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MEMORIA SENSORIAL
Y
MASAJE:

TERAPIA DE EQUILIBRIO EMOCIONAL

Autores:
ALICIA LORDUY ALONSO Y FERNANDO GRUPELI GARDEL

Email:
alicialorduy@hotmail.com

fgrupeli@wanadoo.es
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DINAMICO CORPORAL

El objetivo de este taller es aportar en grupos de “dinámica corporal” como y como se

viene trabajando con el masaje como una herramienta para:

-Realizar un trabajo de relación con uno mismo y con los demás.

-Conectar con las sensaciones corporales y con las emociones que produce el
contacto.
-Favorecer la percepción y canalización de las emociones.
-Conocer la influencia de la memoria sensorial a nivel físico, mental y emocional y
trabajar las dificultades que esta influencia ocasiona en cada persona.
- Proporcionar elementos teóricos prácticos, donde se vivencie la experiencia del
masaje corporal.

La experiencia con el masaje en grupos dirigidos adecuadamente y considerando de

manera individual las características personales de los participantes también permite
actuar con grandes beneficios en casos de vivencias de maltrato, agresiones
sexuales, prostitución, etc., tal como viene demostrando en el trabajo con víctimas en
donde se integra como una parte más de un programa terapéutico.

 ¿Qué es el MASAJE?:
El masaje es la terapia más antigua, porque existe de manera instintiva en el ser
humano: cuando algo nos duele, instintivamente llevamos la mano a la zona,
presionamos, friccionamos... y hacemos lo mismo cuando otro se siente mal
-ya sea física o anímicamente-, también le tocamos para calmar.

Todas las culturas del planeta han utilizado el masaje para mantener o recuperar la
salud en su sentido global, -física, mental y emocional-. Las técnicas, según su
procedencia, han podido ser diferentes y evolucionar con la experiencia o, en la
historia más reciente, con los conocimientos científicos, pero siempre manteniendo los
principios básicos e instintivos del masaje:
-La intención “cuidadora” del masajista.
-La actitud receptiva y confiada de quien recibe el masaje y sobretodo:
-La capacidad de las manos para recibir y transmitir.

BENEFICIOS DEL MASAJE

 BENEFICIOS FÍSICOS:
Son los aspectos saludables del masaje que suelen ser más conocidos.

-Relaja y tonifica los músculos.

-Alivia dolores: musculares, articulares y otros como cefaleas.
-Activa la circulación de la sangre.
mejorando problemas circulatorios y de retención de líquidos (como piernas cansadas,
pies y tobillos que se hinchan).
-Aumenta la oxigenación de los tejidos, tonificando los órganos internos.
-Facilita la eliminación de toxinas.
-Regula el ritmo respiratorio e induce la respiración abdominal.
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-Tonifica el sistema inmunológico.

-Actúa sobre el sistema nervioso: equilibra, relaja, ayuda a soltar tensiones y resulta
beneficioso en problemas como el insomnio, estrés, ansiedad y depresión.

 BENEFICIOS PSICO-EMOCIONALES:
Sin olvidar lo relativo a la salud física, son el objetivo principal de la dinámica corporal.

Utilizamos el masaje como herramienta para conectar las sensaciones corporales y las
emociones que produce el contacto, de manera que podemos hacer un trabajo de
relación con uno mismo y con los demás, de equilibrio de la memoria sensorial y de
percepción y canalización de las emociones.

Relación con uno mismo y con los demás:

Tocar y dejarse tocar implica un nivel de relación profundo. Especialmente cuando no

consideramos la técnica como lo fundamental de ese masaje, sino que dejamos que
actúen la intuición y los aspectos más básicos: la intención del masajista, la actitud del
receptor y la capacidad de percibir y transmitir de las manos.

Muchas veces nos comunicamos tocando. Por ejemplo:

Un ligero toque en un brazo a quien tenemos al lado puede querer decir “cállate” o
“habla” , “ten cuidado” o “adelante” o muchas otras cosas ; pero el otro siempre nos
entiende.

