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La Política Económica

1. Definición de Política económica


2. Objetivos y tipos de políticas económicas
3. La Política Fiscal
4. La Política Monetaria

1. Definición de Política económica


Sabemos que los agentes económicos (familia, empresa y Estado) son los
que realizan los procesos encaminados a obtener los bienes y servicios
imprescindibles para cubrir las necesidades de la sociedad a la que
pertenecen, y que es el Estado  (Sector Público o Administraciones Públicas)
el que tiene encomendada la función de regular toda esta actividad
económica con el fin de lograr el máximo bienestar económico.

Los agentes económicos

Las familias o  economías domésticas constituyen


la unidad básica de consumo.

La empresa 
Es la unidad básica de producción.

Estado
Regula la actividad económica estableciendo el marco
legal en el que actúan los agentes económicos.

También sabemos que  el mercado no funciona tan eficazmente como se


puede esperar, presentando fallos en la asignación de los recursos
disponibles y deficiencias en la distribución de la renta. Es por ello, por lo
que, por razones sociales y de eficiencia, se exige la intervención del Estado
para corregir estos fallos o al menos, mitigarlos.

Cuando el mercado no funciona de forma eficiente


(fallos de mercado) y hacen a éste ineficaz para
resolver los problemas económicos, se justifica la
intervención del Estado en la economía del país.
Es así como surgen las diferentes funciones del Estado en la economía, cuya
ejecución y desarrollo dan lugar a la política económica:
Podemos decir que la política económica es la intervención del Estado en
la economía de un país, a través de legislaciones,  planes, estrategias y otros 
instrumentos económicos.

Las políticas económicas son las distintas formas de intervención 


que utiliza el Estado en la economía de un país para alcanzar unos
fines y objetivos predeterminados de contenido económico.

Política económica Conjunto de instrumentos que


utilizan los poderes políticos para conseguir determinados
objetivos de carácter económico.
La política económica forma parte de lo que se conoce como  economía
aplicada o economía normativa, encargada de definir los criterios
necesarios para la toma de decisiones económicas.
Mientras que la Economía Positiva intenta dar  explicaciones objetivas o
científicas sobre el funcionamiento de los fenómenos económicos,
la Economía Normativa ofrece recomendaciones basadas en juicios de
valor personales y subjetivos. No da respuestas correctas o falsas, sino
juicios dependiendo de la ideología.

Economía Positiva intenta describir


CÓMO SON O PODRÍAN SER las cosas

Economía Normativa se ocupa de


CÓMO DEBERÍAN SER las cosas

Por eso, se puede afirmar que la política económica aplica los desarrollos
realizados por la teoría económica con el objeto de conducir la actividad
económica.

Mediante la Política económica, las autoridades gubernamentales de cada


país establecen una serie de directrices con las que pretenden controlar la
economía nacional, con el objetivo de proporcionar estabilidad y
crecimiento económico.

2.  Objetivos y tipos de políticas económicas


Hemos definido anteriormente a las políticas económicas como las distintas
formas de intervención del Estado en la economía de un país para alcanzar
unos fines u objetivos de contenido económico. Pues bien, en este apartado
vamos a analizar los principales objetivos de estas políticas económicas que
estarán relacionados, evidentemente, con las funciones del Estado que
acabamos de enumerar y los distintos tipos de políticas económicas que
desarrollaremos en el siguiente apartado.

Los 5 principales objetivos de la política económica


1. Crecimiento económico
2. Estabilidad de los precios
3. Redistribución de la renta
4. Equilibrio  exterior
5. Pleno empleo.

1. Crecimiento económico

 Consiste en dotar a la sociedad de los mejores bienes y servicios


promoviendo, para ello, el aumento de la producción en las empresas y
complementando aquellos productos y servicios que no son ofrecidos por
éstas en cantidades suficientes. Con estas  acciones se consigue mayores
niveles de consumo y de bienestar.

El indicador más utilizado para medir el crecimiento


económico es el Producto Interno Bruto (PIB). 

El crecimiento económico y el grado de bienestar


de un país se suele medir a través del PIB per
cápita:
PIB per cápita = PIB / nº hab.

2. Estabilidad de los precios

 El Estado debe vigilar las constantes variaciones  de los precios de los
productos y servicios, evitando en lo posible los procesos inflacionistas. Para
ello, debe  verificar que  los precios de los productos y servicios más
relevantes no estén sujetos a cambios drásticos o constantes por causas
ajenas a la escasez.

El indicador más utilizado para medir la inflación


es el índice de precios al consumo (IPC).

Es decir, el Estado, para cumplir este objetivo de estabilidad de los precios,


debe evitar la  inflación (aumento permanente  del nivel general de precios)
y la deflación (descenso sostenido del nivel general de precios). De esta
forma, se podrá mantener el poder adquisitivo de los ciudadanos y evitar la
incertidumbre que generan estas subidas y bajadas excesivas de los precios.

3. Redistribución de la renta

Quizás uno de los más graves fallos que presenta el mercado es que su
funcionamiento genera una distribución desigual de la renta. Por la ley de la
oferta y la demanda, en el mercado solo se expresan aquellos cuyo nivel de
renta les permite pagar los precios de los bienes y servicios que ofrecen las
empresas, acentuándose las desigualdades económicas.
 
Las posibilidades de acceder al mercado dependen de la capacidad
adquisitiva de los consumidores, resultando mucho más fácil a los que
tienen dinero y muy complicado a los que no tienen recursos.

La redistribución de la renta es el proceso mediante el


cual el Estado vuelve a distribuir, de acuerdo con el
principio de equidad, los fondos que previamente fueron
asignados por el mercado a los ciudadanos.

