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Infierno sobre Ruedas

Carol Lynne
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Infierno también conocido como La Ciudad.

• Todo lugar de dolor y confusión

• El hogar creado por Lucifer y los forzados a dejar el cielo

• Un mundo en el que únicamente los muertos pueden residir

• Un mundo en donde el pecado es lo común.

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Capitulo Uno

Cory se quitó los manchados guantes de látex y sonrió ante su reflejo en el


espejo del cuarto de baño. Lo que más le llamaba la atención era su curado
labio, herido a causa del golpe de un cliente borracho de El Agua Helada.

Su mirada se fue hacia su rubio blanco cabello pintado con color. Aunque el
temporal tinte era más verde oscuro que el verde normal del día de San
patricio, Cory pensó que era el tono perfecto.

Desde su interrumpido interludio con Nick, Cory había apenas logrado manejar
su libido. Rezaba por ser capaz de encontrar al menos a un tipo caliente en el
bar que estuviera lo suficientemente sobrio. Los borrachos sólo causaban que se
le revolviera el estómago.
Después de una inspección final, apagó la luz del cuarto de baño y cruzó su
closet. El día de San Patricio siempre ponía feliz a la gente, y la gente feliz daba
grandes propinas. Seleccionó una camiseta ajustada a su piel que terminaba
justo arriba de su ombligo, y sus desgastados jeans. Por primera vez desde que
se abrió El Agua Helada, Nick y Dominic habían relajado el estricto código de
vestuario para la celebración de esa noche.

Con lo mucho que le gustaría calzar algo sexy, ir en bicicleta al trabajo seria
difícil sin zapatos. Escogió unos tenis y se revisó frente a un espejo de cuerpo
entero. El pequeño diamante en su ombligo captaba la luz y parecía que le hacia
guiños. El trébol de cuatro hojas tatuado en uno de sus pezones era fácilmente
visible a través de la tela de su camiseta. Cory sacudió la cabeza y se rio —Si
con ese conjunto no recibía más propina o el hombre que quería para el fin de la
noche, lo dejaría.

****

Cory encadenó su bicicleta en el farol y se dirigió a El Agua Helada. Era


afortunado. Cuando trabajaba en El Infierno, su bicicleta había sido robada en
varias ocasiones. Pero estaba segura en El Agua Helada. Tao el portero del club,
mantenía vigilada la bebé de Cory.

Después de asegurarse de que la cadena estaba segura, Cory se dirigió a la


puerta principal y tocó en el escarchado vidrio, oyó cuando le quitaban la llave
a la puerta. En un momento la puerta se abrió y vio a Dominic que parecía que
se le iban a salir los ojos de la cabeza.
—Santa, jodida, mírate —Dominic dio un paso atrás, lo suficiente para que Cory
entrara.

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—Me verías así todos los días si no tuviera que usar traje todo el tiempo —dijo
Cory riéndose.

Dominic pasó una mano a través de su corto cabello —Quizás debería pensar
en esos uniformes para el personal —Dominic sacudió la cabeza—Wow. Yo…
uh…—Sacudió la cabeza de nuevo—Yo voy a ir a mi oficina a hablarle a Lu.

Cory asintió. Por la erección en el frente de los jeans de Dominic, Cory sabía que
sería una buena noche en propinas. Sólo esperaba que Dominic no le dijera a
Lu, que él lo había puesto tan caliente. Lo último que Cory quería eran
problemas con el gran tipo.
Cory cruzó el cuarto hacia el bar. Una rápida mirada a su reloj le dijo que sólo
tenía cuarenta y cinco minutos para asegurarse de que todo estuviera lleno en el
bar. Vio a Nick y Galen bajando las escaleras.

—Hey, Nick, ¿conectaron los barriles de cerveza irlandesa? —preguntó Cory.

—Sí. Esta mañana deben de estar buenas y frías. Hay cuatro más enfriándose
por si las necesitas, pero no trates de cambiarlas tu mismo. Llama a uno de
nosotros o a Tao que se tome un descanso y te ayude —Nick ocupó su silla alta
favorita y jaló a Galen entre sus piernas.

—Te ves asombrosamente sexy esta noche —comentó Galen.


Cory pasó su mano por el frente de su camiseta, llamando incluso más la
atención a su delgado y musculosos pecho —Necesito un nuevo sofá. Espero
ganar las suficientes propinas esta noche para comprarlo el domingo.

Galen presionó su cuerpo contra el pecho de Nick y comenzó a contonearse lo


suficiente para que Cory supiera en donde estaba probablemente la mano de
Nick bajo sus pantalones. El pensar en la mano de Nick acariciando el pene de
Galen tenía duro a Cory en un momento. Sí. Esa era otra razón por la que
necesitaba una jodida, y entre más pronto mejor.

—¿Baz llegará tarde? —Cory comenzó a revisar cada vaso para asegurarles que
no los estaba viendo. Su amistad con el trío significaba mucho para él, y el no
quería hacer nada para que ellos se sintieran incómodos con su inapropiada
mirada.

—Está arriba preparando la cena. Dijo que nos llamaría cuando terminara. Dijo
algo de que lo distraíamos —dijo Galen con una gran sonrisa.

—Así que en su lugar decidieron bajar y distraerme a mí. —Cory tomó un vaso
y comenzó a limpiarlo con un suave trapo.

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—¿Que? —Nick pareció genuinamente intrigado con el comentario.

Cory giró los ojos y resopló —Ustedes chicos están tan acostumbrados a tocarse
en donde sea que se encuentren de humor. Incluso no creo que se den cuenta de
lo que están haciendo la mitad del tiempo.
Nick y Galen ambos bajaron la mirada. Las mejillas de Nick comenzaron a
ponerse deliciosamente rojas —Lo siento. Supongo que no lo hacemos.

—Lo hacemos —interrumpió Galen—Si me gusta, ¿por que no hacerlo?

Cory sacudió la cabeza —No hay razón. No puedo decir que te culpo. Si puedes
hacerlo, adelante.

Galen asintió —Si, es mucho mejor de esta manera, también lo he pensado.

Lu se acercó al bar vistiendo ajustada ropa de piel negra. Su mirada


inmediatamente se centró en Cory mientras le señalaba —Hablaré contigo
después. Primero tengo una emergencia que atender.
Cory bajó la cabeza. Maldición. No podía creer que Dominic le hubiera hablado
de él. Esperaba que Lu estuviera de mucho mejor humor después de tener una
gran jodida, el podría olvidar todo acerca de que Cory éxito a su amante.

El timbre del teléfono celular en el bolsillo de Nick empezó a sonar —Sí. Bien
correcto ahí estaremos.

Nick le dio un beso en el cuello a Galen —La cena está lista.

Galen se retiró de entre las piernas de Nick y el gran hombre se puso de pie —
Esto será una locura después. No olvides lo que te dije, si necesitas ayuda,
pídela.

—No te preocupes —le dijo Cory a Nick—Disfruta tu cena.

Después de que Nick y Galen se dirigieron a las escaleras rumbo a su


departamento, Cory siguió preparando el bar mientras veía al resto del
personal llegar lentamente. Incluso sin ver cuando llegaba Tao al club, el sabía
cuando el muy tatuado samoano entraba. Siempre la piel de Cory se erizaba en
piel de gallina.

—Buenas noches, Cory.

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—Feliz día de San Patricio, Tao —dijo sin levantar la vista de la botella de vino
tinto que estaba descorchando. Cory deseaba saber porque el hombre gigante le
afectaba tanto. No es que Tao no le pareciera atractivo a Cory. Maldición,
cualquiera con ojos estaría de acuerdo con que el hombre era mas caliente que
el infierno, pero Tao lo hacia sentirse nervioso. Al menos era del doble de su
tamaño, Tao representaba a los bravucones que habían hecho más que
participar en arruinarlo. En opinión de Cory, el tamaño realmente importaba.
Entre más grande el hombre más se sentía con derecho de empujar a Cory.

—Me gusta tu cabello. Es divertido —dijo Tao.

Cory se encogió de hombros —Pensé que seria apropiado para este día.
Acostumbraba a hacerlo todo el tiempo antes....de venir aquí.

Cory levantó la vista antes de que Tao rápidamente la alejara. Tao se veía
malditamente bien con esa ropa, era una locura sexy. La mirada de Cory se fue
hacia el reloj en la pared detrás de la barra del bar—Casi es hora.
Tao palmeo la barra con su gran mano morena. —Sí. Supongo que es tiempo.
Cuídate esta noche, y llámame si tienes problemas.

—Lo haré. Gracias —Cory vio a Tao caminar hacia la puerta principal. Los
músculos de la espalda de Tao parecía que iban a desgarrar la ajustada camiseta
negra mientras caminaba. Sólo porque el gran tamaño del hombre lo
intimidaba, no significaba que no disfrutara la vista.

****

Tao levantó una mano —Lo siento señor, pero estamos a nuestra máxima
capacidad en este momento. Tendrá que esperar.

—¿Es una jodida broma? He esperado dos horas en esa estúpida línea. Dudo
que una sola persona más vaya a ser que todo el lugar se caiga.

—Lo siento, pero no puedo hacer eso —Tao no se molestaba con el hombre que
le gritaba en la cara. La mayoría de las veces, Tao tenía un carácter tranquilo.
Además, el cliente tenía razón, él había estado esperando mucho en la línea.
Tao se sentía mal, pero no podía dejar que todo el mundo entrara, sobrellenar
El Agua Helada con demasiada gente sólo causaría problemas para los meseros
y personal de seguridad.

El hombre trató de colocar en la mano de Tao un billete de cien dólares —¿No


podrías ver si hay lugar para uno más?

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Tao cerró en un puño las manos a su lado —Por favor aleje su dinero antes de
que me ofenda.
Afortunadamente en eso un pequeño grupo de hombres y mujeres salían del
club riéndose y cantando una de las canciones irlandesas que estaban tocando
en el interior del club. Tao se hizo a un lado y señaló al insoportable hombre
que entrara junto con cinco más.

Antes de girarse, Tao le echó una mirada a Cory. No pudo evitar sonreír
mientras el delgado hombre parecía cantar con los clientes alrededor del bar. La
gran jarra arriba de la barra ya estaba llena de dinero. Tao sacudió la cabeza. Si
el no tuviera obligaciones, el pagaría el salario de todo un mes por sentarse
frente a Cory toda la noche.

El hombre parecía saber hasta donde podía llegar en el coqueteo para


asegurarse una buena propina sin tener problemas ante un ataque no deseado.
Tao suspiró y regresó hacia la larga línea de gente que seguía esperando entrar
en El Agua Helada.

Vio a Cory coquetear con un perfecto extraño, mientras que el apuesto hombre
apenas y le sostenía la mirada a Tao. Últimamente se preguntaba si tendría que
ver con sus tatuajes. Sabía que los símbolos tribales que decoraban su cuerpo,
hacían que mucha gente se sintiera incomoda. Eso era parte de su cultura, y el
se sentía muy orgullosa de ella. El hecho de que Tao eligiera montar motocicleta
también ayudaba a que la gente tuviera una impresión equivocada de él. A Tao
no le interesaba como lo percibían otros pero la preocupación y el
malentendido de Cory le dolían. Tao no podía hacer nada para preguntarle a
Cory, si solamente Cory pudiera verlo como un hombre y no como un
monstruo.
****
Mientras la noche transcurría, las oportunidades de Cory de encontrar un
hombre suficientemente sobrio para llevarlo a casa, rápidamente
desaparecieron. Jodidos borrachos.

—Cerveza —balbuceó un hermoso hombre, junto a la barra.

—Lo siento, amigo, ya has tenido demasiado. ¿Tienes un conductor designado?


—preguntó Cory, limpiando la barra con una toalla.

—Ese no es tu asunto, Sólo dame la jodida cerveza.

—¿Llegaste aquí solo? Si no tienes conductor designado, o me das tus llaves. Yo


no te sirvo otra bebida.

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—¡Eso es mierda!
Cory dio un paso atrás, fuera el alcance del brazo del tipo. Había aprendido su
lección acerca de alejar la cara de la distancia del brazo —Lo siento, amigo, esas
son mis reglas.

El borracho entrecerró los ojos —¿No tienes idea de quien soy?

—No, y realmente me importa una mierda.

—Tengo un tío en el Barrio Antiguo que hará cualquier cosa que le pida.

—Bien por ti. Eso no quiere decir que yo vaya a servirte.

Entre más ruborizada se ponía la cara del hombre, más se preocupaba Cory. El
vio alrededor buscando a Nick o Dominic. Cuando el no los vio en el área,
presionó un botón bajo la barra —Hazte un favor y aléjate mientras todavía
tengas oportunidad.

—¡Jodete! —Tan pronto como las palabras salieron de la boca del hombre, fue
agarrado de la parte de atrás de su cuello y prácticamente levantado del suelo.

—Tao, ¿puedes llevar a este caballero a la puerta y meterlo en un taxi? Si trata


de conducir, detenlo.

—¿Estás Bien? —le preguntó Tao a Cory.

Cory asintió —Sólo un malentendido. Gracias.

El estupido hombre trató de alejarse de Tao moviendo salvajemente sus brazos.


Idiota. Cory había visto a Tao en acción las suficientes veces para saber que
seguiría. La enorme mano de Tao se colocó en la parte superior de los hombros
del hombre, cerrando su cuello y apretando.

El borracho cayó inmediatamente de rodillas, mientras trataba de alejar la mano


de Tao.

—Vámonos —Tao disminuyó el agarre lo suficiente para que el hombre se


pusiera de pie y caminara hacia la puerta principal.

Cory estaba tan agradecido de la intervención de Tao, que otra vez se recordó
que el gran hombre no era alguien con quien el quisiera enredarse.

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El teléfono bajo la barra empezó a sonar. Cory lo levantó y vio hacia las
ventanas de la oficina. —Estoy bien.

—¿Seguro? —preguntó Dominic.

—Sí. Sólo un borracho que no quería aceptar un no como respuesta. Tao se


encargó de él.

—Aplaudo tu convicción de no servirles más, pero ¿estás seguro que vale la


pena el riesgo?

—Seguro.

Dominic suspiró fuerte al teléfono —Sólo cuídate. Odiaría que alguien dejara
otra cicatriz en esa linda cara tuya.

—Gracias, jefe, pero todo está bien —Cory colgó el teléfono y fue con el otro
barman, Terry, estaba tomando unas órdenes. Usualmente trabajaba solo, pero
Nick había contratado a Terry para ayudar con las festividades del día de San
Patricio. Cory se encontró que era mucho mas fácil trabajar solo, pero el no era
el propietario, así que mantuvo la boca cerrada.

****

—Toma un descanso y ven a mi mesa —ordenó Lu, llegando a la barra.

Cory accedió temeroso ¿Lu le regañaría porque había excitado a Dominic, o


porque se había rehusado a servir a alguien? Después de decirle a Terry que Lu
quería hablar con él, Cory se dirigió a la mesa de Lu —¿Si, señor?

—Toma asiento —Lu señaló hacia uno de los sofás blancos de piel.

Cory tomó asiento y Lu movió la mano en el aire. Sorpresivamente, el ruido del


club desapareció —¿Cómo haces eso?
Lu sonrió y sacudió la cabeza.

Oh, correcto. Satán —¿Estoy en problemas?

Lu pasaba su mirada por el cuerpo de Cory y era como si lo tocara. Mierda.


Cory trató de jalar su camiseta para que cubriera su ombligo.

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—No lo hagas, me gusta como se ve —Lu señaló a Cory que se pusiera de pie
—Estaba sugiriendo que se usara tu ropa como modelo del uniforme del club,
pero creo que necesitamos algunos ajustes.

Lu señaló el cuerpo de Cory —Esos jeans son lindos, pero no lo suficientemente


elegantes —Con un tronido de dedos de Lu, Cory estaba vistiendo unos
pantalones de piel blanca de cadera baja pegados a su cuerpo —Jodidamente
perfecto.
Cory se vio y casi se traga su lengua. Si el no podía pagarse los pantalones de
piel, el tendría que usar esos todo el tiempo. Una rápida imagen de Tao en el
nuevo uniforme le llegó a la mente. Joder.

—Mantén los pantalones. Esos están muy bien. Tendrás más tú y todo el
personal para el fin de semana.

—¿Eso era todo lo que tenías que hablar conmigo? —preguntó Cory,
esperanzado de poderse alejar rápidamente.

Lu cruzó sus piernas y tomó un trago de su whiskey que uno de los meseros le
había traído —Estaba molesto de como Dominic se excitó en la tarde, pero
ahora que estoy aquí, no puedo decir que lo culpo.
Cory se movía nervioso. Lu sacudió la cabeza y le señaló a Cory que regresara a
su lugar en el sofá.

—Necesitamos hablar acerca de los riesgos en los que te has metido


últimamente. Estoy entendiendo lo importante en no dar mas bebidas, pero es
la segunda vez en tres semanas que estás en una posición peligrosa.

Cory cerró las manos y descansó sus antebrazos en sus rodillas —Por favor, no
me digas que no me permitirás rehusar el servicio a los clientes.

—Depende ¿Puedo preguntarte porque estas tan interesado en eso? —dijo Lu.

Cory soltó el aliento —Yo era un alcohólico.


—¿Eras? ¿No dicen que una vez que se es adicto siempre se es adicto?

Cory sacudió la cabeza —Mi muerte realmente fue mi salvación. Cuando morí,
también lo hizo mi adicción.

Lu tenía un dedo en sus labios, obviamente pensando. Cory esperó. Si Lu


ordenaba que Cory sirviera a todo el mundo lo que quisiera tomar, Cory se
vería forzado a renunciar.

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—Bien. Esto es lo que haremos. Desde ahora, si tu sientes que a un cliente no
debe de servírsele más, quiero que presiones el botón de seguridad antes de que
se lo informes. Esperarás a que llegue la ayuda y solamente rehusarás darle la
bebida al cliente.
A Cory no le agradaba el cambio, pero al menos no se lo habían impedido
completamente —Puedo vivir con eso.

Lu se puso de pie y le ofreció la mano a Cory para ayudarlo a levantarse —


Sabes que puedes hablar conmigo sobre cualquier cosa. No soy quien para
juzgar.

—Gracias. Recordaré eso— Cory regresó a su trabajo sintiendo como si Lu le


hubiera echado una mirada al interior de su alma.

****

A las tres de la mañana, Cory subió a su bicicleta para regresar a su casa.

—¿Quieres que te siga? —preguntó Tao, subiendo a su motocicleta plateada.


—No es necesario. Estoy bien —Cory se acomodó el casco mientras sonreía.

Los grandes ojos café de Tao vieron a Cory un momento antes de asentir y bajar
por la calle.

A pesar de estar cansado hasta los huesos. Cory logró una buena velocidad
pedaleando hacia su casa, a esa hora de la mañana las calles estaban vacías. Era
probablemente mejor que el no hubiera encontrado a nadie para invitar. Lo que
realmente necesitaba era tomar un largo baño y quitarse el color verde de su
cabello. Esa cosa realmente empezaba a darle comezón. Nunca había tenido ese
problema antes, pero quizás su piel había cambiado. Duh. Estás muerto jodido
estupido.

Cory lentamente llegó al edificio de departamentos. Bajó las piernas de su


bicicleta, sentía las largas piernas de hule para cuando logró pararse. Estaba en
el proceso de colocarse la bicicleta en el hombro cuando fue golpeado por
detrás.

La bicicleta cayó a los pies de Cory mientras el caía con todo su peso contra la
banqueta, nunca vio a su atacante.

