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SALA PENAL PERMANENTE

R. N. Nº 79-2008-LORETO

Lima, diecisiete de junio de dos mil ocho

VISTOS; interviniendo como ponente el señor Vocal Supremo Sivina


Hurtado; el recurso de nulidad interpuesto por el encausado Sandro
García Amasifuen contra la sentencia condenatoria de fojas doscientos
sesenta y uno, del diecinueve de noviembre de dos mil siete; de
conformidad en parte con el dictamen del señor Fiscal Supremo en lo
Penal; y CONSIDERANDO: Primero: Que el citado encausado en su
recurso formalizado de fojas doscientos setenta y cinco alega que debió
imponérsele una pena mínima por haber aceptado los cargos, además
de su inmadurez emocional indicada en el examen psicológico y porque
actuó bajo un supuesto de error porque desconocía que la menor
agraviada tenía menos de catorce años de edad; agrega que se ha
debido tener en cuenta las circunstancias sociales de la zona, en la cual
las mujeres se inician sexualmente a muy temprana edad, así como
también el grado cultural del procesado, quien por ser nativo de la zona
no podía evaluar su conducta de acuerdo al contenido de la norma
penal. Segundo: Que la imputación contra el encausado estriba en
haber mantenido relaciones sexuales con la menor agraviada, en
diversas oportunidades, entre los meses de junio y octubre de dos mil seis,
actos que se desarrollaban tanto en la casa de la madre del encausado
como en la vivienda de la agraviada, ubicadas en el Caserío de
Contamana, habiendo mediado una relación sentimental entre
ambos. Tercero: Que la materialidad del delito se encuentra
debidamente acreditada con el certificado médico-legal de fojas
diecisiete que concluye que la menor agraviada presenta “desfloración
vaginal antigua”; asimismo, con el acta de nacimiento de fojas
diecinueve que acredita que cuando ocurrieron los hechos contaba con
trece años de edad. Cuarto: Que en cuanto a la responsabilidad penal
del encausado Sandro García Amasifuen, se advierte que al prestar su
manifestación policial de fojas doce, con asistencia del representante del
Ministerio Público y en el juicio –sesión audiencia de fecha veintiuno de
agosto de dos mil siete, fojas ciento cuarenta y tres–, admitió que
mantuvo relaciones sexuales con la menor agraviada, aduciendo que
fue con su consentimiento porque eran enamorados. Quinto: Que, de
otro lado, si bien refiere que actuó bajo un supuesto error respecto a la
edad de la menor, es de indicar que la agraviada estudiaba en el Centro
Educativo donde el encausado se desempeñaba como docente, incluso
fue su alumna, por lo que se encontraba en condiciones de percatarse
sobre su edad; asimismo, en la pericia psicológica que se le practicó,
obrante a fojas ciento noventa y uno, se establece que cuenta con un
nivel intelectual promedio, razón por la cual no resultan atendibles las
alegaciones que invoca en su medio de impugnación. Por estos
fundamentos: declararon NO HABER NULIDAD en la sentencia recurrida
de fojas doscientos sesenta y uno, del diecinueve de noviembre de dos
mil siete, que condena a Sandro García Amasifuen como autor del delito
contra la libertad, en la modalidad de violación sexual de menor de
edad, en agravio de la menor de iniciales E.L.D.A.R. –y no S.L.G.A. como
erróneamente se señala–, a veinte años de pena privativa de libertad,
fija en ochocientos nuevos soles el monto que por concepto de
reparación civil deberá abonar el sentenciado a favor de la agraviada,
y dispone que sea sometido a un tratamiento terapéutico, previo examen
médico o psicológico, a fin de facilitar su readaptación social; con lo
demás que contiene; y los devolvieron.

S.S.

SIVINA HURTADO;

PONCE DE MIER;

URBINA GANVINI;

VINATEA MEDINA;

ZECENARRO MATEUS

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