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EL DISCURSO POLITICO DE ÁLVARO URIBE VÉLEZ: ENTRE EL

POPULISMO Y EL NEOPOPULISMO AUTORITARIO

LAURA MARCELA CARVAJAL CASTRO

DIRECTOR

HERNANDO LLANO ÁNGEL

TRABAJO DE GRADO

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA CALI

FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES

DEPARTAMENTO DE CIENCIA JURÍDICA Y POLÍTICA

CARRERA DE CIENCIA POLÍTICA

SANTIAGO DE CALI

2019
1
TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN ................................................................................................................ 3
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ....................................................................... 6
2. OBJETIVOS ..................................................................................................................... 9
2.1 Objetivo general ............................................................................................................ 9
2.2 Objetivos específicos .................................................................................................... 9
3. JUSTIFICACIÓN........................................................................................................... 10
4. ANTECEDENTES ......................................................................................................... 12
4.1 El discurso de Uribe como proyecto hegemónico ...................................................... 12
4.2 El discurso uribista sobre las guerrillas ...................................................................... 14
4.3 La televisión al servicio gubernamental ..................................................................... 17
4.4 Neopopulismo en el gobierno Uribe ........................................................................... 18
4.5 Aspectos neopopulistas en el gobierno Uribe ............................................................. 21
4.6 El poder de la palabra en Álvaro Uribe Vélez ............................................................ 23
4.7 El discurso de Uribe bajo la lógica neopopulista ........................................................ 25
5. MARCO CONCEPTUAL.............................................................................................. 27
5.1 Discurso ...................................................................................................................... 27
5.2 Pueblo ......................................................................................................................... 28
5.3 Populismo ................................................................................................................... 30
5.4 Neopopulismo ............................................................................................................. 32
Hipótesis .............................................................................................................................. 34
6. METODOLOGÍA........................................................................................................... 35
7. RESULTADOS ............................................................................................................... 38
7.1 El pueblo colombiano en el discurso de Álvaro Uribe ............................................... 38
7.2 El discurso de Álvaro Uribe Vélez y su relación con postulados populistas y
neopopulistas .................................................................................................................... 47
8. CONCLUSIONES .......................................................................................................... 51
9. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ......................................................................... 55

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INTRODUCCIÓN

El presente trabajo de grado indaga sobre la forma en la que el discurso político de

Álvaro Uribe Vélez en sus mandatos, promovió y atribuyó una identidad política al pueblo

colombiano, así como la relación que guardaba su discurso con postulados populistas y

neopopulistas.

El principal objetivo a alcanzar consiste en analizar en el discurso político de Álvaro

Uribe en los períodos presidenciales 2002-2006 y 2006-2010 su apelación directa al pueblo

colombiano para comprender su alcance en la configuración política de ese pueblo y su

relación con el populismo y neopopulismo.

El contenido desarrollado se divide básicamente en seis puntos: plantear el

problema de investigación, realizar un breve recorrido sobre algunos antecedentes similares

al tema de estudio, exponer las definiciones de los conceptos que brindan sustento teórico,

presentar la metodología implementada, explicar los hallazgos obtenidos y por último,

concluir los aspectos más importantes de la indagación.

La investigación se desenvuelve en el marco de una metodología cualitativa, es la

más eficiente para compilar y analizar el discurso del ex presidente Uribe, ya que

proporciona profundidad a los datos, riqueza interpretativa, contextualización del entorno y

detalles. De igual manera, se tiene en cuenta también el Análisis Crítico del Discurso

(ACD) propuesto por Van Dijik, debido a que dicha investigación analítica se preocupa por

asuntos políticos y problemas sociales, además, estimula la multidisciplinariedad.

Los documentos que sirven como fuente de información incluyen el Manifiesto

Democrático, herramienta clave para su campaña a la presidencia; los dos discursos de

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posesión, el primero en el 2002 y el segundo en el 2006 y las palabras pronunciadas en las

instalaciones del Congreso en el 2007 y en el 2010.

En cuanto a los resultados, la investigación determina que el discurso de Álvaro

Uribe Vélez estaba destinado a proteger al pueblo colombiano y a mostrar un liderazgo

paternalista y protector de los intereses de los ciudadanos. La sociedad colombiana aparecía

como la principal benefactora de sus políticas.

Sin embargo, al retomar las prácticas de Álvaro Uribe Vélez en sus ocho años de

gobierno, se encuentran aspectos que contradicen lo expuesto en sus discursos. El

fenómeno de los falsos positivos, la persecución a la prensa que ejercía oposición, las

persecuciones al poder judicial son solo algunas de las acciones que refutan sus palabras.

Por otro lado, el pueblo aparece como el mayor cooperante de la fuerza pública para

luchar contra el terrorismo. Uribe partía con una clara línea discursiva que afirmaba la

necesidad de que la sociedad colombiana jugara un rol determinante en el enfrentamiento

contra el enemigo en común.

En cuanto a las dimensiones populistas y neopopulistas se evidencia que sí se

presentan características de este tipo en los discursos del ex presidente. Algunas de las más

importantes son: la promoción del Estado Comunitario, la buena relación con los medios de

comunicación, el liderazgo carismático y paternalista que desarrollaba, la encarnación

como el líder que simboliza la voluntad del pueblo en su lucha contra los enemigos, el

manejo de un discurso nacionalista y polarizante entre buenos y malos, entre otras.

Como gran conclusión y aporte a futuros estudios, se expone que con la

investigación llevada a cabo se vislumbran claras diferencias entre lo expuesto por Uribe en

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sus discursos y lo ejecutado en sus gobiernos. No hay coherencia entre lo dicho en sus

discursos y lo llevado a la práctica en su período presidencial. En el papel, parece que el

pueblo fue el foco de sus políticas, sin embargo, en sus acciones no se refleja ese

paternalismo protector de todos los sectores de la sociedad colombiana.

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1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El discurso político es una de las herramientas más empleadas por quienes aspiran a

cargos públicos. Diversos personajes han acudido a la retórica para consolidar vínculos

emocionales con el pueblo. Los políticos han encontrado en el discurso, la forma más

adecuada para que sus ideas sean legitimadas y reproducidas por otros.

Alrededor del mundo han surgido líderes carismáticos que implementan estas

características discursivas. Dichos sujetos emplean mensajes políticos para presentarse

como la vía de salvación para distintas situaciones problemáticas y lograr ser elegidos para

importantes cargos de poder.

En el caso colombiano, el personaje que aspiraba a la Presidencia de la República en

el 2002 era Álvaro Uribe Vélez. Su discurso tuvo patrones similares a los implementados

por diversos líderes latinoamericanos que lograron ser investidos como presidentes de

Estado en la década de los 90 a través de una estrategia con características propias del

populismo y neopopulismo. Uribe Vélez encarnaba rasgos de un líder carismático,

paternalista y protector de los intereses de una ciudadanía golpeada por el constante

enfrentamiento entre el Estado y los grupos guerrilleros.

La retórica establecida por el ex presidente configuró un cambio en la relación del

ejecutivo con el pueblo. Se generó, en términos de Guillermo O‟Donnell, una especie de

“democracia delegativa” en la que los vínculos eran más directos y emocionales, en la que

el pueblo confiaba su seguridad y prosperidad en el líder carismático, más allá de controlar

su poder, el cual derivaba de un Estado de derecho democrático.

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El momento político e histórico en el que Uribe Vélez desarrolla su discurso se

relaciona “con la promesa de remediar un complejo proceso de paz que el ex presidente

Andrés Pastrana había liderado y una situación de inestabilidad política ocasionadapor el

fortalecimiento de las guerrillas y del narcotráfico, entre otros aspectos” (Carvajal y Ortega,

2019, p. 10).

Teniendo en cuenta lo anterior, el presente trabajo de grado pretende caracterizar el

discurso de Álvaro Uribe Vélez en los períodos presidenciales 2002-2006 y 2006-2010, con

el fin de identificar las apelaciones al pueblo colombiano predominantes en sudiscurso, así

como la forma en que dicho discurso va configurando y moldeando el sentido y la identidad

de ese pueblo. De igual manera, se trata de determinar la existencia o no dimensiones

populistas y neopopulistas en su discurso.

Para lo anterior, se estudiarán cinco documentos: el primero es el Manifiesto

Democrático, herramienta clave para su campaña a la presidencia; el segundo es el discurso

de posesión del primer mandato, expuesto ante los colombianos el 07 de agosto del 2002;

el tercero es el discurso de posesión cuando fue reelecto como presidente en agosto del

2006; el cuarto son las palabras que pronunció en la instalación del Congreso en el 2007; y

el quinto es el discurso en la ceremonia de instalación del Congreso en el 2010.

El sustento teórico de la presente investigación se fundamenta en cuatroconceptos

claves: discurso, pueblo, populismo yneopopulismo, los cuales se desarrollarán en el marco

conceptual.

En consecuencia, y teniendo en consideración lo anterior, la pregunta que guiará la

investigación y servirá como punto de partida para el presente trabajo de grado es ¿En qué

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forma el discurso político de Álvaro Uribe Vélez, durante sus dos períodos presidenciales,

promueve y atribuye una identidad política al pueblo colombiano y qué relación guarda con

el populismo y neopopulismo?

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2. OBJETIVOS

2.1 Objetivo general

Analizar en el discurso político de Álvaro Uribe Vélez en los períodos presidenciales 2002-

2006 y 2006-2010su apelación directa al pueblo colombiano para comprender su alcance en

la configuración política de ese pueblo y su relación con el populismo y neopopulismo.

2.2 Objetivos específicos

1. Identificar los rasgos políticamente distintivos del discurso de Álvaro Uribe Vélez sobre

el pueblo colombiano.

2. Determinar las dimensiones populistas y neopopulistas presentes en el discurso de

Álvaro Uribe Vélez.

