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La mantelería. Cuál y cómo se pone.

El mantel es el vestido principal de la mesa. Salvo para comidas familiares (incluso en estas, debería evitarlo), olvídese de mantelitos individuales y manteles de
papel. Es muy recomendable utilizar un bajo-mantel o muletón, que sirve para varias cosas importantes: evitar que el mantel resbale, proteger la mesa de comidas
calientes, evitar humedades por el derrame de líquidos, proteger la mesa de golpes y evitar ruidos durante el servicio de mesa. El muletón o bajo-mantel nunca debe
ser mayor que el tamaño del mantel, para que no sobresalga. Tampoco debe ser muy grueso, para que no haga el efecto de estar debajo de una "colchoneta".

El mantel debe cubrir al completo la mesa, pero sin colgar hasta el suelo. La regla general es que solamente debe colgar, como mucho, un tercio de la distancia que
haya desde la mesa hasta el suelo. Por supuesto, tampoco deberá quedar corto, dejando al descubierto una parte de la mesa o del muletón, o quedando al "ras" de la
mesa, tapando justamente el borde de la misma. Si el mantel es calado es obligatorio poner un muletón o "fondo" para evitar que se vea la mesa.

"El mantel es el 'traje' de la mesa, téngalo en cuenta a la hora de 'vestir' su mesa"

El mantel debería conjuntarse con la mayor parte de elementos que componen la mesa. Con la vajilla, con los adornos, etc. El color más utilizado y elegante es el
blanco, y los colores pastel suave o el color marfil. En determinadas ocasiones, como Navidad por ejemplo, se pueden utilizar manteles con diversos motivos
referentes a la fecha. Las servilletas, deben estar a juego con el mantel, o al menos ir conjuntadas con el (si no pertenecen al mismo juego). Éstas se colocan a la
derecha del plato, aunque en diversos libros de protocolo las sitúan a la izquierda también. Encima del plato, no se debería aunque también se hace.

Es un elemento imprescindible en toda buena mesa. Debemos que contar con servilletas de recambio para poder cambiarlas a lo largo de la comida (sobre todo
si vemos que hay algunas muy sucias).El tamaño más utilizado es de 50 x 60 ó 50 x 50 centímetros, aunque existen muchas variantes (servilleta de banquete: 60 x 60,
servilleta de mesa, 50 x 50 ó 50 x 60, servilleta de buffet, 35 x 35, servilleta de té, desayuno o merienda, 30 x 30, servilletas de lunch, aperitivo, cóctel o similar
entre 25 x 25 e incluso 20 x 20 -todas las medidas están expresadas en centímetros-). Aunque normalmente son cuadradas todas las servilletas, es posible encontrar
servilletas rectangulares en algunos servicios de mesa.

Se doblan en forma de triángulo o de rectángulo y se dejan a la izquierda del plato (o la derecha como dijimos anteriormente). Los doblados artísticos solo están
permitidos en fiestas familiares u ocasiones muy informales. Y nada de meter la servilleta en la copa, salvo en las ocasiones citadas como familiares o poco formales.

La vajilla y su colocación.

La vajilla es un elemento imprescindible en la mesa, tanto a diario como en ocasiones especiales. Aunque existen diversidad de materiales, las vajillas más habituales
son de porcelana y de loza. Igual nos ocurre con los diseños y los tamaños. Las modas y los fabricantes han dado lugar a una libertad total (dentro de unos límites)
en cuanto a tamaños y diseños. La mejor opción será escoger, algún diseño clásico, válido para cualquier ocasión, pues se pasan menos de moda, y son más fáciles
de combinar. Para uso diario, o reuniones informales puede contar con una vajilla de diseño más moderno y atrevido.

Composición.

"La vajilla, cuanto más sencilla mejor, y siempre de buena calidad"

Una vajilla debe contener, al menos en su formato más básico: platos hondos, platos llanos y platos de postre. Las vajillas más completas pueden llegar a tener un
número de piezas elevado, aunque muchas de ellas no se suelen utilizar nada más que en contadas ocasiones. Podemos encontrarnos vajillas con: platos y tazas de
consomé, sopera, salseras, fuentes de los más diversos tamaños y formas, platos especiales para espárragos, caracoles, cuencos diversos, etc. Cuidado con utilizar
elementos extraños o poco comunes de la vajilla que puedan poner en un compromiso a nuestros invitados.

Algunos elementos que inicialmente no componen la vajilla, son los bajo-platos o platos de presentación, cada más utilizados y muy elegantes. Se colocan como
elemento decorativo, y como base de la vajilla tradicional. En comidas formales procuraremos utilizar vajillas de calidad (tipo Sevre, Limoges, Rosenthal ...). Cuando
coloque los platos en la mesa recuerde que no se colocan, salvo excepciones, dos platos iguales juntos (dos llanos o dos hondos juntos, por ejemplo). Tampoco se
coloca directamente sobre el mantel (o el bajo-plato) un plato hondo.

Los platos se colocan separados entre sí unos 45 centímetros y a unos 3 centímetros del borde de la mesa (para no medirlo, unos 2-3 dedos, más o menos). Los
platos deben colocarse limpios libres de saltones o rayados. Se puede colocar un plato de "relleno" o presentación que se retira cuando se va a servir la comida. Si
utiliza un platillo para el pan éste se coloca en la parte superior izquierda, justo en la parte superior de los cubiertos de la izquierda. Puede ir acompañado de un
pequeño cuchillo (tipo postre) para untar la mantequilla, junto al bollo de pan.

Los cubiertos y su colocación en la mesa.

Al igual que la vajilla, es un elemento imprescindible en cualquier mesa, ya sea formal o informal. En cuanto a sus diseños y tamaños, podemos decir que hay tantos
como fabricantes. Aunque la mayoría de cubiertos siguen una línea básica, nos podemos encontrar verdaderas "rarezas" o maravillas. El material más utilizado es,
generalmente, el acero inoxidable, aunque existen otros materiales, que no por ser menos utilizados, son también de gran calidad, como son la plata y la alpaca.
Estos últimos suelen ser solo utilizados en ocasiones puntuales.

"Los cubiertos básicos que no deben faltar en una mesa son el tenedor, el cuchillo y la cuchara"

Si solo tiene una cubertería, elija una de diseño sobrio y elegante, la cual le puede valer para cualquier ocasión. Evite elegir formas raras o diseños incómodos. La
gran variedad de cubiertos existentes, podemos decir que, es casi ilimitada. Cada plato tiene un cubierto especial. Podemos encontrarnos cubiertos para marisco,
caracoles, para cortar tartas, para servir legumbres, etc. Aunque raramente se utilicen, algunos pueden ser verdaderamente útiles. Está totalmente prohibido utilizar,
bajo ningún concepto, cubiertos de plástico o madera. Ni en comidas con amigos o familiares; salvedad, alguna comida en el campo o finca, y aún así, si podemos
evitarlo, mucho mejor.
En nuestra cubertería deberíamos contar al menos con: cucharas, tenedores, cuchillos y cubiertos de postre. Algún cucharón y cacillo para servir. Si queremos
tener algo más sofisticado, o necesitamos tenerlo por los compromisos que acuden a nuestra casa, sería bueno contar con: cubiertos para pescado, cucharillas para
helado o sorbete, cuchara salsera (para acompañar a la salsera) y alguna otra pieza. Si su grado de sofisticación es muy alto, puede completar su cubertería con los
más diversos "artilugios" que harán las delicias del más "snob", pero seguramente no, la de algunos de sus invitados.

El cuchillo se coloca a la derecha del plato, con el filo hacia adentro. La cuchara se coloca a la derecha del cuchillo con la concavidad hacia arriba. Y el tenedor se
coloca a la izquierda del plato, con las puntas hacia arriba. La utilización es muy sencilla: se empieza utilizando los cubiertos más alejados del plato (de fuera
hacia adentro). Los cubiertos de postre se colocan en la parte superior del plato, y en otras ocasiones solo se ponen en el momento de servir los postres. Los cubiertos
se colocan a 3 ó 4 centímetros de distancia a cada lado del plato. Procure no utilizar los mismos cubiertos durante toda la comida. Cámbielos, siempre que le sea
posible, para cada plato.

Tipos de copas y su colocación.

La cristalería, al igual que la vajilla, marca y distingue una mesa. Si desea poner una mesa elegante opte por diseños sencillos y de cristal transparente (evite el uso
de copas de color). Las cristalerías de color, deberían ser utilizadas solamente para ocasiones más informales, aunque hay diseños verdaderamente preciosos.
También, en la medida de lo posible, debemos evitar formas complicadas, o diseños demasiado vanguardistas que nos hacen dudar cual es la copa de agua o la de
vino.

Las piezas básicas con las que debemos contar en una cristalería son: copas de agua, copas de vino y copas de champán. Al igual que en la cubertería, la gran
variedad de piezas, en cuanto a copas, que podemos se puede decir que es casi ilimitada. Cada bebida tiene su copa, en la mayoría de los casos. Podemos enumerar
algunas: copa de Brandy, copa de cóctel, vaso de Jerez, vaso de whisky, jarra de cerveza, etc. Todas las piezas pueden encontrarse en la más amplia variedad de
diseños, formas y colores.

"La cristalería mejor transparente que de colores"

Las copas, y cualquier pieza de cristal, quedan muy brillantes si se la friega con una combinación de agua con vinagre y se deja secar en un escurridero, sin frotarla
con ningún paño. Si la cristalería es muy fina tenga cuidado con los cambios de temperatura al fregarla o sacarla del lavavajillas, ya que una corriente de aire podría
resquebrajar o romper algunas piezas. Si tiene algún resto pegado, nunca utilice un estropajo metálico ya que podría rayar su cristalería.

No utilice la copa como servilletero. Evite meter la servilleta en las copas, al menos en las comidas formales. También debe evitar utilizar cristalerías muy talladas
o de cristal no transparente, pues privaría a sus invitados de apreciar el color y el cuerpo del vino. Si hay dos copas de vino, la del vino blanco suele ser de menor
tamaño, debido a que este tipo de vino se debe tomar "frío" y se sirve menos cantidad, pero más veces. No es habitual colocar en la mesa más de 4 tipos de copas.

Uso de la servilleta en la mesa.

Aunque hemos hablado de ella en un capítulo de la mesa, dada la gran cantidad de consultas sobre el tema, le vamos a dedicar un tema para ella sola.

La servilleta, es una de las piezas fundamentales a la hora de sentarse a la mesa. Es un elemento fundamental en cualquier tipo de mesa, ya sea formal o informal.

Recordamos que la servilleta se coloca a la izquierda del plato o encima (una forma bastante utilizada, pues además protege al plato de cualquier motita de polvo,
ceniza, etc.) y también se coloca en el lado derecho. Nunca, dentro de las copas. Si tienen algún tipo de bordado o anagrama, lo mejor es colocarlas con este bien
visible.

Vamos a ver algunos consejos para manejarnos con soltura con la servilleta:

"La servilleta no puede utilizarse como un pañuelo"

- La servilleta se toma de la mesa, y se desdobla (sin aspavientos, como si fuera a hacer un truco de magia), y se coloca sobre el regazo. En el caso de que la
servilleta tenga un tamaño considerable, se puede colocar en el regazo doblada por la mitad.

- La servilleta nunca se coloca al cuello, como un babero. Eso solamente se hace con los niños.

- Para levantarnos o hacer cualquier tipo de pausa que requiera nuestra ausencia de la mesa, la servilleta se deposita, ligeramente arrugada en el lado derecho del
plato. Nunca se deja totalmente doblada como si no se hubiese utilizado.

- La servilleta solo debe utilizarse para limpiarse los labios antes y después de beber, y para quitar cualquier pequeña mancha de comida de la cara (por ejemplo un
poco de salsa en los labios).

- La servilleta no se utiliza para secarse el sudor, sonarse la nariz, limpiar una copa o un cubierto, limpiarse los zapatos, etc. Cualquier uso que no sea el descrito
anteriormente, limpieza de los labios y manchas de comida, no es correcto.

