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DOCUMENTO DEFINITIVO

CONFERENCIA DE CONSENSO SOBRE DEMENCIAS Y


ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
INDICE

Pág

1.- Presentación 3

2.- Introducción y objetivos 4

3.- ¿Qué se debe esperar de esta “Guía” ? 6

4.- Metodología 7

5.- Contenidos: 12

I.- Diagnóstico de las demencias 13

II.- Tratamiento farmacológico de los trastornos 20


cognitivos

III.- Tratamiento farmacológico de los trastornos 27


conductuales

IV.- Tratamiento sintomático no farmacológico 32

V.- Cuidados al cuidador 40

VI.- Cuidados Paliativos en el tratamiento 47


integrado de las demencias

VII.- Aspectos éticos y legales de las demencias 50

6.- Participantes en los grupos de discusión 56

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 2


PRESENTACIÓN

Algunos autores se han referido a las demencias como “la epidemia


silenciosa”. La referencia que se hace de las demencias como epidemia se
realiza en base al reconocimiento de que las demencias se van instalando en la
sociedad de una forma progresiva. El término “silenciosa” expresa el escaso
impacto que, hasta fechas recientes, ha ejercido este problema de carácter socio-
sanitario tanto sobre la sociedad, a través de los medios de comunicación, como
sobre la administración pública. Este hecho ha obligado a la sociedad en general
y al núcleo familiar en particular a dar respuesta asistencial a las necesidades de
cuidados de los enfermos.

El Servicio Canario de Salud, consciente de esta circunstancia, ha puesto


en marcha, desde su constitución, una política de investigación en la que la
investigación se concibe como un instrumento para la equidad y eficiencia del
sistema sanitario. Por esta razón desde entonces los problemas del
envejecimiento y de las demencias constituyen una prioridad en investigación en
la comunidad canaria; tanto desde la perspectiva epidemiológica como
socioeconómica y sanitaria.

La realidad actual es que la demencia de Alzheimer está recibiendo un


considerable grado de atención en investigación; centrándose esta especialmente
sobre los componentes diagnósticos y terapéuticos de la enfermedad. El interés
de la sociedad y de los profesionales que atienden a estos enfermos y a sus
familias por obtener un beneficio a partir de los resultados de estas
investigaciones favorece que, en algunas ocasiones, se incorporen a la práctica
clínica rutinaria algunas intervenciones que no han demostrado de forma
suficiente su eficacia, efectividad y seguridad.

Por todo ello el Servicio Canario de Salud organizó la Conferencia de


Consenso sobre demencias y enfermedad de Alzheimer, con el objetivo
fundamental de servir de ayuda tanto a todos los profesionales como a las
personas que dedican su tiempo al cuidado directo de estos enfermos. El reto de
esta Guía de Práctica Clínica es el de ayudar a que se tomen correctamente las
decisiones clínicas que hayan de producirse.

Román Rodríguez Rodríguez


Director del Servicio Canario de Salud

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INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS

Está claro que las demencias constituyen una de las grandes amenazas
sociosanitarias para el futuro; lo que obliga a la sociedad y a los responsables
gubernamentales a planificar adecuadamente las actuaciones de los servicios
sanitarios y sociales. Desde una perspectiva clínica, asistimos a un intenso
esfuerzo investigador orientado a satisfacer las necesidades diagnósticas y
terapéuticas de las diferentes clases de demencias, y en especial de la
Enfermedad de Alzheimer que es la de mayor frecuencia. Además en torno al
paciente afecto de demencia, al igual que ocurre con otros problemas que
actualmente quedan dentro del ámbito socio-sanitario, se crea un ambiente que
repercute y orada de forma marcada a la estructura familiar. Estas son las
razones que han impulsado al Servicio Canario de La Salud ha promover la
realización de la “Conferencia de Consenso” sobre demencias y enfermedad de
Alzheimer; la cual ha tenido como producto tangible la edición de esta Guía de
Práctica Clínica.

Esta Guía pretende dar respuesta a dos tipos de objetivos


complementarios. En primer lugar establecer recomendaciones sobre el abordaje
y manejo clínico de las demencias; especialmente en los aspectos actualmente
sujetos a debate. Con ello se pretende reducir la incertidumbre en la toma de
decisiones, diagnósticas o terapéuticas, aproximando esta toma de decisiones a
los mejores niveles de evidencia científica sobre la seguridad, eficacia y
efectividad de las mismas. Por esta razón la guía incluye los siguientes
apartados: diagnóstico precoz, temprano y diferencial; tratamiento farmacológico
de los trastornos cognitivos y sintomático (farmacológico y no farmacológico) de
los trastornos cognitivos, afectivos y conductuales; cuidados al cuidador; y por
último, los aspectos éticos, legales y los cuidados paliativos apropiados para este
grupo de enfermos.

El segundo objetivo de esta guía ha sido el favorecer la aproximación de


los servicios sanitarios públicos a los sectores sociales que los reciben;

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modulando la toma de decisiones clínicas a la percepción de las necesidades
sentidas, y en este caso expresadas, por los familiares de los enfermos con
demencias. Para ello hemos incorporado, en esta “Guía”, la visión y experiencia
de los familiares de los pacientes afectos de demencias; por medio de la
interacción, en algunos grupos de trabajo, de los profesionales y de los familiares
de enfermos. De esta forma se incluyeron, actualizaron y adaptaron las
recomendaciones destinadas a dotar de mayores niveles de autonomía al
cuidador y a reducir los niveles de incertidumbre, ansiedad y morbilidad en el
núcleo familiar con respecto al manejo del enfermo de demencias y Enfermedad
de Alzheimer.

Si bien en algunas situaciones resulta difícil localizar y acceder a


información de interés para el clínico o para el enfermo y sus familiares; en otras
ocasiones la dificultad estriba en seleccionar la fuente de información más
adecuada, a partir de una oferta múltiple. Este es el caso de las decisiones
relacionadas con el abordaje diagnóstico o terapéutico, de las demencias en
general y de la demencia por Enfermedad de Alzheimer en particular. La oferta
de información que existe en la actualidad es tan amplia, diversa y de calidad tan
variable que, en ocasiones, se consigue el efecto contrario al deseado; que es el
de informar o “guiar” las decisiones clínicas en el sentido adecuado.

El neologismo de Medicina Basada en la Evidencia propugna la utilización


juiciosa de la mejor evidencia científica disponible en los aspectos relacionados
con la toma de decisiones clínicas. El concepto "evidencia" hace referencia al
valor probatorio que se le puede conceder a la información científica obtenida a
partir de la investigación; y que depende tanto del diseño o tipo de estudio
(ensayo clínico versus series de casos), como de las condiciones de rigurosidad
científica en la realización y análisis de dichos estudios. A partir de estas
premisas es posible categorizar la fuerza de las recomendaciones derivadas de
los resultados, “pruebas” o “evidencia” científica. En el resto de la guía se
continuará haciendo uso del término “evidencia”; en base a su extensa utilización
en el lenguaje profesional.

¿QUÉ SE DEBE ESPERAR DE ESTA “GUÍA” ?

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Tal como ha quedado expuesto el objetivo fundamental de esta guía de
práctica clínica es el de aproximar a los profesionales sanitarios las
recomendaciones de mayor utilidad para el manejo clínico, diagnóstico y
terapéutico de las demencias. Estas recomendaciones están basadas en el
análisis crítico de la mejor evidencia científica disponible en la actualidad.

La Conferencia de Consenso que dio lugar a los contenidos incluidos en


este documento no incluyó entre sus objetivos el analizar los criterios de
organización de los servicios sanitarios de cara a la gestión (diagnóstico y
seguimiento) de las personas afectas de demencias. Además, de un modo
consciente se ha evitado transformar esta “Guía” en un compendio de
información sobre demencias. Por lo tanto, deliberadamente, los contenidos y
referencias clínicas son escasas; limitándose a aquellas estrictamente
necesarias.

Por lo tanto esta “Guía de Práctica Clínica” pretende ser un instrumento


útil para los profesionales sanitarios, desde el médico (ya sea médico de
cabecera, geriatra, neurólogo, internista o psiquiatra) hasta el personal de
enfermería, fisioterapeutas, psicólogos, trabajadores sociales, etc., para informar
la toma de decisiones clínicas basadas en la mejor evidencia científica.

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METODOLOGÍA

El método de la Conferencia de Consenso consiste en la redacción de


unas recomendaciones por parte de un Jurado. Estas recomendaciones se
elaboran después de haber oído los informes de los expertos, quienes,
sintetizando los conocimientos existentes en base a la mejor evidencia científica
disponible, los presentan públicamente para su debate. De esta manera las
personas que cuentan con la mejor información disponible para responder a las
preguntas planteadas, proponen las recomendaciones más adecuadas, válidas y
de mayor credibilidad.

Se eligió el método de la Conferencia de Consenso dado que la revisión


sistemática de la literatura científica no resuelve todos los interrogantes que
existen en la actualidad sobre las demencias en general, y en particular sobre la
Enfermedad de Alzheimer.

En la Conferencia de Consenso los expertos exponen sus trabajos;


siguiendo un debate, en el que cada participante (expertos, jurado y público
invitado) pueden expresar su opinión, y de una resolución en la que se
establecen las recomendaciones definitivas. En este proceso de trabajo
secuencial, suelen interaccionar una multiplicidad de grupos con intereses
comunes, entre los que se encuentran los siguientes:

 El promotor.
 El Comité de Coordinación.
 El Grupo de Revisión Bibliográfica.
 Los expertos (profesionales multidisciplinares).
 El público (Asociaciones de Familiares de Afectados).

El promotor de esta Conferencia de Consenso ha sido el Servicio Canario


de Salud, que ha contado con el apoyo metodológico de su Servicio del Plan de
Salud e Investigación, que participó, asimismo, en el Comité de Coordinación.

El trabajo se desarrolló durante los meses de Octubre de 1997 a Mayo de


1998, dedicando los dos primeros meses a la síntesis de la evidencia científica, y
los restantes a reuniones con los expertos y con el Comité de Coordinación.

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La metodología utilizada se puede esquematizar en dos fases diferentes,
cada una de las cuales implicó a distintos grupos de profesionales: la síntesis de
la evidencia científica y la realización propiamente de la Conferencia de
Consenso.

Síntesis de la evidencia científica

En la actualidad, el gran volumen de información disponible, hace que sea


difícil para cualquier profesional la tarea de integrar y clasificar, según el grado de
relevancia científica, toda la información de interés. Además, tal como se acaba
de anticipar, no toda la información disponible tiene el nivel de calidad exigible
como para ser utilizada por el clínico en la toma diaria de decisiones. Esta
aseveración es extensible a los niveles profesionales de gestión y de política
sanitaria.

El proceso de establecer recomendaciones sobre un tema concreto exige,


por tanto, conocer toda la información relacionada con el tema llevando a cabo
una selección de la literatura científica en función de su calidad para sintetizar, en
una etapa posterior, la información más relevante. Todo ello se realiza siguiendo
una metodología establecida y utilizando una serie de criterios explícitos, al objeto
de permitir la obtención, de forma reproducible, de la mejor evidencia científica
existente hasta el momento actual. Paralelamente, la aplicación de esta
metodología reduce la presencia de sesgos tanto en la identificación de la
literatura científica como en la interpretación de los resultados.

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Búsqueda de la literatura científica:

Se realizó una búsqueda en la base de datos Medline (1992-1997)


Cochrane Library, ACP-journal, EMBASE, por medio de las palabras claves :
DEMENTIA, ALZHEIMER, COGNITIVE IMPAIRMENT. A continuación se realizó
un primer cribado a partir del análisis completo del título de la publicación y del
resumen de la misma. En este proceso se ha prestado especial atención a las
aportaciones metaanalíticas, guías de práctica clínica, revisiones sistemáticas y
ensayos clínicos.

Conferencia de Consenso

La Conferencia de Consenso se celebró en la Comunidad Canaria durante


los días 4 y 5 de Diciembre de 1997; aglutinando a 73 personas procedentes de
todo el Estado Español. Se confeccionaron seis grupos de trabajo, tres de los
cuales se reunieron en la isla de Gran Canaria y los otros tres en la isla de
Tenerife; abordando, de modo complementario, aspectos diferentes relativos al
manejo clínico y socio-sanitario de las demencias.

Las personas que constituyeron los grupos de trabajo se dividían en


profesionales que bajo la consideración de expertos, procedían del área curricular
de las siguientes especialidades médicas: Neurología, Geriatría, Psiquiatría,
Medicina Familiar y Comunitaria y Farmacología Clínica. Otros grupos
profesionales intervinientes fueron sociólogos, psicólogos, enfermería, biólogos,
fisioterapéutas. Concurrieron, asimismo, a esta Conferencia de Consenso,
representantes de asociaciones de familiares de diversas Comunidades
Autónomas.

Al objeto de garantizar que el análisis y la discusión incluyera todos


aquellos aspectos en los que existe incertidumbre, cada grupo de trabajo estuvo
coordinado por un responsable y un secretario que utilizaron un guión;
previamente definido conjuntamente con los promotores y el grupo de
coordinación.

Las sesiones de trabajo de cada grupo se alternaron con exposiciones


conjuntas de todos los grupos en cada una de las dos sedes en las que se
celebró la Conferencia; redactándose, finalmente, un documento que se entregó

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al grupo de coordinación. Durante todo este proceso, las sesiones de trabajo en
cada una de las sedes, fueron dirigidas por un miembro del grupo de
coordinación.

A lo largo de todo el proceso los secretarios de cada grupo y los miembros


del grupo de coordinación fueron recogiendo los puntos de acuerdo y
controversia así como las lagunas de conocimiento que deberían constituir temas
de investigación futura.

En una etapa posterior el resultado del trabajo de cada grupo, enriquecido


por las deliberaciones efectuadas por el conjunto de todos los grupos, fue
aglutinado por el grupo de coordinación. Este procedió a redactar un primer
borrador que fue inmediatamente devuelto a los 70 participantes (expertos y
familiares de enfermos) para su análisis y constatación de que los contenidos
respondían a lo previamente acordado.

Dado que el nivel de acuerdo observado, tanto en cada uno de los grupos
como en el conjunto general, alcanzó un nivel de consenso satisfactorio
(evaluado subjetivamente como superior al 90%), esta Conferencia de Consenso
ha conseguido que la Dirección del Servicio Canario de Salud edite sus
resultados, tras una segunda y definitiva revisión y actualización por parte de
todos los participantes en la misma.

Clasificación de las recomendaciones según niveles de Evidencia

En la Conferencia de Consenso se acordó diferenciar la fortaleza de cada


una de las recomendaciones clínicas, al objeto de guiar el proceso de toma de
decisiones. Las recomendaciones específicas fueron elaboradas por cada uno de
los grupos de expertos y consensuadas por el panel en su conjunto. El Panel o
grupo de consenso clasificó el grado de evidencia que respalda cada
recomendación (diagnóstica o terapéutica), según los siguientes criterios :

Nivel A.- Cuando la recomendación está respaldada en conocimiento o


evidencia científica procedente de ensayos clínicos o
metaanálisis adecuadamente diseñados e implementados; que
producen, a su vez, resultados estadísticamente consistentes.

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Nivel B.- Cuando la recomendación está respaldada en conocimiento
procedente de estudios observacionales (cohortes o casos-
controles) adecuadamente diseñados y ejecutados.