Cuando recuperó la consciencia, Cory trató de girarse pero el dolor era


demasiado. Colocó una mano en sus costillas y la otra en la parte de atrás de su
cabeza. Retiró la mano pegajosa de sangre y la pintura verde del cabello.

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Cuando trató de ponerse de pie, el simple movimiento causó que se mareara. Se
giró en la banqueta y vacío el contenido de su estomago.

Piensa, piensa.
A pesar del dolor, Cory logró sacar el teléfono de su bolsillo. Esperaba que Lu
hubiera sido sincero con la oferta que le había hecho antes.

—Lu.

—Odio molestarte jefe, pero necesito ayuda para subir a mi departamento.

Lu se rio —¿Que te caíste de tu bicicleta?

—No. Alguien me asaltó. Quedé inconsciente, supongo que el bastardo pateó


mis costillas mientras estaba desmayado. Probablemente pueda subir por mi
mismo, pero no puedo dejar mi bicicleta en la banqueta. No estoy en
condiciones de reemplazarla ahora.

—Vamos en camino —contestó Lu.


Cory detectó un ligero cambio en el tono que normalmente usaba Lu —Si estás
ocupado no te preocupes.

—No seas idiota. ¿Puedes entrar al edificio? Odio pensar que estés afuera.

—No lo se. Quizás. Trataré, pero necesito colgar ahora. Siento nauseas de
nuevo.

—Mierda. Bien. Estaremos ahí en unos minutos.


Cory incluso no tuvo oportunidad de cerrar el teléfono antes de vomitar de
nuevo. Había sufrido una conmoción de niño por caerse de las barras en un
parque local y pasó casi un día vomitando antes de que sus padres finalmente
lo llevaran a emergencias.

Se limpió la boca con su mano y trató de nuevo de llegar a la puerta del frente.
Revisando sus opciones, trató de gatear. Antes de tratar de arrastrarse. Nada
funcionó.

Con cada movimiento la nausea regresaba. Finalmente cerró los ojos ante el
mareo.

Cuando oyó que un carro se detenía junto a él, abrió los ojos y suspiró al ver a
Lu y Dominic correr hacia él.

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Lu sorpresivamente levantó a Cory con facilidad del pavimento. Cory se detuvo
su lado, tratando de proteger sus costillas.

—Lo siento —dijo Lu.

—Estoy bien, sólo ayúdame a subir las escaleras —le dijo Cory a su amigo.
—Pensamos llevarte a nuestro departamento. No debes quedarte solo —
interrumpió Dominic, levantando la bicicleta de Cory.

—No. Necesito mi propia cama. Está bien —insistió Cory. Nunca se había
sentido cómodo durmiendo en otra casa.

Lu y Dominic compartieron una mirada antes de que Lu llevara a Cory a la


puerta principal del edificio —¿Siempre has sido un cabeza dura o es algo
nuevo?

Cory se tocó la parte de atrás de su cabeza —Este es un ejemplo de cuando mi


dura cabeza probablemente salvó mi vida.

Capítulo Dos.

—Cuarto de baño —indicó Cory tan pronto entraron al departamento.

Lu rápidamente lo llevó al pequeño cuarto de baño y lo sentó frente al sanitario.


Cory cruzó sus brazos sobre el asiento del sanitario y apoyó la frente. Estaba
agradecido de haberlo limpiado el día anterior. Nada era peor que vomitar en
un sanitario sucio.

Mientras Cory cerraba los ojos y rezaba porque el cuarto dejara de girar, oyó a
Lu abrir el agua del lavabo. Momentos después el regresó con una toalla
húmeda y la presionó en la parte de atrás de su cabeza.

—Tienes una fea herida —comentó Lu.

—¿Necesitaré puntos?

Lu se rio —No. Yo puedo tratar la herida, pero no estoy seguro de la


conmoción.

A pesar de su estomago revuelto, Cory sonrió. No era frecuente que Lu


admitiera su inseguridad sobre algo —Sólo haz lo mejor.

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—Tengo que decirte que esa cosa verde es sucia —Lu se inclinó para ver a Cory
a los ojos. —Eres sexy como el infierno, pero sucio al mismo tiempo.

—Gracias —Cory trató de evitar reírse, sabiendo que el movimiento sería


doloroso.

—Claro, el que la mayoría de tu culo esté fuera debido a tus nuevos pantalones.
Que ligeramente contrarresta lo ordinario del verde, ayuda—agregó Lu con un
guiño.

—Deja de comerte con los ojos el culo de Cory —le reprendió Dominic desde el
marco —¿Quieres que le hable a alguien?

—No hay nadie —admitió Cory. Maldición que patética declaración.

Lu lanzó la toalla al lavabo —¿Puedes lavarla por mi? Amor.

Lu hizo contacto visual con Cory de nuevo —Esto puede dolerte un poco.

—¿Que vas a hacer?

—Básicamente cauterizare la herida —explicó Lu.


—¿Quieres decir que vas a quemarme? —preguntó Cory, repentinamente
inseguro —Quizás seria mejor que fuéramos a emergencias.

—¿Estás oyendo eso, Dom? Cory no confía en mí.

Insultar a sus rescatadores, definitivamente no era la intención de Cory —No.


Continua. Sólo no te burles si termino orinándome.

Lu bufó —Humanos.

Cory cerró los ojos mientras Lu cerraba la herida. Después de un breve ardor Lu
estaba de nuevo apoyado en sus talones.

—Fue todo.

—¿Que? ¿Eso es todo? —cuestionó Cory—¿Porque no lo hiciste con mi labio?

—Porque tu no dejaste que nadie se acercara y porque la cauterización deja una


cicatriz totalmente diferente. No se vería muy bien en tu linda cara, pero con
todo ese hermoso cabello rubio que cubre tu cabeza, nadie sabrá que está ahí.

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Esa declaración lo llevó a pensar en Draco. Cory había querido preguntarlo
desde hacía dos semanas, pero se había arrepentido —¿Puedo preguntarte
algo?

—Claro —Lu tomó la toalla de Dominic y empezó a limpiar la sangre del


cabello de Cory.

—¿Porqué las cicatrices de Draco están desapareciendo y no las mías? —


preguntó Cory.
—Porque era el momento para que las cicatrices de Draco desaparecieran.

Con su estomago asentándose, Cory colocó su mano en un lado y se apoyó en la


pared del baño —¿Que es lo que quieres decir?

Lu lanzó la toalla a la canasta y se apoyó contra la bañera —Mucha gente no se


ha dado cuenta del poder que tienen sobre sus propios cuerpos. Supongo que
eso es algo bueno o La Ciudad estaría llena de hombres que se verían iguales a
mí.

—¿Discúlpame? —Cory estaba confundido.

—Al igual que se elige la edad para la eternidad cuando se llega aquí, también
tienes la capacidad de cambiar todo sobre ti mismo. No tienes el poder de
cambiar a nadie más, claro, pero tienes las herramientas para cambiar tu mismo.
Ser la persona que siempre quisiste ser. Verte como la más hermosa criatura que
han visto tus ojos.

Lu se rio —Es donde se verían igual a mi.

—Así que estas diciendo ¿que puedo quitar la cicatrises cuando quiera? —
cuestionó Cory.

—No. Estoy diciendo que puedes quitarte la cicatriz cuando realmente sientas
que lo mereces. Draco finalmente está llegando a buenos términos con su
vergüenza —Lu cerró la boca—Bien, vamos a la cama.

Cory les permitió a Dominic y a Lu que lo ayudaran a ponerse de pie. Si


necesitaba superar su vergüenza para que la cicatriz desapareciera, Cory no
dudaba que esa maldita cosa estaría ahí toda la eternidad. El no deseaba
superar lo que era su obligación soportar.

Una idea le llegó mientras era guiado a la cama —¿Es por eso que todo el
mundo dice que todo el mundo es hermoso en el cielo?

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Dominic retiró los cobertores, y Lu agitó su mano. Repentinamente desnudo,
Cory usó su mano libre para cubrirse lo más posible. La acción divirtió a Lu.

—¿Tienes idea de cuantos penes he visto? —pregunto Lu, riéndose.

Un gruñido de Dominic, y Lu se rió más fuerte. —Relájate, amor, soy mucho


más viejo que tú.
A pesar de la declaración de Lu, Cory continuo tratando de cubrir sus cosas,
mientras le ayudaban a subir a la cama.

—Acuéstate de lado —indicó Lu—Dom. ¿Puedes traer una olla de la cocina?

—Bajo el fregadero —indicó Cory mientras que Lu lo cubría.

Una vez que Dominic salio del cuarto, Lu se sentó en el borde de la cama —Este
no es el momento para meterme en tu vida, pero puedo decirte que tu ira,
vergüenza, odio, amargura...y todos esas emociones negativas trabajan contra ti
en La Ciudad. Esos sentimientos son los que te obligan a confrontarte todos los
días. Eso es todo tu infierno, es por eso que estás aquí.
Cory encogió un hombro —Estoy avergonzado, y realmente lo admito. Fui una
persona horrible mientras vivía. Pero estoy tratando de ser mejor hombre ahora.

Lu acunó la mejilla de Cory —Entonces estás delante de mucha gente.

—Aquí está un tina —Dominic vio la mano de Lu en la cara de Cory —¿Qué


jodidos está sucediendo?

Lu giró los ojos —En ocasiones eres un bastardo dominante —Sonrió y besó a
Dominic. —Y te amo por eso. Pero sólo estoy tratando de calmarlo, no excitarlo.

Dominic dejó la tina roja en el suelo a lado de la cama —¿Hay algo más que
necesites?
Cory no quería ir contra Dominic cuando el era seguro. No había manera de
que el lo hiciera sentirse de esa manera. Sutilmente retiró la mano de Lu de su
cara —Tengo un frasco de pastillas para el dolor en el gabinete arriba de la
cafetera. ¿Te molestaría traérmelo y un vaso con agua?

Dominic vio a Lu.

Lu le dio un beso al aire a Dominic —Te prometo mantener mis manos en mi


mismo.

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Para cuando Dominic se fue, Lu estaba bastante divertido —Amo cuando está
de esa manera. Admito que algunas veces lo empujo a sus límites sólo para
lograr que su sangre bombee. Dominic es todo un Alpha, me gusta de esa forma
que no había experimentado.
—Eres afortunado, eres lo suficientemente fuerte para enfrentara a alguien del
tamaño de Dominic si es necesario. No puedo imaginarme confiando en alguien
tan grande y que no trate de vencerme —admitió Cory.

Lu inclinó la cabeza hacía un lado. Iba a tocar a Cory pero se detuvo y cruzó sus
brazos —¿Es por eso que no le prestan atención a Tao?

—¿Discúlpame? —Nunca había sido rudo con Tao.

—Es un gigante gentil. El nunca lastimaría a alguien que le interesa.

—¿Están hablando de mi? —preguntó Dominic, entrando al cuarto.

Lu levantó una ceja negra y se dirigió a Dominic —¿Bastante engreído? Estaba


hablando de Tao.

Dominic le dio a Cory tres tabletas y el vaso de agua antes e inclinarse con Lu y
darle un rápido pero profundo beso —Aprendí del mejor, bebé.

—¿Estás oyendo eso, Cory? —Lu golpeó el pecho de Dominic—Completamente


irreverente.

Dominic acercó una silla —¿Entonces porque hablaban de Tao?

—No tengo idea —dijo Cory.

Lu suspiró —Tao prácticamente babea cada vez que lo ves. Y tú y apenas y


haces contacto visual con él, cuando el trata de tener el valor para hablar
contigo.

—El es grande —murmuró Cory.

—Sí. Créeme, Ser grande es una ventaja —Lu vio a Dominic—Varias ventajas.

—He visto la manera en que saca a los clientes. El los lanza como juguetes —
Cory tomó un momento y se tragó las pastillas y el agua antes de devolverle el
vaso a Lu.

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Dejando el vaso en la mesa a lado de la cama. Lu asintió —Si, lo hace. ¿Has
notado que nueve de diez veces los hombres que ha lanzado son los que te han
hecho pasar un momento difícil?

—Ese es su trabajo —se defendió Cory.


—Parte. Se supone que el ayuda a sacar a los elementos indeseables del lugar.
El no necesita tomárselo personalmente. Como lo hace cuando te incumbe.

Lu iba a tocar la mano de Cory pero se detuvo y vio hacia Dominic —¿Permiso
para calmarlo?

Dominic giró los ojos y asintió.

Lu cubrió la mano de Cory y apretó —Tao te protege porque le gustas.

—Ahora. Pero no siempre su tamaño me protegerá. ¿Que si hago algo que lo


enoja? El puede partirme igual que a una varita.

De nuevo los recuerdos de su infancia y adolescencia le llegaron a su mente.


Siempre el ser molestado en la clase de educación física era el menor de sus
traumas infantiles. ¿Cuántas veces le habían robado su jodido dinero de la
comida? Una vez que su sexualidad se descubrió durante su penúltimo año de
preparatoria, las cosas empeoraron. Sus padres lo llevaban a la escuela porque
las llantas de su carro eran ponchadas en el estacionamiento. Había pasado casi
todos los fines de semana. Limpiando los huevos que quebraban frente a la casa
de su familia. Así que realmente no le extrañaba que hubiera empezado a beber
a los diecisiete años.

—Tao no es ese tipo de hombre. Hazte un favor y al menos conócelo antes de


hacer un juicio contra él —intervino Dominic.

****

—¿Donde está Cory? —preguntó Tao.


Terry se encogió de hombros —Nick me llamó y me dijo que si podía cubrirlo
algunos días.

Tao cerró las manos en un puño a su lado —¿Ellos no lo despidieron por lo que
sucedió anoche?

—No lo se, hombre. Pregúntales a ellos.

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Tao se alejó de la barra y subió las escaleras hacia la oficina de Nick. Presionó el
botón de intercomunicador en las escaleras y esperó.

—Si —contestó Nick.

—Soy Tao. ¿Puedo hablar contigo? —Oyó el ruido que abría la puerta y empujo
la pesada puerta. A pesar de que la puerta era de acero el resto de las paredes
de la escalera eran de acrílico igual que la oficina.
Cuando llegó a la oficina de Nick, tomó una profunda respiración para
calmarse y tocó a la puerta.

—Entra.

Tao entró y cerró la puerta —¿Dónde esta Cory?

—Arriba. El tuvo un problema anoche cuando se fue de aquí. Lu y Dominic se


quedaron con él toda la noche, pero decidieron traerlo aquí para que no se
quedara solo hoy. Galen la está haciendo de enfermero.

A Tao se le revolvió el estomago con la noticia. —¿Está herido?

Nick se recargó en la silla y cruzó sus brazos. —Le dieron un golpe en la cabeza
con alguna cosa. Evidentemente mientras estaba inconsciente decidieron
patearlo en las costillas. Nada que amenace la vida, pero está demasiado
lastimado para moverse mucho hoy.

Tao lamió sus labios. Una mirada al reloj en la pared le decía que su turno
comenzaba en treinta minutos —¿Crees que puedo subir para ver como está?

Nick vio a Tao durante un momento —Sus costillas estaban tan lastimadas que
Lu mezcló algunas cosas y se las dio a beber. Puedes subir pero no te
decepciones si lo encuentras dormido.

—Gracias, jefe —Tao se giró para salir.

—¿Podrías hacerme un favor? —dijo Nick antes de que Tao pudiera salir.

—Claro.

—Después de que Cory regrese al trabajo, Quiero asegurarme que llegue bien a
su casa cada noche. Te pagaremos una hora extra de sueldo diario.

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Tao apretó la perilla de la puerta tan fuerte, que era un milagro que no la
hubiera hecho polvo en su mano —Me aseguraré de que Cory esté a salvo, no
necesitas pagarme.

Tao dejó la oficina y subió al departamento de Nick, Baz y Galen en el tercer


piso. Se estaba pateando su propio trasero por no seguir a Cory la noche
anterior. El había tenido un presentimiento de que debería hacerlo y se conocía
lo suficiente para confiar en eso, pero el permitió que Cory rechazara la oferta
sin objetar.

Antes de que pudiera tocar la puerta se abrió y Galen estaba de pie con el
teléfono en su oreja. Galen dio un paso atrás para que Tao pudiera entrar y
señaló el teléfono. Está bien. Puedes verlo un momento.

Tao se quitó los zapatos antes de entrar al departamento. Había algunas


costumbres que simplemente no podía quitarse y el no usar zapatos dentro de
la casa era una de ellas.

Galen colgó y señaló hacia la recamara —Nick dijo que te dejara verlo, incluso
si está dormido y que vinieras dentro de una hora, si ya está despierto y le
preguntaras si necesitaba algo.

Tao vio el elegante mobiliario en su camino a la recamara, el se había sentado


en un sillón una o dos veces, pero el nunca sintió la necesidad de comprar uno.
La puerta no tenía llave, así que Tao lentamente la empujó hasta ver a Cory
dormir. El vio sobre su hombro pero Galen no estaba en ningún lado.

Después de entrar al cuarto, Tao se sentó cruzando sus piernas en una pequeña
alfombra a lado de la cama de Cory. Su estatura le permitía la oportunidad de
ver a Cory en la cama, otra cosa que Tao tampoco tenía. Si el estuviera en su
casa en la isla, el podía ser capaz de ir por algunas plantas que pudieran
calamar el dolor de Cory. A pesar de que Lu había recreado la sensación
tropical de su casa en una pequeña área de La Ciudad, las plantas no eran las
mismas.
Cory comenzó a mover las pestañas, su cara se contorsiono con aparente dolor
momentos antes de gritar —¡Lo siento!

Tao se arrodilló a lado de la cama y lo tocó —Está bien, es sólo un sueño.

Cory abrió los ojos y se alejó del toque de Tao. —¿Tao?

Sintiéndose rechazado, Tao se sentó en los talones y bajo la cabeza. Debería


saber mejor la reacción de Cory. Su tamaño siempre había sido un problema. El

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había sido el niño más grande de su villa, el guerrero más grande, siempre el
más grande. Sin importar que, los demás siempre se apartaban de su camino,
eran extremadamente cuidadosos, la gente naturalmente se asustaba de su
apariencia.
—Vine a ver como estabas, y estabas teniendo una pesadilla. Lo siento, te toque.

—¿Tao?

Tao levantó la vista y vio hacia los profundos ojos azules —¿Me perdonas?

Cory sonrió —No necesitas disculparte. Sólo tenía una pesadilla y estaba
confundido durante un momento. No quiere decir que me hicieras sentir mal.

—¿Como estás? Nick dice que te asaltaron —Tao aprovechó su oportunidad y


se arrodilló de nuevo.

—No me asaltaron, tenía mi dinero en la bolsa y el que me golpeó no se lo llevó.


Tao se inclinó y apoyó los antebrazos en la cama —¿Alguien te lastimó sin
razón? ¿Cómo puede alguien hacer eso?

Cory sonrió y rozó la mano de Tao con la suya. —He hecho enojar a mucha
gente al rehusarme a darles bebidas. ¿Quien sabe? Quizás uno de ellos me
siguió a casa.

—Entonces no puedes regresar ahí. Quien sea quien te hizo esto sabe donde
vives —Tao odiaba la idea de alguien persiguiendo a Cory intencionalmente.
Recordó su presentimiento de la noche anterior.

—Tenía un fuerte presentimiento de que algo te iba a suceder. Siento no haber


insistido en seguirte a casa.

Cory apretó la mano de Tao —No es tu culpa. Se que me veo mal, pero yo
realmente me siento mucho mejor. Deberé ser capaz de regresar al trabajo
mañana en la noche. De hecho le iba a pedir a Lu que me llevara a mi casa más
tarde.

