Inicialmente en el diplomado de “Psicología Criminal” y en el transcurso de este
como estudiantes, hemos apreciado la evolución de la psicología y como se ha convertido en una disciplina de la cual se apoya la justicia directa o indirectamente en procesos penales; así como comprender como esta disciplina se orienta a estudiar, entender y explicar cuál es el origen del delito, cuales sus motivaciones y la personalidad del delincuente con el objetivo de prevención y control de la delincuencia, enfocado en el comportamiento y los procesos mentales del individuo que ha cometido un delincuente. por tanto, se encarga de estudiar los desarrollos y procesos de índole psicológica que intervienen en la ideación y consumación de actos criminales. Estudia los porqués y el modo en que se manifiesta la conducta criminal distintivamente de otras conductas, abordando la observación científica de los tipos conductuales delictivos, los tipos de delincuentes y la delincuencia como fenómeno psicosocial. Por esta razón al ser la psicología criminal una disciplina que trata de averiguar que es lo que impulsa a una persona a cometer un delito considero importante analizar el camino que toma el delincuente lo que nos lleva a opinar sobre las lecturas que se nos presenta con el tema de “Iter criminis”. Para llegar a la consumación del delito, es necesario realizar todo un proceso o camino (Iter criminis) que se inicia con la idea o propósito de cometerlo dentro de la mente del autor y que termina con la consumación del delito, consiguiendo las metas últimas perseguidas con su comisión. Entendemos este término desde las lecturas como el hecho punible que tiene un proceso o desarrollo, el cual se divide en fase interna y fase externa o la ideación del delito por parte del sujeto gente y finalizando con la consunción de la conducta que produce un resultado jurídico material o exclusivamente jurídico. Por tanto, el concepto de Iter criminis alude a las diversas fases de la realización del delito, siempre bajo la visión del Derecho Penal. En estas dos lecturas podemos observar dos explicaciones diferentes en una podemos observar algo más puntual y en otra podemos observar una explicación más continua y conectora. Como ya hemos planteado, la fase interna del Iter criminis, se considera irrelevante para la ley penal o el bien jurídico en efectos de conducta punible ya que el pensamiento es algo que no delinque. Comprenden la deliberación interna acerca de la idea de cometer el delito, la decisión al efecto, así como la elección de la forma de llevarse a cabo, son los actos que están destinados a prepararlo, es la primera exteriorización de la acción; y los actos de ejecución, son aquellos por los cuales el autor da comienzo a la ejecución del delito que se ha propuesto consumar. Se trata de actos por los cuales el sujeto inicia la acción principal en que el delito consiste. Por lo tanto, con solo el comienzo de la realización externa del comportamiento pondrá de manifiesto una suficiente voluntad de acción criminal. En los delitos de resultado la consumación se produce, con carácter general, en el momento en que tiene lugar el resultado criminal. En este sentido, los delitos se castigan cuando han sido consumados y cuando han sido intentados o con tentativa.