seguridad
democrática, la seguridad del Estado, la seguridad del Gobierno, la
seguridad social o la seguridad física. Conceptos todos diferentes, y
estamos en el dominio de uno solo, la seguridad democrática, ¿hemos
desbaratado ese concepto para saber de qué se nos está hablando, de qué
Democracia estamos hablando, de qué tipo de ciudadanos estamos
hablando en Colombia?
Participar activamente en los procesos sociales presupone identificar
opciones, analizar ventajas, prever impactos y tomar decisiones. La
pertinencia cultural, la corrección ética, la adecuación social, la efectividad
operativa y el acierto de toda decisión personal, grupal o comunitaria, bien
sea administrativa, jurídica o económica, están directamente relacionadas
con la cantidad, calidad y aplicación de la información disponible para
sustentarla, y con mayor razón cuando la decisión que se toma es para
intervenir de manera individual, institucional o gubernamental, la realidad
cultural de un pueblo o nación.
En la actualidad se tiene como cierto que la información constituye, junto
con los fundamentos culturales, el conocimiento científico, la tecnología y
los recursos naturales, la gran riqueza de una sociedad, la garantía para el
correcto ejercicio del poder político y económico, y la condición fundamental 89
para el desarrollo de la educación y la cultura misma.

Al Estado y a la sociedad no le bastan la voluntad política y administrativa


para garantizar a sus asociados el derecho a la información, ni tampoco el
disponer de bancos y redes automatizadas de datos. Ante todo necesita un
gran compromiso educativo, con el fin de formar y orientar hombres y
mujeres que con motivaciones, intereses, gustos y aptitudes propias, sean
capaces de crear, demandar, ubicar, relacionar y usar información
inteligente y útil en la toma de decisiones, y lograr que la tecnología de
organización y transmisión de la información se someta a un proceso de
endogenización a través de la educación.4

Disponer de información verídica, precisa, oportuna y suficiente constituye


un bien cultural tan importante y vital para la realización personal, la
construcción y el desarrollo de la identidad, la convivencia pacífica y la
calidad de vida ciudadana, que es un deber de todas las instituciones, y en
especial de las educativas y culturales, proporcionar a la comunidad medios
fáciles y confiables de acceso a ella.

La creación y transmisión del conocimiento y la aplicación del mismo a la


solución de los problemas que el ser humano se plantea, obedece a
procesos sociales. Por ello, ciencia y tecnología, como productos sociales
que son, deben constituirse en patrimonio de la humanidad y colocarse al
alcance de todos los miembros y estamentos de la comunidad en cada país,
cuidando que su uso y difusión no anulen las particularidades culturales, ni
desvirtúen las singularidades locales, regionales o nacionales. De ahí que
todo propósito de promoción humana y todo esfuerzo emancipador o
libertario estén hoy en día posibilitados o condicionados por el acceso a la
información cultural.

4
BARLOEWEN, Constantin, Von. Latinoamérica: Cultura y Modernidad. Galaxia Gutenberg, 1995
“La educación tiene una doble misión: despertar la sensibilidad para la ciencia moderna y la tecnología y
preservar el patrimonio cultural. Así se podrán ofrecer las herramientas conceptuales para la creación de
la base endógena. Ciencia y tradición deben coexistir de forma orgánica, lo cual solo es posible mediante
la interacción recíproca, sea material o espiritual”. Pág. 231.
Vivimos en un mundo que nos predica hasta la repetición innecesaria la
globalización, la internacionalización, la participación. Hay que tener visión
amplia de mundo, pero no para construir supermercados y tránsito de
mercancías de un lugar para el otro del mundo. La globalización tendría
valor extraordinario si estuviera dirigida a construir de verdad el género
humano sobre el planeta y a conservar el planeta donde la vida del género
humano es posible. Pero se nos ha metido que la globalización es el dominio
de unos sobre otros, inclusive del dominio lingüístico, o sea de la
concepción del mundo, de la vida de unos por otros.

La comunicación debe dar razón de los fenómenos universales pero no 90


puede olvidar ni desconocer el acontecer local, regional y nacional, porque
aunque busquemos ser ciudadanos del mundo uno no es el que es sino en
la medida que desarrolla la conciencia y el sentido de pertenencia a su lugar
de origen, sea local regional o nacional.

Al permitir el acceso a la información, el sistema educativo, las bibliotecas


públicas y los medios escritos de comunicación, ofrecen, a partir del uso
que los usuarios hagan de ellos, grandes posibilidades y se constituye en
uno de los mejores medios para hacer efectivos los derechos a la educación
permanente y a la cultura, consagrados en la mayor parte de las
constituciones políticas modernas con las cuales los Estados guían su
acción. En el caso colombiano la Constitución Política de 1991, en sus
artículos 67, 70, 71.

De allí la razón de ser de las bibliotecas públicas y de muchos órganos de


información escritos, cuya misión social está dirigida al logro de dos
objetivos básicos: fomentar y promover la lectura, y posibilitar el libre
acceso de las personas a la información local, regional e internacional que
dé cuenta del que-hacer humano en las diferentes culturas y
fundamentalmente en la propia.

“Una modernidad desvinculada de las peculiaridades culturales entraña el


peligro de ser equiparada a la nivelación progresiva de las diferencias
culturales, sociales y religiosas. No debe surgir la imagen de un modelo de
modernidad cada vez más uniforme que obedece al imperativo de la
realidad occidental.

Un proyecto universalista de modernidad amenaza la identidad cultural de


los diferentes Estados; se cortan con el mismo patrón las diferentes etnias y
fases de desarrollo cultural y se somete la cultura misma a una
modernización tecnológico científica… Los Estados del pacto Andino deben
aspiran a una unidad que concilie ambos polos, universalidad y
particularidad, es decir, tradición y modernidad, razón e intuición, tal como
se desprende de la historia que precede y sigue a la colonización” 5
Por ello, “la promoción de la lectura que se asume en la biblioteca pública
contemporánea [y en otros medios e instancias de la sociedad] deberá estar
orientada a la formación y consolidación de lectores críticos, autónomos y
universales. Lectores que descubrirán en el acto de la lectura la posibilidad
de recrearse, crearse, construirse, transformarse y transformar su entorno,
pues un lector íntegro y múltiple accederá, no solo a la información
producida por la humanidad en el transcurso del tiempo, sino que además
reconocerá su propia información, la generada por su comunidad, y
accederá a ella de manera autónoma, sin intermediarios, la comprenderá y
lo que es más importante, sabrá qué hacer con ella, guiado por un mandato
único: el de su propia conciencia”.6 91
El desafío permanente para los sistemas educativos y culturales de toda
nación estará siempre en el desarrollo de estrategias que garanticen a sus
ciudadanos la adquisición de conocimientos y el establecimiento de las
condiciones materiales necesarias para superar la ignorancia que impide el
acceso a la información; la pobreza de medios y repertorios para llegar a
ella; la carencia de organizaciones y métodos de control comunitario para
exigirla; el erróneo destino de vivir bajo condiciones de desinformación
obligada o elegida que es lo peor. Hay sociedades que eligen vivir en la
desinformación.
El aculturamiento de la información básica que circula en los medios
masivos de comunicación; la exposición constante y acrítica a la
información manipulada, condicionada o alienada y la nefasta costumbre de
aceptar la información “a medias“ o la escasez de información, como si
ésta fuera una situación natural.
De igual manera corresponde a todos los agentes comprometidos con la
promoción cultural y educativa de las comunidades ayudar a desarrollar en
sus integrantes los criterios necesarios para identificar, diferenciar y valorar
en su justa medida y sin incurrir en engaño, la información directa o la
mediada; la confiable o no confiable; la vendida o comprada; la oportuna
y actualizada; la contextualizada o no; la veraz y válida; la apropiada o
inapropiada, la completa o incompleta. Que son los criterios que tenemos
que tener para saber valorar la información de la que disponemos.
Asumir tales compromisos necesariamente implica adentrarse en la
comprensión y el tratamiento de la dimensión política inherente en la
información, con el fin de formular el análisis crítico del desarrollo que de
este valioso recurso han hecho las doctrinas del Libre Flujo de Información
Tras Fronteras -LFIT- bajo la orientación de la política exterior
norteamericana, acompañada de los otros países industrializados, y el
Nuevo Orden Internacional de la Información y la Comunicación -NOIIC-,
promovido por la Comunidad de Países No Alineados, a lo cual invitamos, no

5
Ibid, Págs. 247 – 248
6
BETANCUR BETANCUR, Adriana María. La biblioteca pública al rescate de la información
comunitaria.
sin antes reivindicar el derecho de los individuos y los pueblos a conocer el
cuadro objetivo de la realidad mediante una información adecuada y
completa y el derecho de cada nación a desarrollar sistemas propios de
información independiente, especialmente mediante la regulación de las
actividades de las corporaciones trasnacionales y el derecho que a cada
nación asiste para dar a conocer al mundo sus intereses, aspiraciones y
valores políticos, morales y culturales y a oponerse, dentro de los límites
jurídicos a la distribución de información falsa o distorsionada. No basta con
formar consumidores de información, hay que formar emisores de
información.

“La información que se nos está dando acerca de nosotros mismos como 92
individuos, como grupos, como multitudes o como chusma, está siendo
empleada conciente y deliberadamente por los expertos que casi todo
gobierno en el mundo emplea hoy, para manipular a sus súbditos”. 7

En el medio latinoamericano y caribeño la función y el uso de la información


tienen algunas prioridades: enseñar a leer críticamente en nuestro medio,
enseñar a respetar la dignidad de todos los individuos, el ejercicio de la
soberanía democrática, el funcionamiento de una democracia justa, la
valoración y el desarrollo de la identidad cultural, y el desarrollo del
pensamiento crítico, mediante el cual debe abordarse, entre otros procesos,
el de la asimilación voluntaria, discrecional y gradual de los recursos de la
informática y la telemática, con el fin de aplicarlos a la identificación, el
ordenamiento, el análisis, la sistematización y la divulgación de la
información propia, ya que con ella se afianza o modifica substancialmente
la cultura y la marcha de la sociedad.

Si nosotros no nos hacemos oír, si nosotros no expresamos en nuestra


propia voz y en nuestro propio estilo nuestra propia realidad, no hay
derecho a pedirle a alguien que nos entienda, que nos comprenda o que nos
valore.

Adicionalmente también se tiene la obligación de asumir, de manera


inmediata la recolección y preservación de la información producida por las
culturas de tradición oral, tan numerosas en nuestros países y a la vez tan
injusta y erróneamente menospreciadas y desatendidas. “Culturalmente
hablando” se tiene la responsabilidad de proceder a salvar dicho
patrimonio, quizá más inmenso de lo imaginado si tenemos presente que
“de los tres mil idiomas hablados hoy en el mundo [muchos de ellos en el
continente Americano, 68 en el territorio colombiano], únicamente 78
poseen una literatura viva, fundada en alguno de los 106 alfabetos creados
a lo largo de la historia. En otras palabras: centenares y centenares de

7
LESSING, DORIS. Las cárceles elegidas. Fondo de Cultura Económica, México, 2007. Págs. 57 y 58
lenguas empleadas actualmente en nuestro planeta carecen de escritura y
su comunicación es exclusivamente oral”. 8

En Colombia nos estamos enterando que tenemos indígenas por el conflicto


del cual se nos dice cada vez a cuántos asesinaron, a cuántos les robaron
su tierra, a cuántos les quitaron sus resguardos. A cuántos condenaron a la
miseria en las calles de las ciudades, y empezamos a descubrir que es que
tenemos 68 lenguas en Colombia que ningún colombiano del mundo
occidentalizado ni estudiamos, ni cultivamos, ni nos interesa entender ni
aprender porque estamos juiciosamente aprendiendo inglés, francés y
alemán para incorporarnos en el mundo internacional, de espaldas a
nuestro propia realidad cultural. Y de espaldas a nuestra propia 93
responsabilidad como colombianos.

¿Dónde estudiamos nuestras culturas y nuestras lenguas? En la exposición


que el gobierno español y la Academia española nos dieron la oportunidad
de apreciar el año pasado en el Museo de Antioquia sobre la gramática de
las lenguas amerindias que los sacerdotes y lingüistas de la colonización
empezaron a recoger y a escribir, era sorprendente escuchar los
comentarios de los visitantes: “ve, ¿y es que había por aquí indios que
sabían hablar?”, de ese nivel es el nivel de ignorancia que nosotros
tenemos.

La lectura, los intelectuales y su función social


En la actualidad Colombia desea y busca una corrección substancial de su
devenir histórico y anhela un mejor porvenir para la niñez y la juventud.
Para lograrlo confía plenamente en los poderes cualificadores de la
educación y la cultura. En el fomento educativo y cultural, uno de cuyos
componentes es la lectura, tiene la sociedad depositada su confianza para el
diseño y la realización de un futuro más promisorio que el presente.

El propósito nacional que tiende a la construcción de una nueva Colombia


está supeditado a la existencia de hombres y mujeres integralmente
desarrollados, capaces de abordar en forma permanente la construcción de
su identidad personal y cultural, y debidamente predispuestos y capacitados
para su realización en el mundo del trabajo. Es esta la suprema tarea
confiada a las instituciones educativas en las leyes: 30 de 1993, 115 y 119
de 1994.

De allí que la acción y la mediación pedagógica de los educadores deba


dirigirse prioritariamente a la formación integral de los colombianos, lo cual
implica trabajar al unísono en su desarrollo físico y biológico; en la

8
GOYTOSOLO, Juan. La Defensa de las Culturas Amenazadas, en el Periódico El País, Madrid,
miércoles 16 de mayo de 2001, Pág. 13.
formación de las estructuras cognoscitivas para las diversas áreas del
saber; la naturaleza emocional del ser humano; las capacidades de
relacionamiento; la formación de la voluntad; la consolidación de los
códigos comunicativos; el desarrollo de la conciencia lúdica; la naturaleza
sexuada y de género; la dimensión ética y moral, que sirve de fundamento
a la cultura; la conformación de la conciencia cívico-política, que debe guiar
a todo ciudadano; el disfrute y la participación en la creación de los
fenómenos estéticos; la vocacionalidad para el trabajo y la apertura a la
trascendencia del hombre, es decir a la convivencia entre los humanos y a
la búsqueda de lo absoluto.

Frente a tal situación y ante dichas expectativas es evidente la 94


trascendental tarea que la sociedad espera le sea cumplida por los
educadores, y la inmensa responsabilidad que nos compete asumir en
virtud del desempeño como agentes determinantes en la vida de los niños,
jóvenes y adultos que asisten a los planteles educativos oficiales y privados
de Colombia.

De sus maestros, término de más connotado reconocimiento y valoración


social, la comunidad colombiana espera lo que solo ellos, por sus
características personales, profesionales y laborales, están en condiciones
de ayudarle a conseguir: hombres y mujeres capaces de asumir con
entereza, dignidad, autonomía y actitudes democráticas, la construcción
permanente del ser y del destino propios, tanto en lo individual como en lo
colectivo, sin renunciar jamás a las aspiraciones profundas que se gestan en
los ámbitos de la libertad, la justicia y el trabajo.
Para tales propósitos Colombia nos convoca a los educadores a
reconceptualizarnos como trabajadores intelectuales de la cultura. Para
repensarnos sirva de soporte inicial el sentido que el escritor mexicano
Octavio Paz les señala a éstos:

“Las dos misiones del intelectual moderno son: en primer término,


investigar, crear y trasmitir conocimientos, valores y experiencias;
enseguida, ejercer la crítica de la sociedad y de sus usos, instituciones y
política..., con el fin de interpretar y dar forma a las “confusas aspiraciones
populares” para que el pueblo logre articular sus quejas y sus necesidades
en un pensamiento político coherente y en programas realistas, superando
las hipnosis ideológicas simplistas” 9

En términos de Dileep Poadgaonkar10, los educadores, como trabajadores


intelectuales, estamos llamados a “ establecer un equilibrio razonable entre
los imperativos del progreso económico inducido por la ciencia y la
tecnología, la gestión eficaz de los recursos humanos y naturales, el respeto

9
PAZ, Octavio - Tiempo Nublado. Editorial Seix Barral, S.A. Barcelona, 1986. Págs. 55 y 128.
10
Jefe de Redacción del Times of India
de los derechos humanos, la protección del ambiente, la afirmación de la
identidad cultural sin agresividad ni apologías y la preocupación constante
por las aspiraciones espirituales y morales de los individuos... Los
intelectuales desempeñan el papel de pioneros en la exploración de los
grandes desafíos del mañana. Indiferentes a los cantos de sirena de los
doctrineros y los utopistas que han extraviado a muchos de sus
predecesores, realizarán una tarea útil a condición de que definan
claramente su campo de acción”.

El intelectual independiente es aquella persona que piensa por su cuenta,


asume una función crítica y hace del intelecto la herramienta y la estrategia
fundamental en el delicado proceso histórico de configurar relaciones 95
interpersonales altamente significativas y concebir instituciones
estructurales que le sirven de soporte al ser humano en su devenir
individual y colectivo.

Consecuente con su carácter “al intelectual le corresponde el papel de


dilucidar, plantear, buscar sentido, diseccionar e integrar las encrucijadas
que tejen las ideas para desentrañar el fondo de los fenómenos. E incluso
le corresponde asumir un grado de solidaridad con la historia” 11 (José
María Mardonés)

En el cumplimiento de su misión al intelectual le asiste no solo el ejercicio


metódico de la razón para el examen de la realidad, sino una devoción
especial por los intereses supremos de la humanidad. Su pensamiento está
dirigido a brindar asideros verdaderos al hombre para la conquista y el
ejercicio de su propia libertad y a proponer soluciones a partir de los
complejos sistemas de ideas. En consecuencia debe ser un testigo
insobornable y un crítico constante de esa realidad. “El intelectual no puede
reducirse al papel de testigo impotente frente a naciones que pierden su
soberanía y a sociedades que redefinen su identidad mediante el
separatismo y la exclusión”12.

Al pensar libre y críticamente, buscando tener una opinión personal sobre


todos los temas que considere de interés, el intelectual se convierte en el
“observador comprometido” que asume posiciones de disentimiento, de
denuncia de los poderes establecidos y si es del caso de desafío al statu
quo, porque “hace inteligible lo que a otros se escapa”, tal como lo señala
Lévi Strauss, o porque se convierte en el actor que Jacques Derridá concibe
al considerar que: “En un mundo en el que las ideologías han perdido todo
poder y en que las instituciones políticas pierden la representatividad de
cara a conflictos que la sobrepasan, los intelectuales tienen la obligación de

11
CASTAÑO ARBELÁEZ, Jaime León. EL Sueño de Los Intelectuales. Suplemento
Dominical del Colombiano. Domingo 7 de enero de 1996
12
POADGAONKAR. Dileep. EL INTELECTUAL: UN AGENTE DE ENLACE?. En el Correo
de la UNESCO. Diciembre de 1993. Año XLVI
intervenir. Intervenir para abrir los ojos de aquellos que, por razones de
todo tipo, no alcanzan a ver los peligros que acechan a la sociedad”13.

Las actitudes que caracterizan a un intelectual ante el pensamiento y la vida


las define así uno de los personajes creados por el novelista argentino
Mempo Giardinelli en una obra bellísima, “El santo oficio de la memoria”:
“ser un intelectual independiente absoluto significa estar siempre a la
derecha de la izquierda, y a la izquierda de la derecha, pero sin que ello
implique estar en el centro. Ojo: esa es la clave y manejarse con algunos
principios éticos: no se miente ni aunque convenga y convenga a quien
conviniere, que es el problema de la oficialización de la memoria colectiva;
no se es deshonesto y se lucha contra la corrupción; se descree de la 96
historia pero respetándola y revisándola. Sí, es un modo exigente de
vivir...” 14

Corresponde al intelectual expresarse con base en un amplio bagaje


cultural, en el “compromiso civil por encima del compromiso ideológico”15,
en el estudio, la documentación, la lectura, la confrontación de ideas, la
sensibilidad para alcanzar la verdad y la visión de largo plazo. Para hacerlo
debe hablar y escribir públicamente con el fin de producir y generar
pensamiento y opinión. El intelectual responde a su tiempo, estimula el
pensamiento, prevé el caos, la anarquía y la violencia, y a la vez vitaliza la
cultura pública.
“El intelectual es un profesional del pensamiento que tiene opciones sociales
y políticas. El intelectual mantienen con el pensador la relación que el
esteta tiene con el artista: alude a un nutrido grupo de personas que
defienden una causa con elocuencia y a menudo, de forma militante, sin
estar compuesta, a pesar de todo, ni de artistas ni de pensadores”. 16

Como pensador, el intelectual asume el compromiso de conocerse a sí


mismo y examinarse en forma permanente, asegurándose de que su vida
transcurre en un estado de curiosidad constante, de duda inteligente y de
compromisos no violentos. Dispuesto a no manipular ni a dejarse
manipular examina desapasionadamente la conducta de los seres humanos,
plantea preguntas serias y objetivas, habla con sentido común, disiente de
las opiniones del grupo si fuere necesario y se levanta, sin miedo, contra las

13
Citado por Santiago Gamboa en EL PRÓLOGO DE UN COMPROMISO. El Tiempo. Domingo 7
de noviembre de 1993. Pág. 14C
14
GIARDINELLI. Mempo. El Santo Oficio de la Memoria. Editorial Norma, 1991.
Santa Fé de Bogotá. Pag. 443
15
HAVEL. Václav. Un Nuevo Respeto por lo que nos trasciende. Discurso en la Universidad de
Harvard. 1995. En el Dominical de el Colombiano, domingo 27 de abril de 1997.
16
BARZUN, Jacques. Del Amanecer a la Decadencia. Editorial Tauros, 2001, Madrid. Pág. 932
opiniones prevalecientes cuando la fortaleza de sus argumentos y el
imperativo de su conciencia se lo dictan. Por ser un conocedor de la
historia, aprende de los hechos, por encima de las ideologías y posee visión
de largo plazo; por ser lector de literatura selecta se hace conocedor
profundo de la naturaleza humana y se hace sensible ante el dolor y la
injusticia. Desarrolla un amplio sentido de la libertad y el progreso, destaca
lo que es esencial y jamás hipoteca la conciencia.

¿Por qué creen ustedes que los mejores pensadores y los intelectuales de
toda cultura y de toda época son los únicos que van quedando recogidos en
la historia? Donde no cupieron los guerreros quedaron eternizados los
pensadores. Cuando la historia olvida a los generadores del conflicto 97
recoge, se abastece y se inspira en el trabajo de los intelectuales.

Al intelectual le toca ver lo que otros no ven, le corresponde discutir lo que


no se discute o casi ni se menciona, pero que afecta el entramado social y
la suerte de los grupos o de los seres humanos en su individualidad. De él
se espera que supla la falta de información acudiendo a la investigación y al
pensamiento, contando lo que quizá nunca digan los periódicos. “Jamás se
entrega al derrotismo del olvido”, como bien lo enseña esa gran escritora
española, María Teresa León. Se opone a la tiranía con el pensamiento y la
escritura y por sobre toda condición ejerce la libertad de entendimiento.

Si los educadores y los demás agentes responsables del funcionamiento y


desarrollo de la educación y la cultura decidiéramos en Colombia realizar un
cambio a fondo para asumir un mayor compromiso con el destino histórico
de los colombianos, éstos nos reconocerían y valorarían como los más
importantes hacedores de la patria. Pero esto solo sucederá cuando la
inmensa mayoría de los educadores se convierta para los estudiantes en el
espíritu que los orienta y guía en su destino, que les descubre el horizonte
de lo posible, que les incita a la creación, que les seduce por el
conocimiento que posee y les presagia, que les acompaña en la conquista
de la libertad y los prepara para vivir la solidaridad, el amor y los demás
valores fundamentales de la cultura.

Como paradigma para un educador que busca la excelencia, se cuenta con


las palabras del filósofo, periodista y educador francés Raymond Aron, quien
dijo siendo él profesor en la Sorbona y a la vez director de uno de los
grandes periódicos de Francia: “Amo el diálogo con los grandes espíritus y
es un gusto que quiero compartir con los estudiantes. Encuentro que los
estudiantes tienen necesidad de admirar, y como normalmente no pueden
admirar a sus profesores porque son sus examinadores o porque no son
admirables, es preciso entonces que admiren los grandes espíritus y que los
profesores sean justamente los intérpretes de los grandes espíritus para los
estudiantes”.
Asumir el compromiso de redefinirse, colocándose a la altura de los retos y
de los desafíos que los nuevos tiempos y el país le plantea a sus
educadores, en nombre de los niños, jóvenes y adultos que acuden a ellos
buscando soporte y orientación para educarse, será lo que les permitirá
superar la crítica formulada por Jean Piaget cuando dijo: “Al maestro de
escuela le falta prestigio intelectual... El maestro de escuela no es
considerado por los demás ni, lo que es peor, por sí mismo, como un
especialista desde el doble punto de vista de las técnicas y de la recreación
científica, sino como el simple trasmisor de un saber al alcance de todo el
mundo”.17

Para el cumplimiento de esta encomienda social y para el ejercicio de su 98


vocación, el educador requiere de una sólida formación pedagógica, ya que
su práctica es la que define el campo de acción del maestro.

Al respecto podemos afirmar que la pedagogía, también definida por


algunos tratadistas como doctrina o filosofía de la educación, es la disciplina
socio-humanística que estudia y propone estrategias para lograr que el ser
humano realice la transición del estado originario de naturaleza, en el cual
llega a la vida, al de ser cultural integralmente desarrollado.
Históricamente, a la pedagogía se le ha encomendado la conducción del
hombre y la mujer hacia la realización, dentro de la diversidad y la
pluralidad, del ideal humano que en un momento dado y en el marco de
una cultura específica, predeterminan la familia, la sociedad y el Estado, y
en un momento de la vida, el individuo mismo.

Por su naturaleza e identidad, le corresponde a la pedagogía apropiarse,


adaptar y recontextualizar, en función del proceso educativo, del sujeto que
se educa y de la institución educadora, los aportes formulados por otras
ciencias o disciplinas  la sociología, la economía, la psicología, la
antropología, la lingüística, la filosofía, la epistemología y el arte  en torno
a la cultura, la sociedad, la familia, la socialización, las convicciones, los
comportamientos o modos de conducta social, el aprendizaje, el
conocimiento y la formación del carácter y la personalidad en desarrollo.

De ese modo, la pedagogía se hace responsable de asegurar el fundamento


teórico del proceso educativo y por ello formula y categoriza sus principios,
fines, objetivos, criterios, contenidos, metodologías, prácticas evaluativas,
formas de organización, condiciones administrativas y estrategias generales
o particulares con el fin de integrar, mediante la comunicación educativa, el
pensamiento y la acción, la teoría y la práctica.

17
PIAGET, Jean. Psicología y Pedagogía. Editorial Ariel. 7ª. Edición, 1980. Pag. 18
Colegas educadores, la escogencia o elaboración de la concepción
pedagógica con la cual se ilumina el proceso de formación y humanización
de un niño, joven o adulto, es pues la primera y más trascendente de las
estrategias educativas de cualquier educador o institución. Las estrategias
pedagógicas son a su vez el resultado de la reflexión, el estudio y la
experiencia de una persona o entidad para lograr materializar su vocación
de servicio en función de los estudiantes que se acogen a sus programas,
teniendo como punto de partida esa pedagogía que el educador francés J.
Beillerot denominó: “...forma dulce y sabia de persuadir y de inculcar...”18.

