Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Matrix PDF
Matrix PDF
o La vida es sueño
FERNANDO CARBAJO LÓPEZ
Tal vez sea la velocidad con la que ocurren los cambios en esta época que nos ha
tocado vivir, a caballo de dos siglos (y dos milenios); tal sea vez sea que este tiempo
está marcado por la falta de esperanza; lo cierto es que raramente el futuro es visto
como un horizonte de posibilidades de bien. En la literatura, en el cine o en los informes
de organismos internacionales de toda clase que intentan adivinar lo porvenir, el futuro
aparece como escenario de realización de lo que hoy son amenazas latentes.
1
mente de los humanos, que creen estar viviendo realmente lo que sólo tiene una
existencia virtual1.
Tras el primer contacto de los hijos de Sión con Neo -a través del ordenador-,
éste pregunta a un cliente: «¿Alguna vez has tenido la sensación de no saber con
seguridad si sueñas o estás despierto?» Morfeo continúa después la reflexión: «¿Alguna
vez has tenido un sueño, Neo, que pareciese muy real? ¿Qué ocurriría si no pudieras
despertar de ese sueño? ¿Cómo diferenciarías el mundo de los sueños de la realidad?»
Matrix «es el mundo que ha sido puesto ante tus ojos para ocultarte la verdad». «¿Qué
verdad?», pregunta Neo. «Que eres un esclavo.»
1
Realmente Matrix es innecesario. Una persona que desde su nacimiento fuera mantenida aislada del
mundo externo, sin contacto con otras personas, sin hacer uso de sus sentidos, no podría tampoco
desarrollar sus facultades intelectuales.
2
2
3
Ser perfecto y de que todo lo que hay en nosotros procede de Él; de donde se sigue que,
siendo nuestras ideas o nociones cosas reales y que vienen de Dios, en tanto en cuanto
son claras y distintas no pueden ser sino verdaderas… Si no supiésemos que todo lo real
y verdadero que hay en nosotros viene de un Ser perfecto e infinito, por claras y
distintas que fuesen nuestras ideas, no tendríamos ninguna razón que nos asegurase que
poseían la perfección de ser verdaderas.» Descartes es consciente aquí del problema de
las señales eléctricas de las que hablaba Morfeo; Dios, como creador de nuestra
naturaleza, es el único que puede asegurar, en su opinión, la adecuación de nuestros
pensamientos con la realidad.
Que, sin embargo, el propio Descartes no termina de salir de la duda queda bien
reflejado en el final de esta Cuarta Parte del Discurso. Evidentemente, una verdad
geométrica soñada no deja de ser verdad por el hecho de ser soñada. Pero, ¿qué pasa
con las ideas (falsas percepciones) de objetos sensibles que tenemos en sueños? Bueno,
dice Descartes, también despiertos los sentidos nos engañan. «A fin de cuentas, ya
estemos despiertos o ya durmamos, nunca debemos dejarnos persuadir más que por la
evidencia de nuestra razón… Y como nuestros razonamientos no son nunca tan
evidentes ni tan completos durante el sueño como durante la vigilia, aunque a veces
nuestras imaginaciones sean en aquél tanto o más vivas y expresas… lo que tienen de
verdad debe infaliblemente encontrarse en los que tenemos estando despiertos, más bien
que en los de nuestros sueños.»
4
realidad. ¿Cómo podría saber el ciego que la información que le llega desde las cámaras
al cerebro es verdadera y no está manipulada por un extraño? La respuesta de Descartes
sería ésta: si la imagen que recibe es clara y nítida, la información recibida se
corresponde con la realidad (porque la total fiabilidad del Fabricante me lo garantiza).
Hume daría una respuesta similar, con matices: si las imágenes no están manipuladas
tendrán mayor vivacidad, más fuerza, y si mantienen el orden y estructura
acostumbrados, producirán un sentimiento especial, una creencia que será la garantía de
su correspondencia con la realidad exterior.