Nivel C.- Cuando la recomendación está basada en conocimiento


procedente de series clínicas de diseño y análisis adecuados.

Nivel D.- Cuando la recomendación está basada en conocimiento


procedente de la opinión de expertos.

Es importante apuntar que esta clasificación se refiere a la solidez de la


evidencia científica en la que se basa cada recomendación incluida en esta guía y
no a la importancia de la recomendación en sí misma. La importancia o grado de
necesidad de cada recomendación queda explicitada en la propia redacción de
cada una de las recomendaciones.

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CONTENIDOS

I.- DIAGNÓSTICO DE LAS DEMENCIAS


II.- TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO DE LOS
TRASTORNOS COGNITIVOS
III.- TRATAMIENTO SINTOMÁTICO NO
FARMACOLÓGICO
IV.- CUIDADOS AL CUIDADOR
V.- CUIDADOS PALIATIVOS
VI.- ASPECTOS ETICOS Y LEGALES DE LAS
DEMENCIAS

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I.- DIAGNÓSTICO DE LAS DEMENCIAS

1.- Consideraciones sobre el Diagnóstico Precoz y Diagnóstico Temprano


de las demencias

La viabilidad de las técnicas de diagnóstico precoz depende, entre otros


factores, de la disponibilidad de un test de cribado de alta sensibilidad,
especificidad y valor predictivo. En la actualidad aun no se dispone de una prueba
eficaz para la detección, en etapas subclínicas, de los tipos de demencias mas
prevalentes y no está claramente demostrado, además, que las intervenciones
disponibles hoy en día modifiquen la evolución de la enfermedad a largo plazo.

El diagnóstico temprano, sin embargo, hace referencia al reconocimiento


de la enfermedad en las etapas iniciales del periodo sintomático; siendo esta la
actividad hacia la que se deben enfocar los esfuerzos diagnósticos,
especialmente en atención primaria de salud.

Por lo tanto a la luz de la evidencia actual debemos asumir que el diagnóstico


precoz no es viable ni en las demencias primarias ni en las secundarias
irreversibles. Se consideran demencias primarias aquellas en las que no se
consigue establecer un diagnóstico de causalidad tras aplicar los procedimientos
clínicos apropiados; y entre ellas se encuentran la enfermedad de Alzheimer, la
demencia con cuerpos de Lewy, la demencia fronto-temporal y la demencia
subcortical, entre otras de menor frecuencia. Las demencias secundarias son
aquellas en las que se establece un diagnóstico de causalidad tras aplicar los
procedimientos clínicos apropiados. Estas pueden subdividirse en reversibles
(originadas mayoritariamente por causa endocrina o neurológica) y las
irreversibles, entre las que destaca por su frecuencia la demencia vascular.

En las demencias el diagnóstico temprano favorece la correcta orientación


diagnóstica que evita el consumo de recursos sanitarios innecesarios y permite
modular la carga emocional de la familia. Las expectativas de lo familiares,
especialmente de los enfermos con enfermedad de Alzheimer pueden ser
adecuadamente orientadas; evitándose el periplo de consultas médicas en busca
de respuestas a algo que está sucediendo y que no es suficientemente explicado
por parte de los profesionales sanitarios. Además, el diagnóstico temprano del

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deterioro cognitivo, y en consecuencia, de algunos tipos de demencias, permite
instaurar algunos tratamientos que pueden ser eficaces cuanto menor sea el
grado de deterioro del paciente.

La detección de marcadores genéticos no puede ser considerada como un


procedimiento de diagnóstico precoz, sino como un procedimiento que informa de
la susceptibilidad a la enfermedad de Alzheimer, a aplicar exclusivamente en
casos concretos y siempre en sujetos asintomáticos. La positividad de este
procedimiento no asegura el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. En
cualquier caso, las pruebas genéticas han de usarse con extremada precaución
siguiendo los criterios establecidos por los comités de expertos (en otros
apartados de la guía se ofrece una información más amplia respecto al uso de las
pruebas genéticas en el diagnóstico de la E. de Alzheimer).

Por último comentar la recomendación de la Conferencia de Consenso respecto a


la necesidad de introducir el concepto de “diagnóstico temprano del deterioro
cognitivo”, el cual hace referencia a un problema de salud más amplio que el de
demencia, y que carece, por otro lado, de connotaciones negativas que puedan
conducir a posturas nihilistas.

2.- Reconocimiento Temprano del Deterioro Cognitivo

Se entiende por “deterioro cognitivo”, la alteración de las facultades intelectuales de la


persona entre las que destaca el deterioro de la orientación, de la memoria reciente, del
razonamiento, del cálculo, del lenguaje, de la capacidad de realizar tareas complejas, y
de la capacidad de programación, entre otras. Se acepta que la alteración de tres o
más de las facultades anteriores, u otras funciones intelectuales, durante un período
superior a los seis meses, constituye el cuadro clínico de deterioro cognitivo sugestivo
de demencia.

Con el envejecimiento se produce un declive de las funciones intelectuales,


especialmente de los mecanismos de procesamiento de la memoria y de la capacidad
de respuesta a tareas complejas, que se corresponde con un fenómeno natural y no
constituye enfermedad. La situación de deterioro cognitivo engloba, por el contrario, la
afectación varias funciones cognitivas en un grado superior al esperado para la edad,
nivel de salud general y nivel cultural de la persona. El deterioro cognitivo, por tanto, es
una estado clínico que se sitúa en un punto intermedio de un “ continuum” que va desde
la normalidad cognitiva hasta la pérdida completa de las funciones intelcetuales, tal

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como ocurre en las fases avanzadas de las demencias. El deterioro cognitivo siempre
significa situación de enfermedad.

El diagnóstico temprano del deterioro cognitivo es una actividad que se ha de


fomentar y desarrollar, fundamentalmente, por parte de los profesionales de la Atención
Primaria de salud. El médico, el enfermero y el trabajador social del primer nivel de
salud representan para la mayoría de los pacientes la puerta de entrada al sistema
sanitario, y por tanto, el primer contacto profesional. Ello favorece que un sistema de
atención primaria constituido por profesionales sensibilizados y adecuadamente
entrenados puedan detectar el deterioro cognitivo en etapas tempranas. Otros niveles
de atención también deben presentar una alta sensibilización y entrenamiento para el
diagnóstico, con lo que se complementaría la actuación de los Equipos de Atención
Primaria.

El diagnóstico temprano es una actividad clínica y por lo tanto se realizará ante la


presencia de síntomas sugestivos de deterioro cognitivo en individuos concretos. No
existe evidencia de la utilidad de la realización de exámenes cognitivos poblacionales ni
oportunistas.

En relación al diagnóstico temprano del deterioro cognitivo hay que señalar que los
trastornos de la memoria y de la orientación temporo-espacial suelen ser los principales
motivos de consulta en las etapas iniciales del deterioro. Sin embargo, los trastornos
conductuales y afectivos, secundarios al deterioro cognitivo suelen ser motivo de
consulta en las fases leves o moderadas de la enfermedad, en las que el cuadro de
demencia puede ser ya objetivado. Estos trastornos del ánimo y la conducta pueden ir
asociados o no a otra sintomatología neurológica según el origen del proceso. Por todo
ello, es importante establecer una estrategia diagnóstica que utilice los instrumentos
adecuados para confirmar o descartar la presencia de deterioro cognitivo como primer
paso en el abordaje de las demencias.

3.- Estrategia diagnóstica para detectar la presencia de deterioro cognitivo en


Atención Primaria de Salud :

1. Realización de una historia clínica y exploración general detallada del paciente.


Esto permitirá descartar situaciones relacionadas con otras enfermedades
intercurrentes o con efectos secundarios farmacológicos, entre otros, que pueden
propiciar la sintomatología que motiva la consulta.

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2. Entrevista al acompañante, siempre que éste cumpla los requisitos de fiabilidad
imprescindibles, para explorar la presencia de deterioro de la conducta y de otras
áreas cognitivas del paciente. Para ello es de gran utilidad el empleo de un Test
del Informador como el FAQ (Functional Activities Questionnaire). Su fiabilidad en
el diagnóstico temprano de deterioro cognitivo está respaldada por un nivel A de
evidencia científica.

3. Confirmación de la situación de deterioro cognitivo mediante la aplicación de un


test específico que explora la función mental, como es el Test de Hodkinson o el
de Pfeiffer. La utilidad de estos intrumentos en el diagnóstico presentan un nivel A
de evidencia.

En relación a la experiencia profesional y a la disponibilidad de tiempo, pueden


utilizarse otros instrumentos en la confirmación del deterioro cognitivo como es el
Miniexámen Cognoscitivo (MEC) de Lobo.

La realización de cada uno de los test señalados previamente debe encomendarse a


personal adiestrado, cuidando la aplicación sistemática del protocolo al objeto de
optimizar la efectividad de los instrumentos y de permitir su evaluación.

Una vez confirmado el deterioro cognitivo, debe desarrollarse el plan para el


diagnóstico de presunción de demencia, en el cual es preciso establecer un diagnóstico
diferencial.

4.- Diagnóstico de Sospecha de demencia

El diagnóstico de sospecha de demencia y en particular de enfermedad de Alzheimer


debería ser realizado en Atención Primaria de Salud. Se establecerá a partir de la
confirmación del deterioro cognitivo, de la ausencia de datos semiológicos de trastornos
metabólicos, neurológicos y psiquiátricos, y de la normalidad de los parámetros de
laboratorio.

La confirmación del deterioro cognitivo sugerentes de demencia se realizará en


relación a los siguientes criterios:

 persistencia del deterioro en un tiempo igual o superior a seis meses


 alteración de la memoria reciente y a largo plazo, y de una de las siguientes
funciones: capacidad de juicio, pensamiento abstracto, lenguaje o cálculo

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 puntuación inferior a la que corresponde a su edad, sexo y nivel sociocultural en
los test neuropsicológicos específicos.

Las pruebas complementarias básicas a realizar son: hemograma, VSG, pruebas


hepáticas, hormonas tiroideas, vitamina B12, serología luética, función renal, sodio y
potasio, y análisis general de orina.

Una vez establecido el diagnóstico de sospecha de E. de Alzheimer o de otro tipo de


demencia, el paciente será remitido al nivel especializado para el establecimiento del
diagnóstico diferencial.

5.- Confirmación del diagnóstico de EA y otras demencias

La confirmación del diagnóstico de EA y otras demencias se efectúa en el nivel de


atención especializado (neurología, geriatría, psiquiatría, medicina interna) apoyados
por otros profesionales como los neuropsicólogos; según las necesidades.

El diagnóstico de Enfermedad de Azheimer se establecerá, según las pruebas que se


exponen a continuación, estando calificada cada una de ella por el nivel de evidencia
científica disponible en la actualidad:

5.1. Historia clínica con examen neurológico exhaustivo apoyado con la


confirmación de deterioro cognitivo mediante la utilización de instrumentos
como el Mini Mental State Examination (MMSE) de Folstein o por el
Miniexámen Cognoscitivo (MEC) que es la adaptación de Lobo para la
población española. Así mismo pueden ser empleadas las adaptaciones del
Test de Blessed. (Nivel de evidencia A).

5.2.- Si previamente no han sido realizadas las pruebas complementarias, es


apropiado conocer los resultados de las determinaciones siguientes para
descartar las causas secundarias de demencias: hemograma, VSG, pruebas
hepáticas, pruebas tiroideas, vitamina B12, serología luética, iones, general
de orina. Debe realizarse una técnica de imagen cerebral, la cual puede ser
la tomografía axial computarizada.

5.3. El diagnóstico se establecerá cuando el paciente cumpla con los criterios del
DSM IV y/o CIE -10 y NINCDS-ADRDA, para un diagnóstico de EA posible,

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probable y de certeza, con un nivel de evidencia A. La utilización de los
criterios NINCDS-AIREN presenta un nivel de evidencia B respecto al
establecimiento del diagnóstico de demencia vascular.

El diagnóstico puede ser apoyado por exámenes neuropsicológicos


completos o simplificados como el CAMDEX. Su utilización es opcional dado
que la evidencia de efectividad de este test es de nivel C.

Se consideran pruebas complementarias opcionales, y por tanto


prescindibles, para apoyar el diagnóstico de enfermedad de Alzheimer:
serología HIV y borrelia (Nivel C de evidencia), electroencefalograma (Nivel
C de evidencia), punción lumbar (Nivel C de evidencia), apolipoproteina E4
(Nivel C de evidencia), resonancia magnética (Nivel C de evidencia),
arteriografía cerebral (Nivel C de evidencia), biopsia cerebral (Nivel D de
evidencia), SPECT y PET (Nivel D de evidencia).Estas pruebas deberán ser
realizadas en aquellos otros casos en los que la historia clínica y exploración
sugieran la presencia de enfermedades distintas a la E.A. que cursan con
deterioro cognitivo.

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FLUJO DIAGNOSTICO GENERAL

Atención Primaria
Consulta por Síntomas Sospechosos
de deterioro cognitivo

Hª Clínica
Exploración Sistémica
+
Test del Informador
Test Pfeifer o de Hodkinson

¿ DETERIORO COGNITIVO ?

NO SI

Seguimiento Pruebas complementarias

Sospecha de E. Alzheimer
Sospechas de Demencia por otras enfermedades

Nivel Especializado
Diagnóstico Diferencial
Confirmación Diagnóstica
Tratamiento y Control

Atención Primaria
Seguimiento y Control
Cuidado del Cuidador

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II.- TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO DEL
DETERIORO COGNITIVO

En la situación actual de los conocimientos científicos difícilmente puede


hablarse de tratamiento etiopatogénico de la enfermedad de Alzheimer y otras
demencias degenerativas, debido al desconocimiento existente sobre su
etiología. Por tal motivo, debe considerarse que no existe, por ahora, tratamiento
etiopatogénico de la enfermedad; aunque existen fármacos que, actuando sobre
diversos factores relacionados con el proceso patológico, consiguen retrasar
levemente el deterioro cognitivo del enfermo. Estas acciones terapéuticas están
encaminadas a sustentar, durante un período limitado de tiempo, el estado
neuropsicológico y funcional del paciente con demencia.

En conclusión: no existe en la actualidad, ni se prevé en un futuro inmediato,


tratamiento curativo de la enfermedad de Alzheimer.

Respecto a otras demencias degenerativas primarias, los datos disponibles


son aún más inciertos y escasos que los que tenemos acerca de la E.A.

Los fármacos que se van a analizar a continuación deben ser considerados


como agentes paliativos cuya utilidad y eficacia son muy limitadas. No
existiendo, de forma general, evidencia científica de efectividad suficiente
para su utilización generalizada.

Fármacos:

A) Anticolinesterásicos: - Tacrina -:Donepezilo


- Rivastigmina - Metrifonato

B) Nootrópicos y neuroprotectores: - Citicolina


- Piracetam

C) Calcio-antagonistas - Nimodipino

D) Estrógenos: - Estradiol

E) Antiinflamatorios: - AINES
- Prednisona

F) Antioxidantes: - Vit. E
- Selegilina

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A) Anticolinesterásicos:

En términos generales son fármacos que deben ser aplicados


exclusivamente en etapas iniciales, y únicamente en la enfermedad de Alzheimer,
ya que los estudios realizados sólo han valorado la utilidad en estas fases y en
ese tipo de demencia.