Tao sacudió la cabeza. Cory sería como una apresa fácil —No. No puedes
regresar ahí hasta saber quien hizo esto.

—Nunca sabremos quien hizo esto. Quizás el tipo era sólo un borracho y
decidió descargar su mal humor en mí. Estoy seguro que se ha de sentir
culpable hoy.

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Incluso si Cory tuviera razón, A Tao no le gustaba la idea de que estuviera solo.
Decidió que vigilarlo sería su obligación para evitar que lastimaran al pequeño
hombre, Sin importar quien lo hizo —¿Te molestaría si me aseguro de que
llegues seguro a casa después del trabajo cada noche?

Cory vio fijamente a Tao un momento —¿Porqué quieres hacer eso? No he sido
exactamente agradable contigo. No es nada personal, pero me siento
intranquilo con alguien de tu tamaño.

Desmoralizado, Tao retiró su mano de la de Cory —Se eso. Puedo decirte que
estoy acostumbrado a lo que soy, pero todavía me duele. Nunca haría nada
para lastimarte.

—Eso es lo que Lu y Dominic dicen —murmuró Cory.

—¿Tu les crees a ellos? —preguntó Tao. Daría todo por tener una oportunidad
de conocer a Cory. Había pasado mucho tiempo desde que había tenido a
alguien dentro de su hogar y su corazón.

—Lo quiero—admitió Cory.

—¿Porque no me dejas llevarte a tu casa, en lugar de que pedírselo a Lu? —


preguntó Tao.

Cory chupó su labio inferior dentro de su boca. —La única manera en que Lu
fue capaz de traerme aquí en el caro, fue porque estaba dormido. No estoy
seguro de lo que me dio, pero iba a dármelo de nuevo para llevarme de regreso
a casa. No subo a carros.

—¿Que hay de motocicletas? —preguntó Tao.

—Nunca he subido en una, pero he visto lo rápido que pueden ir. Aun así
supongo que si te estrellas, eso podría lastimarnos a ambos.

Tao lo vio fijamente —¿Es por eso que usas una bicicleta? ¿Estás asustado de
que alguien te lastime?

Cory quebró el contacto visual —No hablo de eso.

Tao asintió, y ambos hombres permanecieron un momento en silencio. Una


mirada al reloj le dijo a Tao que su turno ya iba a comenzar. Se puso de pie y
tocó la mano de Cory con su dedo —Debo irme.

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Cory no dijo nada hasta que Tao abrió la puerta —Apreciaría que me llevaras a
casa.
Tao no pudo evitar sonreír —Será un honor. Subiré cuando cierre el club.

—Gracias —dijo Cory cuando Tao cerró la puerta.

****

Tao estaba parado en el interior de la puerta cuando Lu se acercó —Cory me


dice que lo llevarás a casa.

—Si, señor —Tao se había estado preguntando toda lo noche acerca de lo que
Cory le dijo —Señor, ¿Sabe porque a Cory le asusta subir a los carros?

Lu sacudió la cabeza —El no quiere hablar de eso.


—Sí —Tao se frotó la parte de atrás de su cuello—El nunca ha subido a una
motocicleta, pero creo que si voy despacio estará bien.

Lu cerró sus manos detrás de su espalda y vio hacia el club —Su balance
todavía no está bien. Tienes que ser muy cuidadoso.

Tao trató de no sonreír. A Lu le gustaba actuar como el Señor malo, pero Tao lo
había visto con Dominic demasiadas veces para creerlo —Reconoció que mi
tamaño le asusta.

Lu asintió pero no quitó su vista de la multitud en el salón —El es pequeño.


Puedo imaginar que ha sido un problema para el la mayor parte de su vida.

—Se como se siente —admitió Tao—Sólo que yo estoy en el lado opuesto del
problema.
Lu finalmente levantó la vista hacia Tao—Entonces los dos deben de estar
perfectos juntos.

Tao sacudió la cabeza —No creo que Cory me quiera de esa manera.

Lu sonrió —Un paso a la vez. Deja que Cory se acostumbre a tu tamaño y dale
una oportunidad para que te conozca realmente. Lo único que sabe de ti es que
eres el gran guardia. El tipo que lanza a hombres adultos sobre su hombro
como si no pesaran nada.

Lu revisó el caro reloj en su muñeca —Cerramos en una hora. Porque no llamas


arriba y ves si Cory ya está listo. Yo puedo cuidar la puerta.

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El gesto hizo que Tao se sintiera especial —Gracias, señor.

Lu palmeó la espalda de Tao —Lu. ¿Cuántas veces te he dicho que me digas


así?

Tao se encogió de hombros —Hábito, supongo. —Sacó su teléfono celular y


marcó el número del departamento de Nick.

—Hola —contesto Galen con una voz cantarina.

—Hi, soy Tao ¿Cory está despierto?

—Está justo sentado aquí, te lo paso.

—¿Tao? —contestó Cory.

—Hi. Me preguntaba si todavía quieres que te lleve a tu departamento —Lu


dijo que ya puedo irme si lo necesito.

—Si. Apreciaría eso, Voy a bajar.

—Está bien. Yo subo por ti. Lu dice que todavía puedes tener problemas con tu
balance. No quiero que vayas a caer de las escaleras.

Cory suspiró —Gracias.

****

Cory colgó el teléfono —Tao va a subir por mí. ¿Necesita timbrar o algo?

—Si —Baz se puso de pie y se dirigió hacia el monitor a lado de la puerta


principal —Sabes que eres bienvenido a quedarte.
—Gracias, pero me siento lo suficientemente bien para ir a casa —A pesar de
que sus amigos habían sido acogedores, Cory sabía que el estaba arruinando su
estilo. Además tenía muchas cosas en que pensar. La conversación de esa tarde
con Tao se repetía en su cabeza. Cuando Tao admitió que el también había sido
injustamente ridiculizado a causa de su tamaño, eso había impactado a Cory. Y
si era totalmente honesto consigo mismo, él había hecho que Tao se sintiera
mal, como muchos otros habían hecho con él.

Baz abrió la puerta y Tao entró en el departamento.

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—¿Cómo te sientes? —preguntó Tao, dirigiéndose hacia el sofá en donde se
encontraba Cory.

—Mejor. Sigo lastimado, pero al menos no me duele la cabeza —Cory se deslizó


al borde del sofá y trató de levantarse apoyándose en el descansabrazo del
mueble. Un fuerte brazo envolvió su cintura y lo levantó en un momento.

Tao rápidamente liberó a Cory y evitó su mirada —¿Tienes una bolsa?

Cory asintió y señaló hacia la pequeña mochila roja. Para cuando Tao la levantó
y la colgó en su hombro, el cuarto había dejado de girar lo suficiente para que
Cory se dirigiera a la puerta.

—Gracias por todo —le dijo a Baz y a Galen, que ya estaban acurrucados en
brazos del otro en el sofá.

—Es un placer. Solo tómatelo con calma. Si no te sientes bien para trabajar
mañana no hay problema —dijo Baz.

—Estoy seguro que estaré listo. No se me da bien quedarme sentado —Además


la inactividad le daba a Cory mucho tiempo para pensar. Entre sus clases en la
universidad y su trabajo, el siempre mantenía su día con mucha actividad.

Tao abrió la puerta para Cory y la cerró detrás de ellos. Cory apretaba sus
dientes mientras lentamente descendía el primer escalón. Oyó un ruido hacer
erupción de la garganta de Tao momentos antes de que lo levantaran.

—Solo déjame ayudarte —pidió Tao, con sus grandes ojos café viendo
directamente a Cory.
—Bien —Era extraño lo rápido que aceptó la ayuda del gran hombre, pero sabía
que las escaleras serían un problema —Afortunadamente en el edificio de mi
departamento hay elevador.

Se sentía seguro en los fuertes brazos de Tao, quien llevaba a Cory por los dos
pisos de escaleras con una facilidad sorpresiva. Entrando al club, Tao dejó a
Cory de pie —¿Estás bien para caminar?

Cory asintió, pero no protestó cuando Tao envolvió su fuerte brazo alrededor
de él. A pesar de que la concurrencia había disminuido, todavía había algunos
hombres y mujeres bailando al parecer hasta el último minuto antes de que
fueran enviados a su casa.

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A la mitad de cuarto un hombre chocó con Cory. El dolor en su costado casi lo
hace caer de rodillas si no hubiera sido por Tao. El hombre siguió caminando
sin siquiera disculparse.

—¡Hey! —Taó le grito al hombre que se retiraba.

—Está bien —dijo Cory, sosteniendo su costado con su mano.

Tao sacudió la cabeza —No, no lo está —Tao levantó a Cory a sus brazos una
vez más. Le gritó—Cumplo mi obligación — mientras llevaba a Cory a la puerta
principal.

Ellos llegaron a la entrada ante un sonriente Lu.


—Maldición, eso es caliente. Quizás yo debería hacer que Dominic me cargara
así.

Cory sintió su cara caliente con el comentario.

—Un idiota chocó con Cory. Imaginé que sería más seguro sacarlo lo más
rápidamente posible.

—Claro que lo hiciste —Lu le guiñó un ojo y abrió la puerta principal.

—Asegúrate de llamarme si necesitas algo —le dijo Lu a Cory.

Cory le dijo adiós con la mano, y permitió que Tao lo llevara hasta donde tenía
su motocicleta estacionada. El estaba nervioso de montar detrás de Tao en la
motocicleta, pero sabía que sería menos estresante que un carro.

Tao dejó a Cory en el asiento. Le dio a Cory el casco que tenía colgado en el
manubrio —Ponte esto.

—¿Donde está el tuyo? —preguntó Cory. El casco era demasiado grande. No


pudo evitar reírse cuando su pequeña cabeza fue tragada por el casco azul.

Tao lo tomó y trató de ajustarlo en vano, por más que Tao hacia el casco seguía
deslizándose bajo los ojos de Cory.

—Quizás es mejor para no ver donde vamos —bromeó Cory.

Tao tocó la punta de la nariz Cory —Te mantendré seguro, no te preocupes.

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Cory se dio cuenta de que no estaba preocupado. Wow. Esa iba a ser una noche
de sorpresas, y Cory encontraba que iba a disfrutarla. Tao se quitó la mochila de
sus hombros y la colocó en los de Cory.

—¿Estás bien?

—Si.

Tao subió a la motocicleta —Es más fácil si te apoyas en mi espalda y colocas


tus brazos alrededor de mi.

Cory lo intentó y lo sintió incomodo —¿Puedo quitarme el casco? Me lastima en


el cuello en esta posición.

—¿Estás seguro?
—Estoy seguro —No podía imaginarse tratar de mantenerse arriba y sostenerlo.
La motocicleta estaba diseñada para la velocidad y el que la conducía tenía que
ir sentado sobre un tanque de gasolina.

Cory se quitó el casco y se lo regresó a Tao. Mientras Tao se lo colocaba en la


cabeza, Cory se acomodó el cabello detrás de las orejas. Deseaba haber traído
una de las bandas elásticas que usaba mientras estudiaba. A pesar de que su
cabello era lo suficientemente largo para una real cola de caballo, él a menudo
se retiraba el cabello a lado de su cara con un lazo arriba de su cabeza. Eso
podía hacer que se viera como una chica, pero era útil. El estaba acostumbrado
a ser comparado con una chica de cualquier modo, eso ya no le molestaba. Se
había dado cuenta hace mucho tiempo que eso se debía mas a su constitución y
sus rasgos faciales que al nivel de su testosterona.

—Voy a ir muy despacio —dijo Tao antes de encender la motocicleta.

Cory abrió más los ojos cuando la maquina vibró en sus bolas al ser encendida.
Joder. Envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Tao, se apoyó contra el
gran hombre. El ligero cambio de posición causó que sus bolas descansaran
directamente con la vibración.

Seré afortunado si llego a casa sin correrme en mis pantalones.

Bajo su mejilla, Cory podía sentir los músculos de Tao moverse mientras el
metía los cambios. ¿Como se sentiría estar en los brazos de Tao? ¿Podría
sentirse seguro o sofocado?
Tao giró en una esquina cuando Cory no estaba listo. Antes de que Cory se
diera cuenta lo que estaba sucediendo se estaba deslizando hacia el camino. Tao

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rápidamente lo alcanzó y lo acomodó en el asiento antes de lentamente
detenerse.

—¿Estás bien? —preguntó Tao.

—Si. Siento eso —Cory se mordió el labio inferior avergonzado.

—No es tu culpa. Usualmente ayuda sostenerse con las piernas en el asiento,


pero esa no es opción con tus costillas. Iré más despacio el resto del camino —
Tao encendió la motocicleta una vez más. Cory colocó más fuerte sus brazos
alrededor de la cintura de Tao antes de que se separara de la banqueta. Presionó
su cara contra la espalda de Tao. No podía creer lo mucho que quería al gran
hombre, y empezó a cuestionárselo. Quizás era sólo por la emoción de estar
arriba de una motocicleta por primera vez, o quizás la extraña seguridad que
sentía cuando Tao estaba alrededor era la culpable.

Antes de darse cuenta, ellos estaban frente a su edificio. Tao apagó la


motocicleta, bajó y se guardo las llaves en su bolsillo, parecía no tener prisa.
Cory se preguntó si debería invitar a Tao a subir. Trató de recordar si su casa
quedó limpia después de los acontecimientos de la noche anterior.

—¿Te gustaría subir? —preguntó una vez que Tao le ayudó a bajar de la
motocicleta.

Tao asintió —Me gustaría. Estaba planeando preguntarte si te gustaría que te


acompañara a la puerta.

Cory levantó la vista hacia Tao ¿Sólo estoy caliente o hay algo especial con él?
Cuando Tao colocó sus brazos alrededor de él para ayudarlo, El pene de Cory
lo notó. El tomó valor y se apoyó en Tao, disminuyendo la distancia entre sus
cuerpos.

El brazo de Tao lo sostuvo más fuerte lastimando las costillas de Cory. Cometió
el error de sobresaltarse y Tao rápidamente liberó la presión.

—¿Te lastime? —preguntó Tao.

Cory negó —Estoy bien.


Tao sacudió la cabeza —No, no lo estás. Debo ser más cuidadoso.

Cory presionó el botón del elevador. No pudo evitarlo pero deseo que Tao no
llevara chaqueta. Se preguntaba si el montar en motocicleta había afectado a
Tao como a él. El no tenía esperanzas de esconder su erección, aunque estaba

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agradecido de haberse quitado los pantalones de piel blanca que vestía el día
anterior. Todavía, los jeans dejaban algo para la imaginación.

Entraron en el elevador, y Cory presionó el botón del séptimo piso. Cuando vio
a Tao, este tenía la atención directamente en el frente de los jeans de Cory.
Mierda. ¿Debería decir algo?

—Lo siento. Supongo que el ride lo causó.


Tao sonrió y abrió su chaqueta —Me lo causa todo el tiempo ¿Porqué crees que
monto la maldita cosa?

Las puertas del elevador se abrieron y Cory lo guió a su departamento —Espero


que esté limpio.

Antes de abrir la puerta, Cory tomó una profunda respiración y jaló la cabeza
de Tao hacia abajo para un rápido beso. La expresión impactada en la cara de
Tao hizo que Cory quisiera correr al interior y olvidar que había hecho ese
atrevido movimiento.

Abrió la boca para disculparse cuando Tao se inclinó y lo besó. Con los
musculosos brazos, Tao lo levantó y empujó la puerta abriéndola, Cory iba a
protestar, pero su lengua enredada en la de Tao lo detuvo. Maldición. El
hombre sabía besar.

Cory envolvió sus piernas alrededor e la cintura de Tao mientras el beso se


hacia feroz. Al parecer el no era el único hombre caliente en el cuarto. Cory
dudaba que el viaje en motocicleta fuera la causa del duro pene atrapado bajo
los pantalones negros de Tao.

Cory separó su boca —Sofá.

Con sus manos acunando el culo de Cory, Tao entro vacilante. Antes de que
Cory se diera cuenta de lo que sucedía, Tao lo puso de pie.

—¿Que está mal? —preguntó Cory.

Tao bajó la cabeza —Te he faltado al respeto.


—¿Por besarme? Puedo decir que ese beso fue muchas cosas, pero la falta de
respeto no fue una de ellas.

Tao sacudió la cabeza y señaló hacia sus zapatos —En mi cultura, usar los
zapatos dentro de la casa de alguien es falta de respeto. Me disculpo.

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Cory no había estado lo suficiente con Tao para conocer las costumbres que
solía seguir. Colocó sus manos en el pecho de Tao —Si te hace sentir mejor,
puedes dejar tus zapatos a lado de la puerta.

Tao asintió y se quitó los zapatos. Cuando el iba a abrir la puerta, Cory lo
detuvo.

—No afuera, o no estarán en la mañana. Sólo déjalos aquí dentro.


Tao colocó sus zapatos en el suelo, antes de cerrar la puerta. Cuando se giró
hacia Cory tenía una sonrisa en su hermosa cara —¿En la mañana? ¿Quieres
decir que puedo quedarme?

Capítulo Tres

—¿Te molestaría si me quito la chaqueta? —preguntó Tao.

Cory sonrió y negó —¿Te gustaría un refresco de uva?

¿Uva? —Uhh, claro, pero yo los traigo ¿Porqué no te sientas y te quitas los
zapatos o lo que necesites para estar más cómodo?

Tao se dirigió a la cocina complacido con la limpieza del pequeño lugar, y abrió
el refrigerador. A pesar de ser escasa, la comida de Cory era saludable. Tao se
rió. Bueno a excepción del gabinete entero de refrescos de uva.
Regresando a la sala, Tao trató de calmar sus nervios conversando —Supongo
que te gustan estas cosas de uva, ¿huh?

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Sentado en el sofá, Cory tomó la lata ofrecida. —Era mi favorita mientras crecía.
Desde que abandoné el alcohol, supongo que regresé a lo que me hacía sentir
cómodo.

Esa era una de las cosas que Tao había notado en las semanas que había estado
observando al pequeño hombre. Nunca lo había visto con una bebida en la
mano. La mayoría de los barman que conocía tomaban uno o dos tragos
durante la noche, pero Cory siempre tomaba agua en el trabajo.

Tao vio hacia el sofá tapizado. No estaba en contra de sus creencias sentarse en
los muebles. Simplemente era parte de su cultura. Antes de tomar asiento, se
quitó la chaqueta y la dejó en una de las sillas.

—Este es un lindo lugar —comentó.

—Está bien. He estado ahorrando para un nuevo sofá, Así que lo siento si uno
de los resortes se te encaja en el trasero. Encontré este en una venta poco tiempo
después de llegar.

Tao le dio un sutil rebote, asombrado de que el sofá resistiera —¿Sería descortés
si te pregunto cuanto tiempo llevas aquí?

—¿En La Ciudad?

Tao asintió y le dio un trago a su refresco.

Cory juntó las cejas, pensando. La tristeza nubló sus hermosos ojos azules antes
de que finalmente contestara —Veinticuatro años.

Tao aprovechó la oportunidad de acercarse más. Descansó su brazo en el


respaldo del sofá, detrás de la cabeza de Cory —Eres sólo un bebé. Yo he estado
aquí por ciento sesenta y ocho años.

Cory se inclinó hacia Tao —Hay días que siento como si acabara de llegar, y
días en que apenas puedo recordar quien era antes de llegar a La Ciudad.
Incluso me he preguntado como se sentiría la eternidad.

