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LA EVALUACIÓN EN LA EDUCACIÓN

Estudiante:

JUAN CARLOS ULLOA QUIROGA

Ensayo presentado al profesor


Dr. GUILLERMO BUSTAMANTE ZAMUDIO

UNIVERSIDAD SURCOLOMBIANA
FACULTAD DE EDUCACIÓN
MAESTRIA EN EDUCACIÓN, ÁREA DE PROFUNDIZACIÓN:
DOCENCIA E INVESTIGACIÓN UNIVERSITARIA
NEIVA, JULIO DE 2019
La Evaluación en la Educación

Los procesos de evaluación se han convertido en algo fundamental para diferentes


aspectos de nuestras vidas, esto se debe a que, sin importar si hablamos de la
esfera privada o pública tenemos una necesidad de conocer el desempeño que ha
tenido determinada acción al momento de realizar una actividad determinada, o si
se han cumplido los objetivos planteados.

Esto no es diferente en el ámbito educativo, ya sea en el nivel primario, secundario,


educación superior y los subsecuentes, siempre existirá una forma de evaluación la
cual, en teoría debería servir como mecanismo para saber si el estudiante ha
logrado cumplir con los diferentes objetivos planteados en cada una de sus clases,
los cuales se encuentran principalmente relacionados con la apropiación de
conocimientos en las diferentes áreas temáticas que le son impartidas. Una vez
establecida cual es la relevancia de la evaluación en el sistema educativo se debe
establecer cuáles son los mecanismos que se usan para esta, pero sobre todo
establecer la posición del evaluador a la hora de realizar este procedimiento; las dos
posiciones en las que se suelen parar los evaluadores son objetiva (Funcionario-
Profesor) y subjetiva (Maestro-Docto), para lo cual se verá a continuación que se
entiende por cada una de ellas en los diferentes actores del sistema educativo.

Para Guillermo Bustamante Zamudio (1995) la evaluacion tendrá una forma


diferente de entenderse para cada uno de los participantes del sistema educativo y
los describe de la siguiente manera:

 los maestros decimos que evaluamos objetivamente, es decir, que


evaluamos bien;

 los estudiantes piden ser evaluados objetivamente, es decir, de manera


equitativa;
 los padres sancionan o premian a sus hijos, basados en las evaluaciones
que se les practican y confiando en que sean objetivas, es decir, creen que
revelan realmente el esfuerzo de sus hijos, por lo cual en nuestro sistema
educativo le damos sentido a lo cuantitativo, porque nosotros como
docentes, como padres y como sistema, le damos validez al darle
importancia al número (a la nota), pensando que se es objetivo;

 el sindicato de maestros exige que la evaluación a los docentes sea objetiva,


es decir, que no sirva para sancionarlos ni para frenar los ascensos en el
escalafón; haciéndolos flojos y que no se preocupen por investigar, por
ampliar la relación inherente que debe tener el maestro con el saber, con el
fin de encarnar el despertar del saber en el alumno.

los evaluadores profesionales sostienen que sus pruebas (SABER, PISA,


TIMMS, PIRLS, etc.) son objetivas, es decir, que están estandarizadas
mediante procedimientos matemáticos; las cuales son utilizadas por el
sistema educativo como una herramienta que le permita obtener unos
resultados que le permitan medir los recursos invertidos, teniendo como
origen para su argumento de aplicación la deficiencia en la Educación
impartida por los profesores, a los cuales se les invirtió en su formación y
estos no retroalimentaron (proceso formación) si no que permanecían en un
status quo, sin darle importancia a la investigación, ni a incentivar la relación
del estudiante con el saber, siendo los mismos profesores (no maestros)
quienes le permitieron al gobierno tener la excusa para utilizar esta
herramienta supuestamente educativa, pero que si analizamos en su
trasfondo es una herramienta de ajuste fiscal.

