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Bakhtin
raria rusa contemporánea. La amplitud y profundidad de sus intereses se refleja en Fragmentos de una teoría dialógica de la obra literaria*
una extensa obra que, basada inicialmente en premisas marxistas, comprende ímpor.
tantes estudios sobre filosofía del lenguaje, estética, teoría e historia literarias, poéti-
ca de la novela y tipología cultural. Hijo de una familia perteneciente a la antigua La obra de Mikhail M. Bakhtin constituye una de las más ambiciosas y
nobleza venida a menos, su infancia la pasó entre Vílníus y Odessa. Luego cursó estu-
sistemáticas teorías literarias del siglo XX. El programa teórico de Bakhtin se
dios de filología clásica en la Universidad de Petrogrado (1913-1918), al tiempo que
se sometía a un intenso programa de autodídactismo en filosofía, historia, literatura, caracteriza por una rigurosa complementación de diversos métodos y enfo-
psicología y lingüística. Pese a comenzar ganándose la vida como maestro de escuela ques críticos que se ponen al servicio de una concepción general, sincróni-
en Vítebsk, donde estrechó lazos con Voloshínov y Medvedev, su situación profesio- ca y diacrónica, de la literatura. El «método» bakhtiniano se fundamenta así
nal, durante los afios veinte, fue fluctuante. Su salud, precaria, no le impidió redac- en la convergencia de múltiples perspectivas teórico-críticas que se integran
tar un tratado sobre la naturaleza de la responsabilidad moral, la filosofía del acto y en un sistema poliédrico de análisis e interpretación de las formas literarias.
el heroísmo en la acción estética. En 1924, ya de vuelta en San Petersburgo, redacta Tal sistema incluye los principales postulados de la estética idealista, la her-
Problemas metodológicos de la estética de la creación verbal, trabajo en el que discute las menéutica romántica y la metodología de las «ciencias del espíritu» que
nociones de materia, forma y contenido en la obra de arte. Bakhtín trata de cavar un tiene su máximo exponente en W. Dilthey; las contribuciones de la etno-
camino intelectual independiente, ajeno a la doble deriva, formalista y sociológica,
logía y la folclorística eslavas que, desde A. N. Veselovsky hasta V. Propp,
que entonces determinaba los estudios literarios y lingüísticos en Rusia. En 1929 es
sentaron las bases científicas de una poética antropológica y de una tipolo-
arrestado por presunta colaboración con el activísmo clandestino de la Iglesia orto-
doxa rusa y deportado durante seis afios a Kustanai, entre Síberia y Kazajstán. En su gía de la cultura; las ideas más productivas -críticamente asimiladas- del
exilio, trabajando como librero en una granja colectiva, redacta algunos de sus ensa- formalismo ruso y de las categorías centrales de la lingüística estructural y
yos decisivos sobre la teoría de la novela y comienza a estudiar la obra de Rabelaís. la semiótica; las teorías marxistas del lenguaje, la antropología cultural, la
En 1941 presenta su tesis doctoral sobre este autor francés al Instituto Gorkí de historia de las ideas, etc. En Balilitin este pluralismo metodológico se orga-
Literatura Universal en Moscú. En 1936 comienza su andadura académica como niza en un modelo complexivo cuya articulación comprende: a) una teoría
profesor en el Instituto Pedagógico Mordovía, en Saransk, donde ensefió literatura del lenguaje como proceso dialógico de naturaleza histórica, social e ideo-
rusa y universal hasta 1961. Tras el período estalinista, de cuya represión Balduin lógica; b) una teoría dialógica de la cultura que concede la mayor impor-
logró salvarse debido a la escasa circulación impresa de su obra, su grandiosa contri- tancia a las relaciones y los contrastes entre la «tradición popular» y la «tra-
bución teórica es objeto de un fulgurante redescubrimiento interior. Movido por la
dición culta», y e) una teoría dialógica de la literatura que culmina en una
admiración de colegas más jóvenes, no duda en reeditar algunos estudios, como el de
poética de la novela polifónica como forma literaria característica de la
Dostoíevski, y en publicar algunos manuscritos inéditos, como sus ensayos sobre el
cronotopo o el libro sobre Rabelaís. Desde finales de los afios sesenta, un sector de la modernidad. En línea de principio, la teoría balmtiniana del lenguaje esta-
intelectualidad francesa, liderado por Krísteva y Todorov, comienza a aclimatar las blece una distinción entre «monologismo» y «dialogismo» que lleva consi-
tesis bakhtíníanas en el entorno teórico del postestructuralísmo. El estudio de go una serie de oposiciones epistemológicas, ideológicas y estéticas aplica-
Todorov titulado Mikhaii Bakhtine. Le príncipe dialogíque (1981) consagra definiti- bles al estudio de las tradiciones culturales, artísticas y literarias.