- Los servilleteros o "anillos" para las servilletas, como se llaman en otros países, solo se utilizan en el ámbito familiar, o bien en alguna cena temática o especial
(Navidad, Halloween, San Valentín, etc.). Las servilletas deben presentarse solas en las ocasiones más formales.

- La mejor forma de colocar la servilleta es doblada de forma rectangular, o bien en forma triangular. Los doblados "artísticos" solo se dejan para ocasiones más
familiares e informales, en ocasiones especiales.
- Cuando terminamos de comer, la servilleta se deja de la misma manera que para hacer una pausa. Al lado derecho, ligeramente arrugada, pero nunca doblada
como sino se hubiese utilizado.

- Si hemos tomado algún alimento, que nos ha hecho manchar bastante la servilleta, lo mejor es dejarla por el lado que menos suciedad tenga

Este pan ¿es el mío?

Dependiendo del lugar donde estemos, el pan puede ser una pieza individual (un bollito), una rebanada o un trozo de cualquier tipo de pieza de pan (existen múltiples
variedades de pan, en cuanto a tamaños y tipos).

El pan se trocea únicamente con las manos. No se debe utilizar ningún tipo de cubierto, ni tradicional ni especial, para trocear el pan. Solamente se utiliza el
cubierto, y no generalmente en la mesa, para abrir un bollo o trozo de pan para hacer un bocadillo (meter o untar algo en su interior).

El pan se va troceando a medida que lo vamos comiendo. No se deshace todo el pan en pedacitos y se van comiendo. Tampoco se toma el pan a mordiscos
directamente desde la pieza o rebanada.

Hay que tener cuidado de no hacer muchas migas al trocear el pan (por eso lo debemos hacer encima del platillo). Tampoco se debe jugar con el pan (hacer bolitas
con la miga o cosas por el estilo).

Si no queremos alguna parte del pan, una corteza muy tostada, la miga, etc. debemos separar esta parte y dejarla a un lado del platillo del pan. Nunca encima de la
mesa. También podemos depositarla en nuestro plato cuando hayamos terminado; de esta manera cuando nos retiren el plato se lo llevarán.

  A vueltas con el pan. Donde se coloca. Como se come.

El pan se coloca en la parte izquierda nuestro plato, a la altura de las copas, aproximadamente.
Puede ponerse un platillo auxiliar para el mismo.

El pan es un alimento que acompaña a todos los platos y es un "elemento" de ayuda a la hora de
comer. Se puede "empujar" con él, algún pequeño trozo de alimento que se resiste a ser tomado
con el tenedor o la cuchara.

El pan que se ha mojado o ha empujado un alimento se debe comer, o al menos dejarlo a un lado
del plato, pero nunca vuelve a la mesa. Y mucho menos al platillo del pan.

El pan no se moja, ni con la mano ni con el tenedor, en fuentes o salseras comunes. Nunca debe
salir de nuestro plato.

La decoracion en la mesa

La decoración es el complemento ideal para rematar una elegante puesta de mesa. Una mesa elegante no es una mesa recargada. Recuerde que un adorno nunca debe
ser un estorbo. La regla de oro para decorar una mesa debería ser: no se crean barreras con la decoración. Evite aislar a sus invitados con elementos decorativos
demasiado voluminosos. Calcule el número de invitados y el espacio disponible en las mesas para saber con qué espacio cuenta para poder decorar la mesa.

Los candelabros y los centros de mesa, son elementos más utilizados en la decoración. Las velas de los candelabros deberán ser blancas o de color marfil. En
determinadas ocasiones, como Navidad, se permiten velas de color rojo, por ejemplo. Las velas solo deben ponerse en las cenas, y si se encienden, se hace después
de que los invitados se han sentado a la mesa. Las velas deberán ser de cera inodora. En la mayoría de los casos las velas y candelabros se utilizan como mera
decoración y no se suelen encender.

"Los candelabros solo deben ponerse para las cenas, por la noche"

Si opta por utilizar centros de flores, ya sean naturales o secas -mejor naturales-, deben ser flores sin perfume, ya que pueden interferir con el aroma de la comida y
la bebida. Los centros de flores, tampoco deben tapar a los invitados. Deberá elegir diseños muy bajos, para permitir que los invitados se vean unos frente a otros. Se
colocan muy espaciados entre sí, pensando en dejar sitio para las fuentes, salseras y otros elementos que necesitemos colocar en la mesa. Las mesas rectangulares dan
más juego para la decoración que las redondas, que admiten un centro de flores nada más.

Aparte de los centros de flores (que suelen ser de forma triangular, redonda, rectangular o alargada), se puede optar por otros elementos decorativos en función del
tipo de comida y del sitio. Centros de frutas, o detalles originales como un tronco de árbol hueco y barnizado, pequeños centros de pétalos de flores (por supuesto sin
perfumar), cuencos llenos de canicas de colores, etc. Sea original pero con gusto y estilo. Y por supuesto, no se olvide de los otros elementos a combinar: mantelería,
vajilla, cristalería y cubertería.

Uso corecto de los cubiertas

Colocar a sus invitados en la mesa. Reglas básicas.


Una persona, a lo largo de su vida, suele organizar algún tipo de comida, bien sea con amigos, familiares, compañeros de trabajo, etc. La comida puede tener un
motivo concreto como la celebración de un cumpleaños, un ascenso, etc. o bien simplemente no hay más  motivo que el de charlar y estar con ellos..

Es bueno conocer que en este tipo de actos privados, los anfitriones son, los que a su propio criterio, hacen la lista de invitados y eligen los sitios que ocuparán
cada uno de ellos.  Pero no está mal saber también algunas normas clásicas de protocolo que pueden servirles como guía u orientación a la hora de repartir los sitios
de la mesa.

Antes de empezar con las reglas básicas para la colocación de invitados, es importante señalar, que al hacer la lista de invitados es importante tratar de realizarla de
una forma homogénea, es decir, seleccionar personas que puedan tener una cierta afinidad en cuanto a gustos, aficiones, etc. para que la jornada sea agradable,
haya una buena conversación y esa afinidad haga que el ambiente sea idóneo para agradar a todos los invitados. De la misma manera, es aconsejable tratar de evitar
hacer coincidir a personas cuya enemistad es manifiesta, para evitar situaciones incómodas, sobre todo cuando el número de invitados no es demasiado numeroso.

A la hora de colocar a sus invitados, puede servirle de ayuda conocer estas reglas:

1. Las parejas se "rompen". Para tratar de mejorar las relaciones sociales, que la conversación no se concentre solo entre parejas ... se debe mezclar a las parejas
por separado entre el resto de invitados.

2. Cuando al distribuir los sitios en la mesa, no haya el mismo número de hombres y mujeres, es aconsejable no juntar a dos mujeres; es preferible sentar a dos
hombres juntos. Tampoco es demasiado correcto dejar a las mujeres en las esquinas de la mesa.

3. Aunque ya no es tan mirado como en otras épocas, las mujeres casadas suelen preceder  a las solteras, y a las divorciadas. Las divorciadas-separadas y viudas,
preceden a las solteras, también.

4. Si utiliza un criterio de colocación por edad, las personas mayores tienen precedencia sobre las más jóvenes. Incluso, las personas de mayor edad, tienen una
cierta precedencia sobre el sexo femenino, en determinados casos. La edad es un "valor añadido" a la hora de establecer un orden en la mesa para sus invitados.

5. Si tiene invitados de otra nacionalidad, recuerde, que se les suele dar mayor preferencia que a los nacionales. Si bien hay que tener en cuenta una cosa
importante; en el caso de tener solo algunos invitados que hablen su idioma se deberá situar a esta persona a su lado, aunque rompa el esquema del ordenamiento de
comensales, para evitar "aislar" a su invitado entre personas que no hablan su mismo idioma. En este caso, prevalecen los conocimientos del idioma sobre otras
posibles características de sus invitados.

6. La colocación de invitados en cuanto al sexo, suele ser de forma alterna hombres y mujeres. Cuando las "cuentas no cuadran", por no haber el mismo número de
invitados de un sexo y de otro, no queda más remedio que sentar a juntos a varios señores o señoras.

7. Los niños, si los hay, se sientan juntos en la mesa en una parte reservada para ellos, o, si es posible, mucho mejor en una mesa aparte para ellos.

Es recomendable el uso de tarjetas de mesa, si tiene un número elevado de invitados, y quiere evitar confusiones y desorientaciones de sus invitados a la hora de
sentarse a la mesa. También, como se ha indicado al principio, estas reglas solo son una idea o guía en la que puede basarse, pero al ser un acto privado, los propios
anfitriones son los que establecen el orden de colocación en función de sus preferencias, criterios y conocimiento de los invitados.

Foto  stock.xchng.vi  Mesa formal.

Una de las funciones más complicadas, sobre todo en determinadas ocasiones, con las que se encuentra un anfitrión es la de colocar (distribuir) a sus invitados. La
disposición de los sitios en la mesa, está regida por unas normas (siendo éstas más sencillas que en el Protocolo ceremonial, donde las precedencias para saber el
orden correcto nos complican un poco esta labor). Toda "colocación" viene regida por el rango o categoría de los invitados. Aunque como en todo hay excepciones,
la edad puede ser una norma o regla, en determinadas ocasiones.

Métodos.

Existen dos métodos principales para distribuir los invitados en una mesa:

1. Método inglés.

Los anfitriones se colocan en las cabeceras de la mesa. Muy utilizado en mesas rectangulares.
  Presidencias - Sistema Inglés.

2. Método francés.

Los anfitriones presiden la mesa colocados en el centro de la misma y enfrentados.

  Presidencias - Sistema Francés.

Existen otros tipos de distribución de invitados, pero son derivados de los anteriores y son conocidos como sistemas híbridos.

La colocación del anfitrión debe ser siempre mirando a la puerta de entrada o principal. Y enfrente, siempre la anfitriona. Quien preside la mesa nunca debe estar
de espaldas a la entrada principal. Si no hay puerta principal, o su situación no es buena, el anfitrión debe situarse frente a la ventana principal. El invitado de más
categoría o edad se sienta a la derecha de la anfitriona y la señora invitada de más categoría o edad se sienta a la derecha del anfitrión. La derecha de los anfitriones,
es el sitio de mayor importancia en la mesa.

En determinadas ocasiones, debido a la importancia del invitado, podemos ceder la presidencia; en este caso nos situaremos a la izquierda del mismo (y no a la
derecha como se podría pensar en un primer momento). Una vez colocados los anfitriones, por cualquiera de los métodos elegidos, y sus respectivas derechas, se irán
colocando el resto de invitados a derecha e izquierda de los anfitriones, respectivamente, intercalando mujeres y hombres, hasta terminar con la lista de invitados.

"Al confeccionar una lista de invitados hay que tratar de invitar al mismo número de hombres que de mujeres"

Siempre, al confeccionar una lista de invitados se trata de invitar al mismo número de hombres que de mujeres y se trata de que el número de invitados sea par, pero
esto no siempre es así. Si se da el caso, y nos quedan personas a las que no podemos intercalar es mejor dejar a dos hombres juntos que a dos mujeres juntas. A
igualdad de rango o categoría, se suele ceder la presidencia de honor al invitado extranjero. También nos ocurre lo mismo con invitados mayores, que se cede el sitio
al de mayor edad entre los de igual rango.

