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Cuadernillo de 5°

PIE y Lenguaje

LA DELICIOSA MÚSICA DEL ARPA 5


Cuadernillo de 5°
PIE y Lenguaje

Un rey adoraba tanto la música que buscó por todo el mundo el 18


mejor instrumento que hubiera, hasta que un mago le entregó 29
un arpa. La llevó a palacio, pero cuando tocó el músico real, 44
estaba desafinada; muchos otros músicos probaron y coincidieron 53
en que no servía para nada y había sido un engaño, así que se 68
deshicieron del arpa tirándolo a la basura. 76

Una niña muy pobre encontró el arpa, y aunque no sabía tocar, 90


decidió intentarlo. Tocaba y tocaba durante todo el día, durante 102
meses y años, siempre desafinando, pero haciéndolo mejor cada vez. 115
Hasta que un día, de repente, el arpa comenzó a entonar las melodías 130
más maravillosas, pues era un arpa mágica que sólo estaba dispuesta 142
a tocar para quien de verdad pusiera interés y esfuerzo. El rey llegó a 157
escuchar la música, y mandó llamar a la niña; cuando vio el arpa, se 173
llenó de alegría, y en aquel momento nombró a la niña como su 187
músico particular, llenando de riquezas a ella y a su familia. 199

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DIA 1 DIA 2 DIA 3 DIA 4
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3
Planeando las Vacaciones
Luis, Javier y Lucía se reunieron en casa de Bea para planear sus 16
vacaciones de verano. 20
Pensaron que sería fácil, pero cada uno tenía ideas diferentes. Javier 34
era
el único que quería salir fuera de Santiago, Bea prefería descansar en el 48
campo, porque decía que ese año había trabajado mucho y que estaba 61
hecha polvo, y que, además, como se había comprado una casa estaba 76
sin ni uno. Los otros optaban por la playa y los recorridos de los sitios 92
turísticos. 94
Javier estaba alucinado, no podía creer que llevaran dos horas 105
discutiendo sobre lo mismo, así que dijo que estaba harto y que se iba 120
a casa. Antes de salir le sugirió a Bea que tomara vitaminas. Esta le 136
contestó, que ella le aconsejaba que se fuera de vacaciones a un 149
balneario, porque era obvio que necesitaba tranquilizarse. Lucía, que. 162
estaba en las nubes, porque después de la primera hora había decidido 175
desconectarse, no sabía por qué Javier se había puesto así y estaba 188
hecha un lío. Pidió explicaciones, pero Luis, le recomendó que se 202
preparara para viajar sola. Se levantó, dijo que él también estaba frito, 217
que había madrugado muchísimo y que se iba a dormir. Lucía se 230
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despidió diciéndole que, a veces, era mejor que se callara. 243

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DIA 1 DIA 2 DIA 3 DIA 4

Cosas que ocurren en el colegio 6

Estaba Claudio en la escuela, y la maestra siempre acostumbraba a 18


preguntarles a sus alumnos en qué se iban a la escuela: 29
- Gabriel, dime, ¿en qué te viniste a la escuela? 41
- Mi mamá me trajo en su auto Ferrari, maestra. 54
- ¿Y tú, Ignacio? 59
- Mi papá me dejó en su moto, maestra. 69
- ¿Y tú, Claudio? 74
- En mi bicicleta, maestra. 81

Y todos los días era lo mismo, y cada vez que Claudio decía que iba en 98
su bicicleta, todos los niños se burlaban de él. Un día, llega Claudio a la 116
casa y le dice a su mamá: 123
- Mamá, mamá, yo no quiero ir más a la escuela, porque cada vez que 141
la maestra nos pregunta en qué fuimos, yo digo en mi bicicleta y todos 157
los niños se burlan de mí. 164
- Pero no seas tonto, Claudio, ¿Por qué no dices que te dejamos en un 181
auto, Mercedes Benz? 185
Al otro día la maestra hace las mismas preguntas, y cuando llega el 200
turno
de Claudio, 203
- ¿En qué viniste a la escuela? 210
-En un Mercedes Benz, maestra. ¿Y por qué llegaste tan tarde? 223
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- Pues, porque se me salía la cadena a cada rato, maestra. 238

