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y el bloque
histórico
hugues portelli
)l(J
siglo
velntiuno
editores 1 2a . edición
sociología
y
política
..l.
1
Traducción de
MARIA BRAUN
•
GRAMSCI
Y EL BLOQUE HISTORICO
por
HUGUES PORTELLI
M~XICO
ESI'Af:IA
ARGENTINA
COlOMBIA
siglo veintiuno editores, sa de cv
CERRO DE~ AGUA 248. DE~GACION OOVOACÁH. 04310 MtXIOO. D.F.
.
siglo veintiuno argentina editores, sa
siglo veintiuno de colombia, ltda
AV. 311. 17-73 PRIMER PISO, IIDOOTÁ. O.E. ~OMBIA
lNTRODUCCION 7
ABREVIATURAS 158
BIBLIOGRAFIA 159
INTRODUCCION
LA SUPERESTRUCTURA DEL
BLOQUE HISTOR1CO
•
f1íil'; WJ 111 *tlleturas del bloque;: líi& tí fieoct.mm . .,...,.
lfd'tif1~\CU10-•seRU Gtámsci' dBt.iqa . , . eafttlu
ese'it!J;!d'e!;.'1'í0f"'8Nt~~Mt-*~·~ .que
appa.al ~-i~pGII'·II'~1á•llr·'rocTE!da1f
eml,·_.4edr.r·~c~lieturá. Antes
de estudiar la disposición de estos dos elementos en el
seno de la superestructura, es conveniente analizarlos por
separado.
l. LA SOCIEDAD CIVIL
1 Los fisiócratas.
2 Karl Marx, Introducción general a la Crítica de la
Economía Política. 18&7, Cuadernos de Pasado y Pre-
sente, Córdoba, 1970, p. 35.
3 F. Engels, "Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía
clásica alemana", ep. Marx y Engels, Obras Escogidas, Ed.
Progreso, Moscú, s/f, 2 Tomos, t. 11, p. 389. _
4 Marx y Engels, La ideología alemana, Ed. Puéblos
Unidos. Montevideo, 1968, p. 38.
5 l., p. 16.
SUPERESTRUCTURA DEL BLOQUE HISTORICO 15
10 ldem.
11 1., p. 16.
18 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
12 M. S., p. 12.
SUPERESTRUCTURA DEL BLOQUE HISTORICO 19
13 , M. S., p. 99.
14 M. S.,p: 57.
15 M. S., 162.
16 J. Texier, Gramsci, Seghers, pp. 68-79. Para un
punto de vista crítico ver L. Althusser.
20 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
Vt!A1t11M:aAIM•IIiwdiii~RI"'~ ~nw.-.,
e&.reeliclae . . . la petf-
19 M. S., p. 26-27.
20 M. S., p. 27.
21 M. S., p. 13.
22 M. S., p. 14.
23 M. S., p. 9 (nota).
22 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
.~. . Jiiu~Íali,;~diciongJ~~."~~J'
de-~..~;..&~ senüde. Pero las ideolog1as
tradicionaleS, · y eri especial las religiones -cuya vincula-
ción con el sentido común es aun más estrecha que la
existente entre éste y la filosofía- constituyen los principa-
lés elementos. .Esta.. amalgama .QU1t.$o~ la&.religj~· ~ ·~
.formada sótb poi" les: distinto& ·~ .. -·-~
-~~lJlQQ"ÍBM&, ·&inQ también wr antig¡.¡as,.<~ Sil- _
per~. etc. Esto explica que no exista un solo sen-
tido común -baste recordar que no existe '-!na sola reli-
gión, ni siquiera en el seno de una misma iglesia. Calk
capa ,s.o¡q~l ~ su...p.r.gpio.. ·~~WJAA ,. cow.ú.o'-'· de· .......
ma que esta: i!Oil~da.LJD.Wldo.,:~e.pr~.~}~.na
~ ..fgqp.: "W'·ra!Jie· ···•••nrentat·
más euaetelÍMtieQ..¡filli..,d.a ser-ua ecmeepeiéa~.ea
y
eada·· cere:brQ~,.:~-· incohet~·i~•• CoJi;..
fomte·1t·la posicló&·~Y'· ~ - - 111tdtitude&,
eup filosoUa es"~ .. Esta ·situación explica que sea sólo
autoritariamente, por medio de la política, que pueda lle-
gar a lograrse una ·cierta coherencia. .
