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Comentario de las 9 reglas de la hermenéutica general

Regla #1: El espíritu correcto


Todo interprete de la Biblia debe adentrarse en ella de manera reverente, humilde, con
simpatía, con una mente apta para aprender, con obediencia, con oración y fe. Cuando el intérprete
asume cada una de estas actitudes, entonces le es posible comprender más fácilmente el mensaje
de las Escrituras y entrar en sintonía con el propósito de Dios presente en su palabra.

Regla #2: El método correcto


El método correcto para la interpretación bíblica en conocido como Método Gramático-
Histórico, consiste en interpretar las Escrituras de acuerdo a las características del idioma original
en que fue escrita (hebreo, griego o arameo) de manera fidedigna, así como aquel al que fue
traducida (español, inglés, etc.). Otros métodos antiguos de interpretación como el racionalista, el
alegórico y el dogmático son considerados incorrectos para el estudio bíblico dado que se basan en
principios que son contrarios a las Escrituras (pensamiento humano, misticismo, un propio credo,
etc.).

Regla #3: Leer siempre con cuidado


Es necesario leer con cuidado todo pasaje de las Escrituras, por más que consideremos que
ya lo conocemos o que conocemos su contexto, muchas veces se pasan de manera desapercibida
elementos relevantes que pueden inducir al interprete al error, generalmente por el simple hecho
de leer de manera incorrecta una palabra parecida a otra o intercambiar palabras. A medida que
pongamos en práctica esta regla, evitaremos errores de interpretación y podremos adentrarnos más
profundamente en la compresión del mensaje.

Regla #4: Investigar el significado correcto de las palabras (la semántica)


No todas las palabras utilizadas en el idioma original de la Biblia (ya sea el hebreo, el griego
o el arameo) tienen una traducción equivalente en nuestra lengua, es por ello que el intérprete debe
tener la sagacidad de ir más allá e investigar, en algunos casos, los textos originales u otras fuentes
de referencias bíblicas que lo ayuden a comprender el verdadero sentido de una palabra o frase,
esto con el fin de apegarse a lo que verdaderamente el escritor quería expresar y aportar mayor
valor a la interpretación.

Regla #5: El Contexto


Para una comprensión clara del texto bíblico, se requiere que el intérprete conecte el pasaje
con el contexto que lo envuelve, por ello resulta necesario tomar los pasajes que preceden y siguen
al texto que se está interpretando para tener una visión más amplia del entorno en donde ocurren
los hechos. No en todos los casos el contexto se consigue en los textos cercanos al pasaje, lo cual
conocemos como contexto inmediato, existe también la posibilidad de encontrarnos ante un
contexto remoto que exige la correlación del pasaje a ser interpretado con el apoyo de pasajes
presentes en otros libros de la Biblia. En cualquiera de los casos en que se presente la relación entre
los pasajes, el intérprete debe valorar todo el contexto antes de emitir una interpretación definitiva
del texto.

Regla #6: Pasajes paralelos


Dado que la Biblia puede presentar el mismo mensaje en diferentes libros, el intérprete debe
considerar durante la interpretación todos aquellos libros que describen paralelamente los mismos
hechos, esto con la finalidad de complementar o clarificar la interpretación del pasaje con
información del mismo evento desde la perspectiva de otros escritores. Mientras más pasajes
paralelos podamos conectar, más enriquecedora será la interpretación de la enseñanza.

Regla #7: Cotejar un texto difícil, con el mensaje general de las Escrituras
Para la adecuada interpretación de un pasaje bíblico, algunas veces será necesario
contextualizar el mensaje con el propósito general de la Biblia, no se puede interpretar un pasaje
de manera aislada para un propósito particular (es precisamente allí donde nacen las sectas y las
falsas doctrinas), siempre será necesario someter el pasaje a la armonía general de las Escrituras,
misma que ha sido enteramente inspirada por el Espíritu Santo y que no contiene contradicciones
si se interpreta correctamente.
Regla #8: El propósito del libro
Durante la interpretación de cualquier pasaje, siempre será necesario tener presente el
propósito por el cual fue escrito el libro, conocer el contexto histórico y personal del escritor, las
limitaciones de la época, la figura literaria empleada durante su escritura, el idioma, entre otros
detalles que pueden aportarnos mayor información para hacer una interpretación correcta del
mensaje. Todo libro de la Biblia debe ser examinado de manera armoniosa con el fin de comprender
de manera conjunta el propósito y el plan por el cual fue escrito.

Regla #9: Las circunstancias históricas


Las circunstancias históricas en la que ocurrieron la mayoría de los eventos de la Biblia
corresponden a un contexto muy diferente al que vivimos hoy en día, las diferencias radican tanto
en la época como en la cultura en la que sucedieron, por ello es necesario que el intérprete bíblico
investigue y conozca a fondo las circunstancias historias en la que se desarrollaron los hechos del
mensaje para evitar errores o suposiciones en la interpretación. Para una correcta interpretación de
la Biblia, resulta estrictamente necesario conocer las costumbres de la época, la geografía, la
filosofía de la gente, su historia, entre otros elementos, haciendo uso de libros de referencia o de
consulta que describan detalladamente los tiempos antiguos.

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