Ocurre aquí que no se puede poner en duda lo que es evidente de por sí sin
perderlo irremisiblemente. Y es que la verdad de todo nuestro conocimiento, el edificio
del saber se apoya en dos tipos de verdades indemostrables (y que no necesitan
demostración) en virtud de la evidencia de la percepción, por una parte, y de la
evidencia inmediata de los primeros principios de la razón, por otra. La experiencia
sensible puede -y debe- ser sometida al juicio de la razón, pero la veracidad de los
sentidos y la realidad del mundo exterior no pueden ser puestas en duda. En cuanto al
entendimiento, que un juicio y su negación no pueden ser verdaderos al mismo tiempo,
que todo lo que es tiene algo por lo cuál es lo que es, o que el bien hay que hacerlo son
verdades elementales. Toda demostración acaba resolviéndose en esas verdades
elementales y por eso ellas mismas son indemostrables; ellas son los primeros
principios de toda demostración y, por lo tanto, no hay juicios más simples a los que
remitirse como premisas. Estos primeros principios son captados sin necesidad de
razonamiento a partir de la experiencia y resultan evidentes de por sí. Y si alguien los
pone en duda en tanto no sean objeto de demostración (demostración que no necesitan),
acaba sumido en la perplejidad.
5
ejemplo, el mismo placer que proporciona la comida; pero, si no come realmente,
acabará muriéndose de inanición, por mucho que no sienta hambre. El conocimiento –
tanto sensible como intelectual- puede requerir toda las revisiones críticas que se quiera;
pero o es conocimiento del mundo real o no sobrevivimos.
La ignorancia es la felicidad
Winston sabe todo esto, pero apenas se atreve a pensarlo, pues el Gran Hermano
es capaz de descubrir hasta los más ocultos pensamientos; pero un día cae en sus manos
una fotografía que prueba de manera fehaciente el gran fraude. Rápidamente, antes que
lo advierta nadie, destruye la foto. «¿Se aflojaba el dominio del Partido sobre el pasado
–se preguntó Winston- porque una prueba documental que ya no existía hubiera
existido una vez?» «Se preguntó, como ya lo había hecho muchas veces, si no estaría él
loco. Quizás un loco era sólo una “minoría de uno”. Hubo una época en que fue señal de
locura creer que la tierra giraba en torno al sol: ahora, era locura creer que el pasado es
inalterable. Quizá fuera él el único que sostenía esa creencia, y, siendo el único, estaba
loco. Pero la idea de ser un loco no le afectaba mucho. Lo que le horrorizaba era la
posibilidad de estar equivocado.»
«Al final, el Partido anunciaría que dos y dos son cinco y habría que creerlo. Era
inevitable que llegara algún día al dos y dos son cinco. La lógica de su posición lo
exigía. Su filosofía negaba no sólo la validez de la experiencia, sino que existiera la
realidad externa. La mayor de las herejías era el sentido común. Y lo más terrible no era
que le mataran a uno por pensar de otro modo, sino que pudieran tener razón. Porque,
después de todo, ¿cómo sabemos que dos y dos son efectivamente cuatro? O que la
fuerza de la gravedad existe. O que el pasado no puede ser alterado. ¿Y si el pasado y el
mundo exterior sólo existen en nuestra mente y, siendo la mente controlable, también
pueden controlarse el pasado y lo que llamamos la realidad?»
«El Partido os decía que negaseis la evidencia de vuestros ojos y oídos. Esta era
su orden esencial.» La verdad es un límite para la voluntad de poder y por eso quien
aspira a un poder absoluto tiene que negar la verdad. Winston vislumbra esto, que el
conocimiento de la verdad es condición para vivir libremente, asumiendo la realidad
6
como punto de partida de cualquier proyecto personal o social. «La libertad es poder
decir libremente que dos y dos son cuatro. Si se concede esto, todo lo demás vendrá por
sus pasos contados.» Por eso a Winston no le preocupa tanto la posibilidad de estar loco
o de morir por pensar de modo diferente como la posibilidad de estar en el error y que el
Partido tenga razón. «El corazón de Winston se encogió al pensar en el enorme poder
que tenía enfrente, la facilidad con que cualquier intelectual del Partido lo vencería con
su dialéctica, los sutiles argumentos que él nunca podría entender y menos contestar. Y,
sin embargo, era él, Winston, quien tenía razón. Los otros estaban equivocados y él no.
Había que defender lo evidente. El mundo sólido existe y sus leyes no cambian. Las
piedras son duras, el agua moja, los objetos faltos de apoyo caen en dirección al centro
de la Tierra…» (1984, Destino, Barcelona 1983, pp. 90-92).
