Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
UNIVERSIDAD NACIONAL DE
PIURA
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS
POLITICAS
TEMA:
CURSO:
DERECHO LABORAL
DOCENTE:
DR. LIZANA BOBADILLA
ALUMNO:
Alberca Salvador Devora
CICLO:
IV
FECHA: 08 – 01 - 18
INDICE
I. INTRODUCCIÓN
El derecho del trabajo surge para proteger al trabajador. Esa protección, por
la realidad social en que nace, fue más intensa en sus inicios. Con motivo
del avance en las condiciones de trabajo la necesidad de protección se ha
visto atenuada. La existencia de una avanzada legislación laboral, la
actividad sindical y los importantes niveles de protección que en la
actualidad otorga el derecho –por la vía judicial y administrativa- se unen a la
mayor conciencia de las empresas sobre dignidad de sus trabajadores. En
muchos casos el trabajador, por su capacitación y talento, resulta más
relevante para la empresa que lo que para éste es un determinado trabajo.
No cabe duda que en la actualidad los trabajadores se desempeñan en
circunstancias claramente más favorables que lo que ocurría en la primera
etapa del siglo veinte e incluso hace unas décadas. Todo ello lleva a matizar
la afirmación de la primacía de una de las partes de la relación laboral sobre
la otra.
Por otra parte, el derecho del trabajo no solo contiene normas protectoras o
tuitivas del trabajador, sino también normas destinadas a proteger los
intereses de la empresa y normas neutras. Esto lleva a matizar
construcciones unilateralistas que parecen no considerar la existencia de
otra clase de normas. En la relación laboral existen diversos intereses en
juego y el derecho debe hacerse cargo de todos ellos. Sin embargo, por la
especial dignidad del sujeto que presta los servicios objeto del contrato de
trabajo, no se puede obviar su nota distinta de origen y siempre conserva
una orientación social destinada a mantener un punto de equilibrio entre las
relaciones del capital con el trabajo.
2. DEFINICIÓN
El in dubio pro operario es un principio que según el cual en caso de duda de una
norma se interpreta a favor del trabajador. Es uno de los principios más usados en
materia laboral en las demandas, en los reclamos. Normalmente la
parte laboral señala que la duda favorece al trabajador. Pero este es uno de los
principios menos aplicados en la realidad, porque para aplicar este principio tiene
que haber tres requisitos:
1. Tiene que haber una norma jurídica.
El principio en mención plantea que dada una situación de hecho regulada por la
coexistencia de dos normas, así sean de distinto rango, debe preferirse la más
favorable al trabajador.
Es función de las normas laborales tutelar a la parte más débil de una relación de
trabajo, que es obviamente el empleado.
Sin embargo, esta protección debe darse en pleno respeto del ordenamiento
jurídico. El principio de norma más favorable –en una primera visión– puede
parecer loable, incluso políticamente correcta, pero jurídicamente tiene serios
cuestionamientos. Ante la existencia de dos normas laborales que regulan un
mismo supuesto, no es el criterio de la favorabilidad el que debe aplicarse al caso
concreto, sino el de la jerarquía.
La norma de mayor jerarquía prima necesariamente sobre la menor. La
Constitución sobre la ley; la ley por encima del reglamento. Lo contrario sería
subvertir el orden lógico del sistema jurídico, esto es, la famosa pirámide normativa
de Kelsen, que conoce todo interesado en el Derecho desde sus primeros estudios.
Quedaría por dilucidar si el principio de norma más favorable puede tener vigencia
ante la sucesión de normas laborales del mismo rango.
Nuevamente el Derecho ha planteado desde muy antiguo ciertas reglas de
observancia obligatoria que desplazan al criterio de favorabilidad.
La norma posterior prima sobre la anterior, y la norma especial debe ser respetada
de modo preferente a la norma general.
La coexistencia de normas es muy difícil de plantearse en la realidad –no
imposible, básicamente cuando la nueva norma no deroga expresamente a la
anterior y genera dudas sobre su aplicación– y, de darse, no es el argumento de la
favorabilidad el que debe tomarse en cuenta.
Se ha dicho que el principio de la norma más favorable no pasa de ser un bluff, con
perdón del anglicismo. Un desarrollo teórico con poca sustancia práctica…y parece
ser cierto.