Consideraciones Generales sobre el uso de Anticolinesterásicos

1. Su uso está limitado a pacientes en etapas de inicio de la enfermedad de


Alzheimer, y por lo tanto con afectación leve de la enfermedad (nivel de
evidencia A)
2. Su uso está absolutamente desaconsejado en pacientes con E.A. grave .
(nivel de evidencia A)
3. Se debe seguir escrupulosamente las indicaciones del Laboratorio para
su administración.
4. Son fármacos con serios efectos secundarios, cuya asociación con otros
fármacos deben ser controlados cuidadosamente.
5. Solamente debe iniciarse el tratamiento si hay un cuidador disponible,
fiable y convenientemente adiestrado. (nivel de evidencia B)
6. Está contraindicado en pacientes asmáticos y debe ser administrado con
precaución en pacientes afectos de epilepsia, úlcera activa y alergias,
entre otros. (nivel de evidencia C)
7. Debe evitarse la administración concomitante de los anticolinesterásicos
específicos para la E.A. con otros inhibidores de la colinesterasa y con
agonistas o antagonistas del sistema colinérgico. (nivel de evidencia C)
8. Los efectos indeseables que aparecen con mayor frecuencia son: diarrea,
calambres musculares, fatiga, nauseas, vómitos e insomnio. (nivel de
evidencia C)
9. Siendo fármacos de prescripción hospitalaria, tienen que ser prescritos
por el especialista y pueden ser controlados y seguidos por un E.A.P.
convenientemente adiestrado.

Uso de los anticolinesterásicos en demencias no-Alzheimer

Los anticolinesterásicos han sido diseñados para su uso exclusivo en la


enfermedad de Alzheimer, no habiendo ensayos clínicos de su uso en otros tipos
de demencias degenerativas primarias, por lo que no hay recomendaciones para
su uso en otros demencias.

A pesar de que la demencia de cuerpos difusos de Lewy, parece tener una


posible relación con la E.A. , no se ha mostrado aun la utilidad de los
anticolinesterásicos, mediante ensayos clínicos, en este tipo de demencia. Del
mismo modo en las demencias frontales (enfermedad de Pick), también se
carece de información.

En la actualidad no existe evidencia de eficacia de los fármacos


anticolinesterásicos en las demencias mixtas E.A./vascular ni en las demencias
exclusivamente de origen vascular. (Comentó algo el grupo sobre la

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 21


posibilidad de utilizar estos fármacos en las mixtas con predominio del
componente Alzheimer ¿cómo se mide este predominio?).

Anticolinesterásicos disponibles para uso clínico:

En España han sido aprobados Tacrina (Cognex) y más recientemente


Donepezilo (Aricept). Se espera la aprobación en breve del ENA-713 (Exelon) y
del Metrifonato

Tacrina

Eficacia:

La evidencia científica derivada de los ensayos clínicos realizados con la


tacrina muestra una eficacia limitada de la misma en el tratamiento de la
enfermedad de Alzheimer. Los metaanálisis realizados por el grupo Cochrane
señalan con intensidad, en este sentido, que la tacrina es un fármaco de utilidad
dudosa (nivel de evidencia A).

En aquellos casos en los que se decida ensayar el uso de Tacrina, a pesar


de la ausencia de evidencia científica de efectividad, se deberán seguir:

- las indicaciones del laboratorio para su administración; la cual se hará,


preferiblemente, antes de las comidas.
- controles analíticos para la detección de hepatotoxicidad. (nivel A de
evidencia)
- el tratamiento debe alcanzar la dosis terapéutica efectiva de 120-160
mg/día. Caso contrario, el tratamiento debe ser suspendido. (nivel A de
evidencia)
- la duración del tratamiento dependerá de la tolerancia del paciente a la
dosis terapéutica aunque hasta la actualidad no existen estudios
clínicos que hayan demostrado su eficacia superados los doce
meses.
- el paciente deberá ser re-evaluado por el especialista responsable de la
indicación, para constatar la respuesta al fármaco en un plazo máximo
de 6 meses.

Donepezilo

Eficacia:

Los escasos ensayos clínicos realizados hasta la actualidad parecen indicar


que la eficacia del donepezilo es algo superior a la de la tacrina. No obstante, no
se dispone de estudios comparativos entre los dos fármacos ni ensayos clínicos
sufiencientes que sustenten un metaanálisis sobre la eficacia y efectividad del
donepezilo. INCORPORAR DATOS DE OSTEBA

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 22


A pesar de la evidencia limitada sobre la eficacia de este fármaco, existe
una tendencia a la sustitución de la Tacrina por el Donepezilo, como ensayo
terapéutico en la enfermedad de Alzhemier. Ello se produce en base a la
existencia de algunas ventajas del donepezilo sobre la anterior . La utilización de
éste es menos compleja, el fármaco es mejor tolerado y no se ha comunicado
riesgos de hepatotoxicidad. No obstante, los efectos secundarios típicamente
colinérgicos a nivel gastrointestinal (causantes mayores de la retirada del
tratamiento) también están presentes, sobre todo a la dosis de 10 mg/día.

Las recomendaciones generales de uso son:


 El tratamiento se iniciará con dosis de 5 mg/día, administrado por vía
oral en una sola toma preferentemente por las noches inmediatamente
antes de acostarse.
 Debe mantenerse la dosis de 5 mg/día al menos durante un mes para
poder evaluar las primeras respuestas clínicas al tratamiento.
 Superada positivamente la primera etapa puede aumentarse la dosis
hasta 10 mg/día, que es la máxima recomendada.
 No existen estudios clínicos que valoren su eficacia superados los
seis meses.
 Tras la interrupción del tratamiento se ha observado una reducción
gradual de los efectos beneficiosos del fármaco. No existe evidencia de
un efecto rebote tras una interrupción brusca del tratamiento.
 Se puede seguir la misma pauta de dosificación en pacientes con
insuficiencia hepática de intensidad leve o moderada o con insuficiencia
renal.
 La experiencia clínica actual es muy limitada por lo que no son bien
conocidas todas las posibles interacciones del Donepezilo con otros
fármacos. No obstante, se sabe que la administración concomitante de
digoxina y cimetidina no afecta el metabolismo de Donepezilo y que, a
su vez, ni éste ni ninguno de sus metabolitos inhibe el metabolismo de la
teofilina, warfarina, cimetidina o digoxina. Los estudios de interacción “in
vitro” demuestran que ketoconazol y quinidina inhiben el metabolismo de
Donepezilo y que los inductores de enzimas como rifampicina, fenitoina,
carbamazepina y alcohol pueden reducir los niveles de Donepezilo

Rivastigmina

En la actualidad este fármaco se encuentra en estudios de fase III, por lo


que no existen datos suficientes que avalen su eficacia clínica. La información
preliminar, procedente de un estudio doble ciego sobre 90 pacientes (Anand et al,
1996), indica que la dosis de 4 mg/dia de este fármaco tiene algunos efectos
positivos sobre la EA, con mejoría del rendimiento de los enfermos en el test de
ADAS-cog y en la escala CIBI-plus; instrumentos también utilizados en la
valoración de las demencias.

Metrifonato

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 23


El metrifonato es un profármaco que genera, como fruto de su degradación
no enzimática, un inhibidor irreversible de la acetilcolinesterasa, el Diclorvos.

Al igual que en el caso anterior no se dispone de evidencia científica sobre


la eficacia de este fármaco. En la actualidad el fármaco se encuentra en la fase
III de investigación. En un único estudio randomizado doble ciego, el Metrifonato
mostró mejorías estadísticamente significativas frente a placebo en las escalas
ADAS y CIBIC en enfermos con probable enfermedad de Alzheimer. Los efectos
adversos mas comunes se derivan de los efectos colinérgicos del fármaco, los
mas frecuentes son las molestias gastrointestinales, la debilidad y los calambres
musculares en miembros inferiores. No se han puesto de manifiesto alteraciones
de la función hepática con el uso continuado del metrifonato.

FÁRMACOS NO-ANTICOLINESTERÁSICOS:

El siguiente grupo de fármacos se encuentran englobados en el arsenal


terapéutico genérico de las demencias, sin que, en ningún caso, se hayan
establecido indicaciones específicas, científicamente probadas, de su utilidad en
las demencias.

B) Nootropos y neuroprotectores:

Del amplio espectro de agentes que se encuadran en este epígrafe, se


pueden destacar por su amplio uso el Piracetam y la Citicolina. Sin embargo no
existen evidencias científicas de eficacia o efectividad para su utilización en la
enfermedad de Alzheimer; por lo que no se debe esperar ningún tipo de beneficio
para el enfermo. La utilización de estos fármacos no manifiesta efectos
secundarios indeseables. No se han realizado ensayos clínicos en otros tipos de
demencia. ¿SE PONE ALGO DE LA PROGMINIZPILA - LA INFORMACIÓN
ESTÁ EN EL ULTIMO DOCUMENTO QUE SE ENVIÓN - DR. REGIDOR?

C) Calcio-antagonistas:

Los resultados de los ensayos clínicos no son concluyentes respecto a su


utilidad en el tratamiento de la Enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, hay
claras evidencias sobre la toxicidad derivada del uso de la flunarizina y cinarizina
en E.A., y en ancianos en general, por sus importantes efectos adversos
extrapiramidales.

D) Estrógenos:

Los estudios epidemiológicos indican que las mujeres sometidas a


tratamiento hormonal sustitutorio con estrógenos presentan menor incidencia de
la E.A. por lo que se está valorando la acción protectora del estradiol. En el

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 24


momento actual no existe una evidencia de eficacia que soporte el uso
terapéutico del estradiol en la E.A.. Tampoco se dispone de información amplia
sobre los efectos adversos en tratamientos prolongados.

E) Antiinflamatorios:

Como en el apartado anterior, algunos estudios epidemiológicos parecen


indicar un posible papel protector de los agentes antiinflamatorios en la EA. Sin
embargo, su utilidad como agente terapéutico no ha sido ensayada y sus posibles
efectos secundarios deben ser cuidadosamente considerados.

F) Antioxidantes:

No existe evidencia sobre la eficacia de estos productos sobre la EA.


Algunos estudios apuntan hacia una posible utilidad de los antioxidantes en la
E.A. No obstante, el escaso número de pacientes incluidos en las series
estudiadas limitan las conclusiones de los estudios. Por ello, tanto la Vitamina E
como el inhibidor selectivo de la MAO-B (selegilina) requieren de mayor certeza
científica para su empleo terapéutico en E.A.

Contraindicaciones: Se deben considerar muy seriamente los efectos


hemodinámicos indeseables de la selegilina (hipotensión arterial), sobre todo
cuando se asocia a otros fármacos hipotensores/antihipertensivos; L-dopa y
agonistas dopaminérgicos; anticolinesterásicos (tacrina y donezepilo), entre otros.
No debe administrarse conjuntamente con antidepresivos tricíclicos, inhibidores
de la recaptación de serotonina, así como inhibidores selectivos y no selectivos
de la MAO.

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 25


CONSIDERACIONES FINALES

1. Dado que, en el caso de las demencias, el cuidador es un informador


potencial de la bondad y eficacia de un tratamiento, el prescriptor del
fármaco deberá informar al cuidador de los beneficios que se esperan de
la terapia con el fármaco, indicándole además los posibles efectos
colaterales y adversos esperables de la medicación.
2. El médico prescriptor apoyado por un equipo de educación para la salud
se encargará de informar al cuidador de cómo actuar frente a los efectos
indeseables de la medicación que se vayan presentando.
3. El médico prescriptor será principalmente un médico del nivel
especializado que garantice un adecuado manejo de la medicación, y
valore los efectos terapéuticos y secundarios, algunos de ellos con
importante repercusión sobre la función psicomotriz.
4. Se recomienda una acción de coordinación con los servicios de urgencias
a domicilio, equipos de salud mental y médicos de atención primaria,
sobre todo en la actuación de crisis agudas.
5. En los casos en los que la evidencia científica no avale el tratamiento
farmacológico, el profesional sanitario deberá valorar ante cada
enfermo/familiar, la conducta terapéutica a seguir, bien mediante
explicación razonada de la situación y aportaciones de medidas
alternativas (terapias no farmacológicas), bien mediante el empleo de
fármacos carentes de efectos secundarios indeseables. Debería evitarse
la polifarmacia.
6. El médico debería informar al enfermo/familiar, al objeto de corregir la
información médica adquirida previamente de los diversos medios de
comunicación adaptando su recomendación al grado de evidencia
científica y al nivel educativo del receptor.

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 26


III.- TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO DE LOS
TRASTORNOS CONDUCTUALES

Los problemas conductuales que se presentan en la evolución clínica de las


demencias constituyen el problema que condiciona el mayor volumen de la demanda
de atención por parte de los familiares de los enfermos; siendo responsable, a su vez,
de la desestructuración que tiene lugar, en estas circunstancias, en el ambiente
familiar.

El tratamiento farmacológico de los trastornos de la conducta que se presentan


en la evolución de los síndromes de demencia tiene por objeto:

1. Prevenir y tratar los síntomas y las complicaciones propias de la evolución


natural de la enfermedad, así como los problemas intercurrentes.
2. Prevenir la sobrecarga familiar, mediante la administración de fármacos y a
través del apoyo psicológico e información.

Ante cualquier síntoma que descompense el curso clínico de la demencia , antes


de iniciar cualquier tipo de tratamiento, debe descartarse la existencia de patología
orgánica subyacente. Para ello se realizará una adecuada anamnesis y exploración
física; además de las pruebas complementarias oportunas que ayuden al diagnóstico
etiológico.

Entre las causas más frecuentes que descompensan el curso clínico de la


demencia cabe destacar:

 Infecciones respiratorias
 Infecciones urinarias
 Estreñimiento e impactación fecal
 Dolor (fracturas, abdomen agudo, glaucoma,...)
 Deshidratación
 Fármacos (incorporación de nuevos fármacos, interacciones, cambio
de dosis, privación,...)
 Descompensación de una patología previa
 Cambios de las rutina
 Estado confusional agudo o delirium

Los síntomas que requieren tratamiento farmacológico se pueden agrupar en:

1. Trastornos afectivos como la depresión, la ansiedad y más raramente la


hipomanía.
2. Trastornos del pensamiento y de la conducta, ideas delirantes, alucinaciones,
agitación, agresividad, vagabundeo.
3. Trastornos del ritmo vigilia-sueño.
4. Síndrome confusional agudo o delirium.

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 27


Estos síntomas, sobre todo los trastornos de la conducta, tienen gran importancia
en el manejo clínico del paciente demente, pues son una causa importante de estrés y
agotamiento en los cuidadores y familiares y, con frecuencia, determinantes de la
institucionalización del paciente.

La aparición de los síntomas guarda relación con la evolución clínico- temporal de


la enfermedad. Se distinguen 3 etapas:

1. Fase inicial.
2. Fase de deterioro moderado
3. Fase avanzada o de deterioro grave

Los trastornos afectivos predominan en la fase inicial, junto con los síntomas
cognitivos típicos de la demencia. En fases más evolucionadas son más frecuentes los
trastornos del pensamiento y de la conducta junto con los trastornos del ritmo del
sueño, aunque pueden aparecer en cualquier fase de la enfermedad. En la fase de
deterioro avanzado predominan los síntomas de deterioro físico, como la inmovilidad,
la incontinencia, los trastornos de la alimentación y la desintegración de la
personalidad.

