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Usos y abusos del discurso:

ejercicios retóricos sobre política y sociedad


Bitácora de Retórica
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Instituto de Investigaciones Filológicas


Centro de Estudios Clásicos
Usos y abusos del discurso:
ejercicios retóricos sobre política y sociedad

Gerardo Ramírez Vidal


Erika Lindig Cisneros
(Editores)

Universidad Nacional Autónoma de México


México, 2017
La publicación de esta obra ha sido posible gracias al financiamiento otorgado
por la Dirección General de Asuntos del Personal Académico de la unam, a tra-
vés del proyecto papiit in-401714: “Retórica y educación”, del Centro de Estu-
dios Clásicos del Instituto de Investigaciones Filológicas.

Primera edición: 2017


Fecha de término de la edición: 6 de enero de 2017

D. R. © 2017, Universidad Nacional Autónoma de México


Ciudad Universitaria, del. Coyoacán, C. P. 04510, Ciudad de México

Instituto de Investigaciones Filológicas


Departamento de Publicaciones del iifl
Tel.: 56227347, Fax: 56227349
www.iifilologicas.unam.mx

ISBN: 978-607-02-8851-7

Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización


escrita del titular de los derechos patrimoniales.

Impreso y hecho en México


ramírez vidal y lindig cisneros

Presentación

F rente al texto literario, filosófico, académico y periodístico, las apre-


ciaciones sobre el discurso político están permeadas e impregnadas
de prejuicios, recelos e incomprensiones. Ello se debe —no nos quepa
duda— a una actitud mojigata de la sociedad heredada por siglos, no sólo
en México, sino en el Occidente entero, debido al desconocimiento de la
política como una manifestación propia de una humanidad libre y sana.
En nuestro país el grave problema no está sólo en los gobiernos y en los
políticos, sino que radica sobre todo en la ciudadanía, en que el propio
pueblo apenas está aprendiendo a ser ciudadano. Las feroces críticas en
contra de los políticos y la democracia, sin plantear otra opción más que
“quítense de ahí y no sigan estorbando”, es tan ingenua como tonta cuando
no se tiene una propuesta por lo menos anarquista. Una ciudadanía sin
propuestas sufre de una enorme disfunción, está castrada. Y los gobiernos
se encuentran satisfechos, porque así no hay rezongos ni obstáculos para
establecer cualquier tipo de políticas públicas.
Ello no quiere decir que no existan agrupaciones en movimiento, fren-
tes de autodefensa, organizaciones políticas movilizadas, medios de difu-
sión críticos, guerrillas, universitarios en lucha. La Ciudad de México es
una caja de resonancia de lo que sucede en el ámbito nacional, y un gran
sector de la población de la Urbe se encuentra harto de los frecuentes cie-
rres por marchas y demás manifestaciones ciudadanas. No le falta razón:
¿A quién le gustaría que lo dejen sin calle? Nuestra historia también ha
estado marcada por la revolución, los movimientos armados y las gran-
des manifestaciones estudiantiles, en particular la del ’68. Y todo ello ha
resultado dañino para todos. Pero el blanco de las críticas es sólo una de
las partes, mientras que los responsables de los abusos resultan ilesos. Si las
demandas campesinas por los bajos precios de la caña y del sorgo —una
atrocidad contra el campesino— se llevaran a la capital del país, los campe-
sinos serían los únicos responsables de los problemas generados por las mo-
vilizaciones. Esto produce, en consecuencia, desmoralización y depresión,
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sobre todo cuando los poderosos medios de difusión (aquellos paladines