Conocida también como «del régimen más favorable» o de la «mayor
favorabilidad», la regla de la norma más favorable es tan fácil de definir cuanto
difícil de aplicar. Hemos recogido como glosa liminar la definición de Américo Pla
Rodríguez por su claridad y concisión; pero la regla puede tener otras varias
formulaciones. Por ejemplo, «De entre dos o más normas laborales vigentes
prevalece la que conceda más derechos a los trabajadores, en el ámbito de
aplicación concurrido de que se trate». Una derivación de la regla, por vía inversa,
la transforma en requisito para la validez de la norma, como hace notar
agudamente Montoya Melgar: «El principio de norma más favorable significa que
toda norma laboral, para prevalecer sobre otra de igual, inferior o incluso superior
rango, ha de contener prescripciones más favorables que ellas». El ser más
favorable le da a una norma legitimidad social, pero no necesariamente jurídica;
DERECHO LABORAL Pá gina 9
“PRINCIPIO PROTECTOR”
para ser válida debe ser posible, es decir, no infringir una norma imperativa
superior, sino, además, insertarse coherentemente en el ordenamiento, lo que nos
lleva a examinar presupuestos y requisitos de aplicación de la regla
El principio supone así, sintéticamente y por hipótesis, lo siguiente:
(a) presencia de varias normas reguladoras, pues no cabe concurrencia si solo
una disciplina la situación o relación jurídica;
(b) inicial y posible aplicabilidad de todas las normas en concurso, es decir, la
simultánea vigencia de todas ellas; y
(c) contenidos normativos diversos en las distintas regulaciones, pues no cabe
aplicación del más favorable si no difieren entre sí. Aflora aquí, en la
conceptuación de la regla, el íntimo ligamen entre la pluralidad de fuentes y los
principios de norma mínima y de régimen más favorable. La operatividad del
principio precisa, en consecuencia, que el ordenamiento tolere no sólo situaciones
de multirregulación sino, adicional y fundamentalmente, la posibilidad de que entre
todas las normas concurrentes puedan producirse divergencias de contenido[ ... ]
porque sólo en la medida en que cada norma laboral suponga un mínimo a mejorar
en futuras regulaciones, cabrá que éstas contengan, conforme se producen,
prevenciones más favorables a las preceptuadas inicialmente; y, correlativamente,
porque sólo en la medida en que esa mejora no suponga quebranto de la legalidad
normativa -no se olvide que las normas en concurso han de estar vigentes-, podrá
hablarse de concurrencia y no de colisión entre normas. La concurrencia demanda,
por causa del carácter tuitivo del derecho del trabajo, el principio de aplicación de la
norma más favorable para el trabajador de entre todas las normas en conflicto, y se
reconduce, por tanto, a un problema de aplicación preferencial; la colisión, por el
contrario, pone en marcha el principio de jerarquía y, con él, reconduce a la
anulación de las normas ilegales, obligando a jueces y tribunales, al propio tiempo,
a aplicar aquella que ostenta el mayor rango formal.
l. Ser aplicado en los casos de silencio normativo. Por ello, sólo es aplicable frente
a derechos nacidos de actos no normativos.
II.Ser aplicado en los casos en que la norma lo indique expresamente (un convenio
colectivo a una ley) donde se necesita una cláusula ad personaem para que sea
posible la conservación de los derechos. Aquí existe un respeto por los derechos
adquiridos por mención expresa de la norma.
Como vemos, la aplicación del principio comprende la existencia de varios
requisitos. Es, de los principios laborales, el que más requerimientos necesita para
asegurar su vigencia sin que algunas de ellas no deje ser materia de controversia
en doctrina.
4. Otras normas de protección
Las manifestaciones del principio protector antes señaladas no son las
únicas; son apenas las más importantes. Existen otras, múltiples, que
conforman dicha protección, tales como:
4.1. Gratuidad:
El proceso laboral es siempre gratuito para el trabajador, quien está
exonerado del uso de papel sellado, pago de tasas, costas, etc., que en
cambio sí constituyen, por lo general, obligación para el empleador.
4.3. Oralidad-concentración-inmediación-celeridad:
Este conjunto de atributos, íntimamente ligados entre sí y virtualmente
inseparables, debe conducir a un proceso ideal en el que el máximo de
actos pueda ser cumplido en un mínimo de diligencias, presididas
personalmente por el propio juez y ejecutadas en forma prevalentemente
oral, en aras de lograr una resolución no solo justa y equilibrada, sino pronta,
En segundo lugar, es conveniente observar que dice la ley 29497 “Nueva ley
procesal del trabajo”. La mencionada ley en su título preliminar destaca los
principios del derecho laboral, así pues tenemos el artículo IV, en donde se
indica cómo es que los jueces deben interpretar las normas:
Artículo IV.- Interpretación y aplicación de las normas en la resolución de los
conflictos de la justicia laboral.
Los jueces laborales, bajo responsabilidad, imparten justicia con arreglo a la
Constitución Política del Perú, los tratados internacionales de derechos
humanos y la ley. Interpretan y aplican toda norma jurídica, incluyendo los
DERECHO LABORAL Pá gina 16
“PRINCIPIO PROTECTOR”
6. CONCLUSIONES
7. BIBLIOGRAFRÍA
8. ANEXOS