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DISEÑO DE PROPUESTA EN INTERVENCIÓN SSR

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1. ANÁLISIS DE CONTEXTO:

La sexualidad, es un concepto tan amplio como la historia de la humanidad, abarcando


componentes culturales, ambientales, económicos, políticos entre otros. Este fenómeno universal
ha sido transversal desde la existencia del hombre, abordada y explicada desde diferentes áreas del
conocimiento como la biología, la medicina, la filosofía, la historia, la sociología, la psicología, la
teología; que desde la investigación y complejas disertaciones pretenden analizar y comprender un
aspecto trascendental para el desarrollo y evolución de la especie humana. La Federación
Internación de Planificación Familiar (IPPF) como se cita en el Ministerio de la Salud y Protección
Social (2014), define la sexualidad como “un concepto en evolución que comprende la actividad
sexual, las identidades de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la
reproducción… la sexualidad se experimenta y se expresa a través de pensamientos, fantasías,
deseos, creencias, actitudes, valores, comportamientos, prácticas y relaciones” (p.49).

Es por esto que a la hora de abordar la sexualidad, se debe tener en cuenta las políticas públicas de
estado, para enfrentar las problemáticas actuales con relación a lo femenino, a lo masculino y a los
derechos sexuales y reproductivos con un enfoque diferencial. Por tanto, es conveniente definir
aspectos claves como lo son, la identidad, el género y lo que se entiende por identidad de género.

La identidad, es una posición individual y colectiva frente a los atributos que significan lo propio y
lo diferente, en un proceso permanente de construcción subjetiva, intersubjetiva y socio-cultural.
Por su parte, el género es una construcción psicológica, social y cultural frente al sexo, que organiza
y define los roles, los saberes, los discursos, las prácticas sociales y las relaciones de poder. Es así
como la identidad de género, constituye una posición individual y colectiva que se asume frente a
la relación sexo-género. Dentro de ello, se puede denominar masculino, femenino y transgeneristas.
Este último término, se refiere a los tránsitos entre lo masculino o lo femenino, la cual está
conformada por personas transformistas, travestis, transexuales, andróginas, entre otras (Alcaldía
Mayor de Bogotá, 2010).

Las diversas manifestaciones de género observada en la comunidad transgenerista, atraviesa un sin


número de violencias en la cultura; la violencia física, sexual y psicológica son las más relevantes en
contra de esta población. Las historias de vida de estas personas, señalan que el rechazo y la
violencia experimentada fue primero en el entorno familiar y luego en sus comunidades, lugares de
residencia y entornos escolares (Valle, et. al., 1996 como se cita en Alcaldía Mayor de Bogotá, 2008).

Por ejemplo en Colombia, en el año 2014 el número de homicidios registrados fue de 81 y tuvieron
lugar en 21 departamentos. Antioquia, Bogotá y Valle del Cauca continuaron encabezando el listado.
Además, en dicho año se obtuvo el primer registro del homicidio de una persona LGBT en el
departamento de Amazonas. Aunque esto no quiere decir que antes no hubiese ocurrido, solo hasta
ahora se evidencian y se documentan los casos. Para el año 2013, el total de homicidios registrados
en Colombia fue de 83 personas [16 mujeres trans, 9 hombres gay, 2 mujeres lesbianas y 56
personas LGBT]. En el 2014, hubo 81 personas registradas [21 mujeres trans, 8 hombres gay, 1 mujer
lesbiana, 1 mujer bisexual y 50 personas LGBT], de quienes no se tiene información suficiente sobre
su orientación sexual o identidad de género (Colombia Diversa 2015).

Otro fenómeno que afecta a esta comunidad, es la dificultad para el acceso a los servicios de salud,
ya que son personas con necesidades diferentes de acuerdo al tránsito que hayan realizado. En esta
población es frecuente encontrar personas con deterioro físico profundo, asociado a la desnutrición,
la falta de atención a enfermedades crónicas o degenerativas y el uso de implantes en mal estado o
de productos inyectables para moldear el cuerpo, utilizadas de forma indiscriminada y con pocos
elementos de bioseguridad [aceite mineral, parafinas, silicona industrial o retinol], estos
procedimientos pueden ocasionar la muerte o incapacidad permanente (Bernal, 2010).