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3. JUSTIFICACIÓN

La presente investigación es significativa dado que pretende caracterizar el discurso

de Álvaro Uribe Vélez en sus períodos presidenciales 2002-2006 y 2006-2010, a través de

los insumos teóricos abordados en los pregrados de Ciencia Política y Comunicación de la

Pontifica Universidad Javeriana Cali.

La pertinencia del trabajo radica en comprender desde el ámbito interdisciplinar,

cómo el discurso y la retórica son aspectos fundamentales en el desarrollo político de

cualquier figura pública y en la capacidad de configurar el sujeto político denominado

pueblo. En este caso, el del ex presidente Álvaro Uribe Vélez, líder carismático y

paternalista que utiliza sus habilidades discursivas para crear vínculos emocionales con el

pueblo. De igual manera, permite dilucidar si dicho discurso puede ser enmarcado dentro

de las categorías de populismo y neopopulismo.

A su vez, el desarrollo de la investigación ayuda a vislumbrar cómo las habilidades

discursivas del hoy senador Álvaro Uribe Vélez facilitaron la configuración de una de las

fuerzas políticas más fuertes del presente contexto nacional. Con su discurso, Uribe Vélez

marcó un hito histórico en las elecciones del país, siendo electo como presidente de la

República de Colombia en el año 2002 con 5‟862.655 votos, lo que representa el 54% de la

participación y logrando la reelección en el 2006 con 7‟397.835 de sufragios, lo que

significa el 62% de los votos válidos.

La presente investigación pretende contribuir a futuras investigaciones con

problemáticas afines dado que alrededor del mundo han surgido líderes carismáticos que

utilizan sus habilidades discursivas y retóricas para emitir mensajes políticos que crean

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vínculos con las masas, facilitando el acceso a cargos de poder, en la mayoría de las

ocasiones en desmedro de las instituciones democráticas y el Estado de derecho.

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4. ANTECEDENTES

El presente apartado da cuenta de documentos que han trabajado la temática

propuesta en la presente investigación. En este caso, los textos citados a continuación

exponen algunas de las características del discurso de Álvaro Uribe Vélez, así como la

incorporación del populismo y neopopulismo en sus habilidades discursivas.

4.1 El discurso de Uribe como proyecto hegemónico

El primer texto denominado “Aparato discursivo del ex presidente Álvaro Uribe

Vélez. Horizontes miméticos del pensamiento hegemónico neoliberal en Colombia (2002-

2010)” de Felipe Cárdenas-Támara, es un artículo que expresa las posibles equivocidades

presentes en la voz discursiva del ex presidente, como también las representaciones

colectivas de importantes sectores de colombianos, que se identifican con los temas,

tramas, acciones e intencionalidades que se proyectan en el discurso político. Su objetivo

consiste en tratar de explicar el discurso político de Álvaro Uribe Vélez como motor del

neoliberalismo en Colombia.

Su metodología consiste, en primer lugar, en realizar un estado del arte de los

análisis de discursos políticos del ex presidente Álvaro Uribe Vélez, extrayendo de cada

texto académico las tesis principales. En segundo lugar, toma el discurso político del ex

presidente como un problema teórico en el análisis del neoliberalismo, se describen varias

nociones desde las perspectivas de diferentes autores sobre la narrativa neoliberal y el

fenómeno del neoliberalismo como un proyecto hegemónico, como políticas y programas,

como forma estatal y como forma de gubernamentalidad. Posteriormente se categoriza el

discurso a partir de la muestra ya mencionada, un primer análisis de los códigos con mayor

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resonancia y una categorización de los códigos más representativos. Después las categorías

menos representativas del discurso, y por último una tabla indicativa de la definición de los

códigos y sus significaciones discursivas.

En las conclusiones expone que el discurso del ex presidente habla de resultados,

logros y hechos realizados durante su mandato. Los códigos con más presencia son:

efectivísimo, se repite 93 en todos los discursos, con un porcentaje del 16% en términos de

la extensión del total interlineado de todos los discursos. Le sigue el código Estado con una

repetición de 80 veces y un porcentaje del 10% correspondiente a todo el interlineado de

los discursos. El reconocimiento de actores sociales se presenta 146 veces, con un

porcentaje del 8% en la extensión de todo el discurso, y el código orden representa el 8% en

la extensión del discurso y se expresa 105 en todos los discursos. La retórica del hoy

senador hace poco uso de expresiones simbólico-históricas que sirvan para legitimar su

discurso.

El discurso de Uribe ha sido un gran impulsor del neoliberalismo; como líder

carismático, en una lectura weberiana, él ha continuado aplicando la doctrina neoliberal al

pie de la letra: fortalecimiento y concentración del poder en el Ejecutivo, pérdida de

autonomía de las otras dos ramas del poder público, reforzamiento de la capacidad

represiva del Estado “con el fin de confrontar la protesta y la movilización social”, políticas

lesivas para los sectores populares, trabajadores, campesinos e indígenas, políticas de

privatización de empresas estatales y políticas favorables a los intereses de empresas

extranjeras en sus operaciones en el territorio nacional. La investigación permite ver, en la

voz del caudillo político, la expresión dominante de un inconsciente social que domina el

estado de ánimo y el accionar de importantes sectores y grupos de la nación colombiana. Su

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discurso se enmarca desde una función caritativa y asistencialista, que de manera

consciente o inconsciente excluye la acción del Estado como uno de los mayores

promotores de la violencia en la historia de Colombia y en el mundo.

El artículo aporta al trabajo investigativo en función de proponer una guía de

procedimiento para llevar a cabo una investigación integral de análisis de discurso; en

primer lugar, invita a indagar sobre otros análisis relacionados, definir conceptualmente el

elemento teórico y, después, propone una forma de caracterización de discurso.

El texto desarrolla una metodología que puede replicarse en la presente

investigación, pues utiliza el mismo sujeto de estudio, propone una forma de analizar el

discurso, de caracterizarlo y da pautas para relacionar los resultados con la teoría que se

quiere desarrollar, en este caso el neoliberalismo.

4.2 El discurso uribista sobre las guerrillas

El antecedente presentado a continuación es una versión derivada del trabajo final

para optar por el título de magíster en Lingüística Teórica y Aplicada, de la Universitat

Pompeu Fabra, realizado por Eduardo Castellanos (2014).

El artículo titulado “Discurso e ideología de Álvaro Uribe Vélez sobre las guerrillas

colombianas y su impacto en los procesos de paz en Colombia”, indaga, desde el análisis

crítico del discurso, la construcción del discurso de Álvaro Uribe Vélez sobre las guerrillas

colombianas y su incidencia en los procesos de paz en Colombia. Para lo anterior, el autor

plantea una serie de objetivos: primero, identificar y analizar, desde el discurso político, la

representación social de las guerrillas; segundo, determinar y examinar las estrategias

14
empleadas por Álvaro Uribe Vélez para justificar su opinión y actitud hacia las guerrillas; y

por último, estudiar el impacto de su discurso ideológico en los procesos de paz.

El diseño metodológico implementado por el autor combina aspectos teóricos y

prácticos que permiten realizar tanto análisis cualitativo como cuantitativo. Al inicio del

escrito se perciben cuestiones encaminadas a la teoría, lo que permite comprender la

aceptación y divulgación del discurso ideológico uribista, debido a que emplea el análisis

crítico del discurso, y el modelo social cognitivo. Posteriormente, se vislumbran asuntos

más pragmáticos, pues, aunque no se especifican los criterios de selección de la muestra, se

eligen cinco entrevistas que engloban un periodo de trece años, en las que se identifican

dieciocho categorías de análisis, que, más adelante, faciliten el análisis cualitativo de la

estructura discursiva e ideológica de Álvaro Uribe Vélez. Es importante mencionar que la

elección de las categorías se realizó mediante el análisis crítico del discurso, y el uso de

teorías enunciadas por diversos autores que sustentaban la hipótesis, y facilitaba el

cumplimiento de los objetivos planteados por Castellanos.

La investigación concluye, en primera instancia, con las dos formas de

representación social que se vislumbran en el discurso de Álvaro Uribe Vélez; por una parte

el “nosotros”, refiriéndose a él, los militantes y seguidores de su partido, Centro

Democrático, los militares, las redes de informantes, la iglesia católica, y los países y

gobiernos que siguen la política de seguridad democrática; y por otro lado el “ellos”,

conformado principalmente por los miembros pertenecientes a las guerrillas de las FARC y

el ELN, así como las personas o gobiernos “simpatizantes” con los procesos de paz o con la

ideología de izquierda. De igual forma, se percibe que en las cinco entrevistas el ex

presidente se muestra como una figura paternalista que puede proteger y “salvar” a la

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sociedad colombiana de la amenaza que representan las guerrillas, omitiendo cualquier

aspecto negativo del “nosotros”, y denominando a la guerrilla como terroristas que

amenazan la democracia y el pueblo colombiano. Otra de las conclusiones del análisis es

que la justificación de la opinión y actitud de Uribe Vélez hacia las FARC se fundamenta

en las siguientes estrategias: evidencialidad, dramatización, autoridad, violencia, auto

glorificación nacional, falacias, hipérbole, generalización, comparación, juego de cifras, y

metáfora. En este sentido, se establece que la ideología del senador impide un buen

desarrollo en los procesos de paz, pues es claramente polarizadora, y pretende perseguir y

atacar a las guerrillas por la fuerza, sometiéndoles a sus condiciones. Además, como se

mencionó anteriormente, Álvaro Uribe se refiere a las guerrillas de forma despectiva y

negativa, y según varios autores, sus actos de habla están apoyados en un aparato

argumentativo engañoso, faltante de razones y colmado de falacias. En última instancia, se

afirma que el discurso ideológico del ex presidente refleja una posición violenta, militarista,

impositiva y anti reconciliadora que impide los procesos de paz que se llevan a cabo en el

país.