vamente la figura del teórico ruso. En Estados Unidos dicha aclimatación fue reali-
zada en gran medida por el eslavísta Michael Holquist desde finales de los setenta. Un mundo artístico monológico no conoce el pensamiento ajeno, la
Desde entonces, prescindir de Bakhtin en una reflexión teórica sobre la novela supo- idea ajena como objeto de representación. En un mundo semejante,
ne un acto de extrema irresponsabilidad. Con todo, sigue pesando sobre su escritura todo lo ideológico se desintegra en dos categorías, la primera de las cua-
el estigma de la confusión editorial y la dudosa autoría. A las frecuentes circunstan- les agrupa las ideas correctas y significativas, aquellas que se centran en
cias personales y políticas adversas que marcaron su vida se debe, como veíamos, la la conciencia del autor y que tienden a formar la unidad de sentido de
tardía difusión internacional de sus escritos, unos dispersos y reelaborados en distin- una visión del mundo. Estos pensamientos no se representan, sino que
tas versiones, otros publicados con los nombres de quienes fueron los más represen-
tativos colaboradores e integrantes del llamado «Círculo de Balmtin>>: Valentin N.
Voloshínov y Pavel N. Medvedev. Entre sus numerosas obras se cuentan títulos cen-
*Debido a la dificultad objetiva de seleccionar un fragmento o un texto breve
trales como: El método formal en los estudios literarios (1928, en colaboración con
de M. Balmtin que incluya sínópticamente sus principales contribuciones teórico-
Medvedev); El marxismo y la filosofla del lenguaje (1929, también atribuído a
críticas, se ha optado en este caso por resumir algunas de sus ideas más influyentes
Voloshinov); Problemas de la poética de Dostoievski (1929; 2 1963); La obra de Franr;ois
y por extractar unos cuantos pasajes representativos de su concepción de la literatu-
Rabelais y la cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento (1965); Estética y teo-
rfa de la novela (1975) y Estética de la creación verbal (1979). ra, con el único propósito de ofrecer un esquema introductorio al estudio de las teo-
rías literarias balmtínianas.
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se afirman, esta afirmación se expresa objetivamente en su particular El diálogo sólo se ha estudiado como forma compositiva de la
acentuación, en su estatuto específico en la totalidad de la obra, en la
estructura del habla, y se ha ignorado casi siempre la dialogización
misma forma estilística verbal de su expresión y en modos diversos de
interna de la palabra (tanto en la réplica como en el enunciado mono-
expresar un pensamiento significativo y sostenido [... ].
En un mundo monológico tertium non datur, un pensamiento 0 lógico), que impregna toda su estructura, todos sus estratos semánti-
bien se afirma, o bien se niega, de otra manera un pensamiento pierde cos y expresivos. Pero, precisamente esa dialogización interna de la
su plenitud de sentido [... ]. Un pensamiento ajeno refutado no rompe el palabra, que no acepta las formas dialogísticas compositivas externas,
contexto monológico, al contrario, éste se encierra con una mayor tena- que no se separa por medio de un acto autónomo de la concepción de
cidad dentro de sus límites. Una idea ajena negada no es capaz de crear, su objeto por la palabra misma, posee una enorme fuerza de modela-
junto con una conciencia, una conciencia ajena equitativa[ ... ]. ción estilística [... ]
Los principios del monologismo ideológico tuvieron su expresión La palabra nace en el interior del diálogo como su réplica viva, se
teórica más clara en la filosofía idealista. El principio monista, es decir, forma en interacción dialógica con la palabra ajena en el interior del
la afirmación de la unidad del ser, se convierte en el idealismo en el prin- objeto. La palabra concibe su objeto de manera dialogística [... ]
cipio de la unidad de la conciencia [... ].