La mayor parte de los ingresos del Estado provienen de los


impuestos.
Una parte de estos revierten en las familias y las empresas
mediante transferencias,   plasmándose así la función
redistributiva de la renta

Por este motivo, se debe recurrir a la intervención del Estado para que
intente distribuir la renta de manera más igualitaria, transfiriendo de
quienes tienen más a quienes tienen menos.
4. Equilibrio  exterior

Con el fin de mantener una economía estable, los gobiernos tienen que
equilibrar los ingresos y gastos del país con respecto al mercado exterior.
Así, para corregir un déficit de la balanza de pagos (resumen, para un
período determinado, de las transacciones entre una economía y el resto del
mundo) deberá incentivar el aumento de las exportaciones y la disminución
de las importaciones.

El principal instrumento para cuantificar el equilibrio externo


es la Balanza de Pagos
La Balanza de Pagos es un indicador económico que informa sobre la
cantidad de pagos que un país recibe de otros países y la cantidad de pagos
que el país realiza a otros países.
La balanza de pagos refleja todas las transacciones
económicas que ha realizado un país con otros países,
durante un determinado período de tiempo.
5. Pleno empleo 

“La primera obligación del Gobierno es lograr el pleno empleo” (Joseph E.


Stiglitz , Premio Nobel de Economía en 2001)

Efectivamente, uno de los principales objetivos de la política económica


debe ser conseguir que la mayor parte de la población activa encuentre un
trabajo.
En España, la fuente principal para conocer la evolución del
mercado de trabajo es la Encuesta de Población Activa
(EPA)

En función de estos objetivos, podríamos dar la siguiente definición:

Las políticas económicas son las herramientas que utiliza el Estado para


intervenir en la economía de un país con el objetivo principal de favorecer el 
crecimiento económico, la estabilidad de los precios, la distribución
equitativa de la riqueza, el equilibrio frente al exterior y el pleno empleo .

Para alcanzar estos objetivos, el Estado dispone de las distintas políticas


económicas que, en función de su dimensión temporal, podemos agruparlas
en:
 Políticas coyunturales: Son las políticas que pretenden controlar
las fluctuaciones económicas del país a corto plazo, ya que están
dirigidas a la estabilización económica: política fiscal, política
monetaria, política exterior y política de rentas.

 Políticas estructurales: Son las políticas que abordan asuntos


a largo plazo, ya que están vinculadas a la estructura básica de la
economía (fijación de precios, finanzas públicas, reglamentación
laboral, protección social, etc.).

Hasta 1998, cada banco central de los países europeos definían y ejecutaban
las políticas económicas con autonomía (política monetaria, política fiscal,
política exterior) y, por lo tanto, disponían de plena libertad para variar y
fijar los tipos de interés, los impuestos, los tipos de cambio y el gasto
público.

Desde el 1 de enero de 1999, el organismo que fija la política monetaria


(fijación del tipo de interés) en la zona euro es el Banco Central Europeo
(BCE), que tiene entre sus funciones definir y ejecutar la política monetaria
de la Unión Europea, dirigir las operaciones de cambio de divisas y
promover el buen funcionamiento del mercado financiero.

Por lo tanto, los países que han adoptado el euro como moneda única solo
disponen, para incidir en la actividad económica, de los instrumentos
fiscales: la recaudación de impuestos y la aplicación del gasto público.
Pero en este caso existe una segunda limitación impuesta también por
pertenecer a la zona euro. Nos referimos al Pacto de estabilidad, que
establece límites al déficit y la deuda pública, cuyo incumplimiento pueden
dar lugar a sanciones en determinadas circunstancias, generando así menor
espacio para las políticas expansivas.

Por este motivo, el presente artículo se limita a exponer las políticas


coyunturales que más importancia y  peso tienen en el desarrollo de los
objetivos descritos anteriormente: la política fiscal y la política
monetaria.

3. La Política Fiscal
Política Fiscal: Conjunto de medidas e instrumentos que utiliza el Estado
para la obtención de ingresos (principalmente, mediante la recaudación de
impuestos) y la aplicación del gasto público con el fin de obtener un
crecimiento de la producción, reducir el desempleo y alcanzar la estabilidad
de precios.
Las medidas de la Política Fiscal se estructuran en los
Presupuestos Generales del Estado

3.1. Instrumentos de la Política Fiscal


3.2. Tipos de Política Fiscal
3.2.1. Política Fiscal Expansiva
3.2.2. Política Fiscal Restrictiva
El  objetivo principal de la política fiscal es estimular el crecimiento de la
economía y protegerla ante las posibles fluctuaciones de los ciclos
económicos.

Todo esto se concreta en la elaboración y ejecución del gasto público y la


obtención de los ingresos públicos materializados, fundamentalmente, en la
recaudación de impuestos.
Política fiscal: Rama de la política económica que configura el gasto
público y los impuestos, con el objetivo de mantener la estabilidad de la
actividad económica y contribuir a su crecimiento, mediante el control del
empleo y la inflación.

3.1 Instrumentos de la Política Fiscal


Para que exista equilibrio en la economía de un país es necesario que
su oferta agregada (la producción) coincida con su demanda agregada.

OFERTA AGREGADA
Valor total de bienes y servicios (producción) que las empresas de un país
están dispuestas a producir para cada nivel de precios, durante un período
de tiempo determinado.

DEMANDA AGREGADA
Valor total de gastos en bienes y servicios que los agentes económicos
(consumidores, las empresas y el Esta Estado) están dispuestos a comprar
para cada nivel de precios, en un periodo determinado de tiempo.

Sin embargo, las variaciones que sufren tanto la oferta como la demanda
agregada,  hacen que existan grandes dificultades para que esta situación de
equilibrio se mantenga de forma permanente en el tiempo con el simple
funcionamiento del mercado, dando lugar a fluctuaciones económicas:
cuando la demanda es insuficiente se provocará un aumento del desempleo
y cuando es excesiva una elevación de los precios (inflación).

