Está en la página 1de 9

lOMoARcPSD|3636871

Resumen El hombre unidimensional Marcuse

Teoría Sociológica Ii (Universidad de Chile)

StuDocu no está patrocinado ni avalado por ningún colegio o universidad.


Descargado por Legadiaz Pc (legadiazpc@gmail.com)
lOMoARcPSD|3636871

EL HOMBRE UNIDIMENSIONAL
HERBERT MARCUSE (1964)
Resumen de Pablo Bivort para el ramo de teoría sociológica II – diciembre 2013

I NT R O D U C C I Ó N

Reflexión sobre el peligro de la posibilidad de una catástrofe atómica y la destrucción de la


civilización en el contexto de la sociedad industrial avanzada que parece tener el aspecto
mismo de la razón sin embargo es irracional. Su productividad destruye el libre desarrollo de
las necesidades y facultades humanas. Su paz se mantiene mediante la constante amenaza de
guerra. Tremendo peso de la dominación de la sociedad sobre el individuo. Cualquier teoría
de la sociedad contemporánea que se defina como critica debe investigar las raíces de esos
desarrollos y examinar sus alternativas históricas.

El examen de sus alternativas históricas permite medir la práctica histórica específica. Existe
por lo tanto desde un principio en una teoría crítica el problema de la objetividad histórica.
Dos afirmaciones que implican juicios de valor. Por una parte el juicio que afirma que la vida
humana merece vivirse y el juicio que implica que en una sociedad dada existen posibilidades
específicas para un mejoramiento de la vida humana y formas y medios específicos para
realizar esas posibilidades.

El intento por responder a estas preguntas exige una serie de abstracciones iniciales. A saber,
un análisis trascendente de los hechos oponiéndose a toda metafísica mediante el riguroso
carácter histórico de la trascendencia, entendida como el disparo del universo establecido del
razonamiento y la acción hacia sus alternativas históricas.

El progreso técnico, extendido hasta ser todo un sistema de dominación y coordinación, crea
formas de vida (y de poder) que parecen reconciliar las fuerzas que se oponen al sistema y
derrotar o refutar toda protesta en nombre de las perspectivas históricas de liberación del
esfuerzo y la dominación, parece la sociedad contemporánea ser capaz de contener el cambio
social, este es quizás el logro más singular de la sociedad industrial avanzada.

En un comienzo la crítica a la sociedad industrial se expresaba en la conciencia y acción política


de dos grandes clases: la burguesía y el proletariado, estas son en el mundo capitalista aun las
clases básicas. Sin embargo, el desarrollo capitalista ha alterado la estructura y la función de
estas dos clases de tal modo que ya no parecen ser agentes de la transformación histórica.
Ambas parecen buscar mantener el statu quo institucional. Ante la ausencia de agentes y
factores manifiestos del cambio social. La crítica regresa así a un alto nivel de abstracción. Es
evidente sin embargo que la sociedad como totalidad necesita un cambio cualitativo.

El hecho de que la gran mayoría de la población acepte, y sea obligada a aceptar esta sociedad,
no la hace menos irracional y menos reprobable. La distinción entre conciencia falsa y
verdadera aun está llena de sentido, pero esta distinción misma ha de ser validada. Esto solo
puede ser posible si los hombres experimentan la necesidad de cambiar su forma de vida, de
negar lo positivo, de rechazar. Es esta necesidad la que la sociedad establecida consigue

Descargado por Legadiaz Pc (legadiazpc@gmail.com)


lOMoARcPSD|3636871

reprimir en la medida en que es capaz de “repartir los bienes” en una escala cada vez mayor, y
de usar la conquista científica de la naturaleza para la conquista científica del hombre.

Diversas categorías como sociedad, clase, individuo están perdiendo su connotación crítica y
tienden a hacerse términos descriptivos, falaces u operacionales. El esfuerzo por recuperar el
sentido crítico de estas categorías puede parecer a primera vista un regreso de una teoría
unida con la práctica histórica al pensamiento abstracto y especulativo. Este carácter
ideológico de la crítica es el resultado de que el análisis es obligado a partir de una posición
fuera de lo positivo tanto como de lo negativo. Es la totalidad lo que está en cuestión.

