Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Charla TEDx
¿Por qué necesitaríamos que nos mientan? Pregunta Spregelburg en su primer momento
de actuación frente al TEDx. Y esa pregunta, que en su forma retórica esta poniendo en
evidencia una necesidad, viene a echar luz sobre aspectos que luego va a desarrollar
como necesarios para pensar un Nuevo Teatro.
En su primer paradigma habla de mentir y de Teatro como una misma relación, frente a
un auditorio que es mundialmente conocido por ir en busca de nuevas ideas para pensar
el mundo. Ese contexto de nuevas ideas, en donde diferentes referentes de distintos
temas exponen en una versión coloquial sus más profundos descubrimientos en los
campos a los que pertenecen, permite la incursión del Teatro.
El contexto siempre define el discurso, dirá Serrano en futuros textos. Spregelburg ante
ese contexto, pone al Teatro en la categoría de necesidad. Desde ese punto, ya
quedamos todos expectantes a lo que seguirá después.
El se asume como mentiroso, un mentiroso que avisa. Separando teatro de política. La
humorada no es casual, deja entreveer la crisis de la democracia, la ficcionalización de
las elecciones. ¿Será quien gana la presidencia de una nación, quien encarne el deseo y
la voluntad representativa de su pueblo? ¿Existirán otros poderes metiendo la cuchara a
la hora de armar unas elecciones en Latinoamerica? Dejo estas reflexiones para otro
momento, hoy nos convoca hablar de teatro y desde allí, hablar del mundo.
Seguimos.
La cosa menos importante del mundo: el teatro. En realidad, de algo más general, la
representación.
Ese territorio conflictivo, en el que quienes nos dedicamos al teatro creemos tener la
postestad de la representación, y no vemos que no somos los dueños de la
representación, sino sus servidores.
Quiebre. Spregrelburg en realidad no quiere hablar del Fin del Mundo. Cae todo su
discurso anterior, nos dejamos ir hacia esos nuevos rumbos que propone.
¿Por qué necesitamos que nos mientan? Dice que percibimos , no solo como pensamos,
sino como vemos. ¿Y como vemos? La Gestalt tiene la respuesta. Vemos según lo que
conocemos.
Pero más allá del mundo de los significantes, aparece el mundos del sentido.
Donde las preguntas comienzas a ser preguntas desde la duda, no desde la respuesta.
Pero ahora bien, en su parte final, nos explica por fin el fin del mundo.
Si todo lo queremos poseer desde el pensamiento, si a todos lo llenamos de significados,
achicando cada vez más el sentido de la incertidumbre, entonces será el fin del mundo.
Porque ya no podremos representar nada.
Kartun nos lleva a una cartografía teatral, a poner territorio a lo que apenas podemos
describir: el teatro.
Y como toda cartografía, genera lindes y fronteras para señalar donde empieza un
territorio y donde termina otro. Asi queda configurado el espacio del texto teatral.
Vecino de la narrativa y el espacio escénico. En uno, conviven las palabras. En el otro,
los cuerpos y los materiales. En el medio el texto teatral se convierte en territorio
híbrido que escribe para ser representado. Con la única intención, de hacerse invisible
para aparecer. Como dice Heidegger: “se devela a medida que se desaparece”. (Hago
analogía con el Ser, porque al igual que Kartun, me permito la relativización de las
grandes definiciones)
Pero en ese territorio del texto teatral, Kartún habla de la diáspora. En donde el texto ha
sido desplazado por otros movimientos estéticos teatrales que prescinden de él. Las arte
performaticas o del cuerpo, apenas requieren de un soporte de palabras para ser. El
territorio del texto teatral se ha vuelto yermo en la actualidad.
El teatro ya no tiene la potestad que otrora luciera, sobre el contar la historias en
movimiento. Ahora la tecnología con el cine y la televisión tienen las mismas
capacidades, aumentadas por los brillos del porvenir técnico en rutilante technicolor.
Quienes habitan el texto teatral, son los judío errante de esta historia.
Pero existe un territorio mayor que anida a todos los espacios antes nombrados: la
representación. Volvemos a los contenidos de Spregelburg. A la idea de la mentira.
La mentira ahora no como una forma de ver el mundo, de buscar una sentido.
Sino con una idea clara: colonizar la consciencia de quien mira.
Aquí entra la idea del espectador como territorio último de la cartografía teatral. Pero
Kartun nos habla de que la cabeza del espectador, donde sucede la verdadera
materialidad no existe en nuestro espacio terrenal. Es el cielo.
Esto que sostiene es el fin último, en donde lo teatral pone en marcha todas las
artimañanas para colarse un espacio en la cabeza del otro, haciendo movimiento de
pluma fugaces y el espectador en su carácter más humano de homínido reunido en un
fogón escuchando historias, permite que la magia suceda: accede al sentido de la
representación teatral.
Pero como ya sabemos, “ese cielo que todos conocemos, no es cielo, ni es azul. Lástima
grande que tanta belleza no sea verdad”
TEXTO III: LA PRODUCCIÓN DE SENTIDO. Manuel Montañez Serrano
Sostiene que el significado es: “lo inferido, lo que está continuamente transformándose.
El significado es la digitalización (reducción discreta) de sentidos particulares que
impide que otros sujetos puedan inferir otros sentidos distintos, o, al menos, intenta que
no lleguen a cristalizarse.”
En cambio entiende por sentido, un mundo mucho más basto. Menos establecido por
estructuras, pero si producido por diferentes contextos: gramatical, psíquico, situacional,
y el socioeconómico-histórico-cultural.
Entiende, a su modo sistemático de analizarlo, que a cada uno de los contextos le sucede
una operación que permite la construcción del sentido en una u otra forma.
No quisiera repetir acá lo que el texto tan elocuentemente indica y explica sobre cada
uno de los contextos y como ejercen influencia en la forma de inferir un sentido u otro.