Para restablecer la situación de equilibrio será necesario la participación del


Estado, que mediante las distintas políticas económicas intentará recuperar
las tasas naturales de producción, precio y empleo.

Efectivamente, mediante la aplicación de la política fiscal, el Estado tratará


de influir en la economía del país, controlando el gasto y los ingresos de los
diferentes sectores y mercados con el objetivo de alcanzar su política
económica.
Mientras que el Gasto Público comprende todos aquellos gastos que
realiza el sector público de un país, a lo largo de un año,  para desarrollar su
función económica,  los Ingresos Públicos son los recursos que el Estado
y otros entes públicos obtienen para financiar los gastos públicos.

Dentro de los ingresos públicos destacan los tributos (prestaciones


dinerarias que los ciudadanos están obligados a pagar por ley). A su vez, los
tributos engloban las tasas, las contribuciones especiales y los impuestos,
siendo estos los más importantes, ya que es a través de ellos como se
obtienen la mayoría de los ingresos públicos.

Impuestos: cantidades que se exigen sin contraprestación, y que se


fundamentan en hechos que ponen de manifiesto la capacidad
económica del contribuyente.

La oferta agregada representa la producción de un país; es decir, su PIB.


La demanda agregada representa el consumo, la inversión y las
exportaciones netas.
En equilibrio macroeconómico (igualdad entre la demanda agregada y la
oferta agregada), la demanda agregada coincide cuantitativamente con
el PIB. De hecho, se puede calcular con el mismo método del PIB desde la
perspectiva del gasto.  (véase el apartado 3.3 del artículo "El PIB")
Nota: mientras que la Demanda Agregada hace referencia a las expectativas
de gastos de un país, el PIB muestra el gasto realmente realizado.
La fuente principal de los ingresos públicos son los distintos tipos de
impuestos.

El Estado dispone de dos instrumentos con los que puede intentar


acelerar o frenar la actividad económica del país: el gasto público y
los impuestos

3.2 Tipos de Política Fiscal

La variable fundamental que mueve la actividad económica es la demanda


agregada (DA), que está formada por la demanda de bienes de consumo (C),
la demanda de bienes de inversión (I), la demanda del sector público (G) y la
demanda de los mercados internacionales, también conocida como las
Exportaciones netas (X-M).

Componentes de la Demanda Agregada


DA = C + I + G + X  -  M

Demanda Agregada
C: consumo,               
I: inversión, 
G: gasto público y     
 X-M: exportaciones netas

Exportaciones netas
Diferencia entre las exportaciones y las importaciones.
La teoría macroeconómica de Keynes puso de manifiesto que las medidas de
la política fiscal influyen, en gran medida, en las variaciones a corto plazo de
los precios y del empleo, y que es mediante esta fórmula de la Demanda
agregada como se puede combatir los principales problemas que tiene
cualquier economía: la inflación y el desempleo.
Efectivamente, cuando la demanda agregada es insuficiente (la cantidad de
productos que se demandan es inferior a la que se ofrece), disminuyen las
ventas y, por lo tanto, baja la producción, con lo que se pierden puestos de
trabajo y se genera desempleo.

Al contrario, cuando existe un exceso de demanda (la cantidad de productos


que se demandan es superior a la que se ofrece), por la ley de la oferta y la
demanda, se provoca una elevación de los precios y se genera inflación.

Pues bien, dependiendo del problema con los que se enfrente la economía de
un país (desempleo o inflación), el Estado tomará medidas totalmente
diferentes dentro de su política fiscal:

- Para hacer frente al desempleo el Estado responderá con un recorte de


los impuestos, un incremento del gasto público, o  ambas medidas
simultáneamente.

- Para hacer frente a la inflación, aplicará medidas de signo contrario:


aumento de los impuestos y/o disminución del gasto público.

Demanda agregada insuficiente.- Cuando la Demanda total


de la economía no es suficiente para adquirir todo lo que se
produce (Oferta agregada)

Exceso de Demanda agregada.- Cuando la Demanda total de


la economía es superior a lo que se produce (Oferta agregada)

Política Fiscal Expansiva Para luchar contra el desempleo.


Política Fiscal Restrictiva Para luchar contra la inflación.

Estas dos formas, totalmente contrarias, de aplicar la política fiscal son


conocidas como:

 Política Fiscal expansiva: se aplica cuando la demanda agregada


es insuficiente y, por lo tanto,  hay capacidad productiva sin utilizar
generándose  desempleo (generalmente en épocas de recesión o de
crisis). Su objetivo es estimular la economía para aumentar la demanda
agregada, mediante el aumento del gasto público y la bajada de
impuestos.

 Política Fiscal  restrictiva: se aplica cuando la demanda agregada


es excesiva y existe, por lo tanto, una elevación significativa de
la inflación. Su objetivo es estabilizar los precios mediante la
reducción del gasto público y la subida de impuestos.
 
Obviamente, existe una tercera que consiste en no aplicar ninguna de estas
medidas extremas:

 Política Fiscal  neutral: el gobierno busca un presupuesto


equilibrado (gasto público = ingresos públicos)  y, por lo tanto, sin
efecto sobre el nivel de la actividad económica.

Evidentemente, dependiendo de la situación económica en la que se


encuentre el país (en expansión, en recesión o en estabilidad económica) el
gobierno aplicará cada una de estas políticas fiscales.

3.2.1 Política Fiscal Expansiva


Como se ha indicado anteriormente, cuando la demanda agregada
(demanda total de una economía) no es suficiente para adquirir todo lo que
la economía es capaz de producir (oferta agregada), existe capacidad
productiva sin utilizar y, por lo tanto, se produce desempleo.