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DIA 1 DIA 2 DIA 3 DIA 4

El tigre y el zorro 5

Cierto día encontró el zorro a su tío tigre comiendo una presa y le pidió 20
le diera parte de ella, pues llevaba el estómago vacío, pero el tigre se 34
negó. 35
El vengativo sobrino esperó a que su tío se durmiera y entonces le 48
amarró a la cola una vejiga llena de avispas, que al volar dentro de ella 63
hacían un fuerte zumbido. 67
El tigre se dio a la carrera pensando que la guardia armada lo perseguía. 81
Cuando se dio cuenta de la broma, juró tomar desquite. 91
Entonces, se tendió en medio de la cueva y simuló estar muerto. Su 104
mujer invitó al velorio a los conocido. También buscó al zorro y le dijo: 118
—Sobrino, tu tío ha muerto y te nombró tutor de tus primos; es necesario 132
que vayas a nuestra casa a cumplir tu misión. 141
El astuto sobrino llegó hasta la puerta y vio a su tío velándose, pero 155
desconfiado siempre, dijo: 158
—Yo voy a creer que está muerto sólo si mi tío mueve la cola. 172
El tigre, para convencerlo, sacudió fuertemente la cola. Entonces el 182
zorro, dando la media vuelta, dijo: 188
—Muerto que mueve la cola es que no está muerto. 198
Echó entonces sus patas a correr, huyendo así de su tío 209
El tigre sorprendido, se levantó de un salto y gritó furioso: 220
— ¡Ah sobrino, me embromaste otra vez! 226

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DIA 1 DIA 2 DIA 3 DIA 4
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El zorro y las uvas 5

Había una vez una zorra que llevaba casi una semana sin comer. Había 19
tenido muy mala suerte, le robaban las presas y el gallinero que 32
encontró tenía un perro guardián muy atento y un amo rápido en acudir 45
con la escopeta. 49

Ciertamente, estaba muerta de hambre, cuando encontró unas parras 60


silvestres de las que colgaban unos suculentos racimos de doradas 70
uvas. 72
Debajo de la parra había unas piedras, como protegiéndolas.— Al fin va 86
a cambiar mi suerte, —pensó—, parecen muy dulces. Se puso a 100
brincar, intentando alcanzarlas, pero se sentía muy débil, sus saltos se 114
quedaban cortos, los racimos estaban muy altos y no llegaba. Así que 128
se dijo: — Para que perder el tiempo y esforzarme, no las quiero, no 143
están maduras. 146
Pero resulta, que si la zorra hubiese trepado por las piedras, parándose 160
en dos patas, hubiese alcanzado los racimos. Esta vez le faltó algo de 175
astucia a doña zorra, parece ser que el hambre no la deja pensar. 190

Hay que esforzarse para conseguir lo que se desea, pero pensando 102
primero que es lo que queremos y como conseguirlo, no sea que nos 116
pongamos a dar brincos, cuando lo que necesitamos es estirarnos, y 129
perdamos el tiempo y el esfuerzo. 136

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DIA 1 DIA 2 DIA 3 DIA 4
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EL ÁRBOL MÁGICO 3

Hace mucho, mucho tiempo, un niño paseaba por un prado, en cuyo 18


centro encontró un árbol con un cartel que decía: “soy un árbol 31
encantado, si dices las palabras mágicas, lo verás”. 42

El niño trató de acertar el hechizo, y probó con “abracadabra”, “ábrete 56


sésamo”, “tan-ta-ta-chán”, y muchas otras, pero nada. Rendido, se tiró 70
suplicante, diciendo: “¡¡por favor, arbolito!!”, y entonces, se abrió una 85
gran puerta en el árbol. Todo estaba oscuro, menos un cartel que decía: 101
“sigue haciendo magia”. Entonces el niño dijo “¡¡Gracias, arbolito!!”, y se 115
encendió dentro del árbol una luz que alumbraba un camino hacia una 127
gran montaña de juguetes y chocolate. 134