que luchan por “su” libertad de expresión) están en contra de las manifesta-
ciones populares que luchan por sus derechos, reales o supuestos.
Además, la “sociedad civil” se enfrenta a enormes problemas de ca-
rácter interno: su número reducido y su dispersión. La gran manifesta-
ción del 24 de abril de 2005 contra el desafuero del jefe de gobierno de la
Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, y los movimientos
ciudadanos contra la “privatización” del petróleo en 2008 son casos aisla-
dos de acciones concertadas exitosas. Un gran número de manifestantes
aglutinados en torno a un problema mayúsculo puede alcanzar resultados
exitosos. Únicamente superando estas limitaciones será posible vencer
los problemas externos, representados sobre todo por los poderes fácti-
cos, en particular, las televisoras, además de la clase política, incluido el
gobierno en turno.
Los paladines de la libertad de expresión son, en realidad, quienes la
amordazan: Televisa y Televisión Azteca, por mencionar sólo a los medios
más poderosos. Pero el uso abusivo no se reduce a esos poderes fácticos,
sino que también lo detenta el poder formal, ya sea el presidencial, el le-
gislativo o el judicial, siendo este último el brazo ejecutor de las políticas
del discurso establecidas por los dos poderes, que son quienes abusan de
la palabra y establecen los límites y los controles del discurso legítimo o
válido. De esta manera, entre otros muchos ejemplos, los argumentos del
movimiento magisterial del año 2013 quedan fuera de ese razonamien-
to válido, institucionalizado, legitimado, el cual, en cambio, asume como
propio el discurso del Papa en su visita a México en marzo del 2012. La
palabra, aunque no se ve, causa inmediatos y duraderos efectos en quienes
la reciben; modifica la percepción de las cosas y produce estímulos que
guían las acciones. Los resultados electorales, las manifestaciones públi-
cas e incluso el silencio, forman parte de una numerosa estela de acciones
derivadas de la actividad de hablar institucionalizada. La exigencia de la
libertad de expresión proviene paradójicamente de quienes la detentan.
Pero no es libertad lo que se requiere, pues ésta la usufructúan quienes
poseen los medios para ello. Frente a la libertad de expresión, lo que se re-
quiere es igualdad y equidad, es decir, evitar el abuso de quienes poseen los
medios. El título de este volumen se refiere fundamentalmente al abuso
del discurso por parte de los actores políticos, judiciales y sociales. Se estu-
dian las estrategias, los medios, los contenidos, la orientación y sus límites.
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La consideración de esos elementos permite entender desde la perspectiva


retórica el desarrollo de los fenómenos políticos y sociales.
El volumen se divide en dos partes donde los autores muestran el abu-
so político y social de la palabra. La primera, intitulada “Análisis del dis-
curso político”, consta de siete capítulos, donde se estudian las estrategias
empleadas por los poderes constituidos que hacen eficaz un discurso en
diferentes escenarios: el presidencial, el epidíctico y el religioso. Entre las
estrategias empleadas sobresale el ēthos, que para Aristóteles es el modo
más poderoso de la persuasión, más poderoso, más aun que los propios ar-
gumentos factuales. En otras palabras, la confianza de quien habla es más
importante para la eficacia discursiva que la propia argumentación sobre
los asuntos concretos.
Elsa Guardiola llama la atención sobre el gran daño que las opinio-
nes adversas sobre la política y la propia noción negativa de la retórica han
causado al estudio del discurso y de la retórica política. Considera que este
género “merece ser estudiado con el mismo rasero que las demás formacio-
nes discursivas, en tanto objeto lingüístico con valor intrínseco” (p. 15), en
el que se intersectan no sólo los intereses del autor, sino también las aspi-
raciones de los destinatarios, la visión del mundo y las pasiones de quien se
manifiesta, en un lenguaje que puede ser más o menos apto para expresar
todo ello y para seducir al oyente o lector. No se puede juzgar un discurso
político por la naturaleza falaz de sus argumentos, pues es un criterio ina-
propiado en un ámbito donde intervienen otros criterios más verosímiles
que verdaderos. La autora se refiere a un corpus específico: el proceso elec-
toral de 2006 en México, donde resultó electo oficialmente el candidato
del Partido Acción Nacional. En su texto recupera la retórica clásica y los
modernos estudios de la argumentación y del análisis del discurso.
El artículo de Adriana Callegaro aborda la aplicación de este recurso
de manera específica en un discurso de la presidenta de Argentina, Cristina
Fernández, en el marco del debate entre dos poderes constituidos: el oficial
y el fáctico de los grandes propietarios de tierras en 2008, en relación con
las retenciones sobre las exportaciones de productos agrícolas, debate en el
cual resultó vencedor el discurso del poder económico. En el discurso pro-
nunciado el 18 de junio de 2008 por la presidenta, Callegaro observa una
serie de recursos relativos al ēthos, que modulan la imagen de la oradora.
Por su parte, María Alejandra Vitale hace una comparación entre los
argumentos expuestos en la prensa en dos experiencias golpistas contem-
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poráneas: los que se emplearon para apoyar y legitimar el golpe militar