Si queremos una sociedad lectora, si queremos niños y jóvenes lectores, si


queremos adultos lectores, críticos y autónomos tenemos que hacer uso de 99
una pedagogía que les descubra a ellos de manera dulce y sabia, y con
persuasión suficiente, el valor de leer.

Muchísimas gracias.

Preguntas.

Gabriel Jaime, gracias por ayudarnos motivar la lectura crítica en nuestros


alumnos y por contagiarnos el interés por mejorar el conocimiento en
nuestro país.
Es común en las instituciones responsabilizar al maestro de castellano por la
baja calidad de lectura de los estudiantes, ¿puede enfatizar su aporte
respecto a que enseñar a leer es compromiso de todas las áreas?
Efectivamente ese sentido tenía la parte del texto en la que dice que es
responsabilidad de todos los profesores de todas las áreas del conocimiento,
y no solo de los profesores de lengua materna, la responsabilidad de
enseñar a leer y a escribir correctamente.
Como no es tampoco responsabilidad solo del de español a que hablemos o
que escuchemos como competencias propias de la lengua, eso es de todo
educador, es una transversal y tiene que ser una tarea constante. En el
lenguaje específico de las áreas académicas nosotros tenemos la
oportunidad de ampliar el vocabulario científico y técnico para que el
estudiante vaya teniendo un mayor repertorio de acceso al conocimiento.

Pero también hay que decirle a la familia que colabore en esa tarea, y que
la tarea de perfeccionar el lenguaje en los estudiantes no se suspende
porque se sale de clase ni se va a descansar a la casa, ni se va a fin de
semana ni a vacaciones. Es una tarea de un contexto social.

18
BEILLEROT, J. La Sociéte Pédagogiqué: Actión Pédagogiqué et Controle Social. Paris: PUF 1982
Los comunicadores que están aquí saben una tragedia que hay dentro de
esa maravilla que hay que es la televisión, ustedes se pueden quedar
perfectamente todo un fin de semana con puente incluido viendo televisión
24 horas al día y la traducción de todas las películas que hacen la
subtitulación en castellano no usan más de 250 términos.

Mientras más televisión veamos menos desarrollamos el lenguaje, entonces


es una tarea no solamente de todos los profesores y de la familia, sino el
compromiso de los medios de comunicación también.

¿Cómo promover la producción textual en los estudiantes a partir de los 100


textos periodísticos?
Yo creo que hay que empezar primero por una cosa, ayúdenle a sus
estudiantes a expresar por escrito su propio pensamiento, sus propios
sentimientos, sus propios miedos, sus propias inquietudes; para que el niño
vaya entendiendo que esa herramienta que se llama la escritura, o que se
llama la lectura, le va a servir prioritariamente a él para hacerse entender y
comprender. Y después podrá hacer uso de otros textos, que bien le hablen
de él o de los intereses y gustos que él tiene.

En el ejercicio tan metódico de Prensa Escuela yo he conocido unas


experiencias muy valiosas a partir de las educadoras de preescolar y de
primaria que trabajan con proyectos educativos, de interés específico para
los niños. El uno escoge el caracol, el otro escogerá cómo se mueve la
serpiente, por qué brillan las estrellas, por qué cae el agua. Y a raíz de eso
le han ido acumulando a su centro de interés los artículos que van
encontrando en revistas, en periódicos, para hacer sus folders de
ampliación del tema que les interesa. Y llega un momento en que a esos
niños ya ni siquiera hay que acompañarlos, sino que antes ellos jalonan al
maestro y lo impulsan a que estudie y consulte con él. De manera que el
uso de los textos depende siempre del sentido y en el sentido no solo de la
significación sino de la utilidad que les pueda representar ese texto.

Gracias por los aportes y reflexiones sobre el uso social y cultural de la


lectura.
¿Se debe romper definitivamente con la cultura oral para poder adquirir
hábitos de buen lector?
No, yo creo que definitivamente no hay que romper con la cultura oral
porque es que el lenguaje oral es vivo, es un ser vivo y está continuamente
creándose y recreándose. El solo hecho que el lenguaje sirva para denotar o
connotar la realidad, implica que ante todo acontecimiento surjan palabras
nuevas.

Y no solamente surjan nuevas, los neologismos por la ciencia o por la


tecnología o por los anglicismos o galicismos. Es porque la observación nos
obliga a nombrar lo que observamos. De manera que la fuente nutricia de la
lectura es la tradición oral. Pero hay que pasar la tradición oral, que es lo
que han hecho todos los países y todas las culturas que en un momento de
su desarrollo cultural emprenden lo que se denomina la civilización, el
refinamiento de esas características culturales: la escritura. ¿Para qué? Para
poder fijar el saber.

No se nos olvide que hay una responsabilidad histórica con el conocimiento


y con el saber que es transferirlo de generación en generación, o sino todas
las generaciones tendríamos que volver a estar empezando. La escritura lo
que hace es fijar la cultura oral, leer entonces está directamente
relacionado también con la valoración y el respeto a la tradición oral, pero 101
hay que avanzar sobre ella para poderla fijar.
Comunicación, educación y ciudadanía. Retos contemporáneos en
los procesos de formación.

Ponencia de Érika Jaillier Castrillón.

Buenos días,
Después de haber tenido unos conferencistas como los que hemos tenido
ayer y hoy es muy difícil empezar a hablar de este tema sin de pronto tocar
elementos que son comunes, y son comunes con lo que han sido esas
mismas presentaciones.
102
Quisiera permitirme leer inicialmente este texto que tiene sus años, es de
Jean – Jacques Rousseau, se llama “Emilio o la Educación” y me parece
bastante interesante para partir de ahí y servirnos como excusa para
trabajar el tema que quiero presentarles:
“Nacemos débiles y necesitamos fuerzas; desprovistos nacemos de todo y
necesitamos asistencia; nacemos sin luces y necesitamos inteligencia. Todo
cuanto nos falta al nacer, y cuanto necesitamos siendo adultos, se nos da
por la educación. La Educación es efecto de la naturaleza, de los hombres o
de las cosas. La de la naturaleza es el desarrollo interno de nuestras
facultades y de nuestros órganos; la educación de los hombres es el uso
que nos enseñan estos a hacer de este desarrollo; y lo que nuestra
experiencia propia nos da a conocer acerca de los objetos cuya impresión
recibimos, es la educación de las cosas. Así, cada uno de nosotros recibe
lecciones de estos tres maestros.”
El tema es comunicación, educación y ciudadanía. El tema tiene muchísima
relación porque cada elemento, ese quehacer comunicacional, ese trabajo
educativo y esa formación para ser ciudadanos son actividades
permanentes y las tres, también, se entrelazan y articulan
permanentemente: yo no puedo pensar en hacer procesos educativos sin
necesariamente estar pensando en elementos de comunicación, yo no
puedo pensar la comunicación sin una socialización que en el fondo es una
formación permanente para la ciudadanía.
La Educación, la Comunicación y la Cultura nacen de la interacción humana
con el mundo, con los otros y con la vida misma. La relación entre las tres
no solo es permanente sino compleja. Una relación que, además, implica
una serie de mediaciones: por un lado, las pedagógicas; por otro lado las
tecnológicas y por otro lado, las sociales.
Vamos a ver un poco esas tres mediaciones:
La mediación pedagógica se refiere a todas aquellas relaciones simbólicas
entre maestro y estudiante, entre estudiantes, entre maestros, entre la
dirección escolar y estos dos actores, entre el sistema escolar y cada
comunidad académica.
Daniel Preto Castillo un autor latinoamericano que ha venido varias veces a
nuestro país siempre habla de que esa mediación pedagógica es una
mediación permanente, pero es una mediación permanente no solo dentro
del aula sino fuera del aula. Nosotros no dejamos de enseñar cuando
estamos fuera del salón de clase, permanentemente estamos en un acto
educativo. Y ese acto educativo también se refleja en lo que es nuestra
relación con lo que es el sistema educativo y lo que es la relación de ese
sistema educativo con nosotros, seamos docentes o seamos estudiantes.
Entonces cuando estamos hablando de la mediación pedagógica no es
solamente el acto de enseñar y aprender dentro del aula de clase, estamos
hablando de, necesariamente, todas esas relaciones que tenemos dentro de
un sistema educativo, pero también dentro de la vida social y dentro de la
vida cotidiana como sistemas educativos.
Pero estas interacciones además, no son simples: se dan a través de unos
medios, de unas tecnologías (y hablamos aquí desde las más antiguas –la
escritura y la lectura- hasta las más recientes –Internet y las tecnologías 103
digitales de información y comunicación, por ejemplo).
A esta interacción a través de dispositivos o tecnologías la llamaremos
entonces mediación tecnológica. Las competencias básicas comunicativas
que se relacionan con la escritura, por ejemplo, el leer y escribir del que
hemos venido hablando estos dos días, son pues mediaciones tecnológicas
en el sentido que implican un saber hacer complejo, una instrucción, una
formación, una actividad y una aplicación repetitiva, una representación
social, un uso: yo no puedo simplemente aprender a escribir si no valoro la
escritura como ya nos lo han dicho, yo no puedo simplemente aprender a
leer si no valoro la lectura, y si yo no voy más allá de esa simple utilización
básica de la lectura y trato de hacer esas lecturas de primer, segundo,
tercer nivel para recrear esos mundos y de pronto lanzar mis propias
interpretaciones y producciones de sentido con respecto a lo leído.
Entonces, fíjense, no estamos hablando de que el libro, el texto, sea un
objeto tecnológico simple, es un elemento tecnológico bastante complejo.
De por sí, inclusive si estuviéramos hablando de la tiza y el tablero, que son
nuestros medios más tradicionales en el aula, estamos hablando de objetos
tecnológicos.
Saber utilizar el tablero, saber hacer un uso efectivo y eficiente de él como
recurso, es de alguna manera pues interactuar con un objeto tecnológico
que aunque simple resulta también complejo.
Esa mediación tecnológica y pedagógica son posibles porque existe la
mediación social, cuando hablamos de mediación social estamos hablando
también de interacción pero es una interacción permanente con otros. Y es
una mediación permanente con otros porque no solamente los otros,
nuestros pares, pero también nuestros mayores, son seres de los que
nosotros podemos aprender sino a los que también les enseñamos.
Conlleva entonces una aplicación tácita de estos otros compontes de lo
social: la aplicación de lo aprendido en el entorno en cada nueva situación
de intercambio simbólico, es decir, en cada acto de comunicación; y la
interacción que tenemos, tanto pedagógica como con esos objetos
tecnológicos de las que ya hemos venido hablando.
Cuando hablamos de un acto de comunicación, entonces, yo quisiera
detenerme en este punto porque un acto de comunicación no es
simplemente aquel acto mediado, si no todo aquel acto que implique toda
interacción simbólica, un intercambio simbólico de sentido. Cualquier acto
de interrelación que nosotros tengamos con otro es un acto de
comunicación pero no deja de ser también un acto educativo porque tiene
ese componente pedagógico, algo aprendemos, algo cambiamos de
nosotros mismos en cada momento de conversación.
La mediación social es clave sobre todo para entender la educación sobre
todo porque es comunicación, cuando estamos hablando entonces de
mediación social estamos hablando de un acto comunicativo permanente en
donde intercambiamos sentidos, intercambiamos valoraciones,
intercambiamos incluso escalas de valores completas que simple y
llanamente por el hecho de establecer el diálogo o la conversación.
La capacidad de solución de problemas, la integración de lo aprendido con 104
la vida cotidiana y con los escenarios vitales, el desarrollo de la inteligencia,
de la erudición, de la memoria, de la producción, de la creación de nuevos
objetos materiales, la misma apropiación tecnológica, es decir, el uso, el
hábito, la costumbre, pero también la valoración simbólica del objeto y de
su praxis son parte de esa mediación social permanente en la que nosotros
nos movemos.
Los cambios de contexto
Pero volvamos a Rousseau, quien hablaba de tres maestros (hombres,
objetos y naturaleza). Cuando hablamos de los hombres sobra decir que no
es solamente hablar de hombres sino que estamos hablando de cualquier
edad, de cualquier momento dentro del desarrollo tanto cognitivo como
social que pueda tener el ser humano.
Cuando hablamos de los objetos estamos hablando no solamente de los
objetos en término de esos objetos materiales de los cuales nos servimos
sino de aquellos objetos tecnológicos que terminan siendo no solamente el
objeto sino también el espacio de nuestras relaciones.
Y cuando hablamos de la naturaleza hablamos del entorno pero también de
toda esa vida social que en el fondo también es paisaje. No podemos
negarlo, hay un paisaje urbano del cual ya no podemos hablar tan simple y
llanamente como de la naturaleza, de lo ambiental en sentido estricto, deja
de ser una naturaleza recreada, construida, pero igual sigue siendo un
ámbito de relación.
Esos tres actores, (naturaleza, objetos y hombres) y las tres mediaciones,
se entrecruzan adicionalmente con dos variables (tiempo y espacio),
hablamos entonces de la historia, de un contexto social y un contexto
histórico determinados.
También hablamos de diferentes ambientes: el hogar o la familia, las
instituciones, los mismos medios de información y de comunicación son hoy
ambientes de aprendizaje, pero también ambientes de socialización y
ambientes de construcción de esa socialización y de esa ciudadanía.
Entonces cuando consideramos las variables, los maestros y los ambientes,
tendremos que ver que esas relaciones son cambiantes y que no son de
pronto lo mismo a lo que eran en el momento en el que Rosseau mencionó
esas tres relaciones. Hablamos entonces de unos nuevos ambientes, unos
nuevos objetos y unos nuevos roles.
Esos nuevos ambientes aparte de la escuela, el hogar y el mundo de la
vida, que en algún momento se consideraron, aparecen entonces los
medios de información y comunicación.
Aquí quisiera aclarar que cuando hablamos de nuevos ambientes en
términos de medios de información y de comunicación estamos hablando no
solamente de ambientes que pueden ser, para algunos, artificiales si no que
para nuestros nuevos actores y para los actores que somos hoy, que hemos
nacido y crecido dentro de lo tecnológico, esos nuevos ambientes son
también naturaleza, no son artificiales, son parte de la vida y de la vida
social y cotidiana.
Hago la diferencia también entre medios de información y comunicación, los
de información son aquellos en donde nosotros recibimos y ofertamos 105
información: el periódico, la televisión, la radio, funcionan clásicamente
como medios de información, se hace un intercambio informativo;
generalmente funcionan, no digamos que en doble vía, a pesar de que,
bueno, con lo que nos explicaban ayer sobre todo en la tarde, los Tips los
blogs en este momento permiten que exista esa doble vía, esa
bidireccionalidad. Pero inicialmente fueron construidos desde una
unidireccionalidad como medios masivos.
Entonces los medios de información han tenido, clásicamente al menos, esa
característica de ser unidireccionales, eso es lo que los hace diferentes a los
medios de comunicación: cuando hablamos de ellos ya no hablamos de la
unidireccionalidad sino de la bidireccionalidad y de la multidireccionalidad.
De ahí que por ejemplo las Tecnologías de Información y Comunicación
(TICS) digitales, que hoy también hacen parte de nuestra vida cotidiana,
son mucho más que medios de información, son medios que reúnen la
información y la comunicación. Internet entonces es uno de ellos, son
nuevos ambientes y nuevos ambientes de aprendizaje. No podemos negar
que hoy por hoy la educación va a pasar no solamente por la escuela, por el
hogar, por la familia, sino también por esos mismos medios de información
y comunicación e incluyendo esas TICS digitales o lo que para otros en
algún momento fueron las nuevas tecnologías.

Hablamos también entonces de unas generaciones tecnológicas diferentes,


esos son los nuevos objetos. Las TICS han cambiado, se habla de que las
primeras Tecnologías de Información y Comunicación tienen que ver
directamente con la escritura, el primer tipo de esta tecnología es
precisamente ese, el poder escribir, porque implica como objetos
tecnológico una caligrafía, una ortografía, una gramática, unas formas de
hacer, unos modos correctos de hacer. Entonces la escritura misma es una
Tecnología de Información y Comunicación, pero hay unas generaciones
tecnológicas, pasa de unas que eran simplemente el texto lineal aplicado de
forma básica, incluso, restringido para unas élites que podían utilizarlo y
como decía el profesor Francisco Cajiao ayer, solo después de la Edad
Media, cuando empezamos a valorar realmente la lectura se ve que la
escritura no es solamente una tecnología para unos sino que puede ser una
para muchos.
La posibilidad de la lectura en voz alta que se dio en La Edad Media y que se
dio en algunos de los palacios, incluso antes, es una muestra que la lectura
también puede considerarse como una TIC, pero igualmente era restringida.
Se libera a partir de la impresión, pero también a partir de los momentos
que la Modernidad permite de fomentar el uso de la lectura y de la escritura
como tales.
De esas tecnologías que vivieron en el pasado pasamos a unas tecnologías
que hoy por hoy llamamos análogas, pero que en su momento también
tuvieron su clasificación: hablamos de unas tecnologías audiovisuales,
tecnologías que son telemáticas, y hoy hablamos de unas tecnologías
digitales y de convergencia.
Esos distintos géneros tecnológicos, esas distintas edades tecnológicas y 106
genealogías tecnológicas, deberían hacer parte de nuestros recursos como
proceso de aprendizaje, como proceso educativo y de formación no
solamente en la escuela sino también en el mundo de la vida.
Y hablamos también de unos nuevos roles: el maestro como facilitador.
Ayer mismo también se decía que hay un cambio de rol que nos da la
Modernidad, pero incluso más que la Modernidad el siglo XX, y es ese
cambio del rol del maestro como quien es el erudito que dice y que los otros
escuchan a hablar del maestro como un facilitador de los procesos, y como
un facilitador, ahí sí, de las actividades y de los ambientes de aprendizaje.
El tener que pensar en las actividades y en esos ambientes de aprendizaje
para que sea el otro quien aprenda y no yo como maestro quien
simplemente diga qué es y cómo se debe aprender, es un cambio de rol que
ha modificado absolutamente ese quehacer entre educación y comunicación
como relaciones.
Hablamos entonces de los medios como educadores, de la educación entre
pares, de ser coeducadores dentro de las mismas relaciones que tenemos
con otros, hablamos necesariamente de que nuestros estudiantes son
también nuestros maestros y en ese sentido las actividades que nosotros
procuramos hacer como maestros son un aprendizaje de doble vía en donde
hablamos permanentemente de una comunicación, precisamente porque
estamos en un momento de bidireccionalidad y multidireccionalidad de los
procesos.
Entonces de ahí que se necesite hablar de unos retos de la comunicación y
de la educación frente al tema de la ciudadanía.
Los retos de la comunicación y la educación frente al tema de la
ciudadanía
De acuerdo con Edgar Dale que trabaja algo que se denomina “Cono del
Aprendizaje o Cono de la Experiencia”, cuando hablamos entonces de la
interacción y la participación, del poder hacer, decir, experimentar, discutir
lo vivido; eso representa el 90% del aprendizaje duradero del hombre.
Dice: “tendemos a recordar el 10% de lo que leemos, el 20% de lo que
oímos, el 30% de lo que vemos, el 50% de lo que oímos y vemos, el 70%
de lo que decimos, el 90% de lo que decimos y hacemos”.
De ahí que las actividades involucradas también se tengan que considerar
de nuevo, desde una óptica diferente de esos nuevos actores, de esos
nuevos roles y ambientes de aprendizaje pero también de esos nuevos
objetos de aprendizaje con los que nos relacionamos.
Hablamos entonces de un cambio, porque antes era solamente pensar la
lectura, las palabras oídas, los dibujos observados. Hoy por hoy tendríamos
que estar pensando en una representación teatral, simular experiencias
reales, hacer las cosas que se intentan aprender, pero también los
intercambios tecnológicos que podemos tener a partir de cierto tipo de
tecnologías o de cierto tipo de ambientes de aprendizaje.
Las simulaciones, los juegos de rol, el tipo de trabajo dentro de una aula de
clase acompañada por un computador, de alguna manera es un hacer y un
decir y un aprender haciendo. Esto modifica necesariamente el tema del
tipo de actividades, que eso es lo que se ve de pronto en la parte de la 107
actividad verbal, la actividad visual, la actividad participativa y receptiva y
la actividad pura.