El niño pudo llevar a todos sus amigos a aquel árbol, y tener la mejor 150
fiesta del mundo, y por eso se dice siempre que “por favor” y “gracias”, 166
son las palabras mágicas 170

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DIA 1 DIA 2 DIA 3 DIA 4

LA RANA Y LOS TOROS 5

Una rana, posada al borde de un estanque, miraba hacia un prado 14


cercano cómo dos toros indómitos se peleaban: disputábanse el amor 24
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de una ternera. 28

La rana, mientras sollozaba le dijo a su compañera: 38

- ¡Mira que riña tan tremenda! -¿Qué sería de nosotras si animales tan 50
corpulentos como esos vinieran por aquí? 57

- No te asustes -respondió la otra rana-. ¿Qué nos importan las peleas 70


de esas bestias? Además, esos animales no son de nuestra especie. 82

- No entiendes - replicó la primera -, que el vencido no pudiendo 93


disfrutar ya de esas praderas vendrá a reinar entre las verdes cañas, 106
de nuestra charca, y entonces pateándonos bajo el agua, una ahora, 120
otra después, seremos nosotras las víctimas de ese combate, 131
promovido por la señora ternera”. 137

Y era fundado su temor: uno de los toros fue a refugiarse en sus 151
territorios y en un momento aplastó más de veinte ranas. 162

-Ya ves, amiga mía, que no sin razón me preocupaba la pelea-. 175

Siempre los débiles sufren las consecuencias, de las riñas entre los 186
poderosos. 188

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DIA 1 DIA 2 DIA 3 DIA 4

EL PERRO DANES 3

La leyenda urbana del perro danés, nos cuenta sobre una señora viuda, 17
que vivía acompañada de un perro danés, grande y que le brindaba la 30
seguridad necesaria. Un día, notó que el perro comenzaba a jadear 43
como si se ahogara, y preocupada, lo llevó al veterinario, que vivía a 59
algunos kilómetros de distancia. 64

Tomó las llaves del auto, y cuando llegó, el doctor atendió a la mascota, 81
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mirando a través del hocico del animal. Contuvo el aire y le habló 95


tranquilamente a la señora: “No se preocupe, va a estar bien, déjelo por 110
hoy”. La señora se fue, satisfecha y feliz por la noticia a su casa. 127

Cuando se encontraba a pocas cuadras, vio policías rodeando su 138


hogar, era un operativo policial para encontrar un ladrón. A los pocos 152
minutos, la policía sacó al malhechor de su hogar, sin que ella 166
entendiera nada de lo que pasaba. Buscó un oficial, y éste le dijo: 181
“señora, quien nos llamó fue el veterinario que acaba de visitar”. 194

La señora preguntó: ¿Qué pasó? 200

Éste le dijo: “El jadeo del perro era provocado por un par de dedos que 215
el animal había arrancado al ladrón en el sótano de la casa. El médico, 231
al verlos se dio cuenta de lo que pasaba, y llamó a la policía para que 248
se asegurarán de que todo estaba bien en su casa”. 258

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DIA 1 DIA 2 DIA 3 DIA 4

¿SIEMPRE ESTÁ PROHIBIDO HACER SUFRIR A LOS DEMÁS? 9

Por la tarde conversó con sus padres sobre las preguntas que se 21
habían acumulado en su cabeza. 27