La mejor forma de colocar a los invitados, sobre todo si la cena es con muchos invitados, es la colocación de tarjetas con el nombre. De esta manera, indicamos de
forma clara y precisa el lugar que le corresponde a cada invitado. Una de las mayores dudas a la hora de distribuir a los invitados es la utilización de mesas de forma
oval o redondas. Las presidencias están muchos menos claras, por eso las tarjetas nos ayudan, para que la elección de los sitios no se convierta en un problema
cuando llegan los invitados al comedor.
A la hora de pasar al comedor, entra primero la señora de más categoría del brazo del anfitrión (se le ofrece el brazo izquierdo, salvo personas con uniforme, que
ofrecen su brazo derecho). Le siguen los invitados por orden de importancia y entra en último lugar la anfitriona seguida del invitado de mayor importancia. Otros
autores indican que deben pasar primero los anfitriones con sus acompañantes y luego el resto de los invitados. Aunque estos métodos son los considerados oficiales
o más protocolarios, en comidas menos formales, es habitual que los invitados pasen al comedor sin seguir estas normas, y entren de forma individual, en parejas o
en pequeños grupos.

Una vez que están todos los invitados en el comedor, debemos esperar a que las señoras de nuestro lado se sienten, para sentarnos nosotros. Y si no hay camareros
que lo hagan, ayudaremos a mover la silla a las señoras de nuestro lado. El servicio de mesas aunque lo veremos con más detenimiento, se hace por orden de
importancia, aunque es habitual empezar por las señoras y terminar por los caballeros, siendo la anfitriona la última en servir de las señoras. Se empieza a comer,
cuando todo el mundo está servido (en grandes banquetes, cuando al menos todos los comensales de nuestra mesa están servidos). El inicio del banquete lo marcan
los anfitriones. El final, también.

El menú de los invitados

Cuando nos disponemos a diseñar el menú, debemos tener en cuenta varios aspectos fundamentales: número de invitados, tipo de evento, gustos o costumbres de
los invitados, presupuesto y productos regionales que podemos utilizar. Una vez analizados estos elementos también tenemos que contar con: como combinan los
platos elegidos entre ellos, época del año en que se celebra el evento, la hora, la secuencia de servicio de los platos y los vinos a servir con los mismos -maridaje-.

"En la medida de lo posible, es bueno utilizar productos de temporada"

Es habitual tratar de agasajar a nuestros invitados con productos nacionales de calidad. Nuestro país, debido a su riqueza gastronómica y gran variedad de vinos nos
ofrece muchas posibilidades para la confección de menús muy diversos. Debemos elegir cuidadosamente los productos básicos de nuestro menú, para evitar
comidas demasiado ligeras o demasiado pesadas. Las comidas deben ser equilibradas teniendo en cuenta factores tales como tipo de invitados, hora del día y fecha
del acto.

Una vez elegido el menú, habrá que elaborar el orden de servicio de los platos. Como reglas básicas debemos tener en cuenta: los platos y sabores más suaves se
sirven al principio y los platos de más sabor o más fuertes se sirven después. Por eso, al crear el menú debemos tener en cuenta que los caldos, consomés y
pescados van antes que las carnes. Lo mismo ocurre con los vinos, que se sirven primero los más jóvenes y luego los de más cuerpo.

Vamos a clasificar los principales tipos de comidas:

1. Almuerzo.

2. Cena.

3. Cóctel.

4. Brunch.

5. Lunch.

6. Buffet.

7. Otras. (Aperitivos, desayunos de trabajo, etc.).

La comida del mediodía. El almuerzo.

Es una de las comidas principales del día, que suele hacerse entre las 1 y las 3 h. Es muy variable en función del país donde tenga lugar (en los países del norte de
Europa se hace sobre la 1 ó 1,30 h.). En España e Italia, por ejemplo se hace más tarde en torno a las 2 ó, 2,30. La duración entre 45 minutos y una hora. Los
almuerzo pueden ser tanto en un restaurante como en casa, y si el tiempo lo permite se pueden hacer en la terraza de un restaurante o en el jardín de casa, si lo
hubiese.

A la hora de elegir el menú debemos optar por la sencillez y la calidad. Elegir un nombre rebuscado o extranjero de un plato no es sinónimo de calidad. Un menú
equilibrado sería: un entrante (consomé, sopa, etc.) que en verano puede ser un plato más fresco como un gazpacho o una ensalada; un primero, que suele ser un plato
de pescado o un revuelto; un segundo que puede ser un plato de carne o un plato similar. Habitualmente, se opta por un entrante y un segundo plato nada más para
comer. Por lo que el entrante puede ser un plato más consistente (entremeses, un revuelto, etc.) y luego se opta por carne o pescado.

"El almuerzo, desde el mediodía hasta primera hora de la tarde"

A la hora del postre se suele optar por la fruta, y en la mayoría de los casos, por algún postre dulce como alguna variedad de tarta, pastel, mousse o dulces
tradicionales del lugar donde estamos. Cuando la comida ha sido copiosa es muy recomendable tomar un sorbete o helado, por ser muy digestivos. Procure elegir un
menú equilibrado combinando algún plato suave con otro más consistente. Por ejemplo, si pedimos un plato de caza, será conveniente pedir algo muy ligero de
primero y un postre muy digestivo como un sorbete. También es conveniente pedir platos de temporada, ya que estos productos están en su mejor época en cuanto a
condiciones de calidad y precio.
Si el almuerzo es en casa, debe contar con ciertas particularidades de sus invitados, como regímenes especiales por diversos motivos (diabetes, úlceras, etc.).
También debe tener en cuenta el tema respecto de las bebidas. Además del vino debería tener agua y zumos, para las personas que no toman alcohol. En comidas
formales, no es habitual servir refrescos de ningún tipo. Otro factor importante, es calcular bien el número de invitados para no quedarnos cortos en cuanto a la
bebida y la comida. Hay que disponer siempre cantidades para al menos dos invitados más de los previstos. También contar con soluciones de "reserva para poder
cubrir cualquier imprevisto.

"En las cenas se suelen servir platos más ligeros que en los almuerzos"

Aunque en la mayoría de los países, no es una comida importante, en España es tan importante como el almuerzo. El horario va desde las 7 de la tarde,
aproximadamente de los países anglosajones y norte de Europa, hasta las, 9 ó 10 de la noche, de España e Italia (e incluso más tarde). La duración puede ser algo
mayor que para la comida (entre una y dos horas), debido a que por el horario no hay que ir a trabajar o realizar alguna visita después de la cena. Al igual que en el
almuerzo, el menú debe ser equilibrado y menos copioso que en la comida, sobre todo si nos vamos a ir a acostar nada más cenar.

Tal y como hemos indicado, por el horario, los alimentos a elegir pueden variar entre los pescados blancos, carnes suaves, ensaladas, etc. Si la cena es muy
elaborada, y prevemos que va a tardar, podemos optar por tomar un aperitivo, y un cóctel. Este aperitivo no deberá ser muy consistente, evitando quitar el apetito a
los comensales y "arruinar" la cena. Todos los platos que se van a servir, deben hacerse a la temperatura adecuada. No hay nada más desagradable que tomar un plato
frío; tampoco es muy agradable tomar platos recalentados.

Foto  stock.xchng.vi  Plato de ensalada.

Tanto si celebramos la cena en casa como en un restaurante, hay que esperar por todos los invitados para empezar a pedir o a cenar. Se puede esperar un tiempo
de cortesía por los invitados, que no debe ser más de 30 minutos.

Esperar más sería una falta de cortesía para el resto de invitados. Si se llega tarde, se opta por servirle el plato por el que van nuestros invitados, para no perturbar el
orden de la cena. Si la cena es un restaurante, lo correcto sería pedir solo un plato principal, evitando tomar algún entrante o plato similar.

La cena, al igual que el almuerzo, debe tener en cuenta la época del año en la que se celebra, el lugar, el tipo de invitados, la hora, etc. Todo ello nos dará unos puntos
clave para crear un menú adecuado. No es lo mismo una cena de verano (ligera y fresca) que una comida de invierno (platos más consistentes y fuertes). Las
cantidades a servir nunca deben ser excesivas. Es mejor ofrecer la repetición de un plato, que servir platos excesivamente "llenos". Aunque trataremos más
profundamente el tema, en el apartado del vino, debe elegir "caldos" acordes a los platos.

Foto  stock.xchng.vi  Copa de cóctel.

Es un tipo de "acto" cuya celebración puede celebrarse por los más diversos motivos: presentación de un libro, de un producto, de un servicio ... Suelen ser actos
para congregar a una gran cantidad de personas.

El horario más utilizado es el de media tarde entre las 19 y 21 horas (aunque se puede llamar aperitivo o lunch), aunque también podemos encontrarnos algunos
"actos" de mediodía entre las 12 y las 13,30 horas, aproximadamente. A la hora de elegir vestuario deberemos tener en cuenta, la importancia del acto y la hora (si es
de mediodía o de tarde).

La celebración de un cóctel tiene por regla general como escenario los salones de un hotel o de un restaurante. En temporada estival puede ser en un jardín o
en espacios al aire libre. La denominación de cóctel, puede ser "equivalente" en cierta medida a un aperitivo en castellano. Un cóctel es un acto "de pie" en el que
todos los invitados "circulan" libremente por las instalaciones. Puede haber una presentación previa (en forma de pequeña charla o conferencia), antes de pasar al
salón donde "realmente" se sirve el cóctel propiamente dicho.

"Los cócteles son un recurso muy utilizado para hacer presentaciones de joyas, libros, etc."

Habrá que disponer de al menos dos mesas principales. Una en la que suele colocarse toda la comida, tanto dulce como salado. En la otra se dispone toda la bebida
así como la cristalería, la vajilla y las servilletas. Aunque en la mayoría de las ocasiones habrá servicio de camareros y ellos serán los encargados de ir "circulando"
entre los invitados ofreciendo en bandejas los canapés y las bebidas.

La comida debe ser presentada en pequeñas porciones (canapés) que se puedan tomar de un solo bocado, evitando disponer comidas "engorrosas" para comer de pie.
También es habitual contar con una mesa de "descarte" en la que se depositan copas y otros elementos usados, o podemos esperar a que pasen los camareros y las
depositemos en sus bandejas vacías.

Es muy importante calcular correctamente el número de invitados para disponer del salón adecuado. Todos hemos acudido en alguna ocasión a "actos" de este
tipo donde era muy difícil moverse. Haga cálculos entre los metros cuadrados disponibles del salón y el número de invitados asistentes, aunque en la mayoría de
los hoteles nos indicarán previamente la capacidad de cada uno de ellos. La duración de un acto de este tipo no debería sobrepasar la hora, aunque dependiendo de
la magnitud del mismo y del número de invitados, podría alargarse un poco más.

El brunch. Qué es y cuándo se hace.


 La fusión del desayuno y el almuerzo anglosajón.