PRINCIPIOS BASICOS DEL TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO

1. Intentar siempre medidas no farmacológicas como primer paso (ver capítulo


correspondiente.
2. Iniciar el tratamiento farmacológico cuando sea estrictamente necesario,
cuidando en todos los casos de dirigir la selección terapéutica hacia el control
de síntomas específicos.
3. Combinar la utilización de los fármacos con la terapia no farmacológica.
4. Utilizar aquellos fármacos más adecuados por su capacidad terapéutica y
perfil de efectos secundarios en el anciano.
5. Tener en cuenta la posibilidad de situaciones de polifarmacia y las
interacciones que pueden producir la introducción del nuevo fármaco.
6. Comenzar siempre con dosis bajas e incrementarlas paulatinamente.
7. Evaluar y advertir del momento de interrupción del tratamiento.
8. El médico debe familiarizarse con el manejo de pocos fármacos (2 ó 3 por
grupos) seleccionándolos en base a la evidencia de su eficacia.

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 28


TRATAMIENTO POR GRUPOS DE SINTOMAS

I.- Trastornos psicóticos, agresividad y agitación

Agitación es un término general que hace referencia a trastornos del


comportamiento incluyendo agresión, combatividad, golpes, hiperactividad y
desinhibición. La agresividad puede ser física o verbal, dirigida hacia sí mismo o hacia
los demás, e incluye movimientos o expresiones verbales que carecen de fin concreto.

Los síntomas psicóticos (paranoia, delirios, alucinaciones), son menos frecuentes


que los anteriores pero producen distrés en el enfermo y pueden generar violencia.

Este tipo de trastornos, especialmente los de índole psicótico, no deben ser


tratados salvo que sean perturbadores para el paciente o la familia.

Tratamiento

Los fármacos de elección para el control de los síntomas son los neurolépticos.
De entre los de eficacia probada destacan: el Haloperidol, la Tioridazina y la
Levomepromazina. No hay evidencias de diferencia de eficacia entre los anteriores. La
elección del antipsicótico se debe basar en el riesgo de aparición de efectos
secundarios y las características del paciente. No está justificado mantener el
tratamiento más allá de 4-8 semanas, ya que no está contrastado su uso por periodos
mayores.

FÁRMACOS PRESENTACIÓN DOSIS INICIO DOSIS EFECTOS SECUNDARIOS INDICACIONES


MAXIMA
Haloperidol v.o. (1 gota= 0.1 10 gotas/24 h. 30 gotas/8 h Extrapiramidales (+++) ideas paranoides
mg) ó 9 mg/día síntomas diurnos

i.m. (1 amp=5 mg)


Tioridazina v.o. (1 gota=1 mg) 10 gotas/24 h 50 gotas/8 h Extrapiramidales (+) sedación
hipotensión ortostática nocturna
retención urinaria
Levomepromazina v.o. (1 gota=1mg) 10 gotas/24 h 30 gotas/8 h. Extrapiramidales (+) sedación
sedación (+++) nocturna
i.m. (1 amp.=25 mg) efectos anticolinérgicos (+++)
Risperidona v.o. 1 y 3 mg 0,25 mg 2 mg Estrapiramidales (+/-) trastornos a largo
sedación (+/-) plazo
anticolinérgico (+)
Olanzapila v.o. 5,75 y 10 mg 2,5 mg 12,5 mg Estrapiramidales (+/-) trastornos a largo
sedación (+/-) plazo
anticolinérgico (+)
Tabla 1

Los neurolépticos de nueva generación (Risperidona, olanzapina), si bien puede


tener un futuro prometedor, carecen prácticamente de efectos extrapiramidales, siendo
indicados en tratamientos a largo plazo (Guía de consenso de expertos de psiquiatría
americana “Treatment of agitation in olders persons with dementia. Postgraduate
Medicine (special report) April 1998” .

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 29


II.- Trastornos de la afectividad

DEPRESIÓN

La sospecha de la intercurrencia de un cuadro depresivo se debe tratar siempre,


aunque no se cumpla estrictamente con todos los criterios requeridos. Los fármacos
de primera elección serán los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina
(ISRS) (Fluoxetina, Fluvoxamina, Sertralina, Paroxetina, Citaloprán), por su eficacia
probada y por la escasez de efectos secundarios en los ancianos. Entre sus ventajas
destacan el ingerirse mediante una única toma diaria, matutina especialmente en los
que presentan actividad estimulante como la fluoxetina y fluvoxamina. Los síntomas
gastrointestinales como las náuseas y el efecto ansiógeno son los efectos secundarios
más comunes en el anciano. No se ha demostrado eficacia superior de unos sobre
otros.

Los antidepresivos tetracíclicos, como la Mianserina y la Maprotilina y otros como


la Trazodona producen además sedación por lo que pueden ser adecuados para
situaciones asociadas a ansiedad y trastornos del sueño; pudiendo ser utilizados a
dosis única nocturna.

Los antidepresivos tricíclicos clásicos (Imipramina, Amitriptilina, Clomipramina),


deben evitarse en el tratamiento antidepresivo de ancianos con demencia por sus
efectos secundarios (anticolinérgicos, cardiotóxicos y ortostáticos).

La eficacia de cualquier tratamiento antidepresivo no debe evaluarse antes de 3 ó


4 semanas y se debe reevaluar a los 6 meses de su uso continuado.

ANSIEDAD

Como síntoma aislado es raro, apareciendo asociado a los cuadros depresivos y


de agitación, por lo que, de confirmarse esa situación, deben ser tratados con
neurolépticos o antidepresivos.

En aquellos casos en los que aparezca de forma aislada pueden utilizarse


benzodiazepinas, preferentemente de vida media corta (Lorazepam, Oxazepam), y
siempre durante un tiempo limitado. Aunque su uso está extendido, los estudios
demuestran que las benzodiacepinas pueden provocar deterioro agudo del estado
cognitivo, por lo que cuando se considere su utilización, ésta debe hacerse con
precaución, a las menor dosis posible y siempre de forma temporal.

III .-Trastornos del sueño

El uso de hipnóticos en el tratamiento de los trastornos del sueño debe ser


conservador y antes de iniciarlo, se deben hacer las recomendaciones de higiene del
sueño que se detallan:

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 30


 Ejercicio matutino o a primeras horas de la tarde
 Limitar las horas de sueño diurno
 Evitar las bebidas estimulantes (café, alcohol...)
 Evitar cenas copiosas y tardías
 Usar ropa y cama confortables
 Horario fijo de acostarse
 Luz leve en habitación
 Favorecer la exposición al sol a lo largo del día
 Evitar fármacos que puedan alterar el sueño (p. e. diuréticos en dosis
nocturnas).

El tratamiento farmacológico se debe instaurar cuando las medidas anteriores no


sean efectivas o existe “sobrecarga” en la familia. La elección del fármaco dependerá
de las características del insomnio, siendo los fármacos recomendados (por orden de
elección):

 Clometiazol.
 Zolpidem.
 Zopiclona
 Neurolépticos sedantes
 Antidepresivos
 Benzodiazepinas (de vida media corta)

Cuando el insomnio es de inducción, el fármaco de elección es el Clometiazol


administrado inmediatamente antes de acostarse. Si por el contrario, el insomnio cursa
con despertar precoz; suele existir una alteración del ritmo vigilia/sueño, por lo que
está indicado el uso de neurolépticos sedantes (Tioridazina; Levomepromazina). En
pacientes con insomnio transitorio pueden utilizarse temporalmente hipnóticos no
benzodiazepínicos (Zolpiden; Zopiclona) o benzodiazepinas de vida media corta.
También puede considerarse el uso de el antidepresivo trazodona (Guía de consenso
de expertos de psiquiatría americana “Treatment of agitation in olders persons with
dementia. Postgraduate Medicine (special report) April 1998”, útil también para corregir
los trastornos de alteración del ritmo sueño vigilia.

IV .-Síndrome confusional agudo. Delirium

Si bien su frecuencia es mayor en pacientes hospitalizados, en los pacientes que


viven en la comunidad puede presentarse como complicación en el curso de la
evolución de la demencia. Frecuentemente está asociado a los procesos intercurrentes
comentados anteriormente o a la privación de fármacos, especialmente
benzodiazepinas. El delirium es un cuadro clínico caracterizado por el inicio agudo, el
trastorno de la atención y la afectación fluctuante del nivel de conciencia. Suele ir
acompañado de inversión del ciclo vigilia-sueño, trastornos conductuales,
alucinaciones e ideas delirantes.

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 31


En el paciente demente el proceso de abordaje del delirio tiene tres
componentes: a) identificar y tratar la causa subyacente, b) usar medidas no
farmacológicas para aminorar los síntomas, c) iniciar terápia farmacológica para el
control de la agitación o trastornos del comportamiento asociados al delirio.

El tratamiento de elección son los neurolépticos. Una buena opción es el


haloperidol 5 mg. (50 gotas vía oral ó 1 ampolla por vía intramuscular). Si el cuadro no
se resuelve, debe derivarse a nivel especializado dado que los síntomas pueden
prolongarse durante días o semanas.

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 32


IV.- TRATAMIENTO SINTOMÁTICO NO FARMACOLÓGICO

Introducción

El tratamiento no farmacológico en la enfermedad de Alzheimer se basa en la


intervención ante los déficits cognitivos a través de la utilización de terapias
blandas, y en la posibilidad de modificar alguna de las conductas a través de
actuaciones ambientales, relacionales y comportamentales.

El primer punto a tener en cuenta ante un caso de demencia adecuadamente


confirmada es la de informar a la familia de que hasta que no se acepte la
enfermedad, no se estará en disposición para ayudar al paciente.

Al paciente con demencia se le debe ayudar, pero nunca sustituir en aquellas


tareas que él todavía es capaz de realizar. Es decir, debe continuar haciendo
todo aquello que aún puede hacer. Por ejemplo, mientras el paciente conserve su
capacidad para ponerse una camisa, debemos estimular a que lo haga aunque
no sea capaz de abrocharse los botones; no importa lo que tarde o que lo haga
incorrectamente.

La actitud paternalista contribuye en gran medida a que el paciente se vuelva


más dependiente, por lo que el cuidador/familiar debe siempre animar, potenciar
y estimular.

El cuidador/familiar debe saber que existen una serie de técnicas no-


farmacológicas (terapias blandas), que se aplican en centros especializados
(Centros de Día), orientadas a mantener y potenciar las capacidades que aún
conserva el enfermo. No obstante, la familia puede y debe complementar en el
hogar el tratamiento especializado. Por todo ello, es conveniente conocer la
enfermedad para saber cómo actuar ante cada uno de los trastornos que van
surgiendo en la vida cotidiana.

Las recomendaciones incorporadas en ésta guía sólo serán aproximativas, por lo


que es recomendable y necesario que todos los familiares estén relacionados con
una asociación de familiares de Alzheimer, donde encontrarán la ayuda necesaria
para ir, poco a poco, aprendiendo a manejar la enfermedad.

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 33


Guía de actuaciones:

A continuación se tratarán brevemente las situaciones que consideramos que se


presentan con más frecuencia en el hogar y las actitudes para superarlas.

1.- Alteraciones del sueño:

 Mantener la máxima actividad diurna.


 No dormir siesta.
 Ir al servicio antes de acostarse.
 Cuando se despierte, hablarle suavemente recordándole que es de
noche.
 Observar las condiciones del confort.

2.- Vagabundeo:

 Identificar al anciano con un brazalete, o una cartera, donde ponga sus


datos personales.
 Buscar la causa y tratarla si se puede.
 Aumentar su nivel de actividad durante el día.
 Facilitar la orientación en el medio donde se encuentra.

3.- Trastornos en la alimentación:

 Si no come, es preciso observar el estado de la dentadura.


 Si hay problemas por disfagia, comprobar que no existan patologías
asociadas que la favorezcan.
 Presentar la comida de manera apetecible.
 Si come demasiado, no dejar comida a su alcance y distraerlo con otras
actividades.
 Si adelgaza a pesar de comer bien, puede ser por un trastorno
metabólico en cuyo caso lo llevaremos al médico.

4.- Conducta sexual inapropiada:

 No darle excesiva importancia, comprender que se trata de un efecto de


la enfermedad y que no es posible razonar con ellos. Conviene ser
receptivos, amables y especialmene cariñosos. En esa situación debe
llevarseles a un lugar donde se preserve la intimidad. Este tipo de
conducta alterada no es general y cuando se produce suele ser
temporal.

5.- Preguntas repetitivas:

 Distraerle con otros temas, introduciéndole en otra actividad.


 Tranquilizarle, darle seguridad.
6.- Reacciones catastróficas:

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 34


Son respuestas exageradas frente a situaciones cotidianas. Con
frecuencia, se presentan ante el baño, cuando queremos llevarle al
médico, etc.

Ante estas situaciones debemos evitar siempre el razonamiento. Es


conveniente dejar que descargue su ira, para luego tranquilizarlo. A
menudo da resultado proponerle otra actividad u otra conversación.
¡NUNCA TRATAR DE CONVENCERLE!, incluso aunque ese día no
podamos llevar a cabo la actividad que habíamos planeado.

Para prevenirlas, debemos evitar situaciones confusas como las que se


producen cuando tienen lugar muchas visitas en el domicilio a la vez,
cambios bruscos de rutina, preguntarle varias cosas a la vez, o pedirle que
realice alguna actividad que sabemos de antemano que no puede hacer.

El baño suele ser traumático por varias razones. Una de ellas, que es a su
vez poco tenida en cuenta, es el pudor; por lo que deberemos recomendar
que se busque la manera de favorecer la intimidad. Otra, es que se trata
de una actividad muy compleja, por lo que es aconsejable realizarlo por
etapas: en primer lugar habrá que indicar que acompañe al
familiar/cuidador, una vez allí habrá que indicarle que se vaya quitando la
ropa pieza a pieza, y así hasta terminar el proceso.

7.- Empeoramiento al atardecer

Para el enfermo con demencia resulta agotador estar todo el día


intentando aclarar la confusión que hay a su alrededor, por lo que al llegar
la tarde tiene peor capacidad para adaptarse al medio en el que se
encuentra, ya que es un momento en el que en los hogares suele haber
más movimiento: los niños, la cena, el baño,etc. La estrategia a seguir
consiste en disminuir las actividades en este momento del día o favorecer
que el enfermo se encuentre en el lugar más tranquilo de la casa.

8.- Quejas e insultos

Es difícil aceptar que a una persona a la que se está cuidando y


atendiendo todo el día haya que aceptarle también que nos critique de
abandonarla o maltratarla. La actitud conveniente en esos casos es la de
intentar comprender qué hay detrás de la queja. Por ejemplo, cuando dice:
"Eres cruel conmigo", es probable que esté diciendo "la vida es cruel
conmigo". El cuidador y la familia deberá hacer un esfuerzo constante para
comprender cómo y por qué se siente el enfermo perdido, aislado, confuso
y desorientado. Esto ayudará a aceptar que en ocasiones sea injusto o
cruel con quien le cuida.

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 35


9.- Alucinaciones y Delirios

Alucinar es ver, sentir, oler u oír algo que no existe, pero que el paciente
percibe como auténticamente real. Este trastorno aparece en las primeras
fases de la enfermedad. Este tipo de sensaciones puede aterrorizar al
enfermo.