De hecho, utilizamos el contacto precisamente cuando las palabras “se quedan cortas”
o “no tenemos palabras” para expresar lo que queremos, de manera que una forma de
tocar un hombro, la espalda o una mano nos dice, de una manera más intensa que las
palabras, “sé lo que estás sintiendo”, “me alegro mucho”, “lo siento” , “estoy contigo” ...

Las posibilidades de expresión del

contacto físico son infinidad: tanto una
bofetada como una caricia son
“contacto”.

De manera que, cuando experimentamos el masaje en su forma más intuitiva, se

“mueven” aspectos básicos de la relación física:

Afectividad y sexualidad suelen ser lo primero que se evidencia. En este sentido, el

masaje ayuda a reconocer y diferenciar la procedencia de sensaciones corporales que
a menudo se confunden.

El contacto físico también puede conectar, por ejemplo, con agresividad o con
desconfianza que, desde una situación “diferente” como es el masaje, pueden
identificarse y gestionarse con mayor claridad.

La capacidad de dar y recibir se desbloquea de manera especial con el masaje: cuidar

y dejarse cuidar fomenta la confianza en los demás y en uno mismo, así como la
aceptación de las propias necesidades y la sensibilidad necesaria para percibir las
necesidades de los demás.
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LA MEMORIA SENSORIAL:

Puede decirse que el ser humano está formado por la integración de sus tres niveles:
mental, emocional y físico; ya que todo lo que sucede en uno de estos niveles afecta
o tiene su reflejo en los otros dos, de manera que son inseparables.

Pero es el nivel físico el que nos proporciona la capacidad de expresión y de recibir

toda la información del entorno, porque gracias a los sentidos podemos percibir el
mundo que nos rodea, para después elaborar esa información a nivel mental y
emoción

Todos los sentidos tienen esa función, pero es el tacto el que más información nos
proporciona: un bebé toca todo para conocer el entorno (incluso cuando chupa las
cosas, es un acto que tiene más relación con la sensibilidad táctil de la boca).
Mientras que los otros sentidos se localizan en la cabeza, el sentido del tacto es el
único que tiene sus terminaciones nerviosas repartidas por todo el cuerpo –aunque
haya zonas, como las manos, especialmente capacitadas-.

Con el tiempo, damos prioridad a la vista, pero este es un sentido de desarrollo más
tardío y que a menudo nos engaña: necesitamos de la luz para que “funcione” y no
siempre estamos viendo “lo que creemos ver”.

El olfato es el otro sentido de “plena actividad” en la infancia: al poco de nacer, un

bebé reconoce a la madre por el olfato. Y hay una memoria especial del olfato: de
repente, un aroma determinado nos trae un recuerdo de la infancia y nos hace revivir
emociones.

Precisamente,
físico, y que este
también aspecto
tienen sudel
reflejo o
olfato es una faceta de la
repercusión a nivel mental y emocional

Memoria sensorial que todos

reconocemos perfectamente.

Pero la Memoria Sensorial se

refiere a toda la información corporal:
como el archivo de mensajes que se ha
recibido a través del cuerpo, en el nivel
La Memoria sensorial puede proceder de mensajes negativos o traumáticos que
condicionan permanentemente la vivencia o la percepción del cuerpo y afectan a nivel
psíquico y emocional.
Por ejemplo, supongamos el caso de una persona que ha sufrido malos
tratos:
El mensaje sensorial viene a ser: “el contacto físico es malo, produce dolor, hay que
estar alerta y defenderse”.

De tal manera que, aunque cambie el contexto, cuando una situación implica el
contacto físico, el cuerpo reacciona con rechazo.

La influencia de la memoria sensorial también puede hacer que:

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-Exista una percepción negativa del cuerpo.

-Que se haga difícil interpretar las sensaciones corporales y las emociones.
-Que falte conexión entre “lo que se piensa”, “lo que se siente” y “lo que se hace”.
-Y, cuando “los mensajes” proceden de hechos traumáticos (violencia, abusos o
agresión sexual, etc), suponen una limitación que, cuando menos, se manifiesta a
nivel físico y emocional.

