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Malestar en la cultura. Cap lll, V, Vlll.

S Freud

Cap lll
Es difícil para el ser humano conseguir la dicha.
Tres fuentes del penar:
1. la hiperpotencia de la naturaleza,
2. la fragilidad de nuestro cuerpo,
3. y la insuficiencia de las normas que regulan los vínculos recíprocos entre
los hombres en la familia, el Estado y la sociedad.
Respecto de las dos primeras, estamos a obligados a reconocer estas fuentes de
sufrimiento y a declararlas inevitables. Nunca dominamos completamente la
naturaleza, nuestro organismo, él mismo parte de ella, será siempre una forma
perecedera, limitado en su adaptación y operación. Es cierto que no podemos suprimir
todo padecimiento, pero si mucho de él, y mitigar otra parte. Sin embargo podemos
convivir con eso, no causa un efecto paralizante.
Distinta es la conducta frente a la tercera fuente de sufrimiento, la social. Nos
negamos a admitirla, no podemos entender la razón por la cual las normas que
nosotros mismos hemos creado no habrían más bien de protegernos y beneficiarnos a
todos.
Gran parte de la culpa por nuestra miseria la tiene lo que se llama nuestra cultura,
seríamos mucho más felices si los resignáramos y volviéramos a encontrarnos en
condiciones primitivas.
Hay un descontento profundo y de larga data con respecto a la cultura, un juicio
condenatorio.
Luego se descubrió que el ser humano se vuelve neurótico porque no puede soportar
la medida de frustración que la sociedad se impone en aras de sus ideales culturales,
y ahí se concluyó que suprimir esas exigencias o disminuirlas mucho, significaría un
regreso a las posibilidades de dicha.
La felicidad es algo enteramente subjetivo.
La palabra cultura designa toda la suma de operaciones y normas que distancian
nuestra vida de la de nuestros antepasados animales, y que sirven a dos fines: la
protección del ser humano frente a la naturaleza y la regulación de los vínculos
recíprocos entre los hombres.
Reconocemos como culturales todas las actividades y valores que sean útiles para el
ser humano en tanto ponen la tierra su servicio, lo protegen contra la violencia de las
fuerzas naturales, etc.
Las primeras hazañas culturales fueron el uso de instrumentos, la domesticación del
fuego, la construcción de viviendas.
Con ayuda de sus herramientas, el hombre perfecciona sus órganos, o remueve los
límites de su operación. Los motores ponen a su disposición fuerzas enormes que
pueden enviar en la dirección que quiera como sus músculos, el barco y el avión
hacen que ni el agua ni el aire constituyan obstáculos para su marcha. Con las gafas
corrige los defectos de las lentes de sus ojos, con el microscopio vence los límites de
lo visible, etc.
El hombre se ha convertido en una suerte de Dios-prótesis, verdaderamente
grandioso cuando se coloca todos sus órganos auxiliares, pero estos no se han
integrado con él, y en ocasiones le dan todavía mucho trabajo. En ese ámbito de la
cultura, irá en aumento la semejanza con un Dios. Pero desde nuestra indagación, no
debemos olvidar que el ser humano de nuestros días no se siente feliz en su
semejanza con un Dios.
Reconocemos a un país una cultura elevada cuando encontramos que en el es
cultivado y cuidado con arreglo a fines todo lo que puede ponerse al servicio de la
explotación de la tierra por los seres humanos y de su protección frente a las fuerzas
naturales, resumiendo: todo lo que le es útil. También saludaremos como cultural el
cuidado que los seres humanos le dirijan a cosas que no son útiles, y hasta parecen
inútiles, notamos que lo inútil cuya estima esperamos por la cultura es la belleza,
exigimos que el hombre culto venére la belleza donde la encuentra en la naturaleza, y
el trabajo de sus manos. Requerimos también ver signos de la limpieza y el orden. La
suciedad de cualquier tipo nos parece inconciliable con la cultura, esa misma
exigencia de limpieza la extendemos también al cuerpo humano. El orden es una
especie de compulsión de repetición que, una vez instituida, decide cuándo, dónde y
como algo debe ser hecho, ahorrando dudas en todos los casos idénticos. No
podemos desconocer los beneficios del orden, posibilita el ser humano el mejor
aprovechamiento del espacio y el tiempo, al par que preserva sus fuerzas psíquicas. El
hombre posee una inclinación natural al descuido, a la falta de regularidad y de
puntualidad en su trabajo, y debe ser educado empeñosamente para imitar los
arquetipos celestes.
En cuanto a la limpieza, tiene relación con la higiene. Sin embargo la utilidad no
explica totalmente el afán por la limpieza.
En ningún otro rasgo creemos distinguir mejor la cultura que en la estima y el
cuidado dispensados a las actividades psíquicas superiores, las tareas intelectuales,
científicas y artísticas, el papel rector atribuido a las ideas en la vida de los hombres.
En la cúspide de esas ideas se sitúan los sistemas religiosos, especulaciones
filosóficas, y lo que llamamos formaciones de ideal de los seres humanos: sus
representaciones acerca de una perfección posible en el individuo, del pueblo, de la
humanidad toda, y los requerimientos que se erigen sobre la base de esas
representaciones.
Como último rasgo de la cultura, pero no es menos importante, apreciamos el modo
en que se reglan los vínculos recíprocos entre los seres humanos: los vínculos
sociales, que ellos entablan como vecinos, como dispensadores de ayuda, como
objeto sexual de otra persona, como miembros de una familia, de un estado. Es difícil
librarse de determinadas demandas ideales en estos asuntos, y ver lo que es cultural
en ellos. Se puede empezar consignando que el elemento cultural esta dado con el
primer intento de regular estos vínculos sociales. De faltar ese intento, los vínculos
quedarían sometidos a la arbitrariedad del individuo, vale decir, el de mayor fuerza
física los resolvería en el sentido de sus intereses y mociones pulsionales. La
convivencia humana solo se vuelve posible cuando se aglutina una mayoría más
fuerte que los individuos aislados, y cohesionada frente a estos. Ahora el poder de
esta comunidad se contrapone, como derecho, al poder del individuo, que es
condenado como violencia bruta. Esta sustitución del poder del individuo por el de la
comunidad es el paso cultural decisivo. Su esencia consiste en que los miembros de
una comunidad se limitan en sus posibilidades de satisfacción, en tanto que el
individuo no conocía tal limitación. El siguiente requisito cultural es, la justicia, o sea, la
seguridad de que el orden jurídico establecido no se quebrantará para favorecer a un
individuo. El desarrollo cultural parece dirigirse a procurar que ese derecho deje de ser
expresión de la voluntad de una comunidad restringida, que respecto de otras masas,
acaso más vastas, volviera a comportarse como lo haría un individuo violento. El
resultado último debe ser un derecho al que todos, al menos todos los capaces de la
vida comunitaria, hayan contribuido con el sacrificio de sus pulsiones y en el cual
nadie, puede resultar víctima de la violencia bruta.
La libertad individual no es un patrimonio de la cultura. Fue máxima antes de toda
cultura. Por obra del desarrollo cultural experimenta limitaciones y la justicia exige que
nadie escape a ellas. Lo que en en una comunidad humana se agita como esfuerzo
libertario puede ser la rebelión contra una injusticia vigente, en cuyo caso favorecera
un ulterior desarrollo de la cultura, será conciliable con esta. Pero también puede
provenir del resto de la personalidad originaria, un resto no dominado por la cultura, y
convertirse de ese modo en base para la hostilidad hacia esta última. El esfuerzo
libertario se dirige entonces contra determinadas normas y exigencias de la cultura, lo
contra ella en general. El ser humano defenderá siempre su demanda de libertad
individual en contra de la voluntad de la masa. Debemos ver, la semejanza del
proceso de cultura con el desarrollo libídinal del individuo. Da el ejemplo del carácter
anal del hombre, su interés en las funciones excretoras, que luego deviene con un
rasgo de carácter. Otras pulsiones son movidas a desplazar las condiciones de su
satisfacción, a dirigirse por otros caminos, la sublimación de las metas pulsionales. La
sublimación de las pulsiones es un logro particularmente destacado el desarrollo
cultural, posibilita de actividades psíquicas superiores desempeñan un papel tan
sustantivo en la vida cultural. La sublimación es, en general, un destino de pulsión
forzosamente impuesto por la cultura. La cultura se edifica sobre la renuncia de lo
pulsional, en alto grado se basa, precisamente, en la no satisfacción, mediante la
sofocación, represión, de poderosas pulsiones. Esta denegación cultural gobierna el
vasto ámbito de los vínculos sociales entre los hombres, ya sabemos que esta es la
causa de la hostilidad contra la que se ven precisadas a luchar todas las culturas.