Para eliminar este desempleo, el gobierno tendrá que aumentar la


Demanda Agregada a través de sus componente  (Consumo, Inversión,
Gasto y Exportaciones netas) y para ello, como ya se ha dicho
anteriormente, dispone del control del gasto público y de los impuestos con
distintas posibilidades de actuación: aumentar el gasto público,
reducir los impuestos o  ambas medidas simultáneamente.

 Aumentar el gasto público. El estado puede aumentar el gasto


público ejecutando obras públicas (carreteras, hospitales, etc.),
comprando bienes y servicios públicos a las empresas o mediante las
transferencias (subsidios de desempleo, pensiones, subvenciones a las
empresas, etc.). Con esto se consigue aumentar la demanda agregada y,
como respuesta, las empresas incrementarán su producción y
contratarán más trabajadores (aumento del empleo).

 Reducir los impuestos. Con ello se aumenta la renta disponible de


las familias (podrán entonces consumir más) y disminuyen los costes
de las empresas (podrán aumentar sus inversiones). Este incremento
del consumo y de la inversión conllevarán a un aumento de la demanda
agregada y, con ello, las empresas incrementarán su producción y el
número de empleados.

Evidentemente, con la aplicación de estas medidas (aumento del gasto


público y disminución de los impuestos), además del aumento del empleo,
se generará déficit público y, posiblemente,  inflación.
La bajada de impuestos también se puede conseguir: a) estimulando la
inversión privada mediante  bonificaciones o exenciones fiscales; b)
aplicando incentivos fiscales para estimular la demanda de los no residentes,
con lo que se consigue aumentar las exportaciones netas (diferencia entre
las exportaciones y las importaciones).

La Política fiscal expansiva generará  déficit público (el gasto


público es superior a los ingresos públicos) y obligará a recurrir a
la emisión de deuda pública para financiar dicho déficit.

La Política fiscal expansiva  se caracteriza especialmente por


el aumento del gasto público y la reducción de los impuestos.
En síntesis, la Política fiscal expansiva consiste en la
utilización de los impuestos y el gasto público para estabilizar la
economía.

Podemos observar este efecto de la Política fiscal expansiva gráficamente,


donde P representa el nivel de precios y Q la cantidad de producción.
Partimos de unas curvas de Oferta agregada OA y de Demanda
agregada DA1 con un punto de equilibrio E.
 
El aumento del gasto público o la reducción de impuestos provocará un
incremento de la Demanda agregada, desplazando su curva hacia la derecha
(de DA1 a DA2),  desarrollándose un exceso de demanda, ya que al
precio pe la demanda ahora es q1, mientras que la Oferta agregada
permanece en qe.
Es decir, un aumento de la Demanda agregada puede mejorar la producción
(aumenta de qe a q1) y, por consiguiente, el empleo, pero también puede
elevar los precios (de pe a pe´), con el consiguiente riesgo de inflación.

Las medidas más destacadas de la política fiscal expansiva son:


Aumentar el  gasto público y reducir los impuestos.

Suelen aplicarse cuando la economía está atravesando un período de


recesión o de crisis y, por consiguiente, está sufriendo un alto nivel de
desempleo.
Una de las críticas que más recaen sobre la política fiscal expansiva es que su
aplicación implica incurrir en déficit público, ya que con ello aumenta la
deuda del Estado, generando intereses (más gastos) para los próximos años.

Por este motivo, los monetaristas defienden la política fiscal neutral,


donde prevalece el principio de equilibrio presupuestario. Según esta
corriente, si en algún momento es necesario aumentar el gasto público,
también se deberá subir los impuestos, para mantener de esta forma el
equilibrio presupuestario.

Por otra parte tenemos a los keynesianos, que ante períodos de recesión


económica y existencia de desempleo, defienden el aumento del gasto
público para reactivar la economía y generar empleo, a pesar de que se
genere  déficit público. Reconocen que este déficit debe equilibrarse, pero
abogan a que se realice en los años siguientes, a lo largo de los ciclos
económicos, compensando la deuda originada en  la fase recesiva con el
superávit creado en el período de bonanza económica (evidentemente, todo
esto dependerá del nivel de deuda acumulada que tenga el país en ese
momento).

Hay que señalar, que  la pertenencia a la zona euro limita la posibilidad de


aplicar, de forma continuada, las políticas expansivas, ya que el Pacto de
estabilidad establece límites al déficit y a la deuda pública.

3.2.2 Política Fiscal Restrictiva


Cuando hay un exceso de demanda, la cantidad de productos que se desean
comprar es superior a la que se ofrece; a la que se produce (a la Oferta
agregada). Como consecuencia de esta situación, existe riesgo de subida de
precios (inflación).

Para paliar este riesgo, el gobierno puede contraer la demanda utilizando los
mismos instrumentos que la política fiscal expansiva (gasto público e
impuestos), pero en sentido contrario: reducir el gasto público,
aumentar los impuestos o  ambas medidas simultáneamente:
 Reducir el gasto público. El Estado puede reducir el gasto público
gastando menos en obras públicas,  comprando menos bienes y
servicios públicos a las empresas o recortando las transferencias. Con
esto se consigue disminuir la demanda agregada y, por la ley de la
oferta y la demanda,  una bajada de los precios (reducción de la
inflación).

 Aumentar los impuestos. Con ello se disminuye la renta


disponible de las familias (tendrán menos dinero para consumir) y
aumentan los costes de las empresas (podrán invertir menos). Esta
disminución del consumo y de la inversión se traducirá en
un descenso de la demanda agregada y del nivel general de los
precios.

La Política fiscal restrictiva


Consiste en la utilización de los impuestos y el gasto
público para estabilizar los precios.
Como consecuencia de su aplicación, se reduce el consumo
y la inversión, generándose superávit  público y,
posiblemente, una disminución del empleo.