El hombre unidimensional oscilará continuamente entre dos hipótesis contradictorias.

1) Que la sociedad industrial avanzada es capaz de contener la posibilidad de un cambio


cualitativo para el futuro previsible
2) Que existen fuerzas y tendencias que pueden romper esta contención y hacer estallar
la sociedad.

En esta sociedad el aparato productivo tiende a hacerse totalitario en el grado en que


determina no solo las ocupaciones, aptitudes y actitudes socialmente necesarias, sino también
las necesidades y aspiraciones individuales. Borra la oposición entre existencia privada y
pública y entre necesidades individuales y sociales. La tecnología sirve para instituir formas de
control social y de cohesión social más efectivas y más agradables. La tecnología no es
necesariamente neutra, no puede ser separada del empleo que se hace de ella.

El análisis desarrollado por Marcuse está centrado en tendencias que se dan en las sociedades
de su tiempo más altamente desarrolladas. Existen sin embargo zonas donde en ese momento
esas tendencias no prevalecen o no prevalecen al menos en ese tiempo.

1. L A S N U E V A S F O R M A S D E C O NT R O L

Prevalece en la civilización industrial avanzada una ausencia de libertad cómoda, suave,


razonable y democrática, lo crítico que pudieron ser en un comienzo principios de la sociedad
industrial como derechos y libertades se debilitan en una etapa más alta de esta sociedad. Una
vez institucionalizados estos derechos y libertades compartieron el destino de la sociedad de la
que se habían convertido en parte integrante. La realización anula las premisas. Una sociedad
que aparentemente satisface las necesidades sociales dificulta a la oposición política en su
función crítica básica. Se reduce la oposición a la discusión de alternativas políticas dentro del
statu quo. Un control del aparato productivo haría posible la autonomía individual sin embargo
este no aparece como una necesidad en nombre de la libertad de empresa, libertad para
trabajar o morir de hambre en términos de Marx. En la base en que se ha organizado su base
tecnológica, la sociedad industrial contemporánea tiende a ser totalitaria debido a que actúa
mediante la manipulación de las necesidades por intereses creados.

Sociedad libre ya no puede definirse adecuadamente en los términos tradicionales de


libertades económicas, políticas e intelectuales, no porque estas libertades se hayan vuelto
insignificantes sino porque son demasiado significativas para ser confinadas dentro de las
formas tradicionales.

Descargado por Legadiaz Pc (legadiazpc@gmail.com)


lOMoARcPSD|3636871

Se afirma en ese sentido que tal como libertad económica podría ser entendido como una
libertad de la economía, libertad política es la liberación de los individuos de una política sobre
la que no ejercen ningún control efectivo. Del mismo modo la libertad intelectual significaría la
restauración del pensamiento individual absorbido ahora por la comunicación y
adoctrinamiento de masas.

Las necesidades humanas son necesidades históricas. Se puede distinguir entre necesidades
verdaderas y falsas, las falsas son aquellas que intereses sociales particulares imponen al
individuo para su represión. Estas necesidades tienen un contenido y una función sociales,
determinadas por poderes externos sobre los que el individuo no tiene ningún control.
Predominio de necesidades represivas.

Las únicas necesidades que pueden inequívocamente reclamar satisfacción son las vitales:
alimento, vestido y habitación en el nivel de cultura que esté al alcance. La satisfacción de
estas necesidades es el requisito para la realización de todas las necesidades, tanto las
sublimadas como de la no sublimadas.

En última instancia, la pregunta sobre cuáles son las necesidades verdaderas o falsas solo
puede ser resuelta por los mismos individuos. Esto siempre y cuando tenga la libertad para dar
su propia respuesta.