Cap V
El psicoanálisis nos enseñó que son estas frustraciones de la vida sexual lo que los
individuos llamados neuróticos no toleran. Crean, en sus síntomas, satisfacciones
sustitutivas, que sin embargo, los hacen padecer por sí mismas o devienen fuente de
sufrimiento por depararles dificultades con el medio circundante y la sociedad.
Además, la cultura exige otros sacrificios, además de la satisfacción sexual.
Hay una oposición entre cultura y sexualidad, el amor sexual es una relación entre
dos personas en que los terceros sobran o estorban, mientras que la cultura reposa en
vínculos entre un gran número de seres humanos. En la cúspide una relación
amorosa, no subsiste interés alguno por el mundo circundante. El Eros deja ver el
núcleo de su esencia: el propósito de convertir lo múltiple en uno.
Uno de los reclamos ideales de la sociedad culta dice: amarás a tu prójimo como a ti
mismo. Otro precepto dice ama a tus enemigos. Tras todo esto, es un fragmento de
realidad efectiva lo que se pretende desmentir, el ser humano no es un ser manso,
amable, a lo sumo capaz de defenderse si lo atacan, sino que es lícito atribuir a su
dotación pulsional una buena cuota de agresividad. En consecuencia, el próximo no es
solamente un posible auxiliar y objeto sexual, sino una tentación para satisfacer en el
la agresión, explotar su fuerza de trabajo sin resarcirlo, usarlo sexualmente sin su
consentimiento, desposeerlo de su patrimonio, humillarlo, infringirle dolores,
martirizarlo y asesinarlo.
La existencia de esta inclinación agresiva que podemos registrar en nosotros mismos
y con derecho presuponemos en los demás es el factor que perturba nuestros vínculos
con el prójimo y que compete a la cultura realizar su gasto de energía. A raíz de esta
hostilidad primaria y recíproca de los seres humanos, la sociedad culta se encuentra
bajo una permanente amenaza de disolución. El interés de la comunidad de trabajo no
la mantendría cohesionada, en efecto, las pasiones que vienen de lo pulsional son
más fuertes que unos intereses racionales. La cultura tiene que movilizarlo todo para
poner límites a las pulsiones agresivas de los seres humanos, para sofrenar mediante
formaciones psíquicas reactivas sus exteriorizaciones. Con todos los empeños, este
afan cultural de limitación de la vida sexual, el mandamiento ideal de amar al prójimo,
no ha conseguido gran cosa hasta ahora. La cultura espera prevenir los excesos más
groseros de la fuerza bruta arrogándose el derecho de ejercer esa misma una
violencia sobre los criminales, pero la ley no alcanza a las exteriorizaciones más
cautelosos y refinadas de la agresión humana.
Puesto que la cultura impone tantos sacrificios no solo a la sexualidad, sino a la
inclinación agresiva del ser humano, comprendemos mejor que los hombres
difícilmente se sientan dichosas dentro de ella. Incluso al hombre primordial las cosas
le iban mejor pues no conocía limitación alguna de lo pulsional. El hombre culto ha
cambiado un trozo de posibilidad de dicha por un trozo de seguridad. No olvidemos
que en la familia primordial solo el jefe osaba de esa libertad pulsional, los otros vivían
oprimidos como esclavos. Por tanto, en esa época primordial de la cultura era extrema
la oposición entre una minoría que gozaba de sus ventajas y una mayoría despojada
de ellas. En cuanto a los pueblos primitivos que hoy viven, la averiguación más
cercana nos enseñó que no es lícito envidiarlos por la libertad de su vida pulsional,
está sometido a limitaciones de otra índole, pero acaso de mayor severidad que la del
hombre culto moderno.

