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El Árbol de Problemas: Cómo Planificar en la Intervención

POR SONIA MARTÍNEZ ALONSO


A la hora de planificar la intervención, solemos utilizar herramientas e instrumentos que nos
hagan más fácil la identificación de necesidades. En este sentido, el Árbol de problemas es una
técnica que nos permitirá diagnosticar el problema o necesidad central así como las causas y
efectos relacionadas con el mismo.

A partir de la localización e identificación de las carencias y necesidades se irá planificando la


intervención, con la posterior formulación de objetivos y categorización de las acciones a
desarrollar.

Ventajas de la técnica Árbol de Problemas


Desde el punto de vista de la planificación, podemos destacar como utilidades o ventajas de la
técnica “árbol de problemas” las siguientes:

 Permite realizar una visión compartida de los problemas de la comunidad y concretar


las actuaciones de manera específica.
 Permite mostrar la complejidad del problema, plasmando de manera sencilla y clara el
impacto de nuestras actuaciones.
 El esquema elaborado servirá de guía para la gestión de resultados de la intervención.
 Proporcionará una referencia objetiva para la ejecución y coordinación de acciones entre
los diferentes agentes implicados.
Construcción del Árbol de Problemas
Para construir el árbol de problemas se deben tener en cuenta los siguientes pasos:

1. Identificar el problema central de la intervención, situándolo en el centro del esquema.


 Destacar el déficit o carencia que se presenta en la comunidad.
 Se debe representar una carencia real (es decir, no se puede confundir con la falta de un
servicio específico o prestación, por ejemplo, alto índice de población en riesgo de
exclusión por falta de ayudas económicas).
2. Analizar y verificar los efectos del problema central.
 Se pueden clasificar en efectos generales y específicos.
 De manera esquemática se representa un nivel por encima del problema central.
 Si para cada efecto de primer nivel hay otros posibles efectos se situarán en un segundo
nivel y se enlazarán a los primeros.
3. Establecer la relación existente entre los diferentes efectos que ocasiona el problema
central.
4. Establecer las posibles causas del problema central.
 En la búsqueda de la solución, es posible que se identifique la causa de cada uno de los
efectos negativos del problema central.
 Se pueden establecer las causas por orden de relevancia.
 Para establecer las causas basta con preguntarnos ¿Por qué ocurre el efecto (X)?
 Las causas serán representadas un nivel por debajo del problema central.
5. Representar las posibles soluciones relacionándolas con el efecto a paliar (conocido como
árbol de objetivos).
El árbol de objetivos puede representarse de manera autónoma o como parte complementaria
del árbol de problemas, “consiste en convertir los estados negativos del árbol de problemas, en
soluciones, expresadas en estados positivos. De hecho, todos esos estados positivos son
objetivos y se presentan en un diagrama de objetivos en el que se observa la jerarquía de los
medios y de los fines” (CEPAL. Series manuales. (2005) “Metodología del marco lógico para la
planificación, el seguimiento y la evaluación de proyectos y programas). En este caso, el
problema central se configuraría como objetivo principal y los efectos pasarían a ser fines de la
intervención.
El árbol de problemas y el árbol de objetivos se suele utilizar en la elaboración y planificación
de programas o proyectos de intervención comunitaria, de manera que queden desgranados
los objetivos y resulte más fácil planificar las acciones a desarrollar.

Estas y otras técnicas nos ayudarán a planificar de manera más efectiva la intervención y dirigir
nuestras acciones de manera más concreta y específica.

Ejemplo

https://revistadigital.inesem.es/educacion-sociedad/arbol-problemas/

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