Tampoco la respuesta puede ser puramente teórica; la verdad conocida debe ser
aceptada, asumida personalmente para que informe realmente la vida. Como dice
Morfeo, no es lo mismo conocer el camino que andar el camino; para andar tiene que
intervenir la voluntad, hay que tomar una decisión, decisión que en algunas ocasiones
presupone un acto de fe. El primer contacto de Neo con Morfeo, a través de un teléfono
móvil cuando agentes especiales están buscándole para detenerle, le exige ya una
primera elección entre dos opciones: o seguir las instrucciones de Morfeo para escapar o
exponerse a ser detenido. En ambos casos hay un riesgo que correr, puesto que no sabe
qué puede pasarle si le detienen, pero, por otra parte, Morfeo es un total desconocido
para él. Durante el interrogatorio, una vez detenido, el agente especial Smith le advierte
de que Morfeo, «conocido terrorista», para ciertas autoridades es «el tipo más peligroso
que existe»; después le sitúa frente a su doble vida, dentro y fuera de la ley
(programador de día, pirata de noche): «una de las dos vidas tiene futuro, la otra no lo
tiene». A continuación es recogido en la calle por miembros del grupo de Morfeo, en un
momento en que Neo aún no conoce el sentido de lo que está pasando, y tiene de nuevo
que elegir: «A nuestra manera o carretera», le dice Switch. En el decisivo encuentro con
Morfeo, ya cara a cara, sin saber apenas nada de Matrix, Neo tiene que elegir entre dos
pastillas, una azul (despertarse en la cama como si no hubiera pasado nada) y una roja
(caer por el agujero del conejo hacia el país de las maravillas). Finalmente, el Oráculo le
anuncia otra gran decisión que Neo habrá de tomar: él o Morfeo, uno de los dos, tendrá
que morir y dependerá de Neo que sea uno u otro.
Cifra, uno de los hijos de Sión que viaja con Morfeo en su nave, escogió la
pastilla roja; pero la opción por vivir conforme a la verdad no se da de una vez por
todas, sino que hay que mantenerla a lo largo de la vida. El camino de la verdad es el
camino de la libertad, pero eso no significa que esté exento de dificultades y de dolor;
ya lo había advertido Morfeo: «lo único que te ofrezco es la verdad» Desencantado,
vencido por años de lucha (despechado también porque sus sentimientos hacia Trinity
7
no son correspondidos), Cifra sucumbe a la seducción de la inconsciencia indolora;
«entre esto (estar en la verdad) y Matrix, elijo Matrix». Se pone en contacto con el
agente Smith y promete entregarle a Morfeo, que conoce los códigos de acceso al
ordenador central de Sión; a cambio, como pago, pide el olvido: «La ignorancia es la
felicidad… No quiero acordarme de nada, de nada, ¿entendido?»
«¿Alguna vez has tenido un sueño, Neo, que pareciese muy real? ¿Qué ocurriría
si no pudieras despertar de ese sueño? ¿Cómo diferenciarías el mundo de los sueños de
la realidad?» La vida es sueño parece un catálogo de dudas o un manual de engaños. La
misma palabra «duda» y «dudar», con sus variantes, aparece más de una docena de
veces (la mitad en boca de Clotaldo, el ayo de Segismundo). Rosaura representa por sí
misma el engaño de las apariencias: «no soy lo que parezco» (v. 9702); cuando se está
preparando la batalla final, en la que ella quiere intervenir, le dice a Segismundo:
Ahora, «si la vista … padece engaños / que hace la fantasía» (vv. 50-51), peor es
la confusión interior que sufren los personajes: confusión de Rosaura al ir al encuentro
de Astolfo, autor de su deshonra (vv. 1815-1883); confusión de Astolfo frente a
Estrella, con quien desea casarse, después del encuentro con Rosaura (vv. 1996-2002);
confusión de Clotaldo, comprometido a ayudar a Rosaura, que le pide que mate a
Astolfo, a quien él debe la vida (vv. 2516-2559). En último término, todo el drama de
2
Cito los versos por la edición de Ciriaco Morón para Cátedra, Madrid 1983.
3
vv. 2712-2727.
8
La vida es sueño tiene su origen en una duda, la del rey Basilio, que no sabe si acertó al
encerrar a su hijo para esquivar el destino.
«Aún no sé determinarme
si tales sucesos son
ilusiones o verdades…
Este es mi hijo, y las señas
dicen bien con las señales
del corazón, que por verle
llama al pecho, y en él
bate las alas…»4
Ya en palacio y con ropas de mujer, Rosaura debe encontrarse con Astolfo por
encargo de Estrella:
Y así ocurre:
9
Ella insiste en negar su verdadera identidad.
7vv. 1912-1921.
8vv. 2132-2137.
9
El hotel de la primera secuencia, el mismo donde muere y resucita Neo, se llama, precisamente,
«Heart».
