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Jean-Paul Sartre

(París, 21 de junio de 1905 – Ibídem, 15 de abril de 1980

ACERCA DEL EXISTENCIALISMO


 Kierkegaard: El hegeliano puede acercarse solemnemente al
confesionario y decir: "No sé si soy un hombre; pero he
comprendido el sistema" Yo, sin embargo, prefiero decir: Sé que
soy un hombre y sé que no he comprendido el sistema.
 El hombre es ante todo una posibilidad. Su posibilidad de ser.
 Mientras viva, un individuo es una posibilidad en desarrollo, viva,
cambiante. Y esto se debe a que existir no es otra cosa que ser un
ser posible.
 Existir es ser un ser que se elige a sí mismo. El hombre, único
existente, es el ser que elige su ser; es el ser que tiene que elegir a
cada instante. Porque es elección de sí mismo, elige esto o aquello,
y no puede no elegirlo. Así como es posibilidad y por eso tiene esta
o aquella posibilidad determinada, de la misma manera es elección
y hace esta o aquella elección determinada. Y lo que elige son sus
posibilidades; y se elige proyectándose hacia esto o aquello. Toda
la existencia es una elección constante; pero no es sólo elección la
elección consciente y deliberada; nuestros impulsos más secretos,
nuestras tendencias más oscuras, son, también, elección. El
hombre, ser que se crea a sí mismo, se crea eligiéndose y eligiendo
sus posibles; si no los eligiese, no se crearía a sí mismo, y sería
creado por los posibles que actuarían sobre él desde fuera.
Elegimos todo lo que somos, y somos eso que elegimos; y eso que
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elegimos lo elegimos creándolo, no escogiéndolo dentro de un


juego ya dado de posibles.

 Pero ahora viene, en su preciso momento y con justa causa, la


fórmula mágica tan consentida por Sartre y que se refiere a la
obligatoriedad de ser libres en tanto existamos. Existir es ser un
ser libre.
 Ahora bien, esa libertad, contrariamente a lo que podría pensarse,
no le otorga automáticamente tranquilidad, sosiego, bienestar; por
el contrario, esa particularidad, ese principio de libertad intrínseca
le obliga a ser más cuidadoso consigo mismo por cuanto le ofrece
una inmensa diversidad de opciones para elegir y lo lleva también a
curarse de sí mismo. Lo coloca en un mundo de posibilidades
obligándolo a elegir una y otra. Y esa elección, aparte de
esclavizarlo, lo angustia, lo obliga a esmerarse por su ser, aunque
en ciertos casos lo vuelve responsable en tanto que lo lleva a ser
mejor, a perfeccionarse, a ser perfecto como Dios, desde luego, sin
lograrlo nunca, lo que hace decir a Sartre que el hombre es un dios
fracasado.

 Y es que hablando de lo que significa para el existencialismo la


responsabilidad del hombre, hay que decir que este sistema
filosófico al afirmar que el hombre es el único responsable de su
propio ser, además, le está endilgando un sentimiento de culpa
derivado de esa misma responsabilidad a la que está atado en
razón de la libertad que conlleva su propia existencia. El ser así es
en sí mismo culpa, aunque él mismo no haya elegido ser, ya que lo
que ocurre es que el hombre es el ser que elige y que se elige y
que, eligiéndose, debe asumirse. Siendo, pues, en este mundo,
somos culpables en él. Somos actores en el mundo, y como tales,
somos lo bueno y lo malo que pueda ocurrirnos. Alguien decía:
somos el delito mismo. Cómplices, aún desde niños somos
culpables de ser lo que somos.
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 El existencialismo afirma categóricamente que el hombre es un ser


en situación, es decir, es un ser cuya relación con lo circundante lo
amarra y lo compromete. Es un ser comprometido.
 No puedo no morirme, dice un experto en el tema, no puedo no
sufrir, no puedo no luchar, no puedo no ser culpable, hablando de
las situaciones últimas de que tratara Jaspers. Y agrega: No puedo
vivir sin sufrir, sin hacer sufrir, sin matar; mi simple hecho de vivir
exige que otros mueran y sufran; hasta biológicamente tengo que
matar, para subsistir, o hacer que otros maten por mí. De nada vale
que me olvide y disimule esa situación: alguien siega vidas por
mí...

 En el pensamiento de Sartre, existir es hacer que un futuro venga a


anunciarnos qué somos. Sólo el futuro descubre el sentido del
presente y del pasado. Puede, mi presente, aparecérseme como
teniendo tal o cual sentido; pero mañana puedo, de pronto,
descubrir que no, que ese no era el sentido de aquel presente.
Puedo, como el personaje de una de las novelas de Sartre, cometer
un delito y creer que tiene sentido porque es un delito que cometo
por amor; pero el mañana - el futuro - puede descubrirme que
aquello que creí amor no era amor, y entonces mi acto se me
aparece como desprovisto del sentido que le atribuí. Nadie puede,
por eso, nunca, descubrir el sentido de su vida; porque ese sentido
es siempre revocable por la mañana, y porque no hay un mañana
último, un hoy último desde el cual pueda contemplar mi vida y
reconocer su sentido.