Delirar es tener una idea falsa o engañosa. Por ejemplo, al perder su


cartera queda convencida de que se la hayan robado y acusa a toda la
familia de ello.

En estos trastornos, nuestra actitud debe ser especialmente de


tranquilidad, evitando razonamientos y sobre todo, evitando convencerle
de que su percepción no es real. Apoyaremos y confortaremos al paciente
hasta que disminuya su nivel de ansiedad. Ante la persistencia de
alucinaciones y delirios debemos ir al médico.

10.- Incontinencia

Es muy importante distinguir entre una incontinencia real, es decir cuando


el cerebro se ha deteriorado tanto que no es capaz de ejercer el control de
la retención de la orina, o tiene una infección urinaria, o si el enfermo se
orina porque no encuentra o no sabe cómo utilizar el baño, entre otras
razones. La manera de conservar la continencia hasta que el cerebro falla,
es llevando al enfermo cada dos horas al baño. En caso de que exista
incontinencia nocturna, podemos utilizar empapadores sólo por la noche.
En este caso, debemos conocer los riesgos de infecciones urinarias,
familiarizándonos con sus síntomas.

12.- Comunicación

Es preciso descartar déficits sensoriales y paliarlos si existen. En todo


caso, que oiga menos o que padezca una demencia, no son motivo para
excluirlo de la conversación. Integrar al paciente con demencia en las
conversaciones familiares, le hará que se sienta miembro del grupo,
evitando el aislamiento que contribuirá a un mayor deterioro del lenguaje.
En esta situación podemos reconocer dos problemas:

1.- Entender al enfermo.


2.- Que el enfermo nos entienda.

Lo primero que debemos hacer es conectar con él, por lo que se hace
necesario un acercamiento físico con contacto visual. La comunicación
puede establecerse de dos formas:

a.- Verbal: hablando lenta y claramente. Lenguaje concreto, frases


cortas y sencillas, Dar un solo mensaje cada vez. Repetir cuantas
veces sea necesario.

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 36


b.- No verbal: cercanía física, mirar de frente y a la misma altura,
tocar al enfermo para tranquilizarle, entonación adecuada.

Hay que resaltar que no sólo comunicamos con nuestras palabras, sino
que también lo hacemos con nuestro cuerpo. Si nos sentimos nerviosos o
cansados, es mejor esperar otro momento para contactar ya que
transmitiremos nuestro malestar. Se hace necesario que coincidan
palabras y actitudes (gritarle "tranquilízate", resultará contradictorio para
él).

Ademas es necesario llevar a cabo :

MODIFICACIONES AL DOMICILIO

La casa es, por regla general, el lugar donde el enfermo con demencia se
encuentra más confortable. De ahí, la importancia de cuidar con esmero el
hogar, procurando adaptarlo a las necesidades que crea la nueva
situación, intentando con ello:

a.- facilitar las actividades de la vida diaria


b.- prevenir accidentes.

Una casa ordenada y con pocos objetos de decoración, favorece la


seguridad del enfermo. Evitaremos obstáculos en los pasillos y la
utilización de alfombras.

Los objetos peligrosos (plancha, productos de limpieza, de ferretería,


medicamentos, …) deben estar siempre en lugar seguro, fuera de su
alcance. A menudo es preciso adaptar un ropero que tenga cerradura.

La cocina y el baño son lugares de accidentes frecuentes, por lo que es


conveniente adaptarlos buscando la seguridad. A menudo es preciso
cerrarlos con llave para evitar que el enfermo pueda entrar. El baño debe
adaptarse a sus condiciones físicas: suelo antideslizante, asas de apoyo
en zona de ducha y zona de inodoro y cambiar la bañera por un plato de
ducha.

Una buena iluminación es muy importante para ayudarle en sus


dificultades de orientación, procurando que no haya ni demasiada luz ni
oscuridad. Es bueno señalizar los puntos de luz para que sea fácil su
localización (por ejemplo, poniendo cinta fosforescente en los
interruptores). La utilización de pequeñas bombillas encendidas por la
noche en los pasillos, son también de gran utilidad.

TERAPIAS BLANDAS

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 37


Las terapias blandas son un conjunto de estrategias terapéuticas
rehabilitadoras de las capacidades cognoscitivas con el objeto de mejorar
o estabilizar las funciones instrumentales básicas de la vida diaria del
enfermo con trastornos cognitivos y de la conducta.

Las terapias blandas se basan en la plasticidad neuronal, que aún


presentan los ancianos y personas con demencia en fases leve y
moderada, la psicoestimulación y las estrategias de modificación de
conducta. Se entiende por neuroplasticidad "la respuesta que da el
cerebro para adaptarse a las nuevas situaciones a fin de restablecer el
equilibrio alterado" (Geschwind, 1985).

Otro concepto básico, la psicoestimulación es "el conjunto de estímulos


generados por la psicología intervencionista con finalidad rehabilitadora"
(Uzzell y Gross, 1986). Se trata de una estipulación lo más individualizada
posible y adecuada a las capacidades funcionales residuales que motiven
su ejercicio y la recuperación de posibles "olvidos" abandonados.

Las actuaciones conductuales se basan en la hipótesis de que toda


conducta puede concebirse como una respuesta a un determinado
estímulo que se ve reforzada por determinados factores ambientales.
Estos tratamientos persiguen los cambios conductuales del enfermo con
demencia modificando actitudes, disminuyendo conductas inadecuadas o
catastróficas y mejorando la convivencia.

Objetivos:

El objetivo general es conseguir la mayor calidad de vida del enfermo en el


entorno más adecuado para él, potenciando sus capacidades intelectuales,
emocionales, relacionales y físicas de forma integral.

Los objetivos específicos son :

 Rehabilitar, restituyendo déficits.


 Estimular, demorando la pérdida progresiva de capacidades.
 Optimizar las capacidades funcionales residuales.
 Paliar sustituyendo las pérdidas.

A quien y cuando:

El tratamiento no farmacológico va dirigido especialmente a todas las


personas con deterioro cognitivo o cualquier forma de demencia.

Las demencias, como procesos generalmente degenerativos, producen


déficits progresivos que generan minusvalías crecientes que van dando
lugar a mayor grado de incapacidad y dependencia. El tipo de intervención
se deberá adecuar a las capacidades residuales en cada momento de la
enfermedad, debiendo ser una intervención dinámica , nunca estática.

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 38


Las terapias blandas estarían indicadas ante los déficits cognitivos de
memoria, atención, concentración, lenguaje, praxis, gnosias, motivación,
razonamiento, etc., que aparecen en los estadíos leve, moderado y
moderadamente grave (estadíos 4 a 6 de la Global Deterioration Scale
( GDS) (Reisberg, 1982).

Las terapias blandas se aplican generalmente en forma de talleres


grupales. Destacan los talleres cognitivos, talleres de psicomotricidad y
talleres ocupacionales.

Talleres Cognitivos: se aplican ejercicios de:

 Orientación en tiempo y espacio;


 Memoria, recordando series de nombres de miembros del grupo y
de familiares, memoria semántica, etc.
 Lenguaje: reconocimiento de fotos, escritura: copia y dictado,
sopa de letras, etc.
 Concentración y atención: buscar semejanzas y diferencias entre
objetos, unir series de números.
 Cálculo: Desde resolución de problemas aritméticos hasta sumas
y restas

Taller de Psicomotricidad:

 Facilitando mediante gimnasia, baile, juegos, etc.


 movilización activa o pasiva.
 coordinación, ritmo e imitación.
 orientación en espacio y en persona

Taller Ocupacional:

 Dibujo, pintura, costura, jardinería, etc.

Las limitaciones del enfermo con demencia grave, desaconsejan el empleo


de las terapias blandas como tales, pero en su lugar se atenderán los
aspectos relacionados con la estimulación física (reeducación de la
marcha, movilizaciones activas y pasivas en su defecto), contacto físico,
masajes y cuidados generales.

¿Dónde y Por Quien?

Las terapias blandas deberán ser aplicadas preferentemente en centros


especializados como hospitales de día psicogeriátricos, centros de día
terapéuticos, por un equipo multidisciplinar de acreditada formación y
capacitación especifica. La aplicación de las terapias blandas en el domicilio por
el familiar cuidador, se ve dificultada por el cambio de rol que implica pasar de
esposo/a, hijo/a a educador. Ante la carencia de centros específicos diurnos, se
debe recomendar al familiar que estimule las capacidades residuales del
enfermo.

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 39


IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 40
CONCLUSIÓN

Siempre debemos buscar una causa al comportamiento anómalo (p.e. un cambio


en la rutina) y tratar siempre al enfermo con paciencia y cariño intentando
tranquilizarle.

Mantener al enfermo ocupado y con una vida lo más ordenada posible ayudará
en gran medida a evitar los trastornos del comportamiento.

Cuando no se pueda controlar las alteraciones conductuales del enfermo y se


cree la necesidad de iniciar algún tratamiento farmacológico, no olvidar que ese
tratamiento no es curativo y que, con frecuencia, presenta efectos secundarios
indeseables para el enfermo, por lo que debemos ser muy prudentes al
recomendar su uso.

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 41


V.- CUIDADOS AL CUIDADOR

Las demencias en general y la Enfermedad de Alzheimer en particular se


caracterizan por el deterioro progresivo de las facultades físicas y mentales de las
personas, que conducen a una situación de gran dependencia de un tercero para
poder subsistir. El cuidador familiar es el pilar del sistema de provisión de
cuidados para los enfermos de demencias; y es el elemento imprescindible para
que el enfermo pueda seguir viviendo en la comunidad, de ahí la importancia del
presente capítulo.

La atención del enfermo en la comunidad reporta beneficios al paciente, a la


familia y al sistema sociosanitario. Se entiende que la estancia en el domicilio
mejora la calidad de vida del sujeto demente respecto a la institucionalización;
reduciendo de una manera sensible los costes para los servicios públicos
sociales y sanitarios. Precisamente porque la atención en la comunidad a los
enfermos no puede ser realizada sin la presencia de los cuidadores familiares,
éstos también deben ser considerados como objetivos básicos del sistema de
atención a los sujetos dementes.

El cuidado del paciente supone una gran carga física y emocional para el
familiar. El cuidador está sometido a un desgaste afectivo prolongado en relación
a la evolución de la enfermedad de su ser querido, en el que influye el
desconocimiento de la enfermedad, la aceptación del deterioro que sufre el
paciente y la propia ayuda física prestada, de forma constante, al enfermo.

Los profesionales sanitarios deben tener presente esta condición para realizar, en
el momento oportuno y de forma anticipada, aquellas intervenciones que
disminuyan la carga del familiar. Las actividades básicas recomendadas a los
profesionales para el cuidado de los familiares de demencias, comprenden
aspectos de formación, organización y de relación profesional - familiar.

1.- Recomendaciones de Formación

Los conocimientos sobre las demencias van aumentado de forma progresiva.


El cuidador familiar suele estar ávido de información para entender mejor lo que
está sucediendo y conocer, a la vez, las posibles ayudas o soluciones para el
problema de su ser querido. Ello hace que sea especialmente receptivo a toda la

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 42


información, de calidad o no, que aparezca en los distintos medios de
comunicación.
Precisamente por esta razón el profesional sanitario precisa de una
actualización básica sobre la demencia, al objeto de jugar adecuadamente el
papel de asesor neutral sobre la información, que frecuentemente de forma
interesada, se difunde; reconduciendo de forma adecuada las expectativas
familiares sobre la evolución y tratamiento de la enfermedad.

El conocimiento del diagnóstico, evolución y posibilidades terapéuticas de las


demencias permite a los profesionales aportar una información veraz y adecuada,
que influyan en el proceso de adaptación del familiar.

2.- Aspectos Organizativos de la Atención

Es preciso modificar la organización de la atención que se presta actualmente en


los centros de salud para mejorar la atención a los pacientes dementes y a sus
familiares. Las recomendaciones al respecto son:

 La atención debe realizarse sobre el binomio paciente-familia


 Debe establecerse un plan de cuidados longitudinal. Este requerirá
valoraciones interdisciplinares periódicas. Muchos de los problemas que se
detecten pueden tener soluciones.
 Se debe prestar especial atención a la presencia de psicopatología en los
familiares cuidadores, que puede hacer precisa la intervención por parte de
las unidades de salud mental.
 La atención debe ser coordinada entre los diferentes profesionales del
equipo sanitario de atención primaria y de los servicios sociales. Debe
favorecerse la incorporación del cuidador a las organizaciones sociales no
gubernamentales y a las asociaciones de familiares de enfermos existentes
en la zona.
 Extremar la sensibilidad en el proceso de atención al paciente y al cuidador,
especialmente en las primeras fases de la enfermedad, en las que el
paciente puede acudir a la consulta. En estos casos incluya al paciente en
consultas programadas que se realicen al principio o final de la mañana
para disminuir los tiempos de espera.
 En fases avanzadas de la enfermedad el paciente debe incluirse en el
programa de atención domiciliaria. Es muy importante llevar a cabo
actividades continuas de monitorización, a través de visitas periódicas

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 43


ejecutadas sin esperar a que sean solicitadas. Esto transmitirá confianza y
seguridad a la familia.

 Por lo general la frecuencia de las consultas y visitas domiciliarias debe ser


mayor que en otras enfermedades, y variarán en función del estadio del
proceso y de los problemas del paciente y/o cuidador. Suele ser de ayuda
desarrollar, de forma anticipada, planes de cuidados haciendo partícipe de
él al cuidador principal. Establezca un registro/monitorización de la
situación en el domicilio, que contenga al menos lo siguientes aspectos:
adherencia al plan de cuidados, eficacia de éstos, efectos adversos,
dificultades de ejecución, falta de recursos y necesidades no cubiertas.
 Ponga a disposición de la familia una línea telefónica para consultas, con
indicaciones sobre el horario de uso.

3.- Actividades de Organización del Cuidado

La atención del paciente demente y de sus familiares es compleja.


Habitualmente un solo profesional no puede abordar todas las intervenciones que
se suelen requerir. Por ello es preciso la intervención de un equipo
interdisciplinar; y el correcto funcionamiento de éste se basa en que se prevean
los procedimientos adecuados de coordinación.

La coordinación puede partir, y debe promoverse, desde cualquier institución


relacionada con el proceso de cuidados. En este aspecto los profesionales de la
atención primaria pueden jugar un papel importante como promotores de una
actividad sociosanitaria coordinada. Las recomendaciones al respecto son:

 Tome la iniciativa para comunicarse y coordinarse con otros profesionales,


no permita que se pierda tiempo esperando que ellos acudan a usted.
 Informe al cuidador de los recursos existentes y de las posibilidades de
acceder a ellos.
 Establezca reuniones periódicas de coordinación con otros recursos
(servicios sociales del ayuntamiento, centros de salud, unidades de salud
mental, asociaciones familiares, entre otros) y desarrolle protocolos de
actuaciones conjuntas que permitan la distribución coordinada de
responsabilidades, siempre bajo un enfoque de convergencia de objetivos.

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 44


En los planes de intervención coordinada debe constar de forma explícita
las tareas y competencias de cada profesional.
 Valore en cada consulta con el familiar la necesidad de utilizar o no los
recursos de apoyo existentes.

4.- Apoyo Emocional a los cuidadores (I). La información como herramienta


terapéutica.