Cuanto más racional, productiva, técnica y total deviene la administración represiva de la


sociedad, mas inimaginables resultan los medios y modos mediante los que los individuos
administrados pueden romper su servidumbre y alcanzar su propia liberación. Toda liberación
depende de la toma de conciencia de la servidumbre, es necesario el abandono de la
satisfacción represiva. El rasgo distintivo de la sociedad industrial avanzada es la sofocación
efectiva de aquellas necesidades que requieren ser liberadas, mientras que sostiene y absuelve
el poder destructivo y la función represiva de la sociedad opulenta. Los controles sociales
exigen la abrumadora necesidad de producir y consumir el despilfarro, la necesidad de un
trabajo embrutecedor cuando ha dejado de ser una verdadera necesidad. Bajo el gobierno de
una totalidad represiva, la libertad se puede convertir en un poderoso instrumento de
dominación. La libre elección de amos no suprime ni a los amos ni a los esclavos. Escoger
libremente entre una amplia variedad de bienes y servicios no significa libertad si estos bienes
y servicios sostienen controles sociales sobre una vida de esfuerzo y de temor, si sostienen la
alienación. Esto solo prueba la eficacia de los controles. El pre-condicionamiento no empieza
con los mass-media sino mucho antes, la diferencia decisiva reside en la disminución del
contraste entre lo dado y lo posible, entre las necesidades satisfechas y las por satisfacer. La
asimilación de los mass-media el entretenimiento por parte de ambas clases no implica la
desaparición de las clases, sino la medida en que las necesidades y satisfacciones que sirven
para la preservación del “sistema establecido” son compartidas por la población subyacente.

La manera en que los controles tecnológicos parecen ser la misma encarnación de la razón en
beneficio de todos los grupos e intereses sociales hace parecer toda oposición imposible y toda
contradicción irracional.

Se da la identificación inmediata del individuo con su sociedad y, a través de esta, con la


sociedad como un todo. Esta identificación reaparece en la alta civilización industrial. Se pierde
la dimensión en que reside el poder crítico de la razón. Si los individuos se encuentran a sí
mismos en las cosas que dan forma a sus vidas, lo hacen no al dar, sino al aceptar la ley de las
cosas; no las leyes de la física, sino las leyes de su sociedad. El sujeto alienado es devorado por
su existencia alienada. Hay una sola dimensión que está por todas partes y en todas las formas.

Descargado por Legadiaz Pc (legadiazpc@gmail.com)


lOMoARcPSD|3636871

Esto no implica el fin de la ideología sino su intensificación y que se encuentra en el propio


proceso de producción.

Se produce el modelo de pensamiento y conducta unidimensional en el que ideas, aspiraciones


y objetivos que trascienden por su contenido el universo establecido del discurso y la acción,
son rechazados y o reducidos a los términos de este universo.

La ofensiva empirista radical en las ciencias proporciona la justificación metodológica para que
los intelectuales bajen a la mente de su pedestal: positivismo que, en su negación de los
elementos trascendentes de la razón forma la réplica académica de la conducta socialmente
requerida. Esto no significa que prime el materialismo por sobre ocupaciones espirituales,
metafísicas y bohemias. Han proliferado pensamientos trascendentes fuera del establishment
académico como ideologías beat, existencialismo, zen pero no son contradictorios del statu
quo ni negativos.

Desde los orígenes de la razón moderna hay un contraste entre el radicalismo crítico extremo
presente en el método científico y filosófico y un quietismo acrítico en la actitud hacia las
instituciones sociales establecidas y operantes, presente en Hobbes, Descartes y Locke. Era
posible sin embargo por las condiciones una disociación entre el real estado de las cosas
establecido. Ahora la autolimitación del pensamiento es más amplia. Toda idea trascendente
parece como inaceptable para la ciencia y el pensamiento científico. Se convierte el progreso
científico y técnico en un instrumento de dominación.

El progreso parece dirigirse a una “pacificación de la existencia” como alternativa histórica, sin
embargo tiene un rol de contención. Por debajo de su dinamismo aparente es un sistema de
vida completamente estático. Se da una tendencia hacia la consumación de la racionalidad
tecnológica y esfuerzos intensos para contener esta tendencia dentro de las instituciones
establecidas. El elemento irracional es su racionalidad.

La dominación, disfrazada de opulencia y libertad, se extiende a todas las esferas de la


existencia pública y privada, integra toda oposición autentica, absorbe todas las alternativas.
La racionalidad tecnológica revela su carácter político a medida que se convierte en el gran
vehículo de una dominación más acabada, creando un universo verdaderamente totalitario en
el que sociedad y naturaleza, espíritu y cuerpo, se mantienen en un estado de permanente
movilización para la defensa de este universo.

