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Dislalia

«La dislalia es el trastorno en la articulación de los fonemas o grupos de fonemas que


más nos podemos encontrar en el aula. Es por ello que se requiere de la intervención
del maestro de audición y lenguaje para corregir los problemas que a nivel de
lenguaje tengan los alumnos que padecen este trastorno.”

1. Introducción
La dislalia es un trastorno articulatorio muy común en edad escolar. Cuanto antes se
trate o se intervenga con el niño/a, el resultado será más positivo. Para ello, se debe
contar con la colaboración del especialista de Audición y Lenguaje (A.L.) que se
encargará de evaluar, intervenir y llevar a cabo un seguimiento del alumno/a,
contando con la participación del tutor/a, los demás especialistas que intervengan con
el niño/ y la familia. De esta manera el resultado será más eficaz.

2.Definición
Como he dicho anteriormente, la dislalia es el trastorno en la articulación de los
fonemas o grupos de fonemas por alteraciones funcionales de los órganos periféricos
del habla: lengua, labios, paladar, mejillas y dientes. Puede afectar a cualquier
consonante o vocal y son muy frecuentes en la infancia, sobro todo en los primeros
años escolares. Con una adecuada intervención la mayoría de ellas desaparecen.

3.Trastornos del habla


La dislalia se encuadra dentro de los trastornos del habla que se clasifican en
alteraciones de la voz, alteraciones de la articulación y alteraciones de la fluidez
verbal.

Dentro de las alteraciones de la voz podemos hablar de afonía (pérdida total de la


voz), disfonía (alteración de la voz por trastorno orgánico o por un mal uso de la voz),
laringofonías (disfonías de la laringe) y rinofonías (alteraciones de la resonancia).

En cuanto a las alteraciones de la articulación nos encontramos con las dislalias,


disglosias (“trastornos de la articulación de origen no neurológico central y provocado
por lesiones físicas o malformaciones de los órganos articulatorios periféricos”.
Gallardo y Gallego 2000) y disartrias (debida a lesiones en el Sistema Nervioso
Central y a enfermedades de los nervios o músculos de la lengua, faringe y laringe).

Por último están las alteraciones de la fluidez verbal donde hay que hablar de la
disfemia o tartamudez que es un trastorno de la fluidez verbal que se caracteriza por
repeticiones o bloqueos espasmódicos que afectan al ritmo del lenguaje.
¿Cómo se diagnostica?
Lo primero que tenemos que hacer para evaluar la conducta lingüística es
identificar quiénes son los niños que pueden tener problemas con el lenguaje.
Determinar la línea base del desarrollo de las capacidades cognitivo lingüísticas,
es decir, si se trata de un retraso o de un trastorno y describir la naturaleza exacta
del problema que dará paso a la respuesta educativa.

Hay que medir el cambio conductual que puede producirse a lo largo de la


intervención educativa, desde la zona de desarrollo real a la zona de desarrollo
próximo.

Es esencial conocer el sistema comunicativo y lingüístico, y por ello debemos


evaluar:

El Producto:

Son los elementos esenciales del sistema lingüístico que se utilizan en la


comunicación.

-Fonética y fonología, sintaxis, morfología, semántica y pragmática

Los Procesos:

Son la comprensión y producción.

La comprensión es la capacidad auditiva; discriminación fonológica; léxica;


sintáctica; semántica; pragmática.

La expresión son los aspectos motores del habla; fonética; fonología; morfológico;
sintáctico; semántico; pragmático.

El Desarrollo de las Capacidades

-Cognitivo, Social y afectivo

Para evaluar las dislalias, podemos encontrarnos con test estandarizados, escalas
de desarrollo, test no estandarizados y observación.

Normalmente, los maestros utilizan los test estandarizados y los no


estandarizados, ya que son la mejor manera para evaluar a niños.
Test estandarizados

A nivel general compara la media de unos niños con otros. Los procedimientos
estandarizados no son adecuados para niños menores de tres años de edad.
Estos test, suelen medir las capacidades de todos los niños de ciertas edades.

Algunos de estos procedimientos se suelen basar en un modelo específico del


lenguaje, por ejemplo el ITPA, o bien en un aspecto específico de la conducta
verbal, por ejemplo el Peabody Test de vocabulario visual.

Test no estandarizados

Miden las capacidades del niño pero sin compara. Se hacen al principio y al final
para comparar el desarrollo inicial y final. Los procedimientos que podemos
observar son:

-Análisis de una muestra de habla espontánea.