- ¡Papá!- dijo-, ¿no crees que causar sufrimiento a los demás es algo 40
que nunca debiera ser permitido? 46
El padre se tomó algún tiempo antes de responderle. 56
- Bueno, hijo- comenzó diciendo-, esto no está tan claro. 67
- ¿Por qué no?- preguntó Manuel extrañado. 74
- En primer lugar, es obvio- continuó el padre-, que existen sufrimientos 87
que de hecho son necesarios. 93
- ¿En qué estás pensando?- dijo Manuel. 100
- Mira – dijo su madre, que estaba sentada con ellos-, cuando tú eras 114
un niño pequeño te enfermaste gravemente de amigdalitis y tuvimos 124
que darte rápidamente una medicina para que no agravaras más. La 136
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única manera de hacerlo era mediante una inyección. Tú tenías mucho 148
miedo a las inyecciones, pero tuvimos que ponerte esa inyección de 160
todos modos, así que era inevitable provocarte un sufrimiento; pero era 173
un sufrimiento necesario porque eso te ayudaba a curarte. 183
- Ese ejemplo es muy bueno- dijo el padre. 192
- Es verdad- dijo Manuel. 197
- Hay sufrimientos- continuó su padre-, que son necesarios porque se 208
hacen por el bien de alguien. En particular, son los sufrimientos que te 223
provocan los médicos para sanarte. Sólo has de pensar en los 235
dentistas. 237

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DIA 1 DIA 2 DIA 3 DIA 4

EL DUEÑO DEL HIGUERAL 4

En valle Hondo vivía un viejo avaro y refunfuñón que tenía un hermoso 17


gigantesco higueral. A menudo los niños de la zona, traviesos y 30
golosos, iban a robar higos. 37

Al ver que sus higos desaparecían el viejo decidió hacer guardia 48


armado con una escopeta. 53

Cuando los niños se dieron cuenta, planearon darle un susto, para 66


vengarse y poder seguir comiendo los deliciosos higos. 75

En una noche de las que llaman de lobos, tres de los niños más 90
valientes se cubrieron con unas sábanas blancas y con voz de 101
ultratumba le hablaron al viejo: - Antes, cuando éramos vivos, 112
comíamos los higos y ahora que estamos duros también lo hacemos. 124

Al oírlo, el viejo retrocedió unos pasos, ya no tenía dudas de que se 140


trataba de las mismísimas almas y tirando la escopeta, comenzó a 152
correr a todo lo que daba. 159

Las “ánimas” comieron a gusto y el viejo no volvió a aparecer por ahí, 174
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nunca más en su vida. 176

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DIA 1 DIA 2 DIA 3 DIA 4

DIQUES 1

Los castores construyen diques a través de los ríos. El propósito que 14


los guía es el de hacer un estanque o lago de aguas profundas, en el 30
que edifican una gran casa de madera. 38
Es significativo para el castor construir su cabaña en aguas profundas, 50
de manera que al helarse el agua en el invierno, no puedan bloquearse 64
las entradas que tiene debajo de la superficie. 73
Cuando la superficie del lago se congela, el castor está en una situación 87
ideal, porque tanto él como su despensa se hallan totalmente al abrigo 100
de cualquier interferencia exterior. El castor puede llegar hasta su 111
aprovisionamiento nadando bajo el hielo, y ninguno de sus enemigos, ni 123
siquiera los insaciables glotones, pueden penetrar las fuertes paredes 133
de la cabaña. 137
El principal elemento de construcción del castor es la madera, que 149
obtiene derribando árboles con sus poderosos dientes. Luego deja flotar 160
los troncos corriente abajo, hasta el lugar elegido, y ahí sujeta 172
firmemente en su sitio las primeras ramas, que son cuidadosamente 183
aglomeradas en capas ensambladas entre sí por barro, para formar una 195
estructura sólida. 198