6 . D E L P E N S A M I E N T O N E G A T I V O A L P O S I T I VO : L A R A C I O N A L I D A D T E C N O L Ó G I C A Y L A L Ó G I C A
D E L A D O M I N A C I Ó N.

En la realidad social, a pesar de todos los cambios, la dominación del hombre por el hombre es
todavía la continuidad histórica que vincula la razón pre-tecnológica con la tecnológica. Sin
embargo, la sociedad que proyecta y realiza la transformación tecnológica de la naturaleza,
altera la base de la dominación, reemplazando gradualmente la dependencia personal (del
esclavo con su dueño, el siervo con el señor de la hacienda) por la dependencia al “orden
objetivo de las cosas” (las leyes económicas, mercados). Este último es en sí mismo resultado
de la dominación. Lo que está mal es la forma en que los hombres han organizado su trabajo
social.

Descargado por Legadiaz Pc (legadiazpc@gmail.com)


lOMoARcPSD|3636871

La organización equivocada de la sociedad exige una explicación más amplia en vista de la


situación de la sociedad industrial avanzada, en la que la integración de las fuerzas sociales
anteriormente negativas y trascendentes con el sistema establecido parece crear una nueva
estructura social.

La sociedad se reproduce a sí misma en un creciente ordenamiento técnico de cosas y


relaciones que incluyen la utilización técnica del hombre; en otras palabas, la lucha por la
existencia y la explotación del hombre y la naturaleza llegan a ser incluso más científicas y
racionales. El doble significado de “racionalización” es relevante en este contexto. La
racionalidad técnica y científica y la manipulación están soldadas en una nueva forma de
control social. Necesario pensar en la nueva racionalidad contrastada con los aspectos del
modelo pre-tecnológico.

La cuantificación de la naturaleza separó a la realidad de todos sus fines inherentes. La tensión


entre la razón y las necesidades y deseos de la población ha existido desde el principio del
pensamiento filosófico y científico. La “naturaleza de las cosas” incluyendo la de la sociedad
fue definida para justificar la represión e incluso la supresión como perfectamente racionales.
Sin embargo paradójicamente a la cuantificación de la naturaleza, el mundo objetivo al que se
ha dejado equipado solo con cualidades cuantificables, llega a ser cada vez más dependiente
del sujeto para su objetividad. Sin embargo esta dependencia del sujeto no implica
necesariamente un sujeto involucrado en la observación, la mayoría de las ciencias empíricas
ha evolucionado en la constitución de modelos abstractos, matemáticos.

La división cartesiana del mundo ha sido puesta en cuestión también en su propio terreno,
como límite. El dualismo de descartes implicaría ya su negación; aclararía antes que cerraría el
camino hacia el establecimiento de un universo científico unidimensional, en el que la
naturaleza es “objetivamente de la mente” osea, del sujeto. La ciencia de la naturaleza se
desarrolló bajo el a priori tecnológico que proyecta la naturaleza como un instrumento
potencial, un equipo de control y organización. Este a priori tecnológico es un a priori político
en la medida en que la transformación de la naturaleza implica la del hombre y que las
creaciones del hombre salen de y vuelven a entrar en un conjunto social. Se podría pensar que
la evolución del método científico en definitiva refleja la transformación de la realidad natural
en realidad técnica dentro del proceso de la civilización industrial aunque esta concepción es
criticada por Marcuse ya que asume dos campos separados, la ciencia y el pensamiento
científico y por otra parte su aplicación práctica.

El método científico que lleva a la dominación cada vez más efectiva de la naturaleza llega a
proveer así los conceptos puros tanto como los instrumentos para la dominación cada vez más
efectiva del hombre por el hombre a través de la dominación de la naturaleza. La razón teórica
permaneciendo pura y neutral entra al servicio de la razón práctica.

La tecnología también provee la gran racionalización para la falta de libertad del hombre y
demuestra la imposibilidad técnica de ser autónomo, de determinar la propia vida, esta falta
de libertad no aparece ni como irracional ni como política sino más bien como una sumisión al
aparato técnico que aumenta las comodidades de la vida y aumenta la productividad del
trabajo.

Marcuse desarrolla una reflexión sobre la ciencia física bastante compleja. Finalmente en
resumen trata de identificar más claramente el sujeto oculto en la racionalidad científica y los
fines ocultos en su forma pura.

