Está en la página 1de 2

Los docentes no deben cometer errores ortográficos.

Los docentes no deben cometer errores ortográficos. La ortografía es la base principal de


la comunicación y los cimientos de una sociedad moderna; como futuros profesores de
lengua no podemos permitirnos, en el transcurso de nuestra formación, cometer errores de
este tipo. ¿Cómo puede un docente enseñar algo de lo que ni siquiera él se encuentra
seguro? ¿Cómo podemos exigirle a nuestros estudiantes que formulen un enunciado
correcto, si no podemos diferenciar entre “Hay, Ay y Ahí”? Si bien la primera escuela es la
casa, en muchos casos los padres no tienen la formación académica adecuada, y precisan de
una educación formal que les permita a sus hijos evitar ciertos inconvenientes en un futuro.
Pero ¡ojo!, existen también casos en los que los padres culpan a los docentes, sin darle ellos
importancia a las tareas que los chicos llevan a la casa.

La ortografía es nuestra identidad escrita, sin ella se perdería la transmisión del saber y
el conocimiento, es nuestra fuente de comunicación, nos permite el entendimiento para
poder ser completamente seres relacionales.

La RAE es la entidad que unifica las directivas para todo el mundo de habla hispana, y
quien va realizando publicaciones y cambios en la ortografía. Entonces, si todo a nuestro
alrededor cambia, ¿por qué no iba a hacerlo la ortografía? Son muchas y muy distantes las
opiniones sobre este aspecto. Podemos destacar una cita del escritor Gabriel García
Márquez: "Simplifiquemos la ortografía, antes que la ortografía nos simplifique a
nosotros”, pero ¿no sería muy fácil omitir las reglas para poder escribir libremente?

El filólogo venezolano Andrés Bello en el siglo XIX, también pretendía simplificar las
reglas de la lengua. Quería suprimir la hache al comienzo de las palabras (ombre, ueso), y
la u muda tras la g o la q. La c desaparecería y las palabras con esta letra se escribirían con
z. La pregunta es ¿podríamos imaginarnos que un alumno “iría a la qarnizería a qomprar
zerdo”? Por favor no permitamos que la ortografía se simplifique, mas bien busquemos que
evolucione y que el alumno tenga la facilidad de simplificar su uso, que el uso correcto se
convierta en algo habitual. Seamos el modelo en que nuestros alumnos se reflejen,
corrijamos para ayudarlos a mejorar.
En conclusión, está bastante clara la importancia que protagoniza la ortografía en la
sociedad actual. Y somos los futuros docentes los que debemos predicar con el ejemplo,
somos nosotros los que debemos formarnos para crear personas que puedan salir a la calle a
competir y pelear por un futuro. Personas que puedan solicitar empleo por escrito, o
simplemente enviar una carta a un amigo.

También podría gustarte