10
Elegido; ella se ha enamorado de Neo, él es el Elegido, luego no puede morir sin antes
cumplir su destino…
6
El descubrimiento de la libertad
«sepamos aprovechar
este rato que nos toca,
pues sólo se goza en ella
lo que entre sueños se goza.»10
«Esto es sueño, y pues lo es, / soñemos dichas agora, / que después serán
pesares» (vv. 2964-2966). Es la opción por la animalidad. Puesto que no sabemos si
soñamos, ni si algún día despertaremos, olvidemos la posibilidad misma de despertar.
Sólo existe el instante presente, así que «atrevámonos a todo» (v. 2372), incluido el
crimen.
«…reprimamos
esta fiera condición,
esta furia, esta ambición,
por si alguna vez soñamos.»11
10 vv. 2954-2957.
11 vv. 2148-2151.
11
no me despiertes si duermo,
y si es verdad, no me duermas.
Mas sea verdad o sueño,
obrar bien es lo que importa;
si fuere verdad, por serlo;
si no, por ganar amigos
para cuando despertemos»12.
«…si sé
que es el gusto llama hermosa,
que la convierte en ceniza
cualquier viento que sopla,
acudamos a lo eterno.»13
Sólo así cabe decir que es uno mismo quien controla su vida, contra la opinión
de Mouse (el creador de la rubia del vestido rojo en el simulador de Matrix), quien
sostiene que «negar nuestros impulsos es negar justo lo que nos hace humanos».
12 vv. 2420-2427.
13 vv. 2978-2982.
14 vv. 3255-3258.
12
7
Pero también se puede hacer una interpretación más antropológica, por así decir,
e incluso metafísica y espiritual, pues para Calderón uno sabe quién es si conoce su
origen, de quién procede, si sabe de quién es hijo, lo que a su vez señala un destino en la
vida15. Como dice Andrenio en El Criticón: «-Yo… ni sé quién soy, ni quién me ha
dado el ser, ni para qué me lo dio.» También Andrenio ha crecido sin libertad (en una
cueva de la que no puede salir), criado por fieras; «pero, llegando a cierto término de
crecer y de vivir, me salteó de repente un tan extraordinario ímpetu de conocimiento, un
tan grande golpe de luz y de advertencia, que revolviendo sobre mí començé a
reconocerme haziendo una y otra reflexión sobre mi propio ser: ¿Qué es esto, dezía, soy
o no soy? Pero, pues vivo, pues conozco y advierto, ser tengo. Mas, si soy, ¿quién soy
yo?, ¿quién me ha dado este ser y para qué me lo ha dado?»16
15
Neo lleva el destino escrito en su nombre, Thomas Anderson; en efecto, Anderson significa «el hijo de
Andrés», esto es -según la etimología griega-, el «hijo del hombre» (el Mesías de los judíos).
16
Baltasar Gracián, El Criticón, Cátedra, Madrid 1980, pp. 70 y 71. La primera parte de esta obra se
publicó en 1651; el Discurso del método en 1637 y La vida es sueño en 1636.
17 vv. 1476-1487.
13
Para calmarle a Basilio sólo le ocurre aportar una dosis de escepticismo:
18 vv. 1524-1531.
14
Esta dificultad del ejercicio de la racionalidad y de la tarea educativa que precisa está
también reflejado en la labor que Morfeo y sus compañeros tienen que realizar con Neo,
aunque en última instancia el encuentro con la verdad es estrictamente personal; por
eso, en dos ocasiones diferentes, Morfeo advierte a Neo: «yo sólo puedo mostrarte la
puerta, tú tienes que atravesarla».
«-Y por último, creo yo, sería el sol, pero no sus imágenes reflejadas en las
aguas ni en otro lugar ajeno a él, sino el propio sol en su propio dominio y tal cual es en
sí mismo, lo que él estaría en condiciones de mirar y contemplar» (República 516b).
Fuera de la caverna de la ignorancia, el hombre libre está en condiciones de «afrontar la
contemplación del ser, e incluso de la parte más brillante del ser, que es aquello a lo que
llamamos bien» (República 518c).
También las explícitas referencias bíblicas de Matrix dan pie para presentar la
relación entre el mundo natural y el mundo sobrenatural en analogía con la serie de
binomios a los que nos referíamos anteriormente. Evidentemente esto tiene especial
relevancia para un cristiano, puesto que Dios es Padre y, por tanto, si aceptáramos lo
que mantiene Calderón respecto a los personajes de La vida es sueño, lo más radical de
la identidad de un ser humano (y, en consecuencia, lo más decisivo en relación con su
origen y también con su misión en el mundo) es ser «hijo de Sión», de la progenie de
Dios, heredero del Rey.
15