Tao sacudió la cabeza —Trato de no pensar en eso. Me gusta enfocarme en cada


día, porque si pienso en términos como siempre, podría deprimirme.
Cory colocó una mano en el pecho de Tao —¿Porque podrías deprimirte?
Piensa en todas las cosas que puedes lograr y para las que todavía tienes
tiempo.

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Tao se encogió de hombros —Nunca me sentí solo hasta que llegué aquí...

Cory hizo un profundo sonido con su garganta. —Yo siempre estuve solo hasta
que llegué aquí.

Tao no estaba seguro de que le gustara la idea. —¿Entonces has tenido muchos
amantes en La Ciudad?

—¿Amantes? No. Quiero decir, he tenido algunos. Estaba hablando de amigos.


¿Porque? ¿No has tenido sexo desde que estas aquí? —cuestionó Cory.
Tao tomó otro trago de su refresco antes de dejarlo en la mesa de café —Le
toma a la gente mucho tiempo ver mas allá de mi tamaño. Bueno eso no es del
todo cierto, supongo. Hay alguna gente que me quiere sólo por mi tamaño,
como si fuera una especie de trofeo.

Tao sacudió la cabeza. No se estaba explicando bien.

Con una mano en su costado, Cory se montó a horcajadas en el regazo de Tao


—¿Alguien te ha amado por ser quien eres, y no por como te ves?

Tao pensó en los amantes que había tenido en la isla en la que nació. La
homosexualidad era bien aceptada, Así que el nunca había tenido que
esconderse, pero eso no quería decir que el amor fuera fácil —No, supongo que
no.
—Ni a mi —admitió Cory—Antes de venir aquí. Yo estaba realmente mal.
Supongo que no puedo culpar a nadie por no amar a la persona que solía ser.
Infiernos, incluso yo mismo no me amaba. Pero es muy diferente aquí.
Realmente he trabajado duro por ser la persona que debí ser antes. La única
cosa que mi duro trabajo ha obtenido es a un gran grupo de amigos, y eso hasta
hace sólo unas semanas.

Tao apoyó sus manos en las caderas de Cory. —¿Eso está bien?

Cory empujó su ingle contra la de Tao. Movió la mano de Tao hacia su culo —
Eso está mejor.

Tao apretó el firme trasero, para nada sorprendido de que sus manos parecían
tragarse cada nalga. Brevemente se preguntó si Cory podría pasar un duro
momento al aceptar su pene.

Cory comenzó a desabrochar la camisa blanca de Tao —¿Lu te dijo acerca e los
nuevos uniformes?

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Tao estaba perdido en los besos que Cory le daba en el pecho mientras lo
exponía, Apenas y registró la pregunta —¿Uniformes?

Cory raspó con sus dientes el pezón de Tao siguiendo el intrincado patrón de
tatuajes con su lengua —Sí. Mi ropa de anoche. Bueno la segunda con el
pantalón de piel.

A pesar de que Tao estaba acostumbrado a vestir un sarong* en casa, el no sabia


si podía exponer tanta piel fuera de su hogar —¿Para todo el mundo?
* Sarong, vestimenta típica de malasia, tela alrededor de la cintura.
Cory se enderezó y bajó la camisa de Tao por sus hombros —Todo el personal.
No puedo esperar a verte en eso.

Quitándole la camisa a Tao, Cory comenzó a frotarse contra el pecho y la ingle


de Tao —¿Voy muy rápido para ti?

Tao levantó el mentón de Cory. Quería más que una sola noche con Cory —No,
pero no puedo dejar de preguntarme sobre el repentino cambio.

Cory pasó su lengua por la línea de los labios de Tao —¿Honestamente? No lo


entiendo, pero por alguna razón ya no me asustas. Quizás el golpe en la cabeza
que me noqueo hizo que recobrara la sensatez.

La mención del ataque a Cory llevó a Tao al borde inmediatamente. De modo


propio sus manos apretaron el culo de Cory posesivamente —No dejaré que
suceda de nuevo.

Cory lentamente movió su cabeza de un lado a otro —Se que eso podía suceder
cuando le niego a un cliente el servicio. Quiero decir, no es que realmente
quisiera matarme. ¿Verdad? Créeme, he sido golpeado antes y estoy seguro de
que seré golpeado de nuevo por mi postura de negar servicio.

—¿Quieres decir que no es la primera vez?

—La primera vez desde que trabajo en El Agua Helada que alguien realmente
me sigue a casa, pero no, No es la primera vez que he sido atacado por un
cliente enojado.
Tao se mordió la lengua ¿Porqué Cory se pondría en esa situación, sabiendo
que podría terminar herido? Con el fin de semana aproximándose rápidamente,
Tao comenzó a preocuparse —Sabes que trabajo hasta el sábado a la media
noche, ¿verdad?

33
Cory continúo dando pequeños besos suaves en los labios y cara de Tao —Sí, lo
he notado. ¿Porque haces eso?

—Porque a la media noche comienza el Sabbath*. Paso el domingo en la capilla


con los otros de La Villa.

Cory dejó de besar a Tao —¿La Villa? No sabía que vivías aquí, aunque tiene
sentido. Supongo que sólo nunca pensé en eso. Nunca he estado ahí.

* Dia de guardar en la religion judia


Tao sabía que la mayoría de la gente de afuera no entendía porque Lu había
permitido que una pequeña población de La Ciudad vivieran de la manera
como la habían hecho durante siglos. A pesar de estar en las afueras de los
límites de La Ciudad, La Villa era a menudo visitada por los de afuera.

—¿Te gustaría ver donde vivo? —Tao necesitaba ver la reacción de Cory para la
pequeña cabaña a la que llamaba hogar. Debía de avergonzarse de poner a
prueba a Cory de esa manera, pero el necesitaba saber antes que se permitiera
profundizar.

Cory levantó la cara —Me encantaría.

Tao acunó la cara de Cory en sus manos y lo jaló para un beso. Encontró
rápidamente que la combinación del sabor del refresco de uva y el sabor de
Cory eran adictivos. Enredando su lengua con la de Cory, gimió cuando Cory
presionó su culo contra la erección de atrapada tras sus pantalones.

—Desnudos —dijo Cory, mordiendo el labio de Tao.

Tao estaba más allá de responder. Ayudó a Cory a ponerse de pie antes de
pararse —¿Aquí?

Cory puso su dedo en el labio inferior y vio hacia el pasillo —Las cosas están en
la recamara.

Tao contuvo un grito de triunfo. Si ellos necesitaban cosas, eso quería decir que
ambos necesitaban la misma cosa —Si. Recamara.
Mientras seguía a Cory, desabrochó sus pantalones, que cayeron hasta los
tobillos y fácilmente se deshizo de ellos antes de llegar a la recamara. Con solo
sus boxers, Tao giro a Cory y empezó a desabrochar su camisa. Vio el tatuaje
del trébol de cuatro hojas que había visto la noche anterior a través de la camisa
que Cory usaba, pero el no había notado las iniciales P.D. escondidas en el
artístico trabajo.

34
Tao trazó el tatuaje en el pezón de Cory con la punta de su dedo, Complacido
de que Cory se estremeciera —¿PD? ¿Debo estar celoso?

Cory pasó su mano por el decorado pecho de Tao —No. PD es por Patrick
Dylan, mi abuelo.

Tao se inclinó y lamió el tatuaje verde con negro antes de chupar el duro pezón
dentro de su boca. Se arrodilló y envolvió la delgada cintura de Cory con sus
brazos. Tomando su tiempo, besó y lamió su camino del torso de Cory hacia la
pretina de sus jeans.

—Tu piel es tan suave —murmuró.

—Lampiña, quieres decir —dijo Cory riéndose.

—Perfecta es lo que quise decir —Tao desabrochó el boton de los jeans mientras
llevaba su boca hacia el pene de Cory a través de la ropa. Un punto de
humedad en la ropa y Tao regresó su atención hacia la evidencia del deseo de
Cory. Mas.

—No llevo ropa interior. Se cuidadoso —dijo Cory, tocando la cima de la


cabeza de Tao.

En lugar de correr el riesgo de atrapar la sensible piel del pene de Cory en el


cierre, Tao colocó su mano dentro de los jeans. Con el preciado paquete de Cory
protegido, Tao bajó el cierre.

Tao usó su mano libre para bajar los pantalones lo suficiente para que saliera
libre el pene de Cory. Antes de probar el pre-semen directamente de la fuente.
Tao tomó la oportunidad de conocer cada borde y vena del largo y delgado eje.

Había pasado una década desde que el permitiera a alguien joderlo, pero sabía
que era cuestión de tiempo con Cory. Se inclinó y capturó la bulbosa corona de
la cabeza del pene en su boca.

—Aahhh, ¡mierda! —grito Cory cuando Tao lo llevaba a la parte de atrás de su


garganta.

Tao siguió empujando hacia abajo los jeans de Cory mientras continuaba
acariciando el pene del hombre en su boca. Con el hermoso hombre desnudo,
Tao liberó el pene de Cory lo suficiente para escupir en su mano.

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Mientras volvía a dar placer a Cory, Tao pasó sus dedos entre las nalgas de
Cory. Se detuvo en el arrugado agujero antes de entrar en el apretado culo con
la punta de su dedo medio.

Cory empujó sus caderas hacia la invasión, y Tao inhaló. Sostuvo en su mano el
pene que sacó de su boca —Tranquilo bebé.

La mano de Cory estaba en su costado. Una expresión de dolor en su cara —


Creo que mejor me acuesto.

Tao retiró sus dedos del agujero de Cory y le ayudó a subir a la cama —¿Puedo
traerte algo para el dolor?

Cory sacudió la cabeza —Estoy bien. Sólo me extralimité.

Tao se quedó de pie a lado de la cama por un momento, Viendo a Cory. Debía
saber que el hombre no estaba lo suficiente bien físicamente para lo que ambos
querían. A pesar del estado de su erección, Tao decidió que deberían esperar,
hasta que no le causara más dolor a Cory.

Notó que Cory veía asombrado el extenso nido de tatuajes que iban de la
cintura de tao hasta sus rodillas —Pe’a. Los hicieron cuando tenía doce años,
significa mi entrada a ser un hombre adulto.

Cory pasó su dedo a través del tatuaje de Tao. —¿Dolió?

Tao gruñó —No tienes idea cuanto —Señaló a su pene—Quería dejar la cabaña
y nunca regresar, una vez que ellos empezaron en esto, pero eso fue casi tan
vergonzoso como el de atrás. Cuando un gay cumple doce años, lo último que
quiere es que dos hombres separen tus nalgas mientras un maestro artista
trabaja en su ano.

Tao se mordió su lengua. No podía creer que hubiera compartido tanto de si


mismo con Cory tan pronto en su…lo que fuera que hubiera entre ellos.

—Voy a asegurarme de que todo esté cerrado, y las luces apagadas —Tao se
giró y regresó a la sala. Revisó la puerta y apagó las luces antes de rápidamente
entrar al cuarto de baño.

Para cuando regresó a la recamara. Cory estaba de lado y había bajado los
cobertores de la gran cama. De nuevo, Tao vio al sexy hombre.

—¿Que esta mal? —preguntó Cory.

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Tao se sentó en el borde de la cama y sacudió la cabeza —Creo que debemos
esperar hasta que tus costillas sanen.

Cory negó en respuesta —Te necesito. Estaré bien. Lo prometo.

Tao sonrió y se acostó a lado de Cory —Oh, no, dudo que estés bien.

Tao sintió extraño el colchón, pero el feliz resistiría la desacostumbrada


suavidad por sostener a Cory en sus brazos.

—Te necesito —dijo Cory. Se giro hacia el lado sano, presentando su desnudo
culo —Por favor.

Ya en el límite, Tao no podía negar su propia necesidad por el hombre —


¿Lubricante?

—Cajón —contestó Cory sobre su hombro.

Sin perder tiempo Tao encontró la botella. Lubricó sus dedos, pasó su mano por
entre las nalgas de Cory hacia su agujero varias veces, antes de centrarse en el
arrugado agujero. Bordeó la abertura un momento antes de presionar su dedo
medio lentamente al interior.

Cory realmente gimió en aprobación, cuando Tao introdujo un segundo dedo.

—¿Se siente bien? Bebé.

—Extrañaba ser tocado —admitió Cory—Extrañaba ser jodido.

Tao enterró un tercer dedo en Cory —Te acostumbrarás a eso. Apuesto sobre
seguro que lo sentirás a menudo.
—¿Así que no es sólo una noche? —preguntó Cory, alcanzando con su mano la
cadera de Tao.

Tao retiró su mano y lubricó su pene. Tomándolo con su mano posicionó la


gran cabeza del pene tatuado en la entrada estirada de Cory —Te he querido
desde el momento en que puse mis ojos en ti, y el sexo es sólo una razón.

Cory siseó cuando la corona del pene de Tao presionó en su interior.

Tao se detuvo, dándole tiempo al cuerpo de Cory de ajustarse a la invasión.

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—Lo siento, fui tan descortés contigo —Cory tomó la mano de Tao y la llevó a
su boca.
—No descortés. Pensé que te era indiferente hasta que admitiste que te
asustaba.

—No eres tú personalmente. Necesitas entender eso —Cory se empujó hacia


atrás, señalando que estaba listo para más del eje de Tao.

Tao siguió moviéndose lentamente hasta que estuvo totalmente dentro. Besó el
cuello de Cory —Lo hago.

Cory sostuvo la mano de Tao, acariciando con su cara la palma mientras Tao se
retiraba y volvía a entrar en su interior. Cory gimió y mordió el pulgar de Tao
—De nuevo.

Tao apretó sus dientes tratando de controlar su deseo de joder a Cory tan duro
que quedara impresa la experiencia en la memoria del hombre para siempre.
Tranquilo, se decía a si mismo una y otra vez mientras entraba y salía de la
apretada calidez.

Después de una bastante salvaje mordida a la mano de Tao, Cory dirigió la


mano de Tao a su pene —Siento esto, pero tiendo a morder cuando me excito.

—Está bien. Tiendo a hacer lo mismo cuando me excito —contestó gimiendo


Tao.

Cory puso su mano sobre la de Tao mostrándole exactamente el ritmo que


prefería en su pene —Recordaré eso.

Sintió el cuerpo de Cory estremecerse cuando el calor cubrió su mano —Sí,


bebé, dámelo.

Tao presionó su boca en el hombro de Cory y lo mordió mientras se corría,


esperaba que el pequeño hombre disfrutara recibir tanto como dar.

Cory gritó —¡Tao!

El cuerpo entero de Tao vibró con la fuerza del clímax. Si lenta y suavemente le
afectó tan intensamente ¿Que sucedería con una jodida completa y fuerte? Dejó
el hombro de Cory y descansó su cabeza en la almohada.

—Mis bolas nunca se llenarán de nuevo —jadeó.

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Cory se reía. Era la primera vez que Tao podía recordar haber oído ese
particular sonido. Encontró que lo disfrutaba y esperaba oír más risas del
saciado hombre en sus brazos.

—¿Estás bien? —le preguntó Cory una vez que se recuperó.


Con su flácido pene saliendo del interior del culo de Cory, Tao gruñó —No me
he corrido así en toda la vida.

Nunca.

Capítulo Cuatro

Cory sonrió ante su tarro de propinas. Los nuevos uniformes habían sido un
enorme golpe. Se preguntaba si los meseros estarían ganando tanto como él.

—Alguien está feliz —dijo Baz, sentándose en la silla alta al final de la barra.

—¿Dónde están tu equipo? —preguntó Cory. Había oído a Lu y a Dominic


bromear con el trío acerca de que nunca podían sostener una conversación sin
que una parte de su anatomía estuviera en el interior de Galen.

—Bailando —Baz inclinó su cabeza hacia un lado—. Oh joder. Ellos lo están


haciendo en la pista de baile.
Cory le sirvió a Baz un vaso de vino tinto y se lo pasó. Vio a Nick y Galen
dirigirse hacia ellos, y sirvió la cerveza de su jefe. Galen todavía no tenía una
bebida. Parecía que probaba con algo diferente todos los días.

—¿Así que a que se debe esa brillante sonrisa? —preguntó Baz.

Cory señaló con la cabeza hacia la puerta. No tenía sentido ser vergonzoso con
Baz. Infiernos, El hombre jodía a Galen justo en el bar frente a él —Tao

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introdujo su pene en mi culo hace dos noches. He estado sonriendo desde
entonces.

Baz se rió y le dio un profundo beso a Nick —¿Buen baile?

Galen suspiró y se sentó en la silla alta a lado de Baz —Uno de los mejores —
Galen se giró hacia Cory —¿Me das un Wyoming Legspreader por favor?

Riéndose, Cory apoyó sus antebrazos en la barra y se inclinó hacia adelante —


¿Al menos sabes lo que es eso?

—No. No me preocupa —Galen señaló con su pulgar a Baz —Dale a él un


Viagra Líquido. El necesita eso.

Cory sacudió la cabeza —Lo siento, Retiré el Red Bull. Puede convertirlo en una
maquina de sexo.

Galen pasó su mano por el pecho de Baz —El ya es una maquina de sexo.
Como…

—Como me dejas terminar mi vino primero —interrumpió Baz.

Galen giró los ojos —Bien.

Cory preparó la bebida de Galen. Tomó un refresco de coca cola y lo mezcló con
alcohol y licor de frambuesa. Como Galen había oído de esa extraña bebida era
una pregunta de todos. Afortunadamente Cory había sido barman mucho
tiempo para conocer casi todas las bebidas.

Le dio el brebaje y esperó. Cada noche Galen probaba algo nuevo, y cada noche
el terminaba arrugando la nariz y pidiendo una cerveza.

Galen levantó el vaso e inhaló —Huele bien.

Cory sonrió —Sí.


Galen posicionó el popote entre sus dientes. Espero que sea, espero que sea.
Galen arrugó la nariz.

Cory palmeó la barra —Maldición, creí que quizás ya lo habías encontrado.

—Lo siento —se disculpó Galen—Supongo que sólo debería pedir una cerveza.

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Cory le dio una cerveza. Cruzó la barra y le sonrió —No te preocupes,
encontraremos algo que te guste.

Otro cliente captó su atención —El deber llama.

—¿En que puedo servirte? —le preguntó a la mujer.

—Cosmo —contestó ella.

—Viene —Cory se giró y rápidamente mezcló la bebida de la mujer. Estaba en


el proceso de dársela cuando lo vio a él. Antes de darse cuenta de lo que
sucedía el vaso se cayó de sus manos y se quebró en la barra.

Paralizado, Cory siguió al joven hombre al borde de la pista de baile. Por


primera vez desde que llegó a La Ciudad, Cory sabía que estaba realmente en el
infierno. Oyó la conmoción alrededor de él, cuando Nick trató de ayudar a la
mujer que el estaba atendiendo que quedó salpicada con su bebida, pero Cory
no se movía.

—Joshua —murmuró para si mismo.

A pesar de que nunca había visto al joven en persona, el había visto varias fotos
de él de cuando era un feliz adolescente. Durante el juicio de Cory, el padre de
Joshua, Nelson, se había asegurado de que todo el mundo conociera cuan
hermoso era su hijo.

Fuerte brazos lo envolvieron y lo levantaron. Al romper el contacto visual con


Joshua también se rompió el hechizo. Cory levantó la vista y parpadeó hacia
Tao.

—¿Que sucede? —preguntó Tao, inclinándose para quedar cara a cara con
Cory.

—¿Que? —preguntó Cory, todavía atontado. Se inclinó hacia un lado rodeando


a Tao y trató de verlo de nuevo, pero Joshua se había ido.