Si consideramos al bloque histórico en su conjunto, el
sentido común aparece como "el folklore de la filosofía",
"situado a mitad de camino entre la filosofía -de la que
toma prestado uri núcleo. ·de buen sentido- y el folk-
loré" 25, que 1ti suministiJllo esencial de su Sedimentación
ideólogi~. . El primer deber de todo nuevo grupo ·social
~omogéJ1ao es, por lo. ~nto, definir su propia filóSofía y
combatir el Sentido oomún.
En ei nivel inás blljo del bloque ideolÓgico se sitú!l el
folklore. Debe recltaZilrse cualquier estudio que tiénda a
pensarlo como un elemento esencialmente ••pintoresco'~.
El f~ es una "~,mundo",_a pesar de su
~1Jtilrtitfvo 'é 'mooiMetíte. Su ~éia se·expij-
.~por el orijen sociat'tlé"·ésta'~,.®..ldeolo¡fas:..J~J
fplk.lore· • una· coneepeión ·dé1lnúnde,'.1lcl . sól9·-llll-ellh9·
• y-·lsisfi!lifática-; fá'que el pueb~(es decir, el conjun:
. to de las clases subalternas e instrumentales de cada una
de las formas de sociedad hasta ahora existentes) pgt mm~
nieión no puede tener concepcion~ ·@fa~
24 M. S., p. 125-6.
25 0., p. 163.
SUFERESTRUCTURA DEL BLOQUE HISTORICO 23
26 L. V. N., p. 240.
27 L. V. N., p. 241.
28 P. , p. 172.
24 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
29 l., p. 11.
30 Sobre el lenguaje como concepción del mundo ver
M. S., P- 9.
3 1 P . , p. 172.
SUPERESTRUCTURA DEL BLOQUE HISTORICO 25
32 lbid.
33 P., p. 180.
26 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
34 M. S., p. 12.
35 M. S., p. 15.
36 /bid.
37 M. S., p. 12.
SUPERESTRUCTURA DEL BLOQUE HISTORICO 27
38 Mach. p. 240.
39 P., p. 172.
40 1., p. 16.
28 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
41 L. C., p. 183.
42 l., p. 16.
43 Mach., p. 117.
SUPERESTRUCTURA DEL BLOQUE HISTORICO 29
44 Mach., p. 164.
45 Mach., p. 116.
30 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
·. ' ,
.
caso de la formac:iólt·.tfe la "opinión p&br~ea": "El Estado
~do ~uiere ini~m.:·,una _ll~ión poco'J)Opldarr ~··PN"
venüvamem-.t~ Ia·.oplDIOA:·públJeaxadeeuadao ·es< decir;': orga-
niza y eemntli2la ·eiertott' elementos de ·la ·sociedad civil.
• Historia de la opinión pública: naturalmente, siempre haD
1
) existido ~lementos de opinión pública, incluso en las sa-
trapías asiáticas; pero la opinión pública tal como se la
entiende hoy en día nació en vísperas de la caída del
Estado absoluto, es decir, en el período de lucha de la
nueva clase burguesa por la hegemonía política y la con·
quista del poder. La, ~.públictFaul oontelüdo,,poü.
tioo. de. UDa.:.v.oltmW~ que ptede: ser diseorttaa*e.
&. ..por,.eso;.- • de&almlla en la lucha por·etlDORDp8lio
de..Jo& ÓlfiBBa&;de. la:.apiDiÍJil<~pÜlica:.~·peáido,
pulam.ent;o.. de. mmem ,. cp¡e . una tl9lai, fuerza<¡ ·11ltJClea.tJa
opiDiólt y· de esW' •l'dEJd«,.:,fa:!~,;.~~neiollial,
dispersandc;,"u ~~sifri'gmentos"imtmdlmtes~
desorganiza<les"4 7 •
.La. opinióo...Rilblica.a el ejempJQ eaaeretodie":la.relao
cioñes pennanent¡e& entra ~.polítieo"J•._....,_
dad civil que .faltelece .el<'>CODBeJlSOu~·:d&·-.--•
En el seno de,..la Jioc.iedafl ~SQil ~la
"prensa ~ laí.~Jldia (en los lugares en que está
muy difundida)" 48 quienes aseguran este servicio, espe-
cialmente por la creación de "explosiones de pánico o de
entusiasmo ficticio, que penniten el logro de determina·
dos objetivos, en las elecciones, por ejemplo"49. Gramsci
analiza en esa coyuntura el fenómeno de las campañas
electorales donde la clase dominante debe tener "un día
determinado el· predominio ideológico (o mejor emotivo)
para tener una mayoría que dominará por tres, cuatro o
cinco años incluso si, pasada la emoción, la masa electoral
47 P., p. 158.
48 /bid.