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EL TRASGU 2
El Trasgu, es un duende familiar que desciende de la mitología 14
asturiana. Dicen quienes lo vieron, que suele vestir una blusa de paño 27
rojo, un gorro del mismo color, y que se ve como un pequeño 41
hombrecito arrugado, delgado y no muy agraciado. Posee manos 51
largas, de las cuales una tiene un agujero en su palma, se tuerce un 66
poco, pero es muy ágil entre los pucheros de la cocina.
78
El Trasgu aparece cuando se hace de noche, mientras la familia se 91
reúne o cena. Entonces se sienten extraños sonidos, las ventanas se 103
cierran, se escuchan pasos, etc. Cuando los habitantes duermen, el 114
Trasgu tiene lugar para actuar tranquilo. Todo depende de cómo le 126
caiga la familia. Si le cae bien, durante la noche ordenará la casa, 140
limpiará los cuartos, fregará los platos y hasta traerá agua. Si en cambio 154
le cae mal, enredará los hilos, hará agujero en las cacerolas, alborotará 167
al ganado y tirará los platos.
174
Para poder librarse de él, hay que desafiarlo a hacer tareas imposibles, 188
como juntar semillas del suelo (que caerán por el orificio que posee). 201
Mudarse no es una solución. Quienes compraron una nueva vivienda 212
no lo pudieron remediar así, porque el Trasgu se considera uno más de 226
la familia. 229

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DIA 1 DIA 2 DIA 3 DIA 4
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EL RASTRO DEL ÁNGEL 4

El centro comercial estaba en penumbras, y de fondo una leve música 17


gitana, una melodía rumana que hacía flotar mi espíritu. Comencé a 29
recorrer las pinturas en el sentido de las agujas del reloj, como Camilo 43
me había enseñado. Su realismo mágico empezaba a imponerse, y yo 55
quería estar a su lado. Buscaba un hilo conductor para develar el 68
enigma y comentárselo esa misma noche. Vía Moldavia era la canción 80
que se escuchaba cuando llegué a la obra de la pared final: una gran 95
puerta y después el cielo. Nada particular pensé, y cuando estaba a 108
punto de darme por vencido, vi una pluma que salía por el costado del 123
cuadro. Corrí levemente la obra y lo descubrí. Estaba asustado y con un 137
dedo cruzado en los labios pidiendo silencio. Sus ojos eran de auxilio. 150
Entonces, adelanté el pie y traspasé el umbral. Me tomó por la cintura y 165
volé con él, sentí el viento de sus alas en mi espalda y esquivamos un 181
fuego de artificio. Habló por primera y única vez: 191
-Con lo que cuesta esa pintura, mañana cientos de chicos tendrían un 204
plato de comida en su mesa. 211
Desde lo alto vimos la gran ciudad, y sobre sus alas descubrí la 225
realidad. Al amanecer, atravesamos la ventana de mi habitación y 236
comprendí el sueño. Mejor dicho, creí el sueño, pues cuando mire los 249
rayos del sol que se filtraban por la cortina, tres plumas flotaban en el 264
aire. 266

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DIA 1 DIA 2 DIA 3 DIA 4
Cuadernillo de 5°
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EL CONTADOR DE OVEJAS 4

Había un rey al que le gustaba mucho escuchar cuentos antes de 16


quedarse dormido. 18
Todas las noches hacía llamar a alguien para que le relatara alguna 31
historia. 32
Un día, pidió que le contaran un cuento largo, pero muy largo, pues no 47
Sentía sueño. Entonces llegó un contador de cuentos y le contó un 60
cuento al rey, pero…nada. El rey no quería quedarse dormido, y pidió 73
otro. Entonces el contador de cuentos contó otro, pero nada. Una vez 86
más el rey no quería quedarse dormido. 93
Cuando el narrador ya llevaba como una docena de cuentos y el rey 107
todavía no se quedaba dormido, se le ocurrió uno nuevo: «Una vez 119
vivía un campesino que fue a comprar ovejas. Después de pagar, 130
decidió regresar con el rebaño a casa. Por el camino tuvo que atravesar 143
un río. 145
Y para que los animales no se ahogaran, buscó una parte en que el río 161
no fuera profundo. Tuvo que pasar una por una. Primero pasó una, 174
luego otra, luego otra, otra, otra, otra, otra…». 182
En esta parte, no fue el rey quién se quedó dormido, sino el narrador de 197
cuentos. El soberano aguardó unos minutos, y lo despertó: 206
—Termina de contar el cuento —le ordenó. 213
—¡Calma, majestad! —repuso el narrador de cuentos—, el río es muy 224
torrentoso, y el pastor debe atravesar a todas sus ovejas, una por una. 238
Entonces voy a terminar el cuento. 244
El rey entonces siguió escuchando cómo el pastor iba atravesando 254
cada una de sus ovejas, y cuando ya llevaba cerca de cien, se quedó 269
profundamente dormido. 271
Dicen que a partir de entonces es costumbre recomendarles a las 283
personas que no se pueden quedar dormidas, contar ovejas hasta 294
lograrlo… 295

