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Calidad de Vida, Pobreza y Desigualdad Social
Calidad de Vida, Pobreza y Desigualdad Social
FACULTAD DE ADMINISTRACIÓN
Asignatura:
Realidad Nacional
Tema:
Apellidos y Nombres:
Casa Chora Samantha Nicolle
Dirigido a:
Dr. Gavino Presbítero Rodríguez Medina
El Pedregal – Majes
2020
CALIDAD DE VIDA, POBREZA Y DESIGUALDAD
INTRODUCCIÓN
A lo largo de su historia, países como el Perú han debatido sobre cómo lograr el
desarrollo económico y la elevación del nivel de bienestar de la población. Ya es
claro que el crecimiento económico por sí mismo no necesariamente viene
acompañado de desarrollo. Diferentes gobiernos han seguido estrategias
alternativas para lograr el desarrollo económico pero todavía no hemos podido
lograr que nuestro nivel de pobreza sea tolerable como sociedad.
Hoy en día es un lugar común afirmar que América Latina es la región más
desigual del mundo en términos económicos, lo que tiende a producir y
reproducir situaciones adversas para la mayoría de sus habitantes y para el
conjunto de las sociedades latinoamericanas a pesar del singular crecimiento
que la región ha experimentado durante la última década. En efecto, la región
latinoamericana es 19% más desigual que el África subsahariana, 37 más
desigual que el este asiático y 65% más desigual que los países desarrollados.
ÍNDICE
I. CALIDAD DE VIDA..............................................................................................................4
1.1. Aproximación histórica.....................................................................................................4
1.2. Definición según la Organización Mundial de la Salud...............................................6
1.3. ¿Qué es calidad de vida?................................................................................................6
1.3.1. Una definición integradora.......................................................................................7
II. POBREZA.............................................................................................................................9
2.1. ¿Qué es la pobreza?.......................................................................................................9
2.2. Cuando la plata no basta: El caso de Madre de Dios...............................................10
2.3. El horizonte de los “no pobres”: Emergentes y vulnerables.....................................12
III. DESIGUALDAD..............................................................................................................16
3.1. La exclusión social, pobreza y el hambre...................................................................17
3.2. ¿Qué factores causan la exclusión social?...............................................................18
3.3. Procesos que favorecen la exclusión social...............................................................20
3.4. La exclusión social y la pobreza: ¿son conceptos diferentes?...............................20
3.5. ¿Cómo medir la exclusión social?: metodología y resultados.................................21
3.5.1. Metodología.............................................................................................................21
3.5.2. Educación.................................................................................................................23
3.5.3. Salud.........................................................................................................................23
3.5.4. Servicios básicos de la vivienda...........................................................................24
3.5.5. Acceso a medios de comunicación y entretenimiento.......................................24
3.6. RESULTADOS................................................................................................................25
3.6.1. Educación.................................................................................................................25
3.6.2. Salud.........................................................................................................................29
3.6.3. Servicios básicos de la vivienda...........................................................................32
3.6.4. Acceso a medios de comunicación y entretenimiento.......................................37
3.7. El Cambio Climático y su vínculo con la desigualdad...............................................39
3.8. ¿Qué hacer?: Confrontando la desigualdad...............................................................40
IV. CONCLUSIONES.......................................................................................................42
V. BIBLIOGRAFÍA...............................................................................................................44
Índice de Calidad de Vida: Validación en una Muestra Peruana................................44
I. CALIDAD DE VIDA
El hecho que desde sus inicios haya estado vinculado a otras variables
psicológicas que involucran en sí mismas el concepto de bienestar, ha
posibilitado que, a la fecha, aún muchos investigadores no diferencien
claramente en sus estudios cada concepto o lo utilicen de manera indistinta. Tal
como lo comenta Meeberg (1993), muchos otros términos como satisfacción con
la vida, bienestar subjetivo, bienestar, autoreporte en salud, estado de salud,
salud mental, felicidad, ajuste, estado funcional y valores vitales son usados
para designar CV, agregando además que muchos autores no definen lo que
para ellos significa CV, introduciendo confusión acerca de lo que intentan referir.