Cap Vlll
Situamos en el sentimiento de culpa, el problema más importante del desarrollo
cultural, el precio del progreso cultural debe pagarse con el déficit de dicha provocado
por la elevación del sentimiento de culpa.
Sentimiento de culpa= necesidad de castigo.
Entendemos que tampoco la conciencia de culpa producida por la cultura se
discierna como tal, que permanezca en gran parte inconciente o salga a la luz como
un malestar, como un descontento por el cual se buscan otras motivaciones. La
religiones, no han ignorado el papel del sentimiento de culpa en la cultura. Sustentan
la pretensión de redimir a la humanidad de ese sentimiento de culpa, que ellos llaman
pecado.
Habla de una ocasión primera en que se adquirió la culpa primordial de la religión,
con que al mismo tiempo comenzó la cultura.
Tanto el proceso cultural de la humanidad como el desarrollo del individuo son sin
duda procesos vitales, no pueden menos que compartir el carácter más universal de la
vida. Justamente por esto, la prueba de ese rasgo universal no ayuda en nada a
diferenciarlos, a menos que se lo acote mediante condiciones particulares. El proceso
cultural es la modificación que el proceso vital experimento bajo el influjo de una tarea
planteada por eros e incitada por el apremio objetivo (real); y esta tarea es la reunión
de seres humanos aislados en una comunidad atada libidinosamente.
Hay un rasgo que diferencia ambos procesos. En el desarrollo del individuo, se
establece como meta principal el programa del principio del placer: conseguir una
satisfacción dichosa; en cuanto a la integración en una comunidad humana, o la
adaptación a ella, aparece como una condición difícilmente evitable que debe ser
cumplida en el camino que lleva al logro de la meta de dicha. Si pudiera prescindirse
de esa condición, acaso todo andaría mejor. El desarrollo individual se nos aparece
como un producto de la interferencia entre dos aspiraciones: el afán por alcanzar la
dicha, que solemos llamar egoísta, y el de reunirse con los demás en la comunidad,
que denominamos altruista.
Las dos aspiraciones, la dicha individual y de acoplamiento a la comunidad, tienen
que luchar entre sí en cada individuo; y los dos procesos, el desarrollo del individuo y
el de la cultura, por fuerza entabla en hostilidades recíprocas y se disputan el terreno.
La lucha entre individuo y comunidad no es un retoño de la oposición, que
probablemente sea inconciliable, entre las pulsiones primordiales, eros y muerte;
implica una querella doméstica de la libido, comparable a la disputa entorno de su
distribución entre el yo y los objetos, y admite un arreglo definitivo en el individuo,
como esperamos lo admita también el futuro de la cultura, por más que en el presente
dificulte tanto la vida de aquel. También la comunidad plasma un Superyo, bajo cuyo
influjo se consuma el desarrollo de la cultura.
Apuntes sobre los conflictos y la mediación. Florencia Brandoni.