Generalmente se habla de tres fases de participación que uno tendría que


tener en cuenta cuando estamos hablando de estas formas nuevas de
aprendizaje. Hablamos de tres formas de participación en general: una
participación selectiva, una transformativa y otra constructiva.
Tanto si estamos pensando la relación desde la comunicación como si la
pensamos desde esa articulación permanente entre comunicación y
educación, cuando hablamos de la participación selectiva estamos hablando
que cada quien, y esto lo estudia más la comunicación y la psicología que la
misma educación pero no por tanto debería hacerlo también la educación y
tenerlo presente, nosotros recibimos lo que es realmente significativo y
seleccionamos; no todo lo que se supone que nos enseñan lo aprendemos.
Esa capacidad de ser selectivos implica que exista una participación
selectiva que no solamente se da en el zapping que se hace cuando uno
está cambiando de una canal a otro de televisión sino en la receptividad que
tienen nuestros estudiantes en el aula de clase cuando como que apagaran
sus cabezas cuando no les interesa el discurso que están escuchando.
Esa participación selectiva también la tiene que considerar el profesor en su
nuevo rol como facilitador, y entonces también tendría que pensar cómo
aprovechar esa capacidad selectiva de sus estudiantes para manejar mejor
los nuevos procesos de aprendizaje.
Participación transformativa
Pasemos a la segunda forma de participación, la participación
transformativa. Esa participación es actividad, y es una actividad mucho
más interactuante del estudiante con respecto a su proceso de aprendizaje.
El que nosotros le podamos permitir al estudiante el trabajo permanente
dentro del aula, el que él proponga, el que él incluya sus propias
apreciaciones sobre el mundo y sobre lo aprendido es una actividad de
participación transformativa. La discusión, el debate, el foro, el manejo de
cierto tipo de actividades colectivas, el trabajo en equipo y en grupo son
participaciones transformativas porque cambian su visión y su quehacer
frente al mundo.
Y cuando hablamos de la participación constructiva estamos hablando un
poco de lo que ya se ha mencionado también desde ayer y es la necesidad
de la producción. Pensar en una participación productiva es pensar en que
nosotros mismos como docentes, pero también nuestros estudiantes,
deberían ser constructores y productores de textos. E incluso yo no hablaría
solo de textos en el sentido estricto del texto lineal y escrito, hablamos de
textos y de nuevas textualidades cuando estamos hablando también de lo
sonoro, de lo audiovisual, incluso de lo digital si se quiere. El texto digital es
un hipertexto pero eso no quiere decir que deje de ser texto, es un texto
complejo que permite esa relación entre textualidades diferentes. Entonces,
pensar en que tenemos que promover esa producción es pensar en esa
participación ya no solo transformativa sino también constructiva.
De ahí que sea necesario plantear lo siguiente, hay que educar con los 108
medios y con las TICS, educar para los medios y educar en los medios. Esto
ha sido una de mis ideas permanentes cuando hablo de la relación entre
comunicación y educación. Yo no puedo pensar en que, si esa articulación
es permanente (hablo de la articulación entre comunicación y educación),
yo no puedo dejar de pensar tampoco en qué hacer con los medios y qué
hacer con los medios, para los medios y en los medios.
Educar con los medios y con las TICS es utilizarlos como herramienta
didáctica, es utilizarlos como recurso, también como excusa, en muchos
casos como pretexto para las construcciones y pretexto también para la
construcción y transformación del entorno. Educar para los medios y para
las Tecnologías de Información y Comunicación implica la recepción crítica,
la formación de capacidades, de producción y de creación. De lo que nos
han venido hablando autores y profesores como Francisco Cajiao ayer y hoy
el profesor Gabriel Jaime Arango.
Cuando hablamos de recepción crítica es, entonces, mirar los medios pero
también enseñar a nuestros estudiantes -si se puede hablar entonces de
enseñar, porque esa fue una de las reflexiones de ayer- cómo aprender a
aprender de los medios siendo críticos. Pero eso implica que tanto el
maestro como el estudiante tienen que ver, tienen que oír, tienen que
relacionarse con los medios.
No se aprende si uno no se relaciona con ellos, no hay realmente una
apropiación, una integración de los medios a la vida cotidiana si nosotros no
nos acercamos a ellos, pero también si nosotros no empezamos a comparar
unos medios con otros, a hacer nuestras propias reflexiones, nuestras
propias tomas de postura frente a lo que los medios nos dan, frente a los
contenidos de los medios y al cómo se manejan esos contenidos, frente a
cómo se puede hacer mejor el quehacer y la relación con esos objetos
tecnológicos que son las TICS.
Educar en los medios y en las TICS es elaborar mejores estrategias de
enseñanza y aprendizaje para utilizar esos mismos medios o esas
Tecnologías de Información y Comunicación (TICS recoge ya de por sí el
término de medios) como ambientes o escenarios para la educación de
manera significativa, de manera que se pueda hacer realmente un
aprendizaje con sentido que permita esa participación al mismo tiempo
selectiva, constructiva y transformativa de nuestros estudiantes.
El aparente juego de preposiciones que se hace aquí, el con, para y en,
cobra sentido si comprendemos que el uso, el hábito, el modo en que
nosotros nos relacionamos con los medios, se manifiesta cuando es
suficientemente recurrente y bajo la forma de una costumbre. De un
habitus integrado en la cotidianidad.
Cuando los medios se convierten en parte de nuestras prácticas sociales,
que son prácticas que se insertan e imponen frente a otras prácticas
preexistentes, se reproduce y se modifica, y se resisten tanto práctica
frente a otras concurrente o conexas estamos hablando también que hay
que pensar en cómo ir haciendo el tránsito de unas prácticas sociales a
estas prácticas sociales que implicarían esos cambios de rol, de ambiente, y
de objetos tecnológicos con los que estamos moviéndonos en nuestro vivir
actual. 109
Hago aquí una apreciación, el uso difiere de la utilización porque implica
competencias que van más allá de lo puramente técnico. Una cosa es que
yo utilice el vídeo en una clase y otra cosa es que sepa cómo usarlo. Una
cosa es que yo utilice el computador para dar la clase, otra cosa es que
tenga un hábito, tenga una costumbre, haya pensado en que esa utilización
se puede convertir en una práctica social compleja y que no va a ser lo
mismo que yo simplemente les diga a los muchachos: “vengan, hoy
tengamos clase de pronto en la sala de computadores del colegio”, a
planear todo ese proceso de utilización de la tecnología, de utilización de
ese soporte tecnológico no solamente como objeto sino también como
ambiente y no solamente como objeto y como ambiente sino también como
algo que puede ir más allá de la simple utilización básica, y pasar a
convertirse en un hábito y por tanto en una práctica social compleja.
Cuando hablamos del uso hay una inscripción dentro de una dimensión
política y moral de ese objeto técnico en un mundo simbólico de la cultura,
es una reconfiguración incluso de lo que va a ser el usuario final. Cuando
nosotros le damos uso a un dispositivo tecnológico, cuando hacemos uso
realmente de un medio de comunicación, estamos dando una valoración
diferente a si solamente lo utilizamos, es decir, si solamente lo aplicamos en
labores básicas mínimas. Es saber que ese uso implica una reflexión,
implica una construcción, una valoración social, una introducción de ese
objeto dentro de la cultura; y que al introducir ese objeto dentro de la
cultura entonces nosotros lo estamos convirtiendo en algo más que el
objeto mismo.
Cuando yo planteo, por ejemplo, el tema de las TICS en el aula como
ambiente y al mismo tiempo como objeto y recurso de aprendizaje,
necesariamente estoy pensando que tengo que ir más allá de la utilización y
tengo que convertirlo en un uso. La utilización es: “vamos, y tenemos la
clase hoy, y ustedes utilizan el computador” y mientras yo les estoy dando
la clase ustedes entran a Facebook, a sus correos electrónicos. El profesor
tendría que reconocer eso, saber que dentro de las prácticas sociales de sus
estudiantes, ya a lo mejor esa multitarea es una práctica social, y la
capacidad que nosotros tengamos como docentes de articular esa práctica
social de la multitarea a lo que nosotros queremos decir o hacer con ellos
en la sala de computadores, es pasar de la utilización al uso del
instrumento.
Hablamos entonces de formar competencias, las competencias básicas
cognitivas son siempre la base: interpretar, argumentar, proponer; yo diría
también articular o integrar competencias y ese integrar saberes y
conocimientos a veces no es la más básica de todas esas competencias
cognitivas. Éstas se cruzan con las competencias específicas, pero sobre
todo con unas que tenemos que pensar como transversales mucho más en
nuestra vida cotidiana: las competencias comunicativas, las competencias
tecnológicas y las competencias sociales y ciudadanas.
Estos conjuntos de competencias implican tanto para el docente como para
los estudiantes, un cambio y un cambio de mentalidad, pero también un
cambio de su forma de pensarse como sujeto activo dentro del proceso de
educación y de aprendizaje.
110
Las competencias comunicativas son aquellas comprensiones que permiten
los actos de comunicación entre seres humanos. Hay unas competencias
comunicativas innatas en el hombre pero la mayoría solo puede
desarrollarse de forma integral en la convivencia social, dentro de los
parámetros propios de cada cultura. Las competencias van más allá de las
competencias lingüísticas, las comunicativas son mucho más que las
competencias lingüísticas. Estas últimas son las directamente relacionadas
con la producción textual, las orales: de producción, hablar y de percepción,
escuchar. Las escritas; de producción, escribir, y de percepción, leer.
Pero si esas no las acompañamos con unas competencias paralingüísticas
que tenemos que saber manejar, que son aquellas que acompañan el
lenguaje verbal: por ejemplo el tono, el estilo, el acento, el modo en el que
decimos las cosas, el “tonito” como dicen por ahí, entonces es posible que
ese lenguaje pase a menos.
De nada servirían las competencias lingüísticas si esas competencias
lingüísticas no las sabemos acompañar de estas competencias
paralingüísticas, saber hacer énfasis en el momento en que se debe con un
gesto, con una mirada, con el tono, con la forma de decir las cosas.
Eso tiene que ver precisamente con las competencias pragmáticas, que son
aquellas que se relacionan con la interpretación del mensaje y del acto de
enunciación y de palabra, implican comprender la situación y el contexto, y
las características socioculturales de los participantes. Son esa capacidad
que uno tiene de saber qué decir en un determinado tipo de situación
comunicativa y saber cómo decírselo al otro tratando de ponerse en el papel
del otro y también tratando de entender la situación, tratando de entender
el contexto.
Es un poco distinto el no de una mamá al no de un profesor dependiendo
del tono pero también dependiendo de la situación. La palabra puede ser la
misma pero la situación no. La capacidad que nosotros tengamos de
comprender la situación y comprender el contexto, y el contexto adecuado
para decir las cosas y decirlas de una manera diferente es precisamente esa
competencia pragmática.
Existen también unas competencias quinésicas que son las que más
dejamos perder y las que más olvidamos en el aula de clase. Las gestuales,
las proxémicas, las que tienen que ver con el movimiento, la gestualidad, la
teatralidad, la capacidad histriónica que cada uno de los seres humanos
tenemos, son necesarias como competencias y como competencias
comunicativas.
Pero vayamos más allá, la competencia proxémica es la capacidad de tener
sensación de dimensiones, de movimiento y de espacialidad. Esa capacidad
a veces solo la pensamos en la clase de educación física, y también resulta
que es una competencia comunicativa: el que yo sea capaz de orientarme,
el que yo tenga capacidades de comprender mi espacialidad, de
comprender cuál es mi espacio vital es una capacidad comunicativa.
Y las de movimiento, se trabajan igual más en la educación física que en
otras. De pronto en algunos casos en educación artística en ciertas
instituciones educativas. Pero casi siempre se deja de lado en las clases de
lenguaje y de lengua materna. Pero, ¿cuántas formas de comunicarnos a 111
partir de movimientos tenemos nosotros? Y no hablo solo de gestos, hablo
de movimientos: hay unas señales que son barrera, que cruce los brazos,
las piernas, el que se rasque la oreja, el que se toque la nariz. Ese tipo de
movimientos son formas de comunicación, significan algo, nos tendrían que
decir algo a nosotros también como maestros porque sería una forma de
leer en las caras de nuestros alumnos si realmente sí les está llegando la
información o no.
Están también las competencias cronéticas, estas casi nunca se tienen en
cuenta y ni siquiera aparecen en los libros como existentes. Son aquellas
que relacionan el acto de la comunicación con la oportunidad y la
pertinencia. No sé si les ha pasado, si ustedes están enfrentados al funeral
de alguien es muy difícil saber el momento preciso para decir lo que uno
quisiera decirle a esa persona, y uno siempre se pregunta si sí será
adecuado decir que uno lo siente. Esa capacidad de comprender la
situación, de comprender el momento, de saber qué decir en el momento
adecuado, oportuno. Incluso de saber guardar silencio cuando se tiene que
hacer, es una capacidad cronética y está relacionada con esos mismos
procesos comunicativos.
Pasemos a las competencias tecnológicas: se consideran generalmente
desde lo operacional, desde lo operativo y lo instrumental; “casi siempre
son destrezas y habilidades de aplicación de herramientas, de crítica y de
autocrítica frente al desempeño de una tarea concreta”, esta es la definición
que utiliza Tuning en un texto que es precisamente un texto sobre las
competencias de Tuning, un proyecto que se hizo primero en Europa y
ahora ha venido desarrollándose desde el 2003 en América Latina.
Pero hay unas competencias básicas y habrá unas competencias avanzadas
dentro de esas competencias tecnológicas, y esas competencias que ya son
un poco más avanzadas tienen un poco que ver con la reflexión frente a los
objetos, y frente a los objetos técnicos y tecnológicos, pero también frente
a cualquier objeto material.
No es lo mismo utilizar una cuchara para cavar que una cuchara para
comer. El modo de uso de la cuchara nos tendría que decir algo, pero saber
qué hacer con una cuchara es una competencia técnica, que puede llegar
incluso a ser la competencia tecnológica si estamos hablando ya no
solamente de usar una cuchara en términos de utilización puntual para
tomar la sopa sino en términos de un protocolo de etiqueta, de elegancia en
la mesa que nos estipula una forma de uso diferente de ese instrumento.
Entonces, la capacidad reflexiva, el conocimiento frente a términos básicos,
las capacidades de gestión de la información, la capacidad de gestión de
proyectos a partir de los objetos tecnológicos que tenemos a nuestro
alcance; la utilización adecuada y efectiva de los recursos, las habilidades
para el análisis, la planeación estratégica que nosotros podamos hacer
frente al uso adecuado de esas tecnologías; la explicación de los
procedimientos, funciones y pasos, y nuestra capacidad comunicativa para
poder expresar esos procedimientos, funciones y pasos, son parte de esas
competencias tecnológicas un poco más avanzadas que tendríamos que
considerar.
112
Entonces, estos son los siguientes aspectos que normalmente se tienen en
cuenta cuando hablamos de alfabetizaciones tecnológicas: comprender las
posibilidades de las TIC, utilizarlas de forma consecuente con los modos de
uso y con las necesidades o problemas específicos, solucionar problemas
concretos para dar cuenta de esa alfabetización tecnológica, transformar la
utilización de acuerdo con las posibilidades del usuario y de la herramienta;
desarrollar la formación crítica frente a las relaciones entre la tecnología y la
sociedad; distribuir y difundir lo aprendido entre pares son lo que uno llama
usualmente signos de alfabetización tecnológica.
Pero, si vamos más allá entonces tendríamos que pensar en la capacidad de
transformación, de creación y de diseño. La habilidad para construir por
medio de la tecnología, y yo no hablo solamente de esta tecnología sino de
cualquier tipo de recurso y de cualquier tipo de saber hacer con esos
recursos que tengamos como tecnología; la capacidad de gestionar
proyectos complejos, la habilidad de transformación de los usos y dimensión
de nuevos procedimientos y métodos, el fomento del trabajo colectivo en el
uso de la herramienta y la capacidad de organización, planificación y control
de la información para la praxis.
Y entonces será posible hablar de la apropiación social cuando esas
competencias se conviertan en prácticas sociales complejas. Vuelvo y
repito: para más allá del simple uso básico, de la simple utilización práctica,
para pasar a un uso de tipo social, que implica una reflexión de avanzada y
un saber hacer que va más allá del simple efecto operativo, a la planeación,
creación y transformación de eso que conocemos como objetos.
Y tenemos las competencias sociales y ciudadanas. Las competencias
ciudadanas surgen como cualquiera de los otros conjuntos de competencias
dentro del entorno social y cultural en el que nosotros nos movemos. Son
transversales porque no están inscritas en ningún saber particular sino que
tienen que estar en todos nuestros saberes como seres humanos y sociales.
En principio se plantean como aquellas que permiten fomentar la asociación
y sociabilidad humanas, están altamente relacionadas con las prácticas
sociales que se definen como sistemas de acción socialmente estructurada e
instituida con relación a unos roles sociales de los actores.
Generalmente cuando uno mira un poco los lineamientos curriculares y se
fija en lo que son frente a lo que es las competencias ciudadanas, hablamos
de cuatro subconjuntos: el respeto y defensa de los Derechos Humanos, la
convivencia y la paz, la participación y la responsabilidad democrática; la
pluralidad, identidad y valoración de las diferencias.
Pero tendrían que responder a unas prácticas sociales, entonces el que
respondan a unas prácticas sociales va más allá de lo que nosotros
podamos decir en el papel. Es un aprender y un aprender haciendo,
viviendo y experimentando. Esas prácticas sociales cuando estamos
hablando de competencias sociales y ciudadanas tienen que ver con lo
relativo a la supervivencia social y cultural. Y estoy hablando no solo de
convivencia, de respeto y de tolerancia, sino también de la posibilidad de
mantener, de reproducir, de producir y transformar la cultura.
Expresión y manifestación de la afectividad y los sentimientos, un poco ya
de esto han hablado, pero es la posibilidad de que todos seamos capaces de 113
ser autores de nuestros propios textos y que entendamos que nuestros
textos son una forma de expresión, pero una expresión no solo de un
personaje cualquiera, sino de un ser humano con un valor y con unas
posibilidades como ser humano diferentes.
Las relacionadas con el condicionamiento del ser humano hacia la
trascendencia, háblese si se quiere de la religiosidad, pero también háblese
de todo lo que puede ser la posibilidad de monumentalizar lo que nosotros
hacemos, de convertir los objetos comunes en objetos trascendentes. Que
la piedra con la que señalamos el sitio en donde vivimos algo se convierta
en algo que realmente sea significativo, no solo para mí sino también para
otros que eso fue lo que aprendió a hacer el ser humano
antropológicamente en su desarrollo, en la construcción de las tumbas y
cuando ya realmente se habla de humanidad en términos de los simbólico.
El fomento de la conservación cultural tiene relación con las normas de
convivencia tácitas y explícitas, los valores, las convenciones, las jerarquías,
los protocolos, las etiquetas, el reconocimiento de la autoridad. Y aquellas
que tienen que ver con el desarrollo del pensamiento que son evidentes en
los procesos educativos y de formación. Es todo lo que hablamos de ciencia
y tecnología pero hacer ciencia no es solamente trabajar de vez en cuando
experimentos en el aula, hacer ciencia es también fomentar la capacidad
de interrogarse sobre el mundo y sobre la vida, de trazarse preguntas, de
intentar que esas preguntas se conviertan en un motor para hacer nuevos
descubrimientos y nuevas adquisiciones de conocimiento. Las de creación
colectiva y trabajo en equipo, las de construcción de nuevas relaciones
sociales que suponen conocimientos locales y globales sobre la realidad, de
reconocimiento de la autoridad: tienen como fin la definición de
normatividades complejas, propias del ser político del hombre, están
relacionadas con las capacidades y tipologías del liderazgo.
Fomentar esto en el aula es fomentar la aplicación de las vivencias y las
experiencias sociales entre los mismos estudiantes y nosotros como sujetos
coeducadores dentro de esos nuevos ambientes de aprendizaje.
Los procesos de comunicación educativa y de educomunicación en los
nuevos ambientes generados por los medios al hacer énfasis en la
importancia de la interacción simbólica y en la articulación con la cultura,
permiten trabajar estas competencias de un modo más armónico y realista.
Digo más armónico no en el sentido de que el aula tradicional no sea
armónica sino que nos dan más posibilidades y de pronto en algunos casos
más alternativas de trabajo con respecto a lo que es la vida cotidiana de
nuestros mismos estudiantes.
La mediación pedagógica en la contemporaneidad debe plantearse hoy más
que nunca desde el concepto global del derecho a la información y a la
comunicación, a la reflexión sobre las dinámicas sociales, a las dinámicas
concretas de comunicación aplicadas en el aula dentro del proceso de
aprendizaje. Especialmente desde las tecnologías entendidas como recursos
y como escenarios para la creación y el desarrollo de una actitud ciudadana
crítica.
Ahora bien, la Mediación Social y la Mediación tecnológica contribuyen a 114
este fin siempre que se planteen los procesos de apropiación y de
integración de los objetos tecnológicos desde una mirada mucho más
profunda que la preparación de los usuarios para la utilización instrumental.
La actitud crítica, la percepción crítica incluso las potencialidades que se ven
con optimismo, enriquecerá realmente la formación frente a lo ciudadano.
Esto igual son unas referencias bibliográficas que les dejo por si de pronto
alguno de ustedes está interesado en trabajar el tema:
Bibliografía
- Ferrés, J. (1994). Televisión y educación. Barcelona: Paidós.
- Litwin, E. (2005). Tecnologías educativas en tiempos de Internet.
Buenos Aires: Amorrortu.
- Moreno Bazurto, L.Z. (2002).
- Prieto, D. (1998). La pasión por el discurso. Medellín: Universidad
Pontificia Bolivariana.
- Ríos, J. M. y Cebrián, M. (2000). Nuevas tecnologías de la
información y de la comunicación aplicadas a la educación. Málaga:
Ediciones Aljibe.
- Rueda, R., Quintana, A. (2007) Ellos vienen con el chip incorporado,
Universidad Central, Universidad Distrital Francisco José de Caldas y
Alcaldía Mayor de Bogotá D.C., Bogotá D.C.
Creo que dejamos hasta aquí la presentación, muchas gracias.
Panel: ¿Qué ha significado la prensa en su vida como maestro?

Alfonso García Rodríguez


Buenos días a todos.
Cuando hablamos de la escuela creo que hablamos de uno de los referentes
más importantes del ser humano, pero yo suelo siempre decir a los
profesores que son muy amigos de cumplir muy a rajatabla el programa
que posiblemente los niños cuando sean adultos, de lo que se van a acordar
del centro, de la escuela, del colegio, va a ser seguramente de una
excursión que hicieron o de una obra de teatro que representaron en alguno
otra ocasión, o de siempre elementos de estas características. 115
Por eso, el hecho de que se plantee aquí en este evento, en este panel qué
ha significado la prensa en su vida como maestro y cómo la han utilizado en
su proceso de formación personal y profesional es de alguna manera
rebajar toda la teorización que en un momento hemos podido hacer para
contarnos experiencias personales.
El hecho de que se reúnan aquí personas para hablar de ello supone un
enriquecimiento extraordinario. Un par de días antes de viajar hacia
Colombia, me llegaba un libro en el que participamos creo que 21 personas,
escritores y demás. Con un título como son: “Narraciones de la escuela”
donde nos pedían que contásemos una experiencia nuestra.
Yo creo que el hecho de que se vayan contando experiencias de la escuela,
bajo múltiples aspectos, es una de las cosas más interesantes que le puede
pasar al ser humano. La mía era muy sencilla, eché a cuento que alguien
me quitó la pelota y entonces corrí detrás de él y como no lo alcanzaba cogí
una piedra, la tiré, él se agachó y rompí un cristal; pero rompí el cristal de
la casa donde vivían los maestros de la época en mi pueblo, por lo cual me
llamaron al orden. Y yo me empeñaba ante la directora del centro en decirle
que la culpa no había sido mía, que había sido del que se agachó, porque si
no se hubiese agachado le daba a él y no rompía el cristal.
Bueno, en la palestra está Silvia María Puerta Echeverry, que tiene como
todos 15 minutos para poder contarnos esas experiencias.

La prensa y su apoyo en los cursos de ciencias naturales

Silvia María Puerta Echeverry


Buenos días,
Cuando me invitaron a ser parte de este seminario, pues vengo trabajando
en Prensa Escuela desde las Ciencias Naturales hace aproximadamente
cuatro años, y empecé con la presentación que debo confesar la cambié
muchas veces decía: “bueno, voy a escribir todo lo que he estudiado y todo
lo que hago”, no con la intención de “chicanearles” sino con la intención de
que en verdad cada vez que uno estudia más considero que sabe menos.
Pero eso le da a uno muchas posibilidades precisamente de trabajar una
serie de alternativas diferentes con respecto a nuestro quehacer laboral, en
este caso he sido maestra toda la vida y he tenido la posibilidad
afortunadamente de combinar tres grandes sectores: agropecuario,
ambiental y educativo. Lo que me ha permitido tener una visión del mundo
muy diferente y por lo tanto aprovechar el medio de la prensa.
Me van a ver ahora que les voy a presentar, yo soy como una culebrera
llena de papeles, yo organizo una serie de noticias relacionadas con muchas
temáticas que hay en la prensa que me han permitido hacer investigación,
es un gran recurso pedagógico y didáctico para mí como maestra y fuera de
eso fortalece mucho mi conocimiento.
Las áreas que he trabajado durante toda mi vida, podría decir que se 116
concentran desde las ciencias naturales y desde la educación ambiental y
me han permitido también hacer una integración curricular de las temáticas.
No solamente como maestra sino también con mis estudiantes en donde
podemos hacer una serie de análisis y de reflexión crítica frente al
conocimiento, inclusive frente a las noticias.
Una verificación y confrontación del conocimiento. Yo he sido toda la vida
como Santo Tomás: “ver para creer”. Hoy los jóvenes no creen muchas
cosas, porque también tenemos como dos caras frente a lo que son a veces
las noticias, uno a veces dirá: ¿quién tendrá la razón?, pero la prensa y los
otros medios de comunicación me han permitido también que mis
estudiantes puedan de una u otra manera hacer una confrontación de esos
conocimientos tanto en la parte científica y en la parte informativa.
Varias personas que han participado en el encuentro han hablado de esta
motivación, con este recurso didáctico se hace sobre todo una gran
motivación a que los estudiantes indaguen y amplíen las temáticas de
acuerdo a sus intereses. Cuando uno trabaja la prensa, y yo la he trabajado
en todos los niveles: a nivel bachillerato, en una media técnica, media
académica, a nivel de la básica secundaria, y a nivel universitario, en
diferentes áreas y en diferentes carreras, permite también identificar una
serie de noticias que son de interés para fortalecer ese perfil profesional de
los estudiantes. Y sobre todo también la actualización de las temáticas de
interés.
Yo quiero que miremos una serie de temáticas en relación con los
conocimientos y con las diferentes áreas del saber. Cada que hago una
presentación de Prensa Escuela he intentado agregarle algo diferente sobre
todo porque los maestros de ciencias naturales, que es el área que yo he
trabajado, se centran mucho a ciertas temáticas específicas o a ciertas
secciones de la prensa y todos los días ve uno que todas estas temáticas
sobre todo las relacionadas con las ciencias naturales y ambientales son
altamente complejas.
Por ejemplo en el tema de la salud se tiene gran riqueza informativa,
además hay una serie de informes sectoriales que nos dan un conocimiento
muy profundo sobre muchos temas que nosotros no tenemos por qué
saberlos: por ejemplo ha habido informes sectoriales relacionados con el
cáncer, la importancia de los laboratorios y los medios diagnósticos, de
ginecología, de cardiología. Entonces miremos que en la parte de salud hay
cualquier cantidad de noticias que nos permiten trabajar con nuestros
estudiantes en cualquier nivel sobre temas con informaciones muy
actualizadas.
Hay algo muy importante que he intentado trabajar con mis estudiantes y
es precisamente el corroborar ciertas informaciones que a veces o se
presentan de una manera incompleta o de una manera inadecuada.
También uno como maestro tiene que irse actualizando con las TIC y alguna
vez tenía grandes discusiones con varios de mis colegas en una universidad
porque casi que estaban volviendo a la época anterior de que entregaran los
trabajos a mano por el hecho que los estudiantes constantemente estaban
copiando.
Tenemos nosotros que mirar cómo podemos perfectamente trabajar con 117
ellos ese copie-pegue, como deben trabajar ellos ese análisis; y de hecho
he realizado varios ejercicios con respecto a eso, en el sentido de que
copien una definición de varios autores, hagan sus citas bibliográficas, que
sean muy respetuosos con los autores y luego construyan su propia
definición. Como maestros tenemos que ser muy recursivos en ese sentido.
Algo que nos permite la prensa es la actualidad. Ayer hablaban por ejemplo
del infográfico: los maestros, sobre todo de ciencias naturales, la mayoría
de nosotros no tenemos la capacidad de dibujar, los infográficos nos
permiten tener una posibilidad de una información supremamente concreta
para que nuestros estudiantes puedan entender temas tan complejos como
es la transmisión de enfermedades desconocidas.
Con respecto a muchas temáticas la prensa le permite a uno tener una
serie de indagaciones que inclusive nosotros como maestros no tenemos
tiempo. Cuando hablamos por ejemplo en este momento de todas las
problemáticas ambientales y cualquier cantidad de reuniones que se hacen
a nivel mundial, por ejemplo, no tenemos que saber cuál es el grupo G8,
nos permiten estar supremamente actualizados.
La mayoría de los maestros cogen cierto tipo de secciones especializadas
que se tienen de acuerdo a las áreas pero cada vez se encuentra uno que
en todas las secciones de El Colombiano uno puede encontrar noticias, o
inclusive no solo en El Colombiano sino en toda la prensa puede encontrar
noticias relacionadas con el área de interés.
Inclusive ya hay unas secciones que en El Colombiano no existen, porque
soy una coleccionista de las noticias de acuerdo a las temáticas porque
además eso me ha permitido en mi vida como maestra el poder trabajar los
diferentes tipos de noticias de una temática al nivel de clase, y hacer una
cantidad de discusiones muy interesantes: por ejemplo sobre el cuidado
personal de los estudiantes.
Hay temáticas como ecoturismo, esta es una sección más bien nueva en
donde podemos conocer inclusive espacios muy interesantes que tenemos
nosotros en nuestra ciudad, departamento, país y a nivel internacional. En
esta sección también aprendemos a cuidar la naturaleza; también se
encuentra información con respecto a la deforestación que es una
problemática ambiental muy grande en nuestro país.
En relación con medio ambiente hay cualquier cantidad de noticias en las
diferentes secciones de la prensa. Podemos mirar por ejemplo con respecto
a la calidad del aire y el ruido, que es una temática que se trabajaba muy
poco pero que inclusive se ha venido trabajando porque tenemos grandes
problemas de contaminación a nivel de nuestra ciudad; la problemática del
agua sigue siendo importante y hay una serie de noticias que nos hace
cuestionar un poquito también cómo nosotros como seres humanos
tenemos que cuidar estos recursos, todos sabemos que el agua es algo
indispensable para la vida, sin embargo, constantemente la derrochamos.
Algo que se nos permite con respecto a la prensa son las fotos. Hay algo
muy importante que he venido organizando porque esto ha sido un
aprendizaje de mirar las diferentes maneras como se presentan las noticias
y cómo puedo aplicarlas constantemente a mi quehacer profesional es, por 118
ejemplo, la caricatura. A través de ella he logrado motivar mucho a mis
estudiantes y hacer unos procesos de análisis, de confrontación de
conocimientos, inclusive de construcción de conocimientos.
Hay un área de ciencia e investigación que para los docentes de ciencias
naturales es un área con gran riqueza porque tiene pequeñas noticias que
pueden trabajarse en el aula de clase.
Algo muy importante que me ha permitido a mí el almacenar y coleccionar
toda esta serie de artículos es la parte de la investigación. Uno de mis
grandes amores son los artículos de los residuos sólidos, y aquí vemos
cómo desde la parte cronológica uno puede trabajar precisamente una serie
de informaciones para hacerle seguimiento a una temática.
Y una de las cosas más importantes que vengo trabajando es, precisamente
desde el fortalecimiento de las Ciencias naturales y la educación ambiental
y con la ayuda de la prensa, permitir una valoración de respeto por el
ambiente, no solamente desde la parte natural. Tristemente siempre
pensamos que todo lo relacionado con el ambiente está relacionado
directamente con lo natural: con el cuidado del río, del suelo, no. Es muy
importante, y aquí lo han tratado varios de los expositores, el relacionar ese
componente natural - social y el componente cultural.
Por último tenemos esa responsabilidad ambiental que es una
responsabilidad de todos, no solo del Estado, de las organizaciones, de las
instituciones. Y cuando estamos hablando en última instancia eso es un
sueño que tenemos desde Antioquia, que hace unos años se habló de que
Antioquia debía ser una sociedad justa, pacífica, educada y en armonía con
la naturaleza. Vemos que hay muchas inequidad en Antioquia y es muy
triste cuando uno mira los avances o porcentajes de pobreza que siguen
siendo muy altos en Antioquia pero vemos que a través de todas estas
herramientas podemos perfectamente contribuir a que nuestros estudiantes
sean cada vez más críticos, que ayuden a cuidar nuestro entorno no
solamente natural sino social y cultural.
También nos permite fortalecer y trabajar con ellos esos valores que nos
ayudan a que estas generaciones actuales y futuras tengan una vida digna.
Y cuando hablamos de desarrollo sostenible, que además mucha gente tiene
o discute si es sustentable o sostenible, simplemente no, simplemente
pensemos -por ejemplo- en mi nieto, pensar que él pueda disfrutar de un
ambiente sano, todavía de un aire relativamente sano, que pueda tomar
agua de la canilla, eso lo tenemos que trabajar, y a través de la prensa con
esa serie de noticias lo podemos lograr.
Para mí ha sido todo un aprendizaje muy significativo. Quiero aprovechar
para darle los agradecimientos a mi padre que trabajó toda la vida en El
Colombiano, en mi casa toda la vida estuvo El Colombiano. Él fue un gran
maestro para mí, un gran periodista y un gran abogado, fue inclusive el
primer director de la Facultad de Periodismo de la Universidad de Antioquia
y él fue el que me enseñó mucho a amar la lectura, a amar el estudio y a
que todo lo que hago en mi vida lo debo hacer con pasión. Muchas gracias.

