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Lobos, el cuerpo de un cazador

El cuerpo de los lobos tiene mucho que ver con cómo y dónde viven, y con cómo
consiguen la comida. El organismo de los lobos hace posible que sean capaces de sobrevivir
en varios lugares. El frío no es un problema, ya que tienen una piel gruesa que los protege
de las bajas temperaturas. Esta piel está cubierta por pelos de dos tipos: la capa interna,
muy cercana a la piel, que le ofrece al lobo un aislante contra los climas fríos, ayudándoles a
regular su temperatura corporal; y la capa externa es la que vemos a simple vista cuando
observamos a un lobo, que les ayuda a proteger la piel de los elementos externos, como
bichos, pinches, etc. El pelaje de los lobos puede ser de diferentes colores, por ejemplo
existen lobos que son de color blanco, marrón, canela, negros y grises.
A pesar de que su torso puede parecer
delgado, está lleno de gruesos músculos. El
aspecto escuálido del pecho, la cabeza y las
piernas puede dar una falsa impresión. Las patas
de los lobos son muy grandes. Las delanteras son
mucho más grandes que las traseras, esto les
permite pasar el peso de su cuerpo hacia
adelante al correr, y también caminar sobre la
nieve y el hielo sin de hundirse. Cada dedo de las
patas de un lobo se mueve de forma individual, y las almohadillas del fondo de las patas son
gruesas. Lo que resulta interesante es que las patas delanteras tienen cuatro dedos,
mientras que las patas traseras tienen cinco.Su cola es larga, les ayuda a mantener el
equilibrio cuando caminan y les permite dar señales y comunicarse con otros lobos.
En cuanto a la cara, tienen hermosos ojos, que pueden ser de azules o marrón
chocolate, y las orejas ovaladas. La nariz de los lobos es muy sensible y son capaces de
captar olores a una gran distancia de donde se encuentren.

Los lobos son carnívoros, se alimentan de animales que cazan como conejos, alces,
venados, vacas, peces, entre otros. Los dientes y la
mandíbula del lobo son centrales para comprender su
alimentación. Cuando estén completamente
desarrollados tendrán 42 dientes en la boca. Los
dientes delanteros son puntiagudos y les permiten
morder a las presas. También tienen dientes molares
planos que les permiten triturar su alimento. Sus
mandíbulas son muy potentes, y les permiten
capturar a sus presas y también luchar cuando es
necesario. El secreto de sus mandíbulas radica en que
se bloquean, es decir, al cerrarlas se traban, de este modo los lobos pueden retener
agarradas a sus presas con muy poco esfuerzo.
La búsqueda de alimento no es algo de todos los días para los lobos, cada vez que
cazan, comen todo lo que pueden. Cuánto más grande sea la presa, más tiempo podrá pasar
hasta la próxima cacería. Suelen moverse y cazar en grupo. Esto sumado a la fortaleza de su
cuerpo hace que casi no tengan depredadores, es decir, animales que los busquen a ellos
como alimento. Mientras que la manada de lobos va a cazar, algunos miembros se quedan
atrás para cuidar a los cachorros. Cuando los cazadores regresan alimentan a los cachorros y
a sus cuidadores. Los adultos que ya se han alimentado comenzarán a separar trozos de
carne para que los más pequeños puedan comer.

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