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Conociendo los pasos que encaminan a que nuestro discurso sea asertivo y
poniéndolos en práctica con distintos ejercicios, conseguirás mayores
éxitos.
1- Derechos asertivos
Objetivos
Desarrollar el autoconocimiento.
Tiempo necesario
Alrededor de 60 minutos.
Ilimitado.
Lugar
Materiales necesarios
El facilitador del grupo pide que cada integrante del grupo, de manera
individual, escriba en un folio los derechos que considera que tienen en el
ámbito familiar, el laboral y dentro de la sociedad.
Pasado el tiempo que hayan acordado previamente, cada grupo expone sus
conclusiones. Se propicia el debate en grupo.
El facilitador les pide que, de nuevo, se pongan por grupos y piensen qué
derechos tienen las personas que rodean el contexto familiar, laboral y la
sociedad en general.
Una vez que hayan finalizado, se debate cómo se puede respetar a los
demás, haciéndonos respetar.
2- Escalada
Objetivo
Tiempo necesario
90 minutos aproximadamente.
Ilimitado.
Lugar
Materiales necesarios
Pasos a seguir:
Dentro del subgrupo, se formarán dos filas de manera que en un lado haya
una pareja y en el otro, el resto de integrantes del subgrupo. El facilitador
del grupo designará una fila como “disputadora” en la que de izquierda a
derecha habrá un gradiente de grados de disputa, del más leve al más
severo.
3- Fotoproyección
Objetivos
Tiempo necesario
Alrededor de 20 minutos.
Lugar
Materiales necesarios
Por cada subgrupo, una fotografía de algo que dé pie a que los
participantes imaginen una situación. Además, folios, bolígrafos y una
pizarra con rotulador o tiza.
Pasos a seguir:
Discusión: el dinamizador debe guiar el debate para que cada uno pueda
aplicar estas situaciones a su vida diaria.
Objetivo
Tiempo necesario
Lugar
Materiales necesarios
Pasos a seguir:
Se les pide que se levanten todos y actúen de un lado al otro del aula o
salón con una actitud sumisa, utilizando exclusivamente el lenguaje no
verbal.
Otra vez, han de moverse por el aula tomando una actitud asertiva y en
silencio. El facilitador repite el pedirles que se queden como estatuas y
tomar nota del comportamiento no verbal.
5- Historia colectiva
Objetivos
Tiempo necesario
Alrededor de 30 minutos.
Ilimitado.
Lugar
Espacio amplio en el que los integrantes del grupo puedan sentarse en
círculo.
Materiales necesarios
Un ovillo de lana.
Pasos a seguir:
Objetivo
Practicar la asertividad.
Tiempo necesario
Alrededor de 30 minutos.
Ilimitado.
Lugar
Materiales necesarios
Pasos a seguir:
7- Obstáculos
Objetivos
Tiempo necesario
Alrededor de 45 minutos.
Ilimitado.
Lugar
Materiales necesarios
Pasos a seguir:
Objetivo
Tiempo necesario
Alrededor de 30 minutos.
Lugar
Materiales necesarios
Pasos a seguir:
Deben de dibujar algo que quieran compartir con esa persona o decirle.
Durante este tiempo no está permitido hablar. Puede utilizarse música
relajante que contribuya a la creación de un clima cómodo.
Reflexión final sobre lo que han sentido y, cómo, lo han expresado a través
del dibujo. También, sobre cómo se han sentido sin poder hablar mientras
dibujaban.
9- Oposición asertiva
Objetivo
Tiempo necesario
30 minutos aproximadamente.
Ilimitado.
Lugar
Materiales necesarios
Pasos a seguir:
El dinamizador introducirá la dinámica explicando que dentro de la
asertividad resulta importante a decir que no si no nos apetece hacer algo.
Se introducen distintas situaciones del día a día en las que puede ocurrir
que realmente no nos apetezca acudir. Por ejemplo: acompañar a un amigo
a comprar los regalos de Navidad una tarde en la que el centro comercial
estará lleno de gente.
Entre todos, bajo la supervisión del facilitador, elaboran qué podrían decir
en esas situaciones.
10- Libre
Objetivo
Tiempo necesario
Alrededor de 40 minutos.
Ilimitado.
Lugar
Materiales necesarios
Ninguno en especial.
Pasos a seguir:
APEGOS EMOCIONALES
¿Qué es el apego? El apego es un estado emocional de vinculación, en
algunos casos compulsiva, una especie de capricho a algo,… a una
situación, cosa, persona o pensamiento determinado,… que genera en
ocasiones la creencia persistente de que sin eso no se puede vivir o ser
feliz.
¿Cuáles son las implicaciones del apego? El Apego suele ser la
causa de nuestras mejores y peores acciones. Cuando estamos bajo la
influencia del apego, discriminamos entre lo que es bueno y lo que es
maligno, lo que es hermoso y lo que es desagradable, y luego nos
aferramos a lo que parece ser atractivo y evitamos lo que parece
mezquino y detestable.