La palabra viva, que pertenece al lenguaje hablado, está orientada
La unidad de la conciencia que sustituye a la unidad del ser se con-
directamente hacia la futura palabra-respuesta: provoca su respuesta, la
vierte inevitablemente en la unidad de una sola conciencia; no importa
en absoluto la forma metafísica que adquiera: la de la «conciencia en anticipa y se construye orientada a ella. Formándose en la atmósfera de
general» (Bewusstsein überhaupt), la del «yo absoluto», la del <<espíritu lo que se ha dicho anteriormente, la palabra viene determinada, a su vez,
absoluto», la de la «conciencia normativa», etc. Pero junto a esta con- por lo que todavía no se ha dicho, pero que viene ya forzado y previsto
ciencia inevitablemente única se encuentra la multiplicidad de las concien- por la palabra de la respuesta. Así sucede en todo diálogo vivo [... ]
cias humanas empíricas. Desde el punto de vista de la «conciencia en Como hemos dicho, el fenómeno de la dialogización interna está pre-
general», esta multiplicidad de conciencias es fortuita y, por decirlo así, sente, en mayor o menor medida, en todos los dominios de la vida de la
superflua. Todo aquello que en estas conciencias es esencial y verdadero palabra. Pero si en la prosa extraliteraria (costumbrista, retórica, científica),
forma parte del contexto unitario de la «conciencia en general» y carece la dialogización, por regla general, se aísla en un acto especial indepen-
de individualidad. Aquello que es individual, que distingue una con- diente, y se manifiesta en el diálogo directo o en otras formas distintas,
ciencia de otra y de las demás conciencias, carece de importancia cog-
expresadas compositivamente, de delimitación y polémica con la palabra
noscitiva y se refiere a la organización psíquica y al carácter limitado del
ajena, del otro, en cambio en la prosa artística, especialmente en la novela,
ser humano. Desde el punto de vista de la verdad, no existen concien-
cias individuales. El único principio de individualización cognoscitiva la dialogización recorre desde el interior, con la palabra de su objeto y su
que conoce el idealismo es el error [... ]. expresión, la concepción misma, transformando la semántica y la estructu-
Hay que anotar que el concepto mismo de verdad única no sugiere ra sintáctica del discurso. La interorientación dialógica se convierte aquí, en
forzosamente la necesidad de una conciencia única y unitaria. Es abso- cierta medida, en el acontecimiento de la palabra misma, al cual da vida y
lutamente admisible y factible que la verdad única exija la pluralidad de dramatiza desde el interior en cada uno de sus elementos.
conciencias, que por principio no pueda ser abarcada por una sola con-
ciencia, que por naturaleza tenga el carácter de acontecimiento y que se [M. M. Bakhtin, Teoría y estética de la novela, trad. de Helena S.
origine en el punto de contacto de varias conciencias [... ] Kriúkova y Vicente Cazcarra, Madrid, Taurus, 1989, pp. 97 y 101.]
La idea es un acontecimiento vivo que tiene lugar en el punto de
encuentro dialógico de dos o varias conciencias. La idea en este sentido
En un ensayo programático sobre el contenido, el material y la forma
se asemeja a la palabra con la que se une dialécticamente. Igual que la
palabra, la idea quiere ser oída, comprendida y «respondida>> por otras
de la obra literaria, Bakhtin expone el principio general de una distin-
voces desde otras posiciones. Igual que la palabra, la idea es dialógica por ción entre «forma compositiva» (estructuración del material lingüístico)
naturaleza, y el monólogo es únicamente una forma convencional de su y «forma arquitectónica» (estructura epistemológica y axiológica de la
expresión, constituida con base en el mismo monologismo ideológico de obra) sobre la que sería posible construir una teoría general de la litera-
la época moderna que ya hemos caracterizado. tura basada en la estética sistemática:
[M. M. Bakhtin, Problemas de la poética de Dostoievski, trad. de Tatiana Las formas arquitectónicas son formas del valor espiritual y material del
Bubnova, México, F CE, 1986, pp. 113, 117 ss.] hombre estético. Las formas de la naturaleza -como son el ambiente, las for-
mas del acontecimiento en su aspecto personal, de la vida social e histórica,
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etc., son todas ellas logros, realizaciones; no sirven para nada si no son a f(llizaci6n histórica de la polifonía novelesca que asimila un enorme con-
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sufitClentes; e
son rormas, ·c. 'dad , de 1a extstenCla
en su especHtcl ' ' estética. Ut(l,. nro heterogéneo de poéticas anteriores, la dialéctica evolutiva que
Las formas compositivas que organizan el material tienen cará ¡u rnpenetra en un mtsmo proceso los valores estéticos e ideológicos del
. .. . . bl d .
