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La primera vez que Susana Martínez, una niña de cinco años, se sienta con su 18
abuelo en el parque Intercomunal, se enamora del fútbol. Ella quiere jugar en 31
un equipo infantil, pero corre la década de 1950 y a las niñas no se les 47
permite jugar. Esta destrozada. Su abuelo, al ver cuanto Susana ama el 59
fútbol, le dice que si sigue intentándolo puede lograr lo que quiera. 71
Cuando Susana crece se convierte en cantante, realizando presentaciones en 81
el Casino de Viña y en teatros de todo el país. Cada vez que va a una ciudad 99
distinta donde hay un equipo de fútbol, visita al estadio y disfruta de un 113
partido. Ella habla con los jugadores. Un locutor se fija en la facilidad con el 128
que habla de fútbol. –Serias una gran locura –le dice el. 139
En otro lado del país, en Antofagasta, Jorge Mamani es un niño de doce años 154
que ama el básquetbol. Pero cuando un amigo lo convence de unirse al 167
equipo de fútbol Infantil, descubre que tiene unas piernas poderosas, una 178
velocidad increíble y un estilo despreocupado de juego. Rápidamente se 188
convierte en estrella de los campeonatos infantiles. Hace pedazos a los otros 200
equipos y es estrella en el equipo de su colegio. Cuando sale de la categoría 215
infantil, un contrato con un impactante equipo nacional lo espera. 225
Dicen que hace uno de los mejores tiros libre en el juego. Rápidamente se 239
gana la reputación de jugador industrioso en el campo. Además, Jorge juega 251
con mucha alegría. Cuando trata con el público y con sus compañeros de 264
equipo, recuerda la regla de oro de su infancia: Trata a los demás como te 279
gustaría que te traten a ti. 285
En la ciudad, una estación de radio especializada en deportes, esta en el aire. 299
Susana acepta la oportunidad de integrarse a la radiodifusión. Ella trabaja en 311
los turnos de medianoche, cubre las vacaciones de los personajes famosos, 322
informa cualquier cosa, a cualquier hora y en cualquier lugar. Se convierte en 335
la primera mujer de radio en informar sobre un equipo de fútbol a tiempo 349
completo. 350
Sin embargo, el fútbol sigue siendo un mundo de varones. En su primer año 364
de trabajo cubriendo el programa del campeonato nacional, narra el partido 375
entre los dos equipos más importantes. El equipo local gana el juego con un 389
gol de su capitán y mas tarde este se encuentra rodeado de reporteros en su 404
vestuario. 405
Susana se acerca con su micrófono. El futbolista la ve acercarse y deja de 419
hablar. Después le grita diciéndole que no hablara mientras se encuentre una 431
mujer en el vestuario. Le habla a gritos para que salga y se niega a hablar 447
nuevamente hasta que ella se vaya. Nadie la defiende. El vestuario queda 459
totalmente en silencio. Ella siente que todo el mundo la mira fijamente. 471
Restringida de realizar su trabajo, se siente avergonzada y enojada. Se da la 484
vuelta para irse. De pronto escucha una voz que sale del silencio. 496
-¿Quién es ella? –quiere saber alguien 502
-Susana Martines – Le dicen 506
La voz sonó de nuevo, o suficientemente fuerte como para que todos en el 520
vestuario escuchara. 522
-¡Oye, Susana! Yo hice tres pases de lujo hoy. ¿Quieres entrevistarme? La 534
voz pertenece a Jorge Mamani. 539
-Pensándolo bien –dice Susana de Jorge-, ¡que ser humano más decente! Hay 551
que tener agallas para hacer eso, ir contra la mayoría para defender a un 564
desconocido. 565
Jorge dice: -De verdad respeto a Susana. Fue un momento desconcertante 576
para ella. Tuve que hacer la que creía correcto. 585
Una mujer fuerte y un hombre valiente. A veces los caminos de la gente 599
buena se cruzan y eso puede marcar la gran diferencia en este mundo. 612
Mi nueva casa.- 3
Los cisnes.- 2
Había llegado el otoño. Una bandada de cisnes se movía por el cielo hacia 16
tierras más calidas. Los cisnes se elevaban sobre el océano. Con luna llena 29
podían ver el agua negra y azulada debajo. Habían volado de día y de noche. 44
Todos estaban cansados, pero no se detenían y seguían batiendo sus alas. A 57
la cabeza de la bandada iban los cisnes mayores y más fuertes, tras ellos iban 72
los más jóvenes y débiles. Un cisne muy joven iba de último. Ya no tenía 87
mas fuerzas. Seguía batiendo sus alas, pero ya no podía seguir 98
manteniéndose en el aire. Extendía sus alas y comenzó a descender, 109
acercándose más y más al agua. Sus amigos continuaron volando y pronto 121
parecieron pequeñas manchas blancas bajo el cielo iluminado por la luna. 132
El joven cisne se paso sobre el agua y plegó silenciosamente sus alas. Las 146
olas lo mecían. Los cisnes que continuaron volando ya parecían una raya 158
blanca en el cielo. El tenue sonido del batir de sus alas podía oírse en el 174
silencio. Cuando los perdió completamente de vista, el joven cisne cerró los 186
ojos, inclino el cuello y apoyo la cabeza sobre su ala. Aunque no se movía, 201
las olas lo levantaban al acercarse y lo hundían al retirarse. 212
Antes del amanecer un suave viento comenzó a agitar el agua, que chocaba 225
contra el pecho blanco del cisne. Cuando abrió los ojos, el sol naciente 238
extendía un rubor rosado sobre el este y la luna y las estrellas se veían 253
pálidas. El joven cisne suspiro, estiro su cuello y sumergió la punta de sus 267
alas en el agua al agitarlas. Después se elevo más y más alto y voló solitario 283
sobre el océano ondulado.- 287