 Foto  stock.xchng.vi  Brunch preparado.
 La equivalencia en castellano podría ser "tentempié" a media mañana. La fusión del desayuno y el almuerzo anglosajón (sobre todo en América).
Originalmente, era la forma original de recuperar fuerzas, durante las mañanas del fin de semana, después de la fiesta y las copas nocturnas.
Actualmente, ha traspasado estos límites, haciendo su entrada en el mundo de los negocios, y es utilizado (sobre todo en Europa) en la mayor parte de los
casos como buffet en reuniones, congresos y seminarios en los que se hace un pequeño "descanso" o receso a media o última hora de la mañana, para
tomar algo. Lo que en muchos programas indican con el término inglés "coffe break", es en algunos casos, un ligero "brunch". También es utilizado en
medio de reuniones de negocios en las que se cuenta con un servicio de cafetería o puede servirse incluso, en las mismas instalaciones o salón donde se
celebra la reunión. Este tipo de "tentempié" va entre el desayuno (breakfast) y la comida (lunch), de ahí su término es una fusión de ambos (BReakfast +
lUNCH = brunch).
 "El brunch está poco extendido socialmente en España, pero empieza a tomar fuerza, sobre todo en las grandes capitales"
 Por la hora en la que se sirve, la composición de productos ofrecidos es muy similar a la de un desayuno. Aunque, dado lo avanzado de la mañana , se
puede optar por incluir algún tipo de alimento más consistente. La composición habitual suele ser: zumos, café, leche, té y chocolate, bollería diversa,
mantequilla, mermeladas, fiambre ... y como decimos puede incluirse algún tipo de plato más consistente, muy vinculado también al tipo de personas que
acudan al acto. Los extranjeros están más acostumbrados a tomar comidas más fuertes por la mañana (salchichas, huevos revueltos, etc.).
 El brunch por excelencia, según los neoyorquinos son los huevos a la Benedictine (huevos escalfados, sobre tosta de pan con base de bacon frito y
cubiertos de una fina bechamel, o salsa similar: holandesa ...), acompañado de salchichas y para beber un Bloody Mary.
 Además de una comida original de fin de semana en el mundo de los negocios, por regla general, este tipo de comida es un descanso en medio de una
reunión de trabajo, curso, congreso o seminario, su duración es muy corta, y no debería sobrepasar nunca la media hora. Sirve, también como sitio de
encuentro para hacer algunas presentaciones y profundizar de una manera más amplia en el conocimiento de otros participantes. Si entablamos
conversación y se pasa el tiempo que hemos marcado como tope, lo mejor será "quedar" posteriormente para continuar con nuestra conversación y evitar
retrasar la entrada del resto de invitados o incorporarnos tarde al acto.
 Dependiendo del lugar donde celebremos el encuentro, el "brunch" se puede servir en el mismo sitio donde se celebra el encuentro (en reuniones
pequeñas, donde son pocos los participantes) , disponiendo de mesas auxiliares (dos al menos) donde se colocará la comida y los "elementos" necesarios
(cubertería, vajilla, etc.) para el "tentempié". Si es un hotel (utilizado para reuniones más amplias como un congreso o seminario), se tomará el brunch en
un salón aparte donde estará todo preparado para cuando hagamos la pausa. Si se celebra en una empresa u otras instalaciones donde no se cuenta con
servicio de cafetería, podrá haber sido contratado con un hotel o cafetería muy cercana donde se habilitará un espacio para tal fin

El lunch. Cuándo se hace y qué es.


 Al ser un acto previo a un almuerzo o cena, no deberán servirse alimentos que puedan quitar el apetito a los comensales.


 Foto  stock.xchng.vi  Mesas de un restaurante.
 El "lunch" es un aperitivo ofrecido con anterioridad a una comida o una cena. Actualmente, donde es más utilizado es este tipo de "aperitivo" es en las
bodas. Seguramente tendrá alguna invitación de boda, donde le indicará que se servirá un "lunch" previamente a la celebración del almuerzo o cena.
Personalmente, creemos muchos más correcto utilizar el término castellano aperitivo, en las invitaciones. No obstante, cualquiera de las dos acepciones es
perfectamente válida.
 Al igual que hemos indicado para alguno de los tipos de comida anteriormente expuestos, el aperitivo puede estar dispuesto en mesas y bandejas
previamente preparadas, y servirse los comensales a su antojo, o puede contar con el servicio de camareros, que irán "circulando" por la sala
ofreciendo la comida y la bebida en bandejas. Si no se cuenta con servicio de camareros habrá que disponer de una mesa "de descarga" para poder
depositar los cubiertos, vajilla y cristalería usada.
 "El lunch, en algunos casos, sirve como 'introducción' a otra comida de mayor importancia"
 Al ser un acto previo a un almuerzo o cena, no deben servirse alimentos que puedan quitar el apetito a los comensales (por ello no se deben servir
copiosamente aperitivos). Los aperitivos que habitualmente se sirven son: aperitivos fríos (jamón, saladitos, y bocaditos, etc.), aperitivos calientes (fritos
de calamares, gambas, etc.), pequeños sandwichs, etc. También todo tipo de bebidas (con alcohol y sin alcohol), vino blanco, vino tinto, vermouth, finos,
jerez, refrescos, bitter, etc.
 Todo este tipo de actos, que sirven como "introducción" a otro de mayor envergadura no deben alargarse más de media hora. No dejan de ser un paso
previo, muy útil para que los invitados se conozcan entre ellos. No obstante hay otras razones por las que este tipo de actos no debe alargarse: al estar de
pie, podemos cansar demasiado pronto a los invitados; al haber comida, podemos llegar a quitar el apetito a los comensales si se alarga en demasía el
aperitivo; estamos "perjudicando" al personal del establecimiento si retrasamos nuestra hora de entrada al comedor, haciéndoles ampliar su jornada hasta
horarios poco habituales, etc. Hay que se educado y cortés con todo el mundo. No solemos pensar demasiado en los demás, y menos en este tipo de actos.

El buffet. Qué es y cuándo se hace.


 Los alimentos presentados deben ser sencillos de servir y de comer.


 Un gran desconocido en nuestro país, hasta hace, relativamente, poco tiempo que ha sido muy popularizado por muchos hoteles y restaurantes. Podemos
describirlo como un "intermedio" entre la comida y el cóctel. Es una comida con autoservicio "self-service". El propio comensal es quien debe servirse.
A diferencia de otro tipo de comidas (como el lunch o el cóctel que se toman de pie) el "buffet" se toma sentado. Una de las ventajas, es que permite una
gran libertad a las personas para moverse y sentarse donde  lo deseen. En muchos restaurantes, existe un "buffet" para cada tipo de comida. Especifican
desayuno "buffet", almuerzo "buffet" o cena "buffet".
 "El 'buffet' puede ser frío, caliente o mixto (platos fríos y calientes)"
 El "buffet" cuenta habitualmente con dos módulos principales: uno donde se dispone la comida y los cubiertos -o solamente la comida-, generalmente, y
otro donde se colocan las bebidas, la cristalería, la vajilla y las servilletas. En muchos hoteles y restaurantes cuentan con una "isleta" central donde se
dispone todo en un solo bloque, habitualmente en dos o más alturas, y debemos recoger todo (comida, cubiertos, platos, etc.) "circulando" alrededor de
la misma, eligiendo los platos que deseemos. Nunca se deben llenar los platos demasiado, y es mejor levantarse para repetir del plato que queramos.
 El "buffet" puede ser frío, caliente o mixto (platos fríos y calientes). Los alimentos presentados deben ser sencillos de servir y de comer. Seguramente
no encontrará en un "buffet" caracoles, sopas y platos un poco engorrosos de servir o de transportar. Como característica principal, podemos indicar que
aquí se permite servir varios alimentos en un mismo plato, aunque es mejor utilizar un plato para cada receta. A la hora de servirse, utilice los cubiertos
que hay en las fuentes, y no utilice sus propios cubiertos.
 Uno de los principales "problemas" que nos solemos encontrar cuando nos vemos en un "buffet" es cómo movernos. Si las mesas se encuentran pegadas
a la pared debemos empezar por la parte izquierda e irnos desplazando hacia la derecha. Por el contrario, si la mesa se encuentra en el centro (la
"isleta" comentada anteriormente de muchos hoteles y restaurantes), debemos empezar por la derecha e irnos desplazando hacia la izquierda hasta
completar toda la vuelta. Una pista de por dónde empezar, nos la pueden dar las servilletas y los cubiertos, que suele indicar el punto de comienzo del
"buffet".

Desayunos y meriendas. Otros tipos de comida.


 Hay gran cantidad de reuniones en torno a una mesa que tienen una finalidad distinta dependiendo de lo que se sirve, la hora del día, etc.

 Foto  stock.xchng.vi  Desayuno con bollería.

 Aparte de las comidas principales y más conocidas por todos, existen otros muchos tipos de "encuentros" alrededor de una mesa. Vamos a explicar
brevemente los que pensamos son los principales, entendiendo que varían mucho en función del tipo de vida o cargo que desempeñemos, ya que muchos
de estos "encuentros" solamente se van a dar en cargos de relativa importancia o en profesiones como el periodismo.

 Desayunos de trabajo.

 Los desayunos de trabajo (entrevistas, informar sobre algo, etc.), suelen ser entre las 8 y las 10 de la mañana, aunque dependiendo del país el horario
puede variar ligeramente. Suelen hacerse en hoteles, aunque pueden darse en su propio despacho, si se convoca a pocos periodistas. Los más conocidos
son los ofrecidos por los políticos para hablar de diversos temas de actualidad. Si son de carácter privado, se suelen ofrecer en alguna dependencia
privada de la empresa o del Ministerio.

 "La bollería y los dulces son algunos de los principales ingredientes de los desayunos"

 En estos desayunos de trabajo se ofrecen, al igual que en el resto de los desayunos bebidas calientes como café, té y chocolate; bebidas frías como zumos,
leche y agua. En cuanto a los alimentos se ofrecen bollería, mantequilla, mermelada, pan tostado, etc. y si queremos un desayuno más internacional se
pueden ofrecer alimentos más consistentes como bacon, huevos, queso, algún tipo de fiambre, etc.

 Meriendas.

 Ofrecer un té o una merienda a media tarde, cada vez es más utilizado para organizar tertulias o reuniones para "debatir" determinados temas de
actualidad. El horario más habitual es entre las 17 y las 19 horas. Se sirve té, café o chocolate, pastas, bollería pequeña (mini dulces) o pequeños
bocaditos dulces. La radio, es el sitio donde más de moda se han puesto las tertulias de tarde alrededor de un café. Aunque existen otros tipos de comida
(picnics, barbacoas o parrilladas, fondue ...) hablaremos de ellas en otroas artículos del portal.

Invitados a la mesa. ¿Quién preside?


 La presidencia de una mesa, por regla general, es para los anfitriones.

Invitados a la mesa. ¿Quién preside?

Los almuerzos, y en particular las cenas, mucho más extendidas que los almuerzos, desde el punto de vista social, plantean algunas dudas cuando se quiere
establecer quién preside la mesa. Es importante elegir bien las presidencias, pues es, a partir de este punto, desde donde se establece el "punto de partida" para
colocar al resto de invitados, para servir, etc. La presidencia es un punto de referencia muy importante.

La presidencia de una mesa, por regla general, es para los anfitriones. Ellos son los encargados de presidir la mesa, salvo que haya una cesión de la misma. En el
caso de ceder la presidencia, por los motivos que sean, quien cede la presidencia se sitúa a su izquierda, y no a su derecha como pudiera pensarse. La presidencia se
suele ceder cuando hay algún invitado de especial relevancia, o se considera oportuno por razones diversas.
Como la sociedad evoluciona, cada vez es más habitual el caso de encontrarse con dos anfitriones del mismo sexo. En este supuesto, el protocolo no varía. Ambas
personas ejercen la presidencia de la mesa, de la misma manera que lo haría otra pareja cualquiera. Algunos autores la llaman la doble presidencia, nombrando a uno
de los anfitriones como primera presidencia, y al otro, como segunda presidencia.

Cuando la presidencia se establece en el centro de la mesa, se llama presidencia francesa. Y cuando se coloca en los extremos de la mesa, se llama presidencia
inglesa. Luego se pueden dar variantes, pero las más utilizadas son las mencionadas.

En el protocolo más clásico se recoge que el anfitrión, hombre, se sitúa frente a la ventana, y la anfitriona, mujer, se sienta frente a la puerta de entrada o de
servicio. Esta regla apenas es tenida en cuenta en la actualidad y los anfitriones se colocan en la mesa sin tener demasiado cuidado en dónde queda una ventana o una
puerta de entrada o de servicio.

Invitados adicionales.


 Solo en una visita muy informal nos podemos dar el lujo de preguntar si nos es permitido llevar alguna persona adicional.


 Es de muy mal gusto, cuando se nos extiende una invitación de cualquier tipo, ya sea una cena, un buffet, un cóctel, o demás, el llevar a otra persona que
no sea de la familia inmediata. Solo en una visita muy informal nos podemos dar el lujo de preguntar si nos es permitido llevar alguna persona adicional.
El mero hecho de hacer la pregunta a nuestra anfitriona ya resulta de mal gusto, pues esto la pondría en una situación muy embarazosa y difícil.
 Casi ninguna persona se sentirá con la confianza suficiente como para ser franca y responder con una negativa, y explicar sus razones para no desear un
invitado adicional. Por lo general la anfitriona se limitará a acceder: "Si, puedes traer a tu vecina", o "Sí, puedes traer al papá de tu esposo" ... aunque este
hecho le cause transtornos inesperados y gastos adicionales.
 Es muy posible que no tenga suficientes asientos para acomodar un grupo mayor del que esperaba, o que no haya preparado suficientes cubiertos o
suficiente cantidad de alimentos o bebidas para un grupo mayor.
 No obstante, un buen anfitrión deberá contar con la posibilidad que surjan ciertos imprevistos y tendrá que saber como salir al paso de estas situaciones
inesperadas.