En este campo de práctica, los conflictos y las disputas son el material de trabajo de
un mediador, la materia prima sobre la que hay que operar.
-El conflicto es inherente a la condición de sujeto humano, en tanto seres de
lenguaje, para quienes hablar es producir equivocos, cadenas significantes que
implican necesariamente el malentendido, ya que es imposible decirlo todo y
significarlo todo. Dada la pérdida del instinto animal, para el hablante la relación con el
objeto aparece perturbada puesto que la necesidad de pasar por los molinos del
lenguaje. Estará obligado a pedir, a demandar. La comunicación es siempre fallida
porque lo que sanciona un mensaje no es la intencionalidad del hablante sino del
interlocutor, el código y esta sanción se dan retroactivamente.
El conflicto es una construcción; una situación es vivida como conflictiva si es
significada como tal. Esto puede darse entre las instancias del aparato psíquico o
plasmarse en la interacción de dos o más sujetos, o sea interpersonales; y
dependiendo de quienes sean los involucrados pueden clasificarse en: Multipartes,
comunitarios, institucionales, internacionales, etc.
Existen otras clasificaciones, según sea la temática del conflicto: salarial, limítrofe,
educativo, social, político, económico etc.
O según sea el momento en que estos se presenten: actual o histórico, etc.
Los conflictos que le competen a la mediación son los interpersonales. Lo
definiremos como una relación entre partes en la que ambas procuran la obtención de
objetivos que pueden ser o son percibidos por alguna parte como incompatibles.
Conviene hacer una distinción para entender sobre qué aspectos ópera la mediación:
una desaveniencia o una disputa constituye un conflicto interpersonal que se comunica
o manifiesta, y un conflicto puede no llegar a ser una desaveniencia si no se le
comunica a alguien en forma de incompatibilidad percibida o de reclamación.
Toma a Freud con los conceptos de conflicto manifiesto y latente. El conflicto
manifiesto es aquel donde las exigencias que se oponen son concientes, tales como
los sentimientos contradictorios, o entre un deseo y una exigencia moral. El conflicto
latente Se expresa de un modo deformado en el contenido manifiesto y se traduce en
la formación de síntomas, trastornos de conducta, perturbaciones de carácter, etc.
El psicoanálisis considera el conflicto como constitutivo del ser humano y desde
diversos puntos de vista: conflicto entre el deseo y la defensa, conflicto entre sistemas
o instancias psíquicas, conflicto entre pulsiones, conflicto edípico.
En el campo interpersonal, el conflicto manifiesto es similar a la disputa explícita, una
desaveniencia. Asimilamos la definición de conflicto latente de la relación
interpersonal, en la que fuerzas particulares de cada miembro o de la estructura de
una relación entran en tensión y pueden precipitarse en una oposición de exigencias
contrarias o un choque de fuerzas, que emergen a través de la desaveniencia.
Es primordial en la tarea del mediador ubicar sobre qué aspectos de los conflictos
opera la mediación, porque es un observable que un conflicto puede afectar a distintos
ámbitos de la vida de una persona. Si el conflicto repercute en distintos ámbitos de
nuestro desenvolvimiento es que existen diferentes aspectos de un conflicto. Estos
aspectos no son estancos, sino un interjuego de imbricación recíprocas entre todos
ellos.
Las disciplinas definen de distintas maneras el conflicto. Éstas fragmentan la
realidad, y podrán darse distintos abordajes según sea la disciplina que lo aborde.
Cada una definirá y recortara el conflicto acorde a las necesidades disciplinarias.
En cuanto a la mediación, debemos definir un objeto de trabajo y una incumbencia
específica, lo que nos obliga a alejarnos del modelo en que el derecho define al
conflicto y asimismo un distanciamiento de la finalidad terapéutica de las psicoterapias
y el psicoanálisis.
La mediación tendrá por objetivo trabajar la desobediencia o disputa interpersonal.
Debemos identificar la disputa que las partes desean abordar, pero paradójicamente,
la mayoría de las veces será muy difícil encontrar una salida si solamente operamos
con los elementos que la definen, si solo nos centramos en el conflicto manifiesto (la
POSICIÓN), porque como dijimos esta expresa de un modo de forma del contenido
latente.
Propone la imagen gráfica del iceberg para pensar la relación entre el conflicto y la
disputa. En la punta del iceberg, la parte que emerge a la superficie, ubicamos la
disputa, aquello que nos es visible, pero sabremos que esta no tiene por contenido
ideativo y afectivo solo aquello que se presenta a nuestra observación. Una porción
siete veces mayor a la observada completaría la totalidad del conflicto, y
correspondería a lo que el esquema de negociación colaborativa de Harvard denomina
INTERESES. Si sacáramos este concepto podemos encontrar en esta categoría:
deseos, expectativas, ideales, principios morales e idiosincráticos, creencias,
expectativas previas, modos de procesamiento de estas experiencias previas,
fantasías, temores, representaciones de sí, representaciones del otro de la disputa,
representaciones del conflicto, en un contexto de relaciones sociales organizados en
un determinado social histórico, etc. Debemos imaginar estos elementos no
materiales, en la forma de un entramado, de una red o de una cadena asociativa. No
podemos separar los deseos de las creencias, las representaciones del otro de las
expectativas pasadas o futuras, el reclamo de la representación de sí mismo.
Los conflictos interpersonales no solo están determinados por quién es los encarnan,
sino que también lo están por el contexto en que los protagonistas se encuentran, una
estructura vincular, una trama institucional, o lo social-histórico en que el intercambio
se vuelve conflictivo.
El esquema del iceberg nos permite ilustrar la pequeña visibilidad que tenemos del
conflicto al observar la disputa. En la disputa coagulan, se concentran, todos los
elementos que englobamos en la categoría de intereses.
Si coincidimos en que el conflicto que observamos o escuchamos los mediadores es
una pequeña porción o fragmento de lo que está en juego, y que además expresa de
un modo desfigurado su contenido latente, debemos afirmar que nuestra comprensión
no alcanza para saber de la posición subjetiva desde la que reclama y habla cada
persona, y que las disputas no son tan solo por objetos visibles.
Lo que ocurre regularmente es que al adentrarnos en el campo de los intereses o las
motivaciones, es decir, al desagregar los elementos que aparecen coagulados en la
posición, encontramos cuestiones que no pueden traducirse en conflictos jurídicos,
definiendo al conflicto jurídico como planteado entre una conducta permitida y una
prohibida.
Si una disputa se plantea en términos de derecho, los mediadores nos esforzaremos
por sacar las cuestiones de ese plano, porque el objetivo del mediador es conducir una
negociación basada en intereses y no en derecho. Entendemos que las personas, las
organizaciones, las familias, y los grupos tienen conflictos, viven situaciones que son
connotadas como conflictivas, y ese es el material con el que trabajamos. En la
mediación, desandaremos el camino de la traducción jurídica, para focalizar en la
manera en que los protagonistas definir su conflicto y buscar soluciones
Autocompuestas, sin desconocer por esto el derecho como marco legal, y aún cuando
estas soluciones se plasmen en acuerdos que poseen valor jurídico.
Por todo esto, nos introducimos fuertemente en el campo de lo subjetivo, único y
personal de cada sujeto. Por esto los universales, las soluciones del sentido común, lo
que a los mediadores nos parece bien lo justo queda fuera del juego.
Nos adentramos en el terreno de las atribuciones de significacion personales,
vinculares, institucionales, etc. en una lógica Personal.
En la fase de identificar los intereses, con la pregunta: para que desea aquello que
se reclama?, estamos haciendo una pregunta por la atribución subjetiva de
significación.
El mediador reformula la disputa en términos de los intereses que están en juego, de
forma que sean aceptables para las partes, en los que puedan reconocer su
singularidad y que resulten acordes a la demanda presentada por las partes.
Es oportuno diferenciar PARTICIPACION VOLUNTARIA en una mediación de la
existencia de una efectiva DEMANDA de resolver el conflicto que los participantes, le
formulen al mediador. La voluntariedad supone la decisión de asistir a la mediación.
Eso no basta para transitar el proceso de mediación. Será necesaria la formulación de
la demanda de “resolver un conflicto” (eliminar un padecimiento, finalizar un malestar,
concluir una situación de tensión, etc.) según como se tematice en cada caso en
particular, que le atribuya al mediador algún saber acerca de la solución. Deseo de
solucionar, modificar, resolver, cambiar, que fuerce a la parte a hacer algo por salir de
la situación perturbadora. El solo hecho de que una persona cuente sus problemas no
alcanza para constituir una demanda. Esto indica que nunca está demás que un
mediador se pregunte: que esperan de mí? qué es lo que pretenden resolver o tratar
de todo lo que cuentan? en que quieren ser ayudados?. La formulación de una
demanda es condición indispensable para tomar a una disputa y el conflicto que la
sostiene, en objeto de trabajo de la mediación.
Sabemos que la solución debe ser generada por los disputantes e importar un mutuo
beneficio. La salida que hallen deberá entrar en una línea de representaciones o
significaciones aceptables para cada sujeto, así como también ser materialmente
posible o efectivizable.
La mediación ofrece una escucha a la multideterminación de una controversia, a los
efectos de identificar aquellos temas pasibles de una solución racional, concreta y
conjunta con el otro alojando la singularidad de cada uno.
En lo ateniente al tema de las soluciones, señalamos que en particular en los casos
en que las partes tienen una relación afectiva que los vincula, hay ocasiones en que
pueden resolverse las disputas mientras que las condiciones de conflictos no se
modifican o solo pueden ser nombradas.