Tao se acercó a Cory y acunó sus mejillas —Bebé, ¿qué sucede?

Cory se frotó los ojos y sacudió su cabeza —Nada. Lo siento. Estoy bien ahora.

Entre más pensaba Cory en eso, más creía que no podía haber visto a Joshua
¿Que haría el inocente adolescente en el Infierno? Cory se frotó su estomago, se
sentía enfermo —necesito ir al cuarto de baño.

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Iba a alejarse, pero Tao lo detuvo —Espera, voy contigo.

Cory puso sus manos en el pecho de Tao —Por favor. Sólo necesito un
momento. Me mojare la cara y estaré como nuevo.

—Esperare afuera de la puerta entonces —dijo Tao.

Con un suspiro de resignación, Cory cruzó el ocupado bar. Mientras atravesaba


a la multitud, el revisaba el área, buscando a Joshua. Si el estaba aquí ¿Que era
lo que quería? Cory abrió la puerta del cuarto de baño —Espera aquí.

Cory odiaba la expresión en la cara de Tao cuando asintió. El tendría que dar
muchas explicaciones, Cory lo sabía bien, pero ¿como podía explicar lo que él
no entendía?

Al entrar al cuarto de baño, esperó a que un hombre terminara de lavarse las


manos. Una vez que el hombre se fue, Cory abrió el agua y se mojó la cara.
Apoyando sus manos en el lavabo, Cory vio su reflejo. No era de extrañar la
expresión alterada de Tao. Estoy blanco como el papel.

Oyó una discusión fuera de la puerta momentos antes de que esta se abriera. Lu
entró y se apoyó contra la puerta —¿Que sucedió?

Cory sacudió la cabeza —Sólo un poco mareado.

—Mierda. Estaba en el balcón cuando tu aura casi me ciega ¿Quién era ese
hombre?

—No un hombre, un niño, y no puedo hablar de eso —Cory se alejó de la


mirada conocedora de Lu.

—Hasta que no manejes eso, no sanarás —explicó Lu.

—¡No merezco sanar! ¿No entiendes eso, joder? —Cory sintió sus ojos y nariz
arder por la amenaza de lágrimas. El cerró los ojos, tratando de recuperar el
control —Sólo déjalo pasar, estoy bien ahora.

Lu colocó su mano en el hombro de Cory —La siguiente vez que lo veas, habla
con el, está aquí por una razón.

42
Con lágrimas inundado sus ojos, Cory se giró hacia Lu —Se porque está aquí.
Pensé que había encontrado un pedazo de felicidad y Joshua está aquí para
recordarme que no la merezco.

Lu jaló a Cory a sus brazos —¿Quizás el está aquí para que puedas superar tu
pasado y avanzar con tu pedazo de felicidad?

Cory no podía creer que estaba siendo confortado por Lucifer. El enterró su cara
en el hombro de Lu —El dolor en mi cabeza me dice que no está aquí para
conversar.

—¿Crees que fue él quien te asaltó? —preguntó Lu, besando la cabeza de Cory.

—No lo había pensado hasta que lo vi. Ahora, Si. Lo que quiero decir, es que no
culpo al niño por querer lastimarme.

Un pensamiento le llegó. Se separó del abrazo de Lu —Quizás encargarse de mi


es lo que lo mantiene en La Ciudad. Si yo puedo darle lo que el necesita, quizás
sea capaz de superarlo e ir al cielo a donde pertenece.

Lu lo veía fijamente —¿Que esta pasando por esa linda cabeza tuya?

—Nada. Quiero decir, quizás tienes razón. La siguiente vez que vea a Joshua,
me acercaré a él —Cory no le dijo a Lu que el alegremente se enfrentaría al
adolescente y le permitiría hacer lo que necesitara para ser liberado de La
Ciudad.

Lu vio a Cory durante un momento. Durante ese tiempo, Cory cuadró los
hombros y trató de mostrarle a Lu que estaba bien.

—Necesito regresar al trabajo —dijo Cory.

Lu se hizo a un lado sin decir una palabra.

Cory vio hacia la puerta —Gracias por venir a revisarme.

Lu permaneció en silencio.

Mientras abría la puerta, Cory rezaba por no haber dañado su amistad con Lu.
Tao seguía bloqueando la entrada al cuarto de baño, y Cory colocó sus manos
en la espalda del hombre.

Tao se giró —¿Estas bien?

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—Si, sólo necesito regresar al trabajo —Cory caminó, pero Tao estaba a su lado
con una mano en la espalda baja de Cory.

—Es casi tiempo de irme, pero ahora me pregunto si debería quedarme —dijo
Tao una vez que regresaron a la barra.

Incluso en el poco tiempo que habían pasado juntos, Cory había aprendido la
importancia del Sabbath para Tao. La idea de que Tao comprometiera sus
creencias por él llegaba al corazón de Cory. Envolvió sus brazos alrededor de
Tao y jaló la cabeza para un beso.

—Estoy bien. ¿Nos vemos el lunes? No olvides tu promesa de llevarme a La


Villa.

Tao rozó sus labios con los de Cory de nuevo. —No lo olvidaré. ¿Me llamarás si
me necesitas?
Cory asintió —Realmente, No quiero que te preocupes por mi. Estoy bien.

—Nick te seguirá a casa.

—Eso no es necesario, pero aprecio que trates de cuidarme —dijo Cory, y se


giró para alejarse, pero Tao lo jaló a sus brazos de nuevo.

—Siempre cuidaré de ti —Tao le murmuró a Cory al oído.

Cory no dudaba de la declaración de Tao ni por un segundo, pero el sabia que


el iría a darle a Joshua lo que necesitara, tenía que encontrar la manera de
alejarse de Tao.

Tao vio hacia el reloj sobre el bar —Me tengo que ir, pero recuerda lo que te
dije.

Cory le dio a Tao un beso más —Lo haré. Gracias.

Cory vio a Tao dar varios pasos antes de detenerse y decirle algo al oído a Nick.
Nick asintió y Tao apretó el hombro de su jefe. Antes de decirle adiós a Cory
con la mano.

Después de una profunda respiración, Cory regresó a su trabajo, confiando en


lo que necesitaba hacer.
****

44
Una vez frente al elevador, Cory tomó su bicicleta de manos de Nick —Gracias
de nuevo por seguirme a casa.

—No es problema ¿Seguro que puedes continuar desde aquí?

—Seguro —contestó Cory. Las puertas del elevador se abrieron y Cory metió la
bicicleta. Le sonrió a Nick cuando las puertas se cerraron. En el momento que
estuvo solo, Cory soltó la respiración que había sostenido desde que llegaron al
edificio. A el no le asustaba Joshua, era sólo un desconocido para él. El
acostumbraba a ser como un ratón. El pequeño roedor café que realmente no
molesta si sabe que estas ahí, que se apresuraba a salir del piso cuando tu visión
periférica lo sorprendía.

Las puertas del elevador se abrieron y Cory empujó su bicicleta por el pasillo.
Al ver su puerta principal el corazón de Cory se aceleró. Dejó la bicicleta contra
la pared y se acercó a la puerta quebrada. Viendo alrededor, se preguntó si
alguien se había molestado en revisar la causa de los ruidos de la destrucción.

Probablemente no.

Cory empujó suavemente la puerta y entró através del quebrado marco. Su


departamento estaba en ruinas. Su lámpara, cuadros, trastes, todo el
departamento entero estaba destrozado y basura en el suelo. Era obvio que
quien destruyó el lugar tenía una incontrolable ira.

—¿Joshua? —dio, con un nudo en su estomago.

Después de una rápida revisión, Cory salió al pasillo y recuperó su bicicleta. Al


menos su medio de transporte se había salvado. El sacudió los pedazos de
vidrio del sofá y se sentó. Si su departamento hubiera sido destruido en
condiciones normales, Cory sabía que no solo estaría enojado, también estaría
apesadumbrado. Extrañamente, lo única cosa que el sentía era…nada. Incluso
no se molestó en tratar de cerrar la quebrada puerta. Si Joshua regresaba, Cory
prometió enfrentar su pesadilla de frente.

No tenía idea de cuanto llevaba ahí sentado, antes de que el teléfono en su


bolsillo empezara a sonar. Como si estuviera en piloto automático, lo contesto
—¿Hola?

—¿Estás en casa? —preguntó Tao.

—Si.

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Cuando Cory no hablo más, Tao hablo de nuevo —¿Todo está bien?

Cory vio la destrucción a su alrededor, sabía que eso no se comparaba con lo


que estaba en su interior —Si.

Su respuesta fue seguida por otro momento de silencio.

—¿Quieres que vaya allá? —preguntó Tao.

—No.

De nuevo, silencio.

—¿Puedo llamarte en la mañana? —preguntó Tao.


—Si.

—Bien, entonces. Supongo que te dejaré dormir. Suenas como que estás
cansado.

—Gracias.

Cory colgó el teléfono y recordó la noche que había cambiado su vida para
siempre, tratando de recordar exactamente lo que había sucedido esa horrible
noche que lo había asediado durante casi veinticinco años.

****

Después de tratar de mantener sus pensamientos en la oración durante casi dos


horas, Tao suspiró. ¿Como podía orar cuando su mente y su corazón estaban en
otro lugar? Trató de llamar a Cory después del servicio religioso pero su
amante no contestó.

Tao se puso de pie y salió de la cabaña. El sol empezaba a salir ¿Esperaría hasta
el fin del Sabbath o iría a ver a Cory inmediatamente? Tao necesitaba proteger
al único que había querido desde que estaba en el infierno. Aun así, el no podía
arrepentirse del asesinato que había cometido. Los malos tratos de Mahal a su
pueblo justificaban su muerte ¿Cuantos habían muerto a manos del jefe, antes
de que Tao lo detuviera?

Alejando esos pensamientos, tao se giró y tomó sus llaves del gancho. Salió, se
sentó en un pequeño banco y se puso sus botas. Oró para que Dios pudiera
entender que necesitaba revisar al único hombre que hacia de La Ciudad un
lugar tolerable para él.

46
Trató de hacer el menor ruido posible mientras caminaba a través de La Villa en
su camino al estacionamiento. En lugar de subir a la motocicleta y encenderla,
decidió empujar la pesada motocicleta lo suficientemente lejos de La Villa para
no molestar el día de guardar.

Varias cuadras después, subió a la motocicleta y se dirigió al departamento de


Cory. Quizás Cory no contestó porque estaba ocupado. Tao se avergonzaba de
admitir que no sabía lo que Cory hacía cuando el club estaba cerrado. Durante
la semana, Cory usualmente atendía sus clases cuando no estaba trabajando,
pero Tao sabía que Cory estaba en medio de semestres en estos momentos, por
eso ellos habían hecho planes para el Lunes.

Tao dio vuelta a la izquierda y se acercaba al edificio de Cory, su estomago


estaba revuelto. Debió revisar a Cory la noche anterior, después de la extraña
conversación telefónica. Era obvio que Cory no era el mismo, a pesar de lo que
dijera.

Mientras conducía, Tao una vez más pensó en los eventos de la noche anterior.
El estaba en la puerta cuando Baz llegó y le dijo que algo malo le sucedía a
Cory. Tao no lo pensó ni un segundo y dejó su puesto para correr a lado de
Cory. Encontró a su amante con la mirada perdida en el espacio,
completamente ajeno a lo que sucedía a su alrededor. Era como si Cory
simplemente no estuviera ahí.

Sacudió la cabeza. Todavía no entendía lo que había sucedido, y Cory se había


rehusado a hablar de eso. Una cosa era cierta, eso lo había acercado más a Cory,
Tao le daría al hombre la confianza que necesitara para poder hablar.

Subió a la banqueta, apagó la motocicleta, bajó y se guardo las llaves en el


bolsillo mientras entraba en el edificio. Después del corto viaje en el elevador,
Tao se dirigió al departamento de Cory. En el momento en que vio la puerta
quebrada su estomago se revolvió.

—¡Cory! —gritó corriendo hacia el departamento de Cory. Empujó la quebrada


puerta y entró.

Cory estaba sentado en el sofá, de nuevo con la mirada perdida en el espacio.


Tao vio la destrucción del cuarto y se arrodilló frente al hombre del que se
había enamorado —¿Cory?

Cory parpadeó varias veces y vio a Tao —¿Que haces aquí?


—Vine a revisarte. ¿Cuando sucedió esto? ¿Porque no me llamaste? —Tao
comenzó preguntar.

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—Supongo que sucedió mientras estabamos trabajando —Cory se explicaba
lentamente.

—¿Crees que es la misma persona que te atacó? —preguntó Tao.

Cory asintió —Estoy seguro de eso.

Cory vio a Tao durante un momento antes de inclinarse y caer en brazos de


Tao. Tao trató de sostener a Cory más fuerte tanto como se atrevía sin que la
presión forzara sus todavía lastimadas costillas.

—Fue Joshua —murmuró Cory con su cara en el cuello de Tao.


Tao se tensó —¿Quien es Joshua?

Cory sacudió la cabeza, rehusándose contestar.

Con una mano bajo el mentón de Cory, Tao hizo que el pequeño hombre le
viera a los ojos. —Por favor dime quien es Joshua.

Las lágrimas llenaron los ojos de Cory —El adolescente que asesiné.

Cory se alejó del regazo de Tao y se desplomó en el piso a su lado —Estaba


borracho. Nisiquiera recuerdo los eventos que llevaron a eso. En un momento
estaba en un bar y al siguiente era esposado.

Cory se limpio los ojos y la nariz —Evidentemente estaba tan fuera de mí, que
ni siquiera vi a Joshua cuando intentó cruzar la calle. Pase derecho sobre él
matándolo inmediatamente. La policía dijo que yo tendría que haber ido a unos
cien kilómetros por hora para hacer todo el daño que hice.

En lugar de subir a Cory a su regazo, Tao se acomodó junto a él en el piso.


Retiró el rubio cabello de los ojos de Cory y le dio un suave beso ¿Que podía
decirle? La culpa estaba corroyendo a Cory desde su interior. Tao no conocía
ese tipo de remordimiento. El no se arrepentía del crimen que había cometido
enviándose a si mismo al infierno.

—¿Porque crees que Joshua hizo esto? —pregunto Tao, acomodando el cabello
de Cory detrás de sus orejas.

—La próxima semana se cumplen veinticinco años de su muerte. Creo que el


quiere venganza y yo no lo culpo.

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—Bueno yo puedo, y no dejaré que se salga con la suya. Ya pagaste por tus
pecados. Tienes que entenderlo y no mereces lo que te está haciendo —Tao
podía decir por la expresión en blanco de Cory que no estaba de acuerdo.

—¿El estuvo en el club? ¿Eso fue lo que te alteró tanto?

Cory asintió —Levanté la vista, y estaba ahí viendo directo hacia mí del otro
lado del cuarto. Se veía realmente triste. Sentí lástima por él.

—¿Triste? —Tao vio alrededor del cuarto —Esto no es un trabajo que hace
alguien triste. Es de alguien enojado.
Cory se limpio la cara de nuevo secando las lágrimas restantes de sus mejillas
—Triste o enojado, eso realmente no importa. El me busca por alguna razón.
Creo que debo darle lo que necesita.

—Jode eso —bufó Tao, envolvió su cuerpo alrededor de Cory —Te llevaré a
casa conmigo.

Cory levantó la cara y besó la mandíbula de Tao —No puedes protegerme de


mi pasado, especialmente no aquí. Esta es la razón por la que fui enviado a La
Ciudad en primer lugar.

—Estoy enamorado de ti, y no soy el tipo de hombre que puede esperar sentado
a que alguien te lastime. Eso sólo no es la manera de hacerlo —Tao sabía que
llevar a Cory a casa con él tendría sus repercusiones. Aunque La Villa no se
oponía a las actividades homosexuales, era considerado un pecado vivir con
alguien fuera de los lazos del matrimonio.

—Necesito tiempo para pensar. Quizás tome un largo baño —murmuró Cory.
El espíritu del hombre parecía estar perdido, lastimando más a Tao.

—Está bien, bebé. Tú ve a tomar un largo baño, y yo trataré de poner algo de


orden. —Tao se apartó y Cory se enderezó.

—No tienes que hacerlo. Lo haré tarde o temprano —dijo Cory, poniéndose de
pie.

—Tienes razón, no tengo que hacer nada, quiero hacerlo.

Cory le dio a Tao una forzada sonrisa antes de retirarse hacia el cuarto de baño.
Tan pronto como la puerta se cerró, Tao sacó su teléfono. Quizás Lu tendría
alguna idea de a donde llevar a Cory para que estuviera seguro.

49
****

Para cuando Cory salio del cuarto de baño, no solamente la sala estaba limpia,
sino que Lu y Dominic estaban conversando con Tao.

—Hey —saludó Cory.

—Lu quiere ayudar —Tao se puso de pie y envolvió sus brazos alrededor de
Cory.

Cory sintió una opresión en su pecho, el no podía creer que Tao hubiera
traicionado su confianza. Se salio de los brazos de Tao —¿Les dijiste?

—No. quiero decir, no todo. Sólo que sentía que estabas en peligro.

Cory gruñó su frustración y dejó el cuarto. Entró en la recamara y cerró la


puerta detrás de él. ¿Como podía Tao hacerle eso? Lu no era sólo un tipo de la
calle. El era Lucifer por el cuidado del Infierno. Se acostó en la cama y cubrió los
ojos con su brazo. Primero su abogado lo sacó sin que pagara por su crimen, y
ahora Lu. No hay manera.

Oyó la puerta abrirse —Lárgate.

La cama a su lado se hundió, quien fuera ignoró su petición. Cory se descubrió


los ojos y vio a Lu —Yo en serio no quiero hablar de esto.

Lu se rio —¿En serio? No puedes engañarme.

—Sólo di lo que viniste a decir, y déjame solo. Por favor —agrego rápidamente.

Lu suspiró dramáticamente —No se lo que sucedió contigo y ese chico, pero,


pero entiendo que necesites enfrentar tu pasado. Permitiré que te encuentres
con Joshua, en algún lugar en que los dos puedan discutir el asunto en un
medio ambiente seguro.

A pesar de su reacción inicial, Cory se giró hacia Lu, entre más pensaba eso,
más sentido tenía —¿Me prometes no interferir? No sólo tú, nadie más, incluido
Tao.

Lu asintió finalmente —Acepto que nadie intervendrá, a menos que las cosas se
salgan de control.

50
El tenía que pagar por lo que le había hecho a Joshua, eso era lo importante
para Cory. Empezó a sacudir la cabeza, rechazándolo, sabiendo que Lu y Tao
serían los primeros en entrar en la contienda si algo sucedía.

Lu levantó su dedo y detuvo las palabras de Cory —Yo soy un tipo divertido y
encantador, pero no olvides quien soy. Puedo desterrar a ambos al interior de la
Montaña de los Malditos.

—¿Que? ¿Que es eso? ¿Porque nunca he oído de eso?

Lu retiró un hilo de sus costosos pantalones negros antes de ligeramente


encogerse de hombros —Tú tienes tus secretos, yo los míos.

Capítulo Cinco

Cory vio alrededor del gran espacio abierto del cuarto, mientras Tao bajaba las
dos maletas. Todavía no podía creer que aceptó dejar su propio departamento y
mudarse con Tao hasta que la situación con Joshua se resolviera.

—Se que Lu habló con el jefe, pero creo que será mejor si también hablo con él
—dijo Tao. Le dio a Cory un rápido beso antes de girarse hacia la puerta —
Siéntete libre de ver alrededor, aunque no hay mucho.

