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¿Por qué Correa saca la cresta a Leonidas Iza?

Publicado en julio 28, 2020 en Conexiones4P/Elenfoque/Info por Martín Pallares

A Rafael Correa y a los suyos no les gustó, o al menos eso es lo que dejaron parecer por su aprehensiva reacción
en redes, que Leonidas Iza haya dicho que Correa no tiene la representación de la izquierda en el Ecuador y que él
no se considera un correísta.

La historia de este rifirafe comenzó el 25 de julio cuando el dirigente indígena de Cotopaxi, y figura clave en las
protestas de octubre, fue proclamado como precandidato presidencial por las bases indígenas de su provincia, en
una ceremonia en Pujilí. Ese día, Iza pronunció un discurso en el que dijo que era necesario que hiciese dos
aclaraciones indispensables para entender su precandidatura: una, que no era correísta como mucha gente lo
afirma dentro del propio movimiento y, dos, que no es cierto que sea un traidor por no haber logrado derrocar a
Lenín Moreno en octubre pasado.

Aunque aparentemente Correa se molestó con Iza por el tema de la representación de la izquierda y la negación
de su supuesto correísmo, la verdad es que el dirigente indígena se extendió mucho más durante su discurso al
explicar las razones por las que no se pudo concretar el golpe de Estado a Moreno. «En octubre -dijo- no hubo
traición». Para él, si Moreno no fue derrocado como lo fueron a su debido tiempo Mahuad, Bucaram y Gutiérrez
fue por tres motivos: la derecha no se sumó al golpe, los militares y policías permanecieron junto al Gobierno y
los medios de comunicación masivos no simpatizaron con el intento. El discurso de Iza, en realidad, fue más una
especie de explicación, que rayó en la disculpa, sobre el fracaso del golpe de Estado, que un manifiesto ideológico
que le permitiera tomar distancias frente al correísmo y a Correa. En los próximos días, prometió, se publicará un
libro sobre el alzamiento de octubre. Iza fue, en Pujilí, mucho más un golpista que analizaba las razones de su
fracaso que un anti correísta explicando las razones de su aversión a esa corriente.

La respuesta de Correa y de los suyos, sin embargo, se produjo cuando el Movimiento Indígena de Cotopaxi, al
que pertenece Iza, redactó un mensaje en Twitter en el que citaba una frase del discurso del dirigente: «no
aceptaré que me acusen de correísta, cuando fuimos los que denunciamos su falsa revolución…». Correa, como
tuitero compulsivo que es, inmediatamente reaccionó. «Para los que tenían alguna esperanza en Leonidas Iza…»,
escribió, con tres emojis a línea seguida de una figura que se tapa la cara en señal de bochorno.

La cosa no quedó ahí. A partir de ese episodio el ex presidente colocó mensajes en los que, de una u otra forma,
pretendía aparecer como el gran benefactor del movimiento indígena. A ese esfuerzo se sumó su aparato de
propaganda en redes sociales con mensajes similares, acompañados con publicaciones sobre las obras de su
gobierno que supuestamente benefician a los indígenas.

La cereza del pastel en este operativo correísta frente a las declaraciones de Leonidas Iza fueron dos videos que
Correa y los suyos se esmeraron en replicar, compartir y comentar. La manifiesta intención, en ambos, es
posicionar la idea de que la dirigencia de la Conaie no representa a los indígenas y que sus dirigentes están más
interesados en hacer dinero que en defender las causas indígenas. Los dirigentes de la Conaie son unos vendidos,
era el mensaje de fondo de estas dos piezas audiovisuales.

En uno de los videos, una joven indígena que dice llamarse Selena Anangana, de Chibuleo, aparece agradeciendo
a Correa por las obras de su gobierno y afirmando que pudo educarse gracias a uno de los Colegios del Milenio:
«quisiera darles un mensaje de por qué soy correísta a aquellos dirigentes que usan el nombre de nuestras
comunidades para llenar sus bolsillos y llegar a puestos». En otro video, aparece un joven que dice llamarse
Estuardo Quisphe, que se presenta como indígena y afirma ser «orgullosamente correísta hasta la última gota de
mi sangre». Él acusa a los dirigentes de la Conaie de usarlos como «carnada». Además, sostiene que la «política es
como el fútbol, muchos entrenan para ser los mejores del mundo pero Messi es Messi y en política Correa es
Correa, papá».

¿Por qué Correa puso tanta atención a Iza, desplegando un operativo en redes para contestarle que puede
parecer sobredimensionado? La respuesta puede estar en un hilo de Twitter que redactó uno de sus más
virulentos partidarios, David Villamar, y que el propio Correa así como muchos de sus más cercanos
colaboradores se encargaron de retuitear. En ese larguísimo hilo se deja entrever que hubo frustración en el
correísmo y en el propio Correa al ver que Iza cerraba las puertas de un posible entendimiento para incorporar al
movimiento indígena en el frente electoral que está tratando de tejer para las elecciones. «Deje de ganarse
enemigos en el correísmo. Abra los ojos: el hecho de que, en octubre pasado, ustedes hayan puesto los muertos y
nosotros los presos, debería decirle algo sobre quiénes son sus aliados naturales, y quiénes, los adversarios
comunes que enfrentamos…», dice Villamar en su quincena de tuits.

Un activista cercano a los movimientos indígenas, dijo a 4P. que es probable es que dentro del correísmo había la
esperanza de que Iza abriera las puertas o enviara una señal para un acuerdo electoral. Sus declaraciones y sobre
todo el tuit del Movimiento Indígena de Cotopaxi produjeron una frustración que se tradujo luego en la reacción
en contra del dirigente indígena.

Otra explicación podría ser que Correa reaccionó al tuit del Movimiento Indígena de Cotopaxi y no se dio la
molestia de escuchar el discurso de Iza. De haberlo hecho, se hubiera dado cuenta de que Iza habló mucho de la
necesidad de articular un frente progresista para las elecciones sin descartar al correísmo. Además, afirmó que es
necesario superar la polarización de correísmo y anti correísmo: «este país no puede quedar en el límite de la
polarización de la política tradicional. Salgamos de este cascarón de correístas y anticorreistas».

Iza está abierto a un frente que incluya tanto a los correistas radicales como a aquellos que se alejaron de ese
núcleo como Alberto Acosta o Fander Falconí. Eso sí, dijo la fuente cercana al movimiento indígena, ni Iza ni los
otros ven con buenos ojos el pedido del correísmo de comprometerse, en caso de llegar al poder, a extender una
amnistía o indulto a Correa. En todo caso, si es verdad que ese es el ánimo de Iza, un acercamiento entre ambos
sectores, luego de la reacción de Correa, parece más difícil.

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