Evidentemente, con la aplicación de estas medidas (disminución del gasto


público y aumento de los impuestos), además de la disminución de la
producción y la bajada de los precios, se  generará superávit público y,
posiblemente, disminución del empleo (desempleo).

Podemos observar este efecto de la Política fiscal restrictiva gráficamente,


donde P representa el nivel de precios y Q la cantidad de producción.

Partimos de unas curvas de Oferta agregada OA y de Demanda


agregada DA1 con un punto de equilibrio E.

Una reducción del gasto público o  un aumento de los impuestos, provocará


una disminución de la Demanda agregada desplazando su curva hacia la
izquierda (pasando de DA1 a DA2), con lo que la producción se reducirá
(de qe a q1)  y con ella el empleo y la inflación

Es decir, una disminución de la Demanda agregada puede reducir la


inflación (de pe a pe´),  pero también puede disminuir la producción
(pasando de qe a q1) y por consiguiente el empleo.
Las medidas más destacadas de la política fiscal restrictiva son:
Reducir el  gasto público y aumentar los impuestos.

Suelen aplicarse cuando la economía está atravesando un período de


bonanza y, por consiguiente, con alto riesgo de aumento de la inflación .

La política fiscal restrictiva se suele aplicar cuando la economía se encuentra


en un período de excesiva expansión o en situación inflacionista, provocada
por un exceso de demanda agregada.

Evidentemente, estas medidas son impopulares para las economías


domésticas, implicando además una reducción de obras públicas, becas,
ayudas y subvenciones.

Resumiendo

Como hemos podido comprobar en este apartado,


los mecanismos,  objetivos y efectos de la  política
fiscal expansiva (para luchar contra el desempleo)
son los contrarios a los  de la  política fiscal
restrictiva (para luchar contra la inflación)
Las políticas fiscales necesarias para combatir el
desempleo y la inflación son completamente opuestas

Para combatir la inflación se utilizan políticas totalmente


contrarias a las planteadas para combatir el desempleo.

Por lo tanto, podemos afirmar que este modelo (modelo keynesiano)


resuelve los problemas de la estabilidad económica, siempre que  inflación y
desempleo no coexistan.

Efectivamente, el desempleo se debe a una insuficiencia de la demanda, y


esta insuficiencia provoca que los precios bajen. Es decir, no coexistirán
desempleo e inflación. Por otra parte, si hay inflación es porque hay un
exceso de demanda y este exceso provocará mayor  producción y, por lo
tanto, aumentará el empleo. Es decir, no coexistirán inflación y desempleo.
De esta forma, la teoría macroeconómica de la demanda agregada de
Keynes manifestaba que las medidas de la política fiscal tienen una gran
influencia en las variaciones a corto plazo de la producción, el empleo y los
precios.

Sin embargo, cuando en 1973 se disparan los costes de producción, con


motivo del crecimiento de los costes de la energía (petróleo), se provoca, por
primera vez en la historia económica moderna, una situación en la que
coexisten desempleo e inflación y, por lo tanto, la fórmula de Keynes deja de
ser útil para explicar este nuevo entorno económico.
 
Esta nueva situación, conocida como estanflación, en la que se da
conjuntamente un estancamiento económico con una inflación de precios,
puso en tela de juicio la teoría de Keynes.

4. La Política Monetaria
Política Monetaria: Conjunto de decisiones  que toma la autoridad
monetaria de cada país, respecto a la fijación del tipo de interés y el control
de la cantidad de dinero en circulación (oferta monetaria), con el fin de
facilitar el crecimiento económico, reducir el desempleo y alcanzar la
estabilidad de precios.

Aunque también persigue el crecimiento económico


y el pleno empleo, el objetivo principal de la política
monetaria es la estabilidad de los precios

4.1. Variables de la Política Monetaria


4.2. Tipos de Política Monetaria
4.2.1. Política Monetaria Expansiva
4.2.2. Política Monetaria Restrictiva
4.3. Instrumentos de la Política Monetaria
4.4. La Política monetaria en la UEM

Política monetaria: Rama de la política económica que configura la


cantidad de dinero y los tipos de interés, con el objetivo de mantener la
estabilidad de la actividad económica y contribuir a su crecimiento,
mediante el control del empleo y la inflación.

4.1 Variables de la Política Monetaria


Sabemos que el dinero es el medio que se utiliza para el intercambio de
bienes y servicios.
Pues bien, la cantidad de dinero que circula en una economía (oferta
monetaria) tiene que corresponder con las necesidades reales de
intercambios que exige dicha economía, que vendrá dada por la cantidad de
bienes y servicios que se produzcan (el PIB).

OFERTA MONETARIA

Cantidad total de dinero (billetes, monedas y


dinero bancario) que está en circulación en la
economía de un país

PIB
Valor de mercado de todos los bienes y servicios
finales producidos en un país durante un  determinado
periodo de tiempo
La cantidad de dinero disponible en una economía debe ser
igual a la necesaria para adquirir los bienes y servicios
producidos (PIB)

Efectivamente, la oferta monetaria de un país debe ser justamente la que su


economía necesite para que funcione adecuadamente, en ese momento, ya
que de lo contrario se generarían desajustes y desequilibrios económicos,
dando lugar a escenarios de inflación o desempleo.

Por lo tanto, una decisión de incrementar la oferta monetaria debería


corresponder con un aumento en la oferta de bienes y servicios; es decir,
debería obedecer a una necesidad originada por el aumento de la
producción.