Tao se fue y Cory vio hacia sus pies ¿Porque no había recordado que Tao no
usaba zapatos en el interior? El lastimoso estado de sus calcetines era
vergonzoso. Cory veía como el dedo gordo de su pie se asomaba fuera del
blanco material.

51
El piso de madera, brillaba a la luz de la lámpara. Cory caminó hacia una pila
de cojines de colores en una esquina del cuarto y se sentó. Levantó sus piernas y
se quitó los ofensivos calcetines.

El cuarto parecía vacío, listo para que alguien se mudara. Se preguntó como
había logrado Tao vivir ahí tantos años sin adquirir casi nada. Repentinamente
se sintió culpable por creer que necesitaba un nuevo sofá cuando Tao no tenía
ni uno. ¿Que haría Tao con el dinero? Aparte de una pequeña mesa y una
lámpara en la esquina opuesta de los cojines esparcidos, el cuarto estaba vacío.

Cory se acostó en la pila de almohadas y vio hacia el techo a las barras de


madera cubiertas de paja. Su vista se enfocó en los dos abanicos de techo
moviendo el aire. Entre más los veía más cansado se sentía. Dejó que sus ojos se
cerraran y trató de imaginar que podría decirle a Joshua si tenía la oportunidad
de hablar con él.

****

Después de quitarse sus zapatos, Tao entró a su casa. El hombre dormido en la


pila de almohadas captó su atención inmediatamente. Tao dudaba que Cory
hubiera dormido la noche anterior, así que despertarlo no era opción. Pensó
dejarlo descansar donde estaba, pero su parte egoísta quería a Cory en su cama.

Cruzó el cuarto y abrió un pequeño gabinete debajo del fregadero de la cocina.


Sacó su almohada y una manta y la llevó a una gruesa colchoneta de cinco
centímetros de grueso en una esquina. Se preguntaba si Cory tendría los
mismos problemas para sentirse cómodo en su cama que los que tuvo en la de
Cory.

Regresando con Cory, Tao se arrodilló y levantó al dormido hombre en sus


brazos. Llevó a su amante cruzando el cuarto y suavemente lo dejó en la cama
antes de comenzar el proceso de desnudarlo.

Tao estaba agradecido de que la ayuda de Lu allanara el camino para que Cory
se quedara con él. A pesar de que el Jefe no parecía emocionado con la idea, al
menos parecía entender la necesidad de esto. Tao trató de dejar de pensar en
nada y en todo y mantener su mente libre para el hermoso hombre que
lentamente desnudaba.

Cory se estremeció cuando Tao retiraba la última pieza de su ropa. Estirando


sus brazos sobre su cabeza, Cory bostezó —¿No te molesta que me haya
quedado dormido?

52
Tao se quitó la camiseta y la lanzó junto a los pantalones y ropa interior en la
canasta en el armario. Extendió la delgada manta y se deslizó a lado de Cory —
No te preocupes por eso. Vuelve a dormir.

Cory se acomodó bajo el brazo de Tao y apoyó su mejilla en el pecho de Tao —


¿Porqué esta tan vacía tu casa?

Tao sabía que ese tema finalmente llegaría —Es la manera en que fui criado. Las
posesiones materiales alejan al hombre del camino de la verdad.
Cory se giró arriba de Tao, atrapando el pene de Tao entre sus muslos —No te
preocupes por mí. Puede que me tome uno o dos días o acostumbrarme a
sentarme en el suelo, pero sólo porque es nuevo.

Tao pasó sus manos por la espalda de Cory y las dejó en su culo. Estaba
agradecido por la reacción de Cory. El estilo de vida que el había elegido vivir
no era para todos. Sabía eso, pero eso era lo que él era. Esperaba que Cory
aceptara lo genuino de él.

Había una cosa más que Tao sabía necesitaba aclarar. Cory se había abierto
honestamente acerca de su vida antes de llegar al infierno y Tao le debía la
misma cortesía.

—¿Te gustaría saber porque estoy aquí? —le preguntó rozando sus labios por la
cima de la cabeza de Cory.

—No me interesa porque estás aquí, si eso te preocupa. Se que no quiero ser
juzgado por la persona que solía ser.

Cory besó el cuello de Tao —Pero si quieres decírmelo te escucharé.

—Verás, ese es el problema. Básicamente soy la misma persona que era antes —
Tao tomó una profunda respiración —Maté al jefe de mi familia y en las mismas
circunstancias lo haría de nuevo.

Cory se sentó y acomodó su culo sobre la erección de Tao atrapándola entre sus
nalgas. —¿Que circunstancias?
—En mi cultura, cada grupo familiar tiene un jefe a quien responder. En mi
familia había algunos que se oponían a la crueldad que nuestro jefe exhibía.
Cuando ellos trataban de expresar sus preocupaciones, el jefe los asesinaba.
Uno de los hombres que asesinó fue mi primo favorito, Ulani. Cuando encontré
su cuerpo, juré que detendría a Mahal antes e que pudiera matar de nuevo.

53
Tao se encogió de hombros, asustado de ver la mirada de Cory —Asesiné al jefe
a plena luz del día sin remordimientos.

—¿Te atraparon? ¿Es así como moriste? —preguntó Cory antes de inclinarse y
darle un rápido beso a Tao.

—No. Las cosas eran diferentes. La supervivencia del más fuerte, supongo. Viví
hasta los noventa y tres años.

Cory abrió más los ojos —Wow. No creo haber conocido a alguien que viviera
tanto.

Cory comenzó a moverse contra el pene de Tao —¿Seguías haciendo el amor


cuando eras viejo?

Tao buscó bajo la delgada colchoneta, y sacó un tubo de lubricante y se lo dio a


Cory —Tuve amantes ocasionales en mi juventud. En mis setentas, ochentas y
noventas, Infiernos, estaba agradecido con despertar cada mañana. Una
erección era un bono extra pero no duraba lo suficiente para preocuparme.
Cory se estremeció dramáticamente —Eso es deprimente. Quizás debería de
estar agradecido de haber sido asesinado.

El cuerpo entero de Tao se congeló ante la nueva información —¿Que?

Cory inclinó la cabeza —¿Que, qué?

—¿Fuiste asesinado? —preguntó Tao.

Cory sacó sus dedos de su agujero y comenzó a empalarse sobre el pene de Tao
—Olvidé que no te había dicho esa parte. Lo siento.

La presión del cuerpo de Cory alrededor de su pene era suficiente para


mantener a Tao duro, pero el no podía imaginar que alguien asesinara al
amable hombre sin pensarlo —¿Porqué? ¿Cómo?
Cory siguió moviéndose hasta que el pene de Tao estuvo totalmente dentro,
antes de contestar —No es algo en lo que me gusta pensar.

—No te culpo.

Cory sacudió la cabeza —No por la razón que crees. Cuando yo fui a juicio por
la muerte de Joshua, mi abogado logró sacarme por un tecnicismo. Yo era
culpable y lo sabía. Los policías lo sabían. Y la familia de Joshua lo sabía.

54
Cory apoyó sus palmas en el pecho de Tao y dejó de moverse —El papá de
Joshua, Nelson, no lo tomó muy bien. Empezó a seguirme a todos lados.
Después de dos semanas, salía de una estación de gasolina con una bolsa de
papel café en la mano. Era solamente una coca cola. Estaba desesperadamente
tratando de que mi cuerpo se liberara del alcohol que había estado
consumiendo durante años.

Cory soltó la respiración —Nelson pensó que llevaba una botella de alcohol,
supongo. De cualquier manera, se acercó antes de que llegara al carro, sacó una
pistola de su bolsa. Se enfrento a mí. Creo que una parte de mi realmente quería
que terminara con mi vida. La abrumadora pena en la expresión del hombre
todavía me acosa en mis pesadillas. Incluso mientras jalaba el gatillo, él lloraba.

Tao estaba tan anonadado con el conflicto de emociones que no podía hablar.
Jaló a Cory a sus brazos y trató de recuperar el control de si mismo. Con lo
mucho que quería odiar a Nelson no podía. El hombre había hecho lo que él
había hecho. Tao sentía que Cory hubiera muerto, pero entendía la necesidad
de Nelson de hacerlo.

—Yo no estoy resentido con Nelson, incluso ahora —murmuró Cory contra el
cuello de Tao.

—Puedo entender eso —Tao inclinó la cabeza y Cory empezó a lamer un lado
de la garganta. —Siento lo que sucedió.

Cory raspó la manzana de Adán de tao con sus dientes —Yo también. Desearía
poder regresar y dejar las llaves en la mano de un amigo antes de salir del bar
esa noche. Eso es por lo que me resisto tan vehementemente a servir a la gente
de más en El Agua Helada. En ese momento nadie se fijó en mi, y un inocente
adolescente pagó el precio.

Tao suspiró entendiéndolo —Es por eso que a pesar de tener múltiples grados
universitarios, eliges trabajar como barman. Siempre me había preguntado eso.

Cory se levantó lo suficiente para ver a los ojos a Tao —Bien. Suficiente de
diseccionar mi personalidad. ¿Podemos continuar con la jodida?

Tao sonrió —Mientras no trates de despertar a los vecinos cuando tengas el


mejor orgasmo de tu vida.

—Trato —Cory empezó a moverse en las caderas enterrando el rejuvenecido


pene de Tao más profundo.

55
Las manos de Tao viajaron por el pecho de Cory, rodearon sus caderas y
acunaron y separaron sus nalgas. No había nada en el mundo igual a sentir el
apretado cuerpo de su amante rodeando su pene. Las palabras que Tao iba a
decir se quedaron en la punta de su lengua. El nunca había tenido una pareja en
su vida. Se preguntaba si era mucho esperar tenerla en su muerte.

Cory gemía mientras se movía arriba y abajo del eje de Tao. Quizás Tao debería
hacerlo callar, pero los sonidos que Cory emitía cuando hacían el amor llevaban
la pasión de Tao al siguiente nivel. Retiró sus manos y cuidadosamente invirtió
las posiciones.

Tao acomodó sus manos a los lados de la cabeza de Cory y rodó, la nueva
posición de Cory le permitió entrar más profundamente. Mientras Tao se
empujaba al interior, se inclinó para un profundo beso, probando
profundamente la boca de Cory con su lengua.

Cory gritó cuando el pene de Tao tocó su próstata.

Tao se rió y besó a su amante de nuevo —Vas a lograr que nos expulsen de La
Villa.

—Entonces mejor bésame.

—Puedo hacer eso —Los labios de Tao regresaron con los de Cory. Nunca había
entendido la alegría de los besos hasta su primera vez con Cory. Mientras
crecía, el sexo entre hombres no era mal visto, pero todavía se esperaba de él
una conducta de guerrero. Lo que Tao sentía extraño era el hecho de que se
sentía más como un hombre cuando hacia el amor con Cory que en toda su
vida.
Tao quebró el beso y se sentó en sus talones. Sosteniendo las piernas más
abiertas, tomándolas de sus tobillos, Tao aumentó el ritmo. Al Infierno con La
Villa. En ese momento el necesitaba oír esos dulces sonidos que hacía Cory
cuando el llegaba al borde del orgasmo.

Cory comenzó una combinación de jadeos, gemidos y gruñidos mientras su


cabeza se movía de un lado a otro —Duro.

Tao le dio a Cory lo que necesitaba confiando en que Cory le diría si el lo estaba
lastimando. Con cada empuje, Cory gritó —¡Si!

La mirada de Tao continuamente cambiaba de la hermosa cara de Cory al pene


de su amante en su mano. Tao sintió sus bolas prepararse, señalando el clímax
—Córrete para mi, bebé.

56
Se mordió el interior de su mejilla mientras Cory pintaba su abdomen con
perlas de semilla. El apretón del cuerpo de Cory llevó a Tao al borde.

—¡Joder! —gritó Tao, seguro de haber despertado a cada residente de La Villa.

Colapsó a un lado de Cory y lo jaló a su pecho. —Si no estuviera muerto, eso


me hubiera matado.

Tan pronto como las palabras salieron de su boca, Tao se arrepintió. Se giró de
lado y levantó a Cory de su pecho —Lo siento. No debí decir eso.

Cory besó el cuello de Tao —No lo hagas. No debes de cuidar lo que dices por
mí. Estoy bien.
Tao salió de la colchoneta y se dirigió al cuarto de baño por una toalla húmeda.
Después de que ambos estuvieron limpios, colocó a Cory de nuevo sobre su
pecho. Una vez que la respiración de Cory se calmó, Tao besó la cima de la
cabeza de su amante.

—Te amo —murmuró.

****

Cory, con su mochila al hombro salía del edificio administrativo con una
sonrisa en su cara. Fue afortunado de recuperar su dinero de las clases, había
decidido no tomar el siguiente semestre. Su nueva relación con Tao iba tan bien,
que decidió invertir su tiempo libre en descubrir hasta donde podrían llegar.

Corrió para reunirse con Tao, quien se encontraba cómodamente sentado en su


motocicleta —Buenas noticias, recuperé mi dinero.

Tao le dio un casco a Cory —Esas son buenas noticias.

Cory subía a la motocicleta mientras se colocaba su casco —¿Quieres unas


hamburguesas de camino a casa?

—Claro —Tao sonrió mientras amarraba el casco de Cory debajo del mentón
antes de encender la motocicleta.

Cory envolvió sus brazos alrededor de tao cuando se alejaban de la banqueta.


Sin signos de problemas durante toda la semana, ellos habían pasado casi todos
los momentos conociéndose. Cory encontró que Tao tenía un sutil sentido del
humor y era naturalmente refrescante. Entre mas tiempo pasaban juntos menos
pensaba en Joshua.

57
—El Demon Dan —gritó sobre el ruido de la motocicleta.

Tao asintió aceptando y dieron vuelta a la derecha en el siguiente semáforo. El


Demon Dan era su favorito para comer demasiado. Amaba las hamburguesas
tan jugosas que tenías que lavarte no sólo las manos sino hasta los brazos
después de terminar.

Ellos se detuvieron entre dos autos y Cory se quitó el casco. Tao bajó de la
motocicleta y se ajustó sus jeans. Cory se rió de la acción y Tao sonrió.

—Dime que eso sucede todo el tiempo.

Cory vio a los lados a los compradores, antes de señalar hacia su pene —No
eres el único.

Tao levantó a Cory en sus brazos, y lo besó, aprovechando la oportunidad de


frotar su erección contra la de Cory —Sabes que podría joderte aquí y nadie
movería ni una pestaña.

Cory gimió y envolvió sus piernas alrededor de la cintura de Tao. Quebrando el


beso, vio hacia los grandes ojos café de los que se había enamorado tan
desesperadamente —¿Quieres joderme enfrente de toda esa gente?

—Apuéstalo. Sólo dime una palabra y estarás desnudo e inclinado en el asiento


de la motocicleta antes de que tengas oportunidad de cambiar de parecer.
Un resonante ‘si’ se le quedó en la punta de la lengua cuando lo vio a él. Ahí
cruzando la calle, estaba de pie Joshua —¡Hijo de perra!

Antes de que pudiera aclarar lo dicho, Cory había bajado de los brazos de Tao y
cruzado la calle corriendo, viendo a Joshua.

Una expresión de horror cruzó la cara de Joshua mientras levantaba las manos
frente a él, señalándole a Cory que se detuviera.

Jode eso. Cory estaba cansado de esperar a que Joshua saliera de las sombras. El
tendría que enfrentar su pasado y tratar las consecuencias después.

—¡No! —gritó Joshua justo cuando Cory oyó a Tao gritar algo detrás de él.
Un ruido totalmente diferente atrapó la atención de Cory. Se giró hacia el ruido
de un motor y gritó al ver una gran camioneta negra ir directo hacia él.

58
En el siguiente segundo Cory fue derribado hacia el duro pavimento, con el
pesado cuerpo de Tao arriba de él. Antes de que tuviera oportunidad de
recuperar la respiración, Tao tenía a Cory en sus brazos y corría, hacia la
seguridad de la banqueta. Bajó a Cory y corrió de nuevo, esta vez tras Joshua.

Cory llevó su mano hacia su raspada mejilla debido a la caída ¿Como pudo ser
Joshua…?

—Lo tengo —anunció Tao, llevando a Joshua por la parte de atrás del cuello.

Por primera vez, Cory estaba lo suficientemente cerca del adolescente al que
había matado para ver las verdes chispas en sus ojos café. ¿Que debo decirle?

Esa era la pregunta del millón de dólares. ¿Que le dices a la persona que
asesinaste? Lo siento no quise que sucediera. No en esta situación. Cory no
sabía quien iba conduciendo la camioneta pero obviamente no había sido
Joshua.

—Llama a Lu —dijo Tao.

La atención de Cory fue hacia su amante —¿Lu?

Tao asintió, todavía agarrando firmemente a Joshua de la parte de atrás del


cuello —Pídele que envié un carro para que nos recoja.
Cory sacó su teléfono y regresó la atención hacia Joshua. No podía imaginar
estar atrapado en un cuerpo de adolescente por toda la eternidad. Quizás Lu
podría hacer algo acerca e eso.

—Lu.

—Soy Cory. Finalmente atrapamos a Joshua. Tao se preguntaba si podrías


levantarnos del frente de el Demon Dan.

—Ahora salgo.

****

Cory continuaba viendo a Joshua. Sentado en el sofá de Lu, tomando un vaso


de limonada, Joshua se veía tan joven e inocente. Los otros en la habitación
estaban sentados con los brazos cruzados, permitiendo que Cory tomara el
liderazgo, pero el no estaba seguro de que dirección tomar. Tenía muchas
preguntas, no todas centradas en el ataque.

59
—¿Quien iba conduciendo la camioneta? —preguntó finalmente.

Joshua tomó un trago de su bebida y dejó el vaso en la mesa de café —Mi


padre.

Cory asintió. Ya imaginaba eso, pero no era agradable tener la confirmación.

—No es un mal hombre —agregó Joshua.

A lado de él, Tao soltó un alto bufido —¿No es malo? No sólo asesinó a Cory, lo
golpeó, arruinó su departamento y trató de arrollarlo.
—Lo se, y lo siento. Fui enviado aquí para encargarme de algo de eso, pero…—
los ojos de Joshua se cerraron y su mentón llego a su pecho —Se lo que mi
padre te ha hecho, y repentinamente mi razón para estar aquí parece ser
irrelevante.

Joshua sacudió la cabeza —Quería advertirte. Sólo que no estaba seguro de


como responderías. No quiero que nada malo le suceda a mi padre. El ha
sufrido demasiado.

Tao se rió —¿El ha sufrido? El asesinó a Cory.

—Lo se, créeme lo se. Pero el pagó por su crimen. Murió en prisión después de
veintitrés años. Creo que el aniversario de mi muerte lo empujó al borde de
nuevo.

Cory se deslizó hacia adelante en su silla y se inclinó —¿Porque estás aquí


realmente?

—Un amigo me envió —murmuró rehusándose a levantar la vista del suelo—


Le pedí un favor, quería más edad. Estaba cansado de verme como un niño.

Lu cruzó sus brazos —¿Cual de mis hermanos te envió?

Joshua levantó la cabeza y vio a Lu —¿Cómo lo sabes?

Lu sonrió —Eso es algo que sólo el poder de un Arcángel puede hacer —Lu
inclinó la cabeza mientras tocaba sus labios con su dedo—¿A cual de mis
hermanos impresionaste para que extendiera ese don a tu favor?

—Michael —murmuró Joshua como si tuviera miedo de causarle problemas.