Es así como los servicios de salud se han convertido en barrera directa para la comunidad Trans,
puesto que carecen de formación específica para atender a esta comunidad, y por supuesto algunas
barreras de tipo personal, moral, religiosa, cultural y de respeto por la diferencia, son algunos de los
aspectos que se encuentran inherentes en los profesionales de la salud y algunas dificultades
identificadas son la falta de sensibilidad, limitaciones del sistema de salud, vacíos de políticas publica
y regulación sobre cuestiones trans, falta de información, falta de rutas de acción y falta de
especialistas. Por su parte, algunos problemas asociados con la conducta y percepción que las
personas trans tienen de los servicios de salud, son el temer a la discriminación y el abuso, falta de
cobertura en salud, temores a ser expuestos, temor a revelar su identidad, múltiple discriminación,
limitados servicios de apoyo psicosocial y costos exorbitantes en los tratamientos que no se
encuentran en el Plan Obligatorio de Salud (POS). Específicamente, en los problemas más frecuentas
en la salud de la comunidad Trans, se encuentran dificultades cardiacas, mentales, hormonales y la
transición de hombre a mujer y viceversa (Bernal, 2010).

En esta medida, teniendo en cuanta las múltiples problemáticas por la que atraviesa la población
trans, se debe tener en cuenta que también presenta los mismos derechos que cualquier ser
humano, los cuales se describirán de manera breve a continuación. El primero, es el derecho a la
vida y a la seguridad, dado que las mujeres transgeneristas, particularmente las travestis en
situación de prostitución, representan una población sobre la cual se concentra una variedad de
formas de violencia, siendo contra ellas la mayor parte de los homicidios y atentados contra la vida,
cometidos en diferentes lugares del país. El segundo, hace referencia al derecho a la educación, el
cual es preocupante, observándose la reproducción de la discriminación y los prejuicios por la
orientación sexual o la identidad de género, así como sus limitaciones para tratar estos temas. El
tercero, es el derecho a la salud y en el caso de las personas transgeneristas, el POS no contempla
los asuntos relacionados con su identidad de género, lo cual les lleva a recurrir a tratamientos
informales que ponen en riesgo sus vidas. El cuarto, es el derecho al trabajo y en el caso de las
personas transgeneristas, la discriminación y exclusión social a que son expuestas, incide en sus
posibilidades educativas, las reduce al ejercicio de sólo algunos oficios y afecta su inserción laboral
en condiciones justas y equitativas (Valle, et al. y Colombia Diversa como se cita en Alcaldía Mayor
de Bogotá, 2008). El quinto, son los derechos culturales y derecho a la comunicación, en donde se
requiere transformar representaciones, imaginarios y prácticas culturales que reproducen y
legitiman la discriminación y la exclusión por identidad de género u orientación sexual. De ahí que
parte de las estrategias políticas, deberían recurrir a impactar en lo cultural como forma de
cuestionar relaciones de poder y como generación de propuestas de cambio (Alcaldía Mayor de
Bogotá, 2008).

2. ESTABLECIMIENTO DE LA PROBLEMÁTICA:

Esta es una sociedad en la que la heterosexualidad se considera norma, las personas lesbianas, gays,
bisexuales y transgeneristas [LGBT] y especialmente aquellas cuya orientación sexual o identidad de
género es evidente, se encuentran en riesgo. Estas personas, conforman sectores sociales sobre los
cuales, se han concentrado diferentes formas de discriminación, exclusión y tratos inequitativos y
desiguales, basados en la orientación sexual e identidad o expresión de género.