Invitados especiales. Cortesía y mantel.

No todos los invitados a una fiesta tienen porque ser iguales, no solo en edad, estatura, vestuario, etc. Entran en juego los gustos y, lo que es mucho menos
predecible, las propias limitaciones de cada cual. Dietas, enfermedades, alergias, etc. pueden complicar a los anfitriones sus reuniones.

Cuando confeccione la lista de invitados, es conveniente poner a lado de las personas con "ciertas limitaciones" alimenticias una pequeña nota que le informe al
respecto. De esta manera, cuando vaya a elaborar el menú, o tenga que comprar los ingredientes, contará con la información necesaria para poder adaptar su menú al
de estos "invitados especiales".

Si se trata de invitados que acuden por primera vez a una casa, lo mejor que pueden hacer es avisar con unos días de antelación a los anfitriones de su problema.
Comentarles si es alérgico al pescado, si tiene algún tipo de alergia a una determinada especia, si tiene restricciones severas por motivos de salud, etc. Los anfitriones
le agradecerán mucho esta información para poder ofrecer alguna alternativa al menú general.

En determinados casos puede ser correcto rechazar una invitación, si sus restricciones alimenticias pueden causar un trastorno importante en los planes de los
anfitriones. Ya que ellos, por educación, no se atreverán a pedírselo; puede salir de usted el rechazar alguna invitación dando una excusa, cuando menos creíble, para
evitar complicar la organización de la reunión a los anfitriones.

No es correcto abusar de la cortesía de los anfitriones y aprovechar su buena fe para evitar tomar platos que no le gustan sin tener ninguna razón importante para
ello (enfermedad, etc.). Hacerles cambiar un menú o crear platos alternativos por puro capricho es una muestra de mala educación y de abuso de la buena fe de sus
anfitriones.

Durante el desarrollo de la comida sea discreto y no trate de averiguar por que tal o cual persona toma un plato diferente al suyo. Y mucho menos, trate de que a
usted le sirvan lo mismo, por muy atractivo que le parezca. Si este plato entra dentro de las opciones del menú ya se lo ofrecerán a la hora de servir. Ante todo sea un
invitado prudente y discreto siempre, pero más ante este tipo de situaciones.

La conversación. La anfitriona y sus invitados, conversar.



 No hay nada más desagradable y que muestre tan poco tacto que la persona a la que se le habla no haga más que mirar hacia todas partes y parezca
estar atenta de todo lo que ocurre alrededor.

Sobre la conversación.

Durante cualquier conversación debe procurar mostrar atención a lo que dice la otra persona. No hay nada más desagradable y que muestre tan poco tacto que la
persona a la que se le habla no haga más que mirar hacia todas partes y parezca estar atenta de todo lo que ocurre alrededor. Esto causa la impresión de que no nos
está prestando la más mínima atención, y como es natural, ocasiona mucha incomodidad.

Otro detalle importante a recordar durante cualquier conversación, es que debe evitarse tomar puntos de vista demasiado opuestos en relación a cualquier tema.
Especialmente en conversaciones sobre sexo, religión y política, ya que éstas son sumamente delicadas y pueden ocasionar discusiones muy acaloradas que
provocarán un disgusto. Reservemos nuestras opiniones para el momento oportuno o para expresarlas a personas de suma confianza, que comparten puntos de vista
similares a los nuestros o que sabemos pueden comprenderlos, si no compartirlos.

La anfitriona y la conversación de sus invitados.

Muchas veces la anfitriona tiene que servir como animadora en las conversaciones de sus invitados. Debe mantenerse muy alerta para intervenir si ve que alguno de
sus invitados empieza a mostrar señales de antagonismo. En el caso de una persona que está prologando un discurso demasiado aburrido, la anfitriona puede
interrumpir con mucho tacto y decir: "Perdónenme la interrupción, pero me gustaría robarles a la Sra. X por breves instantes".

Nunca trate de presentar a una persona a todos los invitados presentes, recién ha llegado a la fiesta. Debe acompañarlo hasta a algún grupo donde considere que se
sentirá a gusto y presentarlo allí, de manera que esta persona pueda moverse entre la gente y presentarse a sí misma, o ser presentada a otras personas por los mismos
miembros del grupo al que ha sido introducida.

Otra regla importante es que nunca debe interrumpir una conversación animada y amena, aunque sea de la opinión de que una de las personas que participa en dicha
conversación se sentirá mejor en otro grupo o en compañía de alguna otra persona.

De la mesa. Del modo de trinchar, y del servicio en la mesa.


 Es un punto muy importante de la buena educación el saber trinchar, servir a todos los demás y servirse a si mismo.

Manual de Buenas Costumbres y Modales. Urbanidad y Buenas Maneras.

1. Es un punto muy importante de la buena educación el saber trinchar, servir a todos los demás y servirse a si mismo, de una manera oportuna, delicada y fácil; pues
nada hay más desagradable que ver a una persona que sirve un plato intempestivamente, que hace saltar del trinchador las comidas sólidas, que derrama los líquidos,
que distribuye los manjares en cantidades excesivas, que aparece, en fin, en tales actos llena de perplejidad y de embarazo. En las comidas, con los comensales
sentados, los diversos platos son presentados por los sirvientes puestos en fuentes apropiadas y las carnes cortadas en presas fáciles de servir.

2. Procuraremos presentar aqui las reglas más importantes sobre la manera de ejecutar convenientemente estas operaciones; pero téngase entendido que la destreza y
tino que en general requieren,son casi exclusivamente el resultado de la observación y de la práctica. Cuando la comida es para más personas de las que caben
cómodamente en nuestra mesa se puede invitar a una comida de buffet, en cuyo caso cada invitado se sirve a sí mismo lo que apetece de las diversas fuentes
colocadas en la mesa. También se suele servir una comida de pie, en cuyo caso la dueña de casa o el servicio se encarga de servir y distribuir los platos a los invitados
que permanecen en los sitios que más les acomoda.

3. Debe tenerse un especial cuidado en no servir nunca un plato fuera de la oportunidad debida; y bien que en este punto haya alguna variedad, no por eso dejan de
existir reglas que tienen generalmente una aplicación  uniforme y constante, las cuales pueden reducirse a las dos siguientes:

3.1. En la primera mesa, después de tomada la sopa, se sirven el pescado, los pasteles y todos los demás platos que necesitan del uso principal del tenedor y al fin los
platos fuertes, las ensaladas y la caza.

3.2. En los postres, se sirven en primer lugar las frutas crudas; en segundo lugar los lacticinios; en tercer lugar las tortas y demás preparaciones de harina; en cuarto
lugar las compotas, frutas secas, etc. y por último los dulces.

4. Jamás nos pongamos de pie ni para trinchar ni para servir; este es una acto que reune a la vulgaridad e inelegancia, la circunstancia de ser extraordinariamente
molesto y fastidioso para las personas que se encuentran inmediatas. Y cuando el plato que hayamos de acercarnos con un u otro objeto esté distante, hagámoslo traer
a nuestro puesto por alguno de los sirvientes.

5. Para trinchar un ave, se principia por separar de ella el ala y el muslo, prendiéndola y asegurándola con el tenedor, e introduciendo acertadamente el cuchillo en las
articulaciones; y ejecutada esta operación, se van cortando longitudinalmente rebanadas delgadas de la parte pulposa, la cual ha quedado ya descubierta y
desembarazada.

6. De las aves pequeñas se deja el caparazón en el trinchero, y se sirven los cuartos y la pulpa, teniendo el cuidado de dividir aquéllos previamente por las
articulaciones; pero de las aves grandes tan sólo se sirve la pulpa, dejando todo lo demás en el trinchero.
7. Las carnes se dividen en rebanadas delgadas al través de las fibras musculares; pero de una pieza que trae huesos adheridos se cortan también rebanadas
longitudinalmente, cuando se hace difícil el corte transversal.

8. El jamón, aunque contiene un hueso, no se corta jamás longitudinalmente, sino en rebanadas transversales muy delgadas, y dejando a cada una de ellas la parte de
grasa que naturalmente saquen en el corte.

9. Las rebanadas de todas estas piezas se sirven con el tenedor, auxiliado siempre del cuchillo.

10. El pescado no se divide con cuchillo; la parte que ha de ponerse en cada plato se toma con una cuchara, o con una paleta de plata a propósito para este objeto.

11. Para servir un pastel, se corta con el cuchillo la parte de pasta correspondiente al relleno que va a servirse, y todo ello se pasa al plato por medio de la cuchara,
cuidando de poner en éste la pasta sobre el relleno. Generalmente la dueña de casa sirve en la mesa las fuentes que traen del interior ayudada por alguna íntima o
pariente y los sirvientes alcanzan los platos a los invitados siguiendo las reglas de servir primero a las señoras por orden de categoría y lo mismo a los caballeros.

12. Todos los demás platos se sirven por medio del tenedor y el cuchillo, o de la cuchara, según la naturaleza de cada uno; y cuando es necesario auxiliar la cuchara,
esto se hace con el tenedor.

13. La forma de las partes que se tomen de un original, y la colocación que se les dé en cada plato al servirlas, deben ofrecer siempre una apariencia agradable a la
vista.

14. La sal y la salsa se toman con una cucharilla que acompaña siempre al salero y a la salsera; y el azúcar, con unas pinzas que acompañan al azucarero, cuando éste
se presenta en forma de cubitos, de lo contrario se usará la cucharilla destinada a tal efecto. La sal puede tomarse, a falta de la cucharilla, con un cuchillo que aún no
se haya empleado en ningún otro uso.

15. Jamás tomemos la comida del original haciéndola pasar por la orilla del plato, ya sea que usemos para ello del tenedor y el cuchillo, o de la cuchara.

16. Cuando vayamos a servir de un plato a todos los circunstantes, tengamos presente el número de éstos, a fin de arreglar las proporciones de manera que no llegue a
apurarse el contenido del plato antes que todos queden servidos.

17. Sirvamos siempre los platos con la delicadeza que es propia de la sobriedad que en todos debemos suponer, y seamos en esto todavía más escrupulosos respecto
de las señoras, para quienes sería un verdadero insulto un plato servido con exceso.

18. Siempre que nos toque servir a los demás, cuidemos de destinar a las señoras y demás personas a quienes se deba especial respeto, aquellas partes de los manjares
que sean más agradables y más fáciles de comerse.

19. Cuando hayamos de servir salsa a una persona, pongámosla siempre al lado y nunca encima de lo que contenga su plato.

20. Al hacer circular un plato entre todos los circunstantes, cuidemos de poner en él un tenedor o una cuchara, según que el contenido del plato debe tomarse con uno
u otro instrumento.

21. Cuando circule un plato común, un caballero no se servirá a si mismo antes de haber servido a la señora que tenga a su lado.

22. En el caso del párrafo anterior, los caballeros dejarán siempre para las señoras, y los inferiores para los superiores, la parte más agradable y más fácil de comerse
de lo que contenga el plato que circula.

23. No nos sirvamos nunca demasiado de ningún manjar. Aún en la mesa de familia, vale más servirse dos veces, que ofrecer a los demás la desagradable impresión
que produce siempre un plato servido con exceso.

24. No pongamos nunca en nuestro plato, ni a un mismo tiempo, ni sucesivamente, diferentes comidas que hayan sido preparadas para ser servidas separadamente.

