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Rol de enfermería en el paciente prequirúrgico

Introducción
Comprende un sin número de actividades de enfermería, dirigidas al cuidado del
paciente pre quirúrgico en lo relativo a higiene, valoración nutricional, apoyo
psicológico, cumplimiento de prescripciones médicas y actualización de pruebas
preoperatorias si es preciso.
Objetivo general
Normar las actividades del personal de enfermería en los cuidados de pacientes
que serán sometidos a una intervención quirúrgica.

Objetivos específicos
Favorecer la aceptación por el paciente de la intervención quirúrgica que va a ser
realizada, facilitar la recuperación postoperatoria, optimizar la preparación
quirúrgica y verificar la adecuada desinfección y rasurado de la piel.
Recursos Humanos: enfermero/a, auxiliar de enfermería y barbero.
Equipos: tensiómetro, termómetro, fonendoscopio.
Materiales: Guantes estériles. Gasas, apósitos estériles para vías venosas.
Equipo para colocación de vía venosa periférica: venda elástica compresora para
brazo, catéter, equipo de infusión. Antiséptico tipo povidona yodada. Coche de
curación.
Descripción de la sistemática
Preparación del material necesario. Lavado de manos. Colocar carro de curación
junto al paciente. Identificar al paciente e informar sobre el procedimiento y técnica
a seguirse, en especial eventuales molestias. canalizar una vía venosa periférica
Revisar rasurado y limpieza de la piel. Retirar prótesis dentales. Retirar joyas.
Limpiar esmalte de uñas. Medir tensión arterial, temperatura y pulso. Registrar
parámetros vitales. Aplicar tratamiento pre-anestésico. Aplicar profilaxis de
trombosis prescrita, para prevenir posibles embolismos pulmonares. Aplicar
profilaxis antibiótica si es prescrita. Cumplimentación de los registros: registro de
constantes medidas. Registrar en la hoja de plan de cuidados, el tipo de vía
canalizada. Comprobar en la historia la presencia del consentimiento informado.
Ejecución de la técnica de colocación de vía venosa periférica: canalizar una
vía venosa periférica como técnica invasiva permite disponer de una vía permanente
al sistema vascular del paciente a fin de administrar sueroterapia, medicación y
nutrición parenteral de ser necesario. Debe informarse al paciente sobre el
procedimiento, posteriormente se colocan los guantes y se ubica la venda elástica
que comprime el brazo del paciente.
El personal valorar las venas más distales (dorso de la mano o antebrazo, flexura
del codo o brazo). Se valoran las venas por su calibre y recorrido, descartando
venas que están duras a la palpación y aquellas que no den seguridad a quien
ejecuta el procedimiento.
Se elige el calibre del catéter que se va a introducir considerando que los catéteres
venosos más pequeños tienen números pares más altos, (número 26 es el más fino
y el 14 el más grueso). En adultos se usan los números 18 al 22 y en niños del 22
al 26. Antes de la punción verificar que el bisel de la aguja esté hacia arriba; luego
del pinchazo constatar que exista el reflujo de sangre desde la vena hacia el catéter,
una vez verificado se sostiene la aguja con una mano y con la otra se empuja el
catéter de plástico hasta su total introducción.
Se retira el vendaje compresor del brazo del paciente, se sujeta la vía con una tira
de esparadrapo, se retira la aguja y se conecta una llave de tres vías. Finalmente
se fija el apósito transparente sobre la vía garantizando la sujeción. De ser necesario
se inyecta suero fisiológico desde una jeringa previamente cargada, para salinizar
la vía y mantenerla permeable. Al colocar un catéter venoso central o periférico, con
preferencia posicionarlo en el miembro superior izquierdo.
Consejos para colocación y mantenimiento de una vía venosa periférica
El uso de un apósito transparente sirve para valorar el estado de punto de punción
sin tener que manipular la vía. Así se evitan futuras complicaciones, como es la
aparición de flebitis. Se recomienda realizar una curación del sitio de la punción y
colocación del catéter; además se comprobará el perfecto funcionamiento de las
vías cada 48 horas. La curación consistirá en limpiar la zona de punción con
antiséptico y la colocación de un apósito nuevo. Para comprobar el funcionamiento
correcto de la vía, se coloca una cinta compresora unos centímetros encima de
donde se sitúa la vía; con una jeringa se extrae sangre para comprobar su
permeabilidad. Finalmente se retira el compresor y se introduce suero para limpiar
los restos de sangre y dejarla salinizada. Si es necesario obtener una muestra de
sangre para una analítica química, biométrica o de electrolitos, al momento de
canalizar la vía al paciente, se extraerá la cantidad de sangre suficiente en los tubos
que correspondan, evitando un pinchazo adicional. Si al introducir el catéter por la
vena vemos se nota obstrucción, se introduce suero fisiológico mediante una
jeringa, lentamente, a la vez que se empuja el catéter hasta su total introducción.
Con la entrada de suero, se logra la expansión de las paredes de la vena, facilitando
el ingreso del catéter. Se evitará pinchar miembros inferiores, a fin de evitar una
tromboflebitis, especialmente en personas con varices. Una vez que la vía está
canalizada y permanece salinizada, si al administrar medicación IV, se detecta
obstrucción, se realizará lavado con suero fisiológico, introduciendo lentamente de
2 a 4 ml de suero mediante una jeringa.

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