 Sólo el hombre elige, sólo el hombre es un ser deficiente,


incumplido e imperfecto.
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EL EXISTENCIALISMO ES UN HUMANISMO

Jean Paul Sartre1

Introducción

Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvior, Albert Camus, Maurice


Merleau-Ponty, jóvenes franceses que vivieron durante la segunda guerra
mundial, aunque en Francia una tradición filosófica incluye a Descartes
como una referencia necesaria y obligada, su filosofía gira sobre la
formulación del pienso luego existo. El hombre es ante todo un sujeto,
algo que posee más dignidad que una coliflor, una piedra o una mesa dice
Sartre. P.4 (Sartre)

El existencialismo está estructurado con base en ciertas


formulaciones a manera de consignas o proclamas que funcionan como
columna vertebral del texto en su conjunto. A saber: (Sartre)

a) La existencia precede a la esencia;


b) El hombre es plenamente responsable;
c) El hombre es un proyecto que se vive subjetivamente;
d) El hombre está condenado a ser libre;
e) No hay ninguna naturaleza humana o lo que es lo mismo: el hombre
es un ser en situación;
f) El existencialismo no es una filosofía que promueve el quietismo;

1
.- Sartre, Jean Paul. El existencialismo es un humanismo. México, Peña Hermanos, 1998.
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g) El punto de partida es la subjetividad humana, es decir, existencial,


h) El hombre no se encuentra encerrado en sí mismo sino presente
siempre en un universo humano (existencialismo humanista). (Sartre)

Lo que resalta de Sartre es que se define por un existencialismo


ateo. Respecto a las dos morales, se concluye que los valores son vagos
y que no hay más salida que fiarse en nuestros instintos (no hay signos
en el mundo). P.5 (Sartre)

Nosotros, que sin ser materialistas, no hemos distinguido nunca el alma


del cuerpo ni conocemos más que una realidad que no puede descomponerse
–la realidad humana-, nos colocamos al lado de quienes quieren cambiar a la
vez la condición social del hombre y la concepción que el hombre tiene de sí
mismo. P.5 (Sartre)

Críticas de los católicos

Entendemos por existencialismo una doctrina que hace posible la vida humana
y que, por otra parte, declara que toda verdad y toda acción implica un medio y
una subjetividad humana. P. 8 (Sartre)

El existencialismo ateo

El existencialismo ateo que yo represento es más coherente.


Declara que si Dios no existe, hay por lo menos un ser en el que la
existencia precede a la esencia, un ser que existe antes de poder ser
definido por ningún concepto, y que este ser es el hombre, o como dice
Heidegger, la realidad humana. ¿Qué significa aquí que la existencia
precede a la esencia? Significa que el hombre empieza por existir, se
encuentra, surge en el mundo, y después se define. P.12 (Sartre)
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La concepción existencialista del hombre

El hombre, tal como lo concibe el existencialista, si no es definible,


es porque empieza por no ser nada. Sólo será después, y será tal como se
haya hecho. Así, pues, no hay naturaleza humana, porque no hay Dios
para concebirla. El hombre es el único que no sólo es tal como él se
concibe, sino tal como él se quiere, y como se concibe después de la
existencia, como se quiere después de este impulso hacia la existencia; el
hombre no es otro cosa que lo que él se hace. P.12 (Sartre)

El hombre es lo que él se hace

Este es el primer principio del existencialismo. Es también lo que se


llama subjetividad, que nos echa en cara bajo ese nombre. Pero ¿qué
queremos decir que esto sino que el hombre tiene una dignidad mayor
que la piedra o la mesa?

El proyecto

El hombre es ante todo un proyecto que se vive subjetivamente, en


lugar de ser un musgo, una podredumbre o una coliflor; nada existe
previamente a este proyecto; nada hay en el cielo inteligible, y el hombre
será ante todo lo que habrá proyectado ser. p. 12-13 (Sartre)

El hombre es plenamente responsable


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Pero si verdaderamente la existencia precede a la esencia, el


hombre es responsable de lo que es. Así, el primer paso del
existencialismo es poner a todo hombre en posesión de lo que es; y
asentar sobre él la responsabilidad total de su existencia. P.13 (Sartre)

Y cuando decimos que el hombre es responsable de sí mismo, no


queremos decir que el hombre es responsable de su estricta
individualidad; sino que es responsable de todos los hombres. P. 13
(Sartre)

La elección

Cuando decimos que el hombre se elige, entendemos que cada uno


de nosotros elige, pero también queremos decir con esto que al elegirse
elige a todos los hombres. En efecto, no hay ninguno de nuestros actos
que al crear el hombre que queremos ser, no cree al mismo una imagen
del hombre tal como consideramos que debe ser. P.13 (Sartre)

El hombre se elige eligiendo a todos los hombres.