Sintetizando, para que un conflicto se configure en forma tal que la mediación resulte
pertinente se requieren determinadas condiciones del mediador y de los participantes.
En el mediador es necesaria la capacidad para desplegar el conflicto y no quedar
atrapado en la disputa que las partes plantean. También deberá contar con una
escucha que posibilite identificar los aspectos del conflicto que se pueden mediar. Del
lado de las partes es indispensable la formulación de una demanda de intervención
dirigida al mediador así como el deseo de modificar la situación conflictiva

UNIDAD 2
Herramientas para trabajar en mediación. Diez y Tapia.
La comunicación: el eje de todo el proceso.
La mediación es comunicación.
No adoptamos la posición que postula que la comunicación es lineal, como se
entendía en un principio. No está conformada simplemente por los elementos:
receptor, mensaje, canal y código común al receptor y emisor.
Con la aparición del nuevo paradigma científico se comienza a vislumbrar que el
fenómeno comunicacional no es un proceso lineal (no hay una causa para un solo
efecto), sino circular.
Hay una diferencia entre transmitir información y comunicarse. Por ejemplo un libro,
una emisión televisiva, transmite un mensaje; sin embargo, la comunicación no se
produce si a este mensaje no se le da una respuesta, que a su vez genera también
otra en el emisor original.
Frente a la acción de una persona, se produce en la otra una retracción. No sucede
esto cuando leemos noticias en el diario. Es más adecuado, desde esta definición,
hablar de medios de información, en lugar de medios de comunicación.
Concluimos que la comunicación es siempre interaccional, y por ende cualquier
mensaje en interacción es comunicación. No necesariamente la respuesta o
retroacción necesita ser un mensaje verbal.

La comunicación como eje del proceso


Por su referencia a la teoría de la información, el nivel o canal verbal, el lenguaje, se
denomina componente digital de la comunicación. Es el canal privilegiado para
transmitir información por su gran sofisticación.
Sin embargo, existen otros canales o niveles para comunicarse, que no siempre son
conscientes. Gran parte del significado está contenido en estos otros niveles: la
manera como decimos algo es más importante que lo que decimos.
Hay un nivel de análisis de significado que es verbal, pero no es lingüística; esta
dado por él -como decimos lo que decimos con palabras: el tono de voz (susurro o
grito, bajeza o altura); su madulación (lenta o rápida); la acentuación de determinadas
palabras, etc.
Otro es el nivel extralingüístico también llamado no verbal: los gestos.
A todo esto se suma otro elemento: el contexto en el que alguien se comunica:
dónde, cuándo, en qué época, lugar, frente a quienes, etc.
Éstos niveles de análisis que no son estrictamente lingüísticos se denominan el
componente analógico de la comunicación, por no existir una correspondencia estricta
entre el signo y el significado. El componente analógico muchas veces modifica el
efecto general de sentido del mensaje. Es decir, el impacto que recibo, la
interpretación que le doy a las palabras.
Cada uno de los modos generará un impacto diferente en el que reciba el mensaje y,
por lo tanto, su retracción, o sea su respuesta, estará influenciada por el modo en que
interpreta o escucha ese mensaje en su totalidad. El componente analógico, es
importante y peligroso, porque tienen diferentes sentidos en distintos contextos.
Los mediadores necesitamos poder contemplar al máximo la utilización de estos
componentes para la mayor eficacia de nuestro trabajo. Si la mediación es
comunicación, necesitamos saber usarla como herramienta básica.