¿Por qué uno se apega? Apego y repulsión son emociones
perturbadoras que surgen por la falta de comprensión sobre la
naturaleza de las cosas tal y como son y como aparecen. Es debido a la
ignorancia que la mente acepta y rechaza los objetos del apego y la
repulsión.
¡Nos duele aferrar! Creemos sufrir por aquello que se va, pero en
realidad sufrimos por el apego que nosotros mismos hemos generado
con eso. Es algo que nace, vive y muere en nosotros. Si algo toma su
rumbo, significa que va a estar mejor… ¿Entonces que nos duele? Nos
duele vernos sin eso, nos duele abortar las ilusiones y esperas
generadas…
¿Por qué tenemos esa tremenda necesidad de apego? El apego se
basa en nuestro temor e inseguridad, y ésta última en la falta de
conocimiento de nuestro Yo. Con la sabiduría de la discriminación,
conocemos las cosas tal como aparecen, tal como son, sin opiniones
confusas y basadas en prejuicios.
Otra forma en la que los apegos “nos atrapan” es descrita en detalle por
Vadim Zeland en su trilogía “Reality Transurfing”. Se trata de esas
situaciones en las que elegimos tomar partido por una posición y
rechazamos con energía las demás opciones. Un buen ejemplo es la
política, ya que con frecuencia la gente defiende ciertas ideas y combate
otras de signo opuesto, ignorando que de esta manera solo refuerza la
situación de enfrentamiento.
“El que tiene mucho apego a un rebaño es que tiene algo de borrego”.
(Extraído del libro “El prisionero del cielo” de Carlos Ruiz Zafón)
Sin apego no hay temor. Uno comienza a gozar las cosas cuando está
desapegado, porque el apego produce ansiedad. Si estás ansioso cuanto
te aferras a algo, difícilmente podrás gozarlo. Por lo tanto, lo que te
propongo no es una renuncia al goce: es una renuncia a la posesividad,
a la ansiedad, a la tensión, a la depresión frente a la pérdida de algo.
¿Como lograr la purificación del apego? La meditación es, sin duda,
una poderosa herramienta. Porque sentimos como se “genera” la paz. Es
sentir también cómo nos aislamos de lo externo, cómo nos
desapegamos de los pensamientos, cómo escuchamos a nuestro ser
interno, al universo, a los ángeles, a Dios…
Un pájaro herido no puede volar, pero un pájaro que se apega a
“Todo esfuerzo por aferrarnos nos hará desgraciados, porque tarde que
temprano aquello a lo que nos aferramos desaparecerá y pasará.
Ligarse a algo transitorio, ilusorio e incontrolable es el origen del
sufrimiento. Todo lo adquirido puede perderse, porque todo es efímero.
El apego es la causa del sufrimiento.”
-Walter Riso-
-Jorge Bucay-
-Sergio Sinay-
-Jiddu Krishnamurti-
“Cuantos más apegos dejes caer por el camino, más cerca estarás de
encontrarte a ti mismo“
-Walter Riso-
· 2 septiembre, 2018
0Compartidos
¿Necesitas la aprobación de los demás para entender que has hecho algo bueno
o muestras de afecto de aquellos que te quieren para sentirte seguro en la
relación? ¿Te sientes de alguna forma abandonado cada vez que tu pareja sale
con sus amigos o pide tiempo para estar solo? ¿Crees que sufres por celos en tu
relación? ¿Te cuesta abrirte a nuevas personas o salir de tu espacio de rutina?
Detrás de todas estas preguntas está la importancia del apego.
Adriana Díez
Psicóloga General Sanitaria. Número de colegiada: R – 00649. Investigadora
sobre bienestar emocional en adolescentes.
Participó en el curso de verano «Salud Mental y Bienestar Emocional Infanto-
Juvenil: Retos para el siglo XXI» como moderadora de una mesa. Formó parte
del equipo de investigación científica «La salud mental en la sociedad digital
del siglo XXI: prevención de los trastornos mentales en niños y adolescentes
(SINTIA)», Universidad de la Rioja.
08/04/2019
EGO - DESAPEGO
LOS APEGOS
Un pájaro herido no puede volar, pero un pájaro que se apega a una rama de
árbol, tampoco.
Es el miedo el que nos hace desear la felicidad, y ella no se deja agarrar. Ella es.
Esto sólo lo descubrimos observando, bien despiertos, viendo cuándo nos
mueven los miedos y cuándo nuestras motivaciones son reales.
Si nos aferramos a los deseos, es señal de que hay apego. ¿Abandonar los
apegos significa apartarse del mundo material? La respuesta es: ¡No! Uno usa el
mundo material, uno goza el mundo material, pero no debe hacer depender su
felicidad del mundo material.
¿Está esto suficientemente claro? Uno comienza a gozar las cosas cuando está
desapegado, porque el apego produce ansiedad. Si estás ansioso cuanto te
aferras a algo, difícilmente podrás gozarlo. Por lo tanto, lo que te propongo no es
una renuncia al goce: es una renuncia a la posesividad, a la ansiedad, a la
tensión, a la depresión frente a la pérdida de algo.