de 1964 en Brasil, por una parte, y el de 1976 en Argentina por otra, y
sus antecedentes en los golpes militares en Argentina durante el período
comprendido entre 1930 y 1976. Para el análisis comparativo de dichas
estrategias discursivas Vitale ha acuñado la noción de “memoria retórico-
argumental”, que da cuenta de la tensionalidad constitutiva de las memo-
rias sociales inscritas en las prácticas discursivas: entre la repetición de
estrategias argumentativas y su reformulación en una nueva coyuntura.
El artículo muestra las relaciones de parentesco entre los discursos legiti-
madores de los golpes militares, sirviéndose además de algunas de las he-
rramientas diseñadas por la Nueva Retórica —como “disociación de las
nociones” (p. 51), que opera sobre el término “democracia” y sus valora-
ciones, o como el uso metafórico de expresiones tomadas de la medicina
para referirse a lo social— proponiendo la construcción, para los países
que padecieron las dictaduras, de una memoria social crítica del pasado
militarista y autoritario que signó a cada uno en su pasado y, con ello, se
acentúe su integración presente.
En su turno, Gloria Hernández, María Adela Hernández Reyes y Sal-
vador Mendiola abordan la interpretación de un texto ideográfico de ca-
rácter calendárico labrado en una estela zapoteca encontrada en el Cerro
de la Campana, valle central de Oaxaca. Mediante ese texto el gobernante
manifiesta su poder político y religioso, aunque no está dirigido a un pú-
blico, sino a él mismo. Por ello, afirman los autores: “el texto plantea un
deseo de poder y el poder de un deseo, o sea, el deseo de poseer un poder
y el poder de poseerlo nada más por medio de la enunciación, nada más
por el poder de los signos escritos” (p. 74). Tal vez se trate al mismo tiem-
po de una reafirmación de la élite gobernante de ser depositaria del poder
gracias a la posesión de la palabra escrita (mediante ideogramas), lo cual
implica el privilegio de recibir, conservar y transmitir las tradiciones y los
conocimientos de un pueblo.
Arturo Ramírez Trejo analiza un célebre discurso de carácter epidícti-
co: la oración fúnebre que Pericles pronunciara al término del primer año
de la Guerra del Peloponeso entre atenienses y espartanos, con el propósi-
to de mostrar los argumentos que dan fuerza al discurso (en este caso, un
discurso epidíctico), como son: la fortaleza de Atenas, su sistema político
(la democracia), la libertad frente a los demás estados y del ciudadano co-
mún y corriente, la valentía y otras características que otorgan poder a la
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armada, y finalmente la grandeza de ánimo de los atenienses. En toda esta