Si  la producción de un país no registra ningún aumento y la autoridad


monetaria decide emitir más billetes y moneda (incremento de la oferta
monetaria), se provocaría un  exceso de dinero en circulación. Esto
significaría que se está poniendo en manos del público una mayor cantidad
de dinero que la que corresponde, con lo que percibirán mayor poder de
compra, incrementándose la demanda de bienes y servicios, mientras su
oferta permanece invariable y, por consiguiente, se generaría una subida de
los precios que podría  desembocar en inflación.

También es posible un escenario opuesto: insuficiente cantidad de dinero en


circulación para adquirir todo lo que se produce. Esto supondría que habría
recursos sin aprovechar, generándose una situación de desempleo.
 
Es en estas situaciones, cuando la política monetaria debe intervenir,
tomando las medidas necesarias para controlar la cantidad de dinero
existente en la economía, con el objetivo de influir sobre el nivel general de
los precios y el empleo.

El objetivo principal de la Política monetaria es el control de la


cantidad de dinero que hay en circulación en un país, intentando
adecuarla al nivel  de producción y evitando así un exceso de la oferta
monetaria que conduzca a un escenario de inflación.

Un incremento de la oferta monetaria, sin aumento de la


producción, provocará un aumento de la inflación, ya que
aumentaría la demanda de bienes y servicios, pero su oferta
permanecería inalterada
Controlar la oferta monetaria implica, automáticamente, controlar el precio
del dinero y éste no es otro que  el tipo de interés (porcentaje de interés,
entendido éste como la renta que se debe pagar por el uso de un dinero
prestado).

En una economía de mercado, este precio del dinero (el tipo de interés)


estaría fijado por la ley de la oferta y la demanda. Sin embargo, en la
actualidad, la mayoría de los países están regidos por un sistema
de economía mixta, en la que el Estado interviene en el mercado de dinero
mediante su política monetaria.

TIPO DE INTERÉS
Es el coste que se paga por el uso del dinero.
Es el porcentaje de interés que hay que pagar por
disponer de capitales  ajenos durante un período de
tiempo determinado

En resumen, los bancos centrales disponen de dos variables con las que
pueden intentar acelerar o frenar la actividad económica del país: 
La oferta monetaria y los tipos de interés.

Interés
Coste por el uso o alquiler del dinero durante un período de
tiempo.

Retribución por renunciar durante un tiempo a utilizar ese


dinero en otras alternativas que podrían haber generado unos
beneficios.
4.2 Tipos de Política Monetaria
Antes de emprender con los diferentes tipos de política monetaria, es
necesario saber que entre estas dos variables, oferta monetaria y  tipos
de interés, existe una  relación indirecta:

1) Un aumento de la cantidad de dinero en circulación (oferta


monetaria) provoca una disminución del tipo de interés.

Efectivamente, al disponer los bancos de más dinero, estarán dispuestos a


prestar más cantidad (aumenta el volumen de préstamos), lo cual hace más
barato su precio; es decir, baja el tipo de interés.

Como consecuencia de esta bajada del tipo de interés, tanto familias como
empresas estarán dispuesta a adquirir más bienes y servicios que
antes, aumentando así el consumo y la inversión.
2) Al contrario, una reducción del volumen de dinero (oferta
monetaria) hará que los bancos dispongan de menos dinero y prestarán
entonces menos cantidad que antes (desciende el volumen de
préstamos), incrementándose, por lo tanto, el tipo de interés.

Como consecuencia de esta subida del tipo de interés, tanto a las familias
como a las empresas  les será más caro los préstamos y, por lo tanto, más
gravoso adquirir los bienes y servicios que antes, reduciéndose así el
consumo y la inversión.
Las autoridades monetarias (bancos centrales nacionales)
pueden regular la actividad económica mediante el control de la
cantidad de dinero que circula en la economía del país y la
fijación del tipo de interés.

Una vez vista esta relación entre  Oferta monetaria y el tipo de interés,
estamos en disposición de analizar los diferentes tipos de Política monetaria
que se aplicarán, dependiendo del problema con los que se enfrente la
economía de un país, desempleo o inflación:
 Para hacer frente al desempleo la autoridad monetaria responderá
con un recorte de los tipos de interés o con un aumento de la oferta
monetaria.
 Para hacer frente a la inflación, aplicará medidas de signo contrario:
aumento de los tipos de interés y/o disminución de la oferta monetaria.
Estas dos formas, totalmente contrarias, de aplicar la política monetaria son
conocidas como:

 Política Monetaria expansiva: se aplica cuando existe una baja


actividad económica (insuficiencia de Demanda agregada) y, por lo
tanto,  hay capacidad productiva sin utilizar,
generándose  desempleo (generalmente en épocas de recesión o de
crisis). Su objetivo es estimular la economía, mediante el aumento de
la oferta monetaria y la bajada de los tipos de interés.

 Política Monetaria  restrictiva: se aplica cuando la actividad


económica es excesiva (exceso de demanda agregada) y existe, por lo
tanto, riesgo de una elevación significativa de la inflación. Su objetivo
es estabilizar los precios mediante la reducción de la oferta
económica y la subida de los tipos de interés.

DEMANDA AGREGADA

Valor total de gastos en bienes y servicios que los agentes


económicos están dispuestos a comprar para cada nivel de
precios, en un periodo determinado de tiempo.
Demanda agregada insuficiente
Cuando la Demanda total de la economía no es suficiente para
adquirir todo lo que se produce (Oferta agregada)

Exceso de Demanda agregada


Cuando la Demanda total de la economía es superior a lo que se
produce; es decir, es superior a la Oferta agregada.
Evidentemente, dependiendo de la situación económica en la que se
encuentre el país (en expansión o en recesión económica) los bancos
centrales aplicarán cada una de estas políticas monetarias.