25. Cuando nos servimos licor o agua, o sirvamos a una persona que esté situada a nuestra izquierda, tomemos la botella con la mano derecha; y cuando hayamos de
servir a una persona que ocupe nuestra derecha, tomémosla con la mano izquierda, pues no debemos jamás servir el licor ni el agua sino por el lado de la botella
donde se encuentre uno u otro pulgar. En las comidas sentadas, los vinos son servidos por los sirvientes en la mesa después de cada plato, en las copas que están
colocadas frente a cada comensal para ese efecto. En las comidas de pie se pasan las copas ya servidas por medio de azafatas cuidando siempre que estén
acompañadas por copas de bebidas sin alcohol para las personas que no desean tomarlo.

26. No pongamos nunca en el vaso o en la copa mayor cantidad de licor o de agua, que aquella que vayamos a tomar de una vez. Sin embargo, hay licores que se
sirven expresamente para saborearlos, como sucede en general con los licores dulces, y con otros que enseñará la práctica de las sociedades de buen tono.

27. Es sobremanera impropio que nos sirvamos, o sirvamos a otra persona licor o agua, hasta llenar enteramente el vaso o la copa.

28. Cuando se nos sirva licor o agua por otra persona, luego que tengamos la cantidad que nos baste, se lo indicaremos por medio de la palabra, o bien levantando
suavemente el cuello de la botella con el mismo vaso o con la copa. Y cuando seamos nosotros los que hayamos de servir a otra persona, hagámoslo sin
precipitación, a fin de que podamos detenernos fácil e inmediatamente cuando ella nos lo indique, y no vaya a quedar en su vaso o en su copa mayor cantidad que la
que quiera tomar.

29. Al poner en una taza café o cualquier otro líquido, hagámoslo de manera que no llegue a rebosar.
30. Cuando vayamos a servir licor de una botella, aún no decantada, pongamos primero en nuestro vaso o en nuestra copa una pequeña cantidad, siempre que hayan
podido caer dentro de aquélla, al destaparla, algunas partículas de corcho o de lacre.

31. Siempre que pidamos algo a una persona que se encuentre en la mesa, emplearemos una frase  atenta, como "hágame usted el favor", "tenga usted la bondad", etc.
Cuando una persona nos pregunte si queremos tomar de algún plato o de algún licor para servirnos, y estemos dispuestos a aceptar el ofrecimiento contestaremos con
la frase "si usted me hace el favor", u otra semejante; y cuando hayamos de contestar que no aceptamos, daremos siempre las gracias a la persona que nos hace el
obsequio de dirigirnos la pregunta.

32. Cuando una persona nos sirva alguna cosa, ya sea a petición nuestra o por ofrecimiento espontáneo, le daremos las gracias en breves palabras, haciéndole al
mismo tiempo una ligera inclinación de cabeza.

33. Los buenos vinos son verdaderamente obras de arte, y aunque muchos de nosotros no gustan de aquéllos, deben saberlo, desde el momento que los vinos han
formado siempre parte de la vida cultural y de los conocimientos de las civilizaciones antiguas.

34. Quien entiende de vinos, es por lo general muy exigente acerca de las ocasiones y momentos propicios para servir aquéllos. Sin embargo, como el espacio de que
disponemos en esta obra no es para el estudio de los vinos, sino para disfrutarlos, es conveniente saber como debemos conducirnos al respecto.

35. La cocina francesa ha estado siempre intimamente ligada con los vinos, y en el mundo entero se da por contado que determinados vinos se llevan bien
únicamente con ciertos alimentos. No es fuerza beber cuando no se quiere hacerlo, pero si se hace, es preciso saber como hacerlo. Hemos recopilado en esta sección
los conocimientos sobre la materia reunidos por los epicúreos, y nos ayudarán aquéllas a evitar vulgaridades con los vinos, al mismo tiempo que nos ilustrarán para
saberlos usar y escoger.

36. Antes de seguir adelante, es preciso indicar que en la mesa se disponen, además del vaso o copa destinada al agua, tantas copas como clases de vinos hayan de
servirse. La colocación debe ser artística, bien en forma de triángulo o de cuadrilátero. No se pondrán nunca más de cuatro copas a la vez en cada cubierto. Los vinos
de tipo Sauternes y del Rhin se sirven en copas de color, y los licores en copitas blancas, de manufactura especial.

37. El vino no se debe beber de un golpe, sino que hay que irl paladeando poco a poco para saborearlo. Los conocedores se sienten molestos cuando ven a una
persona mal educada que trasega de un golpe el vino de una copa. El placer del vino está en el bouquet que le da la edad, el sol y la calidad de las uvas. Ya puede
comprenderse con esto que para ser buen catador, se necesita ser todo un artista.

38. Hablando en términos generales, el buen epicuro prefiere los vinos tranquilos a los espumosos, mientras que los novatos no se dejan impresionar por la burbujas.
La copa se lleva a la boca lentamente, cuidándose mucho de no echarla atrás, sino irla inclinando hacia adelante. La copa se toma con la mano derecha, asiéndola un
poco más arriba del pie por el asiento, con tres o cuatro dedos. La distinción u ordinariez prestada a este acto, habla de las personas.

39. Los vinos deben servirse en el orden siguiente: Con la sopa, Madera, Jerez, Sauternes dulce o sus similares; con los entremeses, vinos ligeros y secos, como el
Sauternes y el Borgoña blancos; con los ostiones, vino blanco, como el Hock, el Mosela, al Alsaciano o el Borgoña blanco; las aves, las carnes y las verduras se
acompañan de vino rojo, del tipo Burdeos; y, con el asado se sirven vinos tintos del tipo Borgoña o del Rona. El café se acompaña con cognac o con licores, tales
como el Chartreusse, el Benedictine, la Cremé de Mente, la Cremé de Cacao, etc.

40. No es preciso servir distintos tipos de vino con cada platillo, y resulta muy provechoso atenerse a las siguientes indicaciones:

40.1. Para el almuerzo , generalmente se sirve un vino, ligero, que se lleve con todos los platillos. Son buenos el Jereez, Sautornes, el Borgoña blanco suave, o el vino
tinto suave, llamado también clarete.

40.2. Para una cena de confianza, basta también una sola clase de vino, pero ha de ser suave, indistintamente blanco o tinto.

40.3. Para una cena ceremoniosa o banquete, se siguen estas dos reglas, a saber: los vinos blancos se sirven antes que los vinos rojos; los vinos tiernos deben servirse
antes que los vinos añejos, para que los primeros no nos sepan mal.

41. No insistamos jamás en que nuestros invitados han de beber, si ellos no quieren hacerlo. Probeamos siempre de bebidas libres de alcohol para quienes las
prefieran. Es costumbre ofrecer licores de dos o tres clases al mismo tiempo, colocadas las copitas en una bandeja. Los licores más usuales y sabrosos son: Cognac,
Peach, Apricot o Cherry Brandy, Cointreau, Kummel, Benedictine, Cremé de Menthe.

42. La embriaguez rara vez se ve entre las personas que hacen del vivir un arte. Los conocedores saben que pueden hacer que la vida les proporcione los mejores
ratos, y el embotamiento de los sentidos nos roba de las percepciones de las delicias del vivir. El sentido común aconseja a este respecto quedarse atrás, mejor que
intentar adelantarse a los otros. Las personas decentes nunca preceden fundándose en el adagio de que si poco es bueno, más mejor. Saben los funestos resultados del
abuso.

Tipos de vino. Clasificaciones.


 Los vinos pueden ser clasificados por diversas características.

 Los vinos pueden ser clasificados por diversas características.


 Vamos a ver las principales clasificaciones, según diversos aspectos, como su contenido en azúcar, por su color, por su edad. etc. :

  

 1. Por su contenido en azúcares.


Desde g/l * Hasta g/l * Tipo de Vino

00 05 Secos

05 15 Abocados

15 30 Semi-Secos

30 50 Semi-Dulces

50 Adelante Dulces

 * Gramos por Litro 

 2. Por su color.

 Tintos.

 Rosados.

 Blancos.

 3. Por su edad.

 Sin crianza. Vinos del año.

 Crianza. 1 año al menos en barrica de roble.

 Reserva. 1 año al menos en barrica de roble y 2 años más en botella.

 Gran reserva. Más de 2 años en barrica de roble y 3 más en botella.

 Debemos tener en cuenta que el vino por tener más años no es mejor. Al ser un producto "vivo" tiene un punto óptimo, a partir del cual puede comenzar
a estropearse. La edad del vino se mide por la añada (año de cosecha del mismo). Todas las añadas son distintas, y pueden ser muy diferentes en función
de múltiples factores, siendo de gran importancia el clima habido durante ese año. 

 Vida del vino.

 Los vinos blancos suelen tener una vida más corta que los vinos tintos. Pocos vinos blancos suelen durar más o menos los 2 ó 3 años, mientras que un
buen tinto puede llegar a durar varias décadas. Aunque siempre hay excepciones que confirman la regla. Respecto de la graduación, un buen tinto no
debería tener más de 13 - 14 grados; los blancos de 10 a 11 grados. Pero puede haber distintos tipos de graduaciones en función del tipo y origen del
vino.

 Aunque desarrollaremos el tema con mayor complejidad como indicamos anteriormente, podemos dar algunas ideas de los conceptos utilizados en las
catas de los vinos para poderlos catalogar e incluir en las clasificaciones dadas en la página anterior. La mayor parte de los vinos pasan por un proceso de
cata que hace posible su clasificación.

 También conocida como tarjeta de degustación. Los principales conceptos que podemos encontrarnos son:

 1. Fruta.

 Si el vino es poco afrutado o muy afrutado.

 2. Sequedad o dulzor.

 Grado de azúcar del vino, desde seco (poco azúcar) a dulce (con mucho azúcar).

 3. Cuerpo.

 De ligero a mucho cuerpo.


 4. Taninos.

 Nivel de taninos: desde nada tánico a muy tánico.

 5. Madera.

 Desde no tiene a tiene mucha madera.

 6. Complejidad.

 Valoración de elementos diversos del vino.

 7. Potencial de guarda.

 Puede ser para tomar ya o puede darse un tiempo de guarda ( por ejemplo una década). 

Cómo abrir una botella de vino. Consejos. Indicaciones. Trucos.


 Colocando la botella en posición vertical, la sujetamos para que no se mueva.


 Foto  ralphunden  Descorchar una botella de vino.

 Abrir de forma correcta una botella de vino.

 A la hora de abrir una botella de vino, lo primero que debemos tener en cuenta, es tratar de moverla lo menos posible, para que en el caso de que haya
sedimentos (posos) estos no se revuelvan y enturbien el vino.


   Como abrir una botella de vino. Consejos. Indicaciones. Trucos.

 Colocando la botella en posición vertical, la sujetamos para que no se mueva, y quitamos la cápsula de plástico o metálica de alrededor del cuello de dos
maneras posibles:

 1. Con un cuchillo bien afilado.

 2. O con un práctico corta cápsulas que podemos encontrar en diversos establecimientos, ya sean especializados en vinos o en cosas de menaje para la
casa.

 Una vez que hemos retirado esta protección, ya tenemos el corcho al descubierto. Si alrededor de la boca hay algo de suciedad o algún pequeño "cerco", lo
limpiaremos con un trapo limpio.
 Utilizando cualquiera de los múltiples sacacorchos que hay en el mercado, algunos de excelente calidad, y preparados para que apenas movamos la
botella, procedemos a extraer el corcho de la botella, teniendo cuidado de que no se rompa. Lo extraemos lentamente, girando el mismo, si fuera necesario
(pero recuerde, no cambiar la dirección del giro del sacacorchos o podría romperse el tapón).

 Una vez extraído, podemos comprobar la textura del corcho haciendo una ligera presión sobre el mismo con los dedos, para ver que su elasticidad es la
adecuada, y no es un corcho seco y algo pasado. Podemos oler el corcho, para comprobar que no contiene aromas extraños, para cerciorarnos de que el
vino está en perfecto estado.
   Como abrir una botella de vino. Consejos. Indicaciones. Trucos.