CORAZÓN VACÍO
He aquí una historia que un Maestro contaba a sus discípulos para mostrarles lo
dañoso que un simple e insignificante apego puede resultar para quienes han
llegado a ser ricos en dones espirituales.
Una vez cargado el asno, el hombre salió de allí felicitándose por su buena suerte;
pero, de pronto, recordó que se había dejado el bastón en la cueva. Entonces
volvió sobre sus pasos y se introdujo otra vez en la cueva. Pero había llegado el
momento en que la cueva debía cerrarse de nuevo, con lo que el hombre
desapareció en su interior y nunca más se le volvió a ver. Después de esperar su
regreso durante casi dos años, los habitantes de la aldea vendieron el tesoro que
habían encontrado a lomos del asno, convirtiéndose en los auténticos
beneficiarios de la buena suerte del infortunado aldeano.
Cuando el gorrión hace su nido en el bosque, no ocupa más que una rama.
Cuando el ciervo apaga su sed en el río, no bebe más que lo que le cabe en la
panza.
CORAZÓN INSTRUIDO
Uno de los seguidores de Junaid acudió a éste con una bolsa llena de monedas
de oro.
¿Tienes aún algunas monedas más de oro?, le pregunto Junaid. Sí, muchas más.
LAS ABEJAS
En la vida de las abejas encontramos una gran lección. En general el hombre
construye para sí, piensa en el valor de la propiedad, ambiciona conseguir más
bienes, sufre y pelea ante la inminencia de perder aquello por lo que luchó por
conseguir. Prisionero en un plano denso, pierde oportunidades de
experiencias superiores.
En cambio las abejas fabrican su alimento sin destruir nada, además, donan la
mayor parte. La lección de las abejas está en su espíritu de donación. En un acto
poco común de desapego, abandonan lo que les llevó una vida
construir. Simplemente lo sueltan sin preocuparse por el destino que tendrá.
¿Qué tiempo cree usted que vamos a tener hoy?, le preguntó un individuo a un
pastor en el campo. El tiempo que yo quiero, respondió el pastor. ¿Y cómo sabe
usted que va a hacer el tiempo que usted quiere?
Verá usted, señor: cuando descubrí que no siempre puedo apegarme a lo que
quiero, aprendí a querer siempre lo que tengo. Por eso estoy seguro de que va a
hacer el tiempo que yo quiero.
LA VERDAD
Un joven sentía una obsesiva pasión por la Verdad, de modo que, abandonando
a su familia y a sus amigos, se marchó en su busca. Viajó por infinidad de países,
navegó por muchos mares, subió innumerables montañas... En suma, pasó todo
tipo de dificultades y sufrimientos.
Un día, al despertar, se encontró con que tenía setenta y cinco años y aún no
había descubierto la Verdad que tanto había buscado. Entonces, lleno de
tristeza, decidió desapegarse a dicha búsqueda y regresar a su casa.
El viaje de vuelta le llevó varios meses, porque ya era bastante viejo. Al llegar a su
casa, abrió la puerta... y descubrió que la Verdad había estado esperándole allí
pacientemente durante todos aquellos años.
EL APEGO Y LA ILUMINACIÓN
Anand era el más fiel de los discípulos de Buda. Años después de que Buda
muriera, se proyectó celebrar un Gran Consejo de la Iluminación, y uno de los
discípulos fue a decírselo a Anand. Pero para entonces Anand no había
alcanzado aún la iluminación, aunque se había esforzado durante años. De
modo que no tenía derecho a asistir.
Le dijo el río al buscador: ¿Crees realmente que hay que inquietarse por la
iluminación? Por muchas vueltas que dé, yo siempre estoy rumbo a mi origen.
SER CONSECUENTE
Mamiya llegó a ser un celebérrimo Maestro Zen, pero para ello tuvo que aprender
el Zen con mucho esfuerzo. Cuando era discípulo, su Maestro le pidió que
explicara el sonido del aplauso con una sola mano.
Mamiya se entregó a ello con toda su alma, ayunando y robando horas al sueño
para dar con la respuesta correcta. Pero su Maestro nunca quedaba satisfecho.
Un día llegó incluso a decirle: No trabajas lo suficiente. Te gusta demasiado la
vida cómoda y estás demasiado apegado a las cosas placenteras de la vida;
incluso demasiado apegado al deseo de dar con la respuesta lo antes
posible. Más te valdría morirte.
La siguiente vez que Mamiya se vio delante del Maestro, hizo algo espectacular:
cuando el Maestro le pidió que explicara el sonido del aplauso con una sola mano,
él cayó al suelo y se quedó inmóvil, como si hubiera muerto.
El Maestro le dijo: Muy bien. De modo que te has muerto... Pero ¿qué me dices
del sonido del aplauso con una sola mano?
«No olvidemos que la respuesta del amor es siempre la que el otro necesita,
porque el amor verdadero es clarividente y es comprensivo.»
«Le dijo el río al buscador: ¿Crees realmente que hay que inquietarse por la
iluminación? Por muchas vueltas que dé, yo siempre estoy rumbo a mi origen.»