60
La sonrisa de Lu se convirtió en una gran sonrisa —Bien por él. Es agradable oír
que está dejando de ser un estirado.

—El siempre es muy agradable conmigo —dijo Joshua defendiendo a Michael.

Cory vio como lo que había hecho había afectado a Joshua. El jovencito se
sobresaltó cuando Lu se acerco a él.

Lu se rió, obviamente disfrutando la reacción de Joshua a su movimiento —No


te preocupes, no te voy a lastimar —Lu descansó su mano sobre el hombro de
Joshua —¿Cuánto tiempo llevas en La Ciudad?

—Casi un mes —murmuró Joshua.

—¿Dónde te estás quedando? —preguntó Cory.

—En donde puedo. No se supone que me quede aquí mucho tiempo, pero…—
Joshua se encogió de hombros—No ha salido como debiera. Mi papá esta
viviendo en el Barrio Antiguo, y Michael se rehúsa a darme permiso para ir ahí.

—Como debe de ser —agregó Lu—Déjame llamarle a Draco. El necesita un


proyecto. El hombre ha estado extremadamente aburrido últimamente.

Cory vio a Tao —¿Crees que Nelson lo intentará de nuevo esta noche?
Realmente necesito ir a trabajar.

—El no puede hacer nada si no puede atravesar la puerta —Tao se inclinó y le


dio un beso a Cory, empujando su lengua al interior de la boca de Cory.

Cory respondió rozando la lengua de tao con la suya antes de separarse —¿No
harás nada que cause que salgas lastimado?

Tao acunó la mejilla de Cory con su gran mano. —Que te lastimen a ti, es más
doloroso que todo lo que Nelson pueda hacerme a mí.

—Gracias —Cory prácticamente se desmayaba ante la declaración de Tao.


Necesitaba decirle a Tao cuan profundamente estaba enamorado de él, pero
sabía que no era el momento ni el lugar. En lugar de eso, se inclinó para otro
profundo beso.

Lu colgó su teléfono celular y se puso de pie —Draco nos espera.

61
El estomago de Cory gruñó —¿Podemos pasar por algo de comida rápida en el
camino?

****

A pesar de la aparente inocencia de Joshua, Tao continúo colocándose entre


Cory y el chico. No sólo a causa de la seguridad física de Cory sino también
mental. Tao odiaba la expresión de culpa que cruzaba la cara de Cory cada vez
que veía a Joshua.

De pie frente al porche de Draco, Tao colocó bajo su brazo a Cory,


sosteniéndolo tan fuerte como se atrevía. Sólo conocía a Draco de pasada,
todavía no entendía el cambio de apariencia desde que lo conoció la primera
vez como Bruga. Las cicatrises físicas habían desaparecido del hermoso rostro
del hombre, pero Tao tenía el fuerte presentimiento de que las cicatrises
internas de Bruga seguían en alguna parte del cuerpo del Draco.

La puerta se abrió y Draco señaló para que entraran. Dominic había llamado
varias veces a Lu, mientras que Tao se quitaba los zapatos, El teléfono de Lu
volvió a sonar con el blues Bad to the Bone.

—Por favor tomen asiento —ofreció Draco, guiándolos a la sala —¿Puedo


ofrecerles algo de beber?

—No gracias. Tomamos algo en el camino —contestó Cory, sentándose en una


de las sillas.

Tao inmediatamente se sentó con los pies cruzados en el suelo a lado de la silla
de Cory.

Lu cerró su teléfono y se sentó en la silla opuesta —Como te dije por teléfono,


necesitamos localizar a un hombre que vive en el Barrio Antiguo.

—¿Desde hace cuanto vive ahí? —preguntó Draco, enderezado la línea de sus
costosos pantalones de vestir.

—Un poco más de un año —contestó Joshua.

Draco entrecerró sus oscuros ojos —¿Cuánto tiempo tiene viniendo a La


Ciudad?

—El mismo —agregó Joshua.

62
Draco frotó sus largos dedos sobre sus labios, pensando —Eso es inusual. Tu
padre debe tener una gran oscuridad en su alma.

—Si la tiene es por mi causa —dijo Cory.

—No —intervino Joshua—Otros padres pierden a sus hijos y no acosan al


perpetrador en la otra vida. Espero que hablando con él, pueda aliviar algo de
su odio. Pero hasta este momento, no he podido acercarme lo suficiente. Cada
vez que he tratado, el está atacando a Cory.

Draco giró su atención hacia Lu —¿Y que quiere hacer tu hermano con esto?

Lu vio a Joshua —Evidentemente, Michael le ha tomado afecto a Joshua. Lo


envió aquí con un propósito diferente. Joshua quiere aparentar más edad. Para
hacer eso, necesita que su padre libere la imagen del inocente niño de diecisiete
años al que se ha apegado tan fuertemente.

Draco asintió —Bien, Joshua, eres bienvenido a quedarte en mi casa hasta que
resolvamos la situación con tu padre ¿Me preguntaba si seria posible que
discutiera algo con Michael directamente?

Joshua vio a Lu, quien se encogió de hombros —Tendría que preguntarle a


Michael.

—Muy bien. Hasta que hable con él, no me aventuraré a entrar en el barrio
Antiguo, así que puedo sugerir que se lo pidan agradablemente.

—¿Eso en donde nos deja a nosotros? —preguntó Tao.


—En un periodo de espera, hasta que hable con Michael —Draco vio alrededor
del cuarto —Aunque hay varias cosas que necesito hablar en privado con
Michael, Me gustaría que todos ustedes estuvieran en la mayor parte de la
conversación.

—No cuentes conmigo —contestó Lu—Conozco a mi hermano. No aceptará


una reunión si estoy involucrado.

Draco asintió —Sólo consigue la reunión.

63
Capítulo Seis

En su descanso, Cory fue en busca de Tao. Como de costumbre, su novio estaba


parado a lado de la puerta con los brazos cruzados, mostrando sus poderosos
músculos a todo el mundo que quisiera desafiarlo. Cory se presionó contra la
espalda de Tao y mordisqueo sobre el omoplato.

—Si alguien supiera lo dulce que eres realmente, estarían empujándote para
entrar.

—Es por eso que nunca lo sabrán —gruñó Tao.

—Tú eres sólo un gran oso de peluche. Afortunadamente, soy el único que se
abraza a ti en la noche.

Tao se giró, riéndose y levantó a Cory a sus brazos —¿Todo está bien?

—Perfecto —dijo Cory con una sonrisa—Estoy en mi descanso y pensé en venir


por algunos besos.

Tao sonrió —Nick y Dominic tenían razón cuando te decían duendecillo. Eso
solía enojarme pero ya lo entendí. Tú parees un rayo de sol en este lugar.

Cory tomó la parte de atrás de la cabeza de Tao y lo jaló hacia un profundo


beso, enrollando su lengua en el interior de la boca de Tao —Adulador.

—Dos horas y serás todo mió —gruñó Tao.

Cory mordió su labio inferior. Odiaba apagar la pasión de Tao, pero tenia un
mensaje que trasmitir —Lo siento, pero primero tenemos que ir a El Between*
para una reunión con Michael. Después soy todo tuyo.

—Después de eso será de mañana —gruño Tao, bajando a Cory.

64
—No tienes que ir —Ya se lo había preguntado muchas veces, era mas que
obvio que el gran hombre comenzaba a irritarse.

Tao sacudió la cabeza —Yo tengo que ir. Cualquier cosa que te afecte a ti me
afecta a mí. Eso no significa que no quiera apurarme a llegar a casa y tenerte a
mi manera.

Cory le dio un rápido beso a Tao —Sostén ese pensamiento.


* Between, en medio se refiere al lugar entre el cielo y el infierno, en donde
conversan.
—Hey, ¿a donde vas? —le dijo Tao a Cory cuando se alejaba.

Cory se giró y le sopló un beso a Tao antes de ver a Nick —Hey.

Nick se giró y bajó su cerveza —¿Que sucede?

Cory se apoyó en la barra —Tao está gruñón. ¿Hay alguien que pueda atender
la puerta durante veinte minutos y así yo puedo atenderlo en el cuarto de atrás?

Nick sonrió —Yo vigilaré la puerta, pero sabes que no tienes que ir al cuarto de
atrás. Mira a tu alrededor.

—Esto es así todo el tiempo —le recordó Cory a Nick.

—Así es, pero no dejo que eso me detenga cuando Galen o Baz están a mi
alrededor contoneándose.

Cory vio sobre su hombro a la puerta. Si el era completamente honesto, no le


gustaba la idea de compartir algo tan privado. No era que fuera un puritano,
era sólo que nunca había tenido algo tan especial como lo que compartía con
Tao.

—Creo que usaremos la bodega, ¿si te parece? —preguntó finalmente.

Nick se rio —Hay una manta en la canasta del estante.

Cory asintió —Voy a prepararme. Envía a Tao dentro de cinco minutos.

Nick metió su mano en el bolsillo y sacó un pequeño tubo de lubricante y se lo


lanzó a Cory —Puedes necesitar esto.

65
Cory estaba impactado de que su jefe llevara lubricante, pero recordó la manera
en que Nick estaba con Baz y Galen… Cory imaginó que debería tenerlo a mano
—Gracias.

Pasó entre la multitud hacia la bodega y buscó las llaves en el bolsillo. En eso
estaba cuando alguien lo tomó por detrás. Un momento estaba luchando y al
siguiente era levantado del suelo y un trapo era presionado en su cara.

Mientras luchaba por mantener la consciencia, Cory pensó en Tao y en lo que


podría o no encontrar cuando llegara a la parte de atrás del club.
****
Tao había dejado pasar sólo cuatro personas más a El Agua Helada cuando
tocaron su hombro. Se giró y se encontró con Nick con una sonrisa como la del
gato que se comió al canario.

—Cory me pidió que vigilara la puerta mientras el dejaba que lo jodieras para
que dejaras ese humor gruñón.

Tao levantó las cejas —¿Ahora?

—Si. Bueno, tan pronto como lleves ese culo a la bodega.

El pene de Tao se endureció con anticipación. Mientras atravesaba entre la


multitud, se rehusó a hacer contacto visual con los clientes del club. Esos
estupidos pantalones de piel de cintura baja, no hacían nada para ocultar su
deseo por el hombre que amaba.

Para cuando llego a la parte de atrás del club, Tao estaba respirando
agitadamente, la punta de su pene casi descubierta. Tomó la perilla y trató de
girarla pero nada sucedió. Tao trató tocando.

—¡Soy yo! —gritó. Cuando la puerta siguió sin abrirse, usó su puño para
golpear contra la brillante puerta blanca —¡Cory!

Entre más tiempo estaba ahí, más nervioso se ponía. Tao se giró y revisó el
lugar. Vio a Dominic y Lu en la pista de baile y corrió hacia ellos —Necesito las
llaves de la bodega. Se supone que Cory está ahí, pero la puerta está cerrada y
no responde.

Tao frotó la opresión que sentía en su pecho mientras Dominic buscaba las
llaves en su bolsillo.

—Debí dejarlas arriba en mi oficina —dijo Dominic.

66
—No las necesito —Lu salio con Tao y Dominic siguiéndole.

Con un movimiento de su mano, Lu abrió la puerta y prendió la luz. El


estomago de Tao se revolvió cuando lo encontró vacío.

—Nelson no pasó frente a mi — gruñó Tao, dejó la bodega. Se dirigió a la


puerta trasera.

—¡Maldición! —gritó empujando la puerta de acero que tenia quebrado el


cerrojo. Tao salió al callejón y empezó a correr.
****

Al abrir los ojos, Cory vio el lugar en el que se encontraba. Al parecer era el
cuarto de un jovencito. La bilis le subió a la garganta y se dio cuenta quien lo
había secuestrado ¿Estaba Nelson tan atormentado por su pasado que todavía
vivía en el?

—¿Nelson? —gritó, luchando contra la cuerda que lo aseguraba a la pequeña


cama gemela.

Oyó pasos golpeando el piso de madera momentos antes de que la puerta se


abriera —Estás despierto.

Cory asintió y vio sus ataduras en muñecas y tobillos —Están muy apretadas.
¿Podrías por favor aflojarlas? No trataré de escapar.

Eso no era una táctica de escape. Cory honestamente no planeaba huir de


Nelson. La Ciudad no era lo suficientemente grande, y tratar con Nelson ahora
significaba que el podía dejar el pasado atrás de una vez por todas.

Nelson sacudió la cabeza —No puedo hacer eso —Nelson vio alrededor—Este
era el cuarto de Joshie.

—Es un lindo cuarto —comentó Cory.

—El escogió esos colores. Le dije que se cansaría del rojo, blanco y azul, pero
nunca lo hizo —Nelson pasó su mano por el profundo azul de la pared —
Quería ser piloto de la fuerza aérea ¿Sabías eso?

Cory sacudió la cabeza —No, señor —Aunque Cory ya se había disculpado con
Nelson en el juicio, el necesitaba hacerlo de nuevo.

67
—Siento lo que le hice. No he vuelto a beber desde entonces.

Nelson se giró hacia Cory. —¿Se supone que eso haga que me sienta mejor?

—No. Sólo necesitaba decírselo.

Nelson golpeó con el puño la pared —¡Ésto no es para que tú te sientas mejor!

****

Tao caminaba adelante y atrás del verde césped de El Between. Habría estado
sereno en condiciones normales, quizás el se hubiera tomado un tiempo para
apreciar el césped que no había visto en mucho tiempo, pero tenia otras cosas
en mente.

—¿Donde está? —gruñó.

—Paciencia —dijo Draco.

Tao pasó su mano por su cara —¿Tu realmente crees que Nelson se llevó a
Cory al Barrio Antiguo?

—Lo hizo —declaró Draco, frotando la espalda de Joshua —¿Estás bien?

Joshua sacudió la cabeza —No entiendo porque necesitas hablar con Michael
antes de ir detrás de Cory.

—Porque una vez que entres al bario Antiguo no se te permitirá entrar al cielo
—dijo una profunda voz detrás de Tao.

Tao se giró y estuvo frente a frente con la más hermosa criatura que hubiera
visto. Las alas blancas como la nieve de Michael tenían las puntas del mismo
color castaño de su cabello, creando un impactante efecto. Tao no pudo explicar
su reacción, pero inmediatamente se encontró de rodillas, reverenciando al
alado Arcángel.

—De pie —ordenó Michael, sus enormes alas quedaron detrás de su espalda.

Tao logró ponerse de pie pero todavía sin poder hablar. Decir que la espada en
su funda en la cintura de Michael era intimidante era decir poco. Además de su
falda que ondeaba con el viento y le llegaba hasta la rodilla, Michael usaba su
traje de guerra. El ancho pecho del Arcángel estaba desnudo a la vista de Tao,
causando un inadecuado efecto en su pene.

68
Tao cerró los ojos y bajó el mentón avergonzado consigo mismo. No sólo
porque había visto con lujuria a uno de los guerreros de Dios, sino porque por
un breve momento, casi se olvida de porque estaba ahí, en primer lugar.

Tao sintió una mano en su hombro y levantó la vista hacia la hermosa cara de
Draco.

—No seas tan duro contigo mismo. La belleza es una de las armas de Michael y
la usa con la misma precisión que su espada.

Tao no pudo evitar notar la erección que presionaba el frente de los pantalones
negros de vestir de Draco. Draco siempre parecía tan controlado, así que si el
estaba afectada por la belleza de Michael, el Arcángel debería de tener una
poderosa magia de su lado.

—¿Que sucede? Joshua —preguntó Michael.

—Es mi papá. Está peor de lo que pensé. Está determinado a lastimar a Cory, y
ahora el se lo llevó al Barrio Antiguo.

—Nelson no tiene el poder de desaparecer el alma de Cory, entonces, ¿que


creen que quiere hacer con él? —Michael se giró y comenzó a pasear con sus
manos cerradas juntas bajo sus alas.

—Creo que quiere que Cory sufra lo que el ha sufrido —contestó Joshua.

—Cory ya ha hecho eso —lo interrumpió Tao—Ha vivido con eso cada
momento de cada día, y siempre lo hará.

Joshua se mordió el labio inferior y asintió —Lo se. Si pudiera hacer algo para
detenerlo, lo haría.

Draco se detuvo frente a Michael, causando que el Arcángel se detuviera


brevemente —Mi alma ya está tan oscura que no tengo esperanza de salvación.
Planeo ir tras Cory, pero necesito tu ayuda con algo antes de aceptar hacerlo.

Michael sacudió la cabeza y entrecerró sus ojos verde oscuro —No hago tratos.
—Lo se, pero no has oído este. Quiero que limpies el alma de Nelson.

Michael una vez más sacudió la cabeza —No puedo hacer eso. El mal que
invade su alma no puede permitirse la posibilidad de que manche a un
inocente.

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—Se eso, también. Es por eso que me ofrezco a mi mismo como el vaso que
contenga el mal que mancha el alma de Nelson.

Michael movió la cabeza, sorprendido. Sus alas se movieron por un momento


antes de calmarse —¿Porque harías eso? Aunque dices que estás mas allá de la
redención todavía eres joven en el gras esquema de las cosas. No hay manera de
saber lo que el futuro te brinde.

—Estar en La Ciudad está bien. La conozco. Si puedo ayudar a reunir a Joshua


con su padre, me alegraría hacerlo. Pero —Draco levantó su dedo—Necesito tu
palabra de que aceptarás que Nelson vaya al cielo si hago esto.

Tao sostuvo la respiración cuando Michael dio otro paso. Michael se inclinó
hasta estar a sólo medio centímetro de la nariz de Draco —Tú eres el que le
ayudó a Lu a liberar el infierno de Lysander.

—Sí.

El calor entre los dos hombres era una presencia física. Tao secó el sudor de su
frente mientras el aire seguía caliente. Aprovechó la oportunidad y vio hacia la
ingle de Michael. Joder. Repentinamente se sintió como un fisgón. Se giró hacia
Joshua.
—Embarazoso —murmuró.

Joshua sonrió —He visto a muchos hombres tener esa reacción ante Michael,
pero esta es la primera vez que veo que él ve dos veces a un humano.

Tao vio sobre su hombro. Los dos hombres estaban hablando pero sus voces
eran tan bajas que no podía oír nada de lo que decían. Mientras observaba,
Draco sacudió la cabeza y dio un paso hacia atrás. Michael levantó su mano
pero se detuvo antes de tocar la mejilla de Draco.

—¿Listo? —pregunto Draco después de una última mirada a Michael.

—Sí —Tao y Joshua contestaron al mismo tiempo.


Los tres hombres se arrodillaron y cerraron los ojos. Tao sintió la suave brisa en
su cara cuando Michael extendió sus alas de nuevo.

—Sean cuidadosos —oyó Tao decir a Michael.

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Cuando Tao abrió los ojos de nuevo estaba en El Templo, arrodillado ante la
estatua de Michael. Tao se puso de pie y vio la estatua de mármol blanco —Esto
no se parece en nada a lo real —murmuró.

—No lo se. Imagino que ninguno fue muy atento —gruñó Draco.

—El carro nos espera al frente —informó Lu desde su posición en la parte de


atrás de la capilla. Le dio a Draco su largo abrigo de piel negra —¿Lograste lo
que necesitabas de Michael?
Draco se sobresaltó antes de asentir y tomar su largo abrigo. Tao se preguntaba
si el repentino cambio de humor de Draco se debía a lo que había sucedido con
Michael o a donde se dirigían.