El artículo mencionado anteriormente sirve como ejemplo para abordar la

construcción del discurso uribista en parte de la sociedad colombiana, y consecutivamente

analizar la interacción de ese discurso ideológico con la comunidad que comparte los

mensajes políticos enunciados por un medio de comunicación, quienes se convirtieron en

las principales cajas de resonancia del discurso. El documento logra esbozar cuáles son las

estrategias implementadas por el ex presidente para construir una representación social

entre “ellos” y “nosotros”, aspecto fundamental en el estudio de su discurso.

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4.3 La televisión al servicio gubernamental

El documento se titula “Conflicto, hegemonía y nacionalismo tutelado en Colombia

2002-2008: entre la comunicación gubernamental y la ficción noticiosa de televisión”, es

realizado por Fabio López de la Roche (2009), y da cuenta del requisito para optar por el

título doctoral en filosofía de la universidad de Pittsburgh.

La investigación en general desea mostrar la articulación del proceso de definición

de un enemigo principal de la sociedad, así como el proceso de distribución de la culpa por

las violencias vividas, con la elaboración del discurso nacionalista desde el poder, al igual

que con las lecturas o imágenes preferenciales del conflicto ofrecidas por los medios de

comunicación, especialmente por la televisión. El trabajo se concentra en dos ejes: la

comunicación gubernamental y el discurso del ex presidente Uribe, y la información

noticiosa producida desde el medio televisivo. (López, 2009). En el primer capítulo, “El

contexto del ascenso del proyecto de Álvaro Uribe Vélez en la Colombia del nuevo

milenio: paz frustrada, crisis simbólica de la guerrilla, discurso antiterrorista global y nueva

política televisiva”, se analizan algunos de los antecedentes que favorecen el discurso y

proyecto uribista como plan de orden, autoridad y “mano dura” contra las FARC, entre

ellos, la concentración de los medios, especialmente la televisión (López, 2009).

La metodología implementada se enfoca en el análisis cualitativo, pues acude a

diversas teorías y escritores, y realiza un análisis crítico de entrevistas y emisiones de

noticias que soportan los juicios planteados a lo largo del escrito.

López llega a diversas conclusiones, a continuación, se esbozan las que son

pertinentes para el desarrollo del presente documento. La primera de ellas es que “durante

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los años que han corrido de los dos gobiernos de Uribe Vélez (2002‐2006 y 2006‐2009) los

informativos han estado (…) con una cierta actitud incondicional y poco crítica ante su

política de “seguridad democrática” (López, 2009). En esta misma línea, el autor afirma

que “la inmensa mayoría de los medios de comunicación carece de una agenda propia o se

ha subordinado por afinidad ideológica o por interés económico, a la agenda

gubernamental” (López, 2009, p. 341). De igual manera, concluye que “los noticieros de

televisión juegan un papel clave en la producción de la hegemonía” (López, 2009, p. 345).

El presente trabajo es de relevancia para la investigación ya que uno de los ejes que

aborda es el discurso de Álvaro Uribe Vélez. Así mismo, demuestra que el apoyo de los

medios de comunicación al discurso político de un personaje público facilita la aceptación

y reproducción de este, y por lo tanto, posibilita la presencia de aspectos hegemónicos.

4.4 Neopopulismo en el gobierno Uribe

La presente investigación, realizada por Martha I. Fierro Castelblanco (2014), se

titula “Álvaro Uribe Vélez populismo y neopopulismo”, y da cuenta del trabajo de tesis

para optar por el título de grado de la Maestría de Estudios Políticos de la Universidad

Nacional de Colombia.

El documento presenta la hipótesis que el gobierno del ex presidente Álvaro Uribe

Vélez, entre los años 2002-2010, puede ubicarse dentro de un modelo neopopulista, pues en

el país existía la necesidad de tener un caudillo o líder que ejerciera su autoridad e

impusiera un orden debido a la falta de seguridad que se presentaba. De igual manera, la

investigadora desarrolla su política económica, enfocada principalmente en la inversión

internacional, así como las privatizaciones, las audiencias a las que se dirige, las

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habilidades comunicativas con las que desarrolla su discurso, la relación del ahora senador,

con los medios de comunicación, mostrando el efectivo manejo de estos, lo que generó la

favorabilidad de los dos canales privados del país, RCN y Caracol, y demás aspectos

característicos del controvertido líder.

La metodología implementada por la autora compagina la teoría con el

pragmatismo, pues en principio, plantea el eje central del estudio, es decir, el modelo

neopopulista implementado en el gobierno de Álvaro Uribe Vélez; para posteriormente,

recoger diferentes teorías y puntos de vista acerca del populismo y neopopulismo, lo que le

permite caracterizar y analizar el objeto de estudio. De esta manera, se logra observar la

forma de comportamiento del ex presidente y encontrar aspectos característicos de los

modelos.

Son varias las conclusiones a las que llega el artículo. En primera instancia, que la

elección del gobierno neopopulista desarrollado por Álvaro Uribe Vélez se dio,

principalmente, para combatir tres supuestos: falta de eficacia política, falta de seguridad y

el bajo rendimiento económico (Gallardo, 2006); así, los colombianos eligieron a un

individuo que fuera capaz de poner orden y brindar seguridad, pues fue en único candidato

que le declaró la guerra a las FARC. Además, como todos los neopopulistas, criticó la

corrupción y el sistema de partidos. También, utilizó con frecuencia los medios de

comunicación, especialmente la televisión, para difundir y reiterar su discurso derechista y

autoritario. Seguido a esto, gracias a sus consejos comunitarios instaurados a lo largo del

territorio, pudo cumplir con la característica de involucrar a la población a la participación

directa, generando relación con los electores, y promoviendo un Estado comunitario, según

su propuesta programática de campaña. La conclusión expresa otras características

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presentadas en este periodo, tales como: el debilitamiento de los partidos políticos, que va

de la mano a la presentación de Uribe como un político independiente, a pesar de

pertenecer al partido Liberal; el hiperpresidencialismo, él es su gobierno, los demás son

simplemente subalternos; el desarrollo de una democracia que hace hincapié en la voluntad

general, el poder de las mayorías; se apela a referendos y plebiscitos; y de corte neoliberal,

privilegiando el mercado externo, la inversión productiva, y los subsidios como política

social. Así pues, las conclusiones sustentan y afirman la hipótesis presentada por la autora,

pues es claro que varias de las peculiaridades de Álvaro Uribe concuerdan con las

definiciones de populismo y neopopulismo, pues él es un líder carismático y autoritario que

utiliza un lenguaje moralista y retórico, y un discurso con componentes nacionalistas.

La anterior investigación tiene diversas similitudes con la temática desarrollada,

debido a que comparten el objeto de estudio, en este caso, el ex presidente Álvaro Uribe

Vélez en sus dos periodos presidenciales, así como el fenómeno político implementado por

este personaje, neopopulismo. Es importante para el trabajo, porque da cuenta de la relación

entre el modelo político y su relación con las audiencias y el discurso. En este sentido,

muestra la triangulación que se genera cuando un líder neopopulista utiliza el discurso y los

medios de comunicación como arma para construir y consensuar una ideología hegemónica

entre sus seguidores. La diferencia radica principalmente en que la autora Fierro hace un

abordaje más profundo sobre el populismo, y deja a un lado la cuestión hegemónica que

pretende abordarse en la presente investigación.

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4.5 Aspectos neopopulistas en el gobierno Uribe

El siguiente antecedente surge del capítulo “Entre la guerra y la paz: de Betancur a Santos”,

específicamente el apartado “Recuperación militar del territorio y desinstitucionalización:

los dos gobiernos de Álvaro Uribe Vélez (2002-2010)” del libro “Poder y Violencia en

Colombia” del autor Fernán E. González González (2014).

En este documento se expone la idea que el gobierno del ex presidente Álvaro Uribe

Vélez se concentró en la propuesta de recuperación militar del territorio, compaginada con

la guerra contra las guerrillas, o grupos narcoterroristas, como él los llamaba, y la polémica

desmovilización de asociaciones paramilitares. De igual forma, concentra que el estilo

político de Uribe Vélez conjunta la negociación clientelista, la apelación populista directa a

la población marginal y las medidas económicas favorables a los gremios empresariales

(González, 2014, p. 448). Así mismo, se afirma que la estrategia de lucha hizo un llamado a

la población para que colaborara en la ofensiva militar, política y judicial en contra de las

guerrillas, para eliminar los obstáculos que impedían el crecimiento social y económico de

Colombia. Otro de los puntos desarrollados en la investigación asegura que las causas de la

popularidad de Uribe “no se deben solo a los éxitos de su política de recuperación militar

del territorio, sino también a su hábil manejo, tanto de los mecanismos políticos, dentro y

fuera de los partidos tradicionales, como de los medios de comunicación masiva”

(González, 2014, p. 465), en este sentido, el autor manifiesta que Uribe Vélez utiliza un

estilo político que le permite adecuarse a los diversos contextos que coexisten en la

sociedad colombiana, logrando legitimidad política desde diversos ámbitos. Por último, se

plantea la hipótesis, desde diversos autores, que el gobierno del ahora senador puede

calificarse como neopopulista debido a que cumple con varias de las características del

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modelo. Algunas de las cuales incluyen liderazgos carismáticos que toman fuerza por el

desprestigio de las instituciones democráticas, y que, apoyados en su carisma personal se

presentaron como los salvadores de la nación y de la restitución del orden perdido.

La metodología implementada en la investigación es claramente teórica, pues

González acude a otros autores que permitan reforzar, justificar y soportar sus tesis y

argumentos acerca de lo que se evidenció en los gobiernos de Álvaro Uribe Vélez.