Alfonso García Rodríguez. 119


Con vosotros después de Silvia, María Elena Giraldo Ramírez.

La encrucijada tecnológica de la prensa

María Elena Giraldo Ramírez.


Este tema me planteó y me replanteó una necesidad sentida desde que
inicié mi proceso de formación en la Facultad de Comunicación Social de la
UPB, ese proceso de formación fue mi primer encuentro con la educación
desde la comunicación y de hecho en este momento yo hago parte de la
planta de profesores de la Facultad de educación siendo Comunicadora
Social, eso me parece que ya habla de esa relación inextricable de
comunicación y educación.
Pero, ¿cómo fue ese encuentro? Fue muy interesante porque cuando yo
opté por la carrera de Comunicación Social lo hice sin saber qué era la
Comunicación Social, lo hice seducida fundamentalmente por el periodismo,
y por una pasión que sentía irrefrenable por la escritura.
Sin embargo, cuando llego a Comunicación Social se me abre un mundo
vastísimo, complejísimo, enorme, que me muestra que hay muchísimas
formas de escribir y de leer la realidad, que no se circunscriben
específicamente al registro técnico de la lengua.
Y eso fue para mí un encuentro tan absolutamente renovador que desistí de
mi oficio de periodista, que solo alcancé a ejercer tres años. Estas
reminiscencias las hago porque quiero situar cuál es la mirada desde la que
yo trato de responder qué ha significado la prensa en mi vida como
maestra.
Y esa mirada está fundamentada en la pregunta por lo que significa
realmente la experiencia mediada tecnológicamente en la educación, y esa
es una pregunta que nos exige a nosotros pensar no solo en los medios de
comunicación como tecnofactos, ahora lo mencionaba Érica, sino en los
medios como formas de representar, de comunicar, de conocer.
En los medios como formas de mediar, aunque esto parezca redundante
pero no lo es, ya Jesús Martín Barbero hace algunos años nos dio una
lección muy interesante y es hacer el tránsito de los medios a las
mediaciones, que significa ir muchísimo más allá y es encontrar la relación
inextricable que hay entre tecnología, comunicación y educación, que se da
por esas mediaciones, por esa posibilidad que se da de pensar en nosotros
mismos mediados tecnológicamente, o sea, se pasa de una relación
instrumental, sujeto - máquina, a pensar en la relación sujeto - sujeto
mediada por esas técnicas, por esas tecnologías.
Entonces desde aquí empieza una pregunta que de hecho me hizo a mí
pensar en la posibilidad de un grupo interdisciplinario que se hiciera una
pregunta sobre esta relación inextricable de tecnología, comunicación y
educación, la misma que me ha permitido ser docente y relacionarme con
estudiantes tanto de la facultad de comunicación como de la de educación,
diseño, y la de teología y humanidades. Es decir, confirmar día a día que la
comunicación es una interdisciplina y que los medios son una forma de 120
acercarte a las disciplinas de una forma muy diferente y siempre inédita.
¿Y qué es eso de siempre inédita? Porque nosotros estamos relacionados
con la tecnología desde el punto cero de la humanidad, porque estamos
relacionados con un equipamiento técnico desde el punto cero de la
humanidad. Yo estoy hablando aquí exactamente como les hablo a mis
estudiantes de cualquiera de esas facultades sobre este tema, para que se
comprenda desde dónde es que abordo esta relación que les mencioné
ahora.
Particularmente sobre la prensa, que no es una excepción en esta relación,
y de hecho por eso el título de esta pequeña charla: “La encrucijada
tecnológica de la prensa”, como la encrucijada tecnológica de la escuela.
Realmente lo que plantea permanentemente estas relaciones son
problemas, afortunadamente, no necesariamente soluciones, o sea, cada
que se plantea una solución en relación con los medios es porque hay
planteada una problemática. Y eso nunca se nos puede olvidar, igual que en
el ámbito educativo, ya nos lo enseñó Piaget hace mucho tiempo, el asunto
es problematizar el conocimiento y generar conflictos cognitivos. En el
ámbito educativo no se trata ni de transmitir ni de facilitar, ni de dar
información sino de problematizar conocimiento.
Entonces en ese sentido la encrucijada tecnológica que se le plantea a la
prensa nos hace a nosotros recordar que la prensa como medio siempre ha
estado directamente relacionada con el desarrollo de diferentes tecnologías:
las tecnologías de impresión como la imprenta, las tecnologías de
transporte como el ferrocarril, las tecnologías de información y
comunicación como el telégrafo.
Pareciera que yo estuviera haciendo una historia patria pero hay que
hacerla realmente porque a nosotros a veces se nos olvida que estos tres
tipos de tecnología realmente se mantienen, pero se mantienen en otro tipo
de soportes, en otro tipo de lenguajes, en otras formas expresivas;
entonces ya sí es realmente anacrónico hablar de la tecnología de
transporte del ferrocarril, no estoy como tan segura de que sea
específicamente anacrónico.
Pero que las tecnologías del transporte fueron fundamentales para el
desarrollo de la prensa, de eso sí no nos cabe la menor duda. Entonces para
tratar un poco de ilustrar este asunto de la encrucijada tecnológica, y que
es una encrucijada que es una constante histórica me gustaría compartirles
este vídeo que también se los enseño a mis estudiantes generalmente para
que se entienda.
(El vídeo se puede observar en
http://www.youtube.com/watch?v=K654kfJy9ZA)

La verdad es que la encrucijada tecnológica que se le plantea a la prensa no


termina ahí en la edad media. Yo cada que veo este vídeo siempre recuerdo
algo que es común que se nos olvide, ahorita Érica lo mencionó cuando
hablaba de las competencias, a nosotros se nos olvida que la relación con la
tecnología compromete absolutamente todo lo que nosotros somos como
seres humanos. 121
Por ejemplo, el compromiso del cuerpo en los procesos de escritura es muy
interesante, Roger Martin lo ha planteado de manera muy hermosa -y
ahorita que el monje decía con cierto escepticismo que en el fondo él estaba
pensando que era mejor el pergamino que el libro, porque se demoraba
más pasando las hojas- el cambio cualitativo y el desarrollo histórico
realmente que constituyó el libro para la portabilidad de la información,
para la liberación de las manos para otro tipo de expresión. O sea que,
realmente fue el invento del códice según nos señala el historiador, fue
exactamente lo que sucedió con la prensa, con las primeras gacetas,
realmente la velocidad empieza a tener un papel crucial en el manejo de la
información.
Y lo que han hecho estas tecnologías en esta encrucijada tecnológica es
precisamente eso, por ejemplo el telégrafo que fue otra de las tecnologías
que mencioné ahorita hizo algo muy interesante con el periodismo que no
se reduce específicamente a acortar la distancia entre el suceso y el
conocimiento sobre el mismo. El telégrafo inició una reconfiguración
semántica que aún no termina del concepto de noticia, no solo porque
acerca el acontecimiento al conocimiento sobre el mismo, sino porque
incluso crea una forma de redactar noticias también.
Sin el telégrafo hubiera sido imposible rescatar a nadie en la tragedia del
Titanic, así de simple y de sencillo, y además hubiese sido imposible que de
este hecho noticioso se hubiese tenido un conocimiento tan masivo, eso sí,
estamos hablando de 1912.
Entramos a un asunto que es muy interesante, que creo que lo han tocado
en las anteriores sesiones, particularmente Érica lo tocó en su conferencia y
es la transformación estructural de la prensa como medio cuando empieza a
haber una coexistencia entre el código lingüístico y el código icónico. Esto
ya sucedía en la Edad Media con las ilustraciones pero fue fundamental la
fotografía para este proceso, y crea de hecho un lenguaje nuevo la prensa
con esta coexistencia de estos dos tipos de códigos que es el
fotoperiodismo.
Yo quisiera que miráramos muy detenidamente estos dos ejemplos, del
Daily Mirror celebrando la terminación de la Primera Guerra Mundial (Véase
en http://envyhomefurnishings.workspaceart.com/-sp/How-London-Hailed-
the-End-of-the-War-Posters_i2479351_.htm) y del periódico El País, la
noticia sobre el intento del golpe de Estado en 1981 (Véase en
http://www.elpais.com/corporativos/elpais/coleccionables/2007/laminas/ind
ex.html#, “El intento de golpe de Estado, en vías de fracaso”).
Realmente sí vemos así unas diferencias muy notables, y luego la prensa
impresa actual. Salvo los colores y otro tipo de asuntos que se los dejo a las
personas que trabajan en el periodismo, pero siguen coexistiendo dos tipos
de códigos: icónico y lingüístico.
Ahora, qué sucede cuando se da el salto a la prensa digital. Esa lógica de
coexistencia icónica y lingüística se sostuvo durante muchísimo tiempo, más
de un siglo, y solo hasta hace poco más de una década empieza a darse un
salto a la coexistencia de códigos completamente distintos. Es decir, ese
universo vasto, complejo, que me reveló a mí la Facultad de Comunicación 122
Social hace poco más de 20 años ya lo podíamos ver evidenciado aquí: hay
muchas maneras de leer y escribir la realidad, pero no solamente el salto
que da en la coexistencia de códigos sino el salto que da en la vocación
interactiva de la prensa, porque aunque la prensa como soporte impreso
pareciera que fuera un medio completamente estático y de recepción,
realmente hay una vocación interactiva.
Ahora en El Colombiano tenemos videos, esto es lo que podemos ver y
escuchar en Internet. Todos tipos de información desde el punto de vista
expresivo distintos: al audio, las fotografías y de lo que les hablaba, de la
vocación interactiva, la inclusión de foros, de comentarios para incentivar la
participación; este espacio de los Tips que El Colombiano promovió un
espacio muy interesante para explorar el potencial informativo que tiene
cada sujeto, cada persona de a pie en la calle y los blog como otra forma de
expresión.
Todo esto nos devuelve a esa encrucijada tecnológica que tiene que ver con
el acortamiento entre lo que sucede y el conocimiento sobre lo que sucede.
Entonces la famosa expresión “tiempo real” pareciera que es una realidad.
Otro ejemplo interesante de la convergencia de medios es el de la versión
móvil, es decir, que podamos leer en nuestros celulares las noticias del día
o tener por sistemas y formas de sindicación dentro de nuestro e-mail
también los titulares. Básicamente tenemos la prensa a la carta.
Ya el tiempo se me acabó pero yo quiero leer lo siguiente: la encrucijada
que le plantea la tecnología a la prensa como medio, se lo plantea a la
prensa también como espacio formativo. Se lo plantea también como una
forma canónica del derecho a la información, del interés público; y por
supuesto a la escuela como forma canónica de cultura, de desarrollo, de
aprendizaje del mundo y tal vez ha sido más difícil para la escuela que para
la prensa aceptar y entrar en el proceso que le ha planteado esta
encrucijada tecnológica. ¿Por qué? Porque las lógicas de la escuela
realmente han sido lógicas muy diferentes a las lógicas mediáticas.
Por ejemplo la escuela, esto nos lo ha dicho mucho Jesús Martín Barbero,
ha mantenido un centro tecnopedagógico que es el libro, el problema no es
que el centro tecnopedagógico de la escuela sea el libro, el problema es
cómo ha asumido el libro la escuela. Y ahí esto tiene que ver con algo que
nos enseñó hace algunos años Eliseo Verón y es que no hay una lectura
correcta ni tampoco una escritura correcta.
El caso es que nosotros como profesores tenemos dificultades en cómo usar
cada una de estas tecnologías, porque las enfrentamos con códigos y como
si tuvieran una naturaleza expresiva similar o igual. Entonces no hacemos el
tránsito y ciframos todo en la decodificación -como nos señaló esta mañana
el profesor Gabriel Jaime Arango- y lo volvió a señalar Érica ahora.
Centramos el problema del aprendizaje de los medios en un tema de
decodificación de una señal, de traducción de una señal. Y ese no es el
problema; por supuesto para uno aprender a leer y a escribir tiene que
hacer análisis gramatical, y luego análisis lógico y tiene que aprender a
juntar letras y palabras, pero juntar letras y palabras a nosotros no nos da
la competencia específicamente para escribir sobre el mundo. Eso es parte
de la encrucijada que le plantea la tecnología a la escuela.
123
Yo aquí quiero señalar algunos tópicos que están centrados en la exigencia
de que la escuela, y de que nosotros como profesores hagamos un proceso
de reinterpretación del sujeto que aprende con los nuevos medios, y ese
proceso pasa porque nosotros comprendamos que hablarle a los estudiantes
no es lo mismo que hablar con los estudiantes.
Y regularmente en la tradición educativa, nosotros nos hemos quedado
hablándole a los estudiantes, hablándole a los otros, no hablando con ellos
como interlocutor válido pese a la asimetría que hay, por supuesto, en una
relación educativa. Pero igual los estudiantes, y más los estudiantes de
ahora, son estudiantes portadores de un conocimiento que les ha dado su
historia de vida, su vida familiar y también lo que McLuhan llamó el aula sin
muros, que otros llaman la escuela paralela y que McBright la denominó la
cultura mosaico hace más de 30 años.
Entonces aquí rápidamente quiero dejar estos tópicos que pienso que
tendría que pensar la escuela en relación con esa reinterpretación del sujeto
y reconfiguración del sujeto en la escuela:
1. Ya no hay un receptor pasivo sino un usuario de la información que
recibe pero que también produce, es decir, que es fuente del mensaje.

2. Los usuarios son activos y selectivos frente a los mensajes informativos


de los medios, entre otras cosas porque sus marcos interpretativos
difieren. Y aquí es donde yo quiero llamar la atención sobre por qué no
hablar de una lectura correcta: porque es que los marcos interpretativos
de cada uno, el universo de significaciones de cada uno es distinto,
entonces es dificilísimo que hagamos una lectura igual, homogénea del
mundo.

3. La diversidad de los significados de los medios informativos se amplifica


también por la diversidad de las respuestas de los usuarios.

4. No existen significados fijos y estables en los mensajes de los medios ya


que estos surgen de la interacción entre los mensajes y los usuarios.
Algo elemental también que tiene que ver con el proceso interpretativo,
entonces más importante aún tener en cuenta que no es la relación
sujeto-máquina, usted cuando está entrando en relación con un texto
que puede ser la calle, el barrio, la ciudad o una presentación, usted
siempre hace un ejercicio interpretativo.

5. Las crecientes posibilidades de la interacción han aumentado, las


posibilidades discursivas de los usuarios en los medios informativos. Es
decir, las posibilidades de producción de sentido.

6. La disimetría de códigos, esas diferencias presentes, en mayor o menor


medida en el acto comunicativo, se solventan y procesan en situaciones
de interacción que exigen el reconocimiento del contexto. 124

7. Y por último, no olvidar el principio que la semiótica ayudó a establecer


en la década de los ochenta, y que aún hoy se considera básico en la
educación: los medios se ocupan de representaciones y no de realidades
y los significados de los medios no pueden separarse de la forma en que
éstos se expresan. Lo cual nos remite nuevamente a la necesidad de
desarrollar una competencia sígnica para comprender el lenguaje de los
medios digitales.
En esta línea, se pueden detectar malentendidos y conflictos simbólicos,
generados ya sea por el desconocimiento del código presente en
determinado proceso de comunicación o por la imposición deliberada de un
marco de referencia particular (caso frecuente en los modelos de
comunicación verticales presentes aún en algunas prácticas docentes). Esta
posición aplicada a los medios da lugar a la idea de una comunicación
“expresiva”, centrada en el receptor, hoy usuario de la información; ya no
se trata, afirma Sodré(1998, 28) “solo del optimismo tecnológico [...], sino
del optimismo de la confianza en la reserva humanística del sujeto”.

La prensa como herramienta de conexión con la historia y el mundo

Ramón Arturo Maya Gualdrón*


Entiendo la educación como conexión más que como reflexión, sin llegar a
decir que la reflexión no sea importante, ambas se complementan, primero
aprendemos de los otros y luego en los textos vemos reflejadas los asuntos
y los pensamos, pero nos tienen que ayudar a establecer relaciones, a no
caer en la tentación de pensar en línea, primero el uno y después el dos,
para que no nos vayamos a caer, tenemos que pensar en fractales, en
redes, eso no es desorden, es caos pero como escenario previo al cosmos,
el mundo contemporáneo exige esa manera de pensar a las personas,
ayudar a pensar así es un compromiso ético, eso es educación.

Y considero que uno de los peores problemas que tiene el país es el


encierro, un encierro conceptual, es decir, lo que se ve en los planes de
estudio poco tiene que ver con la vida, los estudiantes no se encuentran los
polinomios en la calle, como alguna vez le escuché decir al profesor Cajiao,
ni en la calle encuentran el pensamiento de los antiguos, ese pensamiento
difícilmente se pone en relación con los intereses sociales, los políticos, los
económicos y los culturales, solo se hacen superficiales relaciones. El
mundo es un rompecabezas y hay pocas destrezas para armarlo. Pero lo
que se está haciendo es sumar piezas, como ladrillos y el pobre docente va
armando una pared, que tiene en último término dos fines, detener o
encerrar.
Desde la Universidad no veo calidad real en las competencias científicas de
la docencia, la veo superficial, con lo mínimo se sobrevive y en esas
condiciones es casi imposible lograr las complejas, profundas y sostenidas
relaciones que la educación de calidad exige. Hoy en educación nada casa
con nada. Todo está aislado. 125
Por eso reivindico el valor de la prensa como herramienta eficaz para poner
en relación con el mundo, de conectar. La educación es conexión, la relación
se encargará de todo lo demás, así de instrumental puede ser el asunto. Si,
el Renacimiento por ejemplo no fue pensado, surgió de las conexiones. La
prensa al relacionar con la vida, con la gente, con lo que está haciendo y
pensando, permite la relación con el saber, entendido como sabor de la
vida, con las capacidades que todo ser humano se ve precisado a
desarrollar para vivir.
Pero es fundamental, en un mundo que ciertamente está muy globalizado,
que la relación parta de la ciudad, de lo local, que es realmente lo que
permite la relación con el mundo y con los otros. Y creo que la prensa tiene
una función y una dinámica con lo local que es parte de su esencia. Por
tanto la prensa es ciudad y de ella y con ella es mucho más fácil y real
entrar en relación con el mundo. Entrar la prensa a clase es entrar las
calles, la contaminación, los tacos de tránsito. Es entrar los problemas
políticos y también los religiosos, así como las dinámicas culturales y
deportivas. En síntesis, entrar la vida cotidiana.
Quien entiende lo local entiende lo global y quien entiende lo global puede
entender lo local, ya que la Globalización nos determina, es real y no solo
un concepto académico.
Pero hoy los acontecimientos ocurren a gran velocidad, lo de Paul Virillio es
cierto, la dromología. El gran investigador y pensador que consideraba que
su tribuna natural era el libro no tiene el suficiente tiempo para dedicarse a
la reflexión, todo pasa muy rápido, debe ir al sitio en el que se encuentra
con todos nosotros y contarnos allí su reflexión. La prensa es hoy la tribuna
de los expertos, en ella escribe Toklatian, Vargas Llosa, Saramago, Julián
Marías, Eduardo Posada Carbó, Cajiao, entre muchos otros. Allí nos dan el
gusto de leerlos y nos damos la oportunidad de pensarlos.
Hay que resaltar que en el mundo contemporáneo pasan muchas cosas…
gripa porcina, A (h1n1), piratas en Somalia, reformas constitucionales,
referendos, reformas políticas, crisis financieras, días sin carro, toques de
queda, etc. Y enmarcar todo eso es una labor titánica que desborda las
capacidades de cualquier maestro. La clave con la prensa es que el
estudiante lo asume primero él, luego levanta la cabeza, hace sus
preguntas y fija su posición. Allí queda todo listo para la labor dialéctica,
que sigue siendo la forma por excelencia mediante la cual se elabora el
conocimiento en las ciencias sociales. ¿Por qué es capaz de hacer eso la
prensa? Porque está dirigida a la gente, está pensada para ella y eso es su
clave.
Luego de la lectura de la prensa vienen muchas cosas, la lectura de los
libros, de los documentos, el cine, la misma ciudad en físico. Es entonces la
prensa una excelente introducción. Pero creo que no para cualquiera, sino
para el que tiene ojos, es decir, el que mira. Proust decía que un viaje
puede ser una nueva manera de ver. Si no hay preparación, estudio,
investigación, entonces no nos dice nada ni la ciudad, ni la prensa.
Así queda manifiesto el otro gran aporte de la prensa en mis cursos. Me
permite apoyar aquellos temas que he trabajado para mi profesión, ya que 126
ella, la prensa, los hace digeribles para los estudiantes, del resto me
encargo yo con la ayuda de ellos. Ese concepto lo podemos denominar en
términos de Gadamer la inducción, que podemos entender de dos maneras,
en primer lugar como el start de los vehículos, ese giro de la llave que
permite el encendido. Y también lo podemos entender, tomado del mismo
Gadamer, como esa repetición que permite establecer que estamos frente a
un acontecimiento humano, que permite los paralelos, las explicaciones, el
aprendizaje. Para eso es buena la prensa, para identificar lo que se repite
en nuestra sociedad.
El pensamiento alternativo es siempre necesario. Uno de nuestros peores
males es el pensamiento único, éste no tiene ideología, lo vemos en varios
aspectos. Por ejemplo, se pensaba que el mundo no podía funcionar si el
Estado no se marginaba de los procesos financieros, pensamiento único. O
que no es posible el comportamiento ético en una sociedad competitiva,
pensamiento único. La prensa nos muestra el otro mundo, aquel que piensa
de otra manera. Aquella otra Cuba, por decir, o aquel mundo al que le
preocupa es medir la felicidad (Bután), o aquella persona que pone por
delante sus referencias éticas, sus principios.
En este mundo contemporáneo tantos acontecimientos eliminan la
posibilidad de comprensión, seguimos con Gadamer, la comprensión inicia
como autocomprensión, hay mucha noticia y es difícil establecer el
contenido, incluso para la misma prensa, ¿entonces qué hacer? Lo sabemos,
la clave está en el cruce de la información. Allí es una maravilla Internet,
permite todo ese cruce. Lo que en investigación se denomina la utilización
de variables y por tanto la posibilidad de apuntalar categorías. En la prensa
encontramos las ideologías cruzadas, las tesis cruzadas. El cruce de
información es una excelente posibilidad en un mundo en donde la
veracidad parece escapar tras el discurso de poder. Creo que así como cada
época tiene sus problemas, ella comporta sus soluciones.
Entonces ha quedado servida en bandeja de oro la oportunidad docente de
mostrar al estudiante que no se debe quedar con una sola fuente, con una
sola forma de hacer o de pensar, que las alternativas son múltiples y que
son múltiples las conexiones. Nada mejor que la prensa para mostrar la
multiplicidad de las conexiones. Es Internet lo que para el mundo griego fue
el Mediterráneo, la posibilidad de hacer un milagro.
No es posible educarse solo en la universidad, se necesitan todas las
universidades, no es posible educarse solo en el campus, se necesitan todos
los campus, no es posible educarse solo en la ciudad, se necesitan todas las
ciudades. Y la prensa permite esa múltiple conexión y yo vuelvo al
comienzo. Educarse es conexión.
Como ven, de todo este trabajo lo que se va produciendo es una capacidad
en los estudiantes, la de sus posibilidades criticas. Que es en realidad
enseñar a pensar. Asumir posición es ejercer la crítica, que por cierto exige
el conocimiento y la comprensión, que es la posibilidad de acción. Es la
posibilidad de apropiación del saber entendido como vida. Y para asumir
posición se tiene que tener bases, se tiene que conocer, se tiene que
trabajar y la prensa permite el trabajo.
127
Nuestro gran problema es la no lectura. Los índices son minúsculos. No hay
excepciones. Hay discursos y justificaciones, planes y proyectos. Y hasta es
posible que haya excepciones. Lo cierto del caso es que no se lee. No es lo
común. Y así no se puede. No se puede aceptar la argumentación de que los
jóvenes leen otras cosas. El que no lee libros no lee nada, ni imágenes, ni
Internet, ni la ciudad, ni nada. Lo muestra muy bien Germán Rey. Están
leyendo más Internet ahora, pero precisamente los mismos que leen libros.
La vida la enseñan los libros. Por más que le moleste a los que no leen. La
historia ha sido transformada por ellos. Ellos dan autonomía. Ellos dan
libertad y ésta es la única posibilidad de aprender, de moldearse. Como nos
lo enseñó Pico de la Mirándola, la libertad no es la meta, es el punto de
partida de la dignidad del hombre, de la posibilidad de moldearse. Sin ella
nada es posible en educación. Los libros liberan. En el Nombre de la Rosa
de Humberto Eco los esconden y envenenan, porque ellos liberan. No se
lee. Hay que leer. Trabajar por eso me ha sido facilitado por la prensa.
En el mundo académico lo que no está escrito no existe. Lo dijo Antanas
Mockus. Y es verdad. Escribir es una elaboración maravillosa del
pensamiento concreto. Es avanzar de la simple ordenación de la realidad a
la abstracción. Hay que hacerlo. El problema es que el docente no lo hace y
eso le quita coherencia a su discurso. Siempre será más cómodo para el
estudiante escuchar, leer y anotar que escribir. Vencer la inercia es casi tan
difícil como vencer la ley de la gravedad. Pero se puede hacer. Dos
anotaciones de Borges que siempre me han impactado. Cuando llegó el año
1984, año que él había elegido previamente como el de su suicido, frente al
acoso de la prensa anotó que no lo hacía solo por pereza. También se auto
definía como un buen lector y decía que no escribía más porque era un
perezoso. Qué esperar entonces de nuestros jóvenes. Pero ustedes lo saben
bien, no nos queda el papel de alcahuetas, así que a escribir y a poner a los
estudiantes, a pesar de su pereza, a escribir. Tener la prensa lo puede
permitir pues inspira.
Ya lo he dicho. Así se desarrolla el pensamiento. Enseñar a pensar. Estoy
totalmente de acuerdo con el postulado de Savater. El pensamiento se
desarrolla. Y la libertad no puede quedar subyugada por la necesidad. No lo
creo. No hay destino, lo que hay es incapacidad. Y si vienen a escuchar
justificaciones no las van a escuchar de mí.
Desde muy jovencito entendí lo que los estudiantes con razón dicen. Órgano
que no se usa se atrofia. Eso le pasa al cerebro, si es que allí se origina el
pensamiento. Desarrollar el pensamiento es una práctica que permite
alcanzar grandes niveles. Pero la tendencia es la mediocridad. Vivir por
instrumentos. Recuerdo una imagen de Platoon, la obra del sospechoso
Oliver Stone, el protagonista escribe a su abuela diciéndole que no duerme
casi, que todo el día están haciendo cosas, ocupados, atareados, cansados.
Que ya no piensa y lo único que logra ver con alguna claridad es su nariz.
Los colegios no se pueden convertir en batallones o en cárceles. Se parecen
cada vez más a ellas. No es un asunto de normas. No soporto las rejas, yo
que estoy viejo, ¿qué esperar de los jóvenes? Los timbres, los patios, las
rondas, las filas, la vigilancia en los baños. Las boletas para entrar y las
boletas para salir. La uniformidad.
Tirarse al suelo. Rayar la prensa. Salir a escribir después de leer le da alas 128
al cerebro y nos parecemos a aquellos del campo de concentración que
liberaban su mente y por tanto les quedaba aun más fácil libarse.
Recordemos que la libertad es la condición de la dignidad humana.
En la Facultad en la que ayudo a formar profesionales la prensa me ayuda a
ponerlos en relación con profesionales expertos. Con buenos modelos y con
el resultado de sus trabajos. Así los estudiantes se ponen en relación con
las distintas modalidades del trabajo en comunicaciones. Ya nos lo habían
enseñado los antiguos. Aprender de los buenos maestros es bueno. Por eso
recomendaban leer biografías, por su enorme carga para la inspiración, para
la motivación y no nos engañemos, esos elementos son necesarios con los
seres humanos para que haya un verdadero aprendizaje y para que la
educación cumpla de verdad ese cometido de formar, superando el de
informar.
Saber, sabiduría. Sócrates decía que el saber era la virtud. Se pasaron casi
dos mil años para que apareciera Hegel mostrándonos que el saber es el
tiempo, entendido este como historia. El saber está en la historia. La
historia está en la prensa. No conozco una ayuda didáctica más adecuada
que la prensa para traer el tiempo de Hegel, la historia, en donde está el
saber.
Por eso gracias mil a la prensa.
Panel: ¿Cuál es la responsabilidad formativa del periodista, de una
empresa periodística?