te1eo16 gtco, utl1ttano, como mesta e, y se estman a una valorac'16
cter y del presente. La observación retrospectiva del movimiento trans-
puramente tecmca: esta ecer asta que punto rea tzan a ecuadarne n
' · bl h ' 1· d incubado en las f?rmas seminales de lo que con el tiempo será
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. determma . 1a elecciónUte
d Ja novela moderna hace postble contemplar la historia del género noveles-
la forma compositiva; así, la forma de tragedia (la forma del acontec¡..e co como un impulso evolutivo insinuado ab origine:
miento, y en parte de la personalidad, es el carácter trágico) elige¡
forma compositiva adecuada: la dramática. Naturalmente, no resultada De esta manera, la novela -ya desde el comienzo- se construyó con
aquí que la forma arquitect6nica exista de forma acabada en algún luga: otros materiales que los demás géneros acabados; posee otra naturaleza; a
y que pueda ser realizada haciendo abstracci6n de lo compositivo. [...¡' través de ella, junto con ella y en ella, se ha conformado, en cierta medi-
Las principales formas arquitect6nicas [lo c6mico, lo trágico, lo gro. da, el futuro de toda la literatura. Por eso la novela, una vez hubo naci-
tesco, lo heroico ... ] son comunes a todas las artes y al entero dominio de do, no pudo convertirse simplemente en un género más entre otros géne-
lo estético, constituyendo la unidad de ese dominio. Entre las formas ros, ni pudo establecer relaciones con los demás géneros en base a una
compositivas de las diferentes artes existen analogías condicionadas por coexistencia pacífica y armoniosa. En presencia de la novela, todos los
la comunidad de objetivos arquitect6nicos; pero las particularidades de demás géneros empezaron a tener otra resonancia. Comenz6 una lucha
los materiales hacen valer aquí sus derechos. [... ] de largo alcance, una lucha por la novelizaci6n de los demás géneros.
Con demasiada frecuencia, la forma es entendida como técnica; cosa
que es característica tanto del formalismo como del psicologismo en la his- [M. M. Bakhtin, Teoría y estética de la novela, cit., p. 484.]
toria y en la teoría del arte. Nosotros, en cambio, examinamos la forma en
el plano puramente estético. En tanto que forma significativa desde el Desde una perspectiva tipológico-formal, la teoría dialógica de Balchtin
punto de vista artístico. El problema principal que planteamos en este concibe la novela como un sistema plurilingüístico y pluriestilístico
capítulo es el siguiente: ¿c6mo puede la forma, realizada por entero en base compuesto por a) la narración literaria directa del autor, b) la estilización
al material [el lenguaje], convertirse en forma del contenido, relacionarse de las diversas formas de la narración oral popular y tradicional (skaz),
con él axiol6gicamente? O, con otras palabras, ¿c6mo puede la forma e) la estilización de diferentes formas de la narración semiliteraria cos-
compositiva -la organizaci6n del material- realizar la forma arquitectóni- tumbrista (cartas, diarios, memorias ... ), d) las múltiples formas literarias
ca, es decir, la uni6n y la organizaci6n de los valores cognitivos y éticos? del lenguaje extraartístico del autor (géneros filosóficos, científicos, retó-
ricos, judiciales, etc.), y e) el lenguaje de los personajes estilísticamente
[M. M. Bakhtin, Teoría y estética de la novela, cit., pp. 27, 27 y 61.] marcado e individualizado. Dialogismo, pluralidad de voces enunciati-
vas y polifonía ideológica definen la heteróclita orquestación formal del
La diferencia bakhtiniana entre forma compositiva y forma arquitectó- texto novelesco, que incorpora, por su propia versatilidad compositiva,
nica se combina posteriormente con un concepto histórico de «género lite- estructuras literarias precedentes. Desde un punto de
rario» como dialéctica entre formas que desencadena un proceso que fluc- la novela se constituye para Bakhtin en una espe-
túa entre arcaísmo y renovación de las estructuras literarias. Entendido cie metagenero que formas como la epopeya, los géneros
como molde transmisor de formas y contenidos tópicos a través de la tra- ret6ncos y la llamada «ltteratura carnavalizada» (diálogo socrático, dia-
dición poética, el género revela la estructura dialéctica que en cada obra se triba, parodia, sátira menipea, etc.), a la que el crítico ruso dedicó su
expresa como unidad y transformación de la literatura del pasado en cada sobre La de Franrois Rabelais y la cultura popular de la Edad
presente. En Bakhtin el género manifiesta el desarrollo de las formas lite- Medta y el Renactmtento, una de sus obras más importantes en la que
rarias que corresponden a la multiplicidad de concepciones y representa- reconstruye la presencia de antiguas tradiciones folclóricas e imágenes
ciones del mundo histórico. De modo que en las diversas configuraciones carnavalescas en la épica cómica de F. Rabelais. El concepto balchtiniano
de los géneros se traslucen las formas del pasado recreadas por sucesivos de «literatura carnavalizada», que encierra los procedimientos transfor-
modelos epocales que desenvuelven la historicidad del sistema literario. de P.arodia. y da lugar al realismo grotesco de
Así, la obra de Dostoievsky -que en la teoría balchtiniana representa la los generos comtco-senos, se caractenza por rasgos temáticos y estructu-
consecución perfecta de la novela moderna- permite comprender, como rales como los siguientes:
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