El autor aborda varias conclusiones de lo largo del apartado. En principio, afirma

que la población civil colaboró en la lucha contra “el terrorismo”, y que la lógica del

ejército tuvo varios cambios con el paso de los años, entre ellos, combinar la inteligencia

humana con la inteligencia tecnológica, en función de cumplir los objetivos en contra del

enemigo. De igual forma, se observa que los resultados de la política de seguridad

democrática vislumbraron dos puntos de vista contrarios: el primero por parte del

Gobierno, asegurando la reducción de acciones contra la infraestructura nacional y la

población civil; y el otro desde las organizaciones de derechos humanos, denunciando la

existencia de crisis humanitaria en el país debido a los operativos militares. Además, se

expone que el desarme de los grupos paramilitares, sumado a los obstáculos de la

desmovilización, generó el surgimiento de nuevas organizaciones al servicio del

narcotráfico, desprovistas de ideales políticos. Así mismo, relata que Uribe Vélez tiene un

complejo estilo político que vislumbra la combinación de distintos tipos de lenguaje y

estilos políticos según la audiencia a la que se dirija. En esta misma línea, se muestra una

clara recurrencia populista a la opinión pública, apoyada por excelente relación con los

medios masivos de comunicación. En última instancia, el autor, recurriendo a otros

teóricos, muestra que aspectos como el estilo microgerencial, dedicación al trabajo,

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eficiencia administrativa, capacidad de afrontar y resolver los problemas rápidamente,

buena capacidad mediática, acercamiento entre lo público y lo privado,

desinstitucionalización del poder, apelación directa al pueblo, y apertura económica, hacían

del gobierno Uribe un mandato neopopulista bajo la presentación de un demócrata con

sentido autoritario, y con inclinación cristiana y social (González, 2014).

Lo expuesto anteriormente constituye elementos importantes para el trabajo de

grado debido a que aporta soporte teórico en materia de neopopulismo. El recorrido del

autor es pertinente, pues ejemplifica cómo el proceder de Álvaro Uribe Vélez en sus ocho

años de gobierno puede relacionarse con las características esenciales del modelo.

4.6 El poder de la palabra en Álvaro Uribe Vélez

El siguiente documento se titula “El poder de la palabra, Álvaro Uribe Vélez:

análisis de su discurso ¿Neopopulista?, es realizado por Jaime Eduardo Niño y da cuenta

del trabajo de tesis para optar por el título de Magister en Comunicación Política de la

Universidad de Chile.

La intención del trabajo se centra en analizar el discurso político de Álvaro Uribe

Vélez, en los consejos comunitarios del periodo 2002-2006, desde un marco neopopulista.

Teniendo en cuenta lo anterior, el autor se plantea dos objetivos, el primero consiste en

determinar los elementos hegemónicos y antagónicos de las alocuciones políticas del ex

presidente en los consejos comunitarios, y el segundo pretende evaluar las características

neopopulistasdel discurso en esos consejos comunitarios.

La metodología implementada incluye aspectos cualitativos y cuantitativos, pues no

solo tiene en cuenta el análisis de los discursos abordados en algunos consejos

23
comunitarios, sino que le otorga importancia a ciertos datos estadísticos que explican los

niveles de popularidad del ex presidente.

El documento expone que los discursos de Álvaro Uribe Vélez en los consejos

comunitarios se caracterizan por ser hegemónicos y antagónicos, y que pueden llegar a

identificarse como neopopulistas.

A través de la evaluación de diferentes elementos discursivos, el autor afirma que

una de las principales conclusiones del estudio es que Uribe Vélez creó un discurso

hegemónico que se manifestó en un proyecto político que buscaba suplir las necesidades de

un pueblo.Así mismo, elaboró una estructura antagónica, la cual incluía aspectos como la

pobreza, el terrorismo, la corrupción, la politiquería, entre otros.

Por otra parte, se concluye que dichos consejos comunitarios son la consolidación

de un modelo de “democracia” personal que sirven como espacio para crear confianza entre

el Estado y la ciudadanía.

De igual manera, el autor expone que Colombia pudo entrar en un ciclo de

autoritarismo dado que Uribe no se enfocaba del todo en el desarrollo de la Nación, sino en

mantenerse en el poder.

Dicho documento es pertinente para el desarrollo de la presente investigación

debido a que describe y analiza el discurso de Uribe en distintos consejos comunitarios. Sus

hallazgos pueden contrastarse con los del trabajo en curso para corroborar o refutar el

postulado que expresa que el discurso del ex presidente posee componentes neopopulistas.

24
4.7 El discurso de Uribe bajo la lógica neopopulista

El presente antecedente se titula “Análisis del discurso de Álvaro Uribe Vélez

(20002-2006) bajo una lógica neopopulista” y es la monografía de Claudia Ximena Carrillo

para optar por el título de politóloga de la Universidad Colegio Mayor de Nuestra Señora

del Rosario.

El documento desarrolla un análisis generalizado sobre los conceptos de populismo

y neopopulismo en América Latina. El principal objetivo consiste en analizar los elementos

que permitencaracterizar al estudio de un caso, en esta oportunidad el primer gobierno de

Uribe, 2002-2006, bajo una lógica populista y neopopulista.

La autora pretende sustentar la hipótesis que afirma que el gobierno del presidente

Álvaro Uribe y el proceso de reelección presidencial que le siguió fueron de cortepopulista

y neopopulista.

A nivel metodológico, se realiza una revisión de los dos conceptos que guían la

monografía, con el fin de unificar los múltiples significados y partir con una definición que

permita catalogar el gobierno de Uribe como populista y neopopulista. Posteriormente, se

analizan aspectos fundamentales del gobierno como el uso provechoso de los medios de

comunicación para multiplicar las ideas. Por último, se determina si el primer gobierno de

Álvaro Uribe presenta características populistas y neopopulistas.

En palabras de Carrillo (2010), el aporte de la investigación a la Ciencia Política

radica en “dejar un debate sobre la pertinencia de ocultar en el sistema regional

latinoamericanolos rasgos populistas y neopopulistas del presidente colombiano Álvaro

Uribe Vélez afavor de los intereses norteamericanos en la región” (p.8).

25
En las conclusiones, la autora determina que el primer gobierno del presidente Uribe

se comportó bajo la lógica neopopulista dado que presentó la característica encadenada por

la necesidad de seguridad, la cual le permitió mantener el poder en un segundo mandato

presidencial.

De igual manera, afirma que el neopopulismosurge como reafirmación deuna

hegemonía que busca contrarrestar una cadena de demandas insatisfechas.

Si bien la presente investigación se centra en el discurso de Álvaro Uribe y no

propiamente en el Gobierno, existe una estrecha relación con este antecedente ya que

ambos conceptos son esenciales al momento de cuestionarse sobre las dimensiones

populistas y neopopulistas presentes en el ex presidente.

26
5. MARCO CONCEPTUAL

El presente capítulo aborda los principales conceptos que brindan sustento teórico al

trabajo de grado. Teniendo en cuenta el propósito de la investigación, el primer concepto

que se aborda es discurso, el segundo es pueblo, el siguiente es populismo, y por último

neopopulismo.

5.1 Discurso

El concepto se entiende desde tres autores: el primero es Eduardo Castellanos

(2014), el cual aborda el discurso desde lo expresado por Van Dijik (2009). La segunda es

Isabel Cristina Acosta (2009), quien brinda distinciones entre discurso y discurso político;

la pertinencia de dicho estudio radica en que la presente investigación pretende describir las

características discursivas del ex presidente Álvaro Uribe Vélez y estas pueden clasificarse

dentro de un discurso político. Por último, se presenta lo mencionado por Martha Fierro

(2010), la cual expone la definición del término estrategias discursivas, concepto

enmarcado dentro del discurso.

Eduardo Castellanos (2014), citando a Van Dijik (2009), sostiene que “el discurso

es un fenómeno multidimensional complejo que se constituye por dimensiones lingüísticas,

epistemológicas, interacciónales, creencias evaluativas, actitudes, ideologías etcétera”

(p.184).

Por su parte, Isabel Cristina Acosta (2009), brinda dos definiciones en su texto, en

principio define el término discurso, para posteriormente centrarse en el discurso político.

A continuación, se expone lo expresado por la autora:

27
Una narración por medio del cual se emiten mensajes, en ocasiones no tan explícitos,

orientados a la configuración o cambio de imaginarios y situaciones. El discurso

político, como categoría discursiva, es emitido desde las instituciones y actores políticos

con el fin de establecer y difundir las líneas de acción de los postulados políticos de

distintas tendencias ideológicas y de mantener una conexión comunicativa entre los

gobernantes y los gobernados a través del desarrollo de una argumentación dirigida

hacia el convencimiento y persuasión de sus ideas y propuestas y principalmente la

consecución del poder y la realización de sus objetivos. (p.4)

Por último, Martha Fierro (2011), quien cita a Montero (1994), afirma que “las

estrategias discursivas pueden ser definidas como medios para lograr la persuasión, consiste

en prácticas conformadas por secuencia de procedimientos verbales y no verbales,

determinadas por un fin u objetivo, que sirva para alcanzar ciertas metas” (p.89).

5.2 Pueblo

El concepto pueblo es, en palabras de Claudia Carrillo (2010):

Se entiende como un significante vacío (…) Y en la medida en que no significa algo en

concreto, este término puede abarcar a sectores totalmente heterogéneos de una sociedad

y al mismo tiempo homogenizarlos bajo su discurso. Es voluntad del mismo pueblo

determinar qué eslo que significa este término y poder incluirse según las necesidades

políticas dentro del discurso del caudillo. Lo que genera que pueda abarcar a todo aquel

que, sin racionalidad, sólo de manera espontánea se sienta parte de ese pueblo. (p.17)

Por su parte, Alain Badiou (2014) expone dos sentidos negativos de la palabra

pueblo, el primero es “el que arrastra una identidad cerrada -y siempre ficticia- de tipo

28
racial o nacional”. El segundo “es el que subordina el reconocimiento de un pueblo a un

Estado que se supone legítimo y benefactor, por el solo hecho de que organiza el

crecimiento” (p. 18). El autor, afirma también que, el pueblo más que una categoría

política, es un término neutro que toma sentido a través del contexto.