Una insuficiencia de la demanda agregada puede venir provocada por la


decisión de las familias y empresas de ahorrar en lugar de gastar o invertir.
Las medidas monetarias expansivas buscan precisamente estimular estos
agentes con la intención de aumentar la producción de bienes y servicios y,
para ello, tratarán  de influir en los mercados para que los bancos concedan
mayor crédito a las familias y a las empresas.

Al contrario, un exceso de la demanda agregada conlleva, por la ley de


la oferta y la demanda, a una subida constante de los precios, desembocando
irremediablemente a una situación de inflación. Ante este escenario, las
medidas monetarias restrictiva buscan frenar la capacidad de gasto y de
inversión de las familias y las empresas y, para ello, intentarán influir en los
mercados para que los bancos concedan menos préstamos a estos agentes
económicos.
4.2.1 Política Monetaria Expansiva

Como se ha indicado anteriormente, cuando la oferta monetaria  (cantidad


de dinero en manos del público) no es suficiente para adquirir todo lo que la
economía es capaz de producir, existe capacidad productiva sin utilizar y,
por lo tanto, se produce desempleo.

Para eliminar este desempleo, la autoridad monetaria (banco central) tendrá


que aumentar la oferta monetaria  o reducir los tipos de interés.

 Aumentar la oferta monetaria: Al aumentar la cantidad de


dinero, aumentará la capacidad de gastos (de las familias) y de
inversión (de las empresas), con lo que aumentará la producción (y la
demanda agregada), que influirá positivamente sobre  el empleo.

 Reducir los tipos de interés: Al bajar los tipos de interés (dinero


más barato), disminuye el coste de los préstamos y existirá un mayor
acceso a ellos. Por consiguiente, tanto las familias como las empresas
tendrán más capacidad para consumir e invertir, aumentando así la
producción y el empleo.

Evidentemente, con la aplicación de estas medidas (aumento de la oferta


monetaria y disminución de los tipos de interés), además del aumento de la
producción y del empleo, se generará subida de los precios y,
posiblemente,  inflación.

Las medidas más destacadas de la política monetaria expansiva son:


Aumentar la oferta monetaria y reducir los tipos de interés.

Suelen aplicarse cuando la economía está atravesando un período de


recesión o de crisis y, por consiguiente, está sufriendo un alto nivel de
desempleo.

Política monetaria expansiva


Pone en marcha medidas para aumentar la cantidad de dinero con el
objetivo de aumentar el empleo.

Su aplicación estimula el crecimiento económico, aumentando el consumo y


la inversión, pero puede generar aumento de la inflación.

4.2.2 Política Monetaria Restrictiva


Cuando existe un exceso de dinero en circulación (sin haberse registrado un 
incremento de la producción),  existe riesgo de subida de precios
(inflación).

Para paliar este riesgo, el gobierno puede contraer la demanda utilizando las
mismas variables que la política monetaria expansiva (oferta monetaria y
tipo de interés), pero en sentido contrario: reducir la oferta monetaria
o aumentar los tipos de interés:

 Disminuir la oferta monetaria. El estado, mediante los


instrumentos que dispone (lo veremos en el próximo apartado) puede
disminuir la cantidad de dinero en circulación, con lo que reducirá la
capacidad de consumo y de inversión de las familias y las empresas.
Con esto se consigue disminuir la demanda agregada y, por la ley de la
oferta y la demanda,  una bajada de los precios (reducción de la
inflación).
 Aumentar los tipos de interés. Con ello se incrementan los costes
de los préstamos y, por lo tanto, se limita el acceso a obtener dinero
(familias y empresas verán recortadas sus capacidades para consumir e
invertir). Esta disminución del consumo y de la inversión se traducirá
en un descenso de la demanda agregada, de la producción y del nivel
general de los precios (reducción de la inflación).

Evidentemente, con la aplicación de estas medidas (disminución de la oferta


monetaria y aumento de los tipos de interés), además de la bajada de los
precios, se generará disminución de la producción y, por
consiguiente, disminución del empleo.

Las medidas más destacadas de la política monetaria restrictiva son:


Reducir la oferta monetaria y aumentar los tipos de interés.

Suelen aplicarse cuando la economía está atravesando un período de


bonanza o un escenario de riesgo de aumento de la inflación.
Resumiendo

Como hemos podido comprobar en este apartado, los


mecanismos,  objetivos y efectos de la  política
monetaria expansiva (para luchar contra el
desempleo) son los contrarios a los  de la  política
monetaria restrictiva (para luchar contra la inflación)

Las políticas monetarias necesarias para combatir


desempleo e inflación son completamente opuestas

Las medidas puestas en marcha con la política monetaria no


son suficientes para alcanzar sus objetivos.

Será necesario que estas medidas se coordinen con la


aplicación de medidas de la política fiscal.
4.3 Instrumentos de la Política Monetaria
Hasta aquí hemos visto que las autoridades monetarias pueden regular la
actividad económica de un país variando  la cantidad de dinero que
circula en su economía.

Aquí tenemos que hacer una puntualización. El banco central puede influir
en la oferta monetaria, pero no controlarla directamente. Lo que sí puede
controlar realmente es la base monetaria (efectivo en manos del público
más  las reservas bancarias) y, a través de ella, influir en la oferta monetaria
(para profundizar en esta cuestión, se recomienda leer el apartado 5.
Relación entre la Base monetaria y la Oferta monetaria, del artículo "La
creación del dinero bancario").

Base monetaria
Suma del efectivo en manos del público más las reservas
mantenidas por los bancos.
 
Es la principal vía del banco central para controlar la Oferta
monetaria de un país.
Reservas mínimas  
Depósitos que los bancos deben mantener obligatoriamente
en los bancos centrales nacionales.

Pero, ¿cómo consigue el banco central  hacer aumentar o disminuir la oferta


monetaria?