La responsabilidad formadora del periodista

Judith Sarmiento Granada.

Buenas tardes.
Quisiera simplemente dar como primera medida mi agradecimiento a El
Colombiano y a la Universidad Pontificia Bolivariana por permitirnos este 129
espacio y por haber pensado en mí para reflexionar sobre un punto tan
debatido como es la responsabilidad formadora, inicialmente se había
planteado de una empresa periodística.
Cuando yo recibí la invitación le dije a Clara Elena Tamayo: yo no me atrevo
a hablar por una empresa periodística porque en este momento ya no estoy
vinculada a la planta de esa empresa a la que presté mis servicios
periodísticos durante tantos años, Caracol Radio, estoy haciendo
simplemente un programa que va al aire los domingos, pero no me siento -
ni aun cuando estuviera todavía vinculada- con la autoridad para hablar en
nombre de la empresa periodística.
Dije entonces: pongámosla la responsabilidad formadora del periodista
porque finalmente una empresa periodística no es más que la suma de
periodistas. Entonces creo que desde esa óptica podemos entendernos
mejor.

“Muchas personas piensan que el mundo está viviendo los espasmos del
Apocalipsis porque nunca en la historia se habían visto tantas catástrofes
como presenciamos cada día en las pantallas de la televisión. Ello obedece
en parte a un error de percepción. En los viejos tiempos del mundo, cada
quien se enteraba solo de las cosas que ocurrían a su alrededor”.
William Ospina (Revista Cromos, Enero de 2006)

Con esta frase, extractada de una columna del escritor William Ospina
empiezo la tarea encomendada por Prensa Escuela de ayudar a reflexionar
sobre el papel formador de la actividad periodística.
Nunca antes los lectores, oyentes y televidentes se vieron literalmente
“bombardeados” por tanta información como la que reciben hoy en día por
todos los medios; bombardeo que, justamente por su intensidad y
frecuencia no deja espacio para pensar, analizar y entender lo que está
sucediendo en los distintos frentes.
Qué es lo que siente un lector, oyente o televidente después de ver el
noticiero, después de que lee el periódico, después de que escucha la radio
en las mañanas: hay tal cantidad de cosas que no hay oportunidad de saber
qué es lo importante, qué es lo realmente trascendente, qué es lo que
deberíamos asimilar. A riesgo de que no asimilamos realmente nada y nos
pasa -como decía el profesor Cajiao ayer- como con lo de la bandeja paisa,
que es la mezcla de todo, se come rápidamente cuando uno tiene mucha
hambre y luego termina indigestándolo a uno.
Se me dirá que a qué viene tanto lenguaje bélico, esto del “bombardeo de
imágenes” y la “guerra informativa”: pues sí… eso es lo que pienso, que las
principales víctimas de la guerra informativa son precisamente los
consumidores de información cada vez más abundante, pero también
fragmentada, cada vez más variada, pero también superficial, cada vez más
polifacética, pero también descontextualizada.
Digamos con Thomas Davenport que lo que se requiere hoy por hoy es una
verdadera “ecología de la información” que sitúe al ser humano y a la 130
sociedad como ejes entorno a los cuales gire esa información, pero con un
propósito: el de volverla verdadero conocimiento útil para el mejoramiento
continuo de la calidad de vida de las personas… Y es ahí donde el papel del
comunicador, del periodista, cobra su verdadero sentido como profesión,
orientada no solamente a informarle a la gente lo qué sucede sino a
aportarle elementos para que analice por qué sucede… para qué sucede…
qué consecuencias traerán esos sucesos… cómo remediar los efectos de eso
que sucede y más aún, cómo prepararse para evitar repercusiones dañinas
o para aprovechar de la mejor manera posible las consecuencias de lo que
está sucediendo. Eso es formar.
Pongamos un ejemplo, cuando se habla de una inundación que se lleva
varias casas o pueblos, y solamente nos limitamos a informar el número de
víctimas, el resultado de la catástrofe, el “balance” que es una expresión
muy de los periodistas. Si de allí no trascendemos a por qué sucede eso,
por qué la gente está viviendo en las laderas de los ríos, qué consecuencias
puede tener en el futuro esa inundación o avalancha y sobre todo cómo
prevenirla, cómo evitar que vuelva a suceder, no estaríamos cumpliendo
realmente una tarea que pueda llamarse realmente periodística y realmente
formadora.
Quizás cuando se menciona la expresión “formación” se tiende a pensar
generalmente en el hogar… en la familia, o en la escuela… en el maestro y
se les traslada a ellos la responsabilidad formadora; pocas veces se atribuye
esta tarea a otros estamentos sociales. Incluso al hablar sobre la tarea
formadora de los medios de comunicación, se remite generalmente a los
programas y/o publicaciones educativas. Para no ir muy lejos en el
esquema nacional de la televisión pública hay un canal –por cierto de bajo
rating- dedicado a difundir programas culturales y educativos, mientras los
canales de mayor sintonía se dedican primordialmente al entretenimiento y
a la información (también cada vez más cargada de entretenimiento).
Acostumbrados como estamos a planteamientos esquemáticos nos
quedamos con ese viejo diagrama que acabo de describir, olvidando que la
audiencia se forma, se malforma y se deforma en el día a día; para decirlo
en otras palabras: ese entretenimiento o esa información –deliciosamente
empacada en envoltorio entretenido, incluidas presentadoras muy bien
vestidas o poco vestidas- cumple lenta y casi imperceptiblemente, aunque
no se lo proponga, su tarea formadora: forma modelos sociales por la vía de
la imitación, forma esquemas o estilos de vida con los cuales el público
sueña: entonces hay que tener una casa como la que vi en la novela, hay
que vestirse como la protagonista de la novela, hay que hablar como el
protagonista del programa famoso del momento; de alguna manera forma
lenguajes, giros idiomáticos, yo creo que todos nos hemos sorprendido
diciendo expresiones que hemos escuchado en los medios.
Todos los medios, quiéralo o no, son producto de la sociedad en la que se
originan y a la vez le dan forma. Es como una retroalimentación que se
produce independientemente de que la planeemos o no, de que
reflexionemos sobre ella o no.
Lo que trato de decir es que no podemos quedarnos con la idea de que a un
lado están los medios masivos llenos de entretenimiento e información
ligera y al otro los medios educativos y culturales, casi siempre aburridos. 131
Ese esquema está roto por la práctica cotidiana: todos los medios repito,
quiéranlo o no, son producto de la sociedad en la cual se originan y a la vez
le dan forma –cualquiera que ella sea- a esa misma sociedad.
Eso significa que si se produce esta situación, independientemente de que
reflexionemos sobre ella o no, más vale la pena intervenir a tiempo; tomar
conciencia a tiempo de las consecuencias de lo que decimos o publicamos a
través de los medios masivos, si queremos de verdad asumir una tarea
formadora en el sentido positivo y útil del término.
Si somos conscientes de la repercusión formadora que tiene el periodismo
pues vamos a producir efectos más rápidamente porque los medios masivos
tienen un mayor poder multiplicador.
Vuelvo aquí a la columna de William Ospina titulada “El Naufragio” pues,
precisamente lo que el escritor plantea en ella es que esa sensación de
Apocalipsis que le queda a la audiencia cuando termina la emisión del
noticiero, después de que se acaba de leer el periódico o acaba de escuchar
la radio, ese convertirnos en “… vanos espectadores del drama planetario,
inermes testigos del derrumbamiento de una época”, nos está llevando a
sentirnos muchas veces desesperados y vacíos… a convivir resignadamente
con frases como “Aquí ya no hay nada qué hacer”… “A este país se lo llevó
el diablo”… o “A esto ya no lo salva nadie”, olvidando como lo dice Ospina,
el inconmensurable valor del individuo que aunado con otros individuos
forma comunidades que si quieren, pueden cambiar el estado actual de las
cosas.
“Pareciera que no dependen de nosotros las guerras ni la solución de las
guerras, pero tenemos el deber de pensar que nuestra voluntad puede
tener un peso sobre ellas” subraya el columnista y nos convoca a “…
detener con nuestra imaginación, con nuestro esfuerzo, con nuestra fe, con
nuestras oraciones, con nuestra música, con la infinita posibilidad de actos
creadores que alientan en nuestro corazón y en nuestros brazos, la marcha
de los potros de la destrucción, las máquinas inerciales del lucro, las
guerras de la infamia y las de la necesidad, las pestes y las depredaciones
que siguen suspendiendo su amenaza sobre el tejido de civilización, que a
veces parece tan exquisito y tan frágil como una tela de araña”.
Esa convocatoria va para todos, pero entre los primeros que acudamos a
ella deberíamos estar los comunicadores, por una simple y sencilla razón: lo
que hagamos en el ejercicio de nuestra profesión, si somos conscientes de
su repercusión formadora, produce efectos más rápidamente, por ser hecho
en un medio masivo con un poder multiplicador que otros oficios o
profesiones no tienen.
La pregunta a estas alturas seguramente será: ¿pero… cómo hacerlo?... ¿de
qué manera puedo yo como periodista que cubre determinada fuente y
simplemente se limita a transmitir la información que recoge, ejercer esa
tarea formadora con un sentido positivo y benéfico para la sociedad?
¡Naturalmente que no pretendo tener la respuesta a esa pregunta!... Pero sí
quisiera aportar en este espacio de Prensa Escuela, unas cuantas
reflexiones y varios ejemplos de lo que ha sido mi experiencia en algunos
trabajos que creo pueden haber generado resultados en el sentido que
vengo planteando. 132
Empiezo con cuatro reflexiones relacionadas con el oficio mismo del
periodista:
La primera tiene que ver con la Ética, vista como el conjunto de normas que
rigen la conducta humana, pero especialmente como herramienta para
distinguir lo que es bueno de lo que es malo para el humano y para la
sociedad, sin consideraciones relativas a intereses particulares, gremiales,
políticos, económicos, comerciales, etc.
Dejo este punto apenas enunciado pues difícilmente podría agregar algo a
lo que estoy segura trató con maestría el decano del periodismo en
Colombia, Javier Darío Restrepo. Simplemente permítanme subrayar que
cuando hablamos de código de ética para el periodista es necesario saber lo
que es bueno pero también querer que eso bueno ocurra: conocimiento y
voluntad son pues indispensables. Pero además hay otras dos
consideraciones que debemos observar: la Moral en el sentido de aquello
que es bueno de acuerdo con las costumbres y el Derecho, en la medida en
que fija los límites de los deberes jurídicamente exigibles o coercibles.
Pongamos un ejemplo en lo moral, y que es muy reciente, producto del
trabajo que vengo realizando para el Fondo de población de las Naciones
Unidas, ustedes seguramente han escuchado con horror que en la
comunidad Emberá de Risaralda se aplica la ablación del clítoris a las
mujeres: sale la noticia, se hace el escándalo mayúsculo, se atropella
inmediatamente toda la información y se habla de los bárbaros indígenas;
viene una sentencia de un juez que dice que es una práctica bárbara que
atenta contra la integridad de las mujeres, y atropellan totalmente a esta
comunidad que inmediatamente se cierra y no permite que nadie vaya
siquiera a averiguar qué fue lo que pasó.
Al punto de que hay mujeres en la comunidad indígena que cuando
recibieron la visita del Fondo de población dijeron “de qué están hablando,
eso no es verdad, y además si así fuera es problema nuestro, es problema
de las mujeres además”. Sin siquiera permitir reflexionar sobre que el
problema no era de las mujeres sino de los hombres Emberá que exigen a
la mujer la ablación del clítoris para garantizar su fidelidad.
Obviamente, si el periodista desconoce que eso pertenece a la moral
Emberá, o sea a aquello que es bueno de acuerdo con las costumbres, entra
atropellando e inmediatamente produce el cierre de esa comunidad y el
impedimento del trabajo. De hecho se lleva más de dos años, casi tres,
trabajando para que se logre la aceptación de esa realidad por parte de la
comunidad. Miren toda la trascendencia que tiene saber lo que moralmente
es tolerable o no en una comunidad.
Y finalmente la parte jurídica: es deber de todo colombiano,
independientemente de su profesión y oficio conocer el marco jurídico que
nos rige, pero ese deber es imperativo para quienes ejercen el oficio de
informar, ya no es si queremos. Digamos que cualquier otro profesional
puede darse el lujo de ignorar de pronto ciertas normas y cuando se
acuerda es que le cayeron. El periodista no puede hacer eso, el periodista
tiene que conocerlo, no se trata de que todos seamos juristas, pero sí de
conocer por lo menos los fundamentos del estado de derecho: la
Constitución Política, que además de la estructura del Estado consagra los 133
derechos, las garantías y los deberes de los colombianos.
Déjenme subrayar solo estas tres porque tienen que ver con las personas
para las cuales informamos: el Artículo 15 de la Constitución que dice que
todas las personas tienen derecho a su intimidad personal y familiar y a su
buen nombre y el Estado debe respetarlos y hacerlos respetar; cuando yo
me entrometo en la intimidad de una persona y publico su vida estoy
violando ese derecho a la intimidad.
El Artículo 21 que dice que se garantiza el derecho a la honra y la ley
señalará la forma en que esta honra se protege, la honra, la fama el buen
nombre de las personas. O el Artículo 29, y este sí que se viola todos los
días yo creo: toda persona se presume inocente mientras no se le haya
declarado judicialmente culpable. Yo creo que cada vez que una noticia
judicial sale en las páginas de los periódicos, en la radio o en la televisión
las personas ya están condenadas por los medios, independientemente de si
finalmente lo son por la justicia o no. Ahora, no entremos en el debate de si
la justicia está siendo justicia formal o justicia real, porque ese ya es un
debate muchísimo más de fondo.
A propósito de derechos y libertades podemos caer en la tentación de
aprenderlos y tenerlos en cuenta siempre y cuando nos beneficien. Todos
los periodistas sabemos de la libertad de expresión, la libertad de fundar
medios, la libertad de difundir mi pensamiento, eso es “sacrosanto”. Pero
cuando se imponen límites a esas libertades o se habla de los deberes y del
respeto que hay que tener, ahí sí... Ya no me toca a mí.
Y por eso la segunda reflexión se relaciona con los límites que esa libertad
de expresión debe tener para evitar lesionar otras libertades. Y aquí
extraigo dos frases que quiero traer para el debate:
“Libertad no significa arbitrariedad, todo acto humano pone de manifiesto
cierta moralidad, al menos por el fin que persigue”, nos recuerda Henri
Batiffol, en su Filosofía del Derecho.
Y Jairo Sandoval en el Manual de Normas Esenciales sobre Medios de
Comunicación subraya que “… el periodista está obligado a observar las
normas morales mínimas necesarias para una convivencia ordenada en
sociedad. La ética periodística impone, en consecuencia, ciertos deberes
que no son diferentes de las demás actividades, de otras profesiones, y por
lo tanto son normas de conducta que guardan relación con el papel que
desempeña y de su compromiso con la verdad”. Hay una ética periodística
pero hay una ética para todos, independientemente de las profesiones que
desempeñen.
Estos planteamientos ético-jurídicos nos llevan a una tercera reflexión: la de
la responsabilidad social del periodista, dentro de la cual se enmarca ésta
de la cual estamos hablando: la responsabilidad formadora, que se ha ido
diluyendo ante el embate del entretenimiento como valor dominante, en
especial en los medios electrónicos. Y en esto sí quiero ser justa: pienso que
la prensa escrita se ha salvado un poco de eso, en la medida que todavía
conserva muchos espacios para la reflexión, para el análisis, para la
profundización, que son como el nicho que le va quedando a la prensa
escrita.
134
Pero de todas maneras hay medios escritos que han caído en la veleidad de
mezclar una cosa con otra, de mezclar por ejemplo información cultural con
farándula para tratar de hacer como cuando el niño no quiere comer y
entonces uno le licúa las verduras en la sopita para que se las coma.
Entonces se revuelve la farándula con la cultura a ver si la gente come
cultura. Pero la gente no es boba, la gente se da cuenta qué le están
vendiendo realmente.
Desde este enfoque de responsabilidad social los comunicadores debemos
tener en cuenta que cada vez que una noticia habla de la violación de un
derecho es obligación del periodista, recordar la existencia de ese derecho,
las consecuencias de su violación y los caminos que de acuerdo con la ley y
la organización social existen para defenderlo.
No basta de que hablemos de una mujer abusada, tenemos que hablar de
que eso es delito, y que ese delito es penalizable, y de que hay unos
aparatos en el Estado que tienen y deben funcionar para que ese derecho
sea restablecido, y que si no funcionan es igualmente obligación del
periodista denunciarlo.
No sobra a esta altura llamar la atención sobre el derecho de rectificación
que tienen las personas que se consideran víctimas de una información
equivocada, mal intencionada o que de alguna manera daña su buen
nombre.
Cuando en el afán de informar primero se afecta el rigor informativo y lo
que se publica no coincide con la realidad, la propia Constitución consagra
el derecho a la rectificación en condiciones de equidad; aunque el adagio
diga que “de sabios es rectificar”, mejor acatar primero otra sentencia
popular: “más vale prevenir que curar”… Averiguar bien… cerciorarse…
contrastar fuentes… confirmar… son verbos que hay conjugar antes de
informar, para no vernos obligados a rectificar.
Cerrando esta tercera reflexión digamos que libertad de prensa no significa
solo rechazar las limitaciones arbitrarias, sino también proteger la dignidad
humana, fortalecer las redes sociales, la cultura democrática, la
participación ciudadana, la verdadera controversia política, los espacios
para el otro, las elecciones transparentes, la tolerancia y la posibilidad de
transformar la realidad.
Al respecto recojo un reciente pronunciamiento precisamente del Maestro
Javier Darío Restrepo en entrevista realizada por Daniel Erosa durante el II
Encuentro Becas Avina, en Cartagena: “Cuando la información contiene los
datos de una carta de navegación que muestra los caminos posibles,
cuando la información estimula la convicción y la ambición de cambiar la
realidad, cuando el periodista entiende que parte de su servicio es crear
inconformidad con lo existente en busca de una realidad mejor por lo justa,
por lo tolerante, por lo pacífica, por lo igualitaria, por lo libre y respetuosa
de cada ser humano, cuando todo esto se da, el periodismo cumple la más
alta y dignificante de sus funciones porque estimula la esperanza”.

Y la cuarta reflexión la dedico a aquellos que son los destinatarios de todo 135
este trabajo de Prensa Escuela: los niños y niñas de nuestro país.

Una vez más es la Carta Fundamental la que nos recuerda los derechos de
la infancia y su característica principal: su prevalencia, que no es otra cosa
que el reconocimiento de que esos derechos están por encima de los
derechos de todos los demás miembros de la sociedad y esa, de ninguna
manera debe ser una simple consagración retórica. Cuando la Constitución
la consagra está trazando una ruta que todos debemos seguir para que
algún día ese sueño sea una realidad.

Estos derechos fundamentales que la Constitución les consagra todos los


que manejamos información, independientemente de que sea en el gran
diario o en el periódico del colegio o de la Universidad, o en cualquier otro
medio que estemos haciendo los tenemos que tener en cuenta: el derecho a
la vida, a la integridad física, a la salud, a la seguridad social, la
alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una familia y no
ser separados de ella, el cuidado, el amor, la educación, la cultura, la
recreación y la libre expresión de su opinión.

Por supuesto la ley, y en especial el Código de la Infancia y la Adolescencia,


se ocupa de darle desarrollo a esos postulados constitucionales y de fijar
competencias y responsabilidades a cada uno de los estamentos de la
sociedad, entre ellos a los medios de comunicación y a los comunicadores,
que tenemos en esas normas una especie de brújula sobre lo que debe ser
la tarea de informar cuando están de por medio los niños y las niñas

No se trata simplemente de aparentar respeto a las normas o de


protegernos de posibles demandas; se trata de comprometernos a fondo
con la misión de divulgar esos derechos, de respetarlos y exigir que sean
respetados y de contribuir con esa tarea pedagógica a crear las condiciones
para que la gente entienda lo que sucede y a través de esa comprensión
pueda tener argumentos y herramientas para cambiar lo que no está bien y
remediar lo injusto.
No le podemos pedir a los medios solos que asuman la responsabilidad,
porque quiero decirlo también, los medios siempre estamos en la picota
pública: todo es culpa de los medios, en términos generales siempre se
culpabiliza a los medios por muchas cosas. No quiero decir que no exista
esa responsabilidad, pero no es solo de los medios. Si los medios entregan
los vehículos, la información, la capacitación, ese llamado a la reflexión, el
resto de la sociedad se empodera, para utilizar ese verbo tan feo que está
de moda, para exigir sus derechos, para argumentar, para tener
herramientas que le permitan introducir esos cambios tan necesarios.

Finalmente, por si puede resultar útil, cierro mi intervención compartiendo


algunas tareas en las cuales he procurado trabajar con la visión y el 136
enfoque trazados en esta charla:

Estamos trabajando con la escuela virtual del programa para América Latina
y el Caribe del PNUD en un curso de Democracia y Medios de Comunicación.
Es un curso para periodistas, inicialmente de los cinco países andinos,
bolivarianos: Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, para trabajar en
el sentido de buscar cómo los periodistas asumen finalmente la
responsabilidad de ser multiplicadores de valores democráticos. Y para ello
es necesario saber qué es la Democracia, para que los periodistas que
cubren especialmente fuentes políticas sepan que su misión no es poner un
micrófono en la boca de un político para que diga lo que le plazca y luego yo
lo transcriba a los medios por los distintos lenguajes sino que yo tengo una
misión de formar realmente Democracia.

La segunda experiencia es hacer el programa “En Familia” y trabajar en


este convenio que Caracol y Bienestar Familiar vienen adelantando desde
hace tiempo para informar sobre la primera infancia desde todos los
ángulos, desde el ángulo de la nutrición, de la educación, de sus derechos.
Y hacer una orientación jurídica familiar a partir de las consultas que llegan
al call center de Bienestar Familiar que son muchísimas, la mayoría de ellas
sobre abandono y maltrato. Y con eso justamente lo que tratamos es que
la gente entienda, a través de esas consultas que se parecen las unas a las
otras como gotas de agua pero que cada una tiene sus particularidades y
sus especificidades que deben ser atendidas.

Y finalmente la experiencia de Jurisperiodismo que está un poco congelada,


Jurisperiodismo es un blog que nació de una pequeña frustración, cuando
estaba vinculada con la mesa de “6 a.m. hoy por hoy”, me correspondía en
la última etapa el manejo de la información jurídica y un poco como aportar
los elementos jurídicos de la información. Entonces el reto era decirlo en 20
segundos.

Ustedes no se imaginan los sapos que me tuve que tragar, montones a lo


largo de toda esa experiencia. Entonces todos esos sapos que me tragaba
se volvieron Jurisperiodismo, los sacaba en el blog como quien encuentra
una válvula de escape. Entonces Jurisperiodismo de alguna manera se
volvió la salida de muchas cosas que no podía decir al aire.

Finalmente hay otra experiencia muy interesante, que conecta mucho con la
experiencia de la escuela virtual y es la de talleres para periodistas sobre
distintos temas. He tenido la fortuna de que me convoquen y me inviten
para tratar de compartir con los colegas desde la perspectiva jurídica qué
significa informar, por ejemplo, sobre trabajo infantil. Qué significa
informar, por ejemplo, sobre abuso sexual. Qué significa informar sobre
derechos de las minorías étnicas, para que cuando abordemos esa
información tengamos herramientas que nos permitan no entrarle como si
se tratara de un simple reinado de belleza o de cualquier accidente de 137
tránsito, o de cualquier cosa de las cotidianas que cubrimos día a día, sino
que hay algo más de por medio: derechos, y cuando hay derechos hay
deberes, y los primeros en cumplir esos deberes debemos ser los
periodistas.

Cierro diciendo una frase que me encontré relacionada con este tema, la
escribió Gilbert Keith Chesterton dice: “la única educación eterna es esta,
estar lo bastante seguro de una cosa para decírsela a un niño”.

Muchas gracias.