Sadri Khiari (2014), expresa que la noción de pueblo aparece como una noción

política que tiene necesariamente una dimensión estratégica. Dicha dimensión siempre está

presente debido a que el poder se conquista o se mantiene a través de la existencia de un

enemigo, real o supuesto, del mismo pueblo.

En el documento Filosofía de la liberación y pueblo, Eduardo Mendieta (2016)

afirma que:

El pueblo también se ha definido como una formación histórica etnocultural, como

entidad socioeconómica, como una entidad cultural que trasciende tanto a las naciones

como a las clases. Como lo que se debe forjar a través de un proyecto político

democrático. El problema de qué o quién es el "pueblo" ha adquirido una nueva urgencia

a medida que surgen nuevas formas de participación democrática y, a medida que las

naciones latinoamericanas se encuentran más integradas económica y políticamente

debido a las transformaciones hemisféricas. Las transformaciones políticas de la última

década en toda América Latina, lejos de la violencia revolucionaria y hacia la

participación política, se han abordado en términos de la necesidad de repensar los temas

de representación y participación política.

29
5.3 Populismo

El concepto se aborda desde varios autores, quienes, en diversas ocasiones,

referencian a académicos expertos en el tema.

Según Carolina Galindo (2007) el populismo es “uno de los términos de mayor

debate en la discusión académica dentro y fuera del continente” (p.148).

Kenneth Roberts (1999), citado por Galindo (2007), afirma que el populismo

contiene algunos rasgos característicos como: un patrón paternalista de liderazgo político,

una coalición heterogénea y policlasista concentrada en sectores subalternos y un proceso

de movilización política de arriba hacia abajo en el que se presentan vínculos directos entre

el líder y las masas.

Martha Fierro (2014), citando a Carlos Medina (2010), sostiene que el populismo

es:

Un fenómeno político que se caracterizaba especialmente por la existencia de un líder

carismático y autoritario, que establecía con la gente una relación franca y cercana, su

discurso era sencillo, su vocabulario era directo, corriente y popular, sin elaboraciones

complejas, el líder utilizaba símbolos que lo identifican con el pueblo. El líder encarnaba

la voluntad del pueblo luchando contra sus enemigos. El populismo logró una gran

movilización social y política en torno a reivindicaciones básicas, lo que generó un

Estado redistributivo y benefactor. (p. 128)

Por su parte, Gino Germani (2003), citado por Fierro (2014), expresa que:

30
El populismo por si mismo tiende a negar cualquier identificación con, o clasificación

dentro de la dicotomía izquierda-derecha. Es un movimiento multiclasista (…) el

populismo generalmente incluye componentes opuestos, como ser el reclamo por la

igualdad de derechos políticos y la participación universal de la gente común, pero unido

a cierta forma de autoritarismo a menudo bajo un liderazgo carismático. (p. 128)

Para Ernesto Laclau (1978), el populismo es entendido como “la presentación de las

interpelaciones popular-democráticas como conjunto sintético antagónico respecto de la

ideología dominante” (p.201). En otros términos, es ante todo un estilo de discurso político.

Para él, si se hace un breve resumen del concepto “populismo” se tiene: “un líder

carismático y autoritario, con una gran oratoria, un alto componente nacionalista,

reivindicaciones sociales y un apoyo a la incipiente industria nacional” (Fierro, 2014, p.

129).

En esta misma línea, Cristina de la Torre (2005), citada también por Fierro (2014),

sostiene que el populismo utiliza “un lenguaje retórico, moralista y maniqueo, donde la

política es asumida como una lucha moral con un enemigo claro (…) Polariza a la sociedad

se opone al dialogo y a la negociación característica de la democracia liberal” (p. 128).

Carrillo (2010) afirma que el populismo:

Brota de un conjunto de demandas insatisfechas, a través de un significante vacío que se

traduce en un nombre o un líder. En tanto que no tienen un significado específico sino

universal, las demandas insatisfechas que invoca el pueblo se catalizan a través de un

discurso simple, entendible por todo el público a través del cual se reúnen las ansias en

constituir un nuevo orden. (p. 14)

31
Teniendo en cuenta lo expresado por los autores esbozados anteriormente, el

populismo se entenderá como un fenómeno político multiclasista, que no se clasifica en

ideologías de izquierda o derecha, y que se caracteriza por tener un líder paternalista,

carismático y autoritario que utiliza un lenguaje nacionalista y moralista.

5.4 Neopopulismo

El neopopulismo, según Martha Fierro (2014), “surge en los años 80 manteniendo

muchos elementos del populismo, pero recibe el apelativo de Neo para reflejar un nuevo

periodo histórico y otras condiciones sociales, económicas y políticas de América Latina”

(p. 128).

Carlos Medina (2010), citado por Fierro (2014), plantea que:

El concepto de neopopulismo implica también la irrupción de nuevos liderazgos, este

liderazgo es desarrollado por actores que no necesariamente pertenecen al sistema de

partidos, se concentra el poder en el ejecutivo, en desmedro de las otras ramas del poder,

el neopopulismo se concibe entonces como una forma elevada de liderazgo político que

se refuerza debido al desprestigio y descomposición de las instituciones democráticas.

(p. 133)

Por su parte, Luis Patiño (2007) expone que el neopopulismo:

Se instaura como una “nueva” forma de representación e identificación política, gracias

a la paulatina deslegitimación de las instituciones políticas tradicionales. La crisis de

representación, la debilidad del régimen democrático y el desmonte del modelo del

Estado-protector, posibilitó el “resurgimiento” de líderes populistas, que apoyados en su

32
carisma personal se presentaron como los salvadores de la nación y hombres

providenciales restituidores del orden perdido. (p. 249)

Retomando el texto de Martha Fierro (2014), Cristina de la Torre (2005) citando a

René Mayorga afirma que:

La política neopopulista de los outsiders no es sólo una estrategia política y un estilo

anti-institucional de la política (…); es también una estrategia que conduce al

debilitamiento y destrucción de la democracia liberal-representativa y, en particular a su

transformación en democracia plebiscitaria. Así, el llamado regreso del líder significa en

esencia la destrucción de las instituciones democráticas y el ascenso de un régimen

político autoritario. (p. 133)

En esta misma línea, Claudia Carrillo (2010), citando a Carlos Medina, expone que

el neopopulismo, o también llamado populismo de segunda generación, es un fenómeno

que:

Tiende a concentrar el poder en manos del ejecutivo y a emplear métodos de gobierno

que prescinden de las organizaciones partidarias y devalúan su rol en el sistema político.

En el plano ideológico, el discurso neopopulista se presenta como una mezcla de

elementos que, apelando a las masas populares y al pueblo, a la defensa de la nación

amenazada por enemigos internos y externos, define sus acciones.

Por último, Javier Sanín (2003) afirma que según los postulados de Georges

Couffignal, “lo característico del neopopulismo es la aparición de líderes fuera del circuito

tradicional de los partidos, que utilizan la demagogia y el carisma en una retórica especial

para la conquista de votos” (p.53).

33
Después del abordaje teórico presentado anteriormente, la presente investigación

entiende el neopopulismo como un modo de hacer política en el que el líder tiene una línea

discursiva complaciente con las necesidades de las masas, las cuales pretende satisfacer.

Sin embargo, no siempre esas necesidades son verdaderamente prioridades o problemas

estructurales, sino pretextos para llegar y mantenerse en el poder.

Hipótesis

La hipótesis a demostrar en la presente investigación consiste en caracterizar el

discurso de Álvaro Uribe Vélez, a través de su apelación al pueblo colombiano, como un

híbrido autoritario entre dimensiones populistas y neopopulistas que carece de prácticas

democráticas.

34
6. METODOLOGÍA

El presente apartado da cuenta de la experiencia metodológica que se implementa a

lo largo de la investigación. El capítulo expone cuál es el método, la metodología y las

fuentes que se utilizan. De igual manera, presenta un cuadro que sintetiza y operacionaliza

las variables o conceptos más importantes del estudio.

El trabajo se desarrolla desde una perspectiva epistemológica interpretativa, de

carácter hermenéutico, ya que se interpretan diversos documentos para determinar distintos

significados en las palabras y así, identificar posibles categorías populistas y neopopulistas

en el discurso de Álvaro Uribe Vélez en los dos periodos presidenciales en los que ejerció

como Presidente de la República de Colombia.

En términos metodológicos, la investigación se desenvuelve en el marco de una

metodología cualitativa, debido a que es la más eficiente para compilar y analizar el

discurso del ex presidente Uribe, pues proporciona profundidad a los datos, riqueza

interpretativa, contextualización del entorno y detalles

Según lo expresado por Sampieri (1991), la investigación cualitativa proporciona

profundidad a los datos, dispersión, riqueza interpretativa, contextualización del ambiente o

entorno, detalles y experiencias únicas. También aporta un punto de vista "fresco, natural y

holístico" de los fenómenos, así como flexibilidad” (p.21). Así mismo, el proceso

cualitativo no sigue ninguna secuencia rigurosa, pues las etapas a realizar interactúan entre

sí, generando un procedimiento circular o “espiral” (Sampieri, 1991). En este sentido:

El proceso cualitativo también se guía por áreas o temas significativos de

investigación. Sin embargo, en lugar de que la claridad sobre las preguntas de investigación

35
e hipótesis preceda (como en la mayoría de los estudios cuantitativos) a la recolección y el

análisis de los datos, los estudios cualitativos pueden desarrollar preguntas e hipótesis

antes, durante o después de la recolección y el análisis de los datos. Con frecuencia, estas

actividades sirven, primero, para descubrir cuáles son las preguntas de investigación más

importantes; y después, para refinarlas y responderlas. EI proceso se mueve de manera

dinámica en ambos sentidos: entre los hechos y su interpretación. (Sampieri, 1991, p.22)

Por su parte, Martínez (2011), afirma que el enfoque cualitativo “desarrolla

procesos en términos descriptivos e interpreta acciones” (p.256).