Por medio de una encuesta en línea de la Unión Europea, sobre la discriminación y la incitación al
odio contra las personas LGBT. Los resultados reflejaron las experiencias de las más de 93.000
personas, en donde los grupos más representados fueron las mujeres lesbianas (55 %). Describieron
que uno de cada cinco de los encuestados que tenían y/o buscaban un empleo en el año anterior a
la encuesta se sintió discriminado. Para el caso de los encuestados transgénero, la proporción fue
de uno de cada tres y tres de cada 10 respondieron que habían sido víctimas de violencia o de
amenazas de violencia más de tres veces durante el año anterior. Con relación a la vida escolar
anterior a los 18 años de edad, dos de cada tres encuestados LGBT ocultaron o disimularon su
condición de LGBT en el centro escolar. Al menos un 60 % fueron objeto personalmente de
comentarios o conductas negativas en el centro escolar por ser LGBT (Comisión Europea, 2013).

En el año 2013 en las Américas, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), alertó
sobre la persistencia y la gravedad de la violencia contra las personas LGBT en todo el hemisferio, y
especialmente contra las personas defensoras de estos derechos. En Colombia, activistas de todo el
país sufrieron intimidaciones, amenazas y otras formas de violencia homofóbica. La audiencia ante
la Comisión Interamericana (CIDH), un grupo de organizaciones no Gubernamentales, denunció el
hostigamiento de la Procuraduría General de la Nación contra agrupaciones y personas defensoras
de los derechos sexuales y reproductivos en Colombia. También, en el ámbito artístico el hecho de
asumir en público en Colombia una orientación sexual o la defensa de los derechos LGBT representa
un riesgo (Colombia Diversa, 2013).

Un ejemplo en cuanto a los derechos Trans, por medio de una acción de tutela iniciada por el
Defensor del Pueblo de Cundinamarca, sustenta una serie de derechos fundamentales e
interdependientes como el de la identidad, la dignidad humana, el libre desarrollo de la
personalidad y la salud. Lo anterior, abrió cabida a que la Corte Constitucional, mediante la
Sentencia T-876 del 2012, ordenara a una EPS la realización de una cirugía de reasignación sexual
requerida por un usuario (Colombia Diversa, 2013).

Las personas transgeneristas reciben un número significativo de agresiones en los espacios públicos
y la vulneración de derechos para este sector, como la discriminación y rechazo a la identidad
transgenerista, la cual, hace que su expresión exponga a la vulneración de todos los derechos; por
expresarse, se reciben variados tipos de agresiones, formas de exclusión (social, educativa, laboral),
se impide la libre circulación, la participación, el derecho al trabajo justo y equitativo y el uso de los
espacios públicos. La identidad transgenerista además está estigmatizada, subvalorada y
estereotipada y la violencia contra estas personas está normalizada y justificada culturalmente. Por
lo anterior, las personas transgeneristas no cuentan con condiciones para el ejercicio de sus
derechos. De otro lado, no hay una atención institucional adecuada para las personas
transgeneristas. La intervención corporal, necesaria para la construcción de la identidad
transgenerista, no está cubierta por el sistema de salud y no se cuenta con un personal de salud
formado en la especificidad de las personas transgeneristas. Las dificultades para la modificación
del sexo legal crean inconsistencias en los documentos que causan problemas con las autoridades,
exponen a una “visibilidad indeseada” e impiden el acceso a servicios básicos (por ejemplo, salud).
La escuela desconoce las cuestiones de la identidad de género y no cuenta con herramientas para
manejar el tema. Servidores públicos no garantizan los derechos de estas personas y en algunos
casos los violan (Alcadía Mayor de Bogotá, 2008).