La información veraz sobre el origen de la enfermedad, los problemas que irán


apareciendo, su probable evolución y sobre la eficacia de las diferentes
intervenciones terapéuticas disponibles, permitirá a los familiares conocer a qué
se enfrentan. El conocimiento de la enfermedad por los cuidadores permite que
éstos puedan establecer acciones de adaptación para la situación, planificar el
futuro del cuidado de su ser querido y desarrollar intervenciones para el control
de los síntomas no cognitivos de la enfermedad. Esta información, trasmitida
adecuadamente, puede ejercer un efecto beneficioso de "apoyo social",
especialmente en la esfera emocional del familiar.

El grupo de consenso entiende que los aspectos básicos de la información a


ofrecer a la familia hacen referencia a lo siguientes aspectos:

- ¿ Qué es la enfermedad ?
Deberán despejarse las dudas sobre el carácter hereditario y contagioso de la
enfermedad y explicarse la evolución probable de la misma. Así mismo deberán
ser despejadas las dudas sobre posibles relaciones causales con hábitos
anteriores que puedan haber influido en el desarrollo de la enfermedad.

- ¿ Posibilidades terapéuticas ?
Deberá complementarse la información sobre las expectativas que puedan
suscitar las intervenciones terapéuticas recomendadas por los niveles sanitarios
especializados. Los mensajes de que hasta la actualidad la enfermedad no tiene
cura y de que su evolución es inexorable, habrán de ser transmitidos con
seguridad y sensibilidad, basados en información que pueda ser entendida por
los familiares. Este mensaje anterior debe complementarse con otro algo más
esperanzador relativo a la posibilidad de que pueda retardarse la evolución de la
enfermedad con determinados tratamientos, advirtiendo de que la respuesta a los
mismos no es homogénea. A este respecto es de ayuda facilitar a la familia

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 45


información escrita, que pueda ser leída, entendida y discutida detenidamente en
el seno familiar.

A su vez habrá que transmitir con confianza que las complicaciones de la


enfermedad si tienen tratamiento efectivo, y que su corrección mejora la calidad
de vida del enfermo y de los familiares.

- ¿ Complicaciones ?
Las demencias en general y la EA en particular presentan diferentes
complicaciones y síntomas que pueden dificultar la convivencia en el núcleo
familiar. La presencia de los mismos deberán detectarse precozmente; existiendo
tratamientos que pueden corregir los mismos. Debe explicarse lo que significan
los síntomas. En la tabla 1 consta los mensajes claves de la información.

5.- Apoyo Emocional a los Cuidadores (II). La relación profesional - familiar

El apoyo emocional del profesional puede llegar a ejercer un efecto


beneficioso sobre la situación de la familia y del cuidador. “ El sentirse
comprendido, respetado, y asesorado mejora la situación de autoestima y
favorece la contención de emociones negativas.” El profesional debe
sensibilizarse con la situación del cuidador y detectar de forma precoz
sentimientos de culpa, inutilidad y trastornos afectivos derivados del papel del
cuidador. Este conglomerado de eventos que recaen sobre el miembro de la
familia que asume la mayor responsabilidad del cuidado del enfermo de
demencia se conoce, en la actualidad, con el nombre del Síndrome de
Sobreesfuerzo del Cuidador.

Las recomendaciones establecidas para reducir el impacto, que en cualquier


caso se produce sobre el cuidador familiar, son:

 Aumentar la sensibilidad diagnóstica ante los problemas de ansiedad o


depresión del cuidador. No asuma una posición nihilista ante los trastornos
afectivos del familiar por entender que son lógicos en su situación e
irresolubles.
 El familiar puede padecer otras enfermedades intercurrentes que requieran
de atención y de autocuidado. Favorezca que el cuidador se cuide a si
mismo y no se abandone.
 Asesore a la familia sobre el modo de organizar adecuadamente los
cuidados al enfermo; y de la necesidad prever de periodos de descanso.

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 46


Todas las actividades realizadas con el cuidador deberían efectuarse en un
contexto de mutuo respeto y haciendo uso de una comunicación adecuada. En
este sentido es recomendable :

 Dedicar tiempo a escuchar los problemas que cuenta el familiar.


 Favorecer la expresión de emociones y sentimientos profundos.
 Explorar las expectativas respecto a la enfermedad y al tratamiento.
 Investigar los miedos y las dudas.
 Facilitar la información de forma adecuada: adaptada a los deseos del
familiar, a la capacidad de entendimiento y al momento evolutivo del
proceso.
 No crear expectativas que no puedan cumplirse.

MENSAJES CLAVES DE LA INFORMACION AL CUIDADOR

1.- Sobre el origen y diagnóstico de la enfermedad

 No se trata de una enfermedad contagiosa.

 Aunque existen casos raros de tipo hereditario, la mayoría no lo son.

 La ausencia de antecedentes familiares reduce significativamente la


posibilidad del factor hereditario.

 El código genético humano, a la luz de los conocimientos actuales, permite


establecer que hay genes relacionados con la aparición de casos
esporádicos de EA; sin embargo la transmisión genética desde los padres a
los hijos no significa que necesariamente vaya a padecerse la enfermedad.

 La presencia de un gen relacionado con la EA significa que existe una


predisposición a padecer la enfermedad; pero se desconocen cuáles son los
otros factores que determinan su aparición. En la actualidad no se dispone
de ningún procedimiento válido para predecir, ni siquiera los estudios
genéticos, si va a desarrollarse o no la enfermedad de Alzheimer.

 El examen genético es tan sólo una prueba analítica más del protocolo de
estudio del paciente con EA de la que puede prescindirse para el
diagnóstico de certeza.

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 47


 En cualquier caso la realización del examen genético requiere el
consentimiento informado del paciente o de su tutor, según la legislación
vigente en España.

 En el momento actual no se recomienda la realización de análisis genéticos


con finalidad predictiva en sujetos asintomáticos, dado su nulo valor.

 En otros tipos de demencia puede existir implicación genética sin que se


conozcan, hasta el momento, los marcadores genéticos que se
corresponden con cada uno de los tipos de demencia.

2.- Evolución de la Enfermedad

 La evolución de las demencias está en estrecha relación con su etiología.


En el caso de la EA la evolución es muy variable y heterogénea.

 Para la EA se observa que desde la aparición de los primeros síntomas


puede transcurrir un período de 1 a años de duración durante el cual el
estado funcional es aceptable. Así mismo la supervivencia media total
puede oscilar entre 10 y 20 años; dependiendo de la calidad de los cuidados
recibidos.

 En la fase inicial de la EA las complicaciones más frecuentes suelen ser la


depresión y la ansiedad. En la fase intermedia son los problemas de
adaptación al medio con inquietud psicomotora, agitación y posibles
accidentes los que marcan la situación. La fase intermedia suele ser la más
conflictiva y demendante desde el punto de vista de la asistencia.

 A pesar de que no se pueda actuar, de modo efectivo, sobre la enfermedad


de base; todas las complicaciones que surgen a lo largo del curso de la
demencia son susceptibles de recibir tratamiento que mejora la situación.

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 48


VI.- CUIDADOS PALIATIVOS EN EL TRATAMIENTO
INTEGRADO DE LAS DEMENCIAS

1.- Definición De Fase Terminal y Cuidados Paliativos

Los Cuidados Paliativos se definen como el conjunto de cuidados a ofertar a


todas aquellas personas que padecen una enfermedad en fase terminal,
entendiéndose como tal los procesos con pronóstico vital limitado y que no tienen
respuesta a tratamientos específicos con capacidad para curar, parar o retrasar
su evolución. El objetivo del cuidado en estas circunstancias es mejorar la calidad
de vida que resta a la persona y proporcionar una muerte digna mediante la
instauración de una atención continua e intensa. Esta atención incluye además el
apoyo emocional del enfermo y a sus familiares. De esta forma se intenta que las
personas puedan hacer frente a su muerte libres de sufrimiento físico y
acompañado por sus seres queridos.

 La fase terminal en la Enfermedad de Alzheimer

La demencia tipo Alzheimer es una enfermedad incurable que evoluciona a


la muerte en un periodo más o menos, entre 3 y 10 ó más años a partir de su
inicio. En la evolución de la enfermedad se produce un deterioro paulatino e
inexorable de las funciones cognitivas que terminan provocando una situación de
incapacidad total de la persona para autoasistirse y automantenerse. Es decir,
en la última fase de la enfermedad el sujeto es totalmente dependiente de los
demás para poder seguir viviendo, encontrándose postrado en la cama y con
distintos grados de desconexión del medio.

Según estas características, esta última fase de postración puede


considerarse la fase terminal de la enfermedad; independientemente del
pronóstico vital que presente la enfermedad. Esta es la fase que consideran
otros autores como la demencia severa o muy avanzada. La caracterización de
esta fase, y por tanto su diagnóstico, puede realizarse mediante distintos
instrumentos psicométricos que ponen de manifiesto la presencia de un deterioro
cognitivo muy importante con gran alteración de la capacidad del sujeto para
comunicarse con el medio. Se objetiva, además, una dependencia total para la
realización de las actividades de la vida diaria, para el control de esfínteres, para
el aseo personal, para la deambulación espontánea o soportada y para la
alimentación.

En este estadio, la evolución a la muerte es irreversible en un tiempo más


o menos largo que puede superar o no los seis meses, dependiendo de las
complicaciones que se presenten. Es una situación de debilidad biológica
extrema en la que inciden con relativa frecuencia complicaciones infecciosas o
metabólicas que no responden adecuadamente a tratamientos enérgicos de
nutrición y antibioterapia de forma que su instauración no modifica el pronóstico

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 49


final ni las expectativas de vida, pues la situación basal de la enfermedad es la
responsable del pronóstico.

Los indicadores de la fase terminal son:

1) Una función cognitiva inferior a seis en el Mini Mental test o un deterioro


cognitivo tal que imposibilite su realización.
2) Un deterioro global del automantenimiento del sujeto expresado como:
a) una puntuación superior a 13 en el Demencia Rating Scale
b) una situación equivalente al grado E del C.A.P.E.
c) una situación de dependencia para la realización de todas las
actividades básicas de la vida diaria, objetivadas por el índice de
Katz u otro instrumento equivalente
d) fase siete de la clasificación de Reisberg.

Con la evolución de la enfermedad, aparecerá la situación de los últimos


días, en los que la muerte está próxima, en tiempo inferior a una semana. Esta
situación corresponderá a la fase agónica en la que se objetiva una disminución
global de las funciones vitales.

 Los Cuidados Paliativos en las Demencias en fase terminal

El objetivo de las intervenciones sanitarias en la fase terminal de las


demencias es favorecer todas aquellas situaciones que proporcionen bienestar a
las personas enfermas, evitando aquellas que pueden provocar sufrimiento.

De forma general, puede considerarse que diversas intervenciones


sanitarias producen situaciones de malestar y sufrimiento. Entre estas
intervenciones se encuentran la disposición de sondas nasogástricas, las
venoclisis reiteradas, la restricción física de los movimientos, las curas de úlceras
sin analgesia adecuada, la ausencia del control de síntomas como las dificultades
respiratorias o el estreñimiento. Estas situaciones, no conllevan una mejora de la
situación del paciente cuando éste se encuentra en fase terminal, y si, por el
contrario, un deterioro de su bienestar.

La instauración de los cuidados paliativos como ejercicio profesional en la


fase terminal de la enfermedad no pretende "dejar de hacer" sino intentar
modificar la forma cómo acontece el proceso de morir, favoreciendo que éste se
produzca sin sufrimiento.

La aplicación de los cuidados paliativos significa aplicar un programa de


cuidados dirigido al control de todos los síntomas provocadores de malestar
como el dolor, el estreñimiento, la dificultad respiratoria, los cuidados de la boca,
de la piel y de la incontinencia urinaria. Los cuidados paliativos significan,
además, el prestar el adecuado apoyo a la familia para favorecer su adaptación a
esta etapa de la enfermedad en el ya está presente la evolución a la muerte en
un tiempo más o menos corto. Con el fallecimiento del paciente, no finaliza el
programa de cuidados, por el contrario, comienza una nueva etapa en la que se
apoya a la familia para que la elaboración del duelo sea en las mejores
condiciones.

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 50


 Consideraciones finales

El planteamiento de los cuidados paliativos somete el profesional y a la


familia a una difícil toma de decisiones pues supone cambiar la filosofía, y por
tanto, los objetivos de la atención. Es por ello que todas las decisiones deben de
ser consensuadas entre los distintos miembros del equipo de cuidados, los
profesionales sanitarios y los cuidadores, así como que todos se impliquen en la
actividades a realizar.

En múltiples ocasiones la opinión de la familia es la que termina ayudando a


decidir al profesional sobre qué aspectos pueden significar una mejora del
bienestar del paciente.

No pueden realizarse cuidados de la fase terminal de las enfermedades, al


menos en la comunidad, sin el apoyo de la familia pues éstas representan el
soporte operativo y afectivo del cuidado. Representan además, un grupo social
de personas que posteriormente tendrán que enfrentarse a la pérdida del ser
querido, y en este sentido la adecuación de la realización de los cuidados puede
favorecer una mejor evolución del duelo.

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 51


VII.- ASPECTOS ÉTICOS Y LEGALES DEL DETERIORO COGNITIVO

A) Implicaciones Del Deterioro Cognitivo Progresivo

1. El deterioro cognitivo progresivo supone una merma en las capacidades


intelectuales de los enfermos que lo padecen; produciendo repercusiones
relevantes en su vida personal, profesional, familiar, y social..

2. Este conjunto de repercusiones incorporan al debate condicionantes de


carácter ético, legales y médicos. Algunos ejemplos al respecto son las
decisiones acerca del patrimonio del enfermo, las relaciones laborales y
familiares, el acceso a prestaciones socio-sanitarias, el mantenimiento de
la continuidad de la relación médico-paciente y las decisiones acerca del
tratamiento a incorporar, entre otras.

3. El carácter progresivo del deterioro producido por la demencia implica


que, en sus primeras manifestaciones, el paciente mantiene la capacidad
de tomar ciertas decisiones autónomamente; a pesar de que en el
horizonte evolutivo se prevea un deterioro grave y no modificable.

4. En la etapa inicial de la enfermedad, y siempre que sea posible, deberá


facilitarse al paciente la toma de aquellas disposiciones para el futuro
(legales, económicas, sanitarias, etc.) que son relevantes. Mientras se
instaura el deterioro en estas primeras fases, las decisiones y
actuaciones sobre aspectos relevantes de la vida del paciente, que sean
tomadas por la familia u otros agentes adecuados, deberán producirse de
forma vicaria con respecto a la capacidad real del paciente.

B) Información

B.1. Información médica

1. La información médica sobre la enfermedad debe estar basada en el


triángulo médico-paciente-allegados. Aunque el paciente es el primer y
principal destinatario de la información sobre su propio estado de salud,
debido a las repercusiones familiares y sociales que representa este
deterioro cognitivo, la información debería ser compartida con sus
allegados desde el principio.

2. El médico no puede limitarse a dar información clínica de diagnóstico y


tratamiento, sino que debe ser responsable del cuidado global del
paciente; derivándolo, en su caso, a otros profesionales. Es muy
recomendable el trabajo en equipo multidisciplinar del médico con
trabajadores sociales, psicólogos, voluntarios, etc. Estos principios están
reflejados en la Ley General de Sanidad (Art. 10, n. 1-7, 10 y 14).