UNIDAD 6
Mediación Comunitaria
“La Mediación Comunitaria tiene por finalidad proporcionar una posibilidad distinta
para solucionar sus problemas con otros miembros de la comunidad, de una manera
ágil, económica y amigable.
Para que las discusiones sean racionales deben controlarse y minimizar el efecto de
las emociones negativas. Es necesario que exista un control de las emociones en la
etapa temprana de la negociación ya que pueden bloquear la posibilidad de un
acuerdo. El mediador que desee ayudar a las partes a alcanzar una solución
apropiada debe minimizar o tratar de neutralizar los efectos de los sentimientos
negativos y tratar de originar sentimientos positivos entre los litigantes.

APORTES DE LA MEDIACION COMUNITARIA A LA CONSTRUCCION DE UNA


CIUDADANIA DIFERENTE. DE OLMEDO
El conflicto tiene como función social, fomentar al intercambio.
La mediación otorga un contexto, destacando la función del tercer imparcial e idóneo,
formado procesionalmente y sin ningún tipo de poder para imponer un resultado final

VPelt, define a la mediación comunitaria, como un proceso de intercambios verbales


con miras a la resolucion cooperativa de un problema.

Maritza Montero define comunidad como: “Una comunidad es un grupo en


constante transformación y evolución (su tamaño puede variar), que en su interrelación
genera un sentido de pertenencia e identidad social, tomando sus integrantes
conciencia de si como grupo y fortaleciéndose como unidad y potencialidad social” ,
“La comunidad además es un grupo social histórico, que refleja una cultura, que posee
cierta organización, cuyos grados varían según el caso: con intereses y necesidades
compartidos, que tiene su propia vida ....”
La mediación comunitaria: promueve la accion directa de los ciudadanos en la
resolucion de sus conflictos. La mediación actua cuando se ha instalado el conflicto o
para prevenirlo, permitiendo a las partes a expresarse, ser escuchadas y optar por
respuestas optimas para la satisfacion de sus necesidades e intereses.

En Argentina existen diferentes alternativas para acceder a una Mediación


Comunitaria.

La Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires es una de las


organizaciones que se ocupa del tema en cuestión y pertenece al Gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires. No solo tiene como objetivo tutelar los derechos de los
vecinos, sino también tiene la responsabilidad de controlar al gobierno. Los vecinos
comenzaron a demandar ser defendidos de los conflictos generados entre vecinos y
así surgió este nuevo espacio.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires posee un Programa de Mediación
Comunitaria y Resolución Alternativa de Conflictos. El mismo asume como
responsabilidad primaria mejorar la calidad de vida de los vecinos de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires a través del ofrecimiento de una instancia participativa,
gratuita y colaborativa en la cual resolver conflictos.
Mediación Comunitaria Multiparte trabaja en la resolución de problemas entre
vecinos y organizaciones públicas y privadas, como una instancia facilitadora entre: la
Secretaría de Educación, Empresas de Ferrocarriles, locales bailables, edificios
intrusados, asociaciones civiles por el uso de espacios públicos, ONGs barriales,
actividades de murgas, entre otras.
LOS VECINOS DE BUENOS AIRES- DE OLMEDO
Tal como lo postula la Lic Silvia Olmedo, si bien nuestros vecinos pueden ser unos
desconocidos, pueden tornarse en intrusos, cuando algo de ellos se nos filtra en
nuestras casas; pueden ser olores, humedad, objetos, ruidos, etc. Este tipo de
situaciones es la que puede llevar a generar conflictos que no se pueden resolver sin
la mediación de un tercero neutral y aquí es donde tiene ámbito de aplicación la
Mediación Comunitaria.
Estas relaciones con vecinos pueden tener dos vertientes diferentes una vez
atravesado el proceso de mediación. Puede transformarse en relación vecinal más
favorable o seguir tan distanciados como antes.

MEDIACION ESCOLAR: RESPUESTAS, REFLEXIONES Y EXPERIENCIAS. DE


BRANDONI FLORENCIA
Mediación escolar
La escuela tiene una responsabilidad importante a la hora de dirigir el proceso de
socialización de los estudiantes, y por ello debería afrontar el déficit de resolver los
conflictos, poniendo en práctica programas de Educación Emocional, de
entrenamiento en Resolución de Conflictos, etc.
Un nuevo modelo educativo propicia el aprendizaje social y emocional en las
escuelas a diferencia de la educación tradicional, basándose en el uso del dialogo, el
aprendizaje cooperativo y la solución de problemas, resultado de la interrelación entre
el sistema social, el medio cultural y el comportamiento individual.
Descripción de los programas de resolución de conflictos en la escuela
Los programas de RC en el ámbito escolar se pueden clasificar de distintas maneras.
Bodine y Crawford distinguen cuatro tipos de enfoques en la práctica de la Resolución
de Conflictos en la escuela: enfoque curricular, programas de mediación, el aula
pacífica y la escuela pacífica.