En esta misma línea, Rodríguez, Gil y García (1996), exponen que:

La investigación cualitativa, se plantea, por un lado, que observadores competentes y

cualificados pueden informar con objetividad, claridad y precisión acerca de sus propias

observaciones del mundo social, así como de las experiencias de los demás. Por otro, los

investigadores se aproximan a un sujeto real, un individuo real, que está presente en el

mundo y que puede, en cierta medida, ofrecernos información sobre sus propias

experiencias, opiniones, valores…etc. Por medio de un conjunto de técnicas o métodos

como las entrevistas, las historias de vida, el estudio de caso o el análisis documental, el

investigador puede fundir sus observaciones con las observaciones aportadas por los

otros (p.62).

De igual manera se tendrá en cuenta el Análisis Crítico del Discurso (ACD)

propuesto por Van Dijik, quien expresa que dicha investigación analítica se preocupa por

asuntos políticos y problemas sociales. También sostiene que el ACD estimula la

multidisciplinariedad debido a que:

36
El uso del lenguaje, los discursos y la comunicación entre gentes reales poseen

dimensiones intrínsecamente cognitivas, emocionales, sociales, políticas, culturales e

históricas. Incluso la teorización formal necesita por tanto insertarse dentro del más

vasto contexto teórico de los desarrollos en otras disciplinas. (p.24)

Por último, las fuentes de información abordadas para el buen curso metodológico

del estudio incluyen el Manifiesto Democrático, herramienta clave para su campaña a la

presidencia; los dos discursos de posesión, el primero en el 2002 y el segundo en el 2006 y

las palabras pronunciadas en las instalaciones del Congreso en el 2007 y en el 2010.

A continuación, se presenta el cuadro de los conceptos más importantes del estudio:

Conceptos claves Variables Técnica Fuente

Discurso Características Revisión Manifiesto democrático,


discursivas. documental y discursos de posesión,
análisis instalación del Congreso.
crítico del
discurso.
Pueblo Apelación al Revisión Manifiesto democrático,
sujeto político. documental y discursos de posesión,
análisis instalación del Congreso.
crítico del
discurso.
Populismo y Uso del lenguaje Revisión Manifiesto democrático,
Neopopulismo a través de ideas documental y discursos de posesión,
y valoraciones. análisis instalación del Congreso.
crítico del
discurso.

37
7. RESULTADOS

El presente apartado pretende evidenciar los rasgos políticamente distintivos del

discurso de Uribe sobre el pueblo colombiano y su relación con postulados populistas y

neopopulistas.

En la primera parte del capítulo se expone la forma como se identifica el pueblo

colombiano en los discursos del ex presidente. Posteriormente, se constata el vínculo de ese

discurso con principios populistas y neopopulistas.

7.1 El pueblo colombiano en el discurso de Álvaro Uribe

Desde su campaña a la presidencia, el discurso de Álvaro Uribe Vélez estaba

destinado a proteger al pueblo colombiano y a mostrar un liderazgo paternalista y protector

de los intereses de los ciudadanos.

“Miro a mis compatriotas hoy más con ojos de padre de familia que de político.

Aspiro a ser Presidente para jugarme los años que Dios me depare en la tarea de ayudar a

entregar una Nación mejor a quienes vienen detrás” (Punto 100 del Manifiesto

Democrático, 2002).

En sus discursos, el pueblo colombiano aparecía como el principal benefactor de sus

políticas. La primera de estas acciones era la instauración de un Estado Comunitario para

eliminar la politiquería y la corrupción:

Sueño con un Estado al servicio del pueblo y no para provecho de la corrupción y la

politiquería (…) La participación ciudadana garantiza que los recursos lleguen a la gente

y no se enreden en la politiquería (…) El Estado burocrático y politiquero ha engañado

38
al pueblo con un discurso social que no ha cumplido porque los recursos se han ido en

clientelismo y corrupción. (Punto 4 del Manifiesto Democrático, 2002)

Ya, en su posesión como Presidente de la República en el 2002, continuó con su

premisa: “nuestro Estado Comunitario buscará que los recursos y las acciones lleguen al

pueblo, con transparencia, mediante creciente participación popular en la ejecución y

vigilancia de las tareas públicas” (Discurso posesión primer mandato presidencial, 2002).

Para su segundo mandato, mantenía el argumento sobre los beneficios del Estado

Comunitario para la sociedad colombiana:

El Estado Comunitario es el medio para que la actividad pública beneficie a los

gobernados (…) El Estado Comunitario es participación ciudadana en la toma de

decisiones públicas, su ejecución y supervisión. Es garantía de transparencia, eficiencia

y equidad en el resultado de la acción oficial. La exigencia ciudadana permanente

demanda sincero afán de los funcionarios, prudencia en el compromiso, diligencia en la

acción, imaginación para explorar opciones y superar obstáculos (…) Nuestras metas

sociales son incluso más exigentes que las del Milenio. Tenemos toda la vocación de

cumplir lo pactado con el pueblo: plena cobertura en educación básica; avances en

preescolar; plena cobertura en régimen subsidiado de salud con esfuerzos para que la

formalización laboral ayude a crecer el sistema contributivo; familias educadoras en

acción, familias guardabosques, estrategias del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena),

del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, cobertura en atención de niños y

ancianos; vivienda; saneamiento básico; infraestructura; acceso popular al crédito, banca

de oportunidades. (Discurso posesión segundo mandato presidencial, 2006)

39
Al finalizar su período presidencial, exponía que su gobierno había procurado

“practicar una forma de gobierno de Estado Comunitario al servicio de los ciudadanos y de

amplia participación” (Discurso instalación del Congreso, 2010).

Retomando lo mencionado líneas atrás, es pertinente recordar que, al menos en la

teoría, el pueblo colombiano aparecía como el receptor principal de las políticas

implementadas por su gobierno:

Nuestra política social, al incluir progresivamente amplios sectores de compatriotas

históricamente marginados, se constituye además en factor de reactivación de la

economía. Familias en acción y los programas nutricionales de bienestar familiar

agregan millones de consumidores. El microcrédito produce favorables efectos

simultáneos en la demanda, la oferta, el empleo y la estabilidad del ingreso de hogares.

(Discurso instalación del Congreso, 2007)

En sus acciones se incluían obligaciones de carácter político, económico, social,

cultural, etcétera. Sin embargo, una de las de mayor énfasis era la de la Seguridad

Democrática, la cual demandaba “aplicarnos a buscar la protección eficaz de los

ciudadanos con independencia de su credo político o nivel de riqueza” (Discurso posesión

primer mandato presidencial, 2002).

El pueblo colombiano debía colaborar con la fuerza pública para luchar contra el

terrorismo: “todos apoyaremos a la fuerza pública, básicamente con información.

Empezaremos con un millón de ciudadanos. Con frentes locales de seguridad en los barrios

y el comercio. Redes de vigilantes en carreteras y campos. Todos coordinados por la fuerza

pública” (Punto 38 del Manifiesto Democrático, 2002).

40
Él esperaba la cooperación de todo el pueblo colombiano frente a la lucha

antiterrorista, sin importar los ideales, la ciudadanía debía unirse, apoyar a la fuerza pública

con información que facilitara la derrota del enemigo y lograr alcanzar la tan anhelada paz

en el territorio.

En este mismo sentido, afirmaba que la autoridad era pieza fundamental para el

enfrentamiento contra el terrorismo. Así justificaba la lucha armada contra los grupos

guerrilleros: “la autoridad legítima del Estado protege a los ciudadanos y disuade a los

violentos. Es la garantía de la seguridad ciudadana durante el conflicto y después de

alcanzar la paz” (Punto 26 del Manifiesto Democrático, 2002). Pero era enfático en aclarar

que “la fuerza legítima del Estado cumple la exclusiva misión de defender a la comunidad y

no puede utilizarse para acallar a los críticos” (Discurso posesión primer mandato

presidencial, 2002). En este sentido, para Uribe el uso de la fuerza era válido siempre y

cuando se ejerciera frente a quienes se alzaban en armas y ponían en riesgo el bienestar del

pueblo colombiano.

Sin embargo, al corroborar lo realizado por Álvaro Uribe Vélez en sus ocho años de

gobierno, se encuentran aspectos que contradicen lo expuesto en sus discursos. El

fenómeno de los falsos positivos, la persecución a la prensa que ejercía oposición, las

persecuciones al poder judicial son solo algunas de las acciones que refutan sus palabras.

En el documento “El Embrujo Autoritario. Primer año de gobierno de Álvaro Uribe

Vélez”, la Plataforma Colombiana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo (2003),

conformada por 80 organizaciones sociales y no gubernamentales de todo el país, afirma

que:

41
El discurso presidencial promete una serie de mejoras en las condiciones de vida de la

población, sin embargo, el análisis a fondo de las políticas públicas propuestas por el

presidente Uribe en diferentes proyectos de ley y el Plan Nacional de Desarrollo, entre

otros instrumentos, muestra que por un lado va la retórica oficial y por otro las

consecuencias reales de dichas políticas. (p.8)

En este mismo texto, la Comisión Colombiana de Juristas (2003) informó que en el

Plan Nacional de Desarrollo se planteó una reforma constitucional a la acción de tutela y a

las funciones de la Corte Constitucional, la cual restringía el acceso a esa acción para los

casos de afectación de derechos económicos, sociales y culturales, y pretendía acabar con la

independencia de las ramas. Dichas políticas estaban “encaminadas a un desmantelamiento

progresivo del Estado social de derecho, planteando un grave retroceso en materia de la

justiciabilidad de los DESC” (p.27).