E pensar en Cory detrás de las altas paredes del Barrio Antiguo estaba
comiéndole las entrañas a Tao. Cómo podría sobrevivir al mal de esa ciudad en
La Ciudad alguien como Cory? Antes de que el pudiera llegar a la puerta, Lu lo
detuvo.

—Necesitamos hablar.

—No ahora. Llevemos a Draco al Barrio Antiguo. Entre mas pronto regrese
Cory, mejor —le informó Tao a Lucifer.

Tao notó la manera en que la mandíbula de Lu se tensó cuando abrió la puerta


del pasajero y subió a lado de Dominic, que estaba pacientemente sentado
detrás del volante del gran sedan negro.

—Vamos a la entrada este —le informó Draco a Dominic.

Dominic revisó a Draco por el espejo retrovisor. —¿Sabes dónde está Cory?

—No, pero se donde puedo comprar información. En el Barrio Antiguo, todo


está a la venta.

Lu se giró lo suficiente para ver a los ojos a Draco —¿Necesitas dinero?

Draco frunció el ceño y giró la cara hacia la ventana —Dinero no es lo que ellos
quieren.

Lu se giró y el sedan se quedó en silencio. Tao no estaba seguro de que tipo de


información buscaba Draco, pero el estaría agradecido por siempre con el
hombre.

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Dominic llegó a la pared exterior del Barrio.

—¿Estás seguro de esto? —preguntó Lu.

Draco abrió la puerta y enderezó su abrigo, levantando el cuello todo lo que


pudo —Sólo asegúrate de que tu hermano mantenga la negociación.

Sin otra palabra, Draco cerró la puerta y se dirigió hacia el portón. Le habló al
hombre al frente antes de que se le permitiera entrar.
Tao vio a Lu —¿Ahora, qué?

—Ahora voy a caminar con Tao. Lu se inclinó y besó a Dominic —No muy
lejos. Mantén un ojo en Joshua.

Dominic asintió y jaló a Lu para otro beso —Ten cuidado.

Aunque el área tenía varios faroles, incluso Tao sabía que el peligro asechaba en
cada esquina.

—Esta es mi ciudad. He caminado en estas calles desde antes de que fueras un


brillo en la mirada de tu madre —declaró Lu.

Tao abrió la puerta y esperó en la banqueta por Lu, que le daba a Dominic otro
baño de lengua antes de salir del carro. Lu salió y se unió a Tao.
—¿De que quieres hablarme? —preguntó Tao.

—De varias cosas. Necesito que me digas lo que sucedió en El Between.

—Michael llegó—comenzó Tao—Muy intimidante con la belleza y las alas y la


gran espada.

Lu comenzó a reírse —Michael siempre es un exhibicionista.

Tao vio a Lu —¿Tienes alas?

La cara de Lu se transformó en una mascara de tristeza —No. Ellos me las


retiraron cuando fui expulsado —Sorpresivamente la expresión de Lu cambio a
una de anhelo —Pero cuando las tenía eran gloriosas, negras con las puntas
azul pálido. Lu suspiró tristemente —Las extraño.
Tao no debió de haber preguntado. Se pateaba a si mismo por recordarle a Lu lo
que había perdido—Lo siento —murmuró.

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—Sí, yo también —Lu sacudió la cabeza—Entonces, ¿que sucedió entre Draco y
mi hermano?

Tao trató de recordar la conversación que había presenciado —Draco le pidió a


Michael que limpiara el alma de Nelson. Entonces el ofreció tomar el mal
dentro de si mismo.

—¡No! —exclamó Lu, girándose corrió hacia la puerta este por donde Draco
había entrado.

Dominic debió de haberlos estado viendo porque salió del carro y llegó frente a
Lu antes de que el pudiera llegar a la puerta —¿Que estás haciendo?
—Draco está en una misión suicida. No puedo dejar que lo haga.

—Es demasiado tarde, bebé. El se fue —Dominic jaló a Lu a sus brazos.

—Pero él finalmente tenía la oportunidad de tener algo normal —Lu enterró su


cara en el cuello de Dominic —Yo debí hacerlo. ¡Maldición!

Dominic sacudió la cabeza —Ambos sabemos que si los ancianos del Barrio
Antiguo te atrapan dentro de las paredes no te dejarían salir.

Tao se sentía como un intruso pero el necesitaba saber porque se había alterado
Lu —No entiendo. Recuerdo que tomaste el mal de Valstaat dentro de ti. Te
tomó un tiempo sanar pero ahora estás bien.

Lu giró la cabeza lo suficiente para ver a Tao. —No soy humano. Dependiendo
de la cantidad de mal en el alma de Nelson, puede que a Draco nunca se le
permita salir del Barrio Antiguo de nuevo.

Lu cerró los ojos —¿Porque haría esto? Sabía que el encontraría a Cory, ¿pero
que le debe a Nelson?

—Draco le dijo a Michael que su alma ya estaba oscura y que no tenía


esperanza de salvación ¿Crees que fue por eso? —preguntó Tao.

Lu abrió los ojos y vio hacia Tao —¿Dijo eso?

—Si.
Por primera vez desde que conocía a Lu, Tao vio lágrimas llenar los ojos de
Lucifer.

73
—El quería subir al cielo pero el sentía que no merecía ese regalo —Lu suspiró
—El era una persona digna. Lo único que lo mantenía aquí, era el mismo. Si
voluntariamente arriesga su entrada al cielo, eso me dice que estaba en un
estado de confusión interna.

Lu se secó las lágrimas que caían por sus mejillas —Había trabajado duro con
Draco para que viera la bondad dentro de él. Pensé... pensé que estábamos
haciendo progresos.

—Shhh —Dominic lo calmaba y besó la frente de Lu —Esto no es por algo que


hayas hecho o no hecho. Esto es acerca de Draco, y no importa quien eras, no
puedes hacer que reconozcan lo que ellos no creen.

Lu asintió y se separó lo suficiente del pecho de Dominic para cuadrar los


hombros —Que más conversaron Draco y Michael.

—No lo se. Ellos hablaron lo suficientemente lejos para que Joshua y yo no


pudiéramos oír esa conversación —La atención de Tao se fue hacia la barda del
Barrio —¿Crees que Cory esté bien?

Lu se alejó de Dominic y colocó su mano en el hombro de Tao —Esa es la otra


cosa de la que quiero hablar contigo. No hay manera de conocer que efectos
tendrá el Barrio Antiguo en él.

—¿Que quieres decir? ¿Crees que lo lastimen? —preguntó Tao, listo para tirar la
pared.

—El mal puede infiltrarse en el alma más pura. Cory es tan frágil ahora. La
culpa que siente por la muerte de Joshua lo deja abierto a los ataques de quienes
aman más que nada llevar a otro al camino oscuro.

Tao sacudió la cabeza —No. Cory nunca podría. Ser malo, nunca.

—Espero que tengas razón.

Capítulo Siete

74
Cory trató de ver a través de los hinchados ojos debido a la anterior golpiza. Ya
que había liberado su furia, Nelson se había sentado en el piso enfrente de un
librero. En las siguientes horas, Nelson había leído casi cada libro en el cuarto.
Muchos de esas historias le recordaron su infancia a Cory.

¿Como podía sentir algo diferente a dolor y lástima por el hombre que estaba
atado a su pasado? Cory tenía una idea de como ayudar a Nelson, pero sabía
que estaba corriendo un gran riesgo —¿Cual era la historia favorita de Joshua
cuando era niño?

Nelson se giró e inmediatamente tomó un brillante libro amarillo del librero —


Jorge el curioso. El tenía varios de estos, pero este era el único que me pedía que
le leyera al menos tres veces a la semana.

—¿Su madre se la leía, también? —preguntó Cory. El nunca había oído


mencionar a la esposa de Nelson.

—Diane murió cuando nació Joshua —murmuró Nelson.

Aunque triste, Cory sabía que podía usar esa información para ayudar a Nelson
—Apuesto a que la extrañas.

—¿A quien? —preguntó Nelson, abrazando el libro contra su pecho.

—A tu esposa. Joshua se veía feliz en el cielo y apuesto que él y Diane


desearían que te les unieras ahí.
Nelson se puso de pie —No debiste hablar de eso. Tú eres la razón de que esté
aquí y no con ellos.

Cory se estremeció cuando Nelson le golpeó en la mandíbula —Se que te


sientes culpable por lo que me hiciste.

—No. Eso es sólo así. No siento ni un poco de culpa. Me quitaste a la única


persona que amaba en mi vida y que me amaba. Me alegro de encontrarte en el
Infierno.

La vehemencia en la voz de Nelson no le dejaba ni un poco de duda de que el


hombre realmente creía eso —Arruiné tu vida, Nelson. No dejaré que arruines
tu después de la vida, también. No te culpo por lo hiciste. Merecía una bala. Lo
se. Necesitas llegar a buen término con lo que sucedió y pedirle a Dios que te
perdone.
—¡Nunca! Otro golpe en la ya hinchada mejilla de Cory.

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Cory sentía su cara como el fuego, pero eso no era nada comparado con el
evidente dolor en los ojos de Nelson.

—No necesito que me castigues, Nelson. Lo hago yo mismo todos los días.

Cuando sus palabras no parecían llegarle a Nelson, Cory trató con otra táctica
—Joshua está aquí en La Ciudad. ¿Lo has visto?

Nelson giró la cabeza —Mientes. Mi Joshua nunca estaría en este pozo negro.

Cory sacudió la cabeza —Él esta aquí para hablar contigo. El quiere tener más
edad, pero tu control con el pasado es tan fuerte que no le permites que suceda.

—El es mi bebé. Siempre lo será —gruño Nelson.

—El es tu hijo. El no es un bebé o un niño —lo confrontó Cory.

Nelson parpadeó varias veces —¿Está realmente aquí?

Cory asintió —Si yo fuera un hombre de apuestas, diría que está afuera de la
parel del Barrio Antiguo con mi novio. Imagino que Joshua está tratando de
encontrar la manera de llegar aquí y hablar contigo.

—No, el no puede ¡Eso podría arruinarlo!

Repentinamente Nelson entró en pánico. Pasó sus dedos a través de su cabello y


comenzó a pasear por el cuarto agitado, tocando algunos libros y otros
recuerdos infantiles de los estantes —¡Mierda!

—Llévame de regreso y podrás hablar con él, antes de que arriesgue su alma
tratando de encontrarte —Cory sostuvo la respiración, esperando que Nelson
hiciera lo correcto.

Después de un tenso momento, Nelson salio del cuarto.

Cory liberó la respiración y suspiro ¿Que si nunca vería de nuevo a Tao? Nelson
podría no ser capaz de asesinarlo, pero el estar sin el hombre que amaba era
peor que la muerte. La riza de Tao llegó a su mente, causándole a Cory piel de
gallina y una sonrisa en su cara. ¿Quizás el podría sobrevivir de recuerdos del
afortunado tiempo que había pasado con su amante?

La puerta se abrió y Nelson entró al cuarto con un cuchillo en la mano —Si


mentiste acerca de que Joshua está aquí, te acosaré por toda la eternidad.

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—Lo se.

Nelson cortó las sogas que mantenían seguras las muñecas y tobillos de Cory a
la cama. Antes de liberar los tobillos de Cory, Nelson anudó las manos de Cory
en su espalda —Vamos.

****

Nelson forzó a Cory a atravesar las calles del Barrio Antiguo agarrándole del
brazo. Cory trató de concentrarse en sus pies, el rededor sería demasiada carga.
No le extrañaba que el Barrio Antiguo manchara el alma de sus habitantes.
Todo alrededor era negro como el carbón con tierra y mugre, los edificios
desmoronándose, las calles llenas de basura y almas perdidas.

Cory se estremeció ante un hombre con mirada vací y a sin humanidad que
estaba frente a él. Cory rápidamente bajo la mirada y trató de concentrarse una
vez más en donde ponía los pies, los charcos de sangre parecían estar por todos
lados.

Por que Nelson vivía voluntariamente en el Barrio Antiguo, el hombre debería


de estar más atormentado de lo que Cory pensó inicialmente. ¿Porque alguien
sentiría que merecía una horrible eternidad?

Nelson guió a Cory hacia la puerta. Cory examino el área con el corazón
acelerado.

—Creo que dijiste que estarían aquí afuera —bufó Nelson.

Cory se rehusaba a creer que Tao no estaría preocupado por él —Ellos deben de
estar aquí en algún lado ¿Quizás en otra puerta?

Con un gruñido de malestar, Nelson siguió empujando a Cory junto a él —Será


mejor que no te equivoques.

Después de veinte minutos de caminar, Nelson se detuvo —¿Esos son ellos?


Cory parpadeó varias veces, tratando de ver a través de sus hinchados ojos,
enfocando las figuras en la distancia. Ellos estaban demasiado lejos para
diferenciar caras, pero el tamaño de Tao comparado al de los otros hombres era
fácil de ver.

—¡Tao! —gritó Cory.

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En segundos el grupo de hombres corrió hacia ellos. Cory notó a la pequeña
figura y lo señaló con la cabeza —El es Joshua.

Nelson dejó el brazo de Cory y se dirigió hacia él —Joshua —murmuró.

La expresión en la cara de Tao era asesina mientras se acercaba a Cory


deteniéndose frente a Nelson —¡Tao! Estoy bien, ¡No lo toques!
Tao llegó con Cory y le acunó las hinchadas mejillas antes de inclinarse a la
altura de sus ojos.

Con sus manos todavía atadas a su espalda, Cory se inclinó contra Tao —Estoy
bien. Por favor confía en mí en esto.

Tao envolvió sus brazos protectoramente alrededor de Cory y lo jaló a su lado


justo cuando Joshua se lanzaba hacia su padre.

—¡Papá!

Nelson vaciló sólo un momento antes de abrazar a su hijo, levantándolo y


girándolo —Nunca pensé verte de nuevo.

Cory le dio un golpe con el hombro a Tao —Retiremos y les damos un poco de
privacidad.
Tao giró a Cory y comenzó a quitarle la soga. —¿Como puedes perdonarlo? Ese
hombre te secuestró.

Cory vio sobre su hombro al hombre con sus ojos llenos de lágrimas —Siento
lástima por él.

—¿Donde está Draco? —preguntó Lu, llegando con ellos.

—¿Draco? —Cory sacudió la cabeza —Nunca lo vi.

—¡Joder! —gritó Lu y se jaló su negro cabello.

Cory vio a Tao para que le aclarara lo que sucedía.

Tao tiró la soga al pavimento antes de jalar a Cory a sus brazos de nuevo —
Draco entró a encontrarte.

Cory se quedó con la boca abierta —El no me encontró.

Lu se giró hacia Dominic —Necesito ir a El Templo ¡Ahora!

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—Creo que todos deberíamos ir —dijo Cory—Con lo mucho que quiero una
ducha, Creo que hay otras partes de mi que se sienten más sucias que mi piel.

****

Seguro en su cama. Cory se acurrucaba en el calido abrazo de Tao —Creo que


nunca me sentiré caliente de nuevo.
Tao acomodó las mantas entre la espalda y el cuello de Cory —Lo harás. Lu dijo
que te tomará un tiempo, pero que te sentirás como siempre de nuevo.

Cory cerró los ojos. Si alguien podía ayudarlo ese era Tao. Desde que salió del
Barrio Antiguo, Cory no había sido capaz de dormir más de una o dos horas sin
despertar cubierto en un sudor frío, las pesadillas lo perseguían incluso con los
ojos abiertos.

—Hazme el amor —murmuró. No quería pensar en Draco y lo que debió estar


resistiendo detrás de las paredes del Barrio Antiguo. No le importaba a Cory
que Lu y Michael trabajaran juntos para encontrar a Draco. Cory sabía que él
había entrado al Barrio Antiguo por su culpa. Según Lu, Michael tenía
remordimientos por el trato que había hecho con Draco. Al parecer, Draco
aceptó las culpas de Nelson antes de dejar El Between. En algún lugar detrás
del Barrio Antiguo, Draco llevaba no sólo su propia carga, sino también la de
Nelson, y no había una maldita cosa que pudiera hacer por eso.

A pesar de que la reunión de Joshua con su padre, había sido mejor de lo que
había esperado que sucediera, eso todavía no liberaba la culpa de Cory. El
remordimiento por la muerte de Joshua todavía estaba en su corazón, pero
ahora el llevaba la culpa por Draco. Quizás su propósito en el infierno era
cargar más que su parte de culpa y remordimiento. No obstante, ambos
sentimientos parecían estar permanentemente en su interior.

—Deja de pensar tanto —dijo Tao, suavizando las líneas de preocupación en la


frente de Cory con su pulgar.

—Te amo mucho, pero tengo miedo de no merecerte —confesó Cory.

Tao se giró arriba de Cory —Mereces a alguien mejor que yo, pero yo no le veo
el colmillo a caballo dado.

Tao se insinuó entre los muslos de Cory y lo besó. Cory se abrió a la


exploradora lengua de Tao y gimió. Quizás Tao tenía razón. En lugar de

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cuestionarse porque merecía ser amado por alguien como Tao, quizás sólo
debería abrazar el regalo que se le había dado.

Cory le dio el lubricante a Tao. Con lo mucho que disfrutaba la simplicidad de


la casa de Tao en La Villa, no había nada como una agradable y suave cama.
Podía dejar todas las cosas de su casa, pero una simple cama no era una de
ellas.

Tao llevó su lubricado dedo al agujero de Cory. Ellos habían hecho el amor en
la mañana cuando regresaron a casa el trabajo, así que no le tomó mucho
tiempo a Tao estirar el cuerpo de Cory lo suficiente para que aceptara su grueso
pene.

El trabajo era tenso desde que Draco había desaparecido. Dominic recorría El
Agua Helada gruñéndole a todo el mundo, mientras que Lu pasaba su tiempo
en El Between con Michael o vigilando el exterior del Barrio Antiguo.

—Solo siéntelo —murmuró Tao mientras entraba en Cory.


Cory hizo su mejor esfuerzo para alejar sus pensamientos, se lo debía a Tao. Su
amante había sido más que apoyo el sostén de Cory antes, durante y después
de las pesadillas, sosteniéndolo cuando su humor parecía cambiar de la nada.
Ni una vez Tao se había quejado, Cory sabía que el hombre se merecía toda su
atención en todos los momentos que estuvieran juntos.

Entrelazó sus dedos en el cuello de Tao y levantó sus piernas a los hombros de
Tao. Joder tenía una dimensión completamente nueva desde que se había
enamorado. Sabía que era de chicas, pero era más que físico lo que sentía
cuando hacía el amor con Tao. En cada ocasión, otra esquina de Cory parecía
derretirse.

Tao se salió y tocó las caderas de Cory —Gírate para mi, bebé.

Cory hizo lo que se le pidió, posicionándose a si mismo en sus manos y rodillas.


Hace tiempo Cory había considerado el estilo de perrito como una jodida y
nada más. ¿Como podrían dos personas que se amaban no querer sostener a la
otra y besarla durante el sexo?

Mientras Tao se movía adentro y afuera del culo de Cory, Cory no pudo evitar
sonreír. Había descubierto que el amor entre amantes estaba siempre presente,
sin importar la particular posición. Aunque ellos seguían disfrutando hacer el
amor cara a cara, se empezaba a sentir cómodo pidiendo lo que necesitaba
durante el sexo. Cory pensaba que hacer el amor era sobre eso. Amar a alguien

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para decirle lo que deseas, incluso si está fuera de lo normal, ese era el
verdadero regalo.

Mientras Cory se corría, jadeaba palabras de amor a Tao. Sí. El amor


definitivamente era un regalo para alguien en su vida, o en su muerte como era
su caso.

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