-Producción provocada mediante situaciones específicas.

-Comprensión: mediante tareas de señalar imágenes; tareas de manipulación de


objetos, tareas de selección.

-Imitación provocada.

Escalas de desarrollo

El objetivo de las escalas de desarrollo es determinar el nivel evolutivo específico


del niño. Existen dos tipos de escalas de desarrollo. En la primera se recurre a una
persona que informa (uno de los padres) y con los datos proporcionados por él se
reúne la información relacionada con la escala.

En el segundo tipo se indica al niño que realice determinadas tareas que reflejan
una de las conductas específicas que se muestrea en la escala, se les pide
directamente al niño.

Observación conductual

Previamente hay que fijar el objetivo de dicha observación. Se registrará su


ausencia, frecuencia, hechos antecedentes y consiguientes y contingencias de las
conductas específicas que interesan.

 
Primer momento del proceso de evaluación

En el primer momento de la evaluación de la dislalia funcional, evaluaremos el


contexto familiar del niño, en el que tendremos en cuenta los antecedentes
familiares, las características del lenguaje utilizado por los padres, condiciones
socioculturales, a cada uno de los progenitores el nivel cultural, profesión,
aficiones y sobre todo las situaciones de crianza del niño: figuras de
crianza(padre, madre, abuelos, tíos..), los cuidadores (si ha tenido), cambios que
se hayan producido en la familia, como divorcios, muertes… y la disponibilidad de
los progenitores para atender al niño/a. También debemos evaluar la conducta del
niño y el contexto escolar en el que se encuentra.

Segundo momento del proceso de evaluación

Una vez identificada la naturaleza de la alteración, realizaremos una evaluación


más exhaustiva del niño respecto a aquellos aspectos que consideramos puedan
precisar una respuesta educativa más específica y diferenciada.

En las alteraciones del habla, concretamente de la dislalia, comenzaremos


evaluando:

-Discriminación auditiva y fonológica. En ella, evaluaremos la discriminación e


identificación de sonidos, es decir, si el niño/a reconoce con normalidad los
sonidos y la discriminación fonológica de palabras. La manera de evaluarlos será
mediante el protocolo de evaluación de dislalias, en el que el niño/a tiene que ir
repitiendo las palabras propuestas en el registro pero todo dependiendo de la
edad,ya que va desde los 3 a los 5 años.

-Respiración. Se evaluara el modo de respiración nasal, la funcionalidad nasal (si


puede aspirar o espirar por la nariz manteniendo la boca cerrada),  permeabilidad
nasal, es decir, si tiene buena permeabilidad nasal en ambas narinas,
coordinación respiratoria: si coge aire por la nariz y lo expulsa por la boca
lentamente y en silencio, si coge aire por la nariz y lo expulsa por la boca de forma
rápida o si coge aire por la nariz y lo expulsa por la boca en dos o más tiempos,
controlar el soplo (si sabe soplar,apaga la llama de una vela de una sopla o
mantiene la llama de una vela con el soplo),  la capacidad pulmonar y los tipos de
respiración, si es abdominal, diafragmática y torácica.

-Evaluación de los órganos bucofonatorios. Los labios, la nariz, lengua, dientes,


arcadas dentarias/mandíbula, paladar y otros como deglución atípica, amígdalas o
encías inflamadas.

-Praxias bucofonatorias, como abrir y cerrar la boca, enseñar los dientes,


morderse el labio superior/inferior morderse los dos labios a la vez.
-Integración fonémica. Buscar palabras con a, e o go.

-Discriminación de sonidos ambientales. Reloj, cortar tijeras, llaves o pelota.

-Memoria secuencial auditiva. Medir diferentes grados dependiendo de la edad,


desde 3 años a 3º de Primaria, donde se irá aumentando la dificultad de las
palabras y frases.

-Articulación. Donde se evaluará el fonema, si es espontáneo y la repetición.

Al finalizar cada apartado deberemos anotar las observaciones que encontremos


durante la evaluación del mismo. Por último, para acabar con el protocolo de
evaluación se deben anotar los resultados de todos los apartados y hacer la
evaluación pertinente. Gracias a ello, podremos saber el grado de dificultad que
tiene el niño/a.

Evaluar el lenguaje en distintas situaciones

Antes de establecer un diagnóstico hay que tener en cuenta qué es un desarrollo


evolutivo. Muchos de los errores infantiles producidos pueden considerarse
normales según la edad del niño.