Datos complementarios a esta idea son proporcionados por Gill & Fenstein
(1994), quienes, en una revisión de artículos sobre CV, encuentran que sólo un
35% de los modelos evaluados tenían un desarrollo conceptual complejo, cerca
de un 25% de los autores no definía CV y más del 50% de los modelos no
diferenciaba entre CV y los factores que la influencian. Reportes similares son
informados por Taillefer, Dupuis, Roberge & Lemay (2003), quienes en una
revisión sobre modelos existentes en la literatura sobre CV, plantean que desde
que este concepto comenzó a atraer el interés de los investigadores en los años
60, ha habido un rápido incremento en su uso, el cual ha evidenciado problemas
tanto en la definición del concepto, las dimensiones que le comprenden, su
medición y los factores que la pueden influenciar. Esta gran dispersión y
diversidad de concepciones puede derivar de la naturaleza diversa del concepto
(Cummins, 2000) o bien a que este es un término multidisciplinario (Haas, 1999).
Así, los economistas tenderán a centrar su medición en elementos tangibles de
la CV y, por otro lado, los científicos sociales lo harán en la percepción individual
sobre la CV. El concepto de CV actualmente incorpora tres ramas de las
ciencias: economía, medicina y ciencias Sociales. Cada una de estas disciplinas
ha promovido el desarrollo de un punto de vista diferente respecto a cómo
debiera ser conceptualizada la CV (Cummins, 2004)
1. Bienestar emocional
2. Riqueza material y bienestar material
3. Salud
4. Trabajo y otras formas de actividad productiva
5. Relaciones familiares y sociales
6. Seguridad
7. Integración con la comunidad
En esta definición hay varios aspectos que señalar, en primer lugar que calidad
de vida es un estado de satisfacción general, que surge de realizar las
potencialidades que el individuo posee. Realización personal y calidad de vida
son dos aspectos que se han ligado, y que sin duda están altamente
correlacionados.
1. Intimidad
2. Expresión emocional
3. Seguridad percibida
4. Productividad personal
5. Salud percibida
1. Bienestar material
2. Relaciones armónicas con el ambiente
3. Relaciones armónicas con la comunidad
4. Salud objetivamente considerada
Como puede notarse, separamos salud percibida y salud objetiva. Podemos
sentimos saludables y no estarlo, o estarlo (salud objetiva) y no sentimos
saludables.
Esta nueva definición de calidad de vida puede ayudar a especificar los aspectos
que entran en juego en esta área, y a dar luces sobre problemas de
investigación. Sin duda este es un campo de pesquisa muy prornisorio, en la
salud y el trabajo, pero también en el desarrollo humano y el ciclo vital, en
aspectos trans-culturales, y en los conflictos personales e interpersonales y
sociales.
El caso de la región de Madre de Dios ilustra bien los peligros de una visión de
la pobreza limitada al aspecto monetario, ignorando elementos esenciales del
bienestar y de la igualdad como el acceso universal a servicios esenciales o el
respeto a los derechos laborales.
Debido a la expansión de la minería aurífera ilegal, Madre de Dios ha disfrutado
de un espectacular crecimiento económico en años recientes, lo cual se ha
reflejado en una drástica reducción de las cifras oficiales de pobreza monetaria
(apenas 3.8% de la población); convirtiéndole en la región con menores niveles
de pobreza, más bajos incluso que Lima y otras regiones tradicionalmente
consideradas como las más ricas y desarrolladas del país.
Así, los indicadores sociales nos cuentan una historia diferente. Madre de Dios
figura entre las regiones con peor desempeño en rubros claves como logro
educativo o salud pública, entre otros; reflejando como las brechas de
desigualdad están lejos de ser superadas. Así, en Madre de Dios el porcentaje
de niños de 2do grado con nivel satisfactorio de comprensión lectora es sólo un
tercio del porcentaje nacional, mientras en matemáticas es apenas la mitad. De
igual forma, en Madre de Dios la disponibilidad de médicos y enfermeras por
cada mil habitantes es marcadamente inferior al nivel nacional y de Lima
Metropolitana.
Madre de Dios es un caso extremo que evidencia cómo en un país de realidad
tan heterogénea y compleja como el Perú, no basta con la reducción de la
pobreza monetaria para superar desigualdades estructurales en el acceso y
disfrute de derechos esenciales. Es necesario que la discusión sobre la
reducción de la pobreza y la desigualdad se aborde con una visión más amplia,
multidimensional y con un enfoque de derechos, incluyendo la reafirmación del
rol del estado, que tiene una obligación irrenunciable ante los peruanos, la que
hasta el presente no ha asumido debidamente.