 Con un trapo limpio, limpiamos la boca de la botella, para quitar posibles restos de corcho o de cualquier
otro tipo de pequeña suciedad que haya en la boca y en la parte interior del cuello de la botella.

 También, se suele verter una pequeña cantidad de contenido, en una copa auxiliar (que no utiliza nadie
para beber), para "expulsar" posibles briznas de corte que hayan podido caer al descorchar la botella.

 Si está entre amigos o con gente de mucha confianza, sirva un poco en la copa de aquella persona que usted
considere más entendida, para que nos dé su aprobación. Si está en un restaurante, se suele servir a la
persona que pidió el vino, para que nos dé su aprobación.

 Si todo es correcto, puede servir al resto de los comensales, empezando por las señoras, recordando que no
se llenan las copas, más de un tercio de su capacidad (puede haber excepciones, en función del tamaño de
la copa, pero la norma general es esa).

 Y tampoco debemos olvidar que el vino debe tener la temperatura adecuada para tomarlo, pues las
temperaturas muy frías tienden a ocultar los defectos, tales como demasiada azúcar, demasiada acidez,
demasiados taninos, y está demasiado caliente, pierde todas sus propiedades, e incluso, podría ponerse
ácido

¿Cómo abrir una botella de vino? Descorchar la botella de vino.


 La botella se pone en posición vertical y no se debe mover en absoluto.


 Abrir una botella de vino es una acción sencilla que si se lleva a cabo con delicadeza mejora la experiencia de beber y compartir un buen vino. 
 Da lo mismo el tipo de vino que sea, pero a mayor edad (crianza, reserva ...) mucho más cuidado aún. La botella se pone en posición vertical y no se debe
mover en absoluto, o al menos, moverla lo menos posible. Así evitamos que cualquier tipo de poso o sedimento pueda enturbiar el vino al revolverse por
el movimiento.
   Extraer la cápsula.
 Con un cortacápsulas o, en su defecto, con un cuchillo, pasamos el borde de la
cápsula (que puede ser de distintos materiales: plástico, plomo ...) todo a su
alrededor, haciendo la circunferencia completa para dejarlo bien marcado el
corte. Levantamos la cápsula y accedemos al corcho de la botella.

   Sacacorchos.
 Con suaves movimientos insertamos poco a poco el descorchador en el corcho
de la botella hasta llegar al tope, generalmente, del tirabuzón del
descorchador.

   Más firmeza que fuerza.


 También con cuidado destapamos el vino, haciendo una ligera presión con la
botella sobre la mesa y tirando del sacacorchos hacia arriba (hay
descorchadores modernos que hacen todo esto por nosotros, con lo que se
evita mover la botella para hacer fuerza).

   Limpiar la boca de la botella.


 Una vez que hemos destapado el vino, le pasamos por la boca un paño limpio,
para quitar cualquier resto de corcho que pueda quedar en la boca de la
botella, olemos el corcho para ver que el vino conserva todas sus propiedades
intactas y que no se ha deteriorado (cosa que también comprobaremos
posteriormente al servirlo).
 Puede ser de su interés Cómo servir el vino.

 Sobre este mismo tema es interesante leer:¿Qué cantidad servir de vino?¿Por qué lado se sirve?

Servir el vino. Cómo se hace. Consejos. Temperatura del vino.


 Es recomendable, si no entendemos de vinos, acudir a un establecimiento especializado que nos aconseje sobre los más adecuados para la ocasión.

Consejos.

La conservación óptima de los vinos es permanecer tumbados, evitando la luz directa y una temperatura baja y constante (por ello son lugares ideales bodegas y
sótanos). También, en la medida de lo posible, habrá que evitar moverlo. Una vez determinado el menú y los platos a servir, procederemos a la selección de los vinos
y en qué orden se van a servir. Es recomendable, si no entendemos de vinos, acudir a un establecimiento especializado que nos aconseje sobre los más adecuados
para la ocasión. En la actualidad se "lleva" mucho servir un único vino para toda la comida (habrá que elegir un vino joven, por regla general).

Temperatura.

Dependiendo del tipo de vino elegido, tenemos que saber a qué temperatura debería servirse. Aunque consultando varios libros, hay ligeras variantes, hemos optado
por esta clasificación:

1. Blancos secos. Entre 7 y 9 grados.

2. Blancos con cuerpo. Entre 9 y 11 grados.

3. Tintos ligeros. Entre 11 y 14 grados.

4. Rosados. Entre 8 y 10 grados.

5. Tintos con cuerpo. Entre 14 y 16 grados.


Foto  stock.xchng.vi  Copas de vino.
Vinos y platos.

Dependiendo del plato a servir, tenemos que saber que vino debería servirse. Unas pequeñas pautas serían:

1. Blancos ligeros. Pescados blancos.

2. Blancos con cuerpo. Pescados azules, mariscos y salsas.

3. Tintos ligeros. Carnes rojas.

4. Rosados. Carnes blancas.

5. Tintos con cuerpo. Carnes rojas y caza.

Aunque hemos dado una clasificación por el vino, vamos a dar otra más completa en función de los platos a servir, y que al ser más amplia nos puede dar una
orientación mejor a la hora de crear el menú ideal:

1. Entremeses.

Si son de embutidos y quesos, podemos utilizar un rosado seco. Si hay pescado (o fritos tipo calamares, gambas ...) podemos utilizar
un blanco seco.

2. Primero caldoso.

Si hay un primer plato como sopa o consomé, lo mejor es servir un blanco seco.

3. Primer plato.

Arroces, un blanco seco (también con arroces con pescado). Si el arroz lleva carne, podemos servir un tinto joven. Las pastas admiten
un rosado joven, y las legumbres un tinto joven.

4. Pescados.

Los pescados blancos (más suaves) admiten servir blancos ligeros o rosados jóvenes. Los pescados azules (más fuertes) y los mariscos admiten blancos de más
cuerpo e incluso blancos de aguja. También es admisible un rosado joven y fresco. Sobre todo si el pescado es fuerte y acompañado de guarnición como el "Salmón
Papillote", por ejemplo.

5. Carnes.

Las carnes suaves o blancas, van acompañadas de un rosado o tinto joven. Las carnes rojas o de caza un tinto añejo y con cuerpo. Las carnes guisadas y a la brasa
pueden servirse con un tinto crianza con cuerpo. Pueden darse ciertas variantes más que en función del tipo de carne en función de la preparación de la misma. No es
lo mismo tomarse una carne a la plancha que una carne al Roquefort con guarnición.

6. Huevos.

Fritos, al plato o con platos fuertes (escalfados en un bacalao al pil-pil , por ejemplo) tintos jóvenes. Revueltos, cocidos y preparados "suaves" rosados, o tintos secos
y jóvenes.

7. Quesos.

Tiernos y cremosos, rosado o tinto joven y ligeramente afrutado. Quesos curados, semicurados y fermentados, tinto viejo con cuerpo.

8. Postres.

En función del tipo de postre si es dulce, podemos utilizar un vino generoso. Si es salado o frío (como un sorbete o un helado) podemos servir un blanco frío y seco o
semiseco. Aunque la costumbre es servir el postre acompañado de cava o champán (bebida que puede ser tomada a lo largo de toda la comida perfectamente, aunque
no tengamos esa costumbre).

Independientemente del vino que elija para cada plato, recuerde una regla fundamental: no debe servir vinos con más cuerpo y sabor antes que otros más jóvenes
y menos intensos. Por ello como se comentó anteriormente, es importante saber elegir el vino adecuado, pero también en qué orden se van a servir.

No ahorre nunca en el vino. Puede estropearle la comida más exquisita. Y guarde relación calidad de la comida y la calidad del vino elegido. No conjunte elementos
desproporcionados, grandes manjares con pésimos vinos o viceversa.
¿Qué cantidad de vino servir? ¿Por qué lado servir el vino?

¿Cómo servimos la bebida? Servir en las copas. Normas y consejos. Sirviendo de forma correcta.


 La botella nunca se apoya en la copa para servir, sino que se debe mantener a unos dos centímetros de ella.

Servir el vino de forma correcta.

Las bebidas se sirven por el lado derecho del comensal, aunque, como será el caso en la mayor parte de los hogares, lo normal es "pasar" la botella de vino o cava
para que cada cual se sirva y sirva, como mucho, a los comensales de su lado. Si hay servicio este será el encargado de servir las bebidas, como dijimos, por el lado
derecho del comensal. Se sirve primero a las señoras y luego a los caballeros; aunque está bien admitido, ya que no son encuentros tan formales (estas fiestas
suelen congregar a familiares y amigos), empezar por la derecha del anfitrión y servir en orden secuencial a todos los comensales. La botella nunca se apoya en la
copa para servir, sino que se debe mantener a unos dos centímetros de ella.

  Servir una copa.

Si el anfitrión abre la botella de vino, servirá a una persona de confianza la prueba del
mismo, y éste asentirá, o no, sobre la calidad del vino. En caso no haber una persona de
confianza o experta en vino, será el propio anfitrión el que haga de catador del mismo
para comprobar que se encuentra en óptimas condiciones de sabor, temperatura, etc.
Se puede tener una copa auxiliar para verter un poquito de vino sobre ella, para
eliminar posibles restos de corcho y otras briznas del cuello de la botella.

    No levante
su copa.

En el caso de
los vinos
tintos, para
evitar su calentamiento con la mano, se puede utilizar un cestillo para colocar la
botella y servirlo. En el caso de vinos de mucha edad, como los grandes reservas, se
pueden decantar (e incluso se deben decantar) y servir en un recipiente, botella o
decantadera, especial para ello. También es conveniente abrirlos con al menos una
hora de antelación, para que el vino se "airee".

Las copas no se llenan en su totalidad, sino que solamente se llenan de forma


parcial. El vino: se suele llenar, aproximadamente, un tercio de la copa, siendo una
proporción aproximada en función del tamaño de la copa (dado que hay copas de
múltiples tamaños que pueden hacer variar esta proporción). En el caso de los tintos se
puede servir más cantidad, pero en el caso de los blancos (que deben servirse fríos), es mejor servir poca cantidad y reponer más a menudo, para lograr tomarlo a la
temperatura ideal. Lo mismo nos ocurre con el cava, la sidra y otros espumosos.

  No llene la copa.

Si no deseamos que nos sirvan una determinada bebida, se lo haremos saber a la


persona que nos sirve (personal de servicio, anfitriones, compañeros de mesa, etc.) de
forma verbal, pero no taparemos la copa como señal de negativa. No es una forma
demasiado correcta. Tampoco se levanta la copa para servirnos. Hay que dejarla en la
mesa, para no ponérselo difícil a la persona que nos sirve ( o aunque nos sirvamos
nosotros, la copa no se mueve).

Si hablamos de licores y otras bebidas, las proporciones a servir varían en función del
tipo de bebida y el tamaño de la copa o vaso.

El coñac, se sirve en una amplia copa, llenando, de forma aproximada, un quinto de la


capacidad de la copa (lo mismo que ocurre con el vino, dependerá en gran medida del
tamaño de la copa, ya que las hay muy grandes y muy pequeñas). Si la copa es pequeña,
podemos llenar un tercio e incluso la mitad de la misma.

Los licores, se suelen tomar en lo que conocemos como vasos de "chupito", lo que supone un trago corto. Estos vasitos se suelen llenar en su totalidad.
En el caso de otras bebidas, ginebra, vodka, whisky, etc. así como cócteles y otros combinados, las medidas de llenado son muy variables en función del tipo de
bebida, tipo de vaso y complementos que lleve la misma (hielos, fruta, etc.).

No podemos olvidarnos de un detalle importante. Las bebidas nunca deben estar servidas antes de sentarnos a la mesa. Siempre se deben servir cuando los
comensales están sentados a la mesa. En el caso del agua, se puede servir, antes de que lleguen los alimentos a la mesa, pero el vino y el resto de bebidas, se suele
servir cuando ya están los alimentos en la mesa. No es una norma que se cumpla muy a menudo, pero siendo un poco severos en las formas, es lo que marca el
protocolo más estricto.