El trabajo a nivel psicológico es imprescindible en estos casos, pero muchas veces no

es suficiente, porque la información negativa ha llegado a través del cuerpo y la
memoria sensorial archiva la información de manera permanente y profunda en este
nivel. De forma que, aunque mentalmente se haya superado, cuando se lleva a la
práctica, en muchos casos resulta que el cuerpo vuelve a tener la reacción de rechazo.

Otros aspectos como, por ejemplo, carencias afectivas, también pueden condicionar la
memoria sensorial de manera limitadora.

Esta memoria no puede borrarse, como no se pueden borrar las experiencias vividas.
Pero no sólo se archiva a nivel sensorial lo vivido de forma traumática, así que existe
la posibilidad de equilibrar los mensajes”:
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El trabajo con el masaje consigue en gran medida este equilibrio de información a

nivel físico, aportando la capacidad de sentir el contacto corporal y el propio cuerpo de
manera positiva, placentera y confiada.

Dificultades iniciales:
En realidad, durante el masaje, funcionamos igual que en el resto de nuestras formas
de relación pero, al tratarse de un contacto tan directo, todo lo que sucede es muy
evidente.
Esto significa que, en un principio, todos los bloqueos, problemas de relación con los
demás y de percepción de uno mismo se nos ponen en evidencia, de manera que
pueden aparecer miedos, rechazo, etc, pero precisamente ése es el trabajo: identificar,
reconocer y afrontar las dificultades.

En este sentido, escuchar al resto del grupo y hablar sinceramente de lo

experimentado mientras se da y recibe masaje es un punto fundamental para avanzar
en el proceso

AUTOESTIMA:
No cabe duda que afrontar desde el cuerpo, desde lo más evidente, las
dificultades e incluso los hechos que afectan a la relación con uno
mismo y con los demás, requiere de una valentía que no está de más que
cada uno reconozca y valore.

Pero, en relación con la autoestima, el masaje aporta satisfacciones que hay que tener
en cuenta: no sólo está el aspecto del bienestar físico y de sentirse cuidado cuando se
recibe, sino que también y sobre todo, el masaje proporciona la capacidad de poder
hacer algo positivo por otro, en cualquier momento que sea necesario y sin necesitar
nada más que nuestras manos.
Además, el masaje aprendido “desde uno mismo” no se olvida: es un
conocimiento experiencial que, como quien sabe nadar, cuando lo necesitamos lo
recordamos.

La Dinámica corporal ya era prácticamente lo que continúa siendo en la actualidad:

 Un grupo de autoayuda donde se utiliza el masaje como medio para

conectar con las emociones, las sensaciones y las reacciones que produce el
contacto.
Y el contacto físico es la forma de relación más directa, donde las dificultades,
bloqueos y otros aspectos individuales se hacen evidentes y se pueden trabajar.

 Un espacio donde la influencia de la memoria sensorial aflora de manera clara

y Segura y donde se puede aportar una información positiva, ayudando a
equilibrar aquellos mensajes anteriores que habían condicionado la percepción
y las reacciones corporales de forma negativa.
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 La oportunidad para sentir y expresar la afectividad y la capacidad para cuidar

y ser cuidado.

Algo más sobre el trabajo en grupo

Ya conocemos muchas de las cuestiones que se trabajan en un grupo de Dinámica

corporal: relajación de tensiones físicas y emocionales, identificación de dificultades y
bloqueos que, poco a poco, se van trabajando y modificando… etc.

Pero también cabe resaltar que la actitud de cuidar y dejarse cuidar, necesaria para
dar y recibir masaje, fomenta la capacidad para aceptar las propias necesidades y
para percibir las de los otros, aumentando la confianza en uno mismo y en los demás.

Este aspecto sobre la confianza es uno de los más destacados por las personas que
participan en los grupos, junto con el aumento de la autoestima.
Es indudable que afrontar desde el cuerpo –desde lo más evidente- las dificultades
que afectan a la relación con uno mismo y con los demás requiere de una valentía que
ha de reconocerse y valorarse. Pero, en relación con la autoestima, el masaje también
aporta algo muy importante: nos proporciona la capacidad para hacer algo positivo por
otra persona, en cualquier momento y sin necesitar nada más que nuestras manos.

Bibliografía

ALICIA LORDUY ALONSO Y FERNANDO GRUPELI GARDEL