49 /bid.
32 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
50 P., p. 159.
51 Mach., p. 135.
SUPERESTRUCTURA DEL BLOQUE HISTORICO 33
de- • ..,._.ft'il!
dueÜIM;
a•
elev&.•ftiMtrticftiM JlfJ&MI 1111~ .......-.l!lllpGMtiei'H
'tlet'deeán:elft'HlJ'"'* t'llrtilJI88·'111f&"
52 1., p. 141.
53 J., p. 141.
34 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
54 1., p. 142~
55 Mach., p. 165.
56 P., p. 172.
SUPERESTRUCTURA DEL BLOQUE HISTORICO 35
57 L. C., p. 174.
58 L. C., p. 183.
36 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
59 Mach., p. 54.
60 Mach., pp. 95-96.
SUPERESTRUCTURA DEL BLOQUE HISTORICO 37
61 Mach., p. 96.
6 2 Mach., p. 95.
63 Ibid.
38 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
69 Mach., p. 50.
70 Mach., p. 50.
71 Mach., p. 112.
SUPERESTRUCTURA DEL BLOQUE HISTORlCO 41
.1 Mach. p. 71.
2 Mach., p. 71.
3 M. S., p. 170.
4 M. S., p. 104.
5 M. S., p. 104.
6 M. S., p. 230.
ESTRUCTURA Y SUPERESTRUCTURA EN EL BLOQUE 47
7 M. S., p. 230.
8 M. S., p. 46.
9 Tesis 111: "La doctrina materialista de que los hom-
bres son producto de las circunstancias y de la educación,
y de que, por lo tanto, los hombres modificados son pro-
ducto de circunstancias distintas y de una educación dis-
tinta, olvida que las circunstancias se hacen cambiar preci-
samente por los hombres y que el propio educador nece-
sita ser educado". Karl Marx, "Tesis sobre Fuerbach" en
Marx y Engels, Obras Escogidas, op. cit., t; 11, pp.
398-399.
JO M. S., p. 239.
48 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
1 7 M. S., p. 57.
18 Mach., p. 67.
19 Mach.. p. 67.
ESTRUCTURA Y SUPERESTRUCTURA EN EL BLOQUE 51
25 M. S., p. 57.
ESTRUCTURA Y SUPERESTRUCTURA EN EL BLOQUE 53
43 Mach., p. 68.
44 M. S., p. 104.
45 M. S., p. 104.
62 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
.
HEGEMONIA Y BLOQUE HISTORICO
15 R., p. 104.
HEGEMONIA Y BLOQUE HISTORICO 73
porque en Alcuni temi plantea como tarea primordial de
la clase obrera italiana y de su partido; detenninar una
escisión de izquierda del bloque intelectual meridional, a
fin de disgregar el "bloque agrario" del Mezzogiomo.
La disgregación del bloque histórico sustituye la atrac-
ción "espontánea" por la "coacción" más o menos larvada
e indirecta, "hasta llegar a las medidas de policía propia·
mente dichas y a los golpes de Estado"16. Si el desarrollo
y la homogeneidad del bloque ideológico son las principa·
les pruebas de la hegemonía del grupo dirigente, su des-
moronamiento y la utilización de la coacción son tos sig-
nos del debilitamiento de la hegemonía y del pasaje a la
dictadura.
20 L. C., p. 255.
21 R., p. 106.
HEGEMONIA Y BLOQUE HISTORICO 77
22 /bid.
23 R., p. 107.
24 /bid.
78 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
25 R:, p. 88.
26 Ibid.
27 R., p. 70 (en esp. Antol., p. 486).
28 R., p. 157.
HEGEMONIA Y BLOQUE HISTORICO 79
29 lbid.
30 L. C., p. 256.
31 C: P. C., p. 156 (en esp. Antol., p. 197).
80 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
32 R, p. 157.
33 R., p. 70 (en esp. Antol., p. 486).
HEGEMONIA Y BLOQUE HISTORICO 81
34 L. C., p. 247.
35 R., p. 89.
HEGEMONIA Y BLOQUE HISTORICO 83
42 Mach., p. 72.
43 R., p. 105.
88 GRAMSCI Y EL BLOQUE -HISTORICO
1 M. S., p. 124.
94 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
2 L. C., p. 183.
3 1., p. 12.
4 M. S., p. 56.
5 Mach., p. 67.
ROL DE LOS INTELECTUALES 95
6 M. S., p. 56.
7 R., p. 71 (en esp. Antol., p. 487).
8 1., p. 14.