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DIA 1 DIA 2 DIA 3 DIA 4

EL HOMBRE QUE CONTABA HISTORIAS 5


Cuadernillo de 5°
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Había una vez un hombre muy querido en su pueblo porque contaba 18


historias. 19
Todas las mañanas salía del pueblo y, cuando volvía por las noches, 32
los trabajadores, después de haber trabajado todo el día, se reunían a 45
su alrededor y le decían: 50
—Vamos, cuenta, ¿qué has visto hoy? 56
Él explicaba: 58
—He visto en el bosque a un fauno que tenía una flauta y que obligaba 74
a danzar a un grupo de silvanos. 81
—Sigue contando, ¿qué más has visto? —pedían los hombres. 90
—Al llegar a la orilla del mar he visto, al filo de las olas, a tres sirenas 108
que peinaban sus verdes cabellos con un peine de oro. 118
Y los hombres lo apreciaban porque les contaba historias. 127
Una mañana dejó su pueblo, como todos los días… 136
Al llegar a la orilla del mar, he aquí que vio a tres sirenas que, al filo de 155
las olas, peinaban sus cabellos verdes con un peine de oro. 166
Continuó su paseo y, al llegar cerca del bosque, vio a un fauno que 181
tocaba su flauta y a un grupo de silvanos bailando alrededor. 192
Aquella noche, cuando regresó a su pueblo, como lo hacían todos los 205
días, los trabajadores le preguntaron: 210
—Vamos, cuenta: ¿qué has visto? 215
Pero él simplemente respondió: 219
—No he visto nada. 223
En El hombre que contaba historias 229
Los mejores cuentos para niños de Oscar Wilde. Madrid 238

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DIA 1 DIA 2 DIA 3 DIA 4

EL CUENTO QUE NO SE ACABA NUNCA 7

Un rey árabe muy aficionado a los cuentos, ofreció una gran 18


recompensa al que contara uno que no se acabara nunca. Muchos se 31
presentaron, contaron largos cuentos, pero cuando concluyeron, fueron 39
asesinados. Después de mucho tiempo, el único que se atrevió a 51
Cuadernillo de 5°
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presentar fue un extranjero, que estaba seguro de que conseguiría la 63


recompensa. 64
–Se anunció en mi país una escasez muy grande –comenzó el 76
extranjero–. Por precaución, el buen rey hizo construir graneros, que 87
llenó con una inmensa cantidad de trigo. 94
–¿Y qué pasó? –preguntó el rey, esperando que este fuera otro 106
aburrido cuento con final. 110
–Llegó la anunciada escasez y el hambre e innumerables hormigas. 121
Estas consiguieron abrir al granero un agujerito por el que cabía un solo 135
grano. 136
Entró una hormiga y saco un grano de trigo. 145
–¿Y qué más? –preguntó el rey. 151
–Entró otra hormiga y sacó otro grano. 158
–Pero ¿qué más? –dijo el monarca. 164
–Altísimo señor, yo no puedo mentir, entró otra hormiga y sacó otro 177
grano. 178
–¿Y entonces? –preguntó el rey impaciente. 184
–Entró otra hormiga y sacó otro grano. 191
En Cuentos chilenos de nunca Acabar. 197

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DIA 1 DIA 2 DIA 3 DIA 4

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