Así, nuestra responsabilidad es mucho mayor de lo que podríamos


suponer, por que compromete a la humanidad entera. P.14 (Sartre)

Kierkegaard y la angustia

Conocen ustedes la historia: un ángel ha ordenado a Abraham


sacrificar a su hijo; todo anda bien si es verdaderamente un ángel el que
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ha venido y le ha dicho: tú eres Abraham, sacrificarás a tu hijo: Pero cada


cual puede preguntarse: ante todo, ¿es en verdad un ángel, y soy yo en
verdad Abraham? ¿Quién me lo prueba? Si una voz se dirige a mí,
siempre seré yo quien decida que esta voz es el ángel; si considero que
tal o cual acto es bueno, soy yo el que elegiré decir que este acto es
bueno y no malo. Nadie me designa para ser Abraham, y sin embargo
estoy obligado a cada instante a hacer actos ejemplares. Todo ocurre
como si, para todo hombre, toda la humanidad tuviera los ojos fijos en lo
que hace. Y cada hombre debe decirse: ¿soy yo quien tiene derecho de
obrar de tal manera que la humanidad se ajuste a mis actos? Y si no se
dice es porque se enmascara su angustia, p.15-16 (Sartre)

La angustia no conduce a la inacción

No se trata aquí de una angustia que conduzca al quietismo, a la


inacción. Se trata de una simple angustia, que conocen todos los que han
tenido responsabilidades. Cuando por ejemplo un jefe militar toma la
responsabilidad de un ataque y envía cierto número de hombres a la
muerte, elige hacerlo y elige él solo. Sin duda hay órdenes superiores,
pero son demasiado amplias y se impone una interpretación que proviene
de él, y de esta interpretación depende la vida de catorce o veinte
hombres. No se puede dejar de tener, en la decisión que toma, cierta
angustia. Todos los jefes conocen esta angustia. Esto no les impide
obrar: al contrario, es la condición misma de su acción; porque esto
supone que enfrentan una pluralidad de posibilidades, y cuando eligen
una se dan cuenta que sólo tiene valor porque ha sido elegida. P.16-17
(Sartre)

La moral laica
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Dostoievsky y el existencialismo

Dostoievsky escribe: “Si Dios no existiera, todo estaría permitido”.


Este es el punto de partida del existencialismo. En efecto, todo está
permitido si Dios no existe y en consecuencia el hombre está
abandonado, porque no se encuentra ni en sí ni fuera de sí una
posibilidad de aferrarse. No encuentra ante todo excusas. Si en efecto la
existencia precede a la esencia, no se podrá jamás explicar por
referencia a una naturaleza humana dada y fija; dicho de otro modo, no
hay determinismo, el hombre es libre, el hombre es libertad. P. 18 (Sartre)

El hombre es libertad

Es lo que expresaré diciendo que el hombre está condenado a ser


libre. P.18 (Sartre)

El hombre inventa al hombre

Piensa, pues, que el hombre, sin ningún apoyo ni socorro, está


condenado a cada instante a inventar al hombre. P. 19 (Sartre)

Ponge ha dicho, en un artículo muy hermoso: “el hombre es el


porvenir del hombre”. Es perfectamente exacto. Sólo que si se entiende
por esto que ese porvenir está inscrito en el cielo, que Dios lo ve,
entonces es falso, pues ya no sería ni siquiera un porvenir. P. 19 (Sartre)
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Elección y compromiso

Dicho en otra forma, elegir el consejero es ya comprometerse. La


prueba está en que si ustedes son cristianos, dirán: consulte a un
sacerdote. P. 22 (Sartre)

No hay naturaleza humana

Pero puedo contar con hombres que no conozco fundándome en la


bondad humana, o en el interés del hombre por el bien de la sociedad,
dado que el hombre es libre y que no hay ninguna naturaleza humana en
que pueda yo fundarme. Esto no quiere decir que yo no deba pertenecer a
un partido, pero si que no tendré ilusión y que haré lo que pueda. Por
ejemplo, si me pregunto: ¿llegará la colectivización, como tal, a
realizarse? No sé nada; sólo sé que haré, todo lo que esté en mi poder
para que llegue; fuera de esto no puedo contar con nada. P.25 (Sartre)