Pero los profesores criticamos el sistema educativo, y más esta clase de


evaluaciones masivas, al establecer que son estándares y no evalúan la
formación del sujeto, pero realmente lo que hacen es identificarse con el
discurso Institucional, debido a que esta crítica sin soluciones progresivas la
da consistencia a lo criticado (legitima el proceso), debido que, hasta que
estos no entiendan que son los llamados a equilibrar las desigualdades del
sistema educativo (consecuente con nuestro modelo económico que
necesita seguir implementado desigualdades para controlar y dominar),
teniendo una relación educativa con una condición deseante, es decir que
por su trabajo incentive la relación del sujeto con el saber, haciendo que este
sujeto se esfuerce, que busque el saber y la investigación para que cuente
con la posibilidad de transformar su vida, por los cual el docente no debe
quedarse en la comodidad (Status quo) al ser condescendiente por lo que
está generando es pereza mental en el sujeto, bajando de esta forma su nivel
de la educación y sus posibilidades al cambio;

 el Ministerio de Educación Nacional ordena que los maestros hagan una


evaluación objetiva, es decir, teniendo en cuenta todos los aspectos posibles,
con tal de que no haya repitencia y, por consiguiente, que aumente la
eficiencia interna del sistema, pero centra su objetividad en pruebas de
evaluación masivas, las cuales para mí, como lo mencione anteriormente no
son muy objetivas para medir la formación del sujeto, porque su aplicación
no es muy positiva, debido a que su medición no tiene correlación con el
objeto de la evaluación;

 las instancias que rigen la educación pregonan que la evaluación


institucional, es objetiva, es decir, sin sesgos, gracias a que consiste en el
llenado de una serie de formatos, mostrando con nuestro sistema educativo
una Jerarquía Institucional que hace que los docentes principalmente se
convierta en funcionarios y no en maestros; pero hay que entender que el
objetivo de la evaluación siempre deberá ser medir la formación cualitativa
del sujeto, es decir, esa relación inherente del sujeto con la búsqueda del
saber, la cual por decisión del maestro se pudiera reflejar en forma
cuantitativa, para representar en forma numérica la formación objetiva del
sujeto sin forzar la medición.

 los organismos internacionales exigen evaluaciones objetivas, es decir,


psicométricas, como condición para garantizar que los préstamos que
otorgan para educación se usen de buena manera y no con base en
decisiones antojadizas que van en detrimento del tesoro público.

En el caso de la evaluación netamente subjetiva en la mayoría de los actores


anteriormente mencionados tendrán una conceptualización que de forma general
se puede definir como la forma en la cual el evaluador decidió calificar según su
propio criterio y experiencias, a partir de esto entonces surge la necesidad de
buscar, diseñar y aplicar formas de evaluación que nos permitan evidenciar si se
cumplieron con los objetivos planteados durante el proceso educativo en cada una
de las áreas propuestas para los diferentes cursos y que dicha evaluación se realice
de la manera más objetiva posible; esto se puede lograr planteando diferentes tipos
de evaluación de acuerdo a los objetivos planteados y que sean acordes a estos.

Es importante determinar si se está evaluando para el aprendizaje o si se está


evaluando el aprendizaje; esta diferenciación ayuda a determinar los tipos de
evaluación y herramientas que se usaran. Por un lado, la evaluación del aprendizaje
se limitará únicamente a entender si el estudiante se apropió de los diferentes temas
o competencias que le han sido impartidos (Moreno, 2016), esto permite al maestro
establecer si la metodología que está usando para transmitir dichos conocimientos
es la adecuada y realizar un proceso de retroalimentación. La evaluación para el
aprendizaje, sin embargo, buscará que los conocimientos que se le imparten a los
estudiantes no se vean como algo estático, más sí que estos motiven a los
estudiantes a ahondar en sus áreas de interés (Moreno, 2016), en este sentido es
importante resaltar que las formas de evaluar deberían tener un balance entre estas
ya que según Moreno (2016):

 “Los alumnos se benefician de la evaluación para el aprendizaje en ciertas


formas significativas. Primero, se convierten en aprendices con mayor
confianza porque se ven a sí mismos como exitosos.