Por su parte, en el libro “Reelección: el embrujo continúa. Segundo año de gobierno

de Álvaro Uribe Vélez”, la periodista, escritora e investigadora Claudia Julieta Duque

(2004) afirma que:

Durante el período Uribe Vélez la pequeña reducción en el número de asesinatos de

periodistas (…) ha estado acompañada del alarmante silenciamiento de los medios

masivos de comunicación frente a temas “sensibles” para el Gobierno, cuya más

importante tarea ha sido la “construcción de una opinión pública favorable a las acciones

gubernamentales y a la política de seguridad democrática. (p.234)

Así mismo, expone que “Durante este Gobierno, además, han arreciado las

agresiones contra periodistas en el marco del cubrimiento de protestas en contra de las

42
políticas gubernamentales (…) y la obstrucción a la labor periodística” (Duque, 2004,

p.235).

En cuanto al balance de falsos positivos, Human Rights Watch (2015) expone un

documento denominado “El rol de los altos mandos en falsos positivos. Evidencias de

responsabilidad de generales y coroneles del Ejército colombiano por ejecuciones de

civiles”, en el que se reflejan importantes cifras en materia de violación de derechos

humanos.

En el informe, la organización evidencia que “entre 2002 y 2008, la ejecución de

civiles por brigadas del Ejército fue una práctica habitual en toda Colombia” (Human

Rights Watch, 2015, p.1). Los soldados y oficiales eran presionados por sus superiores para

que demostraran resultados “positivos” en cuanto al número de bajas en la guerra contra los

grupos guerrilleros.

Al momento de la publicación del documento, la Fiscalía General de la Nación

investigaba “más de 3.000 presuntos casos de falsos positivos atribuidos a militares. Más de

800 miembros del Ejército, en su mayoría soldados de rangos inferiores, habían sido

condenados por ejecuciones extrajudiciales perpetradas entre 2002 y 2008” (Human Rights

Watch, 2015, p.1)

El análisis del trabajo muestra que la Fiscalía sugiere que “más de 180 batallones y

unidades tácticas, adscritos a 41 brigadas, que operaban bajo el mando de las siete

divisiones que tenía entonces el Ejército, cometieron ejecuciones extrajudiciales” (Human

Rights Watch, 2015, p.2).

43
Años antes, el profesor Philip Alston (2009), Relator Especial de las Naciones

Unidas para las ejecuciones arbitrarias, había descrito cómo se desarrollaba el fenómeno de

los falsos positivos:

Un “reclutador” engaña a la víctima con falsas pretensiones y la lleva a una localidad

remota. Allá, al poco tiempo de llegar, miembros del ejército matan al individuo. Luego

se manipula el lugar de los hechos para que parezca que la persona fue dada de baja

legítimamente en el fragor de un combate. A menudo se hace una fotografía en la que

sale vistiendo uniforme de guerrillero con un arma o granada en la mano. Las víctimas

suelen ser enterradas de manera anónima en fosas comunes, y los asesinos son

premiados por los resultados conseguidos en la lucha contra la guerrilla. (p.2)

Advertía también que había dos problemas con el relato de los falsos positivos. “El

primero se debe a que la expresión “falsos positivos” brinda una suerte de aura técnica para

describir una práctica que se caracterizaría mejor como el asesinato a sangre fría y

premeditado de civiles inocentes, con fines de beneficio” (Alston, 2009, p.2). Y el segundo

es que:

Las pruebas que muestran a las víctimas vestidas con ropa de camuflaje recién

planchada, o calzando botas de campo 4 tallas más grandes que su tamaño, o zurdos

llevando una pistola en su mano derecha, u hombres con una única bala disparada en el

cuello, menoscaban aún más la sugerencia de que se trata de guerrilleros muertos en

combate. (Alston, 2009, p.3)

Al momento de señalar al responsable de las matanzas premeditadas, Alston (2009)

se encuentra con que no ha encontrado pruebas que “indiquen que estas ejecuciones se

44
llevaron a cabo como política oficial del gobierno, o que fueron dirigidas o llevadas a cabo

a sabiendas del Presidente o de los sucesivos Ministros de Defensa” (p.3). Tampoco le

parece sostenible la explicación que profesan en el gobierno, la cual plantea que “las

matanzas fueron llevadas a cabo a pequeña escala por unas cuantas pocas „manzanas

podridas‟” (p.3), pues considera que “las cantidades mismas de casos, su repartición

geográfica y la diversidad de unidas militares implicadas, indican que éstas fueron llevadas

a cabo de una manera más o menos sistemática, por una cantidad significativa de elementos

dentro del ejército” (p.3). Ese supuesto se corroboraría años después con el informe

publicado por Human Rights Watch (2015).

Así pues, es claro que se presenta una contradicción entre el discurso expuesto por

Uribe y las políticas implementadas en su presidencia. En la teoría, el pueblo sería el

principal benefactor de sus políticas sin importar la ideología o preferencia política, en la

realidad, se generaron una serie de restricciones a los DESC y varias persecuciones a

civiles y medios que se oponían a sus acciones.

Según Alberto Yepes (2008), en el documento “Sin democracia, sin derechos.

Quinto año de gobierno de Álvaro Uribe Vélez”, el Plan Nacional de Desarrollo 2006-

2010, “Estado Comunitario: Desarrollo para todos” refleja “la aplicación de la teoría del

goteo, según la cual los pobres reciben cuando la prosperidad económica hace caer migajas

de la mesa de quienes se benefician de la acumulación del crecimiento económico, cuando

su copa rebose de abundancia” (p.93). En este sentido, el autor afirma que es “cuestionable

que el “Desarrollo para Todos” tenga metas tan limitadas y excluya a amplias porciones de

la población colombiana” (p.95).

45
Empero, la mayor contradicción fueron los falsos positivos, pues su discurso

paternalista y protector de los ciudadanos se vio opacado por la cantidad de ejecuciones

extrajudiciales llevadas a cabo en su gobierno.

Si bien no se ha comprobado que el ex presidente tuviera nexos directos con las

ejecuciones, es pertinente mencionar que según el teniente coronel retirado de la Policía,

oficial Omar Eduardo Rojas, “ningún „falso positivo‟ ocurrió al azar, se trató de una

estrategia fríamente calculada para mostrar que la guerra contra las guerrillas la estaba

ganando el Estado colombiano” (Verdad Abierta, 2018).

En su libro “Ejecuciones extrajudiciales en Colombia 2002-2010, obediencia ciega

en campos de batalla ficticios”, publicado en el 2017, el teniente concluye que “las Fuerzas

Militares recurrieron a esta práctica para acatar directrices impartidas en su momento por el

Ministerio de Defensa y así, mostrar que la guerra contra las guerrillas era efectiva”

(Verdad Abierta, 2018).

El libro da cuenta de 10 mil casos de ejecuciones extrajudiciales cometidas durante los

años 2002-2010, cifra que supera con creces los 4.780 casos que, al 2018, investiga la

Fiscalía General de la Nación y los 6.200 casos documentados por el Observatorio de

Derechos Humanos de la Coordinación Colombia Europa Estados Unidos (CCEEU),

plataforma que agrupa más de 250 organizaciones de derechos humanos del país y que

ha sido una de las más rigurosas y constantes en el seguimiento a este tema. (Verdad

Abierta, 2018)

46
7.2 El discurso de Álvaro Uribe Vélez y su relación con postulados populistas y

neopopulistas

Aunque las dimensiones populistas y neopopulistas presentes en el discurso de

Uribe Vélez pueden evidenciarse en algunos de los apartados expuestos en líneas atrás, el

presente acápite desarrolla algunos argumentos que presentan con mayor claridad uno de

los propósitos de la investigación.

Una de las características principales del neopopulismo radica en que el líder

encarne, en esencia, la destrucción de las instituciones democráticas y el ascenso de un

régimen político autoritario. En el caso de Uribe, el discurso estaba permeado por un tono

caudillista en el que hacía referencia a la exaltación personal, la concentración del poder y

la ausencia de control institucional.

Para él, el pueblo colombiano había perdido la confianza en las instituciones y era

necesario que alguien con autoridad llegara para poner orden y generar confianza con los

ciudadanos, “tenemos que hacerlo bien para que se restablezca la fe de un pueblo que jamás

ha rendido la cabeza pero que reclama firmeza en el timonel para interrumpir el triste

discurrir de la miseria y el atentado criminal” (Discurso posesión primer mandato

presidencial, 2002).

Según el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (2003), el discurso de Uribe

cumple con el punto de un régimen político autoritario debido a que:

A partir de las reformas constitucionales, efectuadas o previstas, el gobierno se propone

modificar la estructura misma del Estado, incluida la administración de justicia,

afectando los avances constitucionales de la Carta del 91, recortando elementos del

47
Estado Social de Derecho, y buscando colocar todas las instituciones, incluso la Rama

Judicial, bajo la dirección del Ejecutivo (…) en función de profundizar el conflicto, de

involucrar a la población y a todas las instituciones en la llamada guerra contra el

terrorismo y contra las drogas. (p.17)

Teniendo en cuenta lo anterior, el actuar de Uribe también cumpliría con las

características de concentrar el poder en un sujeto y de acrecentar el desprestigio acarreado

a las instituciones democráticas.

De igual manera, el hecho que se haya presentado a las elecciones presidenciales del

2002 como político independiente, pese a pertenecer al Partido Liberal, por el hecho de no

compartir con el partido la propuesta política de paz con las Farc, lo caracteriza como un

outsider, elemento clave de la dimensión neopopulista.