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 52


3. Por las características de la enfermedad, está especialmente indicado
que la interpretación del artículo 10,5 de la Ley General de Sanidad, en el
que se reconoce el derecho del paciente y de sus familiares o allegados,
a una información completa; y a que esta se efectúe en el sentido de la
Declaración de Oviedo. En esta Declaración se especifica que la
información que se da al paciente debe ser la adecuada. La valoración de
la información adecuada en cada caso debe ser hecha por el médico, una
vez tenidas en consideración las condiciones personales y familiares del
paciente.

4. Con respecto a los derechos de los pacientes que se contemplan en la


Ley General de Sanidad (Art. 10) tienen especial relevancia los siguientes
aspectos:

4.1.- El respeto a su personalidad y dignidad exige un tipo de medidas


especiales que favorezcan una adecuada flexibilidad en las medidas
de acompañamiento al enfermo, por ejemplo:

 Permitir a los pacientes estar acompañados en todo momento por


el familiar que le cuida, incluyendo el momento de la realización
de pruebas y exploraciones complementarias
 Tener un trato especial en la atención, especialmente en el medio
extra-hospitalario, con especial énfasis en las citas para las
consultas médicas y los tiempos de espera.

4.2.- Todo paciente, y especialmente su cuidador, debe ser informado


sobre los servicios sanitarios a los que puede acceder, y debe
facilitarse su acceso en condiciones especiales.

4.3.- Este apartado es especialmente relevante para los enfermos con


demencia y sus familiares, ya que necesitan una mayor cantidad de
información, más diversificada, continuada y adecuada a cada fase del
proceso. En este campo hay aspectos especialmente relevantes, que
se tocarán más adelante, y que se refieren a la información sobre los
aspectos genéticos de la enfermedad, la comprensión de la
enfermedad y de las alternativas del tratamiento.

4.4.- Para la realización de cualquier intervención que requiera el


consentimiento explícito del paciente, en casos de conflicto entre la
voluntad del paciente y la de los familiares, se debe estar a la voluntad
del paciente; salvo que este se encuentre legalmente incapacitado, o el
médico entienda que no se encuentra en condiciones de expresar su
voluntad, en cuyo caso consultará con la familia.

4.5.- En procesos tan largos y complejos como los que corresponden a


los enfermos con demencias, es especialmente relevante la
identificación personalizada de un interlocutor principal con el equipo
asistencial. Es esencial que se establezcan unos cauces adecuados de
comunicación entre la Atención Primaria y la Especializada. Siempre
que sea posible, la atención a estos pacientes debería hacerse en el

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 53


marco de un equipo multidisciplinar que englobe a médicos,
enfermeros, psicólogos, asistentes sociales, etc.

4.6.- Cada vez que sea necesario la expedición de un certificado,


especialmente para la tramitación de un expediente de discapacidad,
el médico debe hacerlo con prontitud. En estos certificados deben
quedar claros además de las características clínicas del momento, las
implicaciones previsibles de su proceso, las consecuencias globales de
su estado de salud y los niveles de dependencia de su cuidador.

4.7.- Frente al problema general de las demencias es especialmente


relevante la participación de los familiares y las organizaciones que los
representan en la planificación de los servicios asistenciales. A este
respecto se deberá potenciar el asociacionismo y el voluntariado.

B.2. Informaciones específicas (procedan o no del médico)

B.2.1. Estudios Genéticos

Hasta que no se defina científicamente con mayor claridad, el papel clínico


y preventivo de las pruebas genéticas para las demencias, y de forma especial
en la EA, estas no deberán generalizarse. Su uso debe considerarse de apoyo al
diagnóstico diferencial de aquellos casos que por su complejidad clínica lo
requieran. En el ámbito de la investigación, la realización de estudios genéticos
estará sometida a las directrices ético-legales existentes al respecto. Las razones
más importantes que sustentan esta recomendación son la falta de evidencia de
relación causa-efecto (presencia de marcador genético y desarrollo de la EA), y la
ausencia de medidas preventivas y terapéuticas. Adicionalmente, estas pruebas
provocan una ansiedad muy grande en la familia sin un claro efecto
beneficioso(nivel de evidencia A).

Sin embargo deberá potenciarse la investigación en este campo,


fomentando especialmente la donación de cerebros en las unidades
especializadas, e informando sobre sus resultados siempre que se pida
explícitamente por los familiares.

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 54


B.2.2. Anticipación de Condiciones Vitales y Tomas de Decisiones

Debido a que la enfermedad tiene una progresión irregular y con un patrón


temporal poco previsible, es especialmente importante garantizar la información
adecuada y precoz al paciente sobre la situación clínica y su pronóstico. Esto es
especialmente importante para que el paciente pueda anticipar las decisiones,
para las que aún estuviera capacitado, relativas a sus relaciones personales y
familiares; como por ejemplo:

 Herencias y legados,
 Previsión de tutor o tutores (debido al largo proceso de la enfermedad
suele ser conveniente nombrar más de un tutor, sobre todo si el primero
es mayor, para cubrir el supuesto de la muerte del tutor antes de la
muerte del paciente).
 Situación conyugal
 Disposición patrimonial
 Decisiones médicas sobre actitudes y manejo diagnóstico-terapéutico,
donaciones de órganos, etc..(testamento vital).

El médico debe dirigir al paciente que desea tomar este tipo de decisiones a
otros niveles asistenciales de carácter socio-sanitario en dónde pueda recibir
asesoramiento específico (trabajador social, asociaciones de enfermos, etc.). Es
muy recomendable que se cree un grupo multidisciplinario que desarrolle unas
guías de actuación concreta en estos casos.

C. Repercusiones Legales de la enfermedad

El paciente y sus familiares pueden exigir y hacer valer los derechos,


referidos con anterioridad, del art. 10 de la Ley General de Sanidad. La
desatención en el ámbito sanitario de esos derechos puede ser objeto de
reclamación, pudiendo dar lugar a la correspondiente infracción. Sin perjuicio de
la responsabilidad civil, penal o de otro tipo que pudiera concurrir (art. 32,1 de la
Ley General de Sanidad). En la misma Ley se especifican los deberes de los
enfermos y sus familiares con respecto al Sistema Sanitario.

El médico puede considerar que un paciente se encuentra ante limitaciones


de su actividad que este no reconoce. En estos casos debe explicar
detenidamente al tutor de los riesgos que estas actividades suponen; por ejemplo
la conducción de vehículos, uso de electrodomésticos que implican peligro (gas,
electricidad), actividades profesionales (utilización de máquinas, etc.). Si el
paciente y los cuidadores no reconocen estos peligros, y especialmente si
suponen un riesgo para la salud pública, debe ponerlo en conocimiento de las
autoridades sanitarias, para que estas tomen las medidas oportunas.

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 55


D.- Investigación y Ensayos Clínicos

Continúa existiendo necesidad de dar respuestas al gran numero de


interrogantes que persisten en torno a las demencias. Por ello la investigación
sobre demencias y enfermedad de Alzheimer debe potenciarse. Para facilitar esta
actividad es necesario promover y conseguir el apoyo de las familias; siempre
tras una adecuada información de los estudios a realizar.

Los ensayos clínicos sólo pueden hacerse de acuerdo con el Real Decreto
561/93 de 16 de Abril, por el que se establecen los requisitos para la realización
de ensayos clínicos con medicamentos, y tras la evaluación por los Comités
Eticos de Investigación Clínica acreditados. En estos casos, los Comités han
evaluado la pertinencia, el diseño del estudio, la información que se aporta a la
familia y la confidencialidad de los datos, el beneficio que puedan aportar, y otros
aspectos pertinentes. Siempre que el paciente se encuentre legalmente
incapacitado, será el tutor el que otorgue el consentimiento informado, y sólo tras
la comunicación al Ministerio Fiscal.

Se debe fomentar tanto la investigación biomédica como la epidemiológica,


los ensayos clínicos con nuevos agentes terapéuticos, la socio-económica y la
investigación de tipo cualitativo (antropológica y sociológica) sobre las
demencias, para profundizar en las actitudes, percepciones y conocimientos de
las familias, los profesionales y la sociedad y sobre los aspectos de la calidad de
la atención.

E.- Prestaciones Sociales Pertinentes a los Enfermos y Cuidadores

Información pertinente.

Los pacientes y sus familiares deben recibir información completa sobre las
prestaciones sociales disponibles. En todo caso, deberían facilitarse las ayudas
domiciliarias, el acceso a centros de apoyo (centros especializados, centros de
día, de hospitalización corta, hospitalización en unidades de cuidados paliativos,
etc.), y la colaboración con organizaciones no gubernamentales, especialmente
en relación con asesoría jurídica y apoyo psicológico y personal.

Ayudas sociales.

La carga que supone un enfermo para la familia requiere de prestaciones


sociales y económicas específicas. Cuando un familiar debe abandonar su
trabajo habitual para cuidar al enfermo, se deben arbitrar medidas que permitan
cubrir las cuotas de la Seguridad Social, y otros beneficios sociales del cuidador
durante ese período. Si el cuidador no necesita abandonar el trabajo se debe, en
cualquier caso, facilitar la concesión de permisos o disminución de la jornada
laboral en función de las necesidades de los pacientes. Estos costos no deben
recaer directa y completamente sobre la familia o el cuidador, sino que deben
tener también el respaldo de las instituciones del estado (Seguridad Social).
Además es necesario que las ayudas o dispositivos técnicos que puedan facilitar

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 56


la labor de apoyo a la familia sean fácilmente accesibles: grúas, colchones
antiescaras, camas articuladas, etc.

Enfermos solos

En el caso de aquellos pacientes que no disponen del apoyo de algún


cuidador que se haga cargo de la atención al enfermo, es especialmente urgente
que el médico y el trabajador social arbitren medidas que permitan garantizar la
atención adaptada al nivel de necesidades de cada caso. Para ello deberán
dirigirse a las autoridades judiciales para que se nombre un tutor y se ingrese en
un establecimiento adecuado. No es aceptable éticamente que estos enfermos se
encuentren solos en condiciones que suponen un riesgo muy grave para el
enfermo, y, a veces, para la sociedad.

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 57


ANEXOS AL DOCUMENTO

ANEXO I

Muy utilizado por su sencillez es el SPMSQ de Pfeiffer, junto a la orientación


sobre la memoria aporta datos sobre la orientación y otras áreas cognitivas:

1. ¿Qué día es yo?


2. ¿Qué día de la semana es hoy?
3. ¿Cómo se llama este lugar o edificio?
4. ¿Cuál es su número de teléfono?
5. ¿Cuál es su dirección?
6. ¿Cuantos años tiene?
7. ¿En qué fecha nació usted? Día Mes Año
8. ¿Cómo se llama el rey que tenemos actualmente?
9. ¿Quién gobernaba España antes que el actual rey?
10. ¿Cómo se llama/llamaba su madre?
11. ¿Si a 20 le quitamos 3 quedan..., y si le quitamos 3 ...?

>4 se sospecha deterioro

El miniexamen cognitivo de Lobo es universalmente aceptado para valorar


el deterioro intelectual del anciano.

Orientación Puntos

Dígame el día, fecha, mes, estación, año. 5


Dígame el hospital (o el lugar), planta, ciudad, provincia, nación. 5

Fijación:

Decir al paciente que vamos a explorar su memoria.

Repita estas 3 palabras: peseta-caballo-manzana (repetirlas hasta 3


que las aprenda con un límite de 6 veces)

Concentración y cálculo:

Si tiene 30 ptas. y me va dando de 3 en 3 ¿cuantas van 5


quedando? 30 (5 restas y 1 punto por cada respuesta correcta)
Repita estos números 5-9-2 (repetir hasta que los aprenda y 3
anotar número de intentos). Ahora repetir hacia atrás

Memoria de evocación:

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 58


¿Recuerda las 3 palabras que le he dicho antes? 3

Lenguaje y construcción:

Mostrar un bolígrafo, ¿qué es esto?, repetir con un reloj 2


Repita esta frase: “En un trigal había 5 perros” 1
Una manzana y una pera son frutas ¿verdad?:
¿qué son un perro y un gato?
¿qué son el rojo y el verde? 2
Coja este papel con la mano derecha, dóblelo y póngalo encima
de la mesa (1 puntos por cada acción correcta) 3
Lea esto y haga lo que le dice la nota: (cierre los ojos) 1
Escriba una frase: debe ser escrita espontáneamente, contener un
sujeto y predicado y tener sentido. No es preciso una gramática
correcta. 1

Copie este dibujo:

deben estar representados los 10 ángulos y los 2 pentágonos


deber hacer intersección. 1

35

Puntuación máxima 35
Puntuación < 24 deterioro

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 59


ANEXO II

GLOBAL DETERIORATION SEALE (GDS). REISBERG, 1982

ESTADIO FASE CARACTERÍSTICAS CLINICAS


CLÍNICA

1) Ausencia de déficit normal no hay deterioro cognoscitivo sujeto ni objetivo


cognoscitivo

2) Déficit cognoscitivo AMAE quejas de pérdida de memoria fundamentalmente en ubicación


muy leve de objetos, nombres familiares, citas... No se objeta el déficit en
la entrevista clínica ni en su medio sociolaboral

3) Déficit cognoscitivo confusional manifestación temprana en más de un área


leve precoz  desorientación espacial
 evidencia de bajo rendimiento laboral
 dificultad para recordar nombres, evidentemente para los
familiares
 olvida la ubicación de objetos de valor
 el déficit de concentración es evidente para el clínico
 ansiedad leve o moderada
 se inicia la negación como mecanismo de defensa
4) Déficit cognoscitivo demencia déficits manifiestos:
moderado leve  olvido de hechos cotidianos o recientes
 puede presentar déficit en la memoria de su historia
personal
 dificultad de concentración evidente en operaciones de
resta
 incapacidad para planificar viajes, vida sociolaboral o
realizar tareas complejas
 embotamiento o labialidad afectivas
 mecanismo de negación domina el cuadro
 conserva la orientación en tiempo y persona, el
reconocimiento de rostros y personas familiares y la
capacidad de viajar a lugares conocidos

5) Déficit cognoscitivo demencia  necesita asistencia en determinadas tareas (no necesita


moderadamente grave moderada ayuda para el aseo y comida pero sí para seleccionar sus
ropas)
 es incapaz de recordar aspectos importantes de su vida
cotidiana
 con frecuencia está desorientado temporoespacialmente
 presenta dificultad para contar en orden inverso desde 40,
de 4 en 4, o desde 20 de 2 en 2
 es capaz de retener su nombre y los de su esposa e hijos

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 60


GLOBAL DETERIORATION SEALE (GDS). REISBERG, 1982

ESTADIO FASE CARACTERÍSTICAS CLINICAS


CLÍNICA

6) Déficit cognoscitivo demencia  olvida el nombre de la esposa y los sucesos recientes


grave moderada-
mente grave
 retiene algunos datos del pasado
 hay desorientación temporoespacial
 tiene dificultad para contar de 10 en 10 en orden directo o
inverso
 puede necesitar asistencia en actividades de la vida diaria y
presentar incontinencia
 recuerda su nombre y distingue a los familiares de los
desconocidos
 hay trastornos del ritmo diurno
 presenta cambio en la personalidad y la afectividad (delirio,
síntomas obsesivos, ansiedad, agitación o agresividad y
abulia cognoscitiva)