Descargado por Legadiaz Pc (legadiazpc@gmail.com)


lOMoARcPSD|3636871

La objetividad pura se revela a si misma como objeto para una subjetividad que provee los
telos, los fines. En la construcción de la realidad tecnológica no existe una cosa como un orden
científico puramente racional, el proceso de la racionalidad tecnológica es un proceso político.

Solo en el medio de la tecnología, el hombre y la naturaleza se hacen objetos fungibles de la


organización. La efectividad y productividad universal del aparato al que están sometidos vela
por los intereses particulares que organizan el aparato. La tecnología se ha convertido en el
gran vehículo de la reificación. La dominación ya no solo se expresa por cualidades y leyes
objetivas sino que estas leyes parecen perder su carácter misterioso e incontrolable. Aparecen
como manifestaciones calculables de la racionalidad científica. El empirismo total revela su
función ideológica en la filosofía contemporánea.

1 0 . CO N C L U S I Ó N

La conclusión de Marcuse comienza con la frase “la sociedad unidimensional avanzada altera la
relación entre lo racional y lo irracional” realiza un contraste entre los aspectos fantásticos y
enajenados de su racionalidad y señala que el reino de lo irracional se convierte en el ámbito
de lo verdaderamente racional. Si no se puede expresar racionalmente “el arte de la vida”
quizás estas ideas no puedan tener otro medio de comunicación que el anormal de la ficción.
La dimensión estética conserva una libertad de expresión que permite al autor llamar a los
hombres y las cosas por su nombre, nombrar lo que de otra manera es innombrable.

Auschwitz sigue persiguiendo no la memoria sino los logros del hombre: este es el lugar en que
tienen lugar los grandes logros humanos de la ciencia, la medicina y la tecnología. Los
esfuerzos por salvar y mejorar la vida son la única esperanza en este desastre. La imaginación
ha llegado a ser un instrumento del progreso, es un instrumento del que se abusa
metódicamente. La obscena mezcla de la estética y la realidad refuta a las filosofías que
oponen la imaginación “poética” a la razón científica y empírica. El progreso tecnológico va
acompañado de la racionalización progresiva e incluso de la realización de lo imaginario. Sus
aspectos modernos son elementos de la dominación tecnológica y están sujetos a ella.

Al reducir e incluso cancelar el romántico espacio de la imaginación, la sociedad ha forzado a la


imaginación a probarse a si misma en nuevos terrenos, en los que las imágenes se traducen en
capacidades y proyectos históricos. La aceptación de la racionalidad específica de lo irracional,
el reconocimiento de la imaginación se ha hecho desde las matemáticas y en el psicoanálisis.
Esta fuerza terapéutica puede ir mucho más allá que la cura de la neurosis.

La imaginación no ha permanecido inmune al proceso de reificación. Somos poseídos por


nuestras imágenes, sufrimos nuestras propias imágenes. Darle a la imaginación todos los
medios de expresión ería un retroceso. Es racional la imaginación que puede llegar a ser el a
priori de la reconstrucción y nueva orientación del aparato productivo hacia una existencia
pacifica, una vida sin temor. Y esta no puede ser nunca la imaginación de aquellos que están
poseídos por las imágenes de la dominación y la muerte.

Liberar a la imaginación para que pueda disponer de todos sus medios de expresión presupone
la regresión de mucho de lo que ahora está libre y perpetúa una sociedad represiva. Es un
asunto político. ¿Cómo pueden los individuos administrados liberarse al mismo tiempo de si
mismos y de sus amos? ¿Cómo es posible pensar que pueda romperse este círculo vicioso?

Descargado por Legadiaz Pc (legadiazpc@gmail.com)


lOMoARcPSD|3636871

No es la noción de las nuevas instituciones sociales la que presenta la mayor resitencia en el


intento de responder a esta pregunta. Las mismas sociedades establecidas están cambiando
sus instituciones en la dirección de una mayor planificación. El cambio cualitativo está
condicionado por la planificación a favor de la totalidad contra estos intereses particulares que
se alzan en el camino de alcanzar esta meta, una sociedad libre y racional solo puede aparecer
sobre esta base.