Pobre, es más bien catalogado como el que carece de medios económicos para
vivir dignamente Mientras que marginado, es el que está al margen, por voluntad
propia o circunstancias ajenas a él. El análisis de la pobreza solo a través de
indicadores económicos, ha sido objeto de crecientes críticas en la literatura
especializada, las apuntan tanto a la baja confiabilidad y complejidad en la
estimación de los ingresos de hogares campesinos, auto1 Vásquez, Aramburú,
Figueroa, Parodi 2001. Empleados o con trabajos eventuales, como a la
multidimensionalidad de la pobreza de la cual los bajos ingresos son sólo un
componente.
Finalmente, un tercer grupo relacionado con altos niveles de exclusión social son
los inmigrantes ilegales, especialmente los que pertenecen a grupos étnicos con
marcadas diferencias raciales y culturales respecto de los grupos dominantes.
Para estos sectores su etnicidad y su condición de ilegales bloquean su acceso
a una serie de servicios y prestaciones sociales que sí están disponibles para los
nativos o residentes legales (Altamirano, 1990). Las políticas de disminución de
cuotas migratorias y de cierre de fronteras de muchas economías
industrializadas, ha contribuido a agravar este problema.
Sin embargo, por el lado de las poblaciones más jóvenes, existe en países como
el Perú, grupos de jóvenes vulnerables a fenómenos como la violencia, las
drogas y la prostitución. Estos jóvenes por lo general, no acceden a la educación
y pertenecen a los hogares más pobres del país. En el Perú, existe un fenómeno
de desigualdad muy marcado en cuanto al acceso a oportunidades que permitan
a las personas tener un nivel de vida aceptable.
3.5.1. Metodología
La revisión teórica ha dejado en claro que una persona puede estar excluida de
uno o más aspectos de la vida social, política, económica o cultural, de su
sociedad. Por lo cual, son muchos los factores que pueden ser analizados.
Asimismo, se han seleccionado tres criterios para agrupar a las personas que
serán analizadas. Es decir, si se quiere saber quiénes están excluidos de los
servicios de salud, lo primero es determinar en la encuesta ENAHO la pregunta
que brinde información referente a quiénes han sido marginados de este
servicio. Luego, habiendo escogido la pregunta se pasa a agrupar a aquellas
personas que fueron excluidas y a quienes no, bajo tres criterios:
el dominio geográfico
la lengua materna
3.5.3. Salud
Otro aspecto que será analizado en este trabajo son las condiciones de la
vivienda de la población en estudio. Al respecto, existen diferentes aspectos que
pueden ser medidos cuando se quiere analizar las condiciones de un hogar.
Para este trabajo, se ha elegido el acceso a servicios básicos de la vivienda —
agua potable, desagüe, luz y teléfono— por dos razones fundamentales. En
primer lugar, el tener acceso a estos servicios permite satisfacer otro tipo de
necesidades. En el caso del agua potable y desagüe la relación está con los
niveles mínimos de higiene, que los estándares de la mentalidad occidental han
impuesto en nuestras sociedades, que a su vez disminuye los riesgos de
enfermedades. Por su parte, la luz eléctrica, en hogares de extrema pobreza,
puede ser un factor necesario para el desarrollo de actividades económicas
dentro del hogar como alternativa de ingresos para la familia.
3.6. RESULTADOS
3.6.1. Educación
67La situación es agravante para las mujeres que presentan un mayor índice de
exclusión de la educación primaria y secundaria que los hombres. En efecto
31,22% están excluidas de la educación primaria completa mientras que los
hombres presentan un índice de 20,29%. La exclusión de la secundaria
completa es de 47,67% para las mujeres mientras que, a pesar de ser una cifra
considerable, en el caso de los hombres el 35,85% de los hombres lo están.
Resulta importante notar que la diferencia de género resulta un factor relevante
para este análisis siendo un poco más de 10 puntos porcentuales.
Por otro lado, a nivel regional, la Sierra Norte y la Sierra Central presentan los
índices de exclusión respecto de la educación primaria más altos a nivel
nacional, 48,65% y 39,68% respectivamente, y 74,73% y 58,28% respecto de la
educación secundaria. Se puede notar que la exclusión de la educación
secundaria es mayor que la de primaria y que las mujeres, una vez más,
presentan un índice de exclusión más alto. Estos patrones se repiten para cada
región lo que indicaría que para ellas resulta más difícil acceder a la educación
más avanzada.
69El caso de Lima Metropolitana es interesante no tanto en términos de
magnitud ya que presenta los índices de exclusión más bajos (11% de personas
excluidas de la educación primaria completa y 22% de la secundaria completa)
pero sí a nivel de género. El índice de exclusión de la educación primaria para
las mujeres es casi el doble que el de los hombres (14,41% versus 7,5%), y en
la educación secundaria la exclusión para las mujeres es aproximadamente 10
puntos porcentuales mayor a la de los hombres (27,01% versus 16,54%).
