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CRIMINOLOGÍA

Practica 2

Para Enrico Ferri, "la Escuela Positiva consiste en lo siguiente: estudiar el delito, primero
en su génesis natural, y después en sus efectos jurídicos, para adaptar jurídicamente a las
varias causas que lo producen los diversos remedios, que por consiguiente serán más
eficaces".  puede ser definida, en términos generales, como una «concepción patológica de
la criminalidad y del delincuente, que ve en el delito un hecho anómalo y en su autor un ser
“diverso”, “anormal”, al cual es necesario corregir, reformar, reeducar».

Tiene su origen en las formulaciones dogmáticas de la llamada «escuela positiva», cuyos


mayores exponentes lo constituyeron las obras de Cesare Lombroso («L’uomo
delinquente», cuya primera edición data de 1876), Rafaele Garófalo («Criminología»,
1905) y Enrico Ferri («Sociología criminale», 1900), y respecto de la cual es usual ubicar el
nacimiento de la criminología como ciencia.

Entre las pretendidas causas del comportamiento delictivo, Cesare Lombroso privilegiaba
diversos factores de carácter biológico y de naturaleza sobre todo hereditaria, Garófalo
acentuaba el papel de los factores psicológicos, y Enrico Ferri la influencia de los factores
sociológicos.

Los postulados fundamentales de la Escuela Positiva son:

1.  En principio encuentra su base filosófica en Comte y la científica en Darwin; sin


embargo esto será explícitamente negado por Ferri: "Pero lo que importa, ante todo,
poner de relieve es esto: que la Escuela Criminal Positiva no recoge ni plasma
ningún sistema filosófico o social, ni la filosofía positiva (Comte, Spencer, Ardigó,
etcétera), ni doctrina alguna biológica (Darwin, Lamarck, Moleschott, etc.)  el
hecho decisivo es que la Escuela Criminal Positiva se caracteriza especialmente por
el método científico."

2.  Algunos positivistas extremistas negaron el principio de legalidad, básicamente en


su aspecto de nulla poena sine crimen, al proponer medidas de seguridad sin delito.
En otros casos, se pidió la desaparición de códigos, leyes y jueces y su substitución
por antropólogos y médicos. Debemos aclarar que estas exageraciones no son
compartidas por la mayoría de los positivistas, pero que sirvieron de base para
muchos de los furiosos ataques contra la Escuela Positiva.

3.  El delito es un hecho de la naturaleza y como tal debe estudiarse. No estudiarlo


como un ente abstracto, ni jurídico, sino como un ente real, actual, existente.
La criminalidad no es solamente la lesión de bienes o intereses, o una mera desobediencia a
la ley, sino una acción excepcional de agresión a condiciones fundamentales de la vida
social.

Para el positivismo el delito es un hecho real, natural, empírico, histórico, concreto. Para la
escuela clásica, es un ente jurídico abstracto. Lo ve desconectado de su protagonista. Acata
la definición legal del delito. Acentúa el binomio “delito-pena” como soportes del sistema

Los positivistas entienden que la esencia del crimen no se agota con la violación de una
norma jurídica que aquel implica.

Para los positivistas no existe delito sino delincuente, y le confieren a este, como realidad
biopsíquica y social el máximo interés. La persona del delincuente ocupa el centro del
sistema: el delito es sólo un síntoma de la peligrosidad o temibilidad del autor.

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