serie de “pruebas”, el elogio se centra en el ēthos de los caídos en la gue-
rra, aunque Tucídides no emplea esta palabra, sino tropos, que significa lo
mismo que aquélla. Y el ēthos de los hombres caídos en guerra es el valor,
el ofrendar la vida por la patria. Este elemento central de la práctica y la
doctrina retórica se observa en particular en este género epidíctico y sobre
todo en un discurso pronunciado por un orador extremadamente hábil
como lo fue Pericles.
Rodolfo Fernández trata de descubrir la influencia en relación con
la doctrina de los “sujetos”, desarrollada por Ramón Llull hacia el siglo
xiv, en la Relación de Michoacán, escrita verosímilmente por el francisca-
no Jerónimo de Alcalá entre 1540 y 1550, y en la Rhetorica Christiana del
también evangelizador franciscano Diego Valadés (Perusa, Italia, 1579).
Valadés describe esa doctrina de los “sujetos” (que el autor explica como
una expecie de tópica), mientras que Alcalá la aplica en su relato, donde
en efecto aparecen desarrollados esos temas de manera deliberada. El ar-
tículo consiste precisamente en describir la presencia de tres sujetos (Dios,
los ángeles y el hombre) en la Relación de Michoacán. De esta forma, se
muestra cómo el discurso de la Iglesia se impone en las propias narraciones
del México antiguo.
Por último, El príncipe de Nicolás Maquiavelo es un opúsculo que
abusa del lenguaje, pero lo hace de una manera tan eficaz que hoy es consi-
derado como el tratado fundacional de la ciencia política. El estudio retóri-
co es un instrumento muy apropiado para el análisis y la interpretación de
esa célebre obra. Tras indicar lo anterior, Ramírez Vidal señala la estrecha
vinculación del autor florentino con la retórica, observa, de modo crítico,
las aportaciones de los estudiosos en relación con la lectura “oblicua” de la
obra, con los contenidos del exordio, del epílogo y de la parte intermedia,
e indica algunos aspectos que es necesario abordar. Concluye que “el éxito
de El príncipe radica más en una forma de composición, estructuración y
argumentación, acomodada de modo muy inteligente a sus destinatarios,
que en la pertinencia deductiva de sus proposiciones” (p. 120).
La segunda parte (“Derecho y sociedad”) mayormente aborda proce-
dimientos empleados entre actores diversos que abusan del poder: los apa-
ratos policiacos, los pedófilos, los hombres frente a las mujeres, los grupos
mayoritarios y los aparatos mercadotécnicos. Pero también habla de las
estrategias retóricas que, frente a los peores abusos del discurso por parte
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de las políticas de Estado, se actualizan para la restitución de la política


en el mejor sentido del término: derecho de cada cual a la palabra y a la
acción, a la ciudadanía. Este es el caso del artículo que abre esta segunda
sección del libro, de Philippe-Joseph Salazar, quien analiza la actuación de
la Comisión de la Verdad y la Reconciliación que llevó a cabo el proceso
de reconciliación en Sudáfrica, entre 1995 y 1998, después del fin del ré-
gimen racista del apartheid. La Comisión, de acuerdo con Salazar, es “un
examen retórico de la relación entre la verdad y la violencia en la política”
(p. 136). Y es, también, la posibilidad de alcanzar la homonoia: acuerdo de
voluntades, acuerdo sobre las palabras, según la caracterización sofística,
para inventar la reconciliación (que no debe confundirse con el perdón),
poniendo en común la suma de fuerzas en una sociedad víctima de un
crimen de lesa humanidad. El procedimiento de la Comisión, en este sen-
tido, se presenta como un caso modélico de la actualidad de las estrategias
retóricas en su dimensión política.
Emiliano Marello ofrece una apreciación de las estrategias retóricas
empleadas en los argumentos que recientemente se presentaron en el ám-
bito jurídico argentino en pro y en contra del derecho de contraer matri-
monio civil homoparental. Este análisis de estrategias discursivas, además
de mostrar el funcionamiento de algunos de los recursos empleados por
ambas partes y su eficacia (la apropiación de estrategias argumentativas
por parte del activismo lgbt, y la oportunidad política en que éstas se pu-
sieron en marcha le valió a dicho activismo la aprobación del matrimonio
homoparental), apuesta por la política en el mejor sentido del término, es
decir, por la reactivación de un objeto de debate en el ámbito de lo público.
El humor en el discurso social es el objeto del texto de Anna María
Fernández Poncela, específicamente, el humor de los chistes relativos a
los roles de género. Fernández entiende estas manifestaciones del discurso
como un indicador de las exclusiones de género y de las tensiones o con-
flictos sociales en que éstas se producen. Más allá de la capacidad liberado-
ra de tensiones que la risa posee, en los chistes que denigran, descalifican,
insultan, etc., a uno u otro género (pero principalmente al femenino),
Fernández encuentra algunas de las formas específicas de la producción
y/o reproducción de estereotipos de género y de su performatividad en el
ámbito de las relaciones sociales.
María Rosa Palazón Mayoral, en su turno, revisa los abusos del dis-
curso por parte de la propaganda comercial en nuestras sociedades de con-
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sumo. Si hay, como en su momento sostuvieron los clásicos, una buena y


una mala retórica, Palazón no duda en calificar la retórica propagandística
como la forma contemporánea de la mala retórica. Sirviéndose de los aná-
lisis de Baudrillard sobre la sociedad de consumo y de algunos conceptos
del pragmatismo, la autora dedica su artículo a mostrar de qué manera la
propaganda comercial se ha apropiado de algunas técnicas retóricas para
producir lo que Baudrillard llamó la esclavitud actual: la configuración del
sujeto como consumidor.
La rica muestra de estudios sobre el poder persuasivo de la palabra per-
mite apreciar el empleo de variadas estrategias eficaces de comunicación
en ámbitos muy diferentes, del político al filosófico. Las reflexiones de los
autores permitirán entender las semejanzas entre los diferentes tipos de dis-
cursos, de forma que el discurso político se presenta sólo como una moda-
lidad de empleos junto a las demás especies textuales.