Por otro lado, aquellos con lengua materna uno diferente al castellano o idiomas
extranjeros, presentan mayores índices de exclusión respecto de la educación
primaria que aquellos de habla castellana (Ver Cuadro 2). Incluso las personas
cuya lengua nativa es distinta al quechua y al aymara presentan un índice de
exclusión de la educación primaria mayor a (47,7%). El índice más bajo se
encuentra en aquellos de habla extranjera (1,83%). Ello se mantiene en el caso
de la exclusión de la secundaria. En el caso de los sordomudos, no tienen
acceso a la educación, lo que en este caso implicaría la falta de escuelas para
personas con esta discapacidad.
Bajo este supuesto, la principal razón por la que los enfermos no se atienden es
cultural (36,22%) y tan sólo 2,44% no lo hicieron por acceso, es decir, porque no
contaron con un centro de salud cercano. Ello indicaría exclusión por el lado
cultural, que estaría afectando el uso de centros de salud ya que existe un grupo
de personas que decidió curarse con remedios caseros o al no tener confianza
ni creer en la medicina occidental optó por no asistir a un centro a recibir
atención médica. Ello resulta relevante en la medida que una política para
mejorar las condiciones de vida en el aspecto de la salud debería considerar no
sólo infraestructura sino también educación.
Los primeros resultados acerca del acceso a agua, desagüe, luz y teléfono
varían de acuerdo con el bien analizado. No obstante, existe un patrón que se
repite: sin importar el criterio utilizado para agrupar a los hogares —dominio
geográfico, el Decil de los ingresos de cada hogar o la lengua materna—, el
acceso a teléfono muestra los mayores niveles de exclusión, seguido del acceso
a desagüe, agua y luz. Ello indicaría que contar con un teléfono en el hogar
puede considerarse casi un lujo dejando de ser una necesidad primordial.
Respecto del servicio de desagüe, los ratios de exclusión son muy elevados
(más de 65%) para la zona de la Sierra y la Selva. Tal como era de esperar,
también lo son para la población de lengua quechua, aymara y otras lenguas
indígenas (más de 64%). Evidentemente, para los deciles de ingresos más bajos
los niveles de exclusión son más altos: para los tres deciles más bajos la
exclusión es más de 80%.
Finalmente, los ratios de exclusión del servicio de agua potable son mayores a
40% para la Sierra y la Selva es 61,81%. En el caso de las lenguas nativas, el
índice de exclusión más alto se presenta en las poblaciones de lenguas nativas
distintas al quechua y aymara (81,05%). En lo referente al ingreso, los deciles
más bajos presentan índices de exclusión mayores a 50%.
Por otro lado, existe una gran diferencia entre los niveles de exclusión e
inclusión para los hogares: los que están ubicados en la Sierra y Selva del país,
los que hablan lenguas nativas y los ubicados en el Decil más bajo de los
ingresos, respecto del resto de familias.
En efecto, más de 40% de los hogares en la Sierra Norte y Selva del país, no
tienen acceso a ninguno de los tres servicios. Por otra parte, al agrupar los
hogares según lengua materna, el 74,64% de los hogares que hablan otra
lengua nativa no cuentan con ninguno de los tres SBV, y tan sólo el 7,56%
accede a ellos. Finalmente, los hogares ubicados en el Decil más bajo de
ingresos se encuentra fuertemente excluido al tener el 60,9% excluidos de estos
servicios, y sólo el 1,94% tiene acceso a los tres.
Siendo un país donde más del 80% de la producción de los 8 principales cultivos
alimentarios es críticamente vulnerable a la sequía y otros fenómenos
climatológicos, los efectos del Cambio Climático pondrán en riesgo la seguridad
alimentaria de 14 millones de peruanos, con acceso precario a una alimentación
adecuada, oportuna y suficiente. Nuevamente serán los sectores con menos
ingresos y recursos; como los pobres rurales; los más afectados por la
inseguridad alimentaria.
Las mujeres presentan índices de exclusión más altos que los hombres
en el caso de la educación.
Alfonso Urzúa M. Escuela de Psicología, Universidad Católica del Norte, Chile &
Alejandra Caqueo-Urízar Depto. de Filosofía y Psicología, Universidad de
Tarapacá, Chile (Rec: 10 de noviembre de 2011 / Acep: 10 de enero de 2012)
Adolfo Figueroa
(Departamento de Economía - Pontificia Universidad Católica del Perú)