96 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
12 l., p. 12.
13 M. S., p. 157.
14 l., p. 9.
98 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
l., p. 9.
15
l., p. 16.
16
17 l., p. 16.
ROL DE LOS INTELECTUALES 99
18 l., p. 15.
19 Mach., p. 325.
100 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
20 /bid.
21 !bid.
ROL DE LOS INTELECTUALES 101
22 f., p. 16.
23 C. P. C., p. 152 (en esp. Antol., PP• 194-195).
102 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
28 l., p. 11.
104 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
35 M. S., p. 157.
36 1., p. 12.
ROL DE LOS INTELECTUALES 107
37 M. S., p. 157.
38 M. S., pp. 157-158.
108 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
45 1., p. 19.
46 l., p. 16.
ROL DE LOS INTELECTUALES 111
hegemonía se ubican según el valor cualitativo de su fun-
ción, desde el gran intelectual al intelectu~l subalterno: en
la cúspide, los creadores de la nueva concepción del mun-
do _en sus diversas ramas: ciencia, filosofía, arte, derecho,
etc. En la escala inferior, · los encargados de administrar o
divulgar esta ideología. Gramsci distingue el creador, el
organizador y el educa!for. Además, esta distinción se
combina con la distiQción entre intelectuales dé la socie-
dad civil e intelectuales de la sociedad política, donde los
educadores no tienen un .papel importante.
Entre estos diferentes niveles de intelectuales, Gramsci
distingue, la situación de los "creadores", a quienes privi-
legia de la misma manera en que privilegia, en el seno de
la ideología~ a la filosofía en relación con el sentido co-
mún. Esta distinción entre el creador y el organizador no
es puramente analítica, y tiene importantes consecuencias
estratégicas: expresa una preocupación constante de
Gramsci por llevar, en la lucha ideológica contra los inte-
lectuales del grupo dirigente, lo esencial de los esfuerzos
sobre los "grandes .intelectuales", piedra angular de la
creación ideológica:
"En el campo ideológico, . . . la derrota de los auxilia-
res y de los partidarios menores tiene una importancia
casi insignificante; en él es preciso batir a los más eminen-
tes. De otro modo, se confunde el periódico con el libro,
la pequeña polémica cotidiana cop el trabajo científico:
los menores deben ser abandonados a la infinita casuística.
de la polémica de periódico."47
Gramsci diferencia esta estrategia válida para los inte-
lectuales de la sociedad civil de la actitud con respecto a
los intelectuales de la sociedad ·política, donde no debe
d~spreciarse la absorción o la liquidación de los intelec-
tuales subalternos. En la lucha política y militar, afirma,
"puede convenir la táctica de irrumpir en el punto de
menor resistencia, para hallarse así ~n condiciones de em-
bestir el punto más fuerte con el máximo de fuerzas que
han quedado disponibles por haber ·eliminado a los auxi-
liares más débiles" 48.
Esta diferencia de análisis y de estrategia muestra una
47 M. S., p. 138.
48 M. S., p. 138.
112 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
52 1., p. 18.
53 _c. P. C., p. 151 (en esp. Antol., p. 195).
ROL DE LOS INTELECTUALES 115
61 R., p. 98.
62 Ibid.
63 C. P. C., p. 155 (en esp. AntoL, p. 194).
118 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
•
CAPITULO V
1 Mach., p. 88.
EL NUEVO BLOQUE HISTORICO 121
l. LA CRISIS ORGANICA
2 Mach., p. 88.
3 P., p. 38 (en esp., Antol. p. 313).
4 R., pp. 71-72.
122 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
5 Mach., p. 67.
6 Mach., p. 76.
7 Mach., p. 78.
8 Mach., p. 78.
EL NUEVO BLOQUE HISTORICO 123
14 O. N., p. 24.
15 R., pp. 112-114.
16. P., p. 55 (en esp. Antol., p. 309).
17 C. P. C., p. 150 (en esp. Antol., p. 193).
126 GRAMSCI Y EL .BLOQUE HISTORICO
l. Consecuencias de la crisis
24 Mach., p. 77.
25 /bid.
26 /bid.
EL NUEVO BLOQUE HISTORICO 129
27 Mach., p. 76.
28 Mach., p. 84.
29 Mach., p. 87.
130 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
35 Mach., p. 77.
36 Mach., p. 72.
EL NUEVO BLOQUE HISTORICO 133
37 Mach., p. 69.
38 Mach., p. 69.
134 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
41 Mach., p. 72.
42 Mach., p. 62.
136 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
43 /bid.