¿En qué copa debo tomar el vino? La importancia de una buena elección.


 Degustar un buen vino empieza por la elección de una buena copa.


 Los que más entienden de vinos apuntan a que la elección correcta de una copa puede cambiar la experiencia a la hora de disfrutar y degustar un
buen vino. Da lo mismo que sea un consumado experto o un bebedor ocasional, poner a la disposición de los sentidos, sobre todo el del gusto y el del
olfato, una buena copa de vino hace que se viva un momento mágico, agradable y único.
 Muchas personas piensan que una copa de cualquier cristalería es válida para poder tomar un vino. Da lo mismo que el vino sea tinto, rosado o blanco. Es
un tremendo error. Utilizar copas no adecuadas, sobre todo utilizar las de las antiguas cristalerías que tenían todas las copas bastante iguales, pequeñas e
incluso de colores, con vidrios muy gordos, ligeramente ásperos y de poca calidad.
 Las copas son distintas si se quiere degustar un vino tinto o uno blanco. La propia temperatura de servicio del vino condiciona el tipo de copa. El vino
tinto al servirse a temperatura ambiente, requiere una copa grande, de boca amplia y ligeramente abombada que permita al sentido del olfato ayudar al
gusto a disfrutar de ese vino. Los vinos tintos son más aromáticos y hay que dejar que la "nariz" aprecie estos matices.
 "Los tamaños de las copas son importantes para apreciar mejor las características del vino"
 Los vinos blancos, requieren una copa de menor tamaño, muy condicionados por su temperatura de servicio. El frío y su menor aroma de partida,
respecto a un vino tinto, hace que el sentido del olfato sea importante, pero no en la medida que lo requiere un vino tinto. Además la necesidad de
mantenerlo a temperatura bastante fresca, hace que la copa de menor tamaño ayude a disipar en menor medida esa baja temperatura. Hay que servirse
pequeñas cantidades y hacerlo con mayor asiduidad para tomar el vino en perfectas condiciones de temperatura.
 Los vinos blancos de mayor cuerpo, pueden ser también degustados en copas altas y delgadas, similares a las de cava y champán, pues permite que el
olfato participe de su aroma al beberlo.
 El cava y el champán, en copa flauta, alta y delgada que permita a la cadena de burbujas subir lentamente hacia la superficie. Las burbujas subirán
lentamente, haciendo una pequeña hilera o cadena, de forma constante y uniforme. Su temperatura de servicio, muy fría, obliga a mantener la botella
refrigerada o en hielo, y a servir tragos muy pequeños que se deben degustar de forma casi inmediata.
 Los vinos rosados y otros vinos espumosos pueden ser degustados, dependiendo del tipo de vino, en copas aflautadas o de formas similares.
 No es necesario contar con una cristalería especial para tomar el vino. Se pueden adquirir copas sueltas que puede comprar de forma escalonada hasta
completar una cristalería perfecta para tomar cualquier tipo de vino. Hay marcas muy reconocidas en el mercado que se dedican de forma exclusiva o,
casi en exclusiva, a la fabricación de este tipo de copas.
 Independientemente del tamaño de las copas, no se deben llenar demasiado, no más de un tercio de su capacidad, para dejar sitio al "aroma" del vino, y
que la persona que lo beba pueda disfrutar, no solo gustativamente, sino olfativamente.
 Una copa de vino elegante, además de útil debe ser bonita pues lo mismo que una buena receta es presentada en un plato de calidad, un vino también debe
contar con una copa fina, transparente y elegante.

Los vinos y los licores. Servicio y temperatura.


 Cada tipo de bebida tiene una tempratura óptima para servirlo y apreciar todo su sabor y aroma.
 Vinos y licores.
 1. Vino blanco. Siempre se debe refrigerar anticipadamente para que en el momento de servirlo esté bien frío.
 2. El clarete. Oporto y licores. Estos vinos, así como el vino de Borgoña y demás, deben ofrecerse a la temperatura ambiente, por lo cual deben dejarse en
un sitio cálido durante varias horas antes de servirlos. Es aconsejable presentarlos en escanciador de cristal. El clarete debe servirse idealmente en
escanciador que tenga asa.
 3. Champagne. La botella de champagne debe envolverse en una servilleta de tela antes de abrirse. También es correcto servirlo frío, para lo cual debe
haber permanecido en un refrigerador por espacio de dos horas como mínimo antes de llevarlo a la mesa. Para dejarlo cerca de la mesa, una vez que la
botella ya ha sido abierta, existen recipientes especiales que suelen llenarse de hielo para que el resto del champagne que permanece en la botella se
conserve frío.
 Cuando se sirven.
 El cherry se sirve con la sopa. El vino blanco acompaña a los platos a base de pescado y carnes blancas. El vino rojo se sirve con los platos a base de
carne. Con el pudding se sirve el champagne. Con otros postres se suele servir Oporto. Los licores se suelen reservar para después del café. No obstante,
estas reglas tan estrictas son para cenar o banquetes formales. En casos de una cena menos formal, puede servirse simplemente vino y Oporto.

Las botellas de vino. Sus nombres y tamaños.


 El mercado del vino está en constante auge, pero poca gente conoce cómo se denominan algunas botellas de vino.
 La capacidad de una botella de vino se mide, como cualquier otro líquido, en litros o cualquier otra medida de capacidad equivalente al litro.

 Los formatos suelen se estándar, salvo algunos tamaños especiales que se hacen con fines promocionales, para servir en aviones, trenes u otros medios
de transporte donde el ahorro de espacio es importante, o tamaños dedicados al coleccionismo, entre otros.

 Las botellas más conocidas, por la mayoría de las personas, son las que habitualmente se comercializan en los establecimientos de venta y en los
restaurantes, la media botella y la botella, pero hay unos cuantos tamaños más.

  Capacidades y nombres de las botellas de vino.


 

Media botella 0,375 L. - 37,5 cl.

  Botella.

 Botella  0,750 L. - 75 cl.

  Botella.

 Magnun (dos botellas)  1,5 L. - 150 cl.  


  Botella.

 Jeroboam (cuatro botellas)  3 L. - 300 cl.

  Botella.

 Rehoboam (seis botellas)  4,5 L. - 450 cl.

  Botella.

 Matusalem (ocho botellas)  6 L. - 600 cl.

  Botella.

 Salmanzar (doce botellas) 9 L. - 900 cl.   


  Botella.

 Baltasar (dieciséis botellas)  12 L. - 1200 cl.

  Botella.

 Nabucodonosor (veinte botellas)  15 L. - 1500 cl.

Saber de vinos. Apreciar el vino. Consejos y recomendaciones.


 Los vinos, no deben permanecer en nuestra estantería o bodega muchos años, salvo excepciones.
Aproximación al mundo del vino.

Es bueno saber algunas cosas sobre el vino para poder mejorar nuestros conocimientos sobre esta materia y saber apreciar mejor sus cualidades.

- Debemos tomar siempre la copa de vino por el tallo y nunca abrazando la copa, lo que haría que el vino cambie de temperatura. Debemos tener en cuenta que la
temperatura corporal es de alrededor de 36º.

- Los buenos vinos no se toman recién descorchados, sino que debemos dejarlos "airear" al menos unos minutos (mejor media hora como mínimo).

- Los vinos, no deben permanecer en nuestra estantería o bodega muchos años, salvo excepciones. Es mejor abrirlos dentro de sus fechas óptimas para el consumo.

- Los vinos se deben tomar a la temperatura adecuada en cualquier época del año, independientemente de la temperatura exterior.

- Siempre se debe limpiar la boca de la botella, una vez descorchado, antes de proceder a servir el mismo. Una servilleta o un trapo limpio, será suficiente para
pasarlo por la boca. También se puede verter un poco de líquido en una copa vacía para evitar trocitos de corcho en el mismo.

- Los vinos deben ser apreciados en su justa medida, y en función de la calidad del mismo. Una buena comida debe contar con un buen vino (proporcional a la
calidad de la comida), no se puede "escatimar" en su precio y estropear una buena comida.

- No debe poner objeciones al vino, salvo que no se encuentre en buen estado (picado, por ejemplo). La calidad del mismo es variable en función del presupuesto
para la comida.

- Si se necesita enfriar un vino, no lo haga de forma brusca, y mucho menos echándole hielos al mismo o metiéndolo en el refrigerador. Se puede meter en una cubeta
con agua fría, como mucho.

- Elija el vino adecuado a los alimentos que van a tomar. En nuestra tabla de vinos en esta misma sección se indican los vinos adecuados para cada tipo de alimento.

- La normal general es blanco con pescados y tinto con carnes. Pero cada vez hay más excepciones a esta regla debido a la compleja elaboración de algunos platos.

- Las copas deben ser siempre transparentes para poder apreciar todas las características del vino: cuerpo, color ...

- Sin ser demasiado llamativos, podemos oler el vino, para reconocer su aroma, moviendo suavemente la copa.

- Y por último, debemos recordar que las copas no llenan en su totalidad, tal y como indicamos en el apartado como servir el vino.

Preparación del vino para servirlo a la mesa. Decantar el vino.


 El decantado no es más que trasvasar el contenido de la botella original a una botella especial, denominada decantador

Decantar el vino.

Cuando organiza una comida, bien sea un almuerzo o una cena, y tiene pensado servir un buen vino debe tener en cuenta ciertas cuestiones de gran importancia, no
solo importantes a la vista de sus invitados, sino que mejorarán notablemente también la degustación del vino en óptimas condiciones.

Aunque por regla general, es preferible que el vino sea servido en su propia botella, cuando se habla de vinos de mucha calidad y de considerable edad es mejor
realizar a su decantado antes de proceder a servirlo.

El decantado no es más que trasvasar el contenido de la botella original a una botella especial, denominada decantador. En este proceso, el vino se "airea" y se
logra que en el recipiente original, la botella, queden todos o la mayor parte de los posibles posos o sedimentos que tenga el vino.

Este proceso de decantado debe hacerse en privado y no delante de todos sus invitados.

"Decantar el vino garantiza que se tomará en condiciones óptimas"

Para el proceso se suele utilizar una luz de fondo o bien una vela para poder ver mejor el contenido de la botella y el trasiego del líquido. Hay que tener sumo
cuidado y tratar de mover la botella lo menos posible.

Si el vino es de calidad, aunque no haga falta decantarlo, sí que puede ser bueno abrirlo con cierta anterioridad para que se oree y tome su punto óptimo de
consumo. En cualquier caso, el vino es adecuado servirlo en un cestillo en el que la botella reposa ligeramente inclinada y cubierta por un paño. La botella, se sirve
en un cestillo o directamente con la mano, no se debe mover de forma brusca o violenta, evitando revolver su contenido. Hay también unos aros que se colocan en el
cuello de las botellas para evitar que pinguen al servir.
Las copas de vino no se deben llenar más de un tercio de la capacidad de la copa. Hay que hacer una pequeña matización pues el tamaño de las copas es muy
variable dependiendo de los diseños que ofrece el mercado. En el caso de los blancos, si la copa es grande, se sirve poca cantidad pero más a menudo para tratar de
beber el vino en óptimas condiciones de temperatura.

El vino no debe guardarse en el frigorífico (refrigerador), sino en un lugar oscuro y a temperatura ambiente tibia (ya que la temperatura ambiente actual de las
casas no es como la que se tomaba como referencia antaño cuando no existían sistemas de calefacción y refrigeración). Ni mucho frío ni mucho calor, ni cambios
bruscos de temperatura. También debe guardarse tapado y, si fuera posible, se le extrae el aire de la botella antes de taparlo (hay unas pequeñas bombas de mano que
lo hacen), evitando así que el vino se "oxide" con demasiada rapidez (se pone ácido).

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