1- Programas curriculares
Son un conjunto de actividades con metas y objetivos diseñados para producir
cambios en el conocimiento, las actitudes y los comportamientos del estudiante
relacionados con la comprensión del conflicto.
Este grupo de temas tiene aspectos teóricos como prácticos. Algunos de los
aspectos teóricos se refieren al análisis de las características del conflicto, tales como
el número de disputantes implicados, los valores que mantienen las partes, la historia
del conflicto, la discusión, peleas, mediación, etc. Los aspectos prácticos del currículo
permiten que el estudiante vaya adquiriendo experiencia y vaya practicando las
habilidades de Resolución de Conflictos, como la negociación y la mediación.
La mayor parte de los currículos enseña una variedad de habilidades intra e
interpersonales. Algunas de las habilidades que se trabajan son el reconocimiento, la
expresión y el respeto de las emociones, el manejo de la ira y el enfado, habilidades
para alcanzar perspectiva ante el problema, la escucha activa, comunicación eficaz y
la técnicas de solución de problemas.
Programas de mediación entre compañeros
Se puede definir la mediación entre compañeros como un tipo de programa que usa
los servicios de un estudiante imparcial no implicado en el conflicto (mediador) para
ayudar a los estudiantes que tienen el conflicto (disputantes), para alcanzar una
solución.
Los programas de mediación en las escuelas ofrecen servicios de mediación para
resolver las disputas entre los estudiantes, entre estudiantes y adultos, y entre adultos.
El mediador puede ser un adulto (profesor, director u otro adulto) que ayuda a los
estudiantes y adultos a resolver sus disputas: por ejemplo, problemas laborales entre
los profesores, problemas disciplinarios en colisión con las familias, etc. El objetivo no
es juzgar la disputa, sino comprender a ambos lados, ofreciendo la facilitación del
dialogo para que las partes puedan encontrar soluciones adecuadas..
Beneficios generales de esta práctica
Los estudiantes desarrollan la capacidad de escucha reflexiva, de negociar entre las
partes
el reflexionar sobre los conflictos y no actuarlos, que tener un conflicto, es la
oportunidad de conseguir una solución que mejore la situación anterior y adquirir
habilidades de comunicación.
3- Enfoque del aula pacífica
Metodología que integra la Resolución de Conflictos en el currículo académico y las
estrategias de manejo y relación de la clase, incluyendo una metodología pedagógica
de aprendizaje cooperativo.
Implica la enseñanza de las habilidades para resolver conflictos constructivamente, y
los principios de Resolución de Conflictos en las áreas académicas, con el objetivo de
ayudar a los estudiantes a realizar conexiones entre las distintas disciplinas.

Kreidler define cinco principios:

 Cooperación: los niños aprenden a trabajar juntos, a confiar, ayudar y compartir


con los demás.
 Comunicación: los niños aprenden a observar, comunicarse con precisión y a
escuchar, a respetar y apreciar las diferencias entre las personas.
 Expresión positiva de las emociones: los niños aprenden a expresar sus
sentimientos, especialmente la ira y la frustración.
 Resolución de conflictos: los niños aprenden las habilidades de responder
creativamente a los conflictos.

Comprende dos aspectos:


1. el curricular; refiere a la comprensión teórica del conflicto y la gestión
2. el aspecto experiencial: que permite a los estudiantes resolver sus propias
disputas permitiéndoles practicar lo que aprenden.
4- Enfoque de la escuela pacífica
Enfoque que integra la Resolución de Conflictos en el funcionamiento general de la
escuela. En este enfoque los conceptos y habilidades de Resolución de Conflictos son
aprendidos y usados por todos los miembros de la comunidad escolar.
Ambiente de aprendizaje cooperativo, instrucción directa y práctica de las habilidades
y procesos para resolver conflictos, sistemas de gestión del aula y de la escuela no
coercitivos y la integración de los conceptos y habilidades de Resolución de Conflictos
en el currículo académico.

MEDIACION FAMILIAR: LOS FUNDAMENTOS DE LA MEDIACIÓN FAMILIAR


JONH HAYNES
El mediador respecto de la definición del problema, ayuda a los clientes a definir un
problema solucionable, sobre el contenido de la disputa, obteniendo un acuerdo.

Normalizar: el mediador procurará hacerles ver que el conflicto que ellos tienen es
habitual y que puede ser resuelto.
Normalización
Dado que los clientes construyen su problema como anormal, el mediador procurará
hacerles ver que el conflicto que ellos tienen es habitual y que puede ser resuelto.
La mayoría de la gente que interviene en una disputa que requiere de la presencia de
un mediador se ha convencido a sí misma de que su situación es única. El mediador
mina el problema mediante la normalización, porque si la situación es normal, es
también resoluble dentro de los límites normales.
Reciprocación
Los participantes de una disputa presentan el problema de tal manera que la culpa
por el mismo recae en el otro, negando su responsabilidad en él, siendo lo habitual
que ataque al otro.
por ello las estrategias tales como la normalización y la reciprocación, les ayuda a
ver la situación desde diferentes puntos de vista. Esto abre el camino al desarrollo de
posiciones alternativas, mutuas, que facilitan el encuentro de sus propios intereses.
Enfoque hacia el futuro
La mediación es un proceso enfocado al futuro. No es tarea del mediador discutir o
evaluar quejas sobre el pasado sino dirigir la atención de los participantes a hablar
sobre sus aspiraciones para el futuro.
Hablar del futuro ofrece un beneficio adicional: los clientes raramente se quejan
sobre el futuro. Tan pronto como hablan en tiempo pasado, su comunicación está
repleta de recriminaciones, quejas, desesperanza. Cuando el mediador mantiene el
enfoque sobre lo que la gente quiere para el futuro, los clientes no se comportan de un
modo recriminatorio.
Sinopsis o sumario
La técnica de la sinopsis no significa que el mediador vaya a resumir todo lo que los
clientes dicen, sino que éste elige para su compendio lo que cree que es importante.
El mediador utiliza la sinopsis para:

 Ignorar la información que no sea relevante para conducir la sesión.