Responsabilidad formativa de una empresa periodística: caso El


Colombiano

Ana Mercedes Gómez Martínez

Judith ha dicho mucho de lo que yo tenía aquí preparado, yo quiero que nos
hagan preguntas, así que simplemente voy a dar unos apartes del Código
ético de El Colombiano, y a aprender mucho de ustedes porque nosotros
cometemos muchos errores, se nos van mucho las luces y son luces muy
evidentes, porque sin demeritar ningún oficio, en el periodismo un error lo
ven, oyen o leen miles de personas y tenemos que tener la humildad y la
nobleza para saber que nos equivocamos muchas veces.
Seré breve y pregúntenme bastante porque yo misma tengo muchas
inquietudes de cómo ejercemos el periodismo, y tengo muchas inquietudes
con la manera como estamos enfocando el periodismo popular, que podría
ser una labor dignificadora del ser humano, porque no importa el estrato
económico, porque es la dignificación del ser humano de cualquier estrato la
que debe hacer el periodismo.
Yo misma me critico y tengo grandes cuestionamientos con una publicación
que tiene El Colombiano, que ahora pertenece a una cosa que se llama
Grupo Nacional de Medios y ahí estamos intentando hacer una pedagogía y
reflexiones, y demostrando incluso ante la junta directiva que ser popular
no significa tener que ser sensacionalista; pero muchas veces se nos va la
mano, y de verdad que yo quiero que entiendan que es una preocupación
constante del área periodística de El Colombiano.
Entonces me voy a remitir al código ético de El Colombiano, pues con esos
principios intentamos cumplir con nuestra responsabilidad formativa:
Quiero recordar lo que dijo Fernando Gómez en 1946 en el IV Congreso
Panamericano de Prensa en Bogotá, en él propuso como ideal para los
periódicos del continente lo que había orientado al periódico El Colombiano, 138
que él dirigía en ese momento: la buena fe, honradez mental que impone
ser verídico, buscar el periódico los medios adecuados y no filtraciones
interesadas, que es lo que está moviendo el periodismo hoy. Porque cuando
se hace una filtración siempre hay alguien detrás que quiere que esa
filtración salga.
Nosotros no publicamos filtraciones sobre funcionarios, que ahora es muy
común en el periodismo colombiano, siempre lo hemos dicho desde el
famoso proceso 8.000, porque normalmente las filtraciones son interesadas,
sea quien sea quien filtre. Y nosotros no podemos ser idiotas útiles ni
posibilitar que se genere una mafia de correveidile y de filtraciones para
crear desesperanza en un país que va a tener un buen futuro.
Entonces la buena fe es buscar los medios adecuados para averiguar la
verdad, la buena fe indica rectificar los errores, la buena fe es no recortar la
opinión ajena si al hacerlo esa opinión queda tergiversada.
En caso de formular cargos debe darse a los acusados la oportunidad de
explicar su conducta, poner las distintas caras de la moneda. En Colombia
son muchas, no son dos, así de atípico es Colombia, pero así de maravilloso
para tener esperanza y construir futuro.
Es deber reparar el daño causado injustamente por nosotros los periodistas
cuando se ha informado sobre el inicio de un proceso y la persona que
estaba implicada es absuelta, hay que sacar esa información y no en
cualquier rincón o en la hora de menos audiencia sino con el mismo
despliegue y en el mismo espacio u hora de audiencia en que se sacó
cuando la persona había sido sindicada. Toda persona es inocente hasta que
no se le compruebe que es un delincuente.
La vida privada está fuera de la actividad informativa, noticia u opinión,
salvo cuando afecte el orden público o el orden social. Y yo agrego, cuando
ese acto de la vida privada afecte la actividad de gobierno o de poder, si
está en una rama de poder.
El derecho del público a conocer los sucesos es diferente a la curiosidad del
público, hay que conocer las cosas pero como decía Judith, el cómo, el
cuándo, el por qué, el análisis, ponerle el contexto, las consecuencias, el
ambiente, los códigos morales.
El dolor debe ser respetado, cuántas veces se nos van las luces y no
respetamos el dolor, debe evitarse todo lo que pueda servir de incentivo a
la inmoralidad, tanto en lo literario como en lo gráfico, se nos ha olvidado
mucho eso y se nos olvida que los medios de comunicación hablados,
escritos, audiovisuales, la televisión en Internet que ya se nos vino, llega a
los niños y ellos tienen derecho a que se les forme y se les forme
adecuadamente.
El lenguaje injurioso, la vulgaridad y la difamación son indignos de un buen
periodista.
El interés privado no debe sobreponerse al interés público, es peligroso y
por lo mismo el periodista no puede sublevar las pasiones de las personas,
las pasiones que todos tenemos pero que no son adecuadas. 139
No se debe publicar para generar alarma, a menos que esa alarma sea para
prevenir al público de alguna amenaza. Tampoco se debe servir de
enseñanza para la comisión de delitos: exponer los vicios y los delitos se
justifica solamente para precaver, para que la sociedad lo repruebe y para
que no caiga en esos vicios o delitos, para que se cumpla una función de
ejemplo de lo que no se debe hacer pero no se debe caer en el
sensacionalismo.
Juan Zuleta Ferrer, que fue director después de Fernando Gómez, y se
formó en la escuela de El Colombiano, previno en junio de 1970 sobre los
nuevos peligros para el periódico y el periodista: “hay una azarosa
infiltración en la prensa de elementos incapacitados para tan ardua labor,
hay otros que obsesionados por el afán sensacionalista distorsionan la
noticia, alteran su sentido, deforman su valor y juegan ligeramente con
altos intereses de la patria y el pueblo. Otros están dominados por su afán
insaciable de lucro y de privilegios y menosprecian la labor serena, honesta,
incansable, que es un apostolado desprovisto de subsidios y de gajes. Los
periodistas para ser dignos de este nombre deben observar una ética,
defender su independencia, conservar su dignidad, tener el valor de
enfrentarse a cualquier forma de presión o coacción, aunque al final de su
vida, en la hora del viaje final, estén ‘ligeros de equipaje’ según la frase de
Antonio Machado”.

Verdades y equilibrio
Un resumen de los principios éticos generales del Manual de Estilo de El
Colombiano en la revisión del año 2002, Reinaldo Spitaletta y Javier Darío
Restrepo fueron quienes juntaron todo lo que venía de la tradición desde la
fundación de El Colombiano y lo pusieron al día incluyendo cómo se tiene
que interpretar hoy, pero hay unos pilares éticos inamovibles:
“Si la verdad ha de acompañar a los hombres de bien, tratándose del
periodista hay que decir que es la sustancia de su profesión. O el periodista
busca decir la verdad siempre y en todo, o no está llamado a esta
profesión”, Fernando Gómez Martínez.
Antes de su publicación toda información debe ser verificada. Verificar es
anterior y de mayor obligatoriedad que publicar. Por eso es preferible
publicar una noticia con retraso, yo siempre digo que es preferible salir bien
y salir un día después pero habiendo verificado, y verificar en todos los
términos.
En El Colombiano, y fallamos mucho, los rumores y el chisme no son
noticia, pueden sí usarse como pistas, como primeros pasos para llegar a
una noticia verificada y confirmada. El Colombiano acude a varias fuentes
de información con el fin de ofrecer a sus audiencias una visión plural de los
hechos, aunque no publique necesariamente esos puntos de vista sí los
tiene en cuenta al elaborar sus informaciones como garantía de un equilibrio
informativo. Equilibrio que no es equilibrismo.
140
De este equilibrio es ejemplo una serie periodística sobre los problemas y
avances de la Comuna 13 que ganó el premio Rey de España y hemos
seguido haciendo seguimiento a qué pasa en esta que es una de las
comunas de Medellín.
Hemos intentado mostrar las distintas realidades desde la perspectiva de las
víctimas pero tratando de generar esperanza y soluciones, y de mostrar
caminos.
Otro ejemplo de equilibrio fue una serie sobre los ríos convertidos en
tumbas. Queríamos llamar la atención sobre los desaparecidos por
miembros de los ahora conocidos como ex-autodefensas o bandas, que
también siguen delinquiendo, sin olvidar también los grupos guerrilleros y
de narcotraficantes.
No se trata de entregar los puntos de vista extremos, sino de explorar otros
puntos de vista, analizar coincidencias y diferencias y ofrecer al lector, a la
audiencia, elementos de juicio suficientes. Por eso les decía ahora que
Colombia es un país tan atípico que las monedas no tienen dos caras, tienen
montones de caras; y no tienen que ver con los dados del carriel
antioqueño.
En El Colombiano este es un deber ser que tratamos de cumplir y es una
utopía porque nos equivocamos mucho: no debe publicar informaciones
erróneas, si a pesar de todo llegase a publicarlas se corregirán con
franqueza y claridad para reparar en cuanto sea posible la desinformación o
el daño que el error pudiera haber causado. El error cometido en primera
página se rectificará en la misma primera página, de modo que la
rectificación corresponda a la gravedad del error y del daño.
La independencia como bien supremo del periodismo
En el tema de la independencia se acoge el principio fundamental de la
libertad de prensa y la norma constitucional colombiana del derecho a la
información. El Colombiano rechaza toda práctica de censura: si la verdad
es la sustancia para informar, la libertad es el aire que debe respirar como
orientador, como educador y como crítico.
Es un deber mantenerse a salvo de cualquier caso de presiones, en el caso
de la veracidad e imparcialidad de las informaciones: hay intereses
económicos pero en El Colombiano hay que buscar el bien común. Es
preferible un periódico de condiciones modestas pero libre a una empresa
periodística opulenta pero dependiente.
Responsabilidad en el ejercicio de la libertad, “hemos caído en la cuenta de
que se nos impone una responsabilidad consistente en usarla con rectitud y
siempre para el bien común. Nunca una noticia de El Colombiano debe
causar daño a las personas”, la persona es antes que la noticia, la persona
es más importante que la noticia. La noticia puede ser un hecho
escandaloso o puede afectar a la nación, o trastornar a la economía, o
impresionar hasta la psicosis a muchas personas, o enardecer a otras
personas hasta inducirlas a las vías de hecho, o afectar el honor y la 141
tranquilidad de un hogar.
El periodismo popular como oportunidad de formación ciudadana
Un reto bien difícil que tenemos en El Colombiano, que como casa editorial
tiene varias publicaciones, es su diario popular en una alianza con otros
medios. Y el reto es ser popular sin caer en el sensacionalismo o el
amarillismo. Ser popular pero enseñar democracia participativa y valores.
Este reto ya lo asumió la dirección general del periódico, y a partir de
errores propios y de los errores de otros medios de esa alianza -cuyos
principios éticos no coinciden del todo con los nuestros-, estamos
demostrándoles a los periodistas, empezando por los del diario popular
Q’hubo de Medellín, y a otros editores jefes y directores, que ser popular no
significa, ni tiene que significar, ser sensacionalista.
Nosotros intentamos trabajar por la equidad, por el conocimiento recíproco
de los ciudadanos de distintos estratos económicos. Muchas veces miramos
la paja en el ojo ajeno y no miramos la viga en el propio.
Por eso trataremos con máxima delicadeza y prudencia los casos de
suicidio, por consideración con la propia persona, para con los sentimientos
de su familia, y para la sociedad a la que debe evitar el riesgo de que por
imitación se ponga en peligro la vida de las personas. Está comprobado por
la psiquiatría y la psicología que las noticias sobre suicidios pueden generar
en las personas que tienen tendencias suicidas y que están en un estado de
depresión, suicidio.
En estos días oía yo la noticia de 15 suicidios seguidos en Cartagena, los
medios tenemos mucha responsabilidad en eso. Desde los años 30 El
Colombiano hablaba de no publicar noticias de suicidios, a veces nos
equivocamos.
Intentamos rechazar toda forma de difamación, de sensacionalismo, porque
es una deformación de los hechos, es sobredimensionarlos, y porque es un
intento voluntario o involuntario de manipular a las audiencias.
El Colombiano es una empresa privada guiada por el interés del público,
intentamos dar cabida a las informaciones que contribuyen al
fortalecimiento de la paz y aún informando sobre hechos de violencia y
terrorismo tratamos de expresar rechazo a todas las formas de violencia.
Las noticias de orden público relacionadas con acciones terroristas o de
violencia serán objeto de un tratamiento especial para evitar que su difusión
contribuya a crear una acogida del terrorismo como la solución a los
conflictos. Hacemos seguimiento informativo y editorial a los procesos de
diálogo entre el gobierno y los delegados de las guerrillas y ex-autodefensas
porque intentamos que se llegue a un diálogo.
Estamos convencidos de que había que llegar a la seguridad después del
momento que habíamos vivido, después de un proceso de paz que empezó
muy lindo, con muy buena voluntad, pero que nos faltó planearlo para que
fuera gana-gana de todos los sectores, y no que fracasara como tristemente
fracasó.
Todo grupo político, religioso, étnico, social, debe ser tratado con respeto y 142
contará con la posibilidad de difundir sus puntos de vista y expresiones.
Para El Colombiano serán siempre reprobables la intolerancia, el
exclusivismo, la violencia, el fraude, la coacción, sea quien fuere el que los
practique. Defendemos el derecho de toda persona a la vida y la libertad,
por tanto las informaciones relacionadas con estos derechos intentarán
reflejar ese propósito, y en ningún caso servirá ni directa ni indirectamente
a los objetivos de secuestradores o de terroristas.
Difundiremos los Derechos Humanos y el Derecho Internacional
Humanitario, y cada vez que entran nuevos equipos de periodistas jóvenes,
volvemos a hacer cursos sobre Derechos Humanos y Derecho Internacional
Humanitario.
Quiero dejar acá. Iba a referirme a la línea editorial, la responsabilidad de
los columnistas, la responsabilidad del periódico y a la responsabilidad de
los anunciantes.
En todo caso, ahora estamos muchísimo más interactivos en El Colombiano
que antes, en una estrategia que llamamos Tips y las tradicionales cartas al
director que las llamamos hoy “puntos de vista” o “cartas de los lectores”.
Ayer ustedes escucharon a las personas encargadas de esos temas.
Intentamos trabajar por la Democracia y la equidad pero estoy muy de
acuerdo con Judith en que primero tenemos que definir qué es Democracia,
o cuál es la Democracia que queremos para este país.
En cuanto a estar con la sociedad, con la comunidad, además de Prensa
Escuela -que existe gracias a todos ustedes- tenemos el Colombiano
Ejemplar para destacar a los colombianos, ojalá no visibles, que hagan algo
por alguien en los distintos campos del saber y con una vocación de
servicio.
El Colombiano se preocupa de la vida en todas sus manifestaciones, y en
especial del ser humano integral, tiene secciones y revistas que responden
a temas que interesan al ser humano. Que lo entretienen, que sugieren
cómo hacer cosas útiles, que le dan elementos para que agende actividades
en familia, le explica adelantos científicos, de salud. Le permite leer buenas
crónicas, entrevistas, lo que un español llamó “lecturas felicitarias”.
De modo que este es el deber ser, tenemos muchas equivocaciones, y me
encantaría que me halaran las orejas. Gracias.
Carlos Alberto Giraldo Monsalve
Tenemos muchas inquietudes pero mientras termino un breve proceso de
selección yo quisiera observar algunos asuntos cruciales que se han ido
planteando en las observaciones que hacía Judith y en los puntos de vista
que planteaba Ana Mercedes.
Yo creo que hoy -más que nunca- es necesaria en los medios la cualificación
para hacer frente a este Apocalipsis del que hablaba Judith, y del vértigo
con el que se suceden unas informaciones tras otras, el cual nos impide
hacer esa digestión con la que finalmente terminamos despistando,
deformando las lecturas de la realidad y la comprensión de los hechos.
Cuando Judith planteaba la necesidad de ir más allá de ese papel de
ventrílocuos de la realidad a mí me surgía una inquietud y por eso me 143
parece importante que desde su experiencia, especialmente en la radio, que
es un medio tan afectado por la inmediatez, nos hablara un poco de cómo
se resolvía en la práctica la necesidad de buscar ese tránsito del periodismo
de declaraciones que Daniel Santoro, autor argentino, llama “la lucha contra
la declaracionitis” para pasar a un periodismo que contextualiza, que
ahonda, que documenta, que se plantea un mayor rigor en el examen de la
realidad.
¿Qué se hacía con los periodistas y cuáles eran las observaciones del equipo
directivo en Caracol Noticias para que los periodistas no se quedaran en ser
meros notarios de la realidad y cómo compartir esa experiencia para que se
convirtiera también en una reflexión sobre el papel que tienen que jugar los
medios hoy haciendo ese examen mucho más amplio de la realidad?

Judith Sarmiento Granada


Yo creo que tal vez el esquema de programación de la cadena da la
respuesta a esa pregunta. Y es que una cosa es la tarea que ejerce el
reportero que tiene que ir a cubrir la información en caliente y otra la de la
televisión que graba y edita, y eso ya implica pasarlo todo por un tamiz,
salvo en las transmisiones en directo, que es donde se nota tanta
patinadera.
En la radio también pasa eso, se le da cambio al reportero que está en el
lugar y el reportero se lanza con lo que haya, tal vez ese esquema de tener
en la mesa otras personas que no están contaminadas con el cubrimiento
del día a día y que participan más en la categoría de analistas. Este es el
esquema que se está afianzando, especialmente en el área económica:
tener personas que toman distancia de la noticia y que pueden poner unos
puntos de vista en cuestionamiento, poder llamar a otras personas que
aporten otros puntos de vista diferentes, poder abrir un debate, poder
escuchar diferentes opiniones sobre un tema ya pone el punto en el análisis
y en la sindéresis. Es decir, no quedarse simplemente con las declaraciones
de las fuentes sino también tratar de tener en cuenta otras opiniones y en
esas mesas de trabajo se hace esa labor, y yo diría que es ese esquema
principalmente en el que se garantiza que se haga un trabajo en ese
sentido.
De todas maneras en el trabajo del reportero, me consta porque estuve
muy de cerca con la directora del servicio informativo, información que no
esté confirmada no sale al aire, independientemente de que nos chiveen. Si
no hay confirmación no hay publicación porque por correr por la información
podemos terminar metiendo las patas. Y si metemos las patas hay que
sacarlas, lo que no hay es que tener temor a reconocer que se metieron las
patas y hay que sacarlas, porque de “sabios es rectificar” decía yo en la
charla, y de verdad que es muy importante, primero pararse con cuidado
frente a la información: quién dijo esto y por qué lo dijo, qué busca, cuáles
son los intereses que lo mueven. Detrás de cada información hay un interés
y hay que saber cuál es ese interés, sabiendo que el interés del medio
fundamentalmente debe ser uno solo y es el público.
144
Carlos Alberto Giraldo Monsalve
Quisiera que Ana Mercedes también responda esa pregunta. En un ejercicio
del que pude participar con una información sobre la Plaza Mayorista hace
un poco más de un año, llegamos como conclusión a redactar un decálogo
del deber ser del periodista de El Colombiano frente a informaciones que
pueden terminar siendo tan explosivas, generar polaridad pública, generar
distanciamientos, agresiones y situaciones de inseguridad incluso para los
mismos reporteros, pero sobre todo problemas de distorsión de la realidad
que van a terminar más que informando a la audiencia desinformándola y
creando falsos mitos sobre los hechos de la realidad urbana en el caso de
Medellín.

Ana Mercedes Gómez Martínez


Carlos Alberto, me haces acordar de ese caso que es del año pasado y está
relacionado con las irregularidades de la Plaza Mayorista de aquí de
Medellín, con gente muy complicada, ya varios están en la cárcel. Entonces
en el afán se hizo la información para publicarla domingo, y a mí me la
pasaron un viernes y la miré con la doctora Beatriz María Arango de Acosta,
que es la abogada del grupo de dirección del periódico y vimos que estaba
llena de adjetivaciones, que había que madurarla, que era mejor publicarla
después, pero publicarla bien publicada asumiendo los riesgos, y yo dije: no
pongan los nombres de ustedes, que sea El Colombiano y la directora sus
responsables, pero vamos a poner los hechos como son, sin adjetivaciones
y también poniendo todas las caras de la moneda.
Fue un ejercicio muy bonito, nos quedamos toda la mañana de un sábado,
se demoró dos semanas más para salir pero ya después salió un hecho muy
grave. En El Colombiano decimos que no hay temas vetados, sino que hay
que ver cómo se tratan.
Yo creo que la situación de La Mayorista hoy es mejor, un trabajo colectivo
muy bonito, se hizo finalmente como entre siete u ocho personas, lo que
nosotros llamamos trabajo Inter. áreas y yo creo que salimos bastante bien,
en vez de salir al domingo como tenían pensado los periodistas, de afán. Y
ha habido muchos otros casos.
Carlos Alberto Giraldo Monsalve
Otro de los temas que queda abierto a la discusión es el tema del tránsito
de la libertad de prensa al derecho a la información: pasar de ese periodista
que gravitaba por encima de la sociedad como una especie de suprapoder,
vulnerando otros derechos, teniendo una suerte de condición de ser
superior socialmente para intervenir, hablar de lo que quisiera y como
quisiera, un concepto un poco traído de esas sociedades liberales que
comenzaron a reclamar libertades, y que ha ido desarrollándose poco a
poco con el Estado Social de Derecho, a una relación con el derecho a la
información, que nos obliga a tener periodistas que entienden que el público
también demanda una información veraz, imparcial, oportuna, y que hoy
más que nunca, en esa avalancha de ofertas informativas el dominio del
periodismo ya no es del resorte exclusivo del periodista; es decir, los 145
ciudadanos también están en la condición de aportar puntos de vista, de dar
información.
En el caso de Judith Sarmiento, en la docencia y en la reflexión académica,
¿qué reflexión te merece lo que está sucediendo en el campo de los medios
y de la posibilidad formadora de los periodistas?

Judith Sarmiento Granada


Creo que cuando uno escucha y repite, y oye repetir esa frase que “más
vale una prensa desbordada que una prensa amordazada”, se queda en ese
viejo esquema de que todo tiene que ser o blanco o negro, todo tiene que
estar en un extremo o en el otro, olvidando que generalmente en el punto
medio es donde se encuentra lo ideal.
En aquel ejercicio ecléctico de lograr un verdadero equilibrio entre una cosa
y la otra, ya lo decía Ana Mercedes hace un momento: lo más importante es
la persona y no la noticia. Y la vida íntima de las personas no está para ser
publicada, siempre y cuando... y cuando se hace esa salvedad con este
condicional es cuando entra el balance. Si yo me quedo con la expresión
rotunda de no se publica la intimidad, entonces yo no publico que un
funcionario allá en su intimidad está robándose la plata de su cargo;
obviamente no podemos quedarnos en esos extremos, como es de la
intimidad del señor que él está haciendo eso allá muy callado, muy
íntimamente está robando, entonces yo no lo puedo publicar. Sería un
absurdo total.
Entonces creo que lo sano de esa evolución de la que habla Carlos Alberto
del derecho a la libertad de expresión a ultranza contra el derecho a la
información responsable, creo que estamos en un escenario en el cual la
gente puede exigir eso. Yo pongo un ejemplo un poco extremo: la libertad
de locomoción, yo tengo libertad de moverme para donde me dé la gana
pero no puedo atravesar la pared porque la pared me lo impide. Ese es el
límite que tengo a mi libertad de locomoción porque no tengo el don de
atravesar las paredes.
Es exactamente lo mismo, yo tengo la libertad de expresarme y de decir lo
que yo quiera, siempre y cuando respete los derechos de los demás. Ese es
el límite y ahí es donde creo que está justamente lo sano, en saber
balancear cuáles derechos entran en juego cuando está de por medio una
información.

Carlos Alberto Giraldo Monsalve


¿Qué reflexión se ha hecho El Colombiano en poner ese derecho a la
información en un plano de igualdad con otros derechos: el derecho a la
honra, a la intimidad? eso a la hora de transmitir una información que dé la
noción y el sentido de una prensa que respeta ese ámbito de la privacidad y
del derecho al buen nombre. 146

Ana Mercedes Gómez Martínez


Estoy de acuerdo con Judith, ella interpretó muy bien lo que quería decir; y
ella como abogada sabe mejor, y lo dijo en el tema de los derechos de los
niños. Los derechos humanos están presentes, pero hay unos derechos que
prevalecen sobre los otros, sobre el derecho a la información prima el
derecho a la vida, el derecho a la paz, a la intimidad. La frase de “la prensa
es libre y tiene responsabilidad social” nos exige mirar cuál es el derecho
que prevalece y cuándo los periodistas no tenemos derecho a intervenir,
porque se trata de libertad, no de libertinaje.
Hay que tener siempre presente lo que le sirva al bien común. Y la pregunta
es: yo como periodista o como medio de comunicación ¿qué considero que
es el bien común? Entonces, si la prensa ha de ser un poder no puede ser
un suprapoder, sino que debe representar el poder de la fiscalización y la
veeduría, el poder para buscar el bien común; es decir, hay volver al hecho
de que más que un poder, la prensa debe ser un servicio.

Carlos Alberto Giraldo Monsalve


Voy a transmitir un par de preguntas del público. Esta va dirigida a Ana
Mercedes: ¿cómo es posible que una directora no comparta la publicación
de un periódico como Q’Hubo pero que igualmente Q’Hubo siga circulando?

Ana Mercedes Gómez Martínez


Sí, por eso digo yo, estamos en el plan de reflexionar. Ya hicimos una
reflexión con todos los periodistas del Q’Hubo de El Colombiano, había
habido errores en el pasado cuando el periódico popular de El Colombiano
se llamaba La Chiva, a mí nunca me gustó el esquema del Grupo Nacional
de Medios y en eso he estado de acuerdo y respeto mucho al doctor Luis
Miguel de Bedout que es el Gerente de El Colombiano, pero constantemente
lo he dicho con voz pero sin voto en la Junta Directiva, hasta dejarlo ya
consignado en las actas y estamos como en un proyecto y en el reto de
hacer que sea siempre popular pero que dignifique al ser humano de los
estratos económicos que lo compran, o de cualquier ser humano.
En esas estamos, el 20 de mayo tenemos una reunión con todos los
editores jefes, el área periodística, con los editores jefes de los distintos
Q’Hubo que circulan en el país para hacer una reflexión sobre los contenidos
porque tiene cosas muy buenas de servicio social, de servicio a la
comunidad, de enseñar cómo conseguir microcrédito, por ejemplo; pero
tiene cosas que no van con mi código ético.
Entonces, ¿qué es lo que yo puedo hacer? Primer paso: los periodistas de
Q’Hubo de El Colombiano ya estamos haciendo esas reflexiones, segundo
paso: poner un responsable a un nivel más alto del editor jefe, ya en El
Colombiano lo tenemos. Tercer paso: promover una reunión con los
editores jefes de los Q’Hubo de otras ciudades del país y con los directores
porque es que a la hora de la verdad y los directores somos responsables.
147
Ojalá no tengamos que llegar al quinto paso que sería empezar un plan B
para que El Colombiano tenga un periódico popular pero que no sea
sensacionalista.
Aún hay que poner cuidado a los avisos publicitarios, el Q’Hubo de hoy me
daba ganas de llorar. Tengo más tristeza por el Q’Hubo de hoy que por
tantas otras cosas.