De acuerdo a la presente revisión, se consideran algunos aspectos fundamentales en los cuales se


debe intervenir urgentemente para apoyar a la comunidad trans y mejorar la calidad de vida. Entre
ellas se encuentran el acceso a la justicia, el abuso policial, el acceso diferencial en los servicios de
salud, la falta de inclusión social, la falta de interés académico e investigativo sobre estas
comunidades por parte de las instituciones privadas y públicas, el acceso a la educación y a la vida
laboral también se encuentra permeado por la discriminación y la inequidad. Lo anterior, resultan
ser barreras de acceso para que las personas trans tengan igualdad de derechos, libre de
discriminación y violencia. Por tanto, es de suma importancia contribuir al bienestar integral de esta
comunidad que ha sido rechazada y vulnerada por la sociedad en general, en un mundo de
privilegios y oportunidades para unos pocos, por los abusos de poder de los gobiernos y los intereses
individuales que predominan en la actualidad.
Por tal razón, se debe aportar al bienestar integral de esta minoría, con un abordaje desde
programas psicoeducativos en las instituciones de salud, involucrando a todo el personal que presta
el servicio, puesto que es una área donde se evidencian discriminaciones latentes vulnerando el
acceso, cobertura y derecho a la salud sexual y reproductiva. Por estas y otras razones, la comunidad
trans se ve afectada, recurriendo a la automedicación y a la realización de procedimientos inseguros;
generando sin lugar a duda riesgo para su salud física pero también psicológica y emocional,
desencadenando en estados de depresión, intentos de suicidio, desequilibrio emocional,
dificultades en la autoestima y el autoconcepto, y la no consolidación del proyecto de vida
individual. De tal forma que la aceptación e inclusión de la comunidad a los diferentes escenarios
sociales y de derecho, abre posibilidades infinitas para que la población trans resignifique su vida y
mejore ostensiblemente su bienestar biopsicoemocional.

3. PLAN DE ACTUACIÓN:

• Objetivo General: Promocionar los derechos sexuales y reproductivos y equidad de género


en los profesionales de la salud de una institución de salud.

• Objetivos específicos:

• Conceptos: los dos conceptos centrales sobre sexualidad y/o salud sexual y reproductiva
que se integrarían para trabajar en esta propuesta son:

✓ Género:

✓ Diversidades:

• Enfoques:

✓ Promoción de los derechos sexuales y reproductivos y equidad de género:

✓ Prevención y atención integral en Salud Sexual y Reproductiva desde un enfoque


de derechos:

Aspectos psicológicos:

✓ XXXX
✓ XXXX
✓ XXXX

• Estrategias:
• Recursos:

• Plan de actividades:

4. EVALUACIÓN Y MONITOREO:

REFERENCIAS

Alcaldía Mayor de Bogotá (2008). Por una ciudad de derechos. Lineamientos generales de la política
pública para la garantía plena de los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales y
transgeneristas –LGBT– y sobre identidades de género y orientaciones sexuales en el distrito
capital. Bogotá: Secretaría Distrital de Planeación.

Alcaldía Mayor de Bogotá (2010). Bogotá ciudad de estadísticas. Bogotá: Alcaldía Mayor de Bogotá
/ Secretaría Distrital de Planeación Econometría S.A.

Bernal, M. (2010). Provisión de servicios afirmativos de salud para personas LGBT. Bogotá: Colombia
diversa.

Colombia Diversa (2013). Informe Anual Colombia Diversa. Recuperado en


http://colombiadiversa.org/colombiadiversa/documentos/informes-
institucionales/colombia-diversa-informe-institucional-2013.pdf

Colombia Diversa (2015). Informe de derechos humanos de personas LGBT en Colombia 2013-2014.
Recuperado de
https://www.dropbox.com/s/5vxkouj3gfa3p8q/Informe%20ddhh%202013%202014%20Co
lombiaDiversa.pdf?dl=0

Comisión Europea (2013). Encuesta de la FRA Sobre LGBT en la Unión Europea. Recuperado de
http://fra.europa.eu/sites/default/files/memo-fra-s-eu-lgbt-survey_es.pdf

Ministerio de la Salud y Protección Social (2014). Política Nacional de Sexualidad Derechos Sexuales
y Derechos Reproductivos. Recuperado de
https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/DE/LIBRO%20POLITIC
A%20SEXUAL%20SEPT%2010.pdf

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