***
Nota de los editores: Agradecemos la colaboración del equipo
de estudiantes, coordinado por Ana Esquivel Palomares, del Proyecto
in-401714, “Retórica y educación”, al que pertenecen también: Marco
Mancera Alba, Luisa Medina Sánchez de Tagle, Luis Fernando Moreno
Vázquez, Claudio Camacho Rodríguez y Valeria Fernández Madrid.

Gerardo Ramírez Vidal


Erika Lindig Cisneros

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índice

ÍNDICE

Presentación
Gerardo Ramírez Vidal y Erika Lindig Cisneros . . . . . 5

i. Análisis del discurso político

Retórica y estrategias discursivas en el discurso político mexicano


contemporáneo
Elsa Guardiola . . . . . . . . . . . . . . . . . 15

El ethos en el discurso político. La representación de sí


y la desacreditación del adversario
Adriana Callegaro . . . . . . . . . . . . . . . . 27

Estrategias retórico-argumentativas de los discursos golpistas


en Brasil (1964) y en Argentina (1966 y 1976)
María Alejandra Vitale . . . . . . . . . . . . . . . 45

Análisis de una estela zapoteca


Gloria Hernández, María Adela Hernández Reyes
y Salvador Mendiola . . . . . . . . . . . . . . . 67

El discurso de Pericles (Tucídides II 34.8-47.1).


Legado político de Grecia
Arturo Ramírez Trejo . . . . . . . . . . . . . . . 77

La Relación de Michoacán frente a la tópica cristiana


de Diego Valadés
Rodolfo Fernández . . . . . . . . . . . . . . . . 87

195
usos y abusos del discurso: ejercicios retóricos

La sonrisa de El príncipe. Maquiavelo y la retórica


Gerardo Ramírez Vidal . . . . . . . . . . . . . . 99

iI. Derecho y sociedad

Sobre la reconciliación política como actualidad de la retórica


Philippe-Joseph Salazar . . . . . . . . . . . . . . 127

Configuración discursiva de la homoparentalidad: la polémica


entre madres lesbianas y la derecha cristiana en la arena política
de la Argentina
Emiliano Marello . . . . . . . . . . . . . . . . 143

Retórica, humor y género


Anna María Fernández Poncela . . . . . . . . . . . . 163

Propaganda comercial y retórica


María Rosa Palazón Mayoral . . . . . . . . . . . . 181

196
usos y abusos
del discurso: ejercicios
retóricos sobre política
y sociedad,
editado por el Instituto de Investigaciones
Filológicas, siendo jefa del departamento de
publicaciones Guadalupe Martínez Gil, se
terminó de imprimir en los talleres de Solar Servicios
Editoriales, ubicados en calle Dos, núm. 21, col. San Pe-
dro de los Pinos, deleg. Benito Juárez C. P. 03800, Ciu-
dad de México, el 28 de febrero de 2017. La composición
tipográfica, en tipo Garamond Premier Pro de 11/13.16,
10/12 y 9/10.8 puntos, estuvo a cargo de Ana C. Esquivel
Palomares. La edición, al cuidado de Gerardo Ramírez
Vidal y de Carolina Olivares Chávez, consta de 500
ejemplares en impresión sobre demanda, en papel Cultural
de 90 gramos. Ana Karen García López, estudiante
de la licenciatura de Letras Clásicas, corrigió originales
en calidad de servicio social. Portada realizada por
Sergio Reyes Coria, basada en el diseño de
Patricia Luna Robles.
Sistema de impresión digital.
COLECCIÓN BITÁCORA DE RETÓRICA
Instituto de Investigaciones Filológicas

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