Judith Sarmiento Granada


Ana Mercedes, yo creo que ahí hay un punto interesante de tomar en
cuenta: no recuerdo exactamente el evento pero sé que fue en España, un
foro sobre periodismo sensacionalista, y estos diarios precisamente
parecidos a Q’Hubo, diarios populares e incluso lo que llaman los medios
electrónicos de ten minutes, los que se leen en diez minutos que son un
brochazo como de todo. Y se hablaba del compromiso que también tendrían
los anunciantes, e incluso de cómo grupos de anunciantes habían tomado la
política de no pautar en ese tipo de medios porque el problema comercial
no lo podemos eludir. Es decir, esos diarios populares, sensacionalistas,
existen porque se consideran comerciales porque supuestamente le dan a la
gente lo que quiere, la gente come lo que yo le doy: yo le doy basura, la
gente come basura, la gente me pide basura y ese círculo vicioso nadie se
atreve a romperlo. El único que puede romper ese círculo vicioso es el
propio medio, es el medio el que tiene que decir: no produzco más basura.
“Yo quiero más basura” dirá el público, pues no le voy a dar basura. Si el
medio no rompe ese círculo vicioso nadie lo rompe y creo que si los
anunciantes se paran en esa raya y dicen: no patrocinamos basura, otro
gallo cantará.
Ana Mercedes Gómez Martínez
Me parece excelente pero es que también hay anunciantes basura, a los que
les interesa pautar en este tipo de medios, pero yo quería decir algo más
sobre la insistencia en el popular y las reflexiones que hemos hecho: es
muy triste, a Colombia todo nos llega tarde, hasta la muerte. Entonces ese
sensacionalismo que llegó primero a otros países, aquí lo estamos haciendo
ahora y el fin no justifica los medios. Aquí sí que se aplica, no se justifica,
es preferible ganar un poco menos pero tener unos medios que a la hora de
la verdad le sirven al ser humano.
Yo hice el experimento y lo llevé a la junta de febrero y marzo, ya con la
pedagogía que estamos intentando hacer para que ese periódico sea mucho
más popular pero que dignifique al ser humano. Y no bajó la circulación, al
contrario, aumentó.
Pero parece que tiene que ser una labor constante de nosotros mismos y de
todos estos periodistas jóvenes que -como decía el doctor Juan Zuleta-
están formados en una escuela, y ahí les dejo el reto a los decanos de
Comunicación Social, están formados en otra escuela, no quiere decir que
nosotros seamos mejores, hemos cometido inmensos errores en toda la
vida periodística y como seres humanos también. Pero en esta moda hay
países lindos que han dicho: no al periodismo sensacionalista, periodismo
popular sí, para el pueblo, para el ser humano.
148

Carlos Alberto Giraldo Monsalve


Voy con Judith porque además conozco su pasión por temas como los
derechos de las mujeres y los niños. Pregunta uno de nuestros asistentes:
¿cómo hacer para que los niños y jóvenes entiendan ese aspecto formador
de los medios masivos de comunicación?
Hay un plano de conciencia y uno de inconsciencia pero cómo hacer para
que los muchachos entiendan que esos medios de comunicación son
vehículos formadores.
Judith Sarmiento Granada
Eso me hace recordar ese letrerito que se ha vuelto paisaje en la televisión:
“El siguiente programa contiene información de sexo y violencia, solicitamos
que sea visto en la compañía de un adulto responsable” y eso se vuelve un
saludo a la bandera y no hay adulto responsable al lado. Y el niño está
viendo lo que le dan; si eso no fuera paisaje sino que fuera realidad, esa es
la única manera real de que el vehículo o la prensa, o el medio de
comunicación sea realmente un objeto didáctico que es lo que persigue
Prensa Escuela, no se trata de que los medios de comunicación no enseñan,
sino de que lo que publican los medios de comunicación sirva como
fundamento de la reflexión para la enseñanza.
Es a eso a lo que se refiere el famoso letrerito de “Recomendamos verlo con
un adulto responsable”, es exactamente lo mismo que pasa si un chico lee
un periódico.
Yo quiero abusar de una anécdota que me contaron anoche cuando llegué a
Medellín, todo surgió a raíz de los cuentos infantiles que son fantásticos, y
la madre le decía a su hija: lo que tú ves en los cuentos es fantasía, pero lo
que ves en los periódicos es realidad; para que entendiera qué es fantasía y
qué es realidad. Interesante pedagogía. Llega un momento en que aparece
una fotografía en el periódico y sale una nota en la televisión, y la radio
también la publica: alguien fotografió un fantasma.
Entonces esta niñita pequeña comienza a pasarse a la cama de sus papás,
ellos no sabían por qué, y explorando, explorando ella les dice: es que
tengo miedo porque veo que sí existen los fantasmas porque eso lo dijo la
televisión, lo dijo la radio, lo dijo la prensa. Y salió la foto del fantasma. Y si
eso es la realidad pues entonces sí existen los fantasmas.
De pronto existen, no sabemos, pero lo que trato de decir es que en esa
anécdota que me contaron anoche yo sentí como un campanazo enorme, de
cómo es que los medios de comunicación no pueden ser consumidos por los
niños así como así, sin tener con quien ponerlos en el tamiz de la duda. Sin
tener con quien hablar de lo que pasa allí, sin tener con quién conversar
sobre por qué Tom persigue a Jerry y Jerry siempre le gana, por qué Tom
persigue a Jerry y Jerry le devuelve el totazo y lo aplasta con una
aplanadora y Tom se levanta otra vez como si nada hubiera pasado. ¿Eso se
puede hacer en la realidad: yo puedo aplastar a una persona y esa persona
se puede levantar como si nada hubiera pasado? ¡Pues no!, porque una
cosa es la fantasía y otra es la realidad. Pero si el niño no tiene con quién
analizar eso, si no hay un padre o una madre responsable, si no hay un
educador responsable que logre reflexionar con el niño sobre eso, 149
obviamente el aprendizaje será distorsionado.
Entonces yo creo que la respuesta es tan sencilla como eso: hagamos
realidad esa frasecita de: adulto responsable acompañando la lectura, la
televisión, la escucha de la radio, la lectura misma de un cuento. Si uno
leyera los cuentos de infancia y no tuviera con quién hablar de que las
hadas no existen, que son una manera de personificar la bondad, pues
entonces no aprenderíamos nada. Es ese valor familiar que hay que ponerle
a la información.
Carlos Alberto Giraldo Monsalve
Una pregunta un poco provocadora, y es que a veces el exceso de
explicaciones, el exceso de contextos, también termina poniéndonos
cortinas de humo según la persona que pregunta: ¿Qué opinan ustedes dos
sobre el hecho de que tantos analistas, tantas explicaciones, tanta
contextualización a veces termine haciendo perder la pista a las audiencias
sobre el sentido real de los hechos y sus implicaciones en el avance del
país?
Ana Mercedes Gómez Martínez
Sí, el análisis es importante pero más importante es poner antecedentes,
consecuencias, saber la historia, saber la geografía o intentar saberla. Como
alguien me decía a mí: el periodista como el gobernante, no tiene que saber
de todo, no tiene la obligación de saber de todo; pero sí tiene la obligación
de asesorarse de los mejores, de los que sí saben.
En el caso del periodismo tenemos la moda de conseguir analistas, pero no
nos fijamos muchas veces qué analista. Bueno, consigamos analistas que
estén en pro y en contra para que la persona por lo menos tenga más
elementos para generar su propio juicio y tomar su propia decisión. Y a
veces somos los periodistas los que nos volvemos analistas.
Otro tema relacionado con estos conceptos es el de los editoriales y la
caricatura. Para mí una caricatura es un editorial que se ve más que aquél
al que uno le ha dedicado varias horas de estudio previas a la escritura del
mismo. Eso también necesita análisis, eso también necesita estudio, no se
trata de escribir lo que a uno le dé la gana, sino de argumentar los por qué
del tema a tratar.
De modo que el análisis tiene sus pro y sus contra, cuando no se hace
partiendo de la honestidad y de la buena fe. Acuérdense, se trata de
honestidad y de buena fe, y si nos equivocamos debemos reconocer que
nos hemos equivocado.

Judith Sarmiento Granada


Estoy recordando en este momento una frase, de las tantas que colecciono,
de Albert Einstein, que dice que “educación es lo que nos queda después de
que lo hemos olvidado todo”. Y yo creo que eso es lo que se busca cuando
se acata ese letrerito del adulto responsable que acompaña el momento de
ver televisión. No se busca que siempre el niño tenga que recurrir al adulto
para que le explique qué es lo que está pasando allí. Lo que busca es 150
formar criterio, y a medida que el niño va creciendo y se hace adolescente,
y llega a la mayoría de edad, pueda tener con base en ese aprendizaje su
propio criterio para sacar sus propias conclusiones.
Nada haríamos si cada vez que hay que comprender algo yo tenga que
correr a preguntarle a mi papá y a mi mamá: ¿qué fue lo que dijeron ahí?
Se supone que la idea de la educación y de la formación es formar criterio
para poder decir en este momento: yo sé. ¿Dónde la viste? Yo no sé si la
leí, no sé si la escuché, no sé si está en el código, en la Constitución o en
una ley, yo no sé dónde pero ahí está.
Está dentro del saber que uno como ser humano va acumulando a medida
que madura el criterio, entonces creo que el eje central del compromiso,
especialmente de los educadores, es no es tener siempre la respuesta, es al
contrario, generar siempre la pregunta y poder lograr que a través de esas
preguntas permanentes y de ese cuestionamiento constante haya una
madurez del criterio de los estudiantes.

Carlos Alberto Giraldo Monsalve


Otra pregunta del público para Ana Mercedes: En el criterio periodístico de
El Colombiano, ¿qué ocurre al declararse uribista en un editorial del primero
de diciembre de 2007 “¿Uribistas y qué?”? en ese título, en ese artículo,
¿Dónde está la independencia?

Ana Mercedes Gómez Martínez


Me encanta esa pregunta porque me permite tocar un tema que no abordé
en aras de no alargar mucho las cosas. Mire, la información es una cosa, y
se ponen todas las caras de la moneda. La opinión y el editorial de un
periódico es la opinión oficial de ese medio de comunicación.
Entonces, ante todos los ataques al presidente Uribe que yo considero en
parte injustos, porque dentro de ese periodismo que a veces denuncia sin
tener siquiera las pruebas, fue que decidimos escribir ese editorial, y ese
editorial lo escribí yo: “Uribistas, ¿y qué?”
Porque nosotros creemos, y podemos estar equivocados, pero ese es el
riesgo de hacer un editorial y de dirigir la opinión en un medio de
comunicación, en este caso el editorial es responsabilidad directa de quien
está en la dirección del periódico.
Entonces tenemos que tener imparcialidad y poner todas las caras de la
moneda en la parte informativa. Pero el editorial toma posiciones, acertadas
o equivocadas, pero toma posiciones. Y también en la línea editorial, como
no somos piedras ni somos minerales hay situaciones cambiantes.
Por ejemplo, nosotros antes escribíamos “no a la extradición” porque
creíamos que la justicia colombiana era capaz de manejar los crímenes tan
tremendos que hay acá, después explicamos el por qué cambiamos de
opinión. Entonces yo quiero que se diferencie muy bien eso, una cosa es la 151
parte informativa con todas las caras de la moneda, y otra es la opinión
oficial del periódico, acertada, no acertada, compartida o no compartida.
Pero es la opinión y asumimos el riesgo de las equivocaciones, todo en la
vida es un riesgo y uno da las opiniones, las sustenta, pero es una opinión,
es personal y somos humanos.
Los periódicos no somos hechos por robots, los medios de comunicación no
son hechos por robots y por eso se distingue muy bien lo que es la columna
editorial, el pensamiento oficial del periódico. También tratamos que los
columnistas tengan un respaldo en documentación cuando hacen denuncias.

Carlos Alberto Giraldo Monsalve


Judith qué reflexión le ha merecido la posición que han asumido algunos
medios de comunicación en Estados Unidos como The Economist o Fox
News, en la que es cada vez más evidente su posición, y su subjetividad en
la lectura de la realidad, siendo honestos y diciéndole al público: nosotros
vemos la lectura del país, del mundo, de esta manera, si usted quiere se
acerca o no.
¿Qué tan sano es eso para una sociedad en la que ya se ha derrumbado el
mito de la objetividad periodística que estuvo tan en boga en otro tiempo y
pensar más en esa subjetividad bien intencionada de la que habla el filósofo
Alfredo Bryce Echenique en el sentido de hacer las cosas desde una posición
clara de análisis, de interpretación de la realidad pero con la honestidad
necesaria de advertir eso a las audiencias y formar opinión?

Judith Sarmiento Granada


Yo sí prefiero al lobo con los dientes afuera y totalmente desnudo cuando
viene a atacarme, porque me permite defenderme, esconderme, sacarle el
quite. Pero si viene disfrazado de oveja me coge de sorpresa. Entonces
prefiero mil veces quien de frente y abiertamente declara una postura. Yo
ya sé que El Colombiano es uribista, no sé si sigue siendo uribista. Pero eso
me parece importante: yo sé que estoy leyendo un diario que ha declarado
ser uribista, lo maluco es cuando uno está frente a un medio que uno no
sabe para dónde va, viene el lobo con la piel de oveja y yo no sé para
dónde va. ¿Qué mejor que se sepa de frente qué es lo que piensa un
medio?
Y estos dos que tu mencionas, concretamente uno sabe específicamente
cuál es su postura, y específicamente en el campo económico que es un
campo en el cual el mundo tiene muy claro: o estamos en un modelo de
desarrollo que privilegia el capital y privilegia el gran desarrollo de las
empresas con el pretexto de que eso genera empleo y multiplica la riqueza
y termina repartiéndola -finalmente no-, pero por lo menos es clara esa
postura , que tener esa postura camuflada en donde uno no sabe si es agua
o es pescado.
Ana Mercedes Gómez Martínez
Nosotros en muchas cosas hemos apoyado al presidente Uribe y lo
seguimos apoyando, pero también ha habido editoriales que incluso han
merecido comentarios en la radio muy sorprendidos porque el periódico 152
Uribista está criticando a Uribe, es que Uribe es un ser humano y como
gobernante ha hecho cosas buenas y malas. Entonces, ha habido muchos
editoriales en que criticamos, y el modelo económico, yo estoy por lo que
había dicho Judith antes: el justo medio, ni el capitalismo salvaje ni el
socialismo al estilo soviético pasado de moda que por aquí tenemos en
algunos países del vecindario.
Mi clase con la prensa, una experiencia de conexión
Ponencia y reflexión final a cargo de Alfonso García Rodríguez.

Todo lo que les voy a explicar, a comentar está basado en la experiencia


personal en la doble vertiente de quien ejerce como enseñante y como
periodista cultural.
Antes quiero hacer un inciso. Se ha hablado aquí de la tradición oral.
Pregunté a muchas personas si realmente todavía se podría recuperar un
corpus notable de la tradición oral en esta zona de Colombia. Me dicen que
sí porque se está a tiempo. Hay “desgracias” que a veces nos dan la
oportunidad de enriquecernos: por ejemplo, la recuperación arquitectónica 153
de La Habana va a ser posible; desgraciadamente no se había hecho nada
hasta hace muy poco tiempo porque no había dinero, pero esa ‘desgracia’
va a darnos a todos la oportunidad de conocer una ciudad tal cual viene
mostrándose desde el siglo XVIII y XIX.
Posiblemente ustedes dentro de un tiempo se lamentarán, como nos
lamentamos hoy nosotros, de que no haya habido unos programas que
hayan sido capaces de recuperar la memoria inmaterial de nuestros
pueblos: recogida de cuentos, poemas, leyendas, juegos, canciones…; en el
campo de la educación he trabajado este tema con los alumnos en el aula
en una labor gratificante. Cuento brevemente una experiencia de 30 años
que ha concluido con un interesante texto hace un mes o dos, y que puede
servir, con un enfoque genérico, como ejemple realmente interesante: Una
inspectora de educación de una zona de España conocida como el Bierzo,
pidió a todos los profesores que estaban bajo su ‘jurisdicción’ que fuesen
recogiendo las palabras que quedaban anticuadas, las palabras “viejas”, las
que estaban cayendo en desuso.
Y, efectivamente, trabajaron el tema durante 30 años; se acaba de publicar
el Vocabulario del Bierzo con unas tres mil palabras realmente recuperadas;
al decir recuperadas, estamos diciendo que no están perdidas. Yo invito con
toda la ilusión del mundo a que alguien recoja esta experiencia para que
esta riqueza no sólo no se pierda, sino que se amplíe a otros ámbitos. Hubo
también algunos ‘adelantados’ que recogieron en esa comarca, y en otras
limítrofes, las canciones de boda, religiosas, festivas… Primero grabaron y
después transcribieron: de esta manera se ha recuperado toda la tradición
oral en seis volúmenes. Un extraordinario Cancionero.
Y ya que se ha hecho mención aquí dos veces a Filandón, el suplemento del
que soy responsable, quiero explicarles qué significa la palabra.
En mi provincia, especialmente en las zonas montañosas, la televisión llegó
muy tarde. No solamente no llegaba la electricidad –o llegaba en
condiciones muy precarias-, sino que, por supuesto, no llegaba la radio, ni
la televisión, ni la prensa. ¿Y qué hacía la gente, especialmente en invierno,
cuando caían tantas y tan copiosas nevadas? Se reunía en las casas y las
mujeres hilaban (de filum  filandón), hacían calceta, jerseys, calcetines
para combatir el invierno con la lana que ellas mismas le habían sacado a la
oveja. Pero al mismo tiempo que hilaban, contaban historias, repetían
romances que habían llegado de la tradición oral e incluso hasta servía
aquello como un elemento para el casorio…, y así surge una tradición
fuerte, posiblemente una de las tradiciones más notables del mundo
hispano.
Como todo eso se ha empezado a recuperar desde hace unos años, un 154
grupo de escritores hacen hoy un filandón posmoderno, es decir, no se
cuentan los cuentos de la tradición oral, sino que crean sus propios cuentos
cortos. El formato les ha llevado a recorrer buena parte de España y
algunos países de América con una magnífica aceptación, lo que confirma
las múltiples posibilidades de la tradición oral adaptada a nuestros días.
Había dicho ayer que tenía que preguntarles una cosa. ¿Saben qué es una
mosca cojonera? La que, por no entrar en detalles, molesta
permanentemente. Pues bien, hoy quiero ser una mosca cojonera, en el
mejor sentido de la palabra. Quiero transmitir convicciones con pasión, las
experiencias que yo he intentado llevar a cabo. Ayer les contextué el marco
general en que quería moverme y les decía que sentí durante los primeros
tiempos esa sensación tan triste y dura como es la soledad del corredor de
fondo.
¿Cómo se puede llevar a cabo, cómo se pueden aplicar los contenidos de un
periódico en el ámbito de una clase?
Teniendo en cuenta aquello que se decía en el Club de Roma, que los libros
de texto son solamente el esqueleto de la educación y que lo que realmente
nos sitúa vitalmente en el mundo es la lectura de libros, revistas,
periódicos…, les hablé ayer de una experiencia práctica, el vocabulario
progresivo, que no voy a repetir, pero sí se puede jugar mucho, por
ejemplo, y además, con los niveles de lengua: a nivel fónico, en la
acentuación; a veces los periódicos son un mal ejemplo de cómo se tildan
las palabras; buscar los gazapos es una forma eficaz para, a la inversa, ir
conociendo todo aquello que debe hacerse bien, sobre todo en relación con
el uso de las tildes diacríticas. Es interesante hacer correcciones en el nivel
morfológico: formaciones de plural, por poner un ejemplo.
A nivel sintáctico, la idea básica es ver y entender la estructura esencial que
sirva de soporte a nuestra comunicación: grupo del sujeto y grupo del
predicado; todo lo que no sea así es fácil que no esté correctamente dicho.
Por eso el ir trabajando la frase breve, con esta estructura, es muy
importante. Y que se enlacen incluso, mediante coordinación y
yuxtaposición, aunque no sea tan necesario. Nunca, en los primeros niveles,
mediante subordinación. Claridad, sencillez, comunicación de una idea en
una frase. Si nos queda tiempo, hablaré del proceso de redacción, del
proceso y los enfoques que sigo según los niveles, para que, al menos, sean
capaces los alumnos de expresarse correctamente antes de llegar a la
Universidad.
En los periódicos que he leído hoy mismo, he encontrado muchas
ambigüedades, ambivalencias, en ese intento de crear titulares
impactantes. Me quedo sin entender nada con los titulares porque no
conozco las claves en un momento determinado de la situación del país, lo
que significa que una de las máximas que debemos ofrecer a los niños es
que el titular sea clarísimo, que el antetítulo explique algo del titular y que
el subtítulo haga lo mismo. Y después, en el argot periodístico se juega con
la entradilla –tres, cuatro líneas que normalmente en algunos periódicos
van en negrita y que en realidad ordena la información al responder al qué,
cómo, cuándo, por qué-. Y por tanto está resumida, sintetizada ahí la
noticia. 155
A nivel semántico también hacíamos análisis y hablábamos de las
características del mensaje publicitario. El lenguaje publicitario de la radio y
la televisión es una maravilla en este sentido. Su función apelativa y el
intento de captar la atención del oyente/espectador permite múltiples
juegos y recursos. Les comentaba aquello del mal predicador de Fray
Gerundio de Campazas, el personaje de la novela del Padre Isla, en que
para atraer la atención de los feligreses, exclamaba en voz alta desde el
púlpito: “Bajó Zaratustra… y dijo: ¡No existe Dios!...”. Cuando los que
escuchaban el sermón se miraban, llenos de asombro, el predicador incidía
aún más: ”Y dijo el sabio, y dijo el filósofo, y dijo el pensador…: ¡No existe
Dios!”. Sorprendidísimos, el predicador había conseguido lo que se había
propuesto: captar la atención (Otra cosa son los métodos, claro). Entonces,
con un tono de voz más dulce y cercano, continuaba: “Pero yo, hermanos,
os digo que Dios existe, porque…”. Es decir, los mecanismos de atracción
están en el mensaje, difícilmente en la ambigüedad del mensaje. Trabajar
con programas de radio para ver qué elementos son necesarios a la hora de
entender el lenguaje publicitario es muy interesante. Las fórmulas, por otra
parte, han de ser muy sencillas, o sencillas al menos; de lo contrario, no
llega, no impacta.
Trabajamos mucho también, en esta línea, con dossiers, un conjunto de
información que se ordena con un criterio: cronológico, temático, por índice
de primera palabra… Hacíamos dossiers con frases hechas. O del origen de
palabras, origen que da alguna explicación respecto a ciertas incorrecciones
en el uso: ¿por qué, por ejemplo, mayonesa y no mahonesa?
También dossiers de autores: un dossier anual de autores en general, de
autores hispanoamericanos, de autores de comunidades autónomas, de
autores de una provincia, incluso de una ciudad como puede ser ésta... Y al
final todo se recogía en un libro –encuadernado con gusanillo- del que
hacíamos un índice. Índice alfabético, por géneros…
Evidentemente todo esto no se hace en el mismo año. Un año eliges un
tema de acuerdo al grupo de alumnos que tengas; al año siguiente, otro. Lo
que sí tenía mucho éxito era los cuentos del colegio; escribíamos nuestros
propios cuentos y al final hacíamos un libro, pensando, sobre todo, en que
la realidad tiene más elementos de ficción que el propio cuento.
Parto del hecho de que el profesor tiene un poco de actor. Y de que ha de
intentar permanentemente abrir nuevos caminos. Les decía a mis alumnos,
por ejemplo: “Fijaos bien, en una ciudad india una niña se hizo adicta al gas
butano”. Parecería que estaba inventando un cuento, y por eso
precisamente los llevaba escritos como microrrelatos, muy breves: “Una
niña se hizo adicta a la bombona de gas butano, y como esta niña llegó a
tener un alto grado de dependencia, los padres, muy asustados,
comenzaron a observarla. Tal era la inquietud de la niña, que los propios
padres en alguna ocasión, antes de ir a la cama, la conectaban. Su cara se
oscurecía un poco entonces, pero parece que dormía muy relajada. Ante la
creciente preocupación, los padres comentaron al médico el problema. Y el
doctor les dijo: “Difícil solución; de momento la única receta que les doy es
que no acerquen mucho la niña al fuego… por si acaso explota”. 156
Bueno. Pues esto es verdad; la noticia está aquí y dice: “Una joven iraní de
14 años es adicta al gas desde hace 11 años. Sahar inhala gas butano
directamente de las bombonas de gas de la cocina cuando sus padres salen
del hogar. La joven se hizo adicta a los tres años, jugando con envases de
aerosol delante de sus padres, que no eran conscientes del peligro y de la
afición que se despertaba en su hija. Últimamente, Sahar pedía incluso
permiso a sus padres para inhalar gas y calmarse. Tras inhalar, su cara se
pone negra, su piel se vuelve completamente blanca, se acuesta relajada y
se queda dormida en estado de éxtasis. Los médicos han aconsejado a la
familia de la “gasoadicta” que la alejen del calor para evitar que explote”.
No he inventado nada; es solo cuestión de guardar noticia y fecha: 6 de
noviembre de 1997.
Les cuento también, por ejemplo, el ‘cuento’ del japonés que encuentra a
una mujer viviendo en el armario de su casa; o del hombre que se separa
de su mujer y le reclama un riñón donado hace ocho años; o, fíjense, de
aquella señora cuyo marido murió, y en el coche funerario en el que iban al
cementerio, en la última curva el féretro se movió, dio un golpe a la mujer y
la mató. Todo esto es cierto, pero yo se los contaba como un cuento;
cuando lo ponían en duda, leía la noticia. Por ejemplo, ésta es la que
sustenta el último de los ‘relatos’: “Una mujer brasileña murió ayer al ser
golpeada por el ataúd de su marido en un accidente de tráfico cuando el
coche fúnebre se dirigía al cementerio, informaron medios locales. Marciana
da Silva Barcelos, de sesenta y siete años, viajaba en el asiento del copiloto
cuando un turismo que circulaba en el mismo carril alcanzó al coche fúnebre
por atrás, haciendo que el ataúd se desplazase y golpease a la mujer, según
fuentes policiales. El coche transportaba el ataúd desde la localidad de
Tapes, donde la pareja vivía, hasta Alvorada, en donde el fallecido sería
enterrado, ambas localidades del estado Río Grande do Sul, en el sur de
Brasil y fronterizo con Argentina y Uruguay”.
He hecho una colección de estas noticias de tal magnitud, que no se sabe la
cantidad de posibilidades que ofrece en el aula, como la mujer que vende al
marido, o los alumnos que reciben clases en una cafetería por falta de aulas
libres, o las sanciones que le dio por imponer a un juez, o la prohibición en
Nápoles de la venta de navajas para que no hubiese crímenes (después se
mataban a puñetazos), o cómo en Nueva York abrieron la primera cafetería
del mundo para gatos; o el gato que paralizó los trenes de cercanías, o
aquellos japoneses que secuestraron un avión para no examinarse... Miles
de historias, fantásticas pero reales –la realidad supera la ficción-, cuya
enumeración se haría interminable.
Trabajábamos también con esto; algunos preferían no crear el cuento a raíz
de la noticia, sino hacer selección de noticias curiosas. Y hacíamos un libro
de Noticias curiosas; al final del año lo encuadernábamos, lo indizábamos y
la verdad es que se lo querían llevar todos: algunos hacían fotocopia. Lo
cierto es que esta búsqueda los ponía en contacto con el periódico, los iba
acercando progresivamente a él y de esta forma se iban acostumbrando a
tenerlo en su vida, con la riqueza que el hecho tiene y que ya hemos
advertido. Y es que, en este caso concreto, y aunque parezca una tontería,
da un juego extraordinario porque, sobre todo al ser relatos breves, ayudan
a los chicos a sintetizar y a ver cómo noticias de ‘segundo orden’ se cuentan
brevemente pero dicen en alguna medida lo esencial. 157
Trabajamos igualmente con cuentos fotográficos; esto lo sigo haciendo
incluso en el periódico. Lo que llamo ahora “Cuatro sugerencias, una
imagen”: doy a cuatro personas distintas una misma fotografía; lo hacía con
los alumnos, les decía: “Sólo una palabra como título y 12-15 líneas que te
sugiera la imagen que estás viendo”. Componíamos una página con la
fotografía en el medio y los textos en función de la misma. Realmente,
había cosas muy curiosas. Sobre todo porque iban aprendiendo a titular con
lo imprescindible, una palabra, y a expresar, mediante la reducción, las
propias sugerencias y sentimientos. Capacidad de reflexión y de síntesis.
Recomiendo que quien no haya leído a estas alturas a Gianni Rodari lo
haga. Fue un hombre que realmente tuvo una capacidad extraordinaria de
abrir la mente a tantas posibilidades en aquella Gramática de la fantasía…
¿Recuerdan?: “El niño llegó al ascensor, pulsó el piso 12, que era donde
vivía, y cuando se dio cuenta estaba saliendo el ascensor por encima del
tejado”. Me gusta mucho la imaginación, no porque sea simplemente
fantasía, sino porque es, en parte, uno de los pilares fundamentales de la
ciencia; o al menos así lo entiendo. Esto necesitaría mayor detenimiento,
pero les ruego que reflexionen tranquilamente sobre ello.
Hacíamos dossiers de historia: historia de la ciudad, del pueblo, de la
comarca; yo mismo sigo haciéndolo después de 45 años: todos los días del
año leo los dos periódicos de mi ciudad, y todo lo que aparece de mi
municipio lo recorto, lo pego en folios con la fecha y lo voy guardando. Al
acabar el año debo encuadernar aproximadamente dos o tres tomos. Hago
un índice, que ya es más o menos fijo, incluyendo incluso las esquelas, y así
voy recogiendo la historia de mi tierra chica. El periódico es un buen
documento que a veces sólo debemos ordenarlo. El simple paso del tiempo
valora estas actividades porque empiezan a tener cuerpo y perspectiva.
Todo lo que mando hacer a los alumnos lo hago yo. Es muy importante que
sepan que tú estás comprometido en lo que ellos hacen.
Se pueden hacer también Vocabularios, Diccionarios de comprensión,
Pueblos y Ciudades con mentiras… Ejemplo de esta última idea: al lado de
mi ciudad hay un pueblo que se llama Villanueva de las Manzanas, que ni es
villa, ni es nueva, ni tiene manzanas. Luego es un pueblo con tres mentiras.
Se puede hacer por frutas y provincias, que uno se las inventa o lo recoge
de la tradición oral. Por ejemplo, hay en España una región que se llama
Asturias; los asturianos dicen: “La mujer y la manzana, asturiana”, “La
trucha y la fresa, leonesa” dicen algunos de León. Algo de mentira hay
porque no hay fresas en esta región; las fresas están, sobre todo, en el sur.
Pero lo de la rima ‘forzada’ tiene cosas curiosas y a veces resultados
simpáticos.
Se puede hacer mandatos con nombre de persona y rima: “Ceferino, baja
ahora por vino”, “Toma, Jeroma, pastillas de goma”…, frases que después,
en no pocas ocasiones, se quedan en el decir popular. Decía que hay en
los anuncios efectivamente una estructura lingüística, frases que se dicen
en televisión, en la radio, y después la gente lo cuenta en la calle como una
frase hecha. Y como, desgraciadamente, vivimos en un mundo que como
tiene tan poca capacidad lingüística, recurre permanentemente a las
muletillas y frases hechas. La creatividad, la flexibilidad y la riqueza 158
lingüística es un tema prioritario en la mayor parte de estos juegos.