La promoción de un Estado Comunitario que busca la participación directa del

pueblo es otro de los rasgos neopopulistas en el discurso de Uribe: “el Estado Comunitario

es el medio para que la actividad pública beneficie a los gobernados” (Discurso posesión

segundo mandato presidencial, 2006).

Así mismo, otra de las características identificadas es el efectivo manejo de los

medios de comunicación. Cuando se genera una buena relación entre el líder y los medios,

estos últimos producen y reproducen la ideología. Según Luis Fernando Barón (2004),

comunicador e investigador del Cinep, “Uribe no solo tiene una tropa de comunicadores y

periodistas propios siguiendo cada paso que da y produciendo información al respecto, sino

también se asegura de tener una presencia permanente y un alto perfil en los medios

nacionales e internacionales” (p.67).

48
Además, afirma que son cuatro las políticas del gobierno que evidencian sus

prácticas comunicativas:

Las prácticas de comunicación relacionadas con el conflicto armado y las dinámicas de

paz del Gobierno expresan una política centrada en cuatro aspectos interrelacionados: a)

crear y mantener mediante la figura de Álvaro Uribe Vélez una imagen diferente de

Presidente y política en el país. b) Retomar la palabra y concentrar en el Gobierno las

narraciones y noticias sobre el terrorismo y la paz. c) Hacer del Gobierno el protagonista

principal en los medios de la lucha contra el terrorismo y de las dinámicas de paz. d)

Establecer contacto directo con la gente para escuchar sus quejas, necesidades y

propuestas para brindar alternativas de solución. Toda esta propuesta está centrada en la

imagen, la voz, la presencia y las acciones del presidente Álvaro Uribe. (Barón, 2004,

p.65)

Es claro entonces que, según los postulados de Martha Fierro (2014), Uribe sí puede

incluirse como un personaje con discursos neopopulistas pues:

La política neopopulista tiende a concentrar el poder en manos del ejecutivo, se apela a

la defensa de la nación y se utiliza la reelección presidencial como mecanismo para

continuar en el poder, muchas veces cambiando las Constituciones y minando la

consolidación de la democracia. (p.135)

Ahora bien, entre los aspectos populistas más determinantes en el discurso de Uribe

se encuentran: el carisma, el vocabulario cargado de símbolos populares, el liderazgo

autoritario,la encarnación como el líder que simboliza la voluntad del pueblo en su lucha

49
contra los enemigos, y el manejo de un discurso nacionalista y polarizante entre buenos y

malos.

La relación cercana que estableció con los ciudadanos a través de vínculos directos

es parte fundamental de los rasgos populistas: “confieso que el diálogo intenso con mis

compatriotas ha sido para mí un cielo en la tierra (…) La ciudadanía ganó en información

para priorizar mejor” (Discurso instalación del Congreso, 2010).

En uno de sus últimos discursos como presidente, afirmaba que “fuimos

consecuentes con la creencia de que la participación ciudadana en las decisiones públicas,

en su ejecución y vigilancia, es garantía de transparencia y mejor uso de recursos.

Trabajamos con la participación y con la representación, con el pueblo” (Discurso

instalación del Congreso, 2010). Mostrando que, al menos en el discurso, su vocación fue,

estar al servicio del pueblo a través de un contacto directo.

Es claro entonces que, con los ejemplos mencionados, es posible evidenciar que en

el discurso de Álvaro Uribe Vélez sí se presentan dimensiones populistas y neopopulistas.

50
8. CONCLUSIONES

A través de su discurso, Álvaro Uribe promovió y atribuyó una identidad política al

pueblo colombiano durante sus períodos presidenciales. Uno de los rasgos más importantes

de esa identidad se refleja en el discurso de confrontación contra el terrorismo.

Para Uribe, el pueblo colombiano era pieza fundamental en la lucha antiterrorista

que enfrentaba el Estado. Su apoyo era determinante para acabar con los grupos

guerrilleros. La sociedad configuraba una parte importante del discurso “amigo vs

enemigo” que denotaba el ex presidente; para Uribe, se presentaba una lucha entre dos

bandos, los buenos y los malos, “los patriotas que apoyan la Seguridad Democrática y los

comunistas disfrazados que quieren entregar la Patria a las FARC” (Fierro, 2014, p.130).

Ese discurso antiterrorista y la concepción de un enemigo al que había que derrotar,

aportaron a la configuración de una nueva forma de comprender el rol del pueblo

colombiano.

Los postulados anteriores guardan estrecha relación con el populismo dado que en

el discurso populista se tienden a presentar matices morales que dividen a la ciudadanía

entre buenos y malos, generando que una masa se movilice en contra de un bloque

específico. En el caso colombiano, encontramos varios ejemplos en los que los ciudadanos

que simpatizaban con el gobierno de Uribe se movilizaron en contra del enemigo a derrotar

del momento. En el 2008, una multitudinaria marcha cívica se congregó en las calles para

expresar su rechazo a la guerrilla. Ya para el 2016, cuando se desarrolló el plebiscito por

los acuerdos de paz con las Farc, el 50.2% de los votantes rechazó el acuerdo alcanzado por

el Gobierno Nacional en cabeza del ex presidente Juan Manuel Santos y el grupo

51
guerrillero. Esta fue una nueva expresión de apoyo de parte de la ciudadanía hacia los

postulados de Álvaro Uribe.

Es pertinente mencionar entonces que, según los postulados de Cristina de la Torre

(2005), el populismo utiliza un lenguaje retórico y moralista, donde la política es entendida

como una lucha moral contra un claro enemigo.

En cuanto a las dimensiones neopopulistas, se refleja en la constante recurrencia a la

participación del pueblo para alcanzar sus intereses.

Otra de las características identitarias que le atribuyó Uribe al pueblo colombiano

fue ser el principal receptor y beneficiario de todas sus políticas. Su herramienta más

importante para lograrlo fue el Estado Comunitario, el cual desarrolló como mecanismo

para enfrentar la politiquería y la corrupción.

A través de su discurso, logró que la ciudadanía sintiera que había llegado un líder

que les devolvería la confianza y credibilidad que las instituciones democráticas les habían

arrebatado. Uribe se comportó como un líder carismático, que, a través de un discurso

motivador, promovió la movilización política del pueblo mediante plebiscitos y referendos

contra las Farc como enemigo público del pueblo colombiano. Como ya se mencionó en

líneas anteriores, un claro ejemplo de esto fue el triunfo que logró en el plebiscito del 2016,

el cual condensó el éxito de su discurso neopopulista en contra de las Farc.

Así pues, las dimensiones populistas y neopopulistas del discurso de Uribe incluyen

el liderazgo paternalista y protector de los intereses del pueblo, el ascenso de un régimen

político autoritario, el manejo de un discurso sencillo, corriente, popular y moralista, la

encarnación de la voluntad del pueblo que lucha contra un enemigo particular, la relación

52
directa con la población, el manejo de un discurso nacionalista, la división y polarización

de la sociedad, y la concentración del poder en el ejecutivo, en el que el Estado de opinión

prevalece sobre el Estado de derecho.

Para concluir, es claro que la presente investigación logra evidenciar que, a través

de un discurso con dimensiones populistas y neopopulistas, Álvaro Uribe Vélez le otorgó

una identidad al pueblo colombiano frente a su política de seguridad democrática, logrando

una confrontación entre el pueblo colombiano y los grupos guerrilleros.

Proyectar a los grupos guerrilleros como el enemigo violento y temible del pueblo

colombiano, le permitió desarrollar un primer mandato con altos grados de popularidad y

aceptacióny la posibilidad de reelegirse y gobernar por cuatro años más con sus políticas

antiterroristas.

Sin embargo, los resultados de sus políticas no fueron totalmente claros ni mucho

menos coherentes con el discurso de una autoproclamada “seguridad democrática”: falsos

positivos, masacres, desplazamientos y violaciones contra los derechos humanos son

aspectos que generan interrogantes sobre qué tan buenas fueron sus decisiones y qué tanto

aceptaba la opinión de sus opositores.

En el 2002, Uribe afirmaba que: “nuestro concepto de seguridad democrática

demanda aplicarnos a buscar la protección eficaz de los ciudadanos con independencia de

su credo político o nivel de riqueza” (Discurso posesión primer mandato presidencial,

2002).

Pese a esa afirmación, informes de Human Rights Watch en 2015 detallaban

queeran más de 3.500 ejecuciones extrajudiciales cometidas en 180 batallones. El

53
Observatorio de Derechos Humanos de la Coordinación Colombia Europa Estados Unidos

documenta 6.200 casos. Por su parte, el oficial retirado de la Policía, teniente coronel Omar

Rojas da cuenta de 10.000 casos de ejecuciones extrajudiciales entre los años 2002-2010.

La conclusión a la que llegó la organización gubernamental extranjera es que “hay

evidencias sustanciales de que los falsos positivos no fueron obra de unas „manzanas

podridas‟” (Human RightWatch, 2015). Por el contrario, consideran que los comandantes

de brigadas, batallones y otras unidades tácticas adoptaron procedimientos que facilitaron la

ejecución de los crímenes. Incluso, determinan tres acciones claves como: “órdenes de

operaciones, los cuales son documentos que imparten instrucciones sobre dónde, cómo y

contra quién actuar. Traslado de tropas y movilización de soldados. Y pagos de recompensa

y premios por las supuestas bajas” (Verdad Abierta, 2015).

Así pues, son muchos los interrogantes que aún quedan por resolver, lo que sí queda

claro es que existen claras diferencias entre lo expuesto por Uribe en sus discursos y lo

realizado en sus gobiernos.

La tarea para futuras investigaciones radicaría en continuar la investigación sobre

falsos positivos y ahondar aún más en las diferencias que se presentan entre lo dicho por el

ex presidente y la práctica en su mandato.

54
9. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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