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FICHA DE ORIENTACION DEL CASO MOMENTO 3

Caso Fernanda Sánchez

DATOS DE IDENTIFICACIÓN DEL CONSULTANTE


Nombre y Apellidos del consultante: Fernanda Sánchez
Lugar y Fecha de nacimiento: 04/03/1979 Edad:35

PROCESOS PSICOSOCIALES
Con la información que tiene, identifique o sugiera cuáles son las redes sociales (comunitarias, familiares, laborales, pares) con las que cuenta la
consultante: (Explique a profundidad, puede dibujarlas o utilizar cualquier gráfico para explicarlas)
INTERVENCION PSICOLÓGICA DEL CASO

Desde la perspectiva teórica que usted considere se puede explicar mejor el caso de Fernanda, por favor investigue cuáles
son las técnicas terapéuticas que puede utilizar para dar atención al caso.

Teoría psicoanalítica: La labor de la psicología dinámica consiste en reconstruir, partiendo de ciertas manifestaciones
dadas, la constelación de fuerzas que dio origen a esas manifestaciones. El psicoanálisis es un sistema de investigación del
funcionamiento humano, que a la vez es también una técnica terapéutica cuyas principales indicaciones son las neurosis crónicas
y las alteraciones caracterológicas que interfieren con el funcionamiento adaptativo del individuo en la sociedad.  Contrato
analítico: El contrato psicoterapéutico es el conjunto de normas que reglan la relación bipersonal entre terapeuta - paciente, que
determina que ambos compartan un objetivo en común. Implica la idea que el terapeuta es el instrumento de intervención para el
paciente, la consideración del tiempo del tratamiento, la decisión de incluir a otras personas y el esclarecimiento de la función del
terapeuta como parte a cargo del proceso. La regla básica es la asociación libre, reduciendo al máximo los estímulos externos
(setting) para eliminar los obstáculos que impiden la descarga. Se pide al sujeto que, sin hacer selección alguna, diga todo aquello
que pasa por su mente. Se funciona bajo el supuesto que sus impulsos hacia la palabra o la acción están determinados por: a.
estímulos externos de toda índole, a los que reacciona. b. su estado físico, que da origen a estímulos internos y determina la
ansiedad y la modalidad de las impresiones producidas por los estímulos externos. c. ciertos fines conceptuales, el pensamiento de
lo que desea hacer o decir, que le hacen eliminar todo aquello que no atañe al tema. d. los derivados de todos los impulsos
rechazados que pugnan por encontrar una descarga. El objetivo principal de la regla básica es la eliminación del tercero de los
factores perturbadores. En esto, el paciente no debe ser activo en lo absoluto; su única labor consiste en no impedir la expresión de
los impulsos que surgen en su interior. La contrapartida de la asociación libre es la atención flotante, por la que el terapeuta
escucha lo que se le plantea sin un esfuerzo activo por encontrarle sentido inmediatamente. Existen también en el contrato algunas
colaterales: 1. el tratamiento tiene una frecuencia regular y prefijada y un horario estricto; 2. el costo del tratamiento se determina
de antemano; 3. todo tratamiento es tentativo y el paciente tiene el derecho a terminarlo cuando lo considera adecuado; 4. el
psicoanalista sólo actúa como tal y no como psiquiatra o médico, y 5. el tratamiento se hace con el paciente tendido en un diván o
con el terapeuta fuera de su visión. Regresión Mediante este fenómeno, los derivados de los impulsos prohibidos y de memorias
reprimidas encuentran una expresión en las emociones y pensamientos del presente. El paciente es progresivamente capaz de
regresar en niveles más profundos de su inconciente; se hace más infantil y se abre a la posibilidad de renacer, habiendo superado
conflictos o situaciones que no pudo hacer siendo niño. El fenómeno de la regresión y el proceso analítico son en sí molestos y
dolorosos. El apoyar en forma rápida o el interpretar prematuramente impiden el desarrollo del fenómeno regresivo, al gratificar muy
rápidamente la necesidad del paciente de ayuda, comprensión o resolución inmediata de sus problemas. El paciente oscila desde
una expectativa de ser ayudado mágicamente por el analista, a otra de ser cuidado o querido por éste, a otra de enojo y rechazo
por no recibir el tipo de ayuda directa esperada. Para poder ser analizado, es necesario que el paciente tenga un grado de
desarrollo parcial del yo. Éste le posibilita esta "regresión al servicio del yo" que a la larga le permite superar su neurosis.
Interpretación Se llama interpretación al método de deducir lo que el paciente realmente tiene en su ánimo y comunicárselo. El
terapeuta debe tratar de reducir el significado de las palabras del sujeto o ayudarlo para que éstas salgan a la conciencia (siempre
sobre el interés del sujeto en ese momento). El paciente tiene que estar preparado, con el material más cercano a la
conciencia. Freud interpretaba constantemente, hacía interpretaciones detalladas y a veces muy extensas, transformando la sesión
en un franco diálogo, al contrario de la técnica clásica del psicoanálisis que determina mucho silencio y poca interpretación (en todo
caso, el silencio del analista es un actuar). La interpretación ayuda al analizado a elaborar sus conflictos inconcientes. Cuanto
más confiesa el analizado, tanto más el analista se convierte en el superyó moral, el que constituye, en un aspecto, la parte buena
del analizado y determina una disociación más marcada entre su parte buena y mala, identificándose más con la mala. Debido a
este proceso, es que la asociación libre no se recomienda como proceso de curación. La interpretación está contraindicada para
los casos en que no se dispone del tiempo suficiente o en los que el terapeuta la utiliza como defensa o defensa
maníaca. Sin embargo, cuando se da en el sentido esperado, intensifica la transferencia positiva sublimada y hace conciente lo
inconciente. El analista debe hacer sus comunicaciones sólo cuando el analizado está en transferencia positiva, o bien, si no se ha
dado el caso, debe analizar las "resistencias de la transferencia"para poder restablecer la transferencia positiva. La interpretación
debe ser dada cuando el analista sabe lo que el analizado no sabe, necesita saber y es capaz de saber. La interpretación debe
partir de lo que el analizado expresa, llegando después a lo más lejano a la conciencia. En el aspecto estructural, la interpretación
completa debe referirse al ello, el yo y el superyó, partiendo del yo y de sus mecanismos de defensa. Una interpretación
psicoanalítica, según Menninger, tiene una estructura triangular que toca tanto a los conflictos que tiene el paciente en su situación
vital externa ( allí y afuera ), su origen en el pasado ( allá y entonces), pero centrada en el presente transferencial ( acá y ahora ).
Artificios de la deformación: puede que falte continuidad en las asociaciones del paciente, que los afectos coartados se expresen en
otro sentido o que se deforme el contenido por la sustitución de una idea por otra asociativamente ligada a ella. El terapeuta debe
buscar el factor común entre las expresiones del paciente y la relación entre la conducta verbal - no verbal. Hay que empatizar con
el paciente y por esto, mientras más conoce el analista la historia de su paciente, tanto más lo puede comprender  Resistencia: El
equilibrio psicológico de toda persona se basa en el equilibrio de sus fuerzas internas; al variar este equilibrio surge la angustia, y
toda persona tiende a oponerse a cualquier intento de provocar angustia, en forma automática. De forma natural, siempre hay un
temor ante lo nuevo y lo desconocido, de modo que a la corta o a la larga, el paciente se coloca a la defensiva y comienza a
sabotear el avance terapéutico.
La técnica psicoanalítica está diseñada para facilitar una experiencia regresiva controlada.