6 a.- Requiere asistencia para vestirse


6 b.- Requiere asistencia para bañarse adecuadamente
6 c.- Requiere asistencia para las acciones mecánicas del aseo personal
6 d.- Incontinencia urinaria
6 e.- Incontinencia fecal

7) Déficit cognoscitivo demencia  pérdida total de las capacidades verbales (el lenguaje
muy grave grave puede quedar reducido a gritos, gruñidos...)
 incontinencia urinaria
 necesidad de asistencia en el aseo personal
 pérdida de las funciones psicomotoras
 con frecuencia se observan signos neurológicos

Fundación ACE Marqués de Sentmenat 35-37, Tel. (93) 430 47 20. Fax (93) 49 35 42 - 08014 BCN

7 a.- Capaces de decir sólo media docena de palabras inteligibles


7 b.- Vocabulario inteligible limitado a una sola palabra
7 c.- Pérdida de la habilidad ambulatoria
7 d.- Pérdida de la habilidad para levantarse del asiento
7 e.- Pérdida de la habilidad para sonreír
7 f.- Pérdida de la habilidad de mantener la cabeza erguida

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 61


ANEXO III

6.1 Criterios diagnósticos del DSM-IV para la demencia tipo Alzheimer

A) El desarrollo de múltiples déficit cognitivos manifestados a la vez por:

1. Alteración de la memoria (capacidad alterada en aprender nueva


información o recordar información previamente aprendida)
2. Una (o más) de las siguientes alteraciones cognitivas:
a) afasia (alteración del lenguaje)
b) apraxia (alteración de la capacidad de realizar actividades
motoras a pesar de una función motora intacta)
c) agnosia (fallo en el reconocimiento o identificar objetos a pesar de
una función sensorial intacta)
d) alteración en la función ejecutiva (por ejemplo, planificar,
organizar, secuencias, abstraer)

B) Los defectos cognitivos de los criterios A1 y A2 causan una alteración


significativa en el funcionamiento social o laboral, y representan una
disminución significativa respecto al nivel previo de funcionamiento

C) El curso se caracteriza por un inicio gradual y una disminución cognitiva


continuada

D) Los defectos cognitivos de los criterios A1 y A2 no se deben a ninguno de los


siguientes:

1) otras condiciones del sistema nervioso central que causan déficit


progresivos en la memoria y la cognición (por ejemplo, enfermedad
cerebrovascular, enfermedad de Parkinson, enfermedad de Huntington,
hematoma subdural, hidrocefalia a presión normal, tumor cerebral)
2) condiciones sistemáticas se conocen como causa de demencia (por
ejemplo, hipotiroidismo, deficiencia de vitamina B 12 o ácido fólico,
deficiencia de niacina, hipercalcemia, neurosífilis, infección por HIV)
3) condiciones inducidas por substancias

E) Los déficit no acontecen exclusivamente durante el curso de un delirium

F) La alteración no es mejor explicada por otra alteración incluida en el Eje I (por


ejemplo, alteración depresiva mayor, esquizofrenia).

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 62


6.2 Criterios diagnósticos NINCDS/ADRDA de enfermedad de Alzheimer

ENFERMEDAD DE ALZHEIMER PROBABLE

I. Los criterios para el diagnóstico clínico de “enfermedad de Alzheimer probable”


incluyen:

 Demencia establecida por exámen clínico y documentada por el


minimental test, la escala de demencia de Blessed (exactamente, el test
de Demencia), u otra exploración similar, y confirmada por tests
neuropsicológicos
 Defectos en dos o más áreas de la cognición
 Empeoramiento progresivo de la memoria y otras funciones cognitivas
 Ausencia de alteraciones de la consciencia
 Inicio entre los 40 y los 90 años de edad, más frecuentemente después
de los 65.

II. El diagnóstico de “enfermedad de Alzheimer probable” está apoyado por:

 Deterioro progresivo de funciones cognitivas específicas tales como el


lenguaje (afasia), habilidades motoras (apraxia) y percepción (agnosia)
 Alteraciones en las actividades de la vida diaria y patrones alterados de
comportamiento
 Historia familiar de trastornos similares, particularmente si están
confirmados neuropatológicamente
 Resultados de laboratorio:
 Punción lumbar normal mediante técnicas estándar
 Patrón normal o cambios no específicos en el EEG, tales como un
incremento de la actividad de ondas lentas
 Evidencia de atrofia cerebral en la TAC, con progresión documentada en
observaciones seriadas

III. Otros rasgos clínicos consistentes con el diagnóstico de enfermedad de


Alzheimer probable, tras la exclusión de causas de demencia diferentes de la
enfermedad de Alzheimer, incluyen:

 Mesetas en el curso de la evolución de la enfermedad


 Síntomas asociados de depresión, insomnio, incontinencia, ideas
delirantes, alucinaciones, accesos verbales catastróficos, emocionales o
físicos, alteraciones sexuales y pérdida de peso
 Otras alteraciones neurológicas “enfermedad de Alzheimer probable”

ENFERMEDAD DE ALZHEIMER POSIBLE

1) Síndrome de demencia en ausencia de otras enfermedad neurológicas,


psiquiátricas o sistemáticas que puedan causar una demencia, con
variaciones en el inicio, la presentación o el curso

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 63


2) En presencia de otra enfermedad sistemática o neurológica
potencialmente causante de demencia, la cual no sea considerada como
la causa de la misma.

ENFERMEDAD DE ALZHEIMER DEFINITIVA

1. Cumplir los criterios de enfermedad probable


2. Evidencias histopatológicas obtenidas por biopsia o necropsia

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 64


BIBLIOGRAFÍA

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5. The efficacy of lecithin in the treatment of dementia and cognitive impairment. Higgins JPT,
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6. Nimodipine in the treatment of primary degenerative, mixed and vascular dementia. Qizilbash
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7. The efficacy of piracetam in patients with dementia or cognitive impairment. Flicker L, Grimley
Evans J. Date of most recent substantive amendment : 25 February 1998

8. Reality Orientation for dementia: a review of the evidence of effectiveness Spector A, Orrell M
Date of most recent substantive amendment : 23 April 1998

9. Reminiscence Therapy for dementia: a review of the evidence of effectiveness. Spector A,


Orrell M. Date of most recent substantive amendment : 23 April 1998

10.The efficacy and safety of selegiline for the symptomatic treatment of Alzheimer's disease: a
systematic review of the evidence. Birks J, Flicker L. Date of most recent substantive
amendment : 25 February 1998

11.Support for carers of people with Alzheimer's type dementia. Thompson C, Thompson G. Date
of most recent substantive amendment : 26 May 1998

12.The efficacy of tacrine in Alzheimer's disease. Qizilbash N, Birks J, Lopez Arrieta J, Lewington
S, Szeto S. Date of most recent substantive amendment : 01 March 1997

13.Life skills programmes for chronic mental illnesses. Nicol MM, Robertson L, Connaughton JA
Date of most recent substantive amendment : 27 May 1998

14.Multidisciplinary team interventions in the management of delirium in patients with chronic


cognitive impairment - a review of the evidence of effectiveness. Britton A, Russell R. Date of
most recent substantive amendment : 19 February 1998

15.Pentoxifylline, propentofylline and pentifylline in acute ischaemic stroke. Bath PMW, Bath FJ,
Asplund K. Date of most recent substantive amendment : 11 June 1996

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 80


16.Reality Orientation for dementia: a review of the evidence of effectiveness. Spector A, Orrell M.
Date of most recent substantive amendment : 23 April 1998

17.Cholinergic medication for neuroleptic-induced tardive dyskinesia. McGrath JJ, Soares KVS
Date of most recent substantive amendment : 18 February 1997

18.Vinpocetine in acute ischaemic stroke. Bereczki D, Fekete I. Date of most recent substantive
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IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 81


PARTICIPANTES EN LOS GRUPOS DE DISCUSIÓN

DIAGNÓSTICO DE LAS DEMENCIAS


D. Fernando Montón Dpto. de Neurología - Complejo
Hospitalario Ntra. de La Candelaria (Tenerife)
D. Rafael Amador Trujillo
Servicio de Neurología del Hospital Insular
Dª. Carmen Muñoz Servicio de Neurología del
(Gran Canaria)
Hospital Ntra. Sra. del Pino (Gran Canaria)
D. José Barroso Ribal
D. José Pavía Molina Dpto. de Farmacología-
Facultad de Psicología - Universidad de La Laguna
Facultad de Medicina (Málaga)
(Tenerife)
D. José Regidor García Dpto. Morfología- Facultad
D. Francisco Coria
de Ciencias Médicas Universidad de Las Palmas
Servicio de Neurología - Hospital Pío del Río Hortega
(Gran Canaria)
(Valladolid)

D. Alberto Cubero González TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO DE LOS


Dpto. de Neurología - Hospital Ntra. Sra. del Pino TRASTORNOS CONDUCTUALES
(Gran Canaria)
D. Carlos Baez Martín Enfermero del Centro de
D. Carlos de las Cuevas Castresana Salud San José (Gran Canaria)
Servicio de Salud Mental del Servicio Canario de
Salud D. Casimiro Cabrera Abreu Departamento de
(Tenerife) Psiquiatría del C.H. Ntra. del Pino

D. Pedro Gil Gregorio Dª. Isabel Erdozain Ruiz Medicina Interna - Hospital
Servicio de Geriatría del Hospital Clínico de San Ntra. Sra. de la Candelaria (Tenerife)
Carlos
(Madrid) D. José Angel Fernández Hernández Médico de
Familia del Centro de Familia. (Tenerife)
D. José Miguel Juan-Togores Veguero
Servicio de Neurología - Complejo Hospitalario Ntra. D. Eugenio Gómez Ontañón Hospital General de
de La Candelaria Asturias Servicio de Neurología II (Santander)
(Tenerife)
D. Pedro Hernández Estévez Centro de Salud
D. José Luis Rodríguez Cubas Laguna - Geneto (Tenerife)
Centro de Especialidades Médicas
(Fuerteventura) D. Jesús Hernández Gallego Serv. Neurología del
Hospital Ntra. Sra. del Pino (Gran Canaria)
D. Angel Julio Santana Santana
Centro de Salud Sta. Mª de Guía D. Domingo de Guzmán Pérez-Hernández Unidad
(Gran Canaria) de Geriatría del Hospital Insular de Lanzarote
(Lanzarote)
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO DE LOS
TRASTORNOS COGNITIVOS D. Sinforiano Rodríguez Moreno Director del
Hospital de San Martín (Gran Canaria)
Dª. Carmen Dolores Acosta Residencia Médica
Dª. Elsa Segura Hernández Médico de Familia del
Asistida - La Garita - Telde (Gran Canaria)
Centro de Salud Escaleritas (Gran Canaria)
D. Román Alberca Serrano Servicio de Neurología -
Hospital Virgen del Rocío (Sevilla) TRATAMIENTO SITOMÁTICO NO FARMACOLÓGICOS

D. Félix Bermejo Pareja Servicio de Neurología del Dª. Carmen Alastuey Jiménez Unidad de Geriatría
Hospital XII de Octubre (Madrid) del Hospital Insular de Lanzarote (Lanzarote)

Dª. Mercé Boada Rovira Servicio de Neurología del D. José Alemán Gómez Hospital de San Martín
Hospital del Valle Hebrón - Fundación ACE (Gran Canaria)
(Barcelona)

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 82


Dª. Silvia Camino Ramos Unidad de Geriatría del D. Juan José Pérez Valencia Sociedad Canaria de
Hospital Insular de Lanzarote (Lanzarote) Medicina Familiar y Comunitaria (Tenerife)

D. José Luis Cano Muñoz Hospital Psiquiatrico de Dª. Cristina Rodríguez Reyes Unidad de Medicina
Tenerife (Tenerife) Paliativa del Hospital del Sabinal (Gran Canaria)

D. Lluís Tárraga Mestre Fundación ACE (Barcelona) Dª. Amelia Ruiz Figueroa Presidenta de la
Asociación de Enfermos de Alzheimer (Gran Canaria)
D. Luis Javier Torrecillas Ruiz Enfermero de la
Residencia Mixta de Pensionistas de Taliarte (Gran Dª. Lucía Sánchez Moro Trabajadora Social del
Canaria) Excmo. Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife
Área de Asuntos Sociales, Unidad de Tercera Edad
Dª. Marta Sánchez Fernández Centro de Atención (Tenerife)
de Minusválidos Psíquicos - La Cuesta (Tenerife)
ASPECTOS ÉTICOS Y LEGALES DE LAS DEMENCIAS

CUIDADOS AL CUIDADOR D. Antonio Alayón Fumero Servicio de Neurología -


Complejo Hospitalario Ntra. Sra. de La Candelaria
(Tenerife)
Dª. Lourdes Bermejo GarcíaCentro de Atención de
Minusválidos de La Cuesta (Tenerife) Dª. Mª José Amérigo García Complejo Hospitalario
Ntra. de La Candelaria - Unidad de Investigación
Dª. Eva Betancor Vega Asociación de Familiares de (Tenerife)
Enfermos de Alzheimer (Gran Canaria)
Dª. Fátima Cabrera Díaz Asociación de Familiares
Dª. Lourdes Brito González Servicio de Atención de Alzheimer (Fuerteventura)
Primaria, Planificación y Evaluación del Servicio
Canario de Salud (Gran Canaria) D. José Castillejo Jimenez Vicepresidente de la
Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer
D. Jesús Cerdeña Marrero Centro de Salud de La (Madrid)
Matanza (Consultorio Local Chamiana) (Tenerife)
D. Carlos López de Lamela Instituto Anatómico
Dª. Guadalupe Concepción García Asociación de Forense de Gran Canaria (Gran Canaria)
Familiares de Azlheimer (Lanzarote)
D. Manuel Ojeda Martín Unidad de Medicina
Dª. Consuelo Díaz Saavedra Trabajadora Social del Paliativa del Hospital del Sabinal (Gran Canaria)
Distrito VI del Ayuntamiento de Las Palmas (Gran
Canaria) D. Isidro Rodríguez Castro Presidente de la
Asociación de Familiares de Enfermedad de
D. Antonio Domínguez Martínez Presidente Alzheimer (AFA) (Tenerife)
Federación Española de Asociaciones de Familiares
de Enfermos de Alzheimer (Pamplona) D. Antonio Salinas Hospital del Torax (Tenerife)
D. Gonzalo Duarte Climents Centro de Salud de D. Emilio Sanz Alvarez Departamento de
Santa Úrsula (Tenerife) Farmacología - Facultad de Medicina-Universidad de
La Laguna (Tenerife)
D. Toribio González Guillermo Consultorio Local
El Escobonal (Tenerife) D. Esteban Sola Reche Profesor Titular de Derecho
Penal de la Facultad de Derecho de la Universidad de
D. Miguel Angel Martínez Psiquiatra del Centro de La Laguna (Tenerife)
Salud de Los Cristianos (Tenerife)
AGRADECIMIENTOS
D. Tiburcio Melián Rosario Vicepresidente de la
Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer
de Tenerife (AFATE) D. José Manulel Martínez Lage
Clínica Universitaria de la Universidad de Navarra
Dª. Elisa Pérez-Chao Suárez Educadora del Excmo. Unidad de Alzheimer
Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife - Área de
Asuntos Sociales, Unidad de Tercera Edad (Tenerife)

IV Borrador - Conferencia de Consenso sobre Demencias y Alzheimer 83

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