El existencialismo se opone al quietismo

Ahora bien, en realidad, para el existencialismo, no hay otro amor


que el que se construye, no hay otra posibilidad de amor que la que se
manifiesta en el amor. P.26 (Sartre)

Un hombre que se compromete en la vida dibuja su figura, y fuera


de esta figura no hay nada. P. 26 (Sartre)
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Evidentemente, este pensamiento puede parecer duro para aquel


que no ha triunfado en la vida. P. 26 (Sartre)

El existencialismo es una doctrina optimista

No hay doctrina más optimista, puesto que el destino del hombre


está en él mismo; ni como una tentativa para descorazonar al hombre
alejándole de la acción, puesto que le dice que sólo hay esperanza en su
acción y que la única cosa que permite vivir al hombre es el acto. P.28
(Sartre)

La subjetividad

Nuestro punto de partida en efecto, es la subjetividad del individuo,


y esto por razones estrictamente filosóficas. P.29 (Sartre)

Subjetividad cartesiana y Subjetividad existencial

Hay universalidad en todo proyecto en el sentido de que todo


proyecto es comprensible para todo hombre. P. 31 (Sartre)

La elección es posible en un sentido, pero lo que no es posible es


no elegir. Puedo siempre elegir, pero tengo que saber que, si no elijo,
también elijo. P. 33 (Sartre)
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La moral existencialista

Lo mismo ocurre en el plano de la moral. Lo que hay de común


entre el arte y la moral es que, en los dos casos, tenemos creación e
invención. P. 34 (Sartre)

El hombre elige su moral

El hombre se hace no está todo hecho desde el principio, se hace al


elegir su moral, y la presión de las circunstancias es tal, que no puede
dejar de elegir una. P. 35 (Sartre)

No definimos al hombre sino en relación con un compromiso. P.35


(Sartre)

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La elección no es gratuita

En segundo lugar se nos dice: no pueden ustedes juzgar a los


otros. Esto es verdad en cierta medida, y falso en otra. Es verdadero en el
sentido de que, cada vez que el hombre elige su compromiso y su
proyecto con toda sinceridad y con toda lucidez, sea cual fuere por lo
demás este proyecto, es imposible hacerle preferir otro; es verdadero en
el sentido de que no creemos en el progreso; el progreso es un
mejoramiento; el hombre es siempre el mismo frente a una situación que
varía y la elección se mantiene siempre una elección en una situación. P.
35 (Sartre)

El hombre se elige en relación con los otros


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Pero sin embargo se puede juzgar, por que, como he dicho, se elige
frente a los otros, y uno se elige a si frente a los otros. Ante todo se
puede juzgar (y éste no es un juicio de valor, sino un juicio lógico) que
ciertas elecciones están fundadas en el error y otras en la verdad. P.36
(Sartre)

Se puede juzgar a un hombre diciendo que es de mala fe. Si hemos


definido la situación del hombre como una elección libre, sin excusas y
sin ayuda, todo hombre que se refugia detrás de la excusa de sus
pasiones, todo hombre que inventa un determinismo, es un hombre de
mala fe. P.36 (Sartre)

La mala fe

Se podría objetar: pero ¿por qué no podría elegirse a sí mismo de


mala fe? Respondo que no tengo que juzgarlo moralmente, pero defiendo
su mala fe como un error. Así, no se puede escapar a un juicio de
verdad. La mala fe es evidentemente una mentira, porque disimula la total
libertad del compromiso. P. 36 (Sartre)

La libertad ajena

Ciertamente la libertad, como definición del hombre, no depende de


los demás, pero en cuanto hay compromiso, estoy obligado a querer, al
mismo tiempo que mi libertad, la libertad de los otros; no puedo tomar mi
libertad como fin si no tomo igualmente la de los otros como fin. P. 37
(Sartre)

La autenticidad
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Antes de que ustedes vivan, la vida no es nada; les corresponde a


ustedes darle un sentido, y el valor no es otra cosa que este sentido que
ustedes eligen. Por esto, se ve que hay la posibilidad de crear una
comunidad humana. Se me ha reprochado el preguntar si el
existencialismo era un humanismo. P. 40 (Sartre)

El humanismo

Por humanismo se puede entender una teoría que toma al hombre


como fin y como valor superior. Hay humanismo en este sentido en
Cocteau, por ejemplo, cuando en su relato Le tour du monde en 80 heures
un personaje dice, porque pasa en avión sobre las montañas: el hombre
es asombroso. Esto significa que yo, personalmente, que no he
construido los aviones, me beneficiaré con, estos inventos particulares y
que podré personalmente, como hombre, considerarme responsable y
honrado por los actos particulares de algunos hombres. P.40 (Sartre)

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