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ASERTIVIDAD

A continuación, define la comunicación asertiva y presenta una serie de consejos y


fórmulas. Se recomienda practicar con un par de ejemplos.

Cada uno, de manera individual, escribe una situación (real o hipotética) que les
produzca tensión y en la que le gustaría practicar la comunicación asertiva.

Se forman subgrupos de entre 4 y 6 participantes. Cada uno, en el subgrupo,


compartirá la situación con sus compañeros.

Dentro del subgrupo, se formarán dos filas de manera que en un lado haya una pareja
y en el otro, el resto de integrantes del subgrupo. El facilitador del grupo
designará una fila como “disputadora” en la que de izquierda a derecha habrá un
gradiente de grados de disputa, del más leve al más severo.

En la otra fila están el voluntario y su compañero. El voluntario debe describir la


situación de estrés que eligió e irá respondiendo a cada disputador por turno,
respondiéndole de manera asertiva.

El compañero del voluntario le ofrece apoyo y se asegura de que los disputadores


comprenden lo que está exponiendo el voluntario. Además, ofrece feedback al
voluntario sobre cómo se está desenvolviendo.

Se produce un debate con el grupo grande en el que se identifiquen los elementos


qué han obstaculizado la comunicación y qué herramientas y estrategias se han
utilizado.

Si se dispone de más tiempo, se repite la dinámica cambiando los roles de cada uno
dentro del subgrupo para que puedan experimentar distintos puntos de vista.

3- Fotoproyección
Objetivos
Permitir que cada persona se exprese libremente.

Identificar cómo cada uno se identifica.

Tiempo necesario
Alrededor de 20 minutos.

Tamaño del grupo: ilimitado.

Lugar
Espacio amplio en el que los participantes puedan trabajar por subgrupos.

Materiales necesarios
Por cada subgrupo, una fotografía de algo que dé pie a que los participantes
imaginen una situación. Además, folios, bolígrafos y una pizarra con rotulador o
tiza.

Pasos a seguir:
El dinamizador divide al grupo por subgrupos, en función del número de
participantes en la actividad.

Le ofrece a cada subgrupo una fotografía y les pide que, de manera individual,
escriban qué sucedió antes de la foto, qué ocurre en el momento de la foto y qué
pasará después.

Cuando hayan acabado, uno a uno comparte con sus compañeros su narración. Debaten
entre todos e intentan llegar a una situación común.
Cada subgrupo elige a un compañero que exponga delante de los demás compañeros.

Discusión: el dinamizador debe guiar el debate para que cada uno pueda aplicar
estas situaciones a su vida diaria.

4- Pasivo, agresivo y asertivo


Objetivo
Discernir entre los distintos tipos de comunicación.

Tiempo necesario
Alrededor de 120 minutos.

Tamaño del grupo


Ilimitado.

Lugar
Espacio amplio en el que los participantes puedan trabajar por subgrupos.

Materiales necesarios
Folios, bolígrafos y una pizarra con rotulador o tiza.

Pasos a seguir:
El facilitador dirige una lluvia de ideas sobre la asertividad.

Después, de manera individual, cada uno debe pensar en la persona más sumisa que
conozcan y anotar características sobre su comportamiento.

Se les pide que se levanten todos y actúen de un lado al otro del aula o salón con
una actitud sumisa, utilizando exclusivamente el lenguaje no verbal.

El facilitador les pide que se queden quietos, como estatuas, adoptando gesto
sumiso. Va comentando y tomando nota de cómo el grupo ha caracterizado este
comportamiento.

A continuación, se cambia de comportamiento sumiso a agresivo. Previamente, han de


escribir de manera individual las características de la comunicación agresiva.

De nuevo, han de quedarse paralizados y el facilitador irá comentando y pidiendo la


colaboración del grupo para tomar nota.

Los integrantes del grupo van tomando asiento y elaboran, en grupo, una lista de
comportamientos de una persona asertiva, sobre todo en relación a la conducta no
verbal.

Otra vez, han de moverse por el aula tomando una actitud asertiva y en silencio. El
facilitador repite el pedirles que se queden como estatuas y tomar nota del
comportamiento no verbal.

El facilitador dirige un debate en el que se analizan los distintos estilos


comunicativos y cómo se han sentido los participantes de la dinámica en cada uno de
ellos. Posteriormente, se introducen situaciones en las que el comportamiento es
asertivo y se practican. También, se pueden usar ejemplos de situaciones en las que
practicar el estilo asertivo.

5- Historia colectiva
Objetivos
Compartir sentimientos con el resto de compañeros.

Crear una historia en común.

Fortalecer los vínculos y relaciones.

Tiempo necesario
Alrededor de 30 minutos.

Tamaño del grupo


Ilimitado.

Lugar
Espacio amplio en el que los integrantes del grupo puedan sentarse en círculo.

Materiales necesarios
Un ovillo de lana.

Pasos a seguir:
El facilitador del grupo introducirá el tema en cuestión. Esta técnica es aplicable
en distintos ámbitos y momentos por los que pasa un grupo. Lo importante es que
haya confianza y cada uno pueda expresarse con libertad. Por ejemplo, puede usarse
como desahogo, expresión emocional, para cerrar un grupo, etc.

Consiste en que la persona que tiene el ovillo de lana comparta con el grupo
aquello que desee y que se quede con el extremo del ovillo.

A continuación, debe pasar el ovillo al compañero que quiera.

Éste debe comentar lo que quiera y agarrar el ovillo. A continuación, se lo pasará


a otro compañero.

La dinámica acaba cuando hayan participado todos.

La reflexión final debe ir acompañada del tejido que nace entorno a un equipo y las
relaciones que surgen dentro del mismo.

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