El objetivo es hacer consciente lo inconsciente. Conseguir el insight del paciente sobre su situación. El  insight son momentos en la
terapia en los que el paciente conecta y reconoce elementos de la vida mental y emocional que antes habían sido preconscientes o
inconscientes (PIR). Es lograr el conocimiento cognoscitivo de la naturaleza del propio funcionamiento psíquico.

Abreacción: experiencia emocional.

Setting (marco del psicoanálisis tradicional):


 Paciente acostado en el diván.
 Terapeuta fuera del campo de visión del paciente.
 4- 5 sesiones/ semana. Duración 50 minutos (PIR).

Reglas del paciente:

 Regla básica fundamental: expresar cualquier pensamiento, idea, sentimiento o preocupación que se origine durante la
sesión (PIR).
 Regla de la asociación libre: el sujeto tiene que ir asociando a partir de elementos que le proporciona el analista y que se
han extraído de su discurso.

Reglas del analista:

  Regla de abstención: no satisfacer las demandas del paciente ni desempeñar los papeles que intenta imponerle(PIR). El
analista deberá evitar tener influencia personal sobre el paciente. Metáfora del analista como un espejo o pantalla en blanco que
refleja lo que el analizado proyecta sin mostrar sus propias proyecciones o conflictos. 
 Regla de atención flotante: debe atender todo el material a interpretar sin privilegiar ninguna información, de forma
homogénea (PIR).

Rol del analista:

  Postura de neutralidad y apoyo.