En este apartado vamos a ver los tres instrumentos básicos de los que
disponen los bancos centrales para influir en la evolución de la oferta
monetaria de un país:

a. Los coeficientes legales


b. Las operaciones de mercado abierto
c. Las facilidades permanentes

a) Los coeficientes legales

Consiste en la proporción que sobre sus pasivos los bancos  están obligados
por ley, a mantener como reserva en el Banco Central (reservas mínimas
obligatorias), siendo el más significativo el coeficiente legal de caja (más
detalle en el artículo "La creación de dinero bancario").
Si la autoridad monetaria decide aumentar este coeficiente, obligará a los
bancos a tener más reservas, con lo que disminuirá su capacidad  de prestar 
dinero y, por lo tanto, se reducirá la oferta monetaria. En cambio, si decide
reducirlo, la oferta monetaria aumentará.

b)  Las operaciones de mercado abierto

Es el instrumento más utilizado cuando la autoridad monetaria considera


que es necesario incidir sobre la oferta monetaria, sin alterar el coeficiente
de caja, y consiste en la compra y venta de títulos públicos por parte del
banco central.

Operaciones de mercado abierto 


Operaciones que, a iniciativa del banco central, se realizan en los mercados
financieros con el objetivo de inyectar o detraer liquidez en el mercado.

Para expandir la oferta monetaria, el banco central comprará, por ejemplo,


pagarés a las instituciones financieras y a particulares. Es decir, el banco
central dará dinero a cambio de unos títulos (se trata realmente de un
préstamo del banco central a los bancos, los cuales tendrán que pagar unos
intereses).

Con ello, creará exceso de cantidad de dinero en los bancos, con lo que estos
tendrán más capacidad de prestar aumentando así el crédito.

Para contraer la oferta monetaria, actuará de forma contraria: venderá


bonos a los bancos. Esto supone retirada de dinero de la economía, ya que el
banco central entrega unos títulos a los bancos a cambio de dinero.

Otra forma de proceder con este instrumento sería aumentando o


disminuyendo el tipo de interés oficial del dinero.

c)  Las facilidades permanentes

Tiene como objetivo facilitar a los bancos la labor de ajustar sus coeficientes
de caja. Para ello, el banco central permite, a las entidades bancarias,
solicitarle dinero diariamente (créditos), en el caso de que necesiten
liquidez, o depositarle dinero si tienen excedentes.

Facilidades permanentes 
Su objetivo es ofrecer a las entidades de crédito la posibilidad de ajustar en
cualquier momento su liquidez.

De esta forma, a la vez que permite que los bancos puedan ajustar su
coeficiente de caja continuamente, se consigue variar la cantidad de dinero
de la economía: aumentándola si concede nuevos créditos a los bancos, o
reduciéndola si disminuye estos créditos.

4.4 La Política Monetaria en la Unión Económica y


Monetaria (UEM)
En los países de la zona euro, la autoridad responsable de la política
monetaria es el Eurosistema. Dentro de éste, se encuentran: el Banco
Central Europeo (BCE), encargado de la toma de decisiones, y los
bancos centrales de cada país integrante, que se encargan de ejecutar
dichas decisiones.

En el año 2003 el Consejo de Gobierno del BCE aclaró que su objetivo era
mantener a medio plazo las tasas de inflación por debajo del 2%, pero
próximas a este valor (Estrategia del BCE)

Para la UEM, el objetivo principal y prioritario  de la política monetaria es


la estabilidad de los precios, que considerará cumplido siempre que la
subida anual de la inflación sea inferior al 2% (2017).

Unión Económica y Monetaria


(UEM)
Área, dentro de la Unión Europea, que comparte un
mismo mercado, una misma moneda y en la que se
ejecuta una política monetaria única.

Como hemos indicado al principio de este artículo,   cuando la cantidad de


dinero disponible es superior a la necesaria para adquirir los bienes y
servicios producidos (PIB), existe un alto riesgo de inflación.

Por este motivo, el BCE necesita controlar diariamente el crecimiento de la


oferta monetaria.

Eurosistema
Institución integrada por el Banco central Europeo
(BCE) y los bancos centrales nacionales de los países de
la Unión Económica y Monetaria

Para controlar este crecimiento e incidir sobre  el nivel de precios, dispone


de los instrumentos que hemos detallado anteriormente:

- El coeficiente de caja, que actualmente lo tiene fijado en el 1% (2017).

- Las operaciones de mercado abierto, que se materializan


principalmente en las subastas semanales en las que el BCE presta dinero a
las entidades bancarias a través  de los bancos centrales, fijando el tipo de
interés, que es tomado como referencia para el conjunto de la economía.
- Las facilidades permanentes: los bancos de cada país, ante situaciones
de falta de liquidez o de exceso de dinero, pueden  solicitar dinero prestado 
o depositarlo en el  BCE.

Política monetaria
El objetivo principal del Eurosistema es mantener la estabilidad de
precios.

Para alcanzar este objetivo el Eurosistema gestiona la política


monetaria. A través de una serie de instrumentos y procedimientos
que constituyen su marco operativo, trata de controlar los tipos de
interés y la cantidad de dinero.

Si desea conocer, entre otros aspectos, cómo actúa la política monetaria


en la economía, qué instrumentos y procedimientos se utilizan para
alcanzar sus fines, qué son las entidades de contrapartida y qué papel
desempeñan los activos de garantía en las operaciones que realizan los
bancos centrales, consulte  el sitio web Política monetaria del Banco de
España.

En definitiva, en la zona euro, es el Banco Central Europeo (BCE) el que fija


el precio del dinero (tipo de interés), a través de las subastas semanales, a
las que acuden los bancos comerciales de todos los países pertenecientes a la
eurozona. Estos bancos, a su vez,  prestarán ese dinero a sus clientes.

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