 Los alumnos llegan a comprender que esto significa hacerse cargo de su


aprendizaje para controlar su propio éxito y tomar decisiones que les traigan
un éxito mayor.
 Los profesores se benefician porque sus alumnos están más motivados para
aprender. Por lo tanto, sus decisiones de enseñanza están informadas por
datos más precisos acerca del rendimiento del alumno.

 Los padres también se benefician al ver un rendimiento escolar más alto y un


mayor entusiasmo para aprender por parte de sus hijos.

 Los administradores escolares y los líderes educativos se benefician al cubrir


los estándares de rendición de cuentas y obtener el reconocimiento público
de hacerlo” (p. 52).

Se puede concluir entonces que los beneficios de lograr dicho balance entre las
evaluaciones del y para el aprendizaje se verán reflejados en todos los actores del
sistema educativo. Respecto a los modos de evaluación al interior de las diferentes
instituciones educativas, estas pueden ser catalogadas de la siguiente manera:
diagnostica, formativa, sumaria y autoevaluaciones.

La evaluación diagnostica como citan Cruz y Quiñones (2012) de Rosales (1990)


tiene como objetivo determinar cuáles son los conocimientos actuales de los
estudiantes, sus motivaciones, conocer las situación física, emocional y familiar de
los estudiantes al inicio de los procesos formativos, esto con el fin de tomar las
decisiones pedagógicas pertinente ya sean de manera grupal o individual, previo al
proceso de formación. La evaluación formativa y citando nuevamente a Cruz y
Quiñones (2012) de Díaz y Hernández (2002), se realiza durante el proceso de
formación con el fin de verificar que los objetivos de aprendizaje se hayan cumplido,
esto además sirve para determinar si la metodología es la adecuada o realizar
cambios en esta por parte de los maestros. La evaluación sumaria según Cruz y
Quiñones (2012) citando a Camilloni (1998) se da cuando ha finalizado el proceso
de formación y se procede a certificar los diferentes conocimientos que se han
adquirido durante el transcurso de este. Finalmente, el proceso de autoevaluación
será entendido como “un tipo de evaluación ligada con el aprendizaje autónomo y a
lo largo de la vida, puesto que la realiza el propio estudiante y le permite comprobar
su nivel de aprendizaje y, en su caso, reorientarlo” (Cruz & Quiñones, 2012, p. 102).
Cada uno de los tipos de evaluación anteriormente mencionados tendrán, según el
criterio del evaluador, una escala en la cual se represente si se cumplieron o no con
los objetivos planteados durante el proceso de formación.

Todos los procesos de evaluación son necesarios, sin embargo, es importante


entender nuevos paradigmas para realizar estos, motivo por el cual buscar el
balance entre el del y para mencionado anteriormente debe ser una de las metas
que posean los maestros, así mismo es importante replantearnos las diferentes
metodologías de formación en las aulas, esto con el fin de incentivar el rol autónomo
de los estudiantes, lo cual repercute en los diferentes beneficios mencionados
anteriormente.
Bibliografía

Bustamante, G, (1995). «Criterios contrastados sobre Proyecto Educativo


Institucional». En: Revista Pretextos pedagógicos, No. 2. Bogotá: Sociedad
Colombiana de Pedagogía, mayo de 1995.

Moreno Olivos, T, (2016). Evaluación del aprendizaje y para el aprendizaje:


reinventar la evaluación en el aula. México: UAM, Unidad Cuajimalpa, 2016.

Cruz Núñez, F., & Quiñones Urquijo, A. (2012). Importancia de la evaluación y


autoevaluación en el rendimiento académico. Zona Próxima, (16), 96 – 104.

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