 No directiva, no evaluativa y no impositiva.

Relación terapéutica como principal elemento curativo, siendo el elemento esencial en la cura tipo (PIR) la transferencia(positiva,
negativa y formas ambivalentes).

Con el establecimiento de una relación transferencial con el analista se produce la neurosis de transferencia: neurosis artificial
que reproduce la neurosis infantil y que representa la transición entre la enfermedad y la salud.

En relación, se encuentra la contratransferencia: conjunto de reacciones inconscientes (respuestas emocionales, positivas y


negativas)  del analista frente al paciente y frente a la transferencia de éste (PIR).
 Las contratransferencias deben ser neutrales y objetivas. Si estuvieran ligadas a los conflictos infantiles no resueltos del terapeuta
se produciría un sesgo que imposibilitaría comprender al paciente (PIR).

Por otro lado, el psicoanálisis (PIR) ha introducido el concepto de alianza terapéutica[1], que se define como la relación no
neurótica, racional y razonable que el paciente tiene con el analista y que le permite trabajar de forma intencional en la situación
analítica (PIR).

Elementos que contribuyen a la alianza terapéutica:

          Por parte del paciente:

o   Disposición a seguir los procedimientos psicoanalíticos


o   Capacidad para aceptar insights dolorosos
o   Que tenga un Yo flexible

          Por parte del terapeuta:

o   Actitud cordial, empática y no prejurativa


o   Continuo análisis de las resistencias. 

Etapas del proceso terapéutico (Glover, 1985):

1.       Apertura del análisis:    

a.       2-3 meses.
b.      Objetivos:
                                   i.      Realizar el diagnóstico dinámico.
                                 ii.      Informar al paciente del encuadre terapéutico (dar a conocer y asumir las reglas).
                                iii.      Ajustes entre las expectativas del paciente y del terapeuta.
c.       Desarrollo de la transferencia y análisis de resistencias (PIR).
2.       Etapa intermedia

a.       Duración variable (hasta que desaparece la neurosis)


b.      Objetivos:
                                   i.      Interpretación del material y las resistencias potenciadas por las transferencias.
                                 ii.      Evolución de la transferencia que permite el insight y el trabajo elaborativo.

3.       Terminación del análisis

a.       Se centra en el conflicto de separación y los sentimientos del cliente por el terapeuta. 

Indicación del tratamiento:

 El psicoanálisis freudiano sólo está indicado en:


o   Casos de trastornos neuróticos.
o   Individuos que cumplan ciertas condiciones (Sifneos, 72):
§  Capacidad para reconocer que los síntomas son de naturaleza psicológica.
§  Tendencia a la introspección y a relatar con sinceridad las dificultades.
§  Deseos de participar activamente en la situación analítica.
§  Curiosidad por uno mismo.
§  Deseos de cambiar y experimentar.
§  Esperanzas realistas sobre la terapia.

 Término de “analizabilidad”: conjunto de características que debe poseer el paciente para poder ser psicoanalizado con
éxito.

Criterios de éxito terapéutico:

          Según Freud:

o   Capacidad para disfrutar de la vida.


o   Capacidad para trabajar productivamente.
          Desarrollos posteriores:

o   Liberación de la angustia de frustración: capacidad para producir y tolerar tensiones elevadas y reducirlas de un modo satisfactorio.
o   Supresión de las inhibiciones y capacidad para realizar las propias posibilidades: normalización sexual, liberación de la agresividad
constructiva y de la afectividad y la imaginación.
o   Ajuste de las aspiraciones a las posibilidades del sujeto y la realidad.
o   Capacidad de trabajar en la persecución de su propio plan de vida.
o   Facilitación de las relaciones con los demás.
o   Abandono de las actitudes exageradamente conformistas o destructivas y conciliación entre las fuerzas creadoras y conservadoras.

[1] Zetzel, 1958. Elaboraciones posteriores por otros autores donde se han distinguido dos tipos de alianza:
a)       La vivencia del terapeuta como alguien que proporciona apoyo y que está dispuesto a ayudar.
b)       La sensación de estar trabajando conjuntamente con el terapeuta en la lucha contra aquello que resulta perjudicial para el
cliente.