Las instituciones dentro de las que puede imaginarse la pacificación desafían la tradicional
clasificación en administraciones autoritarias y democráticas. La meta de la autentica
autodeterminación de los individuos depende del control social efectivo sobre la producción y
la distribución de las necesidades. En este punto, la racionalidad tecnológica, despojada de sus
aspectos de explotación, es el único nivel y guía en el planteamiento y el desarrollo de los
recursos disponibles para todos. La autodeterminación en la producción sería un despilfarro. El
control centralizado es racional si establece las precondiciones de una autodeterminación
verdadera. Esto puede ser posible en su propio campo: en las decisiones referentes a la
producción y distribución del excedente económico y en la existencia individual. La sociedad
será racional y libre en la medida en que esté organizada, sostenida y reproducida por un
sujeto histórico esencialmente nuevo, liberado de toda propaganda, adoctrinamiento o
manipulación.

Donde los trabajadores han llegado a ser una parte de la forma de vida establecida, su ascenso
al control prolongaría esta forma en un escenario diferente. Los hechos que dan validez a la
teoría crítica de esta sociedad y su fatal desenvolvimiento están perfectamente presentes: la
irracionalidad creciente de la totalidad, la necesidad de expansión agresiva, la constante
amenaza de guerra, la explotación intensificada, la deshumanización Todos ellos apuntan hacia
la alternativa histórica: la utilización planificada de los recursos para la satisfacción de las
necesidades vitales con un mínimo de esfuerzo, la transformación del ocio en tiempo libre, la
pacificación de la lucha por la existencia.

La teoría dialéctica no es refutable pero no puede ofrecer el remedio. No puede ser positiva.
Sin duda, el concepto dialéctico al comprender los hechos dados, los trasciende. Este es el
signo de su verdad. Define las posibilidades históricas, incluso las necesidades. Pero su
realización solo puede estar en la práctica que responda a la teoría y en el presente, la práctica
no da tal respuesta. Sobre bases tanto teóricas como empíricas, el concepto dialéctica
pronuncia su propia desesperanza. La realidad humana es historia y, en ella, las
contradicciones no explotan por sí misma. El desarrollo de la tecnología lleva un incremento en
la conquista del hombre por el hombre, esta conquista reduce la libertad que es condición
necesaria para la liberación. Esta es libertad de pensamiento en el único sentido en que el
pensamiento puede ser libre en el mundo administrado: como la conciencia de su
productividad represiva y como la absoluta necesidad de romper con esa totalidad. Esta
necesidad no prevalece precisamente donde puede llevar a ser la fuerza impulsora de una
práctica histórica.

Se asume la dificultad de la teoría crítica para demostrar la existencia de tendencias


liberadoras dentro de la sociedad establecida.

El desarrollo de las fuerzas productivas, la extensión de la conquista de la naturaleza y demás


posibilidades están siendo realizadas a través de medios e instituciones que anulan su
potencial liberador.

Descargado por Legadiaz Pc (legadiazpc@gmail.com)


lOMoARcPSD|3636871

Las tendencias totalitarias de la sociedad unidimensional hacen ineficaces las formas y los
medios de protesta tradicionales, quizás incluso peligrosos porque preservan la ilusión de
soberanía popular. Esta ilusión contiene una verdad, el pueblo se ha elevado para convertirse
en el fermento de la cohesión social. Bajo la base popular conservadora se encuentra el
sustrato de los proscritos y los “extraños” los explotados y los perseguidos de otras razas y
otros colores. Ellos existen fuera del proceso democrático. Su vida es la necesidad mas
inmediata y la mas real para poner fin a instituciones y condiciones intolerables. Así, su
oposición es revolucionaria incluso si su conciencia no lo es. Su oposición al sistema desde el
exterior y por tanto no es derrotada por el sistema. El espectro está ahí otra vez, dentro y
fuera de las fronteras de las sociedades avanzadas. Existe la posibilidad de que se junten los
extremos históricos, la conciencia mas avanzada de la humanidad y la fuerza más explotada. La
teoría crítica de la sociedad no posee conceptos que puedan tender golpea que puedan tender
un puente sobre el abismo entre el presente y su futuro.

“sólo gracias a aquellos sin esperanza nos es dada la esperanza.” Walter Benjamin

Descargado por Legadiaz Pc (legadiazpc@gmail.com)

También podría gustarte