En algunos casos, una evaluación completa de un trastorno dislálico conlleva la


participación de distintos profesionales (pedagogo, psicopedagogo o psicólogo,
especialista en audición y lenguaje, médico, etc.). Estos profesionales, de manera
complementaria, obtendrán un perfil del desarrollo del alumno en los distintos
aspectos que influyen en la articulación de los fonemas, a partir del cual se podrá
determinar la causa de la dislalia.

Para evaluar las dislalias es necesario recoger y analizar muestras del lenguaje en


diversas situaciones (habla espontánea, imitación, e incluso ante la lectura si la ha
adquirido), ya que la producción puede variar dependiendo del contexto.

La evaluación de las dificultades articulatorias tendrá como base la del lenguaje


espontáneo, y deberá valorarse su inteligibilidad, las dificultades articulatorias y la
generalización de los errores en los distintos contextos de su vida.

¿Como evaluar las dislalias?

La evaluación de las dislalias implica la observación sistemática de distintos


aspectos, para lo cual es conveniente el uso de protocolos o pruebas
específicas elaboradas al efecto. Una completa evaluación implicaría lo siguiente:
-Comprobar la ausencia de anomalías físicas en órganos bucofonatorios: labios,
nariz, lengua, dientes, paladar y mandíbula.

-Valorar la capacidad para la realización de ejercicios prácticos con órganos


bucofonatorios: mover la lengua a distinta velocidad, doblar el labio inferior, inflar
los carrillos, etc.

-Evaluar la capacidad para realizar ejercicios relacionados con la respiración:


control de la inspiración y espiración, control del soplo, capacidad de retener aire
en los pulmones, etc.

-Analizar la discriminación auditiva de sonidos: implica evaluar la capacidad de


percibir distintos estímulos auditivos y percibir diferencias y semejanzas entre los
sonidos. Suelen utilizarse pares de palabras que se diferencian sólo en una
consonante. El niño-a tiene que decir si esas dos palabras son iguales o diferentes
(por ejemplo: mota-bota, pata-bata, saco-sapo, etc.). El evaluador-a debe evitar en
la presentación oral de los pares de palabras que el chico-a haga “lectura labial”, y
utilice sólo su capacidad de discriminación auditiva de los sonidos para resolver la
tarea. A veces las dificultades de atención del alumno impiden resultados
adecuados en este tipo de pruebas.

-Valorar la capacidad para la articulación de sílabas y palabras con distintas


estructuras y longitud. Implica la observación en el alumno de su lenguaje
espontáneo así como la identificación de estructuras silábicas o sonidos erróneos.
Posteriormente, es necesario un análisis sistemático de los errores encontrados.
La observación puede hacerse mediante la emisión de palabras y frases por
repetición. Otro método es la presentación de dibujos o fotografías para que diga
el nombre del objeto y/o describa las acciones y mediante la lectura (si la ha
adquirido). Para llevar a cabo la evaluación de este aspecto existe una amplia
oferta de trabajos específicos.

Jugar delante de un espejo es un ejercicio que a los niños y niñas les encanta: les
ayuda a descubrir expresiones faciales o rasgos personales.
Estos juegos permiten el autoconocimiento y la exploración, pero también pueden
ser aprovechados para mejorar la pronunciación.

Como ayudar a tu hijo a mejorar su pronunciación:

http://educacion.practicopedia.lainformacion.com/educacion-infantil/como-ayudar-
a-tu-hijo-a-mejorar-su-pronunciacion-14244

Evaluación, intervención y colaboración


La intervención de los distintos profesionales debe estar basada en los resultados
de la evaluación. Debe buscarse que el niño articule lo más correctamente posible
en todos los contextos de su vida.

La colaboración entre la familia y los profesionales responsables de la evaluación


e intervención especializada es fundamental.

En la actualidad, existen numerosas estrategias innovadoras y efectivas con las


que los padres pueden contribuir a que sus hijos superen las dificultades del
lenguaje. El “modelado” es una estrategia educativa destinada a que los niños y
niñas mejoren su lenguaje.

FICHAS DE DISCRIMINACIÓN AUDITIVA

Las siguientes fichas van destinadas al trabajo de la discriminación auditiva. La


actividad consiste en rodear todos los dibujos que contengan el fonema indicado
en la parte superior izquierda. Se empezarán a trabajar en el nivel de infantil de 4
años tras trabajar el módulo de articulación. Habrá que buscar el momento para
trabajar las fichas correspondientes de los fonemas trabajados en infantil de 3
años.

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