BASES TEÓRICAS

Un método de investigación que consiste esencialmente en evidenciar la significación inconsciente de las palabras, actos,
producciones imaginarias (sueños, fantasías, delirios) de un individuo. Este método se basa principalmente en las asociaciones
libres del sujeto, que garantizan la validez de la interpretación. La interpretación Argumente su elección: n método de
investigación que consiste esencialmente en evidenciar la significación inconsciente de las palabras, actos, producciones
imaginarias (sueños, fantasías psicoanalítica puede extenderse también a producciones humanas para las que no se dispone de
asociaciones libres.
B) Un método psicoterápico basado en esta investigación y caracterizado por la interpretación controlada de la resistencia, de la
transferencia y del deseo. En este sentido se utiliza la palabra psicoanálisis como sinónimo de cura psicoanalítica; ejemplo:
emprender un psicoanálisis (o un análisis).

C) Un conjunto de teorías psicológicas y psicopatológicas en las que se sistematizan los datos aportados por el método
psicoanalítico de investigación y de tratamiento.
El psicoanálisis permite abordar el síntoma desde una perspectiva de conflictos subyacentes desconocidos para el sujeto, a los
que llamamos inconscientes, pero que son, seguramente, los responsables de los malestares.
Si tiene exceso de preocupaciones, si se siente angustiado y no sabe muy porqué. Si cree que tiene baja o ha perdido la
autoestima. Si las cosas no van bien con su pareja. O bien le asustan o le incomodan las situaciones sociales, o le cuesta trabajo
afrontar los problemas que plantea la vida cotidiana. Ha tenido la pérdida de un ser querido y le está costando trabajo superarlo. O
las cosas no van bien en los estudios. No puede para de comer o por el contrario cualquier cosa que coma piensa que le va a
engordar. Tiene algún problema de carácter sexual. O tiene pensamientos que le parecen infundados y sin sentido pero no puede
pararlos por mucho que lo intenta. O quizá tiene otro tipo de malestares pero que no le son fáciles de definir. Todas estas cosas
son objeto del psicoanálisis. Por eso no dude en acudir si se ve identificado con alguno de los malestares anteriormente descritos.
O bien otros de similares características.
Fernando Reyes.

http://www.fernandoreyesdiez.com/psicoanalisis.html
1. Fortalezas y Debilidades frente al desarrollo del Caso: (Explique suficientemente)

El  tratamiento de estas patologías es enormemente largo y complejo, pero es imprescindible para mejorar la calidad de vida del
sujeto. Más que hablar de "curación", al ser problemas arraigados en la personalidad cabría hablar de mejora o de una mayor
adaptación a los demás y a las exigencias cotidianas, objetivo que es posible siempre con un buen profesional y con la adecuada
motivación en la terapia. En este sentido, siempre que el individuo confía en el terapeuta y se muestra convencido y dispuesto a
trabajar para mejorar, se consiguen resultados desde aceptables hasta extraordinariamente positivos. No obstante, cuando el
sujeto no está por la labor de intentar cambiar y no muestra el suficiente interés, acudiendo a las sesiones por pura inercia o
esperando una especie de "milagro", todo se hace mucho más difícil.

El principal tratamiento de estos problemas es el psicológico, la psicoterapia. Esto es completamente normal ya que lo afectado es
la personalidad en sí, por lo que se requiere un profundo análisis del individuo, de su forma de proceder, de relacionarse con los  
demás y consigo mismo, de su manera de pensar, etc. Una vez realizado este análisis, habrá que establecer una serie de objetivos
de conformidad con el paciente, objetivos que realmente configurarán un "cambio de chip", una forma de comportarse distinta a la
habitual que estaba trayendo problemas. Esto no significa que haya que cambiar de personalidad porque el sujeto siempre va a ser
el mismo, sólo mejorará en aquellas cosas con las que tampoco tiene por qué identificarse. Por ejemplo, el individuo tímido tendrá
que combatir contra su timidez, y el suspicaz contra su desconfianza.
 

No es preciso que las sesiones de terapia se centren en el pasado, aunque sí es positivo en nuestra experiencia dedicar algún
tiempo a estas cuestiones, siempre con ánimo de comprender mejor al paciente y de aprender de los errores. En todo caso, la
práctica totalidad de un tratamiento psicoterapéutico, desde nuestro punto de vista, se centrará en el presente.

Los fármacos son una ayuda interesante en algunos casos, pero lamentablemente su eficacia es más bien modesta. Sirven como
un "alivio sintomático" (por ejemplo, para los síntomas de ansiedad, depresión, impulsividad...) pero realmente, como no puede ser
de otra forma, no afectan a la personalidad. No existen pastillas para la suspicacia, la timidez, la necesidad afectiva, la baja
autoestima, los sentimientos de inferioridad, etc. En cualquier caso, será el psiquiatra el encargado del tratamiento farmacológico
de estas personas.

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