Las esquelas en el aula

¿Y qué les parece si les cuento que las esquelas, los obituarios, tienen una
poética maravillosa? Les cuento un poco más detenidamente lo que hice
con las esquelas ¿Cómo puedo entrar –me preguntaba- a los chicos con
esto de los obituarios? Hablar de la muerte, así como viene en los
periódicos, con la cruz y esa cinta, esa cenefa negra, es muy macabro.
Vamos a buscarle el chiste –me dije-, la parte más graciosa: ¿por qué este
año no nos dedicamos a hacer una recopilación de nombres raros de los que
se mueren? Fue una salida airosa. En las esquelas hay nombres tan
rarísimos, que traigo un texto que escribió un alumno y que puede
confirmarlo. Leo:

Sinforoso y Sinforosa
tienen hoy olor de rosa,
a pesar de que apelliden
ella del Oso, él de la Osa.
Y ¡ay, mamita, mamita!,
aunque el olor se marchita
qué felices se sintieron
al nacer sus dos ositos
y la pequeña pandita.
Como Eufronio y Sisebuto,
y Blanca Hermosa,
ella tan poquita cosa,
que la pobre
ni era blanca…
ni era hermosa.
Ni fue aquélla Milagros del Árbol
ni tuvo nunca Dolores Fuertes de Barriga
aquella amiga
de Consuelo de los Ángeles.
Que se lo digan a Everilda, ilda, ilda,
casada con Felisindo, indo, indo,
-que te bajes ya del guindo-,
yerno de Parachoques y de Alejo,
159
hija de Cebralejo,
buen tipo, de risa abierta,
con fama de buen pendejo.
También se fue de este mundo,
al amanecer el día,
la gran señora Eulalía
sin probar pipas Facundo.
Y Berecundo, undo, undo,
que te tumba tumba tumba
la pequeña Nicolasa.
Nicolasa, Nicolasa
-Eudaldo le preguntaba-,
¿qué te pasa, pasa, pasa?
Y Eustiquio le respondía
poniendo la voz de pito,
cuando se oían los gritos
de la sin par Rosalía.
Ella ya nunca adivina
la pregunta de Nabora:
¿por qué no buscan ahora
una rima consonante?
Profesora
-dijo un alumno muy listo
que se llamaba Calixto-,
ya tengo buscada la rima.
¿Con quién rima Rosalina?
Con la joven Adonina,
con la vieja Vitalina,
la tía gorda
de mi más querida vecina.
¿Y Vesindera?
Yo me entero, tú te enteras.
¿Y Eustiquio?
Tiene nombre de hemistiquio.
¿Y Recesvinto?
160
Tú lo pintas, yo lo pinto.
Calixto quitó la visera
y se rascó la cabeza
buscando encender la bombilla.
Y después le dijo a su madre,
que se llamaba Charo:
Hay que ser un mal padre
para bautizar a tus hijos
con unos nombres tan raros.

Lo escribió un alumno, como dije. Lo que hice fue llevarlo a casa, y a los
cuatro o seis días lo leí en clase, pero añadí cosas -esa es la función del
profesor-, subrayándolas en el texto. El texto está tal cual. Su
aprovechamiento es otra cosa: encabalgamiento (p. ej.: vv.7-8), frases
hechas (que te bajes ya del guindo), incorporación de palabras de otras
latitudes del mundo hispánico (nosotros no usamos habitualmente la
palabra pendejo), metáforas (p.ej.: encender la bombilla), lenguaje
publicitario… En este último caso, la referencia a las pipas “Facundo”, tan
populares en España y en cuyos paquetes va impresa la publicidad: “Y el
toro dijo al morir: / siento dejar este mundo / sin probar pipas Facundo”.
Este juego nos divirtió mucho.
Y así otras muchas anotaciones y datos que no necesitaban muchas
explicaciones teóricas, porque las ven en sus propios textos, lo que, además
de diversión, significaba que ellos mismos eran sus artífices y se implicaban
más en todo el proceso. La metáfora, por ejemplo, es seguramente más
utilizada en la calle que en los propios textos literarios. Dedicar a ver
ejemplos que ellos constatan ayuda definitivamente a la comprensión.
Aprovechaba las esquelas para hablar con el resto de profesores, con el fin
de que ellos añadiesen otros enfoques. Por ejemplo, los de matemáticas
explicándoles las estadísticas de la edad de las muertes, pirámides de
población… En otras áreas podían hacerse aplicaciones de carácter
sociológico, para deducir edades o causas de muerte. Y todavía se puede
dar una aplicación mayor recurriendo al concepto de enfermedad-gasto y en
qué se emplean los presupuestos generales del Estado, qué partidas hay
para sanidad y si están o no justificadas…
A veces en las esquelas vienen los nombres con que eran conocidas las
personas fallecidas. Jugábamos entonces con los motes, tanto individuales
como colectivos, y sus valores, historia… Esto me permitía hablar en 161
algunos casos de la jitanjáfora, una palabra rara, según me decían. “Pero
muy hermosa” solía decirles. Es cuando se aplica un término en una
composición poética que produce movimientos y ritmos. Se da en muchos
países del Caribe, Cuba entre otros, y a los chicos les gusta efectivamente
muchísimo escuchar poemas jitanjafóricos, que con frecuencia no dicen
nada, o aparentan no decir nada, pero que marcan un ritmo especial.
Buscar el ritmo de la palabra es un juego divertido y enriquecedor.
Siempre he dicho que mi autor preferido es García Márquez, pero que me
emociono con poetas Nicolás Guillén. Utilizo mucho la poesía porque creo
que tiene un valor educativo extraordinario, sobre todo si recitas, si les
haces el juego. Si les permites que ellos cuenten, intenten, prueben, llega
un momento en que se entusiasman. De hecho, anualmente hacía un recital
de poesía con tres o cuatro alumnos-rapsodas cada día. Ellos mismos
votaban para elegir al finalista de cada día. Con ellos, la gran final. El
ganador, aparte de tener una buena nota, recibía libros como regalo de mi
parte.

Fíjense, por ejemplo, en este poema de Nicolás Guillén, Canto negro:

¡Yambambó, yambambé!
Repica el congo solongo,
repica el negro bien negro;
congo solongo del Songo
baila yambó sobre un pie.
Mamatomba,
serembe cuserembá.

El negro canta y se ajuma,


el negro se ajuma y canta,
el negro canta y se va.

Acuememe serembó,
aé;
yambó,
aé.
Tamba, tamba, tamba, tamba,
tamba del negro que tumba;
tumba del negro, caramba,
caramba, que el negro tumba:
¡yamba, yambó, yambambé!

Con este poema, ¿no les puedo enseñar lo que es la onomatopeya? –y así
entramos en lo musical-. El bolero de Ravel es pura onomatopeya. Como
digo, me gusta mucho la poesía, y a los chicos, si se les cuenta bien, suelen
agradecerlo. Creo que la poesía tienes unas enormes posibilidades
pedagógicas.
Les contaba que Nicolás Guillén había sido el poeta de una clase humilde, 162
cubana, que entonces era la de los negros, la de los mulatos. Federico
García Lorca fue el poeta de otra clase oprimida, los gitanos.
Escuchen a Lorca:

Romance de la luna, luna.

La luna vino a la fragua


con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
—Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
—Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
—Huye, luna, luna, luna,
que ya siento los caballos.
—Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado

El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño
tiene los ojos cerrados.

Por el olivar venían,


bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.

¡Cómo canta la zumaya,


ay, cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.

163
¿Se dan cuenta de que trato de integrar? Mis clases son hablar, conversar,
pero en esas clases aprendíamos, sentíamos, nos hacíamos preguntas
permanentemente. Muchos de aquellos niños y jóvenes leyeron a Lorca sin
que fuera necesaria y obligatoria una lección sobre Lorca, y hoy muchos
conocen a Guillén sin que yo se lo haya explicado. Eso sí, les aconsejo que
escuchen a Ana Belén interpretando a Nicolás Guillén, se los aconsejo de
todo corazón. Y otros muchos enlaces que parten de aquí. En la curiosidad –
es lo que los profesores debemos suscitar: curiosidad- está, como en los
clásicos, el principio del conocimiento.
Otro tema que tratamos con mucha frecuencia es la geografía como
disculpa literaria. Primero hay que contar una historia. Por ejemplo,
acababa de llegar de Gambia, que es parte del África profunda. Confieso
que siempre he sido un poco Quijote. Tomé un barco, si aquello se podía
llamar tal, para ir, río arriba, hasta llegar al pueblo de “Kunta-Kinte”. Volvía
a vivir la edad de piedra. Cuando les contaba a los alumnos estas historias,
empezaban a tomar interés. “Vamos a ver en ese mapa –les decía- dónde
está Gambia; acababan la clase sabiendo, al menos, dónde está Gambia.

De estos viajes aparecían algunos textos. De éste, en concreto, puedo decir


que un alumno me retó a escribir un texto poético sobre esas experiencias,
sobre esa visión… No solamente escribí un texto, sino que recogeré éste y
otros de parecida condición y raíces en un libro con este título: Presencias
del Origen. Una de las mayores satisfacciones que siempre tuve como
profesor es lo mucho que aprendí de mis alumnos. Si un día se publica,
seguramente a ellos estará dedicado.
Leo este texto precisamente, el número 6 de Presencias del Origen:

Retumban los tambores


sobre el silencio clamoroso de la selva.
Sonríen
aquellos rostros de ébano y de alma clara
mientras las cuerdas del kora
rasgan en el aire
las melodías impensables de la libertad.
Nunca mueren los tambores,
siempre el sabar detiene el ritmo poderoso,
como dios de mariposas y elefantes.
Nunca mueren los tambores,
locuaces como el agua de la lluvia
que cae espléndida sobre la geografía perfecta
de las hojas de los árboles
que evocan la belleza ya en sus nombres:
el capoc, el boabad
que crece con la savia de reyes y guerreros
que dan pálpito a la muerte convertida en raíces poderosas.
Bantango, jalo, majogani. 164
En Makasutu
el árbol es dios lleno de símbolos humanos.
La sonrisa de los hombres
se hace vertical como la palabra que guarda la memoria.
La jacaranda
tiñe de azul las calles
de Banjul, de Bakau, Bricama y Serrakunda.
La dulce acidez del wonjo
es el zumo de las miradas infinitas
de estos hombres
ante quienes reconozco haber perdido
el candor definitivo de la infancia.

Es amarilla la mirada
que yo detengo en Faya,
la patria ya lejana de una niñez de moras y de arándanos.
Es amarilla
esta tarde lluviosa y gris de principios de noviembre.
Y sueño con la ternura del corazón
puesta en la mano cálida de una hermosa niña
que me mira cuando digo Daniela,
cuando repito Daniela
y no sepa pronunciar su nombre
en fula, jola, wolof ni mandinga.

Me arrastra su mirada
como la semilla poderosa del amor,
río Gambia adentro, en busca de una isla diminuta
en que la esclavitud
aún resuena a vergüenza y nombre propio.
Tiene nombre de santo la isla de esta negritud,
cerca de otras islas de Perros o Pelícanos,
camino de Juffure,
camino de un hombre que convirtió en símbolo la libertad:
Kunta Kinte resuena como un trueno
-katunga, salunga, barunga-,
en los ojos de quienes tienen sólo tiempo
para morir sin aspavientos,
víctimas del óxido de la ceguera y el olvido.
Es lo mismo morir sobre caña de bambú
o sobre el mar hermoso del atardecer en Kanje,
o en el silencio de los cocodrilos
que custodian la laguna sagrada de Kachi-Kali.

Veo también la muerte


en el retorno de esta tarde gris de noviembre.
Chapas de madera protegen las puertas
de la lluvia y del invierno.
El óxido empieza a adueñarse de otra casa.
El olvido
se adueña de los hombres y su historia. 165

El olvido huele a incienso.

Me lo recuerda el brujo
(samjara, batunga, kamjara)
que dibuja sobre las manos mi futuro
cuando retumban los tambores
en el silencioso clamoroso de la selva.
Esparce sangre por los ríos de la palma,
con las garras del águila
que un día sobrevoló la espesura tupida de estos bosques.
Y la asperge con el agua nutrida con las vísceras
de todos los animales que soñaron ascender a sus cimas vegetales.

La suerte -dijo- está en la corriente de las aguas.


Ya sabía yo de niño
que el agua es un camino lento y largo.
Sólo que el agua del Bernesga
se perdía pronto y para siempre entre unas rocas,
negándonos la anchura infinita de otros mundos.

En esa tarde roja


la jacaranda pone sordina a la memoria.
Y la luz africana surgida de un sonido misterioso
-bambalá, bambalú, bambalé-
pone sueños en la palabra y la esperanza.

Después de esto los alumnos se atreven a escribir sus textos. Los


profesores somos una especie de espejo en que ellos se reflejan.
Una de las experiencias más atractivas para que entendieran el periódico
era la de pequeños reporteros, convertirlos en periodistas –a tiempo parcial,
claro- durante un tiempo.
Alumnos de distintos centros de la ciudad –previa convocatoria, analizada
convenientemente- querían ver las tripas de un periódico, y entonces iban
los sábados por la mañana, durante tres o cuatro horas. Y hacíamos la
reunión de primera: ¿qué vamos a tratar?, ¿qué les parecen las noticias? Y
cuando ya estaba todo distribuido, se les repartía el trabajo. Siempre había
dos o tres personas del periódico pendientes de ellos. Y otro era el
fotógrafo, asesorado por un profesional.
Cuando volvían del trabajo de calle, tomaban un bocadillo y un refresco, se
encerraban, escribían sus textos y, efectivamente, fueron conociendo más o
menos bien el periódico con todo cuando hay a su alrededor. De aquella
generación, de aquella experiencia que duró tres o cuatro años, no sé
cuántos periodistas surgieron. Muchos. Igual que escritores, en los que
prendió de jóvenes aquella pequeña llama nacida en las aulas.
Dejamos ahora la poesía para decir que hay preguntas desconcertantes: a
veces el periódico nos desconcierta. Y cuando nos encontramos con un
desconcierto, lo mejor que podemos hacer es pedirles que escriban para 166
que cuenten sus propios desconciertos. Pero, por favor, nunca les manden
escribir cosas hechas, típicas, manidas, recorridas una y mil veces hasta el
aburrimiento. Lo ideal es que dentro de una estructura diseñada -nunca
improvisada ni caprichosa: insisto en ello: la mejor improvisación…-
marquemos unas pautas de escritura.
Lo mismo que el Vocabulario –y prácticamente todo en la enseñanza- debe
ser progresivo, redactar debe serlo igualmente. Mi experiencia, respetando
siempre los niveles educativos, hacía un recorrido, en este sentido, por el
binomio fantástico, la descripción, la narración, la exposición y la
argumentación. Cuando un alumno llega a la universidad no sólo ha de
contar –formaría parte de la cultura de cualquier ciudadano-, sino
argumentar.
Mi primera experiencia educativa fue con un grupo de alumnos de
Preuniversitario. Entré en clase y les dije: “Saquen todos, por favor, un folio
y un bolígrafo. Redacción: El pan no se tira, se besa. A escribir”. Fue una
experiencia maravillosa porque una de las tareas que tiene el profesor es
ser un incitador permanente. En los resultados de esta experiencia tiene
mucho que ver el enfoque periodístico y el poso que la lectura diaria de
periódicos va dejando ennosotros.. Por eso es conveniente hablar de los
distintos lenguajes: científico, médico, tecnológico, periodístico… Cuando
llega la lección sobre el lenguaje periodístico, hay profesores que se la
“saltan”. Nunca he entendido por qué, porque el lenguaje periodístico tiene
sus valores, sus claves, sus connotaciones. Y sus géneros, muy
importantes: opinión, crónica, reportaje, entrevista...
Hablando del reportaje, mostraba a los alumnos en cierta ocasión el de un
periódico sobre el monstruo del lago Ness. Me dio una idea: ¿Por qué no
hacemos nosotros un gran libro sobre los monstruos? Y puse funcionar el
proyecto en todos los niveles: desde los más pequeños hasta los mayores.
Lógicamente tenía que tener la complicidad de los profesores y de los
alumnos de preuniversitario con el fin de que se convirtiesen en
supervisores.
La idea nos llevó un año, pero creo que es lo más maravilloso que me ha
pasado en la enseñanza desde el punto de vista de esta aplicación. La culpa
la tuvo un reportaje de periódico.
Unos dibujaban monstruos, otros escribían un texto sobre uno de esos
monstruos. No podía ser dirigido, los maestros debían tener claro que no
podían dirigir nada. Que, en todo caso, se escribiese en borrador por si
había alguna falta de ortografía.
Al final el proyecto me dio grandes satisfacciones. Después de hechos los
trabajos, los llevamos a un tipo de papel estupendo, grande, e hicieron el
texto. Lo hicimos en cuadernillos y después los reunimos todos y los
encuadernamos en un gran libro, El libro de los monstruos.
Mientras tanto, quise dar una sorpresa e hice una selección de veinte
poemas de autores en lengua española que hayan vivido en el siglo XX. Y
me puse en contacto con un músico que compuso 12 canciones sobre 12
poemas. Todas debían ser infantiles. E incluso el libro se llegó a publicar con
10, 12 ó 15 ediciones.
El día que presentamos el libro a los padres, los alumnos hicieron un 167
concierto con las poesías para niños. De tal forma que unos presentaban el
libro, otro grupo cantaba a Lorca, otro a Guillén... Y resultó un acto que nos
había ocupado un año pero que había sido el culmen magnífico de todo este
proyecto. Extraordinario.
Por ésta y otras razones es necesario conocer todo el andamiaje de un
periódico. El que asista un periodista a charlar con los alumnos en su centro
–o escritores, científicos, biólogos, arquitectos, abogados, músicos…-
enriquece el planteamiento educativo, que nunca es bueno que esté
“encerrado” en el aula.

Sobre las redacciones

Redactar no es contar cualquier cosa. Las redacciones han de tener un


orden, y una programación que tenga en cuenta niveles y edades. Trabajé
siempre en cinco líneas, de acuerdo con los profesores. Por eso digo lo de 168
equipo compacto, comprometido.
Comenzamos por el binomio fantástico, seguíamos por la descripción, la
narración, la exposición y la argumentación. Pero previamente tenía que
haber una exposición clara por parte del profesor respecto a qué es cada
una de éstas, y de cómo se va construyendo la estructura de cada una de
ellas: no es lo mismo describir que narrar, ni lo mismo narrar que exponer,
ni exponer que argumentar.
Lo importante es que los chicos lleguen a entender cuál es el método. Que
los profesores sepan que la redacción ha de tener una periodicidad. La
presencia oral del profesor debe ocupar como máximo el 20% de la
dedicación de las horas de un tema determinado en Lengua Castellana, para
que el resto sea esa manifestación permanente para hacer ‘otros’ trabajos,
para dedicar un día a redactar, y otro a leer. Al menos.
Después de acabar, la corrección, y, por fin, pasarlo a limpio. Corrección
ortográfica, lo que implica que haya una consulta permanente del
diccionario. Siempre dije que el error es bueno, y se sale de él, en este
caso, recurriendo al diccionario. Después de la corrección ortográfica, la
estilística (por ejemplo, sustitución de palabras por sinónimos para evitar la
repetición, construcción de frases breves, utilización de comas…).
No tenemos tiempo, desgraciadamente, para explicar con detalle todo este
proceso. Necesitaríamos un curso específico.
Cuando, en el año 2004, concedieron a nuestro suplemento el Premio
Nacional de Fomento a la Lectura, me invitaron a explicar mi trabajo en
Argentina. No pude dormir la noche antes de mi intervención. ¿Cómo le voy
a contar a estos señores todo esto?, me preguntaba. La experiencia es
válida pero no para que los demás la acepten simplemente para copiarla. Se
lo expliqué. Pero acabé aquella exposición con una contracrónica que titulé
“Hoy no tengo sueño, sólo sueños”. En el fondo lo que quería decir era que
en la lectura, que en la palabra, estaba toda la fuerza del mundo.
En el principio existió la palabra, y la palabra o nos ha redimido o nos ha
hecho fuertes -desde el punto de vista de ser capaces de transmitir
nuestras propias ideas y nuestros propios conceptos- o nos ha hecho crear
belleza, o nos ha hecho simplemente comunicar. Evité las líneas que
hablaban de la educación de los sentimientos, pero en el fondo ahí está la
gran pasión, la verdadera pasión por la enseñanza.
Ante aquel auditorio la contracrónica fue este texto poético con el que me
despido, recordando que el diálogo entre enseñantes y periodistas hace a
las sociedades más justas, más democráticas y, sobre todo, más humanas y
solidarias. Y es que nos une una misma finalidad, el mismo empeño.
La palabra es una forma de salvarnos
Escríbase 169
sobre el ala de los chambergos de los tangueros tristes,
en la frente de quienes hablan del poder y la justicia,
en el envoltorio de la flor de los lapachos
y en la piel suave del gris marengo surubí.

Escríbase
sobre las gotas de la lluvia que nacen de las lágrimas
de los pájaros de la memoria.
Y también
sobre los escaparates abiertos en el pecho
para conocer los latidos de corazones poderosos,
sobre los paraguas que nos amparan de las lluvias
de pétalos, sonrisas y relámpagos de amor.

Escríbase
sobre la tristeza de los vientres de las madres
que no han conseguido parir ángeles de risa.

Escríbase
en los trapecios donde se balancean las estrellas,
en los trenes que atraviesan las cordilleras del alba,
en los quirófanos donde se extirpa la luz a las luciérnagas,
en los pasillos en que caminan las semillas de los colibríes,
en los zapatos de charol de los cocodrilos que comen macedonia de pelícanos,
en los pantalones de las jirafas que tocan las trompetas
y convocan a dibujar la madrugada,
en los umbrales de las puertas por las que entran los enanos,
en las ventanas en que se posan unos trenes
llenos de músicas y vientos,
en los vientos que traen besos amarillos de otras tierras,
en las nubes en que viajan mil narices de payaso.

Hagan saber a todos


que en la palabra están escritas las leyes de la compensación de la verdad.
Háganselo saber a todos,
por medio de letras sobrantes de periódicos y libros
vendidas a peso en la feria de ilusionistas y de magos.
Háganselo saber, por favor, y no me mientan,
a los humildes sastres de las mariposas,
a los encantadores de serpientes voladoras en celo,
a los orfebres de las sombras de los sueños,
a quienes gobiernan los lagos del olvido,
a los que venden en las plazas las pajaritas de los laberintos,
a quienes miman los olores olvidados
en las frágiles estanterías de cristal del tiempo,
a todos los que esperan en los aeropuertos el vuelo de las pompas de
jabón.

Háganselo saber a todos, por favor


-es un ruego de un echador de cartas de la suerte-,
y lleven su voz a las cordilleras que fabrican tempestades, 170
a los cucos que encienden la luz de un nuevo día,
a las tarántulas que al amanecer extienden la moqueta del mundo,
a los escarabajos que copulan a la intemperie,
a los borrachos que apagan las farolas de la noche,
a los enfermos de melancolía y otras heridas
que mellan el aliento de la vida,
a los que viajan de una soledad a otra
y ofrecen a los transeúntes la voz cálida de los ruiseñores,
a los que guardan en papel de celofán los hermosos acordes de la música.

Hagan saber que en la palabra


está dibujada la comprensión del mundo
y sus dominios de vanidades y juegos de artificio.
Vocéenselo
a los conductores de los autobuses del amor,
a los navegantes que surcan las planicies de los versos azules,
a los fareros que hablan con las olas,
a los vendedores de pompas y lagartos,
a los que diseñan los volúmenes del aire,
a los que amaestran los pájaros de la cabeza,
a los que siembran las coordenadas de los puntos cardinales,
a los que inventan nuevas máquinas de las pasiones,
a los que encienden las hogueras del crepúsculo,
a los que aman la vida sin arrepentirse por ello,
a los geógrafos de todos los amores
que trazan los ríos con las plumas de los cóndores,
a quienes plantan en el atardecer la llama rojiza del sol
para iluminar el horizonte de quienes peregrinan sobre el vacío.

Cuando hablen,
díganselo a todos, háganselo saber,
por favor. Que no se olviden.
Y es que esta es nuestra función: iluminar el horizonte a aquellos que nos
hacen preguntas. Y preguntarnos permanentemente a nosotros mismos en
busca de respuestas. Muchas gracias.

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