 Enfocar hacia los puntos que son relevantes
 Ignorar todos los intentos de sus clientes de colocarlo en un rol legal y/o
terapéutico.

La información relevante en una sesión de mediación consiste en:

 . Información y datos sobre el conflicto


 . Frases sobre los objetivos de los clientes
 . Indicaciones sobre sus conductas de negociación y estrategias.

El mediador no puede evitar la conducta emocional que le dirigen sus clientes. El


mediador prueba y clarifica las diferencias entre la información relevante y la
irrelevante, facilitándoles así que puedan abandonar la conducta emocional para
centrase en sus propios intereses, que están contenidos en la información relevante
acerca del problema y las soluciones a él.
Respecto de la información relevante, el mediador la resume para el cliente,
recopilando y anotando los datos obtenidos y que conforman la base de la próxima
línea de preguntas.
Las conductas ofensivas incluyen ataques a la otra parte, y discusiones, aunque
alertan al mediador de la existencia de asuntos latentes o de temas emocionales que,
si son abordados, permiten al mediador destrabar la situación y continuar el proceso
de mediación.

La técnica de la sinopsis también:

 Comprueba las afirmaciones y posiciones de los clientes


 Ayuda a determinar que es útil y no útil en la mediación
 Clarifica datos y los hace del conocimiento general de todos los participantes.
La hipótesis
Cuando la información inicial ha sido proporcionada al profesional y el cliente define
el problema que trae al despacho, el profesional desarrolla una hipótesis sobre la
situación para determinar las próximas preguntas que formulara para recopilar nueva
información.

La hipótesis ayuda al profesional a:


 Mantener un punto de referencia en su relación profesional con el cliente
 Elegir la línea de preguntas más apropiadas

Un mediador desarrolla una hipótesis basada en:

 El problema que ha de resolverse mediante las negociaciones


 Los objetivos del cliente, y
 La conducta negociadora.

Mantener el rol de mediador


Cuando la pareja llega a la mediación familiar, también ha recorrido todas las
posibilidades que conocen de llegar a un acuerdo, o carece de opciones para
solucionar los problemas que han causado el deterioro de la relación.

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La mediación 
 un proceso de intervención en una disputa o negociación,
 en el que un tercero imparcial, sin
 poder para imponer una solución,
 ayuda a las partes o actores en disputa
 a tratar de alcanzar
 un acuerdo mutuamente aceptable.
Se va a un proceso de mediación... 
 cuando falta confianza entre las partes
 cuando las partes no tienen suficiente capacidad para resolver una disputa por
sí mismas
 cuando está rota la comunicación entre las partes
Un mediador es... 
 un tercero que interviene en la negociación
 cuidando la evolución del proceso
 una persona aceptada por las partes
 que actúa de una forma imparcial y neutra
 que ayuda a superar diferencias
 y encontrar puntos en común
 para ayudar a construir acuerdos
 buscar equilibrio de poder
 mantiene a las partes enfocadas en una tarea común.
 es imparcial en la discusión. no contribuye con ideas o evalúa criterios acerca
del contenido del trabajo de grupo
 nunca hace sugerencias y decide acerca del proceso (cómo ordenar y
estructurar una discusión);
 nunca toma una decisión por las partes. la toma de decisiones es una
prerrogativa del los participantes de la reunión. el mediador también
Funciones 
 Mantener un intercambio fluido de información precisa entre las partes
 Ayudar a convertir las posiciones en intereses y necesidades
 Responder efectivamente ante las situaciones de crisis o bloqueo
 Ayudar a establecer plazos adecuados y realistas
 Asegurar la participación de todos las partes
 Estudiar y asimilar la información extensa o técnica
E v i t a r 
 criticar a las partes de la disputa o discutir sus puntos de vista.
 tomar decisiones por las partes sin consultarlos.
 forzar el proceso.
 hablar mucho.
 presionar a las partes para que tomen una decisión.
Herramientas para ser mediador william ury
 escucha activa 
 “es muy tentador concentrarse en el tema a resolver pero por lo general uno se
encuentra frente a una barrera de emociones. tu oponente cree tener la razón
y no está dispuesto a escucharte.
 hay que desarmar al oponente.
 no discutas. ponte de su lado.”
Las emociones definen dominios de acción 
 al sentirnos atacados o amenazados al enojo actúa como señal de alarma para
protegernos.
 reaccionamos impulsivamente, respondiendo al “juego” del otro.
 esto nos da una sensación de alivio y descarga, pero impide que podamos
pensar en las consecuencias de la reacción en función de nuestros intereses.
Pasos de la escucha activa 
 crear un clima de confianza. 
 escuchar sin interrumpir. 
 preguntar acompañando. 
Etapas del proceso de mediación 

 presentación o encuadre.
 arropar la crisis.
 búsqueda de información.
 negociación.
 acuerdo.
Áreas en donde se aplica  
la mediación 

 Familia
 escuela
 comunidad
 trabajo
 conflictos públicos

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