44 C. P. C., p. 158 (en esp. AntoL, p. 199).
45 P., p. 173.
46 R., p. 193 (en esp. AntoL, p. 493).
47 R., p. 193 (en esp. Antol., p. 493).
EL NUEVO BLOQUE HISTORICO 137
59 Mach., p. 94.
60 P., p. 71 (en esp. AntoL p. 292).
142 GRAMSCI Y EL BLOQUE HISTORICO
61 P., p. 72.
CONCLUSION
•
EL BLOQUE HISTORICO DEL MEZZOGIORNO
EN 1926*
•
ABREVIATURAS
Antologías:
ll Vaticano e l'Italía, 1967, p. 142. Prefacio de A. Ceccbi,
Sul Risorgimento , 1967, p. 134. Prefacio de G. Candel·
oro. •
La Questione meridionale, 1966, p. 160. Incluye el impor-
tante ensayo inconcluso: Alcuni temi delle questioni
meridionale. Excelente introducción de F. de Felice y
V. Parlato.
Elementi di politica, 1964, p. 136. Prefacio de M. Spi·
nella.
Antología popolare degli scritti e delle lettere, 1957, pp.
304. Recogida y presentada por C. Salinari y M. Spi-
nella.
Antología degli scritti, 1968, vol. l, p. 250; wl. 11, pp.
177. Recogida y presentada por C. Salinari y M.
Spinella.
La formozione dell'uomo, 1967, p. 768. Escritos pedagó-
gicos presentado& por G. Urbani.
Scritti politici, 1967, pp. · XLII-878. Presentados por P.
Spriano.
Lo lonnazione cül ·gruppo dirigente del P. C. l. en
1923-1924, 1962, p. 380. Estudio e introducción de P.
Togliatti (la introducción de P. Togliatti ha sido incor·
porada en la selección de artículps de Togliatti sobre
Gramscl, publicada igualmente por Riuniti). La!!. edicio-
nes Riuniti preparan una "edición crítica" de los Qua-
demi (sobre la concepción de la obra y el estado de
los trabajo& véase: V. Gerratana, Punti di riferimento
per un'edizione critica del Quadernl del carcere, Critica
marxista, suplemento del nfimero 1, 1967: "Prassi
rivoluzionaria e storicismo in Gramsci'', pp. 240-259.
D) Otras editoriales:
La formación de los intelectuales, Grijalbo, 1\féxico, 1967,
p. 159. Versión de Angels González Vega.
Maquiavelo y Lenin. Notas para una teoría política mar-
xista, Editorial Nascimento, Santiago de Chile, 1971,
p. 150. Selección y prólogo de Osvaldo Fernández.
Antología, Siglo XXI Editores, México, 1970, p. 544. Se-
lección. traducción y notas de Manuel Sacristán.
•
- -----.~~ -- --~--~---...}
GRAMSCI Y EL ESTADO. Hacia una teoría materialista
de la filosofía
Christine Buci-Glucksmann
Actualmente Gr~ conslito.ye uno de los instrumentos más precisos
para analizar al estado y las derivaciones en el combate clasista.
En el presente estudio no se trata de transformar su pensamiento cor-
tante, ir6nico; antidogmátlco en un cuerpo teórico "ideologizado, en
una receta politica para el presente, sino empreiXier con Gr~ -y
no sólo con éf-:- un ~ del poder, de las formas diferenciadas de la
hegemonía en nuesfras sociEidacies. Este análisis del ~to grama-
ciano frente al estado se hace sobre la base del cambio estratégico de
los años de 1928-1$30 que obliga al pensador italiano a modificar
la estrategia: frente !!la guerra de movimiento (el choque frontal y la
táctica frentlrta de la lli Internacional,) Gramsci propone una nueva
estrategia ofensiva de la revolución en Occidente: la "guerra de pos¡.
ción", la estrategia de la hegemonía, de tener el poder antes de ll8gar
a él. El análisis de Chrístine Buci-Glucksrnann pretende profundizar en
los desarrollos de Gr~ sobre el estado desde la perspectiva de la
revolución en Occidente, y m es casual que esta obra fuera reclactada
bajo el impacto de la derrota de la Unidad Popular en Chile: ¿Habria
sido posible la victoria sangrienta del golpe militar sin las brechas aocio-
politicas abiertas, pero no resueltas, por la Unidad Popular en el Es-
tado, en sus aparatos coercitiV<JS e ideol6gicos, en las clases medias?.